Árboles Como Sumideros de Carbono
Árboles Como Sumideros de Carbono
Árboles Como Sumideros de Carbono
Estos agentes biológicos funcionaron sin alteraciones hasta que el ciclo del
carbono, inmutable durante milenios, comenzó a sufrir las consecuencias de la
quema de combustibles fósiles y el consiguiente aumento acelerado de la
concentración de CO2 en la atmósfera. Y esta realidad no solo no se ha
mantenido en el tiempo, sino que se ha ido agravando: desde los inicios de la
Revolución Industrial hasta nuestros días, la concentración de CO2 en el aire ha
pasado de 278 partes por millón (ppm) a 400 ppm, tal y como advierte la
organización Global Carbon Project (2017).
Ante este incremento desproporcionado de las emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI) —en 2017 se registraron unos valores de CO2 en la atmósfera
de 405,8 ppm—, los principales sumideros de carbono tan solo son capaces de
retirar el 50% de la circulación.
Pero, a pesar de que las actividades humanas sigan causando estragos en los
principales sumideros naturales del planeta —la deforestación ha provocado que
muchos bosques ya no actúen como sumideros sino como fuentes de emisiones y
los océanos están gravemente afectados por la acidificació.
Se estima que un poco más del 50% del CO2 antropogénico (co2 por
quemas) es absorbido por bosques y océanos.