833-Texto Del Artículo-1663-1-10-20140312

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RESEÑAS

POESÍA

XVI. Guiomar Cuesta y Alfredo paran la posibilidad del pasado" da", pág. 68) después de un asesina-
Ocampo: Antología de mujeres poe- (Pródigas, 3, pág. 21 ); " [... ] la ansie- to; en una mesa, "como una taza hu-
tas afrocolombianas. dad 1 que me incitó a partir un día" meante 1el poema servido" (pág. 69)
XVII. Rogerio Velásquez: Ensa- (Pródigas, 4, pág. 22 ). Si el mapa sigue alimentando al mar de la len-
yos escogidos. sentimental es la pérdida, la escritu- gua. Y de cierre un exacto testimo-
XVIII. Manuel Zapata Olivella, ra poética se detiene en las cosas nio (vivo en la muerte, muerto en la
por los senderos de sus ancestros. para constatar que , pese a la pala- vida) sobre la permanencia: "Soñé
Textos escogidos. bra que las recrea, el vacío en el pe- mi epitaf)o./1 No tenía lápida 1 ni tum-
XIX. Manual introductorio y guía cho (el nido portátil, entonces) rige ba. 11 Era una simple nota 1 pegada
de animación a la lectura. esa voluntad 1 • Elegíaco a más no con cinta 1 y decía: 11 Estoy en la bi-
poder, el yo se clava - en una sere- blioteca" (El inmortal, pág.7o).
JAIM E JARAMI LLO na inmolación a lo Drácula- la es- Es un poema que, como el alma a
EscosAR taca del recuerdo amoroso en cua- la deriva, en la minuciosa tarea de
tro poemas notables: Poema de la acumular sus talismanes, ha de so-
primera vez (págs. 34-35), Poema de brevivir. Las hojas de todos los ár-
la única vez (pág. 36), Poema de la boles de la biblioteca le pisan los ta-
última vez (pág. 37) y D el amor lones. Obligado está , ni más ni
Alma situada muerto (pág. 38). Los versos, de un menos. La "caída" en la historia ha
pragmatismo irónico (" El amante tenido, me parece, magníficos frutos.
difunto 1 no tiene ventanilla de re-
Al pie de la letra clamos", pág. 38), no pueden ser in- EDGAR O ' HAR A
John Galán Casanova diferentes al dolor. El libro que los Universidad de Washington
Universidad Externado de Colombia, acoge, EL cora z 'n portátil ( 1999), (Seattle)
Facultad de Comunicación Social- ofrece distintos estudios de la pa-
Periodismo, Colección Un libro por sión, la posesión, las posturas 2 . r. Lo sabemos por una imagen que viene
centavos, Bogotá, 2008, 71 págs. de la aviación: " La memoria es una caja
negra" (pág. 32): "sobrevenir entonces
1 un instante en que la caja negra se abre
Esta antología reúne poemas de tres 1 y retiene para siempre 1 un olor, unges-
to, algún escorzo del cuerpo" (pág. 34).
libros y recoge cinco composiciones
Corazón de fragmentos recuperados.
de un conjunto inédito. El tema ob- 2. Y además un cuento en verso: Sobre
sesivo de muchos poemas, ronda que -~-=--~ los contestadores telefónicos (pág. 41 ).
te ronda, nos devuelve a los veinti- Incluso cuando describe y se resiste a
trés años originales de Galán Casa- "contar", como sucede en Escenas de
nova y a la caída (un edén para el parque, 3 , perdura un aliento narrativo
y de inmediatez: " Hablo por ejemplo 1
vecindario) del Almacén A costa. Las de la curtida amistad de dos mujeres 1
letras que no están en ese primer tí- que acostumbran callejear la vecindad
tulo de 1993 y la vocal que le falta al [... ]"(pág. 17). Al respecto. véase la re-
segundo (ALMA C N A C STA 1 El seña sobre Ay ya (2001) en el Boletín
coraz 'n portátil) se corresponden con Cultural y Bibliográfico de la Bibliote -
ca Luis Ángel Arango, Banco de la
dos elementos de importancia sutil. República, Bogotá. vol. xu, núm. 66.
Por un lado, la calidad de bocetos (o En Celebro Los tejados, poema del 2004 (editado en 2005). págq8-8o.
series) de dibujante que tienen algu- primer libro, hallamos una imagen
nos textos; por otro, el estado aními- visual ("Han talado un árbol", pág.
co que destilan. Esta voluntad, dice 15) que remite a las composiciones
el poeta, de "nombrar los dolores" inéditas que el presente conjunto
(pág. 7), nos permite trazar un mapa anticipa: Arbol talado. Son cinco las Biblia de pobres para
ofrendas de la intemperie: un árbol
interior: "la confusión de culpa y
afecto 1 al advertir la muerte 1 en la "a la deriva 1 los muñones a cielo
lectores de poesía
menguante humanidad del abuelo" abierto" (pág. 66); un pájaro que
(Escrituras, 4 , pág. 8); "los motivos murió en la acera y después conti- Biblia de pobres (Biblia Pauperum)
de una feraz melancolía" ( Cavilacio- núa -guiño a Milan Kundera- en Juan Manuel Roca
nes de viejo, 3, pág. 9); "Es preciso el retrato que le hace un pintor ("la Visor Libros, Madrid. 2009, 84 págs.
una tristeza 1 que lo traiga a uno de calma, 1las alas plegadas, .' el pluma-
regreso[ ... ]" (ALMAC N AC STA, je sin brillo, 1 la soportable levedad 1
pág. 2o); "Ningún recuerdo le calza del ser", pág. 67); una camisa (¿san- Biblia de pobres, de Juan Manuel
1 a la situación actual de mi alma. 1 grienta, inocente?) ondea en la cuer- Roca, no es un libro más de poesía en
Ni la nostalgia 1ni el hastío 1me de- da ("bandera 1 de una patria venci- Colombia, país que tradicionalmente

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1' O 1-. S 1 A
RESE ÑAS

se ha preci ado. con vano ace nto. de como en las voces de impo rtant e re- pinto res caros al poeta , pero , sobre
sus ba rdos y de su lírica . No se pue- sona ncia de aquí , de Amé rica. y todo , pinto res que dejan ver sus pa-
de negar. claro está. que esa tradi - allen de los mare s: Césa r Vallejo, Vi- letas y sus punz ones urtic antes , la
ción ha pasad o de ser un casi ridíc u- cente Huid ob ro, E nriqu e Meli na, mira da que fijaron sobr e mun dos
lo rema nent e de una clase socia l y Rafa el Cade nas, Borg es. Gonz alo aterr ados , sobre vidas torva s y so-
de una crítica que en un tiem po se Roja s. Ren é Char, Paul Cela n, bre el hamb re de la muer te.
creye ron la fábul a de se r un as cas- Laut remo nt, Baudelaire, Rimb aud ...
tas pri vilegiadas de la cultu ra. a lo Si uno hace un paralelo entre Se-
que ahora. hace años , es el hech o ñal de cuerv os y Biblia de pobr es, dos
nítido de que la poes ía de nues tro punt os clave (uno del princ ipio, otro
país se hizo a un pues to de consi de- de ahor a) en el cami no de título s de
ración en el conc ierto hispa noam e- poesí a del auto r antio queñ o (uno s
rican o (y aun en otras lenguas, por veint e, creo) , encuentra que su voz
qué no) porq ue dejó de lado el tono guar da carac teríst icas comu nes en
grand ilocu ente y el verso hered ado sus registros; que sus imág enes se ~

• 1 1 z
de tradiciones empa pada s en patri o- debe n profu ndam ente a la enso ña- ..... , ,
11
1

tismos. loas insul sas a natur aleza s ción y a la noch e, y que la ironí a y la
1

muer tas y roma nticis mos amor osos sátir a son fund amen tales e n una
de antie r o trasa ntier . poes ía que , al fin, se debe a un ba-
gaje indiscutible de cultu ras, de his-
torias asimiladas de otras litera turas
y otras geografías: de todo aque llo
que, como en Borges, cons tituye la
ficción ilustr ada, con el ingre dient e En Bibli a Paup erum (poe ma que
inapr eciab le del hum or que revis te da título al libro ), el renco r lo con-
todo de nuevos bríos y de nuev as sume todo , invad e calles, casas, "un
atmó sfera s. Roca escri be una poe- país de lunas eriza das"; "El renco r
sía rica en imágenes, suge stiva , eró- que arras tró legio nes de nomb res a
tica , sensu al, amor osa, verba l, hech a la hogu era, 1 Vien e romp iendo es-
para el goce de los senti dos sin de- clusas, 1 Un pasad o de virre yes de
jar de lado el tram o oscu ro de la ra- harin a 1Y sacer dotes que vend en lla-
zón, allí dond e los pode res y la po- gas puerta a puer ta.,. La poes ía ajus-
bre cond ición huma na le prov ocan ta cuen tas con iglesias y sacerdotes
más ironí as que rabia s o libelos. que porta n las antor chas de odios ,
R eza la e xplic ación d e Bibl ia veng anza s y preju icios . La poes ía
Roca es uno de los poeta s que pri- Pauperum (Biblia de pobres): " Gra- desen masc ara y corre velos. Las doc-
mero mostró su desco ntent o de con- bados en made ra con breves leyen - trinas incub an el renco r y el mied o,
form ar una gene ració n que suste n- das en latín (o en alem án) que se son " Com o un gran vient o, 1 Com o
taba sobr e sus hom bros esa gris impr imían en el siglo xv". Los poe- los potro s de las olas 1 Que asalt an
here ncia y que puso en su voz un mas de Roca en Bibli a de pobres, las casas 1 Y las arras tran al olvid o
acen to prop io, aupa do sin duda por claro, no son analogías o refer encia s [ ... ].,. Pero el poem a toca raíce s de
un grup o impo rtant e de voce s que de las imág enes y texto s del Nuev o belle za y por ello: "He aquí al mu-
le antec edier on y que ya most raban y el Anti guo Testa ment o, que eran chac
, ho que no desp ega sus ojos 1Del
el rigor y la belleza de lengu ajes que aque llas Bibli as. Son, a vece s, re- Ange lus de Mille t 1 Para no senti r
con ectab an con los hom bres con- cuen to de harap os y de llagas, y son los paso s del renco
, r( ... ]" (Lec tor, no
temp orán eos de tiemp os y estéticas la alego ría de la mugr e y el olor de te pierd as el Ange lus de Mille t), y
que camb iaban y pedía n, por tanto , los pobr es; el rictus carna vales co del busc a refug io ("El homb re no sopo r-
nuevas obras (Silva, Aure lio Artu ro, pueb lo que nada pose e, más que su ta demasiada reali dad": T. S. Eliot )
Luis Vida les, Álva ro Mutis, Gaitá n locur a y su metá fora del alma hu- en los amigos: "En ciuda des asedi a-
Durá n , Fe rnan do Char ry Lara , mana. En much os de estos texto s el das por sí mism as 1 Entr o a la esta-
Héct or Roja s H erazo), y cone ctado auto r evoc a con preci sión escen as ción de los amig os 1 [... ] Los amig os,
a sus prop ios heral dos, aque llos con- del trasm undo , la gesta del hamb re una cuota de cielo [ ...] 1En la patri a
voca dos en sus pesqu isas y lectu ras, y del duro humo r que susci tan los del rencor".
prod ucto de las indag acion es y com- extre mos: "Por carec er de flechas 1 A!Jn que este poem ario de nuev o
plicid ades que tiene n lugar en espí- Los mend igos 1 Arro jaban 1 A los cuño de Juan Man uel Roca no com-
ritus alzad os en deso bedie ncia que noble s 1 Sus prop ias herid as (... ]". porta una estri cta unid ad temá tica
busc an su prop ia voz tanto e n el Por aquí anda n, cómo no, detrá s de (lo que a vece s preo cupa tanto a ju-
emo cion ante tráfa go de la vida , basti dores , el Bosco, Goya, Mille t, rado s de conc ursos y a crític os que .

( I 14) BO LET IN CULTU RAL Y 818Lt00~ÁFICO, VOL. 46 . Nlht. 81, 2011

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RESEÑAS
POES IA

buscan sobre todo grandes te mas de 1 Sillón de la fam ilia, 1 Sacó de su de canela'. Visor incluirá a Roca en
qué hablar, suerte desdichada de abrigo 1 Un cuaderno manoseado 1 su colección Palabra de Honor".
sociología del arte), andan por é l, En tiendas y graneros 1 Y se acom o- H o no r merecido p ara R oca esta úl-
como por todos sus libros, sus indis- dó las gafas 1 En medio de la por- tima noticia , sin duda. Y que sea un
cutibles dotes inventivas que mucho queriza. 1 Los poemas que leía 1 A la poeta mayor de la le ngua lo dice
tienen que ver con una privilegiada piara de cerdos 1 Hablaban de Dios " a hora alguien no sólo con a utoridad
imaginación que lo hace darle vuel- (Parábola del desierto, pág. 16). U no para decirlo sino que no funge de
ta a la realidad d e afuera para cons- ríe con este poema porque es visual á ulico ni de -retórico local. Como
truir la suya, por la cual, a su vez, se y e n él subyacen la sutileza y la gra- tampoco lo son quienes e n Sevilla,
pasean de arriba a bajo el gracejo y cia, no obstante su sentido es trascen- en el blog Premios Estado Crítico,
la ironía como dos due ndes que el dente y planta una bella sentencia de le concedieron en 2009 ese recono-
autor toma de la mano y conduce amor, aunq ue parezca hablarnos de cimiento en poesía. Dicen que R oca
por sus versos. A Roca no le intere- un algo religioso. " [... ] extrae tesoros insospechados
san tanto las me táforas ni e n gene- del lenguaje. Valga el galardón como
ral las figuras retóricas que se ufa- muestra de asombro y gratitud".
nen de un lenguaje poético, sino la Biblia de pobres puede ser u n
perspectiva desde la c ual los tem as punto alto e n la poesía de Juan Ma-
que va hilvanando nunca renuncien nuel R oca, tal vez; la madurez defi-
a golpear e n la testa del pode r y en nitiva de su voz. Pero no debería
las soterradas mentiras de la histo- hablarse así de un poeta que pare-
ria y de las "versiones de los acon- ce siempre al filo sal udable del co-
tecimientos": "[ ...] No fue real 1 El mienzo porque no le teme a los jue-
vibrante general siempre trepado en gos de la le ngua, ni al humor que
un caballo 1 Que hoy puebla las pla- todo lo conserva con innegable vi-
zas de bronce 1 Y los óleos descas- talidad, hasta la muerte; un poeta,
carados de las alcaldías [ ... ] 1 A caso e n fin, que reinventa en el poem a
todo fuera, 1 El río , los pájaros las muchas expresiones del arte y
migratorios, 1 El general aferrado a que ha hecho de su lenguaje una
su caballo, 1La celeste botánica, 1La Biblia de pobres ganó e n 2009 el enseña voluptuosa, de textura ma-
diosa recostada e n las terrazas del IX Premio Casa de América de Poe- leable y rica semánticamente , como
agua, 1 El suave poeta que mezcla- sía Americana que se concede en es la materia de los sueños.
ba 1 A su tedio gotas amargas, 1 El España y, de contera, fue publicado
dibujante de un reino del oprobio 1 ese mismo año en una de las finas L U I S GERMÁ N SIERRA J.
Y el galope de mariposas en el aire, edicio n es d e la también española
1 Una invención de los cro nistas, 1 Colección Visor de Poesía, hecho
La vaga niebla de un país 1 D e im- que corrobora lo que al principio
probable existencia" (Crónica de los decía: la buena poesía colombiana
cronistas, págs. 40-41). contemporán ea cons ide rad a con La poesía
Los versos de Juan Manuel Roca aprecio alle nde los mares. En la re- ••
se oyen como una risa, entre esten- vista lite ra ria Quime ra d e Madrid
no es un espeJISmo
tórea y dibujada, que provie ne de un (núm. 3 1 2, noviembre de 2009), Jai-
ser atemporal, personificación de la me Rodríguez, e n una breve reseña Los ojos de los árboles.
burla y la ironía, provisto d e pala- dice que "[ ... ) Biblia de pobres con- Espejos y espejismos
bras punzantes que dice lo que dice firma lo que hace años se sabe al otro Juan Fernando Romero Tobón
como alertando de la insulsez, del lado del Atlántico: que Roca es un Trilce Editores, Bogotá, 201 o, 12 7 págs.
estólido poder, pero gozón y risue- poeta mayor de la lengua. La sen-
ño por el placer del amor y de los sualidad de su le nguaje, su semánti-
amigos. A sí, más cerca de la fá bula ca maleable - que exhibe de mane- Si bien todos te ne mos de recho a
que d e la lírica, la poesía de Roca ra ejemplar en ' Las e nferme dades decir y a escribir lo que pensamos, o
cuenta, enmaraña, inventa, acude a d el alma '- , el viento de gue rra que lo que creemos que es más que pen-
la parábola y a la crónica; narra sopla e n sus páginas, el halo medie- samientos: arte, por ejemplo , litera-
-investido de juglar-las pequeñas val al que nos convoca desde el títu- tura y, más aún, poesía, también es
perpl~jidades del día, pero también lo, dan a este poernario un tono de justo que, al publicar algo de todo
la historia que denota hondura y revisión histórica o d e fundación aq ue llo, nos cercioremos de que nos
deviene lección de poesía: "Tras per- cercano a una poética: 'La poesía es acompaña una dosis importante de
seguir 1 A los paseantes 1 Que no un sue ño provocado. 1 Un potro es- autocrítica; es justo y necesario que
tenían 11Tiempo de escucharlo, 1 El condido en un buque de nie bla [...] decante mos lo que creemos -qui-
hombre 1Trajo del desván 1 El viejo La cava de tu voz untada de apio o zá a la ligera- que es arte. No hay

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