Ecuador Una Revolución Educativa Sobrevalorada

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 15

Ecuador: una 'revolución educativa' sobrevalorada

Rosa María Torres

Foto: El Ciudadano
Diez mujeres ecuatorianas fuimos invitadas por el portal
ecuatoriano GkillCity.com a hacer un balance de los 10 años de gobierno de
Rafael Correa (2007-2017), escribiendo sobre 10 temas clave de dicha gestión:
Salud, Educación, Cultura, Justicia, Política económica, Movilidad humana,
Derechos humanos, Derechos de las mujeres, Derechos colectivos y Derechos
LGBTI. Mi contribución se refirió a la Educación. Comparto el artículo aquí en
mi blog OTRAƎDUCACION. Agrego unos pocos gráficos así como algunos
elementos de la transición al gobierno de Lenin Moreno.

En el Informe a la Nación 2007-2017 Rafael Correa resumió lo que, a su juicio,


fueron los logros más importantes de su gobierno y los principales desafíos
pendientes. Lo hecho en educación aparece bajo Conocimiento y Talento
Humano (pp. 147-160), capítulo que incluye tres subtemas: a) Educación, b)
Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, y c) Cultura y
Patrimonio. Así se da cuenta de "las dos educaciones": inicial, básica y
bachillerato, por un lado, y superior, por otro. En ambos casos se compara el
Ecuador de 2006, el que heredó, y el Ecuador del 2017, el que deja diez años
después.

Como Logros destacados de la educación inicial, básica y bachillerato se


registra:
• Se alcanzó la universalización de la Educación Básica con un 96,23%.
• En 2016 se encontraban instaladas y equipadas 70 Unidades Educativas del
Milenio.
• Sistema de Evaluación Educativa, bajo estándares internacionales, como las
evaluaciones PISA.
Como Logros destacados de la educación superior se registra:
• Ecuador invierte el 2% de su PIB en la mejora de la educación superior.
• Entre 2007 y 2016 se entregó 82 veces más becas que las registradas entre
1995 y 2006.
• Se fortaleció la educación técnica y tecnológica pública, con el uso
compartido de 14 infraestructuras SECAP para beneficio de más de 11.000
estudiantes.

La organización y el contenido del informe muestran algunos aspectos


reconocibles de la 'revolución educativa': la comparación entre el antes y
el después de RC, la educación entendida como sistema educativo y dividida
en dos, la supremacía de la educación superior, la separación
entre educación y cultura, los logros centrados en montos de inversión,
infraestructura, acceso y matrícula, evaluación, y becas.

Logros y peros de la 'revolución educativa'

La educación fue uno de los aspectos más valorados del gobierno de Correa.
Una encuesta de Perfiles de Opinión en Quito, Guayaquil y Cuenca (mayo
2017) preguntó "en cuál área considera que el gobierno ha hecho mejor
trabajo durante estos 10 años"; educación se ubicó en cuarto lugar, después
de salud (27.27%), inclusión social (23.44%) y obras públicas/vialidad (20.96%),
y educación superior resultó mucho mejor valorada (9.30%) que educación
básica (5.40%).

Dentro y fuera del país muchos alabaron la expansión del acceso y la


gratuidad en los distintos niveles, la infraestructura escolar construida o
mejorada, el mejoramiento de las condiciones de los docentes, la reforma
universitaria y las becas “en las mejores universidades del mundo”.

La construcción de carreteras, hospitales y escuelas fue entendida como clave


en el proyecto correísta de modernización del capitalismo en el Ecuador. La
‘revolución educativa’ fue pieza clave en la propaganda en torno a la
'revolución ciudadana' y fue, ella misma, objeto de una estrategia trabajada
de propaganda. Pasó pronto a alimentar la ranking-manía gubernamental.

Muchos sucumbieron a las estadísticas, los rankings, la reiterada mención del


Ecuador como referente para América Latina e incluso para el mundo. Pocos,
dentro y fuera del país, se hicieron preguntas básicas y se ocuparon de
verificar la información provista por el gobierno. En estos años se escribieron
muchos artículos - sobre todo por parte de extranjeros - sobre la revolución
educativa ecuatoriana que nos transportan a una sociedad del conocimiento
irreconocible para quienes manejamos el tema, conocemos el país y vivimos
aquí.

“A no perder lo logrado: una educación pública de excelente calidad, de


acceso masivo y absolutamente gratuita” decía Correa en el Enlace Ciudadano
515 (11 marzo 2017), a tres meses de terminar sus 10 años de gobierno. Lo
real es que la educación pública que dejó en el Ecuador no es ni de excelente
calidad ni de acceso masivo ni totalmente gratuita.

Los logros de la 'revolución educativa' fueron abundantemente difundidos


durante la década. Nos centramos aquí en los destacados por Correa en el
Informe a la Nación y en sus respectivos peros, es decir, en asuntos poco o no
mencionados en el relato oficial. Incluyo al final una breve reflexión acerca
de la educacion más allá del sistema educativo.

Mucha inversión en educación, pero....

Ninguna atención a la calidad y la eficiencia del gasto. La inversión fue


argumento central del gobierno y el cuánto se consideró suficiente como
indicador de logro. Ni para el gobierno ni para la sociedad fue tema
preguntarse acerca de las prioridades, la pertinencia, la calidad, la eficiencia
y la oportunidad de la inversión.

Lo cierto es que los montos de inversión, por sí mismos, no aseguran mejor


educación. Como reitera y recuerda la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) a nivel internacional, importa
más cómo que cuánto se gasta. Los países que más presupuesto destinan a la
educación no son necesariamente los que tienen los mejores sistemas
educativos y los mejores aprendizajes.

“Ecuador invierte el 2% de su PIB en la mejora de la educación superior”


señala Correa en el Informe a la Nación y repitió a lo largo de los últimos
años. El gobierno se jactó de ser el país con más porcentaje del PIB destinado
a educación superior en América Latina y uno de los países con una oferta más
amplia de becas.

"Entregamos cerca de 20.000 becas en las mejores universidades del mundo a


nuestros jóvenes brillantes" (Correa, 16 febrero 2017). USD 560 millones se
invirtió en dichas becas. Muchos becarios ya han retornado al país. Muchos se
ha integrado al mundo académico; para muchos otros ha sido difícil conseguir
trabajo en los campos en que estudiaron. El acceso a estas becas dependió de
la obtención de un alto puntaje en el Examen Nacional para la Educación
Superior (ENES). El ENES mide aptitudes básicas (verbal, numérica, de
abstracción), no conocimientos. Asociar alto puntaje en el ENES con
inteligencia especial o brillantez es una asociación infundada pero se
generalizó, sin discusión. Según dijo René Ramírez, Secretario de la Secretaría
Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT),
ahora que se llegó a 20.000 becas en el extranjero es el momento de impulsar
becas para estudiar maestrías y doctorados en universidades nacionales. 

En lo que se refiere a la educación inicial, básica y bachillerato, y pese a la


extraordinaria holgura financiera del período, no se cumplió con el 6% del PIB
establecido en el Plan Decenal de Educación 2006-2015 y en la nueva
Constitución (2008). En 2015 se había alcanzado apenas 3,93% del PIB; el
promedio entre 2009 y 2015 fue 3,76%. Por eso, siempre se esquivó dar a
conocer el dato de inversión en educación pre-universitaria.

El Ministro de Educación Augusto Espinosa le mintió al país al afirmar


públicamente, en febrero de 2016, a través de su cuenta de Twitter, que se
cumplieron las ocho políticas del Plan Decenal. La evaluación del PDE hecha
por el propio Ministerio de Educación reveló que esto no fue así, al igual que
el Reporte de Indicadores Nº 1 del Ministerio de marzo 2015.
Cabe analizar y debatir algunas de las priorizaciones que se hicieron en
cuanto a niveles educativos y a componentes de la reforma educativa.

La prioridad y el énfasis puesto sobre la educación superior - y, dentro de


ésta, sobre el acceso - arrojó sombra sobre las necesidades y los problemas de
los demás niveles del sistema educativo.

En cuanto a las prioridades de política y de inversión para el mejoramiento de


la calidad educativa, el gobierno puso claramente las prioridades al revés: 1)
infraestructura, 2) tecnologías y 3) docentes.

Expansión del acceso, pero ...

El acceso a la educación creció, pero por debajo de las metas programadas en


el Plan Decenal de Educación (PDE) 2006-2015 y en otros planes del gobierno.

Cabe aclarar que en el Ecuador 74% de las instituciones educativas son


públicas (fiscales), 20% son privadas, 5% fiscomisionales y 1% municipales. 67%
de los docentes trabajan en instituciones privadas (Reporte de Indicadores Nº
1, marzo 2015).

“Se alcanzó la universalización de la Educación Básica con un 96,23%” dice el


Informe a la Nación. El dato corresponde a matrícula. Según la evaluación del
PDE, la matrícula en la educación inicial llegó al 44.24% (la meta era su
universalización) y en el bachillerato al 68% (la meta era “al menos el 75% de
la población en la edad correspondiente”).

La brecha urbano-rural persiste y es grande: "La tasa de escolaridad en las


zonas rurales tiene una diferencia cercana a los 5 años de escolaridad con
respecto a las zonas urbanas. Esto significa que en promedio una persona
mayor o igual a 24 años de edad que reside en las zonas urbanas del Ecuador a
lo mucho llega a culminar el primer año de bachillerato y en las zonas rurales
llegan a aprobar el séptimo año de Educación General Básica" (Reporte de
Indicadores Nº 1).

Las cuatro universidades 'emblemáticas' creadas a fines de 2013 —Yachay,


Ikiam, UArtes, UNAE— sumaban entre todas apenas algo más de 2.500
estudiantes, según el Informe a la Nación. Miles de estudiantes que aspiran a
acceder a la universidad vienen quedando fuera cada año, incluso después de
cumplir con los puntajes requeridos para el ingreso. Según la SENESCYT, la
matrícula universitaria incrementó del 28% en 2006 al 39% en 2014 (260.000
nuevos estudiantes). Esto coincide con la tendencia general en América
Latina: según un informe del Banco Mundial (2017), en los últimos 15 años se
duplicó, en promedio, la tasa bruta de matrícula en educación superior: pasó
del 21% en 2000 a 43% en 2013.

Hay altas tasas de abandono en todos los niveles. Tanto, que el gobierno
decidió ocultar esa información de manera sistemática. La deserción es
especialmente alta en el bachillerato. Según un estudio del CAF del 2016
solo 55% de los estudiantes concluye la educación secundaria. Las principales
causas mencionadas por la población de 15 a 17 años son falta de recursos
económicos (25,4 %) y falta de interés (20,4 %). En la población de 5 a 17
años, la falta de recursos económicos ocupa el primer lugar (24,49%) y la falta
de interés el segundo lugar (18,31%) como explicaciones de inasistencia o
abandono.

Hoy es imposible saber cuál es la situación del abandono en la educación


superior, pues los datos dados a conocer son escasos y dispares. El informe
citado del Banco Mundial señala que la mitad de los jóvenes de 25-29 años
que inicia una carrera universitaria la termina en esta región; el Ecuador se
ubica en ese promedio.

El perfil del Ecuador en el Informe de Desarrollo Humano 2016 del PNUD


provee algunos datos útiles. Abandono en la educación primaria: 11.1% .
Escolaridad promedio: 8.3 años. Población de 25 años y más con alguna
educación secundaria: 48.8%. Tasa de analfabetismo (15 años y más): 5.5%.

Mucha infraestructura, pero...

La obra física fue el plato fuerte de la ‘revolución educativa’. Se sabe el


impacto que tiene la obra física sobre la ciudadanía y sobre los electores. Se
sabe también los espejismos que crea la infraestructura escolar en un campo
en el que suele confundirse  educación  con  escuela (igual que se
confunde salud con hospitales). De hecho, la infraestructura pasó a
entenderse no como un componente de la calidad educativa sino como
sinónimo de calidad educativa. Uno de los grandes desaprendizajes que habrá
que hacer en la etapa post-Correa.

“A 2016, se encontraban instaladas y equipadas 70 Unidades Educativas del


Milenio” destaca el Informe a la Nación. Lo que no se dice es el número de
estudiantes atendidos en esas 70 UEM: 86.592, es decir, apenas 2.4% de los
estudiantes matriculados en el sistema público. El gobierno dio siempre el
dato del número de UEM inauguradas; nunca el de estudiantes beneficiados.
La ciudadanía festejó cada nueva inauguración pero no se ocupó de hacer
cuentas. La sensación de una política de universalización de nueva
infraestructura resultó no ser tal sino una política altamente selectiva e
insostenible económica y socialmente.

Las UEM fueron pensadas como el modelo de la nueva educación en el


Ecuador. La idea fue optimizar la infraestructura escolar en el territorio,
eliminar las escuelas pequeñas (comunitarias, unidocentes, alternativas) y
ofrecer  “educación completa” (inicial, básica y bachillerato) en un solo
plantel, en dos turnos, a fin de aprovechar al máximo la infraestructura y el
equipamiento. Se fusionaría a escuelas de barrios o comunidades cercanas y
se juntaría a los estudiantes de todas ellas, ofreciéndoles transporte hasta
una distancia de 3 kilómetros de la escuela. Capacidad para más de 1.000 y
hasta 2.000 estudiantes de todas las edades. Megaplanteles costosos, con un
promedio de 5 millones de dólares, según el gobierno. Diseño arquitectónico
único para todo el país. Infraestructura escolar nueva aunque no innovadora:
las UEM replican los patrones arquitectónicos escolares convencionales.

En agosto de 2013 Correa decidió universalizar el modelo UEM a todo el país.


El plan fue pasar de las más de 21.000 instituciones educativas existentes en
2007 a poco más de 5.500 en 2017. "Cuando llegamos al Gobierno teníamos
21.058 instituciones educativas, con 2'397.922 estudiantes en el sistema
fiscal, lo que nos daba un promedio bajísimo de 114 chicos por escuela. Hoy
tenemos 12.629 instituciones, pero calculamos que sólo se necesitan
5.564". (Rafael Correa, discurso de inauguración de la UEM Olmedo de
Portoviejo, 7 feb 2017).

Finalmente, el gobierno de Correa concluyó con 80 UEM en funcionamiento,


las cuales cubren menos del 5% de los estudiantes del sistema público. Llegar
a las 5.564 UEM anunciadas - asumiendo que el presupuesto no fuese una
limitación - habría tomado varias décadas.

Miles de escuelas comunitarias se cerraron, lo que creó malestar y protesta en


las comunidades (el discurso oficial afirma que no se cierran, sino que
se fusionan; en la práctica, la escuela se cierra). A partir de 2016, la empresa
china Riley, contratada por el gobierno e instalada en la provincia de Manabí,
empezó a construir escuelas prefabricadas, llamadas Unidades Educativas
Siglo XXI, a fin de abaratar costos y acelerar los tiempos de construcción.

De “elefantes blancos” bautizó a las UEM el candidato oficialista Lenin Moreno


en plena campaña electoral, a fines de 2016. No bien asumió el gobierno
anunció: "Crearemos escuelas de excelencia cerca de las comunidades para
que los niños no tengan que caminar tanto". Su ministro de educación, Fander
Falconí, afirmó que no se construirán nuevas UEM. "Lo que tenemos que hacer
es concluir algunas obras que están en marcha". Se anunció, asimismo, que se
considerará reabrir algunas escuelas unidocentes (multigrado) cerradas
durante el gobierno de Correa, introduciendo mejoras al sistema.

Lo cierto es que el modelo UEM no vino a resolver los muchos problemas de la


educación rural y ha sido más bien una estafa social para el pueblo
ecuatoriano.

Mucha gratuidad, pero ...

La oferta educativa sigue teniendo serios problemas de calidad.

El modelo pedagógico convencional no ha cambiado y sigue conservando sus


rasgos esenciales: vertical, autoritario, memorístico, enciclopédico,
bancario ... La pedagogía, el corazón de la educación, no se cambia
fácilmente ni automáticamente a partir de la infraestructura o de la
tecnología. Implica cambios profundos en la cultura escolar y en la cultura
docente de manera específica, exige estrategias deliberadas y sistemáticas, y
toma tiempo.

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo destaca problemas de


calidad en la educación inicial. Recalca el mucho énfasis que se ha dado a la
infraestructura y concluye que se necesita más atención a la formación del
personal y a la calidad del servicio.

Los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE,


2013) aplicado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad
de la Educación (LLECE) de la UNESCO en 3º y 6º año (4º y 7º de educación
básica en el Ecuador) mostraron importantes avances respecto del Segundo
Estudio (SERCE, 2006). El país avanzó de aprendizajes por debajo de la media
regional a aprendizajes en la media y por debajo de la media regional .
Lectura y Escritura en 6º grado (7º de básica) siguen siendo, no obstante,
áreas críticas a las que el Ecuador debe prestar atención. En el caso de la
lectura en séptimo de educación básica, “el promedio del país es
significativamente menor al promedio regional”, fue el señalamiento expreso
de la UNESCO.
Los resultados de las pruebas Ser Maestro aplicadas en el país desde 2015
muestran muchas debilidades en la preparación de los docentes. Según las
pruebas de Saberes Disciplinarios (Sierra y Amazonía) aplicadas por el INEVAL:
5.5% no aprobó y 65.3% debe continuar capacitándose en sus respectivas
disciplinas y áreas. “La mayor parte de nuestros docentes tiene un nivel de
conocimiento medio para brindar clases” fue la conclusión, en junio 2016.
Nada sabemos aún de sus conocimientos pedagógicos y de su nivel general de
profesionalismo.

Hay un alto grado de violencia en las instituciones educativas: 26% de los


niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años dicen recibir trato violento de sus
profesores cuando no hacen los deberes o cometen alguna falta. Asimismo,
según UNICEF, 1 de cada 5 estudiantes afirma haber sido víctima de acoso
escolar. Un estudio de CEPAL-UNICEF sobre violencia y educación (2017) ubicó
al Ecuador en el grupo de países con logros educativos medios y violencia alta,
junto con Brasil, Colombia y México.

En cuanto a la disponibilidad de bibliotecas, apenas 1 de cada 4 niños tenía


acceso a una biblioteca escolar en 2015. 43% de las escuelas privadas cuentan
con una biblioteca y solo 37% de las públicas, con grandes diferencias entre
regiones. El Ecuador es y sigue siendo un país con grandes déficits de lectura.

El gobierno habla de tecnología de punta en los planteles públicos, pero


muchas veces ésta no está o no funciona. Según la encuesta de Niñez y
Adolescencia 2016, las escuelas privadas siguen estando mejor equipadas que
las públicas.

El gobierno asegura que el paso de familias de la educación privada a la


pública se debe a la mayor calidad de esta última. En verdad, el primer y más
importante incentivo es la gratuidad.

Más atención a los docentes, pero ...

La primera evaluación de desempeño docente en el 2009 se impuso a sangre y


fuego, en batalla campal con la Unión Nacional de Educadores (UNE). En
medio del conflicto, en diciembre de 2008 Correa amenazó: “Si la UNE sigue
así de politizada y mediocre, creo otra organización de maestros”. Así surgió
la Red de Maestros por la Revolución Educativa, afín al gobierno y apadrinada
por éste. El gobierno fue más allá y en 2016 disolvió la UNE. Esto fue
cuestionado por la OIT, la ONU y la Internacional de la Educación, pero el
gobierno siguió adelante con sus decisiones. No es de gobiernos democráticos
disolver organizaciones sociales y crear otras 'propias', a su medida. Y no lo es
sobre todo en el marco de un proceso que muchos consideran progresista y
que se autocalifica de 'revolución ciudadana'.

El modelo ecuatoriano de evaluación docente  resultó atractivo como modelo


capaz de poner en jaque a un sindicato docente. El actual presidente
argentino Mauricio Macri decidió adoptarlo en 2012 durante su gestión al
frente del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. En diciembre de ese año el
gobierno de Correa y el de Macri firmaron un convenio de asesoría para el
efecto.

No existe una evaluación de lo hecho en estos 10 años de capacitación


docente, sus resultados e impacto sobre los docentes y su práctica
pedagógica. La evaluación de la política 8 del Plan Decenal de Educación
—“Mejoramiento de la formación, revalorización del rol y el ejercicio
docente”— aparece expresada en horas de capacitación: “Al 2015 se
impartieron 33.455.232 horas de capacitación a docentes. Lo que les
permitirá incrementar sus conocimientos, destrezas y desempeño al momento
de impartir clases” y en número de maestrías: “Un total de 4.202 maestros se
beneficiaron con maestrías internacionales entre los años 2014 y 2015”. Pero
ni las horas de capacitación ni la posesión de un título de maestría aseguran,
por sí mismos, un salto cualitativo en las capacidades docentes para asumir,
con autonomía, un currículo y una pedagogía renovados.
La abundancia de tareas administrativas y burocráticas a la que están
sometidos los docentes hoy,  en un régimen educativo y escolar
tremendamente rígido, normativo y burocrático, está llevando a una
desprofesionalización de facto del rol y de la tarea docente, a la que por otro
lado se busca apuntalar desde ofertas de formación y capacitación. Una de las
primeras medidas anunciadas por el nuevo gobierno ha sido desburocratizar y
descongestionar la tarea docente a fin de liberar tiempo para las tareas
pedagógicas.

El pago de las jubilaciones y del incentivo jubilar  es hoy una lucha de miles de
docentes jubilados. El Estado —Ministerios de Educación, Trabajo, Finanzas—
ha sido lento e indolente frente al justo reclamo de los educadores. La
decisión de ocuparse de este asunto, resolviendo el problema de cerca de
20.000 maestros jubilados impagos, fue uno de los primeros compromisos
anunciados por el gobierno de Lenin Moreno.

Mucha evaluación, pero...

El gran peso dado a la evaluación en el campo educativo es uno de los rasgos


característicos del  movimiento de reforma educativa global  (GERM), así como
el peso dado a la estandarización y a la retórica de la excelencia.

El "Modelo de Evaluación Institucional Universidades y Escuelas


Politénicas" aplicado por el CEACCES (Consejo de Evaluación, Acreditación y
Seguimiento de la Calidad de la Educación Superior), al cual han sido
sometidas las universidades ecuatorians en estos años, es altamente
burocrático y tecnocrático. Se requieren cambios de fondo a la Ley Orgánica
de Educación Superior (LOES) y a esta manera de entender calidad y
evaluación en relación a la educación superior. El nuevo gobierno y las nuevas
autoridades de la educación han hecho ya declaraciones y ofrecen acciones en
este sentido.

El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEVAL), creado en noviembre


de 2012, ha venido desarrollando las evaluaciones nacionales Ser Estudiante,
Ser Bachiller y Quiero Ser Maestro y es el encargado de aplicar el proyecto
internacional PISA para el Desarrollo de la OCDE, en marcha. Ninguna de estas
evaluaciones se hace en lenguas indígenas.

"Sistema de Evaluación Educativa, bajo estándares internacionales, como las


evaluaciones PISA", se consigna como logro en el Informe a la Nación. En
realidad, el Ecuador aún no tiene resultados en PISA (Programme for
International Student Assessment- Programa para la Evaluación Internacional
de Alumnos) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE). En 2014 ingresó a  PISA for Development (PISA para el
Desarrollo), una nueva iniciativa de la OCDE pensada para países de ingresos
bajos y medios. A la fecha participan en PISA-D: Cambodia (Asia); Ecuador,
Honduras, Guatemala, Panamá y Paraguay (América Latina); Senegal y Zambia
(Africa). En 2006 se aplicó el piloto; los resultados estarán disponibles en
2018.
Las pruebas PISA miden competencias en tres áreas: lectura, matemáticas y
ciencias. Viene aplicándose a nivel mundial desde el año 2000, cada tres años,
a estudiantes de 15 años de edad. Más de 70 países han participado hasta la
fecha en PISA, 10 de ellos de América Latina y el Caribe: Argentina, Brasil,
Colombia, Costa Rica, Chile, México, Panamá, Perú, República Dominicana y
Uruguay. Los resultados vienen ubicando reiteradamente a los países
latinoamericanos en los últimos lugares, con Chile a la cabeza.

A fines de 2017 el Ecuador se incorporará de lleno a PISA mundial, en un


momento en que PISA enfrenta cada vez más críticas a nivel internacional y
latinoamericano. Los resultados se darán a conocer, también a nivel mundial,
a fines de 2019. ¿Cabe esperar que el Ecuador consiga una mejor ubicación
que los países latinoamericanos que ya vienen participando en estas pruebas?
Hay que recordar que PISA evalúa competencias, capacidades para resolver
problemas, no aprendizajes memorísticos como los arraigados en la cultura
escolar en este país y en esta región.

Preocupa, por otra parte, el espíritu altamente competitivo que viene


desarrollándose en el Ecuador (entre estudiantes, entre docentes, entre
planteles, en relación a otros países) y la posibilidad de que PISA exacerbe
este espíritu competitivo, así como la ranking-manía, que nada tienen que ver
con el espíritu del Sumak Kawsay (Buen Vivir).

Mucha información, pero...

Mucha de la información circulada oficialmente en torno a la educación fue


triunfalista, incompleta, sesgada e incluso falsa. El gobierno ocultó o camufló
todo aquello que no lo dejara bien parado y no tuvo empacho en manipular
datos, dichos y hechos cuando lo consideró necesario.

La educación fue un tema virtualmente abandonado en términos


de verificación de la información tanto por parte del periodismo como de la
comunidad académica y la ciudadanía en general. Afirmaciones como que el
Ecuador será uno de los mejores sistemas educativos del mundo en 2018  o
que “Ecuador tiene la tasa de producción científica más alta de la región ”
cuando en verdad se ubica en el lugar 12 en América Latina en el SJR Scimago
Journal and Country Rank, fueron aceptadas pasiva y acríticamente por la
sociedad.

Muchos voceros atribuyeron a la UNESCO afirmaciones sobre el avance


educativo del Ecuador, sin citas ni fuentes: el país que más creció, el que más
rápido mejoró, el que más avanzó... En el Documental “La Revolución
Ciudadana 10 años después” circulado en cadena nacional el 22 mayo de
2017, dos días antes de dejar el gobierno, vemos a Correa afirmando que “La
UNESCO estableció que el sistema educativo que más avanza en la región es el
ecuatoriano”. No conocemos ninguna cita de la UNESCO que diga esto.

Desde el Ministerio de Educación y desde la Presidencia de la República, todos


afirmaron que el Ecuador se situó en la media regional en los resultados del
TERCE. Se ocultó al país el mal desempeño del Ecuador en Lectura y Escritura
en 7º de básica, por debajo de la media regional. Aceptarlo habría llevado a
adoptar estrategias y medidas urgentes antes que a olvidar el tema de la
lectura, como ocurrió durante la década. Mostrar buenos resultados y ocultar
los fracasos fue más importante que enfrentar estos últimos.

La aceptación pasiva y acrítica de la información fue posible gracias al


desconocimiento del tema educativo, al desinterés de la comunidad
universitaria en la llamada “educación pre-universitaria”, a la falta de
profesionalismo tanto de los medios del gobierno como de los medios
privados. La ciudadanía se desentendió del tema educativo y se limitó a
consumir los datos y versiones oficiales. Los especialistas ecuatorianos que
expresamos críticas, discrepancias, visiones alternativas, fuimos apartados
antes que convocados y escuchados. La década rehuyó toda posibilidad de
debate sobre la cuestión educativa. Las decisiones se tomaron y vinieron de
arriba.

'Revolución educativa', pero...

Una extraña revolución sin cambio de paradigma para la educación y sin una
propuesta orientada hacia un modelo propio, basado en el concepto, las
visiones y los valores del Sumak Kawsay, adoptado en la Constitución como
paradigma alternativo al desarrollo.

La 'revolución educativa' ecuatoriana no se ha conectado con el paradigma


del Aprendizaje a lo Largo de la Vida propuesto por la UNESCO para la
educación en el siglo XXI. Tampoco se asocia con el movimiento
latinoamericano de Educación Popular y, en general, con pedagogías
progresistas e innovadoras. La propia innovación educativa se ha visto
limitada frente a los empeños estandarizadores, al pensamiento y al modelo
único promovidos desde arriba. Muchas instituciones educativas innovadoras
fueron intervenidas y hasta cerradas; entre ellas la escuela intercultural
indígena Inka Samana, que venía trabajando desde 1986 al sur del país.

La recuperación de la 'rectoría' del Estado sobre la educación significó


avasallar a la sociedad civil - organizaciones y movimientos sociales así como
ONGs - dejándola fuera de toda participación, tanto en el diseño y evaluación
de las políticas educativas como en la participación a nivel local y de centro.
Las decisiones de política fueron tomadas 'arriba' para ser adoptadas y
aceptadas 'abajo'. Los decisores y gestores de la política no fueron, en
general, especialistas en el campo educativo. La calidad de las políticas
educativas diseñadas e implementadas está en entredicho, así como la
ausencia de consulta y evaluación de las mismas, asumidas como políticas de
Estado infalibles, merecedoras de una continuidad sin reparos.

“Educación intercultural bilingüe” sigue entendiéndose en el Ecuador como


aquella destinada a los grupos indígenas (y no, como debe ser, también a la
población no-indígena, al conjunto de la sociedad), en un país oficialmente
plurinacional y multicultural. Persiste la falta de respeto a las lenguas y
culturas indígenas en el sistema escolar, así como las brechas de aprendizaje
entre sectores indígenas y no-indígenas.

Según el Banco Mundial, en el Ecuador 60% de los indígenas que viven en las
ciudades tienen educación primaria y 44% en zonas rurales. La brecha escolar
y la inequidad entre niños indígenas y no-indígenas es sistemática y persiste,
según los resultados del TERCE. Los estudiantes indígenas obtienen puntajes
más bajos en las pruebas que los no-indígenas en todas las áreas y grados
evaluados.

El Ecuador tuvo en 2009 una fallida declaratoria de Patria Alfabetizada. La


meta de “erradicar el analfabetismo” incluida en el PDE 2006-2015 no se
cumplió. La tasa de analfabetismo bajó a 5.54%.

Esta fue una década perdida en la lucha contra la desnutrición infantil: 1 de


cada 4 niños ecuatorianos menores de 5 años padece desnutrición crónica, con
todas las nefastas secuelas que esto implica para el resto de la vida de estos
niños. En esta década se logró reducir esta problemática apenas en un punto,
de 25% a 24%.

La educación más allá del sistema educativo

La educación no se agota en el sistema educativo. Empieza en la familia y se


realiza en todo espacio y a lo largo de la vida: en la comunidad, en el trabajo,
en los medios, la participación social, el ocio, la política, etc. Padres de
familia, profesores, periodistas y políticos (los cuatro 'P') tienen gran
influencia en los aprendizajes de niños, jóvenes y adultos en toda sociedad.

Analizar la educación durante la década correísta implica analizar también el


contexto creado para el pensamiento, la expresión, el aprendizaje, la
creatividad, el intercambio de ideas, así como los valores y las actitudes
ejemplarizantes o anti-ejemplarizantes desplegados por la dirigencia política
y el aparato burocrático.

La decisión de nominar a la Vicepresidencia, por dos veces consecutivas, y con


amplio respaldo personal de Correa y del movimiento Alianza País, a
un candidato acusado de plagio, contradice los principios de la ‘revolución
ciudadana’ y de una ‘revolución educativa’ que pregona la meritocracia y la
excelencia.

Según la encuesta del Latinobarómetro 2016, el Ecuador es hoy líder regional


en autocensura: solo 34% de los ecuatorianos dice que existe libertad para
opinar y criticar, el porcentaje más bajo en América Latina (en el extremo
opuesto se ubica Uruguay con el 70%). No es éste un contexto favorable al
desarrollo de una educación transformadora, emancipadora, crítica, ni en las
aulas ni en la convivencia familiar y social.
Como Presidente de la nación, a Correa le faltó coherencia entre su retórica
en favor de la educación pública y su afirmación de que la educación pública
en el Ecuador es de calidad, y su ejemplo de vida. Durante la década, sus
hijos estudiaron en planteles privados y en universidades en el extranjero.
“Como la burguesía no va a escuela pública, ni se entera de estas cosas”,
decía en el Enlace Ciudadano 518 del 8 abril 2017. “Ojalá logremos tener un
país donde el 100% de niños y jóvenes acudan a la educación pública” decía
en abril de 2017 en la inauguración del año lectivo en la Costa. Cero
conciencia del doble discurso y de la importancia del ejemplo en la gestión de
la política pública y del cambio educativo.

Rafael Correa ha sido un gran inspirador y al mismo tiempo un gran


deseducador del pueblo ecuatoriano. Los 12 valores y la escuela de los
sábados reflexiona acerca de los valores que pretende inculcar El Libro de
Todos los Niños (Secretaría del Buen Vivir y Ministerio de Educación, 2016) y
los valores que transmiten los enlaces ciudadanos, popularmente conocidos
como sabatinas, protagonizados por Correa y difundidos cada sábado a través
de todos los medios. Esta breve colección de Perlas Presidenciales muestra su
estilo autoritario y confrontador, sus actitudes machistas y racistas, sus
expresiones de intolerancia y de violencia, sus insultos y descalificaciones
contra todos aquellos que han desafiado sus ideas o su poder.

También podría gustarte