Sistema Tegumentario

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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL SISTEMA TEGUMENTARIO Y EL LIPOMA

BR. MARIANA YÉMEZ


UTD. “FRANCISCO TAMAYO”
UC: HISTOPATOLOGIA.
DOCENTE: LICDA. AURIMIR VALLADARES
15 DE NOVIEMBRE DE 2020

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INTRODUCCIÓN

La piel representa el sistema orgánico más extenso y visible del cuerpo, es una barrera

anatómica y fisiológica entre el animal y su medio; es un órgano de estimulación fácil y

comunicación. Los melanocitos sintetizan la melalina, la cual protege contra los rayos ultravioletas;

las células de Langerhans, o dendríticas; forman parte del sistema inmune como células

presentadoras de antígeno; el sistema tegumentario incluye la piel y sus anexos, los derivados de

la piel de mamíferos son uñas, pelos y glándulas; en algunas especies podemos encontrar otros

derivados epidérmicos como pezuñas, cascos, cuernos, plumas o escamas. En la piel pueden

formarse tumores como los lipomas, estos son tumores benignos formados del tejido adiposo cuyo

origen son los adipocitos subcutáneos, generalmente se presentan en hembras adultas mayores

obesas, son comunes en los caninos y ocasionalmente en otras especies, en los primeros, se

manifiestan mayormente en el abdomen, tronco y las extremidades proximales.

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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL SISTEMA TEGUMENTARIO

La piel o integumento, es un órgano que representa el sistema orgánico más extenso y visible

del cuerpo, es una barrera anatómica y fisiológica entre el animal y su medio, de estimulación táctil.

La arquitectura básica de la piel es similar en todos los mamíferos. Los pelos recubren la mayor

parte de la superficie de la piel, exceptuando las almohadillas plantares, las uniones mucocutáneas

y los pezones. En cada orificio corporal, la piel se continúa con una membrana mucosa (digestiva,

respiratoria, ocular, urogenital). La piel y el pelaje varían en cantidad y calidad entre las especies;

también varía entre áreas del cuerpo y de acuerdo con la edad y el sexo, es mucho más gruesa sobre

las superficies dorsales del cuerpo y las superficies laterales de los miembros y más delgada en las

áreas ventral e interna de esas zonas (Castellanos, L., Rodríguez, T., Iregui, C., 2005).

El sistema tegumentario incluye la piel y sus anexos. La capa más externa de la piel es la

epidermis, un epitelio escamoso estratificado queratinizado; la dermis se encuentra por debajo de

la membrana basal de la epidermis y está formada por células y fibras colágenas y elásticas que

conforman un tejido conjuntivo denso irregular. La hipodermis está compuesta de tejido conjuntivo

laxo y adiposo que conecta la dermis al periostio. Esta varía en diferentes regiones; en algunas

tiene muchos adipocitos (almohadillas plantares); en otras tiene pocos (escroto, párpados, orejas).

La dermis y la hipodermis contienen vasos sanguíneos, nervios y vasos linfáticos. En general, la

hipodermis no se considera un componente de la piel, pero su relación estrecha y continua con la

dermis y los anexos, hace que sea conveniente tratarla en conjunto (Castellanos ob. cit.).

Cabe decir que, en la epidermis se encuentran otros tipos celulares, además de los

queratinocitos. Los melanocitos sintetizan la melanina, la cual protege frente a los rayos

ultravioleta; las células de Langerhans, o dendríticas, forman parte del sistema inmune como

células presentadoras de antígenos; las células de Merkel tienen carácter sensorial. Estos tres tipos

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celulares se encuentran distribuidos en forma laxa en los estratos profundos de la epidermis. Los

queratinocitos provienen del ectodermo. Sin embargo, los otros tipos celulares se originan en otras

partes del embrión y viajan hasta la epidermis para posteriormente infiltrarse entre los

queratinocitos. Por ejemplo, los melanocitos se originan de una población celular embrionaria

denominada crestas neurales (Megías, M., Molist, P., Pombal, M. (2019).

En este sentido, se observa que la dermis se sitúa debajo de la lámina basal y está formada

por tejido conectivo. Su función es dar soporte y nutrir a la epidermis y sus derivados. Existen

proyecciones de la dermis hacia la epidermis denominadas papilas dérmicas, las cuales están

rodeadas por expansiones de la epidermis denominadas crestas epidérmicas. Tanto papilas como

crestas son más frecuentes en la piel más gruesa (Megías ob. cit.).

Por consiguiente, se pueden distinguir dos capas en la dermis: la más externa

denominada papilar, que forma parte de las papilas dérmicas y está formada por conectivo laxo

encargado de alimentar a la epidermis, además de regular la temperatura corporal mediante

vasodilatación y vasoconstricción. Existen también prolongaciones de células sensoriales, algunas

de las cuales llegan hasta la epidermis. La capa más profunda de la dermis se denomina reticular y

es tejido conectivo denso con menor número de células y con fibras de colágeno más gruesas. Aquí

también se desarrolla un denso plexo capilar y linfático. La mayoría de los receptores sensoriales

se sitúan en la dermis, en las proximidades de la epidermis, y sólo algunos atraviesan la lámina

basal y penetran en la epidermis (Megías ob. cit.).

Bajo la dermis se localiza la hipodermis, formada principalmente por

células adiposas rodeadas por tejido conectivo laxo y presenta distinto grosor dependiendo de la

zona del cuerpo. En las zonas de la cabeza la dermis se continúa directamente con el hueso y por

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tanto carece de hipodermis. A veces, en la dermis o hipodermis nos podemos encontrar células

musculares lisas responsables de la erección de los pelos (Megías ob. cit.).

Por último, es conveniente acotar que los derivados de la piel de mamíferos son

los pelos, uñas y glándulas, todos ellos formados por la inducción de la dermis. Los pelos crecen

en invaginaciones epidérmicas especializadas denominadas folículos pilosos, con distribución

desigual por el cuerpo. Asociadas a los folículos pilosos se encuentran las glándulas sebáceas y

las sudoríparas de tipo apocrino, las cuales liberan sus contenidos a la luz del folículo. Mientras,

las glándulas sudoríparas de tipo ecrino liberan su contenido directamente a la superficie

epidérmica. Las uñas son placas de queratina endurecida con abundancia de azufre, que la distingue

de la queratina del resto de la piel. En algunas especies podemos encontrar otros derivados

epidérmicos como pezuñas, cascos, cuernos, plumas o escamas (Megías ob. cit.).

LIPOMA

Los lipomas son tumores benignos del tejido adiposo cuyo origen son los adipocitos

subcutáneos. Son neoplasias comunes en los caninos y ocasionalmente en otras especies como

gatos y caballos, localizadas en el abdomen, tronco y las extremidades proximales. En lo caninos,

las razas de mayor riesgo son el Dobermann Pinscher, Labrador Retriever, Schnauzer miniatura,

Cocker Spaniel y Poodle (Medina, I., 2015). Existen dos tipos de lipomas y suelen relacionarse con

el tejido vecino: lipoma superficial cutáneo y lipoma profundo. Los primeros son los más

frecuentes, de crecimiento más lento, bien circunscritos y de menor tamaño; los profundos son

tumores de mayor tamaño y se encuentran más vascularizados; están unidos a vasos y a músculos

y en ocasiones envuelven a nervios (Carriedo, C., 2017).

Macroscópicamente se aprecian masas nodulares discretas o múltiples de color blanco

homogéneo, blandas, con límites bien definidos, a veces pedunculadas. En algunos casos se

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denotan zonas de congestión vascular y restos de tejido calcificado (Ramirez, A., López, A.,

Nevárez, A., García, L., Zárate, J., Martínez, J. 2013). En tomografía computarizada (TC) son

lesiones de baja densidad, cuya densidad grasa varía entre -65 a -120 unidades Hounsfield y se

asemeja a la grasa del tejido celular subcutáneo. Estas lesiones no realzan con el medio de contraste

endovenoso. En resonancia magnética son lesiones de alta señal en las secuencias potenciadas en

T1 y T2, las cuales disminuyen su señal en las secuencias grasa por lo que se ven con baja señal y,

al igual que en TC, no realzan con el medio de contraste endovenoso. Pueden usarse secuencias

“en fase” y “fuera de fase” para una mejor caracterización del contenido graso de las mismas

(Jaramillo, F., Mora, J., Cabezas, A., Jiménez, D., Restrepo, N., Tramontini, C., 2016).

Histológicamente, se distingue tejido adiposo bien diferenciado y limitado, localizada en la

dermis profunda y subcutánea. Hay ocasionalmente trabéculas de colágena involucradas pero en

su mayoría la neoplasia es homogénea, de núcleo picnótico, pequeño, de forma aplanada y

ubicación excéntrica y citoplasma vacuolado. Entremezcladas con el tejido adiposo se observa una

población intersticial de células fusiformes con núcleo y citoplasma alargado. Hacia los bordes

suelen apreciarse zonas de degeneración de las fibras de colágena y obliteración de arterias

ocasionando una degeneración del tejido adyacente (Ramirez, ob. cit.).

En cuanto al tratamiento, Castro (ob. cit.), señala que este debe ser quirúrgico; se debe

extirpar el tumor completamente, porque la resección parcial del mismo puede dar lugar a recidivas

a corto plazo. Debido a la gran disección que se realiza al extirpar un lipoma, se debe hacer una

buena sutura entre los diferentes planos para eliminar los espacios muertos. En algunas ocasiones,

puede estar indicada la colocación de drenajes para evitar la posible acumulación de líquidos.

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CONCLUSIÓN

El sistema tegumentario es muy importante ya que lleva a cabo diferentes funciones, sirve

para proteger los órganos internos de cualquier tipo de daños; este órgano requiere ser considerado

para la evaluación médica, especialmente durante la edad avanzada, ya que es el momento en que

con mayor frecuencia se presentan sus anomalías, exigiendo en algunos casos medidas urgentes

para su resolución; como es el caso del lipoma, que a pesar de ser un tumor benigno, su tratamiento

es la intervención quirúrgica debido a que dependiendo de su localización anatómica, puede afectar

su vascularización; pueden estar unidos a vasos sanguíneos y a músculos; en ocasiones envuelven

a algunos nervios, por lo que se debe tener mucho cuidado en la resección de los mismos debido al

daño vascular neurológico, así como también pueden afectar diferentes órganos.

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BIBLIOGRAFÍA

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http://mmegias.webs.uvigo.es/2-organos-a/guiada_o_a_inicio.php
Ramirez, A., López, A., Nevárez, A., García, L., Zárate, J., Martínez, J. (2013). Manual de
prácticas. Histopatología veterinaria aplicada a diagnóstico. Editorial El Manual
Moderno, S.A. de C.V. México.

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ANEXOS

Esquema de los principales componentes del tegumento. 1: epidermis, 2: dermis papilar, 3: dermis
reticular, 4: hipodermis, 5: glándula sudorípara ecrina, 6: células adiposas, 7: folículo piloso, 8:
glándula sebácea, 9: glándula sudorípara apocrina, 10: corpúsculo de Pacini, 11: músculo erector,
12: vasos sanguíneos, 13: terminal nerviosa sensorial, 14: papilas dérmicas, 15: crestas
epidérmicas, 16: epidermis delgada (Megías, ob. cit.).

Imagen de una oreja de ratón. Se puede observar que la piel está formada por una epidermis muy
delgada, con muy poca queratina, y por una dermis también muy fina. Falta la hipodermis. La
estructura del centro que parece grasa con adipocitos uniloculares es en realidad cartílago elástico
(Megías, ob. cit.).

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Fue remitido al Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Murcia un perro macho, de raza Setter Irlandés, de 14 años de edad y 31 kg
de peso, con un abultamiento en la zona inguinal izquierda desde hacía aproximadamente 12 meses, aunque en los últimos 4 meses dicho
abultamiento había sufrido un aumento de tamaño considerable (Castro, A., Agut, A., Murciano, J., Escobar, M., Gómez, S. 2014).

Radiografía torácica, sin muestra de alteración (Castro, ob. cit.)

Radiografía ventro-dorsal del abdomen mostrando una gran


masa de densidad grasa ocupando la mitad caudal del mismo
(Castro, ob. cit.).

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Imagen intraoperatoria en la que se observa la masa localizada Imagen de la intervención una vez retirada la masa. No se observa
debajo del músculo recto del abdomen y entre los músculos oblicuo infiltración alguna de la musculatura (Castro, ob. cit.).
interno y transverso del abdomen. (Castro, ob. cit.).

Aspecto macroscópico de la masa (Castro, ob. cit.).

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