Junta Incautación Estudio
Junta Incautación Estudio
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Resumen
La conservación de bienes del Patrimonio histórico durante la Guerra Civil Española en
la zona Republicana estuvo en gran parte a cargo de las Juntas de Incautación,
constituidas nada más comenzar ésta ante los desmanes de grupos incontrolados. Su
organización y actividades fueron modificándose a lo largo de la contienda, alcanzando,
a pesar de las difíciles circunstancias, un importante nivel de eficacia en la salvaguardia
de estos bienes. En Murcia, se convirtió la Catedral en depósito de los objetos
incautados, realizando una excelente labor de inventario y permitiendo a su vez la
preservación del monumento durante este convulso periodo de su historia.
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Introducción
La Guerra Civil Española tuvo, entre otras muchas dolorosas consecuencias, el deterioro
y la destrucción de un gran número de bienes muebles e inmuebles, tanto públicos como
privados, del Patrimonio histórico español. Los graves atentados contra el mismo que se
produjeron desde el inicio de la contienda, como fueron los incendios de iglesias y
conventos, unidos a los bombarderos aéreos protagonizados por ambos bandos, hicieron
necesario tomar una serie de medidas orientadas a su protección y conservación.
“habiendo sido ocupados distintos palacios en los que se encierra una riqueza
artística e histórica de extraordinario valor, debe procederse sin pérdida de
tiempo a la intervención en ella, trasladándola en caso necesario a lugares que
permitan no sólo su instalación adecuada sino su conocimiento por el pueblo
para su mayor educación y cultura.”
1
Gaceta de Madrid, nº 207 de 25 de julio de 1936 y nº 215 de 2 de agosto de 1936.
La provincia de Murcia permaneció en zona republicana durante casi toda la guerra, 196
hasta su ocupación el 29 de marzo de 1939. Del mismo modo que ocurrió en la mayor
parte del país, con el inicio de la contienda, incluso antes, se desataron numerosos actos
de violencia contra iglesias y otras propiedades del clero 3 . Y ante estos hechos se
constituyeron varias juntas de salvamento e incautación con carácter no gubernativo,
como la Junta de Rescate del Tesoro Artístico, presidida por el Rector de la Universidad
y personal docente, que realizó en los primeros meses de la guerra una importante labor
divulgativa en defensa de las obras de arte, y la Comisión de Incautación Artística,
creada por el Ayuntamiento de la ciudad de Murcia para la protección del Tesoro
Artístico. Era entonces alcalde Fernando Piñuela Romero, quien desarrolló una intensa
actividad en pro de la salvación de obras de arte4.
Todas las obras recogidas se trasladaban desde su lugar de origen a Murcia capital,
utilizando como principal depósito el Museo Provincial de Bellas Artes. Uno de los
edificios incautados por la Comisión Municipal fue la Catedral, cuya corporación tenía
la intención de convertir en el futuro en un Museo Municipal Local. Durante la
contienda se destinó también a depósito en el que se catalogaban y conservaban las
obras de arte por técnicos nombrados al efecto. Esta condición de depósito se mantuvo
2
Gaceta de la República, nº 12 de 12 de enero de 1937.
3
Entre mayo y julio de 1936 se asaltaron iglesias en Moratalla, Calasparra, y Jumilla. Desde entonces
hasta diciembre, de ese año que fue cuando se produjeron los últimos asaltos, “todas y cada una de las
construcciones religiosas de la provincia, habrían sufrido en mayor o menor medida “asaltos” saqueos y
destrucciones”. (González, 1999; 183-184)
4
En cuanto a la destrucción del patrimonio durante la Guerra Civil en Murcia ver a: GONZÁLEZ
MARTÍNEZ, C., “Guerra Civil en Murcia”. En su apartado; “Destrucción de la simbología eclesiástica y
reordenación de nuevos espacios arquitectónicos”, pp. 179-187.
durante toda la contienda, lo que permitió quizás que no sufriera un mayor deterioro, a
pesar de los tres intentos de asalto que sufrió 5 . El último depósito efectuado en la
Catedral se realizó el 21 de enero de 1939.
Ilustración 01. Plaza del Cardenal Belluga. Catedral de Murcia. H.1930. Fotos Thomas.
5
Para conocer la evolución del complejo catedralicio desde su declaración como monumento en 1928
hasta nuestro días, véase MOLINA GAITÁN J. C. Historia de la restauración de la catedral de Murcia:
intervenciones desde 1928 a 2010. [en línea]. 2014 <http://hdl.handle.net/10317/4781> [Consulta:
16/6/2015]
6
Gaceta de la República, nº 132 de 12 de mayo de 1937. Orden de la Dirección General de Bellas Artes.-
Reorganizando la Junta Delegada de Incautación y Protección del Tesoro Artístico, con jurisdicción en
Murcia y su provincia.
7
Martínez Llorente, que también pertenecía al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y
Arqueólogos, había participado como miembro de la Comisión Gestora del mencionado Cuerpo, en
Comercio de Murcia, para celebrar la sesión de su constitución el día 8 del mismo mes,
aunque no se realiza hasta el 22, nombrándose finalmente a Emilio Peñalver, Delegado
de Hacienda, como presidente de la Junta, vocales a los inicialmente convocados y
secretario a Pedro Sánchez Picazo, pintor y director del Museo Provincial de Bellas
Artes (De la Plaza, 1980: 364-365), que había realizado una importantísima labor de
recuperación de obras de arte en Murcia y su provincia durante los primeros y
turbulentos meses de la guerra 8 . Además, y a propuesta de los anteriores, se
incorporaron en calidad de técnicos los restauradores adscritos al Museo Juan González
Moreno9 y Enrique Sánchez Alberola10.
labores de salvamento del patrimonio –en este caso documental y bibliográfico- durante los primeros
meses de la guerra en Madrid (Pérez, 2010: 127 y 133).
8
Sánchez Picazo había sido designado vocal de la Junta murciana por orden de la Dirección General de
Bellas Artes de 8 de mayo. En esta disposición se afirma que era “Delegado Provincial de Bellas Artes”
(Gaceta de la República, nº 144 de 24 de mayo de 1937).
9
Importante escultor murciano del siglo XX. BELDA NAVARRO, Cristóbal. “Juan González Moreno,
escultor, imaginero y estatuario”. 1996. Murgetana, nº 93. [en línea]
<http://www.regmurcia.com/docs/murgetana/N093/N093_003.pdf> [consulta 07.10.2015]
10
Pintor e hijo de Sánchez Picazo.
11
Pintor y diseñador conocido en la sociedad murciana, actualmente reconocido como uno de los pintores
locales más significativos del siglo XX. (De la Plaza, 1980: 364-365)
12
Acta sesión de 22 de mayo de 1937. Archivo General de la Región de Murcia. (en adelante AGRM)
JTA, 53135.
Para solucionar estos problemas se decidió por una parte crear una comisión formada
por Martínez Llorente y Sánchez Picazo para aclarar con el alcalde los extremos de este
asunto y por otra se solicitó a la Junta Central de Valencia aclaración sobre lo incautado
con anterioridad a su nombramiento y si un funcionario nombrado por la Corporación
Municipal podría “ejercer autoridad para determinar por sí o por mandato de aquélla
sobre lo incautado en la provincia y depositado en la Catedral.”13
13
Acta sesión de 15 de junio de 1937. AGRM. JTA, 53135.
14
Acta sesión de 12 de julio de 1937. AGRM. JTA, 53135.
201
15
Acta sesión de 20 de julio de 1937. AGRM. JTA, 53135.
En esa sesión se daba cuenta del escrito remitido por la Dirección General de Bellas
Artes, sobre once extremos de los que destacamos los referidos al traslado y depósito de
la Catedral: la incorporación a la Junta de Fernando Piñuelas Romero, presidente del
Consejo Municipal de Murcia16; el traslado de objetos seleccionados, los más valiosos a
la torre de la Catedral y los menos importantes a otras dependencias de la misma,
acondicionando mientras el Museo; el rescate, por su valor artístico, de la orfebrería y
joyas de la Catedral, dejándolas bajo la custodia y vigilancia de la Junta Delegada17.
Por otra parte, la misma Junta Delegada consideraba necesaria la creación de un Equipo
de Recuperación Urgente para actuar en zonas más cercanas a los frentes de guerra
(especialmente los de Andalucía Oriental), por lo que el 22 de febrero envió un escrito a
la Junta Central del Tesoro Artístico exponiendo cuales serían los fines de este equipo y
solicitando el envío por parte de ésta de la documentación y presupuestos necesarios
para el funcionamiento de dicho equipo, siendo su mayor preocupación precisamente,
las partidas dedicadas al transporte21. A pesar de esta solicitud, la autorización no fue
concedida y el equipo no llegó a constituirse.
16
Había sido nombrado vocal por disposición de la Dirección General de 2 de septiembre (Gaceta de la
República, nº 249, de 6 de septiembre de 1937).
17
Este tesoro se encontraba en las arcas de la sucursal del Banco de España, depositados por la Caja
Nacional de Reparaciones. Se realizaron varias gestiones para el rescate, dándose cuenta de su logro el 11
de mayo de 1938.
18
Escrito remitido al Subdirector del Museo del Prado. 21 de febrero 1938. Firmado por el Presidente de
la Junta Delegada. AGRM. JTA. 53137.
19
Contestación 1º de marzo de 1938. AGRM. JTA. 53137.
20
Museo del Prado. De Barbana da Modena a Francisco de Goya. Exposición de pinturas de los siglos
XIV al XIX recuperadas por España. Madrid 1939. Año de la victoria. Sala III. Comisario. Sánchez
Cantón F.J. Madrid, Blass, S.A., 1939.
21
Escrito dirigido a la Junta Central del Tesoro Artístico, AGRM. JTA. 53137.
Sánchez Picazo afirmaba que era necesario contar con una persona que estuviera en el
depósito el horario señalado por la Junta para, entre otras funciones, recibir visitas de la
misma o vigilar los trabajos que se realizaran, indicando que si Garay no admitía estas
condiciones se nombrara a otra persona, ante lo que López Higueras proponía que se
diera cuenta del caso a la Junta Central, lo que el nuevo Delegado de Hacienda y
presidente de la Junta, Victorio Asunción no consideraba necesario al contar como
presidente con “atribuciones sobradas para adoptar la resolución pertinente”. Le
indicaba a Garay que dado que de momento no había trabajos técnicos que realizar, la
22
Acta sesión de 11 de mayo de 1938. AGRM. JTA, 53135.
23
Acta sesión de 16 de agosto de 1938. AGRM. JTA, 53135.
Respecto a este aspecto, parece conveniente aclarar que tanto el cargo de Presidente
como los de los vocales no tenían remuneración asignada, ni hay datos que hagan
pensar que recibieran alguna retribución por el desempeño de estas funciones. Por el
contrario los técnicos auxiliares y el resto del personal sí que la recibían.
Aunque Murcia fue ocupada por las tropas nacionales el 29 de Marzo de 1939, el equipo
militar de vanguardia del Servicio de Salvamento o Incautación del bando franquista no
se hizo cargo del depósito de la Catedral, hasta el 6 de abril de 1939.
2ª. Cada Junta tendría su propia numeración, anteponiendo al número las iniciales
empleadas en cada provincia para la matrícula de los automóviles. En el caso de Murcia
serían Mu.
28
Los trabajos de catalogación de la Junta Delegada de Madrid y de la Junta Central en Valencia y
Cataluña han quedado recogidos en diferentes artículos de la publicación ARTE PROTEGIDO. Memoria
de la Junta del Tesoro Artístico durante la Guerra Civil. Madrid 2009: PROUS, Socorro. “Fuentes
Documentales sobre el Tesoro Artístico durante la Guerra Civil”. Instituto del Patrimonio Cultural de
España. Zaragoza. 221-241. Los fondos documentales del IPCE referenciados en este artículo pueden
localizarse en http://censoarchivos.mcu.es/CensoGuia/fondoDetail.htm?id=838180. Y, ÁLVAREZ
LOPERA, José. “La Junta del Tesoro artístico de Madrid y la Protección del Patrimonio en la Guerra
Civil”. 27-61. Apartados: “La creación de la Junta Central. Conformación y actividades de la Junta de
Madrid en 1937 y comienzos de 1938”. (42-54) y “La reorganización de la Junta en septiembre de 1938.
Últimos trabajos de protección y evacuación” (57-61).
29
AGRM, JTA, 53135.
30
Con el último registro efectuado de obras incautadas, de 21 de enero de 1939, en el Diario General de
Custodia de Murcia se recogen 5214 lotes. En dicho documento existe otro movimiento que deja
parcialmente reflejadas las fechas de devolución de las obras, que se corresponden principalmente con los
objetos de propiedad de la Catedral. La anotación refleja la devolución efectuada el día 31 de marzo de
1939.
3ª. Los números se colocarían en los objetos con etiquetas pegadas o atadas, facilitando
el reconocimiento de cada objeto. Cuando se considerase conveniente mantener las
indicaciones que ya tuviese un objeto, se le aplicaría la nueva enumeración, anotando
las antiguas indicaciones en la columna Referencia anterior del Registro General de
Custodia (3ª columna).
206
Ilustración 05. Modelo A. Folio 7 del Registro General de Custodia. (AGRM. Planero 4-4).
“Faltan al crucifijo las dos últimas falanges del índice de la izquierda; el dedo
gordo del pie derecho y todos los del izquierdo, excluyendo el meñique; el
cuarto está partido por la mitad” (nota a tinta roja: II. 31-1-40). Firma el
Director del Museo y el Alcalde de Murcia32.
5ª. Cuando un objeto se compusiera de varias piezas (como retablos, libros, monedas
etc.) formando un conjunto homogéneo, se registraría como un solo lote, poniéndole a
cada pieza el número correspondiente a este. 208
6ª. Se consideraba prioritaria la inmediata implantación del nuevo sistema, aplicándolo
ya a los objetos recogidos desde el recibo de la comunicación. Sin embargo, en
consideración a los problemas que representaba el nuevo Registro, para aquellas Juntas
que tuvieran un gran número de objetos ya inventariados, se aconsejaba comenzar la
numeración de los objetos nuevos con el 1001 (suponiendo que el nº de antiguos no
superara los 1000), ya que sería difícil conocer la numeración que correspondería a las
nuevas incautaciones, manteniendo la correlación respecto a las obras ya inventariadas.
Para ello se debía iniciar con los nuevos elementos, una hoja independiente de las
utilizadas para el inventario de los antiguos, y unirlas después todas, una vez finalizado
éste. Con este objetivo se establecía un sistema de hojas sueltas en vez de libros, que
podría encuadernarse después, si se consideraba conveniente.
31
En la ficha se indica lo siguiente: “Con atributos, lleva un crucifijo. de Salcillo. Sus dimensiones que
incluyen la peana: Talla y enlienzado 1,60 x1,55 m”.
32
AGRM, JTA, 53136.
33
AGRM, JTA, 53136.
Por otra parte una vez recuperado el Tesoro de la Catedral se registró el 19 de enero de
1938, conteniendo 77 lotes.
7ª. En el Modelo A, la Junta Central había hecho algunas anotaciones de muestra a partir
de las Actas enviadas por la Junta Delegada, que unidas a las aclaraciones impresas al
pié del mismo servían de explicación para su cumplimento. Solo se aclaraba que las
indicaciones de la columna 9 señalaban la situación y el movimiento de los objetos
detallados en correspondientes asientos del Diario de Movimiento (Modelo B) (Véase
Ilustración 8) que se incluía también y que en Murcia tiene como primera anotación el 6
de agosto de 1936 y la última con el nº 149 de 4 de abril 1939.
209
8ª. El Diario de Movimiento debía servir para anotar tanto las nuevas Entradas y
Salidas como las que se hubieran producido anteriormente si hubiera referencia de ellas,
y también para concretar donde se guardaban los objetos, haciendo constar en el
Registro General de Custodia solamente la inicial A. y el número del asiento34.
34
En este documento, respecto a las anotaciones a29 y a102 de la columna de Situación y Movimiento del
Registro General, del ejemplo analizado, puede observarse que el “número de asiento” 29, (el nº de
asiento es igual al nº de Acta), corresponde a la Salida de en este caso de la Catedral, con fecha 1 de
septiembre de 1936, incluyendo la anotación de Recogidas de la Catedral, e indicando los números de los
lotes que se trasladan, entre los que se encuentra el lote 418, (San Jerónimo Penitente) junto con otras
piezas (Nº418 al nº 423) y por último su destino al Museo de Bellas Artes.
En el segundo asiento con el Nº 102, se recoge un nuevo traslado desde el Museo de Bellas Artes al
Depósito de Catedral del lote 418 (San Jerónimo Penitente) junto con otros objetos. (140, 141, 152, 514 y
1844) el 9 de diciembre de 1937. Como se ha comentado el número de asiento coincide con el Acta que
se realiza para dicho traslado y depósito.
10ª. Se había dejado un margen en blanco en el extremo de las hojas en previsión de una
futura encuadernación, por lo que para que ésta fuera correcta, se insistía en que se
comenzara a escribir por la cara con el margen a la izquierda.
Concluía el escrito indicando que este nuevo sistema de inventario no excluía el sistema
de fichas que hubiese establecido cada Junta, ya que ambos se complementaban, porque
en éstas podría ampliarse lo indicado en la columna de Detalles de los Registros con
todos los datos que se tuvieran de un objeto registrado, bastando indicar en cada ficha el
número correspondiente al objeto en el Registro General. Las fichas debían agruparse
por clasificaciones y ordenarse dentro de cada grupo, por orden correlativo de números, 210
para poder localizar fácilmente la ficha correspondiente a cada registro (Véase
Ilustración 9).
Ilustración 09. Ficha del nº 418 de inventario. San Jerónimo Penitente. (AGRM, JTA, 053135)
“La Junta, ha tenido especial interés en conservar la Catedral con todas sus
obras de arte y objetos propios del culto. El templo permanece intacto. Los
cuadros, imágenes y objetos, están colocados en su sitio. En algunas capillas, el
efecto místico y estético ha sido mejorado con la sabia colocación de retablos e
imágenes traídas de algunas de las iglesias desalojadas.”
Se describen a continuación las capillas en las que se colocaron piezas de otros templos
terminando con el siguiente comentario: “Nada ha escapado al celo, al cuidado y a la
conservación, allí están hasta los mínimos utensilios”, enumerando las piezas
incautadas. Finalizaba el texto indicando las dificultades habidas para la preparación del
catálogo, sobre todo para fotografiar las obras, lo que en algunos casos no fue posible35.
35 Sin fecha 1936-1939. Notas para un catálogo de obras seleccionadas de Murcia depositadas en la
Catedral. AGRM, JTA, 53.136.
36 Este fondo documental está siendo en la actualidad analizado, clasificado y restaurado en el AGRM.
Una vez que el Servicio de Recuperación y Defensa del Patrimonio Artístico Nacional
de Murcia, creado por el nuevo Gobierno franquista, se hizo cargo de los depósitos al
concluir la contienda, inició los trámites para la devolución de los objetos incautados,
según consta en los documentos localizados de este servicio. Estos escritos reflejan la
época de reorganización de la estructura del nuevo estado surgido del conflicto,
dibujando el desarrollo de la gestión administrativa del Patrimonio artístico durante los
primeros años de esta etapa, conteniendo las instrucciones y directrices, tanto políticas
como técnicas y administrativas, que debían seguirse para el funcionamiento de este
organismo. Cabe señalar entre las actividades desarrolladas por éste, la confección de un
interesante fichero de las obras “recuperadas”38.
212
213
Sánchez Batlles hace entrega D. Ceferino Sandoval, canónigo de la Catedral, de todas
las obras pertenecientes al mencionado Templo, que se hallaban bajo la custodia de la
disuelta Junta Delegada del Tesoro Artístico que constaban detalladas en un Inventario
anexo39.
En otro documento sin fechar40 las nuevas autoridades daban cuenta de la localización
de todas las obras incautadas localizadas en la Catedral, que fueron trasladadas al
Museo al finalizar la guerra, aunque se indica también la necesidad de recuperar lo que
no se encontraba en los depósitos, liquidando la labor efectuada por la Junta, y
devolviendo a los propietarios, con garantías, los objetos incautados, lo cual se pudo
realizar gracias a la documentación elaborada.
Por otra parte, las nuevas autoridades consideraban necesario demostrar que la Junta
había descuidado la protección de la Catedral, por lo que se encargó al aparejador
Guillermo Beltrí, miembro del servicio, que investigara los daños sufridos por el
monumento durante el conflicto, y reconociera “los desperfectos que de “vox populi” se
ha dicho que los rojos habían causado en la fábrica de nuestra Torre catedralicia”,
según expresa el autor en el informe que emitió el 13 de julio 1940 41. No obstante de la
lectura del mismo, en el que se valoran los daños que necesitan reparación urgente, se
39 Archivo del Museo de Bellas Artes de Murcia (en adelante AMUBAM). Servicio de Recuperación y
Defensa del Patrimonio Artístico Nacional. Murcia. Archivador 1. Copia del mismo documento en
Archivador 7.
40 Instrucciones provisionales para conocimiento de los Delegados locales de Defensa del Patrimonio.
Zona séptima.. (AMUBAM. Servicio de Recuperación y Defensa del Patrimonio Artístico Nacional.
Archivador 3.)
41 AMUBAM. Servicio de Defensa. Archivador 1.
desprende que éste no sufrió daños significativos durante la contienda, salvo los propios
del deterioro que ya presentaba con anterioridad a la misma42.
4.- Conclusiones
En general debe reconocerse la labor realizada por la Junta Delegada de Incautación que
permitió la protección de numerosas obras de arte, así como del propio monumento. Sin
embargo también se constata que lamentablemente parte de las dificultades del trabajo
de ésta se debieron a las designaciones y competencias del personal responsable y que
en algunos casos se antepusieron cuestiones personales a las obligaciones de
conservación.
Por otra parte hay que reseñar la importancia del establecimiento de un único sistema de
catalogación para todas las Juntas delegadas que permitía unificar el inventario de los
objetos incautados en todo el Estado. El sistema creado, perfilado hasta en sus últimos
detalles, facilitó sin lugar a dudas la posterior devolución de dichos objetos.
Así pues, gracias al trabajo de la Junta y del personal asignado para los trabajos de
inventario y conservación de los bienes incautados, podemos decir que a pesar de las
42 Los daños indicados en el informe de Beltrí, ya estaban presentes en el edificio antes de la contienda
según consta en la tesis Historia de la restauración de la Catedral de Murcia: intervenciones desde 1928
a 2010 (Molina, 2014; 169-191.)
43 El Patrimonio Artístico de Murcia bajo el dominio Rojo. (AMUBAM. Servicio de Recuperación y
Defensa del Patrimonio Artístico Nacional. Murcia. Archivador 5.)
5.- BIBLIOGRAFÍA
ALTED VIGIL, Alicia. (1984). Política del nuevo estado sobre el patrimonio cultural y
la educación durante la Guerra Civil Española. Madrid: Ministerio de Cultura.
ÁLVAREZ LOPERA, José. (2009). “La Junta del Tesoro Artístico de Madrid y la
protección del patrimonio en la Guerra Civil”. Arte protegido: memoria de la Junta del
Tesoro Artístico durante la Guerra Civil. Madrid: Ministerio de Cultura, pp. 27-62.
LÓPEZ TRUJILLO, Miguel Ángel. (2006). Patrimonio. La lucha por los Bienes
culturales españoles (1500-1939). Gijón: Trea.
44
Al finalizar la guerra se realizó un proceso de investigación de las pérdidas en personas y bienes
provocados por “la dominación roja” conocido como Causa General que quedaron recogidas en
diferentes documentos. La Pieza 11 de la Causa General de Murcia recoge una relación de las obras
perdidas en el Tesoro Artístico. Centro Documental de la Memoria Histórica. Causa General, leg.1068.
216