"La Imputacion, Como Elemento de La Responsabilidad Civil".
"La Imputacion, Como Elemento de La Responsabilidad Civil".
"La Imputacion, Como Elemento de La Responsabilidad Civil".
1.- PRESENTACION: Al inicio de nuestro curso dijimos que era importante comenzar el trabajo
de la responsabilidad civil estudiando sus funciones; estas son la resarcitoria y la preventiva;
dijimos que la función resarcitoria era bastante importante porque buscaba restablecer los
derechos de las víctimas que habían sido lesionados y así poner a ellas en el estado anterior al
daño; pero sabemos que no siempre ello es posible, por ejemplo, en caso de la pérdida de la
vida o el estado de discapacidad; por ello la otra función resulta muy necesaria a fin de buscar
que el agente dañador no vuelva a cometer el acto dañoso y los demás que se hallan en una
situación similar al agente tampoco lo hagan; así se buscará el respeto al derecho que tiene
toda persona a la indemnidad para que pueda sin temor realizarse como persona.
De esta manera, la doctrina de la responsabilidad civil busca condenar a aquellas personas que
obviando su deber de respeto al derecho del otro, realizan actos dañosos en su contra. Para
ello, se han creado dos sistemas de imputación: uno, es el subjetivo basado en la culpa; y el
otro es el objetivo basado en el riesgo, la garantía y la propiedad.
PREVIO: OTROS ELEMENTOS: Algunos autores, consideran que los elementos de la RC son
hasta cinco; nosotros creemos que los elementos son dos en relación a las dos funciones que
hemos estudiado: esto es, a la función resarcitoria, corresponde el elemento daño y la función
preventiva le corresponde el elemento de la imputación.
Pero veamos, porque no son hasta cinco sino solo dos:
a) Señalan que un elemento es el hecho generador del daño; esto es el hecho no
personal y el hecho personal. Si nos referimos al “hecho no personal del daño” ajeno a
las personas, estaríamos refiriéndonos a hechos de caso fortuito y fuerza mayor, que
los estudiamos junto a los sistemas de responsabilidad, cuando hablamos de la
causalidad; si nos referimos a al “hecho de las personas” estaríamos refiriéndonos a la
conducta culposa o de riesgo de las personas, que hemos de abordar en los dos
sistemas antes señalados.
b) Señalan también que la “imputabilidad” es otro elemento; pero él lo estudiamos en el
sistema subjetivo de la culpa, porque para tener culpa debes tener discernimiento; si
no lo tienes no eres culpable y por tanto no eres responsable (sin embargo, el sistema
prevé que sea el “garante” de la persona que adolece de discernimiento, el que
responda: los padres o el que se halla en estado de inconciencia: art. 1974 Cc: si es por
su culpa o un tercero) y ¿en el sistema objetivo del riesgo?: como es una actividad, no
es relevante el discernimiento de quien la realiza, porque es objetivo.
c) Señalan también que “la causalidad” es un elemento separado de la imputación; pero
ello no es exacto, porque para imputar responsabilidad por culpa, debes saber si el
agente tuvo o no el deber de hacer o no hacer algo; esto es, si su conducta inobservó
un deber;
d) La antijuricidad se le confunde con la ilicitud, que se estudia en el sistema subjetivo de
la culpa, en el que evalúa si el agente observó o no el deber de la ley o el convenio
(nuevo enfoque desde los deberes); lo que pasa es que aún se mantiene la influencia
del derecho penal y su teoría del delito para la RC: en ella se dice “acción antijurídica”;
esto es: típica por el principio de legalidad; en la RC no hay conductas típicas sino
justamente son atípicas porque su relevancia está en que ellas causan un daño
mediante una conducta injustificada; esto es, que no está permitida por la ley o el
convenio; que en nuestra disciplina se conoce como “inmunidades”. Es más, en el
sistema objetivo del riesgo, no tiene ninguna relevancia la conducta antijurídica o
ilícita, porque en ella se prescinde de la culpa o los deberes dejados de cumplir.
Ahora sí, abordemos nuestro tema de la imputación; habíamos indicado que son dos los
sistemas de imputación:
1.- El subjetivo basado en la culpa, cuya norma reguladora es el art. 1969 en la RCE “Aquel
que por dolo o culpa causa un daño a otro está obligado a indemnizarlo. El descargo por falta
de dolo o culpa corresponde a su autor”.
1.1.- ¿Quién es el agente?: Hablemos del agente que se le expresa como “aquel”, alguien que
debe ser identificado para imputarle la obligación de resarcir o indemnizar; no puede ser
anónimo; luego, que ese agente actúe con dolo o culpa.
1.2.- El agente que actúa con dolo: En cuanto al “dolo”: generalmente los actos dolosos están
tipificados en el código penal como delitos, y ellos se van a juzgar en forma paralela con el
delito; aplicando las normas de nuestro sistema. Evidentemente, quien causa un daño con
dolo debe condenarse su conducta sin duda alguna; y es más, en adición a la pena que se
imponga, debe a través del “daño moral” imponerse una sanción económica, tal como lo
hemos estudiado en la primera parte del curso.
1.3.- El agente que actúa con culpa: Ahora, hablemos de la “culpa”: esta puede ser una culpa
negligente por omisión, porque “no hiciste lo que debías hacer”: has incumplido tu deber de
hacer; o puede ser una culpa imprudente por acción, porque ”hiciste lo que no debías
hacer”: has incumplido tu deber de “no hacer”. Es decir, en éste elemento estamos ante un
enfoque desde “los deberes”. En este rubro, también es relevante que esa culpa sea
“inexcusable o grave”, a que se refiere el art. 1986 Cc, para efecto de la indemnización
preventiva-punitiva, al igual que el dolo.
1.4.- Esta conducta, que se presenta como una acción o una omisión, debe ser causa del
daño; esto es, una causa culpable, adecuada, normal y regular al daño: criterio que se torna
problemático cuando concurren causas en la producción de un daño; por ejemplo: en la
práctica médica cuando los intervinientes son varios agentes y todos ellos omiten realizar en
forma adecuada el tratamiento.
En este caso hay que realizar dos juicios: uno, de antecedente y determinar si el médico tenia
el deber de derivar al paciente al médico vascular; y el otro, si es normal, regular, adecuado
que la falta de una atención pronta de la herida, causa la probabilidad de una amputación; y la
ciencia nos dice que sí; entonces, aquí son los médicos causantes del daño; pero cada uno en
qué proporción (art. 1983 Cc): para la víctima son solidarios; entre ellos quién aportó una
conducta más activa o preponderante cuantitativa y cualitativamente.
El ejemplo típico es: la conducta de los médicos: ellos tendrán que probar que han actuado
conforme al protocolo existente, que señala un actuar que termina donde empieza la
imposibilidad. Esto es, que un médico no será responsable si aplica todo el conocimiento y
técnica existente en la ciencia médica. Aquello que aún la ciencia o técnica no ha llegado a
conocer, y por ese no conocimiento se causa daño al paciente, no se es responsable; siempre y
cuando se haya cumplido con el deber de informar sobre la existencia de ese riesgo.
1.6.- Este sistema permite dos subfunciones: a) que incentive el deber de diligencia no solo a
futuros agentes dañadores sino también a futuras víctimas; asumiendo estas, por ejemplo, el
paciente del médico, su deber de diligencia para evitar con su conducta culposo su propio
daño; en su caso, una vez producido el daño, por el deber de mitigación evitar su
agravamiento; como lo vimos en la primer fase del curso; b) que incentive el desarrollo
científico y tecnológico de una determinada actividad valiosa para la sociedad, por ejemplo,
en este caso, la medicina; y para ello tiene que la ley considerarlo; porque pese a ser una
actividad riesgosa la medicina se le aplica el sistema subjetivo de la culpa, justamente para que
los agentes del daño puedan exonerarse de responsabilidad demostrando haber actuado con
diligencia posible y así poder avanzar en el conocimiento de lo desconocido.
1.7.- LA INMUNIDAD: Por otro lado, también en éste sistema subjetivo de la culpa, tenemos
otro supuesto en el que el agente dañador no es imputable porque su acción está permitida
por la ley o el convenio porque se le reconoce un derecho a causar un daño a otro en defensa
de su derechos; pero en forma regular lícita; esto es, la conducta dañosa ES INMUNE. Veamos
los supuestos de la ley: a) el derecho a denunciar (art. 1982 Cc); b) el derecho a demandar
(art. 4 CPC); c) el derecho de pretender una tercería (art. 538 CPC); d) el derecho a obtener
una medida de embargo (art. 621 y 624 CPC); e) legítima defensa (art. 1971.2); f) defensa
posesoria (art. 920 Cc); SIN EMBARGO, si el ejercicio de ese derecho a causar daño es de
forma IRREGULAR (con culpa o dolo) o ABUSIVO (art. 3 del TP CC), genera la obligación de
resarcimiento.
2.- El sistema objetivo basado en el riesgo: Que nos dice el art. 1970 CC: “Aquel que
mediante un bien riesgoso o peligroso o por el ejercicio de una actividad riesgosa o
peligrosa, causa un daño a otro, está obligado a repararlo. Art. 1972 Cc: En los casos del art.
1970, el autor no está obligado a la reparación cuando el daño fue consecuencia de caso
fortuito o fuerza mayor, de hecho determinante de tercero o de la imprudencia de quien
padece el daño”: CAUSA NO IMPUTABLE. Art. 1973: Si la imprudencia sólo hubiera concurrido
en la producción del daño, la indemnización será reducida por el juez, según las circunstancias.
2.1.- Hablemos del agente: a) Individual: puede ser alguien identificado que realiza una
actividad usando un bien riesgoso como un vehiculo o una arma de fuego, con la que se
beneficia; o b) Colectivo: realiza una actividad riesgosa organizada (continua y repetiva)
como una fábrica o industria, con la que se beneficia, en la que el autor no está identificado
y puede ser anónimo.
2.2.- Esta acción o actividad debe ser riesgosa (empresarial: a lo francés) o peligrosa (no
empresarial, a lo alemán); es decir, que la experiencia nos muestra que es próxima al daño,
que frecuentemente produce daños, como resultado, sean actividades industriales de bienes
o servicios o de espectáculos públicos u otras, en las que el control o dominio de los riesgos
está a cargo del agente; es decir, tiene una capacidad unilateral económica para prevenirlos..
2.3.- Debe ser causa del daño; si el agente se individualiza, su acción u omisión en la actividad
que usa un bien riesgoso o en el ejercicio de una actividad riesgosa se cause un daño y que
ésta consecuencia sea normal o regular y ocasional; y si no se individualiza, es suficiente que
el daño se produzca en el ejercicio o funcionamiento u operatividad (con ocasión) de una
determinada actividad que es riesgosa o peligrosa.
2.4.- Y ¿cómo exonerarse de R?: aquí al prescindirse de la culpa, basta que el daño se
produzca en el ejercicio de una actividad para que se presuma responsabilidad; y sólo, el
agente podrá exonerarse-liberarse de R demostrando que la causa es ajena: caso fortuito,
fuerza mayor, hecho de la víctima o de un tercero; en donde el requisito fundamental sea
que la causa sea EXTRAORDINARIA, esto es, ATIPICA de la actividad (propia de la actividad);
y que por tanto, no pueda preveerse; o si se puede prever, SEA IRRESISTIBLE O INEVITABLE
(art. 317 CPC). La carga de la prueba está en el lado del agente.
2.5.- Mecanismo de distribución social de los costos o la distribución social del riesgo: a) el
sistema de precios de las empresas; b) el sistema del seguro; de esa manera los agentes que
son diligentes pueden protegerse y los que no lo son va a encontrar que la indemnización
punitiva los va hacer incrementar los precios y las cías de seguros va a excluirlos o encarecer la
prima.
3.- La responsabilidad objetiva basada en la garantía (vicaria): art. 1981 Cc: “Aquel que tenga
a otro bajo sus órdenes responde por el daño causado por éste último, si ese daño se realizó
en el ejercicio del cargo o en cumplimiento del servicio respectivo. El autor directo y el autor
indirecto están sujetos a responsabilidad solidaria”.
3.1.- ¿Quiénes son los agentes?: el directo, es el causante culpable o de riesgo del daño; en
indirecto es el principal del cual el directo depende. El sentido de extenderse la R es el
beneficio que recibe el principal por la actividad de su dependiente; convirtiéndolo en su
“garante”; y por tanto, debe asumir los riesgos.
4.1.- Art. 1979: “El dueño de un animal o aquel que lo tiene a su cuidado debe reparar el daño
que éste cause, aunque se haya perdido o extraviado, a no ser que pruebe que el evento tuvo
lugar por obra o causa de un tercero”
Aquí estamos frente a la R por el hecho de las cosas: a) el agente puede ser el dueño o el
custodio; b) condición: aunque se haya perdido o extraviado; c) exoneración: el hecho de un
tercero. Crítica: a) el hecho de la propia víctima;
4.2.- Art. 1980: “El dueño de un edificio es responsable del daño que origina su caída, si ésta
ha provenido por falta de conservación o de construcción”.