01 Demanda Accion Pauliana Lista
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Que por medio del presente escrito, por mis propios derechos y
con fundamento en lo dispuesto en los artículos 268 y 269 del Código Procesal
Civil, en la VIA ORDINARIA CIVIL y en ejercicio de la ACCION PAULIANA
vengo a demandar de los señores:
H E C H O S.
El artículo 2347 del Código Civil para el Distrito Federal, textualmente, establece:
"Es nula la donación que comprenda la totalidad de los bienes del donante, si éste
no se reserva en propiedad o en usufructo lo necesario para vivir según sus
circunstancias.". La interpretación armónica y sistemática de dicho precepto legal,
lleva a estimar que el legislador no coarta la libertad individual de las personas
para disponer de sus cosas, sólo lo condiciona para que se reserve lo necesario
para vivir según sus circunstancias, lo cual debe entenderse más allá del simple
soporte personal (habitación, alimentos, sustento), sino que permita hacer frente a
sus obligaciones crediticias ya pecuniarias o alimentarias, situación que el citado
artículo advierte al señalar que el donante debe reservarse en propiedad o en
usufructo lo necesario para vivir, es decir, con bienes tangibles, susceptibles de
adquirirse en propiedad o en usufructo. Por tanto, no sería lógico establecer que el
propósito del legislador hubiese sido en el sentido de que, para que la donación no
fuera nula, el donante sólo tuviera que reservarse la expectativa de unos ingresos
futuros, necesarios para vivir acorde a sus circunstancias, como lo sería el
producto del trabajo que desempeña, puesto que con tal ingreso incierto no podría
hacer frente a sus obligaciones crediticias o alimentarias las que, en la especie,
vienen a procurar el bienestar y seguridad de la familia que el donante tiene. Así
pues, el donante no puede dar la totalidad de los bienes, si éste no se reserva en
propiedad o en usufructo lo necesario para hacer frente a dichas obligaciones.
Amparo directo 43/2004. Blanca Angélica del Carmen Seyde Dabbadie y otras. 27
de febrero de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Anastacio Martínez García.
Secretaria: Sonia Araceli Mondragón Alonso.
Del contenido de los artículos 1536, 1537 y 1539 del Código Civil del Estado de
Puebla, resulta que los requisitos que deben concurrir para que la acción proceda,
son los siguientes: a) que se ejecute un acto dispositivo por el deudor; b) que ese
acto origine o grave su insolvencia; c) que como consecuencia de la insolvencia se
cause un perjuicio al acreedor; y d) que si el acto o contrato fuere oneroso, haya
mala fe tanto en el deudor como en el tercero que contrato con él.
El análisis sistemático y armónico del contenido de los artículos 2163, 2164, 2166,
2174, 2178, 2179 y 2964, todos del Código Civil para el Distrito Federal, lleva a
establecer que la acción pauliana o revocatoria tiene su fundamento principal en la
garantía patrimonial que tienen los acreedores sobre los bienes del deudor y que
se traduce en una obligación de respeto de la expectativa de satisfacción de los
acreedores, aunque también se basa en razones de justicia y equidad que exigen
reparar el daño que se ha causado a otro. Por tanto, son presupuestos para que
los acreedores impugnen un acto de enajenación celebrado por su deudor, los
siguientes: a) Que el deudor realice un acto que no sea simplemente material, sino
jurídico, puesto que está sujeto a ser anulado; b) Que de la celebración del acto de
enajenación resulte o se agrave como consecuencia la insolvencia del deudor, por
lo que mientras el deudor no sufra estado de insolvencia y la garantía de los
acreedores sea suficiente, carecen de interés para impugnar los actos jurídicos
realizados por su deudor, aunque impliquen una disminución patrimonial; y, c) Que
la celebración del acto perjudique a los acreedores, en razón de que si no hay
perjuicio no tendría el acreedor ningún interés en ejercitar la acción pauliana.
Asimismo, debe tenerse en cuenta que si el acto de enajenación es posterior a
una sentencia condenatoria o a la expedición de un mandamiento de embargo de
bienes, se presume que la enajenación a título oneroso es fraudulenta. De modo
que la acción pauliana tiene por objeto nulificar los actos y contratos celebrados
por el deudor en fraude de sus acreedores, es decir, se ejercita con la finalidad de
reconstruir el patrimonio del deudor, para que vuelvan a figurar en él los bienes
que hayan salido del mismo por virtud del acto indebido que ha producido la
insolvencia total o parcial del propio deudor.
Si bien el artículo 2163 del Código Civil del Distrito Federal establece que la
llamada acción pauliana procede en contra de la validez de actos celebrados por
un deudor en perjuicio de su acreedor, cuando éstos produzcan la insolvencia,
debe concluirse que la redacción del precepto resulta impropia, porque tal parece
que sólo se restringen los actos que originan la insolvencia, pero no los que la
agravan y, desde el punto de vista de la finalidad que persigue la acción, el
acreedor puede tener tanto interés en nulificar un acto que viene a provocar la
insolvencia del deudor, como aquel que viene a agravarla, por lo que la expresión
"... si de esos actos resulta la insolvencia del deudor ...", comprende tanto los
actos que generaron la insolvencia como los que la agravan.
Tratándose de bienes raíces éstas deben hacerse en la misma forma que para su
venta exige la ley (artículo 2319 del Código Civil para el Estado de Chiapas); y que
este último tipo de operación (venta) puede efectuarse a través de un documento
privado; sin embargo, para que surta efectos contra terceros es necesario que
obre en escritura pública o en su caso el documento privado se encuentre inscrito
en el Registro Público de la Propiedad (artículos 2294, 2296 y 2975 de la ley
sustantiva civil en comento) o cuando menos sea de fecha cierta.
De esta suerte, con tan sólo una simple lectura de los Pagares
cuyo cobro fue reclamado por el suscrito en la vía ejecutiva mercantil, podrá
advertirse que estos consignan un adeudo anterior al de Veinticinco (25) de Enero
de Dos Mil Veinte (2020) fecha en que se tiró la Escritura definitiva del
CONTRATO DE DONACION, celebrados, el día Veinticinco (25) de Enero de Dos
Mil Veinte (2020) entre la Señora DIANA LAURA VELASCO VIDAL, en su
carácter de DONANTE, con los señores JORGE EMANUEL GARCIA VIDAL,
como DONATARIO, contenido en la Escritura Número Setenta y Cinco (75) y
Número Setenta y Seis (76) Volumen Número Trigésimo Sexto (XXXVI) Libro Uno
(01) del Protocolo del referido Notario Público.
P R U E B A S.
A cargo del notario publico JULIO CESAR SANTOS CERCA, con domicilio en
calle Diego de Mazariegos número 110, de esta ciudad.
OCN