Guía #03 Renacimiento y Humanismo

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Escuela: Ciencias Sociales.

Cátedra: Historia de los Hechos Económicos y Sociales I

Universidad Católica Andrés Bello-Guayana


Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Ciencias Sociales
Semestre: II, Sección: 401
Cátedra: Historia de los Hechos Económicos y Sociales I
Profesor: José Gregorio D’Aubeterre M.

Guía de Estudio Nº 3

Renacimiento y Humanismo

El Renacimiento y la Edad Media


La primera dificultad que se plantea al hablar del Renacimiento es la de señalar con
precisión sus límites con respecto a la edad media.
Al igual que ocurre con otras clasificaciones históricas resulta difícil deslindar el final
de una época y el comienzo de otra, de tal modo que, dependiendo de los historiadores y de
los lugares y factores que toman en consideración, podemos considerar que el
Renacimiento se desarrolla en los siglos XV y XVI, haciendo avanzar a retroceder sus
orígenes a lo largo del siglo XV en función de las consideraciones que se hayan tomado en
cuenta, y alargando su final hasta bien entrado el siglo XVII.
No menor dificultad representa la cuestión de determinar si el Renacimiento supone
una radical ruptura o una continuidad con respecto a la Edad Media. El desarrollo de la
burguesía, clase social impulsora de los ideales renacentistas, comienza en ésta, y va
asociada al desarrollo del individualismo; la penetración de la filosofía griega en occidente
se había realizado ya a través de las escuelas de traductores (Toledo, Vich, Nápoles,
Palermo...) a lo largo del medioevo, especialmente durante el siglo XIII, lo que supone un
despertar "medieval" del retorno a los clásicos, que será otra de las características clave del
Renacimiento, como también el descubrimiento de América o de la imprenta.
Por supuesto que todas las épocas históricas se generan a partir de otras anteriores en
las que se puede encontrar sus caracteres principales; pero ni el grado de desarrollo de
dichos elementos, ni su significación, es reducible al que tenían en la época anterior.
Y eso ocurre también con el Renacimiento, ya que los europeos del siglo XVI tenían
una clara conciencia de ruptura con respecto a la Edad Media, conciencia mantenida por la
sucesión de una serie de transformaciones sociales, políticas, religiosas, económicas,
culturales, que nacían con una clara voluntad de oposición a lo "medieval".
Entre ellas, la desintegración de la iglesia y el desarrollo de la reforma luterana, y el
de la iglesia anglicana con Enrique VIII, que se producen en el marco de la consolidación
de los Estados nacionales y de las monarquías absolutas que van a configurar un nuevo
mapa político en Europa, al que hay que asociar el desarrollo de la burguesía y su papel
predominante, con la expansión del comercio, lo que supondrá el principio del fin del
feudalismo.
Además, el desarrollo de la cartografía, el descubrimiento de la brújula, la utilización
de la pólvora, son elementos que van a conducir al descubrimiento y colonización de
América, lo que provocará un aumento de la desconfianza respecto al saber medieval.
El descubrimiento de la imprenta por Johannes Gutenberg en el año 1440 facilitará
la circulación de las nuevas ideas.

Profesor: José Gregorio D’Aubeterre Martínez


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Humanismo renacentista
El humanismo renacentista es un movimiento intelectual, filosófico y cultural
europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en la Italia del siglo XV
especialmente en Florencia, Roma y Venecia, con precursores, como Dante Alighieri,
Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio, buscando combinar los modelos de la
Antigüedad Clásica y retomar el antiguo humanismo greco-romano.
Mantiene su hegemonía en buena parte de Europa hasta finales del siglo XVI, cuando
a partir de entonces se fue transformando y diversificando con los cambios espirituales
provocados por el desarrollo social e ideológico: los principios propugnados por la Reforma
protestante dirigida fundamentalmente por Martín Lutero: Luteranismo, Juan Calvino:
Calvinismo, Enrique VIII: Anglicanismo y la Contrarreforma católica; y más adelante,
hasta finales del siglo XVIII, la Ilustración y la Revolución francesa.
El movimiento, fundamentalmente ideológico, tuvo así mismo una estética impresa
paralela, plasmada, por ejemplo, en nuevas formas de letra, como la redonda conocida
como Letra humanística, evolución de las letras Fraktur tardogóticas desarrollada en el
entorno de los humanistas florentinos como Poggio Bracciolini, humanista italiano, estudió
en Florencia y fue a Roma alrededor del año 1402. El papa Bonifacio IX hizo de él uno de
sus secretarios apostólicos.
Ocupó el cargo de canciller de Florencia en junio de 1453 gracias a la protección de
los Médici y fue un latinista convencido de que el latín era una lengua viva, y sustituyó
mediante la imprenta a la letra gótica medieval
En sus comienzos, el Humanismo fue un movimiento regenerador que se encuentra
estrechamente ligado al Renacimiento y se benefició de la diáspora de los maestros
bizantinos de Grecia que difundieron la enseñanza de esta lengua, muy rara hasta entonces,
tras la caída de Constantinopla en poder de los turcos en 1453.
La imprenta y el abaratamiento de los libros facilitó esta difusión fuera del ámbito
eclesiástico; por entonces el término humanista servía exclusivamente para designar a un
profesor de lenguas clásicas.
Se revitalizó a mediados del siglo XV dando nombre de un movimiento que no solo
fue pedagógico, literario, estético, filosófico y religioso, sino que se convirtió en un modo
de pensar y de vivir vertebrado en torno a una idea principal: en el centro del Universo está
el hombre, imagen de Dios, criatura privilegiada, digna sobre todas las cosas de la Tierra
(antropocentrismo).
Posteriormente, en especial en España durante la segunda mitad del siglo XVI, el
antropocentrismo se adulteró en forma de un cristocentrismo que proponía la ascética
(estilo de vida austero y de renuncia a placeres materiales con el fin de adquirir unos
hábitos que conduzcan a la perfección moral y espiritual) y la mística (actividad espiritual
que aspira a conseguir la unión o el contacto del alma con la divinidad por diversos medios:
ascetismo, devoción, amor, contemplación, etc.) como formas de vida que condujeron al
desengaño barroco, que desvirtuó durante el siglo XVII este movimiento en un principio
renovador impidiendo abrir nuevos horizontes.

Caracteres generales del Humanismo y del Renacimiento


Las relaciones entre humanismo y Renacimiento se presentan bajo el aspecto de una
polémica: mientras que el humanismo se caracterizará por el retorno a la sabiduría clásica,
en el marco de una preocupación fundamentalmente de signo filológico y teológico, el
Renacimiento lo hará como impulsor del desarrollo de la ciencia.

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Así, el Renacimiento, sin renunciar a los temas básicos del humanismo, le superará, al
desligar tales temas de la perspectiva teológica y enlazarlos con el pensamiento científico.
Caracteres del humanismo
Uno de los rasgos distintivos más conocidos y destacados del humanismo es su
interés por lo "antiguo", por lo clásico, interés en el que predomina el punto de vista de la
investigación filológica. Este interés provoca el desarrollo de la perspectiva histórica en el
acercamiento a otra cultura, porque se puede afirmar que con el humanismo se consolida la
historicidad como clave del pensamiento europeo.
A diferencia de lo que ocurría en la Edad Media, donde el hombre era considerado
fundamentalmente desde una perspectiva teológica, los humanistas valorarán el hombre
desde una perspectiva mundana, no-divina, es decir, el hombre será visto como un ser
natural e histórico.
La religión, aparte de su función redentora, es considerada ante todo en su función
civil. Así, tanto la religión como la tolerancia religiosa son instrumentos válidos para
asegurar el ideal de la paz civil.
La creencia en la unidad última de todas las religiones es afirmada,
consecuentemente, desde esta caracterización.
Caracteres del Renacimiento
El ideal común de este período viene definido por la esperanza de un renacer del ser
humano a una vida verdaderamente "humana", mediante el recurso a las artes, las ciencias,
la investigación. poniendo de manifiesto la consideración del ser humano como ser natural,
en oposición a la consideración medieval del ser humano como ser-para-Dios.
El retorno a los antiguos significa no sólo la recuperación de su obra, sino
fundamentalmente el retorno al principio, a los orígenes de la vida humana, cultural, del ser
humano.
Volver al principio no significa volver a Dios, sino precisamente al terreno del
hombre y del mundo humano, de ahí la valoración del pensamiento filosófico pre-cristiano.
El retorno significa, además, una conquista, la vuelta a los orígenes, al principio,
conlleva la conquista de la personalidad humana.
El que este retorno se efectúa mediante las artes y las ciencias, y no mediante
experiencias místicas interiores, por ejemplo, significa una búsqueda de la objetividad. En
efecto, sólo la objetividad puede poner en evidencia el status original del hombre frente a la
naturaleza, es decir, manifestar su origen y su condición humana.
Por lo mismo, el hombre es libre de decidir su conducta, de elegir su destino, lo que
supone una exaltación de la libertad individual tanto en el orden teológico como el orden
cultural y social.

Renacimiento
Fue un periodo en el que se revalorizó la antigüedad clásica y se inició un ciclo muy
activo en el que la crítica jugaba un papel importantísimo.
Es uno de los grandes momentos de la historia universal que marcó el paso del mundo
medieval al mundo moderno, siendo un fenómeno muy complejo que impregnó todos los
ámbitos yendo, por tanto, más allá de lo puramente artístico como ha querido verse.
Según otros, es un periodo que surge desde el descubrimiento de la imprenta, e
incluso se considera que no se produce hasta que Nicolás Copérnico descubre el sistema
heliocéntrico.

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Es ante todo un espíritu que transforma no solo las artes, sino también las ciencias, las
letras y formas de pensamiento.
En líneas generales se puede considerar el arte renacentista como una exaltación del
hombre y del mundo, los dos ejes guiaban el pensamiento humanista de la época.

Su ubicación en el tiempo y lugar.


Este movimiento surge en Italia a fines del Siglo XIV y principios del Siglo XV,
expandiéndose con fuerza a Europa a mediados del Siglo XV, y desde mediados del Siglo
XVI al mundo hispanoamericano.
El hecho de que su origen sea italiano es porque Italia es fundamental por su pasado
histórico que ahora se quiere recuperar e impulsar. Además, hay otro factor relevante y es
que en Italia nunca hubo un arraigo total y fuerte de lo medieval como ocurrió en Europa,
precisamente porque aún estaba latente el espíritu clásico.
El Renacimiento surgió en Italia, pero, además, el del Siglo XV se da solo en este
país. Se puede decir que Francia, España y Alemania hacia el los años 1450/1500 ya
conocían de este movimiento, pero no se desarrolla plenamente hasta el Siglo XVI.
El renacer de Italia estuvo ligado a la idea de la recuperación de la grandeza de Roma,
que, tras la caída del imperio Romano, acompañado de un periodo de anarquía y
confucionismo, se trata de romper con esa etapa bárbara para volver a la idea de grandeza
latina.

Las características de esta época:


Se produjeron numerosas transformaciones económicas, derivadas del
relanzamiento des sistema capitalista.

Se inicio la subida en el escalón social de la burguesía, la cual comenzó a


imponer sus valores, según los cuales el individuo para ser alguien tenía que ir
respaldado por su buena condición económica, en detrimento de su origen
familiar de alto linaje.

Los movimientos de la población fueron importantes, tanto por el aumento del


crecimiento demográfico, como por los desplazamientos humanos desde el
mundo rural hacia las ciudades.

Se produjo un cambio en la mentalidad, comenzándose a valorar al individuo en


sí mismo.

Los descubrimientos científicos fueron relevantes y empezó a admitirse la


ciencia como guía del progreso de la humanidad, dejando de lado los prejuicios
religiosos.

Proliferaron los instrumentos técnicos, como la imprenta, la brújula y las


fundiciones.

Se multiplicaron las posibilidades de una mayor expansión y divulgación de la


cultura con la creación de las diferentes universidades, la secularización del

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saber y con el impulso que adquirió el latín como lengua transfronteriza que
ayudaba a la comunicación entre los distintos intelectuales de toda Europa.

Tras la irrupción de Nicolás Maquiavelo, se estableció un concepto diferente de


la política, en la que lo importante eran los fines y no los medios para
conseguirlos. De Esta manera, se fueron asentando los cimientos del estado
moderno.

Se produjo una crisis religiosa, provocada por la fuerte influencia que ejerció la
relectura del paganismo greco-romano, desembocando en una etapa de
conflictos religiosos, entre los que destacó la ruptura de la Reforma.

Se desarrollo una concepción del hombre y de su papel en la sociedad, en la que


los individuos eran los protagonistas, pudiendo ejercer su capacidad para
intervenir y transformar el mundo, alejándose de los presupuestos estoicos sobre
la predestinación divina.

Las manifestaciones artísticas


La Arquitectura.
En la Arquitectura del Renacimiento sí se observa una marcada ruptura, pues el
gótico había alcanzado en sus edificaciones durante sus últimas etapas unos logros y una
perfección tales que ya resultaban difíciles de superar; las catedrales góticas no podían ser
más ligeras ni más esbeltas.
Se caracteriza por el empleo de elementos constructivos grecorromanos, tales como el
arco de medio punto, la bóveda de cañón, el frontón, los órdenes clásicos, así como por su
fuerte sentido de la proporcionalidad.
Se da un extraordinario desarrollo de la arquitectura civil, pues ya no solo la iglesia
tiene el poder y el dinero para llevar a cabo grandes obras, sino que los señores burgueses
también desean edificarse suntuosos palacios, sin embargo, siguen teniendo gran
importancia las iglesias, inspiradas en las basílicas cristianas.

La Escultura.
En la escultura, el Renacimiento irrumpe con los relieves de las segundas puertas para
el Baptisterio de San Juan ubicado en la ciudad de Florencia por Lorenzo Ghiberti y
muestra las mismas características comunes en todo el arte renacentista.
Por primera vez desde la antigüedad se realiza una escultura exenta, el David de
Donato di Niccolò di Betto Bardi, conocido como Donatello, pues durante toda la Edad
Media solo se había practicado el relieve y siempre como elemento decorativo de los
edificios religiosos; mas no por ello el relieve deja de ejecutarse, antes, al contrario, se
estudia el uso de la perspectiva debido al deseo de naturalismo, y el relieve de llegar a
alcanzar niveles de perfección.

La Pintura.
Esta toma una importancia que hasta entonces no se le conocía y resulta, la
manifestación que mejor acogió la influencia del nuevo arte.
Rompe la pintura renacentista con la puramente gótica, rígida y simbolista,
inclinándose ahora por la belleza naturalista y el juego de volúmenes.

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La preocupación por el total realismo de una escena revierte en un arte verosímil y


naturista, llevó a un concienzudo estudio de la óptica y la perspectiva, estableciéndose en
un principio la matemática perspectiva geométrica.
En el campo técnico resulto de suma importancia la aparición del óleo, técnica que,
aunque ya era conocida en la época medieval es ahora perfeccionada, y extendida por toda
Europa; el óleo es utilizado por los pintores renacentistas con maestría, confiriendo a las
obras unos nuevos y revolucionarios valores de finura, brillo, minuciosidad y realismo.

La Música.
Fue el Renacimiento el último periodo en el que la música disfrutó de una posición
tan importante dentro de la cultura, ya que no solo se creaba e interpretaba exclusivamente
en ambientes religiosos y por juglares populares, sino que comienza a tocarse en academias
y salones de la nobleza.
Comenzaron a componerse obras para clavecín, órgano, laúd y toda clase de
instrumentos de la época. Importantísima en el proceso de difusión musical fue la aparición
de la imprenta, siendo el veneciano Ottaviano Petrucci el primero que publicó, en el año
1501, un libro de partituras.

La Literatura.
La literatura, que goza de una etapa de esplendor, se desarrolló a lo largo de los
Siglos XV y XVI por medio de un amplio movimiento literario que desde Italia se
extendería por toda Europa, a través de obras, como El Cortesano de Baltazar Castiglione,
Orlando furioso de Ludovico Ariosto o Jerusalén libertada de Torquato Tasso. Importante
también resulta la figura de Nicolás Maquiavelo, con su obra El Príncipe. Y la más bella
poesía llega de la mano de Ángelo Poliziano, poeta que inspiró algunos de los cuadros de
Sandro Botticelli.

Principales corrientes filosóficas del Renacimiento


Platonismo.

Aristotelismo averroista (Padua, un solo entendimiento) y Aristotelismo


alejandrino (Alejandro de Afrodisia, muchos entendimientos).

Estoicismo, epicureísmo, escepticismo.

Naturalismo: Bruno, Telesio, Campanella.

A ellas hay que sumar la actividad científica representada por Nicolás


Copérnico, Galileo Galilei y Johannes Kepler, en lo que supondrá la
renovación de la concepción del Universo.

Características filosóficas
Una de las características más notables del Renacimiento es el
antropocentrismo, lo que supone una valoración no sólo de la personalidad del
ser humano, sino también de su individualidad.

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También el naturalismo irá asociado al desarrollo del Renacimiento. Se


destacan los aspectos naturales del hombre versus los aspectos sobrenaturales.
Es algo de lo que encuentran los renacentistas que "vuelven" a Aristóteles: la
separación del universo y de Dios y la exaltación de la naturaleza; al igual que
los que se "vuelven" hacia Platón, buscando una religiosidad natural y la
exaltación del hombre y de su libertad (el hombre no es malo, es ignorante, no
necesita, pues, la gracia divina para su redención).

Francis Bacon, Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Johannes Kepler,


personaje clave en la revolución científica y figuras centrales en el desarrollo
de la ciencia, que supondrá la destrucción de la imagen ptolemaica del mundo,
inspirada en el universo cerrado y geocéntrico de las dos esferas; la creciente
y progresiva matematización de la naturaleza y el desarrollo del método
experimental serán dos de las bases más significativas de su triunfo.

El Renacimiento supone pues el renacer del espíritu de libertad de un ser


humano que se quiere inserto en la naturaleza y en la historia.

Principales personajes del Renacimiento.


El Renacimiento en toda su plenitud comienza realmente coincidiendo con el Siglo
XV, este periodo se denomina Quattrocento, término que en castellano significa
cuatrocientos, por los años pertenecientes al siglo XV ya que es uno de los períodos más
importantes del panorama artístico europeo, que tiene su origen en Italia, produciendo una
autentica explosión artística.
Es el Siglo de los grandes nombres propios como Filippo Brunelleschi, quien fuera
un arquitecto, escultor y orfebre renacentista italiano, conocido, sobre todo, por su trabajo
en la cúpula de la Catedral de Florencia, II Duomo.
Michelozzo Michelozzi, quizá por error, fue un arquitecto y escultor de Florencia,
ya que era hijo de un sastre, pero fue aprendiz de Lorenzo Ghiberti en su juventud y
colaboró más adelante con Donatello. Como escultor trabajó, sobre todo, el mármol, el
bronce y la plata.
León Battista Alberti, fue el primer teórico artístico, arquitecto, secretario personal
(abreviador apostólico) de tres papas: Eugenio IV, Nicolás V y Pío II, humanista, tratadista,
matemático y poeta italiano. Además de estas actividades principales, también fue
criptógrafo, lingüista, filósofo, músico y arqueólogo. Además, es uno de los humanistas
más polifacéticos e importantes del Renacimiento.
Donatello, fue un artista y escultor italiano de principios del Renacimiento, uno de
los padres del periodo junto con León Battista Alberti, Brunelleschi y Masaccio. Se
convirtió en una fuerza innovadora en el campo de la escultura monumental y en el
tratamiento de los relieves, donde logró representar una gran profundidad dentro de un
mínimo plano, denominándose con el nombre de stiacciato, es decir «relieve aplanado o
aplastado»
Una de sus primeras obras fue una escultura que representa a David, realizada en
mármol en torno al año 1409 y que actualmente se conserva en el Museo del Bargello.
Lorenzo Ghiberti, fue un escultor, orfebre, arquitecto y escritor de arte italiano del
Quattrocento. Comenzó su actividad artística como orfebre, pero, sin embargo, no ganó

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fama hasta el año 1401, cuando participó en el concurso para decorar las segundas puertas
o puerta norte del Baptisterio de San Juan de la catedral de Florencia, resultando ganador.
Su triunfo en el concurso resultó decisivo para su vida, puesto que la magnitud de la
tarea requirió la creación de un taller de gran tamaño, que se convertiría en el principal de
la ciudad durante medio siglo.
En él se formaron figuras destacadas del Renacimiento italiano, como Donatello,
Michelozzo, Uccello, Masolino y Filarete.
Piero della Francesca, fue un pintor italiano del Quattrocento (siglo XV) y
actualmente se le aprecia sobre todo como pintor especialista en frescos, pero en su época
fue conocido también como un geómetra y matemático, maestro de la perspectiva y de la
geometría euclidiana, temas en los que se concentró a partir del año 1470.
Su pintura se caracterizó por su estilo sereno y el uso de las formas geométricas,
particularmente en relación con la perspectiva y la luz, logrando ser reconocido como uno
de los principales y fundamentales personajes del Renacimiento, y pasó poco tiempo en
Florencia.
Sandro Botticelli, fue un pintor del Quattrocento italiano. Pertenece, a su vez, a la
tercera generación cuatrocentista. La reputación póstuma del artista disminuyó
notablemente en los siglos siguientes, pero fue recuperada a finales del siglo XIX; desde
entonces, su obra se ha considerado exponente máximo de la gracia lineal de la pintura del
primer Renacimiento.
El nacimiento de Venus y La primavera son, actualmente, dos de las obras maestras
florentinas más conocidas, que se expusieron por primera vez en la galería de los Uffizi,
Florencia, en 1815.
Ya a principios de Siglo XVI comienza un nuevo periodo, el Cinquecento, es el
periodo de asentamiento del estilo, dura solo dos décadas, siendo la continuación del
Quattrocento, destacándose especialmente la obra del nuevo Vaticano, por el Papa Julio II.
Participan un variado plantel de arquitectos tales como:
Bramante, cuyo nombre era Donato di Pascuccio d'Antonio o Donato di Angelo di
Antonio, fue un pintor y arquitecto italiano, que introdujo el estilo del primer Renacimiento
en Milán y el «Alto Renacimiento» en Roma, donde su obra más famosa fue el
planeamiento de la Basílica de San Pedro.
Rafael Zancio también conocido como Rafael de Urbino o, simplemente, como
Rafael. Fue un pintor y arquitecto italiano del Renacimiento. Además de su labor pictórica,
que sería admirada e imitada durante siglos, realizó importantes aportes en la arquitectura
y, como inspector de antigüedades, se interesó en el estudio y conservación de los vestigios
grecorromanos.
Antonio da Sangallo fue un arquitecto del Renacimiento italiano. Se trasladó muy
joven de su Florencia natal a Roma, ciudad en la que conocerá a Donato Bramante y
donde vivirá y trabajará la mayor parte de su vida. Alcanzó un gran prestigio profesional y
recibió encargos de varios papas. Giorgio Vasari
Miguel Ángel Buonarroti, fue un arquitecto, escultor y pintor italiano renacentista,
considerado uno de los más grandes artistas de la historia tanto por sus esculturas como por
sus pinturas y obra arquitectónica.
La pintura alcanza un nivel incomparable, descollando auténticos portentos del arte
universal, ya sea como Tiziano, conocido tradicionalmente en español como Tiziano o
Ticiano, fue un pintor italiano del Renacimiento, uno de los mayores exponentes de la
Escuela veneciana.

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Reconocido por sus contemporáneos como “el sol entre las estrellas”, en homenaje a
la línea final del Paraíso de La Divina Comedia de Dante Alighieri, considerado uno de los
más versátiles pintores italianos, igualmente capacitado para ejecutar retratos, paisajes,
escenas mitológicas o cuadros de temática religiosa.
Leonardo Da Vinci, fue un florentino polímata del Renacimiento italiano, es decir,
pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor,
filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.
Francis Bacon, fue un célebre filósofo, político, abogado y escritor inglés, padre del
empirismo filosófico y científico.
Nicolás Copérnico, fue un monje astrónomo polaco del Renacimiento que formuló la
teoría heliocéntrica del sistema solar, concebida en primera instancia por Aristarco de
Samos.
Galileo Galilei, astrónomo, filósofo, ingeniero, matemático y físico italiano,
relacionado estrechamente con la revolución científica. Eminente hombre del
Renacimiento, mostró interés por casi todas las ciencias y artes.
Johannes Kepler, personaje clave en la revolución científica, fue un astrónomo y
matemático alemán; conocido fundamentalmente por sus leyes sobre el movimiento de los
planetas en su órbita alrededor del Sol. 

Humanismo.
Movimiento intelectual desarrollado en Europa durante los Siglos XIV y XV que,
rompiendo las tradiciones escolásticas medievales y exaltando en su totalidad las
cualidades propias de la naturaleza humana, pretendía descubrir al hombre y dar un sentido
racional a la vida, tomando como maestros a los clásicos griegos y latinos, cuyas obras
exhumó y estudió con entusiasmo.
Instaura una actitud que, sin cuestionar, en general, lo religioso, impone el
reconocimiento de los derechos terrenales de los humanos; como consecuencia de esta
nueva mentalidad, los humanistas hablan de la dignidad del hombre, independizan la
filosofía de la teología y desean que la razón actúe en zonas antes reservadas a la fe
revelada.
El Humanismo, como uno de los fundamentos ideológicos del Renacimiento, suponía
una evidente ruptura con la idea de religión que se manejaba hasta entonces en la que Dios
era centro y razón de todas las cosas.
Con el Humanismo, Dios no perdía su papel predominante, pero se situaba en un
plano diferente, y ya no era la respuesta a todos los problemas. Probablemente el autor que
supo aunar mejor que ninguno la filosofía humanística con el pensamiento cristiano fue
Erasmo de Róterdam.

Ubicación en tiempo y lugar.


El Humanismo inicia una lenta expansión por toda Europa durante el XV y en el XVI
se deja notar en toda Europa.
El movimiento humanístico que, en el Siglo XIV, se había iniciado en Italia con el
impulso genial de Francisco Petrarca, estaba ya en marcha en España.
Evidentemente, esta etapa de brillo cultural de España no puede explicarse como
consecuencia de una hegemonía política y militar. Sin embargo, la influencia italiana y la
de sus seguidores, tanto en temas como en métrica, que reciben los poetas españoles,
franceses, ingleses y portugueses, es decisiva en las literaturas de estos países.

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Las características de la época del Humanismo


Se trabajo con mucho entusiasmo para estudiar las obras de la antigüedad, con la
ayuda de príncipes y pontífices.

Se desarrollo una mentalidad erudita, critica y apasionada por las artes y las
ciencias.

Descubrimientos geográficos y técnicos.

Se creo el orgullo y el individualismo del hombre renacentista.

Tuvo un carácter literario.

Rechazaba la visión teocrática del Medioevo, defendía una concepción


antropocéntrica del Universo.

Era la permanente búsqueda de un ideal de equilibrio y armonía.

Se inclino hacia las escuelas neoplatónicas, filtradas por el cristianismo.

Su finalidad era un nuevo examen del hombre y su mundo, tomando como


maestros y ejemplo los autores clásicos.

El hombre y la naturaleza se convierten en los dos polos de la cultura y de la


vida renacentista.

Principales personajes del Humanismo.


Los más Notables humanistas españoles fueron:
Elio Antonio de Nebrija humanista español que gozó de fama como colegial en el
Real Colegio de España de Bolonia.
Hernán Núñez de Toledo y Guzmán, latinista, helenista, paremiógrafo y humanista
español, también conocido como el Comendador Griego, el Pinciano.
Francisco Sánchez de las Brozas "el Brocense", fue un famoso humanista y
gramático español.
Pero el humanista del siglo XVI más influyente fue el holandés Erasmo de
Rótterdam, también Desiderio Erasmo, fue un humanista, filósofo, filólogo y teólogo
neerlandés, autor de importantes obras escritas en latín.
Los humanistas italianos más destacados fueron:
Peco de la Mirandola, fue un humanista y pensador italiano, más conocido por los
eventos acaecidos en año 1486, cuando a la edad de veintitrés años propuso defender 900
tesis de religión, filosofía, filosofía de la naturaleza y magia contra todos los prometedores,
a lo que escribió “Oratio de hominis dignitate”, que ha sido llamado como el Manifiesto del
Renacimiento, y una clave de textos sobre el humanismo renacentista, a lo que llamó la
Reforma hermenéutica.

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Dante Alighieri, fue un poeta italiano, conocido por escribir la “Divina comedia”,
una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista y
una de las cumbres de la literatura universal
Francisco Petrarca, fue un lírico y humanista italiano, cuya poesía dio lugar a una
corriente literaria que influyó en autores como Garcilaso de la Vega, William Shakespeare
y Edmund Spenser, bajo el sobrenombre genérico de Petrarquismo.
Tan influyente como las nuevas formas y temas que trajo a la poesía, fue su
concepción humanista, con la que intentó armonizar el legado grecolatino con las ideas del
cristianismo. Por otro lado, Petrarca predicó la unión de toda Italia para recuperar la
grandeza que había tenido en la época del Imperio romano.
Giovanni Bocaccio, fue un escritor y humanista italiano. Es uno de los padres, junto
con Dante y Petrarca, de la literatura en italiano. Compuso también varias obras en latín. Es
recordado sobre todo como autor del Decamerón.
Manuel Crisoloras era griego, pedagogo, humanista y erudito bizantino del
Renacimiento. Discípulo de Demetrio Cidonio, fue embajador de Manuel II. Paleólogo en
Roma, Venecia, Inglaterra y París. Estableció escuelas de cultura griega en Constantinopla
y Florencia y enseñó en Milán y Pavía.
Juan Ruchlin, también llamado Johann Reuchlin, fue un filósofo, humanista y
sacerdote católico alemán, profundamente interesado en la cábala judía. Es conocido como
el humanista alemán más importante después de Erasmo de Róterdam.
Desiderio Erasmo en los Países Bajos.
Tomas Moro, fue un pensador, teólogo, político, humanista y escritor inglés, que fue
además poeta, traductor, lord canciller de Enrique VIII, profesor de leyes, juez de negocios
civiles y abogado.
Su obra más famosa es “Utopía”, donde busca relatar la organización de una sociedad
ideal, asentada en una nación en forma de isla del mismo nombre. Además, fue un
importante detractor de la Reforma protestante y, en especial, de Martín Lutero y de
William Tyndale.
En el año1535 fue enjuiciado por orden del rey Enrique VIII, acusado de alta traición
por no prestar el juramento antipapista frente al surgimiento de la Iglesia anglicana,
oponerse al divorcio con la reina Catalina de Aragón y no aceptar el Acta de Supremacía,
que declaraba al rey como cabeza de esta nueva Iglesia.
Fue declarado culpable y recibió condena de muerte, permaneciendo en prisión en la
Torre de Londres hasta ser decapitado el 06 de julio de ese mismo año. Moro fue
beatificado en año 1886 y canonizado en 1935
Lorenzo Valla, fundador de la filología por su estudio de los poetas latinos y su
proposición de una nueva gramática. Quizá su logro más conocido fue su descubrimiento,
basado en pruebas filológicas, de la falsedad del documento medieval Donación de
Constantino supuestamente redactado por este emperador, y por el que se otorgaban los
territorios de la Italia central al cuidado del papa romano.
Gemisto Pletón, fue humanista y filósofo bizantino, unos de los principales
impulsores del estudio del griego en el mundo latino, y del platonismo. Ferviente seguidor
de Platón, enseñó en Florencia y estableció la base para la creación de la Academia de
Florencia.
Michel de Montaigne, quien vertió a la lengua vulgar lo más selecto del pensamiento
grecolatino creando el género del ensayo, típicamente humanista.

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Juan Luis Vives, amigo de Erasmo y de Tomás Moro, el primero en tratar la


psicología como disciplina científica y con contribuciones originales en todo tipo de
materias.
Todos estos y muchos otros, crearon el espíritu de una nueva época, el Renacimiento,
que se expandió a través del invento de la imprenta y las magníficas ediciones de clásicos
del impresor Aldo Manuzio humanista e impresor italiano, fundador de la Imprenta Aldina.
Guillaume Budé, humanista francés que editó en su país numerosos autores clásicos
grecolatinos.
Juan de Valdés Leal, humanista español y autor del primer tratado que hace del
español una lengua noble, y defiende la idea que todas las lenguas son nobles: el Diálogo
de La Lengua
Consideraciones finales
Proceso racional y cultural
El movimiento del Renacimiento era el nombre dado al auge cultural sucedido
durante los siglos XIV, XV y XVI en Europa, y trató de rescatar la cultura olvidada durante
la Edad Media.
Se desarrolló especialmente en Italia y de manera tardía en otros países europeos
como los Países Bajos.
Las principales características del Renacimiento fueron el racionalismo, el
experimentalismo, el individualismo y el antropocentrismo.
Una gran característica del Renacimiento fue el humanismo teniendo como
protagonista en escena al propio hombre que a partir de entonces comenzó a ser tratado
como ser racional y centro del universo.
El Renacimiento también se caracterizó por importantes descubrimientos científicos,
especialmente en los campos de la astronomía, la física, la medicina, las matemáticas y la
geografía.
El Renacimiento nació en Italia, concretamente en las ciudades que han enriquecido
el comercio en el Mediterráneo.
La expansión marítima divulgó el arte por diversas partes del mundo como en
Inglaterra, Alemania y los Países Bajos que lo adoptaron a partir de sus peculiaridades.
El Renacimiento influyó profusamente en los pensadores ilustrados del siglo XVII

Proceso económico y social


La política económica, social y cultural fue integrada. En este sentido, el
Renacimiento no fue un fenómeno aislado, sino más bien uno de los eslabones de la cadena
inmensa que marca la transición de la Edad Media a la Edad Moderna en Europa.
En el ámbito económico y comercial sucedía una expansión en el extranjero entre los
siglos XV y XVI.
Políticamente, se produjo la centralización del poder, lo que dio lugar a la formación
del Estado moderno.
En términos sociales las ciudades fueron influidas por la clase burguesa ligada a la
actividad comercial.
El renacimiento rompió el hasta entonces poco a poco el monopolio cultural ejercido
por la orden eclesiástica.
Se expresó la primera manifestación de una cultura secular burguesa (no la iglesia),
racional y científica.

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Factores que promueven el Renacimiento Económicamente, el renacimiento


comercial revivió el intercambio cultural entre Oriente y Occidente, convirtiéndose en el
principal factor de renacimiento cultural.
En el plano social, las condiciones de urbanización habían generado una nueva
cultura, y las ciudades del Renacimiento servían como polo de irradiación.
En el plano intelectual, la reanudación de los estudios de obras clásicas
grecorromanas fue de gran importancia para caracterizar el tipo de arte.

Algunos personajes importantes

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Referencias
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Yépez, A. (2002). Historia Universal. 20ª Ed. Caracas, Venezuela: Editorial Larense

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