Articulo La Consciencia, La Atencion y Las Imagenes Mentales

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

La consciencia: la atención y las imágenes mentales

Ayaibex Montás/SD

La consciencia ha pasado de ser un misterio a convertirse en el trofeo más preciado


de la neurociencia. La comprensión de la consciencia ha avanzado gracias a que
estamos fragmentándola en sus partes constitutivas, dos de esas partes son la
atención y las imágenes mentales.

En el siguiente articulo se expone como la consciencia depende de la atención y de


las imágenes mentales.

El mero fluir de los contenidos conscientes posibilita un espacio de trabajo único,


pero la actividad consciente propiamente dicha sería la manipulación que la mente
hace de dichos contenidos. En sí misma es una actividad relativamente sencilla. Lo que
la hace excepcional, son las posibilidades que ofrecen los contenidos que la configuran.

Si comprendemos mejor lo que es la consciencia del ser humano, profundizaríamos en


la mente humana, su funcionamiento y su imbricación con el funcionamiento del
cerebro.

PALABRAS CLAVES: consciencia, atención, imágenes mentales, sistema activador


reticular, talamo.

ATENCION, IMAGENES MENTALES Y CONSCIENCIA

La palabra consciencia viene del término latino conscientia y es definido como el


“conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones”, y
como la “capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de
juzgar sobre esa visión y reconocimiento”.
Sin consciencia seriamos robots repitiendo los movimientos rutinarios de la vida.
Gracias a la consciencia nuestro cerebro es algo más que un conjunto de neuronas y
electricidad.

En el tronco encefálico están todos los dispositivos reguladores de la vida. Si aquí se


produce un daño perdemos consciencia, el llamado sentido de sí mismo; entramos en
coma o estado vegetativo.

Hay que recordar el caso de Terri Schiavo a quien, un ataque al corazón, la dejo en
coma en 1990. 2 meses más tarde, despierta del coma, pero nunca pudo recuperar su
consciencia. Los debates legales eran si la mantenían con vida: una vida sin
consciencia. Terri murió de hambre y sed el 31 de marzo de 2005, trece días después
que le retiraran el tubo que la alimentaba e hidrataba con el permiso del Poder
Judicial. Algunos han llegado a la conclusión si desaparece la mente, desaparece la
consciencia.

Con este caso aprendimos que uno puede estar despierto pero no conectado.

2 elementos fundamentales de la consciencia: estar despierto y estar conectado con el


medio, tener intención de acción. El estar despierto tiene que ver con el tronco
encefálico y el estar conectado tiene que ver con la corteza cerebral, la parte nueva del
cerebro.

Si nuestra consciencia estuviera localizada en un solo lado del cerebro no podría


separarse en 2. En la década del 1960 se operaron a personas epilépticas dividiendo el
cerebro en dos. Cada uno de estos pacientes tuvo como efecto secundario 2 cerebros,
2 consciencias. Una de las pacientes explicaba que cuando se cambiaba de ropa había
dos voces eligiendo vestuario y zapatos distintos para el lado izquierdo y para el
derecho.

Así que nadie puede señalar un punto especifico en el cerebro y decir “Ahí me
encuentro yo”, en otras palabras, la consciencia ocupa varias partes del cerebro.

ATENCION

¿De qué somos conscientes y de qué no?. La atención es un primer paso y la formación
de imágenes un segundo paso.
Uno es consciente de lo que atiende y, a veces, pasan muchas cosas alrededor que uno
no las percibe conscientemente. Así, la consciencia, se ocupa de la selección de las
diferentes posibilidades que se nos presentan en cada momento de forma simultánea.
Esta selección estará controlada por la atención.

De acuerdo a William James, la atención es la toma de posesión por la mente de


forma clara y vivida, de uno de los que parecen varios objetos o vías de pensamiento
simultáneamente posibles.

En palabras de R. Ornstein (1979) “nuestra consciencia personal no es un registro


completo y pasivo del mundo externo, sino una construcción personal altamente
selectiva”. Hay una relación directa entre la función selectiva de la consciencia y
nuestra capacidad de atención.

La atención, como función superior del cerebro es la primera parte de la consciencia.


Construimos una consciencia estable a partir del conjunto de los estímulos que han
pasado los diferentes filtros de la atención. Así tenemos que esta consciencia, es el
resultado del filtrado, una posible construcción, que podemos cambiar simplemente
modificando la manera de prestar atención a la realidad.

El psicólogo cognitivista Broadbent (1958), crea el primer modelo de la atención


humana, considerando al organismo como un procesador de información con limites
atencionales que capta y procesa en secuencia como un switch de todo o nada. Por el
contrario, Treisman (1964) propone que la atención es un sistema de filtraje. La
atención no es una sistema de selección sino de atenuación de la información;
dependiendo de la motivación: “Atiendo lo que me interesa”.

La teoría de la atención selectiva plantea que la atención tiene limitaciones y un


carácter selectivo.

La atención es un proceso que presenta fases: orientación, selección y sostenimiento.


Muchas veces ha sido concebido como un atributo de la percepción, pero en realidad
es un atributo de la consciencia y como tal se involucra en procesos como la memoria,
la inteligencia, la motivación y emoción.

A lo largo del ciclo vital pasamos desde una atención involuntaria a una voluntaria.
Sera el lenguaje de los padres que controlen la atención del niño aun involuntaria. Una
vez que el niño adquiera la capacidad de señalar objetos, nombrarlos y pueda
interiorizar su lenguaje, será capaz de trasladar su atención de manera voluntaria e
independiente de los adultos, lo cual confirma que la atención voluntaria se desarrolla
a partir de la involuntaria.

Desde el punto de vista neuropsicológico, la atención es la expresión del Sistema


Activador Reticular Ascendente (SARA) y de los hemisferios cerebrales, sincronizados
por los lóbulos pre- frontales.

El Sistema Activador Reticular, con sus fibras ascendentes y descendentes constituye


un aparato neurofisiológico que pone de manifiesto una de las formas de reflejo
señaladas inicialmente por Pavlov y luego por Luria, conocida como el reflejo de
orientación o la respuesta de orientación.

Dicho reflejo se caracteriza por una serie de reacciones electrofisiológicas, vasculares


y motoras evidentes, como La vuelta de ojos y cabeza hacia el lado donde se halla el
nuevo objeto, reacciones de alerta y escucha, alteraciones de respiración y del ritmo
cardiaco, disminución o cese de toda actividad irrelevante. Estos fenómenos pueden
ser observados siempre que surge una reacción de alerta o reflejo de orientación,
suscitada por la aparición de un estímulo nuevo, esencial o significativo para un
individuo.

Por otro lado, el tallo cerebral y el sistema activador reticular ascendente (SARA) son
los responsables del estado general de vigilia, indispensable para la activación
atencional. Otras estructuras cerebrales que contribuyen con el reconocimiento
selectivo de un estímulo particular y la inhibición de respuestas a estímulos
secundarios son el cortex límbico y la región frontal, esta última encargada de
preservar la conducta programada. Disfunciones o lesiones en estos circuitos afectan
significativamente la capacidad atencional.

IMÁGENES MENTALES

Si bien muchas personas relatan la experiencia de tener imágenes mentales,


fundamentalmente de tipo visual, ha costado mucho que las imágenes alcancen el
rango de constructo científico.

Las imágenes no son sólo un tipo de código destinado a favorecer el recuerdo, sino
que parecen desempeñar un papel central en el pensamiento creativo. Las imágenes
permitieron a Galileo y Einstein, realizar “experimentos mentales” que les
proporcionaron los fundamentos conceptuales para sus teorías físicas. La elaboración
matemática de la teoría de la relatividad de Einstein fue posterior al proceso de
comprensión visual, el mismo asegura: “mi capacidad, mi destreza particular, reside en
visualizar los efectos, consecuencias y posibilidades... ”. El carácter dinámico y flexible
de las imágenes las hace un instrumento idóneo para generar “modelos espaciales”
que puedan dar lugar a auténticos descubrimientos.

Hoy se asume que no aprehendemos el mundo directamente, sino que lo hacemos a


partir de las representaciones que de ese mundo construimos en nuestras mentes. Ahí
afuera no existe ni la luz ni el color, sino sólo ondas electromagnéticas; tampoco
sonidos ni música, sino oscilaciones periódicas de la presión del aire; ni calor ni frío, ni
dolor sino la sensación o más bien, moléculas que se mueven con mayor o menor
energía cinética.

Hay una imagen mental que tiene que ver con la imaginación, existe también una
imagen retiniana y perceptiva que tiene que ver con como nos relacionamos con el
medio ambiente; pero también hay una imagen subjetiva formada por una memoria
icónica, el yo que se separa del resto del mundo.

Podemos considerar las imágenes como:

1- Patrones Sensoriales: imágenes visuales, imágenes auditivas, imágenes táctiles. A


través de estas imágenes construimos un mapa neuronal.

2- Un yo, un sentido del yo: introduce una perspectiva subjetiva en la mente. Es un sí


mismo dentro de la mente y somos totalmente conscientes cuando el yo viene a
nuestra mente.

Para explicar que sucede en el cerebro se han propuesto varios modelos: Johnson-
Laird plantea que existen por lo menos tres formas en la que podemos codificar,
representar mentalmente información: las representaciones proposicionales, los
modelos mentales y las imágenes (auditivas, visuales, táctiles). Para él, el punto central
de la comprensión está en la existencia de un "working model" en la mente de quien
comprende; algunos neuropsicologos como Farah plantea la localización de palabras e
imágenes en diferentes hemisferios. Por el contrario, Kosslyn teoriza que en las
imágenes mentales intervienen diferentes estructuras cerebrales como la percepción
de la información, la memoria, las emociones, etc.

La región de las creaciones de imágenes en el


cerebro está compuesta de información táctil, auditiva, ocular. Estas islas de imágenes
pueden hacer asociaciones mediante la corteza cerebral y también pueden recordar
que es traer de vuelta a la percepción dichas imágenes.

Las imágenes visuales se parecen a la experiencia real de ver algo, en el caso de


imágenes mentales, estas representaciones se recuperan o se forman en la memoria y
no de la estimulación sensorial inmediata. En este sentido, suele hablarse de "los ojos
de la mente". El cerebro es tan maravilloso y holgazán que provee áreas de
percepción y creación de imágenes mentales y serán estas mismas áreas que se
utilizaran cuando recordemos la información. Las zonas del cerebro que utilizamos
para percibir o imaginar objetos se superponen de tal forma que un hecho únicamente
imaginado puede dejar en nuestra memoria la misma marca que un hecho realmente
ocurrido.

Cabria preguntarse si en el lóbulo temporal están ubicadas las alucinaciones. Típicas de


los esquizofrénicos y creadas sin ninguna percepción de un objeto real.

Una medida rudimentaria de conciencia es reconocerse en el espejo. Las neuronas


encargadas de este reconocimiento y quizás las neuronas de la consciencia son
llamadas von Economo; células cerebrales largas, delgadas y mucho más grandes que
las típicas neuronas humanas. Representan el 1% de las neuronas en dos pequeñas
áreas del cerebro humano: la corteza cingulada anterior (ACC) y la corteza fronto-
insular (FI).
Ciertas líneas evidencian que pueden ayudar a construir la rica vida interior que
llamamos conciencia, incluyendo las emociones, nuestro sentido del yo, la empatía y
nuestra capacidad para navegar por las relaciones sociales.

Ambas zonas entran en acción cuando vemos señales de relevancia social, ya sea un
ceño fruncido, una mueca de dolor o, simplemente, la voz de alguien a quien amamos.
Cuando una madre escucha el llanto de su bebé, ambas regiones responden
intensamente. También se iluminan cuando experimentamos emociones como el
amor, la lujuria, la ira y la aflicción. Para John Allman, neuroanatomista en el Institute
of Technology en Pasadena, California, esto equivale a una especie de "red de
vigilancia social"

Es más, ambas regiones se activan cuando una persona reconoce su reflejo en el


espejo, lo que sugiere que en estas áreas cerebrales subyace nuestro sentido del yo, el
componente clave de la conciencia. Es el sentido de uno mismo en todos los niveles
posibles, el sentido de identidad, de lo que trata de mí y de los demás, y de cómo
entender a los demás. Algo que se corresponde con el concepto de la empatía y la
teoría de la mente.

Sensaciones como el rojo, el frío, el dolor sólo existen en nuestra mente consciente y
no son idénticas ni a los estímulos que las provocan, ni a las estructuras o actividades
neurológicas que las soportan porque poseen características completamente distintas.
Por eso no es de extrañar que, recientemente, sea al amparo de la “misteriosa” física
cuántica, donde muchos investigadores hayan puesto sus esperanzas para dar con la
clave que desvele la naturaleza última de la consciencia.

Rehabilitación a través de las imágenes

Las imágenes mentales han entrado en el campo de la Neuropsicología y


especialmente en la rehabilitación neuropsicológica, se utilizan como técnica de
tratamiento, sobre todo para la memoria.

El uso de técnicas basadas en imágenes mentales han sido efectivas en casos de


encefalitis, lesiones cerradas, malformaciones arteriovenosas, sujetos con síndrome de
Korsakoff, lobotomía temporal, pacientes con accidentes cerebrovasculares y sujetos
con Parkinson (Kelso y Wallace, 1978; Wilson, 1997). El éxito del tratamiento con este
tipo de pacientes va a estar más relacionado con la severidad de la lesión y el grado de
amnesia que con la etiología y localización del síndrome amnésico.

También se ha empleado esta técnica para mejorar las funciones motoras y refinar los
patrones de movimiento que se deben llevar a cabo para una correcta ejecución. Se
han empleado imágenes mentales para preparar a los atletas, de tal forma que la
visualización de los ejercicios a realizar facilita la posterior realización de la secuencia
de movimientos correctos. Lo que cabe preguntarse es qué parte de la habilidad
motora se aprende y se facilita por el uso de imágenes mentales, ya que su uso no
implica ejercicio físico, ni fortalecimiento de los músculos ni adecuación de los
músculos a los movimientos específicos.

Las investigaciones realizadas llegan a la conclusión de que las imágenes mentales


pueden jugar un papel en el inicio y dirección de los planes de ejecución complejos y
praxias, generan señales anticipatorias, las cuales preparan los mecanismos para
aceptar ciertas formas de información.

A continuación vamos a presentar las técnicas que se emplean con más frecuencia en
sujetos adultos y personas con daño cerebral.

Método de la imaginación interactiva (Interactive Image): esta técnica consiste en


formarse una representación interna de dos objetos interaccionando de alguna
manera.

Método del lazo (Link System): Es una adaptación de la anterior. Se utiliza en el


recuerdo de listas, en la cual los ítems se relacionan unos con otros a través de
imágenes conectadas entre sí (es decir, el primer elemento se relaciona con el
segundo, y a su vez éste con el tercero, y así sucesivamente). Así, cuando se recuerda
los primeros dos ítems se recuperan los restantes. En general se ha utilizado con
muestras de personas mayores y se han obtenido resultados muy positivos (West,
1989).

Método de emparejamiento imagen-nombre: Esta estrategia se emplea


exclusivamente para recordar nombres y caras. Se lleva a cabo de la siguiente manera:
Se escoge una característica facial de la personas que queremos asociar con su nombre
(p.e., ojos grandes, nariz pequeña, etc.), Se selecciona una palabra clave con la que se
pueda identificar el nombre; La palabra clave se convierte en una imagen.

Por último, Se forma una representación mental de la cara en la que aparezca el rasgo
saliente con la imagen de la palabra clave encima.

Técnica de los lugares: Consiste en aprender una serie de localizaciones en un orden


concreto, y un conjunto de imágenes visuales de cada uno de ellos. Para facilitar el
recuerdo es necesario que el ítem y la imagen del lugar se relacionen de manera
interactiva. Este método permite recordar, en orden, listas de elementos muy largas.

Sistema peg (Peg System): Primero es necesario aprender una lista de imágenes de
objetos (llamados pegs), éstas están asociadas cada una con un número (por tanto se
memorizan en un orden concreto). Posteriormente se asocia cada una con un
elemento de la lista que hay que recordar. Al igual que en los casos anteriores, para
facilitar el recuerdo se deben formar imágenes en los que ambos elementos se
relacionen de manera interactiva.

Método keyword: Esta estrategia es útil para conectar dos elementos. Es parecido al
método de la imaginación interactiva, la principal diferencia es que en este caso se
trabaja con palabras abstractas. Éstas se transforman en otras más concretas y
posteriormente se crea una imagen interactiva. Es un método muy útil en el
aprendizaje de palabras en otro idioma.
CONCLUSION

Que reconozcamos nuestra ignorancia sobre la naturaleza última de la consciencia,


no implica necesariamente ningún tipo de dualismo, ni abre la puerta al esoterismo o a
conceptos ajenos al debate científico como son el alma o el espíritu. Basta con asumir
que la consciencia es una dimensión o forma de manifestación de la materia de la que
desconocemos sus propiedades y que como tal emerge de la actividad neuroquímica
del cerebro, de acuerdo al emergentismo.

La consciencia es el producto de la interacción entre el tronco encefálico y la corteza


cerebral.

Atribuirle a la actividad consciente un papel causal no es un problema mayor que el


de explicar cómo la actividad neuroquímica del cerebro se transforma en las
experiencias conscientes. Desconocemos cómo ocurre dicho proceso, pero basta que
el proceso se invierta, lo cual no es excepcional en la naturaleza, para que la causalidad
de lo consciente sobre lo neurológico quede explicada.

La atención y las imágenes mentales son parte intrínseca de la consciencia.

La neuropsicología ha encontrado un camino útil menos filosófico para las imágenes


mentales, el de la rehabilitación neurológica.

Falta un modelo de consciencia que incluya su localización (es) y su proceso de


formación. Este modelo podría usar a la neuropsicología para mostrar que parte del
cerebro se activa, sabiendo que la mente o consciencia funciona como un todo; a
partir de ahí, pasar del modelo neurológico al fisiológico al psicológico, social y
espiritual. Una consciencia desde el punto de vista holístico.
BIBLIOGRAFIA

1. Baars, B.J. (1988). A cognitive theory of Consciousness. Cambridge: Cambridge


University Press.

2. Blackmore, S (2005). Conversations on consciousness. New York: Oxford


University Press.

3. Chalmers, D. (1996). The conscious mind: In search of a fundamental theory. New


York: Oxford University Press.

4. Luria, A.R. (1980). Neuropsicología de la memoria. Madrid: Blume.

5. Kolb, Bryan. Neuropsicología Humana. 5ta edición. Madrid, Medica Panamericana.

6. Riviere, A. (1987). El sujeto de la psicología cognitiva. Madrid, Alianza Editorial.

7. Johnson-Laird, P.N. (1983). Mental models. Cambridge, MA, Harvard University


Press

8. Un Estudio Piloto sobre representaciones mentales, imágenes, proposiciones y


modelos mentales respecto al concepto de campo electromagnético en alumnos de
física general. Estudiantes de Post-grado y Físicos Profesionales. Ileana Greca Marco A.
Moreira [[email protected]] Instituto de Física, UFRGS Caixa Postal 15051, Campus
91501-970 Porto Alegre, RS

También podría gustarte