Resumen Capitulos 15 y 16

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Capítulo 15: Métodos de terapia

15.1. La senda al presente: una breve historia de la terapia


El tratamiento de los problemas emocionales o conductuales severos ha sido abordado con
soluciones duras en vez de con una atención humanitaria. Es un patrón visto a lo largo de la
historia de las enfermedades mentales. Con el pasar del tiempo han ido apareciendo
movimientos que buscan que el tratamiento de estas enfermedades sea menos duro.
En el siglo XVIII surgió el terapia moral, gracias a los trabajos de Jean- Baptiste
Pussin y Phillippe Pinel. Creían que el enfermo mental debía ser tratado con compasión y
humanismo, de esta manera podrían volver a ser funcionales en la sociedad. La terapia moral
llevó a que se cambiara el tratamiento de la salud mental en EEUU e Inglaterra. Pussin, al
quedar a cargo de un pabellón de “locos incurables” de un hospital psiquiátrico en París en
1784 desencadenó a los pacientes que se encontraban ahí. Le ordenó al personal que los
tratara con compasión y con respeto. En 1793, Pinel quedó a cargo del pabellón y continúo
trabajando con la filosofía humanitaria de tratamiento de Pussin. Mejoró las condiciones de
vida de los pacientes al sacarlos de calabozos oscuros y llevarlos a habitaciones alumbradas y
ventiladas.
En el siglo XIX, Dorothea Dix, defensora de la terapia moral, trabajó para que se
tratará de manera más gentil a los enfermos mentales en EEUU. En el estado de
Massachusetts, Dix encontró a pacientes encadenados, desnudos y que recibían maltrato
diario. Al visitar otros lugares del país, se dió cuenta que estas situaciones eran las mismas a
lo largo del país.
Se dejó de utilizar la terapia moral en la segunda mitad del siglo XIX cuando se
evidenció que las personas muy enfermas no volvían a la normalidad. Después de esto se dio
un período de apatía hacia los enfermos mentales debido a la falta de una terapia efectiva. La
mayoría de hospitales estatales hacinaba pacientes en pabellones cerrados con candados hasta
la primera mitad del siglo XX.
En la década de 1950 en EEUU se realizó una reforma debido a protestas públicas por
la malas condiciones de los hospitales psiquiátricos. Esto llevó al sistema comunitario de
salud mental. Lo que se quería era una alternativa eficiente para que los pacientes pudieran
evitar una hospitalización prolongada. Eso era lo que ofrecían las clínicas comunitarias.
Además se contaba con la llegada de los fármacos antipsicóticos, los cuales ayudaban a
mantener controlados los síntomas de la esquizofrenia. Todo esto ayudó a que varios
pacientes crónicos pudieran abandonar las instituciones. La política social que promovía este
cambio se llama desinstitucionalización. Gracias a esta política muchos pabellones casi
quedaron vacíos, se abrieron varios centros comunitarios de salud mental, así como
instalaciones para el tratamiento de internos. Hasta la actualidad los centros comunitarios de
salud mental ofrecen muchos servicios. Los hospitales psiquiátricos de la actualidad son
recursos para los pacientes, donde se ofrecen tratamientos estructurados que los ayudaría en
tiempos de crisis.
Se debe tomar en cuenta que en el mejor de los casos la desinstitucionalización tiene
una calificación mixta en cuanto a si cumple el objetivo de reintegrar a los pacientes a la
sociedad. Se critica que los hospitales psiquiátricos de hoy en día admiten a los pacientes una
y otra vez. Además hay personas que nunca han recibido la atención que necesitan, sobre
todo los habitantes de las calles. En EEUU se calcula que 1 de 3 habitantes de la calle sufre
de algún trastorno psicológico severo. Se ha visto que los programas comunitarios más
intensivos obtienen mejores resultados y ayudan a disminuir la población que vive en la calle.
Es mejor pensar en la desinstitucionalización como un trabajo sin concluir que como una
política fallida.

15.2. Tipos de psicoterapia

La psicoterapia es un tipo de tratamiento psicológico que busca ayudar a las personas


a comprender sus problemas emocionales y conductuales con el objetivo de resolverlos. Otro
nombre que tiene es el de terapia hablada, por lo que se encuentra compuesta por sesiones
que se basan en un intercambio verbal entre terapeuta y cliente. Hay muchos tipos diferentes
de psicoterapia. Los tipos más usados se generaron de los principales modelos psicológicos:
psicodinámico, conductual, humanista y cognitivo.
La terapia psicodinámica plantea que los problemas psicológicos tienen su origen en
conflictos inconscientes de la niñez. Se cree que conocerlos y trabajar para resolverlos son
pasos fundamentales para recuperar la salud mental.
El psicoanálisis de Freud plantea que el yo usa mecanismos de defensa, por ejemplo la
represión, cuando los conflictos ocasionados por los impulsos sexuales o agresivos primitivos
amenazaban con pasar al consciente. Los sentimientos de ansiedad de explican cuando los
impulsos amenazan con filtrarse al consciente. En otros casos, la energía del impulso es
canalizada y entonces se manifiesta como un síntoma físico. Estos síntomas tienen un
propósito, el cual es impedir que la persona actúe en consecuencia del impulso. Según Freud
la terapia debía ayudar a las personas a adquirir conocimiento de sus conflictos inconscientes
y tratar de resolverlos. De esta manera la luz consciente del yo alumbraría los más oscuros
alcances del ello. Así el yo no tendría que presentar conductas defensivas ni síntomas
psicológicos quedando el yo libre para perseguir intereses más constructivos. Freud creó
varias técnicas para sacar el inconsciente al consciente, como la asociación libre, el análisis y
la interpretación de los sueños.
La asociación libre consiste en pedirle al cliente que diga lo primero que se le cruce a
la mente, sin importar que sea. Según Freud con el tiempo se descubrirían los afanes y deseos
profundos que reflejan los conflictos subyacentes.
El análisis de los sueños busca comprender el contenido simbólico o latente de los
sueños del cliente. No interesa el contenido manifiesto o abierto. Freud pedía que los clientes
hicieran asociaciones libres con el contenido manifiesto de los sueños para que los condujera
a comprender los significados ocultos de los mismos .
La interpretación es una explicación de las conexiones entre la conducta del cliente y
su expresión verbal y, también, los motivos y conflictos inconscientes. Gracias a la
interpretaciones del analista, el cliente adquiere insight del origen inconsciente del problema.
La resistencia es el bloqueo que se produce cuando la terapia evoca pensamientos y
sentimientos relacionados con la ansiedad. El psicoanalista ve la resistencia como una
estrategia utilizada por el yo para evitar que se conozca material inconsciente. El análisis de
transferencia ayuda al analista a despertar la consciencia del cliente a la forma en la que las
relaciones conflictivas de su vida se interponen en las relaciones presentes. Es importante
entender que se creía que los clientes reviven relaciones conflictivas y problemáticas previas
en el desarrollo de la relación con el analista. Cuando el analista responde a sus clientes de
algún modo que refleja su relación con alguien más, entonces se ha dado una
contratransferencia.
En la actualidad hay terapeutas psicodinámicos que se enfocan menos en los asuntos
sexuales y más en el funcionamiento de adaptación del yo. También se concentran más en la
situación actual del cliente que en su pasado. Además se ha adoptado un formato de terapia
más corto.
La terapia humanista se basa en que los seres humanos gozamos de libre albedrío y
somos capaces de tomar decisiones conscientes para mejorar nuestras existencias. Se enfatiza
en las experiencias subjetivas conscientes del cliente. Además se considera que el cambio
debe hacerse en el presente, en el aquí y el ahora.
La terapia centrada en el cliente se concentra en el self o la persona. Su principal
exponente, Roger, creía que las personas bien adaptadas toman decisiones que son
congruentes con sus necesidades, valores y seres. Los especialistas en este tipo de terapia
utilizan un enfoque no directivo durante la terapia. De esta manera el cliente toma el mando y
establece el tono del proceso terapéutico. El terapeuta debe reflejar de regreso los
sentimientos del cliente para que este pueda autoexplorarse y autoaceptarse. Según Rogers
los terapeutas efectivos poseen tres cualidades que ayudan a generar un entorno de apoyo
emocional. Estas cualidades son: la consideración positiva incondicional (aceptar al cliente
incondicionalmente en su calidad de persona), la empatía (reflejar como espejo las
experiencias y los sentimientos del cliente), la autenticidad (expresar sentimientos auténticos)
La terapia Gestalt tiene un enfoque directo, a veces de confrontación, para facilitar
que los clientes se conecten con sus sentimientos subyacentes. Su creador, Fritz Perls, un
psicoanalista, no estaba contento con la poca atención que el psicoanálisis le prestaba a las
experiencias subjetivas del cliente. Creía que se debía ayudar a los clientes a mezclar las
partes conflictivas de su personalidad para de esta manera formar un todo. Esta terapia insiste
en que los clientes expresen cómo se sienten aquí y ahora. Se utilizan ejercicios de atención
de roles para que los clientes puedan integrar sus sentimientos internos con su experiencia
consciente. También se utiliza la técnica de la silla vacía. Así, los clientes pueden expresar
sus sentimientos y sus necesidades insatisfechas sin el peligro de ser criticados.
La terapia conductual aplica de manera consistente principios de aprendizaje para
ayudar a los clientes a cambiar su conducta para lograr una mejor adaptación. Aborda la
situación presente del cliente. Se plantea que los problemas psicológicos son aprendidos y por
ello, pueden ser desaprendidos. Se concentra en cambiar las conductas problemáticas, por lo
que no es importante explorar los sentimientos. Este tipo de terapia puede durar unos cuantas
semanas o meses. Los terapeutas conductuales utilizan varias técnicas para trabajar las fobias.
Una de ellas es la desensibilización sistemática, la exposición gradual y el modelado.
La exposición gradual es una confrontación a estímulos cada vez más temibles en
situaciones de la vida real. Se avanza al ritmo del cliente por una jerarquía de experiencias de
exposición. De esta manera el cliente aprende a tolerar estímulos o situaciones cada vez más
temibles. A medida que avanza el proceso el miedo se extinguirá por la exposición reiterada a
los estímulos en ausencia de experiencias inquietantes. Primero se enseña al cliente
habilidades para relajarse. Así las puede utilizar durante las pruebas de exposición. Además
se les enseña enunciados tranquilizantes que puede ser de ayuda para confrontar con los
encuentros. La terapia de exposición ayuda a las personas a dejar el miedo a objetos o
situaciones específicas.
La desensibilización sistemática es una forma imaginaria de exposición. Lo primero
que se hace es enseñarle al cliente habilidades para lograr una relajación muscular profunda.
Después se formula una serie ordenada de estímulos que le producen miedo al cliente, esto se
llama jerarquía del temor. A continuación, el terapeuta guía al cliente en la práctica de
relajación profunda y le dice que se imagine que enfrenta el primer estímulo de la jerarquía.
Si el cliente presenta ansiedad, entonces el terapeuta le dice que deje de imaginar el estímulo
y se regresa a la relajación profunda. Una vez la ansiedad haya pasado se vuelve a intentar el
ejercicio. Cuando el cliente logre mantenerse relajado durante el primer estímulo por varias
pruebas, se pasa al siguiente. Se repite este proceso con cada paso de la jerarquía.
El modelado, que es una forma de aprendizaje por observación, se utiliza para ayudar
a las personas a superar sus temores y adquirir conductas de mayor adaptación. Se ha visto
que las personas adquieren conductas deseables con las observan en otros y después las
imitan. Albert Bandura fue el primero en usar el modelado como técnica terapéutica para
tratar fobias.
El condicionamiento negativo se aparean los estímulos asociados con una respuesta
indeseable con estímulos que producen aversión. Lo que se espera es conseguir que estos
estímulos produzcan una respuesta negativa que evite que la persona realice la conducta
indeseable. Esto se utiliza en el tratamiento del alcoholismo con un fármaco que produce
náuseas al oler o tomar una bebida alcohólica.
Los terapetas conductales utilizan los principios operantes del reforzamiento y el
castigo. De esta manera se refuerza la conducta deseable y se debilita la indeseable. Se utiliza
sobre todo con niños con técnicas como el tiempo fuera o la economía de fichas.
La terapia cognitivo-conductual combina técnicas conductuales y técnicas
cognitivas que se enfocan en ayudar a los clientes a identificar y corregir ideas y patrones de
pensamientos erróneos.
Las técnicas de las terapias cognitivas se basan en que las formas distorsionadas o
equivocadas de pensar surgen de problemas emocionales, por ejemplo, la ansiedad y la
depresión. Estas conducen a una conducta de inadaptación. Lo que se busca es reemplazar
estos pensamientos por unos más sanos y racionales. Se plantea que los problemas
emocionales surgen por la forma en la que las personas interpretan los hechos negativos. Es
decir, lo que pensemos sobre los hechos negativos puede acentuar o disminuir el malestar y
afectar la forma en la que se afrontan estos hechos. Son formas de tratamiento breve, pueden
durar meses y no años. Además se le manda a los clientes tareas que deben realizar en casa.
Estas tareas ayudan a identificar y afrontar pensamientos distorsionados cuando se presentan.
También sirven para desarrollar conductas más adaptadas y formas más racionales de pensar.
En la terapia conductual racional emotiva (TCRE), creada por Albert Ellis, el
terapeuta busca enseñar al cliente a reconocer las ideas irracionales y reemplazarlas por
creencias lógicas de automejoría. Según Ellis, las creencias irracionales suelen adoptar la
forma de deberías o tienes que. Además menciona que el deseo de aprobación es
comprensible pero que no es lógico pensar que siempre se recibirá atención de las demás
personas. Plantea que las reacciones emocionales negativas, como la ansiedad y la depresión,
no son el resultado directo de los sucesos activadores o hechos desagradables. Se derivan de
las creencias irracionales que se les adjudican a las experiencias de la vida. Las ideas
irracionales son ilógicas ya que se basan en una evaluación distorsionada de la situación. La
mayoría de personas tienen dificultad para identificar las creencias irracionales. Ellis cree que
los clientes deben enfrentar o discutir sus ideas irracionales. Este tipo de terapia tiene un gran
componente conductual, ya que los terapeutas ayudan a desarrollar conductas interpersonales
más eficaces que reemplazan el comportamiento inadaptado.
La terapia cognitiva de Albert Beck intenta ayudar a los clientes a identificar y
corregir errores de pensamiento y a reemplazarlos con alternativas racionales. Beck llama
distorsiones cognitivas a los errores de pensamiento. Plantea que las personas con depresión
tienen la tendencia de exagerar las consecuencias negativas y a culparse por las decepciones
de la vida, ignorando las circunstancias externas. En este tipo de terapia también se le manda
al cliente tareas para trabajar en casa. Por ejemplo, deben registrar los pensamientos
distorsionados que vienen con sus respuestas emocionales negativas. Además deben practicar
sustituirlas por pensamientos racionales alternativos. Otra tarea que se manda es la de
comprobación de la realidad, la cual se basa en que los clientes deben comprobar sus
creencias negativas para determinar si son válidas. La TCRE y la terapia cognitiva son muy
similares. Las dos tiene como objetivo ayudar a los clientes a reemplazar los pensamientos y
las creencias disfuncionales con otras más racionales y adaptables. La diferencia es que la
TCRE adopta un enfoque más directivo, mientras que la terapia cognitiva adopta una
perspectiva más suave.
Los terapeutas que usan una terapia ecléctica buscan un terreno común entre las
diferentes corrientes y unen los diversos principios y técnicas que representan estos
planteamientos. Los terapeutas eclécticos se han dado cuenta que es muy útil recurrir a varios
puntos de vista. Hay contraposición ya que se cree que las diferencias entre las corrientes son
muy grandes para lograr integrarlas con éxito.
La terapia de grupo junta a varias personas en grupos pequeños para ayudarles a
explorar y resolver sus problemas. Una ventaja que ofrece este tipo de terapia es que al tratar
a varias personas al mismo tiempo, es menos costosa. Además puede ser muy útil para
aquellos que tienen problemas interpersonales como la soledad, la poca autoestima o la
timidez. Se presenta un “toma y da” que ayuda a mejorar las habilidades sociales de un
miembro del grupo. Los terapeautas del grupo buscan crear una ambiente que genere
confianza y autoexploración. Es importante que la información que revelen los miembros del
grupo sea totalmente confidencial. También el terapeuta debe procurar que los miembros se
relacionen de forma solidaria y no destructiva. Se debe impedir que un solo miembro
monopolice el tiempo o domine al grupo. El buen terapeuta brida a cada miembro la atención
que necesita.
En la terapia familiar es la familia y, no el individuo, la unidad de tratamiento.
Ayuda a las familias conflictivas a aprender a comunicarse mejor y de esta manera resolver
sus diferencias. La unidad familiar se ve como un sistema social complejo en donde todos los
individuos desempeñan ciertos roles. Es común que la familia señale a un solo miembro
como el que genera los problemas. Los terapeutas familiares puntualizan que las dificultades
de este individuo son un síntoma de problemas más grandes en la familia. Esto implica una
descomposición del sistema mismo y no de la persona en sí. Se busca que las familias
disfuncionales cambien la forma de interactuar y de relacionarse entre ellos para que de esta
manera acepten y apoyen las necesidades y las diferencias de los demás.
La terapia de pareja se centra en la pareja como unidad del tratamiento. Busca crear
relaciones más sanas ya que ayuda que la pareja aprenda habilidades eficaces para la
comunicación y la resolución de problemas. El terapeuta quiere ayudar a abrir canales de
comunicación entre la pareja e incitarlos a compartir sus sentimientos y necesidades
personales para evitar que se descalifiquen entre ellos.
Es comprobado que la psicoterapia funciona, sin embargo aún hay preguntas sobre si
algunas formas de terapia son más eficaces que otras. Un meta-análisis realizado por Smith,
Glass y Miller (1980) que se basó en un análisis de más de 400 estudios controlados,
comparó los tipos particulares de terapias. Entre ellos psicodinámica, conductual,
humanística, entre otros con grupos control. Se encontró que la persona promedio que había
recibido psicoterapia conseguía mejores resultados que el 80% que se encontraba en las listas
de espera. En general, otros meta-análisis han demostrado la eficacia de formas particulares
de terapia como la de pareja, la familiar, la de grupo y cognitivo-conductual. Es importante
mencionar que en ocasiones la psicoterapia puede producir resultados negativos, como por
ejemplo que empeoren los síntomas.
Establecer que en general la psicoterapia es eficaz no es decir que todos los estilos lo
son. Los investigadores no han encontrado mucha diferencia en los beneficios que producen
las principales formas de terapia, cuando se las comparan entre sí o con grupos control. Sin
embargo, la evidencia apunta hacia la eficacia de formas particulares de terapia para tratar
trastornos o problemas psicológicos específicos. Por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual
ha mostrado buenos resultados para tratar varios tipos de trastornos de ansiedad, la depresión
y la bulimia. La terapia psicodinámica en sus formas contemporáneas han presentado ser
útiles para el tratamiento de la depresión, trastorno de personalidad limítrofe y la bulimia. La
terapia humanista es útil para desarrollar un sentido más cohesivo de sí mismo.
Los rasgos comunes entre las distintas técnicas se llaman factores no específicos ya
que no se limitan a un sólo método. Uno de ellos es la alianza terapéutica que es el apego
que el cliente siente por el terapeuta y la terapia. Mientras mayor calidad de esta alianza, más
probable que se alcance buenos resultados en la terapia. Otro de estos factores es la
posibilidad de lograr una mejoría. Si el cliente tiene una expectativa positiva acerca del
efecto de la terapia podría ser una profecía autocumplidora, pues el cliente se esfuerza más
para resolver sus problemas. Estas expectativas positivas se denominan efecto placebo. Lo
más probable es que los beneficios de la psicoterapia se deban a una combinación de factores
específicos, por ejemplo las técnicas particulares empleadas, como factores no específicos.
Se han visto diferencias según los grupos étnicos y raciales. Por ejemplo, con un
cliente afroamericanos, los terapeutas tiene que tomar en cuenta toda la historia de
discriminación que han sufrido. Puede ser posible que este factor sea la causa de que este
grupo haya desarrollado desconfianza hacia los caucásicos. Por ello pueden ser reacios a
revelar información personal en terapia, sobre todo al principio. Otro ejemplo es el de las
culturas asiáticas donde se dicta que se guarden los sentimientos para unos mismo. Así que
para estos clientes puede ser complicado expresar sus emociones. Los terapeutas que tienen
sensibilidad cultural también deben conocer y respetar las costumbres, culturas y valores de
las personas que tratan. Es decir, deben adaptar el enfoque de los tratamientos a las realidades
sociales y culturales de sus clientes. Se debe ser consciente de los sesgos culturales.

15. 3. Terapias biomédicas


Generalmente el tratamiento biomédico incluyen el uso de medicamentos
psicotrópicos y se han visto grandes avances en los últimos años. Se debe tomar en cuenta
que los medicamentos tienen limitaciones, como por ejemplo los efectos secundarios
indeseables. Otras formas de tratamiento biomédico incluyen la terapia electroconvulsiva
(TEC) y la psicocirugía.
Los medicamentos psicotrópicos sirven para aliviar los síntomas de trastornos
psicológicos. Se debe tomar en cuenta que ayudan a controlar los síntomas pero no los curan.
Estos medicamentos operan sobre los neurotransmisores y regulan los estados de ánimo y los
procesos de pensamiento. Los medicamentos ansiolíticos sirven para calmar la ansiedad,
inducir la tranquilidad y disminuir la tensión muscular. Por lo general actúan sobre el ácido
gama-aminobutírico (GABA). Este neurotransmisor es inhibitorio ya que inhibe el flujo de
impulsos nerviosos e impide que las neuronas de cerebro se exciten demasiado a sus vecinas.
Algunos de los más usados son el diazepam (valium), chloridazepoxide (librium) y el
alprazolam (xanax).
Los antidepresivos incrementan los niveles de los neurotransmisores norepinefrina y
serotonina en el cerebro. Se dividen en tres: los tricíclicos, los inhibidores de
monoaminooxidasa (IMAO) y los inhibidores selectivos de reabsorción de serotonina
(ISRS). Los tricíclicos elevan los niveles de norepinefrina y serotonina en el cerebro cuando
interfieren con el proceso de reabsorción. Los principales son: imipramina (Tofranil) y la
amitriptilina (Elavi). Los inhibidores MAO (IMAO) inhiben la acción de la enzima
monoaminooxidadsa que normalmente degrada estos neurotransmisores en la sinapsis. Los
ISRS tienen efectos más específicos en el incremento de los niveles de serotonina en el
cerebro al inhibir su reabsorción. Estos son más usados ya que normalmente producen efectos
secundarios más leves y son menos peligrosos en casos de sobredosis que los tricíclicos.
Los antidepresivos también se utilizan para tratar otros trastornos como la bulimia y
los trastornos de ansiedad. Esto se debe a que los neurotransmisores, sobre todo la serotonina,
tienen una función en la regulación de los estados emocionales. La serotonina también tiene
efectos sobre el apetito, por ello el Zoloft se utiliza para la bulimia. Ayuda a reducir los
episodios de atracones de comida asociados a este trastorno.
Los antipsicóticos son medicamentos de alto alcance que se utilizan para el
tratamiento de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Los primeros fármacos de este
tipo fueron las fenotiacinas. Se introdujeron en 1950 y permitieron controlar los síntomas más
complicados del trastorno, como las alucinaciones y los delirios. Las fenotiacinas y una
nueva generación de medicamentos antipsicóticos bloquean la acción de la dopamina en los
puntos receptores en el cerebro. Aunque no se conocen las causas de la esquizofrenia pero los
investigadores creen que las alteraciones en los canales neurales que utilizan dopamina son la
causa del trastorno. Una nueva generación de antipsicóticos, como por ejemplo la clozapina,
la risperidona, entre otros, son tan efectivos como las fenotiacinas y han reemplazado en gran
medida a los anteriores fármacos ya que producen menos efectos secundarios. Sin embargo,
hay preocupación por otros efectos secundarios como problemas metabólicos potencialmente
graves.
Los estabilizadores del ánimo ayudan a estabilizar la volubilidad de los estados de
ánimo en el trastorno bipolar, por ejemplo. Ciertos medicamentos estimulantes como el
metilfenidato y la pemolina se utilizan con frecuencia para mejorar los lapsos de atención y
disminuir la conducta disruptiva de niños hiperactivos. Estos medicamentos funcionan por
que al parecer incrementan la actividad de la dopamina en los lóbulos frontales del córtex
cerebral, que son las partes del cerebro que regulan la atención y controlan la conducta
impulsiva.
Es importante conocer que los medicamentos terapéuticos proporcionan cierto alivio a
los síntomas problemáticos pero no ofrecen una cura. No todos los pacientes responden de la
misma manera y las recaídas son comunes cuando los pacientes dejan de tomarlos. Las
recaídas también se pueden presentar en pacientes que siguen ingiriendo la medicación. Lo
que pasa es que los medicamentos no le enseñan a la persona nuevas habilidades para
enfrentar problemas en el futuro. Además pueden generar molestos efectos secundarios como
por ejemplo somnolencia, sequedad de boca y problemas con la respuesta sexual, rigidez,
tremor muscular. Pueden llegar a tener efectos peligrosos para la salud, como por ejemplo
mayor riesgo de la conducta suicida en jóvenes que toman antidepresivos. Algunos
medicamentos pueden generar dependencia física y psicológica, un ejemplo es el Valium que
es un ansiolítico. En el caso de sobredosis puede ser muy peligroso, llegando a ser letal.
También si se mezcla con alcohol y otras drogas. Los antidepresivos producen alivio total de
los síntomas en aproximadamente una tercera parte o menos de los pacientes y sus efectos
son solo un poco más fuerte que los placebos. Es importante conocer que cuando la terapia
cognitiva está en manos de terapuetas experimentados es tan efectiva como los antidepresivos
para tratar la depresión moderada y severa. Además la terapia cognitiva está relacionada con
bajo porcentaje de recaídas después del tratamiento. La persona que concluye una terapia
cognitiva aprende habilidades que después puede aplicar para manejar sus emociones. Se
debe tomar en cuenta que algunos pacientes que presentan trastornos de ansiedad o una
depresión mayor responden mejor a una terapia que combine la parte psicológica y los
medicamentos.
La terapia electroconvulsiva (TEC) es una descarga eléctrica aplicada a la cabeza.
Es lo bastante fuerte como para provocar convulsiones similares a las de un ataque de
epilepsia de gran mal. Con frecuencia produce un gran alivio de la depresión severa y puede
salvar la vida de pacientes suicidas. El paciente es anestesiado para que no sienta dolor y se le
dan relajantes musculares para evitar lesiones a consecuencia de las contracciones
convulsivas. Generalmente consta de una serie de entre 6 a 12 aplicaciones en un lapso de
varias semanas. Se utiliza casi exclusivamente para tratar la depresión aguda, sobre todo los
casos que no responden a otros tratamientos. No se conoce como funciona. Probablemente
ayuda a regular los niveles de neurotransmisores en los circuitos del cerebro que controlan el
estado de ánimo. Aun así tiene alto porcentaje de recaídas.
La psicocirugía es un procedimiento quirúrgico del cerebro que tiene por objeto
alterarlo para controlar una conducta violenta o desviada. En el pasado la forma más común
era la lobotomía prefrontal. En ella los canales nerviosos entre el lóbulo frontal y los centros
del cerebro inferior son seccionados para controlar el comportamiento violento o agresivo del
paciente. Sin embargo, presenta grandes complicaciones, incluso la muerte, y por ello fue
descartada. La introducción de los fármacos psiquiátricos ofreció una alternativa menos
radical para controlar los síntomas conductuales. En los años recientes se han aplicado
técnicas más sofisticadas de psicocirugía, entre ellas alteraciones quirúrgicas que se limitan a
áreas más pequeñas del cerebro. Se aplican en raras ocasiones y sólo como tratamiento de
último recurso.

Capítulo 16: Psicología social

16.1. Cómo percibimos a los otros

Para estudiar la psicología social es importante concentrarse en el modo en el que se


percibe el mundo social, que está compuesto por las personas que se encuentran alrededor y
con las que existe interacción. La percepción social es el proceso mediante se forma la
concepción del entorno social en base a la observación de los otros, experiencias personales e
información recibida.
La formación de impresiones es un proceso que lleva a la formación de una opinión
o impresión de otra persona. Se lo hace con mucha rapidez. Suelen ser duraderas y difíciles
de modificar. Afecta la manera en la que se dan las relaciones con las personas que son objeto
de tales impresiones. Generalmente se tiene impresiones favorables de las personas que se
encuentran dispuestas a revelar información personal de sí mismas. Aun así cuando se revela
mucha información personal demasiado rápido lleva a que se genere una impresión negativa.
Esto se debe a que las personas que hacen esto son percibidas como menos seguras, menos
maduras y peor adaptadas que aquellas que no lo hacen. Es importante mencionar que las
diferencias culturales también juegan un papel para dictar que se considera aceptable que se
revele.
Una impresión puede ser considerada un esquema social. Estos se definen como una
imagen o representación mental que se usa para comprender el entorno social. De esta
manera se filtra la información sobre los otros. Al parecer, el hecho de que las impresiones
sean duraderas se basa en el hecho de que filtramos nueva información acerca de las personas
con impresiones anteriores o esquemas sociales que se han formado sobre ellas.
Los estereotipos son ideas de las características, los atributos y las conductas que se
generalizan a todos los miembros de un grupo o una categoría particular. Los estereotipos
influyen en las primeras impresiones. Pueden incluir atributos positivos o negativos. Los
estereotipos que maneja una persona sobre otros grupos sociales suelen ser más negativos que
los que se tienen del propio grupo. Según los psicólogos sociales estereotipar a las personas
es una tendencia cognitiva norma, pues simplifica el proceso de hacer juicios sociales.
Permiten utilizar más eficientemente la información que hay almacenada sobre los otros
grupos. Así se evita invertir recursos cognitivos para evaluar a cada miembro de los grupos
que se conocen.
Los estereotipos fundados en etnia, raza, orientación sexual, peso corporal, género
edad, etc llevan a inferir otra información sobre las personas. Estas inferencias podrían
resultar falsas una vez se conoce mejor a la persona. Algunos estereotipos pueden ser verdad
y otros no, pero se debe tomar en cuenta que son conceptos exagerados que se generalizan
demasiado. Los estereotipos no toman en cuenta las diferencias individuales. Cuando un
estereotipo se forma es muy difícil cambiarlo, a pesar de que se cuente con información que
muestra su falsedad. Los estereotipos perjudican las relaciones de grupo y se pueden usar
para justificar inequidades sociales.
Una vez se ha formado una impresión inicial sobre otra persona, puede que afecte la
actitud de la persona que formó la impresión de modo que ésta se refleje. Se convierte en una
profecía autocumplida. Por ejemplo, un hombre tiene una mala impresión de una mujer,
cuando interactúa con ella lo hace de forma cortante. Por ello la mujer contesta de la misma
manera. Esto genera que el hombre confirme su mala impresión de la mujer.
Una atribución es una explicación personal de las causas de la conducta o los hechos
que se observan. Tendemos a explicar los hechos atribuyéndolos a causas de una disposición
o de la situación. Las causas de disposición son los factores internos o rasgos internos, las
necesidades o las elecciones personales del individuo. Las causas situacionales son los
factores externos o del entorno, o sea, las presiones o las exigencias que se le imponen al
individuo. Los psicólogos sociales han identificado algunos sesgos cognitivos que afectan las
atribuciones. Algunos son: error fundamental de atribución y sesgo de autocomplacencia.
El error fundamental de atribución describe la tendencia a atribuir la conducta a
causas internas, a rasgos como la inteligencia o la pereza, sin considerar las influencias de la
situación que repercuten en las personas. Esto lo planteó el psicólogo Fritz Heider.
El sesgo actor-observador describe la tendencia a atribuir las causas de las propias
conductas a factores externos, como las exigencias de la situación, pero se atribuye la
conducta de los otros a causas internas o disposiciones. Según Heider este efecto se da por la
diferencia de perspectiva.
El sesgo de autocomplacencia describe cuando la persona acepta el mérito de sus
éxitos pero considera que sus fracasos se deben a otros factores externos. Este sesgo ayuda a
reforzar la autoestima.
La actitud es una evaluación o juicio de opinión sobre la aceptación o el rechazo de
una persona, objeto o tema social. Incluyen tres elementos: las cogniciones (conjuntos de
creencias), las emociones (sentimientos de lo que gusta o disgusta) y las conductas
(inclinación a actuar de forma positiva o negativa). La importancia que se le ponga a las
actitudes se encuentra en función de la importancia que tengan para nosotros. Se ha visto que
mientras más veces se manifieste una actitud particular, más importante se volverá para
nosotros.
Las actitudes vienen de varias fuentes en el entorno social, por ejemplo de los padres,
profesores, compañeros, experiencias personales y medios de comunicación. Hay evidencia
que sugiere que tiene una contribución genética. Estudios en gemelos criados por separado
han mostrado que estas personas comparten una gran cantidad de actitudes frente a una serie
de cuestiones que no pueden ser explicadas por una influencia común del entorno. Es posible
que la herencia actúe de forma indirecta en razón de factores como el temperamento, la
inteligencia o los rasgos de personalidad. Aun así, la evidencia muestra que los factores
hereditarios son menos importantes que la influencia del entorno.
Puede que las actitudes no se conviertan en conducta. La falta de consistencia refleja
una gran cantidad de factores, en especial las limitaciones de la situación. Por lo tanto,
dependiendo de las situaciones puede que las actitudes si se encuentren ligadas a la
conductas.
El modelo de probabilidad de elaboración (MPE) es uno de los principales
modelos de cambio de actitudes. Según el modelo es más probable que las personas evalúen
detenidamente un mensaje persuasivo cuando su estado de motivación es alto y cuando
cuentan con las habilidades o el conocimiento que se precisan para evaluar la información.
Cuando la probabilidad de una evaluación es alta, el cambio de actitud se registra por el
procesamiento de la información por vía de una ruta central que permite a la persona evaluar
con detenimiento el contenido del mensaje. Cuando la probabilidad de elaboración es escasa,
el cambio de actitud se registra por el procesamiento cognitivo por una ruta periférica, que
permite a las personas concentrarse en indicios que no guardan relación medular con el
contenido del mensaje.
Hay varias variables que influyen en la persuasión. Las variables de la fuente son las
características del comunicador que presenta el mensaje. Los comunicadores son más
persuasivos si la gente los percibe como creíbles, atractivos y similares al receptor en
sentidos centrales. Las variables del mensaje son varias. Primero presentar dos perspectivas
de un argumento suele ser más eficaz que sólo presentar una, siempre y cuando el
comunicador refute lo opuesto. Segundo, los mensajes que son contrarios a los intereses
percibidos del comunicador suelen ser captados como algo más creíble. Tercero, cuanto más
frecuente sea la exposición al mensaje, mayor será la probabilidad de que se lo evalúe de
forma más favorable. Sin embargo, cuando se repite más de un límite, las personas son
invadidas por el tedio y la irritabilidad y la aceptación del mensaje baja. Las variables del
receptor se refiere al hecho de que hay personas que son más fáciles de convencer que otras.
Esto se debe a varios factores, como la inteligencia. Además es más probable que las
personas reciban los mensajes persuasivos cuando se encuentran en un ánimo positivo que
cuando es negativo.

16. 2. Cómo nos relacionamos con otros

Las formas en las que los seres humanos se relacionan en interacciones positivas o
negativas. Por ejemplo, la solidaridad, el amor y la atracción son interacciones positivas. Las
interacciones negativas son la agresión, conducta prejuiciada, entre otras.
La atracción describe los sentimientos de agrado por otros, también los pensamientos
positivos acerca de ellos y la inclinación de actuar positivamente hacia ellos. Los psicólogos
sociales usan este término en un sentido amplio que incluye otros tipos de atracción como los
sentimientos de cariño que se pueden tener hacia un amigo.
Los factores claves que influyen en la atracción son la similitud, el atractivo físico, la
reciprocidad y la proximidad. La similitud hace referencia al hecho de que las personas se
sienten atraídas por personas con las que comparten valores y actitudes semejantes. Las
personas tienden a elegir una pareja con la que comparten actitudes, posturas religiosas y
valores. Esto no garantiza que la relación funcione. Se requiere que exista cierto terreno
común para anclar una relación pero para que ésta tenga éxito se requiere de compromiso y la
adaptación para mantenerla. Se ha visto que las actitudes de las parejas de novios se va
alineando con el paso del tiempo. Según investigaciones, se ha visto que las personas buscan
una pareja que tenga los Cinco Grandes rasgos de personalidad similares a ellos, pero que
sean mejor partido.
La evidencia demuestra que el principio determinante de la atracción inicial es el
atractivo físico. Los hombres suelen otorgar más importancia al atractivo físico de sus
posibles parejas que las mujeres. En el caso de relaciones sexuales casuales, tanto hombres
como mujeres suelen conceder un valor extra al atractivo físico de sus posibles parejas. La
apariencia física afecta la manera en las que las personas se perciben mutuamente. Se tiende a
juzgar que las personas atractivas poseen más habilidades sociales y son más inteligentes,
adaptadas psicológicamente y populares. Varias investigaciones han demostrado que las
personas suelen coincidir sobre quién es atractivo y quién no lo es. Los rostros simétricos y
un cutis terso son percibidos universalmente como rostros más atractivos. Aun así, se deben
tomar en cuenta las diferencias culturales. Estas diferencias determinan qué rasgos se valoran
como atractivos. La hipótesis del emparejamiento predice que las personas buscarán parejas
que tengan un atractivo físico similar al suyo.
La proximidad incrementa la posibilidad de interactuar con otros y de esta manera
conocerlos mejor. Así se establecen bases para que se desarrollen sentimientos de atracción.
Se debe tomar en cuenta que la proximidad también puede incrementar la atracción negativa
o el desagrado.
La reciprocidad hace referencia a que se demuestra agrado a aquellas personas que
corresponden con el mismo agrado. Las interacciones recíprocas se van creando unas sobre
otras y desembocan en sentimientos de afecto.
La ayuda es una forma de conducta prosocial, o que beneficia a otros. Detrás de la
conducta de ayuda hay dos clases de motivos según Daniel Batson. Una clase de ayuda se
debe a motivos altruistas. Es decir, deseo puro y desinteresado de ayudar a otros sin esperar
nada a cambio. La otra clase tiene base en motivos egoístas, como el deseo de ayudar a
alguien para quedar bien frente a otros o para evitar sentimientos de culpa por no ayudar.
Según Batson, la ayuda con motivos altruistas es el resultado de que la persona que brinda la
ayuda se siente identificada con la dificultad por la que pasa la víctima. Algunos psicólogos
sociales creen que la ayuda por altruismo puro no existe ya que plantean que todas las formas
de ayuda benefician en cierta manera a la persona que la brinda.
Según Bibb Latané y John Darley explican que la intervención del espectador
como un proceso de decisión que se descompone en cinco decisiones. Primero, la persona
debe decidir si existe una necesidad de ayuda. Segundo, si la situación es urgente. Tercero, si
asume la responsabilidad personal de brindar la ayuda. Cuarto, qué clase de ayuda brindará.
Quinto, cómo pondrá en práctica este curso de acción.
Se han identificado algunos factores que influyen en la disposición de las personas
para ayudar. Una es la ambigüedad situacional. Es menos probable que una persona brinde
ayuda en una situación ambigua que en una situación de evidente urgencia. Además es menos
probable que ayude en un entorno desconocido que en uno conocido. El costo percibido se
refiere a que es más probable que alguien ayude si el costo que percibe es pequeño. La
difusión de responsabilidad hace referencia a que cuando hay varias personas se difunde el
sentimiento de responsabilidad individual. Las personas creen que alguien más actuará,
entonces nadie actúa. La similitud hace referencia al hecho de que una persona está más
dispuesta a ayudar a otras si las perciben como parecidas a aquellas con las que comparten
orígenes y creencias. Las personas se encuentran más dispuestas a ayudar a parientes que a
personas que no son parte de su familia. La empatía influye en la ayuda altruista. Si la
persona siente empatía por la que necesita ayuda, entonces lo más probable es que la ayude.
Los rasgos faciales también tiene peso, pues es más probable que las personas que tienen
cara de niño que las que poseen rasgos faciales más maduros. Otro factor que influye es el
estado de ánimo y el género. Las personas tienden a ayudar más cuando se encuentran de
buen humor. Además es más probable que los extraños ayuden a mujeres que a hombres. Es
más probable que las personas ayuden a personas que son víctimas inocentes que a personas
que piensan que han provocado sus problemas. Este es el factor de atribuciones de la causa
de necesidad. Las normas sociales dictan las conductas que se esperan de las personas en
situaciones sociales.
El prejuicio es una actitud preconcebida, generalmente, negativa y que se adopta sin
pensar con sentido crítico ni evaluar los hechos. La mayoría de los prejuicios reflejan sesgos
negativos contra otros grupos o categorías por su raza, etnia, clase social, género, edad,
posición social, ocupación o discapacidad. Aun así, algunas veces los prejuicios pueden ser
sesgos positivos, por ejemplo cuando asumimos que alguien de nuestro propio grupo es
buena. El prejuicio incluye elementos cognitivos, emocionales y conductuales. El elemento
cognitivo consiste en una serie de creencias o estereotipos sesgados que una persona aplica a
otros grupos. En cuanto, al elemento emocional se compone de los sentimientos de rechazo
que una persona siente contra los miembros de un grupo que le desagrada. El elemento
conductual se refiere a la tendencia que tiene una persona a discriminar a esas personas. La
discriminación es el trato injusto o sesgado que se aplica a las personas por pertenecer a un
grupo. Lo que la gente dice acerca de sus actitudes raciales no siempre es congruente con la
forma en que se responde a los indicios raciales.
Se ha observado que los prejuicios y la discriminación se incrementan en tiempos de
inquietud social y de mayor competencia entre los grupos. Esto explica por qué los actos de
odio racial aumentan durante una desaceleración de la economía.
Los prejuicios son como una ramificación de los estereotipos negativos de otros
grupos. Los niños comienzan a aprender actitudes negativas hacia otros grupos cuando son
imitan las actitudes que vieron en sus padres, profesores y compañeros. También pueden ser
adquiridos por experiencia directa, al experimentar un evento negativo que involucre a
alguien de otro grupo. Se puede generar la creencia estereotipadas de que todas las personas
de ese grupo son iguales. La universalidad de los prejuicios sugiere que manifestamos una
tendencia cognitiva básica a dividir el entorno social en dos categorías generales: personas
que pertenecen a los mismos grupos nosotros y aquellas que no son miembros de ellos. Los
psicólogos sociales se refieren a ellos como grupos propios y grupos ajenos.
Los prejuicios se presentan por un pensamiento sesgado que atribuye más
características negativas a los miembros de grupos ajenos y más rasgos positivos a los
integrantes de los propios grupos. Esto se conoce como: negativismo extragrupal y
favoritismo intragrupal.
La homogeneidad extragrupal es la tendencia a percibir que todos los miembros de
otros grupos son homogéneos mientras que los propios grupos son diferentes. Una
explicación es que al conocer más personas de los propios grupos que de los grupos ajenos
que se puede recordar más fácilmente las diferencias que hay entre las personas del propio
grupo.
Las experiencias de aprendizaje tienen un importante papel en el desarrollo de los
prejuicios. Un niño que tenga padres con pocos prejuicios tenderá a desarrollar menos
prejuicios. Además las personas poco prejuiciosas tienden a tener un estilo cognitivo
diferente. Se fijan más en las similitudes que en las diferencias entre las personas. También
poseen un marco cognitivo llamado orientación universalista. La presencia de la
personalidad autoritaria puede contribuir al desarrollo de prejuicios. Esta expresión
describe un conjunto de rasgos de personalidad que incluye la rigidez y preocupación
excesiva por la obediencia y el respeto a la autoridad.
En 1954, Gordon Allport formuló la hipótesis de contacto como un modelo para
reducir los prejuicios. Propuso que la manera de reducir los prejuicios y la tensión entre
grupos era reunirlos. De esta manera los grupos tienen un contacto estrecho. Se debe tomar
en cuenta que en algunas condiciones este contacto puede llegar a incrementar las actitudes
negativas ya que provoca que las diferencias sean más evidentes. Allport planteó que son
necesarias cuatro condiciones para que el contacto entre grupos tenga el efecto que se desea.
Es decir, atenuar los prejuicios y la tensión entre ellos. La primera es el apoyo social e
institucional. Se refiere a que se debe ver con claridad que las personas que ocupan puestos
de autoridad respalden el esfuerzo por acercar los grupos. El potencial para conocerse mejor
hace referencia a que debe existir la posibilidad de que los miembros de los diferentes grupos
se conozcan unos a otros. De esta manera es más probable que se encuentre un terreno en
común. La igualdad de estatus se refiere a que cuando existe la posibilidad de que los
miembros de diferentes grupos se reúnan en igualdad de condiciones las creencias
prejuiciosas se ven desmentidas. Por último, la cooperación entre los grupos plantea que si
los grupos trabajan para alcanzar una meta común, se va a disminuir el sesgo intergrupal.
Esto se debe a que acerca más a miembros de los diferentes grupos. La empatía es la
capacidad de adoptar la perspectiva de otros y comprender lo que sientes. Esta capacidad es
un camino para disminuir los prejuicios.
La exposición al racismo y a la discriminación tiene efectos dañinos para la salud
psicológica y física de los grupos estereotipados. Esto puede producir un fenómeno llamado
amenaza del estereotipo que es cuando una persona de un grupo estereotipado siente que
debe “estar en guardia”. Además los miembros de estos grupos pueden llegar a interiorizar
los estereotipos negativos, llevándolos a sentirse inferiores. Esta exposición también tiene
efectos negativos en la salud física. Puede causar elevación de la tensión arterial, problemas
cardiovasculares, entre otros.
Algunos teóricos plantean que la agresión tiene una base instintiva en los humanos y
en otras especies. Según Lorenz, la agresión es una respuesta de adaptación que incrementa
la posibilidad de sobrevivir. Los teóricos contemporáneos creen que la agresión humana es
muy compleja como para que pueda ser explicada por un simple instinto. Las teorías de
instinto no toman en cuenta la función del aprendizaje y la cultura en la configuración de la
conducta. La violencia puede ser poco común en algunas cultura mientras que dentro de otras
es bastante frecuente. La agresión humana no puede ser explicada por una sola causa.
La genética y otras influencias biológicas parecen tener una función en la agresión
humana. Un ejemplo es que las anormalidades de los circuitos del cerebro que regulan las
emociones negativas pueden contribuir a la conducta agresiva. Además la serotonina juega un
papel en el control de la conducta impulsiva, ya que frena los arranques impulsivos. La
testosterona es la hormona sexual masculina y se encuentra ligada a la conducta agresiva en
hombres y mujeres. A mayor niveles de testosterona mayor es la probabilidad de mostrar una
conducta agresiva y violenta. Los hombres poseen niveles más altos de esta hormona que las
mujeres y se ha visto que los hombres tienden a ser más agresivos que las mujeres.
Según Albert Bandura, un teórico cognitivo-conductual, subraya la importancia del
aprendizaje por observación en la conducta agresiva. Menciona que los niños aprenden a
imitar la conducta agresiva que ven en casa, en la escuela y en los medios. El reforzamiento
también influye en el aprendizaje de la conducta agresiva. Si a un niño se lo felicita o premia
por mostrar este tipo de conducta, es más probable que repitan dicha conducta.
Es bien sabido que ciertas emociones negativas como la frustración y la ira pueden
desencadenar la agresión. La frustración es un estado emocional negativo que se produce
cuando los esfuerzos para alcanzar una meta se ven truncados o bloqueados. La ira es una
emoción negativa que puede producir que algunos individuos respondan de manera agresiva.
Es más probable que una persona con pensamiento iracundos reaccione de forma agresiva
que una persona con pensamiento tranquilos.
Los psicólogos ambientales han observado que la conducta agresiva aumenta cuando
se incrementa la temperatura. Según una explicación de la teoría social-cognitiva las
temperaturas muy cálidas pueden despertar la agresión porque provocan pensamientos y
sentimientos de ira y hostilidad. Esto incrementa la disposición a responder de forma agresiva
a las provocaciones sociales.

16.3. Cómo influye el grupo en la conducta del individuo

La identidad personal forma parte de la composición psicológica que permite que el


persona se distinga como individuo único. La identidad social se refiere a lo que piensa la
persona como miembro de distintos grupos, como por ejemplo la familia, religiosos,
nacionales y sociales. Según los psicólogos sociales los seres humanos presentamos una
necesidad fundamental de pertenecer a grupos. Es decir, una necesidad de pertenencia. La
identidad social suele ser una parte más prominente de la identidad psicológica de las
personas que pertenecen a culturas colectivistas.
La conformidad es la expectativa de los otros de que el individuo va a conformar su
conducta a los parámetros o las normas sociales imperantes. Cabe señalar que las personas no
sólo se conforman con las normas sociales generales, sino también con las del grupo o de los
compañeros. El psicólogo Solomon Asch (1956) quería estudiar la independencia. Pensaba
que si a los participantes del estudio afrontaban un juicio de opinión unánime del grupo, el
cual era que el participante estaba evidentemente equivocado, el participante se aferraría a su
posición y resistiría conformarse con el grupo. Sin embargo, Asch estaba equivocado. Tres de
cada cuatro estudiantes universitarios que participaron en el estudio cedieron ante la presión
de conformarse con el grupo. Esto ocurrió también cuando el grupo daba una respuesta
incorrecta. Según investigaciones posteriores existen tres razones por las que esto ocurre.
Primero es que las personas presuponen que la mayoría debe estar en lo cierto. Segundo, a las
personas les preocupa tanto ser aceptadas por el grupo que no les importa si sus juicios de
opinión son correctos o no. Tercero, piensan que es más fácil seguir la corriente del grupo
que disentir. Es importante conocer que hay ciertas personas que son más susceptibles a las
presiones para consentir que otras. Por un estrecho margen, es más probable que las mujeres
se conformen con el grupo que los hombres. También las personas con poca autoestima, que
son tímidas en sociedad y que tienen un firme deseo de agradar tienden a conformarse más
con el grupo. Cierta medida de conformidad ayuda a los grupos a funcionar de forma
armoniosa.
La condescendencia es el proceso de acceder a las peticiones o a las exigencias de
otros. La autoridad es un factor que influye en la condescendencia. Otro factor es la
validación social, que se refiere a la tendencia de emplear a los actos de los otros como
parámetro o norma social para juzgar si la propia conducta es correcta. El deseo de
consistencia también determina la condescendencia en gran medida.
La técnica del pie en la puerta es cuando la persona primero pide un pequeño favor
que le será, con seguridad concedido. Una vez que obtiene la condescendencia inicial, la
persona solicita un favor más grande. Es más probable que las personas que aceptan pequeñas
peticiones también admitan la mayores, esto se explica por el deseo de consistencia.
La técnica de tentación y camino se da cuando un vendedor anuncia mercancía a un
precio sumamente bajo. Cuando las personas llegan a comprar la mercancía se dan cuenta de
que es de calidad inferior, que ya no hay o que los pedidos tardarán mucho tiempo. En ese
momento el vendedor les ofrece una mercancía con precio más alto. Los posibles
compradores que mostraron interés inicial por la mercancía barata estarán más dispuestos a
comprar la más cara.
La técnica de bola baja consiste en que un vendedor de automóviles, por ejemplo,
ofrece un precio muy bueno pero a los pocos minutos retira la oferta diciendo que su gerente
no se lo permitió. El vendedor continúa ofreciendo un precio más alto diciendo que es el
mejor que puede ofrecer. El hecho de haberse comprometido con aceptar la primera oferta,
aumenta las posibilidad de que se comprometa a la segunda.
La técnica de la puerta en la cara es cuando se presenta una petición muy alta que
es rechazada de entrada. La persona que hace la petición ofrece una alternativa menor, que en
realidad es lo que persona quería desde el principio. Esta petición más pequeña tiene más
probabilidad de ser aceptada después del absoluto rechazo de la más grande. Se explica por la
reciprocidad.
Uno de los psicólogos que ha estudiado la obediencia es Stanley Milgram. Realizó
un estudio para saber si las personas comunes y corrientes acatarían las órdenes inmorales
dadas por un experimentador. Los participantes de los estudios de Milgram eran personas
entre los 20 y 50 años. Se les informaba, al llegar al laboratorio, que serían parte de un
experimento para medir los efectos del castigo en el aprendizaje. Ellos harían el papel del
“profesor”. Se les presentaba a una persona que hacía de “aprendiz”, después el aprendiz se
sentaba en una sala y el profesor en otra adyacente. En la sala había una máquina para aplicar
descargas eléctricas, iba desde descarga ligera hasta peligro: descarga grave. El profesor tenía
la instrucción de que después de cada respuesta incorrecta se debía aplicar una descarga
eléctrica. La descarga iba aumentando de voltios con cada respuesta incorrecta. Los
aprendices eran aliados en el experimento. Se quería medir la disposición del profesor a
infligir dolor a otra persona cuando recibía instrucciones de hacerlo. Casi todos los profesores
se mostraron visiblemente alterados cuando recibían la orden de elevar el nivel de la descarga
a un nivel peligroso. Al ver la indecisión el experimentador decía que el experimento debía
continuar. Los resultados mostraron que si bien la mayoría de los participantes se negaban en
un principio a obedecer, con el tiempo cedían ante las presiones del experimentador para que
prosiguieran con las descargas. El 65% siguió con las descargas hasta aplicar las de más alto
voltaje. Si se colocaba al aprendiz y al profesor en la misma sala, la obediencia disminuía.
Aun así el 40% obedeció.
La legitimación de la autoridad explica la conducta de los participantes en los
estudios de Milgram. Desde la infancia se enseña a obedecer a las figuras de autoridad. Otra
explicación es la de validación social. Los participantes no contaban con información para
saber lo que otras personas harían en una situación similar. Sólo contaban para la
comparación social con el ejemplo del experimentador.
La facilitación social es la tendencia de las personas a trabajar mejor o más árduo
cuando están en presencia de otros que cuando se encuentran a solas. La presencia de otros
puede ser un desafío o hasta una amenaza. Sin embargo, la presencia de otros no siempre
mejora el desempeño. Según Robert Zajonc la presencia de otros mejora el desempeño de
respuestas dominantes. En el caso de tareas complejas la presencia de otros tiende a afectar el
desempeño.
La pereza social hace referencia a la tendencia de las personas a esforzarse menos
cuando trabajan como miembros de un grupo que cuando lo hacen a solas. La pereza social
subyacente es la tendencia de las personas a no realizar demasiado esfuerzo individual
cuando se espera que otros miembros del equipo realicen el trabajo.
La despersonalización es el sentimiento de que se ha perdido la autoconciencia
cuando se está envuelto en acciones de una multitud. Puede llegar a ser destructiva cuando
desata las inhibiciones que restringen la conducta desviada o destructiva y conduce a la
conducta de masas. Los grupos movidos por el odio capitalizan la despersonalización. Es un
resultado de varios factores, entre ellos el anonimato, la desviación de la atención que se
aleja de los pensamientos y las normas personales y se dirige a los actores del grupo y la
conformidad de la propia conducta con las normas sociales del grupo o de la multitud. La
representación de roles es una característica importante de la despersonalización. En un
experimento realizado por Zimbardo que simulaba el entorno de una cárcel, los estudiantes
llevaron sus roles (celador o reos) mucho más lejos de lo que esperaban los investigadores.
La polarización de grupo es la tendencia de los miembros de un grupo a adoptar
posturas que son más extremas pero en el mismo tenor que las originales. Dependiendo de la
orientación original del grupo, la adopción de posturas extremas pueden llevar a acciones
riesgosas debido al fenómeno de riesgo-cambio. La polarización de grupo se puede explicar
por la validación social, ya que los grupos se encuentran compuestos por personas que tiene
posturas similares. Otra explicación es la de las influencias normativas que es que los grupos
definen cuál será el peso adecuado que deba tener una actitud.
El pensamiento de grupo propuesto por Irving Janis es la tendencia de los
miembros de un grupo a estar tan preocupados por llegar a un consenso que pierden la
capacidad para evaluar con sentido crítico el problema que tienen enfrente. Es como una
especie de visión de túnel ya que la perspectiva del grupo queda limitada a un solo punto de
vista. Janis planteaba que era más probable que se presente en pensamiento de grupo cuando:
los miembros están muy apegados al grupo, una amenaza externa está presente y un líder
terco se encuentra dirigiendo el grupo.

16.4. La psicología va al trabajo

La satisfacción laboral se refiere a la medida en la que los trabajadores contemplan


sentimiento positivos de sus empleos. Hay factores que están directamente relacionados al
trabajo que influyen en la satisfacción laboral, al igual que factores que tienen que ver con los
rasgos de personalidad. Al parecer también depende de qué tanto se ciñe el estilo de
atribución a la cantidad de control que las personas ejercen sobre su trabajo. La satisfacción
laboral está ligada a tasas más bajas de absentismo, menos rotación de empleados y menos
intenciones de éstos de abandonar sus empleos actuales.
En la actualidad es más común el trabajo a distancia lo cual permite que los
trabajadores tengan mayor control de su entorno laboral y se encuentra ligado a mayor
satisfacción laboral, mejor desempeño y tasas más bajas de rotación de trabajadores.
La cultura organizacional es el sistema de valores y las normas compartidas que
existen al interior de la organización.

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