Comentario Ghersi Las Leñas
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1. Introducción
En una correcta aplicación de la obligación de seguridad la sentencia de la Cámara
Comercial, Sala C, con el voto del Dr. Monti, no da la posibilidad de desarrollar este tema
trascendente en el derecho de daños. (1)
El hecho es que la actora ingresa a un complejo turístico (año 2000) en el que sufrió un
accidente (caída en una canaleta tapada por la nieve y sin información de prevención o
advertencia) a consecuencia de los cuales sufrió daños.
La actora debe probar el "hecho generador", "la relación de causalidad" y "el daño" siendo
automático el factor de "atribución objetivo": vía art. 1113 del Cód. Civil o la obligación
tácita de seguridad (art. 1198 del Cód. Civil), quedando en cabeza del demandado, la prueba
de un eximente; culpa de la víctima; de un tercero por el cual no deba responder o un caso
fortuito.
2. La obligación tácita de indemnidad, garantía o seguridad en el ámbito contractual
Las relaciones contractuales (civiles, comerciales — de estructura de negociación
individual o paritaria o de adhesión— y de consumo) distribuyen riesgos previsibles, como
proyecto futuro para el desarrollo de la relación en el tiempo de su ejecución (cumplimiento o
incumplimiento) e incluso para tiempos poscumplimiento (o post contractuales como
denomina otra parte de la doctrina) y ello está dentro del análisis económico-jurídico de las
posibilidades del acaecer. (2)
Las conductas de las partes en los contratos debe desarrollarse conforme a "estándares
objetivos de comportamientos o pautas de razonabilidad" (se ha generalizado la tendencia a la
objetivación) sea éste de las "empresas" (con mayor rigor y profesionalidad) o en las personas
físicas jurídica (ámbito del trabajo, consumo, etc. conforme a cada rol y función de
asignación)
Los contratantes mutuamente (especialmente las empresas) se deben "paralelamente" a las
obligaciones contractuales (asumidas o asignadas por la legislación conforme a la
especificidad de cada tipología contractual) la "obligación tácita de seguridad" que la
jurisprudencia ha derivado del art. 1198 del Cód. Civil, más específicamente del principio de
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buena fe. (3)
Esta obligación tácita de seguridad o indemnidad tiende a reparar daños derivados de
consecuencias indirectas de las relaciones contractuales, derivada del principio constitucional
de "no dañar a otro".
Se ha discutido si su factor de atribución es subjetivo u objetivo, siempre nos hemos
inclinado a que debe ser objetivo, discusión que hoy se encuentra resuelta a partir del art. 5 de
la Ley 24.240 (factor de atribución objetivo) (Adla, LIII-D, 4125).
En consecuencia el hecho del accidente — de la sentencia— perfectamente fecunda la
obligación tácita de seguridad, de atribución objetiva y estará en el demandado la prueba de
su eximente.
3. El art. 1113 del Cód. Civil. Los riesgos y el factor de atribución objetivo
Si consideramos la posibilidad de que el accidente es atrapado por el art. 1113 del Cód.
Civil — riesgo de la cosa o de la actividad turística— , la actora se encuentra en la misma
situación que lo expuesto precedentemente prueba: del hecho, el daño y la relación de
causalidad; y la demandada debe probar alguno de los eximentes expuestos en la misma
norma.
4. Conclusión: todos los caminos conducen a Roma
Así en ambas situaciones, actor y demandado deben desarrollar la misma actividad
probatoria – procesal y el factor de atribución es objetivo. Así lo ha establecido la
jurisprudencia:
"Debe responsabilizarse al accionado por las lesiones que sufrió una persona dentro de sus
instalaciones, pues la concurrencia de la víctima a sus dependencias — las que comprenden
la playa de estacionamiento o parada de taxis o remises— pone a cargo de la empresa
demandada una obligación o deber de seguridad del cliente, asimilable o idéntico al que recae
sobre el organizador de un espectáculo respecto de los espectadores, luego de que hayan
ingresado desde la vía pública y hasta que hubieran salido a esa misma vía."(4)
¨Habiéndose acreditado que la actora se cayó dentro de las instalaciones del demandado,
no puede ponerse a cargo de aquélla la prueba para eximir al accionado de la responsabilidad
que se le endilga conforme al deber de seguridad, la cual consistiría en la demostración de su
propia culpa o en la existencia de un hecho fortuito. (5) CNCiv., Sala G, 18-7-2006, Capuya,
Raquel S. c. Casino de Buenos Aires S.A. y otros, LA LEY, 2006-F, 226, fallo núm. 110.903.
"Si de una cosa riesgosa o peligrosa emerge un daño, el responsable es el dueño o
guardián (art. 1113 del C. C.), quien puede eximirse si la relación de causalidad entre la cosa
y el daño se hubiese fracturado por algún hecho o culpa de la víctima o de un tercero por el
cual no deba responder."(6)
5. La ley del consumidor: el Código Civil de la postmodernidad. La unificación de los
ámbitos contractual y extracontractual
Desde la sanción de la Ley 24.240 hemos sostenido que esta nueva legislación contenía al
menos dos planos para analizar: el sistema de preferencias para el consumidor (mejorado
luego por las Leyes 24.999 y 26.361) (Adla, LVIII-C, 2929; LXVIII-B, 1295) y lo atinente al
"contenido" de principios generales del derecho (más amplios que los de la contratación),
pues consagraba los avances jurisprudenciales.
Aludiremos sólo a los relacionados con la sentencia: la obligación de seguridad y el
régimen de responsabilidad.
5.1. La obligación de seguridad
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El art. 5 de la ley 24.240: Protección al consumidor. Las cosas y los servicios debe ser
suministrados o prestados en forma tal que, utilizándolos en condiciones previsibles o
normales de usos, no presenten peligro alguno para la salud física de los consumidores o
usuarios.
Es obvio que esta norma rige para las relaciones de consumo (art. 42 C.N. y art. 1 de la ley
26.361)
"Es responsable la empresa que lucra con el alquiler de canchas de fútbol, conforme al
deber de seguridad o garantía que impone el art. 5 ley 24.240, por el accidente sufrido por un
usuario que golpeó su cabeza contra la columna próxima al lugar de juego, la cual no es
propiedad de la empresa. Existe un contrato de prestación de servicios incluido en los arts. 1
y 2 ley 24.240 entre la empresa que lucra con el alquiler de canchas de fútbol y la víctima que
haciendo uso de la cancha golpea su cabeza contra una columna próxima a la misma."(7)
También es obvio que — después de la sanción de la ley citada— el contenido de la
obligación tácita de seguridad, para todos los contratos — civiles, comerciales,
administrativos— es el del art. 5 de la citada ley, no por aplicación específica, sino por
describir el contenido de un principio general del derecho (art. 16 del Cód. Civil).
"Las actividades desarrolladas en el tratamiento de los datos de carácter personal deben
ser consideradas riesgosas, desplazando el factor de atribución al campo de la responsabilidad
objetiva. En el marco de la responsabilidad contractual, quienes tratan datos de carácter
personal asumen un deber de garantía y una obligación de seguridad expresa o implícita."(8)
"El derecho a la seguridad previsto en el art. 42 de la Constitución Nacional, referido a la
relación de consumo, abarca no sólo a los contratos, sino a los actos unilaterales como la
oferta a sujetos indeterminados — en el caso, formulada por los organizadores de un partido
de fútbol— , por lo que la seguridad debe ser garantizada en el período precontractual y en
las situaciones de riesgo creadas por los comportamientos unilaterales, respecto de sujetos no
contratantes. Observaciones: El fallo contiene votos en disidencia."(9)
5.2. El factor de atribución y la unificación de los ámbitos contractual y extracontractual
El art. 4° de la Ley 24.240 establece: Responsabilidad. Si el daño al consumidor resulta
del vicio o riesgo de la cosa o de la prestación del servicio, responderán el productor, el
fabricante, el importador, el distribuidor, el proveedor, el vendedor, y quien haya puesto su
marca en la cosa o servicio. El transportista responderá por los daños ocasionados a la cosa
con motivo o en ocasión del servicio. La responsabilidad es solidaria, sin perjuicio de la
acciones de repetición que correspondan. Sólo se liberará total o parcialmente quien
demuestre que la causa del daño le es ajena.
Las relaciones de consumo (ar. 1 de la Ley 26.361 y art. 42 C. N.), es decir, no sólo los
contratantes, sino también terceros (en la contratación) por que se encuentren "expuestos a
una relación de consumo", se encuentran protegidos frente a una situación de daño por esta
norma que "unifica los ámbitos", mantiene al igual que el art. 1113 del C. C. y la aplicación
jurisprudencial de la obligación tácita contractual (art. 1198 del C. C.) y el art. 5 de la Ley
24.240: el factor objetivo de responsabilidad y la extensión solidaria de la misma, con
fundamento en el hecho económico (10) y la complejidad de la causalidad.
En conclusión salvo los contratos interempresariales (excluidos los de PyMES que a
nuestro entender y algunas Salas de la Cámara Comercial — especialmente con el voto de la
Dra. Miguez— ) y los paritarios entre personas jurídicas físicas (es decir igual poder de
negociación) todos los contratos se subsumen en las relaciones de consumo, que en definitiva
es el Código Civil de la postmodernidad (sin equivocarnos el 90% de las relaciones jurídicas:
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bancos; seguros; medicinas privada y prepagas; servicios de empresas privadas y del Estado,
etc.).
"De conformidad con la ubicación que ocupa, el artículo 13 se refiere a la responsabilidad
de todos aquellos que intervienen en la cadena de comercialización de cosas muebles no
consumibles, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 11; esta responsabilidad in solidum,
prevista para un caso específico, es extendida por el artículo 40 a todas las relaciones
contractuales referentes a actos de consumo y uso. En efecto, dispone el artículo 40 que si el
daño al consumidor resulta del vicio o riesgo de la cosa o de la prestación del servicio
responderán el productor, el fabricante, el importador, el distribuidor, el proveedor, el
vendedor, y quien haya puesto su marca en la cosa o servicio. El transportista responderá por
los daños ocasionados a la cosa con motivo o en ocasión del servicio. La responsabilidad es
solidaria (en realidad, in solidum), sin perjuicio de las acciones de repetición que
correspondan. Sólo se liberará total o parcialmente quien demuestre que la causa del daño le
ha sido ajena (art. 40, Ley 24240, mod. por Ley 24999)."(11)
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s/daños y perjuicios
(11) CC0001 LZ 63986 RSD-27-8 S 21-2-2008, Juez Basile (SD), Mercurio, Cosme
Gregorio c. Organización Sur Automotores SA s/sustitución y daños.
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