Reflexión 2
Reflexión 2
Reflexión 2
Lo que más me moviliza del texto de Carina Rattero “Ser maestro ¿vale la
pena?” es el sentimiento que puede apreciarse detrás de sus palabras al hablar
de docentes, de alumnos y de otorgarle valor y valía al hecho de educar.
Rescato ideas puntuales que fueron para mí disparadores que me permitieron
reflexiones acerca de la educación:
- educamos a pesar de los pasares y pesares cotidianos
- ¿Podría dejar de enseñar?
- La difícil tarea es sostener cada día la elección de ser educadora
- Enseñar es establecer un vínculo con el otro
- ¿Cómo recibo y doy lugar a la alteridad que el otro me impone?
- Enseñar es estar atento al gesto del otro, es prestar atención a su
vulnerabilidad
- El docente debe estar situado donde surge la pregunta, habilitar la
palabra y ofrecer un desafío al pensamiento
- El docente pone palabras donde hay sólo acto.
- No obturar la exploración de los alumnos
- El docente debe estar atento al momento de tener que renunciar a su
alumno, saber retirarse a tiempo.
- ¿Cómo me relaciono con lo que enseño?
Guardo para el final uno de los aspectos que me pareció sumamente
importante: ¿CÓMO SE LA JUEGA UN MAESTRO?... ENSEÑANDO,
asumiendo la responsabilidad de ser cuidadores y pasadores de la cultura.
Carina Rattero expresa: “Un maestro es un inventor de mundos, un guardián de
lo imposible. Me gusta pensarlo, como aquel que puede habitar la pregunta por
el futuro sabiendo que el movimiento de la vida desencadena lo inesperado y
hace lo imposible, lo improbable. Ejercer como maestro nos ofrece esta
posibilidad, la de habitar la pregunta por el futuro sosteniendo una ilusión. Esa
misma ilusión que da consistencia al tiempo venidero o al amor, la que
construye gesto a gesto, sin pedir garantías cuando correspondemos una
mirada, o extendemos la mano hacia el otro” Como docentes comprometidos,
siempre mirando más lejos y apostando a las utopías, a lo que todavía nuestros
alumnos no logran, pero creyendo en ellos, y esperando; siempre esperando
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