Monición
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MONICIÓN DE ENTRADA
En su Palabra, hoy Dios nos sigue llamando para que seamos como Juan Bautista,
señales que hablen al mundo de la venida del Señor. La consigna que más
escuchamos es "preparad el camino al Señor". Y se nos dice que preparar el camino
supone rellenar, rebajar y enderezar.
PRIMERA LECTURA
Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se
abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria
del Señor, y la verán todos los hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.»
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de
Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su
salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su
brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.»
Palabra de Dios
SALMO
SEGUNDA LECTURA
En esta lectura, tomada de la segunda carta de San Pedro, el Apóstol nos invita a
que esperemos pacientemente la venida final del Señor, viviendo nuestra vida
consagrada a Dios. Escuchemos.
No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que
ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie
perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón.
Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán
abrasados, y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a
desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y
apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el
fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del
Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por
tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que
Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables. Palabra de Dios
EVANGELIO
Leemos hoy el inicio del evangelio de San Marcos. Dios mismo preparó los caminos
al Mesías suscitando a Juan el Bautista para que predicara el bautismo de
conversión y anunciara la llegada del Salvador. Nos ponemos de pie para escuchar
el Santo Evangelio.
1. Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y diáconos para que a ejemplo de
Juan Bautista nos ayuden a preparar el camino de salvación. Roguemos al
Señor.
2. Para que, con la eficacia del Espíritu Santo, la Iglesia siga anunciando el
Evangelio y la conversión de los corazones. Roguemos al Señor.
4. Para que los más necesitados, especialmente los que no tienen techo,
reciban el auxilio necesario. Roguemos al Señor.
5. Para que esta comunidad lleve a la práctica la Palabra de hoy, dando signos
de una sincera conversión. Roguemos al Señor.
6. Por todos los jóvenes, para que sigan respondiendo con docilidad al llamado
de Dios, y en especial por aquellos que han encontrado a Dios a través del
Sacramento de Confirmación. Roguemos al Señor.
COMUNIÓN