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Monición

Este documento presenta el mensaje del segundo domingo de Adviento. Resume las lecturas bíblicas del día, que instan a los creyentes a preparar el camino para la venida del Señor enderezando sus caminos y viviendo piadosamente. También describe las oraciones y ritos de la misa, incluyendo la presentación de ofrendas y la recepción de la comunión, para celebrar dignamente la preparación para la Navidad.
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Este documento presenta el mensaje del segundo domingo de Adviento. Resume las lecturas bíblicas del día, que instan a los creyentes a preparar el camino para la venida del Señor enderezando sus caminos y viviendo piadosamente. También describe las oraciones y ritos de la misa, incluyendo la presentación de ofrendas y la recepción de la comunión, para celebrar dignamente la preparación para la Navidad.
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Segundo domingo de Adviento

Monición
MONICIÓN DE ENTRADA

Queridos hermanos, hoy celebramos el segundo domingo del Tiempo de Adviento,


en nuestra preparación para el Nacimiento de Jesús. Bienvenidos a esta Santa
Eucaristía.

En su Palabra, hoy Dios nos sigue llamando para que seamos como Juan Bautista,
señales que hablen al mundo de la venida del Señor. La consigna que más
escuchamos es "preparad el camino al Señor". Y se nos dice que preparar el camino
supone rellenar, rebajar y enderezar.

Enderecemos nuestros caminos y preparemos nuestro corazón para celebrar


dignamente esta misa. De pie, cantamos.

PRIMERA LECTURA

En este segundo domingo continuamos viviendo el Adviento en clave de


“preparación”. La creación entera se prepara para la venida del Señor. El profeta
Isaías, de parte de Dios, consuela a su pueblo, que está sufriendo la gran
catástrofe del destierro en tierra extranjera, y le asegura que Dios ha perdonado
sus pecados y está preparando ya la vuelta de todos a la patria; pero les pide que
enderecen sus caminos. Escuchemos

Lectura del libro de Isaías (40,1-5.9-11):

«Consolad, consolad a mi pueblo, –dice vuestro Dios–; hablad al corazón de


Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues
de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.»

Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se
abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria
del Señor, y la verán todos los hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.»
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de
Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su
salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su
brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.»
Palabra de Dios

SALMO

R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación

Voy a escuchar lo que dice el Señor:


Segundo domingo de Adviento

«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»


La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,


la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará la lluvia,


y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R/.

SEGUNDA LECTURA

En esta lectura, tomada de la segunda carta de San Pedro, el Apóstol nos invita a
que esperemos pacientemente la venida final del Señor, viviendo nuestra vida
consagrada a Dios. Escuchemos.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (3,8-14):

No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que
ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie
perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón.
Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán
abrasados, y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a
desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y
apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el
fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del
Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por
tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que
Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables. Palabra de Dios

EVANGELIO

Leemos hoy el inicio del evangelio de San Marcos. Dios mismo preparó los caminos
al Mesías suscitando a Juan el Bautista para que predicara el bautismo de
conversión y anunciara la llegada del Salvador. Nos ponemos de pie para escuchar
el Santo Evangelio.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,1-8):


Segundo domingo de Adviento

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta


Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una
voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."»

Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para


que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén,
confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel
de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y
miel silvestre.

Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco


agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os
bautizará con Espíritu Santo.» Palabra del Señor

ORACIÓN DE LOS FIELES

Responderemos a cada petición: "Ven Señor a Salvarnos."

1. Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y diáconos para que a ejemplo de
Juan Bautista nos ayuden a preparar el camino de salvación. Roguemos al
Señor.
2. Para que, con la eficacia del Espíritu Santo, la Iglesia siga anunciando el
Evangelio y la conversión de los corazones. Roguemos al Señor.

3. Para que quienes tienen el poder de gobernar, ejerzan su gobierno como un


servicio, con humildad, sin soberbia. Roguemos al Señor.

4. Para que los más necesitados, especialmente los que no tienen techo,
reciban el auxilio necesario. Roguemos al Señor.

5. Para que esta comunidad lleve a la práctica la Palabra de hoy, dando signos
de una sincera conversión. Roguemos al Señor.

6. Por todos los jóvenes, para que sigan respondiendo con docilidad al llamado
de Dios, y en especial por aquellos que han encontrado a Dios a través del
Sacramento de Confirmación. Roguemos al Señor.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS

Presentemos al Señor el Pan y el Vino, pero más ofrezcámosle nuestro compromiso


de enderezar nuestros caminos para vivir una Navidad en gracia de Dios.

COMUNIÓN

Si hemos preparado el camino al Señor, para que entre a nuestro corazón, es el


momento de acercarnos a recibirle en la Santa Comunión.

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