Guason
Guason
Guason
brecha entre ricos y pobres. Esta ves en esta película se muestra desde los que sufren y
Arthur Fleck sufre de una enfermedad psiquiátrica, tuvo una infancia difícil con una
madre con serios problemas mentales y un padrastro que abusaba de él, y teniendo
en cuenta de que las ayudas sociales son mínimas e insuficientes para el grado de
enfermedad mental en el que se encuentra, cuando los recortes le dejan sin ningún
tipo de ayuda, su locura llega al máximo hasta convertirle en un peligro tanto para sí
mismo como para la seguridad ciudadana. Lo que si creo que Joker refleja muy bien es
cómo una sociedad hostil causa un profundo sufrimiento individual, Quiere reir, pero
esa alegría forzada que intenta sacar de su psique no tiene continuidad emocional y, a
realmente es: una profunda desesperanza. Así somos los seres humanos, más frágiles y
riqueza, la disminución de los apoyos estatales y la desintegración del tejido social y con él
la pérdida de una parte importante de la solidaridad humana, por mencionar sólo los puntos
más visibles, y las consecuencias que lo anterior conlleva. Los problemas que se puede
identificar en la película son la pobreza, corrupción, el desempleo, la violencia, crimen,
enfermedad (psiquiátrica).
Pobreza, La pobreza es uno de los problemas sociales que preocupa a la mayoría de los países,
quienes han elaborado medidas que buscan superar esta situación. “Se considera que la mitad de
la población mundial se encuentra en condiciones de pobreza.” (Luengas & Robres, 2007, pág. 26)
La pobreza de una ciudad como Gotham hace que el Ayuntamiento decida aplicar los recortes en
los Servicios Sociales, provocando así que el programa en el que participa el protagonista
En la historia de Arthur Fleck hay una persona que resulta fundamental para su vida,
garantiza que él tenga acceso a los medicamentos que necesita para sentirse bien.
todas las personas que cada día acuden a una oficina de trabajo social, que son muchas y
Pero en el caso del trabajo social, la intención es mitigar los efectos devastadores de la
pagando a quienes hacían ese trabajo. Estás dos palabras son clave: salario y trabajo.
Los trabajadores sociales se convierten en mano de obra, mercancía que adquiere el Estado,
mitigar los efectos de la crisis que produce la contradicción capital-trabajo. Esto es, calmar
la angustia y molestia del pueblo, para evitar una situación de descontrol social que pueda
atizar una rebelión o estallido social. Y también generar las condiciones mínimas de
¿Por qué no decimos que son profesionales que van a ofrecer bienestar social, como lo
plantean hoy en día las universidades? Porque no hay forma de ofrecer bienestar social a
toda la población a menos que haya un cambio radical en las formas de organización social
para la producción. En términos llanos, no podemos pensar en bienestar social para toda la
población mientras exista la explotación del hombre por el hombre, porque mientras ésta
sea la fórmula habrá ricos y pobres, los primeros muy ricos y los segundos muy pobres.
Claro que entender esto supone un estudio riguroso de las condiciones económicas y
Entonces, al ser así la cuestión, los trabajadores sociales aparecen como una necesidad para
el Estado, para el poder constituido, para mantener el orden y el control, desde una acción
menos coercitiva que la que cumplen otros profesionales al servicio del Estado. En este
sentido, debo decir que no es el espíritu que reina en quienes estudian para formarse en esta
diariamente sin ver resultados reales que nos indiquen que hemos servido a la vida de la
película “guason ” es tan exacta a lo que pasa con estos profesionales en esos espacios
de ejercicio práctico, que no podía dejar de escribir estás líneas y usar esa experiencia
como ejemplo de las limitaciones profesionales y de lo patético que resulta cuando no hay
Los servicios sociales dependen del gasto social de los estados, que en momentos de crisis
son los primeros en sufrir recortes. En este sentido, las limitaciones económicas para
aparecen las frases elocuentes: “Deberíamos hacer esto, pero ahora no podemos por falta de
presupuesto”; “Yo quisiera ofrecerle esto pero no hay”; “Hay cosas que quisiera hacer pero
no puedo”, o tal como lo dijo la encargada de servicios sociales de la película «The Joker»:
«No les importa una mierda la gente como tú, Arthur. Y en realidad tampoco les importa
La labor de los trabajadores sociales se muestra como un hecho contradictorio, en tanto son
funcionarios del Estado que reconocen que el sistema es el que produce los males que les
toca atender. Su trabajo es un paliativo que no atiende a la raíz del problema, sino a las
consecuencias, generando una especie de ciclo que desgasta a la gente, porque siempre
dependerá del apoyo que puedan recibir del Estado. Pero como profesionales no asumen
Queda claro en la película que es el sistema capitalista el que produce una suerte de
de Alan Moore llamado “La broma asesina” (1988), el Joker dice: “Basta con un mal día
para que el hombre -o mujer- más cuerdo del mundo enloquezca. A esa diferencia está el
mundo de mí. A un mal día”. También expresa: “En un mundo irracional y arbitrario como
éste, solo queda una alternativa: volverse loco”… Y, recordando estas frases, no puedo
dejar de pensar en una noticia de este enero tan convulso, en la que un adolescente asesina a
un sacerdote y, ante la pregunta de por qué lo hizo, este indica que el cura le había
sexuales con él. Como ésta hay tantas historias dolorosas y asqueantes que demuestran lo
gente.
Y, ante toda esta realidad, cuál papel juega Debra Kane ante Artur o cuál papel jugará el
profesional del trabajo social que le toque atender al adolescente de Táchira, que no sea
aceptar que la profesión forma parte del engranaje del sistema. Distinto fuera si encontrara
como alternativa que su acción profesional vaya dirigida a crear la conciencia en el pueblo
sociales. Y mientras lo logramos, educar a la gente para que sea consciente de que no es su
Hago esta reflexión porque estoy convencida de que aquella idea de la reconceptuación de
los años 60 y 70 fue valiosa y necesaria, antes y en los tiempos que corren. Decía Ander-
Egg que “la supervivencia del Servicio Social dependerá de su capacidad para contribuir en
la construcción de una sociedad más humana” (1970). Y sería necesario renovar para
sobrevivir porque de lo contrario sería una profesión que no le aporta nada a la gente, que
siempre estará en minusvalía, que no tendrá recursos, en que la queja será cotidiana y el
agotamiento y frustración de los profesionales también. José Paulo Netto indicaba que el
trabajo social era “una práctica empirista, reiterativa, paliativa y burocratizada (…) buscaba
enfrentar las incidencias psico-sociales de la cuestión social (…), siempre teniendo como
presupuesto el orden capitalista de la vida social como un hecho fáctico ineliminable”, esto
es algo así como decirle a la gente: “Usted es pobre y debe asumirlo, porque no hay forma
de que sea distinto”. O engañar a la gente diciéndole que se le darán las estrategias y
que hacen que una persona nazca en pobreza y en la mayoría de los casos no logré salir de
caos del Estado y del sistema. Debemos más bien sembrar la esperanza de que en el pueblo
está la única alternativa para transformar el estado de cosas actual. Es la invitación que
hago a los futuros trabajadores sociales y a los ya egresados: encontrar en la educación
En Joker, la trabajadora social es presentada como una parte más del sistema corrupto de
una ciudad sucia, plagada de ratas gigantes, llena de basura y con altas tasas de desempleo;
esta trabajadora social estereotipada y de rictus inhumano, escurre el bulto ante un Arthur
Fleck que se pregunta si la gente de esa ciudad ficticia en descomposición llamada Gotham
está cada vez mas loca, insinuando que no solo es él el que se siente mal, sino que podría
haber causas estructurales de una locura colectiva que parece asolar a una población que
sufre y ejerce violencia. En lugar de concederle a Arthur una explicación estructural de sus
invadiendo su intimidad al exigirle que le muestre su diario personal. En fin, horrible cliché
del Trabajo Social, una vez más. Huelga decir que en España los trabajadores sociales
hacemos un Trabajo Social humanista de calidad y que nos gustaría otro tipo de proyección
demostrado que la mayor parte de delitos violentos son cometidos por personas sin
trastorno mental. Quizás lo único bueno de lo que puede inferirse alguna crítica positiva es
que muestra que las únicas soluciones al trastorno mental en una ciudad distópica como
quedando la impresión, una vez más en el cine, de que las personas con trastorno mental
son o pueden ser violentas, ahondando en el falso y dañino estigma social que recae
sobre ellas
Lo que si creo que Joker refleja muy bien es cómo una sociedad hostil causa un profundo
sufrimiento individual, cuya máxima expresión artística en el film es una especie de risa
paradójica simboliza el terrible esfuerzo personal que intenta realizar Arthur Fleck por ser
feliz. Quiere reir, pero esa alegría forzada que intenta sacar de su psique no tiene
transforma en llanto y en lo que realmente es: una profunda desesperanza. Así somos
los seres humanos, más frágiles y vulnerables de lo que nos gustaría reconocer y,
Algo más inquietante resulta ver cómo el personaje de Arthur Fleck se empodera y sale
de su victimización a través del ejercicio de una violencia vengativa y justiciera que tiene
una excelente acogida y aceptación social por el hartazgo de la opresión sistémica que
existe sobre la población y que culmina con disturbios callejeros y con la insinuación de
una revolución social. Sería un triste destino que tuviéramos que volvernos destructivos
como única forma de empoderarnos. Otra razón más para evitar que nuestras
gustado. Nada más lejos de la realidad. No sé si le sobra violencia porque sin ella no hay
drama, pero desde luego no era necesario mostrarla de forma tan explícita. O sí, para dejar
de empatizar con lo que finalmente se convierte el Joker: un ser humano cruel que solo
desea remunerar al prójimo con el daño que durante toda su vida él ha recibido de una
y que estos le aclamen, consiguiendo, así, lo que tanto tanto deseaba: el amor y la
En nuestros tiempos, los medios y la política nos atormentan con visiones insanas de cómo
finalmente se enojan, luego deshumanizan a sus oponentes y por último traman planes para
derribar lo que existe solo por el gusto de hacerlo. Ese «qué» podría ser el comercio
de los ricos, una raza degenerada, la frustración de un hombre con su ausencia de poder
efectivo.
Sin embargo, hay circunstancias de la vida que lo conducen cada vez más hasta el punto en
que pierde el amor por la vida tal como es. Él pierde la esperanza y abraza completamente
la desesperación como una forma de pensar y vivir. Y luego hace el mal y descubre algo
Algo más inquietante resulta ver cómo el personaje de Arthur Fleck se empodera y sale
de su victimización a través del ejercicio de una violencia vengativa y justiciera que tiene
una excelente acogida y aceptación social por el hartazgo de la opresión sistémica que
existe sobre la población y que culmina con disturbios callejeros y con la insinuación de
una revolución social. Sería un triste destino que tuviéramos que volvernos destructivos
como única forma de empoderarnos. Otra razón más para evitar que nuestras