Ultimo Trabajo de Ablandamiento de Agua 3
Ultimo Trabajo de Ablandamiento de Agua 3
Ultimo Trabajo de Ablandamiento de Agua 3
El agua pese a ser el compuesto más abundante de la naturaleza, en contra de lo que pudiera
parecer, diversos factores limitan su disponibilidad para el uso humano. El uso de los recursos
naturales provoca un efecto sobre los ecosistemas de donde se extraen y en los ecosistemas en
donde se utilizan. El caso del agua es uno de los ejemplos más claros: un mayor suministro de agua
significa una mayor carga de aguas residuales. Si se entiende por desarrollo sostenible aquel que
permita compatibilizar el uso de los recursos con la conservación de los ecosistemas. Hay que
considerar también que el hombre influye sobre el ciclo del agua de dos formas distintas, bien
directamente mediante extracción de las mismas y posterior vertido de aguas contaminadas como
o bien indirectamente alterando la vegetación y la calidad de las aguas. El contenido de agua del
planeta se estima en 1.300 trillones de litros. La mayor parte, un 97,23 %, la almacenan los
océanos y los casquetes polares un 2,15 %; los acuíferos, la verdadera reserva para el hombre, un
0,61 %. Los lagos encierran el 0,009 %, mientras que la cifra desciende en los mares interiores a un
0,008 %. La humedad del suelo acumula el 0,005 % la atmósfera el 0,001 % y los ríos tan sólo
0,0001 % del total. Esta cantidad ha estado circulando siempre por la Tierra, originando y
conservando la vida en ella. Disponemos actualmente de la misma cantidad de la que disfrutaban
los dinosaurios hace 65 millones de años. Por tanto, podemos concluir que para el hombre y sus
actividades industriales y agrícolas, sólo resta un 0,62 % que se encuentra en lagos, ríos y agua
subterráneas. La cantidad de agua disponible es ciertamente escasa, aunque mayor problema es
aún su distribución irregular en el planeta.
Ahora sabemos que el agua dura es aquella que contiene una elevada concentración de variados
compuestos minerales, principalmente carbonatos de calcio y magnesio. La precipitación de estas
sales se observa generalmente cuando el agua es calentada, aunque también se da en agua fría,
generando una incrustación dura que se conoce comúnmente como SARRO. La dureza es
indeseable en algunos procesos, tales como el lavado doméstico e industrial, provocando que se
consuma más jabón, al producirse sales insolubles e incrustaciones en los tanques de caldera.
Cuando se lava con jabón empleando aguas naturales, se forma un precipitado debido a la
presencia de calcio, magnesio y hierro. Los iones de calcio de esta agua dura se unen con los iones
estearato y oleato del jabón disuelto, para formar sales insolubles, este proceso gasta el jabón y
produce un sólido grumoso indeseable que permanece en la ropa. En consecuencia es
conveniente eliminar los iones calcio del agua, para usarse en lavanderías. Cuando el agua dura es
usada en calentadores de agua se presenta una acción indeseable similar, el dióxido de carbono se
desprende a altas temperaturas, y produce un depósito de sales de calcio o magnesio en el interior
del calentador. Esto puede obstruir los tubos y también reducir la conductividad térmica.
Asimismo, el agua dura empleada como vehículo en la aplicación de herbicidas puede afectar
adversamente la emulsibilidad y dispersión del herbicida en el vehículo y en consecuencia en su
fitotoxicidad. El verdadero problema del agua dura con respecto al uso y efectividad de herbicidas
radica en que los iones, en especial Ca++ , Mg++ y Fe+++ reaccionan con las sales de los herbicidas
y con algunos surfactantes para formar sales insolubles, las cuales precipitan, removiendo el
herbicida o surfactante de la solución (casos de glifosato, 2,4-D sal, 2,4-DB sal). La mayor ventaja
sobre los jabones, derivada de los detergentes aniónicos sintéticos, es la elevada solubilidad de las
sales que ellos forman con los iones del agua dura. Los jabones reaccionan con estos iones
formando sales insolubles que precipitan. Como se explico el término agua dura proviene del
hecho de que no produce espuma con el jabón por lo que dificulta la limpieza, formando un
residuo duro y grisáceo en las superficies, telas, piel y cabello cuando se realiza el lavado. Otra
forma de evidenciar los problemas con el agua dura es la formación de SARRO en todas las
superficies en contacto con el líquido. El Código Alimentario Argentino establece una dureza
máxima de 400 ppm medidas como miligramos de Carbonato de Calcio por litro de agua, para que
el agua sea potable. Sin embargo, los problemas relacionados con el sarro se observan con valores
muy inferiores al mencionado. El sarro genera grandes pérdidas económicas porque obstruye y
deteriora cañerías, calderas, calefones, termotanques, lavarropas, lavavajillas, cafeteras, torres de
refrigeración y cualquier otro sistema o electrodoméstico que utilice agua caliente y mancha y
dificulta la limpieza de Grifería, vajilla, utensilios, vidrios, ropa, bachas, piscinas, jacuzzis,
cerámicas, bañeras, etc. En calderas y sistemas enfriados por agua, se producen incrustaciones en
las tuberías y una pérdida en la eficiencia de la transferencia de calor.
En muchos casos la dureza también le da un sabor indeseable al agua potable. Grandes cantidades
de dureza son indeseables por las razones antes expuestas y debe ser removida antes de que el
agua tenga uso apropiado, en particular para las industrias de bebidas, lavanderías, acabados
metálicos, teñidos y textiles entre otras. La mayoría de los suministros de agua potable tienen un
promedio de 250 mg/l de dureza. Niveles superiores a 500 mg/l son indeseables para uso
doméstico.
La dureza del agua se reconoció originalmente por la capacidad que tiene el agua para precipitar
el jabón, esto es, las aguas requieren de grandes cantidades de jabón para producir espuma.
Otra característica de suma importancia en la industria, reconocida posteriormente, es la
producción de incrustaciones en los tubos de agua caliente, calentadores, boilers y algunas otras
unidades en las que la temperatura del agua es alta.
La capacidad de consumo de jabón es de importancia desde el punto de vista económico y por la
dificultad de obtener condiciones apropiadas para una limpieza óptima. Sin embargo, con los
detergentes sintéticos este problema ha disminuido, por lo que, la demanda del público de aguas
suavizadas en las plantas de tratamiento municipal también ha disminuido y la tendencia es
hacia instalaciones de ablandamiento privadas e industriales excepto en aquellos lugares en los
que la dureza es sumamente alta.
La dureza la adquiere el agua a su paso a través de las formaciones de roca que contienen los
elementos que la producen. El poder solvente lo adquiere el agua, debido a las condiciones
ácidas que se desarrollan a su paso por la capa de suelo, donde la acción de las bacterias genera
CO2, el cual existe en equilibrio con el ácido carbónico. En estas condiciones de pH bajo el agua
ataca las rocas, particularmente a la calcita (CaCO3), entrando los compuestos en solución.
Las aguas duras no causan problemas al cuerpo humano y son tan satisfactorias como las aguas
blandas sin embargo, la aceptación del público es variable de un lugar a otro, y su sensibilidad
depende del grado de dureza al que las personas estén acostumbradas. Muchos consumidores
ponen objeción cuando la dureza del agua excede de 150 mg/1 CaCO 3.
ABLANDAMIENTO DEL AGUA
Algunos cálculos
Dado que durante el intercambio iónico se mantiene la neutralidad eléctrica del agua,
correlacionando pesos moleculares se obtienen equivalentes entre los distintos iones. Cuando se
habla de una dureza de 1g/litro o 1000 mg/l, se está definiendo la suma de Ca y Mg (equivalentes),
que multiplicados por el caudal (litros-hora) permiten establecer la carga iónica horaria que habrá
de soportar la resina. Si se pretende que la resina intercambie durante 10 horas sin agotarse, su
capacidad quedará expresada en gramos (o kg) :
Los fabricantes (Dow, Thermax, R&H) publican dicha capacidad por litro de resina, en condiciones
preestablecidas. De esta manera puede definirse -a priori- el volumen de resina necesario para
ablandar una corriente de aguas duras, sin que haya que regenerarla durante un lapso prefijado.
Desmineralización: analogía
En el intercambio iónico de desmineralización, juegan los mismos conceptos enunciados, sólo que
en lugar de removerse Ca y Mg, se trata de desplazar todos los iones presentes (cationes y
aniones). Con resinas catiónicas se intercambian los cationes (Na, Ca, Mg, K, etc.) por H+ y con
resinas aniónicas se reemplazan los aniones (sulfatos, cloruros, etc.) por OH*.
Conceptualmente, los cálculos se llevan a cabo del mismo modo. Las regeneraciones -en lugar de
realizarse con salmuera- se hacen con ácido -que provee H+ - y soda cáustica -que provee OH*.
Se obtiene así agua desmineralizada que, sin sales disueltas, prácticamente no conduce la
corriente eléctrica.
Los procesos RO (ósmosis inversa) complementan -y compiten- en esta aplicación, desde que una
barrera física -la membrana- permite tratar agua de muy alta salinidad sin recurrir a regenerantes
cuya manipulación y riesgos son manifiestos, constituyendo una preocupación singular para los
usuarios finales.
Usos Alternativos
Para su utilización en filtración multimedia, ENGETEC toma resina con capacidad de Intercambio
menguada, en parte de pago, retirándola al entregar la nueva resina y obviando a los clientes un
problema con el material residua
Intercambio iónico convencional
La unidad de intercambio iónico colecta la plata del blanqueador-fijador. Después se relava con
tiosulfato de amonio [(NH4) 2S2O3)] y, luego se desplata electrolíticamente. El efluente que sale
de la unidad de desplatado se usa entonces para la siguiente etapa de relavado.
Formación de Complejos
Otro de los métodos usados en los ablandadores domésticos de agua es la adición de polifosfatos
(que contengan el ion P6O186-) al agua. Estos iones rodean los iones calcio Ca2+ disueltos y
evitan que estos se precipiten como carbonato de calcio CaCO3. Este proceso es conocido como
formación de complejos.
La idea de los aparatos anti-sarro no es remover los iones calcio Ca2+ o el carbonato de calcio
sino precipitar el carbonato de calcio CaCO3 de tal forma que no cause un sarro sólido que se
incruste. En teoría el carbonato de calcio CaCO3 al pasar por estos aparatos permanece en
suspensión como partículas finas o se deposita como un sedimento de fácil remoción. A
continuación una explicación de cómo sucede lo anterior:
El agua pasa por un campo magnético o eléctrico que causa un incremento localizado de pH (via
una reacción electroquímica que involucra un electrón donde una molécula de oxígeno O2 forma
un ion hidróxido OH- ). El incremento de pH permite que el cristal de carbonato de calcio CaCO3
se forme en el agua. Estos minúsculos cristales se pegan para formar coloides. Como estos
coloides son arrastrados por el agua no se incrustan en la superficie de la tubería y las siguientes
precipitaciones de carbonato de calcio CaCO3 se depositarán sobre los coloides y no sobre la
tubería. Por lo tanto el carbonato de calcio CaCO3 se mantiene en suspensión como partículas
finas y si ocurre alguna sedimentación será en forma de un sarro removible.
Debido a que este método requiere una corriente eléctrica el agua debe fluir a través de un
campo magnético ( para inducir la corriente), por lo que el magneto no tendrá efecto en el agua
estática. Al parecer esto se ha comprobado experimentalmente [10].
Estos aparatos son utilizados normalmente en sistemas de calentamiento y de agua caliente. Sin
embargo muchos de los usuarios a nivel doméstico parecen decepcionados por el poco efecto
que tienen, particularmente en el uso del jabón. Sin sedimentación el carbonato de calcio CaCO3
no será removido del agua y la composición química de está no cambiará. Por lo que la única
manera de determinar la eficacia de estos magnetos en contra de la formación de sarro se podrá
observar a largo plazo en las tuberías. Por el contrario, los usuarios a nivel industrial que
continuamente bombean la misma agua a través del sistema de calentamiento (y el magneto)
parecen los más satisfechos con estos aparatos. [2].
Evidencia anecdótica sugiere que los frijoles que antes no podían cocerse en agua
extremadamente dura, ahora sí se cuecen en el agua proveniente de la misma fuente que pasa
por el aparato magnético. Esto se puede explicar con el hecho de que el aparato causa que los
iones calcio Ca2+, que no permiten el ablandamiento de los frijoles [11, 12], puedan ser
removidos de la solución como partículas finas de carbonato de calcio CaCO3.
Debido a que el proceso por el cual funcionan estos aparatos magnéticos no es ampliamente
entendido y debido a que los experimentos no han podido repetirse ( en diferentes laboratorios
alrededor del mundo) lo que funciona en un sistema de agua puede no funcionar en otro.
Experimentos realizados por la Universidad de Cranfield (UK) sugieren que el grado en que estos
aparatos magnéticos funcionan es afectado por la dureza y alcalinidad de las aguas [2].
Sobreablandamiento
El exceso de ablandamiento del agua también pude tener efectos adversos en la corrosión de las
tuberías de fierro y acero galvanizado. Agua muy blanda puede también contribuir al desgaste
de los tanques de concreto [5].
Normalmente, el interior de tuberías ferrosas son protegidas por una capa que se forma cuando
el agua fluye dentro de ellas, esta capa contiene carbonato de calcio CaCO3 y fierro Fe. Si agua
muy blanda (agresiva) pasa por una tubería galvanizada la capa protectora de zinc es
lentamente removida exponiendo el acero. Además si no existen suficientes iones de calcio Ca2+
en el agua los componentes de calcio del concreto pueden lixiviarse y causar deterioro en la
integridad de la estructura.
Por esta razón debe tenerse mucho cuidado cuando se usen métodos de ablandamiento total en
agua que pasará por tuberías ferrosas.
Cuando el agua que contiene disueltas las sales de calcio o de magnesio pasa lentamente a
través de un lecho de zeolita de sodio insoluble triturada, los iones de calcio y de magnesio en
solución tienden a ser atraídos por el mineral, y los iones potasio o sodio se desprenden de la
zeolita y se intercambian por el ion calcio o el ion magnesio. A este proceso se le conoce
como intercambio iónico. De esta manera la zeolita de sodio se convierte, gradualmente, en una
zeolita insoluble de calcio y magnesio, mientras que el agua contiene los iones sodio en cantidad
equivalente a los iones de calcio y magnesio que han sido eliminados.
La zeolita inactiva puede regenerarse lavando el lecho con una solución concentrada de cloruro
de sodio. De esta manera la zeolita puede volverse a utilizar para eliminar los iones de calcio y
magnesio. La zeolita puede utilizarse casi indefinidamente alternando el uso y la regeneración
con la solución de cloruro de sodio y el lavado. Siempre hay que reponer una cierta cantidad de
zeolita ya que se desintegra cierta cantidad, especialmente si se utiliza agua caliente o si se deja
que la zeolita se agote demasiado antes de la regeneración.
1: Formación de depósitos:
La incrustación es indeseable ya que al formar una capa en los tubos y demás componentes del
equipo, evitan la transmisión efectiva del calor. Esto conduce a una baja eficiencia en la
producción de vapor, disminuyendo la cantidad de vapor producido por unidad de calor
generado, y también causa desgaste del tubo y accesorios por fatiga térmica ya que se requiere
de mayor temperatura del metal en la parte expuesta a la flama, que cuando no existe
incrustación y este desgaste térmico afecta también la vida útil del equipo
Los depósitos se producen por sólidos suspendidos que el agua pueda contener y principalmente
por formación de depósitos de sulfatos y carbonatos de calcio y magnesio, en mezclas complejas
con otros componentes como sílice, bario, etc.
Para evitar la formación de incrustaciones se deben remover los sólidos coloidales y materia
suspendida que el agua contenga y ablandamiento o suavización del agua cruda antes de
integrarla a la caldera.
2: Corrosión por Oxidación del metal:
Los principales componentes de la caldera son metálicos. Los agentes que atacan el fierro y lo
disuelven son los gases corrosivos como oxigeno y bióxido de carbono. También la acidez del
agua causa corrosión por lo que el pH debe mantenerse entre 9.0 y 11.5.
El control del oxigeno disuelto es uno de los puntos críticos en la operación de la caldera. Las
picaduras o áreas de desgaste localizadas en ciertas partes de los tubos de la caldera ocurre por
la acción corrosiva del oxigeno.
En el condensador del sistema, el bióxido de carbono se suma a la acción corrosiva del oxigeno y
destruyen en poco tiempo el tanque del condensador si no son removidos estos gases.
3: Fragilización cáustica:
Si la alcalinidad a la fenolftaleina que es la que se encuentra en forma de carbonatos es muy
alta, pueden presentarse problemas de fragilzación del metal. Esta perdida de elasticidad,
también puede ocurrir por frecuentes shocks térmicos en la caldera, al complementar sin
calentamiento previo el agua de repuesto para compensar por las perdidas por fugas de vapor o
por purgas de la caldera.
4: Formación de Espumas:
Esto ocurre cuando hay presencia de materia orgánica o de una gran cantidad de sólidos
disueltos en el agua de la caldera. Para evitar la formación de espumas, se purga la caldera
cuando en el agua se alcanza un cierto nivel preestablecido de sólidos disueltos. Otra acción
preventiva consiste en tener un tratamiento externo del agua de alimentación para evitar la
presencia de sólidos suspendidos de naturaleza orgánica, así como de grasas y aceites del
equipo de proceso que puedan contaminar el agua.
ACCIONES CORRECTIVAS:
Un buen operador de calderas puede controlar y compensar por los efectos indeseables del agua
de proceso en la caldera. La adición de productos químicos como antiespumantes, secuestrantes
de metales corrosivos, neutralizadores de gases corrosivos, modificadores de alcalinidad y pH,
etc. Pueden exitosamente solucionar los problemas de danos y desgaste anormal de la caldera.
Lo que puede ocurrir y es muy frecuente, es que el operador no cuente con un laboratorio de
análisis químico de respaldo o no este capacitado adecuadamente para comprender que efectos
tiene cada uno de los componentes químicos que acompañan el agua y no se implemente el
tratamiento adecuado.
Si el servicio de operación y mantenimiento de la caldera es externo, puede ocurrir que el
prestador del servicio da la misma formulación en sus productos para el acondicionamiento y
tratamiento interno de todas las calderas independientemente del análisis y composición del
agua en particular, sea esta de una fuente propia como es un pozo o de la red municipal.
Problemas de corrosión
Problemas de incrustación
Para que esta aparezca, es necesario que exista presencia de agua en forma líquida, el vapor seco
con presencia de oxígeno, no es corrosivo, pero los condensados formados en un sistema de esta
naturaleza son muy corrosivos. En las líneas de vapor y condensado, se produce el ataque
corrosivo más intenso en las zonas donde se acumula agua condensada. La corrosión que produce
el oxígeno, suele ser severa, debido a la entrada de aire al sistema, a bajo valor de pH, el bióxido
de carbono abarca por si mismo los metales del sistema y acelera la velocidad de la corrosión del
oxígeno disuelto cuando se encuentra presente en el oxígeno. El oxígeno disuelto ataca las
tuberías de acero al carbono formando montículos o tubérculos, bajo los cuales se encuentra una
cavidad o celda de corrosión activa: esto suele tener una coloración negra, formada por un óxido
ferroso - férrico hidratado. Una forma de corrosión que suele presentarse con cierta frecuencia en
calderas, corresponde a una reacción de este tipo:
Esta reacción se debe a la acción del metal sobre calentado con el vapor. Otra forma frecuente de
corrosión, suele ser por una reacción electroquímica, en la que una corriente circula debido a una
diferencia de potencial existente en la superficie metálica. Los metales se disuelven en el área de
más bajo potencial, para dar iones y liberar electrones de acuerdo a la siguiente ecuación:
Los iones HO- (oxidrilos) formados en el cátodo migran hacia el ánodo donde completan la
reacción con la formación de hidróxido ferroso que precipita de la siguiente forma:
El hidróxido ferroso reacciona con el oxígeno adicional contenido en el agua según las siguientes
reacciones:
El origen de las incrustaciones en el interior de las calderas está dado por las sales presentes en
las aguas de aporte a los generadores de vapor, las incrustaciones formadas son inconvenientes
debido a que poseen una conductividad térmica muy baja y se forman con mucha rapidez en los
puntos de mayor transferencia de temperatura. Por esto, las calderas incrustadas requieren un
mayor gradiente térmico entre el agua y la pared metálica que las calderas con las paredes
limpias. Otro aspecto importante que debe ser considerado, es la falla de los tubos ocasionadas
por sobrecalentamientos debido a la presencia de depósitos, lo que dada su naturaleza, aíslan el
metal del agua que los rodea pudiendo así sobrevenir desgarros o roturas en los tubos de la
unidad con los perjuicios que ello ocasiona. Las sustancias formadoras de incrustaciones son
principalmente el carbonato de calcio, hidróxido de magnesio, sulfato de calcio y sílice, esto se
debe a la baja solubilidad que presentan estas sales y algunas de ellas como es el caso del sulfato
de calcio, decrece con el aumento de la temperatura. Estas incrustaciones forman depósitos
duros muy adherentes y difíciles de remover. Algunas de las causas más frecuentes de este
fenómeno son las siguientes:
Las reacciones químicas principales que se producen en el agua de calderas con las sales
presentes por el agua de aporte son las siguientes:
Una de las formas de evitar incrustaciones sobre las paredes de las calderas es
SISTEMA DE TRATAMIENTO DE AGUA DE CALDERA CON AGUA
DESMINERALIZADA:
El concepto de desmineralizar el agua que se alimenta a una caldera tiene la gran ventaja de
poder emplear una sola formulación o adición de sustancias químicas que protejan la caldera de
la acción corrosiva e incrustante del agua de proceso, independientemente de la procedencia y
calidad del agua.
a: PROCESO DE ABLANDAMIENTO TRADICIONAL.
En el proceso de ablandamiento con resinas cationicas, el calcio y el magnesio son
intercambiados por iones sodio. En el proceso de ablandamiento la salinidad o contenido de
sales disueltas en el agua no disminuye, de hecho se incrementa ligeramente ya que un
equivalente de calcio Ca+2 pesa 20 gramos y un equivalente de sodio Na+ pesa 23 gramos.
b: ABLANDAMIENTO CON MEMBRANAS.
Para que el agua pueda ser procesada por membranas, previamente deberá tener un adecuado
tratamiento externo, para garantizar la ausencia de sólidos y coloides en el agua a alimentar a la
caldera.
En el proceso de membranas, si éstas son de osmosis inversa, las sales son removidas y el
permeado o producto solo contiene trazas de sales disueltas. En el proceso de membranas se
remueven del agua de alimentación a la caldera componentes indeseables como: calcio,
magnesio, fierro y otros metales, carbonatos y bicarbonatos, cloruros, sulfatos, etc., por lo que
estos ya no precipitan en el calentamiento y evaporación del agua en la caldera.
En el ablandamiento por membranas la salinidad disminuye debido a que no es una reacción de
intercambio, sino un proceso de tamizado a nivel atómico y molecular que separa los iones en
dos corrientes, una que es el producto sin iones disueltos y un rechazo que acarrea los iones que
ya no contiene el agua producto y que originalmente contenía el agua de alimentación a la
membrana.
Al no tener sales el agua de alimentación no se requiere de las frecuentes purgas y la
consiguiente reposición del agua desechada. Esto conduce a menor gasto se productos químicos
y a menores pérdidas de calor por el agua caliente que se desecha en la purga.
El agua desmineralizada es altamente corrosiva, por lo que es necesario neutralizar ésta y
agregar sustancias químicas que suban el pH y tengan una acción protectora con el metal con el
que estarán en contacto en la caldera.
Conclusión
El agua es una sustancia de vital importancia para todo ser vivo, pero especialmente para el
Hombre (único ser de la Tierra dotado de inteligencia “creemos”), ya que es capaz de utilizarla con
fines distintos a nuestro organismo. El Hombre a lo largo de su Historia ha vivido, casi
exclusivamente, por y para su supervivencia, tal Historia se encuentra cargada de
descubrimientos (algunos insólitos), inventos (algunos por casualidad) e investigaciones (algunas
fracasadas). Ante todo esto, cierto, aunque sorprendente, el ser humano se ha servido de los
elementos naturales para su supervivencia, y el agua, como sustancia de la vida no podía ser
menos estudiada. La utilidad que el Hombre le ha dado al agua, podría decirse que es casi infinita,
se usa en refrigeraciones, en calentadores, en planchas, calderas, disoluciones como disolvente,
como bebida, como generador de electricidad, etc. Sin embargo, no todas las propiedades del
agua son buenas, nos podemos encontrar con aguas duras perjudiciales para nuestro desarrollo y
salud.