Ernesto Guevara y El Marxismo

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Algunas ideas de Ernesto “Che” Guevara acerca del papel del


marxismo y su enseñanza.
Miriam Verdes Suárez.

“…Utilizar el método, el razonamiento del


materialismo dialéctico, las armas del
marxismo-leninismo, para interpretar
cabalmente la situación…” 1
Ernesto “Che” Guevara

El destacado revolucionario y hombre de ideas Ernesto “Che” Guevara valoraba


altamente el carácter revolucionario de la teoría marxista-leninista, y por ende prestó
atención a la forma en que debía enseñarse.
Consideraba que a su estudio le son ajenos las formas memorísticas y
esquemáticas, y destacaba la necesidad de asimilar el método del materialismo
dialéctico y, a través de su conocimiento, aprender a pensar.
El conocimiento de la teoría marxista-leninista enriquece la cultura general y
permite salir airoso en una discusión política al disponerse de un método de análisis
multilateral con fundamento científico en el enfoque de la problemática social; pero su
importancia no se reduce a estos aspectos. El hombre debe ser capaz de enfrentar, a
través del prisma del materialismo dialéctico, todo y cada uno de los problemas, de las
tareas que la vida le sitúa ante sí cotidianamente. He aquí el verdadero significado que
concedía el “Che” a las concepciones de Marx, Engels y Lenin: que fuera, en nuestras
manos, un arma poderosa en la interpretación y transformación de la realidad. Al
respecto expresó:
…Por eso debemos ir buscando estas bases, ir aprendiendo
a pensar con propiedad con el método del materialismo dialéctico
en todo, no para una discusión política, no para un momento
determinado, sino para aplicarlo como método en cada una de las
tareas científicas o prácticas que tengamos que realizar… 2
En la inauguración de la Escuela de Capacitación Técnica para obreros, insiste
en que la clase obrera no puede circunscribirse al estudio de la técnica, sino que debe
ocuparse también de la ideología, de manera que llegue a convertirse en convicciones

11
Ernesto “Che” Guevara. Palabras en la entrega de premios de la emulación de Círculos de Estudio del
Ministerio de Industrías. 31 de enero de 1962. En: Ernesto “Che” Guevara. Escritos y Discursos. Editorial
de Ciencias Sociales. La Habana, 1965. Tomo 6, p. 82.
2

del hombre, en parte de sí mismo, lo cual redundaría en poder enfrentar con más
facilidad su propio trabajo, y esto, a nuestro juicio, tiene un significativo valor en las
condiciones del socialismo.
Un aspecto importante en la concepción del “Che” respecto al aprendizaje del
marxismo-leninismo consiste en que el mismo no es un acto, sino todo un proceso,
donde a la interiorización de las condiciones básicas le siguen la profundización y el
perfeccionamiento continuo de sus contenidos.
El “Che” se pronunció en contra del tratamiento mecánico de la filosofía
marxista-leninista. Muestra fehaciente de este modo de pensar dialécticamente es el
análisis que del Modo de Producción y su estructura realizara en su trabajo “La
planificación socialista, su significado”:
…No siempre las fuerzas productivas y las relaciones de
producción, en un momento histórico dado, analizados
concretamente, podrán corresponder en una forma totalmente
congruente. 3 (el subrayado es nuestro).
En el trabajo de referencia el “Che” explica que las Fuerzas Productivas y las
Relaciones de Producción existen unidas en la diferencia, ya que la ley de la
correspondencia Fuerzas Productivas – Relaciones de Producción no existe como algo
estático y no podemos verla como que ambos elementos obligatoriamente, coinciden en
todas las etapas del desarrollo de un Modo de Producción.
Al respecto señala:
¿ En qué momentos las relaciones de producción
pudieran no ser fiel reflejo del desarrollo de las
fuerzas productivas?. En los momentos de ascenso
de una sociedad que avanza sobre la anterior para
romperla y en los momentos de ruptura de la vieja
sociedad, cuando la nueva, cuyas relaciones de
producción serán implantadas, lucha por consolidarse
y destruyen las antiguas superestructura… 4
Del análisis del “Che” se deduce que la correspondencia existente entre Fuerzas
Productivas – Relaciones de Producción, no se manifiestan plenamente en determinada

2
Ibidem. P. 61.
3
Ernesto “Che” Guevara. La planificación socialista. Su significado. Junio de 1964. Obra Citada. Tomo
8. p.95
4
Ibidem. P. 95.
3

fase del desarrollo de un Modo de Producción, a saber: en su fase inicial, cuando el


Modo de Producción se está erigiendo o en su fase de decadencia, en que tiende a
desaparecer.
Precisamente de éstos puntos de vista el “Che” parte para analizar las
condiciones objetivas y subjetivas que originan la Revolución cubana.
…La Revolución cubana ha contado con factores
excepcionales que le dan su peculiaridad y factores
comunes a todos los pueblos de América que
expresan la necesidad interior de esta Revolución,,, 5
(El subrayado es nuestro)
En Cuba se produjo la contradicción entre las Fuerzas Productivas y las
Relaciones de Producción, que unidas a factores subjetivos (la movilización y educación
de las masas populares por parte de la vanguardia revolucionaria) propiciaron el triunfo
de nuestra Revolución.
El estudio de las condiciones en que se produce la Revolución cubana conducen
al “Che”a una importante conclusión: la Revolución cubana posee sus particularidades;
pero al mismo tiempo se inscribe dentro de lo general de los acontecimientos de la
época en que vivimos.
El “Che” se enfrentó con la audacia que lo caracterizó a aquellos que consciente
o inconscientemente, trataron de presentar la Revolución cubana como algo
excepcional. Alertó de lo nocivo que resultaba para los demás pueblos de América, que
sus rasgos específicos se lleven al rango de absoluto.
El esclarecimiento de lo común, lo repetible así como de lo específico de la
Revolución cubana, tiene una gran connotación para el resto de los pueblos de América
Latina.
Lo general conduce con certeza a que en todos los pueblos de América Latina
existe la necesidad real de transformación revolucionaria de sus estructuras, en unos o
en otros países están presentes, en mayor o menor grado, las premisas objetivas para
este cambio, faltarían entonces, aquellas condiciones que dependen del trabajo, de la
voluntad de la vanguardia para que las masas tomen conciencia de la necesidad de
cambios radicales y se encuentren dispuestas a actuar en concordancia con ello. Al

5
Ernesto “Che” Guevara. ¿Cuba excepción histórica o vanguardia de la lucha contra el colonialismo?.
Obra Citada. Tomo 9. p. 38.
4

respecto la Revolución cubana ha aportado mucho, con la demostración en la práctica


de cual es el camino a seguir y la fuerza verdadera de las masas populares.
Lo particular nos lleva a que el camino trazado por Cuba es escabroso, porque el
imperialismo hoy se encuentra prevenido, conoce de la fuerza del pueblo, de su
tenacidad, le teme y como es lógico contrarresta la capacidad de las masas estrechando
sus lazos con la burguesía de cada uno de los países de América Latina, les proporciona
recursos para enfrentar el “peligro” de las fuerzas incontenibles de las masas populares,
incrementa la preparación de sus cuadros destinados a la represión de las masas, etc.
Por otra parte, la experiencia de cada pueblo es irrepetible y única y se ajusta a
las características particulares que impone su lógica especial. Por lo tanto, cada proceso
debe ajustarse a su necesidad y posibilidad de acuerdo con sus condiciones.
Los acontecimientos ocurridos en los últimos años lejos de negar han
corroborado la previsión del “Che” quién planteó:
…si dura fue la guerra de liberación cubana con sus dos
años de continuos combates, zozobra e inestabilidad,
infinitamente más dura serán las nuevas batallas que
esperan al pueblo en otros lugares de América Latina.6
El problema de la repercusión de la Revolución cubana en el mundo,
específicamente en los países de América Latina, fue una preocupación constante del
“Che”.
En varios de sus trabajos, discursos y artículos7 insiste en la conveniencia de
valorar la incidencia que tiene toda acción que se lleve a cabo por la Revolución cubana
en la construcción del socialismo por cuanto significan una contribución a la liberación
de América Latina del yugo imperialista y, por tanto, nuestras acciones deben ser cada
día más responsables, más firmes y, todo paso en falso contribuiría a que el
imperialismo norteamericano ganara terreno en la batalla por impedir la liberación de
los pueblos.
La Revolución cubana significa el inicio de la derrota del imperialismo en
América Latina, al menos en el aspecto político, un golpe a su pretensión hegemónica,

6
Ibidem. P. 31
7
Ver discurso en la Convención Nacional de los Consejos Técnicos Azucareros. También discurso en el
encuentro nacional azucarero: ¿Cuba excepción histórica o vanguardia de la lucha contra el colonialismo
y el discurso a las milicias pronunciado en Pinar del Río el 15 de abril de 1961
5

ello explica su hostilidad continua hacia un proceso que el “Che” denominó “Cabeza de
la Revolución latinoamericana” 8
El “Che” llamó a la unidad de todos los obreros de todos los países de América
Latina (Brasil, Bolivia, Chile, Argentina, Ecuador, Colombia, Nicaragua, etc.) y lo más
puro de la clase obrera norteamericana con la vanguardia del pueblo cubano, su clase
obrera y pueblo en general, para así crear un frente común de enfrentamiento que
derrotase al dominio imperialista..
Aunque el “Che” no pudo prever los cambios que ocurrirían en el escenario
internacional, caracterizado por la desaparición del campo socialista y la consecuente
atomización de la vanguardia latinoamericana y mundial y la orgía de jubilo capitalista
que proclama la “muerte” inevitable del socialismo y su doctrina y el triunfo absoluto de
la sociedad basada en la hegemonía del mercado, hoy más que nunca su valoración
acerca de la importancia de la Revolución cubana para los pueblos, principalmente, de
América Latina y el Tercer Mundo mantiene plena vigencia y constituyen un paradigma
tercermundista para interpretar los acontecimientos que tienen lugar en nuestros días
para lo cual la enseñanza y estudio del marxismo siguen siendo instrumental necesario
para el análisis social.

8
Ernesto “Che” Guevara. Discurso a los milicianos. Pinar del Río, 15 de abril de 1961. En: Escritos y
Discursos. Obra Citada, Tomo 5. p. 77

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