Implementación y Propagación de La Semilla de Caucho
Implementación y Propagación de La Semilla de Caucho
Implementación y Propagación de La Semilla de Caucho
OBJETIVOS:
Observar y estudiar las propiedades edafológicas del suelo de los distintos
sectores de Córdoba y del Bajo Cauca, tanto físicas (color, textura, estructura,
consistencia, porosidad, permeabilidad, densidad), como químicas (elementos
químicos en el suelo, capacidad de intercambio catiónico, nivel de pH,
conductividad eléctrica) y saber si se adecuan a este sistema de producción.
Llevar a cabo un sistema de producción rentable para este tipo de cultivos.
Aumentar la magnitud de producción en calidad y aprovechar las ventajas
que tiene este en el mercado.
Motivar a los agricultores a hacer buen uso de la materia prima, para que de
esta forma se ganar reconocimiento en el mercado local.
SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGROPECUARIA
MAYRA MERCADO PÉREZ
ING. AGROPECUARÍA 2019-2
ALCANCE:
La intención de este proyecto es llevar a cabo una propuesta factible a varios
sectores de Córdoba y el Bajo Cauca, para poder motivar y convencer a los
agricultores de optar por el cultivo de Caucho cómo una de las alternativas que
nos permite sacar el mayor provecho de nuestras tierras locales.
JUSTIFICACIÓN:
Uno de los objetivos del proyecto, es transformar las tierras degradas en
plantaciones productivas que ofrezcan medios de vida a las comunidades
vulnerables. En el centro del proyecto están la fabricación más resiliente y mejor
planificada del caucho, y el establecimiento de áreas de cultivo con el fin de
proteger los ecosistemas. También se cree que a partir de este cultivo se puede
establecer un cambio en la economía, un reconocimiento comercial en nuestra
zona y un sistema de producción lleno de muchas oportunidades.
“El caucho es un commoditie, cuyo precio fluctúa de acuerdo al mercado
internacional, muchas veces no son los mejores pero a lo que realmente hay que
apostarle es a ganar terreno en el mercado local, donde hay sobreproducción,
pero falta calidad y transformación de la materia prima.”
Darío Mejía, Director regional de Colombia.
CULTIVO DE CAUCHO
El caucho (Hevea brazilensis) es un árbol de 20 a 30 m de altura perteneciente a la
familia de las Euphorbiáceas, originaria de la región amazónica. Este árbol prefiere
los terrenos fértiles y húmedos, así como suelos francos arenosos o arcillosos, siendo
menos exigente que otros cultivos. Las condiciones agroecológicas que demanda el
cultivo del caucho son profundidad efectiva de 1.50 m y precipitación anual de más
de 2.000 mm con una época seca de mínimo tres meses (en la cual el árbol se defolia
y refolia) y alta luminosidad durante todo el año. Sin importar la extensión del
cultivo, el conocimiento detallado de los suelos donde se va a sembrar el caucho es
de gran importancia para lograr niveles sostenibles y competitivos en la producción
de látex. Por ser originario de la Amazonia, presenta tolerancia a la acidez
moderada; esto le permite adaptarse a una amplia gama de suelos ácidos (el pH
adecuado está entre 4,5 y 5,5). En cuanto a textura, se comporta mejor en suelos
francos, franco-arenosos, franco-limosos, franco-arcillosos y franco-areno-
arcillosos, con un contenido mínimo del 25 % de arcilla.
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Una vez determinado el trazado que puede ser el de la zona cafetera marginal de 7
metros entre hileras por 2.80 metros entre plantas y además hechos los hoyos de 40
centímetros de boca, 30 centímetros de ancho en el fondo y 60 centímetros de
profundidad, se procede a la siembra de la plántula. De lo anterior se deriva la
densidad de la plantación que es de alrededor de 500 árboles por hectárea. Esa
misma densidad se alcanza mediante un trazado de dos hileras de 2.5 y 3 metros que
se distancian de las otras respectivas hileras por
medio de un espacio de 13 metros. En este
espacio, en los primeros años se puede
aprovechar cultivando soya o arroz.
PLATEO
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Durante el año de siembra se debe podar, es decir eliminar todas las ramas laterales
hasta una altura de 3 metros. Igualmente, se deben suprimir los brotes, chupones o
retoños tanto del patrón como del tallo del injerto. Los brotes que aparecen
lateralmente sobre el tallo hasta una altura de 1.80 metros se eliminan para obtener
un tronco vigoroso. Cuando se detecte que a los 1.80 metros no hay ramificación,
entonces se descopa la planta para inducir ramas laterales. Se poda el lote dos veces
al año: una se realiza a los seis meses y la otra a los doce meses. Hay que ser
cuidadoso con los retoños o yemas del patrón, debido al obstáculo que puede
originar en el desarrollo del brote de la yema injertada. Así mismo, una vez que la
yema brota, surgen chupones en las axilas de las hojas, los cuales deben podarse
cada ocho días y así se gana en fortaleza de la planta.
preventiva se asperjan las bifurcaciones de las ramas, una vez al final de la época
seca, con plaguicidas.
El control sanitario del cultivo del caucho es importante para lograr buenos
resultados en productividad, tratándose de una plantación a escala, pues es de
esperarse que bajo estas circunstancias se presenten los peligros de ataques de plagas
y enfermedades.
Cosecha o aprovechamiento
El aprovechamiento
del cultivo de caucho
consiste en la
extracción del látex
contenido en el tallo
del árbol a través de
una red de vasos
laticíferos
comunicados entre sí
y mediante el rayado
del panel que se
realiza al practicar una
incisión llamada
"canal" en la corteza
del árbol el cual se repite periódicamente a lo largo del año con una frecuencia que
hace parte de las características del sistema productivo.
Frecuencia de rayado
Los sistemas habituales de rayado de los árboles de caucho indican que es
necesario programar esa actividad a través de los días hábiles del año La
frecuencia de rayado hace referencia al número de días que pasan entre un
rayado y otro, se representa d/2, d/3, di 4, etc., La frecuencia teórica puede ser
alterada por las condiciones climáticas, principalmente por causa de las lluvias.
Sin embargo, de manera genérica se considera que un promedio de 100 rayados
por año debe ser lo normal.
Estimulación
El objetivo de aplicar la estimulación sobre la incisión del panel es evitar la
rápida coagulación del látex en los vasos laticíferos y de esta manera incrementar
la producción. La estimulación no debe realizarse durante los periodos de
refoliación o en épocas de intensas lluvias y baja radiación solar. La práctica de
estimulación no debe aplicarse indiscriminadamente, debe evaluarse para cada
clono La preparación del estimulante debe hacerse en recipientes plásticos y
aplicarse 48 horas antes del rayado. La concentración del estimulante para
aplicarlo en árboles jóvenes debe ser al 2.5%, por ejemplo para 500 árboles se
diluye 52 cm3 del producto comercial a base de Etefon en 948 cm 3 de agua. En
árboles adultos la concentración debe ser a 5% preparando 104 cm 3 del mismo
producto con 986 cm3 de agua. La aplicación se hace sobre la incisión previa
remoción de la cintilla, utilizando una cantidad aproximada de 2 gr de solución
por planta haciendo la aplicación con una brocha pequeña o un cepillo dental.
Coagulación y laminado
El proceso de coagulación se realiza
agregando 6 cm3 de ácido fórmico a
12 litros de la dilución, revolviendo
hasta conseguir su homogenización y
luego se hecha a las gaveras o canoas
de 1.5 de largo, por 20 cm de ancho
y 10 cm de profundidad, en donde
debe permanecer por 24 horas en
reposo. Los valores de pH de la
dilución para obtener un buen
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coagulo deben oscilar entre 5.0 y 5.3. El coagulo de caucho de 1.5 m de largo x
20 cm de ancho y 5 cm de espesor, con un contenido de cerca del 60% de agua,
se pasa por un equipo manual denominado laminadora, para extraer y reducir la
humedad a un 30% y obtener de 2 o 3 mm de espesor, para continuar con el
proceso de secado al aire, luego de lavarla con agua para eliminar los residuos
que hayan quedado de este proceso.
Secado y empaque
Las láminas se cuelgan bajo
la sombra para continuar su
secado, permaneciendo entre
8 y 15 días según las
condiciones higrométricas
hasta llegar a una humedad
aproximada de 5%. Las
láminas una vez están secas
se procede a su empaque en
forma de cruz hasta completar
una paca de 30 a 50 kg de
peso, de 50 cm de largo, por 40 cm de ancho conformada por 15 a 25 láminas.
Estas pacas o fardos deben empacarse en una bolsa de plástico transparente
calibre 6 con el fin de preservar el producto en buenas condiciones para su
comercialización.
BIBLIOGRAFÍA