Guia Atragantamiento
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Guia Atragantamiento
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El autor de esta guía
En PsicologodeCabecera.com se resume parte del trabajo que realiza con sus pacientes
para el tratamiento diferentes problemas.
En esta guía podrás encontrar conceptos e ideas que explican porqué a veces no somos
capaces de tragar y un procedimiento que podrá aplicar paso a paso para hacer frente a
este problema. La fagofobia puede ser muy invalidante si no sabes cómo tratarla.
Muchas personas son capaces de aplicar estos consejos y experimentan una gran mejoría
según avanzan en la práctica. En cualquier caso esta guía no pretende ser un sustituto de
un tratamiento. Si usted o alguien cercano padece este problema y ve que se queda
estancado en su tratamiento, no dude en acudir a un profesional cualificado para solicitar
su ayuda.
azor & asociados puede ofrecerte opciones terapéuticas tanto presenciales como por
videoconferencia. No dejes que este problema limite su vida.
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En esta guía
El bloqueo a la hora de tragar dificulta la vida a muchas personas. Aquí puedes encontrar
explicaciones y soluciones a la fagofobia y al espasmo de la glotis.
Cerebro Vs Cerebelo
El miedo al atragantamiento y el espasmo de la glotis se produce cuando la persona
quiere ser consciente de cada parte implicada en el acto de tragar. No deja que sea un
acto automático.
Profecía autocumplida
Podemos decir que las dificultades para tragar aumentan cuanto más nos obligamos a que
no sea un problema el poder tragar.
Causas principales
Experiencias traumáticas de atragantamiento, heridas o catarros que aumenten las
sensaciones en la garganta, niveles de ansiedad muy altos durante bastante tiempo,
sugestionabilidad y predisposición a la náusea, características de personalidad y necesidad
de control.
Las soluciones
Conocer los aspectos psicológicos implicados, identificar y conocer mecanismo de la glotis,
reducción del nivel de alarma y preocupación por el atragantamiento, automatización del
acto de tragar.
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Dificultad para tragar, introducción al problema
Los psicólogos clínicos proponen soluciones eficaces para hacer frente al espasmo de la
glotis y el miedo a poder atragantarse. En GabinetedePsicologia.com trabajamos a diario
con estos problemas.
Los problemas para tragar o disfagia es frecuente en algunas personas cuando sus niveles de ansiedad
están disparados. La manera en la que puede manifestar la ansiedad en el cuerpo en muy variada.
Podemos romper un sudar de manera constante, tener taquicardias, dolores de cabeza, mareos ... En
esta ocasión voy a centrar mi atención a la dificultad para tragar y el espasmo de la glotis.
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Tener la sensación de que los alimentos se pueden quedar atascados en la garganta al tragar se vuelve
bastante insoportable y amenazante para algunas personas. La sensación es la de la garganta no deja
paso a la comida como normalmente viene ocurriendo. La ansiedad se manifiesta con frecuencia con
un aumento de la tensión muscular en hombros, espalda y mandíbula. En el caso de la dificultad para
tragar, la tensión se focaliza especialmente en la garganta, y específicamente aumentan la potencia en la
atención en este área. Es frecuente que se produzca también, asociados a la disfagia, episodios de
afonía debido al exceso de tensión en las cuerdas vocales.
Hay personas más sensibles que otras a la hora de generar rechazo a los alimentos en función del
color, el olor o la mera sugestión. De manera natural puede resultar más difícil tragar algunos
alimentos. Según el nivel de miedo y alerta se pueden producir náuseas o vómitos. Cuando creemos
que un alimento puede generar algún problema sobre nuestra salud, el rechazo es automático y nos
ayuda a protegernos de una posible intoxicación. Evolutivamente este rechazo protege de
envenenamientos y enfermedades, lo malo es que cuando el bloqueo de la sangre se produce por
mera sugestión puede producir problemas, dejando de ser un mecanismo útil.
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grandes cantidades de ansiedad debido a su entorno y / o la manera en que se enfrenta a sus
situaciones cotidianas. El segundo es que ante la aparición de sensaciones incómodas en la garganta,
como notar que cuesta tragar, la persona se enfoca en ese área y comienza un metro más de tensión
muscular y dificulta el flujo normal de alimentos.
La anticipación de situaciones en las que se va a venir con otras personas, en las que uno puede ver
bloqueado ante los alimentos que tienen en el plato, pueden precipitar los primeros síntomas de
tensión muscular en la garganta. Cuanto más importante sea estar bien y que no se note, más tensión
estará y por tanto más bloqueada estará la entrada del alimento. Si la persona no es capaz de reducir
su macho, buscará en la esquina siempre. De igual forma, el miedo a que sea un signo de una
enfermedad grave como cáncer o Parkinson, entre otras, también puede ser un factor que aumente la
tensión muscular y por tanto también los problemas para tragar.
Una medida que habitualmente adopta las personas que tienen dificultad para tragar y temen el poder
atragantarse, es la eliminación ir de su dieta todos aquellos alimentos que piensan que son más ásperos
o granulosos y que van a ser más difíciles tragarlos. Es una medida bastante lógica, pero con frecuencia
se acaba convirtiendo en un problema mayor. Cuanto más
se evitan estos alimentos más atenta puede estar la
persona a si puede ser tragar o no. Alcanzando en
ocasiones el grado de obsesión. Cada vez que come, está
presente el temor al atragantamiento, precipitando una
mayor tensión muscular en la garganta y haciendo que
cada vez sea más difícil tragar alimentos que antes eran
inocuos. En los casos más graves, la persona solo se
permite ingerir alimentos líquidos o muy triturados, con
todo lo que conlleva en cuanto a limitaciones en la relación
social,
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De forma clásica la literatura psicológica hizo referencia a este fenómeno como glottis hystericus, o
glotis histérica. En la actualidad es un término que está en desuso pero que se refiere a lo que se
aborda en este artículo.
Si tiene dificultad para tragar, o conoce a alguien que tenga, sepa que no es grave, y que exista un
tratamiento psicológico eficaz. Es especialmente recomendable la terapia cognitivo-conductual.
Normalmente el tratamiento para los problemas para los alimentos alimentarios se centra en reducir el
nivel de ansiedad cotidiano, en potenciar las sensaciones de relajación (especialmente en la zona de la
garganta), y en afrontar gradualmente la ingesta de alimentos según su grado de macho. Lo normal es
que el terapeuta busque con su paciente una jerarquía de alimentos para enfrentar poco a poco, al
tiempo que se van identificando las estrategias que usa la persona para alejarse de cualquier sensación
negativa en la zona de la garganta. Una vez se avanza en estas tareas, el paciente va a ver cómo se
puede volver a normalizar sus rutinas y relaciones sociales.
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Causas del miedo a atragantarse
Hagamos un repaso a las causas psicológicas que generan el espasmo de la glotis. Vamos
a analizar previamente las bases neurológicas y después apuntaremos hacia las principales
fuentes de bloqueo asociadas a nuestro pensamiento y a nuestras emociones.
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momento comienza el problema ... uno se vuelve torpe como si no hubiera tragado
nunca antes. Cuanto más control se desea tener más complicado es relajarse y más
intensas son las sensaciones en la zona de la garganta. Es más fácil carraspear para suavizar
las sensaciones, y por tanto más sensaciones incómodas se tienen.
Cerebelo Vs cerebro
El psicólogo Bob Rotella plantea algunos ejemplos interesantes cuando habla de lo que
pasa cuando el cerebro usa sus funciones al cerebro: Si planteamos una tarea de habilidad
como sería el caso de caminar sobre una lista apoyada en el suelo (15 metros de largo,
por 15 centímetros de ancho), es muy posible que hagamos del tirón. Abriremos los
brazos buscando el equilibrio y coordinaríamos nuestro cuerpo sin darnos muchas
instrucciones para que superemos la prueba. Otra cosa sería si ese mismo listón estaría
suspendido en el aire a unos cinco metros de altura. En este caso, la percepción del
peligro lleva a nuestro cerebro a querer tomar el control. El problema es que como ya
contagió el cerebro es mucho peor en estas tareas que el cerebelo, el resultado es que el
movimiento se vuelve mucho más lento, quizás más seguro pero claramente menos fluido
y bien coordinado como podría ser el caso del primer supuesto.
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coordinar con bastante facilidad la mano, el paso, la fuerza con la que botamos ... No
ocurre lo mismo si todo lo que hacemos lo que queremos pensar y ser lo que son de
cada movimiento ... Lo normal es que acabemos botando mal la pelota y se nos escapa.
Una persona con miedo a tragar esta centrada en lo que no quiere hacer , y no
en lo que sí . Ve la dificultad y se dice que no ha de tenerla. No se da instrucciones para
conseguirlo, posiblemente se queda perpleja viendo la dificultad para conseguirlo
Cuando alguien nos dice: “Te pasa algo, estás mal”, sin que en realidad
estemos sintiendo ningún macho, puede incomodar. Si respondemos "no me pasa
nada, estoy bien", el otro insiste: "lo ves, te estás enfadando ..." Poco importa que el
enfado sea por la insistencia del otro, la realidad es que al considerar el macho, el otro
puede interpretar que venía de antes. Para uno mismo es irritante, es como si te obligarán
a creerte algo que no sientes. Con la idea de no querer pensar en la garganta mientras se
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está comiendo, ocurre algo parecido, solo en esta ocasión, no es otro sino uno mismo
que puede potenciar el problema.
Casi siempre las mañanas son mejores que las tardes . A medida que van
pasando las horas la persona suele tener más problemas para tragar. Este patrón se puede
producir a lo largo de una comida. Se empieza a comer mejor de lo que se acaba.
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Causas y consecuencias del atragantamiento
Tanto los factores previos a la aparición del espasmo de la glotis como las consecuencias
que producen, precipitan el problema que se mantienen en el tiempo. Rara vez una sola
causa es la que produce este problema, casi siempre es la suma de varios de los factores
siguientes:
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5. Sugestionabilidad y predisposición a la náusea como consecuencia de olores
intensos o sabores fuertes. Las personas con esta tendencia experimentan respuestas
físicas y espasmos en la glotis de forma natural, lo que les predispone a desarrollar
este problema.
6. Características de personalidad. autoexigencia y necesitada de control. Estas
características facilitan el querer controlar sensaciones y posibles causas de un
atragantamiento. Focalizan con facilidad su atención en la garganta y potencian más
aún la posibilidad del espasmo de la glotis
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Soluciones para el miedo a atragantarse
Una vez entendido por qué razón nos bloqueamos a la hora de tragar, tenemos que ver
los principales consejos para hacer frente al espasmo de la glotis. Aquí están recogidos
unos cuantos buenos consejos, en cualquier caso es posible que no baste solo con
ponerlos en práctica y que sea necesaria la intervención de un psicólogo con formación
para hacer frente a este problema.
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atrapados en el mismo bucle. Los tratamientos farmacológicos suelen aliviar los espasmos
pero si la causa es psicológica volverán con el tiempo.
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La clave está en conseguir que la amenaza del atragantamiento no determine la forma de
masticar y tragar cada bocado
La solución para los espasmos de la glotis no suele ser farmacológica, la clave está en
conseguir que la amenaza del atragantamiento no determine cada bocado. Para ello hay
dos caminos: cambiar la percepción de peligro y amenaza que se ha asociado al hecho de
tragar y volver a automatizar el masticado y tragado. Los fármacos que se suelen
prescribir para este problema pretenden bajar los niveles de ansiedad basal por medio de
ansiolíticos y por medio de antidepresivos con efecto antiobsesivo. Suelen producir una
reducción de la alerta general emocional y física, haciendo que la persona sea menos
circular en sus pensamientos y reduzca la tensión muscular. Al bajar el nivel de alerta,
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mejora la capacidad para hacer frente la amenaza del atragantamiento. En cualquier caso,
la persona no suele resolver su temor ya que no genera una habilidad nueva para hacer
frente a su miedo y al posible espasmo de la glotis.
FASE 1
1. Entender el problema.
FASE 2
FASE 3
FASE 4
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Empecemos el trabajo práctico para resolver los
problemas al tragar.
Fase 1
Esta primera fase se explica en el capítulo anterior, en él se comprenden los dos primeros
puntos: entender el problema, y aprender qué aspectos psicológicos están implicados.
Fase 2
Identificación de sensaciones y conocer mecanismo de la glotis.
En esta fase hay que identificar las sensaciones que producen los alimentos.
Normalmente el reflejo ante una amenaza es defenderse y mantener solo unos instantes
la garganta abierta para el paso de los alimentos. El efecto que produce es el
atragantamiento, la irritación y el aumento de sensaciones que complican cada vez más el
problema. Por todo esto, conseguir dejar la nuez arriba unos segundos es el primer paso
para identificar sensaciones y para conseguir que baje la actitud defensiva ante la
posibilidad de atragantarse ante cualquier alimento.
Hay que repetir este experimento todos los días, al menos tres veces durante una
semana.
Fase 3
Aceptación del espasmo de la glotis.
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Es importante que no todo gire alrededor de una negación: "no quiero atragantarme".
Hay que conseguir centrarse en lo que sí quiero hacer. Hay que salirse del bucle de
buscar siempre las mejores condiciones para garantizar que el alimento pasará sin
problemas. No hay que esperar a que las condiciones sean perfectas para permitirse
masticar y tragar
el alimento. Por esa razón voy a proponerle unos cuantos ejercicios centrados en esa
meta. No hay que hacer todos al mismo tiempo pero todos ellos si se hacen poco a
poco van a aportar su granito de arena a la hora de alcanzar el bienestar:
Hay que crear una lista de alimentos que generan incomodidad a la hora de tragar.
Deben jerarquizarse, es decir ordenarlos de menor a mayor incomodidad para que
después se puedan plantear experimentos adecuados a cada persona.
Dependiendo del nivel de bloqueo que vive cada persona la jerarquía de situaciones se va
adaptando. La ayuda de un psicólogo familiarizado con el tratamiento de las disfagia es
siempre útil para poder recibir mensajes y guía constante sobre los siguientes pasos a
afrontar.
Algo que uso con frecuencia y que ayuda mucho es hacer una cuenta regresiva desde
1000, de siete en siete. Hace que la persona no pueda prestar facilmente atención a sus
sensaciones al tiempo que hace los cálculos. Si pone en práctica este ejercicio es
importante que sea porque usted lo decide, no porque no le queda más remedio. Quiero
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decir que puede hacerlo pero puede ser poco útil si no es usted quien desea convivir con
esas sensaciones. Si es algo impuesto, podríamos decir que hace que sea valiente pero no
llegará a sentir calma y tranquilidad tras el experimento.
De nuevo este experimento hay que repetirlo por lo menos una vez al día durante 7/14
días.
3. Masticar chicle. comer chicle puede ser muy agradable, o todo lo contrario cuando no
se quiere tener ninguna sensación incómoda al tragar saliva. Decidir tener un chicle o un
caramelo es una buena forma de dejar que de manera automática la glotis deje paso a la
saliva.
5. Este ejercicio es duro pero muy útil: muestre ante otras personas que se atraganta.
Puede forzar una tos algo explosiva en donde puede escupir la comida. Este ejercicio es
duro ya que obliga a afrontar algo que se está evitando: que los demás miren y atiendan a
algo llamativo e incómodo para uno mismo. Es usted quien lo decide, no es el azar o la
falta de control quien lo decide por usted. Este ejercicio debería repetirse un mínimo de
una vez por semana, durante un mes. Está claro que sólo se puede realizar cuando esté
en la fase final de este problema.
6. Quede con los amigos y decida comer despacio. No intente camuflarlo. Ha de hacerlo
con la meta de que le hagan un comentario. Responda con normalidad: "sí tengo poca
hambre y no me pasa la comida" no se esconda, eso solo hace que agravar el problema.
Cada uno de estos ejercicios debe repetirse un número de sesiones que irá entre 15 y 60
en función de lo enquistado que esté el problema. El avance se puede medir en función
del bloqueo que aún genere el exponerse a este tipo de ejercicios y cómo dificulta el
tragado normal del alimento. Cuanto menos bloqueo, más cerca estamos de la solución.
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Fase 4
Una vez ya conoce estos ejercicios es fundamental la repetición. Cuanto más se
normalicen las sensaciones al masticar, más fácil será avanzar y dejar de bloquearse en el
momento de tragar.
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