Nuevas Formas de Poder - Yatencie Bonilla

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 151

Nuevas formas

Freddy Guerrero Fariño | Yattenciy Bonilla Cerquera


En la iglesia evangélica de hoy, hay una gran confusión y un serio problema en
cuanto al poder. Hay pastores que pretenden ser dictadores y dominar la vida entera
de sus feligreses. Abundan los predicadores y maestros que pontifican con más au-

de poder
toritarismo, y menos criticidad, que el mismo papa en Roma con toda su curia.
YATTENCIY BONILLA CERQUERA FREDDY GUERRERO FARIÑO
Nacido en Colombia, en la ciudad de
Freddy y Yatency han hecho muy bien en interpretar el actual movimiento apostólico Es pastor, educador, administrador y
Neiva, Departamento de Huila; hijo y mesiánico desde la perspectiva del problema del poder. Este nuevo libro merece líder interdenominacional. Está casa-
de padres religiosos, ingresa a la una lectura cuidadosa, y sin duda hará un valioso aporte al debate sobre el ministe- do con Grace, con quien ha procrea-
edad de doce años al convento de rio apostólico y mesiánico hoy. do cuatro hijos/as.
San Pablo, Bogotá. Es presbítero (pastor ordenado) de la
Por doce años estudia en diversas Iglesia del Nazareno, en la cual ha
instituciones teológicas como el Se- JUAN STAM servido desde 1987. En la actualidd
minario Mayor de San José, Bogotá; es pastor de la Iglesia Bíblica Familiar
en la Universidad Javeriana de Co-
lombia y en la Pontificia Universidad
Junto a las bendiciones que recibimos como iglesias evangélicas, me preocupa el Movimientos apostólicos y mesianismos “evangélicos” en Quito, organización asociada a la
Oriental Mission Society (OMS).
“clericalismo evangélico” y el “romanticismo del poder” que aparecen en algunas
Católica del Ecuador, obteniendo los Es director de la Fundación Latinoa-
grados de Licenciatura en Filosofía,
prácticas distorsionadas y teologías equivocadas. Freddy y Yattenciy, una nueva gene- mericana de Estudios (FLET, Ecua-
una Maestría en Biblia, y posterior- ración de teólogos y biblistas, se adentran en el tema del poder en relación con el dor). Ha servido en varios países de
mente egresó de un Programa Doc- ministerio y nos desafían a discernir los fundamentos bíblicos de la pastoral. Cuando América Latina como docente en di-
toral en Biblia. crecen juntas el “trigo y la cizaña” recomendamos esta obra por su lucidez, valentía y versos programas de educación teo-
Recientemente, obtuvo una Licencia- lógica en seminarios y universidades,
pertinencia. Una contribución a la misión de la iglesia en América Latina.
tura en Teología y Ciencias Religiosas tales como: UNAZA-UNELA de Costa
en la Universidad Autónoma de Quito Rica, FATELA, Director de la Escuela
y un Doctorado en Teología en la Vi- ISRAEL BATISTA de Teología de la Universidad Cristia-
sion International University. Se espe- na Latinoamericana (UCL), Seminario
cializó por tanto en “Idiomas Bíblicos” El aporte que hace Freddy Guerrero es oportuno, pertinente y muy relevante para el Nazareno (Ecuador-Argentina), Alian-
(arameo, hebreo, griego y latín). Lue- za, SEMISUD, entre otros.
go es ordenado Diácono Católico, a
momento histórico que vive nuestro continente. Desde su pastoral comprometida e Además, ha servido en ministerios ín-
pocos días de esta ordenación se informada se atreve a cuestionar una moda que puede hacer mucho daño a la tarea terdenominacionales en calidad de:
convierte al pentecostalismo. del Reino de Dios. Sin negar la necesidad de un espíritu eclesial apostólico, necesa- Tesorero y Vice-presidente de la Con-
rio para la evangelización integral mundial, nos dibuja con maestría el apostolado de fraternidad Evangélica Ecuatoriana, Di-
rector de la Fundación Centro Integral
servicio y cuestiona con firmeza profética las posturas frívolas y oportunistas de un li-
de la Familia (CIF), Coordinador Na-
derazgo que no representa los valores más puros de las Sagradas Escrituras ni el cional del Proyecto “Mi Esperanza”,
aporte de la tradición cristiana. De la misma manera Yattenciy Bonilla hace una apo- Ecuador, Festival de la Esperanza;
logía concisa, concreta y fundamentada sobre las sectas mesiánicas contemporáneas Coordinador de TOPIC de los países
que buscan la desintegración del pueblo de Dios. andinos y Coordinador nacional de la

Nuevas formas de poder


FTL, Ecuador.
Hizo sus estudios con la Universidad
DAVID E. RAMÍREZ Nazarena de Costa Rica donde obtu-
vo su Bachillerato y Licenciatura en
Administración de los Recursos Ecle-
ISBN 9978-91-059-X siásticos y Maestría en Ciencias de la
Religión con mención en Biblia y Teo-
logía. Además, cursó estudios en
Ciencias Sico-Sociales en la Universi-
dad Estatal de Guayaquil. Es profesor
normalista. Actualmente cursa un
Doctorado en Teología (P.hD.) con
9 789978 910597
especialidad en Misiología en PRO-
DOLA asociado a la Universidad
Evangélica de las Américas.
Ha escrito el libro Misión integral:
Modelos bíblicos y desafíos (1996),
Identidad protestante y misión en La-
tinoamérica (2005 en edición) y
más de una veintena de artículos de
Freddy Guerrero Fariño | Yattenciy Bonilla Cerquera corte pastoral y misiológico.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page iii

Nuevas formas
de poder
Movimientos apostólicos y mesianismos “evangélicos”

Freddy Guerrero Fariño | Yattenciy Bonilla Cerquera


APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page iv

© 2 0 0 5 - F reddy Guerre ro Fa riño, Ya t tenciy Bonilla Cerqu e ra

E d i to rial FLEREC/FLET/CLA I

Re g i s t rodere cho auto ral 023363


ISBN-9978-91-059-x

P roducido por el Departa m e n to de Comunicaciones


del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI)
I n gl a te rra N32-113 y Av. Mariana de Jesús
Teléfonos: (593-2) 255-3996 / 252-9933
Fax: (593-2) 250-4377
Casilla 17-08-8522
E-mail: [email protected]
www.clai.org.ec
www.semisud.edu.ec

Revisión de Tex to : Daniel Oliva Morel, Verónica Aguilar


Diseño de Po rtada: Iván Balarezo
D i a gramación y Coordinación Edito rial: Amp a ro Salazar Chacón
Q u i to, nov i e m b re 2005

P rohibida toda reproducción parcial o comp l e ta sin auto rización del autor y/o
de los responsables de la edición en español.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page v

P ri m e ra Parte

EL MOVIMIENTO
APOSTÓLICO
CONTEMPORÁNEO:
UNA LECTURA
NEOTESTAMENTARIA
DESDE LA CLAVE
DEL “PODER”

Freddy Guerrero Fariño

Segunda Parte

MESIANISMO

Yattenciy Bonilla Cerquera


APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page vi
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page vii

Tabla de contenido

Presentación. Rev. Israel Batista xv


P re facio. Rev. Carlos Van Engen xix

PRIMERA PA RT E
EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO:
U NA LECTURA NEOTESTAMENTARIA
DESDE LA CLAVE DEL “PODER”
Freddy Guerrero Fa ri ñ o

Glosario de Términos 3
Introducción 7

CA P Í T U LO 1
U NA LECTURA DE LAS TENDENCIAS
ECLESIALES LAT I NOAMERICA NA S 11
A. Diez tendencias 12
B. L e c t u ra del mov i m i e n to apostólico
desde la clave del “poder” 15
C. El “poder” en el apostolado paulino 17

CA P Í T U LO 2
LECTURA DE LA REALIDAD LAT I NOAMERICA NA
DESDE LA CLAVE DEL “PODER” 21
Introducción 21
A. L e c t u ra de la realidad latinoamericana desde la clave
del “poder global” 22
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page viii

-viii-

B. La clave del “poder global” y sus efe c tos


(pobreza y riqueza) 26

CA P Í T U LO 3
¿ U NA NUEVA REFORMA ECLESIAL?
LA CUESTIÓN APOSTÓLICA
EN EL NUEVO TESTAMENTO 33
A. Jesús, el apóstol por exc e l e n c i a 33
B. Los 12 apóstoles: La comunidad apostólica 38
D i re c t rices apostó l i c a s 39
C. Pablo, el apóstol a los gentiles 42
E l e m e n tos cardinales del apostolado paulino 42

CA P Í T U LO 4
PERSPECTIVAS SOBRE LA APOSTOLICIDAD:
IGLESIA Y MINIST E R I O 53
A. Pe rs p e c t i va católica 53
B. Pe rs p e c t i va prote s ta n te - eva n gé l i c a 55
C. Pe rs p e c t i va desde las redes de congre gaciones
y líderes apostólicos 58

CA P Í T U LO 5
APUNTES PARA UNA TEOLOGÍA
N E OT E STAMENTARIA DE LO APOSTÓLICO 63
A. Misión, apostolicidad y ministe rio 63
B. Au to ridad y poder en el ministe rio apostó l i c o 65
C. Fo rmación discipular del liderazgo apostólico 66
D. ¿Una nueva eclesiología apostólica? 67
E. Pe rs p e c t i vas católica, prote s ta n te y carismática
s o b re lo apostólico 68

CA P Í T U LO 6
PROPOSICIONES TEOLÓ G I CO-PASTORALES SOBRE
EL MOVIMIENTO APOSTÓ L I CO CONTEMPORÁNEO 71

BIBLIOGRAFÍA 77
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page ix

-i x-

SEGUNDA PARTE
MESIANISMO
Ya t tenciy Bonilla Cerquera

CA P Í T U LO 1
¿QUÉ ES EL MOVIMIENTO MESIÁNICO ? 83
Introducción 83
A. Origen del mesianismo en la histo ria de Israel 84
B. D i ve rsos mov i m i e n tos mesiánicos
en la histo ria del cristianismo 88
C. El mesianismo actual 89

CA P Í T U LO 2
D E F E N SA DE LA FE EN CONTRA
DE LAS ENSEÑANZAS DEL MESIANISMO 93
A. Cri s to Dios 93
B. El sacerdocio de Cri s to en la línea de Melqu i s e d e c 95
C. El uso del hebreo en la liturg i a 108
D. Significado de “Jeshúa” 111

CO NC LUSIÓN
LIBERTAD EN CRISTO CONTRA
LAS TRADICIONES MESIÁNICAS IMPUESTAS 113

BIBLIOGRAFÍA 115
CO NC LUSIÓN FINAL 117

ANEXO
VIGENCIA Y DESAFÍOS DEL MINISTERIO APOSTÓ L I CO
Apuntes para la discusión en la actual
coyuntura eclesial ecuatoriana 119
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page x
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xi

Dedicatoria

A las iglesias que han sido afe c tas por


estos mov i m i e n tos. En especial, a la
Iglesia “Amor Frate rnal” quien enfrentó
con éxito estos mov i m i e n tos, aunqu e
sufrieran en el camino.
A la Iglesia de Dios por servir de
inspiración en la realización de este libro.
A PRODOLA que fa c i l i tó los espacios
para la producción de este material.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xii
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xiii

Agradecimientos

A Grace de Guerrero y sus hijos Andrea, Andrés, Melanie y


Re b e c a .
A Fanny de Bonilla y sus hijos Claudia y Lu i s .
A la Confra te rnidad Evangélica Ecuato riana y el Cuerpo de
Pa s to res de Quito por reflejar las inquietudes y necesidades de la
pastoral.
Al CLAI, SEMISUD, FLET y PRODOLA, por brindar los mar-
cos académicos y las oportunidades para este libro; y por con-
tribuir activamente a las necesidades del liderazgo latinoameri-
cano.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xiv
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xv

Presentación

A l re c o rrer las páginas de la histo ria de la iglesia, con dolor


somos testigos de mov i m i e n tos, doctrinas y pensamiento s
teológicos que cre a ron confusiones y hasta divisiones que dañaro n
la calidad y sentido de la misión. Jesús fue muy claro cuando se
enfre n tó a los que querían promover tensiones ante el ministe ri o
que Él desarrollaba: "El que no está de mi parte, está contra mí; y
el que conmigo no re c o ge, divide". (Lucas 11:23).
La iglesia eva n gélica está en un proceso de crecimiento, de ma-
d u rez. Damos gracias a Dios porque Él nos ha bendecido. Pe ro es-
te desarrollo muestra también signos de debilidad y fragilidad. Nos
hemos multiplicado, pero no siempre hemos podido profundizar
en la naturaleza y alcances de la misión a la cual Dios nos llama.
Dice un proverbio popular: "A río revuelto, ganancia de pescado-
res". En los últimos tiempos hemos estado ex p u e s tos a doctrinas,
p e n s a m i e n tos y propuestas "ministe riales" no siemp re enraizadas
en los fundamentos bíblicos ni en la inte gridad del Eva n gelio.
Hay tres corri e n tes, entre éstas, que han fo m e n tado confusio-
nes, tensiones y hasta adulteraciones del Eva n gelio. Una, la co-
rri e n te de la teología de la pro s p e ridad, que olvidando la dimen-
sión de la gracia tra n s fo rma la fe en una mercancía religiosa. Dos,
la "guerra espiritual", que no solamente nos conduce a un lengua-
je de violencia, emp o d e ra al diablo por sobre el poder de la cru z
de Cri s to y pro m u eve dualismos teológicos, sino que olvida los va-
l o res de una espiritualidad misionera y mística. Tres, lo re l a c i o n a-
do con el apostolado que no solamente olvida los fundamentos bí-
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xvi

-xvi- PRESENTACIÓN

blicos del papel del apóstol en la Iglesia Pri m i t i va, sino que tiene
la tendencia a tra n s fo rmar el servicio de la vocación ministe rial en
poder.
El libro que ahora con mucho placer presentamos aborda dos
temas que están creando tensiones en la vida de nuestras igl e s i a s :
el mov i m i e n to apostólico y el mesianismo. Por su actualidad y el
e n fo que bíblico que comp a rte, este libro se conv i e rte en un instru-
m e n to de tra b ajo útil para nuestros ministe rios.
Nu e s t ras iglesias han sido un testimonio maravilloso de lo qu e
ha significado un ministe rio de servicio y amor junto a nuestros
pueblos. Con sencillez, pero con lealtad a Jesucri s to, hemos com-
partido un Eva n gelio que le ha dado sentido de vida a nuestra ge n-
te. No negamos que a veces algunos de estos nuevos mov i m i e n-
tos, que pre tenden ser novedosos, nos desafían, pero igualmente
ponen en peligro la naturaleza y la vocación misma del ministe rio
que en estos años se ha ido construyendo en las iglesias latinoa-
mericanas.
Las preocupaciones con estas nuevas formas de liderazgo nos
conducen a afi rmar algunos imaginarios que son centrales en la
vocación pasto ral eva n gé l i c a :
• Es la imagen del siervo que ministra con amor y no del au-
tócrata o empre s a rio con poder, la que anima nuestros minis-
terios.
• Es la ex p e riencia del sacerdocio unive rsal de los creyentes,
todos somos llamados a ser sacerdote s / m i n i s t ros de Dios.
Es difícil aceptar un nuevo clericalismo eva n gélico que nun-
ca hemos aceptado de la tradición católica romana.
• La congre gación local que se acerca a las necesidades cot i-
dianas de los que nos rodean ofreciendo sentido de vida y
c reando lazos afe c t i vos de amor y de solidaridad. No habla-
mos de cifras, sino de hombres y mujeres que tra n s fo rm a n
sus vidas por el poder del Espíritu Santo. Fomentamos co-
munidades de gracia y salvación.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xvii

PRESENTACIÓN -xvii-

• Es la ri queza de nuestras dive rsidades en la que nos unimos


p a ra fortalecer nuestros ministe rios y no para mostrar auto-
ridades individuales que se ejercen desde el sitial del poder.
• Es la ética de la ve rdad y no el lenguaje de la eficiencia y
del éxito.
Con el pro p ó s i to de contribuir a afirmar un ministerio eva n-
gélico que continue dando frutos y siendo de bendición para
n u e s t ros pueblos, la Fundación Latinoamericana de Estudios
(FLET), el Seminario Sudamericano (SEMISUD) y el Consejo
Latinoamericano de Iglesias (CLAI) nos unimos para pre s e n tar al
pueblo eva n gélico este libro que estamos seguros fo rta l e c e rá la
vocación ministerial de nuestros líderes. Nos ayudará a continuar
p rofundizando en temas que a veces nos confro n tan. Pro p i c i a rá
el diálogo en medio de nuestras dive rs i d a d e s .
Como aporte a la necesidad de continuar enfatizando la fo rm a-
ción, parte de los beneficios que resulten de la venta de esta pu-
blicación, serán utilizados para un fondo de becas de estudio en
la FLET para pasto res eva n gélicos ecuato rianos.
Freddy y Yattenciy, teólogo y biblista de nueva promoción,
comparten con nosot ros nuevas visiones y pers p e c t i vas. Nos alien-
ta ver nuevos ro s t ros en la producción bíblica y teológica con ca-
pacidad para desafi a rnos e inspirarnos. Felicitamos a ambos her-
manos porque con valentía nos ayudan a caminar en medio de
"aguas agitadas". Les agradecemos que nos ayuden a reflexionar
con clara identidad eva n gélica enraizada en nuestras realidades co-
mo iglesia y como pueblo latinoamericano.
No es una lectura para curiosos. Es una lectura para junto s
aprender, desafi a rnos y profundizar en la naturaleza de la vo c a-
ción a la cual hemos sido llamados por nuestro Señor Jesucri s to .

I s rael Batista
Secretario General del CLAI

Q u i to, octubre 2005


APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xviii
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xix

Prefacio

l pre s e n te libro es inquieta n te, desafiante, y penetrante en


E el análisis y cuestionamientos que se plantean, concern i e n-
tes a la eclesiología y la cri s tología, acerca de dos nuevos mov i-
m i e n tos religiosos en América Latina: la “nueva refo rma apostólica”
y los mov i m i e n tos “mesiánicos”. Dichos mov i m i e n tos han de pre o-
cuparnos a todos los que amamos a Cri s to y a su Iglesia en nues-
t ro continente.
Los auto res, reconocidos pasto res y destacados eru d i tos, com-
p rometidos con la Iglesia de Jesucri s toy su misión, nos dicen qu e
su pro p ó s i to en escribir este libro “ha sido proveer al liderazgo y a
la Iglesia en general una sólida base para pre s e n tar una apología, una
defensa de la fe crist i a n a ”. Con este libro, sus auto res desean “fo-
m e n tar el diálogo, la reflexión, la oración y los consensos necesarios que
faciliten el adecuado tra ta m i e n to de todas las problemáticas, para pre-
servar la unidad del pueblo evangélico y prevenir las atomizaciones que
fragmenten la unidad de la iglesia evangé l i c a ”.
E s te libro no es un puro análisis frío, desinteresado, técnico o
d e s l i gado de la vida diaria de la Iglesia. Al contrario, con voces de
p ro fe ta, corazones de pasto r, plumas de maestros y mentes cen-
t radas en la Biblia, los auto res de este volumen nos envían algo así
como una carta pastoral. El pre s e n te tex to proviene de una pro-
funda preocupación por la iglesia y nos ofrece, al decir de los au-
tores, “una voz concienzuda para ori e n tar la vida de la Iglesia. Por
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xx

-xx- PREFACIO

ello, con la única pretensión de servir a la edificación del Cuerpo de


C ri sto emitimos esta opinión a modo de apuntes para una teología de
lo apostólico (y su cristología)”. Para cumplir este pro p ó s i to, basa-
dos en un análisis agudo y penetra n te, los autores nos ofrecen una
serie de pre g u n tas y cuestiones realmente preocupantes que nos
c o n l l evan a la refl exión y la auto - c ritica en relación a dos mov i-
m i e n tos recientes: la “nueva re fo rma apostólica” y los movimientos
“mesiánicos”.
Desde los primeros siglos de su ex i s tencia, en su auto-estima,
la Iglesia Cristiana se ha considerado ser una, santa, unive rs a l y
apostólica. Y por más de dieciocho siglos esas cuatro palabras han
definido la naturaleza de la Iglesia. En paralelo con esta reflexión
eclesiológica, la Iglesia ha venido cuestionando y discutiendo la
fo rma en que ella entiende la naturaleza de Jesucri s to .
Tomando la histo ria de la iglesia a largos rasgos, podemos apre-
ciar que la palabra apostólica se ha usado en por la menos cinco
sentidos. El primer uso de la palabra, comúnmente visto en el
Nu evo Testa m e n to, es el sentido misionero que deriva del gri e g o
apostelo, env i a d o, como claramente lo señala, en este volumen, el
hermano Freddy Guerre ro. Este es el sentido más básico y funda-
mental de la palabra, un significado reconocido por todas las tra-
diciones Cristianas hasta hoy: la Iglesia apostólica es la Iglesia en-
viada por Jesucri s to al mundo a proclamar en palabras y hechos
el Eva n gelio del Reino de Dios, que Jesucri s to es el único Señor y
Salva d o r. Y, como nos enseña el hermano Ya t tenciy Bonilla, dicho
envío se desprende en el Nuevo Testa m e n to de unas pers p e c t i va s
cri s tológicas que se deri van del mesianismo del Antiguo Testa m e n-
to y se tra n s fo rman en las enseñanzas radicales de Jesucri s to ,
quien se auto-denominó igualmente ta n to “Hijo de Hombre” co-
mo “Hijo de Dios”.
En el primer capítulo de los Hechos de los Apóstoles encontra-
mos indicios de un segundo significado que se le dio a la palabra
apósto l. En la iglesia primitiva y durante las décadas subsiguientes
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xxi

PREFACIO -x x i-

después de Cri s to, se usaba la palabra para señalar a aquellos te s-


tigos oculare s que anduvieron con Cri s to y, a su vez, a los segui-
d o res personales de los apóstoles que aprendieron de ellos. Este
uso de la palabra fo rtaleció una serie de decisiones; por ejemplo,
dete rm i n a ron el “canon”, el cri te rio a partir del cual se aceptó o
se re chazó cada libro que inte graría el Nu evo Testa m e n to. Si el li-
b ro fue escrito por un “apóstol” o uno que aprendió y anduvo con
un apóstol, fue incluido. La base, y los límites, de la auto ridad de
estos testigos oculares se encontraba en la cri s tología de la Iglesia
pri m i t i va: Jesús el Cri s to (Mesías), es el Señor y “en ningún ot ro
hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hom-
bres, en que podamos ser salvos” ( H e ch. 4:12).
A partir de la era de Constantino, en el siglo IV, surgió un te r-
cer uso de la palabra. Con el progresivo fortalecimiento del obis-
pado de Roma hasta llegar a ser reconocido como el Papa (el pri-
m e ro entre iguales), la palabra apóstol comenzó a ser entendida en
un sentido histó rico. Se consideraba que el Papa de Roma ejercía
su liderazgo por gozar de una sucesión apostó l i c a, cuya autoridad
eclesial y espiritual, se decía, venía en línea histó rica irrompible
desde el obispado del apóstol Pe d ro en Roma. Dura n te estos mis-
mos siglos, con importa n tes ante c e d e n tes histó ricos, la Iglesia dis-
cutió muy cuidadosamente el asunto de la naturaleza de Jesucri s-
to, su humanidad y su Deidad, llegando a la conclusión de qu e
“Jesucristo es verdadero hombre de verdadero hombre y verd a d e ro Dios
de verd a d e ro Dios”, en una unión perfe c ta aunque miste riosa. Esta
cri s tología ha sido fundamental, hasta hoy, para toda la Iglesia
Cristiana en todo el mundo, aunque siemp re bajo continua discu-
sión por tratar de entender este miste rio en cada nueva situación
h i s tó rica y contextual.
En el siglo XVI surgió un cuarto uso de la palabra apósto l. Los
líderes de la Re fo rma Prote s tante querían enfatizar la centralidad
de la Biblia en la vida y la re flexión teológica de la Iglesia. Así qu e
ellos clamaron porque la Iglesia fuera fiel a las enseñanzas de los
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xxii

-xxii- PREFACIO

a p ó stoles en el Nu evo Testa m e n to. Ellos consideraban que la Igl e-


sia era apostólica cuando se mantenía fiel a los escri tos de los após-
toles en el Nu evo Testa m e n to. Mantenían que todo creye n te tenía
la libertad, el privilegio y el deber de examinar la Biblia y juzgar
si aquello que los líderes y pasto res decían era verdad. Y la ve rdad
se encontraba en solus Cristus (la salvación únicamente en Cri s to ) ,
sola Scri pt u ra (la revelación dada unicamente en la Biblia), sola Gra-
tia (la conve rsión alcanzada unicamente por la gracia de Dios) y
sola Fide (la salvación y la vida cristiana se vive n ú n i c a m e n te por
medio de la fe que da el Espíritu Santo). Todas las tradiciones Pro-
testantes, hasta la actualidad, consideran como fundamentales es-
tas “solas” de la Re fo rma Protestante del siglo XVI. Y la base, el
fundamento, de esta pers p e c t i va teológica consiste en la fidelidad
a las enseñanzas de los primeros apóstoles, las enseñanzas que se
e n c u e n t ran únicamente en la Biblia.
En la segunda parte de este volumen, el Dr. Ya t tenciy Bonilla
nos invita a examinar cuidadosamente las pers p e c t i vas de los nue-
vos mov i m i e n tos denominados “mesiánicos” y lo que ellos impli-
can acerca de la cri s tología. Ne gar la deidad de Jesucri s to es negar
la clara enseñanza de la Biblia, pero también es negar el énfasis
tan acertado de la Re fo rma Protestante acerca de que todo lo qu e
sabemos acerca de Dios y de la salvación proviene de Jesucri s to el
único Señor y Salva d o r, Dios con nosot ros.
Desde las alturas imp o n e n tes del Ecuador, en una fo rma apa-
sionada y punzante, los auto res del pre s e n te volumen nos invitan
a la reflexión y la auto-crítica, a re examinar nuestro momento his-
tó rico en el cual se ha creado un quinto sentido de la palabra após-
tol. Durante los pasados veinte años, a nivel mundial hemos visto
s u rgir un nuevo mov i m i e n to cristiano que pre tende ofrecernos
una nueva fo rma de ser iglesia. Este nuevo mov i m i e n to se ha au-
todenominado como Nu eva Re fo rma Apostó l i c a.Paralelo con es-
te análisis, el hermano Bonilla nos llama a discernir los espíri t u s
en cuanto a mov i m i e n tos mesiánicos sectarios que insisten en usar
palabras prove n i e n tesdel hebreo (en algunos casos i n c o rrectamente
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xxiii

PREFACIO -x x i i i-

usadas), como si el uso de las mismas, las cuales el pueblo latinoa-


mericano no entiende, tuviera alguna eficacia espiritual. Re c o rd e-
mos que antes del Concilio Vaticano II, hace más de cuarenta
años, en todo el continente la misa era llevada a cabo en latín – y
la Iglesia latinoamericana de ese entonces mostró su deseo porqu e
el Eva n gelio fuera contextualizado y comp rensible para el pueblo
latinoamericano. ¿Por qué ahora crear y usar ot ro idioma ex t ra n-
j e ro que los miembros no puedan entender? ¿Será que esta prá c-
tica, por parte de los líderes de estos mov i m i e n tos, revela más de
un deseo de controlar y manipular al pueblo que de glorificar a Je-
sucri s to nuestro único Mesías, Salvador y Señor?
En su mayoría, los nuevos mov i m i e n tos teológicos y eclesiales
que se han desarrollado a través de la histo ria, han surgido porqu e
en la vida de la Iglesia, y en su teología, hubo un vacío, una debi-
lidad, un hueco teológico y pasto ral. Ambos auto res de este libro
nos invitan a una auto-crítica, una nueva reflexión teológica y mi-
siológica, para estudiar más concienzuda y cuidadosamente nues-
t ras propias iglesias, nuestras propias mot i vaciones y actividades
en relación con la eclesiología, la revelación, los asuntos de lide-
razgo, nuestro comp romiso con una cri s tología ve rdaderamente bí-
blica, el uso –o abuso– del poder, y nuestra tendencia humana de
querer manipular y controlar al pueblo creye n te. Con ese fin, los
a u to res nos ofrecen unas exc e l e n tes sugerencias para continuar el
análisis y la reflexión.
C u a l qu i e ra que lea este libro se dará cuenta que necesitamos
un estudio minucioso y cuidadoso de muchos pasajes bíblicos re-
lacionados al tema, empezando por Efesios 4:11 y la lista de los
“ministe rios”. Necesitamos que alguien en nuestro presente con-
tex to latinoamericano y en este momento histó rico haga un nue-
vo análisis hermenéutico de este y ot ros pasajes. Considerando es-
te tex to, por ejemplo, queda claro que solamente porque la pala-
b ra “apóstol” aparece pri m e ro en la lista no significa, en ningún
sentido, que ese ministe rio tiene una mayor llamado o una mayor
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page xxiv

-xxiv- PREFACIO

a u to ridad que todos los demás ministe rios y dones; hay más de
ve i n te dones y ministe rios en el Nuevo Testa m e n to. Por el contra-
rio, la eclesiología paulina, en la carta a los Efesios, no es en nin-
gún sentido jerárquica, sino colectiva, orgánica y comunal, ex p re-
sada en metá fo ras tales como familia, cuerpo y nueva humanidad.
Guerrero nos invita a cuestionar la base de la auto ridad y el po-
der que detentan los pasto res y líderes de nuestra iglesias. Sabe-
mos que todo sistema eclesiástico puede utilizarse para abusar del
poder y llevar a la iglesia hacia la herejía, lejos de Cri s to, apaga n-
do al Espíritu Santo, apartándonos de Dios. Guerrero y Bonilla
nos desafían a examinar “la viga” en nuestro propio ojo (Mateo
7:4). Guerrero escribe, “prevemos a futura una crisis relacional entre
el movimiento apostólico y las denominaciones. Ninguna cederán gra-
tuitamente espacios de “auto ridad” (en realidad poder). ¿Cuál será el
mejor camino para organizarnos y cumplir nuestra ta rea misional? ¡Es-
to está por descubrirse!”.
Es mi esperanza que miles de pasto res y líderes cristianos en
toda la América Latina lean este libro y perm i tan que el agudo
análisis que aquí se encuentra nos impulse a todos a una nueva re-
fl exión bíblica, teológica, contextual, pasto ral y misiológica.

Rev. Carlos Van Engen, Ph.D.


Los Ángeles, California
31 de octubre de 2005
Día de la Re fo rm a
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 1

Primera Parte

EL MOVIMIENTO
APOSTÓLICO
CONTEMPORÁNEO:
UNA LECTURA
NEOTESTAMENTARIA
DESDE LA CLAVE
DEL “PODER”

Freddy Guerrero Fariño


APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 2
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 3

Glosario de Términos

Apóstol
La palabra viene del griego a p ó stolos, que a su vez proviene del
verbo aposté l l o. Significa “enviar con un pro p ó s i to en particular o
con una comisión específi c a . . .” (von Eicken & Linder, 1975: 127).
Es un ministro del Eva n gelio. La palabra “apóstol” aparece 79
veces en el NT, y de ellas, 68 veces aparece en los escri tos pauli-
nos y en los escri tos lucanos. No obsta n te, aunque no se mencio-
na ni una sola vez en Juan, es inte resante que describe el papel
particular de los apóstoles después de la muerte de Cri s to (Nel-
son, 1974: 42). De ahí la razón de la escogencia de esta clave her-
menéutica para el análisis bíblico de la temática en cuestión.
Nelson señala que “invo l u c ra la idea de ser enviado con un pro-
p ó s i to especial o con auto rización oficial” (1974: 41). En el NT se
usa esta palabra de tres maneras distintas: (1) enviado, delegado o
mensaj e ro; (2) un miembro del grupo de los Doce; y (3) en su sen-
tido ge n e ral designa maestros y misioneros destacados (1974: 41-
42). También puede tra d u c i rse como “despedir o despachar” (SBU,
1975: 23). No se debe pasar por alto el hecho de que el aposto l a-
do es un don divino. No obsta n te, el principal problema que se
presenta alrededor de este don y ministe rio es el alcance de su au-
toridad.1

1 Pe ter Wagner dice, en su definición, que a ellos se les ha concedido una “auto ridad extraor-
dinaria” (Wagner, 1994: 231). Sin embargo, tenemos que preguntarnos cual es el límite de la
misma. ¿O acaso es una autoridad omnímoda?
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 4

-4- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Movimientos o redes apostólicas


Los mov i m i e n tos apostólicos o redes apostó l i c a s2 son un nue-
vo sistema de agrupación info rm a l (Wagner, 2000: 6), donde se
asocian libre m e n te personas que afi rman tener vocación o minis-
te rio apostólico. Los miembros provienen en su mayoría del sec-
tor cari s m á t i c o .3 Tienen por pro p ó s i to proveer cobertura apostólica
( p a storeo a apóstoles por parte de un apóstol cabeza o ve rtical); capa-
c i tación apostólica para el desarrollo de su ministerio y dirección para
el ejercicio de la auto ridad que facilite la construcción de la teocracia en
su ámbito de acción.
Por su parte, una voz auto rizada del mov i m i e n to apostó l i c o
afirma que las características comunes de las redes apostólicas son
las siguientes: translocales; se basan en relaciones; tienen un “lí-
der”; fluyen de abajo hacia arriba; sirven; no son controladoras;
añaden valor al liderazgo de la iglesia local (Wagner, 2000: 130-
135).
Según David Barre t t ,4 en 1996 tenía en su base de datos info r-
mación de aproximadamente 1.000 redes apostólicas que agl u t i-
nan a unos 100 millones de seguidores del mov i m i e n to(Barrett en
Wagner, 2000: 49).

Clave: Poder global


C l ave es una guía que sirve como paradigma y por ende ori e n-
ta el análisis de un fenómeno. En este caso se usará la fi g u ra del
poder que se estru c t u ra a escala inte rnacional y regional en los ám-
b i tos seculares y religiosos. En particular, entendemos que el po-
der está vinculado a una tendencia globalizante, neoliberal y om-
nímoda que no acepta cuestionamientos, pues se autoconcibe co-

2 También ha sido osadamente llamada “Nu eva Re fo rma Prote s ta n te”. En opinión del auto r,
e s te es un título demasiado grande para calificar a este mov i m i e n to; de todos modos, esta es
sólo una cuestión de apreciación.
3 Según Wagner, el 80% de iglesias miembros a estas redes en Estados Unidos son del secto r
carismático (2000: 41).
4 D avid Barrett es editor de World Chri stian Encyclopedia.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 5

FREDDY GUERRERO FARIÑO -5-

mo la única opción de vida para organizar el nuevo orden mun-


dial. En el ámbito religioso, este poder tiene que ver con la pro-
puesta teocrática.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 6
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 7

Introducción

L a Nu eva Re fo rma Apostólica es el movimiento de tinte


evangélico de moda. Este ha fo rmulado desafíos que cuestio-
nan la vigencia de las denominaciones y sus formas tradicionales
de organización. Además, desde su pragmatismo ha planteado una
misionología asociada a las mega - i glesias, con una nueva estru c t u-
ra, forma de organización y liderazgo.
En esta introducción planteamos la problemática en estudio así
como también las presuposiciones centrales de la inve s t i gación y
la definición de los té rminos fundamentales que son imprescindi-
bles para la claridad conceptual de los lecto res. Finalmente, plan-
teamos el pro c e d i m i e n to metodológico a seguir en el desarro l l o
del trabajo.

LA PROBLEMÁTICA EN ESTUDIO
En el pre s e n te estudio nos interesa analizar bíblicamente la
cuestión apostólica, para ori e n tar la vida y ex p resión del mov i-
m i e n to apostólico contemporáneo. Asimismo, afirmar lo positivo
y corregir lo defectuoso del mismo, en ta n to representa una nue-
va corri e n te misionológica que está bregando por espacio en el
concierto eva n gélico en América Latina. Además, buscamos sensi-
bilizar y suscitar la refl exión en las iglesias de los secto res eva n gé-
lico-prote s tante sobre la propia crisis inte rna de nuestras iglesias
en mate ria eclesiológica.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 8

-8- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

PRESUPOSICIONES CENTRALES
Nos acercamos al tema desde las siguientes presuposiciones:
a) El ministe rio apostólico es una fi g u ra bíblica con una función
definida y sujeta a la Missio Dei con una agenda de fondo y
fo rma definida por Dios, el Pa d re .
b) El autor cree en la vigencia de todos los ministe rios y dones,
incluyendo el apostólico. De hecho reconoce que en la prácti-
ca ex i s ten apóstoles5 que, sin llamarse así o negándose a ser re-
conocidos como tales, realizan un ministe rio apostólico, deslin-
dado su accionar de aspiraciones de poder o megalomanía. Son
fundadores de iglesias, fo rm a d o res de líderes y mento res de los
mismos.6
c) Su posición a la cabeza de la lista del ministe rio quíntuple, pre-
sentado en Efesios 4:11ss, no es base para sostener su auto ri-
dad por encima de los demás ministe rios. Creemos en el mi-
nisterio colegiado (equipo de mutua sumisión) y sujeto a la au-
to ridad de Dios, re c o n o c i m i e n todel pueblo de Dios, así como
a la rendición de cuentas a la comunidad local.
d) Los mov i m i e n tos apostólicos intentan re p resentar un nivel de
o rganización y auto ridad eclesiástica que suscita sospecha. Pa-
rece que tienen un fuerte interés en el poder, soslayado bajo el
d i s c u rso espiritual o religioso. Los cuestionamientos son visto s
como irreverencia al “siervo de Dios” y, por ende, “rebeldía
contra Dios”. Bien le haría a las redes apostólicas aceptar la ob-
servación de Evely cuando afirma que: “una sociedad sin críti-
ca es lo más débil y esclerotizado que pueda concebirs e ”
( E ve ly, Louis, 1976: 12).
5 En esto coincidimos con Wagner (cf. 2000: 107).
6 E j e mplo de ello es el re c o n o c i m i e n toque hacemos, sin re s e rvas, del nombramiento del Pa s-
tor Zenón Rivera quien ha fundado la Iglesia “Cord e ro de Dios” en Quito, Ecuador, la cual
cuenta con cerca de tres mil asiste n tes. Asimismo, ha fo rmado un Instituto Bíblico para la pre-
p a ración de obre ros pasto rales, con quienes ha fundado poco más de 30 nuevas congre ga c i o-
nes a lo largo de cuatro décadas. Al pre s e n te, el Pa s tor Rive ra sirve como mentor de los pas-
to res de todas estas nuevas congre gaciones. Por lo ex p resado debemos dife renciar a los verd a-
d e ros apoóstoles de los que hacen ficción apostólica o son reconocidos como apóstoles “tru-
chos” (diálogo personal sostenido con Pablo Alberto Deiros).
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 9

FREDDY GUERRERO FARIÑO -9-

Va rias de estas redes reclaman el re c o n o c i m i e n to supra-estru c-


t u ral de su auto ridad. De ahí su fuerte énfasis en la pérdida de
la auto ridad y espacio de las estru c t u ras denominacionales. Por
ello, se alude con más fuerza que al inte rior del mov i m i e n to
eva n gélico las denominaciones están en crisis, declinación7 o en
su ocaso (Wagner, 2000: 11-13, 20-33; Deiros, 2004: 15-16). Por
ta n to, se vive en una nueva era, la post-denominacional. No
obsta n te, no se desconoce que las denominaciones han relega-
do su función pasto ral hacia sus pastores.
Reconocemos la necesidad de profundos cambios al inte rior de
las actuales estru c t u ras denominacionales. La iglesia precisa ser
re fo rmada conforme al principio re fo rm a d o .
e) La Biblia es la fuente de definición de la misión y de los roles
y enfo ques para cualquier ministe rio, inclusive el apostó l i c o .
Esta debe ser correcta m e n te inte rp re tada a la luz de un claro
e n fo que hermenéutico contextual. Los resultados de una inve s-
t i gación seria están por encima de cualquier escri tor de moda.

PLANTEAMIENTO METODOLÓ G I CO
El pre s e n te tra b ajo se guía por el proceso de construcción de
teología bíblica contextual bajo el enfoque hermenéutico conocido
como “contextual”.8 E s te consiste en: (1) la descripción de la re a-
lidad o problema que interesa al inve s t i ga d o r; (2) el plante a m i e n-
to de las presuposiciones centrales con las que se acerca al tema;
(3) la comp rensión de la problemática antes indicada desde una
p e rs p e c t i va bíblica y (4) la teologización en sí.

7 Según Wagner ex i s ten siete fa c tores que han causado y perpetuado tal declinación. Estos son:
(1) la negación de la ex i s tencia de un serio problema inte rno; (2) el liberalismo teológico; (3)
el exceso de to l e rancia, que sacri fica lo fundamental; (4) un mayor énfasis en el mandato cul-
t u ral que en el eva n ge l i z a d o r; (5) la ave rsión hacia la eva n gelización; (6) la suspicacia sobre el
crecimiento de ciertas iglesias; y (7) la desconfianza sobre el liderazgo carismático (Wagner,
2000: 24-29).
8 Ver Juan Stam. La Biblia, el lector y su contexto histó ri c o. FTL. Boletín Teológico No. 10-11.
19 8 3 .
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 10

-10- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Pa ra esta ta rea, se echa mano de los resultados de la ex é gesis


bíblica. En este paso del proceso se usan los aportes de difere n te s
escuelas de inte rp re tación bíblica; se incorporan, especialmente,
los aportes de los métodos histó rico-críticos. Privilegiamos el uso
de la “filología” pero bajo la premisa de la “Biblia en ta n to Pa l a-
b ra de Dios”.9
Previo pasaremos rev i s ta al contex to para reconocer las te n d e n-
cias actuales de la iglesia y de la sociedad a la luz de la clave del
poder. Luego rev i s a remos en el Nuevo Testa m e n tofi g u ras apostó-
licas clave que nos pueden proveer luces para lograr dilucidar la
p roblemática en estudio. Por ello, estudiaremos a Jesús, el apósto l
por excelencia; a los 12 apóstoles como la primera comunidad
a p o s tólica; a Pablo, el apóstol a los gentiles; y fi n a l m e n te pasare-
mos rev i s ta a las pers p e c t i vas católica, eva n gé l i c o - p rotestante y de
las redes apostólicas sobre la Iglesia y el ministe rio apostólico. Ba-
sados en estos análisis, procuraremos esbozar un inte n to de te o l o-
gía contextual sobre la cuestión apostólica.

9 E s te es el enunciado Barthiano que define el acerc a m i e n to del autor a las Escri t u ras.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 11

CA P Í T U LO 1

UNA LECTURA DE LAS TENDENCIAS


ECLESIALES LATINOAMERICANAS

Intentar esbozar las tendencias en la Iglesia Latinoamericana es


un tra b ajo complejo que no se puede resumir seri a m e n te en un
t ra b ajo breve. Lars Dunberg pre s e n tó recientemente una confere n-
cia sobre las tendencias del nuevo milenio, donde presenta los si-
guientes tres ejes de articulación: (1) lo que está ocurriendo en el
mundo; (2) en la iglesia; y (3) el futuro de las misiones mundia-
les. Ante este interesante tra b ajo, hemos escogido la opción de de-
limitar el tema de la siguiente manera: (a) ubicar las pri n c i p a l e s
tendencias eclesiales latinoamericanas; (b) presentar un esbozo
global del contex to inte rnacional y regional, pues de lo contrario
no entenderíamos de donde proceden tales tendencias;10 y (c) ana-
lizar una tendencia en particular, la cual a nuestro juicio es una de
las más imp o rta n tes y descuidadas en la Iglesia Latinoamericana.
La razón de tal selección se debe a la trascendencia que este te m a
está alcanzando, además de que poco se ha dicho de ella. Nos re-
fe rimos al mov i m i e n to apostólico contemporáneo,11 de cuño neo-
pentecostal.

10 Esta lectura se hará desde un enfo que socio-teológico.


11 También se la conoce como “Red apostólica”. Vale señalar que este es un fenómeno cre-
ciente que agrupa a más de 10 mil apóstoles alrededor del mundo.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 12

-12- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Por lo ex p u e s to, dejamos constancia que al escribir este traba-


jo12 nos confesamos identificados y comp rometidos con la Misión
de Dios (Missio Dei), la Biblia, la tradición eva n gélica, América La-
tina peri fé rica y pobre,13 y un serio y constru c t i vo espíritu crítico
f re n te a cualquier tipo de mov i m i e n to hegemónico y auto rita ri o .
Nos mot i va la autocrítica, necesaria para aquellos que provenimos
de iglesias denominacionales. Por ello ra t i ficamos nuestro comp ro-
miso con nuestra iglesia eva n gélica dive rsa, con virtudes y defe c-
tos. Sin embargo, lo hacemos esperando suscitar refl exión y auto-
crítica para contribuir al desarrollo de la misión de la Iglesia de Je-
sucri s to en nuestra amada América Latina.
De ot ro lado, precisamos pre g u n tarnos ¿qué rumbos está to-
mando la Iglesia Eva n gélica Latinoamericana en el ejercicio de su
misión?, ¿cuáles son algunos de sus principales énfa s i s? Estas pre-
guntas nos ay u d a rán a ubicar la dirección que está tomando nues-
t ra Iglesia. Para esto, visualizaremos algunos campos o te n d e n c i a s ,
sin pre tender cubrir toda la realidad o tener la última y más com-
pleta palabra sobre el particular. Estos campos o tendencias están
fo rmulados en diez tendencias:

A. DIEZ TENDENCIAS
1. El post-denominacionalismo y la concomita n te aparición de
iglesias independientes fru to de constantes divisiones y debili-
tamiento del liderazgo denominacional.
2. La incorporación de los va l o res de la postmodernidad en la li-
t u rgia (la pentecostalización litúrgica) y en la vida de la iglesia
en ge n e ral. A la vez, el relaj a m i e n to de los estándares morales

12 El pre s e n te tra b ajo ha sido escri to en fo rm a to de ensayo. Por ello, el autor pro c u ra reflejar
su pensamiento que es fru to del saber cultivado en su proceso de fo rmación, ministe rio pas-
to ral y promoción de la unidad del pueblo eva n gélico ecuato riano y latinoamericano. Ad e m á s ,
esta es la razón por la que no se nota una dependencia en ideas de ot ros auto res, aunque cuan-
do las usa es para clari ficar su propio pensamiento.
13 Au n que los indicadores “macroeconómicos” parecen indicar que vamos bien, que estamos
en el camino del desarrollo. Este es el caso de Ecuador. Sin embargo, lo que no se dice y qu e
ocultan tales indicadores es que Ecuador tiene un 80% de pobre s .
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 13

FREDDY GUERRERO FARIÑO -1 3-

que ot ro ra identificaban a las iglesias como re s e rvas morales en


medio de una sociedad corrupta o pecadora. Ejemplo patético
de ello es la teología y práctica de la prosperidad.
3. La creciente incursión en la política nacional, mayo rm e n te de
c a rá c ter part i d i s ta.
4. La adopción del lenguaje y práctica holística (misión inte gral)
como respuesta a un contex to cara c te rizado por la pobreza. De
allí la consta n te aparición de instituciones de servicio a la comu-
nidad, tales como fundaciones, escuelas, centros médicos, hos-
pitales, hoga res para el cuidado de grupos marginados (niño-
s/as, jóvenes con adicciones, prostitutas, ex presidiarios, entre
ot ros). Sin embargo, continúa en vigencia una filosofía de cará c-
ter asiste n c i a l i s ta, sin incidencia en el campo de la transform a-
ción social.
5. La masificación de las personas mediante el fenómeno “mega-
iglesias” como fru to del cre c i m i e n to de las iglesias locales. A la
vez, el aumento del porcentaje de eva n gélicos en dete rminados
países de Latinoamérica. Así como el cre c i m i e n to de ministe-
rios especializados para tratar de alcanzar a grupos de pro fe s i o-
nales, empresarios o grupos de las élites sociales. De esta fo r-
ma, la propuesta eva n gélica ya no es exclusivamente una re l i-
gión del vulgo sino que está alcanzando su sitial de honor en
los círculos sociales.
6. El aumento de la participación latinoamericana en la obra mi-
s i o n e ra tra n s c u l t u ral. En especial, se puede destacar el enfo qu e
m i s i o n e ro en la llamada “Ventana 10/40”.
7. La pérdida de espacios de los líderes y organizaciones naciona-
les e inte rnacionales que en el pasado fueron re fe re n tes de la
iglesia eva n gélica. Vale recordar que el fin de la Guerra Fría de-
te rmina la culminación de la razón que legitimaba la ex i s te n c i a
de va rias de ellas. De allí la necesidad de reinte rp re tar los sig-
nos de los tiempos y encontrar “nichos” propios que legitimen
su vida institucional. Para l e l a m e n te,asistimos a la aparición de
una nueva fo rma de organización eclesial y, especialmente, pas-
toral, a través del fo rta l e c i m i e n tode los cuerpos pasto rales de
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 14

-14- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

ciudades, provincias y estados para tra b ajar por los derechos,


i n te reses y necesidades del gremio pasto ra l .
8. La pérdida de la centralidad de la Biblia y de su poderosa y eru-
dita proclamación. Esto ha llevado a las congre gaciones y lide-
razgos a engrosar las filas de los analfa b e tos bíblicos y te o l ó g i-
cos, debido a la poca enseñanza bíblica y fa l ta de un adecuado
e n fo que en un discipulado tra n s fo rmacional, el cual es una ta-
rea ineludible por las cara c terísticas del contex to latinoameri c a-
no. Al mismo tiempo se fo rtalece el enfo que en la vida cúltica
de las iglesias eva n gélicas como un mecanismo de fuga ante el
encarc e l a m i e n to ideológico de las iglesias conserva d o ras. De
allí que las iglesias hayan apostado por el mov i m i e n todenomi-
nado “guerra espiritual”, aunque vale señalar que éste se está
debilitando, ¿tal vez, porque ya está pasando de moda?
9. La permanencia de un espíritu anti-ecuménico sin conocimien-
to de causa, aunque paralelo al fo rta l e c i m i e n tode una actitud
te n d i e n te al diálogo y coopera c i ó n .
10.El crecimiento de las redes apostólicas como consecuencia del
vacío dejado por las denominaciones y la apetencia de “cober-
t u ra” (acomp a ñ a m i e n to pastora l - a p o s tólico) de los siervos de
Dios.

La lista es larga y aún fa l tan por incorp o rar ot ros elementos a


la misma. No obsta n te, se observa como consta n te la contradic-
ción ideológica y misionológica. Pero a la vez aparece la espera n-
za de un futuro mejor para la iglesia eva n gélica latinoamericana.
A este contex to eclesial debemos agre ga rle un esbozo herm e-
néutico para leer un fenómeno eclesial desde la clave de “poder”.
En especial, deseamos que esta aproximación nos arroje pistas pa-
ra entender a la Iglesia Latinoamericana que se presenta con ri b e-
tes posmodernos; en especial deseamos entender al mov i m i e n to
a p o s tólico contemporáneo, que al parecer se constituye en una
n u eva forma de organizar la Iglesia y que entraña manifestaciones
de poder, similares a ot ros campo de la vida, tales como el mili-
tar, económico y mediático-cultural, entre ot ros.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 15

FREDDY GUERRERO FARIÑO -1 5-

B. LECTURA DEL MOVIMIENTO APOSTÓLICO


DESDE LA CLAVE DEL “PODER”
En una re c i e n tereunión de líderes eclesiales y pensadores eva n-
gélicos de distintas nacionalidades llevada a cabo en Ecuador fui-
mos inqu i e tados a dialogar sobre “El movimiento o red apostólica”.
Vale señalar que esta ex p resión neo-eva n gélica tiene matices qu e
van desde ser una re s p u e s ta a un vacío dejado por las denomina-
ciones en el campo de su responsabilidad pasto ral hacia sus minis-
t ros hasta convertirse en un mov i m i e n to auto ri tario, que en nom-
b re del reesta b l e c i m i e n to del “gobierno teocrático” se atribuye el
poder y la voz de Dios. Luego de un tiempo de compartir dive r-
sas imp resiones sobre el mov i m i e n to se concluyó que:
• El mov i m i e n to apostólico surge como una especie de “ s e-
gunda refo rma prote sta n te” según lo ex p resa Pe ter Wagner.
Vale recordar que esta “re fo rma” está antecedida por el mo-
v i m i e n to episcopal eva n gélico latinoamericano, por medio
del cual se adoptó la política de la Iglesia Católica Romana
de nombrar “obispos”. Sin embargo, con respeto y honesti-
dad nos preguntamos si este fenómeno no es ot ra moda
eva n gélica más a las que estamos acostumbrados, que se
i n s t i t u ye para acompañar los procesos de iglecre c i m i e n to.
• El mov i m i e n to apostólico toma prestado una categoría bíbli-
ca establecida por el Señor denominada “ministerios” (Ef.
4:12). La dife renciación se establece en la carga semántica
que se hace ev i d e n te en la actual práctica apostólica. Lo
a p o s tólico en la Biblia está re fe rido a roles de servicio igua-
litarios a los demás ministe rios. Nada tiene que ver con la
posición de privilegios, ni mucho menos con el uso y abu-
so de poder. Ante ello, es preciso inqu i rir con mayor pro-
fundidad en el estudio de los casos apostólicos en la Biblia.
Es ineludible que el apostólico es un ministe rio imp o rta n te
p a ra la expansión de la Iglesia, pero también lo son en la
misma medida los ot ros cuatros ministe rios. Este no es un
ministe rio supra o por encima de los demás; es un comp l e-
m e n to que se debe ejercer con cará c ter hori z o n tal para le-
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 16

-16- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

va n tar el nombre de Cri s to y no la fama y popularidad de


a quellos que tienen hambre y sed de poder.
• El mov i m i e n to o red apostólica encuentra su justificación en
la propuesta de igl e c re c i m i e n to. Una razón fundamental es
el supuesto de la “auto ridad” o, en realidad, “la instrumenta-
lización del poder”. De ello se sostiene que el movimiento lle-
va implícita la mediación del “poder”, como una ex p resión
paralela a la práctica episcopal de la Iglesia Católica Ro m a-
na. Es un signo de auto ri ta rismo religioso. Por ta n to, resulta
pre o c u p a n te que este fenómeno se construya basado en la
v i s tosidad del poder mediante ex p resiones “sobrenaturales de
poder de los ungidos” o autodenominados “apóstoles”. De es-
te modo se olvida, o se pasa por alto, que todo carisma es
dado por Dios para facilitar el servicio a Él y a los necesita-
dos y no para estimular el culto a la personalidad. Sin em-
b a rgo, se ha trocado la noción fundamental de carisma para
el servicio por el poder o estatus de una posición pri v i l e g i a-
da propia de “ungidos”. Así llegan a ser considerados como
parte de una categoría ministe rial supra especial. Ante ello,
es preciso cuestionarnos acerca de los fa c to res que determ i-
nan esta categoría, la cual parece estar reñida con las ense-
ñanzas de Jesús acerca del servicio (cf. Mr. 10:45).
El diálogo del cual surg i e ron las observaciones pre c e d e n tes, su-
mado a una serie de entrev i s tas realizadas a distintos pensadores
eva n gélicos latinoamericanos, nos perm i ten establecer de manera
temporal los siguientes plante a m i e n tos hipotéticos:
• El movimiento apostólico conte mporáneo, o red apostólica, incor-
pora cierto estilo del liderazgo eclesial que guarda íntima relación
con el paradigma del “poder global” (mundialización), el cual se
a rticula desde la espiritualidad de las iglesias neopente c o stales
con matices verticales y jerárquicos. Trasciende a los sistemas
denominacionales institucionalizados que privilegian la di-
mensión administra t i va de su misión por encima de la ate n-
ción a las “personas”. Sin embargo, esta nueva pro p u e s ta or-
ganizativa te rmina siendo una fo rma enajenante y opresiva,
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 17

FREDDY GUERRERO FARIÑO -1 7-

pues al final de cuentas sólo re p resenta un cambio de acto-


res que usan el poder con matices y ri b e tes de carisma s u-
pra espiritual.
De ot ro lado, tenemos que reconocer que este estilo no es
exc l u s i vo de algunos mov i m i e n tos aposólicos, sino también
de los liderazgos denominacionales. Especialmente, de las
estru c t u ras misioneras que según Van Engen ejerc i e ron un
“ l i d e razgo de control y poder (machismo o caciquismo) en
l u gar de un ministe rio servicial” (2000:186).
• El movimiento apostólico conte mporáneo, o red apostólica, es un
eje transve rsal que atraviesa el movimiento evangélico de cuño
neopentecostal, mesiánico, rabínico y escasamente a algunos gru-
pos de tendencia evangélica.14 Estas corri e n tes están creciendo
aceleradamente, entre ot ras razones gracias al contex to so-
cio-espiritual, político y económico en el cual han apare c i-
do; la crisis de identidad y orga n i z a t i va de las iglesias tra d i-
cionales; el poderoso influjo del post-modernismo; y el post-
denominacionalismo. Estas razones han cuestionado el sen-
tido de auto ridad y poder, y se han erigido como la nueva
alte rn a t i va de poder para organizar la Iglesia y su misión ex-
p a n s i va en el mundo.

Es un hecho que el mov i m i e n to apostólico contemporáneo, o


red apostólica, es cuestionable desde la lectura del poder para el
servicio. Mas aún cuando se encuentran coincidencias entre el pa-
radigma de poder global con el paradigma apostólico, que al fi n a l
de cuentas es lo mismo sólo que ejercido en el ámbito religioso
evangélico. Por ello, para fundamentar nuestra clave de aprox i m a-
ción revisaremos lo que la Biblia nos plantea sobre el particular.

C. EL “PODER” EN EL APOSTOLADO PAULINO


La palabra “poder” traduce los té rminos griegos dynamis y exo u-
sía que significan auto ridad derivada o confe rida. El poder al qu e
14 En este tra b ajo nos limita remos a analizar el mov i m i e n to de cuño neopente c o s ta l .
APOSTOMESIA 6/27/06 9:52 PM Page 18

-18- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Pablo se refiere proviene de Dios. Este es dado a los creye n tes, se-
gún Hechos 1:8, para que el discípulo sea un testigo a carta cabal
de Cri s to, y que asuma su testimonio de vida con cará c ter sacrifi-
cial, pues tal poder lo capacita para ser un mártir del eva n gelio.
Ad e m á s ,
... denota concreta m e n te al portador de la auto ridad en la tierra
(Ro. 13:1-3), o en el mundo de los espíritus (Col. 1:16). Dyna-
mis significa habilidad (2 Co. 8:3) o fuerza (Ef. 3:16), o puede
s i g n i ficar acto poderoso (Hch. 2:22) o espíritu poderoso (Ro.
8:38)....
En Hechos vemos el poder del Espíritu en funcionamiento
en la vida de la iglesia (4:7, 33; 6:8; cf. 10:38). Pablo vuelve
la mirada hacia la re s u rrección como la prueba principal del
poder de Dios (Ro. 1:4; Ef. 1:19-20; Fil. 3:10), y ve en el
eva n gelio el medio por el cual ese poder obra en la vida de
los hombres (Ro. 1:16; 1 Co. 1:18).15

La ante rior re fe rencia nos plantea siete aspectos que cara c te ri-
zan el uso del “poder” en los escri tos paulinos. Estos son:
1. Es auto ridad derivada de Dios y tra n s fe rida a sus siervos. Sin
e m b a rgo, vale recordar que el poder es comp a rtido con sus ser-
vidores para colaborar con Dios en el desarrollo de su misión.
E n tonces es preciso pre g u n ta rnos: ¿Por qué algunos predicado-
res de esta tendencia apostólica hacen gala de poder y “unción”
y lo reparten a otros como si proviniese de ellos? El uso del po-
der en los eve n tos masivos, por supuesto, es muy sutil; allí se
evidencia que este es administrado a cri te rio personal y se lo
reparte bajo las mismas consideraciones.
2. El portador de tal auto ridad en la tierra o mundo espiritual lo
ha de usar para gl o ri ficar exclusivamente a Cri sto. Por tanto,
debe ev i tar a toda costa usarlo para reconocimiento personal e
i mpedir que sus seguidores hagan de él un semi-dios, como con-

15 Douglas, J. D. Nuevo Diccionario Bíblico Certe z a. Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito. Edi-
ciones Certeza. 2000. c1982.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 19

FREDDY GUERRERO FARIÑO -1 9-

secuencia de las demostraciones maravillosas de Dios para re s-


paldar su Palabra y la acción de ministe rio de sus siervos.
3. El poder es la fuerza y habilidad dotada por Dios para acom-
pañar y cert i ficar la acción ministe rial de sus servidores. Esta
se ha de usar contra toda hueste de maldad que se estru c t u ra
en el mundo te rreno y espiritual. Este poder nos lleva a ser te s-
tigos de Cri s to en medio de una sociedad globalizada, exc l u-
ye n te y pauperizadota, con el mensaje de salvación, justicia y
amor. Pero, además, nos provee de los re c u rsos para enfrentar
los embates de Satanás en todas las esferas de la vida humana.
4. El poder de Dios se manifi e sta a través de actos y por medio
de Su Espíritu poderoso. Por supuesto, no hay límites en la ac-
ción y eficacia del mismo.
5. El poder activa la vida de la igl e s i a . La capacita para ejercer un
testimonio eficaz en el mundo.
6. El poder de Dios tiene como prueba principal la re s u rrección
de Jesucri sto. La mayor demostración del poder de Dios qu e-
da evidenciado en la realización de actos milagrosos de resu-
rrección, pero también de sanidades, entre ot ros eve n tos qu e
s u p e ran las leyes de la naturaleza.
7. El ev a n gelio es el medio por el cual ese poder obra en la vi-
da de los seres humanos. De allí la necesidad de comp a rtir el
E va n gelio para propiciar tra n s fo rmaciones en la vida humana y
de las sociedades.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 20
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 21

CA P Í T U LO 2

LECTURA DE LA REALIDAD
LATINOA M E R I CANA DESDE
LA CLAVE DEL “PODER”
Los neocarismáticos responden posmodernamente con sus meta - relatos
religiosos a una iglesia éticamente posmoderna, la cual, ante su inca-
pacidad para enfre n tar a éstos sin recurrir a la satanización, los to-
lera como una inte rp retación más del Evangelio. Los mismos que en
el pasado libra ron la lucha contra la teología de la liberación, por ca-
taloga rla como una herejía muy peligrosa, pronto se cegarían ante la
introducción simultánea de nuevas concepciones, que a todas luces re-
pre s e n ta una “herejía” mayor como algunas de las doctrinas de esta
“religión de apóstoles y profetas”. La razón de esta tolerancia tiene
que ver con el temor a emitir cri te rios contra la corri e n te religiosa que
implique algún comp romiso o riesgo (Art u ro Piedra, 2003: 47-48).

INTRODUCCIÓN
La lectura del doble contex to (fo rma de organización del poder
en Latinoamérica con sus re s p e c t i vos ejes constructores –económi-
co, militar entre otros– y el mov i m i e n to o red apostólica conte m-
p o ránea como nueva fo rma de organización eclesiástica) será la
fo rma de aprox i m a rnos al tema planteado. Este acercamiento lo
haremos desde la clave hermenéutica del “poder”. Pa ra ello, nos
va l d remos de un par de plante a m i e n tos hipotéticos para orientar
la inve s t i gación.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 22

-22- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Además, procuraremos incorporar en el desarrollo de este tra-


b ajo la hermenéutica contextual con la producción teológica con-
textual. De tal modo que no separa remos la refl exión del análisis
bíblico. Por el contra rio, a más de establecer el contex to latinoa-
mericano y andino sobre la “clave del poder” como cri te rio de lec-
t u ra, lo combinaremos con el estudio del movimiento apostólico con-
te mporáneo, o red apostólica, para mostrar cómo el mismo encarn a
esta clave en su ser y qu e h a c e r. Por ta n to, desarrollaremos este ca-
pítulo en dos secciones principales: (a) una lectura de la realidad
latinoamericana desde la clave de poder global, y sus efe c tos; y (b)
un análisis del mov i m i e n to apostólico contemporáneo desde la
misma clave, para mostrar cómo este paradigma ha sido incorp o-
rado en va rias iglesias, y sigue creciendo en fo rma vertiginosa.

A. LECTURA DE LA REALIDAD LATINOA M E R I CANA


DESDE LA CLAVE DEL “PODER GLOBAL”16
América Latina ha ex p e rimentado una serie de cambios ve rt i g i-
nosos e imp o rta n tes en los dive rsos ámbitos de la sociedad, y con
ellos, la iglesia se ha visto desafiada a contextualizar su fe y mi-
sión en este mundo cambiante. Por supuesto, muchos de esto s
cambios están vinculados al nuevo sistema y filosofía de vida y or-
den inte rnacional; nos re fe rimos a la globalización. Pero, además,
en mucho está condicionada por la doctrina económica neoliberal
que tiene como puntales de articulación: el libre mercado (libera-
lización), la modernización y los planes de ajustes estru c t u ra l e s
(PAE´s). Para ello cuenta con el auxilio de elementos mediadores
que construyen no solo un nuevo imaginario colectivo de vida, si-
no que organiza y norma a la misma. Por ello, quienes desean vi-
vir en este contex to inte rnacional tienen la “obligación” y “única”

16 El autor considera que un efe c to dire c to de esta fo rma de organización mundial tiene co-
mo consecuencia directa, el acrecenta m i e n to de la bre cha entre ricos y pobres. El “poder gl o-
bal” hace más pobres a las mayorías y enri quece a unos pocos. De hecho, debemos pre g u n-
tarnos si este estilo de liderazgo está produciendo los mismos efe c tos al inte rior de las igl e s i a s
eva n gélicas que han adoptado este sistema de organización para el ejercicio de su misión en
el mundo. Por ejemplo, en la práctica de la Teología de la Prosperidad.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 23

FREDDY GUERRERO FARIÑO -2 3-

opción de ajusta rse a ella; “no hay ot ro camino”. De continuo se


nos dice que es la “única alte rn a t i va”. Esto es parte del siste m a
unipolar. Sin embargo, nuestra fe nos llama a cuestionar todo ti-
po de absolutismos, sean estos políticos, económicos, culturales o
aún religiosos. Los cristianos solo aceptamos como único absolu-
to al Kyrios de la histo ria, Jesucri s to el Señor.
La realidad mundial y latinoamericana está viciada de todo ti-
po de abusos de poder. La nuestra es una histo ria de consta n te s
a t ropellos y vasallajes. Por ello, haremos a continuación una lectu-
ra de la realidad desde la clave del poder para reconocer las fo rm a s
en que el poder se organiza, y cómo estos modelos se re p i ten en
el ámbito religioso y, particularmente, en el mov i m i e n to apostó l i-
co contemporáneo.
Al proceder a realizar una lectura de nuestra realidad afi rma-
mos que esta es una ta rea compleja y siemp re en proceso. Por ello,
no se puede hablar con absoluta certeza pues los escenarios son
c a m b i a n tes.No obstante, sí podemos intentar acerc a m i e n tos a di-
chas realidades desde paradigmas que no necesari a m e n te son las
teorías tradicionales.17 Pa ra ello, proponemos acercarnos a la re a l i-
dad latinoamericana utilizando como claves de inte rp re tación el
c o n c e pto “poder global” (mundialización) y el contraste “pobreza y
riqu e z a ”, los cuales son pro d u c tos dire c tos del ante ri o r. De hech o ,
tal es la imp o rtancia de este concepto en la confi g u ración de es-
t ra tegias para la promoción del desarrollo mundial qu e
...Los líderes de todo el mundo reunidos en la sede de las
Naciones Unidas, en Nu eva York, con ocasión de la histó ri-
ca Cumbre del Milenio, no sólo se comprometieron a lograr
que la mundialización sea más inclusiva, sino que apro b a-
ron ex p re s a m e n te un conjunto de metas y datos básicos de
re fe rencia para la medición del pro greso en cuanto a abor-
dar la pobreza, la enfe rmedad, el hambre, y ot ros re tos fun-
damentales del desarrollo. Y la Declaración del Milenio, en
que se establecieron esas metas, también planteó una am-

17 Por ejemplo: la confl i c t i va estructural-funcionalista o de la dependencia.


APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 24

-24- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

plia visión de la manera de lograrlas: haciendo mayor hin-


capié en los dere chos humanos, la gobernabilidad eficaz y
la democracia, a fin de contribuir a oto rgar a los pobres la
voz, la protección y las oportunidades que posibiliten una
vida mejor para sí mismos y sus familias...” (Brown, Info r-
me 2003).

La declaración de Brown re p re s e n ta, a la vez, una promesa y


una frustración. ¿Por qué? Porque no representa más que eso: pro-
mesas incumplidas. Los gobiernos habitualmente fi rman acuerdos
y declara to rias que casi nunca se cumplen. Además, dichos planes
trabajan con los síntomas de la pobreza y no con los verdaderos
causales. ¿No será que los causales están imp l í c i tos en: (a) la fi l o-
sofía de vida del nuevo orden mundial; (b) la doctrina neolibera l ;
y (c) la forma de ejercicio del poder de fines del siglo pasado y el
nuevo milenio?
E x i s ten dive rsas aproximaciones e inte rp re taciones al fe n ó m e-
no de la pobreza y la ri queza. Estas dependen de la ori e n tación
teórica de quienes hacen el ejercicio intelectual de concebir en pa-
l a b ras los fenómenos sociales y económicos que confi g u ran el ima-
ginario colectivo denominado “realidad de los pueblos latinoame-
ricanos”, en especial de los andinos. Así también, ex i s ten manera s
de presentar o maquillar la realidad de conformidad a los intere-
ses de quienes ex p o n gan la situación de uno u ot ro país. La te n ta-
ción frecuente a la hora de hacer tal ejercicio es absolutizar un aná-
lisis porque responde adecuadamente a ciertos constru c tos teóri-
cos y legitima los plante a m i e n tos o posiciones de ciertos secto res
o grupos de la sociedad y el mundo.
No obstante, pers i s te la necesidad de definir nuestra aproxima-
ción y posición fre n te a la pobreza desde una óptica pasto ral in-
terd i s c i p l i n a ria. Pe rs o n a l m e n te, creo que los modelos de desarro-
llo economicistas care n tes de un ro s t ro humano no son la respues-
ta para la erradicación de la pobreza. Sobre el particular, El ma-
nual para capacitadores en la autoge stión comunita ri a afirma que:
“…los modelos de desarrollo imp u e s tos en los países pobres no só-
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 25

FREDDY GUERRERO FARIÑO -2 5-

lo han sido incapaces de enfre n tar la pobreza, sino que han de-
m o s t rado ser su causa principal. Crecer sin definir lo que se hará
con el pro d u c to de ese crecimiento, sólo conduce a hacer más ri-
cos a los ricos y más pobres a los pobres”.18
Por ot ro lado, hemos escogido como metodología de tra b ajo el
análisis de los procesos que ge n e ran ri queza o pobreza desde una
visión de contex to global y regional.
El tema en cuestión es de tal importancia que ha copado la
agenda de diversos organismos internacionales. La Organización
de las Naciones Unidas ha mantenido por años el Programa para
el Desarrollo (PNUD). Desde 1990 sus “Informes sobre Desarro-
llo Humano” han tratado tópicos vinculados al desarrollo y la po-
breza. En 1997 emitió un informe titulado, “Desarrollo humano
para erradicar la pobreza”. Luego, en el 2001, publicó su informe
anual bajo el título “Alianza contra la pobreza”.19
De igual forma, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
ha elaborado una pro p u e s ta para la reducción de la pobreza, qu e
no es más ni menos que la potenciación de un grupo humano pa-
ra favo recer el consumo entre los mismos, a efectos de mante n e r
el sistema de consumo y mercado. Vale destacar que según el BID:
...en la mayoría de los países de la región la pobreza es, en
té rminos relativos, un fenómeno ru ral. Más del 60% de los
p o b res en México, América Central y los países andinos vi-
ven en zonas rurales y su pobreza es más ex t rema en las zo-
nas urbanas. La magnitud y heterogeneidad de las situacio-
nes de pobreza ru ral difi c u l tan en muchos casos entender
sus causas y las posibles soluciones.20

Sin embargo, cuando se analizan los niveles de inve rsión del


BID en dichos secto res, sus afi rmaciones resultan ridículas. Pues

18 Ver Manual para capacita d o res en la autogestión comunita ri a.


19 E s te info rme se lo puede encontrar en el sitio web: www.undp.org.
20 Ver documento “ E st rategia para la reducción de la pobreza rura l ”, del Banco Inte ramericano
de Desarrollo, en: www.iadb.org/sds/publication_139_s.htm
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 26

-26- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

en los últimos 30 años, según el documento re fe rido, se han inve r-


tido alrededor de dos mil millones de dólares en 40 proye c tos. Si
se considera esta suma en relación con las ganancias netas de las
emp resas transnacionales y los intereses obtenidos ilícita m e n te
por la deuda ex te rna los reflujos de capitales para la inve rsión en
el sector ru ral no son en nada comp a rables. En realidad, son po-
co menos que paliativos intrascendentes.

B. LA CLAVE DEL “PODER GLO BA L” Y SUS EFECTOS


(POBREZA Y RIQUEZA)
Au n que se considere imp o rtante la ubicación doctrinaria-teó-
rica para el análisis y la imp o rtancia de tener un marco re fe re n-
cial más o menos fidedigno a la realidad en estudio, deseamos
dejar constancia de que nuestra aproximación a la realidad lati-
noamericana y andina es a partir de nuestra vivencia de cri s t i a-
nos comp rometidos y pensadores desde la fe .
Los elementos que constituyen los pilares para nuestro acerc a-
m i e n to están dete rminados por: (a) el análisis del contex to gl o b a l
que se articula a través de los“ p o d e res” desde un enfoque de re s i s-
tencia a la postura del neoliberalismo; (b) la pers p e c t i va del “re a-
lismo bíblico”, que usa dive rsas teorías de análisis de las ciencias
sociales, desde un enfo que ecléctico; y (c) la teologización contex-
tual como un esfuerzo por construir un camino en favor de la vi-
da, la dignidad y la justicia social.

1. A p roximación a la organización del poder


en el contexto internacional
La filosofía o doctrina que organiza y regula la vida de los paí-
ses del mundo es la “globalización”. Es preciso decir que esta pa-
l a b ra es ambigua y no comunica adecuada y ve ra z m e n te los pro-
p ó s i tos y bajos instintos que la articulan. Como tal, la globaliza-
ción re p resenta una forma de vida inspirada en el modelo de “vi-
da consumista” de los países desarrollados. De hecho, quienes sos-
tienen e imponen esta forma de organización mundial son los paí-
ses mas desarrollados del mundo.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 27

FREDDY GUERRERO FARIÑO -2 7-

La globalización se fundamenta en “poderes”, que son instru-


mentales para los fines de los grupos de poder. De allí que, al me-
nos, usa dos poderes tangibles: el poder económico, militar y me-
diático. En relación con el poder económico, y en el ámbito mun-
dial, el “Grupo de los 8” (G-8) es quien dictamina las políticas eco-
nómicas para todas las naciones en vías de desarrollo. Su pri n c i-
pal doctrina es el neoliberalismo. Su accionar se fundamenta en el
l i b re mercado, la modernización, la privatización y la competitivi-
dad,21 e n t re ot ros.22
Pa ra este efecto, la globalización dispone de b razos articuladores
que regulan la economía mundial. Estos son los organismos inte r-
nacionales, tales como el Fondo Monetario Inte rnacional (FMI), el
Banco Intera m e ricano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial
(BM), junto con más de 200 emp resas transnacionales. Estos orga-
nismos fi n a n c i e ros inte rnacionales nacieron para colaborar en el
mejoramiento de las condiciones de vida de las naciones que ha-
bían quedado desbastadas después de la II Guerra Mundial. Sin
e m b a rgo, hoy ya no cumplen ese rol, pues han asumido el papel
de ser medios para la ex p l otación y usura inmiseri c o rde de las na-
ciones en vías de desarrollo. Por ello, hemos de afirmar con Joseph
Stilght, Premio Nóbel de Economía, que “si tales organismos no
c u mplen los pro p ó s i tos para los cuales fueron creados, será nece-
sario empezar a pensar en ot ras opciones que sí cumplan o satis-
fa gan las necesidades de las naciones”.23

21 La promoción de esta línea estra tégica de tra b ajo en la región andina ha estado a cargo de
la Corp o ración Andina de Fo m e n to (CAF). El proye c to se está desarrollando desde 1999 en
c o nvenio con la Un i ve rsidad de Harva rd. Uno de sus plante a m i e n tos fundamentales es “que
el fracaso económico y social heredado del pasado ha dejado un legado de desigualdades, po-
b reza y dete rioro ambiental que necesita cambiarse. Pero este cambio debe darse en el pro c e-
so de inte gración a la economía mundial y reconociendo los desafíos que ella plantea” (Ver
www.caf.com/español_old/05c04.asp).
22 Notas de la confe rencia “La realidad latinoamericana en el marco de la globalización”, pre s e n-
tada por el Dr. Rodrigo Borja Cevallos, ex pre s i d e n te del Ecuador, al seminario “Lecturas in-
terdisciplinarias de la realidad latinoamericana”, organizado por el Pro grama en Misión y De-
sarrollo de la UNELA-CEE-AFLET, en convenio con la FTL, en octubre del 2001.
23 Ver “Lo que aprendí de la crisis....”. E s te artículo circuló en el Inte rnet a pro p ó s i to de la cri-
sis de Argentina con ocasión de la visita del Premio Nóbel de Economía a Ecuador.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 28

-28- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

El ot ro poder es el milita r. Su principal medio es la OTAN y la


fuerza inte rnacional que se concita en ocasión de establecer el po-
derío de las naciones desarrolladas en regiones donde tienen inte-
reses comunes. A fines del siglo XX y principio del XXI fuimos
testigos oculares de tales atropellos, a través de los medios de co-
municación. Un ejemplo patético es la incursión en cadena de va-
rios de los países aliados de Occidente en el mundo árabe, a tra-
vés de la guerra contra Irak y Afga n i s tán. Estas guerras, como
ot ras, tienen como consta n te “la lucha por la justicia”.24 La pre g u n-
ta es ¿cuál justicia?, ¿qué cri te rios dete rminan la verd a d e ra justi-
cia? Es preciso re a fi rmar que dichas incursiones no obedecen a la
“ l u cha por la justicia”25 por lo acontecido el 11 de sept i e m b re del
2001 en Nu eva York, sino a la lucha por el petróleo y ot ros inte-
reses.
No olvidemos que en el mundo árabe se encuentra el 48% de
las reservas petroleras a nivel mundial. Tampoco olvidemos que las
naciones árabes, como Afganistán, no han permitido la posesión
de sus reservas a naciones y empresas de Occidente. América La-
tina tan sólo tiene el 12% de la reserva mundial de petróleo.26 D i-
cho sea de paso, ya no tienen más que colonizar y ex p l otar en
n u e s t ra región, pues ya son part i c i p a n tes de por vida del petró l e o
que se ex t ra i ga. Varias empresas son propietarias de facturaciones
anticipadas que fueron adqu i ridas vía acuerdos iniciales para la ex-
p l o ración de los pozos de petróleo o por la comp ra de ve n tas an-
ticipadas de los gobiernos para paliar sus exiguas economías o pa-
ra financiar el déficit de algunos de los estados latinoameri c a n o s .

24 Esta frase re fleja del complejo mesiánico de los Estados Unidos. De paso, no olvidemos qu e
en el siglo XX, desde la década de los 70 y hasta la de los 90, esa fue la frase que distinguió
a esta nación a través de fi g u ra de “Superman” [el Súper- h o m b re]. Por ot ro lado, esta lucha a
menudo fue articulada utilizando, a modo de pre tex to, alguna coyuntura para legitimar las in-
cursiones milita re s .
25 Re c o rdemos que la última incursión de Estados Unidos en Afga n i s tán fue realizada en nom-
b re de una “justicia infinita”.
26 Ver El cíclope ciego, del Dr. Pablo Celi, pro fesor de Economía Política de la Un i ve rsidad Cen-
t ral del Ecuador.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 29

FREDDY GUERRERO FARIÑO -2 9-

Por ot ro lado, resulta risible la declara toria antite rro ri s ta qu e


usan Estados Unidos y su coalición. No han sido capaces de con-
c e ptuar sus acciones como “te rro rismo de Estado” pero sí han le-
gitimado lo ocurrido en Nu eva York como un “te rro rismo de fa c-
to” que debe ser ex te rminado. Sobre el part i c u l a r, Aníbal Quijano,
p restigioso sociólogo peruano afirma que “...Estados Unidos tiene
una larga traye c to ria de te rrorismo de Estado. Ejemplo: Granada,
Panamá, Colombia, Irak, Afga n i s tán...”27
En síntesis, parece ser que la doctrina política “maquiavélica”
sigue en vigencia. “El fin sí justifica los medios”, aunque en nues-
t ros tiempos se pre s e n te con ot ros matices e instru m e n tos opera-
t i vos. En este sentido la política como arte de gobierno tiene co-
mo ejes articuladores: la economía de mercado y el ejercicio del
poder militar para asegurar el establecimiento y vigencia de los
ve rticalismos de las naciones desarrolladas o de los estados nacio-
nales serviles a los poderes inte rnacionales, acompañados de una
i n tensa y pers u a s i va campaña o cruzada mediática.

2. Aproximación a la organización del poder en el contexto andino


A h o ra bien, si usamos los mismos elementos de análisis en la
región andina encontra remos, sorp re n d e n te m e n te, la misma es-
tru c t u ra en el uso de los poderes. Se está estableciendo en las na-
ciones de América Latina un sistema económico de libre comer-
cio, denominado ALCA (Ac u e rdo de Libre Comercio de las Amé-
ricas). El sustento teórico básico es que “...las economías libres
han crecido más rápido y han alcanzado un mayor nivel de ingre-
sos que las economías menos libres”.28 Desde luego, esto encubre
una realidad innegable y es que las economías para crecer necesi-
tan de va rios elementos a su favo r, tales como tecnología, educa-
ción, economía para financiar el desarrollo e inve rsión social para
estimular el desarrollo, entre ot ros. De modo que el desarrollo no

27 Ver artículo “Las torres de NY”, de Aníbal Quijano.


28 Ver “Libre comercio y libertad económica en América Latina” de James Gwa rt n ey e Ian
Vásquez. En www.elcato.org/libamlat_vasquezgwart.htm
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 30

-30- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

es pro d u c todel libre comercio o mercado, sino el resultado de una


serie de fa c to res que hoy les son negados a los países en vías de
desarrollo.
Ecuador ha servido como cabeza de turco para este efecto, en ta n-
to se le delegó la responsabilidad de la presidencia en su primera eta-
pa.29 De hecho, ya han afi rmado sus estacas a través del proye c to de
la dolarización. Otros países que han asumido tal moneda son Pana-
má, Ecuador y El Salvador; en los próximos años se espera que la lis-
ta de naciones que usen esta moneda vayan en aumento. Vale indi-
car que sus argumentos no son comp l e ta m e n te certe ros. Por ejemplo,
Ecuador no ha logrado controlar su inflación como se decía al inicio
de la dolarización. El costo de vida se ha visto desmesuradamente en-
carecido, debilitando así su competitividad en el mercado.
Por ot ro lado, se aplica el poderío militar a través de una co-
yuntura especial, que faculta a las naciones poderosas a esta b l e c e r-
se en los difere n tes países por medio de una estra tegia geopolítica
regional. Nos re fe rimos, entre ot ros ejemplos, al actual “Plan Co-
lombia” y en otro ra a la participación en la ex te rminación de gru-
pos subve rs i vos, tales como “Sendero Luminoso” en Perú, “A l fa ro
Vi ve Carajo” en Ecuador, el inte n to de golpe de Estado al pre s i-
dente Hugo Chávez en Venezuela.30 De modo que no ex i s te na-
ción de la región donde los imp e rios no hayan dejado sus huellas.
Parece ser que uno de los problemas de la población andina es la
amnesia histó rica. Por ello se fi rman convenios de cooperación in-
te rnacional de una manera a-histó rica, y en contrasentido con la
mínima razón.
El “Plan Colombia” es un plan militar. Los niveles de inversión
fi n a n c i e ra apuntan mayo ri tari a m e n te a mantener la guerra y no a
construir la paz. Son inve rsiones para comp rar armas. Es para qu e

29 En este sentido Ecuador es una especie de “to n to útil”, pues ni siqu i e ra ha sabido aprove-
char la posición para fomentar un desarrollo sostenido como nación. Al contrario, sus gober-
n a n tes han sido socios serviles, que no velan por los inte reses de su pueblo.
30 Dejamos asentado que aunque no justificamos el “te rro rismo de fa c to”, tampoco legitima-
mos el “te rro rismo de Estado”. En defi n i t i va, nuestra posición es que el pri m e ro es consecuen-
cia del segundo.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 31

FREDDY GUERRERO FARIÑO -3 1-

se sigan matando a individuos inocentes y desangrando a nuestros


hermanos y hermanas colombianos y colombianas. Es para seguir
desplazando población y re-ubicarla donde se re qu i e ra mano de
o b ra bara ta o donde no repre s e n te amenaza alguna. Es para man-
tener el ambiente de guerra que es, a final de cuentas, el entrete-
nimiento de los milita res quienes necesitan de la guerra para so-
b revivir y legitimar su ex i s te n c i a .
En función de este breve análisis del contex to inte rnacional y
regional andino, es obvio que lo que produce ri queza está vincu-
lado a un nuevo orden inte rnacional que se amp a ra en el poder
económico, militar y mediático para organizar y regular la vida de
las naciones.31 I n fe l i z m e n te, la distribución de la ri queza no es
equita t i va. Algunos auto res han afi rmado que, dependiendo de la
nación, la ganancia neta de las transnacionales llega hasta un
400%.32 El otro modo de medir tal inequidad es la bre cha ga l o p a n-
te entre ricos y pobres. En algunas naciones de la región los po-
b res son ya el 80% de la población.33
Dicho de ot ra manera, mientras se siga aplicando una política
geopolítica globalizadora y neoliberal, que responda a los intere-
ses de los imp e rios económicos y de los países más ricos del pla-
neta y no a los de los países latinoamericanos y del tercer mun-
do, la bre cha entre ricos y pobres seguirá en aumento. Será una
pequeña minoría la que se enri qu e c e rá en cada nación andina,
m i e n t ras que las mayorías seguirán la ruta de la pauperización.

31 E s te análisis pudiera ser incomp l e to si no se indica que la globalización se articula a través


del poder económico y militar, pero que usa, además, ot ros vehículos que no son del todo per-
c e ptibles para el promedio de los ciudadanos Nos re fe rimos a la cultura difundida a través de
los medios de comunicación. En esta sección delibera d a m e n te hemos qu e rido tra tar los fa c to-
res tangibles, por ser los que están a la vista y pueden conducir a un análisis más de fondo,
que aún hemos de realizar los eva n gélicos desde nuestra pers p e c t i va de fe .
32 E s ta es la opinión de escri to res vinculados a la prestigiosa Fundación Esquel de Ecuador.
33 Ecuador es un ejemplo patético de tal proceso de emp o b recimiento. Au n que el Dr. Gusta-
vo Noboa, entonces pre s i d e n te de la república, afi rmó que en el 2001 hemos crecido más que
todos los países de la región, sin embargo, cuanto se contra s ta con los cri te rios de desarro l l o
humano, Ecuador no ha crecido como parecen indicar los fa c to res macro-económicos.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 32

-32- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

En síntesis, el ejercicio del poder es una realidad pre s e n te en to-


dos los campos de la actividad humana. El mismo se ejerce a es-
cala inte rnacional y regional con modus operandis similares para lo-
grar sus objetivos fundamentales. Por lo ge n e ral, estos producen
ri queza para unos pocos y reparte miseria y pobreza para las ma-
yorías.
A h o ra bien, ?qué tiene que ver el análisis del ejercicio del po-
der de América Latina con el Mov i m i e n to Apostólico? ¿Cuáles son
sus vínculos? Algunos mov i m i e n tos construyen su poderío sobre
va l o res absolutistas y megalómanos. Se ven a sí mismos, como la
opción unipolar y exclusiva que gobernará el mundo por medio
de una pro p u e s ta te o c rática. Metodológicamente, se valen del po-
der mediático; usando medios masivos, e iconos posmodern o s
que legitiman su poder y vigencia. También usan el poder econó-
mico basados en estra tegias de mercado como las que están implí-
citas en la Teología de la Pro s p e ridad. Lamenta b l e m e n te son po-
cos los que se enri quecen mientras las mayorías siguen en estado
de pobreza.
Finalmente, aunque no usan el poder bélico es ev i d e n te que va-
rios de estos “apóstoles” usan un lenguaje que insentiva a la gue-
rra y belige rancia legitimado en el discurso ve te rote s tamentario
del dios de la guerra, perdiendo de vista al dios de la reconcilia-
ción. Además, son sujetos incuestionables que tienen a su disposi-
ción toda una maqu i n a ria para controlar el discurso y a sus adhe-
rentes. Al pare c e r, los procedimientos son similares a los analiza-
dos en este capítulo. ¿La similitud de estos procedimientos hablan
de un ejercicio de poder parecido al Apóstol de los apóstoles?
¿Qué nos enseña el Nuevo Testa m e n to sobre el uso del poder¿
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 33

CA P Í T U LO 3

¿UNA NUEVA REFORMA ECLESIAL?


LA CUESTIÓN APOST Ó L I CA
EN EL NUEVO TESTAMENTO

La revisión de la perspectiva del Nuevo Testa m e n tonos ay u d a-


rá a entender el fenómeno apostólico en su contex to original. Ad e-
más, nos perm i t i rá rescatar lo que fue la intención original en el
esta b l e c i m i e n to de esta fi g u ra de “servicio”. Por ello, a continua-
ción consideraremos a Jesús, la pri m e ra comunidad apostólica, los
12 apóstoles y el ministe rio apostólico paulino.

A. JESÚS, EL APÓSTOL POR EXCELENCIA


E s te es el caso de un ve rd a d e roapóstol que sin auto titularse o
h a c e rse reconocer, como tal, ejerció la función apostólica y sus ac-
tos reve l a ron su vocación apostólica. Es decir, Jesús ta n to en su
“ser” como en su “hacer” d e n ota con coherencia la fi g u ra de un
apóstol.
Pa rtiendo de la consideración de apóstol como un “enviado” ana-
lizaremos en el Eva n gelio de Juan 17 y 20:21 algunas pistas que ti-
pifican y cara c te rizan a Jesús como el apóstol in excelsius. Jesús afi r-
mó: “Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al
mundo” (Jn. 17:18, Biblia de Jerusalén). La ex p resión fundamental es
“enviar” (apestéila/s que proviene del verbo apostéllo).
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 34

-34- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Por otro lado, la ex p resión “tú me has enviado” aparece cinco


veces en el capítulo 17 (cf. 3, 8, 18, 23 y 25), y tan sólo una ve z
“yo los he enviado...” (cf. 18). Al parecer, esta re i te ración de la na-
t u raleza de su procedencia muestra no sólo lo divino de su comi-
sionador sino también su auto ridad oficial en tanto enviado. Jesús
es enviado del Pa d re con una comisión “ . . . l l evar a cabo la obra que
me encomendaste realizar” (17:4). Jesús tiene por comisión la que el
Pa d re le asignó. De aquí se deri va una importante pista herm e n é u-
tica: el apóstol no tiene una misión y asignación en sí mismo, ni
s i qu i e ra tiene derecho a definir su agenda en fondo y fo rma,
pues ésta es definida por el Pa d re. De ahí la necesidad de pre g u n-
ta rse ¿cuál es la encomienda apostólica de Jesús? Y en consecuen-
cia ¿cuál debería ser la agenda de los “apóstoles” actuales?
La labor apostólica de Jesús tiene dos aspectos imp o rtantes: de
fondo y fo rma. El primer eje es de fo n d o. Se refi e re a la misión glo-
bal de Jesús en su calidad de apóstol. Esta es comp a rtir “vida ete r-
n a ”. En el tex to griego ex i s ten dos té rminos que se usan para tra-
ducir “ete rno”. Uno es el susta n t i vo masculino “ a i ó n ”, que signifi-
ca un “tiempo sin fin”, como clásicamente hemos traducido la fra-
se “vida ete rna”. El segundo té rmino es el adjetivo calificativo “a i ó-
nios”34, y se refi e re a la cualidad, calidad y perfe c c i o n a m i e n to de
la vida. De aquí se deriva el té rmino “digno”, del griego “ a i oxos”
o “adsios”, que significa “algo digno”,35 que vive la justicia y re c i-
be la justicia; y mejora la calidad de la ex i s tencia de la vida. En
conclusión, la palabra “aiónios” se refi e re a la dignificación de la
ex i s tencia humana. Una ex i s tencia plenamente desarrollada y dig-
nificada (Jn. 17:2).36
Por su parte Jn. 17:3 nos muestra en qué consiste “la vida ete r-
na”.37 Esta consiste en el “conocimiento del Padre y de Jesús como
34 Cf. SBU, 1975: 6.
35 Ver Jn. 1:27.
36 Traducción semántica: “Confo rme dio en Él, auto ridad sobre toda carne, a fin de que todo lo
que dio, dé en ellos una calidad, dignificación y desarrollo de toda vida humana”. Este es el signi-
ficado de “ete rno” desde la pers p e c t i va del biblista latinoamericano Ya t tenciy Bonilla.
39 Traducción semántica: “Pero esta es una vida ete rna, es una calidad de la ex i stencia a fin de
que intime y reproduzca en su ser y en sus actos a Dios y a Cri sto”.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 35

FREDDY GUERRERO FARIÑO -3 5-

enviado” en su máxima ex p resión de intimidad (Jn. 17:2-3). El té r-


mino que se traduce como “conocimiento” es “guinósko”, que sig-
nifica pri m e ro “intimidad sexual” y luego “intimar en la óptica de
re p roducir el objeto de mi conocimiento en mi ser y hacer
( o b rar)”. O sea, que la “vida ete rna” es re p roducir a Dios y a Cri s-
to como enviado en mi ser y obrar. Por ta n to, un apóstol es aquel
que se comp ro m e te con la difusión de esta calidad de vida y con
la re p roducción del enviado (Cri s to) en su propio ser y obra r. El
a p ó s tol irradia y muestra a Cri s to en su vida. ¡Tremenda re s p o n-
sabilidad y desafío! Por tanto, un apóstol es aquel que se comp ro-
mete con la vida, la dignificación y el mejoramiento de las condi-
ciones de vida de las personas a quienes sirve. Además, el apósto l
siemp re estará en contra de las estru c t u ras de muerte de cualqu i e r
tipo, ta n to económicas, sociales o culturales. Y será, a la vez, un
p ro m otor y facilitador incansable de la vida abundante y de to d a
ex p resión de la misma.
El segundo eje es de fo rm a . En él se muestran t res enfoques fun-
damentales de la labor apostó l i c a : la proclamación, el cuidado y
pastoreo de los líderes, y la fo rmación ética.
Jesús, en la oración sacerd otal, pone un acento inicial en la pro-
clamación o revelación del Dios encarn a d o . El tex to dice: “He
manifesta d o tu nombre a los que me diste” (discípulos) (Jn. 17:6,
26).38 Además, la idea se extiende en ot ros ve rsos con similar sen-
tido: “...las palabras que tú me diste se las he dado a ellos” (vv. 8,
14). El té rmino que se usa para “manifestar” viene del griego “fa-
neróo” que significa “revelar”, secundari a m e n te se puede traducir
como “mostrar” o “manifestar”. El té rmino “faneróo” se usa en el
griego ático en un sentido encarnacional o de identificación. En
Jn. 17:6 el pro p ó s i to de este verbo es resaltar que Cri s to encarnó
el nombre del Pa d re “en los hombres”. En la gramática gri e ga, el
ve rsículo 6 se considera como una “frase de identidad”, porque no
h ay un comp l e m e n to dire c to que reciba la acción del verbo, sino
que hay un comp l e m e n to de identidad y siemp re se enuncia en

38 Traducción semántica: “He encarnado tu nombre en los hombres viviendo con ellos, de los cua-
les me los diste en el mundo. Ellos estaban en el mundo y han guardado tu Palabra”.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 36

-36- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

caso dativo. Ahora sí, podemos entender la ex p resión “tois antró-


p o i s ”. El apóstol es una persona que se encarna y vive en la mis-
ma fo rma de aquellos a quienes sirve. Desde su forma de vida
revela al Cri sto encarn a d o . Por ta n to, es mucho más que pro c l a-
mar ve r b a l m e n te el nombre del Pa d re, es la proclamación de las
Buenas Nu evas del Eva n gelio y el proye c to histó rico y misional de
Dios. Es un estilo de vida y entre ga encarnacional. Va más allá de
la cultura del ch a rlatán; tiene que ver con la vida que se vive en
medio de los seres humanos.
O t ro enfo que imp o rtante es el cuidado y pasto reo de los líde-
res en potencia, que estaba formando. Este se manife s taba me-
diante la intercesión ( o ración o ruego) por razón de la natura l e z a
de su pertenencia, “...son tuyos” (v. 9). Inclusive el alcance de su
i n te rcesión cubre a “...los que han de creer...” (v. 20). Además, tal
cuidado (cf. 11,15) tiene un pro p ó s i to: “. . . que sean uno” (vv. 11, 20,
21, 22, 23). Es por ello que Él había “...velado por ellos [para que]
ninguno se pierda” (v. 12). En particular, se destaca que su interc e-
sión apostólica pro c u ra el mante n i m i e n to de la santidad de vida
(cf. v. 12). Toda la oración de este capítulo apunta a una doble uni-
dad: la unidad de los miembros con Dios y de estos entre sí. Es
decir, la unidad eclesial.
Así como Cri s to velaba por la unidad de la Iglesia pri m i ge n i a ,
un auténtico apóstol vela por la unidad de la Igl e s i a . Dividirla es
a te n tar contra ella; es un pecado dividir el Cuerpo de Cri s to. Es
tan malo como cualquier ot ro pecado del que nos escandalizamos
en las iglesias cristianas.
Finalmente, el tex to da cuenta de un tercer enfo que. La fo rm a-
ción ética del liderazgo apostólico. Su énfasis ético se denota me-
diante la expresión “Santifícalos en tu verdad; tu Palabra es verdad”
(v. 17). De hecho, el Señor mismo dijo: “...me santifico a mí mis-
mo...” (v. 19). En el pensamiento judío y de la iglesia pri m i t i va, la
santidad es eminentemente ética y no abstra c ta. En el v. 17 se usa
la palabra “santifícalos”,39 la cual viene del verbo griego “jaguiád-
39 Traducción semántica: “Condúzcalos a ellos en una coherencia de vida. La Palabra (el Logos en-
c a rnado) es coherencia (ve rd a d ) ”.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 37

FREDDY GUERRERO FARIÑO -3 7-

s o ”, que significa “apartar, conducir y separar”. En el griego jóni-


co, el énfasis de este té rmino es conducir a va l o res nuevos. En es-
te dialecto, “la santidad se va construyendo y contex t u a l i z a n d o ” .
En cambio para el dialecto ático, santidad es “apartar o separar de
lo que lo contamina”. Para completar la ex é gesis, bueno es qu e
analicemos el significado de la palabra “ve rdad”40 (a l eth é i a ). Desde
la visión fi l o s ó fica gri e ga, de la escuela estoica, “ve rdad” es “la con-
fo rmidad de la mente (nous) con la realidad, es decir, la coherencia de
vida”.
La ex p resión “santificado”, siguiendo el griego jónico de Juan,
es un “conducir a...” y queda completado con el té rmino “ve rdad”
en la mejor definición estoica (confo rmidad de la mente con la re a l i-
d a d ). De modo que la “santificación” que se propone en la ora-
ción sacerd otal, no es una santificación abstra c ta, sino una santi-
ficación en relación a una coherencia de vida. Esto es creer y demos-
t ra rlo en la vida cotidiana. Es por esto que la segunda parte dice:
“la Pa l a b ra es ve rdad”. Dando a entender que Cri s to es el acto de
c o h e rencia más grande en la histo ria de la humanidad. Dios cre-
yó en el amor y solidaridad, y lo demostró en la práctica encar-
nándose. En esto se funda la alethéia de Juan. Por ta n to, ¡la ve r-
dad es coherencia, es práctica!
En el ve rsículo 19 se aplica ot ra cara c terística de la santidad: es
relacional.41 Cuando Jesús dice “...Y por ellos yo me santifi c o . . .”42, es-
tá argumentando que la santidad no es individual sino comunita-
ria. Tiene una connotación social y de responsabilidad por los
ot ros.
Los apóstoles te n d rán que ser responsables por la santidad de
los demás y no sólo por la suya. Han de construir un estilo de vi-
da personal y comunitaria cohere n te y relacional. Los apóstoles no

40 “Verdad” no es una definición episte m o l ó g i c a m e n te científica al estilo de Descartes, sino


eminente m e n te ética y prá c t i c a .
41 Traducción semántica: “Y por ellos me santifico consta n te m e n te, para que ellos sean santifi c a d o s
en una coherencia de vida (la ve rdad)”. De modo que la santidad es dar y recibir. Esto re fleja el
sentido semita de la comunidad de fe.
42 Ver similar pensamiento en el Padre Nu e s t ro (Mt. 6:5-15)
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 38

-38- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

pueden ser santos aisladamente. Su condición de “santos” depen-


de de Dios y de la comunidad; de la inspiración santifi c a d o ra del
pueblo de Dios. Esto pone de manifi e s to que los apóstoles no son
s a n tos sin la santificación de Dios y del pueblo. Dependen de am-
bos; no son llaneros solitarios.
En conclusión, la ética como conjunto de va l o res se desprende
de una santidad práctica al estilo de la oración sacerd otal re g i s t ra-
da en el Eva n gelio de Juan.

B. LOS 12 APÓSTOLES: LA COMUNIDAD APOST Ó L I CA


En el análisis de esta sección mantendremos la clave de lectura
que califica lo apostólico como “enviado”. Mateo 10:1 y 5 señala
que “Jesús reunió a sus doce discípulos...” y que “Jesús envió a doce con
(…) instrucciones...”.43 En este caso, la clave hermenéutica nos habla
de un nuevo actor que recibe tal designación. Esta es una comuni-
dad. Primero es constituida por discípulos44, y luego son comisio-
nados en calidad de apóstoles. En la vida y pro n u n c i a m i e n tos de
Jesús es obvio que la pri o ridad es la realización de procesos de for-
mación discipular. Esta es crucial para asegurar una posterior enco-
mienda (Mt. 28: 16-20). De ahí la necesidad de que en las actuales
“ redes apostólicas” refl exionen y articulen procesos serios de disci-
pulado del liderazgo que se adhiere a ellas. El que sean pasto res,
a p ó s toles o que hayan hecho estudios en un seminario teológico o
universidad bíblica no es ga rantía de que hayan sido discipulados.45
A n te ello, surgen una serie de preguntas: ¿han sido discipulados
43 La palabra “enviar”, o su variante “vayan”, también se la encuentra en los ve rsos 5, 6, 7,
11, 16 con igual significación.
44 Au n que al parecer el té rmino es común en el lenguaje eva n gélico conte mp o ráneo no nece-
sariamente significa que se lo entiende y práctica en la fo rma bíblica. Suge rimos ver el análi-
sis comp a ra t i vo realizado por Juan Stam en Costas (1979: 47-48). De ello se desprende que el
discipulado es: (a) una fo rmación práctica que abarca la fo rma de la vida; (b) se suste n ta en
una relación íntima; (c) demanda un comp romiso absoluto; y (d) se constru ye en el marco de
una realidad comunita ria con sentido tra n s fo rmacional (Guerre ro, 2004: 8).
45 Au n que el dato ecuato riano no pre tende ser genera l i z a n te, el Proye c to “Mi Esperanza, Ecua-
d o r ”, en el que part i c i p a ron más tres mil congre gaciones, reveló que el 90% de los pasto res de
Ecuador jamás habían realizado un proceso serio y comp l e to de discipulado. ¿Será igual en
ot ros países?
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 39

FREDDY GUERRERO FARIÑO -3 9-

nuestros actuales apóstoles, pro fe tas, eva n gelistas, pasto res y maes-
tros?, ¿tienen clara su labor según la “comisión” dada por Jesús?,
¿cuáles son las instrucciones recibidas por la comunidad apostó l i-
ca pri m i genia que podrían ori e n tar a los actuales apóstoles?
La importancia del discipulado es tal que Costas afi rmó: “La
misión, para ser congruente con su naturaleza abarc a n te, debe
conducir a una labor que los eva n gelios... describen como fo rm a-
ción de discípulos. Por lo ta n to, una misión en anch u ra debe ir
a c o mpañada de una misión en profundidad” (1979: 45-46). Ad e-
más, la imp o rtancia del discipulado tra n s fo rmacional radica en: (a)
la provisión de profundidad y madurez a la iglesia y su liderazgo
p a ra enfrentar los desafíos contemp o ráneos y responder a la altu-
ra de Cri s to como colaborador de su misión; (b) la posibilidad de
influir en todas las áreas de la ex i s tencia humana y para toda la
vida de la nueva ge n e ración de discípulos que asuman con deci-
sión la tra n s fo rmación de la sociedad; y (c) la obediencia a un
m a n d a toy metodología segura para pastorear al pueblo de Dios y
p otenciarlo en Cri s to, para el desarrollo sin igual de su misión
transformacional.
A h o ra bien, luego de superar este primer e importa n te tramo,
los discípulos esta rán meri d i a n a m e n te en condiciones de asumir
las instrucciones para desarrollar su ministe rio apostólico. Por ta n-
to, a continuación procederemos a re s c a tar las directrices de Jesús
a sus Doce, y por ende, las ori e n taciones necesarias para el actual
m ov i m i e n to apostólico. Mateo 10:5ss presenta un conjunto de ins-
trucciones categorizadas en cinco áreas fundamentales para el ejer-
cicio apostólico de los Doce. Estas son: la visión eva n gelística so-
b re el grupo meta; el discurso a difundir (mensaje/acción); las me-
didas de superv i vencia y seguridad; el esta b l e c i m i e n to de va l o re s
p a ra ori e n tar la vida y el ministe rio apostólico.

D i re c t rices apostólicas
1. Mantener la visión ev a n ge l í stica sobre el grupo meta. Los
a p ó s toles debían tener una comprensión de la pri m e ra fase de
la misión global de Jesús. Esta tenía como grupo meta a los ju-
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 40

-40- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

díos “...las ovejas perdidas de Israel” (Mt.10:6) y luego a los ge n-


tiles, pri n c i p a l m e n te a través del ministe rio del apóstol a los
gentiles, Pablo (Hch. 1:8). Vale recordar que la visión era, y aún
es, compartir aquello que Jesús definió como “vida ete rn a ”.46
(Jn. 17:3; Mt. 4:17; Mt. 3:2).
2. Predicar el ke rigma ev a n gélico acompañado de las señales del
Reino de Dios. El discurso central es “...el Reino de los cielos es-
tá cerca” (Mt. 10:7). Las señales representan el inte rés de Dios
por el total bienestar de los seres humanos. Por ello pone un
acento especial en la salud física y psico-espiritual del gé n e ro
humano. Estas son: sanen a los enfe rmos, re s u c i ten a los muer-
tos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios (Mt. 10:8).
3. Observar ciertas medidas de supervivencia. E s to incluye pro-
ceder de conformidad a las instrucciones o sistema de suste n-
tación normado por Jesús (Mt. 10:10). Además, provee instru c-
ción sobre el hospedaje (vv. 11-15). Al re s p e c to, la D i d a ché re-
cogió similar norma en la parte pert i n e n te a “los falsos pro fe-
tas”. Según Justo González:
Los capítulos 11 al 13 se ocupan del problema que crean los
falsos pro fe tas. ¿Cómo pueden distinguirse los falsos pro fe-
tas de los ve rd a d e ros? A esto la D i d a ché [ve rsión Giorgiana]
responde... que al pro feta se le conoce por su actuación. Si un
profeta pide dinero, si manda que le coloque una mesa para de
ella comer, o si no practica lo que enseña es un falso profeta y
un “traficante de Cri sto ”. Por ot ra parte, los profetas verd a d e-
ros son merecedores de su suste n to y la comunidad debe
p rove é rselo (González, Justo, 1992: 69).

El capítulo 11, artículo 12 de la D i d a ché dice: “...pero, al que di-


ce... dame dinero, o cualquier ot ra cosa, no le prestéis oído...”.
Además, en el capítulo 11, artículo 6 agrega: “... el apóstol... si
pide dinero, es un falso profeta...” (Didache en B Stanley, s.f.:
5). Tenemos la imp resión que si usamos esta norm a t i va en las

46 Ver análisis ante rior sobre “vida eterna”.


APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 41

FREDDY GUERRERO FARIÑO -4 1-

iglesias “saca plata”, muchos “ministros del Eva n gelio” caerían


al suelo como un castillo de naipes.
4. Se incluyen ciertas medidas de seguridad. La primera era de
c a rá c ter actitudinal: “sean astutos... y sencillos...” (v. 16). Pero
además, debían tomar “...cuidados con la ge n te” (Mt. 10:17),
en especial con las fi g u ras públicas y políticas. No obstante, de-
bían recordar que toda persecución y acoso, fruto de su acción
a p o s tólica era para “...dar testimonio a ellos y a los gentiles”
(vv. 18, 20). Al enfrentar estos embates debían mostrar su de-
pendencia del Espíritu del Señor (vv. 19, 20), pues Él les acom-
pañaría en tal situación. Finalmente, aunque tal vez fuera más
d o l o roso que el sufrimiento físico, debían estar preparados pa-
ra enfrentar la crisis relacional en el ámbito familiar (v. 21). An-
te las presiones de la persecución y acoso, debían “huir” c u a n-
do fuera pertinente para salvar sus vidas (v. 23). Esto va en con-
t ra del poste rior estilo de vida difundido, el mart i ri o en ta n to
una cuasi moda.
5. Vivir y minist rar cohere n te m e n te conforme a los valores de
Jesús. En el pasaje se da cuenta de al menos cuatro va l o res qu e
han de orientar la vida y ministe rio de la comunidad de los Do-
ce. Estos son:
(a) Va l o r; en tres ocasiones les ex h o rta a “no tener miedo” (vv.
26, 28, 31); también les recomienda “ reconocer al Señor en la
adversidad...” (Mt. 10:32). Para los que vivan hero i c a m e n te
conforme a este valor se les pro m e te consuelo y re c o n o c i-
miento ante Dios (vv. 32, 33);
(b) La búsqueda de la auténtica paz, que es la justicia, puede ge-
n e rar conflictos (espada) familiares y hasta con la sociedad
(vv. 34-36);
(c) Amor absoluto a Dios, por encima de los propios familiares
(v. 37);
(d) Disposición sacri ficial en el seguimiento de Jesús47, representa-
do en la cruz (vv. 38, 39).
47 Entendido como “discipulado”.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 42

-42- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

S o b re este particular vale mencionar que es posible que los mi-


n i s t ros, incluyendo los apóstoles, no se comprometan con la cons-
trucción de la paz48, cuyo contenido es la justicia. Fundamenta l-
m e n te esto es así, debido a los riesgos que conlleva el ve rd a d e ro
ministe rio apostólico a favor de la vida, ve rdad y proclamación del
a u téntico Eva n gelio. De ahí que algunos prefi e ran seguir los esti-
los mundanos y mercantilistas.

C. PABLO, EL APÓSTOL A LOS GENTILES


A continuación considera remos, desde la hermenéutica y exé-
gesis bíblica, el caso del ministe rio apostólico de Pablo de Ta rs o .
I n s p i rado en un estudio bíblico de Elsa Támez49 a n a l i z a remos el
caso desde la acera de enfre n te de la histo ria del ministe rio, des-
de el contex to de ministros que no aceptamos la hegemonía de
“papas eva n gélicos”, la supremacía de unos pocos sobre las mayo-
rías, sea en ámbitos religiosos, sociales o políticos, pero que sí re-
conocemos a Jesucri s to como la máxima auto ridad, el Sumo Po n-
tífice, Apóstol, Pro fe ta. Por ello se usa, a pro p ó s i to, un tex to qu e
cuestiona el apostolado de Pablo y nos perm i te descubrir algunas
ve tas de la revelación divina acerca de este necesario e importa n-
te ministe rio de la iglesia.

E l e m e n tos cardinales del apostolado paulino


¿Cuáles son los elementos cara c terísticos de un apóstol y de su
labor apostólica?, ¿qué dete rmina la calidad de apóstol? Estas son
algunas preguntas que inte n taremos contestar en la pre s e n te inve s-
tigación.

48 El Shalom que viene de shalem, ínte gro .


49 E s te estudio es una lectura de la histo ria de la salvación desde el ot ro lado de la inte rp re-
tación. Esto es un estudio desde la óptica de Agar. Este tipo de estudio no es común pues he-
mos sido enseñados a leer y estudiar la Biblia desde el paradigma u óptica sionista.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 43

FREDDY GUERRERO FARIÑO -4 3-

1. Su condición de enviado para predicar el evangelio del Reino


bajo la autoridad y comisión de Cristo con el poder de su Es -
píritu
La apostolicidad paulina está dete rminada, en pri m e ra insta n-
cia, por la proximidad o cercanía a Cri s to para delinear la interpre-
tación de la ve rdad revelada, pues de esta parten las poste ri o res in-
te rp re taciones de la Biblia. A ello se suma el sentido comunitario
imp l í c i to en el cierre del canon. De modo que el apostolado no
descansa en la auto ridad exclusiva de personas part i c u l a res sino en
el cri te rio de la comunidad inte rp re ta t i va. Hay que decir cate gó ri-
camente que no hay evidencia inte rna en la revelación que soste n-
ga la auto ridad exc l u s i va y omnímoda de los apóstoles.
De hecho, el mismo apóstol Pablo argumenta su apostolado en
función de este cri te rio (cf. 1 Co. 9). Pablo es considerado apósto l
de Cri s to por haber estado en conta c to con Cri s to y ser comisio-
nado por Él.
El verbo griego “a p ó sto l o s ”, de donde deriva “apóstol”, signifi-
ca fundamentalmente “enviar”, palabra que a su vez se traduce al
latín como “e nv i a re” y es la que poste riorm e n te se traduce al es-
pañol como “misión”. Sobre el particular, vale señalar que:
El té rmino gr. apóstolos aparece más de ochenta veces en el
NT, pri n c i p a l m e n te en los escri tos de Lucas y Pablo. Deri va
de un verbo muy común, aposté l l o, enviar, pero en el gr. no
cristiano, después de Hero d oto en el s. V a.C., se registran
pocos casos de su uso con el significado de “persona env i a-
da” y en ge n e ral significa “flota” o quizás ocasionalmente
“ a l m i ra n te”. El sentido de “enviado, mensaj e ro” puede ha-
ber perd u rado en el lenguaje popular; por lo menos casos
aislados en la LXX y Josefo sugieren que este significado se
a c e ptaba en círculos judíos. Sólo con el adve n i m i e n to de la
litera t u ra cristiana, sin embargo, adqu i rió importancia. En el
NT se lo aplica a Jesús como el enviado de Dios (He. 3.1),
a los enviados por Dios a predicar a Israel (Lc. 11.49), y a
los que fueron enviados por las iglesias (2 Co. 8.23; Fil
2.25); pero por encima de todo, se lo aplica en forma abso-
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 44

-44- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

luta al grupo de hombres que mantuvo la suprema dignidad


en la iglesia pri m i t i va. Como apostéllo p a rece significar con
f recuencia “enviar con un pro p ó s i to dete rminado”, a dife-
rencia del neutro pémpo (exc e pto en los escri tos joaninos, en
los que ambos té rminos son sinónimos), la fuerza de a p ó s-
tolos probablemente sea “alguien que es comisionado” (por
Cri s to, se entiende).50

A p ó stolos es más fiel al uso bíblico frecuente que la voz judía


s a l î a h. Este té rmino es el que guarda relación con el uso conte m-
p o ráneo de apósto l :
… un representante acreditado con auto ridad religiosa, al
que se le confiaban mensajes y dinero, y que estaba facul-
tado para actuar en nombre de la auto ridad (para esta idea,
cf. Hch. 9.2); además, Gregory Dix y ot ros han aplicado
ideas y ex p resiones relacionadas con el concepto de salîah\
(p. ej. “el salîah de un hombre es como si fuera él mismo”)
al apostolado y, fi n a l m e n te, al episcopado moderno. Un
p ro c e d i m i e n to de este tipo está lleno de peligros, especial-
m e n te porque no hay claras indicaciones de que se usara el
vocablo salîah\ en este sentido hasta épocas posapostó l i c a s .
En realidad, apóstolos bien puede ser más pri m i t i vo como
té rmino técnico, y sería más seguro buscar su significado en
el apostéllou y tomando como base los contex tos en qu e
aparece en el NT.51

En virtud de esto, permanece la pregunta acerca de si los pro-


motores de este mov i m i e n to o red apostólica están basando, cons-
c i e n te o inconscientemente, su ministe rio en esta fundamentación
bíblica. Es obvio que salîah en ta n to signo de revelación (repre s e n-
ta n te de un mensaje) y administrador de dinero habla de cierto es-

50 Douglas, J. D. Nu evo Diccionario Bíblico Certe z a. Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito: Edi-
ciones Certeza. 2000. c1982.
51 Ibid.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 45

FREDDY GUERRERO FARIÑO -4 5-

tatus civil-religioso. No obsta n te, so pena de ser re i te ra t i vos, es


p reciso reafirmar que la designación del rol apostólico, como el de
la iglesia en ge n e ral, encuentra su razón de ser en tanto está vin-
culado a una misión (citado en Van Engen, 1999: 32). Tan imp o r-
ta n te es tener clara esta pers p e c t i va que Emil Brunner dijo: “La
Iglesia ex i s te por causa de la misión”.52 Tal vez es tiempo de pre-
gunta rnos ¿cuál es esa misión?, ¿qué entendemos por misión de
Dios?, ¿cuál es la misión del apóstol?
Estas pre g u n tas las consideraremos a la luz del ministe rio apos-
tólico de Pablo y los escri tos producidos en el desarrollo del mis-
mo. Por ello, es necesario mencionar lo que se asume como Missio
D e i.53 E s te concepto implica que la misión pertenece a Dios y, por
ta n to, la iglesia no tiene una misión en sí misma, sino que llega a
tenerla en la medida en que es colaboradora de Dios en su proye c-
to histó rico de reconciliación y recreación de todo lo existe n te (Ef.
1:10; Col. 1:15-20). Esto, en la práctica, involucra la restauración de
las relaciones del ser humano con Dios, el prójimo y su ento rno de
vida (ecosistema). De estas tres relaciones, tal vez la más descuida-
da es la reconciliación del ser con la creación de Dios que, según
Pablo, “espera con ansia la manifestación de los hijos de Dios…”, que
han adoptado unilate ral y cómodamente una parte de la misión y
no el todo de la misma (Ro. 8:19). En síntesis, nuestra misión en el
actual contex to de crisis existencial del mundo, ha de promover una
reconciliación espiritual, humana y ecológica.
En este marco misionológico ha de move rse la obra apostólica
contemporánea si qu i e re ser fiel al Eva n gelio de Jesucri s to y a
n u e s t ro legado apostólico paulino. Además, es necesario recuperar
la herencia ministe rial cuádruple que caracte rizó su ministe rio. A
s a b e r:

52 B runner citado en Van Engen. Povo missionário, povo de Deus. Brasil. Edições Vida Nova.
1999. p. 32.
53 Dos de los principales pro p o n e n tes de esta teoría misionológica, entre ot ros, fueron Johan-
nes Verkul y George Vicendom.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 46

-46- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

(1) “ O c u p a rse en… la oración y el ministerio de la palabra” (ver


H e chos 6:4). En efe c to, las dive rsas cartas de Pablo dan
cuenta que luego de predicar había convertidos que era ne-
cesario cuidar en comunidades de fe, llamadas iglesia. En
particular, esto ocurrió a partir del desarrollo del esfuerzo
m i s i o n e ro de Pablo y el respaldo de su base eclesial de An-
t i o quía que, a la ve rdad, fue el epicentro para sus misiones
en la Cuenca del Medite rráneo. En especial, se produce una
expansión desde Antioquía de Siria (sureste de Asia) hasta
Roma (suroeste de Europa).
(2) “Fundar iglesias para asegurar el cuidado pasto ral de los nue-
vos creye n tes” (cf. Hch. 13-28).
(3) “Fo rmar líderes (ancianos, pastores)” p a ra el cuidado de esas
n u evas congregaciones, una nueva acción apostólica adicio-
nal ge n e rada por la ta rea ante ri o r; y, fi n a l m e n te,
(4) “Animar y supervisar el desarrollo de la obra, o aún corregir lo
defectuoso en la vida de las congregaciones que el apóstol Pablo
había fundado”; en los escritos de Hechos se menciona que
los dos últimos viajes apostólicos fueron dedicados a esta
tarea.

E n tonces, si la labor apostólica tiene que ver con las cuatro ta-
reas recién indicadas surgen las siguientes preguntas:
• ¿Cómo se puede legitimar el ministe rio o red apostólica
contemporánea que enfoca su atención en el uso del poder
y la manipulación, para el lucro y subsistencia de cierto es-
tatus de vida de sus proponentes?
• ¿La red o mov i m i e n to apostólico conte mp o ráneo centra su
atención en la tarea cuádruple o está dedicada a establecer
una nueva onda cara c terística del mov i m i e n to neopente-
costal?
• ¿Las iglesias que están fundando están compuestas de nue-
vos creye n tes o son creyentes reciclados, o “turistas”, qu e
deambulan por dive rsas congregaciones?
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 47

FREDDY GUERRERO FARIÑO -4 7-

• ¿Qué tipo de líderes están fo rmando?


• ¿ E s tos líderes han sido fo rmados en función de la visión y
c o mp romiso con la Missio Dei?
• ¿En qué fo rma su ministe rio apostólico provee animación y
supervisión al desarrollo de la obra de Dios en la pers p e c t i-
va bíblica antes mencionada?

Lamentamos que el lector más que recibir respuestas sea in-


quietado con esta serie de preguntas.

2. La validación ofrecida por las personas a quienes el apóstol ha


ministrado
Su legitimidad apostólica está dete rminada por los resultados de
su ministe rio. Ellos, la comunidad, son re fe rentes de validación. Por
ta n to, el apóstol está sujeto al acomp a ñ a m i e n to y –¿por qué no?–
a la supervisión de la misma. De tal modo, que no es sufi c i e n te ser
reconocido como apóstol, se precisa el reconocimiento de las per-
sonas y comunidades ministradas. Tal es así que, mediante arg u-
mentaciones retóricas, a través de preguntas divididas en secciones,
el apóstol Pablo plantea, como defensa de su ministe rio, lo siguien-
te: “¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nues-
tro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?”. Y concluye con una afi r-
mación final: “Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo
s oy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor” (1 Co.
9:1, 2).
Ante esto es preciso vo lver a preguntarnos: ¿quién es un legíti-
mo apóstol de Cri s to?, ¿qué elementos dete rminan la legitimidad
a p o s tólica?, ¿qué nos aportan estas consideraciones bíblicas para
la ori e n tación del mov i m i e n to apostólico contemporáneo, de cu-
ño eva n gélico y de ex p resiones religiosas conexa s ?
En efe c to, el contex to de 1 Co. 9 nos muestra una realidad de
cuestionamientoal apostolado de Pablo. En apariencia, esta es una
situación nega t i va. Pero si lo pensamos bien, sí se necesita una
c u ota de prudente y respetuoso cuestionamiento que esté cerca
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 48

-48- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

del “espíritu bereano”.54 Los apóstoles, al igual que los pasto res,
m a e s t ros, eva n ge l i s tas o pro fe tas, no son intocables; necesitan el
apoyo y cuidado de su comunidad. No hacerlo es exponerlos irre s-
p o n s a b l e m e n te al fracaso. Recordemos que no son dioses; son
hombres de Dios, pero al final hombres como los demás, sujeto s
a tentaciones y seducciones como cualquier ot ro, con recursos es-
p i rituales para enfrenta rlas, pero, siguen siendo seres humanos su-
j e tos a la seducción de los tres enemigos básicos del cristiano: el
mundo, el diablo y la carn e. Por tanto, mal hacemos “deifi c á n d o-
los”. Les hacemos daño. No es responsable por parte de la comu-
nidad endiosarlos y quitarles, con ello, el cuidado y acomp a ñ a-
m i e n to de los ancianos y diáconos de las iglesias.
Re c o rdemos que ot ra de las tentaciones fundamentales que ex-
perimentan los líderes de Dios es la seducción del poder. Quien
no lo asume se expone innecesariamente a la tentación de desa-
rrollar carisma y posición sin servicio, olvidando la enseñanza
fundamental de Jesús: “Yo no he venido a ser servido, sino a servir y
dar mi vida en rescate por muchos” (Mr. 10:45). Cuidado, por favo r,
con esta llamada “segunda re fo rma”, que si bien está abierta a la
acción del Espíritu no establece los cuidados necesarios para ase-
g u rar la continuidad de Su obra, y descansa mayoritariamente en
la acción humana y en la posibilidad de incorporar mucho del
p ropio líder y poco del Espíritu. Este riesgo se presenta por el he-
cho de soslayar el reconocimiento de aquello que en realidad res-
ponde a la obra de la propia naturaleza humana mot i vada por el
hambre y sed de poder, y asignarlo al Espíritu.

3. El sostenimiento y los recursos financieros


En la segunda sección de la argumentación paulina, el apósto l
continúa con el mismo tenor mediante preguntas re tó ricas. Esta
vez, plantea el problema directamente:

54 H ch. 17:10-15 re l a ta la llegada de Pablo y Silas a Berea. El v. 11 dice que los hermanos de
esta ciudad “… recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escri t u ras para
ver si estas cosas eran así…”.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 49

FREDDY GUERRERO FARIÑO -4 9-

Contra los que me acusan, esta es mi defensa... ¿Acaso no


tenemos derecho a comer y beber?, ¿No tenemos dere cho a
llevar a una hermana con nosotros por esposa, como hacen
también los otros apóstoles...? ¿O sólo yo y Bernabé no te-
nemos derecho a trabajar? ¿Quién fue jamás soldado a sus
propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su
fru to? ¿Quién apacienta el rebaño y no toma leche del re b a-
ño? ¿Digo esto solo como hombre? ¿No dice esto también
la ley?... ¿Se preocupa Dios por los bueyes o lo dice ente ra-
m e n te por nosotros?… ¿Será mucho pedir que cosech e m o s
de vo s otros lo mate rial? Si otros participan en este dere ch o
sobre nosotros, ¿cuánto mas vosotros? ¿No sabéis que los
que tra b ajan en las cosas sagradas comen del Templo, y qu e
los que sirven del altar, del altar participan? (1 Co. 9:3-13)

Es de cardinal importancia preguntarnos acerca del sentido del


uso de los re c u rsos para la digna subsistencia ve rsus la gala u opu-
lencia cara c terística de algunos apóstoles conte mp o ráneos. ¿No se-
rá mejor que como Pablo adopten la decisión de renunciar a su de-
recho y tra b ajen con sus manos para ev i tar seguir la moda de los
o p u l e n tos y vividores del eva n gelio? Aunque, por supuesto, to d o
m i n i s t ro del eva n gelio tiene derecho a una digna suste n tación co-
mo fruto de la naturaleza de su ministe rio. De ahí la contunden-
te afirmación: “Así también ordenó el Señor a los que anuncian el
evangelio, que vivan del evangelio” ( v. 14 ). Aunque también, pueden
vo l u n tariamente renunciar a la misma, para no ser gravosos y ser-
vir con libertad y ad honorem al Señor y a su iglesia.
Por ot ro lado, vale la pena pre g u n ta rnos: ¿por qué en algunas
iglesias que tienen presencia de estos “apóstoles” y ministe rios, co-
mo RAMCU55, siemp re tiene que haber una fuerte mediación eco-

55 cf. www. ro nych ave s . o rg / ramcu/ramcu-4.php. En este espacio se da cuenta de dive rsos ni-
veles de relación con RAMCU. Estos son: (1) Relación de comp a ñ e rismo; y (2) Relación de so-
ciedad. La cuota para nacionales (Ticos) es c/2.000 y c/ 5.000 para ex t ranjeros. (3) De su la-
do, la relación del nivel cobert u ra y pacto es el diezmo ministe rial; y (4) Pacto, el nivel más
e l evado de relación es igualmente el diezmo ministe rial. Diezmo que en las denominaciones
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 50

-50- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

nómica?, ¿por qué a la hora de re c o ger las ofrendas y los diezmos


en los cultos se realiza “un nuevo culto” mediante el cual se enfa-
tiza re i te radamente la contribución fi n a n c i e ra de los fieles? Sobre
este particular, es digno de mencionar un artículo aparecido en el
“El Comercio”, diario ecuato riano de amplia cobert u ra nacional;
en el mismo se narra una escena propia de este tipo de congrega-
ciones, refiriéndose específi c a m e n te a las iglesias “Pare de sufri r ”
y “Dios es Amor”. En medio del servicio religioso se hace una pau-
sa pro l o n gada para que el predicador de turno haga “ot ro servicio
dentro del mismo” y solicite donativos a los asiste n tes, comenzan-
do con la suma de $ 30.00 (dólares) hasta llegar a $ 5.00. Final-
m e n te cuando no hay más donantes de tales sumas, plantea la po-
sibilidad de ofrecer donaciones de $ 1.00 o $ 2.00 (cf. El Comercio,
2 de mayo del 2004).
No negamos la necesidad de que cada creye n te aporte para el
s o s te n i m i e n to responsable de la obra del Señor. Pero, a la vez, te-
nemos que ser claros. Estas contribuciones son para financiar el
desarrollo y expansión de las iglesias, así como para el digno sus-
te n to de sus ministros. Por ta n to, es preciso señalar que este énfa-
sis economisista no está bien, pues contribuye a sostener un sta-
tus quo que es ajeno a la realidad de las naciones de la peri fe ria y
que riñe con el estilo de vida sencillo que es cara c terístico de Cri s-
to y que a su tiempo la consulta “Hacia un estilo de vida sencillo”56
recogió como una pro p u e s ta para los cristianos del Primer Mun-
do. Pare c i e ra que los cristianos de la peri fe ria, y especialmente los
asociados a estas redes apostólicas, desearían vivir a la American
Way en la peri fe ria. Por supuesto que es preciso re a fi rmar que to-
dos y todas merecemos vivir dignamente, pero como fru to de

t radicionales se lo consigna a la te s o rería de la denominación o a la iglesia local. Al leer esto


tengo la imp resión de estar vo lviendo a la relación que establecían los rabinos judíos con sus
discípulos. Había una mediación económica.
56 La International Consultation on Simple Life-style se realizó en Hoddesdon, Ingl a te rra, 17-21
de marzo de 1980, con el auspicio del Lausanne Committee on Wo rld Eva n gelization’s Theo-
logy and Education Working Group y el World Eva n gelical Fe l l owship’s Theological Commis-
s i o n’s Unit on Ethics and Society. La declaración final de la consulta lleva el título de “An Evan-
gelical Commitment to Simple Life-style”, Laussane Ocassional Paper n° 20, y su ve rsión electró-
nica está disponible en http://www.lausanne.org/Brix?pageID=14737.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 51

FREDDY GUERRERO FARIÑO -5 1-

n u e s t ro tra b aj o57 y no de la manipulación, propia de este desme-


dido enfo que en lo económico. Tenemos derecho a vivir bien e
igual que los mismos países del Primer Mundo, pero no con un
espíritu consumista y depredando los re c u rsos naturales. Esto es
así por la simple razón de ser seres humanos creados a la image n
de Dios. Pero no olvidemos el plural: “todos tenemos dere chos” y
no sólo los “privilegiados” y “ungidos”. Por ello, fre n te a una pro-
puesta de subsistencia apostólica basada en la teología de la pro s-
peridad, pre fe rimos tra b ajar con nuestras manos, porque nos da-
ría ve rgüenza ganar el dinero a través de la manipulación o por
o f recer “cobertura espiritual”.

57 La ética prote s ta n te nos enseñó la imp o rtancia del tra b ajo para lograr el desarrollo pers o-
nal y colectivo. Este no es fru to del azar y la manipulación. De hecho, Max Weber reconoce
que imp l í c i to en el espíritu y ética prote s ta n te subyacen las bases para el desarrollo de las na-
ciones que emerg i e ron en la modern i d a d .
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 52
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 53

CA P Í T U LO 4

PERSPECTIVAS SOBRE
LA APOSTOLICIDAD:
IGLESIA Y MINISTERIO58

A continuación pro c u ra remos realizar un acercamiento a las di-


ve rsas posiciones sobre la apostolicidad de la Iglesia y al ministe-
rio o don de apóstol. En especial, rev i s a remos las pers p e c t i vas ca-
tólica, protestante y de las redes o mov i m i e n toapostólico conte m-
p o ráneo. Luego, intentaremos articular una posición ecléctica, re-
novada y enri quecida por los aportes de las dive rsas pers p e c t i va s
de nuestra tradición cri s t i a n a .

A. PERSPECTIVA CATÓLICA
La Iglesia Católica establece una relación entre el apostolado y
el ministe rio de los obispos. El P. François Varillón, citando a la
Lumen Gentium o “Constitución de la Iglesia” (LG), señala que: “A
los Doce les fue dado el nombre de apóstoles. Los obispos serán
sus sucesores, apóstoles en todo el sentido del té rmino con la mi-
sión del apostolado de la Iglesia” (1986:218). Esto es lo que dice
el artículo 20 de la LG :

58 Nos re fe rimos al ministe rio o don de apósto l .


APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 54

-54- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Esta divina comisión confiada por Cri s to a los Apóstoles ha


de durar hasta el fin del mundo (Cfr. Mt. 28:20), puesto qu e
el Eva n gelio que ellos deben pro p a gar es, en todo tiemp o ,
el principio de toda la vida para la Iglesia. Por eso los A p ó s-
toles se cuidaron de establecer sucesores en esta sociedad jerárqu i-
c a m e n te orga n i z a d a. En efecto, no sólo tuvieron dive rsos co-
laboradores en el ministe rio (Cfr. Hch 6, 2-6), sino que, a
fin de que la misión a ellos confiada se continúe después de
su muerte, dejaron a modo de testa m e n to, el encargo de
acabar y consolidar la obra comenzada por ellos, encomen-
dándoles que atendieran a toda la grey, en medio de la cual
el Espíritu Santo los había puesto para apacentar la Iglesia
de Dios (Cfr. Hch. 20,28)... entre los va rios ministe rios qu e
desde los pri m e ros tiempos se viene ejerciendo en la Iglesia,
según el testimonio de la Tradición, ocupa el primer lugar el
o ficio de aquellos que, ordenados Obispos por una sucesión
que se remonta a los mismos orígenes, conservan la semilla
a p o s tólica” (LG 20 citado en Va rillón, 1986: 218-219).

Por ot ro lado, establecen una relación orgánica entre aposto l i c i-


dad y jerarqu í a. Vale señalar que inte rp retan jerarqu í a como poder
sagrado y a p o stolicidad como continuidad. Además, según la inte r-
p re tación del Concilio Vaticano II, los apóstoles fueron instituidos
a modo de “Colegio Apostólico”, lo que es lo mismo que un gru-
po perm a n e n te del cual Pedro es cabeza (Jn. 21:15-17) y sus suce-
sores los obispos instituidos por la Iglesia Católica.59 Basado en
ello se infiere que la función o ministe rio apostólico tiene por pri o-
ridad la continuidad de la Iglesia, en ta n to pro p a gación de la mis-
ma, bajo esta jera rquía que es perm a n e n te (cf. Varillón, 1986: 355-
356). Dicho sea de paso, tal es la magnitud de la auto ridad dele-
gada de Cri s to que les asiste la capacidad de enseñar, santificar y
gobernar. Por ende, están investidos de la capacidad para legislar,

59 Esta práctica se fundamenta sobre la creencia lege n d a ria de que Pe d ro había ejercido la fun-
ción de Obispo de Roma hacia el ocaso de su vida. Su suste n tación era la fábula de los escri-
tos llamados Pseudo Clementinas (cf. Quaste, J. 1961: 51, 67 s s . )
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 55

FREDDY GUERRERO FARIÑO -5 5-

juzgar y castigar (Varillón 1986: 357-538). Asimismo, se constitu-


ye en un fa c tor de unidad de “...todos los cristianos en una sola
Iglesia y la unidad de esta Iglesia con su Jefe invisible y activa m e n-
te pre s e n te, Jesucri s to” (1986: 360).
Por último, la cuestión ministe rial (apostólica) es vista como
una vocación que debe asistir a los ministros y laicos de la Iglesia.
De ahí el uso fre c u e n te de la designación, por ejemplo, al hablar
de “apostolado” de los niños, jóvenes, indígenas, etc. En su senti-
do estri c to el apostolado de los laicos implica “la cooperación... al
a p o s tolado jerárquico” (Lerc a ro, s.f.: 47). Además, el Cardenal Ler-
c a ro agrega que las principales áreas para el desarrollo del aposto-
lado laical son: la eva n gelización, la instrucción religiosa y cate qu é-
tica en el marco de las misiones, y doctrinal a través de los me-
dios de comunicación. Sin embargo, con sufi c i e n tefirmeza él mis-
mo declara qu e :
...es necesario que, al ejercer este apostolado, el laico de-
m u e s t resuficiente formación y una subordinación sin com-
p romisos a la jera rquía, única que tiene en la Iglesia la re s-
ponsabilidad del magiste rio, única compete n te en la ense-
ñanza de la doctrina del Señor y de conducir los fieles por
los caminos de salvación ete rna (s.f.: 49).

De tal afirmación categó rica queda claro que su papel depen-


de de los espacios demarcados por la jerarquía y que ésta es la úni-
ca con auto ridad última para el ejercicio de tal oficio. A su vez, re-
sulta inte resante el acento en la fo rmación de los laicos para el
apoyo en las labores apostólicas de la jerarquía.

B. PERSPECTIVA PROTESTANTE-EVANGÉLICA
Las iglesias de la cristiandad primitiva eran ve rd a d e ra m e n te
apostólicas.60 Su designación y re c o n o c i m i e n to deviene de su fun-
damentación y validación de la auto ridad apostólica que las regía.
60 Su apostolicidad estaba dada por su pro p a gación misionera y dependencia en los escri to s
apostólicos.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 56

-56- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Javier Gonzaga, pro l ijo estudioso de los Concilios de la Iglesia, se-


ñala que:
E sta auto ridad fue ejercida pers o n a l m e n te en vida de los após-
toles y luego por medio de sus escri tos, pre s e rvados en el Nu e-
vo Testamento para ser norma exclusiva de fe y práctica61 para
la Iglesia de todos los sigl o s. Este es el significado profundo
de las Escrituras cristianas: todas las Iglesias del Imperio, y
las de más allá de sus fro n te ras, fueron reconociendo gra-
dual y unánimemente los Escri tos que el Espíritu Santo ins-
piró a sus siervos para que ejerc i e ran la misma autoridad
que los del Antiguo Testa m e n to habían ejercido en la anti-
gua dispensación. Es así como la Iglesia Pri m i t i va conservó su
apostolicidad. Fue una Iglesia apostólica porque tra tó de so-
meterse a la enseñanza de los apóstoles (1965: 16-17).

Por ta n to, en la perspectiva prote sta n te la apostolicidad está


dada por su sujeción a los escri tos de los apóstoles. De hecho, la
cristiandad de todas las épocas ha encontrado en las Escrituras, la
fuente de su auto ridad y el hálito de vida renovador (cf. Grau,
1999: 51).
Además, podemos decir que la Iglesia es apostólica en ta n to: (1)
reconoce su identidad fundamental con la iglesia apostólica, tal co-
mo se presenta en el Nu evo Testa m e n to; (2) da testimonio de la fe
apostólica, proclamando el Eva n gelio e inte rpretando fidedigna-
m e n te las Escri t u ras bajo la guía del Espíritu Santo y en sujeción
a lo credos pri m i t i vos; (3) celebra las ordenanzas (o sacra m e n to s )
instituidos por Cri s to y practicados por los apóstoles; (4) reconoce
la continuidad del ministeri o, inicialmente asumido por los apósto-

61 Wagner señala que la Nu eva Re fo rma Prote s ta n te es sólo una re fo rma de cará c ter “prá c t i-
ca”. Teóri c a m e n te esta separación no tiene fundamento sólido porque en inicio, la práctica es
fru to de una teoría. Además, Gonzaga plantea que la apostolicidad está normada en mate ri a
de fe y práctica por los escri tos apostólicos. Por ello, empieza a preocupar la aparición de es-
cri tos apostólicos con distintivos neo-reve l a torios (p.e., las cartas apostólicas de los gurúes de
esta tendencia). Además, ot ros auto res ya reconocen que tales iglesias han desafiado el pensa-
miento teológico y las prácticas tradicionales de las Iglesias cristiano-eva n gélicas (cf. Gálvez,
Rigoberto, 2002: 60).
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 57

FREDDY GUERRERO FARIÑO -5 7-

les, en el servicio a Cri s to; (5) es una iglesia misionera que mani-
fiesta su unidad y comunión en la oración, el amor, el gozo y el
sufrimiento; (6) s i rve a través de los dones y ministe rios concedidos
por el Señor a los más débiles y necesitados del mundo, y (7) v i-
ve un estilo de vida santo y sencillo, al estilo de Jesús.
A h o ra bien, se concibe el ministe rio apostólico en el contex to
de la misión de Dios y de la Iglesia como pueblo de Dios en su
c o n j u n to. Los apóstoles son enviados a “hacer discípulos a todas las
naciones”. Cri s to resucitado pro m e te estar con ellos en esta misión
“hasta el fin del mundo” (Mt. 28:19-20). La misión a la que fuero n
llamados los apóstoles continúa siendo la misión de toda la Igl e-
sia a lo largo de la histo ria. Entonces, en la medida en que esta
misión da fo rma a la Iglesia, es acertado que se denomine apostó-
lica a la Igl e s i a .
Desde la vivencia de la primera iglesia y del apostolado pauli-
no, se deduce que el ministro llamado apóstol desarrolla una ta-
rea o ministerio cuádruple: (1) la oración y el ministe rio de la pala-
b ra (Hch. 6:4); (2) el fundar iglesias para asegurar el cuidado pas-
toral de los nuevos creye n tes (Hch. 13-28); (3) la fo rmación de lí-
deres (ancianos, pastores) para el cuidado de esas nuevas congre-
gaciones; y (4) el animar y supervisar el desarrollo de la obra, o
aún corregir lo defectuoso en la vida de las congregaciones.
Re s p e c to de su l i d e razgo y carácter orga n i z a t i vo las Iglesias apos-
tólicas pri m i t i vas eran “...independientes, cada una estaba gobernada
por sus propios obispos o ancianos, pero se hallaba vivo un sentimien-
to de mutua obligación que les impedía olvidar la unidad que les liga-
ba a todas juntamente a Cri sto” (Bruce, F.F., 1958: 188-189).
Tomando como base lo ante rior, reconocemos que el “Mov i-
m i e n to Apostólico Conte mp o ráneo” parece incorporar el sentido
o rganizativo cara c terístico de los “mov i m i e n tos cristianos pri m i t i-
vos”. En especial, el de una forma de organización funcional y prá c-
t i c a. Sin embargo, no era jerá rquica al estilo de la Iglesia Cató l i c a
o como lo que se aspira en el Mov i m i e n to Apostólico Conte mp o-
ráneo. Por tanto se debe tener sumo cuidado de no institucionali-
zar “fi g u ras” que ejerzan la misma posición jerárquica que se cues-
APOSTOMESIA 6/27/06 9:53 PM Page 58

-58- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

tiona a la Iglesia Católica Romana, la cual “copió las fo rmas de go-


bierno de la administración imp e rial” (Gonzaga, 1965: 17-18). Así
mismo, vale para las Iglesias denominacionales institucionalizadas,
que son un canto a la centralización de la auto ridad, estru c t u ra
exa ge rada, burocracia, ri tos, re glas organizacionales, unifo rm i z a-
ción de prácticas que asfixian la creatividad de un mov i m i e n to (cf.
Wagner, 2000: 133,136,137, 140).
Por su lado, las redes apostólicas precisan estar concientes qu e
también están expuestas a los vicios de las Iglesias mencionadas.
Sobre el particular, Donald Miller, basado en la teoría de la “orga-
nización social y económica” de Weber, desarrolló el principio deno-
minado “el carisma se vuelve rutina [institucionaliza]” (ver Miller
en Wagner, 2000: 137). Esta teoría le sirve de base para afirmar
que: “...no hay manera [en]... que las redes apostólicas ev i ten a la
l a rga conve rt i rse en denominaciones” (2000: 137). Y, como cita
Smith, su liderazgo termine siendo “...personas orientadas al po-
der... y una vez que llegan a una posición de poder, se conviertan
en prote c to res y qu i e ran protege rse a sí mismos en esa posición de
poder” (Smith en Miller, 1997: 32). Por ello, es preciso recordar el
adagio popular “Nunca digas de esta agua no he de beber”. Por su-
p u e s to, aún por encima del optimismo receta rio de Wagner
(2000:144-152). A ello se suma la necesidad de articular una ecle-
siología bíblica que sea amp l i a m e n teaceptada en los ámbitos eva n-
gélicos internacionales, que visualice a la Iglesia como “...comuni-
dad del pueblo de Dios, más que una institución y no debe identifi c a r-
se con una cultura, sistema social o político o ideología humana parti-
cular” (cf. Pa c to de Lausana en Arana: 1987: 36).

C. PERSPECTIVA DE LAS REDES DE CONG R E GACIONES


Y LÍDERES APOSTÓLICOS
La calificación de “refo rma apostólica” se aplica a las iglesias
m i e m b ros de este mov i m i e n to. George Hunter62 fue quien incor-

62 Es un imp o rtante líder y académico del mundo eva n gélico norte a m e ricano. Es decano de
la Escuela E. Sta n l ey Jones de Misión y Evangelización Mundial del Seminario Teológico Au s b u ry.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 59

FREDDY GUERRERO FARIÑO -5 9-

p o ró en sus escritos tal designación en 1996 (2000: 36). Además,


como él bien señala, la influencia de Lyle Schaller fue muy imp o r-
ta n te: “más que cualquier otra cosa, esto me ayudó a decidir usar la
palabra refo rm a ”63 (2000: 37). También, este uso tiene el pro p ó s i to
de distinguir a estas iglesias de ot ras que han usado histó ri c a m e n-
te el califi c a t i vo de “apostólicas” (2000: 45).
En esencia lo que esta “Nu eva Refo rma Apostólica”64 está plan-
teando es una re fo rma de la práctica y no ta n to de la fe. A decir
de Wagner, “...los principios teológicos esenciales de la Re fo rm a
quedan inta c tos” (2000: 38). Sin embargo, igual que Gálvez, cre e-
mos que las iglesias carismáticas, y especialmente las iglesias neo-
pentecostales, sí está planteando desafíos teológicos serios, tales
como, entre ot ros aspectos: la revelación y una nueva reve l a c i ó n ,
fruto de visiones o subjetividades pers o n a l e s65 y la teología de la
Pa l a b ra.
El verd a d e rosignificado de lo apostólico que Wagner connota en
su posición es para refe ri rse a: (a) un acerc a m i e n to contextual al
estilo de iglesias según se relata en el Nu evo Testa m e n to; (b) t i e-
nen un gran interés por alcanzar a la población “precristiana” o
que no asisten a las iglesias eva n gélicas; y (c) reconocen el ofi c i o
neotestamentario de apóstol como vivo y activo en las iglesias de
hoy... (Wagner, 2000: 46-48). Vale decir que este último es el as-
p e c to de mayor discusión y debate al pre s e n te. En nuestra opinión
debemos analizar el momento histó rico en que esto se propone y
a las pretensiones de poder que se soslayan bajo la intencionali-
dad de la resta u ración del gobierno teocrático o el establecimien-

63 Se refiere a la inspiración recibida a través del libro de Lyle Schaller ¡El mañana llegó ayer!.
64 Según Wagner es tan sólo un título de sus cursos y libros. Tal declaración es desprolija y
superficial, pues es más que un mero título. Wagner tiene una signifi c a t i vainfluencia en la ar-
ticulación de esta nueva tendencia de moda; sí tiene mucho que ver en la confi g u ración de los
postulados y enfo ques de este nuevo mov i m i e n to.
65 En la síntesis del libro C h u rch quake de Wagner citando a Bill Hamon, señala que “el llama-
do apostólico viene después de haber recibido una revelación de parte de Dios”. Esto en sí no
re p resenta un problema. Lo es cuando afi rman subjetivamente que para reconocer a un após-
tol le preguntan “si tienen una Palabra de parte de Dios” (cf. Wagner, 1999: 7).
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 60

-60- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

to del Reino venidero a través del gobierno de la Iglesia66 (cf. ICA


y Cannistraci, 1996: 29).
El liderazgo de estas agrupaciones apostólicas, según Wagner,
califica a líderes que están impulsados por una visión de futuro y
ciertos va l o res distintivos. Re s p e c to de su posición en la histo ri a ,
son personas que la aprecian, viven su pre s e n te y anhelan el futu-
ro. No obstante, cabe pregunta rse ¿qué tan insertos viven en la
realidad confo rme al análisis ex e gético realizado ante ri o rmente?
Similar cuestionamiento nos lo debemos fo rmular todos los líde-
res de las diferentes facciones cristianas.
Además se dice que “...son personas que han sido llamadas a apo-
derarse del te rritorio y no... a resguardarlo...” (2000: 61). Este lengua-
je imp e ri a l i s ta habla de la esencia de su epistemología misionoló-
gica. El mundo se reduce a conquista d o res y conqu i s tados, por su-
p u e s to, sobre la base de un discurso y lenguaje espiritualista o alu-
s i vo al mundo de los espíritus. Vale recordar a los misionólogos
norteamericanos, y en ge n e ral anglosajones, que ya no vivimos en
la era misionera imperialista. Las iglesias de las naciones que an-
tes eran campo de misión han madurado y se han independiza-
do de las potencias misioneras e ideológicas.
Los valores que distinguen a estos líderes son signifi c a t i vos. Se di-
ce que son personas con una teología que cree en absolutos; pero
h ay que dife renciar lo teológico de lo cultural anglosajón. Han de-
sarrollado una eclesiología para el mundo (iglesia para el mundo).
De este modo, han desarrollado un fuerte énfasis eva n gelístico. De
ahí, que su escatología tienda a ser opt i m i s ta. Por ello, ponen un

66 Según la ICA (Inte rnational Coalition of Apostles - Coalición Inte rnacional de Apósto l e s ) :
“an apostle is a Christian leader gifted, taught, commissioned, and sent by God with the auth o-
rity to establish the foundational gove rnment of the ch u rch within an assigned sphere of ministry
by hearing what the Spirit is saying to the ch u rches and by setting things in order accord i n gly
for the growth and maturity of the ch u rch” [“un apóstol es un líder capacitado, enseñado, co-
misionado, y enviado por Dios con la auto ridad para establecer el gobierno fundamental de la igle-
sia d e n t ro de una esfe ra asignada del ministe rio, por medio del escuchar lo que el Espíritu es-
tá diciendo a las iglesias y por el hacer cosas en función del cre c i m i e n to y maduración de la
iglesia”] (ver esta definición y ot ros detalles en http://www.globalharvest.org/index.asp?ac-
t i o n = i c a faq). Esta es una definición muy ambigua y ge n e ral que no descubre la totalidad de
sus verdaderas inte n c i o n e s .
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 61

FREDDY GUERRERO FARIÑO -6 1-

fuerte énfasis en el destino que les espera a los perdidos (cielo o in-
fierno). Pero, ¿qué de la responsabilidad de pensar y actuar en el
“ya” de nuestra creación, desde nuestro enfoque de Missio Dei? Pa-
ra este efe c to, se han organizado en redes que se fundamentan en
las relaciones de confianza y amistad, lo cual es supre m a m e n te va-
lioso en un mundo postmoderno deshumanizante (Wagner 2000:
66-82).
Finalmente, su eclesiología aún está en proceso de elaboración.
No obsta n te, ya se empiezan a ver algunas aristas de su concep-
ción y práctica. Se perciben a sí mismas como iglesias de ciudades,
naciones y continente s. Los linderos de su misión son el mundo.
Han dejado de lado el énfasis parro quial que, en antaño, cara c te-
rizó a las denominaciones. La megalomanía es el tamaño deseable
y el orden del día. Asimismo son iglesias con una gran capacidad
de adaptación cultural, para asegurar una ex i tosa comunicación
con sus grupos metas, “la ge n te no cristiana”. Las iglesias de las
redes apostólicas descansan en un concepto de auto ridad y gobier-
no episcopal y ve rt i c a l i s ta, enmarcado dentro de ri b e tes de espiri-
tualidad. Podemos decir que aún están en proceso de definir su
identidad.
En el siguiente capítulo re a l i z a remos algunas puntualizaciones
teológicas basadas en los capítulos ante riores: definimos un acer-
c a m i e n to hermenéutico a la Iglesia y al contex to Latinoamericano
desde la clave del poder, para comprender el fenómeno en estu-
dio; pasamos por un análisis de lo que el Nuevo Testa m e n to pre-
senta sobre el tema y, fi n a l m e n te, vimos los acerc a m i e n tos al te-
ma desde el mundo católico, eva n gé l i c o - p rotestante y del mismo
s e c tor neo-pentecostal que articula la pro p u e s ta de las redes o Mo-
v i m i e n toApostólico Contemporáneo. Ahora, procura remos trazar
unas pinceladas para elaborar una teología de lo apostólico.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 62
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 63

CA P Í T U LO 5

APUNTES PARA UNA TEOLOGÍA


NEOTESTAMENTARIA
DE LO APOSTÓLICO

La teología en ta n to reflexión crítica sobre la práctica (misión


de la Iglesia) nos plantea la necesidad de ser pert i n e n tes y oport u-
nos, so pena de cometer erro res de apreciación en el cronos te o l ó-
gico. Será en el kairos de Dios donde se confi rm a rán las posicio-
nes. No obstante, ello no nos exime de la responsabilidad te o l ó g i-
co-profética de leva n tar una voz concienzuda para orientar la vida
de la Iglesia. Por ello, con la única pretensión de servir a la edifi-
cación del Cuerpo de Cri s to, emitimos esta opinión a modo de
apuntes para una teología de lo apostó l i c o.

A. MISIÓN, APOST O L I C I DAD Y MINISTERIO


El marco global de toda teología, si qu i e re ser auténtica te o l o-
gía cristiana, ha de tener como re fe re n te la “Misión de Dios”. Es-
ta es la dire c t riz que articula el pensamiento y la acción de las igl e-
sias. De ahí la re i te ración de nuestra afi rmación:
Todo ministro, incluyendo el “apóstol” no tiene una misión
y asignación en sí mismo, ni siqu i e ra tiene dere cho a defi-
nir su agenda en fondo y fo rma, pues esta es definida por
el Pa d re.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 64

-64- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Ante lo dicho, es de suprema imp o rtancia destacar que su mi-


sión apostólica depende de Jesús, quien le da norte a la misión de
cualquier ministro del Eva n gelio.
El ministe rio de un apóstol ha de estar orientado por los per-
files, enfo ques, directrices y pers p e c t i vas del ministe rio histó ri c a-
m e n te desarrolladas por las iglesias cristianas en su ve rsión cató l i-
ca, eva n gé l i c o - p rotestante y cari s m á t i c a .
En esencia, esto supone que un apóstol es un enviado de Dios
p a ra la difusión de un nuevo estilo de vida, centrado en el ideal
de una vida digna, una ex i s tencia plenamente desarrollada y dig-
nificada (vida etern a ). Pa ra ello:
(a) Usa el enfoque encarnacional. Vi ve una fo rma de vida que re-
vela al Cri s to encarnado, mediante un estilo de vida y en-
t re ga encarnacional;
(b) Tiene por pri o ridad en su agenda la pastoral de unidad del
Cuerpo de Cri s to; y
(c) Asume como prioritaria la o ri e n tación del pueblo hacia la san-
t i fi c a c i ó n, entendida como coherencia de vida que se va cons-
truyendo en la práctica cotidiana y es doblemente relacional.
Enseña a los creye n tes a vivir en armonía con Dios y los se-
mejantes.

Las dire c t rices cardinales de la ta rea apostólica están demarc a-


das por Jesús. Basados en las dire c t rices dadas a los Doce y el ejer-
cicio apostólico de Pablo se infi e re que las principales son:
(a) El apóstol es un enviado para proclamar el Evangelio del
Reino de Dios con una clara orientación hacia la evangeli-
zación de los que están separados de Dios, a fin de com-
partir y construir con ellos una vida de calidad, plena y
abundante. Su proclamación ha de estar acompañada de las
señales del Reino como expresión de coherencia con esta
calidad de vida que busca el bienestar integral de sus mi-
nistrados;
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 65

FREDDY GUERRERO FARIÑO -6 5-

(b) Los apóstoles son validados por la comunidad de fe a la qu e


sirven; su re c o n o c i m i e n toviene de ella. Por tanto, son ellas
las que confirman tal designación de Dios. Además, esto su-
pone que se deben a las mismas. Si bien no están por enci-
ma de ellas, tampoco son sus empleados. Tienen un rol im-
porta n te y por ende su luga r;
(c) La ética apostólica demanda de ellos claridad sobre su siste-
ma de soste n i m i e n toy fi n a n c i a m i e n to. Pa ra nada han de ser
gravosos, manipuladores o ex p l otadores, a fin de obte n e r
del pueblo lo necesario para su digno fi n a n c i a m i e n to. Han
de observar estrictas medidas de supervivencia. También
han de incorporar principios axiológicos a su ministe rio, ta-
les como el “valor”; asumir los riesgos del “conflicto” como
dialéctica fa m i l i a r; “amor absoluto a Dios”, y “disposición
sacrificial” en el seguimiento a Dios;
(d) Las actividades apostólicas son en esencia cuatro: ( a ) la ora-
ción y el ministe rio de la palabra (Hch. 6:4); ( b ) fundar igl e-
sias para asegurar el cuidado pastoral de los nuevos creye n-
tes (Hch. 13-28); (c) fo rmación de líderes (ancianos, pasto-
res) para el cuidado de esas nuevas congregaciones; y (d)
animar y supervisar el desarrollo de la obra o aún corregir
lo defectuoso en la vida de las congregaciones.

B. AUTORIDAD Y PODER EN EL MINISTERIO APOSTÓLICO


El mov i m i e n to apostólico afi rma que sus apóstoles han recibido
de Dios la auto ridad (el poder) para ejercer tal don. Tal afi rmación
no hace mucha diferencia cuando se reconoce que todos los minis-
tros reciben igual auto ridad de parte de Dios. El problema radica
cuando se afi rma que han recibido “mayor auto ridad”, por sobre
los otros ministros. De su lado, la Iglesia Católica se sabe a sí mis-
ma como la “única y directa heredera de tal auto ridad” (poder) a
través de sus obispos por la línea sucesoria petrina y, por ende, pa-
pal. ¿Quién tiene la verdadera auto ridad delegada por Dios?, ¿los
obispos católicos o los apóstoles eva n gélicos?, ¿los supervisores o
d i ri ge n tes denominacionales?, ¿quién es quién?, ¿por qué tanta lu-
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 66

-66- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

cha de poder? Esta lucha de poder y espacios encubre la ve rdadera


realidad humana en su afán por lograr el poder. Parece que nos he-
mos olvidado de la máxima de Jesús acerca del “servicio” (cf. Mr.
10:45). Tenemos que record a rnos el adagio popular que dice “Quien
no vive para serv i r, no sirve para vivir”.
Llama la atención la propuesta del mov i m i e n toapostólico con-
temporáneo, de cuño carismático, debido a su contenido y estru c-
t u ra organizacional para el desarrollo de su proye c to misional. Es-
ta consiste en organizar sistemas supra denominacionales (sistema
h ijo de la cristiandad eva n gélica) a partir de un sistema de a l i a n-
zas apostólicas interdenominacionales b ajo la auto ridad de un após-
tol67 ( que está sujeto a un compañerismo apostólico o concilio de
la ciudad), y pasto res cuyas comunidades apostólicas se mueve n
en ámbitos locales. Esto supone el cambio estru c t u ral de las fo r-
mas de organización de las Iglesias eva n gélicas en las diferentes na-
ciones; y tal vez, el fin de las formas clásicas de organización de-
nominacional.
Preveemos a futuro una crisis relacional entre el mov i m i e n to
a p o s tólico y las denominaciones. Ninguna de las partes cederá gra-
tuita m e n te espacios de “auto ridad” (en realidad, de poder). ¿Cuál
será el mejor camino para organizarnos y cumplir nuestra tarea
misional? ¡Esto to d avía está por descubri rse! De ahí, la necesidad
de abrirnos a la acción del Espíritu y a la lógica organizacional fun-
cional.

C. FORMACIÓN DISCIPULAR DEL LIDERAZGO APOSTÓLICO


El requisito previo para el ejercicio apostólico es la formación
discipular. Este aprendizaje se realiza en el marco de una comuni-
dad de aprendizaje. En la vida y pro n u n c i a m i e n tos de Jesús, es ob-

67 Según Wagner la ex p e riencia, capacidades y dones los califican para ser apóstoles te rri to ri a-
les. “Wagner hypothesizes that the most extensive pool for identifying apostles of the city is among
the mega-church pasto rs ” [“Wagner pre s e n ta la hipótesis que la más amplia cante ra para la identifi-
cación de los apóstoles en la ciudad está entre los pasto res de mega-igl e s i a s ”] (Wagner, citado en Ari-
se Magazine, 2000: 5). Sí y no. No se puede aseve rar que, desde el pragmatismo de su funcio-
nalidad, tienen necesari a m e n te los dones pert i n e n tes para tal ofi c i o .
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 67

FREDDY GUERRERO FARIÑO -6 7-

vio que la prioridad es la realización de procesos de formación dis-


cipular. Esta es crucial para asegurar una poste rior encomienda
(Mt. 28:16-20); de lo contra rio, es muy riesgoso encargar cualqu i e r
ministe rio a neófi tos. Esto pone en riesgo cualquier mov i m i e n to
de Dios en la histo ria. Ejemplo de ello son los av i a m i e n tos que te r-
m i n a ron muy rápido por falta de seguimiento y formación disci-
pular (p.e., Principado de Gales, Chile, Islas Timor en Indonesia,
e n t re ot ros). De igual fo rma, los mov i m i e n tos apostólicos genui-
nos están en peligro de ser desechados por causa de los improv i-
sados y arrivistas68.
El discipulado, por su parte, será el que provea profundidad y
m a d u rez a la iglesia y a su liderazgo para enfrentar los desafíos
contemporáneos y responder a la altura de Cri s to como colabora-
dor de su misión. A su vez, por medio de él, los mentores podrán
influir en todas las áreas de la ex i s tencia humana y para toda la
vida de la nueva ge n e ración de discípulos-apóstoles que asuman
con decisión la tra n s fo rmación de la sociedad. Además, el discipu-
lado facilitará una manera segura de pasto rear al pueblo de Dios y
p otenciarlo en Cri s to para el desarrollo sin igual de su misión
transformacional.

D. ¿UNA NUEVA ECLESIOLOGÍA APOST Ó L I CA?


La eclesiología de los mov i m i e n tos apostólicos aún está en pro-
ceso de fo rmulación. Sin embargo, ya en Churchqu a ke Wagner an-
ticipa un inte n to de plante a m i e n to teológico. Las proposiciones
básicas re fo rmulan: (a) la estru c t u ra de auto ridad tradicional; (b)
n u evos estilos de liderazgo; (c) nuevos enfo ques o énfasis ministe-
riales; (d) nuevos estilos de adoración; (e) nuevas fo rmas de ora-
ción- intercesión; (f) nuevas fo rmas de fi n a n c i a m i e n to y subsiste n-
cia; (g) nuevos enfo ques sobre misiones, con re fe rencia a los más
necesitados; (h) una nueva orientación sobre el poder del Espíri t u
S a n to en tanto tra n s formador del corazón (1998: 3-7).69
68 Diálogo personal con el Dr. Pablo Deiro s .
69 E s ta es la síntesis del libro The New Apostolic Churches [Las Nu evas Iglesias Apostólicas] de
Pe ter Wagner, que aparece en www.globalharve s t . o rg
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 68

-68- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Al parecer, no se cita nada respecto a su teología de la reve l a-


ción70, que es crucial para sostener sus nuevas doctrinas seudo-
a p o s tólicas, pues lo verd a d e ra m e n te apostólico es aquello que es-
tá confo rmado a la revelación plasmada en los escri tos apostó l i-
cos. El abrir “el canon” los posiciona como sujetos con capacidad
de articular nuevas revelaciones y, por tanto, nuevas doctrinas. Por
ende, con justa razón Art u ro Piedra denomina a este mov i m i e n to
como “la religión apostólica” (Piedra: 2003: 58). Son las religiones
que se articulan sobre un escri to sagrado y establecen sus códigos
hermenéuticos; en este caso, el código de la inte rp re tación post-
moderna y existencialista. No olvidemos que es la Pa l a b ra la qu e
da fo rma al discurso religioso y, por ende, a las prá c t i c a s .
Finalmente, esta nueva eclesiología “apostólica” es más prag-
mática que teológicamente cohere n te. Desde una lectura fe n o m e-
nológica están en condiciones de ser instituidos como apóstoles te-
rri to riales los pasto res de mega - i glesias, por la mera observa c i ó n
de sus capacidades ejecutivas. Sin embargo, ¿qué del perfil, dire c-
trices y roles que bíblicamente se establece para este don y minis-
te rio?, ¿por qué no se toma en cuenta estos aspectos para tal de-
finición?

E. PERSPECTIVAS CAT Ó L I CA, PRO T E STANTE Y


CARISMÁT I CA SOBRE LO APOSTÓLICO
E x i s te un paralelo intere s a n te entre el sentido jerá rquico de la
Iglesia Católica y la proposición te rri to rial del Mov i m i e n toAposó-
lico Conte mp o ráneo. Tal parece que –conciente o inconsciente-
m e n te– esta último está simulando tal estilo jerárquico. Ad e m á s ,
p a rece que ex i s te una relación entre el contex to socio-político de
las naciones imp e ri a l i s tas con el formato ideológico-político qu e
a d o ptan tales mov i m i e n tos. En el capítulo 2 mostramos las simi-
litudes de estos estilos de liderazgo en los ámbitos político, econó-
mico y militar. ¿No será que en ambas ex p resiones religiosas (ca-
70 Según Eckhardt [los apóstoles] “ f recuente m e n te son los primeros en predicar ciertas revelaciones
que Dios está entregando a la Iglesia...”. Además, están en capacidad de “ . . . e stablecer una nueva
revelación” (Eckhardt citado en De León, www.digits.com).
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 69

FREDDY GUERRERO FARIÑO -6 9-

tólica y apostólica) se están reproduciendo ciertos articulados


ideológicos bajo un discurso religioso, estilos de liderazgo que son
h ijos de un sistema imp e ri a l ?
C u a l quier mov i m i e n to cristiano que se llama a sí mismo eva n-
gé l i c o - p rotestante ha de ceñirse a los postulados que le dieron vi-
da a la facción cristiana que re fo rmó a la Iglesia Católica en el si-
glo XVI. La sujeción ha de darse en teología, doctrina y pasto ral.
C u a l quier alejamiento de estos postulados, con justa razón, es vis-
to con sospecha. Además, los linderos para el ejercicio de todos
los ministe rios están definidos en las Escri t u ras. De modo que el
e j e rcicio del ministe rio fuera del marco bíblico ha de ser debida-
m e n te cuestionado con espíritu bereano. Las Iglesias y sus te ó l o-
gos han de hacerlo en un marco de re s p e to pero con la libertad
que nos asiste como seres pensantes y dependientes de Dios y de
su pueblo, características que se observa ron en la mayoría de los
Concilios ecuménicos a lo largo de la histo ria del cristianismo.
No obsta n te a todo lo ex p resado, el Movimiento Aposólico ha
h e cho una contribución signifi c a t i va al mundo eva n gélico-prote s-
ta n te: lo ha cuestionado y desafiado a mirar hacia adentro, para
analizar sus falencias y descuidos. En especial, ha leva n tado cues-
tionamientos relacionados a temas tales como: el cuidado de sus
m i n i s t ros y su capacitación, el desarrollo de procesos organizacio-
nales funcionales y no ta n tos burocráticos y, fi n a l m e n te, la rev i ta-
lización de la confianza y amistad entre sus ministros.
Hemos llegado al final de un recorrido, donde…
(a) Estudiamos, en los capítulos 1 y 2, las fo rmas en que se ar-
ticula el paradigma del poder global en los ámbitos políticos
(inte rnacional y nacional) y religioso eva n gélico (el mov i-
miento apostólico contemporáneo),
(b) Revisamos, en los capítulos 3 y 4, la cuestión apostólica en
el Nuevo Testa m e n to y algunas pers p e c t i vas sobre la iglesia
y ministe rio en el espectro cristiano actual.
(c) Presentamos, en el capítulo 5, algunos apuntes para una te o-
logía neotestamentaria de lo apostó l i c o .
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 70

-70- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Sin embargo, nos queda la pregunta: “¿Y ahora qué?”. ¿Qué


haremos en adelante? En virtud de ello, en el próximo capítulo
nos permitiremos proponer ciertas pautas para el tra ta m i e n to de
este fenómeno que representa una tendencia creciente en la Igl e-
sia Eva n gélica Latinoameri c a n a .
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 71

CA P Í T U LO 6

PROPOSICIONES
TEOLÓGICO-PASTORALES
SOBRE EL MOVIMIENTO
APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Nos interesa, por vocación pasto ral, que la Iglesia desarrolle po-
siciones teológicas que le ayuden a conducirse y ejecutar su mi-
sión. Por ello, a continuación presentamos algunas propuestas pa-
ra este efe c to en su acerc a m i e n to al mov i m i e n to apostólico con-
temporáneo:
1. P recisamos clari ficar lo que re a l m e n tees apostólico y sus ta-
reas en la Biblia. Desde la teología de misión propuesta ( M i s-
sio Dei), la labor de un apóstol debe estar circunscrita en el
m a rco de ser un colaborador de Dios en el desarrollo de su mi-
sión; es un facilitador para el desarrollo de la ta rea misionoló-
gica de la iglesia.71 Por tanto, vale aclarar que al igual que el pro-
fe ta, el eva n gelista, el pastor y el maestro, tiene igual responsa-
bilidad en su ta rea misionológica. Pero además precisamos re-
cordar que no se le oto rgó posición jerá rquica sobre los demás
m i n i s t ros citados en Efesios 4:11; se nombra al principio al

71 E s te es el arg u m e n to de Pablo Deiros que se incorp o ró en la disertación docto ral pre s e n ta-
da por In Sin Hong para obtener su docto rado en ISEDET. Ver “Iglesia posmodern a ”, publica-
do por Ediciones Kairos.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 72

-72- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

a p ó s tol, pero esto no habla de posición de auto ridad o pri v i l e-


gio. Al contrario, lo que sí se destaca es que los cinco ministe-
rios tienen la misma responsabilidad, pero en su ámbito minis-
te rial específico. Esto es, mientras hace labor apostólica, eva n-
gelística, pasto ral u ot ra “capacita al pueblo de Dios para qu e
ellos hagan el ministe rio” que Dios ha asignado a cada cual. Es
decir, que el apóstol capacite al pueblo para el cump l i m i e n to
de la labor apostólica, y así haga cada uno de los ministerios.
Insistimos: Efesios 4:11ss señala roles y no posiciones jerárqu i-
cas, ministe rio y no poder omnímodo.
2. La misión de la iglesia es la misión de Dios y no ot ra en par-
ticular. Dado que la misión de Dios se cara c te riza por su alcan-
ce global (toda la creación), la nuestra ha de tener los mismos
alcances. Opera t i va m e n te, en lo tocante a lo apostólico esto se
puede articular desde la filosofía holística o inte gral. Usando la
articulación prov i s ta por Orlando Costas, requ e rimos de la la-
bor apostólica bíblicamente concebida para la proyección mi-
s i o n e ra - evangelística de la iglesia en los luga res donde aun no
se conoce el eva n gelio de Jesucri s to. Pero, además, re qu e rimos
de este ministe rio para ge n e rar procesos de cuidado pastoral-
eclesial de los nuevos creye n tes, para lo cual es insustituible la
fo rmación de líderes que cuiden a la grey del Señor. Y, el pas-
toreo de pasto res y sus familias que de alguna manera las or-
ganizaciones denominacionales descuidaron.
3. Los cinco ministe rios, incluyendo el apostólico, reciben poder
de Dios para el te stimonio y cump l i m i e n to de su ministe rio,
(capacitar al pueblo de Dios para que cumpla su labor apos-
tólica, ev a n ge l í stica, diaconal y docente ) . Esta es una dotación
especial de Dios para proveernos de los dones y ministe rios
desde una óptica comunitaria para el servicio a Jesucri s to y la
sociedad. Lo que se confiere es poder para el servicio (cf. He-
chos 1:8), y no poder para el esta b l e c i m i e n to de jerarquías72 o
en aras de establecer un gobierno teocrático, para posicionars e

72 Cf. Los cinco niveles de RAMCU (www.ronych avez.org).


APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 73

FREDDY GUERRERO FARIÑO -7 3-

como los nuevos líderes político-religiosos. De hecho, aunqu e


suene irrevere n te cuestionar lo “sagrado y súper espiritual” qu e
p re tende encarnar el mov i m i e n to apostólico, estamos mora l-
m e n te obligados por la Biblia a declarar que el poder fue dado
p a ra el servicio a Dios y a los demás.
De lo antes dicho surge la necesidad de buscar pistas para la
c o mp rensión de los fenómenos que aparecen de modo perm a-
n e n te en las filas eva n gélicas, y que tienden a distraer a las igl e-
sias de Jesucri s to de su misión y, por ende, a desubicarla con
n u evas modas o tendencias. Tenemos que poder orientar a las
mismas hacia el seguimiento radical de Jesús y su Misión en
medio del imp e rio neoliberal en América Latina, para estable-
cer la fe y la esperanza de un presente y mañana digno y equ i-
ta t i vo para todos los seres humanos. Dicho de ot ro modo, nos
corresponde cuestionar todo aquello que se eri ge en el campo
político, económico, militar, cultural y aun religioso como ab-
s o l u to y detentador de un poder omnímodo, aun cuando se
p re tenda hacerlo en nombre de Cri s to. La razón para ello, es
evitar que nos deslicemos de las enseñanzas de Jesús.
S o b re este aspecto, Mr. 10:45 y Lc. 9:35 plantean requ e ri m i e n-
tos categó ricos sobre el carácter de los servidores: (a) han de te-
ner un estilo de vida sacri ficial por su pueblo, y (b) ser pers o-
nas sin poses, sin fi g u raciones ni protagonismos. Esto contra d i-
ce, por supuesto, lo que vemos en parte del liderazgo conte m-
p o ráneo. Por ta n to, recordemos una vez más que el Espíri t u
S a n to y su poder fueron dados para el cumplimiento de la mi-
sión de Dios. Las ex p resiones carismáticas de poder confi rman
el poder ex t ra o rd i n a rio del Señor, pero de ninguna manera es-
tablecen ministe rios de primera, segunda o tercera categoría.
Todos los dones y ministe rios operan singularm e n te en el mar-
co de la comunidad para su edificación y no para establecer éli-
tes de poder similares a las que vemos, entre ot ros, en los ám-
b i tos político o militar. De allí que no hay sustento para legiti-
mar el abuso de poder, la revelación y acción ministe rial ex t ra
bíblica o, que pre tendiendo ser tal, inte rp re ta ahistó rica o intui-
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 74

-74- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

t i va m e n te las Escri t u ras, para hacer decir a éstas lo que soste n-


ga o legitime las posiciones particulares de aquellos que están
s e d i e n tos de poder.
4. El pueblo de Dios precisa asumir un rol verdadera m e n te pro-
fético en to rno a la variedad de movimientos evangélico-post-
modernos que absolutizan el poder en un grupo de elegidos.
Desde luego, la radicalidad esta rá mediada por la re s i s tencia de
las comunidades cristianas a los plante a m i e n tos de muerte del
n u evo orden mundial, de su proye c to neoliberal y de todas las
ex p resiones de liderazgo en los dive rsos campos de la vida hu-
mana que sacralizan el poder en manos de unos pocos, aun si
son los considerados “ungidos”. Pa ra asumir la resistencia es
necesario privilegiar la concienciación, la oración y la acción de
n u e s t ras comunidades a través de la labor docente, de tal fo r-
ma que ponga en evidencia a los sistemas y poderes que orga-
nizan a la sociedad global y local, incluyendo a las organizacio-
nes religiosas. Por ta n to es preciso ev i tar la seducción del po-
der humano que se oculta tras el velo religioso, que lo soslaya ,
y resistir cualquier fo rma de poderío, sean estos políticos, mi-
litares y aún religiosos.
Al ejercer dicha tarea pro fética, se precisa una gran dependencia
del Espíritu Santo y del estudio que fa c i l i teel discern i m i e n to es-
piritual e histó rico. Es necesario distinguir lo bueno y malo de
cada movimiento y conducirlos, guiarlos, por la senda del eva n-
gelio bíblico.
5. Las denominaciones e iglesias tradicionales precisan recupe-
rar la responsabilidad de acompañar pasto ra l m e n te a sus mi-
n i st ros, ev i tando la típica re p resión fre n te a sus deficiencias
o deslices y el inte rés pura m e n te pro fesional (eclesial), y pres-
tar más atención a las necesidades inte grales o humanas de
los mismos. La concentración en los aspectos administrativos
y ministe riales de las iglesias ha provocado la marginalización
de las dimensiones humanas y relacionales de los pasto res y
sus familias. Ante este contex to, cada vez más común, los ta-
les buscan instancias alte rn a t i vas donde encontrar “cobertura”,
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 75

FREDDY GUERRERO FARIÑO -7 5-

a c o mp a ñ a m i e n to espiritual y humano, y capacitación73. Las or-


ganizaciones a las que se pertenecen deberían bri n d a rles esto s
servicios.
Por otro lado, tales organizaciones precisan recuperar su espacio
y fo rtalecer su liderazgo en el concierto eclesiástico y social. Si
estamos viviendo una etapa post denominacional se debe justa-
m e n te a dichos descuidos. Sin embargo, aún hay tiempo para
recuperar los espacios perdidos en los ámbitos posdenominacio-
nales y neutralizar las fuerzas de mov i m i e n tos exógenos.
6. Las iglesias locales han de proveer el cuidado pasto ral a sus
p a stores. Las iglesias locales deben crear condiciones favo rables
que ev i ten la concentración administra t i va, el manejo del dine-
ro y el abuso de poder, ta n to de los pasto res como de los inte-
grantes de las juntas administra t i vas de las iglesias, para asegu-
rar el equ i l i b rio y buen desarrollo ministe rial de las mismas. Tal
p roposición incluyen a los apóstoles contemporáneos.
7. Las alianzas o confra te rnidades ev a n gélicas nacionales y lati-
noamericanas han de crear espacios de encuentro para fo-
mentar diálogos, reflexión, oración y consensos, que faciliten
el adecuado trata m i e n to de problemáticas como la analizada
en este caso. También han de ge n e rar opciones alte rn a t i vas qu e
ayuden a preservar la unidad del pueblo eva n gélico en cada
uno de los países y prevenir las atomizaciones de movimientos
o grupos que fragmenten la unidad de la iglesia eva n gélica.
Por lo ex p resado, es recomendable que el tema sea tra ta d o
abierta m e n te en un espíritu eva n gélico y dialogal. Además, per-
siste la necesidad de establecer una ori e n tación pasto ral me-
d i a n te un fo ro con los principales líderes denominacionales y
de cuerpos pasto rales en los respectivos países latinoameri c a-
73 En el Magno Encuentro de CO N E LA (Panamá, 19 al 22 de mayo del 2004), un dire c t i vo
de AMANECER Venezuela info rmó que las inve s t i gaciones de AMANECER en varios países
de América Latina muestran que el 70% del gremio pasto ral no tiene educación fo rmal. ¿Qué
esfuerzos serios están realizando las denominaciones para fo rmar a su pasto ral? Así mismo,
vale reconocer con igual honestidad la preocupación del mov i m i e n to apostólico por prove e r
capacitación a sus apóstoles y títulos fo rmales validando su ex p e riencia ministe rial ante ri o r.
Por su puesto, deberíamos analizar la seriedad de tales pro gramas.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 76

-76- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

nos, donde a la vez se tra te con caridad cristiana pero con fi r-


meza “bereana” esta situación. Inclusive es recomendable qu e
se emitan cartas pasto rales que fomenten el estudio del fe n ó-
meno y sus resultados en los países donde se hayan esta b l e c i-
do estas redes o movimientos apostólicos contemporáneos. Es-
to se haría no para fomentar las discusiones o divisiones sino
p a ra orientar, situar la problemática y juntos proponer los cam-
bios que se precisen realizar en todos los estamentos que hacen
parte de la Iglesia de Jesucristo. No olvidemos que este es un
p roblema sistémico; por ta n to, todos debemos hacer aj u s tes y
cambios que nos perm i tan cumplir con nuestra misión.
8. Las redes apostólicas bien harían con repensar su enfo que mi-
n i ste rial a la luz de la cuádruple función de un apóstol y reo-
rientar, a partir de ella, su misión. A la vez, bien les haría una
seria autocrítica sobre sus principales postulados de fe, gobier-
no, finanzas y organización. Es preciso ubicarse histó ri c a m e n te
en las realidades te rrenas y part i c u l a rm e n te visualizar los cam-
pos en que se han incorp o rado los anti-va l o res de las sociedades
postmodernas, tales como, entre otros, el hedonismo, el culto a
la personalidad, el exceso de interés en lo estético (narcisismo
religioso), el amor al dinero y el pragmatismo.

Sin obstar lo antes dicho, dejamos constancia de nuestro com-


p romiso con esta Iglesia amada, la de Jesucri s to. Aquella que con
sus virtudes y defe c tos es sujeto del amor de Dios y tiene un pa-
pel re l evante en la Missio Dei. Por ello estamos obligados, en el Se-
ñor, a ser un Iglesia en constante re fo rma y auto d e p u ración. Con-
fiamos que su Espíritu nos acomp a ñ a rá a todos y todas para dis-
cernir y re fo rmar aquello que se sale de la senda del Eva n gelio o
abandona, consciente o inconsciente, su ta rea o enfoque pri m o r-
dial. De ahí que ta n to, las iglesias denominacionales como los Mo-
v i m i e n tos Apostólicos Conte mp o ráneos tenemos que hacer nues-
t ra propia auto evaluación y crítica inte rna para mejorar y tra n s fo r-
mar lo disfuncional.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 77

Bibliogra f í a74

A rana Quiroz, Pe d ro. Comp. Teología en el camino. Lima. Edicio-


nes Presencia. 1987.
Arise Magazine. New Apostolic Refo rm a t i o n. USA. Arise Magazine.
S e ptember 1, 2000. Posted with permission.
B rown, Malloch. Informe Anual de Desarrollo humano 2002.
PNUD. 2003.
Bruce, F.F. The Spreading Flame. USA: Eerdmans. 1958.
C a n n i s t raci, David. Apostles and the Emerging Apostolic Move m e n t.
Ve n t u ra. CA. Re gal Books. 1996.
Celi, Pablo. El cíclope ciego. Quito. AbyaYala. 2002.
Costas, Orlando. “La misión como discipulado”. En Compromiso y
M i s i ó n. Miami. Editorial Caribe. 1979.
De León, Ervin. El movimiento apostólico y profético: Mito o realidad.
D e i ros, Pablo. Análisis histó rico-social de la iglesia y de la realidad La-
t i n o a m e ricana: Texto del curs o. Buenos Aires: UNELA-PRODOLA. 004 .
Desclee de Bro u wer. Biblia de Jerusalén. Bilbao. 19 97.
Douglas, J. D. Nu evo Diccionario Bíblico Certe z a. Barcelona, Buenos
A i res, La Paz, Quito. Ediciones Certeza. 2000. c1982.
El Comercio. “El supermercado de las nuevas ex p resiones re l i g i o-
sas”. 2 de mayo del 2004. Quito, Ecuador.
Eve ly, Louis. Si la Iglesia no muere. Estella, Nava rra. España. Edito-
rial Verbo Divino. 1976.

74 Aunque no se puede acreditar como cita bíblica, pero deseamos reconocer el valioso apor-
te y asesora m i e n to ex e gético, al pre s e n te tra b ajo, del biblista colombiano Yattenciy Bonilla.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 78

-78- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

G á lvez, Rigoberto. “El ro s t ro neopentecostal del prote s tantismo


latinoamericano”. En Unidad y dive rsidad del protestantismo latinoame-
ri c a n o. Buenos Aires. Ka i ros. 2002.
G o n z a ga, Javier. C o n c i l i o s. Tomo I. Grand Rapids, Mich i gan. Inte r-
national Publications. 1965.
González, Justo. Histo ria del Pensamiento Cri stiano, Tomo I. USA.
Editorial Caribe. 1992.
Grau, José. “¿Tenemos hoy pro fetas en la Iglesia?”. Comisión de
Teología de la Alianza Eva n gélica Española. En Rev i sta Evangélica de
Te o l o g í a: A l etheia (No. 16: 43-56). 1999.
G u e rre ro, Freddy & Oliva, Daniel. Vi gencia y desafíos del ministe ri o
a p o stólico: Apuntes para la discusión en la actual coyuntura eclesial ecua-
to riana. Q u i to: Confraternidad Evangélica Ecuato riana. O c t u b re del
2 0 04 .
G u e rre ro, Freddy. Discipulado para la formación de un liderazgo
transfo rmacional en la Iglesia del Ecuador. Ecuador-Costa Rica: UNELA-
PRODOLA. 2004.
Lercaro, G. El apostolado de los tiempos nuevo s. Colombia: Edicio-
nes Paulinas, s.f.
Hunter, George. Church for the Un ch u rch e d. Nasville, TN. Ab i n g-
don Press. 1996.
Miller, Donald E. Reinventing American Protesta n t i s m. C.A. Un i ve r-
sity of Califo rnia. Press Berke ly. 19 97.
Nelson, Wi l ton. “Apóstol”. En D i c c i o n a rio Ilustrado de la Biblia.
Costa Rica. Edito rial Caribe. 1974.
P i e d ra, Arturo. “El ro s t ro posmoderno del prote s tantismo latinoa-
mericano”. En ¿Hacia dónde va el protestantismo?: Herencia prospectivas
en América Latina. No. 16. Buenos Aires. FTL. 2003.
Quasten, Johannes. Patro l o g í a. Madrid. BAC. 1961.
Sociedad Bíblica Inte rnacional. Santa Biblia: Nueva Ve rsión Inte rn a-
c i o n a l. Florida. SBI. 1999.
SBU. CompuBiblia: Reina Valera Revisada (1960). Estados Unidos
de América. Sociedades Bíblicas Unidas. 1998.
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 79

FREDDY GUERRERO FARIÑO -7 9-

SBU. The Greek New Testament. Diccionari o. Sociedades Bíblicas


Unidas. Terc e ra Edición. 1975.
Shaller, Lyle. The New Refo rmation: To m o rrow Arri ved Yesta rday.
Nasville, TN. Abingdon Press. 1995.
Stam, Juan. La Biblia, el lector y su contexto histó ri c o. FTL. Boletín
Teológico, No. 10-11. 1983.
Sta n l ey, David. La Iglesia apostólica en el Nuevo Testamento. Colec-
ción Palabra Inspirada, No. 7. Santa n d e r: Edito rial Sal Terrea. 1968.
Stilght, Joseph. “Lo que aprendí de la crisis de Argentina”. 2002. ( c f .
Global.com).
Van Engen, Charles. Povo misionário, povo de Deus: Por uma re d e fi-
nição do papel da igreja local. Brasil. Edições Vida Nova. 1996.
________. El pueblo Misionero de Dios. Grand Rapids, Michigan:
L i b ros Desafío, 2000: 234 pp.
Varillón, François. Histo ria de la Salva c i ó n. Colombia. Ediciones
Paulinas. 1986.
Von Eicken, E. y Linder, H. “Apostle” (Apóstol). En The New In-
te rn a t i o n a l.
D i c t i o n a ryof New Testament Theology. Vol. 1. Grand Rapids, Mich i-
gan: Zondervan Publishing House. 1975.
Wagner, Pe te r. Te rremoto en la Igl e s i a. USA. Edito rial Betania-Cari-
be. 2000.
________. Your Spiritual Gifts Can Help our Church Grow. Ed.
Rev. Ventura, Califo rnia: Re gal Book. 1994.
________. ed. Excerpt from, “Season of Research ” . En The New
Apostolic Church e s. Ve n t u ra, C.A., Re gal Books, 1998. (Síntesis del li-
b ro ) .
________. Church qu a ke! Ve n t u ra, CA: Re gal Books. 1999 (Sínte-
sis del libro en Inte rnet).
APOSTOMESIA 6/27/06 9:54 PM Page 80

-80- EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO CONTEMPORÁNEO

Bibliografía Electró n i c a
En los siguientes sitios web se puede encontrar info rmación sobre
el mov i m i e n to apostólico en dife re n tes idiomas:
http://www. ro nych ave z . o rg
http://www.home.home.inreach.com/bsanteley/sdidache.htm
http://www. p roye c to p u e n te.com
http://www.restaurate.net/ramr.htm
http://www.shekinah.org.br
http://www.globalharvest.org (ICA)
http://www.apostolic.net/
http://www.goodpreaching.com/
http://www.gl o b a l awakening.com
http://www.mannachurch.org/
http://www.mielrd.americas.tripod.com
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 81

Segunda Parte

MESIANISMO

Yattenciy Bonilla Cerquera


APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 82
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 83

CA P Í T U LO 1

¿QUÉ ES EL MOVIMIENTO
MESIÁNICO?

INTRODUCCIÓN
Con seguridad muchos han oído o leído sobre el mov i m i e n to
mesiánico; es imp o rtante conocer un poco sobre qué es este mo-
v i m i e n to, qué es lo que creen y cuál es el peligro del mesianismo
en la iglesia cristiana eva n gélica, y de qué fo rma la Iglesia debe es-
tar pre p a rada para contrarrestar las malas enseñanzas del mismo.
Es difícil definir al mov i m i e n to mesiánico porque hay va rias
i glesias que se consideran parte del mismo pero tienen diferencias
fundamentales entre sí. Por ejemplo, algunos mesiánicos fe s te j a n
la Pascua judía en sus celebraciones, ot ros comp a rten la Santa Ce-
na pero incluyen algunas oraciones de la M i s h n á,75 específicamen-
te del tratado del Pesajim (los panes sin leva d u ra). Otras igl e s i a s
mesiánicas incorp o ran, en fo rma ex t rema, el idioma hebreo en su
l i t u rgia mientras que algunas iglesias pentecostales mesiánicas so-
lamente utilizan algunas palabras de este idioma. Hay iglesias me-
siánicas que niegan la divinidad de Jesús junto a ot ras que la afi r-

75 La M i s h n á es un libro que contiene todas las tradiciones judías litúrgicas y fe s t i vas (además
de las estipuladas en el Antiguo Testa m e n to), que fueron recopiladas hacia el s. II d.C. por el
rabí Judá el Santo. Este libro aún tiene vigencia para los judíos.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 84

-84- MESIANISMO

man. En fin, este mov i m i e n to es muy dive rso y complejo en su


funcionamiento.
El mov i m i e n to mesiánico puede ser definido diciendo que es
una corri e n te teológica que impone un pensamiento judío, basado
en el Antiguo Testa m e n to y en la litera t u ra rabínica, combinado
con algunas doctrinas cristianas.
A pesar de sus diferencias, hay un elemento que une a las igl e-
sias del mov i m i e n to mesiánico en su teología y liturgia, y es pre-
c i s a m e n te la imp o rtancia que oto rgan a la función sacerd otal (en
la línea del sacerdocio aarónita-levita).
E s te mov i m i e n to ha tenido aceptación básicamente en las igl e-
sias de corte pietista y fundamentalista; en los últimos diez años
el auge del mesianismo en Latinoamérica se ha dado.
Pa ra alcanzar una mejor apreciación de este mov i m i e n to, que
puede ser considerado una s e c ta, se deben mirar sus orígenes y de-
sarrollo hasta confundirse con el cristianismo.

A. ORIGEN DEL MESIANISMO EN LA HISTORIA DE ISRAEL


El tema del mesianismo ta mpoco es algo que se deba obv i a r,
por una simple razón: es un tema neta m e n te bíblico. El Mesías fue
esperado en la histo ria del pueblo de Israel; esto puede ve rse en la
l i te ra t u ra rabínica judía, por ejemplo en los Midrashim,76 donde se
hacen comentarios y alusiones a esta fi g u ra escatológica, el Me-
sías, que para nosotros, los cristianos, habría de ser Jesucri s to .
El mesianismo tiene su fundamento, aunque no tan marcado,
en el Antiguo Testamento. El tex to bíblico que origina el mesianis-
mo teológico es 2 Samuel 7:1-16: el pro fe ta le dice a David que su
descendencia seguirá gobernando. Ese es un punto fundamental
para entender el ori gen del mesianismo en el Antiguo Testamento.

76 La palabra Midrashim es el plural de Midra s h, té rmino que viene del verbo hebreo dara s h,
que significa “comentar”, “inve s t i gar” y “contextualizar”. Es un conjunto de tra tados doctrina-
les, muchos de ellos de corte legislativo que contextualizan la To rá oral (la Ley oral) prove n i e n-
te del Sinaí.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 85

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -8 5-

1
Ac o n teció que cuando ya el rey habitaba en su casa, des-
pués que Jehová le había dado reposo de todos sus enemi-
gos en derredor, 2dijo el rey al pro fe ta Natán: Mira ahora,
yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cor-
tinas. 3Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en
tu corazón, porque Jehová está contigo.
4
Ac o n teció aquella noche, que vino palabra de Jehová a Na-
tán, diciendo: 5Ve y di a mi siervo David: Así ha dicho Je-
hová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more? 6Cierta-
m e n te no he habitado en casas desde el día en que saqué a
los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado
en tienda y en tabernáculo. 7Y en todo cuanto he andado
con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a algu-
na de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar
a mi pueblo de Israel, diciendo: ¿Por qué no me habéis edi-
ficado casa de cedro? 8A h o ra, pues, dirás así a mi siervo Da-
vid: Así ha dicho Jehová de los ejérc i tos: Yo te tomé del re-
dil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre
mi pueblo, sobre Israel; 9y he estado contigo en todo cuan-
to has andado, y delante de ti he destruido a todos tus ene-
migos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los
grandes que hay en la tierra. 10Además, yo fijaré lugar a mi
pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y
nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, co-
mo al pri n c i p i o , 11desde el día en que puse jueces sobre mi
pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus enemigos.
Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa. 12Y cuan-
do tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo
leva n ta ré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá
de tus entrañas, y afi rm a ré su reino. 13El edificará casa a mi
nombre, y yo afirmaré para siemp re el trono de su reino.
14
Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hicie-
re mal, yo le castiga ré con va ra de hombres, y con azotes
de hijos de hombre s ; 15pero mi miseri c o rdia no se apartará
de él como la aparté de Saúl, al cual qu i té de delante de ti.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 86

-86- MESIANISMO

16
Y será afi rmada tu casa y tu reino para siempre delante de
tu ro s t ro, y tu trono será estable ete rn a m e n te . (2 Sam. 7:1-
16, RVR60)

En este tex to se menciona la pro fecía de Natán a David: su des-


cendencia seguiría gobernando. De hecho, esto se cumplió; cuan-
do se dividió el pueblo judío, las tribus del sur siguieron con la lí-
nea davídica, no así las tribus del norte. Entonces, este tex to pue-
de ser considerado como el ori gen de un mesianismo que se se-
g u i rá tra b ajando te n u e m e n te en el Antiguo Testamento.
Hay que hacer una diferencia técnica: no es lo mismo leer el
Antiguo Testa m e n to en hebreo que leerlo en la ve rsión gri e ga. En
el tex to hebreo la alusión al mesianismo no es tan pronunciada,
debido a la imp o rtancia que se le dio a las instituciones del sacer-
docio y el profetismo. En la traducción que se hizo del hebreo al
griego, conocida como Sept u a g i n ta,77 se aprove cha la polisemia del
lenguaje para incluir los matices del mesianismo. Un ejemplo de
e s to se encuentra en los cuatro cánticos del Siervo Sufriente don-
de se puede detectar la línea mesiánica. En Isaías 52:13, en hebreo
se usan los verbos en plural colectivo, dando a entender que el re s-
to de Israel es quien asume la fi g u ra de Siervo Redentor; en la Sep-
tuaginta se usan los verbos en singular, haciendo re fe rencia a un
personaje escato l ó g i c o que en la lectura cristiana ha sido identifi c a-
do, e inte rpretado, con Jesucri s to .
Esta observación vale ya que, ateniéndose al tex to hebreo, po-
demos decir que el mesianismo no tiene un énfasis tan fuerte. Pe-
ro también hay que considerar que el Antiguo Testa m e n to descri-
be va rios tipos de mesianismo, y no es algo unifo rme; la fi g u ra
mesiánica no es tan directa y clara, ya que el tex to veterotesta m e n-
tario presenta cuatro modelos.

77 La Sept u a g i n ta o Ve rsión de los LXX es una traducción del Antiguo Te s ta m e n to en idioma


h e b reo al idioma griego. Fue realizada aproximadamente entre los siglos III y II a.C., en la épo-
ca del rey griego Ptolomeo II Filadelfo .
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 87

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -8 7-

1. El Mesías sufri e n te
Es mencionado por el pro fe ta Isaías en cuatro cánticos (Is. 42:1-
7; 49:4-11; 50:1-11; 52:13 - 5 3 : 12); el Mesías ocupa el lugar del sier-
vo que sufre y tiene una muerte vicaria, una muerte sustituta por
los pecados del pueblo. Este modelo es enfatizado por la ve rsión
gri e ga del Antiguo Testamento.

2. El mesianismo colectivo
I s rael ocupa el lugar del Mesías, el Israel próspero, el Israel es-
table económica, política y teológicamente. Este modelo es enfa t i-
zado por el tex to hebreo del Antiguo Testamento.

3. El mesianismo sacerdota l
Esta corri e n te tiene su ori gen en el sacerdocio aarónico lev i ta;
e s te tema será desarrollado más adelante. Es pre c i s a m e n te esta lí-
nea la que utiliza el mov i m i e n tomesiánico cristiano para legitimar
su pensamiento .

4. El mesianismo real
La litera t u ra rabínica inte rp re tó que 2 Samuel 7 hacía re fe ren-
cia a un mesianismo político, y se esperaba que el Mesías fuera un
revo l u c i o n a rio. Este modelo de mesianismo fue el que más imp a c-
tó y que tuvo mayor aceptación en ciertas sectas del judaísmo
contemp o ráneo en la época de Jesucri s to, especialmente en el mo-
v i m i e n toguerri l l e ro llamado zelotes, quienes esperaban un Mesías
que desenfundara la espada y los libera ra política y socialmente.
De manera que al hablar del ori gen del mesianismo en la his-
to ria de Israel, debe remarc a rse que el Antiguo Testa m e n to presen-
ta cuatro modelos de mesianismo, distintos entre sí, por lo ta n to
no se puede decir “ E sta era la única figura mesiánica en el Antiguo
Testamento y en la época de Jesús”.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 88

-88- MESIANISMO

B. DIVERSOS MOVIMIENTOS MESIÁNICOS


EN LA HISTORIA DEL CRISTIANISMO
Cuando se fundó la primera iglesia cristiana en Jerusalén, que
estaba confo rmada por judeocristianos, desde donde Mateo escri-
bió su eva n gelio, empezó a form a rse un cristianismo mesiánico
que tomó fuerza y se desarrolló a lo largo de la histo ria.
Debido al énfasis en sus tradiciones judías, estos cristianos co-
menzaron a estorbar la obra misionera del apóstol Pablo. Cuando
é s te realizó su primer viaje misionero a Galacia del Sur, que abar-
ca las ciudades de Antioquía de Pisidia, Derbe, Iconio y Listra, su
p rimer inconve n i e n te fue con los judaizantes cristianos que trata-
ban de imponer las tradiciones y costumbres judías al cristianis-
mo. Pablo fue el primero que los combatió de fo rma frontal, in-
clusive usando sarcasmos; testimonio de esto es la carta a los Gá-
latas. El Apóstol muestra que es un teólogo misionero magistral y
enseña que para ser misionero se debe ser un antropólogo cultu-
ral. ¡Qué linda enseñanza hallamos en esta carta!
Al tratar de describir cuál era el punto débil de los galos apela
a su origen. Él sabía que esos hombres que habitaban en la región
de Galacia (llamada así en honor a los galos), procedían de la ac-
tual Francia. A los galos les encantaba la libertad, no les gustaba
s o m e te rse a ningún rey humano; eran tribus muy libres. Pablo es-
c ribió una carta hablando de la libertad en Cri s to Jesús, es decir,
tomó el tema de la libertad y lo cristianizó. Ese fue un golpe ba-
jo a los cristianos judaizantes, pero siguieron molestando en va rias
i glesias donde Pablo iniciaba misiones.
Cuando desapare c i e ron los apóstoles, la labor misionera fue
continuada por sus discípulos; también ellos se enfrenta ron con el
tema de los judaizantes. Encontramos a Ignacio de Antioquia ca-
mino al mart i rio en Roma, en el año 113 d. C., atravesando to d a
Asia Menor. Ignacio escribió siete cartas desde Esmirna y Troas; y
uno de los temas que trató fue pre c i s a m e n te los judaizantes cri s-
tianos. O sea que seguían siendo un estorbo, y no solamente pa-
ra Ignacio. Encontramos alusiones al caso en Ireneo e inclusive en
el mismo Concilio de Nicea, convocado por el emperador Cons-
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 89

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -8 9-

tantino y llevado a cabo en el año 325 d.C. En este Concilio se


tra tó la herejía arriana, la cual tomó de la teología de los judaizan-
tes cristianos. Arrio fue un pre s b í te ro de Alejandría que soste n í a
que Cri s to fue enge n d rado, eso significaba que tuvo un comienzo.
Y si Cri s to tuvo un comienzo, se concluía que Cri s to no es Dios,
porque Dios lo declaró Hijo suyo.
Hay que tener en cuenta que ya en los siglos II-III d.C., antes
del Concilio de Nicea existieron dos tipos de judaizantes cri s t i a-
nos: los moderados y los radicales. Los cri stianos judaizantes mode-
ra d o s, que eran mesiánicos, decían que los cristianos judíos debían
observar la ley de Moisés y las tradiciones, pero no obligaban a
que los gentiles lo hicieran. Por otra parte, los cristianos judaizantes
radicales, conocidos como ebionitas,78 sostenían que el cristianismo
debía somete rse a las costumbres judías, especialmente a dos: la
observancia del sábado y la circuncisión. Los ebionitas observa b a n
la Ley oral y escrita.
No hay que perder de vista que los judaizantes eran cristianos,
pero el punto central de los ebionitas era que negaban la divini-
dad de Jesucri s to y solamente enfatizaban su humanidad. Ellos de-
cían que Jesucri s to simp l e m e n te era un pro fe ta que vino a mot i-
var al mundo para que cumpla con la Ley; reducían la función de
C ri s to al ámbito pro fético. Le qu i taban a Cri s to lo fundamental,
que es la esencia de la fe cristiana: su obra salvífica pascual, su
m u e rte ex p i a to ria. También cuestionaban su re s u rrección como
parte de la gl o ri ficación. Este mov i m i e n to inspiró a Arrio para su
elaboración cri s tológica herética que afirmaba la humanidad de
C ri s to, negando su divinidad.

C. EL MESIANISMO ACTUAL
En América Latina ex i s ten va rias ex p resiones mesiánicas, como
ya hemos mencionado en la introducción, pero el mov i m i e n to
puede re s u m i rse en cinco ve rt i e n tes o líneas.

78 El té rmino e b i o n i ta proviene del susta n t i vo hebreo ebión, que significa “pobre”, “humilde”
o “limosnero ” .
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 90

-90- MESIANISMO

1. Mesianismo moderado
Esta línea sostiene la divinidad de Cri s to y su redención ex p i a-
to ria. La liturgia no tiene connotaciones exc l u s i va m e n tejudías, só-
lo se usan ciertas ex p resiones, y se reemplaza el nombre “Jesús”
por “Jeshúa”. Lo que hace mesiánico a este mov i m i e n to es el he-
cho de pre s e n tar a Cri s to en su función de rey y sacerd ote, elabo-
rando una promesa escatológica de que la Iglesia va a ejercer un
poder político (de reinado) en un futuro escatológico sobre las na-
ciones. También celebran la Santa Cena, pero no incluyen la Pas-
cua judía. Otra de sus cara c terísticas es el bautismo de niños. Es-
te tipo de mesianismo se ha desarrollado inte n s a m e n te en el Ecua-
dor, específi c a m e n te en la región de la costa.

2. Mesianismo con énfasis en la Pascua


Esta corri e n te fundamenta su liturgia en la Pascua judía, que in-
cluye el sacrificio de un cordero. Rige el calendario litúrgico anual.
La fo rma de comer la Pascua es tomada de la M i s h n á, en la cual
se usan los cinco pasos y se incluyen las cuatro copas de vino y
los dos platos, tanto las hierbas amargas como el cord e ro pascual.

3. Mesianismo con énfasis en el lenguaje hebreo en la liturg i a


Esta corri e n teno incluye el cordero pascual ni tampoco la San-
ta Cena. Utilizan un lenguaje litúrgico hebreo, copiado de los li-
b ros de oraciones judías; uno de ellos el Qadish. También este mo-
v i m i e n to menciona que a Jesús hay que llamarlo “J e s h ú a ”.

4. Mesianismo que exige la circuncisión


E s te es uno de los más populares en América Latina, sobre to-
do en Centroamérica. Su cara c terística específica es la ex i gencia de
la circuncisión a los nuevos creye n tes. También incluyen la Pascua
judía en sus celebraciones litúrg i c a s .
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 91

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -9 1-

5. Mesianismo sacerdota l
Se enfatiza la fi g u ra del sacerdocio aarónita-levita. Au n que ta m-
bién los ante riores tipos de mesianismo ya lo incluían, ésta línea
e n fatiza mucho el ritual sacerd otal veterotestamenta rio de la ex-
piación una vez al año, reproduciéndolo hasta la exa ge ración. Los
elementos de sus templos son iguales a los elementos que tenían
las antiguas sinagogas. Este mov i m i e n to no cree en la divinidad de
Jesucri s to, sino sólo en su humanidad. Niegan la vigencia del Nu e-
vo Testa m e n to, enfatizando las leyes del Antiguo.
Hay que reconocer que las cuatro primeras líneas del mesianis-
mo no le dan imp o rtancia al Nu evo Testa m e n to, pero tampoco lo
niegan; en cambio el mesianismo sacerdota l niega tota l m e n te su ins-
piración y reduce a Jesucri s to al rol de profe ta y maestro que ense-
ña la Ley judía.
Otro punto en común de las cinco líneas del mov i m i e n to es la
imp o rtancia del idioma hebreo en la función litúrgica. Enseñan
que es incorrecto usar el nombre “Jesús”, y lo reemplazan por “J e s-
h ú a”; trataremos este tema será tra tado en el capítulo 2.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 92
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 93

CA P Í T U LO 2

DEFENSA DE LA FE EN CONTRA DE
LAS ENSEÑANZAS DEL MESIANISMO

A. C R I STO DIOS
Los padres de la Iglesia dicen que el pasaje que Arrio citó para
s o s tener su herejía de que Jesucri s to no era Dios, fue Romanos
1:4:
“… que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíri t u
de santidad, por la re s u rrección de entre los muertos…” (Ro.
1:4)

La herejía de Arrio, como se mencionaba ante ri o rm e n te, se ins-


piró en el ebionismo, el cual sostenía que Jesucri s to no era Dios.
El tex to de Romanos puede ser polémico pues dice “fue decla-
rado Hijo de Dios”. Sin embargo, aquí hay un problema de tra d u c-
ción que ha afectado la comp rensión de Cri s to como Dios. Por eso
es necesario analizar este pasaje y tener pre s e n te los siguientes ele-
mentos para elaborar una defensa de la divinidad de Jesucri s to an-
te los mesiánicos modernos que la niega n .
El verbo griego usado en el ve rsículo cuatro que se ha tra d u c i-
do como “se ha declara d o ”, es el ve r b o o+rivsqento, joríste n to s, el
cual viene de joriso y puede traducir “señalar” o “declarar”. Pero
“señalar” no significa “escoger” en el sentido de alguien que recién
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 94

-94- MESIANISMO

está siendo escogido, que es el sentido que se le dio en la herejía


a rriana, del siglo IV, sino que debe ente n d e rse como “aquí está”,
alguien que ya ex i s te. Se refiere simp l e m e n te a hacer más público
lo que ya ex i s te. Podría traducirse “del que está constantemente
señalado”. En la gramática gri e ga joristé n to s es un verbo en modo
participio activo, te rminación ento s, y los participios activos signi-
fican acción constante. O sea, que la mejor traducción sería “del
que siempre ha sido señalado Hijo de Dios”, para rescatar así, en la
traducción española, el participio activo del idioma griego.
Por ot ro lado, hay que llamar la atención sobre el té rmino “hi-
jo”. Ta n to los mesiánicos como los Testigos de Jehová lo usan mu-
cho. Ellos dicen que Cri s to fue un hombre, que nunca fue Dios
porque es hijo y todo hijo es fecundado. En ese sentido tienen ra-
zón, todo hijo es fecundado, pero eso es así únicamente según
nuestra mentalidad occidental. En el tex to griego del Nuevo Te s-
ta m e n to ex i s ten dos té rminos que se traducen al español como
“hijo”, pero esos dos té rminos griegos son difere n tes entre sí. El
t e v k n o n, té k n o n, se refi e re a “hijo fecundado”, heredero, alguien
que tuvo un principio biológico porque fue fecundado; téknon se
usa mucho en el Nuevo Testa m e n to para hablar de los cristianos
convertidos, que no fueron siemp re cristianos sino que su cri s t i a-
nismo tuvo un ori gen. Este té rmino lo usa Juan en su Eva n gelio:
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios… (Jn.
1:12)

La frase final de este ve rso en griego es tevkna tou: qeou:, té k-


na to ú teoú (en plural), “hijos (fecundados) de Dios”.
Pero cuando se habla de “ H ijo de Dios” o “Hijo del Hombre ”, en
re fe rencia a Cri s to, se usa otro té rmino, dife rente al que se usa pa-
ra los hombres. Se usa el término uio$ß, juíos, que significa “hijo
por obediencia”, pero con el mismo rango de auto ridad. Ese es el
té rmino que usan los apóstoles o los escri to res del Nuevo Testa-
mento para llamar a Jesucri s to. O sea que el hecho de que se tra-
duzca “Hijo de Dios” no hay que ente n d e rlo occidentalmente, co-
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 95

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -9 5-

mo que se re fiere a alguien fecundado, sino que se usa un té rmi-


no exclusivo que implica que el Hijo tiene la misma esencia que
el Padre y, como dirían después los santos padres, es consusta n-
cial al Pa d re, pues decidió somete rse por su propia voluntad.
El acto ge n e roso de Cri s to de entre ga rse por la humanidad se
ex p resa usando el té rmino j u i o s, que se traduce como “hijo” al es-
pañol, pero siempre debe te n e rse presente que el sentido no signi-
fica que Jesucri s to fue fecundado, sino que recibió el status de Hi-
jo porque él mismo decidió somete rse a la auto ridad del Pa d re.
Parafraseando el tan polémico ve rsículo de Ro. 1:4, podría leer-
se de la siguiente fo rma: “… del que siempre ha sido señalado Hijo
de Dios por obediencia al Padre”. De esta forma se quitan los arg u-
mentos a los mesiánicos que usaban el té rmino “hijo” o algunas
ex p resiones de Pablo mal traducidas, para decir que Cri s to fue es-
cogido o fecundado, y por lo tanto no es Dios.
En el siglo XIX Strauss, en su famoso libro “La Vida de Jesús”
publicado en 1835, sostenía que Cri s to como Dios era un mito y
c i tó la misma ex p resión de Pablo mal traducida. Aún va rios te ó l o-
gos liberales siguen usando este argumento.
Uno de los puntos más peligrosos del ebionismo mesiánico fue
pre c i s a m e n tenegar la divinidad de Jesucri s to y reducirlo a un sim-
ple maestro o pro fe ta, cuya misión era hacer cumplir la Ley. Pero
e s to choca frontalmente contra la teología paulina, e inclusive con
la misma concepción de Jesús sobre sí mismo, quien tuvo concien-
cia mesiánica y se consideraba juios de Dios.

B. EL SACERDOCIO DE CRISTO EN LA LÍNEA


DE MELQUISEDEC
El sacerdocio fue una institución fundamental en el Antiguo
Testa m e n to. Se originó con el sacerdocio de Aa rón y la part i c i p a-
ción de los lev i tas, pero antes de esa fundamentación ya Dios ha-
bía declarado a Israel como un pueblo de sacerd otes y de santos:
Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa.
E s tas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. (Ex. 19:6)
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 96

-96- MESIANISMO

El autor del tex to une el sacerdocio con la santidad, y declara


que todos en el pueblo eran sacerdotes, un tema que va a pro f u n-
dizar la Carta a los Hebreos.
El libro de Éxodo instituye y funda una institución sacerd otal,
d i rigida por Aarón y sus hijos:
1
H a rás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hi-
jos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis
sacerd otes; a Aa rón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos
de Aa ró n . 2Y harás ve s t i d u ras sagradas a Aarón tu hermano,
p a ra honra y herm o s u ra . 3Y tú hablarás a todos los sabios
de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabidu-
ría, para que hagan las vestiduras de Aa rón, para consagra r-
le para que sea mi sacerd ote .
4
Las ve s t i d u ras que harán son estas: el pecto ral, el efod, el
m a n to, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan,
pues, las ve s t i d u ras sagradas para Aa rón tu hermano, y pa-
ra sus hijos, para que sean mis sacerdotes. (Ex. 28:1-4)

Hay que reconocer que el sacerdocio aaro n i ta fue fundado por


el mismo Dios; después se unieron los levitas, que eran los acóli-
tos, quienes ayudaban a los sacerd otes con los sacri ficios.
5
Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 6Haz que se acerque la
t ribu de Leví, y hazla estar delante del sacerdote Aarón, pa-
ra que le sirva n , 7y desempeñen el encargo de él, y el encar-
go de toda la congregación delante del tabernáculo de re u-
nión para servir en el ministe rio del tabernáculo; 8y guarden
todos los utensilios del ta b e rnáculo de reunión, y todo lo
encargado a ellos por los hijos de Israel, y ministren en el
servicio del tabernáculo. 9Y darás los lev i tas a Aa rón y a sus
hijos; le son entera m e n te dados de entre los hijos de Israel.
10
Y constituirás a Aa rón y a sus hijos para que ejerzan su sa-
cerdocio; y el ex t raño que se acerc a re, morirá. (Nm. 3:5-10)
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 97

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -9 7-

La costumbre de los lev i tas permaneció hasta la época de Jesu-


c ri s to, donde había aproximadamente entre 8.000 y 10.000 lev i tas
en toda Palestina. Además de ser los ayudantes de los sacerd otes
en los holocaustos, sacri ficios y otros servicios del te mplo, era n
también los policías, los age n tes del orden, del santuario de Jeru-
salén. Po s i b l e m e n te, los lev i tas fueron quienes apre n d i e ron a Jesús.
El sumo sacerdocio se instituyó con Aa rón, y la tarea más im-
p o rtante que se le concedió era entrar una vez al año al lugar san-
tísimo del tabernáculo para expiar los pecados del pueblo.
1
Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hi-
jos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y mu-
ri e ro n . 2Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que
no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, de-
lante del pro p i c i a to rio que está sobre el arca, para que no
m u e ra; porque yo apare c e ré en la nube sobre el pro p i c i a to-
ri o . 3Con esto entra rá Aarón en el santuario: con un becerro
para expiación, y un carn e ro para holocausto. (Lv. 16:1-3)

El libro de Levítico también menciona cuáles son los sucesores


del sumo sacerdocio: serán los hijos del Sumo Sacerd ote, pues es
una sucesión por herencia.
10
Y el sumo sacerd ote entre sus hermanos, sobre cuya cabe-
za fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagra-
do para llevar las vestiduras, no descubri rá su cabeza, ni ra s-
ga rá sus vestidos, 11ni entra rá donde haya alguna pers o n a
m u e rta; ni por su padre ni por su madre se contaminará.
12
Ni saldrá del santuario, ni pro fa n a rá el santuario de su
Dios; porque la consagración por el aceite de la unción de
su Dios está sobre él. Yo Jehová .
13
Tomará por esposa a una mujer virgen. 14No tomará viuda,
ni repudiada, ni infame ni ramera, sino tomará de su pueblo
una virgen por mujer, 15para que no profane su descendencia
en sus pueblos; porque yo Jehová soy el que los santifico. (Lv.
21:10-15)
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 98

-98- MESIANISMO

Ya se encuentra constituido el sacerdocio aaronita-levita. Pe ro el


Antiguo Testa m e n to da sorp resas, pues mientras el tex to bíblico
elabora un sacerdocio a partir del sumo sacerdocio de Aarón y su
descendencia, originado e instituido, resulta que al mismo tiemp o
se elabora también otro sumo sacerdocio, dife re n te, de ori gen no ju-
dío. Y el segundo sacerdocio es mesiánico, pues une dos títulos: el
sacerdocio con el título de rey. Es el sacerdocio que se originó al-
rededor de Melquisedec, el famoso rey y sacerdote de Salem:
17
Cuando vo lvía de la derrota de Quedorlaomer y de los re-
yes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a re c i b i rlo al
valle de Save, que es el Valle del Rey. 18E n tonces Melqu i s e-
dec, rey de Salem y sacerd ote del Dios Altísimo, sacó pan
y vino; 19y le bendijo, diciendo: Bendito sea Ab ram del Dios
Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20y bendito sea
el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y
le dio Ab ram los diezmos de todo. (Gn. 14:17-20)

Ab raham dio sus diezmos a un gentil, y la tradición del sacer-


docio de Melquisedec se vo lvió ot ra institución imp o rta n te en el
mundo judío. El Salmo 110:1-4 presenta el jura m e n to a Melqu i s e-
dec.
1
J e h ová dijo a mi Señor:
Siénta te a mi diestra ,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
2
J e h ová enviará desde Sion la va ra de tu poder;
Domina en medio de tus enemigos.
3
Tu pueblo se te ofrecerá voluntari a m e n teen el día de tu po-
der,
En la hermosura de la santidad.
Desde el seno de la aurora
Tienes tú el rocío de tu juventud.
4
J u ró Jehová, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerd ote para siemp re
Según el orden de Melquisedec. (Sal. 110:1-4)
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 99

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -9 9-

“Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec”,


a quí se aparta del sacerdocio aaro n i ta-levita que tenía que renova r-
se constantemente por medio de la descendencia, a la muerte del
p a d re lo heredaba su hijo y así sucesiva m e n te. En cambio el sacer-
docio de Melquisedec es para siempre.
De acuerdo con el Antiguo Testa m e n to, ex i s ten entonces dos
sacerdocios. Los mesiánicos siguen la tradición del sacerdocio aa-
ronita-levita; con esa tradición obligan a que la gente se circ u n c i-
de y a ciertos tipos de liturgias sacerdotales del Antiguo Testamen-
to, como ofrendas de palomas, trigos o granos; algunos obligan a
las mujeres a usar velos de túnica cubriendo sus cabezas. Inclusi-
ve los más radicales usan la sangre de un cord e ro una vez al año
p a ra expiar al grupo mesiánico. Puede ve rse que hay una te n d e n-
cia a cumplir con liturgias que eran muy normales en el sacerd o-
cio aaronita-levita del Antiguo Testa m e n to. Jesucri s to es visto co-
mo un gran hombre, pero no se enfatiza a Cri s to como sacerdote
según el orden de Melquisedec, sino según el antiguo sacerdocio
aaronita-levita.
A h o ra bien, si en la tradición mesiánica es fundamental el sa-
cerdocio aaronita-levita, ?cuál sería la respuesta teológica apologé-
tica cristiana? La apologética está en la Carta a los Hebreos. El au-
tor de esta carta conocía profundamente las Escrituras y las cos-
tumbres judías, y la hipótesis de muchos biblistas y ex é ge tas es
que posiblemente fue un sacerd ote conve rtido a Cri s to. La Carta
a los Hebreos elabora un paralelismo, comp a rando el sacerdocio
de Cri s to con el sacerdocio aaronita-levita, y utiliza diez veces el
tema del “Sumo sacerd ote Jesús”, identificándolo como el nuevo
Sumo Sacerdote.
Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, pa-
ra venir a ser miseri c o rdioso y fiel sumo sacerdote en lo que
a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. (He.
2:17)
Por tanto, hermanos santos, part i c i p a n tes del llamamiento
celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra
profesión, Cri s to Jesús… (He. 3:1)
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 100

-100- Nuestra fe y sus razones

Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los


cielos, Jesús el Hijo de Dios, re te n gamos nuestra profesión.
(He. 4:14)
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda comp a-
d e c e rse de nuestras debilidades, sino uno que fue te n tado
en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. (He.
4:15)
Así ta mpoco Cri s to se gl o rificó a sí mismo haciéndose s u-
mo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he
enge n d rado hoy.79 (He. 5:5)
…. y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden
de Melquisedec. (He. 5:10)
… donde Jesús entró por nosot ros como pre c u rs o r, hech o
sumo sacerdote p a ra siempre según el orden de Melquisedec.
(He. 6:20)
Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin
m a n cha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime
que los cielos… (He. 7:26)
A h o ra bien, el punto principal de lo que venimos diciendo
es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la dies-
tra del trono de la Majestad en los cielos… (He. 8:1)
Pero estando ya pre s e n te Cri s to, sumo sacerdote de los bie-
nes ve n i d e ros, por el más amplio y más perfe c to tabernácu-
lo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación… (He.
9:11)

Diez veces se usa la ex p resión “sumo sacerdote ” en relación con


C ri s to. El autor comp a ra el sumo sacerdocio de Jesucri s to con el

79 E s te ve rsículo también fue incorrectamente utilizado para negar la divinidad de Jesús. Por
un lado, aquí se usa el té rmino juios, pero además la traducción es imp recisa con la palabra
“enge n d rado”, gueneté n a i, pues este té rmino está acompañado por un pro n o m b re refl ex i vo,
jeautó n, que significa “a sí mismo”. Una posible traducción sería “a sí mismo se engendró ”, ha-
ciendo re fe rencia a que Cri s to mismo se sometió voluntariamente a ser “Hijo de Dios”. Enge n-
drar tiene la connotación de “ e n c a rn a rs e ”.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 101

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -1 0 1-

sumo sacerdocio aaronita-levita; pueden nota rse seis puntos en los


que se muestra que Jesús, como Sumo Sacerd ote según el orden
de Melquisedec, es superior al sacerdocio aaronita-levita.

1. El sumo sacerdocio de Jesucri sto empatiza con las debilidades


del pueblo, pero sin pecar
14
Por ta n to, teniendo un gran sumo sacerd ote que tra s p a s ó
los cielos, Jesús el Hijo de Dios, re te n gamos nuestra pro fe-
sión. 15Porque no tenemos un sumo sacerd ote que no pue-
da compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue
tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
(He. 4:14, 15)

Tenemos un Sumo Sacerd ote que siente hasta la te n tación, pe-


ro no peca, y también empatiza con la desgracia del hombre, es
solidario. En cambio los sumos sacerd otes aaronita-levitas no em-
patizaban con las necesidades del pueblo; se les debía recordar que
ellos también eran hombres “rodeados de debilidad”.
1
Porque todo sumo sacerd ote tomado de entre los hombres
es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se
refi e re, para que pre s e n te ofrendas y sacri ficios por los pe-
cados; 2p a ra que se muestre paciente con los ignora n tes y
ex t raviados, puesto que él también está rodeado de debili-
dad; 3y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, ta n-
to por sí mismo como también por el pueblo. (He. 5:1-3)
26
Porque tal sumo sacerd ote nos convenía: santo, inocente,
sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más subli-
me que los cielos; 27que no tiene necesidad cada día, como
a quellos sumos sacerdotes, de ofrecer pri m e ro sacri ficios
por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque
e s to lo hizo una vez para siemp re, ofreciéndose a sí mismo.
(He. 7:26-27)
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 102

-102- MESIANISMO

El sacerdocio de Jesucri s to fue superior al aaronita-levita al ser


sensible y solidario con la ge n te, empatizando, encarnándose en
su desgracia, estando con ellos. Desde allí Cri s to ejerció el mejor
sacerdocio, al servicio del pueblo. Este es el problema con los me-
siánicos que tratan de fundamentar un sacerdocio jerá rquico y va n
tomando distancia del pueblo, y la parte pastoral se va perdiendo.
E s te es un peligro perm a n e n te, seguir los pasos del sacerdocio de
Aarón cuando uno se aparta de la ge n te y quiere pasto rear por te-
léfono o Internet.

2. El sumo sacerdocio de Jesucri sto es continuo y perm a n e n te


Jesucri s to fue ga ra n te de un nuevo pacto, bajo el jura m e n to de
M e l quisedec. La iglesia pri m i t i va cristianizó el Salmo 110, lo leyó
desde una pers p e c t i va cristocéntrica:
Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerd ote para
siempre según el orden de Melquisedec. (Sal. 110:4)
21
…porque los ot ros cierta m e n te sin jura m e n to fueron he-
chos sacerd otes; pero éste, con el jura m e n to del que le dijo:
Juró el Señor, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerd ote para siemp re,
Según el orden de Melquisedec.
22
Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. (He. 7:21,
22)

El sacerdocio de Jesús siemp re será perpetuo, no se tiene que


renovar una vez al año porque la muerte no lo inte rru mpe. Cri s-
to, con su resurrección, sigue siendo Sumo Sacerdote aún después
de su muerte. A través de este sacerdocio perpetuo podemos estar
con Dios y contemplarlo a Él.
23
Y los otros sacerdotes llega ron a ser muchos, debido a qu e
por la muerte no podían continuar; 24mas éste, por cuanto
p e rmanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25por
lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él
se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 103

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -1 0 3-

26
Porque tal sumo sacerd ote nos convenía: santo, inocente,
sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más subli-
me que los cielos; 27que no tiene necesidad cada día, como
a quellos sumos sacerdotes, de ofrecer pri m e ro sacri ficios
por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque
e s to lo hizo una vez para siemp re, ofreciéndose a sí mismo.
28
Porque la ley constituye sumos sacerd otes a débiles hom-
b res; pero la palabra del jura m e n to, poste rior a la ley, al Hi-
jo, hecho perfecto para siemp re. (He. 7:23-28)

En cambio, los mesiánicos necesitan re n ovar su sacerdocio y te-


ner, para los ri tos, sacerd otes continuamente.

3. El sumo sacerdocio de Jesucri sto tiene un santuario celest i a l


Jesucri s to no necesita un santuario hecho por manos humanas
pues tiene un santuario celestial. El lugar de propiciación de Jesús
es uno hecho por el mismo Dios.
1
A h o ra bien, el punto principal de lo que venimos diciendo
es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la dies-
tra del trono de la Majestad en los cielos, 2ministro del san-
tuario, y de aquel verd a d e ro ta b e rnáculo que leva n tó el Se-
ñor, y no el hombre. 3Porque todo sumo sacerd ote está
constituido para presentar ofrendas y sacri ficios; por lo cual
es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.
4
Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siqu i e ra sería sacer-
d ote, habiendo aún sacerd otes que presentan las ofrendas
según la ley; 5los cuales sirven a lo que es fi g u ra y sombra
de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuan-
do iba a erigir el ta b e rnáculo, diciéndole: Mira, haz todas las
cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el mon-
te. (He. 8:1-5)
1
A h o ra bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto
y un santuario te rrenal. 2Porque el ta b e rnáculo estaba dis-
p u e s to así: en la primera parte, llamada el Lu gar Santo, es-
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 104

-104- MESIANISMO

taban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición.


3
Tras el segundo velo estaba la parte del ta b e rnáculo llama-
da el Lu gar Santísimo, 4el cual tenía un incensario de oro y
el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que
estaba una urna de oro que contenía el maná, la va ra de Aa-
rón que reve rdeció, y las tablas del pacto ; 5y sobre ella los
qu e rubines de gl o ria que cubrían el pro p i c i a to rio; de las cua-
les cosas no se puede ahora hablar en detalle.
6
Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del taber-
náculo entran los sacerdotes continuamente para cump l i r
los oficios del culto; 7pero en la segunda parte, sólo el sumo
sacerd ote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por
sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; 8d a n-
do el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se ha-
bía manifestado el camino al Lu gar Santísimo, entre tanto
que la primera parte del ta b e rnáculo estuviese en pie. 9Lo
cual es símbolo para el tiempo pre s e n te, según el cual se pre-
sentan ofrendas y sacri ficios que no pueden hacer perfe c to ,
en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto , 10ya que
c o n s i s te sólo de comidas y bebidas, de dive rsas abluciones,
y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiemp o
de re fo rmar las cosas.
11
Pe ro estando ya presente Cri s to, sumo sacerd ote de los bie-
nes ve n i d e ros, por el más amplio y más perfe c to tabernácu-
lo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 12y no
por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su
propia sangre, entró una vez para siemp re en el Lu gar San-
tísimo, habiendo obtenido ete rna redención. (He. 9:1-12 )

4. El sumo sacerdocio de Jesucri sto supera el antiguo pacto de Is-


rael
El Nu evo Pa c to de Dios con la humanidad se da en la encar-
nación y en la obra redentora de la cruz. Con la sangre de
C ri s to se le da al hombre la esperanza de una vida ete rna qu e
se fundamenta en el perdón de los pecados, por Su amor y
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 105

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -1 0 5-

misericordia. A cambio de esto debemos vivir una vida de fe


y de entre ga, pero ya no es necesario cumplir leyes rituales
para renovar diari a m e n te este pacto de salvación. Cri s to es el
Nu evo Pacto.
6
Pe ro ahora ta n to mejor ministe rio es el suyo, cuanto es me-
diador de un mejor pacto, establecido sobre mejores pro m e-
sas. 7Porque si aquel pri m e ro hubiera sido sin defecto, cier-
tamente no se hubiera pro c u rado lugar para el segundo.
8
Porque re p rendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un
n u evo pacto ;
9
No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de
Egipto;
Porque ellos no perm a n e c i e ron en mi pacto ,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
10
Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escri b i ré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
11
Y ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
12
Porque seré propicio a sus injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniqu i d a-
des.
13
Al decir: Nu evo pacto, ha dado por viejo al pri m e ro; y lo
que se da por viejo y se envejece, está próximo a desapare-
cer. (He. 8:6-13)
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 106

-106- MESIANISMO

El sumo sacerdocio de Jesús superó al de Israel porque el pac-


to en Cri s to Jesús nos libra de tradiciones religiosas, de sacri ficios
y liturgias imp u e s tas. Los mesiánicos qu i e ren fundamentar su mo-
v i m i e n tocon las tradiciones judías: el santuario, el ta b e rnáculo, las
costumbres, la comida y los sacrificios. Eso ya está superado; con
C ri s to somos libres y tratar de reducir el cristianismo a un sacer-
docio aaronita-levita es dañar la obra redentora de Cri s to Jesús,
que no solamente nos libra del pecado, sino también de tra d i c i o-
nes y de ritos.

5. El sumo sacerdocio de Jesucri sto no necesita renovación


El sacrificio de Jesús fue hecho una vez y para siemp re, un sa-
c ri ficio que no se tiene que re n ovar cada año con expiaciones, ya
que fue perfe c to .
27
que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sa-
cerdotes, de ofrecer pri m e ro sacrificios por sus propios pe-
cados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una
vez para siemp re, ofreciéndose a sí mismo. (He. 7:27)
12
y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por
su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lu ga r
Santísimo, habiendo obtenido ete rna redención. (He. 9:12)
25
y no para ofre c e rse muchas veces, como entra el sumo sa-
cerd ote en el Lu gar Santísimo cada año con sangre ajena.
26
De ot ra manera le hubiera sido necesario padecer much a s
veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la con-
sumación de los siglos, se pre s e n tóuna vez para siempre por
el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
(He. 9:25, 26)
10
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda
del cuerpo de Jesucri s to hecha una vez para siemp re. (He.
10:10)
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 107

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -1 0 7-

El mesianismo trata de imponer el sacerdocio aaro n i ta-levita,


pero el cristianismo, según la elección hecha por el propio Señor
Jesucri s to, sigue el sacerdocio según el orden de Melqu i s e d e c .

6. El sumo sacerdocio de Jesucri sto puri fica y


s a n t i fica las conciencias de los creye n te s
La sangre de Cri s to limpia nuestras conciencias. No necesita-
mos sacrificios, ni circuncisión, ni ofrenda de palomas, ni liturg i a s
judías rabínicas; solamente necesitamos el amor de Cri s to en nues-
tras vidas, en su perfe c to sacri ficio de amor. ¿Pa ra qué más carga ? ,
como diría el apóstol Pablo en la carta a los Gálatas.
9
Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual
se presentan ofrendas y sacri ficios que no pueden hacer per-
fe c to, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto,
10ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de dive rs a s
abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, imp u e s tas has-
ta el tiempo de re fo rmar las cosas.
11
Pero estando ya presente Cri s to, sumo sacerd ote de los bie-
nes ve n i d e ros, por el más amplio y más perfe c to tabernácu-
lo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 12y no
por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su
propia sangre, entró una vez para siemp re en el Lu gar San-
tísimo, habiendo obtenido ete rna redención. 13Porque si la
sangre de los to ros y de los machos cabríos, y las cenizas
de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la pu-
ri ficación de la carne, 14¿ c u á n to más la sangre de Cri s to, el
cual mediante el Espíritu ete rno se ofreció a sí mismo sin
m a n cha a Dios, limp i a rá vuestras conciencias de obras
m u e rtas para que sirváis al Dios vivo? (He. 9:9-14)
1
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros,
no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mis-
mos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, ha-
cer perfe c tos a los que se acerc a n . 2De ot ra manera cesarían
de ofre c e rse, pues los que tri b u tan este culto, limpios una
vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. 3Pero en es-
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 108

-108- MESIANISMO

tos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;


4
porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no
puede qu i tar los pecados. (He. 10:1-4)

C. EL USO DEL HEBREO EN LA LITURGIA


Los mesiánicos cristianos qu i e ren imponer el hebreo como un
idioma sagrado, como la lengua de Dios, el único apto en la litur-
gia. Por ejemplo, entre ot ras ex p resiones hebreas, obligan a saludar
diciendo “Shalom”. Sostienen que el Antiguo Testa m e n to fue ins-
pirado en ese idioma. Pero aquí se presenta un serio problema,
¿ese hebreo que ellos enseñan realmente es el hebreo bíblico? La
respuesta es: ¡no! E n tonces, si quieren usar el hebreo bíblico deben
usar el p a l e o h e b reo antiguo, que era el cananeo, porque el hebreo
moderno tiene estru c t u ras lingüísticas muy difere n tes al paleohe-
b reo antiguo que inspiró gran parte de la Toráh o del Penta teuco.
Los que han estudiado lenguas bíblicas saben que el hebreo tu-
vo va rias etapas: el paleohebreo (cananeo), el hebreo arameizado,
el hebreo masorético y el hebreo moderno.
• Primera etapa. Es el paleohebreo o hebreo antiguo (cana-
neo); era una lengua semítica. Se llama así en honor a Sem,
hijo de Noé. Se hablaba en casi todo el Ori e n te próximo, en
la Mesopotamia, Palestina, Arabia, África, y en Asia Menor
en lo que actualmente es Turquía, entre ot ros te rri to ri o s
más.
Las lenguas semíticas tenían va rias familias; básicamente se
dividían en dos: ori e n tales y occidentales. Las lenguas semí-
ticas o ri e n ta l e s se hablaron en la Mesopotamia, siendo la
más imp o rta n te el acadio, que posiblemente fue la lengua
que aprendió Ab raham en la Mesopotamia. Las lenguas se-
míticas occidentales eran dos: las meridionales (el árabe y el
etiope, que se hablaban en la península arábiga y en Áfri c a )
y las septentrionales (el cananeo y el arameo). El cananeo
lo hablaban los fenicios, los hebreos, los cananeos y los
moabitas. El paleohebreo (cananeo) usaba un alfa b e to cuyas
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 109

veintidós letras representaban fi g u ras de animales o de fenó-


menos naturales. Hay que entender que una lengua es la ex-
presión mental de una cultura y es única porque ex p resa la
i n tencionalidad de la cultura. Como éstas eran culturas tan
antiguas donde no había Inte rnet, ni aviones, ni cohete s …
su lenguaje ex p resaba un mundo natural. Por eso, el alfa b e-
to paleohebreo (cananeo) re p re s e n ta fi g u ras de animales o
fenómenos naturales.
Mencionemos algunos ejemplos. La letra alef s i g n i fica “to-
ro”, y se la dibujaba como la cabeza de un to ro, con hoci-
co y un par de cuernos. La bet significaba “casa” y se dibu-
jaba, pre c i s a m e n te, como una casa. La guímel significaba
“camello” y se escribía como la joroba de un camello, como
una montañita. La d a l et era “puerta” y se dibujaba como
una puerta de un ta b e rnáculo o de una tienda, en fo rma de
triángulo. Otra letra, la ay i n, significaba “ojo” y se dibujaba
la pupila de un ojo. La ka f significa “palma de la mano” y
se escribía como la palma de una mano abierta. La nin s i g-
nificaba najash, “ s e rp i e n te”, y se dibujaba como una ser-
p i e n te lista para el ata que. La mayin significa “agua”, se di-
bujaba como las ondas del agua. Ese fue el alfa b e to con que
se escribió parte del Antiguo Testa m e n to. Si los mesiánicos
qu i e ren ser bíblicos, entonces deben aprender el paleohe-
b re o .
El paleohebreo también era hablado por los fenicios, quie-
nes lleva ron el alfa b e to cananeo o paleohebreo al mundo
griego. Los griegos fa b ri c a ron su alfa b e to sobre la base del
cananeo, con la escri t u ra de los fenicios, que era la misma
escritura cananea. O sea que si algo se acerca más a la es-
critura hebrea bíblica es la escri t u ra gri e ga del Nu evo Testa-
m e n to y de la Sept u a g i n ta.

• Segunda etapa. Con poste ri o ridad, el paleohebreo se fusio-


nó con el arameo, que era la otra lengua semítica septentrio-
nal. Los judíos aprendieron el arameo en el exilio y el he-
b reo fue dejando las letras del cananeo; el nuevo hebreo co-
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 110

-110- MESIANISMO

menzó a usar letras del arameo, y llegó a ser lo que se lla-


ma el hebreo aramaico.
E s d ras, el gran secre tario de la Ley, tradujo parte de las Es-
c ri t u ras que estaban en cananeo al hebreo aramaico. El tex-
to de Esdras tuvo mucha autoridad.

• Tercera etapa. El hebreo masorético consistió en colocar vo-


cales (puntos y rayas) intra y supra lineales, es decir, deba-
jo y arriba de las consonantes. Es bueno recordar que el
idioma hebreo se escribe sólo con consonantes; ori g i n a ri a-
m e n te existían cuatro letras que funcionaban también como
vocales: la a l e f, la h e i, la yod y la vav. Las vocales fueron co-
locadas por los masoretas, custodios del tex to bíblico, entre
los siglos VI al X d.C.
Los masoreta s re c i b i e ron este nombre porque trabajaron la
Masorá, la cual era una colección de tradiciones y comenta-
rios sobre el tex to sagrado que colocaron al lado del tex to
bíblico. El aporte de los masore tas fue de mucho valor por-
que tomaron el tex to sagrado y lo perfe c c i o n a ron sin cam-
biar el sentido de la Escritura. Inventa ron los signos de pun-
tuación que ay u d a ron a separar las ideas, ya que esto no
existía en el hebreo antiguo, y se escribía “todo de corrido”.
Le dieron sonoridad y buscaron asegurar la correcta pro n u n-
ciación del idioma hebreo ya que con el paso del tiempo se
c o rría el riesgo de perder no sólo la pronunciación, sino
también los significados correctos.

• C u a rta etapa. Es el hebreo moderno, tal y como se habla


a c t u a l m e n te en Israel. Ta mpoco se usan las vocales, sin em-
bargo la estru c t u ra lingüística es la masorética, difere n te de
la del hebreo bíblico.

Por lo antes ex p u e s to, podemos decir que si los mesiánicos ex i-


gen el uso del hebreo en sus liturgias porque “éste se usó para ins-
pirar el Antiguo Testamento ”, entonces deben usar el propio hebreo
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 111

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -1 1 1-

bíblico, o sea el paleohebreo (cananeo). Los mesiánicos usan ac-


t u a l m e n teun hebreo moderno, dife re n te al hebreo bíblico o paleo-
hebreo; inclusive re chazan el griego del Nu evo Testa m e n to por
considerarlo una lengua pagana, ignorando que el idioma griego
nace del paleohebreo y por lo ta n to se acerca más a esta lengua.

D. S I G N I F I CADO DE “JESHÚA”
Los mesiánicos dicen que a Jesucri s to hay que llamarle “Jeshúa”
porque “Jesús” significa “cabeza de ch a n ch o ”, lo cual consta en va-
rios de sus escri tos; sin embargo esta afi rmación no tiene ningún
f u n d a m e n to académico ni lingüístico.
El té rmino Jeshúa significa “el que salva”, y está emp a rentado
con la palabra “salvación”. Es un deri vado del tet ragrámaton, las
cuatro letras sagradas que los judíos inve n taron para llamar a
Dios.
Jeshúa se tradujo al idioma griego como IhsouÆß (Iesoús), y al
pasar el té rmino al latín se simplificó el diptongo “ou” y se colo-
có la “u”; y la “i” se tra n s c ribió como “J”. O sea que la palabra
c a s tellana “Jesús” es deri vada del latín, el latín deri va del griego y
el griego deri va del hebreo.
En conclusión, la transliteración del hebreo Jeshúa al idioma
c a s tellano es J e s ú s; es exa c ta m e n te lo mismo. Es como decir “Pe-
ter” en inglés y “Pe d ro” en español. Por lo ta n to, los mesiánicos
no deben despreciar el nombre de Jesús diciendo que es un nom-
b re pagano que significa “cabeza de ch a n cho”, ya que éste es una
ex p resión transliterada al español del hebreo J e s h ú a, que significa
“el que salva”. Aquí los mesiánicos demuestran dos características:
P ri m e ro, qu i e ren imponer el idioma hebreo, y específi c a m e n te el
té rmino Jeshúa t ra tando de borrar la ex p resión latina Jesús para
conve rtir el culto cristiano en un ritualismo hebraico. Segundo,
muestran una gran ignorancia en los conocimientos básicos de lin-
güística.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 112
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 113

CONCLUSIÓN

L I B E RTAD EN CRISTO CONTRA


LAS TRADICIONES MESIÁNICAS IMPUESTAS
El movimiento mesiánico tiene bases bíblicas; ya revisamos los
cuatro modelos del Antiguo Testamento. El problema radica en
que los m ov i m i e n tos mesiánicos cri st i a n o s qu i e ren mezclar las doctri-
nas eva n gélicas con una estru c t u ra teológica y litúrgica judía, y pa-
ra esto procuran desauto rizar el Nu evo Testamento y su nueva fi-
gura mesiánica en Cri s to Jesús, la cual supera las figuras mesiáni-
cas ve te rotestamenta rias. Es importante recalcar que Jesucri s to, co-
mo símbolo y signo del Nuevo Pacto, supera todo ritualismo y tra-
dición del Antiguo Testamento. Cri s to funda un mov i m i e n to que
se consolida en el perdón de los pecados, y se cara c te riza por vi-
vir un estilo de vida en pro de la santidad y la justicia.
El mov i m i e n to mesiánico no es unifo rme, sin embargo, una de
las principales bases teológicas de las dive rsas líneas del mesianis-
mo consiste en la primacía del sacerdocio aaronita-levita. La Igl e-
sia Eva n gélica, siguiendo el ejemplo del Señor Jesucri s to, sigue la
línea del sacerdocio según el orden de Melquisedec. La carta a los
Hebreos menciona la contundente superioridad de este sacerdocio
sobre el modelo del sacerdocio aaronita-levita, pues el sumo sacer-
docio de Jesucri s to:
• E mpatiza con las debilidades del pueblo pero sin pecar.
• Es continuo y permanente.
• Tiene un santuario celestial.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 114

-114- MESIANISMO

• S u p e ra el antiguo pacto de Israel.


• No necesita renovación.
• Purifica y santifica las conciencias de los creyentes.

Ciertas imposiciones del mesianismo, tal como dejar de pro-


nunciar el nombre de “Jesús” y reemplazarlo por la transliteración
hebrea “J e s h ú a”, no tienen argumentación académica de ningún ti-
po y responde únicamente a un deseo de poder absoluto sobre las
p e rsonas, y para lograr esto los mesiánicos necesitan hacer apare-
cer la tradición eva n gélica como errónea e ineficaz.
La sangre de Jesucri s to limpia al hombre de pecados; no hay
nada que el hombre deba o pueda hacer para merecer este acto de
amor de parte de Dios. Se recibe y se conserva por gracia, no por
o b ras humanas. La vida en santidad exigida al cristiano no es cau-
sa sino consecuencia de su respuesta al amor divino.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 115

Bibliografía

Auneau, Joseph y ot ros. Evangelios Sinópticos y Hechos de los


Apósto l e s. Madrid: Ediciones Cristiandad. 1983. 301pp.
Bonilla, Yattenciy. Hacia una Ética de la Vi d a. Quito, Ecuador.
CEINFO-SEMISUD. 2003. 365pp.
Earle, Blaney y ot ros. Explorando el Nu evo Testamento. EE.UU.:
Casa Na z a rena de Publicaciones. 1982. 467 p p .
G a rrett, James. Teología Siste m á t i c a, Tomo I. El Paso: Casa Bau-
tista de Publicaciones. 1996.
González, Justo. Histo ria del Pe n s a m i e n to Cri st i a n o, Tomos I.
Miami, Florida. Edito rial Caribe. 1992. 367 p p .
González, Justo. Histo ria del Pe n s a m i e n to Cri st i a n o, Tomos II.
Miami, Florida. Edito rial Caribe. 1992. 351pp.
González, Justo. Histo ria del Pensamiento Cristiano, Tomos III.
Miami, Florida. Edito rial Caribe. 1993. 491pp.
Gutiérrez, Alonso. Lu te ro y su Pensamiento. Madrid: Ediciones
Cristiandad.
Hengel, M. El Hijo de Dios, el Origen de la Cri stología y la His-
to ria de la Religión Judeo-helenista. Salamanca: Ediciones Sígueme.
197 8 .
Hunter, A. M. El Hecho de Cri sto. Buenos Aires: Edito rial La Au-
rora. 19 67.
Jeremías, Joachim. Teología del Nu evo Te stamento I. Salamanca:
Ediciones Sígueme. 1977. 378pp.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 116

-116- MESIANISMO

L a c u eva, F. La Pe rsona y la Obra de Jesucristo. Te rrassa,


Barcelona. Edito rial CLIE. 1979. 382pp.
Lohfink, Norbert. Exégesis Bíblica y Teológica. Salamanca: Edi-
ciones Sígueme. 1969. 239pp.
Pannenberg, W. Fu n d a m e n tos de Cristo l o g í a. Salamanca: Edicio-
nes Sígueme. 1974. 511pp.
SBU. CompuBiblia: Reina Valera Revisada (1960). Estados Un i-
dos de América: Sociedades Bíblicas Unidas. 1998.
SBU. The Greek New Testament. Diccionario. Sociedades Bíbli-
cas Unidas. Tercera Edición. 1975.
S ch reiner, Josef. I n t roducción a los Métodos de la Exégesis Bíblica.
Bilbao: Edito rial Herder. 1974. 416pp
Trenchard, E. Estudios de la Doctrina Bíblica. Madrid: Edito ri a l
de Litera t u ra Bíblica. 1972.
Varios auto res. Exégesis Bíblica. Tex tos, Métodos e Inte rp reta c i o-
n e s. Madrid: Ediciones Paulinas.
Wikenhauser, Alfred. I n t roducción al Nuevo Te stamento. Barc e l o-
na: Edito rial Herder. 1978. 1005pp.
Yanguas, J. M. Pneumatología de San Basilio. Pamplona, España.
E d i to rial Unive rsidad de Nava rra. 1983. 287pp.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 117

Conclusión Final

Como se mencionaba en la introducción, el pro p ó s i to de estos


dos documentos, “El movimiento apostólico contemporáneo: Una lec-
tura neote stamenta ria desde la clave del poder” y “Mesianismo”, ha si-
do proveer al liderazgo y a la Iglesia en ge n e ral de una sólida ba-
se para pre s e n tar una apología, una defensa, de la fe cristiana.
A manera de resumen, destacamos las siguientes conclusiones:
• Los ve rd a d e ros apóstoles del Eva n gelio pro m u even la uni-
dad. No hay ninguna auto ridad dada por el Señor Jesucri s-
to que permita a ciertos hombres o mujeres maltratar, me-
nospreciar o abusar de sus hermanos y hermanas.
• Es imp o rtante que la Iglesia considere hasta qué punto ha
sido partícipe de la pro p a gación de las ambiciones e inte re-
ses de ciertos líderes inescrupulosos. Es difícil decirlo, pero
si éstos líderes no tuvieran seguidores su imp a c to y daño se-
ría menor, o aún pasaría desapercibido. ¿Hasta qué punto
todos fuimos “te rreno fé rtil”, prestando oído, apoyando sus
eve n tos, asistiendo a sus reuniones y hasta aportando eco-
n ó m i c a m e n te al mante n i m i e n to de estos mov i m i e n tos?
• Cada uno de quienes hacemos parte del Cuerpo de Cri s to
debemos mantener vivo nuestro rol apostólico. Cierto es
que el Señor, en Su gracia, ha oto rgado a hombres y muje-
res específicos el don del apostolado, pero no es menos cier-
to que la Iglesia toda tiene una misión apostólica, enten-
diendo esta como el comp romiso con la reproducción de la
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 118

-118- MESIANISMO

vida de Cri s to, haciendo llegar su amor a aquellos que no


le conocen y nutriendo la vida de la Iglesia.
• El mesianismo sostiene que el ve rdadero cristianismo sólo
puede vivirse a través de la cultura judía, pero esta imp o s i-
ción cultural debe desafi a rnos a va l o rar las culturas en las
que el Señor, en su soberano designio, nos ha hecho nacer.
El pueblo latinoamericano vive la constante tentación de
s e n t i rse infe ri o r, pero la vida de Jesucri s to es un ejemplo de
va l o rización de las culturas, pues Él siendo Dios se encarn ó
en la realidad humana. La Iglesia de Cri s to no necesita im-
posiciones culturales judías que legitimen su adoración al
Dios Verd a d e ro. La legitimidad está en el testimonio indivi-
dual y comunitario de quienes han decidido aceptar el pri-
vilegio y desafío de ex tender el Reino de Dios.
• La Iglesia no debe olvidar jamás la ex h o rtación que el Señor
d i rigió a sus discípulos, pero que hoy está más vige n te que
nunca: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros
con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mt.
7:15). A lo largo de la histo ria ha habido mov i m i e n tos, gru-
pos y sectas con ve rdades “distintas” a las presentadas por
el Señor Jesucri s to; la Iglesia no debe ser indifere n te o man-
tener un silencio que te rmina siendo cómplice, sino aceptar
la recomendación del apóstol Pe d ro: “ E stad siempre prepara-
dos para pre s e n tar defensa con mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vo s o-
tros;… Porque esta es la vo l u n tad de Dios: que haciendo bien,
hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como li-
bres, pero no como los que tienen la libertad como pretex to para
hacer lo malo, sino como siervos de Dios” (1 P. 3:15; 2:15-16).
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 119

ANEXO

VIGENCIA Y DESAFÍOS
DEL MINISTERIO APOSTÓLICO
Apuntes para la discusión en la actual
coy u n t u ra eclesial ecuatoriana80
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a ot ros, pro fetas; a ot ros,
evange l i stas; a ot ros, pasto res y maestros, a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
C ri sto, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conoci-
miento del Hijo de Dios, a un va rón perfecto, a la medida de la es-
tatura de la plenitud de Cri sto…” (Ef. 4:11-13 – RVR60)

INTRODUCCIÓN
Preocupados e interesados por la aparición en nuestro medio
de enseñanzas prove n i e n tes del ex t ra n j e ro, hemos visto como se
ha comenzado a hablar en el ambiente eclesial ecuato riano de una
“Nu eva Re fo rma Apostó l i c a ”. Estas enseñanzas, promovidas por
p e rsonas de innegable auto ridad académica y de liderazgo eclesial,

80 En la construcción de esta declaración part i c i p a ron Ya t tenciy Bonilla y Freddy Guerre ro;
además se recibió un gran aporte de Daniel Oliva y ot ros destacados teólogos y pasto res ecua-
to rianos. La misma es el resultado de un serio proceso auspiciado por la Confra te rnidad Eva n-
gélica Ecuato riana, en el cual se estudió y analizó el tema de las redes o mov i m i e n to apostólico
contemporáneo, ante algunas situaciones surgidas en el medio eclesial eva n gélico ecuato ri a n o .
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 120

-120- MESIANISMO

afirman que desde finales de la década de los ‘90ss, Dios mismo


ha restaurado el ministe rio apostólico dentro de las iglesias eva n-
gélicas y prote s ta n tes mundiales. Esto ha llevado a usar otra vez
el té rmino “apóstol” como una identificación ministe rial vige n te .
Estamos viviendo una era de cambios acelerados, que afectan
las comp rensiones tradicionales en muchas áreas de la vida, tanto
de las personas como de las instituciones.
La Iglesia, y sus relaciones con el mundo, no está ajena a estos
cambios. Estos cambios se han ge n e rado a partir de la confluencia
de va rios fa c to res, entre ellos: (1) la postmodernidad, (2) el post-
denominacionalismo, (3) la masificación de las personas como fru-
to del cre c i m i e n to de las iglesias locales (por ejemplo, a través del
fenómeno “mega - i glesias”), (4) el cre c i m i e n to de ministe rios espe-
cializados, (5) la pérdida de re fe re n tes de la iglesia eva n gélica, (6)
la pérdida de la centralidad de la Biblia y de su poderosa y eru d i-
ta proclamación, y (7) la concentración en la vida cúltica de las
iglesias.
En este contex to, la Confra te rnidad Eva n gélica Ecuato riana
(CEE), en su cará c ter de organismo representativo de la amplia ex-
p e riencia cristiana eva n gélica y prote s ta n te del Ecuador, y con pro-
fundo sentido pasto ral, ante la imp o rtancia del tema pro p u e s to, se
ha visto abocada al estudio de la “Nu eva Re fo rma Apostólica”, y
qu i e re comp a rtir las siguientes refl exiones con todas las iglesias, mi-
nistros y creye n tes eva n gélicos y prote s ta n tes del país, así como to-
dos los compatriotas que con buena intención y sana preocupación
se nos han acercado.

1. ALGUNAS AFIRMACIONES BÁ S I CA S
1.1. Una Iglesia Apostólica
La iglesia de Jesucri s to está llamada a ser una Iglesia apostó l i-
ca. Junto con unidad, santidad y unive rsalidad, la apostolicidad es
uno de los cuatro conceptos tradicionalmente refe ridos como mar-
cas de las cualidades esenciales de la iglesia. Todas las iglesias re-
claman ser apostólicas en el sentido amplio de la palabra.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 121

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -1 2 1-

Podemos decir que la Iglesia es apostólica en cuanto :


(1) reconoce su identidad fundamental con la iglesia apostó l i-
ca, tal como se presenta en el Nu evo Testa m e n to (Ef. 4:11-
13);
(2) da testimonio de la fe apostólica, proclamando el Eva n gelio
e inte rp re tando fi d e d i g n a m e n te las Escrituras bajo la guía
del Espíritu Santo y en sujeción a lo credos pri m i t i vos (Hch .
2:14-36);
(3) celebra las ordenanzas (o sacra m e n tos) instituidos por Cri s-
to y practicados por los apóstoles (1 Co. 11:23-26; He. 6:1-
2);
(4) reconoce la continuidad del ministe rio, inicialmente asumi-
do por los apóstoles, en el servicio a Cri s to (Ef. 4:11-13);
(5) es una iglesia misionera que manifi e s ta su unidad y comu-
nión en la oración, la celebración, el amor que sirve, el go-
zo y el sufrimiento (Hch. 2:37-47);
(6) sirve a través de los dones y ministe rios concedidos por el
Señor a los más débiles y necesitados del mundo (1 Co. 12-
14);
(7) vive un estilo de vida santo y sencillo, al estilo de Jesús (Mt.
5:48; 8:20; Fil. 2:5-11).

1.2. Un Ministe rio Apostólico


De la misma manera como la Iglesia participa de Cri s to y re c i-
be las bendiciones de su justicia, así también participa en la mi-
sión de Cri s to, quien es enviado por el Pa d re y el Espíritu Santo.
C ri s to envía a sus discípulos así como él fue enviado (Jn. 20:21).
La iglesia está llamada a proclamar la reconciliación y el amor sa-
nador de Dios a un mundo herido por la persecución, la opre s i ó n
y la injusticia, poniendo de manifi e s to el miste rio del amor de
Dios, la presencia de Dios y su reino (2 Co. 5:20). Los ministe ri o s
– todos sin excepción, incluido el apostolado - deben colocarse en
el contex to de esta misión de la Iglesia como pueblo de Dios en
su conjunto .
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:57 PM Page 122

-122- MESIANISMO

Los apóstoles son enviados a “hacer discípulos a todas las nacio-


n e s ”. Cri s to resucitado promete estar con ellos en esta misión
“hasta el fin del mundo” (Mt. 28:19-20). La misión a la que fueron
llamados los apóstoles continúa siendo la misión de toda la Igl e-
sia a lo largo de la histo ria. En la medida en que esta misión da
fo rma a la Iglesia, es acertado que se la denomine apostó l i c a .
Desde la vivencia de la pri m e ra iglesia, podemos deducir que
el ministe rio apostólico desarrolla una tarea cuádruple: (1) la ora-
ción y el ministe rio de la Pa l a b ra (Mt. 6:5-15; Hch. 6:4); (2) fun-
dación de iglesias para asegurar el cuidado pasto ral de los nuevo s
creye n tes (Hch. 13-28); (3) formación de líderes (ancianos, pasto-
res) para el cuidado de esas nuevas congre gaciones; (4) animación
y supervisión del desarrollo de la obra o aun corregir lo defe c t u o-
so en la vida de las congre gaciones fundadas; y (5) ser imitadores
de Cri s to .

2. UN PARADIGMA BÍBLICO: EL APOST O LADO PAULINO


En la revisión de los modelos bíblicos de apostolado, conside-
ramos que el apóstol Pablo se constituye en un paradigma a tener
en cuenta en la discusión de cuáles son las cara c terísticas espera-
bles de un ministe rio apostólico que sea fiel al corazón de Dios.
En consecuencia, podemos establecer los siguientes elementos car-
dinales del apostolado paulino:
(1) Su condición de enviado para predicar el evangelio del Re i-
no bajo la auto ridad y comisión de Cri s to con el poder de
su Espíritu: la apostolicidad paulina está dete rminada en pri-
m e ra instancia por la proximidad o cercanía a Cri s to para
delinear la inte rpretación de la ve rdad revelada, pues de es-
ta parten las poste ri o res inte rpretaciones de la Biblia, junto
con el sentido comunita rio imp l í c i to en el cierre del canon.
La auto ridad inte rp reta t i va no descansa sobre personas par-
ticulares, sino en el cri te rio de la comunidad inte rp re tativa.
Hay que decir categó ri c a m e n te que no hay evidencia inter-
na en las Escri t u ras que soste n ga la auto ridad exclusiva y
omnímoda de los apósto l e s .
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:58 PM Page 123

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -1 2 3-

(2) La validación ofrecida por las personas ministradas: la legi-


timidad apostólica está dete rminada por los resultados de
su ministe rio. La comunidad es re fe re n te de validación; por
tanto, el apóstol está sujeto al acomp a ñ a m i e n to y a la su-
pervisión de la misma. No es sufi c i e n te ser investido como
a p ó s tol, sino que se precisa el reconocimiento de los minis-
trados (Hch. 13:1-2; 1 Co. 9:1-2).
(3) El sostenimiento ministe rial y los re c u rsos fi n a n c i e ros: es
n e c e s a rio preguntarnos sobre el sentido del uso de los re c u r-
sos para la digna subsistencia ve rsus la gala u opulencia. El
modelo paulino establece como válido el renunciar a los de-
re chos y tra b ajar con sus manos para no seguir la moda de
los opulentos de este siglo. Si bien todo ministro del eva n-
gelio tiene derecho a un suste n to digno como fru to de la na-
t u raleza de su ministe rio, como indica Pablo que qu i e n
anuncia el eva n gelio viva del eva n gelio (1 Co. 9:14), bien
puede vo l u n ta ri a m e n te renunciar a la misma y ad honorem
servir al Señor y a su iglesia (1 Ts. 2:9).

3. LA AUTORIDAD Y EL PODER EN LA IGLESIA


3.1. La Autoridad
Una de las preocupaciones centrales de la “Nu eva Re fo rma
Apostólica” es la resta u ración de la auto ridad. Ante esto, podemos
decir que la auto ridad de los ministros se halla enraizada en Jesu-
c ri s to, quien la ha recibido del Pa d re (Mt. 28:18), y la confi e re por
el Espíritu Santo a través del acto de ordenación en la comunión
eclesial. La ordenación es sencillamente apartar a alguien luego de
haber orado para discernir la vo l u n tad del Espíritu Santo; la auto-
ridad de la persona ordenada no debe ser entendida como una po-
sesión personal sino como un don para la continua edificación del
Cuerpo de Cri s to. La auto ridad tiene el cará c ter de responsabili-
dad ante Dios y es ejerc i tada con la cooperación de toda la comu-
nidad.
La auto ridad es deri vada de Dios y tra n s fe rida a sus siervos. Sin
e m b a rgo, vale recordar que esta es compartida con sus servidores
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:58 PM Page 124

-124- MESIANISMO

p a ra colaborar con Dios en el desarrollo de su misión. El portador


de tal auto ridad, en la tierra o mundo de los espíritus, la ha de
usar para gl o rificar exclusivamente a Cri s to. Por ta n to, debe evitar
a toda costa usarla para gloria personal e impedir que sus segui-
dores hagan de él o ella el centro de atención, como consecuencia
de las demostraciones maravillosas de Dios para respaldar su Pa l a-
b ra y la acción de ministe rio de sus siervo s .
La auto ridad debe ser manifestada y ejercida en la forma en
que Cri s to mismo reveló al mundo la auto ridad de Dios, comp ro-
metiendo su vida por la comunidad. Su auto ridad es única. Habla-
ba como uno que tiene auto ridad (Mt. 7:29). Fue sostenida por el
amor hacia aquellas personas “que andaban como ovejas sin pas-
tor” (Mt. 9:36). Fue confi rmada por su vida de servicio y por su
m u e rte y re s u rrección. La auto ridad de Cri s to es la única auto ri-
dad auténtica y el modelo al cual se debe confo rmar toda auto ri-
dad en la iglesia.
Por lo ta n to, las personas en auto ridad (entiéndase cualquier
p e rsona que desarrolla un ministe rio dentro de la Iglesia, en serv i-
cio a Cri s to y al mundo, especialmente los pasto res y apósto l e s ) ,
no deben ser autó c ra tas o funcionarios imp e rsonales. Están llama-
dos a ejercer sabia y amoro s a m e n te el liderazgo sobre las bases de
la Pa l a b ra de Dios, unidos por lazos de fidelidad, interdependen-
cia y re c i p rocidad. Sólo cuando reconocen a la comunidad, su au-
to ridad puede ser protegida de las distorsiones del aislamiento, la
dominación y los abusos de poder.

3.2. El Poder
Otra de las preocupaciones de la “Nu eva re fo rma Apostó l i c a ”
es la demostración de poder en el ministe rio apostólico. Ante es-
to, podemos decir que el poder de Dios tiene como prueba pri n-
cipal la resurrección de Jesucri s to. La mayor demostración del po-
der de Dios queda evidenciada en la realización de actos milagro-
sos de re s u rrección, pero también de sanidades, entre ot ros que su-
peran las leyes de la naturaleza. El Eva n gelio es el medio por el
cual ese poder obra en la vida de los hombres y las mujeres. De
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:58 PM Page 125

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -1 2 5-

allí la necesidad de compartir el eva n gelio para propiciar transfor-


maciones en la vida humana y en las sociedades.
El poder activa la vida de la iglesia, y la capacita para ejercer
un testimonio eficaz en el mundo (Hch. 1:8). El poder es la fuer-
za y habilidad dotada por Dios para acompañar y certificar la ac-
ción misional de sus servidores. Por lo ta n to se ha de usar contra
toda clase de mal que se estru c t u ra en el mundo te rreno y espiri-
tual. Este poder nos lleva a ser testigos de Cri s to en medio de una
sociedad globalizada, excluye n te y pauperi z a d o ra, y anunciadores
del mensaje de salvación, justicia y amor. Pero además, provee los
re c u rsos para enfrentar los embates de Satanás en todas las esfe-
ras de la vida humana.

4. RECOMENDACIONES
Dentro del espíritu pasto ral que nos inspira, creemos necesari o
analizar, por todas las partes invo l u c radas en esta coyuntura ecle-
sial tan particular, los siguientes temas, reconociendo que “en la
multitud del consejo abunda la sabiduría” (Pr. 11:14).

4.1. Inv i tación al diálogo fraterno, re s p etuoso y amplio.


Sentimos que cada vez es más necesario reconocernos, todas las
tradiciones y manifestaciones eclesiales presentes en nuestro país,
como iguales y necesarios, como partes de la única Iglesia de Jesu-
c ri s to. Es necesario respetar las posiciones ajenas, sin caer en arg u-
m e n tos excluye n tes para defender nuestras posiciones particulares,
reconociendo la histo ria de la Iglesia y el cómo y por qué han sur-
gido las familias denominacionales de las cuales todos, en mayor
o menor medida, nos deri vamos y dependemos. Las alianzas o
confraternidades eva n gélicas regionales y nacionales han de crear
espacios de encuentro para fomentar el diálogo, la refl exión, la ora-
ción y los consensos necesarios que fa c i l i ten el adecuado trata-
miento de todas las problemáticas, para preservar la unidad del
pueblo eva n gélico y prevenir las atomizaciones que fra g m e n ten la
unidad de la iglesia eva n gélica.
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:58 PM Page 126

-126- MESIANISMO

4.2. Con un verd a d e ro espíritu bereano, es preciso escudriñar las


Escrituras y la histo ria de la Iglesia para clari ficar lo que real-
mente es apostólico, las reglas para su reconocimiento y sus
ta reas en la Biblia.
Desde la teología de la misión (Missio Dei), la labor de un
a p ó s tol debe estar circunscrita en el marco de un colaborador de
Dios en el desarrollo de su misión. Precisamos recordar que el
a p o s tolado no rev i s te una posición jerárquica por sobre los demás
ministerios eclesiales, teniendo todos la misma responsabilidad.

4.3. Desarrollar una ética apostólica.


Esta ética apostólica debería ser una continuidad de la manife s-
tada por el apóstol Pablo, quien no quería edificar sobre funda-
mentos ajenos. Por lo ta n to, en esta coy u n t u ra eclesial es deseable
ver cómo los nuevos ministe rios apostólicos respetan los trabajos
ya ex i s tentes en nuestro país, ev i tando ro mper la auto ridad y los
distintos modelos de ord e n a m i e n toque cada tradición, denomina-
ción, iglesia local y aún organismos que agrupan o confederan a
las iglesias y ministros del país, han decidido asumir, según su leal
saber y ente n d e r.

4.4. Reenfocar la misión de las redes apostólicas en favor de los


más pobres de nuest ra tierra.
Es preciso ubicarse histó ri c a m e n te en las realidades te rrenas y
visualizar los campos en que el devenir de la Iglesia ha incorp o ra-
do los anti-va l o res de las sociedades postmodernas (por ejemp l o ,
el hedonismo, el culto a la personalidad, el exceso de inte rés en lo
e s tético, el amor al dinero y el pragmatismo). En contex tos socia-
les, políticos y económicos como el ecuato riano, es necesario re-
pensar cuál modelo de tra b ajo apostólico, de toda la Iglesia, es
más pert i n e n te; ¿qué tenemos por decir y hacer, como “Igl e s i a
a p o s tólica”, ante la corrupción, la violencia institucionalizada y el
abuso a que las clases trabaj a d o ras son sometidas? Estamos con-
vencidos que un diálogo abierto ante las problemáticas que vive
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:58 PM Page 127

YATTENCIY BONILLA CERQUERA -1 2 7-

nuestra sociedad, cada vez más pauperizada, servirán para delinear


m u chas de las acciones pastorales de una Iglesia apostó l i c a .
Mas vo s ot ros no habéis aprendido así a Cri s to, si en verdad
le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, confo rme a
la ve rdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera
de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado con-
forme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de
v u e s t ra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según
Dios en la justicia y santidad de la ve rdad. (Ef. 4:20-23 –
RVR95).
APOSTOMESIA2 6/27/06 9:58 PM Page 128

Esta edición de Nu evas Fo rmas de Poder:


Movimientos Apostólicos y Mesianismos “Evangélicos”
se te rminó de imp rimir y encuadern a r
en el mes de noviembre de 2005
en Imprenta Tecnoprint, Domingo Espinar 25-79 y Munibe.
Telf.: (593-2) 25554 34, Quito , Ecuador.

Se realizó en tipografía Schneidler y se imp ri m i e ron 1.500 ejemplares.

También podría gustarte