Adolescente. Trabajo de Exposicion. Viernes 11 de Diciembre
Adolescente. Trabajo de Exposicion. Viernes 11 de Diciembre
Adolescente. Trabajo de Exposicion. Viernes 11 de Diciembre
2020
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.
Casación N° 3767-2015-CUSCO.
En este presente análisis jurídico, se refiere a un importante caso resuelto por los
integrantes de LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: mediante la casación N.º 3767-2015-CUSCO,
TENENCIA Y CUSTODIA DE MENOR. Donde el objetivo es de poder realizar un
ponderado análisis, sobre el tema, de la infracción normativa material de la Ley N.º 29269,
Ley que modifica los artículos 81 y 84 del Código de los Niños y Adolescentes,
incorporando la tenencia compartida, alegando que dicha infracción se ha producido porque
la sentencia de vista en su considerando décimo, desconoce la mencionada ley, refiriendo
que el sistema peruano ha adoptado la tenencia de carácter monoparental. En el resultado
del colegiado se ha establecido que la privación deliberada del menor a mantener contacto
con el otro progenitor supone la existencia de indicios de alienación parental, no puede
concederse una tenencia compartida a favor de ambos padres, si la colaboración y
coordinación no es posible debido a los indicios de alienación parental, la conducta
negativa o conformacional de uno ellos pondrían en mayor riesgo la integridad emocional y
física del niño, niña y adolescente. En conclusión, la Sala Civil Transitoria de la Corte
Suprema al resolver la Casación N° 3767-2015- Cusco, La señora Elvira Erika Cabrera
Huayllani interpone demanda de tenencia y custodia de su menor hijo contra Édison Vargas
Estrada los jueces supremos declararon fundado en parte el recurso solo para establecer que
la entrega del niño, a la madre en favor en caso de tenencia monoparental, debe ser
progresiva con ayuda del equipo multidisciplinario a fin de no producir ningún daño o
trastorno al menor.
ANÁLISIS CASUISTICOS
Edison Vargas Estrada contesta la demanda señalando que es empleado, con trabajo estable
en el Hospital de ESSALUD de Cusco, laborando en forma ininterrumpida por 15 años
como personal administrativo de la Red Asistencial, dedicándose a su trabajo y al cuidado
exclusivo de su menor hijo debido al abandono económico y moral de la demandante. Con
ella se conocieron aproximadamente en setiembre del 2007 en dicho centro laboral, siendo
que la demandante no le manifestó que tenía un hijo de otra relación sentimental y que en
esa época convivía con el padre de su menor hijo en la ciudad de Arequipa, siendo que sólo
cuando la accionante se embarazó, en agosto del 2008, le puso en conocimiento de ello. La
demandante mantiene una serie de problemas con su ex conviviente a razón de las
denuncias que se han instado ambos en la ciudad de Arequipa, siendo que mantienen
conflictos, peleas, escándalos muy graves en el domicilio donde se encontraba su menor
hijo en la ciudad de Arequipa, por lo cual se encuentra en inminente peligro de ver afectada
su integridad física, psicológica y moral. Afirma que siempre de forma responsable y
madura quiso preservar su relación con la demandante, siendo falso que tenga problemas de
alcoholismo. Nunca desamparó económicamente a su menor hijo, y la accionante le ha
iniciado un proceso de Alimentos de mala fe, siendo que siempre le giró dinero a través del
Banco de la Nación, así como le entregaba dinero en forma personal, llevaba víveres y
prendas de vestir para su menor hijo, e incluso para el otro hijo de la demandante. Con el
único afán de comunicarse con su hijo hizo instalar un teléfono fijo en el domicilio donde
se encontraba viviendo en Arequipa; sin embargo, la demandante en muchas oportunidades
cortaba el teléfono y no le comunicaba con su hijo. Para el mejor cuidado de su menor hijo
contrató los servicios de una nana ya que la actora salía a su centro laboral a las siete de la
mañana y retornaba a altas horas de la noche, estando dicho menor prácticamente
abandonado. Luego de hacer varios viajes a la ciudad de Arequipa, los abuelos maternos le
reiteraron que lo mejor sería que su menor hijo esté a su cuidado y que lo llevara a la
ciudad del Cusco porque no sólo estaba desatendido, sino que estaba en riesgo su integridad
física, psicológica y moral. Su menor hijo no estaba bien cuidado por el contrario, estaba
prácticamente abandonado al igual que su medio hermano, siendo que el veintidós de
diciembre de dos mil doce, visitó una vez más a su hijo en la ciudad de Arequipa,
encontrándolo en estado calamitoso, sin aseo personal, con ropa no adecuada, mal de salud;
motivo por el cual le reclamó a la demandante, quien le manifestó que ya no podía con el
cuidado de sus dos hijos y que era mejor que lleve a su menor hijo al Cusco.
Sorprendentemente la accionante había asentado una denuncia en la ciudad de Arequipa y,
posteriormente, en la ciudad del Cusco, enterándose recién que había sido demandado en el
mes de noviembre del 2012 por Cobro de Alimentos. Viendo el abandono moral y
económico de su hijo, al que fue sometido por su progenitora, así como por el grave peligro
que corre su integridad física, psicológica y moral, debido a los problemas que mantiene
aquélla con el progenitor de su hijo mayor, es el demandado la persona indicada para
brindar custodia y tenencia en su menor hijo, ya que le brinda mejores atenciones y está en
mejor situación de desarrollo, en un clima de tranquilidad y armonía, en compañía de sus
familiares, donde percibe armonía y paz, considerando, además, que no puede abandonar su
formación educativa ya que se encuentra matriculado en la Institución Educativa Nuestra
Señora del Rosario.
De forma excepcional, en aplicación del artículo 392-A del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley N.º 29364, por la causal de: Infracción normativa procesal del
artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, a efectos de evaluar si la Sala
Superior ha cumplido con motivar debidamente, y si ha aplicado normas que resultan
pertinentes al caso de autos, va existir una serie de Antecedentes, referente a este tema.
En cuanto a los hijos viven de manera alternativa y temporal con uno y otro progenitor, las
relaciones personales se alternan con la convivencia ordinaria en una distribución temporal
variable. En ese sentido, la figura jurídica de la tenencia compartida debe entenderse de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 9 de la Convención sobre los Derechos del
Niño, que resalta la importancia de que el niño no sea separado de sus padres, sino cuando
sea estrictamente necesario para preservar su interés, es decir preservando el principio del
interés superior del niño.
En esta casación podemos presenciar que la corte Suprema hace alusión que la Corte
Superior, hizo una indebida aplicación de los artículos 418 y 423 inciso 5 del Código
Civil.
Si bien el artículo 418 del Código Civil define la patria potestad como el deber y el
derecho que tienen los padres de cuidar de la persona y bienes de sus hijos menores, lo que
es distinto a la pretensión demandada que es el derecho a la tenencia y custodia del menor,
el Ad quem no ha tomado en cuenta la opinión de la menor expresada en la audiencia
complementaria de fecha diez de julio de dos mil trece.
También existe una Interpretación errónea del artículo 81 del Código de los Niños y
adolescentes
Esta Norma que regula la tenencia del niño y del adolescente, en esto la Sala Superior no ha
considerado el extremo de la citada norma en cuanto dispone que se determine la tenencia
tomando en consideración el parecer del menor, por cuanto, a lo largo de la declaración de
éste, ha hecho alusión, de que quiere quedarse bajo la custodia de su padre. Ello se debe a
que, como se encuentra acreditado en autos, la madre abandonó a su menor hijo para irse a
vivir con una tercera persona, hecho que no ha sido desacreditado a lo largo del proceso.
infracción normativa del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú
En ese sentido, ha concluido que a partir de las pericias psicológicas de éste (fojas
doscientos veintitrés y quinientos trece) y de su progenitor (fojas doscientos sesenta y seis y
quinientos siete), se evidencia que el menor presenta un apego a la figura paterna, pero con
falta de estabilidad emocional por una inadecuada estimulación afectiva. Asimismo, siendo
que la tenencia compartida presupone la separación de hecho de los padres del menor, se
hace necesario para concederla que entre éstos exista -o sea probable- una relación de
colaboración y coordinación constante, toda vez que sólo con ello puede garantizarse que
puedan compartir armoniosamente el cuidado del menor, los gastos de su sustento y otras
responsabilidades en aras de su bienestar. Si dicha colaboración no es posible por la
conducta negativa o confrontacional de uno de los padres, no puede establecerse una
tenencia compartida, por tratarse de una situación interpersonal conflictiva, que pondría en
mayor riesgo la integridad emocional y física del menor por el actuar irresponsable de sus
padres. Al tenerse de autos que la conducta reiterativa del padre del menor ha sido la de
privarlo deliberadamente del contacto con su madre -como se tiene de su renuencia a
cumplir el mandato judicial de entregar al menor, así como de su poca colaboración para
informar en un primer momento en qué institución educativa seguía estudios-, habiéndose
incluso encontrado indicios de alienación parental en perjuicio de aquélla, este Supremo
Tribunal considera que no resulta posible conceder la tenencia compartida a favor de ambos
padres, por lo que la evidente inaplicación del artículo 81 del Código de los Niños y
Adolescentes en que se ha incurrido al expedir la recurrida, si bien afecta su motivación, no
es casable por ajustarse a su parte resolutiva a derecho, como lo dispone el artículo 397 del
Código Procesal Civil.
En cuanto a la infracción normativa del artículo 84 del Código de los Niños y Adolescentes,
se tiene que a partir de la modificatoria introducida por la Ley Nº 29269, en adelante, se
tiene que en caso de no existir acuerdo sobre la tenencia, en cualquiera de sus modalidades,
el juez resolverá teniendo en cuenta que el hijo deberá permanecer con el progenitor con
quien convivió mayor tiempo, siempre que le sea favorable; que el hijo menor de tres años
permanecerá con la madre; y para el que no obtenga la tenencia o custodia del niño, niña o
adolescente debe señalarse un régimen de visitas, siendo además que en cualquiera de los
supuestos, el juez priorizará el otorgamiento de la tenencia o custodia a quien mejor
garantice el derecho del niño, niña o adolescente a mantener contacto con el otro
progenitor. Siendo así, se tiene que no se aprecia tal infracción normativa, toda vez que los
criterios establecidos en dicha disposición están sujetos a ser aplicados según el interés del
menor, por lo que al haberse establecido en autos que se encuentra en riesgo la estabilidad
emocional del menor por la conducta de su padre, y que a su vez, resulta que su madre sí
cuenta con las condiciones necesarias para asegurar su cuidado, puede el juzgador no seguir
los criterios allí señalados como determinantes para fijar la tenencia. Asimismo, dada la
conducta del padre del menor, señalada en el considerando anterior, resulta evidente que no
garantiza el derecho de su hijo a mantener contacto con el otro progenitor, criterio que la
referida disposición normativa también establece como condicionante para otorgar la
tenencia, debiendo ésta por ello recaer en la demandante. Finalmente, respecto a la causal
de infracción normativa admitida excepcionalmente, de la revisión de la regulación
normativa aplicable al caso, este Supremo Tribunal aprecia que pese a que las instancias de
mérito determinaron una variación de la tenencia del menor a favor de su madre, no
aplicaron el artículo 82 del Código de los Niños y Adolescentes, por el cual, debía
ordenarse, con la asesoría del equipo multidisciplinario, que ésta se efectúe en forma
progresiva de manera que no le produzca daño o trastorno, lo cual resulta relevante para el
caso de autos, tomando en cuenta la edad del menor y el apego emocional que tiene con su
padre, con quien ha vivido los últimos años. Así, el extremo de la parte resolutiva de la
apelada que dispone que el menor sea entregado en un plazo de cinco días después de
notificada la sentencia, constituye decisión que podría perjudicarlo, debiendo ser dicha
variación de forma progresiva y por períodos de alternancia, aprovechando para su inicio el
siguiente período de vacaciones escolares del año dos mil diecisiete, a fin de no interrumpir
los estudios escolares del menor. Asimismo, dado que se ha fijado un régimen de visitas
cuidado, puede el juzgador no seguir los criterios allí señalados como determinantes para
fijar la tenencia. Asimismo, dada la conducta del padre del menor, señalada en el
considerando anterior, resulta evidente que no garantiza el derecho de su hijo a mantener
contacto con el otro progenitor, criterio que la referida disposición normativa también
establece como condicionante para otorgar la tenencia, debiendo ésta por ello recaer en la
demandante. Finalmente, respecto a la causal de infracción normativa admitida
excepcionalmente, de la revisión de la regulación normativa aplicable al caso, este Supremo
Tribunal aprecia que pese a que las instancias de mérito determinaron una variación de la
tenencia del menor a favor de su madre, no aplicaron el artículo 82 del Código de los Niños
y Adolescentes, por el cual, debía ordenarse, con la asesoría del equipo multidisciplinario,
que ésta se efectúe en forma progresiva de manera que no le produzca daño o trastorno, lo
cual resulta relevante para el caso de autos, tomando en cuenta la edad del menor y el apego
emocional que tiene con su padre, con quien ha vivido los últimos años. Así, el extremo de
la parte resolutiva de la apelada que dispone que el menor sea entregado en un plazo de
cinco días después de notificada la sentencia, constituye decisión que podría perjudicarlo,
debiendo ser dicha variación de forma progresiva y por períodos de alternancia,
aprovechando para su inicio el siguiente período de vacaciones escolares del año dos mil
diecisiete, a fin de no interrumpir los estudios escolares del menor. Asimismo, dado que se
ha fijado un régimen de visitas para el demandado, quien continuará por ello en contacto
con el menor y su madre, la terapia psicológica a la que será sometido el menor debe
también ser brindada a ambos padres a fin de lograr también en ellos estabilidad
psicológica y emocional para garantizar el fortalecimiento del vínculo afectivo con su hijo,
así como el respeto y consideración del otro progenitor, lo que se justifica tanto por el
carácter excepcional de la casación concedida, como por el interés superior del menor.
También lo que no se consideró es cuál debe ser la característica principal que requiere
poseer una familia para viabilizar la institución de “tenencia compartida”, como sería la
comunicación y buena relación que debe existir entre los progenitores.
Al respecto debemos señalar que la tenencia compartida solo es viable si existe un consenso
entre los progenitores, pues de ser impuesta y de no existir una relación paterna-materna
filial homogénea, esta no podrá ejecutarse debidamente ni lograr su finalidad. cabe acotar
que la tenencia compartida solo puede nacer de una conciliación entre padres responsables,
estables y que busquen tanto la tranquilidad como la felicidad de sus hijos, por lo que en el
proceso debe acreditarse que la relación existente entre los progenitores no debe ser de
conflicto y menos aún de rivalidad.
Se observa en el caso materia de análisis que existe un conflicto de intereses entre dos
personas que no se encuentran en una relación saludable, siendo un agravante que se les
otorga la tenencia por periodos sin considerar que no tenían un adecuado equilibrio
emocional ni una salud psíquica idónea para ejercer del cuidado de sus hijos. Asimismo,
observamos que la tenencia compartida que se otorga es más una tenencia con periodos de
visita por parte de la progenitora en época de clases y en vacaciones y viceversa respecto
del progenitor, pero no cumple con los elementos propios de una tenencia; es así que los
magistrados de la corte Superior no analizaron la viabilidad de la tenencia concedida, los
periodos, los tiempos mínimos de convivencia ni la calidad de vida que los niños
involucrados deberán de poseer. Finalmente, debemos destacar que no se ha analizado el
tema de la alienación parental que al parecer y de conformidad con la opinión de los niños
existe, ni se ha considerado que el interés superior de los niños no solo es determinar con
quien vivirán, sino que implica una tutela efectiva de sus intereses, su formación,
protección, cuidado, dirección en su vida futura.
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.
SALA CIVIL TRANSITORIA
Casación 171-2018
Ucayali.
Tenencia Y Custodia Del Menor.
El presente trabajo consiste en analizar la casación171-2018, Ucayali sobre el
reconocimiento de tenencia y custodia de menor, en cuya sumilla se expone el proceso de
tenencia y custodia de menor, más que un derecho de los padres que están separados,
implica el derecho de los hijos a mantener con el padre o la madre una relación afectiva
necesaria para garantizar el desarrollo integral del niño o el adolescente, por lo que es
facultad del juez disponer las medias necesarias siempre en salvaguarda del interés superior
del Niño.
Nos detalla que el recurso de casación ha sido interpuesta por la Sra. Jackeline Georgina
Figueroa Chávez de Salazar contra una sentencia contenida en una resolución N° 10 de
fecha 30 de octubre del 2017, emitida por la Sala Especializada en lo Civil y Afines de
la Corte Superior de Justicia de Ucayali, que confirma la sentencia de primera
instancia que declara fundada la demanda de Tenencia y Custodia, interpuesta por
Jorge Luis Salazar Maldonado contra Jackeline Georgina Figueroa Chávez de
Salazar respecto de la niña Valeria Raphaela Salazar Figueroa de dos años de edad;
establecer un régimen de visitas a favor de Jackeline Georgina Figueroa Chávez de Salazar
respecto de la niña Valeria Raphaela Salazar Figueroa de dos años de edad, régimen que se
efectivizará los fines de semana desde el día viernes a partir de las seis de la tarde hasta las
seis de la tarde del día domingo, fuera del hogar paterno, o que ambos progenitores se
pongan de acuerdo en horarios más amplios y flexibles para la realización de las visitas.
La sala suprema lo declaro procedente el recurso casatorio por las siguientes causales:
2.- Infracción normativa procesal del artículo 197 del Código Procesal Civil, sostiene
que no se han valorado los medios probatorios en forma conjunta y razonada, la sola
mención de documentos y de su contenido, no es valoración, es evidente que la
conclusión surge de la apreciación subjetiva de un solo documento, el protocolo de
pericia psicológica, tampoco el pronunciamiento del fiscal provincial de coronel portillo,
por lo tanto no se ha actuado de acuerdo a los medios probatorios pertinentes al caso en
concreto para decisión judicial de acuerdo al debido proceso y la tutela judicial, como la
evaluación psicológica por parte del equipo técnico judicial, y otros medios de prueba más
como pensión alimenticia y omisiones a la misma.
3.- Infracción normativa material del artículo 81(tenencia), e incisos a(vivió mayor
tiempo) y b(menor de 3 años) del artículo 84 del Código de los Niños y Adolescentes en
concordancia con el principio de interés superior del niño, alega que estas disposiciones
no han sido aplicadas, no se ha tomado en cuenta que de la copia de la partida de
nacimiento de su menor hija se evidencia que nació el tres de noviembre de dos mil catorce,
que a la fecha de interposición de la demanda contaba con ocho meses de edad y que
evidentemente era menor de tres años, por lo que, no correspondía otorgarle la tenencia
al padre, más aún cuando por su conducta, este no garantiza que su menor hija mantenga
contacto con la recurrente, como ha venido ocurriendo desde que tiene la tenencia
provisional que le fuera otorgada desde que la niña tiene un año y diez meses, sin
considerar el interés superior del niño. Además, no existe en autos documento alguno
que demuestre directa y objetivamente que la recurrente haya incumplido con sus deberes
de madre, maltratando, abandonando o descuidando a su menor hija. No existe motivo
justificado para apartar a la menor del lado de su madre, más aún si está acreditado que la
menor ha vivido el mayor tiempo al lado de la madre y además el padre ha sido
demandado por Violencia Familiar, medios probatorios que no han sido evaluados.
En este punto material de discusión art. 81 sobre infracción normativa material sobre la
tenencia cuando estén separados de hecho, se determina de común acuerdo y el parecer de
los niños, y el art. 84 sobre el principio de interés superior del niño estipulado en nuestro
código del niño y adolescente. Aquí no se valoró la partida de nacimiento cuando se dio el
caso la niña tenía 8 meses de nacida, por lo tanto, el hijo menor de 3 años permanecerá con
la madre, además el padre le prohibía a la madre que tenga contacto con la menor desde que
tuvo la tenencia provisional, por consiguiente, atenta contra el principio de interés superior
del niño.
III.-CONSIDERANDO:
TERCERO.- El Juez de la causa mediante sentencia resolución 88 del año 2017 donde
declara fundada la demanda interpuesta por Jorge Luis Salazar Maldonado sobre
tenencia y custodia y en consecuencia declara un régimen de visitas a favor de la
demandada respecto de su menor hija.
ii. Del Certificado Médico expedido por la Clínica San Lucas en el 2015 se
establece que la menor padece de faringitis aguda, desnutrición aguda y
anemia, se tiene en cuenta además que la niña para su edad no tiene el peso
ni la salud adecuada lo que resulta atribuible a la demandada por la falta de
atención y cuidado, a pesar de que percibía una pensión de alimentos del padre,
por lo que el juzgado considera que la menor no debe permanecer al lado de su
progenitora.
iv. De las copias de los actuados a nivel policial y fiscal demuestran que la
demandada tiene un comportamiento violento y de descuido respecto a su hijo a
quien ha agredido física y psicológicamente, de lo que el juez concluye que el
demandante se encuentra en mejores condiciones que la demandada para
dedicarse al cuidado de su menor hija no obstante la edad de la misma, y
determina un régimen de visitas a favor de la demandada respecto de su menor
con la finalidad que se mantengan los vínculos afectivos y filiales entre la madre
y su menor hija.
B.-Si bien se debe tomar en cuenta la opinión del niño, como dispone la ley, en el caso de
autos ello no debe ser determinante, dada su capacidad limitada de discernimiento por la
edad que tiene la menor.
SÉTIMO.- Al respecto, debe precisarse que el debido proceso que consagra el inciso 3 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú está concebido como la correcta
observancia de todas las garantías, principios y normas de orden público que regulan
el proceso como instrumento adecuado para la emisión de las decisiones jurisdiccionales
justas.
Entre las garantías que debe observarse en relación al debido proceso se considera la
adecuada motivación de las resoluciones judiciales, la misma que se encuentra prevista
en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú y que resulta esencial
en las decisiones judiciales, en atención a que los justiciables deben saber las razones por
las cuales se ampara o desestima una demanda, pues solo a través de su aplicación efectiva
se llega a una recta administración de justicia, evitándose con ello arbitrariedades y además
permitiendo a las partes ejercer adecuadamente su derecho de impugnación, planteando al
superior jerárquico, las razones jurídicas que sean capaces de poner de manifiesto, los
errores que puede haber cometido el juzgador.
OCTAVO.- Asimismo se debe destacar que el Código Procesal Civil en materia
probatoria ha conferido ciertas facultades al juez para que la etapa probatoria del
proceso civil sea una auténtica comunidad de esfuerzos de este y de las partes, pues como
informa el artículo 197 de la referida norma procesal, el principio de la unidad de la
prueba establece que la prueba debe ser apreciada en su conjunto dado que la certeza no
se obtiene con una evaluación aislada y fragmentaria sino en su totalidad de tal modo
unidas lleven al juez a la existencia o inexistencia de los hechos discutidos en la Litis.
NOVENO.- La estructura del Código de los Niños y Adolescentes y las normas que
regulan la tenencia y custodia de dichas personas, prevista por el artículo 81 del Código
acotado, establece los supuestos de hecho para solicitar la tenencia y custodia de un
menor, y más que un derecho de los padres que están separados, implica el derecho de los
hijos a mantener con el padre o la madre una relación afectiva necesaria para garantizar el
desarrollo integral del niño o el adolescente, por lo que es facultad del juez -aun cuando
hubiera acuerdo entre los padres, si resultara perjudicial para el niño o adolescente-
disponer las medidas necesarias siempre en salvaguarda del interés superior del niño, es
decir, lo que resulte más conveniente a los intereses del menor.
DÉCIMO. - Asimismo, cabe precisar que para resolver este tipo de procesos que inciden
sobre asuntos de menores, debemos tener en cuenta lo sgte:
DÉCIMO TERCERO- No se pasa por desapercibido para esta Suprema Sala el hecho
que el demandante tiene igualmente serias objeciones y cuestionamientos en su contra
que ponen en controversia sobre si realmente se encuentra calificado para tener la
custodia que solicita en estos autos pues si bien existe una medida cautelar de tenencia
provisional a su favor, también lo es que existen varias demandas sobre violencia
familiar en agravio de su cónyuge, así como un proceso sobre ofrecimiento de pago por
consignación de pensión alimenticia y un proceso de alimentos en contra del
demandante que no han sido materia de análisis y que resultan necesarios examinar a fin de
dilucidar acabadamente la presente controversia.
DÉCIMO QUINTO. - Por consiguiente, estando a que ninguna de las circunstancias antes
descritas ha sido objeto de análisis por parte de las instancias de mérito, este Supremo
Tribunal considera la existencia de una falta de motivación fáctica de las recurridas en
cuanto a los puntos señalados en la presente resolución, deficiencias que deben ser
corregidas para efectos de emitir una sentencia acorde a derecho. El contenido esencial de
la garantía constitucional de la debida motivación y con ello el debido proceso legal,
contemplado en los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución.
IV. DECISIÓN:
Por las razones anteriormente expuestas, corresponde el reenvío de los autos a la Sala
Superior a los efectos que se emita nuevo pronunciamiento.
III. CONSIDERANDO:
ii) se aplica a un hecho probado y regulado por ella, haciéndole producir los
efectos contemplados en tal norma, en su totalidad, cuando apenas es
pertinente su aplicación parcial;
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LEY 27337 Ley que aprueba el Nuevo Código de los Niños y Adolescentes.
Artículo 81.- Tenencia. - Cuando los padres estén separados de hecho, la tenencia de los
niños, niñas o adolescentes se determina de común acuerdo entre ellos y tomando en cuenta
el parecer del niño, niña o adolescente. De no existir acuerdo o si este resulta perjudicial
para los hijos, la tenencia la resolverá el juez especializado dictando las medidas necesarias
para su cumplimiento.
Artículo 84.- facultad del juez. - En caso de no existir acuerdo sobre la Tenencia, el Juez
resolverá teniendo en cuenta lo siguiente:
a) El hijo deberá permanecer con el progenitor con quien convivió mayor tiempo, siempre
que le sea favorable.
c) Para el que no obtenga la Tenencia o Custodia del niño o del adolescente, debe señalarse
un Régimen de Visitas. Precisa que, en caso de los padres separados, se determina la
tenencia de los hijos por común acuerdo. Y si por alguna razón causara perjuicio a los niños
niñas o adolescentes, por no existir acuerdo entre los padres, entonces la tenencia lo
resolverá el juez especializado. Al no existir acuerdo, el juez tendrá en cuenta al momento
de resolver, que el menor permanecerá con quien haya convivido mayor tiempo, el menor
de 3 años permanece con la madre, y se señalará un régimen de visita en caso no se obtenga
la tenencia del niño o adolescente.
LEY 29269, Ley que modifica los artículos 81º y 84º del Código de los Niños y
Adolescentes
Artículo 81.- Tenencia. - Cuando los padres estén separados de hecho, la tenencia de los
niños, niñas o adolescentes se determina de común acuerdo entre ellos y tomando en cuenta
el parecer del niño, niña o adolescente. De no existir acuerdo o si este resulta perjudicial
para los hijos, la tenencia la resolverá el juez especializado dictando las medidas necesarias
para su cumplimiento, pudiendo disponer la tenencia compartida, salvaguardando en todo
momento el interés superior del niño, niña o adolescente. Artículo 84.- facultad del juez. -
En caso de no existir acuerdo sobre la Tenencia, el Juez resolverá teniendo en cuenta lo
siguiente: a) El hijo deberá permanecer con el progenitor con quien convivió mayor tiempo,
siempre que le sea favorable b) El hijo menor de tres años permanecerá con la madre c)
Para el que no obtenga la Tenencia o Custodia del niño o del adolescente, debe señalarse un
Régimen de Visitas. En cualquiera de los supuestos, el juez priorizará el otorgamiento de la
tenencia o custodia a quien mejor garantice el derecho del niño, niña o adolescente a
mantener contacto con el otro progenitor. Con la modificatoria del artículo 81, el juez
puede disponer la tenencia compartida, tal como se distingue en su segundo párrafo,
salvaguardando el interés superior del niño, niña o adolescente. En el artículo 84, con la
modificatoria, el juez otorga la tenencia a uno de los progenitores que mejor garantice la
tenencia del niño o niña o adolescente a mantener contacto con el otro progenitor.
DOGMÁTICA JURÍDICA
La tenencia es una institución que vincula únicamente a los padres con sus hijos, a ningún
otro miembro de la familia. En caso de no existir padres, estaremos ante la figura de la
tutela, que tiene por finalidad el cuidado del menor que no esté bajo la patria potestad, lo
que incluye el cuidado de su persona y de sus bienes, tal como lo señala el artículo 502 del
Código Civil.
Es considerada el día de hoy, como una necesidad más que una “moda” en cuanto a la
fecha, la mayoría de padres y madres, trabajan fuera de la casa familiar, por lo que es
esencial para el desarrollo de los hijos que ambos alternen el cumplimiento de las tareas
inherentes al ejercicio de la patria potestad Siguiendo su línea.26 señala tiene ventajas no
solo para los hijos, sino también para la familia en tanto refuerza la relación paterno filial,
ya que a través de esta, se busca reconocer la igualdad de cónyuges o convivientes desde su
perspectiva personal y familiar.
Como la modalidad de custodia de los hijos que tiene como principal objetivo que estos
(los niños) sigan manteniendo un contacto asiduo con ambos progenitores. Centrando en un
ámbito específico, la custodia compartida comprende tanto la custodia legal como la
custodia física; mientras que la custodia legal conjunta ha sido ya adoptada por la práctica
totalidad de los estados, y la custodia física conjunta es la fórmula considerada a priori
como más idónea, las cuales además de ser respaldas por las legislaciones individuales de
los estados se encuentran recogida en la Ley Uniforme sobre Jurisdicción y Aplicación de
la Custodia de Niños. En algunos estados norteamericanos que presumen que la custodia
física conjunta de los hijos coincide con el mejor interés superior del niño. Pues bien, el
sustento básico de la Tenencia Compartida lo encontramos en el concepto de
Coparentabilidad (igual implicación de ambos progenitores) indicado en párrafos
anteriores, que desde un punto de vista teórico podríamos entender como la opción más
próxima al derecho del niño a disfrutar de ambos progenitores con las implicancias
emocionales o educativas. (s.p)
GARCÍA, M (1997)
2) el interés superior como garantía de que este principio será aplicado siempre que se deba
tomar una decisión concierna a un niño o a un grupo de niños.
CONCLUSIONES
La Tenencia Monoparental, es una figura jurídica que disocia la relación paterno-filial que
desvincula y provoca una semi orfandad artificial sobre los niños y el ejercicio casual de la
paternidad o maternidad (según a quien se le otorgó la responsabilidad de custodia).
El Principio del Interés Superior del Niño es un factor importante, mediante aplicación, que
considera al niño como sujeto de derechos, que garantiza su desarrollo integral, en virtud
que sea participe del proceso familiar de responsabilidad compartida, esto permite la
integración con sus padres, quienes son responsables de salvaguardar el principio de interés
superior, de garantizar la protección en actos que puedan afectar a sus hijos.
RECOMENDACIONES
1. BELTRÁN, P. (2009). "El mejor padre son ambos padres" ¿Es viable la tenencia
compartida?
2. CUCULIZA, M (2007). propuesta legislativa: ley 29269 ley de tenencia
3. GARCÍA PASTOR M. (1997) “La situación jurídica de los hijos cuyos padres no
conviven: Aspectos personales.” Edit. McGraw- Hill, Madrid, España.
4. MOSQUERA, VASQUEZ C. (2012). Tenencia de menor solo puede ser ejercida
por los padres.
5. PADRESXSIEMPRE. (10 de Julio de 2010). La custodia compartida o
coparentalidad. Obtenido de http://www.padresporsiempre.es/custodiacomp.html
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