Análisis de "El Almohadón de Plumas" de Horacio Quiroga
Análisis de "El Almohadón de Plumas" de Horacio Quiroga
Análisis de "El Almohadón de Plumas" de Horacio Quiroga
“SU LUNA DE miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro
de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a
veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle,
echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él,
por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.” 1
La casa también tiene una descripción que denota un ambiente algo tétrico y
perturbador.
“La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio
silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal impresión de
palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las
altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a
otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera
sensibilizado su resonancia.”2
Barthes dice que todo en el texto es funcional y responde a una lógica. Cada
segmento del relato tiene la función más o menos evidente de completar el
sentido del mismo.3 Llevado esto a este cuento en particular reconocemos que
el conflicto central es el deterioro del estado de salud de Alicia luego asociado
a un elemento externo que es el Antropoide que vivía en su almohada y se
alimentaba de su sangre. Sin embargo las descripciones antes mencionadas
están por una razón. Cumplen una función que va más allá de la superficie del
texto.
Sobre esto Barthes enuncia que el campo del Texto es el significante. La lógica
que lo rige no es comprensiva sino metonímica. El Texto es radicalmente
simbólico. Sigue la estructura del lenguaje pero este está descentrado. 4 Esta
característica simbólica de los textos nos permite hacer la relación entre las
descripciones de los protagonistas y el elemento “fantástico”, el monstruoso
animal que acabo con la vida de Alicia. El comienzo abrupto del relato sin
ninguna aclaración previa. Capta la atención inmediatamente
En la primera expresión “Su luna de miel fue un largo escalofrío...”, el término
“luna de miel”, se ve opacado por la expresión “largo escalofrío”. Nos anticipa
así parte de la historia, descubrimos que no van a suceder cosas hermosas
como debieran suceder en una luna de miel.
1
EL ALMOHADÓN DE PLUMAS
(Cuentos de amor, de locura y de muerte, (1917)
2
EL ALMOHADÓN DE PLUMAS
(Cuentos de amor, de locura y de muerte, (1917)
3
Análisis estructural del relato
4
De la obra al Texto por Roland Barthes
A continuación el narrador comienza a describir física y espiritualmente el
personaje femenino, Alicia. Lo hace mediante tres adjetivos “rubia, angelical y
tímida”. Entre estos tres adjetivos, el de angelical, enmarcaría al personaje
como una mujer desvinculada de la vida terrenal. La describe como una mujer
frágil, soñadora, vulnerable, sumamente sensible y dependiente de su esposo.
Luego se describe a su marido, vemos que Jordán es un hombre alto, fuerte,
duro, egoísta, insensible. Así vemos que los dos personajes son totalmente
opuestos. Todos estos indicios permiten completar un sentido que apunta a
que la muerte de Alicia comenzó mucho antes de sentir los síntomas y que
detrás del parásito existe simbólicamente otro monstruo que acaba con la vida
y los sueños de esta joven.
Por ejemplo:
-No tan desconocido- corrigió Lonnrot-. Aquí están sus obras completas-.
Indico en el placard una fila de altos volúmenes; una vindicación de la cábala;
un examen de la filosofía de Robert Fludd: una traducción literal del Sepher
Yezirah; una biografía del Baal Shem; una historia de la secta de los Hasidim;
una monografía (en alemán) sobre el Tetragrámaton; otra, sobre la
nomenclatura divina del Pentateuco. El comisario los miro con temor, casi con
repulsión. Luego se echo a reír."5
Según Barthes " Todo lo que esta anotado en el discurso es por definición
notable; aun cuando un detalle pareciera irreductiblemente insignificante,
rebelde a toda función, no dejaría de tener al menos, en última instancia el
sentido mismo del absurdo o de lo inútil: todo tiene un sentido o nada lo tiene" 6
Según Barthes el texto es plural, el lector podría ser comparado con un sujeto
ocioso, que se pasea por el flanco de un valle, y lo que percibe es múltiple,
irreductible, procedente de sustancias y planos heterogéneos. Son códigos
conocidos pero su combinatoria es única, y hace del texto un sentido
individual.7
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De la obra al texto por Roland Barthes