La Voz Del Contratenor Como Artefacto Cu PDF
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Resumen
El presente artículo aborda la manera en que la voz, en tanto artefacto cultural,
cumple una función articuladora de los roles de género de los contratenores de Santiago
de Chile, tomando como referencia el análisis de caso del contratenor Moisés Mendoza y
entrevistas a diversos contratenores de la región antes mencionada. En el comienzo de esta
sección, presento las clasificaciones vocales tal como se han definido en la literatura
especializada, para luego establecer las relaciones entre éstas y el sexo/género de los
intérpretes. Avanzando en el análisis, establezco la diferenciación entre contratenores y
castrati, contextualizando a ambos en el barroco europeo a modo de entender la
importancia del contexto histórico social en el artefacto cultural voz. Luego de ello,
abordo la situación de los contratenores en el contexto nacional, específicamente los
ámbitos académicos y laborales, para finalizar con el caso del contratenor Moisés
Mendoza y un análisis de su performance musical vocal del aria Olim lacus colueram, de
la cantata escénica Carmina Burana.
Palabras clave
Contratenor – voz – género – artefacto cultural – Chile
1
El presente artículo aborda la manera en que la voz, en tanto artefacto cultural,
cumple una función articuladora de los roles de género de los contratenores de Santiago
de Chile, tomando como referencia el análisis de caso del contratenor Moisés Mendoza y
entrevistas a diversos contratenores de la región antes mencionada. En el comienzo de esta
sección, presento las clasificaciones vocales tal como se han definido en la literatura
especializada, para luego establecer las relaciones entre éstas y el sexo/género de los
intérpretes. Avanzando en el análisis, establezco la diferenciación entre contratenores y
castrati, contextualizando a ambos en el barroco europeo a modo de entender la
importancia del contexto histórico social en el artefacto cultural voz. Luego de ello,
abordo la situación de los contratenores en el contexto nacional, específicamente los
ámbitos académicos y laborales, para finalizar con el caso del contratenor Moisés
Mendoza y un análisis de su performance musical vocal del aria Olim lacus colueram, de
la cantata escénica Carmina Burana.
La relación entre la voz y el género está presente en todos los ámbitos del canto
popular. en el canto lírico1 encontramos la voz del contratenor, un tipo de voz que ha sido
objeto de controversias a lo largo del tiempo por su discontinuidad 2 desde el punto de vista
de la heteronormatividad que domina las relaciones sociales en el Chile actual, por tratarse
de hombres que cantan en registros agudos, comúnmente asociados a individuos de
sexo/género femenino.
1 Utilizaremos la conceptualización de voz lírica entregada por Carme Tulon, en la que indica que
“las voces líricas son aquellas que han hecho su entrenamiento para cantar ópera, oratorio, música
de cámara, etc.” (Tulon, 2005, p.98).
2 Discontinuidad o incoherencia en los términos de Judith Butler, abordado en el marco teórico.
2
De lo anterior, se desprende que existe una clasificación vocal generalmente
aceptada en el ámbito de la voz cantada, que separa las voces denominadas masculinas 3
de las voces femeninas 4 de acuerdo a su tesitura (Bacot, Facal, Villazuela, 2008, p. 56).5
En general se clasifica la voz en tres categorías para cada sexo (que a su vez se puede
subdividir). Estas categorías son, del grave al agudo: bajo, barítono y tenor, para los
hombres, y contralto, mezzosoprano y soprano para las mujeres. (Tulon, 2005, p.96).
3 Entiéndase por masculinas las voces asociadas culturalmente a individuos de sexo biológico
masculino.
4 Entiéndase por femeninas las voces asociadas culturalmente a individuos de sexo biológico
femenino.
5 Es importante hacer la distinción entre extensión vocal, que es el rango total de notas que puede
emitir un cantante y la tesitura, que corresponde a las notas que pueden ser emitidas con una
calidad tímbrica homogénea.
6 La clasificación realizada por la autora solo refiere a las clasificaciones generales, sin entrar en
3
Ilustración 1: Cuadro de clasificación vocal con referencias en teclado de piano y frecuencias
aproximadas (Tulon, 2005, p.97).
7Otras voces que comparten dicha característica son las de haute-contre y algunas contraltos con
color de voz muy oscuro y grave.
4
la tesitura de su registro, independiente de los medios utilizados para la emisión de su
voz8. Así, reciben el nombre de contratenor contralto, contratenor mezzosoprano y
contratenor soprano o sopranista respectivamente. Los primeros, son aquellos que cuentan
con una tesitura equivalente a la de la soprano femenina, es decir, entre un do3 y un do5;
los contratenores mezzosopranos habitualmente poseen un registro que se mueve entre el
la2 y el la4, los contratenores contralto cantan por lo general entre el fa2 y el fa4, todos
estos rangos vocales resultantes de la analogía con el cuadro de tesituras entregado por
Tulon en su libro Cantar y Hablar (Tulon, 2005, p.97).
contratenor
1. m. Mús. Voz masculina que posee un timbre femenino.
2. m. Mús. Cantante que tiene voz de contratenor. (Real Academia Española,
2014)
5
termino contratenor, podría obedecer a un uso más común del éste y a un mayor
conocimiento de su significado por parte de los hispanoparlantes 10.
Más allá de eso, es muy decidor el hecho de que en la primera de sus acepciones
se asocie a la voz del contratenor un carácter femenino, específicamente al timbre, dejando
de lado aspectos descriptivos o técnicos, como por ejemplo el rango vocal. En este sentido,
Nina Eidsheim en un estudio publicado en Trans-Revista Transcultural de Música del año
2009 establece que al ser el timbre vocal un artefacto cultural, hay procesos por medio de
los cuales las personas asocian ciertos sonidos vocales y ciertas ideas sobre el género y la
raza del emisor (Eidsheim, 2009).
soprano
Del it. soprano.
1. m. Mús. Voz humana de registro más agudo.
2. m. desus. Hombre castrado.
3. m. y f. Mús. Persona que tiene voz de soprano. (Real Academia Española, 2014)
10
La utilización de las definiciones entregadas por la RAE, corresponden a indicadores de lo
culturalmente aceptado y son complementarias a las definiciones técnicas abordadas en el marco
teórico de la presente investigación en el acápite dedicado a los aspectos técnicos de la voz
humana.
6
significaciones, que tesituras son propias de los hombres o de las mujeres, mientras
que en una tercera categoría asigna el adjetivo calificativo de “castrado” a aquel
hombre que tenga tesitura de soprano.
11
Entiéndase rebajado en el contexto de una sociedad hetero normada, patriarcal y machista como
la chilena, en la que lo femenino se encuentra en un status inferior a lo masculino.
7
y del contratenor. La equivalencia entre ambos está en el alto nivel de incoherencia de
la voz del intérprete con su sexo/género, aun cuando fisiológicamente son
absolutamente distintos, tanto desde el punto de vista hormonal, como de los métodos
de fonación12.
“La taxonomía ética dominante, aplicación del sistema de clasificación social de la clase
dominante al ámbito de la moral, se resume en un sistema de cualidades y de calificativos
que se organizan alrededor de la oposición entre las maneras positivamente sancionadas
o “distinguidas” (es decir, las maneras de los dominantes) y las sancionadas
negativamente” (Bordieu, 2011, p.109).
12 Entiéndase por métodos de fonación, los principios mecánicos que permiten la emisión de una
serie de tonos sucesivos, comúnmente conocidos como voz de cabeza, voz de pecho y voz mixta,
además del falsete (Bacot, 2008).
8
Ilustración 2: cuadro de Clasificación Vocal, Panserón (Panserón, ca. 1800, p.6).
9
Otra definición de contratenor es la entregada por Fox en su ensayo comparativo
de contratenores y castrati en Inglaterra: “un contratenor se refiere a un hombre adulto que
nunca ha sufrido una castración, y que canta principalmente en el registro alto, ya sea en
un falsete bien desarrollado, o en una voz de cabeza inusualmente alta y ligera”13 (Fox,
2003, p.3).
“El género aparece de tal o cual forma, y a continuación se elabora un juicio normativo
sobre esas apariencias y sobre la base de lo que parece. Pero ¿qué determina el dominio
de las apariencias del género mismo? Podemos sentirnos tentados a establecer la siguiente
distinción: una explicación descriptiva del género incluye cuestiones sobre lo que hace
inteligible el género, una exploración sobre sus condiciones de viabilidad, mientras que
una explicación normativa intenta dar respuesta a la pregunta de qué expresiones de
género son aceptables y cuáles no, ofreciendo motivos convincentes para distinguir de esta
forma entre tales expresiones” (Butler, 2005, p.25).
13 Traducción personal del original en ingles: “a countertenor refers to an adult male who has
never suffered castration, and who sings primarily in the alto range either in a well-developed
falsetto, or in an inusually high and ligth-toned head voice” (Fox, 2003, p.3).
10
se resignifica constantemente. El concepto de artefacto cultural, ligado en sus inicios a
una construcción tangible u objetual ha pasado por su proceso de deconstrucción
lingüística en pro del apoyo conceptual a propuestas de intervención artísticas, estéticas y
culturales, hasta llegar a la conceptualización de artefacto cultural de Holland y Cole
(1995), donde el artefacto cultural adquiere características de intangibilidad, susceptibles
de adquirir significaciones otorgadas y aplicadas socialmente. La voz en tanto artefacto
cultural, a lo largo de la historia va adquiriendo significados, en este caso relacionados
con el sexo, el género y la orientación sexual, aportado principalmente por la vivencia de
los individuos en un contexto social determinado. El contexto es un elemento fundamental
a la hora de realizar un análisis de la voz como artefacto cultural articulador de los roles
de género, dado que el sistema social predominante es el que imbrica significados sobre
el artefacto cultural en cuestión, determinando de esta forma cuáles son sus lecturas
posibles, deseadas o rechazadas.
11
han generado controversia en su entorno, ya fuera en una corte, en el coro de una catedral,
en la ópera o en centros de estudios universitarios, los cuestionamientos sobre estos
aspectos de sus vidas han estado siempre presentes. Para entender el porqué de estos
cuestionamientos es necesario relacionar los conceptos anteriormente revisados, situarlos
sobre estos individuos y contextualizarlos en algún momento histórico para tener una
visión más global de cómo la voz, en tanto artefacto cultural, articula los roles de género
de esos individuos en el contexto antes mencionado.
12
verdaderos referentes internacionales y utilizados comúnmente para interpretar los roles
de héroes o dioses, asociados hoy en día con masculinidades de características distintas
desde el punto de vista del artefacto cultural voz, articulando el género masculino desde
un ideal de voz muy aguda y corporalidades de proporciones distintas a las de los hombres
no castrados, como podemos ver en la siguiente ilustración:
13
establecida en el contexto italiano, donde el artefacto voz articulaba el género asociado a
corporalidades de hombres no castrados.
14
en la música antigua, que es la compuesta en Europa y América hasta mediados del siglo
XVIII, es decir comprende la música de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco
(tanto europeo como latinoamericano). En estos períodos de la historia la masculinidad
tiene características distintas a las que tiene desde el clasicismo en adelante, condiciones
ambientales que han dado contenido y significado al artefacto cultural voz, el que
finalmente ha cumplido un rol como articulador del género en los intérpretes
contratenores.
15 Hago esta salvedad porque existe registro de un alumno contratenor en el ciclo básico de la
carrera de canto de la Universidad Católica de Chile, pero que no continuó sus estudios en el ciclo
superior.
16 El contratenor en cuestión solicitó se mantuviera reserva de su identidad en este texto, por lo
que no se publica su nombre.
15
Abordando este punto, me parece pertinente señalar que esta supuesta falsedad de
la voz, está relacionada con el concepto de falsete. Este concepto está acuñado en el marco
de los registros vocales en los que se mueven las voces al cantar, los registros están
asociados a un espacio resonancial, siendo estos el pecho, la faringe y la cabeza. El
objetivo de la mayor parte de los maestros de canto, es lograr que estos registros sean
homogéneos por medio de dominar las zonas de pasaje entre un registro y otro (Tulon,
2005, p.102). Respecto del falsete la autora indica: “cuando el cantante no conoce el
mecanismo del pasaje, el resultado es que de la voz de pecho se pasa a la voz de falsete,
momento en que la laringe se descontrae de golpe” (Tulón, 2005, p.103). Sin embargo, la
definición que me parece más interesante abordar es la entregada por Bacot, Facal y
Villazuela (2008, p.59)., quienes indican que “se utiliza este término para definir una voz
artificial (“falsa”) masculina con carácter sonoro femenino, que suele ser identificada
erróneamente con la voz de cabeza”, Los mismos autores asocian a esta voz de falsete con
características muy poco deseables para un cantante, como un volumen menor al de los
registros “naturales” y sin posibilidad de desarrollar la misma intensidad que en los
registros antes mencionados.
Todo lo anterior tendría validez si obviáramos los siglos en los que la voz de
contratenor se desarrolló sin problemas en ambientes profesionales de música docta 17.
Esto nos lleva a pensar que más que aspectos técnicos medibles y objetivos, se trata de
valoraciones negativas de lo femenino asociadas a una voz masculina y justificadas bajo
el concepto de una supuesta “falsedad” de la voz del contratenor. Como podemos apreciar,
en el caso de los contratenores, el artefacto cultural voz en el espacio académico
universitario, ha estado marcado por una significación asociada a lo femenino en una voz
que debería ser masculina para cumplir con el imperativo de ser legible para el sistema de
sexo/género dominante. Al ser un artefacto cultural no legible y que articula expresiones
de género discontinuas, se activan mecanismos de coerción, que han desembocado en un
16
desarrollo profesional y artístico limitado.
17
municipal de Santiago en el año 1857, se abrió un espacio social creado exclusivamente
para la élite económica y cultural. En él, se sentaron las bases de lo que será el canon
estético de la música docta en Chile y a la vez, para el canto lírico: el canon clásico
romántico. Al ser los cantantes de la ópera generalmente maestros de canto de la academia,
los nuevos cantantes en formación se rigieron por los parámetros estéticos y estilísticos
utilizados en el Teatro municipal de Santiago, generándose una tradición de maestros y
alumnos que reproduce/replica las mismas significaciones para el artefacto cultural voz,
dentro de la cual el contratenor no tuvo cabida por más de 150 años 18.
18A comienzos del siglo XX, grupos de práctica musical alternativos al conservatorio y al Teatro
Municipal realizaron una reforma (1928-30) que tenía por objetivo abrir la composición y la
práctica musical a otros tipos de música distintos de la ópera
18
de acercarse a la música docta por la imposibilidad de entrar directamente a la carrera de
canto en un conservatorio.
Uno de los roles solistas que en más oportunidades ha interpretado es el rol del
cisne en la cantata escénica Carmina Burana (1936), compuesta por Carl Orff. Dicho rol
consta solamente de una intervención, el aria “Olim lacus cuoleram”. La performance a
analizar es una presentación realizada en enero del año 2015 en el escenario de la quinta
Vergara de Viña del mar, en el marco de las semanas musicales organizadas por dicha
municipalidad.
19
un barítono y la directora de la orquesta. Comienza la introducción musical, mientras
moisés se encuentra de pie impecablemente vestido de negro y comienza su interpretación.
La primera frase Olim lacus colueram (antes yo vivía en un lago) es cantada con un falsete
impecable en las dos primeras palabras, sin embargo, el intérprete opta por cambiar a voz
de pecho en la última palabra, mostrando una interpretación que podría señalarse como
incorrecta desde un punto de vista estrictamente técnico, pero absolutamente acertada en
el contexto de la obra, dado que quien canta es un cisne que está siendo cocinado al fuego.
En la segunda frase olim pulcher extiteram (antes yo era hermoso), en esta línea melódica
el intérprete realiza la misma operación que en la primera, pero reforzando y haciendo
más evidente el cambio de registro antes de la palabra hermoso, donde utiliza el registro
de pecho en una voz de tenor limpia y clara. La tercera frase dum cygnus ego fueram
(cuando era un cisne) tiene un cambio en relación a las dos primeras frases: es cantada
absolutamente en falsete, generando una sensación musical de línea y melodía al estilo del
canto lírico tradicional.
En este punto el coro de hombres contesta a modo de burla: Miser, miser Modo
niger et ustus fortiter! (Miserable, miserable, ahora, negro y completamente asado). La
composición de este coro masculino está realizada en un estilo marcadamente marcial, en
un forte creciendo a fortissimo, lo que genera una contraposición muy evidente con la voz
y la línea melódica cantada por el contratenor en la estrofa. Esta forma musical
responsorial, en la que se intercala estrofa cantada por el solista y estribillo cantado por el
coro se repite otras dos veces con variaciones en la letra del cantante solista.
20
a un intérprete contratenor. Se evidencia entonces, la utilización de las voces de acuerdo
a su coherencia con el artefacto cultural voz en una sociedad heteronormada, y Mendoza,
mediante la utilización de la voz, realiza su interpretación de ello.
Conclusiones
21
Bibliografía
Bacot, M., Facal, M., Villazuela, G. (2008). El Uso Adecuado de la Voz. Buenos Aires:
Akadia.
Butler, J. (2007). El género en disputa. (M. M.A., Trad.) Barcelona, España: Paidos
Ibérica.
22
Kelly, T. (2004). First Nights at the Opera. New Haven: Yale University Press.
Ilustraciones
Ilustración 1: Cuadro de clasificación vocal con referencias en teclado de piano y
frecuencias aproximadas (Tulon, 2005, p.97). ........................................................... 4
23