Miasma y Homeopatía

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Miasma y Homeopatía.
algunas consideraciones
Dra. Lilia Rosa Rodríguez García,I Dra. Maricel Hechavarría Torres,I Dra. Karina
Caridad Castillo RodríguezII y Dra. Adis Caballero OrduñoIII

I Hospital General Docente "Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso",


Universidad de Ciencias Médicas, Santiago de Cuba, Cuba.
II Policlínico Docente "Camilo Torres Restrepo", Universidad de

Ciencias Médicas, Santiago de Cuba, Cuba.


III Facultad de Medicina No. 1, Universidad de Ciencias Médicas,

Santiago de Cuba, Cuba.

RESUMEN

La medicina homeopática, disciplina capaz de ampliar el nivel de


conocimiento con una óptica naturista, ayuda a elevar el dominio clínico y
terapéutico de profesionales de la salud, a la vez que permite tener una
visión más amplia del enfermo a partir de su integración consigo mismo y
con el medio. El miasma en homeopatía es la alteración de la energía vital
del individuo que lo predispone a padecer determinadas enfermedades. A
tales efectos se realizó una revisión bibliográfica exhaustiva sobre el tema
y se ofrece la interpretación de las definiciones antiguas relacionadas con
la concepción actual. Todo lo anterior facilitará el diagnóstico diferencial
entre los medicamentos homeopáticos que pueden ser utilizados.

Palabras clave: miasma, homeopatía, remedio homeopático.

INTRODUCCIÓN

Cuba, partiendo de la concepción unitaria de enfermo-enfermedad, que


enfoca al enfermo crónico, y se basa en la ley de los semejantes, fomenta
la aplicación de la homeopatía desde una perspectiva miasmática.
2

Cualquiera que sea la desarmonía vital de la enfermedad, ya sea aislada o


combinada, limita la integración del hombre tanto consigo mismo como con
su medio. En este sentido, la enfermedad miasmática constituye una
limitación, pero a su vez una oportunidad para cambiar y lograr
progresivamente la integración en la unidad, maduración y plenitud desde
su centro vital.1

A través de la concepción miasmática se reconoce que en las


enfermedades crónicas se trata lo constitucional del paciente por la
individualización de un remedio que cubre sus diferentes
manifestaciones clínicas; de lo contrario, habrá que determinar cuál
es el miasma para seleccionar los síntomas que lo manifiestan y
elegir un remedio ideal. Con esto se facilita el diagnóstico diferencial,
entre los medicamentos que pudieran surgir de la repertorización con
marcación miasmática; no obstante, como plantea el Dr. Germán Guajardo
en su texto Homeopatía médica, es inaceptable limitar la compleja afección
humana a una o 3 alteraciones hereditarias, pues se estarían ignorando
los hallazgos de la genética clínica, la medicina interna, la psicosomática y
la fisiopatología como disciplinas de las ciencias de la salud.1-3

Teniendo en cuenta lo anterior, los autores se propusieron describir los


aspectos generales relacionados con la constitución miasmática del
individuo y su relación con los medicamentos homeopáticos.

ANTECEDENTES

El término miasma proviene del griego miainein que significa manchar,


corromper. En homeopatía cuando se habla de miasma se refiere a la
predisposición genética que cada persona tiene a desarrollar y
padecer cierto tipo de enfermedades y síntomas

Hahnemann buscaba la interpretación de la existencia de enfermedades


crónicas, que si bien quienes las padecían eran tratados de manera
adecuada, no respondían satisfactoriamente a la acción de los
medicamentos, ya fueran alopáticos u homeopáticos, lo cual le hizo pensar
que los individuos tenían cierto momento en que la enfermedad lo
acercaba a lo pútrido y que esto se relacionaba con su medio; asimismo,
3

comparó a los miasmas con la emanación morbosa o pútrida de los


pantanos, la descomposición y la suciedad, a la vez que los diferenció en
agudos y crónicos. Los agudos los agrupó en 2 categorías según su
origen: los epidémicos, adquiridos mediante un "principio
contagioso", que hoy día podría equipararse a la infección microbiana
o vírica, y los no epidémicos o agudizaciones del miasma crónico de
la psora.3

A los miasmas crónicos también los diferenció de acuerdo con su


origen en 2 categorías: adquiridos y heredados; según su estado, en
miasmas crónicos latentes y crónicos en actividad, y consideró que
en estado de salud los miasmas crónicos están en latencia y que la
enfermedad ocurre cuando ellos entran en actividad y están dadas las
circunstancias desencadenantes necesarias.

En homeopatía, el miasma agudo es el dinamismo mórbido que


produce afecciones cíclicas o agudas que siempre tienden a
evolucionar por sí solos; el crónico o verdadera enfermedad
constitucional es el que transciende cada vez más al individuo, a todo
su organismo, afecta sus funciones y altera sus energías, de manera
que se transmite a su descendencia.3,4

La realidad es que miasma es la alteración de la fuerza o energía


vitales del individuo, que lo predispone a padecer determinadas
enfermedades. Se trata de una predisposición congénita o adquirida,
esencial e invariablemente crónica, en virtud de la cual se producen
múltiples alteraciones en su forma, pero única en su esencia. De lo
anterior se deriva que varios individuos pueden manifestarse ante
una enfermedad de diferentes formas, con la misma esencia. Si se
interpretan estas disposiciones mórbidas, adquiridas o heredadas,
llamadas terreno, se puede entender el desequilibrio inarmónico de
una enfermedad para llegar a su diagnóstico, pronóstico y
tratamiento.3-5

Por lo tanto, miasma es igual a terreno, diátesis, enfermedad genética


multifactorial, igual al modo de reaccionar de un individuo revelado
por el entorno en que se desenvuelve cuando se altera la energía
vital.
4

Es válido recordar que el ser vivo se constituye como unidad biológica


desde su concepción, que la energía existe y ha existido siempre, no se
crea, ni se destruye, solo se transforma, y su desequilibrio produce la
enfermedad.

Por otra parte, la alteración energética es un proceso de variación


permanente, cuyos síntomas también varían y producen una alteración
mórbida total del terreno, de manera que estas manifestaciones
miasmáticas se inician generalmente por localizaciones imprecisas en muy
diversas regiones del cuerpo, que al principio pueden desaparecer con
tratamiento o sin este para reaparecer una y otra vez, sin que haya
relación fisiológica entre ellas, aunque sí es una relación dinámica, lo cual
implica que los miasmas están presentes mucho antes de que aparecieran
las alteraciones anatomo clínicas, y constituyen un fenómeno de expresión
vital que el ser humano exterioriza a través de síntomas.6,7

La memoria celular contiene la información de todos los miasmas de


forma individual y por carga genética, de modo que cada persona
tiene uno o 2 miasmas por encima de los demás, y aunque pueden
permanecer latentes predisponen a padecer determinadas
enfermedades. La fuerza vital se ve afectada desde el inicio de la vida
por una enfermedad de igual naturaleza, responsable de la mayoría
de las enfermedades. Así, las afecciones crónicas, a diferencia de las
agudas que se autolimitan y controlan, necesitan de una fuerza
curadora que las domine y anule.8,9

La energía o fuerza vital, alterada por noxas dinámicas es energía


vital mórbida y son los miasmas traducidos por síntomas, por lo que
ese término señala 2 circunstancias: la alteración de la energía vital y
las manifestaciones sintomáticas.

Hahnemann, en su libro Órganon del arte de curar, base de la homeopatía,


recoge toda su experiencia y en forma de párrafos hace referencia a los
miasmas, concepto, clasificación, fundamentos e importancia de su estudio
en el tratamiento de pacientes con enfermedades crónicas.9

Párrafo 11: "Cuando una persona cae enferma, es solamente la fuerza


vital inmaterial y activa por sí misma y presente en todas las partes
del organismo, la que sufre desde luego la desviación que determina
la influencia del agente morboso hostil a la vida; el principio vital
5

únicamente, en estado anormal, es el que puede dar al organismo las


sensaciones desagradables e inclinarlo a las manifestaciones irregulares
que llamamos enfermedad; pero, como es una fuerza invisible por sí
misma y solo reconocible por sus efectos en el organismo, sus
perturbaciones morbosas únicamente las da a conocer por
manifestaciones anormales de las sensaciones y de las funciones de
aquellas partes del cuerpo accesibles a los sentidos del observador y
del médico; es decir, por los síntomas morbosos y no de otro modo
puede darse a conocer".10

Párrafo 78: "Las verdaderas enfermedades crónicas naturales son


aquellas que deben su origen a un miasma crónico, que progresa
incesantemente cuando no se le oponen medios curativos (…)
abruman al hombre con padecimientos que siempre van en aumento
hasta el término de su existencia".

Para la concepción miasmática lo esencial de los síntomas es el


hombre y lo accesorio son las enfermedades. 11

Puede existir también contagio de los miasmas, lo cual debe


entenderse desde el punto de vista energético como una permanente
transferencia energética entre aquellos seres que viven en íntima
relación, es decir, una persona con su energía vital alterada, que esté
dinámicamente enferma, puede transferir energía mórbida a la
persona con quien tiene un constante contacto directo, y si existe la
susceptibilidad de quien recibe reiteradamente el estímulo mórbido
se contagia.12

Los miasmas se heredan por generación, en proporción no definida,


o se adquieren en el transcurso de la vida. Estos se incrementan
siempre que existan condiciones somáticas con previa alteración de
la energía vital. Entre los factores de riesgo que alteran el estado de
salud se encuentran los inadecuados hábitos alimentarios, el cambio
climático, la intemperancia en el régimen descanso-actividad, así
como los tóxicos exógenos y endógenos, entre otros y de esta
manera se añade el trastorno miasmático a partir de procesos
fisiopatológicos.12

También se señala que los miasmas pueden ser inducidos, lo que


conduce a una grave alteración de la energía vital relacionada con un
6

determinado miasma si la energía específica de la noxa tiene


predominio morbígeno en relación con el miasma predominante en el
enfermo. En cambio, si no predomina la energía morigera de la noxa
con la del enfermo, la alteración será leve, es decir el estímulo lleva
implícito su condición miasmática excitante y el enfermo tendrá la
susceptibilidad del miasma predominante.

Dadas las condiciones que anteceden se puede afirmar que los miasmas
constituyen un conjunto de factores que generan una dolencia crónica y
estos son: factores genéticos (dado por la propia carga de ADN); factores
hereditarios (una misma dolencia se repite dentro de una misma familia de
generación en generación) y factores exógenos (ambientales, alimentarios
y culturales), que varía de un pueblo a otro o de familia a familia.12

El terreno influye en la aparición de un cuadro patológico a 2 niveles


distintos: provoca susceptibilidad a una determinada noxa (receptividad-
resistencia) y favorece un modo peculiar de expresión ante la agresión o el
desequilibrio (respuesta hipo destructiva, hiperdestructiva o
destructiva). Estos constituyen una forma patológica global de
funcionamiento orgánico que puede estar latente o activa, heredada o
adquirida durante la vida.13

Según la escuela francesa del Dr. León de Vannier, existen los tipos de
miasmas crónicos siguientes:

- Psora: latente y manifiesto


- Psicosis: catarral y neoformación
- Sífilis
- Tuberculinismo
- Cancerinismo

Miasma Psora

En griego significa mancha y en hebreo trastorno. Es el término que


designa el desequilibrio del defecto, predispone a todo lo carencial, lo
insuficiente y está causada por la supresión de lo que Hahnemann llamó
7

"una erupción primaria pruriginosa". Como miasma primario corresponde a


la susceptibilidad del terreno a las noxas, dada la continua y permanente
reducción de la inmunidad natural.

I. Latente

Hay mayor o menor modificación de la energía vital, evidenciada por


procesos patológicos pasajeros, según el grado de susceptibilidad
individual, así como de la calidad y cantidad de noxa excitante; luego
puede incrementarse debido a influencias del medio.14

La psora nace y se trasmite con el individuo a través de las generaciones,


por lo que todos los seres humanos presentan psora, de manera que
constituye la causa primaria de la enfermedad en general y la debilidad
subyacente sobre la cual se desarrollan otras predisposiciones.

II. Manifiesto. Alteración de las funciones por atrofia o carencias

- Periodicidad de los síntomas y alternancias.


- Largas convalecencias y reacción desfavorable a los remedios
homeopáticos.
- Síndrome de ansiedad, timidez, concentración difícil por ser individuos
tristes y melancólicos.
- Tendencia al parasitismo interno y externo, bradicardia, alergia e
hipotensión.
- Agravan al mediodía o con el agua, el baño, el frío y el calor de la cama.
- Mejoran con las eliminaciones fisiológicas.
- Necesitan el incremento de reservas biológicas y de oxígeno.

• Causas, alteraciones del bienestar, emociones y herencia

En el párrafo 80 se señala que después que la psora ha infectado todo el


organismo, anuncia su miasma crónico interno por una erupción cutánea
particular, a la que acompaña un prurito voluptuoso insoportable y un olor
especial. Esta psora es sola y verdadera causa fundamental y productora
de las innumerables formas morbosas.10,14,15

Por su parte, James Tyler Kent, 16 al referirse a los miasmas psicosis y


sífilis expresó: " … si la psora no se hubiese establecido como miasma
sobre la raza humana, las otras dos enfermedades crónicas no hubieran
podido existir".
8

¿Por qué existe psora? Ante esta interrogante es preciso responder que
existe porque durante el proceso de curación normal, el organismo fue en
algún momento contrariado, su capacidad defensiva encontró un obstáculo
y esa transgresión del curso natural de liberación de la energía, puede
ocurrir objetivamente con las supresiones de síntomas o, subjetivamente,
por errores de pensamiento y voluntad.17

El miasma psórico se profundiza en el ser humano por la reacción a todo


aquello que signifique el impedimento en el alivio de una tensión psíquica,
lo que significa ansiedad, insatisfacción o represión, que en mayor o menor
grado traen consigo desequilibrios funcionales que no se hacen evidentes
en los primeros momentos, pero que pueden llegar a graves alteraciones
de orden psicológico y somático. Así, toda la humanidad sufre el miasma
psórico en proporciones muy diversas, con manifestaciones y
características diferentes para cada persona.15

La psora puede incrementarse por trastornos somáticos, por influencias del


medio o cualquier suceso que signifique peligro, tales como catástrofes,
pérdida de un ser querido, frustraciones e infortunios, por citar algunos.
Las trasgresiones de cualquier naturaleza, que produzcan alteraciones
funcionales en el organismo (alimenticias, relacionadas con el clima,
tóxicos, esfuerzos, entre otros), hacen sentir su reacción en los centros
nerviosos a través del sistema nervioso neurovegetativo, lo cual ocasiona
desequilibrios psicosomáticos que estimulan y aumentan el trastorno
dinámico ya existente.16

• Síntomas fundamentales: sequedad, constipación, menstruación y


orina escasas, transpiración ausente, prurito con intenso rascado,
descamación furfurácea, piel sensible a picaduras, fiebre de aparición
brusca, escalofríos y ansiedad de curar.

• Síntomas mentales: ansiedad, tristeza, inhibición, inquietud, humor


cambiante, alegría locuaz, lucidez, depresión con desaliento, temor,
anticipación, lentitud en las resoluciones, abatimiento y poca
memoria.

• Otros síntomas de origen funcional: vómitos fáciles que agravan al


paciente, eructos ácidos, gases, distensión, cefalea nerviosa,
digestiva, paroxística, palpitaciones y rubor por situación
embarazosa, diarrea, poliuria, dolor paroxístico, errático, que
9

empeora con el reposo, vértigo polimorfo, movimiento con zumbidos,


lipotimias, desde el simple prurito hasta las más variadas formas de
erupciones, trastornos neuro artríticos y alergia.

• Alteraciones mórbidas: se considera miasma psórico al conjunto de


enfermedades relacionadas con la inmunodepresión, con los
fenómenos autoinmunes y con la alergia, tales como: asma, eczema,
diarreas y migraña, entre otros.

• Ejemplos de remedios: Sulphur, Psorinum, Hepar sulphur,


Lycopodium, Calcarea carbonica, Nux
vomica, Lycopodium, Graphitis, Psorinum.16,18

Psicosis o miasma productivo

Se designa el desequilibrio del exceso, se produce por tratamientos


inadecuados o tardíos, que solo ocultan los síntomas sin permitir que la
naturaleza intente restablecer primero el equilibrio. La hiperplasia de tipo
condilomatosis, con apariencia de higos es una afección de aparición lenta
pero progresiva. Las personas tienen temperamento depresivo, con
tendencia a retenciones hidro Salinas como celulitis y los síntomas
agravan con la humedad y el frío.10

El predominio miasmático productivo en un sujeto aparentemente


saludable se denomina psicosis latente, la cual se pone de manifiesto
cuando en los procesos agudos predominan los síntomas productivos. Los
cocos bacterianos, por su rápida proliferación, están en íntima relación con
este tipo de miasma. Esta se produce, además, por destrucción de los
hematíes por oxidación imperfecta.

La psicosis se instala cuando la reacción del individuo se desvalija frente a


la hostilidad del medio, conduce a una exageración del instinto de
conservación, con hipertrofia de las defensas del yo y la represión de toda
exteriorización contraria a su fin personal. Sus causas suponen
supresiones, medicamentos, épocas de cambio y emociones intensas.10,19-
21
10

• Características generales

- Se asocia con el color amarillo, lo alegre, lo brillante y con la


hiperfunción.
- Tropismo profundo, hiperplasia, hipertrofia, alteración de las
funciones por excesos de proliferación del tejido normal,
deformación.
- Flujos purulentos del sistema genitourinario y oídos, dificultad en la
eliminación.
- Mecanismo de defensa con personalidad de hipertrofia del yo.
- Síndrome neurótico, el individuo es obsesivo, ambicioso,
precipitado, ostentoso y tiende a sufrir por pequeños daños.
- Tendencia a la retención hídrica, sinusitis, otitis, excesiva descarga
menstrual y gonorrea.
- El paciente se muestra extrovertido, voluble, fantasioso, con
memoria activa.
- Produce tumores benignos o malignos en cualquier parte del
organismo (inflamaciones, verrugas, pólipos).
- Agrava por las tardes y a media noche, descenso barométrico con el
tiempo húmedo (rocío, niebla, lluvia y nieve).
- Mejora con eliminaciones patológicas, tales como: vaginales,
uretrales y catarrales o mediante la aparición de excresencias, el
calor seco y los movimientos.
- Aversiones a las carnes, grasas, alcohol. Deseos: aceites y
proteínas vegetales, legumbres, frutas frescas y cereales.

I. Catarral exagerativo: secreción catarral, olor a moho, no fisiológico,


que no mejora, espasmos y dolor fulgurante, neurálgico, en pequeñas
zonas, además de discontinuidad.

II. Neoformación: reumatismo articular, crujidos al deslizar los


huesos, aspecto poco saludable, piel terrosa, brillante, infiltrada,
uñas gruesas y duras con estriaciones deformantes, formaciones
tumorales, papilomas, callosidades, hipertrofia prostática,
hemorroides, várices, quistes, anasarca, hidropesía, sudoración
excesiva, fundamentalmente en frente, manos y pies.

• Síntomas mentales: perversión, extroversión, afectividad emotiva,


por ejemplo: agresividad, cólera, egoísmo, desconfianza, falsedad,
celos, ambición desmedida y odio, además de egolatría, grita y chilla
11

cuando se enoja, sueño de gato; es fantasioso, petulante, voluble,


caprichoso, obsesivo, detallista, con ideas fijas proliferantes,
ceremoniales; es laborioso, locuaz y sus dolores son como sus
síntomas mentales, punzantes e insoportables.

• Ejemplo de remedios: Silicea, Causticum, Thuja, Medorrhinum, Sepia


officinalis, Natrum sulphuricum.21

Sífilis o miasma destructivo

Sus alteraciones sintomáticas tanto psíquicas como somáticas se


producen en el terreno, derivadas de la sífilis como enfermedad
bacteriana, por eso Hahnemann lo llamó miasma destructivo.15

Se interpreta como una tendencia patológica con gran afinidad con los
sistemas cardiovascular, óseo y nervioso. Las enfermedades son muchas
veces irreversibles, con escasa capacidad reactiva y lesiones de carácter
degenerativo, especialmente en individuos de edad avanzada, por
ejemplo: aterosclerosis, esclerosis del tejido nervioso, osteomielitis,
amiloidosis, entre otras.

En estos casos hay degeneración de las funciones psíquicas y somáticas.


Se reduce la capacidad intelectual, con deterioro de la capacidad del yo
para síntesis constructiva de la personalidad. Su substrato orgánico está
dado por la pérdida de sustancia (como se aprecia en la úlcera y la
necrosis) y en la destrucción como su característica principal. Por otra
parte, el predominio miasmático destructivo en un sujeto de aparente salud
es lo que se denomina sífilis latente o miasma destructivo latente y se
pone de manifiesto cuando en los procesos agudos hay un claro
predominio de síntomas destructivos y cuando la reacción psicológica
evidencia dichos síntomas. Las alteraciones del medio pueden propiciar el
incremento de la destrucción.21
12

• Características generales

- Formación de úlceras y necrosis.

- Expresa características destructivas de la personalidad: violencia,


drogadicción, sida, alcoholismo, además de enfermedades
degenerativas, perversidad, deseos caprichosos y estimulantes, sed
nocturna, menstruaciones abundantes, ciclo acortado, tendencia
exonerativa, tropismo del aparato respiratorio.

- Perversión de las funciones y destrucción orgánica.

- Manifestaciones psicosomáticas con tendencias destructivas, memoria


escasa, degeneración necrótica y orientación destructiva en lo orgánico.

• Síntomas

- Mentales: variabilidad (viajes, profesión, pensamientos, ansiedad


que pasa a miedos más concretos), impresionable (sustos por ruidos
y saltos), mente ágil, es decir, siempre hace planes, pero no llega a
realizarlos, alternan síntomas psíquicos con respiratorios; asimismo,
se muestran indiferentes, retraídos, aburridos, huraños, solitarios,
taciturnos, melancólicos, viven pensando en acontecimientos
pasados, son pesimistas, tienen insomnio, cara triste, sin llanto, ni
congoja, los chicos lloran de noche, presentan ansiedad de
conciencia y culpa e ideación suicida.

- Período de estado: psora poco activa, lentitud reaccional, deseos de


ingerir lechugas, verduras, legumbres, leche, salados, así como
carnes y comidas pesadas.

- Pelo: alopecia, cráneo doloroso al tacto.

- Piel: terrosa, grisácea, cobriza y sucia.

- Ojos: opacidad del cristalino, neuralgia.

- Oídos: supuraciones y destrucción.


13

- Boca: supuraciones, aftas, implantación anormal de dientes.

- Nariz: destrucción de cartílago, costras sangrantes.

- Diarreas sin cólicos, con transpiración fría.

- Cefalea abundante y periódica, entumecimiento, cifoescoliosis,


ulceraciones, tendencia supurativa, secreciones escasas y
pruriginosas, así como olor a queso viejo, metálico como a cobre.

• Ejemplo de remedios: Aurum


metallicum, Syphilinum (Luesinum), Mercurium y Phosphorus.12,15,21

Tuberculinismo

El Dr. Henry Allen lo llamó pseudopsora. Se unen los síntomas


emocionales de la psora con los destructivos estructurales de la
sífilis, lo cual genera problemas más graves. Es una modalidad reaccional
general de defensa con aceleración del metabolismo celular, que aumenta
la destrucción de las células con obstrucción de la circulación venosa y
linfática, que a su vez determina las crisis de eliminación sobre mucosas y
serosas.

La debilidad general del organismo evoluciona hacia la degeneración


y posterior destrucción. Afecta principalmente a individuos jóvenes,
con incapacidad para adaptarse al medio y con extrema sensibilidad
al frío y a las corrientes de aire. Puede verse en el adulto diabético o
hipertenso con tendencia a infecciones respiratorias, delgadez,
debilidad, sudoración, frecuentes cefaleas, diarreas, otalgias y
algunos tipos de alergia. También ocasiona intolerancia, irritabilidad
e inadaptabilidad. El remedio homeopático que actúa sobre este
miasma es el Tuberculinum.22
14

Cancerinismo

Miasma introducido por el Dr. León Vannier en el siglo XX. En él se


produce la unión de lo emocional del psórico, lo destructivo del
sifilítico y lo hipertrófico del sicótico. El organismo se debilita y reacciona
excesivamente hasta llegar a un proceso de degeneración y destrucción.
Es la complicación más profunda de los miasmas, como consecuencia de
las múltiples supresiones realizadas a los esfuerzos, que de forma natural
realiza la energía vital, en los procesos exonerativos. Al producirse los
bloqueos sistemáticos al libre fluir de la energía del centro a la periferia, se
producen alteraciones de las funciones orgánicas.22

Este puede verse en pacientes con reumatismo crónico complicado,


hipertensión arterial grave, enfermedades cardíacas y genitales
graves, diabetes complicada y puede culminar en cáncer. La astenia
es marcada, desproporcionada con los esfuerzos; hay palidez,
anorexia, adelgazamiento sin motivos aparentes, piel con abundantes
nevos y excreciones, así como a lesiones proliferativas. Psiquismo
con ideas fijas y preocupaciones obsesivas por mínimos detalles e
hipocondría. El remedio homeopático que actúa sobre este miasma
es el Carcinosinum.16,23

Agrupación miasmática

Ninguno de estos estados está puro en un solo individuo, generalmente se


manifiestan combinaciones y matices de los tres. Si se elige el
medicamento de acuerdo con la predisposición individual del sujeto y
del medicamento se garantiza una prescripción más cercana
al Simillimum.20-24

La agrupación de los síntomas según el miasma predominante es una


fase del diagnóstico del terreno enfermo que permite la
individualización de acuerdo con la indicación terapéutica para esa
enfermedad particular. Saber cuál es el miasma que se debe tratar
15

precisa si el trastorno predominante en el enfermo presente es


psórico, psicótico o destructivo. Si la afección que aqueja al enfermo
es psórica, solo se tomarán los síntomas psóricos para ser utilizados
como material de trabajo y se seguirá, además, el orden cronológico
de los síntomas, por ejemplo: en un paciente tímido desde niño, pero
que ahora se presenta malhumorado e irritable, se tratará la psicosis
que es su actualidad.25,26

Importancia clínica

En la práctica clínica homeopática, el conocimiento del miasma


predominante es importante para establecer una mejor prescripción
medicamentosa, siempre teniendo en cuenta el orden cronológico de
los síntomas para llegar a la curación y establecer el pronóstico del
paciente.25,26

Si un paciente con manifestaciones principalmente sifilíticas o


destructivas, como la úlcera de estómago, luego del tratamiento
con Simillimum comienza a presentar síntomas alérgicos en la piel,
esto puede interpretarse como un elemento de buen pronóstico
evolutivo, porque a la vez que hace superficiales las manifestaciones
del desequilibrio vital, lo hace a través de síntomas
predominantemente psóricos. Es decir, los síntomas no solo son
manifestaciones de enfermedad, sino que expresan una tendencia
general del organismo que puede ser valorada y apreciada de forma
cualitativa y evolutiva.

Si en un individuo se elimina el eczema y al tiempo le aparece una


úlcera gástrica, puede decirse que el paciente empeoró, pues pasó de
manifestaciones superficiales psóricas a expresar síntomas más
profundos y de una tendencia destructiva; sin embargo, si se trata
con Simillimum a un paciente con una crisis asmática esta cede, pero
aparece un catarro bronquial con intensa secreción, de ahí que se
puede afirmar que la evolución es positiva porque comenzó a
manifestar síntomas más superficiales y de carácter exonerativo.
Toda descarga corporal, ya sea natural o toda secreción que el
organismo elimine, señala un sentido exonerativo y saludable de la
fuerza natural de curación.
16

Los miasmas presentes pueden ser diagnosticados y tratados, lo cual


interfiere su desarrollo y, por tanto, pueden ser contenidos y controlados.25-
27

CONCLUSIONES

El estudio de los miasmas en los casos crónicos ayuda a resolver


dificultades clínicas, en especial a la hora de escoger un
medicamento. Son determinativos porque imprimen de manera
individual la reacción del sistema enfermo, es decir cada enfermedad
pone de relieve las manifestaciones clínicas relacionadas con el
miasma predominante.

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