El equilibrista usa una pértiga para mantener el equilibrio mientras camina sobre una cuerda porque solo una pequeña parte del pie está en contacto con la cuerda, haciendo difícil mantener el equilibrio. La pértiga, agarrada en el centro, ayuda a estabilizar el centro de gravedad del equilibrista en el medio de la cuerda para que pueda caminar con más seguridad.
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El equilibrista usa una pértiga para mantener el equilibrio mientras camina sobre una cuerda porque solo una pequeña parte del pie está en contacto con la cuerda, haciendo difícil mantener el equilibrio. La pértiga, agarrada en el centro, ayuda a estabilizar el centro de gravedad del equilibrista en el medio de la cuerda para que pueda caminar con más seguridad.
Descripción original:
Respuesta a pregunta típica sobre el centro de gravedad en física general 1
Título original
Cómo un equilibrista logra mantener el equilibrio con una pértiga
El equilibrista usa una pértiga para mantener el equilibrio mientras camina sobre una cuerda porque solo una pequeña parte del pie está en contacto con la cuerda, haciendo difícil mantener el equilibrio. La pértiga, agarrada en el centro, ayuda a estabilizar el centro de gravedad del equilibrista en el medio de la cuerda para que pueda caminar con más seguridad.
El equilibrista usa una pértiga para mantener el equilibrio mientras camina sobre una cuerda porque solo una pequeña parte del pie está en contacto con la cuerda, haciendo difícil mantener el equilibrio. La pértiga, agarrada en el centro, ayuda a estabilizar el centro de gravedad del equilibrista en el medio de la cuerda para que pueda caminar con más seguridad.
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¿Cómo un equilibrista logra mantener el equilibrio con una
pértiga?
El equilibrista que camina a lo largo de una cuerda tensa lo hace
sosteniendo una pértiga o garrocha, esta con el fin de mantener el equilibrio. La razón de usar esta pértiga es porque al caminar sobre una cuerda solo una pequeña parte del pie está en contacto con la cuerda lo cual a la hora de caminar sobre ella hace muy difícil el equilibrio; ya que nuestro centro de gravedad a medida que caminamos se mueve un poco hacia la dirección del pie que no se levanta, por ende, la garrocha (agarrada por el centro) y su peso le ayuda a estabilizar su centro de gravedad en el medio, alcanzando así un equilibrio para poder desplazarse con más seguridad. Eso también explica porque cuando éramos pequeños y queríamos mantener el equilibrio por algún lugar elevado y donde apenas cabía nuestro pie (o más pequeño), abríamos los brazos con el fin de mantener nuestro centro de gravedad justo en nuestro medio y poder caminar sin inclinarnos a nuestros lados.