Trabajo Práctico N 6 Texto Argumentativo: Drones: Necesidad de Un Marco Legal

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Trabajo Práctico N 6

Texto argumentativo
 Leer el comentario de fallo atentamente y luego resolver las actividades

Drones: Necesidad de un marco legal

Vaninetti, Hugo A.

Publicado en: Sup. Act. 12/05/2015 , 1 • LA LEY 12/05/2015

Cita Online: AR/DOC/755/2015

Voces

I. Introducción

La constante irrupción de nuevos implementos tecnológicos nos hace reflexionar acerca de los
alcances que éstos pueden tener en cuanto a los beneficios que nos puedan acercar, como así
también si los mismos pueden afectarnos de manera perjudicial.

Teniendo como orientación básica dicha premisa, me abocaré al análisis de los vehículos
aéreos no tripulados, más conocidos en la jerga como "drones".

La proliferación y amplitud de áreas en donde se los pueden emplear, ha derivado en


cuestiones que deben ser tenidas muy en cuenta para su análisis desde la visión jurídica.

II. Definición y características

Un drone (1) es un vehículo aéreo no tripulado, (UAV - Unmanned Aerial Vehicles) también
conocido como VANT. Su manejo se realiza a distancia aunque ya se están observando
experimentos con éste tipo de vehículos con un régimen autónomo (programa de software
específico). Pueden ser propulsados por un motor de explosión o de reacción. Su estadía en el
aire dependerá del tamaño pero pueden ir desde los 45 minutos a las 40 horas. El alcance de
altura máximo puede ir desde por debajo de los 300 metros hasta los que vuelan por encima
de los 20.000 metros, con radios de actuación que pueden ir desde unos pocos metros hasta
los 3.000 kilómetros desde donde se encuentra el operador/piloto. Las mencionadas alturas y
radios que pueden alcanzar los drones siempre estará ligado a qué clase de finalidad persiguen
(los de mayor alcance y altitud son sin dudas los militares y científicos).

También existen gracias a los progresos de la nanotecnología (2), drones experimentales del
tamaño de un ave. La Universidad de Pennsylvania desarrolló para una agencia de Defensa de
EE.UU. un aparato volador del tamaño y figura de un colibrí, que puede imitar su vuelo y tiene
una cámara incorporada que puede registran actividad en espacios reducidos (3).

Los más pequeños pueden ser dirigidos por radiofrecuencia hasta con motores y geo
posicionamiento satelital.

Pueden estar todos dotados de una cámara fotográfica y/o de video de alta resolución,
aparatos para escucha (los hay incluso para intervenir en conversaciones de teléfonos
móviles), sensores térmicos e infrarrojos, GPS, visión nocturna, contar con tecnología para
reconocimiento facial de un individuo entre la multitud, etc.

Entre las características básicas de estos vehículos aéreos no tripulados pueden citarse: Que no
es tripulado como se ha dicho anteriormente, son reutilizables, capaz de mantener un nivel de
vuelo controlado y sostenido.

III. Utilización

Primigeniamente fueron creados para fines militares tanto en misiones de reconocimiento de


terrenos como de ataque y defensa, ya que algunos de los drones pueden llevar misiles y son
muy utilizados por las principales y más modernas fuerzas armadas del mundo.

Desde el primer antecedente de su uso militar que se remonta a la Segunda Guerra Mundial
para guía de artilleros hasta la actualidad, la innovación en éste campo ha sido vertiginosa
pasando el espectro de utilización de los drones desde el campo militar al plano civil y
comercial entre otros.

Aquí mencionaré a continuación solo algunas de las áreas donde se emplean:

- Seguridad y vigilancia de cuerpos policiales (lucha contra la producción y tráfico de


estupefacientes, crimen organizado, toma de rehenes, persecuciones, etc.); control fronterizo,
etc.

- Ámbito Comercial: pueden ser utilizados para el envío de encomiendas y pedidos de compras
que se le hacen a establecimientos comerciales (delivery) (4).

- En labores de lucha contra incendios;


- Inspección de instalaciones de infraestructura, por ejemplo tendido de cables eléctricos
troncales y oleoductos, etc.;

- Para estudios meteorológicos, biológicos (estudio de procesos migratorios de aves,


mamíferos etc.);

- Para fiscalización de los organismos recaudatorios del Estado. Por ejemplo relevar terrenos
que fueron declarados al fisco como baldíos y comprobar si lo son o no o si cuentan con
construcciones y/o mejoras no declaradas, etc. (5).

- Empleo para la agricultura en estudios de humedad, térmicos, control de plagas y estadios de


cultivos etc.;

- Para cine, periodismo televisivo (6), publicidad, etc.;

- Para cometer delitos: Se puede emplear para transporte de sustancias ilegales (7) y hasta
explosivos para actos terroristas.

- Ocio y recreación.

Los drones pueden ser empleados tanto en ámbitos abiertos como cerrados, ejemplo de esto
último, cuando sirven para la vigilancia y monitoreo de complejos industriales, centros
comerciales, hangares, etc.

IV. Los drones y la Organización Internacional de la Aviación Civil (OACI)

El primer documento internacional que prevé la regulación de aeronaves no tripuladas fue el


Convenio sobre Aviación Civil Internacional, firmado en Chicago el 7 de diciembre de 1944 y
enmendado por la Asamblea de la OACI (Doc 7300) en el cual en su art. 8° estipula que:

"Ninguna aeronave capaz de volar sin piloto volará sin él sobre el territorio de un Estado
contratante, a menos que se cuente con autorización especial de tal Estado y de conformidad
con los términos de dicha autorización...."
Posteriormente la Organización Internacional de la Aviación Civil (OACI) (8) emitió la Circular
328 AN/190 del año 2011 la cual se aboca específicamente a los "Sistemas de Aeronaves no
Tripuladas (Unmanned Aerial System-UAS)" a las cuales considera, en dicho documento, como
"un nuevo componente del sistema aeronáutico, que la OACI, los Estados y la industria
aeroespacial se proponen comprender, definir y, en última instancia, integrar."

Mediante dicha Circular se busca proporcionar el marco normativo internacional fundamental


mediante normas y métodos recomendados que no hace sino reflejar una realidad
incontrastable acerca de la importancia y proliferación de éstas nuevas aeronaves dentro de la
actividad aérea.

La OACI establece una serie de propósitos por la cual se ha dictado la Circular 328 entre ellas:

a) Informar a los Estados sobre el surgimiento de la perspectiva OACI respecto de la


integración de los UAS (Sistemas de Aernonaves no Tripuladas) en el espacio aéreo no
segregado (9) y en los aeródromos;

b) Considerar las diferencias fundamentales respecto de la aviación tripulada que dicha


integración entrañará; y

c) Alentar a los Estados a que contribuyan a la elaboración de una política de la OACI sobre los
UAS proporcionando información sobre sus propias experiencias relacionadas con estas
aeronaves.

Reconocen algo fundamental: Que las aeronaves no tripuladas (UA) son, efectivamente,
aeronaves. El hecho de que la aeronave sea tripulada o no tripulada no afecta su condición de
aeronave. Primer punto de partida por lo que necesariamente deberán ser regulados los
drones dentro de la normativa del Código Aeronáutico de nuestro país.

La OACI reconoce asimismo muchas categorías de aeronaves, entre ellas globos, planeadores,
aviones y giroaviones como así también que las aeronaves pueden ser terrestres, marítimas
(hidroaviones) o anfibias y que en cada categoría de aeronave éstas tendrán, reconoce la OACI,
versiones no tripuladas en el futuro.

Los UAS operarán con arreglo a las normas de la OACI que existen para aeronaves tripuladas
así como toda norma especial y específica que encare las diferencias operacionales, jurídicas y
de seguridad entre operaciones de aeronaves tripuladas y no tripuladas. Para integrar los UAS
en el espacio aéreo no segregado y en aeródromos no segregados, deberá haber un piloto
responsable de la operación UAS.
Entre las muchas recomendaciones que establece para los vuelos de los UAS también se
encuentra en dicha Circular de la OACI que el piloto al mando de una aeronave de éste tipo es
responsable de detectar y evitar posibles colisiones y otros peligros.

V. Implicancias jurídicas

El empleo de los drones despierta no solo curiosidad como implemento tecnológico sino que
también plantea inquietudes desde la visión jurídica.

Y allí surge el gran interrogante ¿Qué tanto puede afectar el empleo de los drones en su
funcionamiento derechos de terceros?

Pueden plantearse algunas cuestiones a saber:

A— Daños— Entorpecimiento del tráfico aéreo.

-Los drones dentro de sus usos civil y comercial, pueden ocasionar daños en los bienes y vida
de terceros cuando los mismos desarrollan sus actividades en zonas pobladas o específicas,
como aquellas que se encuentran cercanas a aeropuertos y aeródromos o que impliquen la
vulneración de derechos, como los relacionados a la defensa y seguridad nacional, etc.

Es fácil de imaginar el daño que puede generar la caída de drones sobre una persona o
edificación y las también posible colisiones en el despegue de aviones de mayor envergadura.

La actual normativa de la Autoridad de Aviación Civil (Civil Aviation Authority CAA) la cual se
encarga de regular la aviación civil en el Reino Unido, prohíbe volar drones por encima de los
150 metros sobre áreas edificadas y requiere que los operadores tengan permisos y
demuestren habilidades básicas para pilotar.

También éste tipo de aeronaves pueden ocasionar molestias al tráfico aéreo en zonas de
aeropuertos y aeródromos (10).

En éste sentido el Código Aeronáutico (11) es muy claro al establecer en su art. 218 que "Será
reprimido con prisión de 1 a 6 años, el que ejecutase cualquier acto tendiente a poner en
peligro la seguridad de una aeronave, aeropuerto o aeródromo, o a detener o entorpecer la
circulación aérea.

Si el hecho produjese accidente, la pena será de 3 a 12 años de reclusión o prisión.

Si el accidente causase lesión a alguna persona, la pena será de 3 a 15 años de reclusión o


prisión y si ocasionase la muerte, de 10 a 25 años de reclusión o prisión."

En materia de daños a terceros en superficie deberá estarse en mi opinión a lo establecido en


el Código Aeronáutico en sus arts. 139 y ss. en caso de objetos transportados, y del art. 115 en
adelante referidos a terceros en superficie.

B) Afectación de los derechos a la intimidad, imagen y honor.

-El empleo de los drones puede afectar derechos personalísimos tan importantes como la
intimidad, imagen y honor de las personas. Es fácil de imaginar que una aeronave de éste tipo
puede fisgonear no solo el espacio aéreo de una propiedad sino también el interior de las
construcciones sin que sus habitantes se percaten de su presencia.

Los patios de una propiedad son ámbitos donde su titular, quienes lo habitan y/o acogen
guarda una razonable expectativa de privacidad. Para ello están los cercamientos y todas las
restricciones existentes al dominio como las vistas y luces en propiedades colindantes.

Asimismo hay que señalar que aeronaves de éstas características pueden ser tan pequeñas
como para ver a través de una ventana el interior de un domicilio hasta pueden serlo
extremadamente sofisticados, pudiendo alcanzar una gran altura, y que a su vez pueden
contar con sistemas de vigilancia, detección y grabación de imágenes mediante no solo
cámaras de alta definición, sino que también pueden atravesar muros utilizando sistemas
infrarrojos y calóricos.

Habría fragante violación al art. 1071 bis del vigente Código Civil y de los arts. 52 y 53 del Cód.
Civil y Comercial recientemente aprobado.

Todo lo concerniente a la protección de la intimidad e imagen cuando se empleen drones será


analizado en el próximo acápite.

VI. Derecho a la intimidad, imagen, drones y videovigilancia.


La utilización de drones para videovigilancia y otros implementos (domos de cámaras)
propician debates en torno a si los mismos afectan o no derechos personalísimos, como los
son la intimidad y la imagen u ambos.

Sin dudas que la intimidad de las personas se halla limitada en un ámbito público, pero ello no
obsta a que existan manifestaciones públicas de la vida privada de las personas.

Daniel Harrendorf y German Bidart Campos han expresado que "dentro de la libertad en
singular hay un espacio de libertad que es la intimidad o privacidad; sus conductas
autorreferentes, es decir, referidas solamente a mí en cuanto no inciden sobre terceros
perjudicándolos (o no ofendan el orden, la moral pública, la salud publica etc.), evaden la
intromisión del Estado y de terceros. Mi intimidad no es solamente aquello que no se percibe
ni se puede percibir o conocer por otros; no es solo lo que yo hago u omito en mi domicilio a
puertas cerradas y en soledad; también se halla dentro de mi intimidad una serie de conductas
que los terceros conocen, ve, perciben y no por esa especie de notoriedad pública dejan de ser
conductas privadas; así quitarme el sombrero delante de un templo de mi religión es signo de
referencia es una acción alojada en mi intimidad no obstante que los demás toman noticia de
ello; manifestar cual es mi creencia religiosa, vestirme a mi gusto, usar o no barba, dejarme el
cabello corto o largo, pintarme o no los labios, sentarme en el banco de una plaza, son
conductas privadas. La intimidad se retrae de la intrusión del Estado y de mi prójimo" (12).

German Bidart Campos ha expuesto que debe "quedar en claro que el mero hecho de que una
conducta mía se exteriorice no significa (por la sola exteriorización) que esa conducta deje,
acaso, de ser una acción privada". Y agrega que le asigna "a la privacidad una órbita y una
elasticidad mucho mayores que la que suponen quienes solo catalogan como acciones
privadas a las que no se exteriorizan o a las que se mantienen en la interioridad del hombre"
(13).

Mientras tanto Néstor Pedro Sagüés distingue entre tres tipos de conductas en orden a
diferenciar lo privado de lo público.

Dicho autor señala que las acciones privadas externas son los comportamientos de todo
individuo que trasciende al sujeto que las realiza y, por lo tanto, son conocidas por los demás;
pero que no interesan al orden y a la moral pública, ni causan un perjuicio a terceros, no
afectando al bien común. Estas acciones privadas externas las diferencia de aquellas
meramente privadas y de las acciones públicas (14).

Se conoce que todo derecho no es absoluto sino que está limitado en pos de la vigencia de
otros, pero indudablemente esa limitación no puede ser de tal extremo que importe confinar
la propia esencia de los derechos.
El sentirse avasallado, aun en espacios públicos en cuanto a las manifestaciones externas de la
intimidad de una persona puede importar, en mi criterio, una afectación a este derecho
personalísimo cuando se desvía de los fines lícitos.

El fin último y lícito que tiene cualquier sistema de videovigilancia, sea a través de drones o
domos de cámaras es la protección de bienes y valores, reconocidos por un ordenamiento
legal.

Así entonces, la seguridad a la propia vida por ejemplo, se torna en más que necesaria e
imprescindible en este orden de ideas, para poder luego, por ejemplo, disfrutar del derecho a
la intimidad u otros porque, como lo señala María Angélica Sánchez del Río, "el derecho a la
vida es antológicamente superior a los demás derechos y ocupa el primer lugar entre los
derechos humanos, pues los restantes sin vida se tornarían írritos". Y prosigue en esta línea
argumental "Todo atentado contra la vida importa al mismo tiempo un atentado contra todos
los derechos humanos básicos porque su ausencia impide que los mismos se concreten". "Los
restantes derechos humanos son existencialmente no autónomos pues necesitan un sujeto de
inhesión de carácter autónomo, al que, como sostiene MASSINI Correas, cualifican y
perfeccionan." (15).

La videovigilancia mediante drones sin dudas posibilitaría como medio llegar a esos fines
(protección del valor supremo a la vida y por consiguiente a los otros derechos de una
persona), siempre y cuando la misma se lleve a cabo en la práctica de forma licita (regulada
por una ley y sobre la base de los procedimientos que la misma dispone), sin intromisiones
abusivas ni desvíos a ese fin propuesto.

Sin dudas que la seguridad está dentro de las cuestiones que más preocupan a individuos de
países como el nuestro, y en pos de lograrla se puede llegar a extremos en donde se restrinjan
aún más derechos esenciales, porque peligrosamente puede primar la idea de que para lograr
un mayor grado de seguridad, los individuos deben conformarse con poseer menos libertad.
Limitación absolutamente peligrosa, si so pretexto de seguridad se lleva a extremos de socavar
derechos humanos esenciales.

Los avances en materia de grabación y resguardo de imágenes han sido vertiginoso, y que, a la
vez que todo está fusionado con la informática, hace que se potencie aun mas sin dudas la
peligrosidad de tales prácticas ante un mal uso de este conjunto de tecnologías.

En materia de videovigilancia es sumamente importante determinar quienes pueden ser los


que capturan éstas imagnes, ya sea el propio Estado y sus fuerzas de seguridad, pasando por
empresas que brindan estos servicios o simples particulares, como se deben resguardar esas
imágenes y durante qué tiempo, como prever y evitar los posibles desvíos y extralimitaciones a
los fines propuestos, etc..

Muy importante es traer a colación en el análisis de ésta cuestión, el Dictamen 4/2004 (16)
(Unión Europea: Grupo del art. 29 sobre protección de datos), relativo al tratamiento de datos
personales mediante vigilancia por videocámara donde se vislumbra la preocupación ante este
tema al señalar lo siguiente:

"La proliferación excesiva de sistemas de captación de imagen en zonas públicas y privadas no


deberá traducirse en la imposición de restricciones injustificadas a los derechos y libertades
fundamentales de los ciudadanos; de lo contrario, los ciudadanos podrían verse obligados a
someterse a procedimientos desproporcionados de recogida de datos que permitirían su
identificación masiva en diversos lugares públicos y privados."

Pueden existir posibles desviaciones a los fines lícitos cuando se trata de videovigilancia por
parte del Estado cuando se hace sin control o desviándose de dichos fines como muy
certeramente lo señala Tulio Lima Vianna al analizar esta cuestión y a cuyo concepto adhiero al
decir éste autor que "las cámaras no grabarían solamente crímenes o escenas cotidianas, sino
huelgas, manifestaciones políticas y una serie de amenazas los intereses de quien, más tarde,
tuviera la posesión de estas cintas y la capacidad de analizar y juzgar las conductas en ellas
filmadas. De ahí, al control ideológico y a la represión política so pretexto de reprimir la
criminalidad no resta mucho." (17).

La idea es que puedan coexistir ambos extremos, seguridad por un lado y derechos y libertades
individuales por el otro, sin desnaturalizar a los segundos en pos de asegurar lo primero,
siempre y cuando se respeten garantías y procedimientos legales para ello, por lo cual
necesariamente se impone regular la actividad de los drones también en cuanto a su
implementación como herramienta de vigilancia en materia de seguridad pública.

VII. Necesidad de un marco normativo

Su aparición plantea interrogantes que fueron esgrimidos en éste trabajo como también otros,
como sucede con el desafío que representará la integración de éstas aeronaves a los
aeropuertos tradicionales para realizar operaciones en los mismos, o directamente crear
aeropuertos específicos para las aeronaves no tripuladas.

Otro planteo es el de tratar de congeniar en un mismo espacio aéreo la actividades de ambos


tipos de aeronaves (tripulados o sin tripulante) para evitar accidentes.
Otro gran reto será regular estrictamente a éstos drones cuando sean capaces de trasladar a
personas en un futuro no muy lejano y la OACI es consciente de esto puesto que se prevé que
dentro de unos 10 a 20 años podrían estar disponibles aviones operados en forma remota del
mismo tamaño que un Boeing 737 comercial.

Surge a todas vistas necesario dotar de un marco normativo que regule la actividad de los
drones

En los EE.UU luego de la sanción de diversas Directivas que regulan el empleo de los drones,
como el caso de que solo se permite el vuelo de drones empresariales tras recibir una
aprobación especial, y el de recreacionales a una determinada altura (121 metros) y lejos de
aeropuertos, se ha optado por elaborar un proyecto de ley el cual iniciará un largo recorrido al
ser puesto para su debate público. Se prevé que su posible sanción sea para el año 2017.

La propuesta normativa esta en cabeza de la Administración Federal de Aviación (FAA) (18)


que entre sus puntos más relevantes establece que los drones de hasta 25 kilos se obligaría a
los pilotos a tener al menos 17 años y recibir un certificado de conocimiento aéreo
eximiéndolos de pasar una prueba médica o acumular horas de vuelo en un simulador.
Establece que las empresas que empleen drones para sus servicios solo podrían hacerlo
durante horas diurnas y sin sobrevolar aglomeraciones, a una velocidad y altura máxima de
160 kilómetros por hora y 152 metros, y el piloto o un observador designado tendría que
poder mantener en todo momento contacto visual con el aparato.

Paralelamente se dictó una nueva Directiva en cuanto a la exportación de drones para fines
militares a países aliados construidos en los EE.UU donde se establece la prohibición de su uso
en espionaje ilegal y contra la población civil.

En nuestro país, mediante la resolución N° 41/2015 de la Administración Nacional de Aviación


Civil (ANAC) (19) se declaró abierto el Procedimiento de Elaboración Participativa de Normas
respecto del Proyecto de Reglamento Provisional de los Vehículos Aéreos No Tripulados
(drones) (20) (21).

Establece este Proyecto que la autoridad competente para regular y fiscalizar las actividades
que desempeñen los drones será la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) dentro
del territorio de la República Argentina, sus aguas jurisdiccionales, el espacio aéreo que lo
cubre y los espacios aéreos extraterrestres cuando por convenios internacionales se acuerde
que dichos espacios se encuentren bajo jurisdicción de nuestro país.

Establece una clasificación de los drones en: Autónomos (vehículo aéreo no tripulado que no
permite la intención del piloto en la gestión de vuelo); vehículo aéreo no tripulado (vehículo
aéreo destinado a volar sin piloto a bordo); vehículos aéreos piloteados a distancia (vehículo
aéreo que no lleva a bordo un piloto a los mandos) y sistema de vehículos aéreos piloteados a
distancia (conjunto de elementos configurables integrados por un vehículo aéreo piloteado a
distancia, sus estaciones de piloto remoto conexas, los necesarios enlaces de mando y control
y cualquier otro elemento de sistema que pueda requerirse en cualquier punto durante la
operación de vuelo).

Por sus características los drones son clasificados por el proyecto de Reglamentación del ANAC
en: Pequeños (hasta 10 kilogramos peso vacío; medianos (de 10 hasta 150 kilogramos vacío) y
grandes (de más de 150 kilogramos de peso vacío)

Entre sus aspectos más relevantes dicho proyecto de reglamento establece que los vehículos
aéreos piloteados a distancia y los sistemas de vehículos aéreos piloteados a distancia no
podrán volar a menos de 200 metros de áreas residenciales, urbanizaciones, viviendas aisladas,
rutas y/o autopistas y reuniones públicas al aire libre y a 1 kilómetro de pueblos o ciudades en
ambos casos excepto cuando previamente se hubiera obtenido autorización de la autoridad
aeronáutica (art. 17). Deberán los drones contar con una visibilidad directa y continua dentro
de un rango que no exceda los 500 metros entre los drones y la estación de piloto remoto (art.
16). Los drones podrán volar hasta 400 pies sobre el nivel del terreno (art. 7°) ni podrán hacer
vuelos acrobáticos, salvo autorización expresa de la autoridad (art. 20).

En su art. 24 expresamente se prohíben las operaciones de cualquier tipo y finalidad de los


vehículos aéreos autónomos.

Queda prohibida la operación de vehículos aéreos piloteados a distancia y sistemas de


vehículos aéreos piloteados a distancia en espacios aéreos controlados o en áreas de influencia
de un aeródromo excepto que previamente se haya obtenido una autorización especial del
prestado de servicio de tránsito aéreo o del Jefe del Aeródromo respectivo conforme a las
previsiones de la reglamentación. (Art. 6).

Importante es el art. 14 que establece la obligatoriedad de contratar por parte de los


propietarios u operadores de vehículos aéreos piloteados a distancia o sistema de vehículos
aéreos piloteados a distancia de un seguro de responsabilidad por los daños a terceros que
pudieran ocasionar en su operatoria. No podrán circular a menos que acrediten tener dicho
seguro. Las coberturas de riesgo no podrán ser inferiores a las establecidas para aeronaves en
el art. 160 del Cód. Aeronáutico.

En su art. 31 se establece que en el caso de los vehículos aéreos piloteados a distancia y los
sistemas de vehículos aéreos piloteados a distancia es el piloto a los mandos el responsable de
su conducción y maniobras.
Los drones no podrán transportar personas, y cargas sólo cuando fuera imprescindible para
realizar la actividad que se hubiera autorizado previamente. (Art. 22). O sea que por ahora la
normativa no prevé lo que si hace la OACI para el futuro no muy lejano, y que es el transporte
de personas.

Existirá un registro especial, organizado y administrado por el Registro Nacional de Aeronaves


en donde deberán estar registrados todos los usuarios de drones (art. 25). Los drones que sean
piloteados a distancia deberán contar con una placa de identificación inalterable (art. 26).

Los usuarios deberán contar con una licencia o autorización de la ANAC cuando el drones
supere los diez kilos de peso.

Para formar parte de una tripulación remota de un drone deberán estos contar con los
siguientes requisitos según el art. 27 del Proyecto de Reglamento, a saber:

1) Ser mayor de edad;

2) Contar con aptitud psicofísico certificada por un hospital público conforme a las
especificaciones que establezca la autoridad aeronáutica;

3) Acreditar el conocimiento de la normativa aeronáutica de aplicación a la especie de


operación que pretende realizar e idoneidad para operar en forma segura el tipo de drones
para el cual solicita autorización.

El proyecto de Reglamento del ANAC prevé la operación del vehículo aéreo piloteado a
distancia o del sistema de vehículo aéreo piloteado a distancia para ser empleados con fines
destinados a la diversión, esparcimiento, placer o pasatiempo o con fines terapéuticos y sin
otra motivación. A su vez es categórico al establecer que no se consideran con un uso
recreativo o deportivo los drones cuando éstos son utilizados para la fotografía, filmación u
observación no consentida de terceros o de sus bienes y pertenencias. En cuanto a esto último
nos encontramos frente a un axioma en toda herramienta tecnología: No importa que los
drones tengan capacidad para llevar artilugios para la captura de imágenes, sino de los desvíos
en cuanto a la finalidad que pueda acarrear su empleo. La cuestión de la captura de imágenes
no consentidas es sumamente delicada en atención a la potencial afectación de los derechos
personalísimos a la imagen e intimidad de las personas en cuanto al empleo de los drones. De
acaecer esto, nuestro ordenamiento jurídico cuenta con las herramientas legales, llegado el
caso, para reparar el daño ocasionado como ya fuera explicitado anteriormente en el presente
trabajo.
También entiendo que más allá de éste proyecto de Reglamento se deberá regular la actividad
de los drones cuando sean empleados para vigilancia, puesto que existen derechos
personalísimos que deben ser protegidos convenientemente.

(1) (1) La palabra dron (plural drones) puede considerarse una adaptación válida al español del
sustantivo inglés drone (literalmente zángano), con el que se designa a diversos tipos de
vehículos aéreos no tripulados. Fuente: http://www.fundeu.es/recomendacion/dron-
adpatacion-al-espanol-de-drone/

(2) (2) La nanotecnología trabaja con materiales y estructuras cuyas magnitudes se miden en
nanómetros, lo cual equivale a la milmillonésima parte de un metro. Definición de
nanotecnología — Qué es, Significado y Concepto
http://definicion.de/nanotecnologia/#ixzz3HTV4Wb1C.

Actividades
1- Leer el texto jurídico y extraer la idea central del mismo
2- Determinar qué tipo de texto es. Fundamente su respuesta.
3- Marcar 5 recursos propios del texto
4- Extraer los argumentos que utiliza el autor para fundamentar su tesis
5- Marcar la Tesis del texto
6- Elaborar un resumen
7- Elaborar un cuadro que grafique los argumentos y la tesis del texto
8- Presentar dos argumentos nuevos sobre la utilización de drones.
9- Redactar un texto argumentativo, con una tesis clara sobre el tema.

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