Predica y Practica

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 59

PREDICA Y APLICA

Pensamiento de la semana:
Hebreos 4:12.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y
más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.

Texto: Santiago 1:19-27 Stg 1:19 Por esto,


mis amados hermanos, todo hombre sea
pronto para oír, tardo para hablar, tardo
para airarse;
Stg 1:20 porque la ira del hombre no obra
la justicia de Dios.
Stg 1:21 Por lo cual, desechando toda
inmundicia y abundancia de malicia,
recibid con mansedumbre la palabra
implantada, la cual puede salvar vuestras
almas.
Stg 1:22 Pero sed hacedores de la palabra, y
no tan solamente oidores, engañándoos a
vosotros mismos.
Stg 1:23 Porque si alguno es oidor de la
palabra pero no hacedor de ella, éste es
semejante al hombre que considera en un
espejo su rostro natural.
Stg 1:24 Porque él se considera a sí mismo,
y se va, y luego olvida cómo era.
Stg 1:25 Mas el que mira atentamente en la
perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino
hacedor de la obra, éste será
bienaventurado en lo que hace.
Stg 1:26 Si alguno se cree religioso entre
vosotros, y no refrena su lengua, sino que
engaña su corazón, la religión del tal es
vana.
Stg 1:27 La religión pura y sin mácula
delante de Dios el Padre es esta: Visitar a
los huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones, y guardarse sin mancha del
mundo.
Introducción:
hay un refrán O un dicho muy famoso
“predica, pero no aplica O no practica; y se
usa mucho para maestros de colegio,
médicos, y aun Pastores o personas
cristianas; que enseñan a otros o aconsejan
de cómo deben actuar y vivir en ciertas
áreas de la vida.
Pero en muchos casos son confrontados
porque su enseñanza está en contra de su
estilo de vida.
“ejemplo el medico que aconseja a comer
sano y tiene sobre peso, o el que aconseja
que el cigarrillo hace daño y fuma”.
“El maestro que enseña a respetar y habla
grosería” etc…… muchos ejemplos hay.
Vamos entonces amados hermanos a
Santiago 1:19
"Por esto, mis amados hermanos, todo
hombre sea pronto para oír, tardo para
hablar, tardo para airarse"
Y entramos ahora, a una parte de esta
epístola en la que el apóstol Santiago trata
en gran detalle, la vida del creyente.
La forma de comenzar el párrafo, diciendo:
Por esto, mis amados hermanos, indica que
se acercan conclusiones prácticas para
todos los hijos de Dios.
Y continuó diciendo todo hombre sea
pronto para oír.
¿Para oír qué?
Por supuesto, para oír la Palabra de Dios.
Después que usted ha sido engendrado por
la Palabra de Dios, (habiendo comenzado
una nueva vida); usted no ha terminado,
sino, más bien, ha comenzado una relación
con Dios.
Y entonces, tiene que crecer
espiritualmente por Su Palabra.

Entonces ahora tenemos algo que es vivo,


poderoso y más agudo que una espada de
doble filo; como nos dice en Hebreos en
su capítulo 4, versículo 12. (la palabra
de Dios)

Por otra parte, el apóstol Pablo escribió en


su primera carta a los Corintios, capítulo 2,
versículo 14: Pero el hombre natural no
percibe las cosas que son del Espíritu de
Dios, porque para él son locura; y no las
puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.
Sin embargo, como hijos de Dios, en
nosotros está habitado el Espíritu de Dios,
es decir, tenemos Su presencia en nosotros
mismo, y Él quiere enseñarnos la Palabra
de Dios.

Es extraordinario pensar en que el Creador


de este universo y el Redentor de los
pecadores perdidos, quiere hablar con
nosotros.

Por ello el apóstol Santiago dijo en primer


lugar, al iniciar esta sección tan práctica,
todo hombre sea pronto para oír, es decir,
que permanezca alerta, que esté atento,
dispuesto a escuchar lo que Dios tiene que
decirle.
El versículo 19 continúa diciendo:
tardo para hablar.
Dios nos dio dos oídos y una boca, y debe
haber una razón muy determinada para
ello.

Dios dijo aquí a través del apóstol Santiago,


que debemos ser prontos para oír, y tardos
(o lentos) para hablar.
Ejemplo:
(Se cuenta una experiencia que Sócrates, el
filósofo y maestro, tuvo con un joven que le
trajeron para que entrase en su escuela.
Cuando se lo presentaron a Sócrates, antes
de que éste pudiera siquiera pronunciar una
palabra, el joven comenzó a hablar y
continuó por unos diez minutos.
Finalmente, cuando el joven terminó de
hablar, Sócrates le dijo: "Yo lo aceptaré
como estudiante, pero le voy a tener que
cobrar el doble". Y el joven le respondió:
"¿Por qué me va a cobrar el doble?"
Entonces Sócrates le respondió: "Bueno, en
primer lugar, voy a tener que enseñarle a
controlar su lengua y después, tendré que
enseñarle a usarla". )

Recordemos entonces este consejo tan sabio


del apóstol Santiago, de que seamos
Prontos para oír, tardos (o lentos) para
hablar.

Los creyentes tendrían que ser muy


cuidadosos para no revelar su ignorancia de
la Palabra de Dios. Escuchémosle a Él.
Quizás aun alguien diga que el Salmo 107
dice, hablando del Señor: Alabad al Señor,
porque él es bueno, porque para siempre es
su misericordia. Díganlo los redimidos del
Señor.

Sí, es cierto, siempre y cuando tengamos


prudencia, delicadeza y seamos cuidadosos
con lo que expresamos en público.

El versículo 19 continúa diciendo, de


parte de Dios, que seamos tardos o lentos
para la ira.

Lamentablemente, muchos discuten acerca


de la religión y pierden el control de su
carácter, es decir, que pierden los estribos.

Es bueno tener convicciones firmes sobre la


Palabra de Dios y sobre la fe cristiana, pero
uno no debe comenzar a luchar contra
todos aquellos que están en desacuerdo con
uno.
Después de todo, amado hermano usted ni
yo tampoco tenemos toda la verdad.
Además, La Escritura nos dice que debemos
ser tardos para airarnos.

Y nunca deberíamos olvidar el consejo que


el apóstol Pablo les dirigió a los Efesios en
su carta, capítulo 4, versículo 15,
donde exhortó a sus lectores a seguir la
verdad en amor.

Estas palabras constituyeron una regla de


oro para dar testimonio de nuestra fe y para
exponer la verdad del Evangelio a aquellos
que no están de acuerdo con nosotros.
Amado hermano, hay muchos creyentes que
no se comportan de manera digna de su
profesión, con temperamentos
incontrolables que dañan su testimonio
tanto como cualquier otro factor negativo
de su vida podría hacerlo.

Es decir que la gracia de Dios no puede


vivir con cierta gente con la cual jamás
nadie podría vivir.

Ahora, el versículo 20, de este primer


capítulo de la epístola de Santiago, dice:
"Porque la ira del hombre no obra la justicia
de Dios."
La ira del hombre es contraria a la voluntad
y obra de Dios.
Este es el motivo por el cual no deberíamos
discutir sobre religión.

Nunca hemos encontrado a personas que


estén de acuerdo con nosotros en un 100
por ciento o con quienes estemos de
acuerdo en el mismo porcentaje.

Pero esa no es ninguna razón por la cual


nosotros debamos enfadarnos con tales
personas o evitar el trato con ellas.

Uno podría decir que la única persona con


la cual está de acuerdo al cien por ciento, es
con uno mismo.
El apóstol Santiago dijo Porque la ira
del hombre no obra la justicia de
Dios.

Quizá usted se sienta enfadado porque se


considera un defensor de la fe, y algo por el
estilo;

Pero hermanos, la ira humana


sencillamente no produce la vida justa que
Dios quiere.

No se engañe a sí mismo pensando que


usted se enfada por amor a Dios, porque Él
no se enfada así.

Su Plan maravilloso se fundamenta en


salvar a las personas.
el versículo 21 de este capítulo 1 de la
epístola de Santiago, dice:
"Por lo cual, desechando toda inmundicia y
abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la palabra implantada, la
cual puede salvar vuestras almas."

También debemos destacar que se dice que


debemos desechar toda inmundicia, es
decir, que debemos despojarnos de toda
impureza de la naturaleza carnal.

Y añadió que debemos desechar toda


abundancia de malicia.

Continúa diciendo el versículo recibid con


mansedumbre la palabra implantada.
En otras palabras, debemos recibir la
Palabra de Dios.
Creemos que esta Palabra es el mejor
preventivo contra los pecados de la
naturaleza humana carnal.

Un predicador dijo en cierta ocasión:


"El pecado le apartará a usted de la Biblia, o
la Biblia le apartará a usted del pecado".
Esta fue una declaración muy acertada.
Y finaliza el versículo diciendo de la
Palabra de Dios, la cual puede salvar
vuestras almas.

Ahora, el apóstol Santiago les estaba


hablando a aquellos que habían sido salvos.
Nosotros hemos recibido la Palabra
implantada.
La Palabra nos ha traído la salvación, pero
tenemos una vida que vivir como creyente.
La salvación se expresa en tres
tiempos:
Yo he sido salvo (tiempo pasado).
Yo estoy siendo salvo (tiempo presente).
Y seré salvo (tiempo futuro).

El apóstol Santiago estaba hablando aquí de


la salvación en el tiempo presente.

Ahora podemos decir; que Dios prueba por


la Palabra, no por palabras humanas
El hijo de Dios nunca puede apartarse de la
Palabra de Dios.
Cada hijo quiere oír la voz de su padre,
especialmente si es una voz de consuelo, así
como de corrección.

Alguien que no esté interesado en la Palabra


de Dios o que no permanece cerca de ella, si
es un hijo de Dios, va a meterse en
problemas.)

Leamos entonces este versículo 22:


"Sed hacedores de la palabra y no tan
solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos."
Usted y yo vivimos en un tiempo en el que
tenemos muchas traducciones de la Biblia,
que se están multiplicando cada año.
Descubrimos que muchas de estas
traducciones, realizadas hace ya muchos
años, necesitan ser actualizadas desde el
punto de vista del idioma, que está en
constante cambio y evolución, y también
necesitan ser confrontadas con los mejores
manuscritos disponibles en los idiomas
originales.

De todas formas, debemos decir que


necesitamos una nueva traducción.

Y se sorprenderá usted cuando digamos que


cualquier cristiano puede preparar esa
nueva traducción.

Usted mismo puede producir esa nueva


traducción de la Biblia.
y usted dirá como;
a pesar de nuestras limitaciones, que
pueden ser muchas, aún es posible que
usted y yo preparemos la mejor traducción
de la Biblia que jamás ha sido editada.
Amén
¿Y sabe usted cuál es el nombre de esa
traducción? Se conoce como la "traducción
de los hacedores".

Y su nombre tan peculiar proviene de estas


palabras del apóstol Santiago Sed hacedores
de la Palabra.

Es así que es una buena traducción, una


traducción de los hacedores.
Se trata de presentar vidas que llevan esa
Palabra a la práctica, que la ponen en
práctica en la vida diaria.

El apóstol Pablo expresó el mismo


pensamiento en una forma un poco
diferente, cuando dijo en su Segunda
epístola a los Corintios, capítulo 3,
versículos 2 y 3: Nuestras cartas sois
vosotros, escritas en nuestros
corazones, conocidas y leídas por
todos los hombres. Y es manifiesto
que sois carta de Cristo expedida por
nosotros, escrita no con tinta, sino
con el Espíritu del Dios vivo; no en
tablas de piedra, sino en tablas de
carne del corazón. Amén
El mundo hoy no está leyendo la Biblia,
pero sí está leyendo la vida suya y la mía.

Los hombres leen lo que usted dice, sea


cierto o no.

Desde el versículo 22 hasta el versículo 25


tenemos un párrafo en el cual vemos que
hemos llegado al verdadero pragmatismo
del apóstol Santiago.

En el versículo 22 de este primer


capítulo de la epístola de Santiago,
encontramos las "demandas de la
Palabra".
Después, en los versículos 23 y 24,
vemos el "peligro de la Palabra",
y finalmente, en el versículo 25, el
"designio de la Palabra".

Aquí en el versículo 22, tenemos los


imperativos, o las demandas de la
Palabra.

Leamos una vez más este versículo


22: Sed hacedores de la palabra y no tan
solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos.

Aquí tenemos un elemento acerca de la


Palabra de Dios que, en realidad, lo hace
diferente de cualquier otro libro.

Hay muchos libros que hoy usted puede leer


para recibir información, conocimiento,
para estimularlo intelectualmente, para que
le sirvan de inspiración espiritual, para que
le entretengan a usted.

Pero, la Palabra de Dios es diferente, y esa


es probablemente la razón por la cual no es
tan popular como otros libros.

Demanda acción; al decir Sed hacedores de


la Palabra, y no tan solamente oidores;
Requiere atención.

El Señor Jesús dijo en el Evangelio de Juan


capítulo 7, versículo 17: El que quiera
hacer la voluntad de Dios, conocerá si la
doctrina es de Dios o si yo hablo por mi
propia cuenta.
Así que la Palabra de Dios requiere acción.

Bien dice el Salmo 34:8, Gustad y ved que


es bueno el Señor. Dichoso el hombre que
confía en Él.

Usted puede leer historia, pero ésta no


le pedirá a usted nada.
Usted puede leer literatura, pero en ella
no hay ningún imperativo, no hay
declaraciones ni explicaciones, aunque
puede tener una lección que enseñar que
podría o no haber estado en la mente del
autor.

Usted puede leer ciencia, pero ésta no le


presentará ninguna clase de demanda.
Descendiendo ya a un nivel más familiar,
diremos que usted puede leer un libro
de cocina, que le presentará varias recetas,
pero en el libro no se hace allí ninguna
demanda para que usted cocine esto o
aquello.

En cambio, la Palabra de Dios es un


mandamiento.
Es como una trompeta.
Es un llamado a la acción.

Y el apóstol Juan, dijo en su primera


epístola, capítulo 3, versículo 36: El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el
que se niega a creer en el Hijo no verá la
vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
El mensaje del Señor Jesucristo fue
(1) "arrepentíos",
(2) Su segundo mensaje, "venid a
mí", y (3) el tercero: "Creed".

Es evidente que la Palabra de Dios,


amado hermano demanda creer.
Toda la propaganda que uno observa en la
actualidad contiene elementos de mucha
presión, de demanda.
Se utiliza en la radio y en la televisión, en
vallas publicitarias, así como también en
revistas y periódicos.

Pero la Palabra de Dios dice que usted va a


morir en sus pecados si no se vuelve a
Cristo.
Y hablando de grandes presiones, ¡ésta sí
que es presión intensa!

La Palabra de Dios dice:


He aquí ahora es el tiempo propicio;
he aquí, ahora es el día de salvación
(como podemos leer en la segunda
carta a los Corintios 6:2). Y en el
mismo sentido se expresó el Salmo
95:7 y 8 diciendo; Si oís hoy su voz, no
endurezcáis vuestro corazón.

Creemos que uno de los fracasos más


grandes de la iglesia de los años recientes,
se encuentra precisamente en esta área.
Después de la segunda guerra mundial, el
mundo occidental salió de los refugios
contra las bombas y se dirigió a la iglesia,
impulsado por el temor a las bombas, no
por el temor de Dios.

El número de los que se hicieron miembros


de la iglesia, y la asistencia a la iglesia, se
elevaron notablemente.

Y el que era Pastor en esa época podía ver


una iglesia llena.
Eso fue algo extraordinario.

Pero al mismo tiempo, aumentó la


inmoralidad y la desobediencia a las leyes
en un cien por ciento. La embriaguez y la
delincuencia juvenil aumentaron.
Y en las vidas de los cristianos se produjo la
ruptura de la línea de separación de los
criterios y valores del mundo.

¿Qué había sucedido?


La iglesia había estado difundiendo la
Palabra de Dios en la voz pasiva; la había
estado proclamando en el modo subjuntivo,
pero Dios la había comunicado
originalmente en el modo imperativo.
Modo subjuntivo: es aquel que
expresa la acción como una
posibilidad. En este caso no realizan
efectivamente las acciones
expresadas por el verbo, sino que
desean realizarlas o piden a otra
persona que se lo hagan
Modo imperativo; es un modo verbal
con que se ordena hacer algo
(ordenes, solicitudes, ruego deseos).

Nos olvidemos que la Biblia con cubierta de


piel o cuero, necesitaba un par de zapatos
que la acompañaran.

Así que la memorización de las Sagradas


Escrituras es buena, pero la Palabra
también requiere acción.

Volvemos nuevamente a la frase Sed


hacedores de la Palabra.

El imperativo que tenemos aquí es, en


realidad, para el hijo de Dios, que ha nacido
de nuevo espiritualmente.
Dios no le está pidiendo a una
persona no salva que haga algo,
excepto una cosa, que no es
realmente "hacer", sino "creer".

Como vemos en Juan 6:28 y 29, cuando la


gente vino al Señor Jesús y preguntó: ¿Qué
debemos hacer para poner en práctica las
obras de Dios?
Él les respondió: Esta es la obra de Dios,
que creáis en aquel que él ha enviado.
En lo que a Dios se refiere, "hacer", para los
que no son salvos, equivale a "creer en
Cristo". Dios no les está pidiendo a los no
salvos nada en absoluto; Dios quiere
decirles que Él ya ha hecho algo.
Hermanos, Dios no estará pidiendo nada de
nosotros hasta que no nos conviertamos en
Su hijo.

Pero a aquellos de nosotros que nos


hemos convertido en hijos de Dios, Él
nos dice: Sed hacedores de la palabra
y no tan solamente oidores,
engañándoos a vosotros mismos.

El oír la Palabra de Dios, amados


hermanos; llevará a pasar a la acción a
aquellos que son Sus hijos.
No conducirá a aprender algo a fuerza de
repetirlo, ni una acción ritual o habitual: no
le llevará a la monotonía, o a la rutina.
La intención de la Palabra de Dios, es
producir una acción creativa, una
actuación productiva, una vida
emocionante, y una experiencia
apasionante. Amén.

Si estamos motivados por un deseo interior


y estamos disfrutando de un vivir lleno del
Espíritu, entonces, usted y yo podemos salir
a practicar cualquier deporte y disfrutarlo,
así como también disfrutar de un estudio de
la Palabra. Amén...

En la frase en la que se nos aconseja a ser


no tan solamente oidores de la Palabra,
diremos que existe una diferencia entre ser
un estudiante en una clase y un oyente.

EJEMPLO:
Por lo general, los profesores tienen más
problemas con los que asisten a la clase
como oyentes, que con los estudiantes
matriculados. La diferencia es que los
oyentes nunca tienen que tomar un examen,
nunca tienen que tomar una clase de
preparación, nunca tienen que preparar un
trabajo escrito, nunca tienen que estudiar
nada, simplemente se sientan en la clase. Y
como no han cumplido ningún requisito, no
recibirán un diploma. No han hecho nada,
solo sentarse allí en la clase.

Ahora en la vida cristiana, la fe conduce a la


acción.
la fe nos hará más que un oyente.

Si solo seguimos siendo oidores y no


hacedores, continúa diciendo el
versículo 22, estaremos
engañándonos a nosotros mismos.
El autoengaño, el engañarse a sí mismo, es
muy lamentable; sería una de las peores
cosas que uno podría hacer.

El apóstol Juan dijo en su primera


carta, capítulo 1 y versículo 8, que
aquellos que dicen que no tienen pecado en
sus vidas, no engañan a nadie, sino solo a sí
mismos.

Es muy fácil caer en la trampa de


racionalizar nuestro pecado, y de
racionalizar nuestra inactividad.
En los versículos 23 y 24 tenemos "el
peligro de la Palabra".
Leamos entonces el versículo 23 de este
primer capítulo de Santiago.
"Si alguno es oidor de la palabra pero no
hacedor de ella, ése es semejante al hombre
que considera en un espejo su rostro
natural"

El espejo es un objeto interesante, y es


usado aquí como una figura de la Palabra de
Dios.

Cuando usted mira a un espejo, ve un


reflejo de sí mismo, es decir, que se ve tal
como realmente es.

La Palabra de Dios actúa de la misma


manera y le dice a usted lo que
verdaderamente es.
Amado hermano, la Palabra de Dios le
revelará exactamente lo que usted es.

Leamos este versículo 23 otra vez:


Si alguno es oidor de la palabra pero no
hacedor de ella, ese es semejante al hombre
que considera en un espejo su rostro
natural.

EJEMPLO:
En opinión de algunos, en este versículo
debería decir "mujer". Una mujer
generalmente lleva un pequeño espejo con
ella, para asegurarse de que su cabello y
maquillaje se mantienen en buen estado.
¿Pero qué diremos de los hombres? ¿Se
miran ellos a los espejos? La verdad es que
son tan vanidosos como las mujeres. Un
hombre quiere asegurarse que su corbata se
mantiene recta y centrada con la camisa, y
de que no se haya despeinado. Vivimos en
una época en la que nuestra apariencia, la
imagen que proyectamos parece ser muy
importante. Y un espejo revela nuestros
defectos, dándonos la oportunidad de
atenuarlos.

Aunque hay un peligro al mirarse en


el espejo; y es ver un defecto y no
hacer nada al respecto.

Y el versículo 24 dice:
"Porque él se considera a sí mismo y se va, y
pronto olvida cómo era."
Aquí Santiago estaba respondiendo a lo que
dijo en el versículo 19, en el que escribió:
todo hombre sea pronto para oír, tardo para
hablar.

Y aquí el énfasis recae en no ser rápido o no


apresurarse cuando uno se mira en el
espejo.

El pensamiento expresado en pronto para


oír es dedicarle toda la atención, y
permanecer alerta ante la Palabra de Dios.

Lo que el apóstol Santiago estaba diciendo


era que no se la debía tratar
despreocupadamente, pasando por ella
apresuradamente.
Cualquiera que sea simplemente un
oidor de la Palabra y no un hacedor
de la misma, pues su conocimiento de
la Biblia no le lleva a la acción, es
como el hombre que contempla su
rostro natural en un espejo y, como
dice el versículo, después de mirarse
se va y se olvida de cómo era.

Las personas a quienes no les gusta leer en


la Biblia la realidad, el hecho de que son
pecadores, simplemente pasan por alto esas
secciones.

Creemos que esa es una de las razones hoy


por la cual la predicación textual de la Biblia
está fuera de moda.
Creemos que necesitamos pasar
detenidamente a través de toda la Palabra
de Dios, no solamente escoger, yendo de un
pasaje a otro, unos versículos bonitos, que
nos gustan especialmente.

Dios no nos entregó la Biblia en versículos,


digamos de paso; los versículos fueron
marcados o distinguidos por hombres.

Necesitamos tomar la Palabra de Dios


simplemente como ella es.

La Palabra es un espejo que revela lo que


funciona mal en usted.

Amado hermanos; uno no puede


permitirse leer la Palabra de Dios y
no responder, no reaccionar ante
ella.

Ella requiere una respuesta suya, y si usted


no responde, entonces usted será
responsable.

Y Dios le ha dado a usted Su Palabra, y


usted es responsable por la respuesta que le
dé a esa Palabra.

A alguien que ha nacido espiritualmente de


nuevo la Palabra le dice: "Mira, ya no estás
creciendo.

Estás realmente abandonando tu primer


amor".
Así que Dios usa Su Palabra para
recordarnos Su Persona, y para que
regresemos a la primera relación con Él.

La Biblia es un espejo que revela nuestros


defectos, y no deberíamos olvidar aquellas
palabras de Hebreos capítulo 4, versículo
12, que dice:
La palabra de Dios es viva, eficaz y más
cortante que toda espada de dos filos:
penetra hasta la división del alma y del
espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones
del corazón.

Creemos que la Biblia no es hoy un libro


muy popular.
Es uno de los libros que se vende más, pero
que se lee menos.
Y no goza de popularidad porque nos
muestra quienes somos en realidad.

Porque sencillamente demuestra lo que uno


es.
Debo decirle, estimado hermano que resulta
muy fácil leer la Palabra de Dios y pensar
que es una figura de alguna otra persona.
Sin embargo, es una figura de usted mismo,
y de mí mismo.

Ahora, en el versículo 25 de este


capítulo 1 de la epístola de Santiago,
encontramos el "designio" de la
Palabra. Allí dice:
"Pero el que mira atentamente en la
perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo sino
hacedor de la obra, éste será
bienaventurado en lo que hace.

Aquí se habla de la perfecta ley, la de la


libertad.
Esta no es una referencia a la ley de Moisés;
es la ley de la gracia.

El apóstol Santiago no habló en cuanto a la


ley en el mismo sentido en que habló Pablo.

Cuando el apóstol Pablo habla de la ley, se


refiere a la ley de Moisés.
En cambio, cuando Santiago habla de la ley,
se refiere a la ley de fe.
l
Dijo Jesús en el evangelio de Juan,
capítulo 8, versículo 36: si el Hijo os
liberta, seréis verdaderamente libres.

Sin embargo, el Señor también dijo


en Juan capítulo 14, versículo 15: Si
me amáis, guardad mis
mandamientos.

Y el apóstol Pablo dijo, en Gálatas,


capítulo 6, versículo 2, Sobrellevad
los unos las cargas de los otros, y
cumplid así la ley de Cristo.

¿Cuál ley?
Juan dijo en su primera epístola,
capítulo 5 y versículo 3: Este es el
amor a Dios: que guardemos sus
mandamientos.

Cuando uno está conduciendo por la


carretera también tiene numerosas leyes y
si usted quiere conducir libremente por esa
carretera, será mejor que obedezca las leyes
de circulación.

En el ámbito espiritual, hay libertad en


Cristo, y es la única verdadera libertad.
Sin embargo, usted puede estar seguro de
que si usted está unido a Cristo, le va a
obedecer y Sus leyes no son duras, difíciles
ni rigurosas.
Como usted es un hijo de Dios, su libertad
no le permite quebrantar los Diez
Mandamientos.

Aquellas leyes son para los débiles, para el


hombre natural.

Las leyes son para los que quebrantan la


ley; y tratan sobre qué hacer, a donde ir, y
cómo, con castigo determinado para
aquellos que no las cumplen. Necesitamos
tomar la Palabra de Dios simplemente
como ella es.

La Palabra es un espejo que revela lo que


funciona mal en usted.
En el día de hoy, Dios ha llamado a Sus
hijos a vivir en un nivel mucho más alto.

Un hijo de Dios tiene una espontaneidad


espiritual, un motivo mucho más elevado y
noble, una inspiración de Dios.
El creyente no desea asesinar a nadie.
Él vive en una esfera más alta que la ley.

Está motivado ahora por el amor del


Salvador y desea obedecerle a Él.
Cuanto más leamos y estudiemos la
Palabra, más aprenderemos, más
amaremos y más viviremos.

La alegría llenará e inundará el alma.


Es posible que usted y yo no necesitemos
conocer todas las leyes de nuestro país,
pero, sin duda alguna, necesitamos conocer
la Palabra de Dios, si vamos a vivir para Él.

Hay muchas personas hoy que no conocen


la Palabra de Dios y no es ninguna deshonra
desconocerla.

Todos hemos nacido en este mundo en un


estado de ignorancia total con respecto a
todo lo que nos rodeaba, e incapaces de
comunicarnos con los demás.

Por ello, enfatizamos que no es ninguna


vergüenza ser ignorante cuando uno
comienza su vida cristiana.
Pero sería grave permanecer en esa
ignorancia si usted es un hijo de Dios.

Continuemos leyendo el versículo 26 de este


primer capítulo de Santiago:
"Si alguno se cree religioso entre vosotros,
pero no refrena su lengua, sino que engaña
su corazón, la religión del tal es vana."
Hay muchas religiones hoy, y ellas pueden
demostrar que tienen seguidores fieles, y
celosos.

Pero uno no puede someterse a ciertas


formas exteriores de ritual.

El Cristianismo no es una religión; es


una persona, y esa persona es
Jesucristo, usted lo tiene o no lo tiene
en su vida.

El apóstol Santiago estaba diciendo aquí


que incluso si una persona religiosa no
controla sus palabras, su religión,
indiferentemente de cual sea, será vana e
inútil.

¿Y qué diremos del cristiano y su lengua?

El apóstol Santiago trató extensamente este


tema en el capítulo 3, refiriéndose al hijo de
Dios y al problema de controlar la lengua.

Alguien ha dicho: "Uno no puede creer la


mitad de lo que oye, pero puede repetirlo".
Este es hoy un verdadero problema entre
los cristianos.

Aquí noooo

Tenemos a muchas personas que tienen una


lengua desenfrenada, incontrolable.

Y continúa diciendo el versículo 27:


"La religión pura y sin mancha delante de
Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos
y a las viudas en sus tribulaciones y
guardarse sin mancha del mundo."

Esta es una gran declaración.


El término pura es el lado positivo, y
sin mancha es el lado negativo.

Usted necesita ambas partes si ha de tener


el tipo de religión correcto y el Cristianismo
debería producir estos resultados.

Veamos la frase visitar a los huérfanos y a


las viudas en sus tribulaciones.

Este es el lado positivo.

Un hijo de Dios debería estar en contacto


personal con el sufrimiento del mundo y
con los problemas de las personas.
En este sentido, algunos políticos son
sagaces, conscientes de la importancia del
contacto personal y suelen salir con
frecuencia para estrechar las manos de la
gente.

De la misma manera pero, por supuesto,


con diferentes motivaciones, los cristianos
deberían salir y estar más tiempo donde la
gente se encuentra, creemos que existe el
peligro de tener una religión en el
santuario, pero no una religión de la calle.

Necesitamos también esta clase de religión.

Tendríamos que estar en contacto con el


mundo de una manera personal, con
ternura, amabilidad y una actitud de
servicio.
Como parte de esa religión pura, el apóstol
nos recordó que convenía guardarse sin
mancha del mundo.

Este es ahora el lado negativo.


El contacto con el mundo no significa que
deberíamos implicarnos en ciertas cosas del
mundo.

Como creyentes, estamos en el mundo, pero


no somos de este mundo, es decir que no
pertenecemos al sistema de valores del
mundo.
El Señor Jesucristo dijo: No ruego
que los quites del mundo, sino que los
guardes del mal. (Juan 17:15)

usted puede traer un contacto cristiano a


estas personas, con dulzura, amor,
delicadeza y amabilidad.

Pero recordemos el mantenernos en este


mundo, sin mancha, es decir, intachables.
Porque podemos llegar a implicarnos tanto
en ciertos asuntos del sistema mundano que
nos encontramos ante situaciones dudosas
o peligrosas. Amén...

Conclusión;
La Palabra nos revela y expone tal como
somos, penetrando bajo la superficie de
nuestro ser. Amén
Cuanto más leamos y estudiemos la
Palabra, más aprenderemos, más
amaremos y más viviremos.
Necesitamos tomar la Palabra de Dios
simplemente como ella es.
La Palabra es un espejo que nos revela lo
que funciona mal en nosotros.

Entonces recordemos:
La fe genuina es puesta a prueba, nos da
sabiduría para afrontar la vida y obtener la
corona de vida, y es necesario que
permanezcamos en el ejercicio de la fe, en
“predicar y practicar” la Palabra de Dios.
DIOS LES BENDIGA........

También podría gustarte