El Género de Entretenimiento
El Género de Entretenimiento
El Género de Entretenimiento
Pedro Sangro considera que el entretenimiento en televisión funciona "señalando sin tapujos
la distancia interpuesta entre el mundo que presenta (el televisivo) y el real que habita n sus
espectadores" y destaca el humor como uno de los elementos esenciales a la hora de
contemplar los programas del hipergénero de entretenimiento.
Los subgéneros clásicos del entretenimiento son los magacines, los concursos y los
espectáculos de variedades.
Concursos. Son constantes en las programaciones de todos los canales y épocas, aunque
pueden ser de naturaleza muy diferente, marcados por su orientación hacia las preguntas
y respuestas, la competencia de habilidades, destrezas o la intervención del azar.
Humor. Las actuaciones de humoristas, los programas de sketches, los chistes, las
parodias y el periodismo satírico son algunos de los formatos habituales.
Variedades. Son espectáculos herederos de la revista musical, la opereta , el teatro y de otros
géneros escenográficos, por lo que incluyen elementos de diversa y va riada índole: desde
números circenses hasta actuaciones musicales o intervenciones de humoristas, payasos,
ventrílocuos , títeres, sketches con actores,
Galas temáticas. Son programas especiales organizados con motivo de algún evento especial,
como los concursos de belleza (galas de misses o misters), los maratones de apadrinamientos
o de recaudación de fondos, la presentación de la programación de una nueva temporada en
un canal televisivo, el homenaje a algún artista o personalidad popular, entrega de premios de
cine, televisión u
Taxonomía
Dependiendo de la franja horaria -mañana, tarde o noche- y el día de programación -diario o
de fi n de semana- en que se emita el magacín , poseerá unas características específicas
que llegan a configurar tipos de programas muy diferentes. Así, pueden distinguirse
Cuatro subgéneros:
Magacín matinal: Los magacines de la franja matinal se caracterizan por una temática pensada
para interesar a un público específico: por un lado, el ama de casa que, mientras realiza las
tareas del hogar, tiene la televisión encendida y por otro, una audiencia entrada en años,
pues la jubilación le permite estar en la vivienda por las mañanas. Por ello, entre sus
temáticas, suelen aparece r secciones de moda, belleza, salud y otros asuntos relacionados. El
ritmo suele ser dinámico aunque sosegado y suave. El presentador, una gran figura de la
comunicación como se verá más adelante, suele ser una mujer y el tono del programa es
tranquilo, amable y distendido. Lo forman fragmentos de carácter lúdico, sin grandes
dosis de espectacularidad, como concursos, tertulias de o sketches cómicos, y otros de
talante más serio, relacionados con la información (reportajes sobre sucesos, debates sobre
noticias de actualidad)
Magacín de la tarde: En la franja de la tarde los magacines están dirigidos a toda la familia y,
aunque suelen ser distendidos y amables, en ocasiones pueden incluir contenidos más
sensacionalista. De nuevo, es más común encontrar como presentador-conductor del
programa a una mujer, con colaboradores fijos. Las temáticas del corazón y de sucesos,
generalmente, constituyen secciones estables, aunque el tratamiento suele ser distinto a los
magacines matinales, ya que los y desenvoltura. Se busca, como en los magacines de
mañana, un tratamiento serio en los temas, y un ritmo dinámico y ágil.
Magacín de fin de semana Suele ser un programa caracterizado, sobre todo, por su gran
bastante mayor que cualquiera de los otros tres subgéneros. Su temática, amplia y
variada, puede aglutinar cualquier tipo de contenidos, aunque predominan los de carácter
lúdico (actuaciones musicales, concursos, variedades, sketch es, etc.), para organizar un
programa apto para todo tipo de público. Los temas serios (políticos, sociales, económicos)
apenas tienen cabida, por lo que el género informativo será el menos habitual en estos
formatos. El presentador deberá poseer una personalidad fuerte para manejar el ritmo de la
emisión en directo de las distintas secciones. Generalmente, el público del plató adquiere un
nivel de participación alto.
Las características más importantes del magacín son dos: por un lado, la fragmentación
genérica y temática que todos los programas ofrecen como particularidad esencial del
género, y por otra -para otorgar cohesión a esa amalgama de elementos- la presencia de
un presentador "estrella".
La fragmentación genérica y temática. El magacín es un programa mosaico, caracterizado por
diversos temas y géneros con una estructura fragmentaria y una gran diversidad en
cuanto a géneros, temáticas y enfoques. Cubre un amplio espacio de la programación (suele
durar siempre más de dos horas y puede llegar incluso hasta cuatro o más) por lo que los
contenidos deben ser abundantes y variados, aunque creando la impresión de homogeneidad
formal. Su oferta suele incorporar tanto temáticas como géneros diversos, por lo que puede
considerarse que el magacín reproduce en miniatura la oferta de la programación de parte
o de toda una jornada. (Reportajes, comentarios de opinión, tertulias, debates con el
público, sketchs humorísticos)
Los magacines pueden ser considerados "programas de autor", ya que la personalidad del
presentador suele ser un rasgo de estilo que diferencie unos magacines de otros, a
pesar de las proximidades de contenido en similares franjas horarias.
El concurso
Los concursos televisivos, desde un punto de vista discursivo, son fórmulas basadas en la
repetición, por tanto, el elemento narrativo más sobresaliente y la característica que unifica
las distintas modalidades de concursos es la utilización de la frecuencia múltiple a partir de
la representación recurrente de un modo tipologizado de acciones, es decir, de un tipo de
función determinada: la prueba.
Taxonomía
Teniendo en cuenta que los concursos televisivos intentan, en todo momento, buscar
fórmulas innovadoras -hecho que dificulta cualquier intento de elaborar tipologías- es
conveniente elaborar un esquema taxonómico que permita situar la mayor parte de ellos.
Será necesario, entonces, diferenciar los concursos basados en el azar frente a los que
dependen de la habilidad y la estrategia o los conocimientos del concursante.
Concursos de azar (chance show): El concursante no tendrá que demostrar ningún mérito
especial, tan solo necesitará un poco de buena suerte para conseguir el premio del
programa. Elegir números u otros elementos al azar (de entre va ríos en un panel, ruleta, etc.),
tirar dados, o coger un sobre entre varios ofrecidos son algunos de los modelos de este tipo
de concursos.
En los concursos de habilidades (games shows) los participantes miden su destreza física o su
capacidad para resolver determinadas pruebas, o también la posibilidad de mostrar una
habilidad o pericia especial. Si son capacidades artísticas como bailar o cantar se denominan
ta/ent shows.
Fórmulas mixtas. Existen concursos que organizan combinatorias entre todas las posibilidades
clásicas y las más actuales. Así, podemos encontrar concursos que combinan el azar y los
conocimientos del concursante, o los conocimientos y las destrezas, las habilidades
personales y la capacidad de aprendizaje.
Los concursos de confidencias. Como se ha señalado, sus contenidos se acercan a los talk
show, ya que la clave del concurso sería la confidencia íntima en torno a la vida privada del
concursante.
El interés del concurso, con los procesos de identificación o proyección, es aumentado por
el morbo de la vida privada y personal del concursante en temas sumamente íntimos.
Concursos espejo: El concursante no posee ningún aspecto que lo distinga del público que
asiste al concurso o que lo ve desde sus casas. No es un concursante con conocimientos o
destrezas especiales, sino que, por las características del concurso -realities de convivencia o
concursos de azar-, es un representante del televidente normal. Así, el espectador se ve
reflejado en el espejo
El humor
El género cómico tradicional, tan popular en el teatro y en el cine, también posee un lugar
importante dentro de la programación televisiva. Además de las telecomedias, representadas
principalmente por el subgénero de la comedia de situación, y de los dibujos animados, existen
otros programas de carácter cómico o humorístico que no pueden incluirse dentro de la ficción
televisiva, y que pertenecen al hipergénero del entretenimiento.
Modelos consolidados:
Invitación de un personaje popular, que se integra como un actor más en los sketches,
además de ser entrevistado en tono humorístico .
Formatos híbridos
Las retransmisiones en directo: Suelen recoger algún evento de carácter deportivo, político,
solidario, o cultural, como olimpiadas, competiciones de tenis, fútbol, ciclismo, automovilismo
y otros deportes; galas, entregas de premios, elecciones y concursos. Su alcance puede ser
local, nacional o universal.