El Género de Entretenimiento

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El género de entretenimiento

Los programas televisivos de entretenimiento" o "de variedades" son aquellos que


carecen de elementos diegéticos argumentales y no exigen la participación intelectual del
espectador, pues será su implicación emocional la que se vea más afectada. Los contenidos
del entretenimiento buscan provocar una serie de emociones en el espectador, desde la
sorpresa o el sentimiento a la emoción y el humor.

Pedro Sangro considera que el entretenimiento en televisión funciona "señalando sin tapujos
la distancia interpuesta entre el mundo que presenta (el televisivo) y el real que habita n sus
espectadores" y destaca el humor como uno de los elementos esenciales a la hora de
contemplar los programas del hipergénero de entretenimiento.

Existen tres mecanismos discursivos presentes en muchos espacios de entretenimiento:

El humor: La comicidad, la broma, el chiste, la búsqueda de la risa y de la carcajada son


elementos habituales en muchos programas de entretenimiento,

La competencia: La lucha para conseguir un objetivo a parir de la contienda entre dos o


más personas o entre equipos de deportistas o concursantes corresponde a una fórmula
narrativa habitual en programas de entretenimiento

El espectáculo constituye el componente básico e incluso único de muchos programas. La


exhibición de capacidades artísticas, deportivas, taurinas o circenses posee un componente
narrativo mínimo que se ve compensado por el extraordinario valor espectacular.

Tipología de los formatos de entretenimiento

Los subgéneros clásicos del entretenimiento son los magacines, los concursos y los
espectáculos de variedades.

Tipos de programas de entretenimiento:

Magacines. Revistas televisivas caracterizadas por constituir un programa de asuntos


variados, fragmentado en cuanto a temas y a géneros.

Concursos. Son constantes en las programaciones de todos los canales y épocas, aunque
pueden ser de naturaleza muy diferente, marcados por su orientación hacia las preguntas
y respuestas, la competencia de habilidades, destrezas o la intervención del azar.

Musicales. abarcan conciertos en directo o en diferido, espacios de actuaciones donde se


pueden incluir entrevistas o reportajes sobre los cantantes y grupos , emisiones que re pasan
listas de los últimos éxitos , tele fórmula o programas de videoclips, concursos musicales
nacionales o internacionales, etcétera .

Humor. Las actuaciones de humoristas, los programas de sketches, los chistes, las
parodias y el periodismo satírico son algunos de los formatos habituales.
Variedades. Son espectáculos herederos de la revista musical, la opereta , el teatro y de otros
géneros escenográficos, por lo que incluyen elementos de diversa y va riada índole: desde
números circenses hasta actuaciones musicales o intervenciones de humoristas, payasos,
ventrílocuos , títeres, sketches con actores,

Galas temáticas. Son programas especiales organizados con motivo de algún evento especial,
como los concursos de belleza (galas de misses o misters), los maratones de apadrinamientos
o de recaudación de fondos, la presentación de la programación de una nueva temporada en
un canal televisivo, el homenaje a algún artista o personalidad popular, entrega de premios de
cine, televisión u

Retransmisiones deportivas. Los programas de información deportiva, analizados dentro


del género informativo, no son los únicos modos en que el deporte llega al espectador de
televisión. Los grandes eventos deportivos, como campeonatos del mundo, olimpiadas, las
retransmisiones en directo o en diferido de partidos de fútbol, de baloncesto , automovilismo,
tenis, etc., constituyen los grandes espectáculos de entretenimiento de los siglos XX y XXI. Se
pueden incluir aquí las retransmisiones de espectáculos taurinos.

El magacín (o magazine) televisivo es un género co n una amplia trayectoria que se remonta


a los orígenes del medio. Su permanencia y éxito están impelidos por la naturaleza híbrida de
su composición, que le ha permitido adaptarse y evolucionar a lo largo de los años,
incluyendo elementos de contenidos que pudieran adaptarse a las modas y gustos del público.
Precisamente esta condición mutable y definen los programas de variedades de los 70 y se
convierten en un verdadero macrogénero estructural con los contenedores de los años 80, Su
origen es radiofónico a partir de los programas de variedades que reunían fragmentos de
diversa índole: musicales, concursos, entrevistas, segmentos publicitarios, intervenciones
telefónicas de los radioyentes, etcétera. A partir de una fórmula tan flexible, el magacín
televisivo se organiza como un discurso híbrido que presenta diferentes posibilidades de
contenidos: noticias de actualidad, reportajes, entrevistas, actuaciones musicales, debates,
sketches ficcionales, secciones de noticias del corazón, moda, belleza, sucesos, concursos,
docudramas, formatos publicitarios, etcétera. Así pues, la totalidad de los géneros televisivos
-información, ficción, docudrama y publicidad puede aparecer dentro de un magacín. El
conjunto de elementos heterogéneo resultante se organiza a partir de un presentador
principal, al que le suelen acompañar presentadores secundarios y colaboradores en las
distintas secciones (contertulios fijos en los debates, periodistas que aportan la actualidad
informativa, actores para los sketch de ficción, etcétera).

Taxonomía
Dependiendo de la franja horaria -mañana, tarde o noche- y el día de programación -diario o
de fi n de semana- en que se emita el magacín , poseerá unas características específicas
que llegan a configurar tipos de programas muy diferentes. Así, pueden distinguirse

Cuatro subgéneros:
Magacín matinal: Los magacines de la franja matinal se caracterizan por una temática pensada
para interesar a un público específico: por un lado, el ama de casa que, mientras realiza las
tareas del hogar, tiene la televisión encendida y por otro, una audiencia entrada en años,
pues la jubilación le permite estar en la vivienda por las mañanas. Por ello, entre sus
temáticas, suelen aparece r secciones de moda, belleza, salud y otros asuntos relacionados. El
ritmo suele ser dinámico aunque sosegado y suave. El presentador, una gran figura de la
comunicación como se verá más adelante, suele ser una mujer y el tono del programa es
tranquilo, amable y distendido. Lo forman fragmentos de carácter lúdico, sin grandes
dosis de espectacularidad, como concursos, tertulias de o sketches cómicos, y otros de
talante más serio, relacionados con la información (reportajes sobre sucesos, debates sobre
noticias de actualidad)

Magacín de la tarde: En la franja de la tarde los magacines están dirigidos a toda la familia y,
aunque suelen ser distendidos y amables, en ocasiones pueden incluir contenidos más
sensacionalista. De nuevo, es más común encontrar como presentador-conductor del
programa a una mujer, con colaboradores fijos. Las temáticas del corazón y de sucesos,
generalmente, constituyen secciones estables, aunque el tratamiento suele ser distinto a los
magacines matinales, ya que los y desenvoltura. Se busca, como en los magacines de
mañana, un tratamiento serio en los temas, y un ritmo dinámico y ágil.

Magacín nocturno o late show: El magacín nocturno (noche/madrugada) posee un


tratamiento mucho más sensacionalista e irónico que los diurnos, utilizando un tono más
atrevido y extra vagante, llegando en ocasiones a lo trasgresor "hasta rozar lo escabroso, la
creación de adefesios provocadores que se regodean en la repetición de sus tópicos esperados
y celebrados y el trata miento sensacionalista de los temas de actualidad". En los late shows,
aunque se pueden encontrar excepciones, lo más habitual es que el conductor-presentador
sea un hombre, con colaboradores fijos de ambos sexos. El ritmo se hace vertiginoso,
frenético, sin tregua para un espectador al que se roban horas de sueño. Entrevistas, debates
sobre temas de actualidad, humor atrevido, comentarios sobre reales de la misma cadena
televisiva, etcétera, son temas habituales.

Magacín de fin de semana Suele ser un programa caracterizado, sobre todo, por su gran
bastante mayor que cualquiera de los otros tres subgéneros. Su temática, amplia y
variada, puede aglutinar cualquier tipo de contenidos, aunque predominan los de carácter
lúdico (actuaciones musicales, concursos, variedades, sketch es, etc.), para organizar un
programa apto para todo tipo de público. Los temas serios (políticos, sociales, económicos)
apenas tienen cabida, por lo que el género informativo será el menos habitual en estos
formatos. El presentador deberá poseer una personalidad fuerte para manejar el ritmo de la
emisión en directo de las distintas secciones. Generalmente, el público del plató adquiere un
nivel de participación alto.

Las características más importantes del magacín son dos: por un lado, la fragmentación
genérica y temática que todos los programas ofrecen como particularidad esencial del
género, y por otra -para otorgar cohesión a esa amalgama de elementos- la presencia de
un presentador "estrella".
La fragmentación genérica y temática. El magacín es un programa mosaico, caracterizado por
diversos temas y géneros con una estructura fragmentaria y una gran diversidad en
cuanto a géneros, temáticas y enfoques. Cubre un amplio espacio de la programación (suele
durar siempre más de dos horas y puede llegar incluso hasta cuatro o más) por lo que los
contenidos deben ser abundantes y variados, aunque creando la impresión de homogeneidad
formal. Su oferta suele incorporar tanto temáticas como géneros diversos, por lo que puede
considerarse que el magacín reproduce en miniatura la oferta de la programación de parte
o de toda una jornada. (Reportajes, comentarios de opinión, tertulias, debates con el
público, sketchs humorísticos)

Presencia de un presentador estrella. La unidad y la continuidad entre la variedad de


contenidos y géneros que se han señalado son posibles gracias a la presencia de un
presentador principal, al igual que en los informativos diarios. El presentador posee un papel
primordial, actuando como hilo conductor, argumental y temático del programa.

Los magacines pueden ser considerados "programas de autor", ya que la personalidad del
presentador suele ser un rasgo de estilo que diferencie unos magacines de otros, a
pesar de las proximidades de contenido en similares franjas horarias.

El concurso

El concurso de televisión, heredado de las fórmulas utilizadas en la radio, ha sido una


constante a lo largo de la historia del medio. Pertenece al hipergénero del entretenimiento y
posee variados formatos unificados por un talante lúdico común. Los concursos televisivos
son juegos de competencia donde, individualmente o en grupo, varias personas -los
concursantes- rivalizan enfrentándose a un conjunto de pruebas de diferente índole co n el
objetivo de alcanzar una meta. Antiguamente los concursos eran en base a la de radio,
basadas en el esquema pregunta-respuesta. La hipertelevisión convierte al concurso
-organizado como producto híbrido entre la competición y el docudrama- en un producto
estrella.

Los concursos televisivos, desde un punto de vista discursivo, son fórmulas basadas en la
repetición, por tanto, el elemento narrativo más sobresaliente y la característica que unifica
las distintas modalidades de concursos es la utilización de la frecuencia múltiple a partir de
la representación recurrente de un modo tipologizado de acciones, es decir, de un tipo de
función determinada: la prueba.

Taxonomía

Teniendo en cuenta que los concursos televisivos intentan, en todo momento, buscar
fórmulas innovadoras -hecho que dificulta cualquier intento de elaborar tipologías- es
conveniente elaborar un esquema taxonómico que permita situar la mayor parte de ellos.
Será necesario, entonces, diferenciar los concursos basados en el azar frente a los que
dependen de la habilidad y la estrategia o los conocimientos del concursante.
Concursos de azar (chance show): El concursante no tendrá que demostrar ningún mérito
especial, tan solo necesitará un poco de buena suerte para conseguir el premio del
programa. Elegir números u otros elementos al azar (de entre va ríos en un panel, ruleta, etc.),
tirar dados, o coger un sobre entre varios ofrecidos son algunos de los modelos de este tipo
de concursos.

Concursos de conocimiento (quiz shows). El concursante deberá medir sus conocimientos


sobre un tema concreto o sobre varios sin concretar a partir de una serie de preguntas que el
presentador del programa le hace. Ta l vez sea el formato más popular de los concursos y por
su carácter cultural y su sistema de preguntas y respuestas resulta todo un clásico de la
televisión.

En los concursos de habilidades (games shows) los participantes miden su destreza física o su
capacidad para resolver determinadas pruebas, o también la posibilidad de mostrar una
habilidad o pericia especial. Si son capacidades artísticas como bailar o cantar se denominan
ta/ent shows.

Concursos docudramáticos (docugames). Fuera de las modalidades clásicas, la evolución de los


concursos en la televisión en el siglo XI ha dado lugar a formatos de distinta factura, que
combinan elementos diversos y que permiten superar la dicotomía clásica entre los quiz y los
game. Con la aparición de un tipo de reality show, con la espectacularización y la participación
de gente común como base y cuyo eje verebrador es el concurso, este género sufre una
verdadera revolución. Habilidades, estrategias, pruebas y otras posibilidades se conjugan
dentro de una modalidad genérica híbrida que se organiza, sobre todo, dentro del
hipergénero del docudrama.

Los docugames: pueden ser de convivencia, de supervivencia y de superación. También existe


la modalidad del quiz show, que consiste en una hibridación del talk show y el concurso. Los
participantes deberán contar o mostrar su intimidad para conseguir el premio.

Fórmulas mixtas. Existen concursos que organizan combinatorias entre todas las posibilidades
clásicas y las más actuales. Así, podemos encontrar concursos que combinan el azar y los
conocimientos del concursante, o los conocimientos y las destrezas, las habilidades
personales y la capacidad de aprendizaje.

Concurso de psicotensión o juegos de humillación. Consiste en aplicar a los quiz (concursos de


conocimientos, de preguntas y respuestas) algunos elementos que provienen de los games,
como unas funciones diferentes para el presentador del concurso: "se trata de programas
en los que el presentador añade a su función tradicional comentarios agresivos, impertinentes
o poco amables sobre las respuesta s de los concursantes.

Los concursos de confidencias. Como se ha señalado, sus contenidos se acercan a los talk
show, ya que la clave del concurso sería la confidencia íntima en torno a la vida privada del
concursante.
El interés del concurso, con los procesos de identificación o proyección, es aumentado por
el morbo de la vida privada y personal del concursante en temas sumamente íntimos.

Concursos escaparate: Los concursantes, a partir de sus habilidades, conocimientos y


sabiduría se distinguen de la audiencia media. El espectador se identifica con ellos como lo
hace con los héroes de una película o una serie televisiva, desde la admiración y la emoción,
debido a sus hazañas.

Concursos espejo: El concursante no posee ningún aspecto que lo distinga del público que
asiste al concurso o que lo ve desde sus casas. No es un concursante con conocimientos o
destrezas especiales, sino que, por las características del concurso -realities de convivencia o
concursos de azar-, es un representante del televidente normal. Así, el espectador se ve
reflejado en el espejo

El humor
El género cómico tradicional, tan popular en el teatro y en el cine, también posee un lugar
importante dentro de la programación televisiva. Además de las telecomedias, representadas
principalmente por el subgénero de la comedia de situación, y de los dibujos animados, existen
otros programas de carácter cómico o humorístico que no pueden incluirse dentro de la ficción
televisiva, y que pertenecen al hipergénero del entretenimiento.

Modelos consolidados:

Comedia en vivo o Stand-up Comedy. Se trata de la actuación de un humorista ante un


público en directo, frente al que despliega un monólogo cómico. Generalmente va más allá de
un conjunto de chistes deslavazados y sin relación, pues el discurso del protagonista
genera una situación narrativa cómica, más larga y compleja que la mera colección de bromas
sueltas.

Programas de sketches, en torno a un humorista, pareja o grupo. El gag, el chiste rápido, la


situación cómica sencilla son los mecanismos habituales en estos formatos.

Los diversos sketches se suelen centrar en:

Imitaciones y parodias de personajes famosos, como actores, presentadores de televisión,


cantantes (actuaciones musicales), o de fragmentos mediáticos.

Creación de personajes originales y presentación de los mismos de forma recurrente

Invitación de un personaje popular, que se integra como un actor más en los sketches,
además de ser entrevistado en tono humorístico .

Programas de cámara oculta que reflejan bromas a gente desconocida, a personajes


populares o burlas de famosos a gente común.

Programas de chistes. Con formato de concurso o de simple exhibición, varios humoristas se


turnan contando chistes.

Programas de vídeos caseros, con situaciones tragicómicas.


Programas zapping, organizados a partir de tomas falsas o situaciones cómicas de distintos
programas de televisión. Se aprovecha el material desechado en series o programas de
entretenimiento , o momentos de la programación ridículos, graciosos o sorprendentes.

Programas de retos a gente anónima que es encontrada: Casualmente por la calle, o de


preguntas incómodas, maleducadas o absurdas.

Formatos híbridos

El humor se mantiene en la hipertelevisión a partir de la repetición de las fórmulas clásicas,


de las hibridaciones de éstas o de las combinaciones con otros elementos como los
concursos o los informativos.

Concursos cómicos de habilidades: Algunos concursos de habilidades someten a los


concursantes a situaciones cómicas y son acompañados por comentarios jocosos.
Generalmente en ellos los concursantes apenas son identificados e individualizados.

Concursos cómicos de sketches o chistes: El programa de chistes o el de sketches puede


combinarse con otros ingredientes como la competencia y la recompensa. De este modo
aparece un tipo de concurso donde los elementos de rivalidad resultan poco consistentes y
son los componentes cómicos y lúdicos

El pseudoperiodismo satírico: El tratamiento desenfadado de la actualidad, entrevistas en


clave de humor, y con voluntad decididamente transgresora". Aunque se sirve de técnicas
periodísticas, el objetivo nunca es informar, sino divertir y entretener provocando comicidad
en situaciones formales y con personajes habituales en los discursos informativos. La
información es un componente mínimo, casi circunstancial, y siempre estará al servicio del
show humorístico.

Lnfoentertaiment de imitaciones: El humor se combina con elementos de actualidad


informativa, aunque ésta aparece siempre descontextualizada y simplificada. No se trata
entonces de ninguna variedad del ínfoshow, sino un tipo de programa donde la parodia, la
imitación y la sátira son los elementos predominantes

Las retransmisiones en directo: Suelen recoger algún evento de carácter deportivo, político,
solidario, o cultural, como olimpiadas, competiciones de tenis, fútbol, ciclismo, automovilismo
y otros deportes; galas, entregas de premios, elecciones y concursos. Su alcance puede ser
local, nacional o universal.

Retransmisiones deportivas: Los principales eventos deportivos se han convertido en los


grandes espectáculos de la sociedad contemporánea, constituyendo un verdadero
fenómeno sociológico
Las reglas universales, la difusión internacional de importantes eventos y la audiencia que
conllevan las grandes competiciones hacen del deporte un filón suculento para el medio
televisivo.
Las retransmisiones deportivas se convierten en dramas emocionales de carácter casi
catártico. Los deportistas se convierten en estrellas mediáticas, en héroes de la televisión, y
sus luchas, tensiones y sufrimientos durante la celebración del encuentro deportivo se
describen con sensacionalismo y dramatismo.

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