Schweikhardt - El Conocimiento Del Hombre

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El conocimiento del hombre. Expedición por la Antropología. E. Winkler y J.

Schweikhardt

A los extranjeros se los considera casi siempre seres de otra especie, inferior y generalmente
animal.
La imagen que tiene el hombre de sí mismo, como individuo o grupo, es de un contenido más
positivo que aquella que se forma de otros hombres ajenos a él o a su grupo. El rechazo del
extranjero, según Levi-Strauss, es un modo de conducta característico del hombre e innato a él, y la
fuerza del rechazo aumenta con el grado de lejanía. Todo forastero representa una amenaza para la
comunidad.
Los primeros estudios etnológicos crearon imágenes deformadas de los llamados “pueblos
primitivos”. El científico debe tomar conciencia y dejar de lado sus ideas preconcebidas para atajar
el peligro de ese etnocentrismo.
La concepción de que la cultura propia es medida y ombligo del mundo se mantiene en nuestro
ámbito cultural.
Incluso en nuestros días se tiene por intrusos a aquellos que destruyen o podrían llegar a destruir el
frágil sistema de la propia ideología.
Nuestras concepciones aparentemente inconmovibles se hallan muy expuestas a un cambio
constante y pueden desmoronarse en muy poco tiempo ante los descubrimientos nuevos, como
ocurre con las revoluciones científicas.

Revoluciones científicas
Cuando Copérnico expuso que la Tierra no era el centro del universo, la gente se resistió al
principio a darle crédito. Pasaron años antes de llegar a hacerse conocido.
Modelo jerárquico de los distintos “centrismos”

Sujetocentrismo: El círculo interno está formado por el centrismo del sujeto. Todo se explica desde
su punto de vista, sin tener en cuenta los enfoques de los demás (el yo como medida de todas las
cosas).

Grupocentrismo: Una comunidad relativamente pequeña (familia, asociación, escuela científica,


secta) se considera el centro de su mundo.

Estratocentrismo: Se refiere a los distintos estratos o capas de la sociedad: clases sociales, grupos
pertenecientes al género masculino o femenino (sexismo), categoría de edad o comunidad
profesional. Los individuos que forman parte de estas capas se sienten más valiosos, más
venerables, o más provechosos que aquellos que pertenecen a cualquier otra capa.

Etnocentrismo: Puede manifestarse en el racismo, pero también puede presentarse como centrismo
cultural. La mayoría de los pueblos está convencida de que su propio aspecto físico, su modo de
vida y también su país están por encima de los de sus vecinos. La familiaridad con las
particularidades propias (internas) y el miedo a lo extraño que nos rodea (exterior), han conducido a
la concepción de un centro.

Antropocentrismo: Se expresa en la concepción del hombre como “rey de la creación” y, por lo


tanto, “dueño” de la Tierra y de sus criaturas animadas.
Heliocentrismo/Geocentrismo: Han sido refutados por las ciencias naturales, pero apenas podemos
reprimir el sentimiento de que todo gira a nuestro alrededor y a nuestro planeta.

La inmensa mayoría de los hombres da albergue a todos estos centrismos en su sistema conceptual.
El tipo de centrismo que determina la acción correspondiente depende de la situación dada.
Todas las revoluciones científicas han transformado de manera radical el concepto que el hombre
tiene de sí mismo.

Nuevos horizontes
Los relatos de viaje de los griegos son los documentos más antiguos conocidos en los que se pone
de manifiesto un interés por pueblos extraños y sus modos de vida.
Heródoto en sus viajes fue recogiendo un sinfín de informaciones hasta entonces desconocidas. Por
eso podemos llamarlo “el padre de la etnografía”, de la etnografía descriptiva. Además de una
descripción naturalista de lo observado, Heródoto establece comparaciones entre los pueblos.
Prefiere la vida de los “bárbaros” frente a la elevada civilización de los helenos. Algunos siglos
después otros escritores latinos idealizan a los bárbaros.

La Biblia como explicación


La Biblia se convirtió en el único instrumento para explicar la existencia humana. la religión y el
saber se hicieron unidad sacrosanta. Los problemas se resolvían mediante interpretaciones de los
Santos Libros.

Extranjero igual a demonio


Por el miedo y la inseguridad, las personas de otras tierras se convirtieron en monstruos y
demonios.

Conquistadores y comerciantes
En el siglo XV y principios del XVI tuvieron lugar los grandes viajes portugueses de comercio y
conquista hacia las costas de África.
También tuvo lugar la ocupación española de América y su colonización.
Poco a poco fueron mostrándose en Europa las repercusiones de los viajes de descubrimiento.

La época de las descripciones de viajes


En los siglos XVII y XVIII adquirió gran popularidad la descripción de viajes. Relatos y apuntes de
navegantes, comerciantes y misioneros, así como los de cautivos de guerra regresados a la patria.
Junto a los etnógrafos y biólogos son también los filósofos franceses los que ejercen una influencia
decisiva en las discusiones antropológicas del siglo XVIII.

Comienzos de la antropología científica


Los comienzos se caracterizan por los nuevos métodos de clasificación de los organismos vivos y
por las primeras ideas en torno a la evolución de las especies.
Con la muerte de Rousseau en 1778, se culmina la fase de la antropología europea que creyó en el
dogma eclesiástico de la “constancia de las especies”, es decir, la naturaleza invariable.
El concepto “antropología” se remonta al filósofo griego Aristóteles (siglo IV a.C). No volvió a ser
utilizado hasta el siglo XVI que aparece en la filosofía naturalista de la época. Por antropología se
entendía una multiplicidad de investigaciones, en gran parte de anatomía y fisiología.
El hombre sólo tenía un interés secundario en el siglo XVIII. Para Linneo, el hombre pertenecía al
reino animal. El homo sapiens, “hombre sabio”, era parte de un orden zoológico (primates).
Al igual que Linneo, el conde de Buffon defendía la tesis de que las diferencias entre los pueblos
podían ser explicadas por las influencias del clima, la alimentación, y el modo de vida. Para su
clasificación de las variedades humanas utilizó características como color de la piel, estatura,
constitución corporal, etc. Para él y a diferencia de Linneo, las variedades de seres vivos eran
consecuencia de la degeneración de la especie. Buffon puede ser considerado el precursor de los
evolucionistas posteriores.

Primeras teorías de la evolución


La primera teoría de la evolución es la del naturalista Jean Baptiste de Monet, caballero de
Lamarck, la teoría del transformismo.
Lamarck hacía descender al hombre del mono más perfecto. La transformación de las especies en el
curso de la historia terrestre la deducía de las influencias cambiantes del medio y del uso y no uso
de determinados órganos. Para él, el lenguaje articulado surgió del ejercitamiento habitual de la
garganta, la lengua y los labios.
Por su parte, Georges Cuvier, defendía el dogma eclesiástico de la inmutabilidad de las especies, y
explicaba la existencia de distintos tipos morfológicos de animales y plantas por el hecho de que los
seres vivos habían sido creados de nuevo después de cada cataclismo.

Teoría catastrofista de Cuvier


En el siglo XIX se logró refutar la teoría catastrofista de Cuvier y hacer renacer los pensamientos
transformistas de Lamarck.
El geólogo escocés Charles Lyell llegó a la conclusión de que la forma de la superficie terrestre no
se debía a cataclismos sino a agentes erosivos.

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