Tema 1. Las Palabras. Estructura y Formación
Tema 1. Las Palabras. Estructura y Formación
Tema 1. Las Palabras. Estructura y Formación
Las palabras pueden dividirse en unidades mínimas con significado llamadas monemas. Estos
son de dos tipos:
Lexemas:
El lexema contiene el significado léxico de la palabra. Así, en gatos, el lexema gat- quiere decir "animal
felino doméstico".
Es el elemento básico y constante en la palabra, que se mantiene invariable en la flexión (dign-o, dign-a),
la derivación (dign-idad, dign-ificar, in-dign-ar) y en la composición (para-aguas).
Las palabras que tienen el mismo lexema forman una familia léxica: justo, justicia, justificar, injusticia,
justiciero, ajustado....
Morfemas:
Son monemas que se añaden al lexema y que matizan o modifican su significado. Pueden ser:
Flexivos: indican género (sucia), número (sucias) y, en los verbos, persona, número, tiempo,
modo y aspecto (ensuciaba).
Derivativos: a los morfemas derivativos se les conoce con el nombre de afijos y de acuerdo con
su posición se dividen en:
Prefijos: se anteponen al lexema para formar una palabra nueva (rehacer). El prefijo no
cambia la categoría gramatical de la palabra, por ejemplo, "enterrar" es un verbo y "des-
enterrar" también lo es; "juicio" es un sustantivo y "pre-juicio" también lo es; "moral" es un
adjetivo e "in-moral" también lo es. En cambio, el prefijo suele aportar significados nuevos al
acoplarse al lexema, por ejemplo, "re-leer" (volver a leer), "des-hacer" (quitar lo hecho). Por
último, en una palabra puede haber más de un prefijo (des - com - poner).
Sufijos: se posponen a la raíz (librazo). Al contrario que los prefijos, pueden cambiar la
categoría gramatical de la palabra; por ejemplo, "delgado" (adjetivo) > "delgad-ez" (sustantivo);
-ez: morfema derivativo sufijo sustantivador. Entre los sufijos derivativos se distinguen dos
grupos: sufijos significativos, que cambian el significado del lexema al que se unen, por ejemplo,
el sufijo "ería" crea nuevos nombres con significado "establecimiento donde se vende algo" así
tenemos "papel" > "papel-ería". El segundo grupo lo conforman los llamados sufijos
apreciativos, que expresan valoraciones subjetivas; pueden ser diminutivos, aumentativos o
despectivos (cas-ita, hombr-ón, gent-uza).
Interfijos: se sitúan entre la raíz y un sufijo (venidero) y, más raramente, entre un prefijo
y la raíz (ensanchar). Actúan como elemento de enlace entre las dos partículas (prefijo y lexema
o lexema y sufijo) y carecen de significado. Para saber si un elemento es realmente un interfijo
(y no un sufijo previo a otro sufijo), eliminamos el sufijo final y comprobamos si lo que queda (la
raíz + el supuesto interfijo) tiene o no existencia independiente en la lengua. Si existe, es un
sufijo (ej: en puñ-al-ada, -al es sufijo porque existe puñal); si no, es interfijo (Ej.: en curs- il-ada, -
il- es interfijo porque no existe *cursil).
Los lexemas y los morfemas pueden aparecer solos, y en este caso son libres: sol, por; o pueden
unirse para formar palabras y entonces son trabados: hermosa.
Cant - á - ba - mos
3ª singular Ø
1ª plural mos
2ª plural is
3ª plural n
VOCAL TEMÁTICA
1ª conjugación a/Ø
2ª y 3ª conjugación e / Ø / i / ie
Procedimientos de formación de palabras:
En español, los cinco procedimientos básicos para formar nuevas palabras son la composición,
la derivación, la parasíntesis, las siglas y la acronimia.
Son muchas las palabras formadas por medio de elementos que actúan por prefijación,
sufijación y composición, cuya procedencia es griega o latina: aeropuerto, bilingüismo, videoteca...
Algunos de estos términos eran lexemas originariamente y otros eran prefijos y sufijos.
Recordemos que serán prefijos cuando se unan a un lexema de una palabra patrimonial, por ejemplo,
"anticuerpo", pero serán considerados como lexemas, formando por lo tanto palabras compuestas
cuando se unan dos formantes griegos o latinos, por ejemplo, "eufonía" eu (bien) + fonos (sonido).
Lo importante, en cualquier caso, es reconocer sus significados, ya que son muy abundantes
entre los tecnicismos del lenguaje científico y son habituales en la lengua común.
Actividades
1. Segmenta y clasifica los constituyentes las palabras destacadas con negrita (comprobar,
antimemorística, existiríamos, desprestigiado)
3. Segmenta, clasifica y justifica con ejemplos los morfemas y lexemas de las palabras
siguientes: apropiados, fotografía, desgravaciones, indiscriminado, demuestra.
4. Segmenta, clasifica y justifica con ejemplos los morfemas y lexemas de las palabras
siguientes: civilización, alfabetización, aprendizaje, principales, personalizado.
5. Segmenta, clasifica y justifica con ejemplos los morfemas y lexemas de las palabras
siguientes: pesadilla, reacciones, comprobación, desproporcionada.
6. Señala cuatro palabras derivadas en las últimas cinco líneas del texto y escribe dos ejemplos
de la familia léxica de cada una de ellas.
Cualquiera que conozca un poco al dimisionario sabe que eso no ocurrirá. Ratzinger no es, creo,
de los que renuncian al poder para seguirlo ejerciendo en la sombra. Además: no es poco poder el que
acaba de ejercer: romper con el tabú de que el papa debe morir papa. Benedicto XVI, tan conservador,
acaba de hacer un respetable guiño a la modernidad de la Iglesia. No hay que excluir que su gesto ponga
en marcha otras reformas necesarias y deseables. (Manuel Fraijó: El País, 12/02/2013, adaptación)
7. Busca en los dos primeros párrafos cinco palabras que utilicen la sufijación o la prefijación,
escríbelas y señala el afijo subrayándolo (recuerda que no valen los participios y que pueden
darse ambos fenómenos en la misma palabra).
Las emisiones de las factorías chinas que fabrican bienes para el mercado estadounidense están
contribuyendo a la formación de neblinas tóxicas (smog) de la costa oeste de Estados Unidos, según un
nuevo estudio que muestra las dificultades para determinar quién es finalmente-el responsable de la
polución que afecta al planeta. China se ha convertido en la fábrica del mundo. Y ese comercio, en
general beneficioso, también genera enormes emisiones de contaminantes como el dióxido de azufre y los
óxidos de nitrógeno, que son rápidamente transportados por los vientos globales -además de contribuir
significativamente a los niveles de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero—.
Según la Academia Nacional de Ciencias, las emisiones vinculadas a las exportaciones chinas
provocaron en 2006 un incremento de entre un 3% y un 10% en las concentraciones de sulfato en
superficie (una combinación de dióxido de azufre y otros gases) en la parte occidental de EE UU. En Los
Ángeles, esa polución fue responsable de al menos un día extra de smog por año, en los que se excedieron
los límites de contaminación por ozono (...).
8. Elabora un texto de unas cinco líneas y señala en él dos palabras simples, dos derivadas, dos
compuestas, dos parasintéticas y dos acrónimos.
Localiza en el texto cuatro palabras derivadas con prefijos o sufijos en cada caso distintos.
Señala en cada caso el afijo y escribe con cada uno de ellos dos palabras diferentes.
El 15 de febrero del 2003, toda Barcelona protestó contra la guerra de Irak. La solidaridad con los
refugiados merece hoy un clamor similar. Porque el drama humanitario de los desplazados obliga a
mantener bien encendida la llama que alumbró el sábado el macroconcierto en el Palau Sant Jordi de la
campaña Casa nostra, casa vostra. Catalunya siempre ha demostrado ser una sociedad abierta y una tierra
de acogida, y esta tarde se presenta una gran oportunidad para reiterarlo. La complejidad de una tragedia
de proporciones gigantescas obliga a que los ciudadanos alcen su voz, y más si sus gobiernos no están a la
altura. La UE ha dejado ver sus vergüenzas ante una cuestión sin soluciones mágicas, mostrándose
incapaz de pergeñar una política común para acoger a los refugiados al limitarse al discutido acuerdo con
Turquía.
Mientras más de 5.000 personas morían en el Mediterráneo el pasado año, el auge de la xenofobia
y el populismo han frenado la construcción de un discurso solidario y la toma de decisiones por nuestros
gobernantes en la línea de los valores y los principios que impulsaron la idea, hoy herida de muerte, de
una Europa común.
España solo ha dado cobijo al 5% de los refugiados que dijo que aceptaría. Para que esa dinámica
cambie los ciudadanos hemos de empujar desde la calle. También para reiterar el apoyo a voluntarios y
oenegés que ayudan donde no lo hacen los políticos. Y sobre todo por esos hombres, mujeres y niños que
se ven obligados a abandonar sus lugares de origen y a emprender un viaje muy incierto en busca de
futuro. Hay motivos. (La Vanguardia, editorial, 17 de febrero de 2017, adaptación)
Escribe, identificándolas en cada caso, dos palabras simples, dos derivadas, dos compuestas, dos
parasintéticas y dos acrónimos.
Busca en el texto cinco palabras derivadas, identifica sus componentes y explica el significado de
sus prefijos o sufijos.
Los fenómenos naturales que se transforman en desastre son pulsaciones de fuerza brutal que
tienen explicaciones geológicas y meteorológicas claras, ajenas al sufrimiento de quienes los padecen.
Esa precisión de los científicos e ingenieros es la que nos tiene que ayudar a reconstruir el rastro que
dejan. Sabemos cómo ocurren, conocemos la magnitud y los niveles de esas fuerzas que literalmente nos
golpean por tierra, mar y aire. Por eso, las escuelas de las ciudades del siglo XXI no pueden derrumbarse
con los niños y los maestros dentro, los postes de la luz no deben caer sobre los viandantes, la gente no
tiene que ahogarse en las autopistas con su familia dentro del coche. Tiembla la tierra, y ese terremoto,
por falta de previsión, de planificación y compromiso con la ciudadanía, destruye las casas, sepulta a sus
habitantes. Las lluvias torrenciales y los vientos huracanados han transformado ciudades y pueblos de
islas y Estados en ciénagas desdichadas, en parajes derruidos. Los terremotos que han asolado México, y
los huracanes que han golpeado las islas del Caribe y los Estados del sur de Estados Unidos, o las lluvias
monzónicas que han anegado el sur de Asia suman miles de muertos y millones de desplazados, y esto no
puede dejarnos indiferentes.
Con las nuevas tecnologías contemplamos la destrucción en tiempo real. Hemos visto el temblor
de la tierra deshacer edificios en cuestión de segundos. Hay todavía gente dentro esperando que la
rescaten. Los fenómenos naturales no pueden ser una excusa que justifique infraestructuras obsoletas que
se convierten en trampas mortales. En tierras de temblores, huracanes y lluvias torrenciales hay que
reconstruir honrando a las víctimas. A los que han muerto, a los heridos, a los que lo han perdido todo.
Que este dolor no signifique que unos pocos accionistas de empresas de construcción o suministros se van
a hacer más ricos de lo que ya son. El compromiso transnacional con todas las víctimas de estos desastres
naturales que se podían haber mitigado con mejores infraestructuras no puede dejar que se especule con
su desesperación. Debemos prohibir que los fenómenos naturales coticen en Bolsa convertidos en
desastres. (Ana Merino, El País, 25 de septiembre de 2017, adaptación)