Alexandrina Da Costa
Alexandrina Da Costa
Alexandrina Da Costa
LIMA – PERÚ
BEATA ALEXANDRINA DA COSTA
UNA SONRISA CELESTIAL
Nihil Obstat
P. Ignacio Reinares
Vicario Provincial del Perú
Agustino Recoleto
Imprimatur
Mons. José Carmelo Martínez
Obispo de Cajamarca (Perú)
2
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
3
INTRODUCCIÓN
Su vida es un ejemplo para nosotros y un acicate para amar cada día más a
Jesús Eucaristía, a María nuestra Madre y al ángel custodio.
4
BALAZAR
Allí en 1832 ocurrió un hecho singular que fue transcrito por el párroco y
firmado por un notario. El escrito fue dirigido al vicario episcopal de la
archidiócesis y se encuentra en la biblioteca de Braga. Este escrito dice
literalmente: Le comunico un caso inexplicable, ocurrido en la parroquia de
Balazar el día del Corpus Domini pasado, mientras el pueblo venía a la misa de
la mañana. Pasando por el camino que lleva al caserío del Calvario, vieron una
cruz trazada sobre el terreno. La tierra que formaba la cruz era de color más
claro que la otra. Parecía que hubiese caído el rocío sobre el terreno de
alrededor y no sobre la cruz. Yo mismo mandé barrer todo el polvo y la tierra
que había encima, pero apareció el diseño de la cruz. Mandé echar agua en la
cruz y a su alrededor. Desde ese momento, la tierra que formaba la cruz
apareció de color negro, como se conserva todavía. El palo de la cruz mide 15
palmos y el transversal ocho. Divulgada la noticia de la aparición, el pueblo
comenzó a acudir a verla, ofreciéndole flores y limosnas.
5
¡Oh, Balazar, si no correspondes! ¡Cruz de tierra para la víctima, víctima
escogida y que siempre existió a los ojos de Dios!1.
SUS PADRES
Fue hija natural de Ana María da Costa. Su padre fue Antonio Gonçalves
Saverio, un aventurero, que con repetidas promesas de matrimonio engañó a su
madre; se fue a Brasil y, al regresar, se casó con otra mujer. Con él tuvo sus dos
hijas: Deolinda, nacida en 1901, y Alexandrina. A pesar de todo, Alexandrina
toda su vida lo encomendó en sus oraciones al igual que a sus hermanos de
padre2. Cuando él murió, la esposa de su padre le pidió perdón a la madre de
Alexandrina por haber interferido en su relación y fue perdonada.
1
Cameroni Pier Luigi, Sui passi di Alexandrina, Ed. LDC, 2006, pp. 37-38.
2
Especialmente ayudó a Arturo a buscar empleo.
3
Positio super Virtutibus, p. 34.
6
oración e hizo mucha caridad, asistiendo a los enfermos. Se puede decir que
toda la gente que murió era vestida por ella4.
Otra testigo del Proceso, la señora Marques Ferreira, dice: La madre era
muy respetada en toda la parroquia y muy servicial, siempre pronta a ayudar 5.
INFANCIA
El padre Pasquale declaró: Sé que desde los cuatro años procuró ser fiel a
sus oraciones cotidianas. En casa tenía un pequeño oratorio que la madre tenía
siempre adornado con flores y allí se arrodillaba a rezar. Desde pequeña fue a
la iglesia y no faltó nunca a la misa. Desde esta edad, mostró gran devoción a la
Virgen, recordando toda su vida la primera alabanza que le cantó. A los cinco
años comenzó a ir al catecismo. Sé que la catequista, que la estimaba mucho, la
guió hacía Dios con el ejemplo. También desde pequeña se acostumbró a
corregir sus defectos, sobre todo su obstinación y vanidad7.
Años más tarde dirá: Todavía hoy conservo un librito con las prácticas
devocionales de mi infancia: las oraciones a la Virgen, el ofrecimiento diario al
Señor, la oración al ángel custodio, a san José y algunas jaculatorias8.
4
Positio, p. 34.
5
Positio, p. 35.
6
Autobiografía, Positio, p. 45.
7
Positio, p. 41.
8
Positio, p. 47.
7
Y sigue diciendo: A los cinco años… comencé a frecuentar la escuela de
catecismo y tenía un gran defecto: ser testaruda… Desde esa edad, tenía ya
amor a la Mamá del cielo. Le cantaba con entusiasmo las alabanzas y llevaba
flores a las que adornaban su altar9.
Por otra parte, ella dice: El párroco de Póvoa organizaba grupos de niñas
para el culto de la Virgen. Ellas iban a las parroquias vecinas a pedir alimentos.
Recuerdo que un día en Aguçadora nos dieron muy poco y tuvimos la infeliz idea
de ir a un campo de patatas, donde cogimos dos kilos… De aquel tiempo,
9
Ib. p. 45.
10
Pinho Mariano, Uma Vítima da Eucaristia, Librería moderna, Recife, 1956, p. 6.
11
Positio, p. 40.
12
Positio, p. 48.
8
recuerdo el gran respeto que tenía a los sacerdotes: Cuando estaba sentada en
la puerta de la casa y veía pasar alguno, me levantaba y le pedía la bendición13.
9
sentamos junto al altar del Sagrado Corazón de Jesús y yo puse mis zuecos
dentro de las gradas del altar. El sermón fue sobre el infierno. Escuché
atentamente, pero en cierto momento su Reverencia nos invitó a ir al infierno en
espíritu. Como yo no comprendí el sentido de sus palabras, pensé que íbamos a
ir al infierno a ver lo que había allá. Pero yo me dije: “Yo no voy al infierno”.
Y traté de tomar mis zuecos (para salir). Pero, al ver que ninguno se iba, me
quedé yo también19.
Era muy amiga de los ancianos, pobres y enfermos; y cuando sabía que
alguien tenía poca ropa para cubrirse, le pedía a mi mamá para llevarle,
quedándome a veces un rato para hacerles compañía. Asistí a la muerte de
algunos, rezando lo que sabía y, ayudando a vestir a los difuntos, lo que me
costaba mucho. Lo hacía por caridad, pues no tenía corazón para dejar sola a la
familia de los muertos y, por ser pobres, lo hacía con mucho gusto. También
daba limosna a los necesitados y sentía mucha alegría, haciendo caridad. Mi
mayor satisfacción era darles de lo que tenía para comer, privándome así de mi
alimento. ¡Cuántas veces hice esto!20.
ADOLESCENCIA
19
Pinho Mariano, o.c., p. 7.
20
Ib. pp. 7-8.
21
Positio, p. 39.
22
Pinho Mariano, o.c., p. 5.
10
Tenía 11 ó 12 años, cuando mis tíos se enfermaron de la llamada fiebre
“española”. Acudieron a cuidarlos mi abuela y, después, mi madre, pero
también ellas se contagiaron y tuve que ir con mi hermana a cuidarlos. Una
noche, se murió mi tío. Estuvimos allí hasta la misa de 7 días. Me mandaron a la
habitación vecina a coger arroz, atravesando el lugar donde había muerto mi
tío, pero tuve miedo y hubo de entrar mi abuela conmigo. Otra tarde, me
encargaron cerrar las ventanas de la habitación y me dije: “Debo perder el
miedo”. Y caminé despacio, abrí la puerta y pasé por donde había estado el
cadáver de mi tío. Desde entonces, no tuve más miedo23.
Otro día, cuando tenía 16 años y ya estaba enferma, fui a la casa donde
trabajaba mi hermana de sastra. Vi un traje de hombre, me lo puse y desaparecí
delante de mi hermana y de la patrona. ¡Cuánto se rieron! El esposo y los hijos
de la patrona, que estaban podando las vides, no sospecharon quién era y
preguntaban: ¿quién es ese jovencito? Mi hermana y la patrona, desde la
ventana, seguían riéndose25.
Una joven vino un día a avisarnos que su vecina estaba para morir. Mi
hermana tomó un libro de devociones con agua bendita y corrió junto a la
moribunda. Dos alumnas de sastrería y yo la acompañamos. Deolinda inició la
oración para la buena muerte, aunque estaba un poco temerosa y hasta
temblaba. Terminadas las oraciones, la señora murió. Entonces, Deolinda dijo:
“He hecho lo que podía, no puedo hacer más”; y se fue. Yo observé a la hija de
la difunta y no tuve valor para dejarla sola. Me quedé con ella para ayudarla a
lavar y vestir el cadáver, a pesar de que estaba toda llagada y exhalaba un olor
repugnante. Me parecía que me iba a desmayar de un momento a otro. Una
señora que se dio cuenta de mi malestar, salió a coger hojas perfumadas para
hacérmelas oler. Me fui cuando la difunta estaba ya bien colocada sobre el
lecho26.
23
Autobiografía, Positio, p. 53.
24
Autobiografía, Positio, p. 51.
25
Autobiografía, Positio, p. 51.
26
Autobiografía, Positio, p. 52.
11
A los 12 años me enfermé gravemente (según el doctor Azevedo sería
fiebre intestinal) hasta recibir el sacramento de la unción de los enfermos. Me
preparé a la muerte serenamente. Un día, estaba delirando y le pedí a mi madre
que me diera a Jesús y ella me acercó el crucifijo. Recuerdo que le dije: “No es
esto lo que quiero, quiero a Jesús eucarístico”. A los 12 años formaba ya parte
del grupo de canto y del grupo de catequistas de la parroquia27.
María Proença dice que fue tentada tres o cuatro veces contra la pureza.
Una vez, teniendo 12 ó 13 años y estando de empleada en casa de un campesino,
estaba cuidando los animales y el patrón la siguió. Viendo el peligro, comenzó a
rezar a la Virgen para que la librase. Y decía: “Gracias a Dios no le ofendí”.
Otra vez, cuando la mujer del campesino estaba enferma, Alexandrina, que tenía
16 años (y ya estaba enferma por la caída), fue a visitarla. El esposo trató de
hacerle mal. Ella llevaba el rosario y comenzó a rezar a la Virgen y no pasó
nada. La tercera tentación ocurrió estando en casa ya bastante enferma, no
levantándose de la cama. Por delicadeza no me dijo lo que ocurrió28.
Entre los doce y catorce años, una vez estaba subida a un pequeño roble
para coger hiedra para el ganado. Me caí, quedando unos momentos sin poder
moverme ni respirar. Poco después, me levanté para continuar el mismo
trabajo30.
Pero lo que más contribuyó a agravar su dolencia fue otro salto, ocurrido
el sábado santo de 1918, a sus 14 años. Dice: Un día, mientras ayudaba a mi
hermana sastra con una aprendiz, vimos en la calle a tres hombres: mi antiguo
patrón, otro hombre casado y otro hombre soltero. Mi hermana, habiendo
intuido algo por sus gestos y viéndolos venir a la casa, nos ordenó cerrar la
puerta. Unos instantes después, oímos que subían y tocaron la puerta. Mi
hermana dijo que sólo se abría a los clientes. Pero mi patrón, que conocía la
casa, subió por una escalera interna, mientras los otros esperaban junto a la
puerta. No pudiendo entrar el patrono por la escotilla cerrada, sobre la que
27
Positio, p. 628.
28
Positio, p. 437.
29
Positio, p. 629.
30
Autobiografía portuguesa, pp. 11-12.
12
habíamos colocado la máquina de coser, armado de un mazo, golpeó
furiosamente hasta abrirla. Deolinda abrió la puerta para salir. La otra chica la
siguió, pero uno de ellos la agarró y la abrazó, sentándose en la cama. Yo, al ver
aquel peligro, salté de la ventana al jardín, un salto de casi cuatro metros. Traté
de levantarme, pero no puede, porque sentí un fuerte dolor en el vientre.
Trabajé algunos meses con mucha dificultad. Tuve que someterme a curas
de médicos que me diagnosticaron varias enfermedades… Mis más grandes
amigas, familiares y hasta el mismo párroco, estaban contra mí. Muchas
personas se mofaban de mi andar, por la posición forzada que tomaba en la
iglesia. El párroco me acusaba de no comer lo suficiente por capricho y me
decía que, si me moría, iría al infierno. Y, al confesarme, me insistía que ese era
mi pecado más grave… No recuerdo cuánto duró esta incomprensión, quizás un
año, hasta que un médico les explicó a todos que no comía, porque no podía32.
Relata el padre Pasquale que, en una ocasión, le dio una buena bofetada a
un hombre casado que le dijo una expresión inconveniente. A un joven rico que
la esperó en un lugar solitario para hablarle de amor, le volvió las espaldas
bruscamente. Incluso, una vez, que el párroco le propuso un joven con las
mejores referencias, ella se echó a reír con todas sus ganas 34.
31
Autobiografía, Positio, p. 55.
32
Autobiografía, Positio, p. 56.
33
Positio, p. 57.
34
Pasquale, Alexandrina, Ed. LDC, Torino, 1957, p. 15.
13
En 1924, a los 20 años, participó en el Congreso eucarístico de Braga,
aunque tuvo muchas dificultades al ir y venir, pero todo lo ofreció al Señor con
amor, esperando todavía la curación total.
35
Positio, p. 83.
36
Positio, pp. 83-84.
37
Positio, p. 59.
14
Pero, al ver que sus deseos de curación no se cumplían, empezó a
resignarse y a sentir cada vez más deseos de amar el sufrimiento y de pensar
sólo en Jesús38.
SITUACIÓN ECONÓMICA
Felismina dos Santos, una joven que fue acogida varios años por caridad
en la casa, afirma: Algunas veces me mandó la madre de Alexandrina a empeñar
ropa blanca y algunos vestidos a Póvoa para hacer frente a los gastos diarios 40.
38
Positio, p. 59.
39
Pinho Mariano, o.c., p. 14; Autobiografía portuguesa, pp. 17-18.
40
Positio, p. 35.
41
Positio, pp. 35-36.
15
apego a nada, pero sufría al ver que lo que teníamos no bastaba para pagar las
deudas de las que mi madre se había hecho garante.
La señora que ayudó a la familia por medio del padre Pinho en noviembre
de 1937 fue la señora Fernanda dos Santos, de Lisboa, pero la situación de
pobreza se prolongó hasta 1941, en que se pudo vivir con más desahogo.
A sus 29 años, en agosto de 1933, se encontró por primera vez con él. Fue
durante un triduo que él predicó en la parroquia de Balazar. Él manifiesta: Varias
veces hablé con ella durante el triduo y me quedó la impresión de estar delante
de un alma de gran virtud, muy sencilla, sincera, profundamente piadosa y de
una resignación perfecta a la voluntad de Dios; muy deseosa de santidad y de
salvar a los pecadores, respirando en todo pureza e inocencia… A sus ruegos,
me encargué, poco a poco, de su dirección espiritual44.
42
Autobiografía portuguesa, pp. 32-33.
43
Autobiografía portuguesa, p. 25.
44
Pinho, o.c., p. 15.
16
Ella anota en su Autobiografía: El 16 de agosto de 1933 su Reverencia ha
venido a nuestra parroquia a predicar un triduo en honor del Sagrado Corazón
de Jesús y en esa oportunidad lo he tomado como director espiritual. No le he
hablado de los ofrecimientos que hacía a los sagrarios ni del fuego interior que
sentía ni de la fuerza que me aliviaba ni de las palabras “sufrir, amar y
reparar” que consideraba una insistencia de Jesús. Pensaba que eso le ocurría
a mucha gente45.
Una de las primeras cosas que hizo el padre Pinho fue celebrar la misa en
su habitación el 20 de noviembre de 1933. Ella escribió: El 20 de noviembre
tuve la gracia de tener por primera vez la santa misa en mi habitación 47. A partir
de ese día, anotará todas las veces que alguien celebre una misa en su habitación,
porque para ella era una gran fiesta. Al principio no se abrió totalmente a su
director. Pero el 8 de setiembre de 1934 le pidió a su hermana que escribiera lo
que ella le dictara. Le escribió una carta al padre Pinho en la que le revelaba que
Jesús le había pedido ofrecerse como víctima por los pecadores. El padre Pinho
fue muy reservado y no le dijo que sus fenómenos místicos eran cosa de Dios. Le
pidió a Deolinda que escribiera todo lo que observara de extraordinario y se lo
comunicara, haciendo de secretaria de Alexandrina para escribir cartas. Así
surgió una hermosa correspondencia entre Alexandrina y el padre Pinho, quien le
obligó a escribirle todas las cosas de Dios. La orden era escribir cada ocho o
quince días. Ella obedeció, aunque no le gustaba manifestar sus cosas íntimas.
45
Autobiografía portuguesa, p. 22.
46
Autobiografía portuguesa, p. 43.
47
Autobiografía portuguesa, p. 31.
48
Carta del 6 de julio de 1940.
17
El padre Mariano Pinho estuvo presente en muchos de los éxtasis y en
momentos en que el demonio la zarandeaba con fuerza, haciendo exorcismos y
echando agua bendita. Y ella, como afirma Deolinda, obedecía
escrupulosamente las órdenes y consejos del director espiritual 49.
A raíz de este escrito surgió una gran polémica, unos estaban a favor y
otros en contra. Pero el problema recayó en el padre Pinho, que, según muchos
de sus compañeros jesuitas, era el culpable de todo, creyendo que era engañado
por una histérica. Al padre Pinho lo consideraron como visionario e imprudente,
creyendo que debía ser alejado del asunto para no empeorar las cosas y no crear
escándalos que podían afectar a la Compañía de Jesús. Algunos, incluso, le
acusaban de actos inmorales con Alexandrina.
Para calmar los ánimos de los contrarios al padre Pinho, el Superior jesuita
padre Julio Alves Marinho le privó de la facultad de confesar y lo confinó en el
Seminario de Macieira de Cambra, prohibiéndole continuar con la dirección
espiritual de Alexandrina, y enviándole una carta el 6 de enero de 1942 en la que
le decía: Es necesario que usted, al menos temporalmente, deje de dirigir a
Alexandrina y de tratar con ella de cualquier manera, directa o indirectamente 50.
49
Proceso diocesano, Sumario, p. 208.
50
Positio, documentos, p. 521.
18
Al día siguiente, el padre Pinho fue a visitar a Alexandrina para despedirse
definitivamente. Como se comprende, tanto él como Alexandrina sufrieron por
esta decisión. Pero ambos la aceptaron humildemente. Alexandrina siempre
mantuvo la esperanza de que pudiera volver el padre Pinho. Incluso escribió el 2
de febrero de 1943 una carta al padre provincial pidiéndoselo, pero no sucedió.
El día anterior a su muerte, Alexandrina hizo una renuncia formal al deseo de que
viniera a visitarle el padre Pinho, a quien guardó siempre un cariño muy especial.
Los Superiores lo enviaron a Brasil, adonde partió el 21 de febrero de 1946 y
donde murió en 1963.
DON PASQUALE
El padre Humberto le pidió que rezara mucho por sus novicios y ella se
vinculó íntimamente con los salesianos, que llegaron a ser parte de su familia, ya
que ella aceptó ser cooperadora salesiana, algo así como de la Tercera Orden
salesiana, recibiendo su diploma de cooperadora, dado el 15 de agosto de 1944.
Ella misma escribió algunas cartas a los novicios y fue visitada por ellos.
19
viajar. Le pidió al sacristán el portaviáticos y éste le dijo que lo había llevado el
párroco para llevarle la comunión a una enferma antes de su viaje.
20
el arzobispo le negó la posibilidad de confesar en la diócesis como él había
pedido, prohibiéndole llevar la comunión a la enferma. Don Humberto aclaró que
lo había hecho mientras el párroco estaba de viaje, pero obedeció y durante los
tres siguientes meses se alejó de Balazar.
Don Pasquale sólo la vio una vez más, el 23 de octubre de 1953, cuando
regresó del Brasil, a donde había ido para hacer una campaña catequística. Ese
día celebró la misa en su habitación. Ella escribió: Parecía más un ángel que un
ministro del Señor55.
EL DEMONIO
21
Por su parte, el padre Pasquale afirma: El demonio recurrió a ciertas
cosas para atemorizarla. Una tarde, los de casa estaban con una amiga de
Póvoa de Varzim (y están prestos a jurar el hecho), ellos vieron la cama de
Alexandrina envuelta en humo muy denso y pestilente. El director le dio facultad
a Deolinda para que en su nombre, ordenase al demonio que se retirara,
usando, a la vez, agua bendita. ¡Cuántas veces, sin que ella se diese cuenta, fue
así liberada al momento!57.
Me acuerdo que ese día celebré la misa y la ofrecí sin avisarle a ella para
que el Señor la librase de aquellos asaltos diabólicos. Al final de la misa, ella
me dijo: “Nuestro Señor me ha dicho que no le podía conceder lo que le pidió,
porque necesita de mis sufrimientos para ayudar a los pecadores”58.
Ella le escribe: Vi junto a mi lecho una cara muy fea que tenía grandes
orejas. Y oí decir: “Vengo por orden de tu Cristo para llevarte al infierno. Te
dejo dormir y te llevo con cama y todo. Pasarás la noche conmigo y despertarás
en el infierno”59. “Mátate, escúchame. Te elijo una muerte que no te cuesta
nada”. Y daba grandes risotadas, diciendo: “¿Quieres que te enseñe a pecar?”60.
57
Pasquale, Alexandrina, o.c., p. 146.
58
Pinho, o.c., pp. 61-62.
59
Carta al padre Pinho del 21 de febrero de 1935.
60
Carta del 14 de mayo de 1936.
22
La quería hacer desesperar, diciéndole que todo era un engaño y que debería
suicidarse para evitar la vergüenza de ser descubierta.
Y, por fin, en carta del 23 de octubre de ese año, le comunica que Jesús le
había asegurado que había terminado el tormento diabólico de esa manera, pues,
a partir de ese día, los demonios no podrían hacerle daño físicamente. Ella sufrirá
de otra manera las insidias del enemigo infernal.
61
Autobiografía portuguesa, p. 42.
62
Sentimentos da alma del 23 de julio de 1945.
63
Carta del padre Pinho del 24 de setiembre de 1937.
23
NOCHE DEL ESPÍRITU
Algo que le hizo sufrir mucho fueron sus dudas de fe. Parecía estar en el
infierno en vida. Escribía: Me siento como el que ha sido condenado al infierno.
Mi alma sufre aquellos horribles suplicios. Con los ojos del alma veo a los
demonios atormentadores. En todo el cuerpo me parece sentir el fuego negro y
quemante. Mis oídos oyen los rugidos del demonio y la desesperación infernal.
Me siento como condenada al infierno... Siento sobre mí el peso de la justicia
divina. Querer tener a Dios y no poderlo tener es un sufrimiento millones de
veces más doloroso que cualquier otro. Mi alma teme espantada... ¡Qué horror!
Saberme digna del infierno y no poder conformarme64.
Tenía muchas tentaciones contra la fe. Dice: Me parece no tener fe. Vivo
como si jamás la hubiera tenido. Otras veces, como si la hubiese perdido 67.
64
Pasquale, Alexandrina, o.c., pp. 298-299.
65
Carta del 17 de setiembre de 1938.
66
Carta del 15 de agosto de 1938.
67
Sentimentos da alma del 17 de octubre de 1952.
68
Sentimentos da alma del 21 de octubre de 1952.
24
parece que mi vida es una ilusión. El diablo me insinúa todo esto. Dios mío, creo
en Vos y me confieso la más miserable de todas las criaturas, me confío a tu
divina misericordia y a tu perdón. Sé que existe el cielo y el infierno, creo,
creo69.
Otras veces, repite sin cesar: Creo, creo, creo… Y Jesús le dice: Repite tu
creo. Debes vivir de fe sin fe, de amor sin sentir el amor. De ti quiero sólo tu
creo, tu generosidad heroica71.
Y esto lo permitía Dios para reparar los pecados de tantos que no creen en
Dios ni en su doctrina y dudan de todo, despreciando la vida y viviendo sin fe.
EL PURGATORIO
Como todos los santos, también Alexandrina tenía mucho amor a las
almas del purgatorio, por quienes ofrecía muchos sacrificios e, incluso, misas.
Había hecho en su favor el voto de ofrecerlo todo por ellas. Y, como había
muchas personas que le daban dinero, ella lo empleaba para darlo a los pobres o
enfermos y también para mandar celebrar misas por las almas benditas.
25
dolores indecibles; pero, a pesar de ello, sentía la necesidad de sumergirme en
ellas para que me purificaran.
Jesús le hizo sentir el dolor de las almas del purgatorio para que sufriera
también por ellas y pudiera liberarlas y llevarlas al cielo.
MUERTE MÍSTICA
Era tiempo de que mi director se retirase sin tener tiempo de decirme una
palabra de consuelo. Pasé la fiesta de la Santísima Trinidad como una
moribunda y, dentro de mí, todo era muerte. Las lágrimas me corrían, las dudas
eran casi insoportables; porque, no sólo me había engañado en cuanto a mi
73
Pasquale, Alexandrina, o.c., pp. 249-250.
26
muerte sino en todo lo que me había dicho antes de ese día. Los dos primeros
días me parecía que todo el mundo estaba muerto. Era casi insoportable el
vivir74.
LA PASIÓN
74
Pinho, o.c., 57-58.
75
Ib. p. 58.
76
Pinho, o.c., p. 43.
77
Carta al padre Pinho del 8 de setiembre de 1934.
27
sea tan grande que muera abrazada a la cruz. Te amo y muero por Ti, mi
querido Jesús, y quiero habitar siempre en tus sagrarios”78.
28
aquel espectáculo de dolor. Ella quedó totalmente aplastada. Su coloquio con
Jesús se prolongó de las 3 a las 6 de la tarde… Después de este éxtasis de la
Pasión, quedó varios días sin poder comer ni beber. Experimentaba tortura en
todos los sentidos del cuerpo, hasta en el olfato, pues tenía el sentimiento de que
todo olía a perros muertos.
29
en los casinos, en las playas, en los cines… Date prisa en difundir el mensaje…
Únete a las intenciones del Papa que son mías… Sufre y ruega por él. Has sido
para él mi portavoz85.
LOS MÉDICOS
85
Sentimentos da alma del 12 de mayo de 1950.
86
Sentimentos da alma del 4 de setiembre de 1953.
87
Sentimentos da alma del 11 de agosto de 1953.
88
Positio, p. 66.
30
Al hacerse público su estado, empezaron a venir sacerdotes a visitarla e
interrogarla, lo que le hacía sufrir y le creaban dudas de si todo era un engaño o
imaginación suya. Sobre todo, los que más le hicieron sufrir fueron los exámenes
de los médicos, algunos de los cuales no eran muy cuidadosos y herían su
sensibilidad y honestidad. Dice el padre Pinho: En cuanto a materia de castidad
era de lo más angelical. Hasta el doctor Azevedo, que la trató durante bastantes
años, me decía una vez, hablando con él: “Nunca vi una doncella tan pudorosa y
recatada y ya la trato de mucho tiempo89.
Por eso, ella sufría mucho por la falta de delicadeza de los médicos y dice:
Me parecía que iba de tribunal en tribunal para ser jugada como si hubiese
cometido los crímenes más grandes. ¡Cuánto me costaba verlos entrar en mi
habitación! y, después de haberme examinado, verlos reunirse en la sala para
discutir mi caso, dejándome bajo el peso de la mayor humillación.
31
querer lloré y le ofrecí a Jesús todas mis lágrimas y sufrimientos, que fueron
muchos, porque lo que digo es poco para lo que pasé. Le perdoné todo, porque
había venido para investigar91.
Según el doctor, podía deberse esta mielitis a alguna parte ósea que se
había partido durante el salto de la ventana. El diagnóstico fue claro: Mielitis,
principalmente sacro-lumbar, con imposibilidad de estar sentada, porque los
dolores de la región lombo-sacral no lo permiten. Además, hay una reducción
impresionante de la masa muscular de los miembros inferiores y de las
articulaciones superiores, principalmente de los pies y piernas, de las manos y
antebrazos. La enferma tiene mirada viva e inteligente, tiene buen sentido,
voluntad fuerte y decidida para soportar los sufrimientos y un gran sentido de su
responsabilidad moral. No se observa en ella cambios de humor ni
manifestaciones síquicas anormales93.
AYUNO TOTAL
32
Gomes de Araujo. Allí estuvo desde el día 10 de junio hasta el 20 de julio de
1943, cuarenta días de control bajo la dirección del doctor Gomes de Araujo.
Fueron días de intenso sufrimiento para ella, pues algunas de las vigilantes
fueron muy bruscas con ella. El doctor Araujo venía cada día a verla y, creyendo
que era histérica, la trataba de convencer de que comiera, llevándole comida a
ver si se animaba; no permitiendo que estuviera con ella su hermana Deolinda,
que la había acompañado y que, según habían acordado, debía estar con ella para
ayudarla a cambiar de posición.
El informe del doctor Araujo, que se declaraba ateo, dice así: Examen
sicológico: A primera vista parece perfecta, normal intelectualmente,
afectivamente y volitivamente, pero tiene un grupo de ideas fijas, que vive y
siente intensa y sinceramente sin sombra de mistificación o impostura 95.
94
Positio, documentos, p. 531.
95
Se refiere a sus ideas de sufrir todo por la conversión de los pecadores.
33
Es para nosotros cierto que durante los 40 días de internamiento la
enferma no comió ni bebió, no orinó, ni tuvo evacuaciones, y esta circunstancia
nos lleva a creer que tales fenómenos pueden venir de tiempos anteriores... Es
conocido científicamente que el hombre no puede vivir sin comer sino hasta 20
días normalmente en reposo, especialmente las enfermas histéricas. Cualquier
libro de fisiología lo dice. Se sabe que los faquires indios están por varias
semanas enterrados, algunos 40 ó 50 días, pero se sabe que estos exhibicionistas
beben más o menos. Los grandes ayunadores de 40 ó 50 días no comen, pero
beben.
El doctor Araujo reconoce que hay cosas que no comprende en este asunto
y, como ateo, no habla de milagros o sobrenatural, sino de que hay que esperar a
ver si en el futuro se puede encontrar una explicación científica. Nosotros
podríamos preguntarle: ¿Hasta cuándo habrá que esperar?
96
Positio, documenta, pp. 550-560.
97
Pueden verse los informes completos en la Positio, documentos, pp. 535-566.
98
Sentimentos da alma del 9 de noviembre de 1945.
34
El 3 de noviembre de 1954, declaraba el doctor João Marques, de la
Facultad de ciencias médicas y catedrático de la universidad de Recife (Brasil) y
especialista en nutrición: A mi parecer, no es posible explicar por medios
puramente científicos o médicos lo que sucede con Alexandrina. Nada hace
creer que se trate de un simple caso de histerismo, sobre todo, porque es
demasiado prolongado el tiempo que pasó sin tomar el mínimo alimento...
FENOMENOS SOBRENATURALES
A) LEVITACIÓN
Deolinda le escribió al padre Pinho: Una vez, estaba sola con ella y pensé
que se iba, pues se levantaba en el aire 101. Y el padre Pinho dice: Estos
fenómenos (de levitación) son bien conocidos en mística y varias veces los pude
presenciar en Alexandrina. En esos momentos, ella me decía que se sentía más
99
Pinho, o.c., p. 98.
100
Positio, p. 218.
101
Pinho, o.c., p. 68.
35
leve que una pluma y que con sólo mirar al cielo le parecía que el corazón
volaba102.
B) ÉXTASIS
Según los testigos, era maravilloso oírle cantar largo tiempo sin cansarse y
era edificante escuchar sus diálogos con Jesús y María, que su hermana o su
amiga Sãozinha copiaban. El señor Ferreira Gonçalves declaró en el Proceso
diocesano: Me convenció de que se trataba de algo sobrenatural, porque hubiera
sido imposible a cualquier actor reproducir las alteraciones fisonómicas que en
ella se observaban. A veces su rostro denotaba sufrimiento y estaba pálido.
Después se transfiguraba y su rostro quedaba bellísimo105.
102
Ibídem.
103
Proceso diocesano, Sumario, p. 289.
104
Autobiografía portuguesa, p. 22.
105
Proceso diocesano, Sumario, p. 412.
106
Proceso diocesano, Sumario, p. 138.
36
Un día asistió el doctor García de Carvalho y, durante el éxtasis, le hincó
varias veces con un estilete, sin reaccionar107.
Una de las cosas que más le hacía sufrir después del éxtasis era cuando
debía corregir los dictados de lo que había dicho durante el mismo. A veces, le
escribían algo equivocado a propósito, a ver si se acordaba bien de lo que había
dicho y siempre lo corregía. Se acordaba de todo perfectamente, pero hubiera
preferido no volver a recordarlo por humildad. Por ello, también sufría, cuando
había personas extrañas que pudieran decir cosas sobre ella.
C) FUEGO DE AMOR
37
inflama y me devora”. Ellas, no sabiendo qué hacer, fueron a traer paños
mojados en agua helada y se los pusieron en el pecho, pero, a los pocos
instantes, les dijo, quitándoselos: “No sirven para nada”110.
Este fenómeno del fuego interior lo tuvo durante varios años. En una carta
al padre Pinho le dice: Hay momentos en que apenas puedo soportar el calor que
me quema el corazón, parecen llamas vivas111.
Otro día Jesús le dijo: “El fuego que sientes es un fuego divino, es el fuego
de amor del Espíritu Santo. Fuego que recibes para darlo a las almas”… Y ella
dice: “Me siento arder de tal manera que a veces pido unas gotas de agua, pero
esta agua parece quitarme la vida”. (No bebía ni comía desde 1942 y era el año
1946)112.
D) CAMBIO DE CORAZONES
Otro día, igualmente, le dice Jesús: “Estoy aquí para hacer el cambio de
nuestros corazones, del mío con el tuyo o, mejor, para echar el mío en el tuyo y
el tuyo en el mío, para que sean un solo Corazón: Jesús con su víctima”.
Mientras Jesús decía esto, yo estaba ya entre los brazos y sobre el regazo de
María. Y dije: “Jesús, quiero que también el Corazón de María sea
transformado en el tuyo y en el mío. Quiero que los tres corazones sean un solo
Corazón. Quiero con Ella sufrir y con Ella amar para socorrer al mundo
110
Don Pasquale en el Proceso diocesano, Sumario, p. 284.
111
Carta al padre Pinho del 11 de octubre de 1939.
112
Sentimentos da alma del 5 de julio de 1946.
113
Sentimentos da alma del 11 de mayo de 1945.
38
entero… Y Jesús hizo un cambio y una fusión de nuestros tres corazones,
haciendo un bloque de un solo Corazón y colocándolo dentro de mi pecho114.
En otra ocasión, María le dijo: Uno tu corazón a los nuestros para que tú
veas nuestro dolor. Jesús se acercó. Hizo de los tres corazones uno solo e hizo
pasar hacia mí una gota de sangre divina115.
E) DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS
Declara don Pasquale: Una vez fue a visitarla alguien que vivía en pecado
y ella le expuso toda su vida. Desde allí se fue a Fátima donde se confesó y
escribió a Alexandrina contándole sobre su confesión y diciéndole que su
conversión comenzó en Balazar118.
A una señora que Alexandrina no conocía y le pidió que orase para poder
casarse con cierto hombre, le respondió: ¿No tiene vergüenza? ¿Por qué quiere
casarse con un hombre que ya está casado?119.
F) PROFECÍA
114
Sentimentos da alma del 5 de enero de 1946.
115
Sentimentos da alma del 6 de mayo de 1955.
116
Proceso ordinario, Sumario, p. 328.
117
Deolinda, Proceso ordinario, Sumario, p. 220.
118
Proceso ordinario, Sumario, p. 331.
119
María de la Concepción Leite, Proceso ordinario, p. 182.
120
Proceso ordinario, Sumario, p. 88.
39
El padre Sebastián Cruz, secretario del arzobispo de Braga, aseguró
también en el Proceso: Me anunció claramente en una carta, escrita por medio
de su hermana, que le gustaría que fuese a visitarla, pues moriría el 13 de
octubre (de 1955), como de hecho sucedió121.
En otra ocasión, la visitó don Pasquale y le pidió que rezara mucho para
que la basílica de María Auxiliadora de Turín, cuna y corazón de la Congregación
salesiana, fuera protegida de los constantes bombardeos de esa época en la
región. Alexandrina se detuvo un poco y, alzando la cabeza de la almohada, dijo:
Esté seguro que sus seres queridos están bajo el manto de la Virgen y la basílica
no sufrirá daño125.
G) OLORES NAUSEABUNDOS
Este don consiste en sentir unos olores inmundos ante la presencia del
diablo, de pecadores e, incluso, ante solo pensar en ellos. Esto le produjo grandes
sufrimientos. Hubo una época en que sólo sentir pronunciar la palabra pecado o
pecador, se desencadenaba en ella un sufrimiento atroz y sentía un olor a perro
muerto. Estos olores nauseabundos los sintió ya el primer día que vivió la Pasión,
el 3 de octubre de 1938.
En 1945, cuando siente las penas del infierno, dice: ¡Qué olores tan
inmundos atormentan el alma!126.
121
Proceso ordinario, Sumario, p. 472.
122
Don Pasquale, Positio, p. 295.
123
Don Pasquale, Cristo Gesù in Alexandrina, 1973, p. 140.
124
Don Pasquale, Alexandrina, o.c., p. 214.
125
Carta al padre Pasquale del 30 de setiembre de 1945.
126
Sentimentos da alma del 6 de setiembre de 1945.
40
El 10 de mayo de 1946 manifiesta: En estos días he sufrido en los sentidos
como no había sufrido jamás de olores tan horribles127.
Dos meses y medio antes de morir, refiere: Siento olores infernales que
me hacen llorar y me atormentan por horas y horas. Si no fuese por un milagro,
llegaría a desesperarme129.
H) PERFUME SOBRENATURAL
127
Sentimentos da alma del 10 de mayo de 1946.
128
Sentimentos da alma del 4 de marzo de 1955.
129
Sentimentos da alma del 22 de julio de 1955.
130
Proceso ordinario, Sumario, p. 330.
41
relación sobre el extraño fenómeno, que Cristo confirmó a Alexandrina ser un
perfume sobrenatural131.
I) VISIONES
Se refiere a ver cosas fuera de lo normal con su alma o con sus ojos
corporales. El doctor Azevedo depone en el Proceso: Una vez, estando con el
padre Pasquale, él le preguntó a Alexandrina cómo veía a Nuestro Señor. Y
respondió: “No lo veo siempre de la misma manera. A veces, lo veo como una
imagen o una persona de la tierra. Otras veces, lo veo como con el alma. En
ocasiones, es como una luz, que ve y comprende todo”133.
J) APARICIONES
131
Pasquale, Alexandrina, Ed. LDC, 1957, pp. 223-224.
132
Sentimentos da alma del 29 de setiembre de 1944.
133
Proceso ordinario, Sumario, p. 53.
134
Carta del 2 de enero de 1943.
135
Sentimentos da alma del 20 de marzo de 1945.
42
Otro día, de improviso, vi delante de mí a María y a san José. María iba
vestida de azul y blanco; san José de colores más oscuros. Tenía en la mano
izquierda un lirio grande… Jesús me dijo: “Hija mía, pídeme lo que quieras en
nombre de quien fue mi padre putativo en la tierra. Pide y di a todos que me
hagan peticiones en su nombre. Él puede obtener de Mí en el cielo lo que todos
los santos reunidos no pueden. Ámalo mucho, hija mía. Sé qué tú lo amas, haz
que sea amado... María se acercó, me besó y me acarició. San José se inclinó
hacia mí y me dejó sobre el pecho el bello lirio que llevaba136.
Un año después, en 1947, vino santa Teresita, vestida de luz con una
diadema bellísima. Me abrazó y me besó mucho. Me dijo: “Hermana mía,
esposa de mi esposo e hija de mi Señor, ten valor. ¡Qué gran gloria te
espera en el cielo! Vendré a tu encuentro en tu paso a la eternidad 139.
k) TRANSVERBERACIÓN
136
Sentimentos da alma del 19 de marzo de 1948.
137
Don Pasquale, Cristo Gesù in Alexandrina, Autobiografía, Alba, 1973, p. 71.
138
Sentimentos da alma del 4 de octubre de 1946.
139
Sentimentos da alma del 3 de octubre de 1947.
140
Sentimentos da alma del 3 de octubre de 1952.
43
Es un fenómeno místico en el que el corazón es traspasado por un dardo
de amor. Durante el éxtasis de la Pasión del 13 de junio de 1947, Jesús le
manifiesta: Te heriré el corazón. Será abierto por el ángel san Gabriel para que
después, a través de esa abertura y de esa llaga, pasen los rayos del Sol, los
rayos de mi amor, y de ti pasen al mundo y a las almas. Pero antes quiero
inyectarte amor, quiero prepararte para recibir el golpe. En este tiempo,
gozarás del cielo.
En ese mismo instante, Jesús no sé cómo regó mi corazón con una fina
lluvia dorada. La lluvia me lo cauterizó. A mi derecha estaba María; de frente,
Jesús; y a la izquierda, el ángel con una lanza en la mano. Sobre nosotros
descendió el cielo con todo su azul lleno de ángeles. Muy arriba, en la altura,
estaba el trono de la Santísima Trinidad. Todo era luz, gozo, dulzura y amor: la
vida del cielo, la vida de las almas.
L) TRANSFUSIÓN DE SANGRE
Este fenómeno parece que comenzó en 1935, pero con toda seguridad
desde el 25 de junio de 1944. Al principio, los intervalos entre una y otra
transfusión son de dos o tres meses, pero desde el 7 de febrero de 1947 serán
cada semana, los viernes durante la Pasión, que ya no es externa, sino vivida
internamente. También son distintos los modos de esta transfusión. Puede ser,
bebiendo con los labios la sangre directamente del Corazón de Jesús, de Corazón
a corazón o por medio de una cañita dorada.
141
Sentimentos da alma del 13 de junio de 1947.
44
Ella manifiesta: Jesús me dio a beber la sangre de su divino Corazón.
Sentía pasar la sangre con toda abundancia del Corazón de Jesús a mí y Jesús
me decía: “Valor, hija mía, recibe fortaleza. Mi sangre y mi carne son tu
alimento142.
Jesús tomó en sus manos su Corazón e hizo un vaso bellísimo del que dejó
caer en mi corazón las gotas de su preciosísima sangre y muchos rayos dorados
de su amor. Y comencé a sentirme grande y fuerte144.
Otro día le dice Jesús: Te doy mi divina sangre, uno a ti la cañita de amor.
Así quedan unidos nuestros corazones y nuestros rostros... Recibe vida, recibe
amor145.
142
Sentimentos da alma del 25 de junio de 1944.
143
Sentimentos da alma del 26 de octubre de 1944.
144
Sentimentos da alma del 7 de setiembre de 1945.
145
Sentimentos da alma del 5 de setiembre de 1947.
146
Sentimentos da alma del 13 de febrero de 1948.
147
Sentimentos da alma del 21 de mayo de 1948.
148
Sentimentos da alma del 19 de enero de 1945.
45
Jesús le dijo: Uno tu corazón al mío. Es un sólo corazón, una sola vida.
Te doy una gota de mi sangre y permanece en el tuyo mi divino Corazón para
continuar el milagro, para que puedas vivir y resistir el dolor... y dar vida a las
almas y hacerlas vencer en la guerra contra Satanás149.
Otro día vinieron los ángeles y Jesús le dice: Esposa mía, te doy la gota de
mi divina sangre. Dos ángeles introducirán en tu corazón la cañita del amor.
Vinieron dos ángeles, introdujeron en mi corazón una cañita dorada. Vino Jesús
y, sobre la parte superior de la cañita, colocó el centro de su divino Corazón. La
gota de la sangre cayó mientras los ángeles con toda reverencia se inclinaban
ante Jesús y batían lentamente cada uno a su vez sus propias alas blancas151.
Un día, vino del cielo la Virgen María con millones de ángeles. El ángel
custodio de Alexandrina llevaba una corona de flores en unión con san Miguel
arcángel. Ella se inclinó y la Virgen le puso sobre la cabeza la corona de
flores… Después, Jesús hizo de su Corazón una copa y muy despacio la inclinó
para echar en el mío la gota de su sangre... Después, me sentí entre los brazos
de María. Sus caricias, su ternura y su amor me dieron de nuevo la vida 154.
Otra vez, una bandada de ángeles bajaron del cielo, batiendo sus almas.
Por último, vino María coronada como Reina sobre un trono. Se puso delante
de mí. Sentí como si se abriese mi pecho y María introdujo en mi corazón sus
santísimas manos. Y del Corazón divino de Jesús salió hacía mi corazón fuego,
149
Sentimentos da alma del 12 de abril de 1946.
150
Sentimentos da alma del 11 de junio de 1948.
151
Sentimentos da alma del 4 de julio de 1947.
152
Sentimentos da alma del 16 de setiembre de 1949.
153
Sentimentos da alma del 16 de agosto de 1946.
154
Sentimentos da alma del 18 de octubre de 1946.
46
mucho fuego y, por último, la gota de sangre... María me acariciaba y, gracias a
estas caricias y besos que me daba, pude soportar el amor de Jesús 155.
Vino María y Jesús se acercó y unió los tres corazones en uno solo e hizo
pasar a mí la gota de sangre divina, diciendo: “Recibe esta vida, vida divina,
vida de gracia, fortaleza y amor. Comunícala a las almas en abundancia. Tú
eres de Jesús y por tu medio ellas reciben a Jesús”156.
MATRIMONIO ESPIRITUAL
Es una unión real e indisoluble del alma con Dios por medio de Jesús.
Jesús y el alma se funden en el amor de las tres divinas personas, como si fuera
un matrimonio espiritual para siempre.
¿Qué temes, hija mía, si estoy contigo? Soy tu Señor, tu amado, tu esposo,
tu todo. He puesto en ti mi morada. Soy tu maestro… ¡Qué santa unión la
nuestra!158.
47
Varias veces, a lo largo de 1938, Jesús le recuerda que es su esposa por
participar en su Pasión. El 2 de marzo de 1939, le dice: ¡Me agrada tanto pedir
la limosna de la crucifixión a mi esposa!161.
Y por ser esposa de Jesús ella se siente también madre de todos los
hombres. Dice: Me siento Madre de la humanidad 164. Me siento cada vez más
madre suya… Soy madre que llora la pérdida de sus hijos, soy madre que no
puede verlos en tanto desorden, en tanta miseria y crímenes. Jesús mío, ¿qué
debo hacer? ¿Qué puedo hacer? Soy madre que llora tanto, pero con lágrimas
de sangre que bañan toda la humanidad. No puedo resistir tanto dolor, quiero
salvar el mundo, quiero sufrir todo, quiero dar la vida por él 165. Ser madre, que
ama con amor sin igual y ver la humanidad sin huir: mis hijitos mueren, mueren
en los vicios, en los placeres, en las locuras del pecado166.
161
Carta al padre Pinho del 21 de marzo de 1939.
162
Sentimentos da alma del 29 de diciembre de 1944.
163
Don Pasquale, Alexandrina, o.c., pp. 271-272.
164
Sentimentos da alma del 6 de marzo de 1945.
165
Sentimentos da alma del 8 de marzo de 1945.
166
Sentimentos da alma del 20 de marzo de 1945.
48
Desaparecieron las tres personas divinas y quedó el alma por algún tiempo en la
misma posición, inmersa en el mismo amor167.
Su unión con Jesús fue una unión transformante también con el Padre y el
Espíritu Santo. Vivía en íntima unión con la Santísima Trinidad. Asegura: Siento
al Espíritu Santo sobre su trono, en el trono de mi corazón, entre el Padre y el
Hijo, y sobre ellos bate sus alas blancas como para despertarme y decirme que
están los tres presentes. Me ilumina con su amor y me llena de su fuego divino...
El divino Espíritu Santo batió sus alas en la parte más íntima de mi alma. Hizo
conmigo como los pajaritos con sus hijos en el nido. Con su pico de fuego divino
alimentó mi corazón y después, introduciéndolo en mis labios, alimentó todo mi
ser. Sentí una nueva vida. Pude amar y servir a Jesús... En la vigilia del Espíritu
Santo lo sentía volar en torno a mí y, a veces, posarse sobre mi cabeza como una
paloma blanca... Digo blanca, no porque la viera con los ojos del cuerpo, sino
porque la veía muchas veces con los ojos del alma. El día de Pentecostés aquella
paloma blanca se posó sobre mí, batió sus alas, entró en mi corazón y, dentro de
él, me hizo pensar en las golondrinas veloces y trabajadores que arreglan su
nido. Me componía y me embellecía siempre más… Desde hace algunos días
está aquí en mi nido, está como reposando, con la cabeza bajo el ala. De vez en
cuando, da señales de estar ahí moviendo sus patitas o extendiendo sus alas
blancas, cubriendo con ellas el nido de mi corazón. ¡Hace esto con tanta dulzura
y amor! Parece que está encarcelada y bien aferrada al nido. Siento su vida…
A los pocos días, el Padre dijo: “Ven, esposa de mi Hijo, camina y ten
valor”. Y mi alma vio abrirse dos brazos para recibirla, para levantarla y
ayudarla a caminar. Esta voz y estos brazos venían desde lo alto, de muy alto.
Eran del Padre eterno. Mi alma lo vio168.
PODER DE LA ORACIÓN
167
Don Pasquale, Alexandrina, o.c., p. 272.
168
Don Pasquale, Alexandrina, o.c., pp. 265-267.
49
Toda la vida de Alexandrina fue una continua oración y un ofrecimiento
continuo de sus sufrimientos al Señor. Normalmente, Jesús no le negaba nada a
su esposa querida, cuando ella intercedía por las necesidades de los demás.
169
Autobiografía portuguesa, p. 11.
170
Don Pasquale, Alexandrina, o.c., p. 220.
50
alejadas de los sacramentos por años, se acercaron en gran número. Fue gran
triunfo de la misericordia divina171.
En 1941 escribió al padre Pinho que un día Jesús le dijo: Hija mía, hay en
Lisboa un sacerdote próximo a perderse eternamente. Esta ofendiéndome muy
gravemente. Llama a tu director y pídele permiso para que yo te haga sufrir
durante la Pasión por aquella alma. Obtenida la autorización, Alexandrina
sufrió de modo tremendo. Sentía la gravedad de los pecados del sacerdote y la
indignación de Dios. Jesús decía: “Infierno, infierno”. Y la pobrecita suplicaba:
“No, infierno no”. Yo soy la víctima por él, no sólo ahora, sino por todo el
tiempo que quieras. Jesús le dio el nombre y apellido del sacerdote.
El padre Pinho quiso llegar hasta el final de este asunto. Por medio de
una hija espiritual mandó preguntar al patriarca cardenal de Lisboa, si en aquel
momento estaba preocupado por algún sacerdote en particular. Le fue
respondido que estaba muy preocupado por uno y el nombre era el mismo que
Jesús le había dado a ella.
Algunos meses después, un sacerdote amigo del padre Pinho, don David
Novais, le contó lo que había sucedido dando un retiro en Fátima. Había
participado un señor que se alojaba por su cuenta en un albergue y que se había
comportado de modo edificante. La última tarde, el señor se sintió mal. Tuvo un
ataque al corazón y pidió de emergencia un sacerdote. Murió poco después de
recibir los últimos sacramentos. Se supo enseguida entre los asistentes al retiro
que era un sacerdote, vestido de seglar, y que se llamaba (como indicó
Alexandrina)... El padre David Novais dio testimonio de este caso en el Proceso
diocesano172.
EL ÁNGEL CUSTODIO
Otro día, después de las tentaciones del maligno, dice: Mi cuerpo estaba
deshecho por tanto cansancio. El demonio quería que yo dijese: “Busco, quiero
y amo los placeres... Quiero el mundo y quiero el pecado”. Yo dije: “Pecar
171
Ib. p. 221.
172
Amorth Gabriele, Dietro un sorriso, Ed. LDC, 2006, pp. 37-38.
173
Carta al padre Pinho del 12 de mayo de 1939.
51
jamás”… El demonio huyó a la voz de Jesús que dijo: “Ángel mío (ángel
custodio) colócala en su lugar” (pues la sacaba de la cama). Y me sentí como
llevada por una brisa suave a mi lugar174.
Otro día, sentí la voz de Jesús: “Ángel celeste, ángel bendito, ángel que yo
escogí para custodiar, guiar y proteger a mi víctima amada, colócala en su
sitio”. En ese mismo instante, sin sentir la más mínima incomodidad, quedé en la
posición acostumbrada176.
174
Sentimentos da alma del 8 de enero de 1945.
175
Sentimentos da alma del 13 de febrero de 1945.
176
Sentimentos da alma del 8 de marzo de 1945.
177
Sentimentos da alma del 22 de marzo de 1945.
178
Sentimentos da alma del 20 de enero de 1950.
52
ángeles cantaron por un poco de tiempo y se inclinaron ante Jesús, diciendo:
“Adoramos reverentes a nuestro Rey y Señor, nuestro Dios, el Dios del amor”.
Y, después, el ángel que tenía a Jesús dijo: “Corpus Domini nostri Jesu Christi”
(El cuerpo de nuestro Señor Jesucristo). Los himnos continuaron un poco
después de haber recibido a Jesús y, al poco rato, los ángeles fueron
ascendiendo como palomas batiendo sus alas. Pero mi ángel custodio
permaneció junto a mí con aspecto de hombre y me dijo: “Estoy siempre a tu
lado. Estoy para desempeñar la misión que Jesús me ha confiado. Estoy contigo
y te sostengo en tu sufrimiento y en tus luchas. Me consuelo totalmente al ver la
reparación que das a Jesús. Soy tu compañero en la vida y en tu pasaje de la
tierra a la eternidad”179.
Otro día, después de vivir la Pasión, Jesús le dice: Vas a recibirme por
medio de tu ángel custodio. No vi a mi ángel. Sólo vi la hostia sagrada bastante
grande y blanca, muy blanca. Por tres veces oí decir las palabras “Ecce Agnus
Dei” (He aquí el Cordero de Dios) y las demás palabras que dicen los
sacerdotes. No veía a los ángeles, pero oí el batir de sus alas y les oí cantar:
“Nuestro Rey y Señor viene de su trono, de su prisión de amor (sagrario) para
darse en alimento… Reverentes lo adoramos como sobre su trono. ¡Gloria a Ti
nuestro Dios y Rey del amor!”180.
Jesús me dijo: “Te fui dado por tu ángel custodio. Yo soy la vida de que tú
vives. Mira, ¿ves a los ángeles subir? Suben en grupos, algunos entonando
himnos, otros conduciendo las almas que salen del purgatorio, salvadas gracias
a ti. ¡Qué bella entrada! ¡Qué fiesta en el cielo!”181.
179
Sentimentos da alma del 20 de julio de 1945.
180
Sentimentos da alma del 21 de setiembre de 1945.
181
Sentimentos da alma del 19 de abril de 1946.
53
Los ángeles descendían y cantaban… A mi costado derecho estaba la
Mamita. Yo estaba en el Corazón de Jesús, dentro, pero como a la puerta de un
sagrario. La Mamita, arrodillada de costado con una taza de oro en sus manos,
me dijo: “Esta taza, hija mía querida, fue hecha con el oro de tus virtudes...
Arrepentida de mis pecados, dije: “Señor, no soy digna de que entres en mi
casa”, mientras el ángel sostenía en su manos la sagrada hostia y los otros
ángeles, con la cabeza inclinada, batían sus alas. Comulgué y se quedaron un
poco de tiempo en señal de adoración. La Madrecita se levantó, me besó, me
acarició y me abrazó fuertemente... Ella subió hacia lo alto y los ángeles la
acompañaron. Jesús dijo: “Los ángeles suben al cielo para acompañar a su
trono a mi Madre santísima”182.
En otra ocasión, le dijo Jesús: “Hija mía, esposa querida, estás para
recibirme de las manos de tu ángel custodio. Vienen a su lado el arcángel san
Miguel y el ángel san Gabriel. Detrás de ellos viene una gran multitud de
ángeles”. Yo dije: “Señor, no soy digna”… Vinieron los tres ángeles como había
dicho Jesús y se detuvieron delante de mí. El del medio con la sagrada hostia en
las manos, los de los lados iluminaban y cubrían con un baldaquino al que
llevaba a Jesús. Los ángeles en gran multitud no cantaban, pero con las manos
levantadas y las cabezas inclinadas en profundo recogimiento, decían: “Gloria
a nuestro Dios, a nuestro Rey, a nuestro Amor. ¡A Ti gloria, oh Jesús, nuestro
Dios y Señor!”. Mi ángel custodio se inclinó hacia mí y dijo: “Viaticum Corpus
Domini nostri Jesu Christi custodiat animam tuam in vitam aeternam” (El
viatico, Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo guarde tu alma para la vida eterna)…
Los vi desaparecer batiendo sus alas. Todo era luz y quedé sumergida en el
amor, en intimidad con Jesús. Me parecía estar unida a Él de manera
inseparable183.
182
Sentimentos da alma del 20 de setiembre de 1946.
183
Sentimentos da alma del 4 de abril de 1947.
184
Sentimentos da alma del 15 de abril de 1949.
54
El 13 de mayo de 1949 (aniversario de Fátima) Jesús le dijo: Estás para
recibirme en cuerpo, sangre y divinidad como estoy en el cielo. Tres ángeles me
llevan a ti: el ángel de Portugal (el que dio la comunión a los tres niños de
Fátima en tres ocasiones antes de las apariciones de la Virgen), tu ángel custodio
y el ángel san Gabriel. Descendieron los tres ángeles, los dos de los costados se
postraron reverentes para adorar e iluminar a Jesús sacramentado. El del medio
tenía un cáliz en su mano izquierda y en la derecha la hostia santa. El que
estaba mi costado izquierdo me colocó el platillo sobre el pecho, mientras
recibía a Jesús. Del cáliz se desbordaba fuego y sangre. En aquella sangre y en
aquellas llamas, rodeadas de grandes espinas, estaba metida y batía las alas una
paloma blanca. Jesús me dijo: “Esa paloma blanca es tu alma, hija mía, que se
sumerge en mi sangre divina y en el mar infinito de mi amor”185.
Otras veces, era el ángel san Gabriel u otros ángeles quienes le daban la
comunión, que, normalmente, tomaban de los sagrarios. Estas comuniones
extraordinarias, como mínimo, fueron unas 22 entre 1945 y 1955.
185
Sentimentos da alma del 13 de mayo de 1949.
186
Sentimentos da alma del 30 de marzo de 1945.
55
Desde sus primeros años de enfermedad, no pudiendo ir a la iglesia a
recibir la bendición del Santísimo Sacramento se la pedía todos los días a Jesús
desde el cielo o desde los sagrarios.
En carta al padre Pinho le decía: No sé cómo pueda ser, pero desde que
tuve uso de razón no me acuerdo de haber pasado un solo día sin acordarme de
Nuestro Señor188. Antes de conocerlo, refiere: Por la mañana comenzaba a hacer
oraciones, comenzando por la señal de la cruz y después me acordaba de Jesús
sacramentado, haciendo la comunión espiritual y diciendo: “Sagrado Corazón
de Jesús, este día es para Vos”. Lo repetía tres veces y después continuaba: “Oh
Jesús, bendice a vuestra hija que quiere ser santa”. Decía también: “Alabado
sea Nuestro Señor… Que las tres divinas personas me bendigan así como san
José, María santísima y todos los ángeles y santos del cielo”… Y decía: “Oh
Jesús, me uno en espíritu a todas las santas misas que de día y de noche se
celebran en la tierra”189.
187
Autobiografía portuguesa, p. 17.
188
Carta del 26 de diciembre de 1935.
189
Pinho, o.c., p. 19.
190
Autobiografía portuguesa, p. 19.
191
Autobiografía portuguesa, p. 9.
56
En otra carta al padre Pinho le manifiesta: Hice la comunión espiritual y
me ofrecí toda al Señor, presente en mi alma, y me ofrecí en espíritu a todos los
sagrarios del mundo… Sentía un gran calor, una fuerza que me abrazaba y que
parecía que me sacaba del mundo. Sentía como si me hicieran caricias y me
besaran. Y me dijo el Señor: “Vete, hija mía, amor mío, a los sagrarios” 192.
En otra carta se desahogaba diciendo: Con gran pesar le digo que todavía
no he podido recibir a Nuestro Señor. Si yo pudiese pagar para que me trajesen
a Nuestro Señor por dinero, ¡cuánto daría yo! He hecho muchas comuniones
espirituales con el mayor fervor que he podido193.
Vete a mis sagrarios, vive allí. Es ahí de donde viene la fuerza para todo.
La misión que te he dado son los sagrarios y los pecadores198.
Y yo le digo al Señor que quiero ser su víctima en todos los lugares donde
habita sacramentado… ¡Qué consolador es decir a Jesús!: “Yo soy la centinela
de tus sagrarios”199.
192
Carta del 20 de diciembre de 1934.
193
Carta al padre Pinho del 27 de setiembre de 1934.
194
Carta al padre Pinho del 4 de noviembre de 1934.
195
Carta al padre Pinho del 20 de diciembre de 1934.
196
Carta del 14 de setiembre de 1935.
197
Carta del 10 de enero de 1935.
198
Carta del 20 de diciembre de 1934.
199
Carta al padre Pinho del 3 de octubre de 1935.
57
Otro día escribía lo que Jesús le había dicho: “Hija mía, vete a mis
sagrarios a hacerme compañía algún tiempo durante la noche”… Atendí el
pedido de Nuestro Señor y pasé algunas horas en espíritu delante de los
sagrarios”200.
Ese mismo año de 1937 sufrió una gran crisis de salud. Parecía que se
moría, vomitaba de día y de noche, no pudiendo retener nada en el estómago. El
párroco le leyó las oraciones de los agonizantes en tres ocasiones. Desde hacía un
año recibía ya todos los días la comunión, sin la cual no podía vivir, y el párroco
le dijo que, si no podía retener la hostia no le daría la comunión. Hizo la prueba
con una hostia no consagrada y la vomitó inmediatamente, pero alguien le dijo
que una hostia no consagrada no era Jesús y que hiciese la prueba con una hostia
consagrada. Así lo hizo y no la vomitó.
Desde ese día, decidió llevarle la comunión todos los días sin falta. Ella
dice: ¡Cuántas veces entró el párroco a mi habitación para darme a Nuestro
Señor, cuando estaba vomitando! Pero, apenas recibía a Jesús, cesaban mis
vómitos y no volvía a vomitar hasta pasar por lo menos media hora. Mi
medicina era Jesús201.
58
Y la llamaba compañera fiel de mis sagrarios y esposa de mi Eucaristía.
Ella era centinela de los sagrarios y lámpara viviente para invitar a todos a
adorar, amar y acompañar a Jesús sacramentado.
En 1928 escribió una bellísima oración a los sagrarios, que, resumida, dice
así: Virgen María, te consagro mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, mi
alma, mi virginidad, mi pureza… Te consagro el presente y el futuro, mi vida y
mi muerte… Madrecita, ven conmigo a todos los sagrarios del mundo para estar
donde habita Jesús sacramentado… Quiero ir de sagrario en sagrario a pedir
favores a Jesús como la abeja que va de flor en flor para chupar el néctar.
Quiero formar una roca de amor en todo lugar donde esté Jesús sacramentado
para que nada pueda entrometerse para herir su Santísimo Corazón… Oh Jesús,
yo me uno en este momento en espíritu y, desde este momento para siempre, a
todas las hostias consagradas de la tierra en cada lugar donde habitáis
sacramentado. Quiero pasar todos los momentos de mi vida, de día y de noche,
alegre o triste, procurando consolaros, amaros y glorificaros... Oh Jesús, que no
haya ningún sagrario del mundo ni un lugar del mundo donde estéis
sacramentado sin que, desde hoy y siempre, esté yo allí para decir: “Jesús, yo te
amo. Jesús, soy toda tuya, soy tu víctima, víctima de la Eucaristía, lamparita de
vuestras prisiones de amor, centinela de vuestros sagrarios”…
Quiero que cada letra de las oraciones que rece u oiga rezar, cada
palabra que pronuncie u oiga pronunciar, que lea u oiga leer, que escriba o vea
escribir, que cante u oiga cantar, sean actos de amor para tus sagrarios.
Oh Jesús, quiero que cada gotita de lluvia que caiga del cielo a la tierra,
toda el agua que hay en el mundo, ofrecida por gotas, y todas las arenas de la
orilla del mar y todo lo que el mar contiene, sean actos de amor para tus
sagrarios.
Te ofrezco las hojas de los árboles y todas las frutas que puedan tener, las
florecillas, ofrecidas hoja por hoja, y todo lo que contienen los jardines, los
59
campos, los prados y los montes, lo ofrezco todo como actos de amor para tus
sagrarios.
Oh Jesús, te ofrezco todos los tesoros y riquezas del mundo… como actos
de amor para tus sagrarios204.
EUCARISTIA Y ROSARIO
Un día María le pidió generosidad para sufrir por los pecadores. Le dijo:
Te quiero, hija mía, no niegues a Jesús tu dolor, ¡son tantos los crímenes! El
Corazón de Jesús no puede sufrir más. Sufre por las almas, no permitas que la
sangre de Jesús se pierda. En aquel momento, la Mamá del cielo estalló en
204
Pinho, o.c., pp. 19-24; Autobiografía portuguesa, p. 21.
60
llanto. Me arrojé a su cuello y le dije: “No, Mamá, no quiero que llores”…
Tomé con las manos la túnica de Jesús y con ella le sequé las lágrimas. Y le dije:
“Sólo Jesús, querida Mamá, puede aliviar tu llanto. No llores más”205.
Pues bien, Jesús le dijo a Alexandrina: Habla a las almas, hija mía, del
rosario y de la Eucaristía. En ese momento, sin saber cómo, fui elevada hacia lo
alto. La cruz que tenía en las manos quedó detrás de mí como si estuviese
elevada en ella. Mi corazón se convirtió en un vaso que contenía sangre. A mis
costados se levantaron dos escaleras que terminaban en los extremos del brazo
horizontal de la cruz. La escalera de la derecha era la escalera del rosario y la
de la izquierda la de la Eucaristía. La de la Eucaristía tenía, más o menos hacia
la mitad, un ramo de espinas doradas y dos racimos de pura uva. Las almas
subían aprisa y pasaban de los brazos de la cruz al vaso que contenía sangre.
Allí se bañaban y volaban más alto y entraban en el cielo. ¡Oh, cómo me
agradaría que todos vieran esto!207.
Con esta visión Jesús le dio a entender que, con sus dolores, Alexandrina
llevaba las almas, por el rosario y la Eucaristía, hacia el cielo.
205
Sentimentos da alma del 7 de mayo de 1949.
206
Carta al padre Pinho del 2 de enero de 1942.
207
Sentimentos da alma del 29 de octubre de 1954.
208
Sentimentos da alma del 29 de octubre de 1954.
61
Habla de la Eucaristía, di que allí estoy yo como hombre y como Dios. Di
que quiero que me amen. Háblales del amor eucarístico y de la necesidad de
recibirme. Háblales del rosario y del amor de mi Madre bendita 209.
Jesús escogió a Alexandrina para que fuera su mensajera para que el Papa
consagrara el mundo al Inmaculado Corazón de María. El 30 de julio de 1935,
Jesús le hace la primera petición en este sentido. Así se lo escribe al padre Pinho
el 1 de agosto. En otra carta del 10 de setiembre de ese año 1935 le aclara: La
consagración la hará el Santo Padre en Roma, consagrando el mundo entero al
Inmaculado Corazón de María y también lo harán los sacerdotes en todas las
iglesias del mundo con el título de Reina del cielo y de la tierra y Señora de la
Victoria... Mis deseos serán cumplidos212.
En agosto de 1936, dado que durante un año no se había hecho nada con
relación a la consagración, Jesús le manda que escriba al Papa para que el
flagelo de la guerra, que asolaba a España, no se extendiera al mundo entero.
Entonces, el padre Pinho escribe al cardenal Pacelli (futuro Pío XII) que
era secretario de Estado del Papa Pío XI. De Roma escribieron al arzobispado de
Braga, en cuya diócesis estaba Alexandrina, para que enviaran información sobre
209
Sentimentos da alma del 7 de enero de 1955.
210
Sentimentos da alma del 1 de octubre de 1949.
211
Sentimentos da alma del 5 de diciembre de 1953.
212
Padre Pinho, o.c., p. 84; Carta del padre Pinho al cardenal Pacelli del 11 de setiembre de 1936;
Positio, p. 485.
62
ella. Fue enviado el padre Antonio Durão. Alexandrina dice en su Autobiografía:
El 21 de mayo de 1937 vino el padre Dur ão. Venía mandado por la Santa Sede
para examinar el caso de la consagración del mundo a Nuestra Señora213.
Ese mismo año 1938, el padre Pinho, dando un retiro a los obispos en
Fátima, les habló de la conveniencia de la consagración del mundo al Corazón
Inmaculado de María y, estando unánimes en esta idea, les pidió que escribieran
al Papa con una petición al respecto. Por su cuenta escribió de nuevo otra carta al
cardenal Pacelli sobre las insistencias de Nuestro Señor.
213
Pinho, o.c., p. 85.
214
Positio, p. 320.
215
Pinho, o.c., pp. 86-87.
216
Padre Pinho, No Calvario de Balazar, Ed. Paulinas, São Paulo, 1961, p. 176.
63
El 5 de abril de 1941 (en plena guerra) Jesús le dice: Di a tu padre
espiritual que escriba pronto al Santo Padre que Jesús insiste, que Jesús pide y
ordena que él consagre el mundo a su Madre bendita, que lo consagre aprisa, si
quiere que termine la guerra, que lo consagre pronto si quiere que venga la paz
al mundo217.
FÁTIMA Y BALAZAR
Aquí se dice vendré a pedir. Esto sucedió, cuando Lucía era religiosa
Dorotea y se encontraba en Tuy (Pontevedra-España). El 13 de junio de 1929, la
Virgen se le apareció y le dijo: Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo
217
Carta al padre Pinho del 4 de abril de 1941.
218
Carta al padre Pinho del 22 de mayo de 1942.
64
Padre que haga, en unión con todos los obispos del mundo, la consagración de
Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio219.
PROMESA DE SALVACIÓN
Jesús desea tanto la salvación de las almas que propone por medio de
Alexandrina, una manera muy fácil y sencilla para salvar a los pecadores. Le
dice: Hija mía, esposa mía, haz que yo sea amado, consolado y reparado en la
Eucaristía. Y, di, en mi nombre, que yo prometo el cielo a todos los que hagan
bien la santa comunión con sincera humildad, con fervor y amor, los primeros
jueves de seis meses consecutivos y estén ante el sagrario una hora de
adoración220.
65
VALOR DE LAS IMAGENES
223
Autobiografía portuguesa, pp. 17-18.
224
Carta al padre Pinho del 8 de marzo de 1935.
225
Don Pasquale, Alexandrina, o.c., pp. 140-141.
226
Sentimentos da alma del 22 de octubre de 1948.
66
Alexandrina desde hacía algunos años, tenía siempre colgado en la pared
un crucifijo. Durante la noche lo tenía entre sus brazos. Este crucifijo lo había
cambiado por uno que le regaló el padre Pinho, pero éste lo regaló y se quedó sin
ninguno. Entonces, pidió el primero, pero no se lo dieron y, por no molestar, no
insistió, pero una noche aquel crucifijo primero, que lo colocaba en la pared
durante el día, se le apareció milagrosamente sobre el pecho, entre sus brazos.
Esto le impresionó y le pidió a Jesús que le dijera el significado de la llegada
milagrosa de aquel crucifijo sobre su pecho.
LAS VISITAS
Durante los años 1950 y 1951 Jesús le encomendó una nueva misión:
recibir a los visitantes. Se multiplicaron las visitas de personas que iban a visitarla
para encontrar un consuelo y pedir oraciones.
227
Sentimentos da alma del 16 de junio de 1950.
228
Sentimentos da alma del 21 de noviembre de 1952.
67
El 9 de mayo de 1953 Deolinda y Sãozinha escriben sobre las visitas: El
día 8 de mayo de 1953 recibió unas 2.000 personas, hablando en la mañana
durante cuatro horas y media. Tuvo un descanso de 45 minutos y, en la tarde,
habló cinco horas seguidas. Han sido nueve horas y media, escuchando a los
visitantes… Alguno le preguntó, si estaba cansada, pero le respondió: “Podría
recibir aún otras tantas personas. Debo dar toda mi sangre a Nuestro Señor.
Debo decir que lo amo. Debo gritar que amo a Jesús. Debo darle almas, muchas
almas”229.
68
hora mi muerte hacer un acto de renuncia a la venida de mi padre espiritual
(padre Pinho) y me someto a vuestros eternos designios, renunciando a la
felicidad de la presencia de mi padre para implorar de vuestra misericordia,
vuestro reino de amor, la conversión de los pecadores, la salvación de los
pecadores y el alivio de las almas del purgatorio232.
- ¿A quién sonríes?
- Al cielo, al cielo.
A las cinco de la tarde dijo: “Adiós, pronto voy al cielo”. A las 7 p.m. dijo
de nuevo: “Voy al cielo”. Expiró a las 8 con 29 minutos de la tarde del 13 de
octubre de 1955. Era jueves, su día predilecto234.
232
Positio, p. 363.
233
Positio, p. 364.
234
Positio, p. 365.
69
“Trinidad Santísima, mi Dios, en vuestro Corazón encomiendo mi alma”, ella
sonrió y expiró235.
Sãozinha, su gran amiga, dice que por la mañana, cuando sonaron las
campanas a muerto, el país se llenó de tristeza y la exclamación general era: Ha
muerto la madre de los pobres, la ayuda de los necesitados. Sus paisanos
vistieron de luto hasta la misa del séptimo día. En los campos se suspendieron
los cantos237.
70
peregrinación de miles y miles de personas de toda condición social. La gente le
besaba los pies o las manos. El periódico de Oporto del día 15, reportó que ese
día, en toda la ciudad, no había flores blancas, porque todas habían ido a Balazar.
El cortejo fúnebre salió a las 10 a.m. del día 15 de octubre y fue una
apoteosis como la definió el párroco del lugar. Un funeral nunca visto con una
multitud enorme.
El Padre Alfredo Alves da Silva, que estuvo presente, afirma que había
unos 40 sacerdotes y unas 4.000 personas. A la 1 de la tarde, el féretro fue llevado
al cementerio parroquial y sepultado en una tumba. Su rostro quedó mirando
hacia el sagrario, como había deseado.
TRASLADO
238
Autobiografía portuguesa, pp. 64-65.
239
Pinho, o.c., p. 128.
71
A los pocos meses se trasladó su cuerpo a un lugar vecino al cementerio
para construir una capilla funeraria en el lugar donde iba a estar enterrada. En
octubre de 1957 se trasladó a la recién construida capilla funeraria del cementerio.
A esta traslación estuvo presente el entonces obispo auxiliar de Braga, Francisco
María da Silva.
72
quieran perder el alma para toda la eternidad. ¡Él es tan bueno! ¡Basta de
pecar! ¡Amen a Jesús, ámenlo!
SU TRIUNFO Y MILAGROS
Por medio de ti haré caer sobre las almas una lluvia de gracias 245. En el
cielo, esposa mía, no te negaré nada, porque tú nunca me has dicho no246.
243
Sentimentos da alma del 13 de junio de 1952.
244
Sentimentos da alma del 23 de abril de 1948.
245
Sentimentos da alma del 30 de abril de 1948.
246
Sentimentos da alma del 25 de febrero de 1955.
73
una curación; y espero probarlo. Yo y mi padre habíamos pedido la intercesión
de la sierva de Dios”247.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
247
Amorth Gabriele, o.c., p. 101.
248
Ib. p. 104.
249
Éxtasis del 3 de julio de 1953.
250
Signorile Eugenia y Chiaffredo, Figlia del dolore e madre di amore, Ed. Mimep-docete, 1990, pp.
543-544.
74
CRONOLOGÍA
75
María. El 20 de noviembre se celebra la misa en su habitación por primera
vez. Ella anotará todas las veces que se celebra a lo largo de su vida.
1934.- Hace el voto de lo más perfecto. El 14 de octubre escribe con sangre su
juramento de amor a Jesús. El demonio desde agosto comienza a
atormentarla en su imaginación. El 20 de noviembre Jesús le confía los
sagrarios y los pecadores.
1935.- El 30 de julio Jesús le manifiesta su deseo de que el mundo sea consagrado
al Inmaculado Corazón de María.
1936.- El 7 de junio experimenta su primera muerte mística.
1937.- Por 17 días no puede deglutir nada. Desde julio el demonio la atormenta
físicamente y la tira de la cama. El 23 de octubre cesan estas
manifestaciones diabólicas físicas y suceden manifestaciones diabólicas
íntimas, pero más dolorosas. En noviembre la señora Fernanda dos Santos
de Lisboa libera su casa de la hipoteca.
1938.- El 3 de octubre, por primera vez, vive en carne propia la Pasión. El 24 de
octubre el padre Pinho escribe al Papa Pío XI sobre la consagración del
mundo. El 6 de diciembre tercer viaje a Oporto al especialista Roberto de
Carvalho quien dice que su enfermedad se debe a compresión medular,
mielitis.
1940.- Se ofrece para que Portugal sea librada de la guerra mundial. El 6 de
diciembre Jesús le asegura que el Papa será librado físicamente de la
guerra.
1941.- El 29 de enero, primer encuentro con el doctor Manuel Azevedo que será
su médico personal hasta su muerte. El 15 de junio cuarto viaje a Oporto
para ver al especialista doctor Araujo.
1942.- El 27 de marzo revive por última vez la Pasión de forma física y comenzó
su ayuno total que durará hasta su muerte. El Papa Pío XIII, el 31 de
octubre consagra el mundo al Corazón Inmaculado de María.
1943.- Del 10 de julio al 20 de julio está 40 días en el hospital Foz do Douro de
Oporto para comprobar que ciertamente no come ni bebe.
1944.- La comisión teológica nombrada por el arzobispo de Braga emite el
comunicado negativo. El padre Humberto Pasquale viene a verla el 21 de
junio. El 20 de junio el arzobispo ordena guardar silencio sobre los
presuntos sucesos extraordinarios que le suceden. El 15 de agosto se
inscribe como cooperadora salesiana. El 29 de diciembre celebra su
matrimonio místico con Jesús.
1945.- Se le agravan los malestares y no soporta la luz, debe estar su habitación
casi en oscuridad permanente. Durante tres meses pierde diariamente
sangre. El 11 de mayo cambio de corazones con Jesús.
1946.- El 3 de octubre es fajada y colocada en un eje en forma de S alargada y así
estará hasta su muerte.
76
1947.- Comienza a sentir los dolores de los estigmas, aunque invisibles, como le
pidió al Señor.
1948.- La visita el padre Sebastián Cruz, secretario del arzobispo de Braga, que
queda positivamente impresionado y la apoyará a partir de la fecha. El 23
de setiembre pierde su segundo director espiritual que viaja a Italia.
1950-1951.- Recibe muchas visitas diariamente, especialmente los domingos.
1952.- Aumentan las visitas, que vienen por miles los domingos.
1953.- Algunos éxtasis son públicos, pero el 25 de diciembre es el último éxtasis
público.
1955.- El 13 de octubre muere a los 51 años.
1967.- Inicio del proceso informativo.
2004.- El 25 de abril, beatificación en el Vaticano por Juan Pablo II.
CONCLUSIÓN
77
También aparece claramente en su vida la importancia que le daba a la
Eucaristía, a la Virgen María y a la intercesión de los santos, por medio de sus
imágenes. Y la transcendencia que tuvo para que el Papa llegara a consagrar el
mundo al Inmaculado Corazón de María.
Que Alexandrina nos guíe con su luz y nos ayude con su intercesión para
poder amar cada día más a Jesús Eucaristía y a María nuestra Madre. Amén.
BIBLIOGRAFÍA
78
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Pasquale Humberto, Tu sei amore che tutto vince, LDC, Torino, 1965.
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Pinho Mariano, No calvario de Balazar, Ed. Paulinas, São Paolo, 1961.
Pinho Mariano, Uma vitima da Eucaristia, Librería moderna, Recife, 1956.
Positio super virtutibus, Typis Polyglottis Vaticanis, Roma, 1991.
Rebesco Antonio, L'Estatica-Alessandrina M. da Costa, LDC, Torino, 1958.
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Torino, 2004.
Scrimeri Pedriali María Rita, Alexandrina María da Costa, LDC, Torino, 1997.
Signorile Eugenia, Solo per amore, Ed. Mimep-Docete, 2005.
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79