Pregunta Curriculo Central

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¿CUÁL HA DE SER LA FORMACIÓN DEL PROFESIONAL UTP EN MATERIA DE SALUD –

DEPORTE Y RECREACIÓN?

PRIMER BORRADOR

La Universidad Tecnológica de Pereira como Institución educativa que asume


la formación integral y permanente de sus estudiantes, que como comunidad
universitaria interactiva buscando el bien común, y que sus principios rectores
le llevan a formar profesionales de elevado nivel académico, líderes en la
dinámica social, con ética, sentido crítico y capacidad investigativa, se ve como
un actor fundamental en la transformación y reproducción de significados y
paradigmas sociales en el propósito de contribuir efectivamente en el
mejoramiento de la calidad de vida de las gentes de su área de influencia y del
entorno en que sus egresados actúen.

En esta perspectiva, en concordancia con el Objetivo Institucional # 4, por el


cual busca Fortalecer el sistema de bienestar para facilitar el desarrollo integral
del ser humano, preservar sus derechos fundamentales y mejorar sus
condiciones de trabajo, estudio, recreación, investigación y convivencia
ciudadana con, entre otras estrategias, la promoción y educación permanente
sobre el bienestar y la cultura preventiva, empezó a considerar una gran
reforma curricular para adecuar a su misión, visión, políticas y objetivos, los
diferentes procesos académicos que desarrolla, además de las actuales
tendencias de formación que exigen definir las competencias que
caracterizarán a sus egresados.

Entendiendo que las competencias surgen de la necesidad de valorar no sólo


el conjunto de los conocimientos apropiados (SABER) y las habilidades y
destrezas (SABER HACER) desarrolladas por una persona, sino de apreciar su
capacidad de emplearlas para responder a situaciones, resolver problemas y
desenvolverse en el mundo. Igualmente implica una mirada a las condiciones
del individuo y las disposiciones con las que actúa, es decir, el componente
actitudinal y valorativo (SABER SER) que incide en los resultados de la acción.

Una de las preguntas que surge de este contexto con relación a las actuales
características de formación que la UTP viene desarrollando frente a las
tendencias sociales, económicas, políticas del País, que comprometen la futura
inserción laboral de sus egresados y la real capacidad de ser propiciadores de
un cambio socio – cultural que mejore las condiciones de vida de las
comunidades, es ¿CUÁL HA DE SER LA FORMACIÓN DEL PROFESIONAL
UTP EN MATERIA DE SALUD – DEPORTE Y RECREACIÓN?

Competencias en Salud – Deporte y Recreación, suena paradójico cuando


estamos hablando de tendencias sociales – económicas y políticas. Sin
embargo, nada más cercano a reflejar las condiciones de desarrollo y calidad
de vida de un país que éstos aspectos; para reforzar estas consideraciones
demos un vistazo a los efectos de una mala relación entre actividad física y
salud en el panorama de la salud pública, al que los futuros profesionales están
llamados a transformar, desde cualquier ámbito laboral que desempeñes,
porque todos somos responsables directos e indirectos de la salud:
Las enfermedades crónicas han comenzado a ser entidades de importancia
dentro de los perfiles epidemiológicos en algunos países de acuerdo al estado
evolutivo alcanzado en el proceso de transición demográfica. Según los
modelos explicativos de la transición epidemiológica propuesto por Omran,
Colombia se ubica en el modelo de transición intermedio junto a la mayoría de
los países latinoamericanos con ingreso medio o medio bajo, que enfrentan
problemas de malnutrición y enfermedades transmisibles, un rápido incremento
de las enfermedades crónicas y la expansión de las emergentes (Plan de
desarrollo Departamental, Risaralda 2001-2003).

El estudio nacional ENFREC II (1) mostró que el 52.7% de la población


colombiana no realiza con regularidad actividad física tendiente a mantener o
mejorar su condición física, cifra similar a la encontrada en el diagnóstico de la
actividad física en el Departamento de Risaralda (51.7%), reportada en la
investigación realizada entre Indeportes Risaralda y la Fundación Universitaria
del Area Andina en el transcurso de los años 2001-2002 (2).

Según el estudio ENFREC II, el sedentarismo con relación a la actividad física


aeróbica, es mayor en mujeres que en hombres. Por otra parte, el porcentaje
de adultos que realiza ejercicio aeróbico es inversamente proporcional a la
edad y directamente proporcional al grado de escolaridad. Las personas
afiliadas al régimen subsidiado y los no afiliados al Sistema General de
Seguridad Social son las personas que tienen menos posibilidades de acceder
y realizar actividad física (3).

En el estudio realizado en el proyecto PROMOCIÓN DE LA ACTIVIDAD


FÍSICA PARA LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES CRÓNICA NO
TRANSMISIBLES promovido por el Ministerio de la Protección Social y
Colciencias y desarrollado por la UTP en alianza con la Secretaría
Departamental de Salud e Indeportes Riosaralda, se encontró, en la
caracterización de un grupo poblacional, entre 25 – 50 años, de afiliados al
régimen contributivo del departamento de Risaralda, que no obstante la
mayoría se consideraron activos, lo son en forma inadecuada con relación a las
recomendaciones internacionales respecto al nivel de práctica de actividad
física (Pate RR, y cols 1996, Matsudo S. y cols), es decir, no cumplen con la
frecuencia (5 o más días a la semana), la intensidad (moderada) o ambas; de
igual manera pese a que reconocen los beneficios derivados de la práctica
regular, están en nivel de actitud hacia ella Contemplativo (según la
clasificación transteorética propuesto por Prochaska (Prochaska y cols, 1994),
que significa que apenas sí consideran la posibilidad de comenzar a practicarla.
Las principales barreras personales para no realizar actividad física fueron: la
falta de autodisciplina, de tiempo y la necesidad de descansar en su tiempo
libre.

El sedentarismo o falata de actividad física regular, ha sido reconocido como un


factor prevalente de riesgo cardiovascular y otras enfermedades crónicas no
transmisibles y como lo planteamos, Risaralda no es ajeno a esta realidad que
no solo es regional, sino nacional y mundial. En esta medida Pereira se
encuentra ante un aumento de la población adulta mayor con un incremento
paralelo de las enfermedades crónicas no transmisibles.
Los factores de riesgo asociados a una mayor incidencia y prevalencia de estas
enfermedades, están agrupados en aquellos de carácter hereditario, de tipo
ambiental y de tipo comportamental. Las enfermedades de origen
cardiovascular, la diabetes mellitus, el cáncer, la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, la osteoporosis y las enfermedades mentales, son
consideradas actualmente como los problemas más importantes de Salud
Pública.

Es importante considerar que existe soporte científico, a partir de estudios


epidemiológicos y experimentales, que evidencian una relación positiva entre
actividad física y disminución de la mortalidad gracias a un efecto positivo del
ejercicio sobre los riesgos de padecimiento de enfermedades cardiovasculares,
sobre el perfil de los lípidos plasmáticos, en la manutención de la densidad
ósea, la prevención y reducción del dolor lumbar de origen mecánico y, de
mejores perspectivas en el control de enfermedades respiratorias crónicas.

Un estudio con más de 20000 exalumnos de Harvard mostró que el estilo de


vida era responsable del 54% de muerte por infarto de miocardio, 50% de
muerte por ACV y 37% por cáncer. Farrel y cols (5) demostraron en un estudio
en 25341 hombres, que el riesgo de muerte cardiovascular fue menor en
hombres activos y obesos que en hombres más magros pero sedentarios, o
sea que un hombre gordo activo tiene menor riesgo cardiovascular que un
hombre magro sedentario. De igual manera el riesgo es menor entre hombres
activos y diabéticos que entre hombres no diabéticos y es también menor entre
hombres activos e hipertensos que en normotensos (6).

También han sido relatados efectos positivos en el tratamiento primario o


complementario de la arteriosclerosis, de la enfermedad venosa periférica, de
la osteoporosis, así como beneficios psicológicos a corto plazo (disminución de
la ansiedad y estrés) y a largo plazo (alteraciones en la depresión moderada,
en el estado de humor, auto-estima, actitudes positivas). Mas recientemente se
ha demostrado una relación importante entre la intensidad del ejercicio y la
respuesta inmunológica, y los estudios muestran claramente menor prevalencia
de algunos tipos de cáncer en las personas físicamente activas.

Estudios han encontrado que la participación de adolescentes en programas de


actividad física les incrementa la autoestima, les reduce la ansiedad y el estrés.
La participación en eventos deportivos interescolares ha demostrado
disminución en el consumo regular de cigarrillo y sustancias psicoactivas,
siendo más propensos a permanecer en los colegios, manteniendo buena
conducta y altos logros académicos. El deporte y la actividad física más
fácilmente les introducen en habilidades personales como trabajo en grupo,
autodisciplina, liderazgo y socialización. La falta de actividad física puede
contribuir a aumentar la vulnerabilidad de este grupo etáreo hacia el consumo
de drogas, la pertenencia a grupos delictivos o bandas y a la violencia (14).

Por otra parte los estudios científicos demuestran también que el estilo de vida
es responsable por la mayor parte de los factores de riesgo de muerte por
enfermedades cardiovasculares y cáncer; y cuando consideramos todas las
causas de muerte juntas, el estilo de vida es responsable por el 51% del riesgo
de muerte (15).

Algunos datos revelan que el sedentarismo afecta tanto a los países


desarrollados como en vía de desarrollo, comprometiendo aproximadamente el
57% de la población Europea. En las Américas, especialmente en América
latina los datos son menos claros, pues no tenemos levantamientos tan
específicos y con metodologías similares y/o adecuadas. En Estados Unidos
aproximadamente uno de cada cuatro adultos reportó ser físicamente inactivo
(24%); en países como Chile y Perú hay una variedad importante en la
inactividad física de acuerdo con la edad cronológica, puesto que en la
población Peruana con edades comprendidas entre los 19 a 29 años se
encontró un 78.1% de sedentarismo mientras que en Chile fue del 89.5%,
aumentando para un 84.2% y 93.2% respectivamente entre los 30 a 44 años;
siendo los valores de prevalencia de inactividad física en mayores de 45 años
de un 92.3% en Perú y 95.6% en Chile. En el caso Peruano se tomó como
criterio de inactividad física la realización de deportes, jogging o caminata con
frecuencia igual o menor a dos veces por mes, mientras que en Chile el criterio
fue la realización de actividad física de 30 minutos por lo menos dos veces por
semana (7).

Estudios realizados por el Centro de control y prevención de Enfermedades de


los EEUU (CDC), han encontrado que las personas físicamente activas tienen
en promedio menores gastos directos en costos médicos con respecto a
personas sedentarias. Afirman estos estudios que por cada dólar que se
invierte en actividad física, se reduce en 3,2 dólares los costos en salud.
Partiendo de este supuesto, si los 88 millones de americanos sedentarios
realizasen actividad física regular y moderada, al cabo de 15 años el costo
médico anual directamente relacionado se reduciría en $76,6 billones de
dólares.

Igualmente se ha observado que personas físicamente activas tienen menor


cantidad de días de hospitalización, menor número de visitas a los centros
asistenciales y menos consumo de medicación con respecto a los sedentarios.
Estos resultados son consistentes en hombres como en mujeres, con o sin
discapacidad, y aun más entre grupos de fumadores y no fumadores.
Intervenciones basadas en actividad física, realizadas en poblaciones cautivas
de trabajadores, han demostrado efectos a corto plazo disminuyendo el tiempo
de incapacidades entre 6–32 %, reducción de costos en salud entre 20–55% e
incremento de productividad entre el 2–52% (16).

Creemos que existe en el contexto cultural Risaraldense un vacío de


conocimiento sobre una cultura del autocuidado, de estilos de vida saludable,
de la actividad física como factor preventivo, pues son muchos los mitos,
creencias, rituales y prácticas, las que constituyen el universo simbólico y de
significación de los actores de la salud, es decir, aquellos profesionales que
intervienen en el desarrollo de las políticas de promoción, prevención,
tratamiento y rehabilitación de la salud y que en primera instancia influyen de
manera determinante en la comunidad y de esta, quienes en última instancia
asumen los procesos.

En los procesos de salud todos los actores relacionados con la promoción,


educación, tratamiento y rehabilitación, juegan un papel fundamental en la
construcción y reproducción del universo simbólico y en el intercambio de
significados que se dan en cada transacción comunicativa, no obstante,
quienes asumen y viven estas significaciones, todo el tejido social, y más aún
quienes, por razones de condición laboral de dirección y coordinación, son tan
responsables desde lo individual y lo colectivo.

La responsabilidad de la UTP en este orden va más allá de la simple


instrucción académica en una disciplina, le corresponde formar ciudadanos
competentes, capaces de incidir positivamente en el desarrollo social, esto
implica personas activas, constructivas, innovadoras, empleables, con hábitos
saludables, características que la actividad física, el deporte y la recreación
como fundamentos de la salud, les proporciona, además de predisponer a
mejores condiciones mentales y sociales.

Son competencias del orden:

 EMOCIONALES. Un profesional dispuesto con autotelia y alteridad.


Actitudes, hábitos, afectos y sentimientos, expectativas e intereses positivos
hacia la vida, mundo y realidad.
 VALORATIVAS. Un profesional autónomo, con autoridad y responsabilidad.
Se constituyen a partir de los valores universales que relacionan al individuo
y la sociedad y los valores particulares de éste y su entorno.
 PSICOMOTORAS. Psicomotricidad madura al servicio de hábitos
saludables, relaciones corporales sanas y con una clara correspondencia
entre habilidades y destrezas.
 CREATIVAS. Un profesional que aprende con base y en función de la
novedad y la innovación.
 CRITICAS. Asume posiciones frente a los hechos y desarrolla un claro
sentido de la realidad.
 COMUNICATIVAS. Sabe leer, escribir, escuchar y expresarse oral y
corporalmente en la cotidianidad y en la práctica profesional.
 PERSONALES. Personalidad madura, con claro sentido de identidad,
compromiso y mejoramiento creativo a partir de la vivencia cotidiana y
profesional.
 UNIVERSALES. Un profesional claramente informado e informador. Su
pensamiento se debe mover en contacto con el desarrollo del conocimiento
del sector y del contexto en que participa.
 CIUDADANAS. Capacidad de ejercer ciudadanía y de actuar con base en
los principios concertados por una sociedad, contribuyendo al bienestar
común y al desarrollo de su localidad, región y/o país.

Lo que nos lleva a repensar, desde cada programa académico sí realmente


esta orientado a la formación integral y que contribución hace respecto a formar
un ciudadano activo físicamente, con hábitos higiénicos de vida y con claros
valores sociales que lo comprometan con propender además por la calidad de
vida de su comunidad.

Sabemos que la actividad física, el deporte y la recreación y más aún la


educación para la salud no son temas relevantes en la formación de los
programas académicos de la UTP, salvo los relacionados; ello a llevado a
formar con calidad disciplinar, no así, con calidad ciudadana, profesionales
cuyas condiciones de salud se ven afectadas desde antes de iniciar su periplo
universitario, por una “educación sedentaria”, que poco tiene de ser integral
como rezan todos sus postulados, generando una sociedad estresada, mal
nutrida, enferma y por ende violenta y violentadora, con altas cargas
económicas en materia de salud.

Es menester de la Universidad definir currículo, llámese cambio cultural, que a


través de los mismos pensum académicos procure ir corrigiendo estos
desajustes formativos a través de una “reeducación fisica y recreativa” que
genere ese cambio cultural hacia hábitos higiénicos de vida que revaloren el
papel del movimiento y la lúdica como factores que, desde lo físico, lo mental y
lo social, construyen sociedades sanas.

Un Profesional UTP, deberá ser un ciudadano que realice actividad física


moderada por lo menos 30 minutos cada día, que sabe como re-crear y
estimular su cotidianidad personal, laboral y social, que sabe nutrirse física y
espiritualmente, que sabe vivir y convivir.

La salud, la actividad física, el deporte y la recreación son tema de cada


semestre, de cada programa académico, de toda la comunidad universitaria de
una Institución Acreditada, porque la calidad de vida también hace parte del
estilo y sello UTP.

PROPUESTA ESPECIFÍCA POR CONSTRUIR

Referencias bibliográficas (FALTAN DATOS)

1) II Estudio Nacional de Factores de riesgo de Enfermedades crónicas. Ministerio de Salud.


Módulo 1, 1999. p50-51.

2) Martinez J.W., Mejía G. Clemencia., Ospina O. Johnny. Conocimiento y nivel de Actividad


Física desarrollada en la población Risaraldense. Septiembre, 2002.

3) II Estudio Nacional de Factores de riesgo de Enfermedades crónicas. Ministerio de Salud.


Módulo 3, 1999. p41-45.

4) Murphy M., Hardman A. Training efeccts of short and long bouts of brisk walking in sedentary
women. Med Sci Sports Exerc 1998, 30(1): 152-57.

5) Farrel S.W., Kampert J.B., Kohl III H.W., Barlow C.E., Macera C.A., Paffenbarger Jr R.S.,
Gibbons L.W., Blair S.N. Influences of cardiorespiratory fitness levels and other predictors on
cardiovascular disease mortality in men. Med Sci Sports Exerc 1998, 30(6): 889-905.
6) Kohl H. What is magnitude of risk for cardiovascular disease associated with sedentary living
habits? In Physical Activity and cardiovascular health-A National Consensus. Arthur Leon,
editor. Champaing: Human Kinetics; 1997: 26-33.

7) Manual "Esto es Agita Sao Paulo". 2002. Celafics y Secretaria de Salud de Sao Paulo. 2002.

8) Thompson, P. et al. The acute versus the chronic response to exercise. Medicine and
Science in Sports and Exercise. 2001;33:S438-445.

9) Blair, S. Cheng, Y. Holder S. Is physical activity or physical fitness more important in defining
health benefits? Medicine and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S379-399.

10) Lee, Min. Skerrett, Patrick Physical activity and all cause mortality: what is the dose
response relation? Medicine and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S459-471.

11) Kelly, David. Goodpaster, Bret. Effects of exercise on glucose homeostasis in Type 2
Diabetes mellitus. Medicine and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S495-501.

12) Leon, Arthur. Sanchez Otto. Response of blood lipids to exercise training alone or combines
with dietary intervention. Medicine and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S502 - 515

13) Thune, Inger. Furberg, Anne-Sofie. Physical activity and cancer risk does-response and
cancer, all sites and site specific. Medicine and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S530-
550

14) Dunn, Andrea. et al. Physical Activity dose response effect on outcomes of depression and
anxiety. Medicine and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S587-597

15) HASKELL, W. Physical activity and the diseases of technologically advanced society. In:
The American Academy of Physical Education Papers: Physical Activity in Early and Modern
Populations 21, pp: 73-87, 1988.

16) U.S. Department of Health and Human Services. Office of the Assistant Secretary for
Planning and Evaluation. Physical Activity Fundamental to Preventing Disease. En
www.cdc.gov. June 20, 2002.
¿CUÁL HA DE SER LA FORMACIÓN DEL PROFESIONAL UTP EN MATERIA DE
SALUD – DEPORTE Y RECREACIÓN?

¿EN QUE DEBE CONSISTIR LA FORMACION FISICA, RECREATIVA Y DEPORTIVA


DEL PROFESIONAL FUTURO?

Leído el documento debo debo manifestar la necesidad de apoyar gran parte de lo planteado,
máxime que posee una gran base estadística en materia de salud relacionada con la practica
de la actividad física; no obstante hago unas propuestas de modificación que van en
resaltado para que las estudiemos y discutamos en la reunión.

Hay comentarios que se hacen frente a los datos suministrados por los estudiosestadisticos y
finalmente se presentan unos datos que se recogieron en la universidad tecnològica depereira,
cuando se hizo el estudio diagnòstico de plan de accion en materia de bienestar en los
diferentes programas acadèmicos de la utp en el 2002.
Finalmente planteo una alternativa a seguir.

La Universidad Tecnológica de Pereira como Institución educativa que asume la


formación integral y permanente de sus estudiantes, que como comunidad
universitaria interactiva buscando el bien común, y que sus principios rectores le llevan
a formar profesionales de elevado nivel académico, líderes en la dinámica social, con
ética, sentido crítico y capacidad investigativa, se ve como un actor fundamental en la
transformación y reproducción de significados y paradigmas sociales en el propósito
de contribuir efectivamente en el mejoramiento de la calidad de vida de las gentes de
su área de influencia y del entorno en que sus egresados actúen.

En esta perspectiva, en concordancia con el Objetivo Institucional # 4, por el cual


busca Fortalecer el sistema de bienestar para facilitar el desarrollo integral del ser
humano, preservar sus derechos fundamentales y mejorar sus condiciones de trabajo,
estudio, recreación, investigación y convivencia ciudadana con, entre otras estrategias,
la promoción y educación permanente sobre el bienestar y la cultura preventiva,
empezó a considerar una gran reforma curricular para adecuar a su misión, visión,
políticas y objetivos, los diferentes procesos académicos que desarrolla, además de
las actuales tendencias de formación que exigen definir las competencias que
caracterizarán a sus egresados.

Entendiendo que las competencias surgen de la necesidad de valorar no sólo el


conjunto de los conocimientos apropiados (SABER) y las habilidades y destrezas
(SABER HACER) desarrolladas por una persona, sino de apreciar su capacidad de
emplearlas para responder a situaciones, resolver problemas y desenvolverse en el
mundo. Igualmente implica una mirada a las condiciones del individuo y las
disposiciones con las que actúa, es decir, el componente actitudinal y valorativo
(SABER SER) que incide en los resultados de la acción.

Una de las preguntas que surge de este contexto con relación a las actuales
características de formación que la UTP viene desarrollando frente a las tendencias
sociales, económicas, políticas del País, que comprometen la futura inserción laboral
de sus egresados y la real capacidad de ser propiciadores de un cambio socio –
cultural que mejore las condiciones de vida de las comunidades, es ¿CUÁL HA DE
SER LA FORMACIÓN DEL PROFESIONAL UTP EN MATERIA DE SALUD –
DEPORTE Y RECREACIÓN?

Competencias en Salud – Deporte y Recreación, suena paradójico cuando estamos


hablando de tendencias sociales – económicas y políticas. Sin embargo, nada más
cercano a reflejar las condiciones de desarrollo y calidad de vida de un país que éstos
aspectos; para reforzar estas consideraciones demos un vistazo a los efectos de una
mala relación entre actividad física y salud en el panorama de la salud pública, al que
los futuros profesionales están llamados a transformar, desde cualquier ámbito laboral
que desempeñes, porque todos somos responsables directos e indirectos de la salud:
Las enfermedades crónicas han comenzado a ser entidades de importancia dentro de
los perfiles epidemiológicos en algunos países de acuerdo al estado evolutivo
alcanzado en el proceso de transición demográfica. Según los modelos explicativos
de la transición epidemiológica propuesto por Omran, Colombia se ubica en el modelo
de transición intermedio junto a la mayoría de los países latinoamericanos con ingreso
medio o medio bajo, que enfrentan problemas de malnutrición y enfermedades
transmisibles, un rápido incremento de las enfermedades crónicas y la expansión de
las emergentes (Plan de desarrollo Departamental, Risaralda 2001-2003).

Mi concepto: Conocidos los problemas sociales de nuestra comunidad, siendo


conciente de estos factores se toman como la invitación a interactuar entre esta
realidad y lo que la universidad puede aportar mediante un seguimiento
riguroso a los estudiantes. Este aspecto se puede lograr con las tutorías
académicas.
De otra parte es necesario conocer sino el l grado de nutrición o desnutrición
del estudiante por lo menos si tener un diagnostico de los hábitos alimenticios
por parte del encargados de orientar la práctica docente deportiva ; esta
interacción permite que las actividades que se realicen apunten al cuidado de
la salud fi`sica y mental

El estudio nacional ENFREC II (1) mostró que el 52.7% de la población colombiana no


realiza con regularidad actividad física tendiente a mantener o mejorar su condición
física, cifra similar a la encontrada en el diagnóstico de la actividad física en el
Departamento de Risaralda (51.7%), reportada en la investigación realizada entre
Indeportes Risaralda y la Fundación Universitaria del Area Andina en el transcurso de
los años 2001-2002 (2).

Según el estudio ENFREC II, el sedentarismo con relación a la actividad física


aeróbica, es mayor en mujeres que en hombres. Por otra parte, el porcentaje de
adultos que realiza

ejercicio aeróbico es inversamente proporcional a la edad y directamente proporcional


al grado de escolaridad. Las personas afiliadas al régimen subsidiado y los no afiliados
al Sistema General de Seguridad Social son las personas que tienen menos
posibilidades de acceder y realizar actividad física (3).

En el estudio realizado en el proyecto PROMOCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA PARA


LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES CRÓNICA NO TRANSMISIBLES promovido
por el Ministerio de la Protección Social y Colciencias y desarrollado por la UTP en
alianza con la Secretaría Departamental de Salud e Indeportes Riosaralda, se
encontró, en la caracterización de un grupo poblacional, entre 25 – 50 años, de
afiliados al régimen contributivo del departamento de Risaralda, que no obstante la
mayoría se consideraron activos, lo son en forma inadecuada con relación a las
recomendaciones internacionales respecto al nivel de práctica de actividad física (Pate
RR, y cols 1996, Matsudo S. y cols), es decir, no cumplen con la frecuencia (5 o más
días a la semana), la intensidad (moderada) o ambas; de igual manera pese a que
reconocen los beneficios derivados de la práctica regular, están en nivel de actitud
hacia ella Contemplativo (según la clasificación transteorética propuesto por
Prochaska (Prochaska y cols, 1994), que significa que apenas sí consideran la
posibilidad de comenzar a practicarla. Las principales barreras personales para no
realizar actividad física fueron: la falta de autodisciplina, de tiempo y la necesidad de
descansar en su tiempo libre.

Sobre esta consideración defalta de tiempo libre y necesidad de descansar, es


necesario cnalizarla con los estudiantes de la UTP para generar en ellos el
conocimiento acerca del descanso entendiendo este como el cambio de
actividad.

El sedentarismo o falata de actividad física regular, ha sido reconocido como un factor


prevalente de riesgo cardiovascular y otras enfermedades crónicas no transmisibles y
como lo planteamos, Risaralda no es ajeno a esta realidad que no solo es regional,
sino nacional y mundial. En esta medida Pereira se encuentra ante un aumento de la
población adulta mayor con un incremento paralelo de las enfermedades crónicas no
transmisibles.

Los factores de riesgo asociados a una mayor incidencia y prevalencia de estas


enfermedades, están agrupados en aquellos de carácter hereditario, de tipo ambiental
y de tipo comportamental. Las enfermedades de origen cardiovascular, la diabetes
mellitus, el cáncer, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la osteoporosis y las
enfermedades mentales, son consideradas actualmente como los problemas más
importantes de Salud Pública.

Es importante considerar que existe soporte científico, a partir de estudios


epidemiológicos y experimentales, que evidencian una relación positiva entre actividad
física y disminución de la mortalidad gracias a un efecto positivo del ejercicio sobre los
riesgos de padecimiento de enfermedades cardiovasculares, sobre el perfil de los
lípidos plasmáticos, en la manutención de la densidad ósea, la prevención y reducción
del dolor lumbar de origen mecánico y, de mejores perspectivas en el control de
enfermedades respiratorias crónicas.

Un estudio con más de 20000 exalumnos de Harvard mostró que el estilo de vida era
responsable del 54% de muerte por infarto de miocardio, 50% de muerte por ACV y
37% por cáncer. Farrel y cols (5) demostraron en un estudio en 25341 hombres, que el
riesgo de muerte cardiovascular fue menor en hombres activos y obesos que en
hombres más magros pero sedentarios, o sea que un hombre gordo activo tiene
menor riesgo cardiovascular que un hombre magro sedentario. De igual manera el
riesgo es menor entre hombres activos y diabéticos que entre hombres no diabéticos y
es también menor entre hombres activos e hipertensos que en normotensos (6).

También han sido relatados efectos positivos en el tratamiento primario o


complementario de la arteriosclerosis, de la enfermedad venosa periférica, de la
osteoporosis, así como beneficios psicológicos a corto plazo (disminución de la
ansiedad y estrés) y a largo plazo (alteraciones en la depresión moderada, en el
estado de humor, auto-estima, actitudes positivas). Mas recientemente se ha
demostrado una relación importante entre la intensidad del ejercicio y la respuesta
inmunológica, y los estudios muestran claramente menor prevalencia de algunos tipos
de cáncer en las personas físicamente activas.

Estudios han encontrado que la participación de adolescentes en programas de


actividad física les incrementa la autoestima, les reduce la ansiedad y el estrés. La
participación en eventos deportivos interescolares ha demostrado disminución en el
consumo regular de cigarrillo y sustancias psicoactivas, siendo más propensos a
permanecer en los colegios, manteniendo buena conducta y altos logros académicos.
El deporte y la actividad física más fácilmente les introducen en habilidades personales
como trabajo en grupo,autodisciplina, liderazgo y socialización. La falta de actividad
física puede contribuir a aumentar la vulnerabilidad de este grupo etáreo hacia el
consumo de drogas, la pertenencia a grupos delictivos o bandas y a la violencia
(14).

Considero que lo resaltado no se debe citar por cuanto es necesario demostrarlo y eso
solo se logra hacer mediante un estudio y pienso que no lo hay .

Por otra parte los estudios científicos demuestran también que el estilo de vida es
responsable por la mayor parte de los factores de riesgo de muerte por enfermedades
cardiovasculares y cáncer; y cuando consideramos todas las causas de muerte juntas,
el estilo de vida es responsable por el 51% del riesgo de muerte (15).

Algunos datos revelan que el sedentarismo afecta tanto a los países desarrollados
como en vía de desarrollo, comprometiendo aproximadamente el 57% de la población
Europea. En las Américas, especialmente en América latina los datos son menos
claros, pues no tenemos levantamientos tan específicos y con metodologías similares
y/o adecuadas. En Estados Unidos aproximadamente uno de cada cuatro adultos
reportó ser físicamente inactivo (24%); en países como Chile y Perú hay una variedad
importante en la inactividad física de acuerdo con la edad cronológica, puesto que en
la población Peruana con edades comprendidas entre los 19 a 29 años se encontró un
78.1% de sedentarismo mientras que en Chile fue del 89.5%, aumentando para un
84.2% y 93.2% respectivamente entre los 30 a 44 años; siendo los valores de
prevalencia de inactividad física en mayores de 45 años de un 92.3% en Perú y 95.6%
en Chile. En el caso Peruano se tomó como criterio de inactividad física la realización
de deportes, jogging o caminata con frecuencia igual o menor a dos veces por mes,
mientras que en Chile el criterio fue la realización de actividad física de 30 minutos por
lo menos dos veces por semana (7).

En el caso de la UTP la población que tenemos oscila entre los 15 a los 22 años
y un porcentaje del 83% de estudiantes entre los estratos 1,2 y 3 y que de una u
otra forma ejercitan una caminata desde su casa hasta la UTP.

Estudios realizados por el Centro de control y prevención de Enfermedades de los


EEUU (CDC), han encontrado que las personas físicamente activas tienen en
promedio menores gastos directos en costos médicos con respecto a personas
sedentarias. Afirman estos estudios que por cada dólar que se invierte en actividad
física, se reduce en 3,2 dólares los costos en salud. Partiendo de este supuesto, si los
88 millones de americanos sedentarios realizasen actividad física regular y moderada,
al cabo de 15 años el costo médico anual directamente relacionado se reduciría en
$76,6 billones de dólares.

Igualmente se ha observado que personas físicamente activas tienen menor cantidad


de días de hospitalización, menor número de visitas a los centros asistenciales y
menos consumo de medicación con respecto a los sedentarios. Estos resultados son
consistentes en hombres como en mujeres, con o sin discapacidad, y aun más entre
grupos de fumadores y no fumadores.
Intervenciones basadas en actividad física, realizadas en poblaciones cautivas de
trabajadores, han demostrado efectos a corto plazo disminuyendo el tiempo de
incapacidades entre 6–32 %, reducción de costos en salud entre 20–55% e
incremento de productividad entre el 2–52% (16).

Creemos que existe (se necesita auscultar) en el contexto cultural Risaraldense un


vacío (el grado) de conocimiento sobre una cultura del autocuidado, de estilos de
vida saludable, de la actividad física como factor preventivo, pues son muchos los
mitos, creencias, rituales y prácticas, las que constituyen el universo simbólico y de
significación de los actores de la salud, es decir, aquellos profesionales que
intervienen en el desarrollo de las políticas de promoción, prevención, tratamiento y
rehabilitación de la salud y que en primera instancia influyen de manera determinante
en la comunidad y de esta, quienes en última instancia asumen los procesos.

En los procesos de salud todos los actores relacionados con la promoción, educación,
tratamiento y rehabilitación, juegan un papel fundamental en la construcción y
reproducción del universo simbólico y en el intercambio de significados que se dan en
cada transacción comunicativa, no obstante, quienes asumen y viven estas
significaciones, todo el tejido social, y más aún quienes, por razones de condición
laboral de dirección y coordinación, son tan responsables desde lo individual y lo
colectivo.

La responsabilidad de la UTP en este orden va más allá de la simple instrucción


académica en una disciplina, le corresponde formar ciudadanos competentes, capaces
de incidir positivamente en el desarrollo social, esto implica personas activas,
constructivas, innovadoras, empleables, con hábitos saludables, características que la
actividad física, el deporte y la recreación como fundamentos de la salud, les
proporciona, además de predisponer a mejores condiciones mentales y sociales.

Son competencias del orden:

 EMOCIONALES. Un profesional dispuesto con autotelia y alteridad. Actitudes,


hábitos, afectos y sentimientos, expectativas e intereses positivos hacia la vida,
mundo y realidad.
 VALORATIVAS. Un profesional autónomo, con autoridad y responsabilidad. Se
constituyen a partir de los valores universales que relacionan al individuo y la
sociedad y los valores particulares de éste y su entorno.
 PSICOMOTORAS. Psicomotricidad madura al servicio de hábitos saludables,
relaciones corporales sanas y con una clara correspondencia entre habilidades y
destrezas.
 CREATIVAS. Un profesional que aprende con base y en función de la novedad y la
innovación.
 CRITICAS. Asume posiciones frente a los hechos y desarrolla un claro sentido de
la realidad.
 COMUNICATIVAS. Sabe leer, escribir, escuchar y expresarse oral y corporalmente
en la cotidianidad y en la práctica profesional.
 PERSONALES. Personalidad madura, con claro sentido de identidad, compromiso
y mejoramiento creativo a partir de la vivencia cotidiana y profesional.
 UNIVERSALES. Un profesional claramente informado e informador. Su
pensamiento se debe mover en contacto con el desarrollo del conocimiento del
sector y del contexto en que participa.
 CIUDADANAS. Capacidad de ejercer ciudadanía y de actuar con base en los
principios concertados por una sociedad, contribuyendo al bienestar común y al
desarrollo de su localidad, región y/o país.

Lo que nos lleva a repensar, desde cada programa académico sí realmente esta
orientado a la formación integral y que contribución hace respecto a formar un
ciudadano activo físicamente, con hábitos higiénicos de vida y con claros valores
sociales que lo comprometan con propender además por la calidad de vida de su
comunidad.

Sabemos que la actividad física, el deporte y la recreación y más aún la educación


para la salud no son temas relevantes en la formación de los programas académicos
de la UTP, salvo los relacionados; ello a llevado a formar con calidad disciplinar, no
así, con calidad ciudadana, profesionales cuyas condiciones de salud se ven
afectadas desde antes de iniciar su periplo universitario, por una “educación
sedentaria”, que poco tiene de ser integral como rezan todos sus postulados,
generando una sociedad estresada, mal nutrida, enferma y por ende violenta y
violentadora, con altas cargas económicas en materia de salud.

Bueno este diagnostico es en parte una realidad pero adolece de ciertas precisiones y
que bien pueden ser fortalecido con lo expresado por los estudiantes encuestados
durante la realización del diagnóstico para la construcción del plan de acción en las
diferentes facultades de la UTP

Es menester de la Universidad definir currículo, llámese cambio cultural, que a través


de los mismos pensum académicos procure ir corrigiendo estos desajustes formativos
a través de una “reeducación fisica y recreativa” que genere ese cambio cultural hacia
hábitos higiénicos de vida que revaloren el papel del movimiento y la lúdica como
factores que, desde lo físico, lo mental y lo social, construyen sociedades sanas.

Un Profesional UTP, deberá ser un ciudadano que realice actividad física moderada
por lo menos 30 minutos cada día, que sabe como re-crear y estimular su cotidianidad
personal, laboral y social, que sabe nutrirse física y espiritualmente, que sabe vivir y
convivir.

La salud, la actividad física, el deporte y la recreación son tema de cada semestre, de


cada programa académico, de toda la comunidad universitaria de una Institución
Acreditada, porque la calidad de vida también hace parte del estilo y sello UTP.

Pienso que si se recoge los planteamientos de los estudiantes expresados en el


diagnóstico del plan de Acción para las facultades , nos direccionaremos a
plantear una propuesta curricular que recoja las expectativas de los estudiantes;
pero también que sea direccionada por una línea filosófica institucional que se
encarna en lo planteado por nuestro fundador: estudiantes con conocimiento
(ciencia y técnica) bajo la tutela de la libertad pero en beneficio de la humanidad
y lo hoy consignado en la misión institucional. Esta propuesta debe ser
permanentemente actualizada.

A estos principios filosóficos se le unen la importancia de entregar a la sociedad


, un profesional con una clara concepción de la cultura de la salud, pero
coherente con ese concepto, es decir que el pueda hablar de salud porque
recibe o vive saludablemente esto es un ser que come bien, participa sanamente
en todos los de su entorno social (ser sicosocialmente sano), se le respeta
como ser humano, se le tiene en cuenta su opinión para la toma de decisiones,
es el núcleo de la academia, se le respeta su identidad, autonomía y lo mas
importante su dignidad: Reconocerle que es un ser igual a todos y que posee
una gran responsabilidad y el es quien esta construyendo su futuro.

En que se debe basar la propuesta?


En una linea fuerte en la cultura de la prevención integral, en contenidos de
actividades lúdico recreativas y en como realizar las prácticas de los deportes
seleccionados o escogidos por ellos; estas serán las líneas gruesas de la
propuesta curricular, de alli se desprenden los otros aportes que desde las
facultades se deseen implementar según su pensum y sobre todo las
expectativas de los estudiantes.

Los niveles o intensidad de las horas se han de establecer de acuerdo a los


planteamientos que se ha hecho y que recoge que como minimo la persona
debe realizar diariamente 30 minutos su actividad fisica, recreativa o deportiva.

Referencias bibliográficas (FALTAN DATOS)

1) II Estudio Nacional de Factores de riesgo de Enfermedades crónicas. Ministerio de


Salud. Módulo 1, 1999. p50-51.

2) Martinez J.W., Mejía G. Clemencia., Ospina O. Johnny. Conocimiento y nivel de


Actividad Física desarrollada en la población Risaraldense. Septiembre, 2002.

3) II Estudio Nacional de Factores de riesgo de Enfermedades crónicas. Ministerio de


Salud. Módulo 3, 1999. p41-45.

4) Murphy M., Hardman A. Training efeccts of short and long bouts of brisk walking in
sedentary women. Med Sci Sports Exerc 1998, 30(1): 152-57.

5) Farrel S.W., Kampert J.B., Kohl III H.W., Barlow C.E., Macera C.A., Paffenbarger Jr
R.S., Gibbons L.W., Blair S.N. Influences of cardiorespiratory fitness levels and other
predictors on cardiovascular disease mortality in men. Med Sci Sports Exerc 1998,
30(6): 889-905.

6) Kohl H. What is magnitude of risk for cardiovascular disease associated with


sedentary living habits? In Physical Activity and cardiovascular health-A National
Consensus. Arthur Leon, editor. Champaing: Human Kinetics; 1997: 26-33.

7) Manual "Esto es Agita Sao Paulo". 2002. Celafics y Secretaria de Salud de Sao
Paulo. 2002.

8) Thompson, P. et al. The acute versus the chronic response to exercise. Medicine
and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S438-445.

9) Blair, S. Cheng, Y. Holder S. Is physical activity or physical fitness more important


in defining health benefits? Medicine and Science in Sports and Exercise.
2001;33:S379-399.

10) Lee, Min. Skerrett, Patrick Physical activity and all cause mortality: what is the dose
response relation? Medicine and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S459-471.

11) Kelly, David. Goodpaster, Bret. Effects of exercise on glucose homeostasis in Type
2 Diabetes mellitus. Medicine and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S495-501.

12) Leon, Arthur. Sanchez Otto. Response of blood lipids to exercise training alone or
combines with dietary intervention. Medicine and Science in Sports and Exercise.
2001;33:S502 - 515
13) Thune, Inger. Furberg, Anne-Sofie. Physical activity and cancer risk does-response
and cancer, all sites and site specific. Medicine and Science in Sports and Exercise.
2001;33:S530-550

14) Dunn, Andrea. et al. Physical Activity dose response effect on outcomes of
depression and anxiety. Medicine and Science in Sports and Exercise. 2001;33:S587-
597

15) HASKELL, W. Physical activity and the diseases of technologically advanced


society. In: The American Academy of Physical Education Papers: Physical Activity in
Early and Modern Populations 21, pp: 73-87, 1988.

16) U.S. Department of Health and Human Services. Office of the Assistant Secretary
for Planning and Evaluation. Physical Activity Fundamental to Preventing Disease. En
www.cdc.gov. June 20, 2002.

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