Este documento describe diferentes instrumentos para medir la dieta en individuos. Incluye cuestionarios como el recordatorio de 24 horas, que recoge la dieta del día anterior, y el diario dietético, que recoge la dieta de varios días. También describe cuestionarios semicuantitativos que miden la frecuencia de consumo de alimentos durante el último año y las historias dietéticas, que generan una semana típica de consumo. Cada método tiene ventajas e inconvenientes dependiendo del objetivo del estudio.
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Este documento describe diferentes instrumentos para medir la dieta en individuos. Incluye cuestionarios como el recordatorio de 24 horas, que recoge la dieta del día anterior, y el diario dietético, que recoge la dieta de varios días. También describe cuestionarios semicuantitativos que miden la frecuencia de consumo de alimentos durante el último año y las historias dietéticas, que generan una semana típica de consumo. Cada método tiene ventajas e inconvenientes dependiendo del objetivo del estudio.
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Este documento describe diferentes instrumentos para medir la dieta en individuos. Incluye cuestionarios como el recordatorio de 24 horas, que recoge la dieta del día anterior, y el diario dietético, que recoge la dieta de varios días. También describe cuestionarios semicuantitativos que miden la frecuencia de consumo de alimentos durante el último año y las historias dietéticas, que generan una semana típica de consumo. Cada método tiene ventajas e inconvenientes dependiendo del objetivo del estudio.
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CAPÍTULO 8
INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN DE LA DIETA
8.1. INTRODUCCIÓN Se han desarrollado diferentes instrumentos de medición de la dieta en individuos. Antes de plantearnos la elección de un método u otro de recogida de información dietética, tenemos que conocer el objetivo de nuestro estudio. Por ejemplo, puede interesarnos conocer la ingesta media de azúcares en la población española, por lo que necesitamos plantear un estudio con una muestra representativa de esta población, lo que implica un tamaño elevado, y en ese caso se optará por instrumentos que recogen dieta de forma simple. Por el contrario, podemos querer caracterizar el consumo de azúcar habitual en niños para entender su impacto en el riesgo futuro de desarrollo de obesidad. En este caso, necesitaremos instrumentos que nos permitan medir de forma precisa la ingesta dietética de azúcar mantenida en el tiempo. El uso de cualquier instrumento de medición de dieta necesita un estudio de validación específico en la población donde se va a utilizar. Las mediciones bioquímicas son otra forma de conocer el consumo dietético sin la necesidad de que los individuos proporcionen información por sí mismos. Se basan en las mediciones de nutrientes acumulados en diferentes tipos de tejidos en el organismo. Por ejemplo, el consumo de nitrógeno, que es un indicador del consumo proteico total el día anterior, se puede medir en orina de 24 horas, y el consumo de grasas trans en los meses anteriores se puede medir en tejido adiposo subcutáneo. Sin embargo, la recogida de muestras dificulta su uso, al igual que la diferente autorregulación del organismo para cada nutriente. Por ello, su uso es limitado y complementario al uso de cuestionarios de dieta. Finalmente, existen otras aproximaciones para estimar la ingesta dietética en los individuos. Las mediciones corporales (antropometría) permiten conocer el consumo energético de los individuos. Y el Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente permite obtener información poblacional de la compra de alimentos en hogares y en establecimientos de restauración comercial y social en España, permitiendo un conocimiento indirecto del consumo alimentario en nuestro país 8.2. CUESTIONARIOS 8.2.1. RECORDATORIO DE 24 HORAS El recordatorio de 24 horas es un método que permite registrar el consumo de alimentos en el día anterior a la entrevista. Existen diferentes versiones, que varían en el grado de sistematización de la información recogida. Se suelen realizar por un entrevistador entrenado que va guiando al encuestado con preguntas dirigidas, siguiendo habitualmente un orden cronológico (registro de comida consumida en el desayuno, mediodía, almuerzo, merienda y cena). Si el entrevistador tiene dificultad recordando, se puede seguir un orden diferente empezando por la última comida consumida. El entrevistador debe estar previamente entrenado para así poder registrar métodos de preparación de alimentos, nombres de marcas comerciales, y también tamaños de las porciones. Debe mantener una actitud neutral en la entrevista que permita sincerarse al entrevistado. La duración suele ser de 20- 30 minutos. En la figura 8-1 se presentan dos tipos de recuerdos de 24 horas. El primero se ha utilizado para validación de otro instrumento de medida, dentro de la cohorte ENRICA. En este caso, era fundamental recoger información del tipo de cocinado de los alimentos. El segundo tipo presenta el esquema utilizado por el US Department of Agriculture, para recogida de información dietética en una muestra amplia de la población americana. Esta encuesta es telefónica, para evitar gastos de desplazamiento, y se realiza sin previo aviso, para evitar que los encuestados modifiquen su dieta debido a la entrevista. Se ha implementado el recordatorio dividiéndolo en pasos: 1) recogida del total de alimentos consumidos; 2) recogida de alimentos que posiblemente se hayan olvidado en el listado anterior (aperitivos, dulces, bebidas); 3) información del momento del día en el que se ingirió cada alimento; 4) detalles sobre la preparación y tamaño de porciones; y 5) revisión de la información recogida. También existen versiones informatizadas en las que el propio individuo es capaz de registrar toda la información mediante pequeñas ayudas en la pantalla; pero sólo pueden ser utilizadas en poblaciones educadas. El recordatorio de 24 es, por tanto, un instrumento sencillo y rápido, que permite recoger información dietética de un gran número de personas y con un coste relativamente bajo. El principal inconveniente de este método tiene que ver con el hecho de que la información corresponde a un solo día, por lo que no se puede extrapolar a un consumo habitual, a no ser que se realice de forma repetida, debido a las variaciones individuales en la ingesta de nutrientes que ocurren en la población (ver capítulo 7). Además, se necesita un entrevistador entrenado, ha de ser administrado sin previo aviso para evitar modificaciones en la dieta y, finalmente, está sujeto a infrarreporte, por el posible sesgo de memoria de los entrevistados y a fallos en la estimación del tamaño de las porciones. 8.2.2. DIARIO O REGISTRO DIETÉTICO El diario o registro dietético consiste en la recogida de alimentos de forma sistemática durante varios días. Antes de su consumo, se debe anotar en el diario el peso del alimento o el tamaño estimado de la porción mediante el uso de medidas caseras. Por ello, los participantes del estudio deben ser entrenados previamente para realizar este registro. La cantidad de días de recogida de información varía entre 3 y 7. Los registros completos semanales se utilizan como estándar de oro (gold standard) para validar otros métodos de recogida de dieta. Un ejemplo de diario dietético es el que se utilizó en el estudio EPIC, que consistía en una versión no estandarizada, en la que los participantes daban todo tipo de detalles sobre los alimentos consumidos; previamente habían recibido una formación de quince minutos y un libro con juegos de fotografías en colores para identificar el tamaño de las porciones consumidas. La codificación de la información requirió aproximadamente 2 horas por participante. Las ventajas de los diarios dietéticos incluyen la ausencia de sesgo de memoria y la cuantificación correcta del tamaño de las porciones. Sus limitaciones tienen que ver con el hecho de que es un instrumento pensado para grupos pequeños de participantes, dispuestos a ser entrenados y comprometidos a realizar la medición de su dieta durante varios días. Además, el propio proceso de recogida de la información tiende a modificar los hábitos de consumo, por ello, cuantos más días de registro, menor calidad de la información recogida. 8.2.3. CUESTIONARIO SEMICUANTITATIVO DE FRECUENCIA DE CONSUMO DE ALIMENTOS Este instrumento de medida recoge información sobre la dieta habitual mantenida durante el año anterior a la entrevista. Para cada ítem del cuestionario, los participantes son preguntados sobre su consumo medio de ese alimento, en términos de frecuencia de consumo (desde «casi nunca» hasta «6 o más veces al día»). El tamaño de la porción está predefinido de acuerdo a lo que se considera estándar para esa población; por ello, este cuestionario se denomina semicuantitativo. El cuestionario de frecuencia de consumo se basa en dos principios: 1) la ingesta habitual (a largo plazo) es más importante que la ingesta a corto plazo a la hora de influir en el desarrollo de la enfermedad, y 2) las variaciones relativas son más importantes que las ingestas absolutas a la hora de predecir el riesgo de enfermedad, es decir, que la identificación de grupos extremos de consumo es más importante que la propia cuantificación de dicho consumo. Los cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos son específicos para una población, por lo que se necesita un trabajo previo en el que es necesario identificar los alimentos habitualmente más consumidos, hasta tener una lista de unos 150-180 ítems. En España, Martín-Moreno y colaboradores desarrollaron el primer cuestionario de este tipo para población española. Posteriormente FernándezBallart y colaboradores han actualizado esta versión para su uso en el estudio PREDIMED (figura 8- 2). Las ventajas de este instrumento son su facilidad de uso, ya que no requiere encuestadores ni entrenamiento previo de los encuestados, y la estandarización de las respuestas conseguidas, que permite una codificación sencilla. Sus inconvenientes son el error de medida, sobre todo para algunos micronutrientes, el sesgo de memoria que se puede producir al intentar cuantificar el consumo durante el año anterior, la especificidad de su uso y la falta de información sobre el momento de la ingesta de los alimentos y el método de preparación utilizado.
8.2.4. HISTORIA DIETÉTICA
La historia dietética consiste en la recogida estandarizada de todos los alimentos consumidos de forma habitual al menos una vez cada quince días durante el año anterior a la entrevista. Con esta información se calcula una «semana tipo» que ajusta todos los consumos recogidos a una frecuencia de siete días. La cantidad de alimento consumida se recoge de forma cuantitativa, bien con el uso de porciones estándar (onza, cucharilla) o bien mediante el uso de un juego de fotografías que permiten estimar el tamaño de la porción (figura 8-3). Además, se recoge información sobre el momento del día en el que se realiza la ingesta y el efecto del cocinado sobre la composición nutricional de los alimentos. En España, la primera historia dietética específica para nuestro país se realizó dentro del estudio EPIC. Posteriormente, Guallar-Castillón y colaboradores, partiendo de esta historia dietética existente, la actualizaron y crearon la HD-UAM. Las ventajas de este instrumento residen en la cuantificación más precisa que se hace de los alimentos consumidos, hábitos alimentarios e ingesta dietética real después del cocinado de los alimentos. Los inconvenientes son la necesidad de entrevistadores entrenados, el tiempo requerido para completar toda la información, y los potenciales sesgos de memoria.
8.3. MARCADORES BIOQUÍMICOS
El uso de marcadores bioquímicos de ingesta nutricional proporciona información adicional al uso de cuestionarios. Aunque su determinación no está exenta de errores, éstos no se correlacionan con los errores de medida de los otros métodos de recogida de la dieta. Sin embargo, no existen biomarcadores para todos los nutrientes y muchos de ellos son inespecíficos. Los requisitos necesarios para definir un biomarcador de ingesta dietética son los siguientes: 1. Sensibilidad a la ingesta. Los mecanismos de homeostasis controlan la concentración de la mayoría de nutrientes en los tejidos y fluidos, lo que hace que la ingesta y la concentración medida no tengan una relación lineal. Si la ingesta del nutriente en la población tiene un rango amplio, el biomarcador puede ser capaz de discriminar entre ingestas muy bajas y media, aunque exista una amplia zona de niveles de ingesta del nutriente donde el nivel de su biomarcador en tejido se estabiliza (plateau) o varía muy poco con las modificaciones de ingesta del nutriente (figura 8-4). Este es el caso del retinol en plasma como marcador de consumo de vitamina A. Será más sensible en población desnutrida, sometida a épocas con ingestas muy bajas. Otra situación que puede ocurrir es que el nutriente tenga una biodisponibilidad diferente dependiendo de cómo se ingiere. En estos casos el biomarcador es mejor indicador de la dosis interna real ingerida que la cantidad de nutriente reflejada en las tablas de composición de alimentos. Como ejemplo de esta situación está el licopeno, con una mayor biodisponibilidad cuando se ingiere junto con grasa. Finalmente, es importante conocer si la ingesta es la única fuente de la concentración del nutriente en el organismo; por ejemplo, la cantidad de vitamina D en plasma está determinada por su ingesta pero también por la exposición a la luz solar. 2. Integración en el tiempo. Es deseable que el biomarcador refleje la ingesta de un nutriente en un periodo largo de tiempo, como indicador de ingesta a largo plazo. Por eso, el tejido adiposo, el pelo y las uñas, con una vida media larga, son muy adecuados para examinar la acumulación de nutrientes en el organismo. Se necesita conocer la farmacocinética del biomarcador para poder relacionar su ingesta con los procesos de absorción, distribución y metabolismo que condicionan su concentración en los diferentes tejidos. 3. Especificidad. Algunos biomarcadores reflejan la ingesta de múltiples nutrientes. Por ejemplo, los niveles de beta caroteno en sangre se correlacionan con la ingesta de vitamina C pero también con la de un tipo de flavonoides. 4. Existencia de otros determinantes (genéticos, medioambientales y de estilos de vida) que también tienen un efecto en la concentración del biomarcador. Así, la cantidad de vitamina E en plasma depende también de los niveles de colesterol total. El principal uso de los biomarcadores es el estudio de la ingesta de algunos micronutrientes que se encuentran sólo en determinados alimentos y por tanto, su concentración varía mucho dependiendo de dónde proceda el alimento, como puede ser el licopeno en el tomate. También es interesante su uso para nutrientes que no están bien caracterizados en tablas de composición de alimentos o para contaminantes ambientales que se absorben por la dieta y cuya concentración está determinada por la región geográfica de procedencia, como es el caso del selenio, cuya concentración en los alimentos depende de los niveles del mismo en los terrenos de cultivo. Los biomarcadores son adecuados para medir el estado nutricional cuando la ingesta dietética es sólo uno de los determinantes del estado nutricional. Así, la ferritina sérica es un marcador de la cantidad de hierro en el organismo, aunque no de la ingesta de hierro. Finalmente, el uso de biomarcadores es clave para validar otros instrumentos de medida de la dieta y para comprobar la adherencia a una intervención dietética en ensayos clínicos.
8.4. REPRODUCIBILIDAD Y VALIDEZ DEL INSTRUMENTO DE MEDICIÓN DE LA DIETA
Antes de utilizar cualquier instrumento de medida de la dieta, debemos conocer su validez y reproducibilidad. Ambos parámetros se obtienen mediante comparaciones. La reproducibilidad se obtiene al comparar una primera medida con otra realizada con el mismo instrumento, a una misma persona, en dos ocasiones diferentes. Si las medidas son parecidas, se dirá que el instrumento es «consistente» o «fiable» en las mediciones que realiza, es decir, que siempre da el mismo resultado cuando la medición de la dieta se realiza a la misma persona en condiciones similares. La validez se obtiene al comparar la medida del instrumento con otra obtenida mediante un estándar de oro (gold standard) o instrumento que es capaz de medir la dieta «verdadera». Si las medidas son parecidas, se dirá que el instrumento utilizado es «preciso» o que mide bien. Para medición de la dieta, se suelen utilizar como estándar de oro el recuerdo de 24 horas retrospectivo de una semana y el registro dietético prospectivo con pesada de los alimentos, complementados con el uso de biomarcadores de algunos nutrientes. En general, los cuestionarios de frecuencia de consumo tienen una alta validez, con coeficientes de correlación >0.60 para los alimentos y entre 0,40-0,70 para nutrientes. Su facilidad de uso permite realizar mediciones repetidas en el tiempo en una cohorte. Las historias dietéticas presentan mayor validez que los cuestionarios de frecuencia de consumo (coeficientes >0,65 para alimentos y >0,80 para nutrientes) y son el mejor método de medición de dieta habitual, con la contrapartida de una mayor complejidad de uso. A la hora de decidir el instrumento de medida de la dieta, se considerará el compromiso entre conseguir una recogida de datos válidos y tener un tamaño muestral elevado y mediciones repetidas en el tiempo. Finalmente, hay que señalar que la validez de instrumento utilizado dependerá de los siguientes factores: 1. Que el individuo sea capaz de declarar de forma correcta su ingesta, identificando los alimentos y estimando el tamaño de las porciones. 2. Que la tabla de composición de alimentos refleje adecuadamente la composición de todos los alimentos declarados, teniendo en cuenta las técnicas de cocinado. 3. Que los días declarados representen la ingesta usual del individuo, en el caso de los recuerdos de 24 horas y los diarios dietéticos. La irrupción de las nuevas tecnologías, con el uso de teléfonos inteligentes (smartphones) permitirá desarrollar nuevas aproximaciones que reduzcan el error de medida y faciliten el uso de la información dietética recogida. Así, ya existen en la actualidad consorcios que están explorando las posibilidades de los nuevos instrumentos de medida de la dieta para estudios poblacionales.
8.5. OTRAS FUENTES DE INFORMACIÓN DIETÉTICA
8.5.1. MEDICIONES ANTROPOMÉTRICAS Y DE COMPOSICIÓN CORPORAL Los determinantes de la variación en la ingesta energética entre individuos son bien conocidos. El principal de ellos es la actividad física, que explica más de la mitad de la variación en la ingesta de la población. Después se sitúa la eficiencia metabólica, aunque los mecanismos biológicos que la regulan no son muy conocidos. El otro determinante es la talla corporal, que indica la energía necesaria para mantener la actividad en reposo del organismo (tasa metabólica basal) y corresponde al gasto que produce el tejido magro, no el adiposo. En general, la energía necesaria en reposo no varía mucho entre individuos de la misma edad y sexo. Finalmente, el último determinante que explica la variación en la ingesta medida en las personas es la energía que se consume por encima o por debajo de balance energético, es decir la energía que produce un cambio de peso. La ingesta energética se puede medir sólo de forma cruda con los instrumentos de medida de dieta que tenemos; además, la actividad física es aún más difícil de medir, por lo que resulta difícil saber exactamente cuánta de la energía consumida por el individuo es destinada a la realización de actividad física, metabolismo, mantenimiento del tamaño corporal e incremento de la masa adiposa en el organismo. De hecho, en la mayoría de los estudios epidemiológicos, el grado de obesidad no se relaciona con la ingesta de energía. Sin embargo, aunque la ingesta energética es difícil de interpretar, la medida del peso y la talla es una buena aproximación de la ingesta energética total. La presencia de un peso elevado indica que en algún momento de la vida hubo un balance positivo entre ingesta de energía y gasto calórico. Por otra parte, hay que considerar que la interpretación del peso en relación a la energía depende de cómo el organismo responda al incremento en la ingesta energética. Así, se pueden asumir dos modelos: un modelo en el que el organismo puede compensar la ingesta energética mediante reducción de la eficiencia metabólica y el peso corporal sólo aumenta después de que la ingesta supera un dintel, y un modelo en el que el peso corporal aumenta de forma lineal con la ingesta energética. Se han publicado evidencias que parecen confirmar que este segundo modelo es el que se da en humanos y, por ello, podemos decir que cuando observamos que el exceso de peso se asocia a una determinada enfermedad, la ingesta total de energía es la responsable de esa enfermedad. 8.5.2. PANEL DE CONSUMO ALIMENTARIO Desde el año 1987, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente estudia el consumo alimentario en hogares y establecimientos de restauración en nuestro país. La muestra son 8.000 hogares en los que se realiza un apunte diario de las compras de alimentación. La información recogida es la siguiente: producto comprado, cantidad comprada, gasto efectuado en la compra, precio unitario, tipo de establecimiento en el que se ha efectuado la compra. Además, se recoge información en 1.500 establecimientos colaboradores, con periodicidad trimestral, de las cantidades compradas, gasto medio hecho por compra, precio unitario y tipo de establecimiento. Finalmente, también se realiza una encuesta del consumo extradoméstico, para conocer hábitos del consumidor, con una muestra de 14.000 individuos a los que se les recoge información mediante cuestionarios sobre consumos realizados fuera del hogar on-line y off-line. Los resultados se ofrecen como series anuales y como últimos datos obtenidos y se pueden descargar directamente de la página web del Ministerio (http://www. mapama.gob.es/es/alimentacion/temas/consumo-y-comercializacion-y- distribucionalimentaria/panel-de-consumo-alimentario/). La información obtenida se resume en publicaciones periódicas, que también se pueden consultar en la citada página web y es muy útil para conocer el cambio en los hábitos dietéticos de la población española.
8.6. PUNTOS CLAVE
— El recordatorio de 24 es un instrumento sencillo y rápido, que permite recoger información dietética de un gran número de personas y con un coste relativamente bajo. — Las ventajas de los diarios dietéticos incluyen la ausencia de sesgo de memoria y la cuantificación correcta del tamaño de las porciones. — Los cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos son específicos para una población. Las ventajas de este instrumento son su facilidad de uso, ya que no requiere encuestadores ni entrenamiento previo de los encuestados, y la estandarización de las respuestas conseguidas, que permite una codificación sencilla de la información. — Las ventajas de la historia dietética residen en la cuantificación más precisa que se hace de los alimentos consumidos, hábitos alimentarios e ingesta dietética real después del cocinado de los alimentos. — El principal uso de los biomarcadores es el estudio de la ingesta de algunos micronutrientes que se encuentran sólo en determinados alimentos. También es interesante su uso para nutrientes que no están bien caracterizados en tablas de composición de alimentos, o para contaminantes ambientales que se absorben por la dieta y cuya concentración está determinada por la región geográfica de procedencia.