1 Seguridad e Higiene
1 Seguridad e Higiene
1 Seguridad e Higiene
1. Marco histórico
En el desarrollo de este texto, se intentará alentar la formación de profesionales competentes en el área; para
ello, se abordará a la Seguridad e Higiene Laboral desde un enfoque histórico.
Es importante entender la realidad laboral que nos rodea desde sus inicios para, con trabajo y dedicación, mejorarla.
Las condiciones de trabajo a lo largo de la Revolución Industrial del siglo XIX eran lamentables. La seguridad
en el lugar de trabajo no era un factor de importancia para los dueños de las industrias. La salud y la
seguridad de los trabajadores se encontraban en constante peligro.
Entre 1880 y 1920, la fuerza de trabajo en Estados Unidos creció de 28 millones de trabajadores hasta 42
millones, la gran mayoría empleados en la industria pesada. No es un dato menor que, para conservar su
empleo, cada trabajador, incluidos los niños, se sometía a extensas jornadas de hasta 18 horas de trabajo.
Es en este contexto que los sindicatos y organizaciones obreras se vieron motivados a exigir mejores
condiciones. Se logró, por consiguiente, reducir la jornada laboral a 10 horas diarias y la inclusión de
profesionales de la salud a los movimientos sindicales.
Esto trajo aparejados cambios significativos en las condiciones de los lugares de trabajo. Por tal motivo, fue
posible que se establecieran leyes compensatorias para indemnizar a los trabajadores que sufrieran
accidentes y enfermedades de trabajo (Díaz, Flores, Orta, 2002, pp. 6, 9).
Seguridad e higiene en
el trabajo
Práctica
profesional
Seguridad Higiene
laboral industrial
Higiene industrial
En la práctica laboral, es común que nos encontremos con diversas situaciones. Muchas de estas situaciones
pertenecen al campo de la seguridad laboral, mientras que otras al de la higiene industrial. Es por eso que se
debe comprender claramente cuál es el campo de acción de cada una. A continuación, se definirá por
separado cada una de estas (Díaz, Flores, Orta, 2002).
“La seguridad laboral está compuesta por diversas técnicas y procedimientos. Las técnicas y procedimientos
se orientan a la eliminación o reducción de la posibilidad que tienen los trabajadores de sufrir un accidente
laboral” (Díaz, Flores, Orta, 2002, p. 14).
“La Seguridad Laboral es el conjunto de técnicas o procedimientos que tienen por objeto eliminar o disminuir la
posibilidad de que se produzcan los accidentes de trabajo” (Díaz, Flores, Orta, 2002, p. 13).
Se denomina como accidente laboral o accidente de trabajo a toda lesión orgánica o perturbación funcional,
ya sea esta inmediata o posterior, incluyendo a la muerte repentina en ejercicio o con motivo del trabajo. En
la definición anterior, quedan incluidos los accidentes que se produzcan mientras el trabajador se dirige de su
domicilio al trabajo y viceversa.
. • Seguridad laboral
. • Prevención de accidentes laborales
. • El factor humano
Un factor fundamental a la hora de comprender el accidente laboral es, sin duda, el comportamiento
humano. El comportamiento humano es la causa esencial en la gran mayoría de los accidentes laborales. Es
importante que, en todos los niveles de la organización, se lo tenga en cuenta a este mismo como clave para
las tareas de prevención. El factor humano de ninguna manera puede dejarse de lado para una acción
preventiva eficaz, ni para la evaluación de riesgos en el campo de acción.
Esta legislación establece las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo de cumplimiento en todo el
territorio de la república Argentina y de aplicación a todo establecimiento y explotación que persiga o no fines
de lucro, cualesquiera sea la naturaleza económica de las actividades, el medio donde ellas se ejecuten, el
carácter de los centros y puestos de trabajo y la índole de las maquinarias, elementos, dispositivos o
procedimientos que se utilicen o adopten. 1
Su principal objetivo es proteger la vida, preservar y mantener la integridad psicofísica de los trabajadores,
prevenir, reducir, eliminar o aislar los riesgos de los distintos centros o puestos de trabajo, estimular y
desarrollar una actitud positiva respecto de la prevención de los accidentes o enfermedades que puedan
derivarse de la actividad laboral. 2
Indica que todos los establecimientos deben prever adecuadas condiciones de higiene y seguridad.
Establece parámetros de ubicación y distribución de los servicios sanitarios, vestuarios, comedor,
cocina y locales destinados a los servicios de medicina del trabajo y de higiene y seguridad en el
trabajo, además de las características de construcción de los desagües industriales. Por otro lado,
establece que deben contar con provisión y reserva de agua para uso humano, especificando cantidad
y cualidad.
1
Art N° 1, Ley N° 19587 (1972). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Honorable Congreso de la Nación Argentina.
2
Art N° 4, Ley N° 19587 (1972). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Honorable Congreso de la Nación Argentina.
3
El título IV, por su parte, se trata de las condiciones de higiene en los ambientes laborales:
Título V:
Instalaciones eléctricas: está ampliada en el anexo VI. Indica que tanto las instalaciones y equipos
eléctricos como los materiales y equipos que se utilicen en instalaciones eléctricas deben cumplir con
las normas técnicas correspondientes. Incluye medidas de seguridad.
Máquinas y herramientas: establece que tanto las máquinas como las herramientas usadas en los
establecimientos deben ser seguras y, en caso de que originen riesgos, deben emplearse con la
protección adecuada. Indica protecciones y dispositivos de seguridad que deben emplearse en caso de
existir riesgos mecánicos (herramientas, aparatos para izar, aparejos para izar, ascensores y
montacargas).
Aparatos que puedan desarrollar presión interna: establece que deben fijarse instrucciones mediante
el señalamiento de dispositivos de seguridad y las prescripciones para su correcta utilización. Indica,
además, que deben instalarse protecciones en los aparatos que aumentan la temperatura ambiente y
los requisitos para el almacenamiento de gases licuados a presión.
Trabajos con riesgos especiales: establece disposiciones y medidas preventivas para la fabricación,
manipulación y empleo de sustancias peligrosas para la salud de los trabajadores.
Protección contra incendios: está ampliada en el anexo VII. Comprende el conjunto de condiciones de
construcción, instalación y equipamiento que deben cumplirse tanto en edificios como en tareas fuera
de estos. Establece disposiciones para los trabajos que utilizan combustibles e identifica las clases de
fuego. 5
Equipos y elementos de protección personal: establece qué protecciones deben brindar los
equipos y elementos de protección personal. 6
Selección de personal: indica que los servicios de medicina, higiene y seguridad, además de
otras dependencias relacionadas, deben actuar en forma coordinada para la selección y el
ingreso del personal. También establece que los trabajadores deben someterse a exámenes
preocupacionales y periódicos que disponga el servicio de medicina (apartado ampliado en la
Ley 24.557/95).
Capacitación: establece que todo establecimiento está obligado a capacitar a su personal en
materia de seguridad e higiene y en prevención de enfermedades profesionales y accidentes de
trabajo, según los riesgos a los que puede hallarse expuesto. Indica los medios a través de los
cuales se puede capacitar. Dispone que los servicios de medicina y de higiene y seguridad son
los encargados de planificar y desarrollar los programas de capacitación. 7
Art. 1, Decreto 1338/96, Ley N° 19587 (1972). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Honorable Congreso de la Nación
3
Argentina.
4
Art. 60-94, Decreto Nº 351/79, Ley N° 19587 (1972). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
5
Art. 95-187, Decreto Nº 351/79, Ley N° 19587 (1972). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
6 Art. 188-203, Decreto Nº 351/79, Ley N° 19587 (1972). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
7 Art. 201-214, Decreto Nº 351/79, Ley N° 19587 (1972). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
Registros e información: esto fue derogado por Decreto 1338/96, artículo 2.8
Como complemento a esta información sobre la ley N.° 19.587, es importante la lectura
de las siguientes normativas: Anexos del Decreto Reglamentario N.°351/79, Decreto
Reglamentario N.° 1338/96, Resolución N.° 295/03.
Esta ley fue promulgada en octubre de 1995 y entró en vigencia en julio de 1996. Apunta a la reducción de la
siniestralidad laboral a través de la prevención. Es así que en el artículo 1 señala que la prevención de los
riesgos y la reparación de los daños derivados del trabajo se regirán por esta Ley de Riesgos del Trabajo (LRT)
y sus normas reglamentarias. 10
En el artículo 2,se señala que los objetivos de esta Ley de Riesgos del Trabajo son:
a) Reducir la siniestralidad laboral a través de la prevención de los riesgos derivados del trabajo.
b) Reparar los daños derivados de los accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales incluyendo la
rehabilitación del trabajador damnificado.
c) Promover la recalificación y la recolocación de los trabajadores damnificados.
d) Promover la negociación colectiva laboral para la mejora de las medidas de prevención y de las
prestaciones reparadoras. 11
Esta ley considera también la creación y participación de las Administradoras de Riesgo de Trabajo (ART) y de
la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).
Otro de los aspectos interesantes de la legislación es el plan de mejoramiento de las condiciones de higiene y
seguridad, el cual quedará incorporado a los contratos que se firmen entre las ART y las empresas
empleadoras. Esto se reglamenta en el Decreto 170/96, donde los artículos 1 y 2 manifiestan lo siguiente:
El plan se desarrollará en diferentes niveles, donde cada uno comprenderá las etapas a cumplir.
Cada etapa contendrá, a su vez, un conjunto de elementos que el empleador debe desarrollar,
con el objetivo de mejorar las condiciones y el medio ambiente de trabajo. 12
Art. 2) Habrá 4 niveles de cumplimiento de las normas de prevención, que serán los siguientes:
Primer nivel: esta calificación implica el no cumplimiento de las condiciones que, según lo establece
la SRT, se consideran básicas en materia de higiene y seguridad. Los elementos a desarrollar en las
etapas correspondientes a este nivel deberán ser cumplimentados en un período máximo de 12
meses desde el momento en que se acuerda el plan de mejoramiento.
Segundo nivel: la calificación implica el cumplimiento de las obligaciones que se consideran básicas.
El período máximo para el cumplimiento de las obligaciones legales es, en este caso, de 24 meses.
Tercer nivel: implica el cumplimiento de todas las obligaciones legales en materia de higiene y
seguridad.
Cuarto nivel: implica alcanzar niveles de prevención y de condiciones y medio ambiente de trabajo
superiores a las obligaciones legales.
8
Art. 2, Decreto 1338/96, Ley N° 19587 (1972). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
9
Art. 227-232, Decreto Nº 351/79, Ley N° 19587 (1972). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
Art. 1, Ley N.° 24.557 (1995). Riesgos del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
10
Art. 2, Ley N.° 24.557 (1995). Riesgos del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
11
Art. 1, Decreto N° 170 (1996), Ley N.° 24.557. Riesgos del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
12
Cada empleador evaluará, en conjunto con la aseguradora que contrate, el nivel de cumplimiento de la
legislación vigente en la que se encuentra y el que prevé alcanzar desde la firma del contrato. Como mínimo,
los planes de mejoramiento deben prever alcanzar la calificación en el tercer nivel dentro del plazo
determinado. Esto indica el importante trabajo de asesoramiento en materia de higiene y seguridad que
deben desarrollar los especialistas, tanto en la fase técnica y práctica de las mejoras que son precisas realizar
como en la fase de sensibilización y capacitación a todos los niveles, a partir de lo cual se apunta a lograr que
el programa pueda cumplirse adecuadamente. 13
El régimen jurídico normativo de la protección de la vida y salud del trabajador ha presentado históricamente
compartimentos claramente diferenciados y en gran parte sin una verdadera relación directa entre sí: por un
lado las disposiciones que hacen concretamente a la implementación de medidas de seguridad e higiene
destinadas a evitar los daños psicofísicos en o con ocasión del trabajo, y por el otro las normas que regulan
indemnizaciones y atención médica posterior al hecho dañoso. (Pérez Crespo, 1997, https://goo.gl/cTCyfx).
De manera complementaria a esta legislación, se recomienda la lectura de su decreto reglamentario N° 170/96.
Por otro lado, es esencial la lectura de las resoluciones para la industria de la construcción: Resolución 1069/91
sobre salud y seguridad y Decreto 911/96 de medidas para mejorar la prevención y las prestaciones
reparadoras.
13
Art. 2, Decreto N° 170 (1996), Ley N.° 24.557. Riesgos del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
1. Salud ocupacional
La salud ocupacional o salud laboral es un conjunto de actividades multidiciplinarias que tiene como finalidad
fomentar la salud, prevenir los daños, proteger a los trabajadores y adaptar el trabajo.
Para comprender mejor el concepto de salud ocupacional es necesario, ante todo, entender qué es la salud.
Por lo tanto, la salud requiere que todas las necesidades fundamentales de las personas estén cubiertas:
afectivas, sanitarias, nutricionales, sociales, laborales y culturales.
Otra forma de entender a la salud es cómo: la perfecta adaptación del hombre al medio ambiente. Será
saludable, por tanto, aquel hombre que, frente al frío, el calor, la humedad, etcétera, ha adaptado su
organismo a esa realidad; por el contrario, estará enfermo aquel que, experimentando malestar, ha llegado a
tal situación por una inadecuada adaptación.
De la interacción entre factores ambientales y humanos, surge el punto óptimo de la salud. Es el hombre
inadaptado que ha luchado con el medio, aceptando e incorporando lo favorable y rechazando lo
desfavorable.
La salud ocupacional presenta como objetivos el mejorar las condiciones del trabajo en pro de favorecer la
salud y la seguridad de los trabajadores y el desarrollar culturas y sistemas organizacionales que favorezcan la
salud y la optimización de la productividad en la empresa.
“Con estas y otras técnicas el departamento de salud puede contribuir a preservar la buena
salud de los empleados” (Dentón, 1985, p. 26).
Puede definirse como enfermedad profesional a todo estado patológico derivado de la acción continua de
una causa que tenga su origen o motivo en el trabajo, o bien en el medio en el que el trabajador se vea
obligado a prestar sus servicios.
Una enfermedad laboral o profesional se origina por la exposición repetida a agentes presentes en el trabajo.
Para que aquella se desarrolle, tiene que existir un contacto entre la persona y el agente que la provoca. Se
diferencia del accidente de trabajo por el hecho de que la duración del contacto entre la persona y el agente
es corta, mientras que en la enfermedad profesional la duración es prolongada (Díaz, Flores, Orta, 2002)
Un aspecto en que las enfermedades profesionales se caracterizan es la acumulación progresiva de
daños causados por los agentes físicos, químicos y biológicos, o la combinación de estos, en el organismo
hasta su manifestación sintomática e incapacidad laboral.
La Ley de Riesgos de Trabajo (LRT) indica que: “Se considerarán enfermedades profesionales aquellas que se
encuentren incluídas en el listado que elaborará y revisará el Poder Ejecutivo”1.
En este listado, se identifican agentes de riesgo, cuadros clínicos, exposición y actividades en capacidad de
determinar la enfermedad profesional.
Las enfermedades no incluidas en el listado no se consideran resarcibles a excepción de los siguientes incisos:
Generadas por las tareas: a) las que reconocen como causa fuente u origen el trabajo, b) las que no
hallan otro origen que no fuere el trabajo.
Evidenciadas por las tareas: las que aparecen durante el vínculo laboral y no fueron detectadas por los
exámenes preocupacionales ni por los controles periódicos obligatorios de salud.
Agravadas por las tareas: afecciones que, no obstante haber sido determinadas como preexistentes al
ingreso o identificadas con posterioridad por un examen médico periódico, fueron agravadas por
inacción del principal, verbigracia, omisiones en la eliminación de los riesgos o factores morbilizantes,
oportuno cambio de tareas, aviso temporáneo al trabajador (Poder Judicial de la Nación, 2006, p.3).
Es importante tener en cuenta que “quedan excluidas aquellas enfermedades causadas por dolo del
trabajador o por fuerza mayor extraña al trabajo como así también las preexistentes y acreditadas en el
examen preocupacional” . 2
“Los exámenes médicos de ingreso, periódicos y post-ocupacionales deben realizarse con un criterio
definido y en relación a los riesgos a los que el trabajador está expuesto” (Díaz, Flores, Orta, 2002, p. 52).
A continuación, se detallan los objetivos, circunstancias y contenidos, como así también el responsable de realizar
dichos exámenes.
Objetivos: el objetivo es determinar la aptitud del postulante para el desempeño de las actividades que se le
requerirán desarrollar, con la finalidad de evitar accidentes o el desarrollo de enfermedades profesionales. Se
deben detectar, además, incapacidades preexistentes y eximir de responsabilidad al empleador y su
aseguradora.
Circunstancia: se debe efectuar en instancia previa a la relación laboral.
Contenidos: estos se suscriben a un examen general y estudios específicos a propósito de si hay exposición a
algún agente de riesgo.
Responsable: el responsable en esta instancia es el empleador. 3
1 Art. 6, Ley N.° 24.557 (13 de septiembre de 1995). Riesgos del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
2 Art N°6. Ley Nº 24.557. Ley de Riesgos de Trabajo. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
3
Art. 2, Resolución S.R.T. Nº: 43 (1997). Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
Exámenes periódicos
Objetivos: el objetivo es detectar precozmente afecciones por agentes de riesgo a los cuales el trabajador se
encuentre expuesto con motivo de sus tareas, con el fin de evitar el desarrollo de enfermedades
profesionales.
Circunstancia: tiene una frecuencia semestral, anual, etcétera, según el agente de riesgo.
Contenidos: estos se suscriben a un examen clínico y análisis específicos según el agente de riesgo presente
en el ámbito laboral.
Objetivos: el objetivo es comprobar el estado de la salud del trabajador a la fecha de extinción del vínculo
laboral, a los fines de permitir el tratamiento oportuno de las enfermedades profesionales, al igual que la
detección de eventuales secuelas incapacitantes.
Circunstancia: se da entre los diez días anteriores y los treinta días posteriores a la terminación del vínculo
laboral.
Contenidos: estos se suscriben a un examen general y estudios específicos a propósito de si hay exposición a
algún agente de riesgo.
4
Art. 3, Resolución S.R.T. Nº: 43 (1997). Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
5
Art. 4, Resolución S.R.T. Nº: 43 (1997). Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
1. Actores involucrados
1.1. Actividades del responsable de HyST
A continuación se detallan algunas de las actividades del responsable de HyST.
1. Recorrer las instalaciones identificando factores de riesgo derivados de los proceso de trabajo
(agentes físicos, químicos, biológicos, ergonómicos y personales).
2. Diagramar el proceso o procedimientos que se desarrollan en la empresa.
3. Breve descripción de las actividades realizadas en cada área.
4. Listado de equipamiento, maquinaria y sustancias utilizadas.
5. Listado de factores de riesgo asociado al equipamiento, maquinaria y sustancias utilizadas.
6. Elaboración de un mapa de riesgos sobre un plano de las instalaciones.
7. Analizar los riesgos ocurridos en la empresa basándose en los registros estadísticos de la misma. (Díaz,
Flores, Orta, 2002, pp. 68-69).
El responsable de higiene y seguridad en el trabajo debe ser aceptado y tener autoridad. Para tal, fin se
requiere de habilidades como la capacidad de, humanamente, comprender al personal de la empresa,
generar un buen trato, evitar la hostilidad y crear el deseo de trabajar en equipo.
La buena comunicación es otro factor clave que requiere de esfuerzo y, sin duda, esto es algo que no resulta
fácil. Ser claro y comprobar que el mensaje ha sido recibido correctamente es una de los aspectos más
importantes. Finalmente, trabajar de forma profesional, acompañando a la empresa y sus objetivos. De esta
manera, se logra que la alta gerencia confíe en el buen juicio del personal de seguridad (Dentón, 1985).
“La ley de higiene y seguridad en el trabajo establece la en la creación de servicios de higiene y seguridad en
el trabajo que el mismo será de carácter preventivo y asistencial” . 1
El Decreto 1338/96, en el artículo 11, establece que la responsabilidad de higiene y seguridad como así
también las áreas de prevención de las aseguradoras serán dirigidas por los siguientes actores, a saber:
Graduados universitarios en las carreras de grado, en institución universitaria, que posean títulos con
reconocimiento oficial y validez nacional otorgados por el MINISTERIO DE CULTURA Y EDUCACION, con
competencia reconocida en Higiene y Seguridad en el Trabajo.
Profesionales que a la fecha de vigencia del presente Decreto se encuentren inscriptos en el Registro
Nacional de Graduados Universitarios en Higiene y Seguridad, y habilitados, por autoridad competente, para
ejercer dicha función.
Técnicos en Higiene y Seguridad en el Trabajo, reconocidos por la Resolución M.T.S.S. Nº 313 de fecha
26 de abril de 1983.
Profesionales que, hasta la fecha de vigencia de la presente norma, hayan iniciado y se encuentren
realizando un curso de posgrado en Higiene y Seguridad en el Trabajo de no menos de CUATROCIENTAS (400)
horas de duración, desarrollado en universidades estatales o privadas, con reconocimiento del MINISTERIO
DE CULTURA Y EDUCACIÓN; una vez egresados de dicho curso.
Graduados en carreras de posgrado con reconocimiento oficial otorgado en las condiciones previstas
en la Resolución Nº 1670 del 17 de diciembre de 1996, del MINISTERIO DE CULTURA Y EDUCACION, o con
acreditación de la COMISIÓN NACIONAL DE EVALUACIÓN Y ACREDITACION UNIVERSITARIA (CONEAU), con
orientación especial en Higiene y Seguridad en el Trabajo.
Los empleadores que deban contar con Servicios de Higiene y Seguridad en el Trabajo podrán
desarrollarlo por su cuenta, por servicios de terceros o cumplir con tal obligación contratando este servicio
con su Aseguradora. En este caso, la Aseguradora asumirá las obligaciones y responsabilidades
correspondientes al Servicio en cuestión . 2
1
Art. 11, Decreto reglamentario N.° 1338/96 (25 de noviembre de 1996). Higiene y Seguridad del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
1.2. Servicio de HyST
El Decreto 1338/96, en el artículo 3, establece que los establecimientos deberán contar, con carácter interno
o externo según la voluntad del empleador, con servicios de medicina del trabajo y de higiene y seguridad en
el trabajo, los cuales tendrán como objetivo fundamental prevenir, en sus respectivas áreas, todo daño que
pudiera causarse a la vida y a la salud de los trabajadores por las condiciones de su trabajo, mediante la
creación de las condiciones para que la salud y la seguridad sean una responsabilidad del conjunto de la
organización. Dichos servicios estarán bajo la responsabilidad de graduados universitarios . 3
En el artículo 10, el Decreto 1338/96 establece que el servicio de higiene y seguridad en el trabajo tiene como
misión fundamental implementar la política fijada por el establecimiento en la materia, tendiente a
determinar, promover y mantener adecuadas condiciones ambientales en los lugares de trabajo. Asimismo,
deberá registrar las acciones ejecutadas, tendientes a cumplir con dichas políticas . 4
“El empleador y los empleados deben comunicarse en el mismo nivel para que estos últimos aprecien los
esfuerzos destinados a la seguridad” (Dentón, 1985, p. 74).
2
Art. 11, Decreto reglamentario N.° 1338/96 (25 de noviembre de 1996). Higiene y Seguridad del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
3
Art. 3, Decreto reglamentario N.° 1338/96 (25 de noviembre de 1996). Higiene y Seguridad del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
4
Art. 10, Decreto reglamentario N.° 1338/96 (25 de noviembre de 1996). Higiene y Seguridad del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
El Decreto 1338/96, en el artículo 8, establece que los empleadores deberán prever la asignación de personal
auxiliar de estos servicios de medicina del trabajo, cuya selección consiste en un enfermero/a con título
habilitante reconocido por la autoridad competente cuando existan en planta más de doscientos
trabajadores dedicados a tareas productivas o más de cuatrocientos trabajadores equivalentes por cada turno
de trabajo. Este enfermero/a tendrá como función la prevención y protección de la salud de los trabajadores
mediante la colaboración con los médicos . 5
En el artículo 12, el Decreto 1338/96 establece que los empleadores deberán disponer de una determinada
asignación de horas-profesional mensuales en el establecimiento en función del número de trabajadores
equivalentes y de los riesgos de la actividad, definida según la obligación de cumplimiento de los distintos
capítulos del anexo I del Decreto 351/79 . 6
Se define como cantidad de trabajadores equivalentes a la cantidad que resulte de sumar el número de trabajadores
dedicados a las tareas de producción más el cincuenta por ciento (50 %) del número de trabajadores asignados a tareas
administrativas.
En el artículo 13, el Decreto 1338/96 establece que “los empleadores deberán prever la asignación como
auxiliares de los Servicios de Higiene y Seguridad en el Trabajo de técnicos en higiene y seguridad con título
habilitante reconocido por la autoridad competente” . 7
La Ley de Riesgos del Trabajo 24.557 establece a los organismos de control y expresa su relación en el sistema
de riesgos de trabajo . 8
En el Decreto 1338/96, se reglamentan y establecen funciones importantes de los organismos de control. Es
importante comprender la relación que existe entre estos para el correcto ejercicio de la profesión . 9
5
Art. 8, Decreto reglamentario N.° 1338/96 (25 de noviembre de 1996). Higiene y Seguridad del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
6
Art. 12, Decreto reglamentario N.° 1338/96 (25 de noviembre de 1996). Higiene y Seguridad del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
7
Art. 13, Decreto reglamentario N.° 1338/96 (25 de noviembre de 1996). Higiene y Seguridad del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
Ley N.° 24.557. (13 de septiembre de 1995). Riesgos del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
8
9
Art. 1, Decreto reglamentario N.° 1338/96. (25 de noviembre de 1996). Higiene y Seguridad del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
Figura 1: Relación entre la SRT y los actores involucrados. Fuente: Elaboración propia.
La mencionada ley determina distintos derechos y obligaciones de las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo, de
los trabajadores, de los empleadores y de la SRT. Se indica a continuación un resumen de los mismos
(Superintendencia de Riesgos del Trabajo, 2014, p.15-18) :
brindar al trabajador las prestaciones establecidas por la ley en caso de accidente;
asesorar y brindar asistencia técnica a empleadores como empleados;
hacer los exámenes médicos periódicos;
evaluar periódicamente los riesgos existentes y su evolución, visitar periódicamente a empleadores
para verificar el cumplimiento de la normativa y ver la evaluación de riesgos realizada por el empleador;
denunciar incumplimientos ante la SRT.
∙ Trabajador:
recibir del empleador capacitación sobre prevención de riesgos; o utilizar los EPP designados para su
tarea;
realizarse los exámenes médicos periódicos y conocer los resultados;
en caso de accidente o enfermedad profesional, recibir atención médica y rehabilitación.
en caso de fallecimiento, recibir servicio de sepelio;
denunciar los accidentes de trabajo ante su empleador o ART; o denunciar ante la ART o SRT
mecanismos faltantes de seguridad en el ámbito laboral
informar al empleador cualquier suceso relacionado con riesgos en el trabajo.
∙ Empleador:
cumplir las normas de HyST;
realizarles a sus empleados exámenes médicos según el mapa de riesgo;
cumplir con el plan de mejoramiento;
notificar a los empleados de su ART de cobertura;
capacitar y brindar los EPP correspondientes a los empleados;
tener compromiso por la seguridad de sus empleados.
∙ SRT:
determinar los exámenes médicos que se deberán realizar por los empleadores y aseguradoras;
determinar el mantenimiento actualizado de registros habilitantes de profesionales de HyST;
mantener el registro nacional de incapacidades laborales; o denunciar, previamente al sumario, los
incumplimientos de los graduados o técnicos ante los colegios profesionales correspondientes y los
tribunales administrativos o judiciales competentes;
conocer las historias de siniestralidad de los trabajadores que elaboran las aseguradoras
(Superintendencia de Riesgos del Trabajo, 2014, p.15-18).
Mod2
1. Riesgo y peligro
1.1. Introducción a la seguridad e higiene laboral
Ámbito de aplicación
En nuestro país, la norma fundamental rectora de la materia es la Ley 19.587, denominada Ley de
Higiene y Seguridad en el Trabajo.
Esta ley rectora determina, en su artículo 1: “Que las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo se
ajustaran, en todo el territorio de la república, a las normas de la presente ley y de las
reglamentaciones que en su consecuencia se dicten” . 1
La obligación de respeto por la seguridad debe ser aplicable a todos los establecimientos y
explotaciones, persigan o no fines de lucro, sin importar cual sea la naturaleza económica de las
actividades y el medio donde ellas se ejecuten. Debe existir una toma de conciencia colectiva sobre la
importancia de la seguridad en todos los ámbitos y procesos.
Varios años después, el dictado de otra ley completó el ciclo de la seguridad y prevención
fundamentalmente, con la Ley Riesgos del Trabajo 24.557 . 2
1
Art. 1, Ley N.° 19.587 (30 de marzo de 1984). Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
2
Ley N.° 24.557 (13 de septiembre de 1995). Riesgos del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
A lo largo de la materia, desarrollaremos estas normas, pues en la presente unidad se las enuncia
simplemente para que comiences a formar el conocimiento de las leyes fundamentales que deberás utilizar
y aplicar en la gestión cotidiana.
La actuación de la seguridad en el trabajo debe ser preventiva para detectar y analizar las causas de origen
del riesgo y procurar su eliminación o reducción a través de medidas, normas, diseños y otros mecanismos
de seguridad.
Cuando nos referimos a comportamientos preventivos, debemos tener presente que nuestras conductas
tienen que evitar la generación del riesgo en todas sus instancias y etapas.
Es decir, debemos procurar que:
∙ es fundamental que se le procure una total adecuación del trabajo, sus maquinarias y proceso al
trabajador;
∙ sustituir lo peligroso por lo que entraña poco o ningún peligro; ∙ planificar la prevención e integrarla a la
organización de la empresa; ∙ prioridad de la protección colectiva sobre la individual; ∙ dar las debidas
Objetivos
La intervención de la seguridad laboral es hacer prevención y se centra en los factores de riesgo relativos a
las condiciones de seguridad.
La seguridad principalmente debe evaluar el grado de aceptabilidad del riesgo y entre sus principales
objetivos podemos mencionar:
1. Preservación de la integridad psicofísica de las personas que desarrollan actividades en una empresa y de
los bienes de la misma.
2. La mencionada preservación de la integridad psicofísica se debe hacer extensiva no sólo al personal propio
sino también al personal terciarizado, visitas y proveedores.
3. Procurar la preservación de los bienes de la empresa.
4. Evitar daños a la comunidad y medio ambiente que pudieran derivar de la actividad de la
empresa.
1.2. Peligro
Podemos definir al peligro como la fuente o situación con capacidad de causar daño en términos de
lesiones corporales, daños a la propiedad, daños al medio ambiente o una combinación de ambos.
El grado de peligrosidad de las fuentes que ocasionan daños o perjuicios a la salud de los trabajadores
dependerá de las propiedades particulares de aquellas, como por ejemplo, la capacidad de arder, explotar,
atrapar, electrocutar, cortar, golpear, etcétera.
3. instalaciones o estructuras;
4. electricidad y magnetismo;
5. manipulación de cargas;
7. trabajo a nivel;
12. ruido.
1.3. Riesgo
“[Es la] Posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño para su seguridad o salud”
(Díaz, Flores, Orta, 2002, p. 31).
Análisis de riesgo
El proceso mediante el cual se evalúa la posibilidad de que se presente un riesgo de trabajo se conoce como
análisis de riesgo. En este, se pueden incluir las técnicas para la identificación de los riesgos que responden a
las siguientes preguntas:
1. ¿Existe una fuente de daño?
2. ¿Quién o qué puede ser dañado?
3. ¿Cómo puede ocurrir el daño?
Valoración de riesgos
La estimación de los riesgos supone tener que evaluar la probabilidad y las consecuencias de que se
materialice.
Para cada uno de los peligros identificados, se deberá valorar el riesgo y determinar la severidad del daño
(consecuencias) y la probabilidad de que ocurra dicho daño (Díaz, Flores, Orta, 2002).
4. Riesgos Biológicos: Exposición a material biológico que puede conllevar infecciones en procesos de:
incineración.
6. Riesgos Psicosociales: Estrés (Universidad de Zaragoza, 2013, p.3). Ejemplos de riesgos puntuales
1.- Caídas de personas a distinto nivel.
2.- Caídas de personas al mismo nivel.
3.- Caídas de objetos por desplome o derrumbamiento.
4.- Caídas de objetos en manipulación.
5.- Caídas de objetos desprendidos.
6.- Pisadas sobre objetos.
7.- Choques contra objetos inmóviles.
8.- Choques contra objetos móviles.
9.- Golpes/cortes por objetos o herramientas.
10.- Proyección de fragmentos o partículas.
11.- Atrapamiento por o entre objetos.
12.- Atrapamiento por vuelco de máquinas, tractores.
13.- Sobreesfuerzos.
14.- Exposición a temperaturas ambientales extremas.
15.- Contactos térmicos.
16.- Exposición a contactos eléctricos.
17.- Exposición a sustancias nocivas o tóxicas.
18.- Contactos sustancias cáusticas y/o corrosivas.
19.- Exposición a radiaciones.
20.- Explosiones.
21.- Incendios.
22.- Accidentes causados por seres vivos.
23.- Atropellos o golpes con vehículos.
24.- Fatiga visual.
25.- Deslumbramientos.
26.- Exposición a contaminantes biológicos.
27.- Exposición a contaminantes químicos.
28.- Disconfort.
29.- Reflejos.
30.- Estrés.
31.- Fatiga postural.
32.- Exposición al ruido.
33.- Fatiga mental.
34.- Cortes.
35.- Fatiga física.
36.- Exposición a vibraciones (Universidad de Zaragoza, 2013, p.4).
Caso 1
Supongamos que, en el puesto, el peligro sea, por ejemplo: manipulación de productos químicos. Debemos
evaluar los riesgos asociados; en este caso: inhalación/ingesta/contacto.
Caso 2
Supongamos que, en el puesto, el peligro sea, por ejemplo: instalaciones/estructuras. Debemos evaluar los
riesgos asociados; en este caso: caída de objetos/derrumbe/golpes.
Caso 3
Supongamos que, en el puesto, el peligro sea, por ejemplo: electricidad/magnetismo. Debemos evaluar los
riesgos asociados; en este caso: contacto eléctrico directo/contacto eléctrico indirecto/carga magnética.
De este modo, si se reduce al mínimo la probabilidad o la severidad se minimiza el riesgo o la probabilidad de un
efecto nocivo.
1. Condiciones inseguras
1.1. Definición
Las condiciones inseguras son todas aquellas que se manifiestan en el medio que nos rodea y que, por su sola
permanencia en un sitio o lugar de trabajo, tiene el potencial para causar un accidente. En otras palabras, son aquellas
condiciones materiales y físicas presentes en cualquier instalación que puedan originar un accidente para las personas,
las cuales pueden deberse a la falta o deficiente mantención. (Cortés Diaz, ́ 2012, p.76).
Cuando las condiciones inseguras se eliminan o controlan con anterioridad a la realización del trabajo, se excluye la
probabilidad de que ocurra un accidente de trabajo.
Proveer los recursos humanos, físicos y económicos necesarios a fin de asegurar el adecuado
cumplimiento del programa de salud y seguridad;
Cuidar que los equipos, las instalaciones, las máquinas, herramientas, materiales y otros elementos de
trabajo permanezcan en óptimas condiciones de mantenimiento y seguridad;
Los trabajadores deben estar capacitados para comunicarles de manera urgente a los supervisores o
responsables del servicio de higiene y seguridad todas aquellas situaciones de peligro de accidente que
pudieran surgir de las actividades que se realizan.
Por otra parte, Heinrich propuso mediante su teoría que el 88% de los accidentes son causados por actos humanos
peligrosos, mientras que sólo el 10% por condiciones inseguras y el 2% por hechos fortuitos.
Es la observación de las condiciones de trabajo o de salud de los trabajadores, mediante la recolección y análisis de
datos sobre factores de riesgo y salud, en forma sistemática y continua. Tiene el propósito de identificar los problemas
de salud y las causas que los producen para poder planificar y evaluar las intervenciones preventivas frente a éstos. Los
objetivos principales de esta actividad son la detección temprana de las alteraciones de la salud y la identificación de
los individuos con mayor susceptibilidad. (Díaz, Flores, Orta, 2002, p. 17).
∙ agentes químicos;
∙ agentes biológicos;
∙ agentes físicos;
∙ condiciones ergonómicas;
∙ condiciones psicosociales;
∙ condiciones inseguras;
∙ agentes mecánicos;
∙ actos inseguros.
“[Las condiciones inseguras] son las condiciones inherentes al diseño arquitectónico de las áreas
donde se labora y a los procedimientos que pudieran ocasionar un riesgo de trabajo. Dentro de esta
categoría se pueden incluir los agentes mecánicos” (Díaz, Flores, Orta, 2002, p. 20).
Mantenimiento inadecuado
Incumplimiento en el orden y limpieza en el trabajo
Diseño y construcción inadecuados (ruido, mala iluminación o ventilación, difícil operación de
los controles de la máquina)
Condiciones atmosféricas peligrosas: gases, polvos, humos.
Sistema inadecuado de señales
Entrenamiento y dirección ineficaces
Uso de resguardos o protección inadecuada
Exposición a radiaciones
Peligros de incendio o explosiones
Herramientas, materiales y equipos defectuosos (Dentón, 1985, p.185).
“Actos inseguros: son actos fuera de las normas de seguridad que realizan los trabajadores y que pueden poner en
riesgo su vida o su salud” (Díaz, Flores, Orta, 2002, p. 21).
“Los actos inseguros son la causa principal de los accidentes” (Dentón, 1985, p. 1).
Es obligación del empleador procurar la salud y la seguridad de los trabajadores; para tal fin, se deben aplicar los
principios de la acción preventiva:
evitar los riesgos;
sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro; ∙ planificar la prevención;
Pero, a pesar de cumplir todos estos principios, ¿por qué se producen los accidentes?
Este tipo de inspección es otra modalidad de control que usan los analistas de seguridad. Es una inspección de tipo
preventivo. Suele consistir en la visita que un profesional de seguridad hace de modo periódico a las instalaciones de la
planta. Su propósito es vigilar e identificar condiciones o actos inseguros. Toda situación que implica peligro ha de
observarse y debe ser comunicada de inmediato a los supervisores del área para su corrección. Se incluye, con
frecuencia, una nota escrita que confirme la observación y pida un informe escrito sobre la acción emprendida. En
casos muy contados, el responsable de seguridad se verá obligado a pasar por encima de la jerarquía e ir directamente
al empleado para impedir conductas y procedimientos arriesgados. Esto sucede cuando no hay un supervisor
disponible, o bien cuando una situación extremadamente peligrosa exige atención inmediata (Dentón, 1985).
Para el control de actos inseguros es fundamental el trabajo de los responsables de higiene y seguridad en cuanto a la
capacitación y concientización de los trabajadores, para lograr que cooperen al asumir actitudes seguras y velando por
su autocontrol, asumiendo la seguridad y prevención de accidentes como parte integrante de la actividad que realizan.
Para ello, deberán utilizar siempre los medios de prevención y elementos de protección personal, evitar cualquier tipo
de acción temeraria, cumplir con los procedimientos de seguridad, asumir el compromiso de mantener el orden y la
limpieza durante el trabajo y antes y después de su jornada laboral, evitar bromas, juegos o cualquier acción que
pudiera distraer durante el trabajo, y por supuesto no consumir ninguna sustancia que pueda alterar la coordinación
psicofísica durante el trabajo.
Todo empleado que observe un acto inseguro debe notificarlo a su superior inmediato o responsable de seguridad,
quien tomará las medidas necesarias para que no vuelva a suceder.
Dar aviso inmediato al patrón y a la Comisión de Seguridad e Higiene de la empresa o establecimiento donde
presten sus servicios, sobre las condiciones o actos inseguros que observen y de los accidentes de trabajo que
ocurran en el interior del centro de trabajo, para, de ese modo, colaborar en la investigación de los mismos.
Participar en los cursos de capacitación y adiestramiento que, en materia de prevención de riesgos y atención
de emergencias, sean impartidos por el patrón o por las personas que este designe.
Conducirse en el centro de trabajo con la probidad y los cuidados necesarios para evitar al máximo cualquier riesgo de
trabajo. (Díaz, A., Flores, A. C., y Orta, H. A. D, 2002, p. 188).
1. Accidentes e incidentes
1.1. Accidente de trabajo
Como indica la Ley 24.557, en el punto 1 del artículo 6:
Se considera accidente de trabajo a todo acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o en
ocasión del trabajo, o en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo, siempre y
cuando el damnificado no hubiere interrumpido o alterado dicho trayecto por causas ajenas al trabajo. El
trabajador podrá declarar por escrito ante el empleador, y éste dentro de las setenta y dos (72) horas ante
el asegurador, que el itinere se modifica por razones de estudio, concurrencia a otro empleo o atención de
familiar directo enfermo y no conviviente, debiendo presentar el pertinente certificado a requerimiento
del empleador dentro de los tres (3) días hábiles de requerido. 1
Para explicar esta definición, podemos señalar que el término súbito y violento se relaciona con la forma en la
que ocurre el hecho que provoca el accidente, lo cual lo distingue de la enfermedad profesional.
Puntualmente el hecho se refiere a la tarea que el trabajador realizaba cuando ocurrió el accidente, y en
ocasión significa que tales tareas permitieron o facilitaron que el accidente tuviera lugar.
Es importante capacitar a los trabajores para que sepan cómo actuar ante situaciones de emergencia, siempre
manteniendo la calma. Deben tener en claro el procedimiento de actuación ante accidentes, y saber que ante
cualquier mínima lesión que se produzca deben informar a sus superiores y a los responsable de higiene y
seguridad. Todos los accidentes deben informarse e investigarse, sin importar su gravedad. De esta manera,
podemos trabajar en evitar la ocurrencia de hechos similares, teniendo en cuenta que un accidente puede
haber resultado con un nivel de gravedad bajo hoy, pero mañana puede resultar de una gravedad mucho
mayor. Por lo general los supervisores inmediatos son los responsables de indagar junto a sus trabajadores
sobre las circunstancias en que ocurrió el accidente, para elaborar un informe sobre el mismo y entregarlo a
los responsables de higiene y seguridad, quienes se encargan de analizarlo e idear las medidas correctivas y
preventivas.
“Es también deber de la seguridad motivar a los supervisores para que entreguen los
informes de accidentes” (Dentón, 1985, p. 1).
Art. 6, Ley N.° 24.557 (13 de septiembre de 1995). Riesgos del Trabajo. Honorable Congreso de la Nación
1
Argentina.
Esta definición se utiliza para denominar a los accidentes que no se producen dentro del lugar de trabajo,
pero si en el trayecto habitual entre el domicilio del trabajador y su lugar de trabajo, en un plazo de tiempo
prudencial antes de iniciarse o después de concluir la jornada laboral, y siempre y cuando ese trayecto
habitual no se hubiera modificado por cuestiones o personales, y también considerando que el trabajador
utilizó de manera prudencial su medio de transporte.
En el caso de que ocurriera un accidente de este tipo, es importante que el trabajador lleve consigo una
tarjeta que le provee su ART, donde se indican los números de emergencia a los que debe comunicarse para
que se indiquen los centros de salud a los que se puede dirigir. En caso de que el trabajador accidentado se
presenta luego del accidente en la empresa, se deberá actuar de acuerdo a lo acordado por la empresa y la
ART. Por lo contrario, si el trabajador accidentado es llevado a un centro asistencial, ni bien el empleador
tome conocimiento de lo ocurrido deberá comunicarlo a la ART.
En primer lugar, es importante tener siempre presente que los accidentes no son causados por la fatalidad o
la suerte, ya que esto implicaría que todos los esfuerzos realizados en favor de la prevención de riesgos del
trabajo sean considerados inútiles, y estaríamos aceptando a el fenómeno del accidente como inevitable.
Factores de trabajo
Factores personales
Para lograr una efectiva gestión en seguridad y disminuír los accidentes, lesiones o enfermedades
profesionales, es fundamental trabajar sobre el reconocimiento de estas posibles causas en cada lugar de
trabajo y controlarlas para intentar eliminarlas.
Los incidentes de trabajo son sucesos relacionados con el trabajo en los que potencialmente podrían haber
ocurrido daños, pero que por algún motivo no sucedieron.
Los incidentes deben ser considerados como alertas que nos permitan controlar los riesgos con antelación y
que por ende nos ayuden a prevenir accidentes. La diferencia entre el accidente y el incidente (o casi-
accidente), es que en el primero se presenta una lesión orgánica mientras que en el segundo no se presenta
daño a la salud, aunque hubiera podido ocurrir.
Los accidentes e incidentes comparten la característica de ser multicausales, es decir que ocurren por la
coincidencia de diversos factores. Esto indica que las medidas de prevención deben apuntar a estas distintas
causas. Inmediatamente luego de la ocurrencia de cualquiera de los dos, se deben iniciar las investigaciones,
buscando evidencias objetivas en el sitio de ocurrencia, teniendo en cuenta una serie de lineamientos para la
investigación de accidentes e incidentes, que serán desarrollados más adelante en la materia.
1. Análisis de puestos de trabajo.
Evaluación de riesgos
1.1. Evaluación de riesgos en puestos de trabajo
La evaluación de riesgos es un elemento central para la gestión de la prevención, ya que, a partir de ella, se
configurarán las diferentes actividades de planificación del control de los riesgos y los elementos de gestión
que hacen al sistema preventivo (formación, información, equipos de protección individual, etc.).
(Universidad de Zaragoza, 2013, p.5).
“Estas evaluaciones apuntan a evitar riesgos innecesarios y poder controlar mejor aquellos que
no hayan podido ser eliminados, para, de ese modo, obtener la informacion necesaria para
posteriormente tomar deciciones apropiadas sobre la necesidad de medidas preventivas”
(Universidad de Zaragoza, 2013, p.5).
Entre las principales características de las evaluaciones de puestos de trabajo podemos mencionar:
El método de evaluación deberá proporcionar confianza sobre sus resultados. Incluirá la realización de las
mediciones, análisis o ensayos que se consideren necesarios, salvo que se trate de operaciones, actividades o
procesos en los que la directa apreciación profesional permita llegar a una conclusión sin necesidad de
recurrir a aquellos. Si existe una normativa específica de aplicación en el caso de algún factor de riesgo, el
procedimiento de evaluación deberá ajustarse a lo establecido legalmente. Por otro lado, las evaluaciones de
riesgos de los puestos de trabajo deberán ser periódicas y revisarse cuando cambien las condiciones de
trabajo (equipos, sustancias químicas, nuevas tecnologías, nuevos procedimientos, nuevas instalaciones,
etc.), cuando se detecten daños para la salud en ese puesto (accidentes o enfermedades), cuando las
medidas preventivas se vean que no son efectivas, o bien cuando legalmente esté establecido. Además,
deberá registrarse toda la documentación del proceso: identificación del puesto, relación de trabajadores en
ese puesto, riesgos existentes o potenciales, resultado de la evaluación, medidas preventivas procedentes,
criterios y procedimientos de evaluación empleados y/o exigibles, técnico de prevención que ha hecho la
evaluación, etcétera. (Universidad de Zaragoza, 2013, p.5).
Por último, se agrega que la evaluación de riesgos deberá abarcar todas las tareas y puestos para analizar
sistemáticamente todos los aspectos del trabajo. Es decir, que aplica no solo a las tareas habituales sino
también a las actividades que fueran ocasionales o anormales pero que pueden suceder.
“El objeto de hacer una evaluación de riesgos laborales es identificar los peligros o factores de
riesgo a fin de poder eliminarlos o minimizarlos, priorizando las medidas preventivas a tomar y
estableciendo los oportunos medios de control” (Díaz, Flores y Orta, 2002, p.64).
a) En primer lugar, es necesario identificar el riesgo con el que se va a trabajar; para ello, es importante tener
siempre en cuenta la diferencia entre el riesgo y el peligro, cuyo tema fue desarrollado en la lectura 1 del
módulo 2 (ver lista de riesgos). A modo de ejemplo, podríamos identificar los siguientes peligros con sus
riesgos asociados:
o Peligro: exposición a ruidos del sector y el entorno. Riesgo: se corre el riesgo de
pérdida auditiva.
o Peligro: contacto con materiales calientes. Riesgo: está el riesgo de quemaduras.
o Peligro: corte o golpe con herramientas manipuladas en el puesto. Riesgo: se corre el
riesgo de lastimaduras.
b) En segundo lugar, se procede a la estimación del riesgo propiamente dicha. Se considera que, a
rasgos generales, el nivel de riesgo se desprende del nivel de severidad multiplicado por el nivel
de probabilidad, esto es:
NR = NS x NP.
Las siguientes tablas muestran los posibles valores y sus significados, los cuales pueden determinarse para
calcular los niveles antes mencionados.
Para poder estimar con mayor precisión los grados de probabilidad y severidad, es posible tener en cuenta
una serie de factores adicionales, a los cuales también se les asignan distintas valoraciones con sus
significados. A modo de ejemplo, se pueden utilizar los siguientes:
1. El cálculo de NS se puede desprender del grado de severidad propiamente dicho (leve, grave, muy
grave, mortal o catastrófico), sumado a la escala de alcance (EA). Esta consiste en una escala para
evaluar el alcance (límite) o el número de personas que podrían sufrir consecuencias si el evento se
produjera. Por ejemplo, se pueden determinar los siguientes niveles de dicha escala: solitaria,
limitada, amplia o integral, cada uno de ellos con un valor asignado, por lo cual se crea una tabla para
este factor de la misma manera que las indicadas arriba para NS y NP.
Frecuencia: refiere a la frecuencia con la que las personas interactúan con el peligro. Puede valorarse,
por ejemplo, en ocasional, frecuente, continua.
Detección: representa la facilidad de identificación del peligro asociado. Podría valorarse en los
niveles fácil, moderado o difícil.
Controles: refiere al control existente que reduce al mínimo la interacción con el peligro. Puede
valorarse en eficaz de uso constante, eficaz de uso no constante, precario o dependiente de uso
constante, precario o dependiente de uso no constante e inexistente.
NR = (S + EA) x (F + D + C).
La matriz de riesgo es útil para, a partir de los NR determinados, poder asignarle a cada uno de ellos un “tipo
de riesgo” (intolerable, alto, importante, aceptable) y, de esta manera, determinar la prioridad de
tratamiento de los riesgos y las medidas que se tomarán. A continuación, se proporciona un ejemplo de una
matriz de riesgo.
Es importante mencionar que, además de la metodología desarrollada, existen distintos tipos de criterios que
se deberían tener en cuenta adicionalmente para la evaluación de riesgos, a saber:
requisitos legales;
historial de incidentes;
política de seguridad y salud ocupacional;
compromisos asumidos voluntariamente por la empresa; ∙ requerimientos de partes interesadas.
1.3 Determinación de controles operativos y medidas preventivas
Es el objeto principal de la evaluación de puestos de trabajo. De acuerdo con el NR, es posible establecer
distintas pautas, como por ejemplo:
Riesgo intolerable: se requiere acción inmediata, sin tardanza. Se puede decidir frenar la actividad
hasta que se hayan solucionado los inconvenientes. Se debería proponer un plan de acción con las
medidas de control necesarias y establecer plazos, responsables e inversión necesaria.
Riesgo alto: se requiere la implementación de acciones a corto plazo. ∙ Riesgo importante: los
controles técnicos y/o procedimentales establecidos ofrecen protección frente a los peligros
detectados, pero deben ser verificados para evitar su agravamiento.
Riesgo aceptable: los controles técnicos y/o procedimentales establecidos ofrecen la suficiente
protección frente a los peligros detectados.
Las medidas de control para la reducción de los riesgos tendrán en cuenta los siguientes pasos:
eliminación;
sustitución;
controles de ingeniería;
señales, advertencias y/o controles administrativos;
equipos de protección personal.
Una vez realizados los análisis de puestos de trabajo, es fundamental darles a conocer los resultados a los
trabajadores de cada puesto. Los riesgos de cada puesto de trabajo deben ser comunicados a sus
trabajadores, quienes también deberían recibir capacitaciones sobre las medidas de control y prevención de
dichos riesgos que fueron determinadas a raíz de la evaluación del puesto. Se logra involucrar, de este modo,
a todos los niveles de la empresa en materia de prevención.
A continuación, se expone, en una definición, la importancia del diagnóstico de seguridad y salud en el
trabajo:
“Es el resultado de la investigación de las condiciones y ambiente de trabajo, para identificar los
riesgos con potencialidad de causar accidentes y enfermedades de trabajo, mediante el
reconocimiento y la evaluación” (Díaz, Flores y Orta, 2002, p. 65).
Es recomendable realizar un mapa de riesgos que ubique cada riesgo visualmente en un croquis que muestre
los distintos procesos de la empresa. La comunicación visual sencilla facilita el acceso a la información y su
entendimiento por parte del trabajador.
Mod3
1. Riesgos físicos
1.1. Introducción
Los riesgos laborales son situaciones de trabajo que pueden ocasionar una ruptura en el equilibrio físico,
mental y social de los trabajadores. El análisis de los riesgos es fundamental para planificar las medidas de
prevención para reducirlos o eliminarlos.
En primer lugar, es importante conocer que existen diversos tipos de factores de riesgo en un ambiente
laboral, entre los que se encuentran los físicos, biológicos, químicos y los psicosociales. A continuación, se
desarrollarán los riesgos físicos.
1.2. Riesgos del ambiente físico
En todo lugar de trabajo existe un ambiente físico que rodea a las personas trabajando. Entre el ambiente y
las personas se produce una interacción que puede causar daño si se sobrepasan determinados niveles de
equilibrio normal. Los procesos de trabajo, en general, además producen una modificación del ambiente,
muchas veces aumentando factores de riesgo. (Aguirre y Guevara, 2012, p. 3).
Los principales factores del ambiente físico que nos interesa conocer son:
∙ Radiación.
∙ Vibración.
∙ Iluminación.
∙ Condiciones higrotérmicas.
∙ Ruido.
1.3. Legislación
En la legislación argentina sobre higiene y seguridad, se determinan distintos límites permisibles de exposición
a los riesgos. Todos los factores de riesgo indicados anteriomente son medibles mediante instrumentos y se
pueden expresar los valores medidos con distintas unidades.
Para cada factor de riesgo, han sido determinadas las relaciones entre los valores medidos de exposición y la
posibilidad de que se produzca una enfermedad por ese riesgo. Por ejemplo para el riesgo de ruido, a
determinado nivel se puede producir sordera después de un determinado tiempo de exposición, por ende se
torna fundamental respectar dichos tiempos límites. Por otro lado, para el caso de la iluminación, la
legislación propone niveles adecuados de iluminación según el grado de dificultad de la tarea realizada,
considerando las exigencias sobre la vista del trabajador. (Parra Jiménez, 2003, p.7).
A continuación, revisaremos los principales aspectos de los factores de riesgo físico.
RADIACIÓN
El daño que causa la radiación en los órganos y tejidos depende de la dosis recibida, o dosis absorbida. El
daño que puede producir una dosis absorbida depende del tipo de radiación y de la sensibilidad de los
diferentes órganos y tejidos.
Más allá de ciertos umbrales, la radiación puede afectar el funcionamiento de órganos y tejidos, y producir
efectos agudos tales como enrojecimiento de la piel, caída del cabello, quemaduras por radiación o síndrome
de irradiación aguda. (OMS, 2016, https://goo.gl/A7UmLJ).
ILUMINACIÓN
Un factor fundamental para las tareas laborales es que se cuente con un nivel de iluminación adecuado. Esto
no solo permite un óptimo desarrollo de las tareas, sino que también le permite al trabajador atender a las
señales de alarma, reconocer a las personas que circulan cerca, detectar irregularidades que puedan ocurrir o
reaccionar ante algunos peligros. Es un componente muy importante para la calidad del trabajo y la
prevención de accidentes.
Cuando no es posible usar la luz natural o cuando ésta es insuficiente para el grado de exigencia visual de la
tarea, se necesita recurrir a iluminación artificial. Las condiciones necesarias para una buena iluminación son
la cantidad de luz adecuada sin producir deslumbramiento y logrando contraste suficiente para identificar
figura y fondo. (Parra Jiménez, 2003, p. 9).
En los artículos 71 a 84 de la Reglamentación aprobada por Decreto 351/79 (capítulo XII), se encuentran
mayores especificaciones sobre las condiciones de iluminación en ambientes de trabajo y tablas que
marcan la iluminación sobre planos de trabajo necesaria para distintas tareas, utilizando la unidad de
medida lux.
CONDICIONES HIGROTÉRMICAS
Calor: Se considera como un factor de riesgo físico cuando la temperatura corporal profunda se puede elevar
por encima de los 38º Celsius. En tales circunstancias, el riesgo de muerte es inminente. El organismo
humano produce calor en forma natural, para que no se llegue a un nivel de temperatura interna riesgoso,
existen mecanismos de regulación que funcionan automáticamente. En algunos trabajos las condiciones de
temperatura que se alcanzan son tales que pueden acabar por superar las formas naturales de regulación y
poner en riesgo a la persona. (Parra Jiménez, 2003, p.9).
Es fundamental que el lugar de trabajo cuente con una óptima ventilación, tanto natural como artificial.
También es posible controlar los niveles de humedad en algunos casos.
Es posible reducir el nivel de exposición al calor, tanto al disminuir el tiempo de exposición como al bajar
las temperaturas absolutas.
Los trabajadores deben contar con provisión de agua potable y con pausas para poder reponer líquidos y
tomar descansos.
Se debe proveer a los trabajadores de ropa de trabajo adecuada que permita la ventilación y los niveles
de sudoración normales. (Parra Jimenez ́ , 2003, p. 10).
Aunque la legislación enfatiza la prevención del riesgo de muerte inminente, el control del nivel de calor
permite también proteger máquinas y equipos sensibles, evitar el deterioro de materias primas y productos,
y mejorar la confortabilidad general para los trabajadores. (Parra Jimenez ́ , 2003, p. 9).
Frío: Como factor de riesgo físico, el frío se basa en el mismo principio señalado en relación al calor. El
organismo debe mantener una temperatura profunda constante (por encima de los 36º C), para lo cual
produce calor. Si la temperatura exterior es baja, el calor producido en forma natural se pierde
aceleradamente, llegando a poner en riesgo la vida. La pérdida de calor es mayor mientras más baja es la
temperatura externa y mientras mayor es la velocidad del viento, el cual ayuda a disipar más rápidamente el
calor producido. Además del riesgo de congelamiento que puede amenazar la vida, el frío produce
incomodidad y obliga a un mayor esfuerzo muscular, con aumento del riesgo de lesiones musculares.
También desconcentra y disminuye la sensibilidad de la piel, con riesgo de accidentes. El frío produce efectos
sobre el aparato respiratorio, favoreciendo la aparición de todo tipo de infecciones respiratorias,
convirtiéndose también en agravante de enfermedades cardiovasculares. (Parra Jiménez, 2003, p. 10).
RUIDO
Es un sonido molesto o que produce daño. En todos los lugares de trabajo se produce algún nivel de ruido,
pero no en todos los casos constituye un riesgo. Hay tareas que, por el alto grado de concentración que
exigen, se ven dificultadas si existen altos niveles de ruido. En otros casos, la permanencia de un ruido
molesto de fondo aumenta la sensación de fatiga al término de la jornada o aumenta la monotonía del
trabajo. Por otra parte, el ruido dificulta la comunicación, lo que en algunas actividades puede influir en que
se cometan errores y ocurran accidentes. La higiene industrial, sin embargo, suele poner el acento sólo en el
riesgo de sordera y de hecho es el único aspecto que busca prevenir la legislación. (Parra Jimenez ́ , 2003, p.7).
Los sonidos son generados por la vibración de cuerpos sólidos, por turbulencias en un líquido o por
vibraciones que recorren grandes distancias. Teniendo en cuenta esa consideración, dependiendo del lugar
de trabajo, el ruido se puede generar de diversas maneras, por ejemplo, por la transformación de materiales
utilizando fuerza, presión o velocidad. En base a ello, en los lugares de trabajo se pueden tener en cuenta
algunas consideraciones estructurales que apunten a prevenir la exposición al factor de riesgo ruido. Algunos
ejemplos son utilizar revestimientos espesos y porosos que absorben los sonidos y asegurarse de que las
máquinas que vibran sean montadas sobre zócalos sólidos y rígidos. (Parra Jimenez ́ , 2003)
“Para medir el ruido se usa un instrumento (sonómetro) que mide los ‘niveles de presión sonora’, expresado
en decibeles” (Parra Jimenez ́ , 2003, p.7).
VIBRACIÓN
Las vibraciones en el lugar de trabajo están menos diseminadas que el ruido. Se puede definir básicamente
como una oscilación mecánica que se transmite al cuerpo humano. Cuando existen aparatos, máquinas,
vehículos, herramientas que utilicen motores existe riesgo de vibraciones (al mismo tiempo que producen
ruido). Un ejemplo son las herramientas manuales con motor, que pueden oscilar desde frecuencias medias a
frecuencias muy altas, transmitiendo vibraciones al cuerpo por la zona que entra en contacto, generalmente
manos y brazos. También existen grandes aparatos fijos que producen vibraciones y que se transmiten al
cuerpo a través del piso. Las máquinas en movimiento oscilan por efecto del motor y de la irregularidad de la
superficie en que se desplazan, transmitiéndose al organismo también de manera global. Las personas
expuestas de manera constante a vibraciones suelen sufrir problemas en el aparato del equilibrio. Cuando
hay exposición directa de extremidades, especialmente manos y brazos, se producen pequeñas lesiones
musculares y articulares que se van acumulando hasta llegar a transformarse en enfermedades
musculoesqueléticas. (Parra Jiménez, 2003, p. 8).
1. Riesgos químicos
Se denomina agente químico a todo elemento o compuesto químico, por sí solo o mezclado, tal como se
presenta en estado natural o es producido, utilizado o vertido, incluido el vertido como residuo, en una
actividad laboral, se haya elaborado o no de modo intencional y se haya comercializado o no. (Instituto
Nacional de Higiene y Seguridad en el trabajo de España, 2013, p.12).
En los ambientes de trabajo puede haber exposición a agentes químicos y estos pueden entrar en contacto
con el trabajador por distintas vías que se desarrollarán más adelante.
Dependiendo de ciertos factores, dichos agentes pueden producir daños a los trabajadores y el nivel de
gravedad de los riesgos es variable de acuerdo a la naturaleza del agente químico, a las condiciones
individuales del trabajador expuesto, a las características de la exposición (duración, ventilación, fuente del
agente químico, etc.) y a las condiciones ambientales, como la temperatura ambiente, que pueden favorecer
la absorción del químico. Es importante tener en claro que algunos riesgos por exposición deben considerarse
siempre como prioritarios (exposición a cancerígenos, mutágenos, tóxicos para la reproducción o agentes
sensibilizantes), ya que en algunos casos se pueden producir graves consecuencias en la salud a muy bajas
dosis de exposición.
“Es por ello, que es fundamental la evaluación de riesgos como proceso informativo para determinar en
cada caso concreto la mayor o menor relevancia de dicha exposición sobre el nivel de riesgo” (Instituto
Nacional de Higiene y Seguridad en el trabajo de España, 2013 p.12).
Los agentes químicos en los lugares de trabajo pueden generar daños de las siguientes maneras:
a) Cuando existe exposición al agente (por ejemplo: vapor de un producto tóxico presente normalmente en el
ambiente).
b) Es posible, accidentalmente, la exposición al agente (por ejemplo: salpicadura de un producto corrosivo,
escape al ambiente de un gas tóxico).
c) Sin que exista exposición al agente (por ejemplo: incendio o explosión de un producto inflamable o
explosivo). (Instituto Nacional de Higiene y Seguridad en el trabajo de España, 2013, p.13).
Explosivos: Las sustancias y preparados sólidos, líquidos, pastosos o gelatinosos que, incluso en ausencia
de oxígeno del aire, puedan reaccionar de forma exotérmica con rápida formación de gases y que, en
determinadas condiciones de ensayo, detonan, deflagran rápidamente o, bajo el efecto del calor, en caso
de confinamiento parcial, explotan.
Comburentes: Las sustancias y preparados que, en contacto con otras sustancias, en especial con
sustancias inflamables, produzcan una reacción fuertemente exotérmica.
Extremadamente inflamables: Las sustancias y preparados líquidos que tengan un punto de ignición
extremadamente bajo y un punto de ebullición bajo, y las sustancias y preparados gaseosos que, a
temperatura y presión normales, sean inflamables con el aire.
Fácilmente inflamable: Las sustancias y preparados que:
- Puedan calentarse e inflamarse en el aire a temperatura ambiente sin aporte de energía.
- Los sólidos que puedan inflamarse fácilmente tras un breve contacto con una fuente de inflamación y que
sigan quemándose o consumiéndose una vez retirada dicha fuente.
- Los líquidos cuyo punto de ignición sea muy bajo, o que, en contacto con agua o con aire húmedo,
desprendan gases extremadamente inflamables en cantidades peligrosas.
Inflamables: Las sustancias y preparados líquidos cuyo punto de ignición sea bajo. (Rubio Romero, 2005,
p.332).
o Tóxicos/Nocivos: Las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o penetración cutánea en
pequeñas cantidades puedan provocar efectos agudos o crónicos e incluso la muerte.
o Corrosivos: Las sustancias y preparados que, en contacto con tejidos vivos puedan ejercer una acción
destructiva de los mismos.
o Irritantes: Las sustancias y preparados no corrosivos que, en contacto breve, prolongado o repetido con la
piel o las mucosas puedan provocar una reacción inflamatoria.
o Sensibilizantes: Las sustancias y preparados que, por inhalación o penetración cutánea, puedan ocasionar
una reacción de hipersensibilidad, de forma que una exposición posterior a esa sustancia o preparado dé
lugar a efectos negativos característicos.
o Carcinogénicos: Las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o penetración cutánea, puedan
producir cáncer o aumentar su frecuencia.
o Mutagénicos: Las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o penetración cutánea, puedan
producir alteraciones genéticas hereditarias o aumentar su frecuencia.
o Tóxicos para la reproducción: Las sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o penetración
cutánea, puedan producir efectos negativos no hereditarios en la descendencia, o aumentar la frecuencia de
éstos, o afectar de forma negativa a la función o a la capacidad reproductora. (Rubio Romero, 2005, p.333).
Los compuestos químicos pueden generar daños a la salud, ingresando al organismo por alguna de las
siguientes vías:
Vía inhalatoria: ocurre cuando el químico ingresa a través de la respiración. Mientras menor es el tamaño de
sus partículas y mayor es la frecuencia con que se respira, aumenta el paso al organismo a través de esta vía
pudiendo generar graves consecuencias a la salud.
Vía dérmica: el químico penetra a través de la piel; los compuestos más grasosos penetran con mayor
facilidad (solventes, por ejemplo) y su entrada se acelera en zonas con una capa de piel delgada o con
lesiones; algunos químicos van produciendo lesiones en la piel, con lo cual va aumentando su ingreso.
Vía digestiva: el químico ingresa en este caso al ser ingerido; los químicos que producen lesión por contacto
directo entran mucho más rápido por esta vía, por lo que también la contaminación de alimentos es una vía
de ingreso accidental. Una vez dentro del organismo, la sustancia química entra a la sangre, desde donde los
sistemas normales de eliminación de desechos del organismo la tratarán de limpiar. Los principales órganos
de limpieza son el riñón (eliminación a través de la orina) y el hígado (por la vía de bilis y deposiciones). Si hay
alguna falla en estos sistemas, se dificulta la eliminación. Si es que la sustancia química no actúa ni como
irritante ni corrosiva (es decir, que no causa daño directo por contacto), el riesgo de daño a la salud depende
de la capacidad para superar los mecanismos normales de eliminación: a mayor cantidad de sustancia
química, mayor riesgo. (Instituto Nacional de Higiene y Seguridad en el trabajo de España, 2013, p. 12).
El principio de la legislación es fijar un límite permisible, es decir, una concentración ambiental (en el aire)
que se supone segura para la salud. Para sustancias que penetran a través de la piel, el valor ambiental no
es útil y por eso la legislación hace una advertencia, de manera que se adopten medidas preventivas en la
manipulación. (Instituto Nacional de Higiene y Seguridad en el trabajo de España, 2013, p. 13).
Los efectos ocasionados por los agentes químicos pueden ser agudos o crónicos para la salud humana:
Ejemplos de efectos agudos son quemaduras, irritación de ojos, piel o vías respiratorias, asfixia,
mareos, etc., sufridos desde unos segundos hasta unos minutos después de la exposición.
Ejemplos de efectos crónicos serían las alergias, asma, cáncer, enfermedades y lesiones respiratorias,
del sistema reproductor, alteración del sistema hormonal, etc. Aparecen unos días, meses o incluso
años después de la exposición y, en general, tras una exposición continuada a dosis bajas de las
sustancias tóxicas. (Servicio técnico de asistencia preventiva de UGT Castilla y León, 2009, p. 4).
La exposición a los agentes químicos peligrosos representa una gran amenaza para la salud de los
trabajadores, razón por la cual, en muchos países se han diseñado programas y metodologías que permitan
comunicar y detectar estos peligros, por ejemplo, las fichas de datos de seguridad (FDS), los dibujos o
pictogramas y las etiquetas. De esta manera, se les permite a los trabajadores interpretar y por consiguiente,
adoptar las medidas de seguridad adecuadas para el manejo y transporte de estos químicos peligrosos.
Ya que los países son autónomos cada uno de ellos creaba su propio estándarel cual tal vez era diferente a
otros países complicando el manejo, identificación, transporte y comercialización de este producto químico.
Para solucionar estos problemas Naciones Unidas creó en el 2001 el SISTEMA GLOBALMENTE ARMONIZADO
DE COMUNICACIÓN Y ETIQUETADO DE QUÍMICOS (GHS por sus siglas en inglés o SGA por sus siglas en
español). (Sistema Globalmente Armonizado GHS, 2013, http://sistemaglobalmentearmonizado.com/que-
esghs.html).
Fuente: [Imagen intitulada sobre pictogramas del GHS]. (2013). En Sistemaglobalmentearmonizado.com Recuperado de
https://goo.gl/QK9x6P
Los dos elementos principales para la identificación de los productos químicos son:
El riesgo de contaminación química obliga a tomar medidas que incluyen el almacenamiento seguro,
mantener siempre en orden los lugares con sustancias químicas, normas especiales para su manipulación,
uso de elementos de protección personal adecuados, medición periódica de niveles ambientales si
corresponde y evaluación periódica de trabajadores expuestos. (Confederación General del Trabajo, p. 22).
A continuación, se enumerarán los cinco principales riesgos químicos, indicando ejemplos específicos de
factores de riesgo para cada uno de ellos. Es importante conocerlos, ya que una buena gestión de seguridad
implica trabajar sobre cada uno:
1.1. Introducción
En ciertos tipos de trabajos es posible que los trabajadores estén expuestos a agentes de riesgo biológicos.
Entendemos como riesgo biológico laboral "aquel que puede generar peligros de infección, intoxicación o
alergias sobre el trabajador, derivado de la actuación de contaminantes biológicos" entendiendo como tales
los "microorganismos, incluyendo los que han sufrido manipulaciones genéticas, los cultivos de células y los
endoparásitos humanos multicelulares. (Organización Internacional del Trabajo, 2001, p. 10).
Los profesionales que trabajan en el medio sanitario son los que se encuentran más expuestos a estos riesgos
biológicos. Algunas de las tareas de riesgo son los trabajos en laboratorios procesando muestras, los trabajos
en centros de salud brindando asistencia a enfermos o heridos y los trabajos con animales o derivados de
ellos. La exposición a los biológicos puede traer como consecuencia enfermedades infecciosas de etiología
vírica (por ejemplo, hepatitis C, B y delta, SIDA) o microbiológica (como la fiebre Q, tétanos, TBC, rubeola o
legionelosis).
∙ “Virus: Tifus
∙ Bacteris: Disentería
∙ Hongos: Micosis, Tiña
∙ Parásitos: Triquinosis
∙ Sustancias alergénicas: Alergias, Irritaciones” (Díaz, Flores y Orta, 2002, p. 10).
Existen distintas vías de exposición al trabajador que pueden generar infecciones por agentes biológicos:
A través del aparato respiratorio (por ejemplo: bacilo de Koch, difteria, citomegalovirus, rinovirus y
esporas de hongos).
A través de la piel o de las mucosas. Esta penetración se ve muy favorecida si existen cortes y heridas en
la piel. ∙ A través del aparato digestivo (por ejemplo: enterovirus, enterobacterias, helmintos y
protozoos). Puede deberse a una inadecuada limpieza de las manos, consumir bebidas y comidas o
fumar en el lugar de trabajo. Un ejemplo es el virus de la hepatitis A, transmitido principalmente por vía
fecal-oral, al consumir alimentos y bebidas contaminadas con el virus que puede haber sido excretado
por un organismo por vía fecal.
Por vía parenteral. Generalmente en forma accidental, a través de pinchazos con agujas o bisturíes
contaminados con sangre de pacientes infectados, en partes de la piel donde existan pequeños cortes o
abrasiones y por contacto con las prendas o equipos contaminados con sangre fresca (por ejemplo:
arbovirus, Brucella, virus de la Rabia, etc.).
Por vía ocular (conjuntiva). Generalmente se produce por la proyección de aerosoles infectados sobre la
mucosa ocular, a través de los oculares de los microscopios u otros aparatos ópticos contaminados, así
como por la proyección de gotas de medios de cultivo infecciosos.
Por vectores específicos en la transmisión de determinados gérmenes, (por ejemplo, arbovirus y
protozoos)se hace posible que resulten infectados individuos de la población general. Estos vectores,
esenciales para la multiplicación y mantenimiento de algunos gérmenes, hacen posible su transmisión
indirecta. (Falagan Rojo, 2000, p. ́ 20).
En todo lugar de trabajo donde exista exposición a factores de riesgo biológico, es fundamental que se
elaboren estrategias generales de prevención, las que se pueden categorizar en tres tipos de barreras:
Barreras físicas: Guantes, mascarillas, gafas, batas y cualquier otro Equipo de Protección Individual.
Ventilación general, humectación de polvo, cambios de procesos o sustancias utilizadas en ellos.
Barreras químicas: Desinfectantes como hipoclorito sódico, formaldehido, glutaraldehido, N-duopropenida,
povidona yodada, gluconato de ciorhexidina, etc., así como biocidas en la limpieza de conductos de aire.
Barreras biológicas: Vacunas, inmunoglobulinas y quimioprofilaxis. Todo el personal sanitario debe tener
principalmente la vacunación de la Hepatitis B.
Precauciones universales y códigos de buena práctica (por ejemplo, Código de buenas prácticas de
Laboratorios). (Diputación de Badajoz, Año, p. 5).
Para elaborar las mencionadas estrategias de prevención y protección de los trabajadores frente a los agentes
de riesgo biológicos, es importante tener en cuenta tres consideraciones básicas:
Control en la fuente, evitando así la liberación de agentes biológicos al ambiente de trabajo.
Reducción de las consecuencias de una liberación accidental al medio ambiente de trabajo, mediante
sistemas de protección colectiva.
Protección del trabajador frente al contacto con estos agentes, en el caso de que estos se encuentran
en el medio ambiente. (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo de España, Año, p. 1).
Además, al igual que para los otros riesgos laborales, es fundamental la elaboración y adecuada difusión de
protocolos preventivos y la actuación ante situaciones especificas, en este caso, en base a ciertas
precauciones universales para los agentes biológicos. La capacitación a los trabajadores expuestos es muy
importante, ya que los accidentes biológicos pueden precisar de tratamiento inmediato, por lo que los
trabajadores deben estar preparados para notificarlo lo antes posible a su servicio de medicina preventiva.
2 . Riesgos psicosociales
2.1 Factores psicosociales en el trabajo
La importancia de los factores psicosociales para la salud de los trabajadores se ha ido reconociendo cada vez
de forma más amplia. Los cambios en las organizaciones, los procesos de globalización actual y la exposición
de los riesgos psicosociales se han hecho más frecuente e intensa, haciendo conveniente y necesaria su
identificación, evaluación y control con el fin de evitar sus riesgos asociados para la salud y seguridad en el
trabajo. (Confederación de empresarios de Málaga, 2013, p. 11).
Los factores psicosociales en el trabajo consisten en interacciones entre el trabajo, su medio ambiente, la
satisfacción en el trabajo y las condiciones de organización, por una parte, y por la otra, las capacidades
del trabajador, sus necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo, todo lo cual, a través
de percepciones y experiencias, puede influir en la salud, en el rendimiento y en la satisfacción en el
trabajo. (Organización Internacional de Trabajo, 1986, p. 20).
Cuando se descuidan algunos de los factores mencionados en la definición anterior de la OIT, se pueden
generar consecuencias que recaen en la salud de los trabajadores y por ende, afectan indirectamente a la
empresa.
Características individuales
∙ Personalidad
∙ Edad
∙ Motivación
∙ Formación
∙ Aptitudes
∙ Actitudes
Factores extralaborales
∙ Entorno socioeconómico
∙ Vida personal y familiar
∙ Ocio y tiempo libre. (CEM, 2013, p.12).
Los factores psicosociales son condiciones organizacionales, son condiciones psicológicas del trabajo que
como tales pueden ser positivas y negativas. Cuando tales condiciones son adecuadas, facilitan el trabajo, el
desarrollo de las competencias personales laborales y los niveles altos de satisfacción laboral, de
productividad empresarial y de estado de motivación en los que los trabajadores alcanzan mayor experiencia
y competencia profesional. Las formas acertadas de cultura empresarial, de liderazgo y de clima laboral,
condiciones psicológicas generales, afectan a la salud positivamente generando desarrollo individual,
bienestar personal y organizacional. (CEM, 2013, p. 13).
Estos riesgos se caracterizan porque, en general, afectan a los derechos fundamentales del trabajador, ya que
pueden referirse a elementos básicos, como su derecho a la integridad física y personal, a la libertad y a la
salud, que hacen a la dignidad de la persona. Además, se caracterizan porque en muchas ocasiones pueden
derivar en efectos globales sobre la salud de los trabajadores y afectar su estabilidad y equilibrio mental. En
algunos casos, pueden presentar formas de cobertura legal. Por supuesto que estos factores pueden influir en
el desempeño del trabajador, en sus tareas, ocasionando potenciales accidentes o pérdidas para la empresa, y
en ello reside su necesidad de tratarlos como a los demás factores de riesgo, de manera preventiva.
Violencia: La violencia en el trabajo, en sus diferentes formas, es probablemente el segundo riesgo psicosocial
en orden de importancia. La OIT (Organización Internacional del Trabajo, 1986) define la violencia laboral
como toda acción, incidente o comportamiento que se aparta de lo razonable en la cual una persona es
asaltada, amenazada, humillada o lesionada como consecuencia directa de su trabajo. Se puede definir
también como el uso intencional del poder, amenaza o efectivo, contra otra persona o un grupo, en
circunstancias relacionadas con el trabajo, que cause o tiene un alto grado de probabilidad de causar
lesiones, muerte, daño psicológico, mal desarrollo o privación. Habitualmente se ha distinguido dos formas
principales, la violencia física y la violencia psicológica, a pesar de que no siempre sus límites sean claros y
puedan darse simultáneamente la una y la otra. (CEM, 2013, p.20).
Acoso Laboral: El mobbing o acoso laboral es considerado actualmente uno de los riesgos laborales más
importantes en la vida laboral. Se puede definir como una forma de comportamiento negativo entre
compañeros o entre superiores jerárquicos y subordinados, por el que la persona en cuestión es humillada y
atacada varias veces, directa o indirectamente por una o más personas con el propósito y con el efecto de
alienarla. (CEM, 2013, p.21).
Burnout o Desgaste profesional: La OIT (1986) lo define como “Síndrome de agotamiento emocional,
despersonalizado y reducida realización personal”. Bornout es la consecuencia de un estrés crónico laboral. Se
diferencia del estrés como riesgo psicosocial por sus efectos en el agotamiento emocional, más que en el
físico, y su consiguiente pérdida de motivación personal. (CEM, 2013, p. 24).
“Otros riesgos psicosociales pueden ser: Acoso Sexual, Inseguridad Contractual, Conflictos familia-trabajo”
(CEM, 2013, p. 22).
Dependiendo de distintos factores característicos de cada riesgo psicosocial, es posible determinar distintas
medidas de prevención, reducción o eliminación. Estas medidas pueden encuadrarse dentro de un nivel
individual, trabajando directamente con el trabajador, o en el nivel de la organización, mediante actividades
tendientes a mejorar el clima laboral, las relaciones y condiciones de trabajo. A continuación, se presentan
algunos ejemplos de medidas individuales y organizaciones:
Nivel individual
∙ Técnicas de Relajación y meditación para reducción del estrés, ansiedad y tensión.
∙ Aplicación de Terapia cognitivo-conductual.
∙ Ejercicio físico para proteger de los efectos dañinos del estrés y aumentar la resistencia al estrés.
∙ Capacitaciones externas sobre manejo de la ansiedad, de tiempos y organización, estilos de liderazgo y
manejo de conflictos. (CEM, 2013, pp. 36-38).
Nivel organizacional
∙Programas de educación y entrenamiento a empleados y supervisores, por ejemplo en control del tiempo y
negociación.
∙Intervención sobre el diseño de la organización: contenido de la tarea, carga de trabajo, control y autonomía,
clarificación de competencias.
∙Ajustar el nivel de compromiso de los trabajadores y fomentar el que se marquen objetivos realistas.
∙Promoción del ajuste entre el empleado y el ambiente para hacer frente al desequilibrio entre recursos
individuales, demandas ambientales y ajuste de expectativas.
∙Clarificación de roles para evitar conflicto y ambigüedad de rol.
∙Fomento del apoyo social por parte de compañeros y supervisores.
∙Estrategias de mejora del ambiente laboral, enfatizando el enfoque preventivo.
∙Fomento de la cultura de respeto.
∙Actitud de la organización de discreción e imparcialidad en el manejo de las situaciones.
∙Sensibilizar, formar e informar sobre igualdad y no discriminación a los agentes sociales y sociedad en
general. Medidas organizacionales como guarderías en los centros de trabajo o asistencia al cuidado de
mayores. Beneficios fiscales a las familias con hijos y cuidado de mayores. (CEM, 2013, p.38-40).
1. Riesgos tecnológicos
Son los daños o pérdidas potenciales que pueden presentarse debido a los eventos mayores generados por el
uso y acceso a la tecnología, originados en sucesos antrópicos, naturales, socio-naturales y propios de la
operación. Se denomina evento mayor a aquel generado durante el funcionamiento de cualquier actividad
que suponga consecuencias importantes para las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de
subsistencia, la prestación de servicios o los recursos ambientales, dentro o fuera de la instalación, incluidos
aquellos que sobrepasen la capacidad de respuesta interna y requieran la intervención de entidades
externas. Pueden ser por lo general derrames, fugas o incendios. (Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos
de Desastres, 2014, p. 15).
A continuación, se desarrollarán los conceptos básicos relacionados con el principal riesgo tecnológico, el
incendio.
1.1. Incendio
Dependiendo de la gravedad, los incendios pueden generar consecuencias en los lugares de trabajo, tales
como la paralización de las actividades, daños a la propiedad, daños medioambientales, daños a la imagen
corporativa y futura rentabilidad de la empresa, y pueden incluso presentar riesgos a la seguridad de vida.
En un incendio intervienen, por regla general, una serie de factores:
Un combustible que debe encontrarse en estado de vapor o gaseoso, o en estado incandescente en
pocos casos. ∙ El oxígeno del aire u otro comburente que se mezcla con el combustible en un
fenómeno de difusión.
La mezcla referida en el apartado anterior requiere una temperatura o energía de activación para que
se produzca la combustión.
No se originará una sola combustión, sino que progresivamente se van generando sucesivas
combustiones, en forma de reacción en cadena. (Servicio de Prevención de Valencia, 2014, p. 2).
Por otro lado, es importante conocer los principales motivos de la iniciación y propagación de incendios:
Origen eléctrico: calentamiento de una instalación eléctrica provocada por un cortocircuito o una
sobrecarga. Utensilios de fumadores: provocadas por cigarrillos, colillas encendidas, encendedores.
Orden y limpieza: La suciedad puede ser origen de un incendio al acumularse grasa o polvo en
superficies calientes, elementos de máquinas en movimiento, en circuitos eléctricos, o en otra forma
de energía.
Llamas abiertas: provocadas por chispas provocadas por el contacto de máquinas o herramientas.
Superficies calientes: provocada por fricción y contacto con superficies calientes.
Ignición espontánea: Por ejemplo, el carbón en contacto con la humedad provoca un calentamiento
espontáneo del mismo. Así mismo, un trapo empapado de grasa en aceite se va calentando con el
transcurso del tiempo. También se pueden producir siniestros al entrar en reacción dos sustancias
incompatibles entre sí.
Actos vandálicos: Los incendios provocados intencionalmente. (Servicio de Prevención de Valencia,
2014, p. 7).
A la hora de realizar evaluaciones del riesgo de incendio de una actividad, es necesario realizar, en primer
lugar, una identificación de los peligros de incendio, y a partir de ello, establecer las medidas de control de
fuego y protecciones adecuadas. A continuación, se desarrollarán cada uno de estos tres factores:
El control de fuego es logrado mediante una protección pasiva y activa de fuego. Las técnicas más comunes
de control de fuego son la detección y alarma, la supresión automática y el manejo estructural del fuego. La
tecnología moderna contra incendio ha producido numerosos métodos para detectar la presencia de un
fuego y alertar a la gente de su existencia. Los sistemas de supresión automática de incendio están diseñados
e instalados para controlar o extinguir fuegos no deseados, siendo los más comunes los sistemas automáticos
de sprinklers. El manejo estructural del fuego se refiere al control del crecimiento del fuego y del movimiento
de los productos del fuego usando características de construcción de edificación. (Paredes Garcés, 2012, p.
72).
Por otro lado, es posible impedir la ignición del fuego mediante la sustitución de materiales y procesos no
peligrosos. La minimización de este peligro se puede obtener mediante el uso de materiales menos
peligrosos, por la reducción de la cantidad de material peligroso en un lugar dado y por el uso de sistemas
inherentemente de bajo nivel de energía.
1
Artículo 160. Ley N| 19.587 Decreto 351/79 (1979). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/30000-34999/32030/dto351- 1979-anexo1.htm
Para ampliar estos temas, dirigirse a la lectura de los artículos 160-187 del anexo I del Decreto 351/79.
∙ Extintores de fuego
Según el anexo I del Decreto 351/79, “la cantidad de matafuegos necesarios en los lugares de trabajo se
determinará según las características y áreas de los mismos, importancia del riesgo, carga de fuego,
clases de fuegos involucrados y distancia a recorrer para alcanzarlos” . 2
Las clases de fuegos se designarán con las letras A, B, C y D, y son las siguientes:
∙ Clase A: fuegos que se desarrollan sobre combustibles sólidos, como ser maderas, papel, telas, gomas,
plásticos y otros.
∙ Clase B: fuegos sobre líquidos inflamables, grasas, pinturas, ceras, gases y otros.
∙ Clase C: fuegos sobre materiales, instalaciones o equipos sometidos a la acción de la corriente eléctrica.
∙ Clase D: fuegos sobre metales combustibles, como ser el magnesio, titanio, potasio, sodio y otros . 3
Dicha legislación también indica que “el empleador es responsable del control periódico de
recargas y reparación de equipos contra incendios, deberá llevar un registro de inspecciones y
las tarjetas individuales por equipos que permitan verificar el correcto mantenimiento y
condiciones de los mismos” . 4
2 Artículo 176. Ley N| 19.587 Decreto 351/79 (1979). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/30000-34999/32030/dto351- 1979-anexo1.htm
3 Artículo 177. Ley N| 19.587 Decreto 351/79 (1979). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/30000-34999/32030/dto351- 1979-anexo1.htm
4 Artículo 181. Ley N| 19.587 Decreto 351/79 (1979). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/30000-34999/32030/dto351- 1979-anexo1.htm
Sistema de emergencias
Por último, la legislación considera las cuestiones preventivas para el accionar ante situaciones de
emergencia por incendios. Se indica que el empleador tendrá la responsabilidad de formar unidades
entrenadas en la lucha contra el fuego. A tal efecto deberá capacitar a su personal y el mismo será instruido
en el manejo correcto de los distintos equipos contra incendios, planificando también las medidas necesarias
para el control de emergencias y evacuaciones. Se debe exigir un registro donde consten las distintas
acciones proyectadas y la nómina del personal afectado a las mismas. La intensidad del entrenamiento estará
relacionada con los riesgos de cada lugar de trabajo.5
Riesgo Eléctrico
Otro riesgo de gran importancia, y que se encuentra presente tanto en industrias como en todo tipo de
comercios, oficinas o establecimientos donde se utilice energía eléctrica, es el riesgo eléctrico que se define
como:
Aquel riesgo susceptible de ser producido por instalaciones eléctricas, partes de las mismas, y cualquier
dispositivo eléctrico bajo tensión, con potencial de daño suficiente para producir fenómenos de electrocución
y quemaduras. Se puede originar en cualquier tarea que implique manipulación o maniobra de instalaciones
eléctricas de baja, media y alta tensión; operaciones de mantenimiento de este tipo de instalaciones y
reparación de aparatos eléctricos. (Universidad Politécnica de Valencia, 2016, p.10).
El Decreto 351/79 también incluye algunas recomendaciones de prevención para los riesgos eléctricos en el
trabajo, a saber:
∙ Las instalaciones y equipos eléctricos de los establecimientos deberán ser normalizados, cumpliendo con las
exigencias técnicas.
∙ Se deberán adoptar las medidas tendientes a la eliminación de la electricidad estática en todas aquellas
operaciones donde pueda producirse.
6
∙ Las tomas a tierra y el disyuntor de estas instalaciones deberán ser exclusivas e
independientes de cualquier otra. ∙ Los proyectos de instalaciones y equipos
eléctricos de más de
1000 voltios de tensión deberán estar aprobados en los rubros de su
competencia por el responsable del servicio de higiene y seguridad en el trabajo
de cada establecimiento.
5 Artículo 187. Ley N| 19.587 Decreto 351/79 (1979). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/30000-34999/32030/dto351- 1979-anexo1.htm
6. Artículos 95 y 102. Ley N| 19.587 Decreto 351/79 (1979). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/30000- 34999/32030/dto351-1979-anexo1.htm
3. Riesgo mecánico
“Se entiende por riesgo mecánico el conjunto de factores físicos que pueden dar lugar a una lesión por la
acción mecánica de elementos de máquinas, herramientas, piezas a trabajar o materiales proyectados,
sólidos o fluidos” (Universidad Carlos III de Madrid, 2017, https://goo.gl/Z7pqpX).
Nótese que a diferencia de los riesgos eléctricos que son más generalizados para cualquier tipo de lugar de
trabajo, los riesgos mecánicos son más específicos en el entorno industrial. Tal como para todos los otros
riesgos mencionados, el Decreto 351/79 dedica un capítulo al desarrollo de los riesgos mecánicos
especificando distintas medidas de prevención, entre las que se destacan:
∙ Las partes de las máquinas y herramientas en las que existan riesgos mecánicos y donde el trabajador no
realice acciones operativas dispondrán de protecciones eficaces, tales como cubiertas, pantallas, barandas y
otras.
∙ Frente al riesgo mecánico se adoptarán obligatoriamente los dispositivos de seguridad necesarios que
reunirán los siguientes requisitos:
o Constituirán parte integrante de las máquinas.
o Actuarán libres de entorpecimiento.
o No interferirán, innecesariamente, el proceso productivo normal.
o No limitarán la visual del área operativa.
o Dejarán libres de obstáculos dicha área.
o No exigirán posiciones ni movimientos forzados.
o Protegerán eficazmente de las proyecciones.
o No constituirán riesgos por sí mismos.
∙ Las tareas de mantenimiento se realizarán en condiciones de seguridad adecuadas que incluirán, de ser
necesario, la detención de las máquinas.
∙ Será señalizada toda máquina averiada o cuyo funcionamiento sea riesgoso con la prohibición de su manejo
por trabajadores no encargados de su reparación. 7
7
Artículo 107. Ley N| 19.587 Decreto 351/79 (1979). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/30000-34999/32030/dto351- 1979-anexo1.htm
4. Riesgo ergonómico
Los riesgos ergonómicos, al igual que los eléctricos, son más generalizados y pueden encontrarse en diversos
lugares de trabajo, desde una industria hasta una oficina. Se definen como:
“Los principales factores de riesgo ergonómicos suelen ser: ∙ Adopción de posturas forzadas
∙ Realización de movimientos repetitivos
∙ Manipulación manual de cargas
∙ Aplicación de fuerzas durante la jornada laboral” (Fundación para la prevención de riesgos laborales, 2013,
p. 8).
Los factores de riesgo ergonómicos pueden dar lugar a trastornos musculo-esqueléticos, es decir lesiones de
tipo inflamatorio o degenerativo de músculos, tendones, nervios, articulaciones, ligamentos, entre otros,
principalmente en el cuello, espalda, hombros, codos, muñecas, manos, dedos y piernas. Estas lesiones
aparecen de forma lenta y paulatina, y en un principio parecen inofensivas. Primero aparece dolor y
cansancio durante las horas de trabajo, pero estos síntomas desaparecen fuera del mismo. Según se van
agravando dichas lesiones, el dolor y el cansancio no desaparecen ni en las horas de descanso. Algunas de las
lesiones más frecuentes que se pueden producir son: lumbalgia, hernia, tendinitis, síndrome cervical por
tensión, bursitis, ganglión, epicondilitis, entre otros. (Fundación para la prevención de riesgos laborales,
2013, p. 11).
La ergonomía estudia la relación entre el entorno de trabajo (lugar de trabajo), y quienes realizan el
trabajo (los trabajadores). Su objetivo es adaptar el trabajo a las capacidades y posibilidades del
trabajador y evitar así la existencia de los riesgos ergonómicos específicos, en particular los
sobreesfuerzos. (Fundación para la prevención de riesgos laborales, 2013, p. 6).
Con respecto a las medidas preventivas, a continuación se indican algunas consideraciones que deberán tener
en cuenta los empleadores:
∙ Informar a todos los trabajadores especialmente sobre los riesgos ergonómicos a los que se encuentran
expuestos en la realización de sus tareas.
∙ Formar a los trabajadores en materia preventiva, de forma teórica y práctica, suficiente y adecuada, y debe
darse tanto en el momento de su contratación, como cuando se produzcan cambios en las funciones que
desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías.
∙ Promover la consulta y participación de los trabajadores en aspectos relacionados con la seguridad y salud
relativos a la ergonomía, con la finalidad de conseguir una adaptación óptima del puesto de trabajo.
∙ Garantizar la vigilancia periódica del estado de salud de los trabajadores en función de los riesgos
ergonómicos inherentes al trabajo.
∙ En caso de haberse producido accidentes o enfermedades profesionales debidas a sobreesfuerzos, investigar
y aplicar las medidas correctoras necesarias, para que no vuelva a ocurrir.
∙ Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo,
así como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular, a
atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud.
∙ Efectuar estudios ergonómicos de los puestos de trabajo, por personal técnico especializado en prevención.
Las evaluaciones de ergonomía se hacen utilizando valores límites de referencia para cuidar la salud y la
seguridad de los trabajadores. (Fundación para la prevención de riesgos laborales, 2013, pp. 14-15).
Mod4
1. Índices de seguridad
En Higiene y Seguridad en el Trabajo, uno de los aspectos básicos que se deben considerar para poder evaluar
los resultados de la gestión son las estadísticas. Estas permiten determinar la situación de la empresa y
programar las mejoras para luego poder medir la evolución lograda y efectuar correcciones y adaptaciones a
la gestión.
“La siniestralidad se compone de índices que muestran claramente la situación de un establecimiento. Los
mísmos son de suma utilidad para tomar medidas y repercuten en el costo de la aseguradora” (Díaz, Flores,
Orta, 2002, p. 200).
Mediante los índices estadísticos que a continuación se relacionan, es posible expresar, en cifras relativas, las
características de la accidentabilidad de una empresa, o de las secciones de esta, lo cual facilita, por lo
general, unos valores útiles a nivel comparativo. (Bestratén & Turmo, 1982, p.1).
Importante: se recomienda la lectura del Decreto N.° 1.338/96 de la Ley N.° 1.9587, donde se detallan cuestiones
relacionadas con los índices de siniestralidad de empresas.
Para poder elaborar las estadísticas de siniestralidad, se requiere de la obtención de ciertos datos al momento
de ocurrencia de los accidentes y un correcto registro de estos. Estos datos varían de acuerdo con el tipo de
empresa, pero en general pueden ser:
∙ tipo de tarea realizada;
∙ fecha, día, hora del accidente;
∙ tipo de accidente;
∙ tipo de lesión;
∙ parte del cuerpo afectada;
∙ fuente que produjo la lesión;
∙ condición material y personal insegura;
∙ edad del accidentado;
∙ antigüedad de este en la empresa;
∙ días perdidos por el accidente;
∙ horas hombre trabajadas en ese mes.
Estos datos de entrada pueden ser compilados en diferentes formularios, con distintas frecuencias y
objetivos. La realización de los índices se inicia con la combinación de dos o más de estos datos de entrada y
existe una gran cantidad de combinaciones posibles.
El cálculo de los índices expuestos a continuación, en especial los de frecuencia y gravedad, de forma periódica (por
ejemplo, mensualmente), facilita una información básica para controlar la accidentabilidad en la empresa, la cual
debe completarse con el análisis de otras variables, tales como los factores de clasificación de accidentes ya
expuestos y otros conceptos no mencionados, como el análisis de pérdidas (Bestratén & Turmo, 1982, p.2).
Índice de frecuencia
En este índice debe tenerse en cuenta que IF=(n°accidentes/n°horas trabajadas)*10000.
No deben incluirse los accidentes "In itinere", ya que se han producido fuera de horas de trabajo. Deben
computarse las horas reales de trabajo, descontando toda ausencia en el trabajo por permisos, vacaciones,
bajas por enfermedad o accidente, etc. Dado que el personal administrativo o comercial no está expuesto a
los mismos riesgos que el personal de fabricación, y que éstos varían según las diferentes secciones de
trabajo, se recomienda calcular los índices para cada una de las secciones o ámbitos de trabajo homogéneos.
A nivel de Empresa interesa ampliar el seguimiento a todos los accidentes, tanto los que han producido baja
como los que no, evaluando el índice de frecuencia global, por secciones. (OIT, 1962, https://goo.gl/t6kphT).
Índice de gravedad
Representa el número de jornadas perdidas en relación a horas trabajadas. Se calcula mediante la expresión:
IG=(n° de jornadas perdidas/n°horas trabajadas)*10000.
Las jornadas perdidas son las correspondientes a incapacidades temporales o a diferentes tipos de
incapacidades permanentes. En las jornadas perdidas deben contabilizarse exclusivamente los días
laborables. (OIT, 1962, https://goo.gl/t6kphT).
Índice de Incidencia
Representa el número de accidentes ocurridos en relación a las personas expuestas, calculandose mediante
la expresión: II=(n°accidentes/n°trabajadores)*10000.
Este índice es utilizado cuando no se dispone de información sobre las horas trabajadas. Generalmente en la
Empresa es preferible el empleo del Índice de Frecuencia pues aporta una información más precisa. (OIT,
1962, https://goo.gl/t6kphT).
A partir de los distintos índices utilizados para la gestión en seguridad, es muy importante realizar diferentes
tipos de gráficos adecuados a las necesidades de la empresa para poder analizar y difundir los resultados de
dichos índices al personal o a los superiores interesados.
Es muy común la realización de gráficos de torta o esquemas que muestren los porcentajes de los índices y
establezcan comparaciones según el interés. Algunos ejemplos gráficos son la pirámide de Heinrich y la cruz
de seguridad, que indican los siniestros ocurridos y los días sin accidentes respectivamente.
Figura 1: Ejemplo de pirámide de Heinrich.
Fuente: Elaboración
propia.
2. Capacitación
2.1 Capacitación, entrenamiento y toma de conciencia
Tareas de capacitación (cursos generales y específicos): consisten en diferentes actividades que implican
formar a los trabajadores y a otros niveles de las organizaciones para evitar lesiones o enfermedades
profesionales.
Esta formación significa que debe lograrse como primera medida una verdadera toma de conciencia y
adhesión por todos los agentes, empleados y superiores, a los valores que se imponen en el marco de la
materia de Higiene y seguridad, para luego proseguir con una verdadera instrucción sobre los riesgos,
costumbres, movimientos, maniobras y peligros que existen y deben ser prevenidos en la gestión cotidiana.
Es fundamental por otra parte, que los empleados sean capacitados en el uso de herramientas y maquinarias
existentes o las nuevas que pudieren ser incorporadas, al igual que nueva tecnología. Estas tareas pueden ser
de clientes fijos o clientes ocasionales que contratan solamente para impartir capacitación. Los temarios para
la capacitación son diversos, según el riesgo de cada empresa, si bien como punto de partida se debe trabajar
con los determinados contenidos de la Ley de Higiene y Seguridad conjuntamente con la Ley de Riesgos de
Trabajo.
La capacitación en general se ejerce para procurar cambios positivos de actitudes, conocimientos y
habilidades del personal. En Seguridad, la finalidad principal de la capacitación es adoctrinar para crear
actitudes seguras y luego lograr que se mantengan y contagien.
Las actitudes se contagian. Los conocimientos se enseñan. Las habilidades se adquieren practicando.
Importante: se recomienda la lectura de la Ley 19.537, título, VII capítulo 20, donde se señalan cuestiones a
considerar para la capacitación de seguridad en las empresas.
A continuación, se muestran algunos de los temas más importantes a incluir en una capacitación de Seguridad
e Higiene Laboral.
∙ accidente;
∙ casi accidente;
∙ enfermedad profesional;
∙ acto y condición insegura;
∙ principales riesgos asociados al puesto;
∙ emergencias y evacuaciones.
Por otra parte, en relación con las técnicas que es posible aplicar para las capacitaciones de Seguridad,
podemos mencionar:
1. Investigación de accidentes
1
Artículo 5. Ley 19.587. (1972) Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo. Ministerio de Seguridad y Justicia.
1.2. Introducción
Cuando ocurre un accidente de trabajo, es fundamental que los administradores de seguridad conozcan cómo
obtener a raíz de ellos información que contribuya a aislar las áreas problemáticas y suministrar pistas sobre
la acción correctiva necesaria. De esta manera, la investigación de accidentes debe ser útil para aprender de
los errores, controlar los peligros y reducir el riesgo de accidentes.
Antes de proceder a hacer el análisis de un accidente y a establecer sus causas, hay que denunciarlo. Muchos
especialistas en seguridad consideran que esto constituye un problema de máximo interés para la mayor
comprensión de las circunstancias del accidente. Es obvio que todos los accidentes deben ser comunicados al
departamento de seguridad si se desea conocer cuál es la situación real del control. Es igualmente obvio que
muchos, especialmente los menores, no son notificados. Es muy importante hacerlo porque, si se logra
descubrir una pauta común de su incidencia, las medidas de control pueden establecerse con mayores
probabilidades de que se corrija la situación antes de que ocurra un accidente mayor. Si bien es obligación
del supervisor instruir a los empleados para que informen inmediatamente sobre los accidentes que causan
daño a la propiedad y lesiones menores, el administrador de seguridad tiene también su responsabilidad:
cerciorarse de que el informe del suceso sea sencillo y no se vea obstaculizado. Es también deber de la
seguridad motivar a los supervisores para que entreguen los informes de accidentes. Una vez que se ha
denunciado un accidente, es obligación del departamento de supervisión investigarlos todos sin discriminar
su importancia. El tiempo que se destine a profundizar en la investigación dependerá de la gravedad de lo
ocurrido. (Dentón, 1985, p. 36).
Todas las empresas deben establecer un procedimiento de investigación de accidentes donde se incluya un
formato específico para su reporte. Los reportes de accidentes deben ser registrados y guardados por los
administradores de seguridad.
Según Díaz, Flores y Orta (2002), los principales datos que deben contener estos reportes de accidente son:
Tabla 1: Propuesta tentativa de pasos para llevar a cabo una investigación de accidentes
5 Análisis del informe por los Sucesivos mandos de línea Una jornada o turno por
sucesivos mandos de línea mando de línea
hasta quien cuente con la
autoridad necesaria para
poder adoptar la solución.
Coordinación con los
departamentos y servicios
necesarios para llevar a
efecto la corrección de las
causas del accidente.
6 Recopilación de datos con Coordinador de seguridad 2 horas
efectos estadísticos,
evaluación del informe y
control de ejecución de
la corrección.
∙ No deben establecerse las culpas de un accidente, solamente determinar las causas. Esto es necesario
porque al recopilar los datos es importante abrir la comunicación entre los colegas, los supervisores y el
empleado lesionado. Si los empleados y los supervisores creen que el propósito de la investigación es
causarle problemas a alguien, habrá muy poca cooperación.
∙ Hay que ser objetivos y atenerse a los hechos tanto como sea posible y no permitir que los sentimientos
personales formen parte del informe del accidente. Es importante enfocarse en las circunstancias de un
accidente y no en las opiniones al respecto.
∙ Hay que buscar las causas primarias y secundarias del accidente, no solamente los indicios. Enfocarse
principalmente en la detección de las condiciones o actos inseguros que pueden haber derivado en el
accidente. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que más allá de las causas primarias de los
accidentes también pueden existir factores circunstanciales que afectan a los empleados y que pueden ser,
a largo plazo, la raíz de pautas de cierto tipo de accidentes. Estos factores circunstanciales pueden
subdividirse en: factores físicos ambientales, características físicas de los empleados, características
psicológicas de los empleados y factores psicológicos ambientales.
Importante: Se recomienda la indagación y lectura de la Teoría de Heinrich y del Árbol de Causas, a fin de incorporar
conocimientos específicos sobre metodologías para la realización de investigaciones de accidentes
1. Programas de Seguridad
Los programas de seguridad consisten en una serie de actividades llevadas a cabo por distintos actores
tendientes a crear un medio seguro de trabajo en una organización. Como estas actividades tienen que ver
con la protección del trabajador, cualquier cambio respecto a él puede afectar grandemente la operación de
un programa de Seguridad.
El programa de Seguridad debe ser confeccionado a medida de acuerdo con las necesidades y características
de la empresa. Para ello, es fundamental conocer los estudios previos que se deben realizar para estar al
tanto de la situación completa de la organización y basar en ello al mencionado programa.
Estudio de la planta/empresa
Para la confección y posterior aplicación del programa de seguridad, es necesario que el sector de Seguridad
realice un estudio completo de la planta/empresa con el fin de conocer, entre otras cosas, su estado,
situación geográfica, necesidades, características, etcétera, para lo cual tomará datos como los siguientes:
Ubicación de la planta: naturaleza del lugar, caminos de acceso, calles interiores, medios de
comunicación y de transporte, distancia al centro, servicios externos con los que se puede contar
(sanatorios, policía, bomberos), viviendas en la zona, etcétera.
Naturaleza y estado de la edificación: estructura de los edificios, extensión y altura de estos, salidas
disponibles, clases de techos, pisos, escaleras, plataformas, rampas, entrepisos, calles, patios,
edificaciones accesorias, etcétera.
Ascensores y montacargas: tipo y estado general de estos. ∙ Equipo móvil: tractores, elevadores, zorras,
carros, carretillas, norias, transportadores, carros de tracción a sangre, etcétera. Recopilación general
sobre el estado, tipo y uso de dichos elementos.
Ventilación: ventilación natural, abertura de los edificios, altura de los locales, ventiladores y
extractores, equipos de aire acondicionado, etcétera.
Instalaciones eléctricas: clase o tipo, voltajes máximos, estado general de aislamiento y conservación
del material, tomas o descargas a tierra, pararrayos, sistemas de alumbrado, fuerza motriz, tableros,
líneas de alimentación, transformadores, subestaciones, motores, etcétera.
Depósitos generales: capacidad de los locales y tipos de construcción, materiales peligrosos, líquidos
inflamables, sustancias explosivas, materiales en desuso, etcétera.
Instalaciones varias: líneas de agua, líneas de vapor, de aceite, de agua caliente y de toda otra
instalación de tubería.
Recipientes a presión: calderas, autoclaves, digestores, reactores, recipientes al vacío, etcétera.
Maquinaria en general: generadores eléctricos, compresores, motores a explosión, bombas, guinches,
maquinaria pesada y liviana, etcétera. ∙ Edificaciones accesorias: usina, instalación de provisión de
gas, tanques, silos, surtidores de nafta, torres de condensado, etcétera.
En el anexo I del Decreto 351/79 de la Ley N.° 19.587, encontrarás las regulaciones específicas relacionadas
con todos estos aspectos mencionados.
Recopilación de antecedentes
Para trazar el plan de acción, es necesario también efectuar diversos estudios, remontándose hacia atrás en la
vida de la empresa, recurriendo a todas las fuentes de consulta posibles dentro de esta.
Las indagaciones mencionadas anteriormente brindan una idea general del tipo de información que el
responsable de Higiene y Seguridad deberá intentar conocer al comenzar a brindar asistencia a una empresa.
El objetivo principal de esto es el conocer la situación real de la planta/empresa para identificar todos
aquellos aspectos que pueden influenciar el comportamiento de los trabajadores o que puedan presentar
riesgos para estos y, de esa manera, será posible el diseño de un programa de seguridad especializado.
Los principales elementos que se deben destacar en los programas de seguridad son:
Muchas organizaciones de distintas ramas están cada vez más interesadas en alcanzar y demostrar un sólido
desempeño de la seguridad y salud en el trabajo. En las últimas décadas ha surgido una serie de estándares
en dicha materia, formando modelos globales de gestión de prevención de riesgos y control de pérdidas.
En este contexto, las normas más conocidas a nivel mundial en esta materia son las OHSAS 18000
(Occupational Health and Safety Assessment Series).
“Se trata de una serie de estándares voluntarios internacionales que buscan a través de una gestión sistemática y
estructurada, asegurar el mejoramiento de la salud y seguridad en el trabajo” (AENOR, 2007, p. 3).
Estas se convierten, además, en un punto de referencia para aquellos países que no disponen de reglamentos
específicos para la prevención de riesgos. Por otro lado, en los últimos años se ha comenzado a desarrollar
una tendencia en ciertas multinacionales de exigir la implementación de dicha norma a sus proveedores, para
demostrar así el cumplimiento en esa materia.
Básicamente, las normas OHSAS 18001 establecen una serie de requisitos para implementar un sistema que
mejore la gestión en salud y seguridad ocupacional, tomando como base una política y objetivos generales y
específicos que la propia empresa establece. Además, toma en consideración el cumplimiento de los
requisitos legales inherentes a la actividad de la empresa. Podemos decir que su principal objetivo reside en
la prevención y control de los riesgos en los lugares de trabajo, asegurando que estos sean minimizados y que
la empresa se encuentre en un constante y continuo mejoramiento. Una de las principales características de
estos sistemas de gestión es que, para lograr un funcionamiento adecuado, requieren del compromiso e
involucramiento de todos los niveles de la empresa, incluida la gerencia.
Por otro lado, existe una serie de obstáculos que, por lo general, se presentan durante el proceso de
certificación y suelen ocurrir debido a:
1.3. Implementación
No existe un procedimiento oficial generalizado para la implementación de la normativa OHSAS 18001. El
proceso de implementación es variable según las características y realidades de cada empresa. Sin embargo,
existe un ciclo que indica las fases que se deben tener en cuenta en el proceso de implementación de esta
norma, teniendo en cuenta que posteriormente cada empresa tiene la libertad de llevar a cabo las tareas
correspondientes a cada fase, de la manera en que lo considere adecuado. Se pueden visualizar en el
siguiente esquema que se suele denominar Ciclo de Deming.
A continuación, se describen las fases generales del proceso de implementación señaladas en el esquema
anterior:
2) Proceso de planificación
Luego, se procederá a determinar los riesgos significativos de la empresa, utilizando procesos de
identificación, análisis y control de riesgos, para permitir así controlar o reducir sus efectos. Por otro lado,
como parte de la planificación se deberán mantener actualizados los requisitos legales en cuanto a salud y
seguridad ocupacional que apliquen a la organización. Por último, “el proceso de planificación establece,
implementa y mantiene los objetivos en Salud y Seguridad en el Trabajo y los programas que se utilizarán
para poder alcanzar su consecución” (Balcells Dalmau, 2014, p. 20).
El ciclo culmina con la revisión por la alta gerencia, ya que al haber asumido desde la política un compromiso,
debe cumplir un rol participativo, verificar el cumplimiento de los objetivos y analizar cambios y mejoras
cuando sea necesario.
1.4. Auditorías
Las auditorias del sistema de salud y seguridad ocupacional constituyen una evaluación sistemática,
documentada, periódica y objetiva que consiste en la revisión global de la eficacia, efectividad y fiabilidad del
sistema de gestión, verificando que el sistema sea adecuado para alcanzar la política y los objetivos
establecidos por la empresa. Debe contemplar el sistema en su totalidad y debe ser realizada por
profesionales que guarden una estricta independencia con el sistema a auditar para una total objetividad.
Deben ser periódicas para evitar el desajuste entre el sistema y la realidad ante cambios en la organización.
(AENOR, 2007)
1.5. Certificación
Las empresas pueden optar por implementar esta norma con o sin certificación. La certificación es voluntaria
y se produce cuando la empresa contrata a un oficial independiente, llamado ente certificador, para evaluar
el sistema de gestión y asegurar que los requisitos se ajustan a la norma evaluada. Para ello, la empresa debe
estar en condiciones de demostrar objetivamente que ha cumplido con dichos requisitos solicitados. Esto les
otorga validez y confiabilidad a nivel internacional.
Importante: Desde el año 2016 la norma OHSAS 18001 será paulatinamente reemplazada por la norma ISO 45001,
donde se generarán distintos cambios. Se recomienda la lectura y análisis comparativo de ambas normas, ya que
su entendimiento es prácticamente fundamental para el desarrollo profesional en materia de salud y seguridad
ocupacional en cualquier país del mundo.