El Ladron de La Cruz
El Ladron de La Cruz
El Ladron de La Cruz
aceptada (que Jesús dijo "Hoy estarás conmigo en el Paraíso", lo que implicaría que el Paraíso ya
existía ese día). Es la versión aceptada en muchas biblias, católicas o no, como la del rey Jacobo [1].
La editorial Watchtower publica una traducción en la que, cambiando los signos de puntuación,
hacen innecesario el adverbio hoy: "te digo hoy: 'Estarás conmigo en el Paraíso'". Como esta
variación les permite una diferencia doctrinal (su doctrina de que los muertos no llegan al Paraíso en
el día de su muerte es contradicha por otras versiones normales de la Biblia, pero no por la
Traducción del Nuevo Mundo), podemos aceptar la variante, pero, ojo, poniendo la versión
minoritaria después de la más aceptada
¿Qué es el Paraíso que Jesús prometió al malhechor que murió con él?
El relato de Lucas muestra que un malhechor colgado junto a Jesucristo habló en defensa de él y le
pidió que lo recordase cuando ‘entrase en su reino’. La respuesta de Jesús fue: “Verdaderamente te
digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”. (Lu 23:39-43.) La puntuación que se utilice en la
traducción de estas palabras de Jesús dependerá de cómo las entienda el traductor, pues el texto
griego original no está puntuado. El uso de la puntuación no se generalizó hasta aproximadamente el
siglo IX E.C. Aunque muchas traducciones colocan los dos puntos (o una coma, o la conjunción
“que”) antes de la palabra “hoy”, por lo que dan la impresión de que el malhechor entró en el paraíso
aquel
mismo día, no hay nada en el resto de las Escrituras que apoye esta idea. Jesús permaneció muerto
en la tumba hasta el tercer día y luego se le resucitó como “primicias” de la resurrección. (Hch 10:40;
1Co 15:20; Col 1:18.) Ascendió al cielo cuarenta días más tarde. (Jn 20:17; Hch 1:1-3, 9.)
¿Era el Paraíso que se menciona en Lucas 23:43 el cielo o alguna parte del cielo?
La Biblia no apoya el parecer de que Jesús y el malhechor hayan ido al cielo el día en
que Jesús le habló. Jesús había predicho que, después que se le hubiera dado
muerte, él no sería resucitado sino hasta el tercer día (Luc. 9:22). Durante aquel
período de tres días él no estuvo en el cielo, porque después de su resurrección dijo a
María Magdalena: “Todavía no he ascendido al Padre” (Juan 20:17). Fue 40 días
después de la resurrección de Jesús cuando sus discípulos vieron que fue elevado de
la Tierra hasta desaparecer de su vista mientras emprendía su ascensión al cielo.
(Hech. 1:3, 6-11.)
El malhechor no cumplió los requisitos para ir al cielo ni siquiera en algún tiempo
posterior. No había ‘nacido otra vez’... puesto que ni había sido bautizado en agua ni
engendrado por el espíritu de Dios. El espíritu santo no fue derramado sobre los
discípulos de Jesús sino hasta más de 50 días después de la muerte del malhechor
(Juan 3:3, 5; Hech. 2:1-4). Jesús, el día en que murió, había hecho un pacto para un
reino celestial con los ‘que con constancia habían continuado con él en sus pruebas’.
El malhechor no tenía tal registro de fidelidad y no fue incluido entre aquellos. (Luc.
22:28-30.)
The Emphasised Bible (La Biblia con énfasis), traducida por J. B. Rotherham, concuerda con
la puntuación de la Traducción del Nuevo Mundo. En una nota sobre Lucas 23:43, el
traductor alemán de la Biblia L. Reinhardt dice: “La puntuación que [la mayoría de los
traductores] usan en este versículo es —indudablemente— falsa, y contradice todo el modo
de pensar de Cristo y del malhechor. [...] [Cristo] ciertamente no entendía que el paraíso
fuera una subdivisión de la región de los muertos, sino más bien la restauración de un
paraíso en la Tierra”. EVANGELISTA: JULIAN ANDRES SALCEDO