Industria 5.0
Industria 5.0
Industria 5.0
En los últimos años, Japón ha ido desarrollando un concepto para resolver sus propios problemas
(envejecimiento, natalidad y competitividad) y aprovechar los avances tecnológicos para construir
un país y un mundo mejor: el de Sociedad 5.0, en la que nadie se quede atrás. Se trata de poner a
la persona en el centro de las transformaciones tecnológicas en curso en la 4ª Revolución
Industrial, y en este sentido societal va más allá del concepto alemán de Industria 4.0, o del Made
in China 2025. Impulsado por el Gobierno y por la federación empresarial Keidanren, carece de
organización y de presupuesto, pero alimenta muchas iniciativas como la próxima Estrategia de
Inteligencia Artificial y la iniciativa de Industrias Conectadas impulsada por el Ministerio de
Economía, Comercio e Industria. Japón quiere que sea una aportación al mundo, también para
favorecer el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo sostenible para 2030.
El procesamiento de datos masivos (big data) se está volviendo demasiado complejo para que los
humanos lo entiendan, pero la Inteligencia Artificial (IA), que se puede ver como una “distribución
y mercantilización de capacidades”, puede ayudar. Y en esto, el concepto de Sociedad 5.0 es más
rico y pertinente que el de Industria 4.0.
El concepto japonés es quizá demasiado vago para ser práctico y carente de objetivos concretos
para servir de estrategia, pero tiene la virtud de poner al ciudadano, a la persona y las cuestiones
sociales, en el centro de las reflexiones sobre las transformaciones tecnológicas en curso y las
estrategias a seguir. Japón va por delante en algunos de los problemas que nos empiezan a afectar
a las sociedades europeas, y en particular a la española, como el envejecimiento de la población, la
baja natalidad y la despoblación de las áreas rurales. De ahí el interés en conocerlo.
RESEÑA SOBRE LOS DESAFIOS DE LA INDUSTRIA 5.0
También es una forma de ver las transformaciones tecnológicas no sólo como algo inevitable, sino
positivo, si se acompañan de una cierta ingeniería social, que conviene debatir de una manera
democrática.