Ikigai

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Ikigai es una palabra japonesa que se puede traducir como "la razón de ser" o,

más bien, La etiología de la palabra es comprendida por dos vocablos: Iki (生き),
el cual hace referencia a la vida y Kai (甲斐), entendido como la realización de
aquello que uno quiere y desea.
la razón por la que te sientes motivado para levantarte de la cama todas las
mañanas.
Todos tenemos sueños.
Soñamos con tener ciertos bienes materiales, mejorar nuestra salud o vivir alguna
experiencia que nos parezca interesante.
A pesar de ello, a menudo nos olvidamos de preguntarnos por qué perseguimos
estos sueños.
¿Por qué quieres tener esa posesión material específica?
¿Por qué quieres estar más sano, perder peso, ganar músculos?
¿Por qué quieres viajar por el mundo, saltar en paracaídas o conocer a tu ídolo en
persona?
Comprender los motivos que te hacen levantarte de la cama todas las mañanas es
importante porque te da una motivación interna y duradera.
Este tipo de motivación es capaz de mantenerte en el camino para conseguir tus
objetivos.
Es una motivación mucho más efectiva que la motivación pasajera que proviene
de un vídeo motivacional, un eslogan o un ejemplo inspirador.
Quien consigue encontrar esta razón para hacer cosas y actuar, encuentra el
ikigai.
Ikigai es tu razón de vivir
En el libro Ikigai: Los cinco pasos para encontrar tu propósito de vida y ser más
feliz el neurocientífico Ken Mogi explica que encontrar tu ikigai es encontrar tu
razón de vivir.
El término fue creado en la isla Okinawa japonesa que son famosas por tener una
esperanza de vida muy superior a la media.
Una de las razones para explicar esta longevidad es que las personas de esas
islas saben lo que les gusta hacer y se dedican a esas actividades durante toda la
vida.
La teoría es que, si podemos ganarnos la vida haciendo lo que nos gusta,
tendemos a realizar nuestras actividades con mayor satisfacción, atención y
productividad.
Por eso, conocer tu ikigai es conocer tu propia razón de vivir.
¿Cómo hacerlo?
Puedes encontrar tu ikigai en solo 5 pasos
Existen varias técnicas para encontrar tu propósito.
Estas técnicas varían según la definición de propósito.
Sin embargo, todas las técnicas coinciden en un aspecto.
Para encontrar tu propósito, tienes que mirar en tu interior.
Necesitas tener una conversación honesta contigo mismo y darte una buena dosis
de autoconocimiento.
De lo contrario, lo que crees que es tu propósito puede ser sencillamente lo que
otras personas creen que es bueno para ti.
Esto incluye a los miembros de tu familia, tus compañeros de trabajo, los famosos
que sigues e incluso la publicidad que ves por ahí.
Para encontrar tu verdadera razón de vivir, aquí tienes cinco sencillos pasos, pero
que tendrán impacto realmente profundo.
Paso 1.
Empezar pequeño
El primer paso para encontrar tu ikigai es deshacerte de los delirios de grandeza
que parecen afectar a mucha gente hoy en día.
Queremos tener mucho dinero, tener un cuerpo en forma, tener una carrera de
éxito, tener una familia feliz, tener una casa bien decorada, tener el coche del año,
tener, tener, tener
Queremos tener tantas cosas que acabamos no teniendo casi nada.
En vez de eso, intenta empezar con cosas pequeñas.
Elige una sola área de tu vida que necesite mayor atención y mira cómo puedes
mejorarla un poco.
Deja de lado los delirios de grandeza y empieza a construir tu razón de vivir poco
a poco, pero de forma constante y que tenga sentido para una planificación de
vida mayor.
Paso 2.
Liberarse
El segundo paso es liberarte de las viejas ideas que pueden no estar alineadas
con lo que realmente quieres en la vida.
Por ejemplo, ¿quién dice que necesitas tener un cuerpo esbelto, una casa grande
o el coche del año para sentirte más feliz?
¿Es esta tu verdadera necesidad, o es algo que ha venido de fuera - de tus
compañeros, de familiares, de la publicidad - y que has interiorizado tanto que hoy
realmente crees que es una idea tuya?
Para encontrar tu ikigai, intenta liberarte de estas ideas preconcebidas y reflexiona
cuidadosamente, analizándote a ti mismo, para encontrar realmente lo que quieres
en la vida.
Paso 3.
Buscar armonía y sostenibilidad
No sirve de nada encontrar tu ikigai si no trae armonía a tu vida y si no es
sostenible a largo plazo.
Utiliza estas preguntas como herramientas para ayudarte a encontrar tu ikigai:
¿Esto es sostenible?
¿Se puede mantener esta actividad a largo plazo?
¿Se puede vivir de ello?
¿Mantendrás tu salud?
Piense en el ikigai como la intersección de cuatro círculos:
Lo que amas Lo que el mundo necesita
Lo que se te da bien Lo que te hace ganar suficiente dinero para
vivir
Si consigues encontrar una actividad que reúna estas cuatro cualidades, habrás
encontrado tu razón de vivir.
Paso 4.
Sentir alegría de las pequeñas cosas
El cuarto paso es no condicionar tu felicidad a si consigues grandes metas.
Un error que muchas personas cometen al diseñar planes de vida es crear
proyectos gigantescos y condicionar su felicidad propia a cumplirlos.
Por ejemplo, supongamos que uno de tus grandes objetivos es acabar un
posgrado.
Esta puede ser una tarea árdua que te va a llevar años de dedicación y estudio.
Si solo te permites estar feliz cuando consigas el diploma de posgrado, te habrás
enfrentado a años de sufrimiento por unos momentos de alegría.
Sí, porque poco después de conseguir el postgrado de tus sueños, vas a buscar
otras metas.
Tu alegría pasará, y te establecerás nuevas y mayores metas a las que volverás a
condicionar tu felicidad.
Es un ciclo interminable.
Hay una forma más inteligente de vivir la vida.
Aprende a alegrarte por las pequeñas cosas.
Alégrate cada vez que tengas que sentarte a estudiar para tu posgrado.
Alégrate por cada error que cometas al escribir el trabajo de fin de grado.
Alégrate incluso cuando te veas condicionando tu propia felicidad a alcanzar una
meta.
Nuestra vida tiene muchos más momentos comunes que grandes momentos.
Si solo te permites alegrarte cuando consigas grandes logros, te estarás
condenando a una vida llena de insatisfacción con unos pocos momentos fugaces
de felicidad.
Paso 5.
Estar en el aquí y ahora
Por último, aprende a vivir en el momento presente.
Aprende a disfrutar de todo el viaje, y no solo del objetivo final.
En este momento, tal como me estás viendo, ¿estás disfrutando del viaje?
¿O estás pensando que no eres una de esas personas afortunadas que pueden
encontrar un gran propósito, una gran razón de vivir?
Muchas filosofías orientales nos advierten del riesgo de abandonar el ahora, de
dejar de vivir en el momento presente.
Y cuando nos centramos en el deseo, cuando nos centrados en lo que queremos
o en lo que no queremos, estamos dejando de vivir en el ahora.
Y así es como abrimos las puertas al sufrimiento.
La razón por la que sufrimos es el deseo inoportuno, el hábito de querer siempre
anticipar el futuro, querer más y más, o de recordar el pasado, sin disfrutar nunca
del momento presente.
Si nunca estamos satisfechos con el ahora, siempre querremos algo más.
Esta es la principal causa de sufrimiento.
Si estamos presentes, viviendo el momento presente por completo, no habría
"querer" y "no querer".
Estaríamos en plenitud.
Encontrar tu ikigai es conocerte a ti mismo
Imagina por un momento que tienes una gran motivación para levantarte de la
cama todos los días.
Has encontrado un verdadero propósito.
Una actividad que disfrutas, que se te da bien, que el mundo necesita y que,
además,
puede darte suficiente dinero para vivir.
¿Cómo afectará esto tu calidad de vida?
¿Cómo cambiará la forma en que vives tus días?
¿Cómo afectará a las personas que te rodean?
En Japón esto se llama ikigai.
Puedes mirar dentro de ti hoy y seguir los cinco pasos que has aprendido aquí
para encontrar tu razón de vivir.
Empieza pequeño, desecha las viejas ideas y busca algo que te brinde armonía y
sostenibilidad.
Recuerda alegrarte por las pequeñas cosas, y, sobre todo, prestar atención al aquí
y ahora.
Encontrar ese propósito es un paso esencial para crear un plan de vida que esté
realmente alineado con lo que más valoras en la vida.

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