Mediación Penal Sebastián Soriano
Mediación Penal Sebastián Soriano
Mediación Penal Sebastián Soriano
Penal
Criminal Mediation
2
“¿Qué, sino el resentimiento y el deseo de venganza, explica esta
preferencia por un estado del mundo en que los males se multiplican, sin
atender a la posibilidad de algún efecto benéfico para alguien?”
Alberto Binder
3
Introducción
4
b. Delitos susceptibles de ser sometidos al procedimiento de
mediación
c. Legitimados activos del procedimiento
d. El rol de la víctima
e. El rol del victimario
f. El rol del Ministerio Público Fiscal
g. El rol del Juez Penal
h. El mediador penal
i. Efectos de los acuerdos
Conclusión
5
Introducción
6
es imposible que se puedan perseguir de oficio todos los delitos
que se producen en la sociedad, ya que por un lado nunca son
suficientes los recursos con que se cuenta y por otro, si se
persiguen absolutamente todos los delitos tipificados en el
Código Penal, se debería juzgar a casi la totalidad de la
población.
7
antes de resolver los conflictos. La segunda parte abordará la
filosofía de la Justicia Restaurativa y sus escuelas penales,
analizando aquellas culturas que tienen una mirada distinta en la
forma que se deben resolver los conflictos. La tercera parte
estará destinada a la mediación penal que, a su vez, estará
subdividida en dos partes: la primera estará enfocada en el
contenido axiológico del instituto, donde se analizará el conflicto
como elemento de la sociedad y el problema de quién es el
titular del conflicto; la segunda parte estará dedicada a
desarrollar la mediación penal como procedimiento de resolución
de conflicto.
Esperamos lograrlo.
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Capítulo I: El sistema penal y sus principios
Introducción:
En este capítulo se abordará no al Derecho Penal como materia
propia de derecho, sino al sistema penal en su conjunto.
Entendiendo por sistema al conjunto de cosas que,
ordenadamente relacionadas entres sí, contribuyen a un
determinado objeto (Sarrulle, 1998). Nos referimos al sistema
jurídico penal a aquel que en pos de lograr sus objetivos,
programa de manera racional la tipificación de los delitos, la
persecución, la punición y la ejecución de las sanciones penales
para aquellos individuos que han realizado el hecho tipificado por
la norma penal.
El derecho penal posee una serie de funciones que le otorga la
sociedad, estas funciones en la mayoría de las veces es de
imposible cumplimiento. A ejemplo de esto decimos que es
imposible perseguir todos los hurtos que se comenten o
perseguir todas las lesiones que se producen en riña, incluso la
mayoría de ellos nunca llegan a ser conocidos por los órganos
encargados de perseguir e investigar los delitos.
Cuando se habla de delitos nos referimos pura y exclusivamente
a aquellas acciones que están tipificadas en el Código Penal y en
las leyes especiales que integran el plexo normativo de nuestro
Ordenamiento Jurídico Penal.
El Derecho Penal, contiene una serie de principios que han sido
incorporados a nuestra Constitución Nacional. Así, al ser el
Estado el único que posee el monopolio de la fuerza, al ser el
único que tiene la potestad de castigar, para poder aplicar una
pena se deben respetar ciertos principios que han sido
incorporados en el Código Penal y en la Constitución Nacional.
9
El principio de legalidad
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juzgamiento, y posteriormente, si corresponde, el castigo del
delito que se hubiera logrado comprobar. (Cafferatta Nores,
2001).
A diferencia del Principio de legalidad del derecho penal de
fondo, la legalidad procesal no se encuentra en las normas
constitucionales, es decir, nuestra Constitución en ningún lugar
nos dice que cada vez que se cometa un hecho delictivo deba
provocarse la iniciación de un juicio o se deba imponer una pena.
Además, aun cuando reconoce expresamente la necesidad de
acusación como presupuesto del juicio ("acusación, juicio y
castigo", es la secuencia prevista por el artículo 60 de la
Constitución Nacional), no ordena que aquélla se produzca en
todo caso. (Cafferatta Nores, 2001).
La legalidad procesal se encuentra establecida en el Código
Penal, al referir en el art. 71 “Deben iniciarse de oficio todas las
acciones penales, con excepción de las siguientes:
· Las que dependieren de instancia privada;
· Las acciones privadas. “
Como la iniciación de oficio solamente se concibe mediante la
actuación de órganos estatales (sólo ellos pueden actuar de
oficio), se refiere a todas las acciones, y se utiliza el imperativo
deberán, queda claro que esa norma impone el principio de
legalidad. (Cafferatta Nores, 2001). Así mismo, el art. 274 del
mismo Código reprime la conducta de los Funcionarios públicos
que dejaren de promover la persecución de los delincuentes.
El principio de legalidad se presenta con dos características:
Inevitabilidad e irretractabilidad. La primera, se hace presente
cuando frente a la hipotética comisión de un delito
necesariamente se tiene que poner en marcha el mecanismo
estatal enderezado a la investigación juzgamiento y castigo; la
irretractabilidad aparece luego de que haya puesto en marcha la
11
persecución penal, que no podrá interrumpirse, suspenderse ni
hacerse cesar. (Cafferatta Nores, 2001)
Ya caracterizada la legalidad en nuestro sistema penal vemos
que se desarrolla de la siguiente manera: Para que haya delito
debe haber previamente una ley que defina a esa conducta como
tal y una vez cometido el hecho, el Estado debe necesariamente
poner en marcha el aparato burocrático a fin de corroborar la
existencia del delito y al culpable de su comisión para,
finalmente, aplicarle la pena prevista en la ley de fondo.
Principio de Oportunidad
12
La descriminalización de los hechos punibles, en un intento
por evitar la aplicación del poder penal allí donde otras
formas de reacción frente al comportamiento desviado
pueden alcanzar mejores resultados o donde resulte
necesaria su aplicación.
La eficiencia en aquellas áreas o para aquellos hechos en los
que resulta indispensable su actuación como método social,
en procura del descongestionamiento de una justicia penal
sobresaturada de casos, que no permite, precisamente, el
tratamiento preferencial de aquellos que deben ser
solucionados indiscutiblemente por el sistema, y como
intento válido de revertir la desigualdad que, por selección
natural provoca la afirmación rígida del principio de legalidad.
(Maier, 1999)
13
taxativamente enumeradas en la ley y, por regla general, su
ejercicio se encuentra sujeto a aprobación por el Juez o tribunal.
(Santella, 2009)
El problema del principio de oportunidad se plantea en quién
puede legislar, según nuestro sistema constitucional argentino,
los criterios de oportunidad. ¿Las provincias o el Congreso
Nacional?
No existe un precepto constitucional que explícitamente prohíba
a las provincias argentinas legislar sobre criterios de
oportunidad. Lo que sí se encuentra son interpretaciones
doctrinarias de la norma magna.
Nuestra constitución, en su génesis, las provincias delegaron
algunas funciones a la Nación, entre ellas se encuentra el dictado
del Código Penal. Dice el art. 75, “Corresponde al Congreso:…
inc. 12.- Dictar los códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y
del Trabajo y Seguridad Social, en cuerpos unificados o
separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones
locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales
o provinciales,…”.
Por otra parte el Código Penal contiene artículos destinados a
regir las acciones penales. Estableciendo, en el art. 71 que
deberán iniciarse de oficio todas las acciones penales. A esta
disposición del Código Penal, se debe sumar la del art. 274, que
sanciona al funcionario público que, faltando a la obligación de si
cargo, dejare de promover la persecución y represión de los
delincuentes.
Además de estas disposiciones, el Código legisla, para todas las
jurisdicciones, los medios de extinción de la acción penal. Dice el
art. 59: “La acción penal se extinguirá:
14
3. Por la prescripción;
4. Por la renuncia del agraviado, respecto de los delitos
de acción privada“
15
del Cód. Penal, y por lo tanto materia del Congreso Nacional.
Pero, qué entendieron lo constituyentes de 1853 por Cód. Penal,
es algo que en realidad no se puede saber con precisión, por lo
tanto es insuficiente sostener sólo ese argumento. (Molina,
2002).
También encontramos quienes sostienen que si el Estado Federal
tiene la competencia para fijar los delitos es razonable que se
tenga la competencia para establecer las condiciones que están
estrechamente vinculadas a la eficacia de la punición. Hay que
tener en cuenta que aquí se piensa al concepto de acción como
una pura facultad del estado vinculada a la eficacia de la
persecución penal.
Ahora, si se ha aceptado que son las mismas provincias quienes
deban organizar el proceso es razonable que también ellas
organicen el poder requirente.
Si la acción está vinculada al poder requirente de los ciudadanos
de cada provincia, es lógico que el Estado provincial sea el que
deba establecer las condiciones de ese poder requirente. Se ha
criticado esta postura porque generaría desigualdades dentro del
proceso, ya que produciría distintas respuestas del sistema
punitivo en distintas provincias. Alberto Binder sobre esto señala
que el problema de las desigualdades de la aplicación de la ley
es un problema intrínseco a la propia estructura federal. La
existencia de regímenes excarcelatorios distintos entre
provincias genera, también, desigualdades o la existencia de
procesos inquisitivos en una provincia y otros de contenido
acusatorio también genera las mismas desigualdades. Para ello
la Corte Suprema es el órgano encargado de preservar la
aplicación igualitaria de las normas constitucionales y en especial
de los derechos individuales, a través del recurso extraordinario.
(Binder, 2009)
16
Hay que tener en cuenta que a medida que las provincias van
adoptando un sistema de procedimiento penal acusatorio, en el
cual se le otorga al Ministerio Público un papel más
preponderante en la organización de la investigación y la
persecución penal se hace más notoria la necesidad que sean las
legislaturas provinciales, conocedoras de sus realidades locales,
que sean capaces de legislar las prioridades de la persecución
penal. (Binder, 2009)
Ante la divergencia de opiniones al respecto (de larga data) creo
necesaria la creación de una legislación nacional que despeje
todo tipo de dudas con respecto a las facultades de las provincias
de legislar sobre la acción penal.
La función de la Pena
17
Para Kant la pena se fundamenta en una retribución a la
culpabilidad del sujeto. Elimina del concepto de pena cualquier
sentido utilitario, la pena solamente es una exigencia de la
justicia.
Heggel hace hincapié en su dialéctica para fundamentar la
función retribucionista de la pena. La violencia se elimina con la
violencia. Por lo tanto, como segunda violencia, que es
eliminación de una primera, es legítima, no sólo en ciertas
condiciones sino necesariamente. Lo que importa es que el delito
debe ser eliminado, no como la producción de un perjuicio, sino
como la lesión del derecho en cuanto derecho.
De tal forma, Heggel concibe el delito como la negación del
derecho, y la pena como la negación de la negación, es decir
como la anulación del delito, que de otra manera sería válido,
concibiéndola como modo de restablecimiento del derecho.
(Sarrulle, 1998).
El retribucionismo concibe, siempre, la aplicación de un mal en
retribución al mal causado, y no toma el mal causado a la
víctima sino que concibe el delito como un mal causado a la
sociedad y al derecho.
Las teorías preventivas o utilitaristas, fundamentan la aplicación
de las penas a evitar que se produzcan en el futuro nuevas
infracciones al ordenamiento jurídico penal. Presentando,
además, dos variantes, una llamada “Prevención especial”
dirigida al sujeto particular imponiéndolo a evitar transgresiones
futuras; otra llamada “Prevención general” dirigida a la sociedad
en su conjunto advirtiéndoles las consecuencias del delito y,
además, demostrar la vigencia de la ley que se evidencia con el
cumplimiento de la pena.
Para la prevención especial la pena tiene como fin la corrección y
la reeducación del delincuente, a través de su “aseguramiento”
para que éste se aparte de la comisión de futuros ilícitos.
18
(Keymer Ávila, 2007) Así, tenemos la prevención especial
positiva que busca la corrección y resocialización a través de una
adecuada ejecución de la pena. Y la prevención especial
negativa, que intenta conseguir el fin preventivo propuesto a
través del aislamiento del delincuente.
De la misma manera que la prevención especial, la general
también se subdivide en Positiva y negativa.
Se denomina prevención general positiva a la que se da a través
de la integración disciplinar de todos los asociados, es decir, a
través del reforzamiento de la fidelidad de los asociados al orden
constituido (Ferrajoli).
La prevención general negativa consiste en la intimidación de los
miembros de la sociedad a través de la amenaza de una pena o
mediante el ejemplo que supone la aplicación concreta de la
pena a uno de los asociados que ha cometido un delito.
Las críticas que se han realizado a las teorías de la prevención
especial y general son las siguientes:
En primer lugar, teniendo en cuenta la prevención especial, se
sostiene doctrinariamente que no es posible resocializar o
reeducar con miras a la libertad cumpliendo penas en cautiverio.
El daño que se causa al reo no logra con los fines propuestos.
Sumado a esto, las cárceles son consideradas por la doctrina
como instituciones con efecto criminológico.
En lo que respecta a la prevención general, la objeción kantiana,
según la cual si un hombre es penado con miras a la prevención
general, el hombre aparecería cumpliendo un rol instrumental
respecto de la sociedad, lo que definiría un rasgo organicista de
la misma. (Sarrulle, 1998).
19
Capítulo II: Sistema Penal y Sociedad
20
“resolver” los conflictos penales que se suscitan en la sociedad.
Así, según datos del Ministerio de Justicia de la Nación, la
cantidad de sentencias condenatorias frente a la cantidad de
delitos denunciados son los siguientes, reflejando un porcentaje
de efectividad en los conflictos penales de (ver cuadro 1.1)
21
facultades menores y luego, ya sea por razones de sobrecarga
de trabajo o prioridades o por cualquier otra razón, no ejerza en
concreto esta persecución penal. (Binder, 2009)
Como hablamos en apartados anteriores, el principio general
(Legalidad) es que el estado debe ejercer el poder penal en
todos los delitos producidos en la sociedad. Sin embargo, ésta es
una definición genérica, ya que en el caso particular el Estado,
en la mayoría de las veces, o porque no tiene interés o porque
los recursos son siempre escasos decide perseguir otros casos de
mayor relevancia. Ésta decisión de “seleccionar” los casos
penales es la oportunidad penal.
El juicio de relevancia, es una valoración que se realiza en
abstracto, de política criminal, que no participa la víctima, cuya
valoración es en concreto y justifica, ya que a ella es la que ha
sufrido la vulneración de sus derechos, siempre la necesidad de
persecución. Pero es el Estado el que le ha quitado la posibilidad
de solicitar a las autoridades que se le reconozcan sus derechos
vulnerados, para luego, no ejercer la persecución.
Independientemente de esto, el damnificado al ingresar al
sistema penal como víctima ve condicionada la reparación del
perjuicio recibido al pronunciamiento de la justicia respecto al
ilícito penal a fin de solicitar en sede civil la indemnización
correspondiente al perjuicio recibido. (Art. 1101 y 1102 CC)
En el año 94, a través de la ley 24316, se agregó a nuestro
Código Penal la figura de la Suspensión de juicio a prueba,
permitiendo al imputado de un delito cuyo máximo en la escala
penal no exceda los 3 años de prisión o reclusión solicitar la
suspensión del juicio a prueba.
En la solicitud, el imputado deberá ofrecer hacerse cargo de la
reparación del daño causado, en la medida de lo posible.
Para que la solicitud tenga efecto no se requiere que el
damnificado acepte la reparación ofrecida, ya que es el Juez el
22
que decidirá si acepta o no el ofrecimiento del imputado. En caso
de que la víctima no acepte el ofrecimiento dispuesto por el
imputado y aceptado por el juez, tiene habilitada la acción civil.
Otro efecto que tiene la probation con respecto a la víctima del
delito es que hace inaplicables las reglas de prejudicialidad (Art.
1101 y 1102 C.C.) penal arriba comentadas.
Como vemos el sistema penal actual es incapaz de dar una
respuesta efectiva a la víctima, ya sea por su limitada capacidad
de respuesta, ya sea porque la respuestas que el procedimiento
puede ofrecer impiden satisfacer las necesidades de la víctima,
ya que los intereses de ésta no siempre concuerdan con las
posibles derivaciones y efectos de una decisión judicial. (Highton,
Alvarez y Gregorio; 1998)
Además de la capacidad de respuesta que brinda el Estado a la
víctima del delito, se encuentra otro efecto negativo no menor:
el de la victimización secundaria.
La victimización secundaria es el trato que recibe la víctima por
parte de las agencias del Sistema Penal, y el modo en que éstas
abordan su caso, a menudo suele provocar una decepción en
quien se ha visto perjudicado por el accionar delictivo. (Barmat,
2000)
La víctima, en el procedimiento del sistema penal, se ve obligado
a recordar repetidas veces la experiencia que ha tenido que vivir.
23
La prisión preventiva es otro problema que trae consigo el
sistema penal, y en la Argentina se agrava más ya que el
número de personas privadas de su libertad sin sentencia firme
son más de la mitad de la población carcelaria. (Ver cuadro 2.1).
La misma no se utiliza con fines procesales, tal como lo
establecen
Informe SNEEP 2010la- Dirección
Constitución Nacional
Nacional de Política Criminal enymateria
los depactos con igual
Justicia y Legislación Penal
jerarquía, sino que
| Subsecretaría son verdaderas
de Política penas
Criminal | Ministerio adelantadas.
de Justicia y Derechos Humanos
2
CUADRO (2.1): Cantidad de internos por condición procesal.
Imput. Menores o %
Provincia o Serv. Penit. Condenados Procesados Total
sin discr. Procesados
Servicio Penitenciario Federal 4592 4888 43 9523 51%
Buenos Aires 9976 16435 492 26903 61%
Catamarca 251 229 480 48%
Chaco 643 388 39 1070 36%
Chubut 94 46 140 33%
Córdoba 2766 3906 5862 67%
Corrientes 513 336 33 882 38%
Entre Ríos 583 187 2 770 24%
Formosa 194 133 7 334 40%
Jujuy 275 304 1 580 52%
La Pampa 95 65 2 162 40%
La Rioja 141 157 34 332 47%
Mendoza 1692 934 2626 36%
Misiones 608 405 59 1073 38%
Neuquén 383 158 541 29%
Río Negro 402 139 541 26%
Salta 1020 874 31 1925 45%
San Juan 403 384 787 49%
San Luís 223 253 476 53%
Santa Cruz 74 50 124 40%
Santa Fé 1693 878 1 2572 34%
Santiago del Estero 202 119 321 37%
Tierra del Fuego 70 46 116 40%
Tucumán 427 638 20 1085 59%
Total Nacional 27320 31952 764 59225 54%
2
Datos suministrados por la Dirección Nacional de Política Criminal en materia de Justicia y
Legislación Penal Subsecretaría de Política Criminal. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos,
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Consultado el 10-10-2012 en
http:http://www.infojus.gov.ar/_pdf/sneep/InformeSNEEPARGENTINA2010.pdf
24
El CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), en su informe
anual 2012, informa que en la Provincia de Buenos Aires, del
total de los presos sin condena el 88% todavía no llegó a juicio.
Además estiman que alrededor de 6000 personas presa sin
condena (alrededor de un 30 %) obtendrá la absolución3.
Además, en nuestro derecho penal, como regla general a los
delitos se los castiga con penas de prisión o reclusión.
La cárcel supone un sistema total. Funciona como sistema
autónomo, con sus propias normas, sus diferentes roles,
patrones de comportamiento, sistemas y códigos de
comunicación, estilos de vida, su propia economía sumergida,
sus grupos de presión, sus agentes de control formales e
informales. (Bernabé, 2001)
La cárcel se caracteriza por la rigidez de su organización, con sus
procedimientos absolutamente burocráticos. Sobre el reo pesa
una estructura con normas rígidas, donde todo se encuentra
reglamentado: el descanso, las relaciones sexuales, las visitas, el
patio). Esta estructura genera una dependencia absoluta del reo
a la institución total. En general, en la prisión reina la atonía y el
aburrimiento. Fuera de eso es un orden sin finalidad, una
disciplina formalista sin objetivo ni virtud, tan sólo que no
molesten. (Bernabé, 2001)
Otro punto que debemos destacar es el efecto somático que
presenta la vida en la prisión. La misma genera alteraciones
sensoriales, en la imagen personal y en la estructura física del
reo.
1. Problemas sensoriales: el hacinamiento y los espacios
reducidos en el que se deposita al reo produce alteraciones en
los sentidos.
3
CELS: “Derechos Humanos en la Argentina. Informe anual 2012”. Consultado el 30-11-2012 en
www.cels.org.ar/common/documentos/Informe2012.pdf
25
1.a. Visión: La arquitectura misma de la prisión, en donde
el reo se encuentra continuamente con obstáculos a la visión.
Así, las prisiones están construidas con muros altos, pequeñas
ventanas, con lugares con poca o nula luz natural, nula gama de
colores. Esa configuración espacial produce frecuentes dolores de
cabeza y deformaciones en la percepción visual, tanto de las
figuras como de los colores.
1.b. Olfato y gusto: la falta de estímulos sensoriales hacen
que el reo pierdas capacidades olfativas y del gusto. En la cárcel
todo huele igual y la comida siempre es desabrida.
26
otra parte, la familia tiene que cargar con la estigmatización de
la sociedad hacia ellos por tener un integrante preso.
Cuando el reo recupere la libertad, nuevamente deberá
adaptarse a un ambiente distinto, los efectos de la prisionización
continuarán en la mente del liberado. Sin preparación alguna
pasa de la cárcel, donde se le dice todo lo que tiene que hacer,
cómo hacerlo y dónde hacerlo; ahora ha de tomar sus propias
decisiones, ponderar las consecuencias, pensar alternativas,
planificar su vida en su sistema por completo distinto del
penitenciario. (Bernabé, 2001)
La inserción social se produce afuera de la prisión, no dentro de
ella, pero los liberados para lograr esta inserción deben sortear
distintos problemas, desde conseguir un trabajo digno, volver a
armonizar sus relaciones familiares y, como muchas veces
ocurre, resolver el inconveniente con la adicción a las drogas.
Conseguir trabajo es una odisea para los liberados, que tienen
baja autoestima, baja o casi nula capacitación laboral. Además
deben luchar contra la estigmatización social de ser un ex
presidiario.
27
La respuesta que tiene que brindar el Estado es la aplicación de
un castigo, cuanto más fuerte es el castigo más justa es la
percepción de justicia.
Sumada a la incorrecta sensación de justicia, nuestro sistema
penal es deficiente para resolver, no ya todos los delitos, sino la
mitad de ellos. Como se muestra en el cuadro 1.1 ninguno de los
delitos que son denunciados llegan a la mitad de las sentencias
condenatorias y si los juntamos a todos, la capacidad de
sentencias con respecto a las denuncias es del 3,14%.
Esta escasa capacidad de resolución de los conflictos penales se
condice con la capacidad de procesamiento de causas de los
juzgados, ya que los mismos se encuentran saturados de causas
trabadas por un sistema altamente burocratizado.
Un sistema penal basado puramente en la retribución produce
una visión de la justicia puramente vengativa, cárceles llenas y
conflictos sin resolución.
28
Capítulo III: Justicia Restaurativa
Introducción
29
2. ¿Cuáles son las necesidades de la víctima?
3. ¿Quién tiene la obligación de satisfacer esas
necesidades?
Mediación
30
La mediación penal será abordada en el Capítulo IV del presente
trabajo.
Reuniones restaurativas
31
oportunidad de olvidar y perdonar, lo que a su vez favorece la
reinserción del autor del delito en la comunidad. (Mayorga
Agüero, 2009)
Círculos
32
2. Momento de inicio del procedimiento: Los
procedimientos restaurativos pueden iniciarse y llevarse a
cabo en cualquier momento o etapa. Pueden iniciarse con
las actuaciones de la instrucción, en la etapa de juicio e,
incluso, cuando el infractor ha sido condenado y se
encuentra cumpliendo su pena. En este último caso es el
juez penal el que, analizando las circunstancias del caso,
decidirá los beneficios que otorgará al infractor el
cumplimiento del acuerdo restaurativo.
33
proyectar una salida hacia delante que permita el futuro
alivio de las partes. (Caram, 2006)
34
Los procedimientos restaurativos le otorgan a la víctima el
poder de resolución de su conflicto.
35
Ofrecer una explicación a la víctima de los motivos que
llevaron a realizar la acción delictiva.
Pedir disculpas.
Se le abre la posibilidad de participar en la decisión sobre la
forma que se reparará el daño causado por su accionar.
La posibilidad de enmendar la propia imagen de persona
humana.
La posibilidad de recuperar la propia imagen logra que el
victimario se reintegre de una manera más rápida a la
comunidad, sin necesidad de sufrir un castigo altamente
denigrante y excluyente como es la cárcel.
36
se pierde el contacto diario con la persona y son testigos
directos del deterioro que sufre el reo en la prisión. Al
proponer un sistema de resolución de conflictos que excluya el
encarcelamiento como resultado, no solamente no se verían
afectadas estas relaciones sino que se abriría la posibilidad de
transmisión de las experiencias positivas aprendidas.
Costos económicos: la rápida resolución de los conflictos
generará una disminución de los costos económicos.
37
Capítulo IV: Mediación Penal
38
En este punto se diferencia de la mediación civil, donde el
mediador, a fin de que no se vea comprometida su neutralidad o
imagen de neutralidad, evita el contacto previo con los
participantes.
39
La mediación penal y las garantías constitucionales.
40
aquellos que se realizan en momentos posteriores a la sentencia.
Obviamente en este caso no se encuentra en riesgo la garantía
de inocencia ya que ella fué vencida en proceso anterior. Lo que
preocupa son aquellos procedimientos que son anteriores a la
sentencia condenatoria.
En procedimientos que aún no se ha probado la culpabilidad, es
posible que el señalado como presunto culpable accediera a la
mediación penal por temor a una declaración de culpabilidad
futura que le genere una pena de prisión efectiva.
Si bien cabe la posibilidad de que sucedan situaciones similares a
la arriba comentada, esta misma crítica le cabe a la suspensión
del juicio a prueba, pues tampoco se tiene una sentencia
condenatoria cuando se solicita.
Igualmente, las mediaciones penales que se realizan en la etapa
de instrucción de la causa es importante que el imputado sea
consciente del hecho delictivo y que conozca que su participación
en voluntaria. Es indispensable que sea acompañado siempre por
un abogado de confianza para tomar la decisión de participar en
la mediación.
Hay que recalcar que para no vulnerar el principio de inocencia,
lo tratado en las audiencias preparatorias, en las audiencias con
las víctimas no se puede utilizar como prueba ni confesión por
parte del imputado en juicio posterior. Además, toda confesión
de los hechos de la causa no deben figurar en el acta acuerdo
que resulte de la mediación penal.
41
represión penal, algunas provincias fueron insertando programas
de mediación en sus procedimientos penales.
Los procedimientos de mediación fueron, en primer lugar, vistos
con mejor ojo para los delitos cometidos por menores de edad.
Así, la Provincia de Mendoza, de Neuquén y de Santa Fé
dispusieron la mediación para aquellos hechos delictivos
cometidos por menores de edad.
A continuación se desarrollarán los procedimientos de mediación
en las provincias.
42
Ministerio Público. Para proceder se necesitará el consentimiento
expreso de la víctima del delito.
Casos en los que procede. El art. 6 establece que “La Oficina de
Resolución Alternativa de Conflictos departamental deberá tomar
intervención en cada caso en que los Agentes Fiscales deriven
una Investigación Penal Preparatoria, siempre que se trate de
causas correccionales.
Sin perjuicio de lo anterior, se consideran casos especialmente
susceptibles de sometimiento al presente régimen:
43
No se admitirá una nueva mediación penal respecto de quien
hubiese incumplido un acuerdo en un trámite anterior, o no haya
transcurrido un mínimo de cinco años de la firma de un acuerdo
de resolución alternativa de conflictos penal en otra
investigación.”
El plazo para realizar el procedimiento es de 30 días antes de la
fecha establecida para la audiencia del debate oral.
Los acuerdos cumplidos, en el que las partes estén satisfechas,
provocan el archivo de las actuaciones por parte del Agente
Fiscal. Es importante aclarar que los acuerdos no provocan
asunción de la culpabilidad para un posible proceso posterior.
44
acuerdo al que se arribe en la mediación solamente podrá ser
aceptado luego de que el autor repare su hecho. En estas
mediaciones el Tribunal podrá disminuir la pena al grado de
tentativa o al mínimo de la escala penal, también podrá tenerse
en cuenta al momento de considerar la concesión de la ejecución
condicional, el pedido de indulto y la conmutación de la pena.
En los dos casos, tanto en la provincia de Buenos Aires como en
la Provincia del Chaco se encuentran limitaciones subjetivas para
la aplicación de la mediación penal, referentes a la condición de
funcionario público del sujeto activo.
45
estuvieren constituidos por uniones de hecho. -artículo 8° de la
Ley N° 24.417 de Protección contra la Violencia Familiar. No
establece limitaciones para delitos funcionales.
No se admitirá una nueva mediación penal cuando se hubiese
incumplido un acuerdo en trámite anterior, o no haya
transcurrido 2 años desde la firma de un acuerdo de resolución
anterior.
El programa de mediación se encuentra implementado a través
de la Oficina de Acceso a la Justicia y Métodos Alternativos
de Solución de Conflictos, dependiente de la Dirección de
Política Judicial del Consejo de la Magistratura de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. (Fuente: CSJN)
El arreglo al que lleguen las partes constituye un arreglo privado,
que puede ir desde un pedido de disculpas hasta una prestación
pecuniaria. Lo importante es que en principio no hay
restricciones en las obligaciones pactadas, sólo las de derecho
común.
Además, la Ciudad de Buenos Aires cuenta con un régimen
especial de mediación penal para menores de 16 a 18 años de
edad, establecido por la ley 2451.
46
partes, posibilitar la reparación voluntaria del daño causado,
evitar la revictimización, promover la autocomposición en un
marco jurisdiccional y con pleno respeto de las garantías
constitucionales.
El acuerdo al que se llegue tiene efecto de una sentencia y no
necesita de homologación posterior, salvo aquellos en el que
participen menores, en cuyo caso el acuerdo deberá contar con
la aprobación del Ministerio Pupilar.
47
promover la aplicación de medidas no privativas de la libertad,
así como las garantías mínimas que deben tener aquellas
personas a quienes se aplican medidas sustitutivas de la prisión.
Las Reglas tienen por objeto fomentar una mayor participación
de la comunidad en la gestión de la justicia penal, especialmente
en lo que respecta al tratamiento del delincuente, así como
fomentar entre los delincuentes el sentido de su responsabilidad
hacia la sociedad.
Las Reglas rescatan que los sistemas de justicia penal de cada
país, en acatamiento de las reglas dispuestas, deben establecer
una serie de medidas no privativas de la libertad, las cuales
podrían aplicar, tanto desde la fase anterior al juicio, hasta la
fase de ejecución de sentencia.4
En el año 2000 El Consejo Económico y Social de las Naciones
Unidas a través de la Resolución 2000/11, “Declaración de Viena
sobre la delincuencia y la justicia: frente a los retos del siglo
XXI”, decidió establecer planes de acción nacionales, regionales
e internacionales en apoyo a las víctimas, para los casos en que
sea procedente la Justicia Restaurativa. En la misma resolución,
se incluyen mecanismos de mediación y Justicia Restitutiva, e
insta a los Estados a que revisen sus prácticas y amplíen sus
servicios de justicia que incluya los mecanismos antes
mencionados.
2. Comunidad Europea
4
Arias Madrigal, Doris María y Otros. “Programa de justicia Restaurativa en el proceso
penal”, 2011. Consultado el 25/10/2012 en
http://www.justiciarestaurativa.org/news/justicia%20restaurativa.pdf
48
de delitos antes, durante y después de los procesos penales.
Además, en el artículo 10, insta a los Estados miembros a que
procuren impulsar los procedimientos de mediación entre las
víctimas y los infractores y deberán velar por que pueda tenerse
en consideración todo acuerdo entre ambas partes en las causas
penales.
Para la aplicación de lo dispuesto en el artículo 10, el Consejo
establece que los Estados Miembros deberán poner en vigor las
disposiciones legales, reglamentarias y administrativas a más
tardar el 22 de junio de 2006.
En el año 2009 la Comisión de las Comunidades Europeas
elaboró un informe sobre el cumplimiento de la Decisión marco.
El informe destaca:
“El artículo 10 obliga a los Estados miembros a impulsar la
mediación en los casos apropiados. La mayoría de los Estados
miembros cuentan con un régimen que posibilita la mediación.
Luxemburgo limita el recurso a la mediación penal al fiscal sin
que las partes tengan derecho de iniciativa. En Eslovenia, el
fiscal puede decidir remitir el asunto a la mediación, pero ésta
sólo podrá tener lugar con el consentimiento del autor de la
infracción y de la víctima; una vez recibida la notificación del
cumplimiento de las condiciones del acuerdo, el fiscal retira la
acusación. En Polonia y Finlandia, la mediación puede reducir la
severidad de la pena. En Lituania, si las partes acuerdan una
mediación, el proceso penal queda en suspenso y en Bulgaria, el
acuerdo de mediación tiene carácter vinculante para las partes.
En Suecia la mediación está disponible cuando el autor de la
infracción es menor de 21 años.
En Chipre y Dinamarca, la mediación no está regulada.
Dinamarca está estudiando la posibilidad de introducir
definitivamente la mediación tras un proyecto piloto iniciado en
1994 y que se prorrogó en 2003 y 2007.”
49
3. Estados Unidos
50
la libertad condicional, una sentencia reducida, o la
anulación de los cargos.
3. Post-sentencia: Después de la sentencia, como parte de las
condiciones para libertad condicional o supervisada, o aún
durante el encarcelamiento, también se puede usar la
mediación. Esta es, en realidad, un poco diferente a los
otros modelos de mediación entre víctima y ofensor ya que
enfatiza menos la resolución del conflicto o la restitución y
se enfoca más en las necesidades de las víctimas, la
reconciliación, y la curación emocional de las partes. Este
tipo de mediación se ha usado en casos de homicidio
donde el ofensor generalmente está en la cárcel y los
familiares de la víctima sienten la necesidad de confrontar
al ofensor. Cita:
http://www.mediate.com/articles/mediacion_entre_v.cfm
Latinoamérica
1. Chile
51
Acuerdos reparatorios. La mediación penal se da a través de
éstos acuerdos reparatorios.
Los acuerdos reparatorios consisten en un acuerdo entre víctima
e imputado, prestado en forma libre y con pleno conocimiento de
sus derechos, mediante el cual el imputado se compromete a
reparar a la víctima de una forma que resulte satisfactoria para
ésta, y que es aprobado por el juez de garantía, produciendo la
extinción de la responsabilidad penal una vez que el acuerdo se
encuentra cumplido. (Díaz, Alejandra 2010). La reparación puede
consistir en objetos materiales o simplemente un pedido de
disculpas.
Son susceptibles de acuerdos reparatorios los delitos que afecten
bienes jurídicos de carácter patrimonial, lesiones (menos las
graves) y los delitos culposos en general.
La oportunidad para celebrar los acuerdos es desde la
formulación de los cargos hasta la audiencia preparatoria para el
juicio oral.
Como en todos los medios alternativos de resolución de
conflictos penales, lo tratado en las audiencias y lo dispuesto en
los acuerdos no puede ser utilizado como aceptación de
culpabilidad en juicio posterior.
Los Acuerdos reparatorios para su validez deben ser aprobados
con posterioridad por el juez de garantía, que es el que debe
verificar el cumplimiento de los requisitos legales del
procedimiento (delito susceptible de acuerdo, que se haya
prestado libre y voluntariamente, cuando la persecución penal
guarde un interés público).
2. Colombia
52
de la acción penal (Art. 77. Extinción. La acción penal se
extingue por, ..., aplicación del principio de oportunidad, ...) y
agrega que el principio de oportunidad se aplicará cuando
proceda la suspensión del procedimiento a prueba en el marco
de la justicia restaurativa y como consecuencia de este se
cumpla con las condiciones impuestas.
El Código define a los programas de justicia restaurativa como
todo proceso en el que la víctima y el imputado, acusado o
sentenciado, participan conjuntamente de forma activa en la
resolución de cuestiones derivadas del delito en busca de un
resultado restaurativo. Además entiende por resultado
restaurativo el acuerdo encaminado a atender las necesidades y
responsabilidades individuales y colectivas de las partes y a
lograr la reintegración de la víctima y el infractor en la
comunidad en busca de la reparación, restitución y el servicio a
la comunidad.
Los mecanismos que utiliza la justicia colombiana para llevar a
cabo la justicia restaurativa son la conciliación preprocesal y la
mediación.
La conciliación preprocesal se lleva a cabo de manera obligatoria
y como requisito de procedibilidad para el ejercicio de la acción
penal en aquellos delitos querellables.
La mediación procede en aquellos delitos cuya pena no exceda
los 5 años de prisión y siempre que el bien jurídico protegido no
sobrepase la órbita personal del perjudicado. Es requisito
ineludible que el procedimiento sea aceptado de manera expresa
y voluntaria por parte de la víctima y el imputado o acusado.
En aquellos delitos con pena mayor a cinco años se podrá llevar
a cabo la mediación, pero la misma tendrá efecto solamente para
otorgar beneficios durante el trámite de la actuación o para
obtener una disminución de la pena.
53
El acuerdo tiene efectos vinculantes con respecto a las partes,
por lo que excluye el ejercicio de la acción civil derivada del
delito. Con respecto a los efectos sobre la acción penal, el
mediador debe enviar un informe al fiscal o al juez para que
estos valoren el efecto que tendrá la mediación en las
actuaciones.
54
Capítulo V: Procedimiento de Mediación
1. Voluntariedad
El procedimiento de la mediación es esencialmente voluntario,
las partes deben prestar su conformidad en la participación del
procedimiento por escrito.
En caso de que la solicitud de resolver el conflicto a través de
mediación sea hecha por el fiscal, el mismo debe notificar a las
partes para que presten conformidad. Además, cualquiera de las
partes puede solicitar que se remita a mediación el conflicto, el
pedido debe hacerse al fiscal que deberá comunicar a la otra
parte del conflicto para que ésta preste su conformidad. Sin la
conformidad de la otra parte no puede iniciarse el trámite de
mediación.
Es importante que ninguna de las partes sea coaccionada, ni
inducida a participar ni a aceptar los resultados de la mediación.
2. Confidencialidad
Este principio garantiza que todo lo hablado en las audiencias
previas y en las audiencias propiamente son confidenciales. La
confidencialidad no solamente incluye a los verbal, sino que
también hace referencia a toda documentación que se presente
en las audiencias.
55
La confidencialidad no solamente abarca a las partes sino a todos
los actores del proceso que participen en el procedimiento de
mediación.
Va de suyo que lo realizado en la mediación no podrá ser
utilizado por las partes en juicio posterior, ni por los fiscales
como prueba.
3. Inmediatez
La inmediatez consiste en el contacto directo entre las partes y el
mediador, sin ningún intermediario.
El contacto puede consistir en una reunión “cara a cara” entre la
víctima y el infractor o un contacto directo con el mediador por
separado.
4. Celeridad
Uno de los requisitos indispensables es la celeridad en las
actuaciones a fin de que las partes puedan resolver sus conflictos
de manera rápida. La mayoría de las legislaciones establece un
plazo de 60 días para finalizar el procedimiento, extendible a
solicitud del mediador en consenso con las partes intervinientes.
5. Gratuidad
El procedimiento de mediación penal debe ser gratuito para las
partes. Al Estado le interesa que se resuelvan los conflictos de
manera pacífica, es por ello que debe disponer de un centro
público de mediación, en el que se brinda a las partes la
asistencia de un mediador preparado para asistir a las partes a
resolver sus conflictos. El acceso al centro público de mediación
debe ser libre y gratuito.
56
6. Informalidad
En el procedimiento de mediación es esencialmente informal.
Con ello se intenta quitar el formalismo y rigidez en el que están
inmersos los procedimientos judiciales ordinarios.
Al no haber un procedimiento tipo establecido para las
mediaciones, el mediador puede construir su estrategia
dependiendo del tipo de conflicto o de la situación particular de
cada una de las partes.
57
prestaciones establecidas en el acuerdo, podrá ser apreciado por
el juez o tribunal interviniente para una reducción de la condena
al mínimo legal o aplicar la pena dispuesta para la tentativa.
Procedimiento de mediación
58
a mediación se establecerá día y hora para la realización de la
audiencia.
2. Etapa de mediación
3. Acuerdo
59
4. Cumplimiento
Legitimados activos
60
a cometer el ilícito; por otro lado, el victimario intentará ponerse
en el lugar de víctima, escuchando el relato de la otra parte. Allí
deberá comprender los miedos, las pérdidas que soportó, la
sensación que le produjo el hecho.
Se buscará que el infractor comprenda los resultados de su
accionar delictivo. La mediación es una oportunidad para que el
autor reflexione sobre su accionar y, además es el espacio donde
deberá buscar la forma de reparar el daño causado.
La víctima, por su parte, deberá encontrar en la mediación el
espacio para expresar las sensaciones que le provocaron la
experiencia traumática del delito. Además deberá estar dispuesta
a escuchar y comprender a la otra parte.
Es indispensable que las partes estén interesadas en resolver de
manera pacífica su conflicto, que estén abiertas a la posibilidad
de comprender a la otra persona, a perdonar, ya que son ellas
las únicas que podrán poner fin a su situación.
61
mediador no crea conveniente o porque las partes no deseen
proseguir, se devuelve el expediente a la fiscalía actuante.
El mediador penal
Características
1. Imparcialidad
El mediador no debe estar comprometido con ninguna de las
partes, incluso no debe comprometerse con la consecución de
ningún tipo de acuerdo ya que el procedimiento le pertenece a
62
las partes que delegan su conducción al mediador. Por ello debe
establecerse los mismos motivos de excusación y recusación que
se establecen en los códigos de procedimiento para los
magistrados. También podrá abstenerse de participar como
mediador cuando por cualquier motivo crea que se encuentra
vulnerada su imparcialidad.
2. Neutralidad
3. Confidencialidad
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salvo que las partes participantes otorguen el permiso
correspondiente.
4. Información
Requisitos
El acuerdo
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El acta-acuerdo es redactada por el mediador actuante y debe
contener las siguientes formalidades:
3. Acuerdo
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Si una de las obligaciones que se asume es la realización
de algún tratamiento médico, deberá quedar identificado
en el acta el nombre del profesional o la institución y los
plazos en el que deberán presentarse los certificados de
cumplimiento.
Firma: el acta acuerdo debe estar firmada por cada una de
las partes y por el mediador.
Homologación: el acuerdo, para su validez debe estar
homologado por el juez interviniente.
66
Conclusión
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Bibliografía
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HIGHTON, Elena I., ÁLVAREZ, Gladys S. y GREGORIO, Carlos G.
(1998) Resolución alternativa de disputas y sistema penal.
Buenos Aires: Editorial AD-HOC.
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0Documentos/Iter%20Criminis%20Numero_3/conclusiones%20d
el%20curso.pdf
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