Celemín y Velázquez (2011) PDF

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Indice de calidad ambiental de la ciudad y provincia de Buenos Aires 71

Estimación de un índice de calidad


ambiental para la
Ciudad y Provincia de Buenos Aires

Juan Pablo Celemín


CONICET-Universidad Nacional de Mar del Plata

Guillermo Ángel Velázquez


CONICET-CIG-Universidad Nacional del Centro
de la Provincia de Buenos Aires

Resumen
La elaboración y utilización de indicadores e índices resulta cada vez más necesaria
para conocer y dimensionar adecuadamente aspectos vinculados con las condiciones
de vida de la población en diferentes escalas. En la Argentina, sin embargo, existe
retraso en la producción de índices ambientales con respecto a la de otros asociados
con variables sociales y económicas. Para comenzar a suplir esta carencia este trabajo
plantea la elaboración de un índice de calidad ambiental para la Provincia de Buenos
Aires y la Capital Federal de la República Argentina. Para su implementación recurre
a veintitrés variables agrupadas en dos grandes dimensiones denominadas a) recursos
escénicos, recreativos o de amenidad y b) problemas ambientales. La configuración
espacial permite destacar como los municipios ubicados en zonas naturales atractivas y
con un componente demográfico medio resultan los de mejor valoración en relación a las
grandes aglomeraciones que poseen variados problemas ambientales.
Palabras clave: índice de calidad ambiental, desarrollo de índices, ciudad y provincia de Buenos Aires

Abstract
The development and use of indicators and indices is increasingly necessary to under-
stand and adequately measure the living conditions of the population at different scales.
In Argentina, however, there has been a delay in the production of environmental indices
in relation to others associated with social and economic variables. To fill this gap this
paper proposes the development of an environmental quality index for the Province of
Buenos Aires and the Federal Capital of Argentina. For its implementation twenty-three
variables are grouped into two broad dimensions called a) scenic, recreational or amenity
resources, and b) environmental problems. The spatial configuration shows that mu-
nicipalities located in attractive natural areas and with a medium population component
have the best scores in contrast to large urbanizations that share various environmental
problems.
Keywords: environmental quality index, development of indices, city and province of Buenos Aires

Journal of Latin American Geography, 10 (1), 2011 © Conference of Latin Americanist Geographers
72 Journal of Latin American Geography

Introducción
Los índices sirven tanto para informar al público en general como a los
agentes con capacidad de elaborar estrategias tendientes a mejorar las condiciones de
vida de la población (Tanguay et al. 2010). La principal limitación para su elaboración
es la accesibilidad, disponibilidad y confiabilidad de datos estadísticos, en particular
aquellos que describen características a escala urbana o municipal. Además la agregación
y simplificación de la información, con el objetivo de la divulgación científica, reduce el
poder analítico de los resultados pero, a su vez, hace visibles a todos los estratos de la
sociedad gran cantidad de datos resumidos (Figura 1).

Figura 1. Relación entre cantidad de información y público destinatario


(Fuente: Tanguay et al. 2010)

Diferentes organismos nacionales, provinciales y municipales elaboran


periódicamente indicadores para conocer el contexto socioeconómico de sus
correspondientes jurisdicciones. Sin embargo, las variables ambientales poseen escalas
de análisis y características diferenciales respecto de las sociales, además de tener
fuentes de información más dispersas dificultando, entonces, la tarea de compatibilizar
la información ambiental con la socioeconómica. En muchos casos, las fuentes de
información, y en particular los datos de tipo ambiental, no existen o están dispersos,
o no son comparables o accesibles, de manera que sería necesario establecer nuevos
sistemas de información ambiental que permitan obtener una mirada más compleja y
abarcadora del fenómeno permitiendo interpretar, e incluso visualizar, las tendencias en
la producción urbana y sus posibles impactos socioambientales (Carballo 2005). Esto
hace que en un análisis como el presente se deba buscar un compromiso entre escala de
análisis, disponibilidad de información y recursos existentes.
La importancia actual de los índices ambientales radica en la preocupación de
ciertos grupos sociales por los aspectos ambientales del desarrollo y el bienestar social,
proceso que requiere cada vez mayor y más sofisticada información ambiental. Por ello,
el objetivo de este trabajo es elaborar y mostrar la distribución espacial de un Índice de
Calidad Ambiental (ICA) aplicado a los municipios de la Provincia de Buenos Aires (PBA)
y a la Capital Federal (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, CABA) que considera los
recursos recreativos, tanto de base natural como construidos y a los costos ambientales,
destacando sus disparidades en el territorio en cuestión. Consiguientemente, el ICA
se propone, por un lado, dimensionar la magnitud de algunos problemas ambientales
Indice de calidad ambiental de la ciudad y provincia de Buenos Aires 73

que afectan al bienestar de la población. Por otro, en el caso de elementos subjetivos


como la valoración de los recursos escénicos o de los elementos de esparcimiento,
una cuantificación de la percepción. Para ello es necesario partir de una concepción
amplia del ambiente: es decir el conjunto de las diferentes relaciones establecidas entre
la sociedad y el medio físico, construido o hecho artificial, que tiene lugar en un espacio
territorial acotado. Implica considerar simultáneamente usos de la tierra yuxtapuestos
entre sí, multiplicidad de procesos y actores productores y reproductores de ese medio,
variedad de significados y símbolos culturales (Herzer y Gurevich 2006: 76) que alcanzan
su máxima expresión en la ciudades y su entorno, ya que producen un medio ambiente
que le es propio cuya principal característica es estar “socialmente construido”, lo que
lo diferencia fundamentalmente del medio ambiente natural estudiado por la ecología,
aspecto poco subrayado (Metzger 2006: 47).

Antecedentes en elaboración y ponderación de índices de calidad


ambiental
Los economistas están entre los primeros en elaborar índices para conocer la
situación de las grandes ciudades y se basan, principalmente, en métodos hedónicos que
recurren a precios implícitos que pueden ser utilizados para formar los índices y comparar
la valoración de los consumidores marginales de diferentes bienes públicos locales, tal
como plantea desde el punto de vista metodológico Kahn (2006) y empíricamente Gabriel
et al. (2003). También puede ser empleado en grandes ciudades a nivel intraurbano, tal es
el caso de Buenos Aires (Cruces et al. 2008). Desde esta perspectiva los investigadores se
preguntan, a modo de ejemplo ¿Cuánto más podría costar alquilar la misma vivienda, si la
estructura se encuentra en un clima templado y no en un clima cálido y húmedo? o ¿Qué
diferencia hay entre el salario que percibe un individuo por la misma actividad en ciudades
con índices de criminalidad muy diferentes? La crítica a este tipo de procedimiento
es su reduccionismo economicista donde todo tiene que estar vinculado con el valor
monetario. Así, para Rogerson (1999) y McCann (2004), en ese marco, la ciudad es vista
exclusivamente como un bien que debe ser etiquetado como parte de un proceso de
competición interurbana por la atracción del capital y de recursos humanos calificados.
En general los índices de calidad de vida incorporan las variables ambientales
habituales que están asociadas con la contaminación, calidad del agua, atractivos
naturales, etc. (Andrews 2001; Rahman et al. 2003 y los mencionados con anterioridad)
pero también consideran otras vinculadas con la calidad del ambiente urbano desde
una perspectiva más amplia como pueden ser el transporte y seguridad, por ejemplo.
No obstante, tienden a ignorar una característica muy importante en las ciudades: las
amenidades y aspectos culturales. Aunque existen trabajos que vinculan al turismo con
las condiciones de vida de la población, muy pocos destacan el papel de las “industrias
culturales” en el crecimiento y desarrollo de una localidad y en la mejora de la estética
urbana (Nissan 1997). El mismo investigador desarrolló un índice para las artes (cultura)
y recreación a partir de veinte variables para las áreas metropolitanas más importantes de
Canadá y Estados Unidos. Por su parte Vázquez (2000) recorre diferentes metodologías y
establece que las vinculadas con las valoraciones directas son apropiadas para determinar
el uso de los espacios recreativos de España. En particular sostiene que los servicios que
derivan de la conservación de las áreas naturales presentan características de bien público
debido a la no rivalidad en su consumo; es decir, éste es necesariamente colectivo sin que
nadie pueda ser excluido de su disfrute. Como consecuencia, la asignación no puede ser
realizada por el mercado, al no ser posible ni deseable su exclusión por un sistema de
precios.
74 Journal of Latin American Geography

Cómo se ha visto los métodos de valoración desarrollados para capturar


beneficios asociados con bienes ambientales pueden ser agrupados en dos grandes
grupos: indirectos y directos. Los primeros buscan averiguar el beneficio que los
usuarios obtienen del bien ambiental a partir de la información provista por el mercado
a través de técnicas cómo el costo de viaje y precios hedónicos que permiten situarlos
claramente dentro de una visión economicista. En contraparte, los directos recurren a
impresiones subjetivas muchas veces elaboradas a partir de la utilización de cuestionarios
o encuestas. Sin embargo, también puede tener un estrecho vínculo con el mercado
ya que la valoración contingente (la técnica directa más conocida) se basa en mercados
simulados mediante cuestionarios.
El presente trabajo intenta reconocer la importancia del ambiente, de manera
separada de las restricciones impuestas por la economía tanto en su comprensión como
medición, ya que debe ser gestionado desde instituciones públicas que no tengan en
cuenta únicamente al mercado como elemento de asignación de los bienes ambientales,
impidiendo que la mayoría de la población sufra una calidad por debajo de lo deseable
(Araña et al. 2003).
Para los municipios de la República Argentina se han elaborados índices
de calidad de vida que contemplan la dimensión ambiental y que fueron ponderados
tanto con procedimientos exclusivamente matemáticos Boroni et al. (2005); Cepeda
et al. (2004); Marinelli et al. (1999) como directos (Velázquez 2008 y Gómez Lende y
Velázquez, 2005, entre otros) con resultados espacialmente similares. Por otra parte
Ramírez (2004) y Valpreda (2007) recurren a otros métodos para evaluar variables, tal es
el caso del conocido como jerarquías analíticas, basado en comparaciones de pares de
criterios (variables). El procedimiento permite asignarle mayor rigurosidad al momento
de establecer los pesos, pero no dejan de ser indirectos, ya que sigue siendo el investigador
quien determina cuando una variable es más importante que otra.

El área de estudio
La Provincia de Buenos Aires (PBA) se ubica en la región pampeana de la
República Argentina (Figura 2). Posee una superficie total de 307,571 kilómetros
cuadrados (el 8.2 por ciento del total nacional) y es la principal jurisdicción argentina
tanto desde el punto de vista demográfico como económico. Su capital es la ciudad
de La Plata, y está dividida en 134 municipios con poderes políticos y administrativos
propios. La tasa media anual de crecimiento de su población (1991-2001) es de 8.9 por
mil y la densidad demográfica en el último de aquellos años alcanzaba a 45 habitantes por
kilómetro cuadrado. El 96.4 por ciento de la población total reside en ciudades (INDEC,
2005).
Por su parte la Capital Federal, enclavada en el noreste de la PBA posee una
superficie de 202 kilómetros cuadrados y es el centro económico, político y cultural de la
república. En conjunto, ambas jurisdicciones superan el 56 por ciento del producto bruto
geográfico y el 45 por ciento de la población del país (INDEC 2003) y se encuentran
estrechamente vinculadas. De hecho la Capital Federal y veinticuatro municipios de la
provincia que la rodean conforman lo que se conoce como el Gran Buenos Aires (GBA),
un continuo urbano sin categoría jurisdiccional de casi trece millones de habitantes.
La PBA forma parte de la región pampeana destacada por su extensa llanura
con una suave inclinación hacia el Océano Atlántico. Desde el punto hidrológico se
observa gran cantidad de lagunas debidas casi todas ellas a la erosión eólica de la llanura
pampeana. Los ríos son los típicos de llanura, destacándose en le centro de la PBA, el
Salado con 700 kilómetros de extensión; mientras que en el norte predomina el Paraná
que termina en un delta que se introduce en el Río de la Plata.
Indice de calidad ambiental de la ciudad y provincia de Buenos Aires 75

Figura 2. Ubicación relativa de los municipios, principales localidades de la Provincia de


Buenos Aires y Capital Federal (Fuente: elaboración propia).

Hacia un índice de calidad ambiental


La metodología de construcción de un índice presenta gran complejidad dado
que deben seleccionarse variables representativas de la situación que se pretende mostrar.
Dichas variables, no son directamente extrapolables a otros espacios ya que cada uno de
ellos posee especificidades y dinámicas que le son propias. Por tanto, esta característica
hace que la elaboración varíe según diferentes ámbitos geográficos. Tanto en la forma
de agrupar las variables, como en su ponderación, existe un componente subjetivo. Se
trata, entonces, de un procedimiento relativamente arbitrario en el que ningún método
puede justificar con totalidad porque una variable posee mayor ponderación que otra
(Tanguay et al. 2010). Asimismo, la pertenencia de las variables a una categoría superior
no es definitiva ya que alguna puede pertenecer a más de una. Este tipo de agrupación es
una forma de organizar mejor la información de acuerdo con la similitud existente entre
las variables y la finalidad del índice.
Sobre la base de lo enunciado con anterioridad, el ICA se compuso de
veintitrés componentes centrales (Cuadro 1) desagrados en dos grandes dimensiones:
76 Journal of Latin American Geography

Cuadro 1. Variables del Índice de Calidad Ambiental


INDICE DE CALIDAD AMBIENTAL PARA PROVINCIA
DE BUENOS AIRES Y CAPITAL FEDERAL
Variable Puntuación Fuente
Playas Subjetiva Información Municipal/terreno/
imágenes satelitales
Balnearios a orillas de ríos, Subjetiva Información Municipal/terreno/
lagos, lagunas o diques imágenes satelitales
Centros termales Subjetiva Información Municipal/terreno/
imágenes satelitales
Nieve/hielo (posibilidad de Subjetiva Información Municipal/terreno/
actividades recreativas imágenes satelitales
invernales)
Relieve Subjetiva Información Municipal/terreno/
imágenes satelitales
Espejos y cursos de agua Subjetiva Información Municipal/terreno
De base /imágenes satelitales
Recursos Natural Parques y espacios verdes Subjetiva Información Municipal/terreno/
escénicos, (30%) imágenes satelitales
recreativos
o de Estética/Patrimonio Subjetiva Información Municipal/terreno
amenidad urbano
(60%) Centros culturales Subjetiva Información Municipal/terreno
Socialmente Centros comerciales y de Subjetiva Información Municipal/terreno
Construidos esparcimiento
(30%) Centros deportivos Subjetiva Información Municipal/terreno

Uso de plaguicidas en Objetiva Atlas Ambiental


agricultura De la Niñez
Participación de Industria y Objetiva Producto Bruto Geográfico
minería en el PBG
Contaminación/Ruido Subjetiva Información
/Congestionamiento Municipal/terreno/escala
urbana
Localizaciones peligrosas Subjetiva Información Municipal/terreno
/imágenes satelitales
Localizaciones con Subjetiva Información Municipal/terreno
Externalidades negativas /imágenes satelitales
Inseguridad (Tasa de Objetiva Dirección Provincial De
hechos delictivos cada 10. Estadística/ Ministerio del
000 habitantes) Interior
Asentamientos precarios Objetiva Censo Nacional 2001
(% de población residente (Información Inédita)
en villas miseria)
Basurales (% de población Objetiva Censo Nacional 2001
residente a menos de 300 (Información Inédita)
metros de un basural a
cielo abierto)
Problemas Ambientales Sismicidad y vulcanismo Objetiva Atlas Total de la Rep. Argentina
(40%) Tornados Objetiva Mapas de Riesgos Naturales en
la Argentina
Inundabilidad Objetiva Censo Nacional 2001
(Información Inédita)
Confort climático Objetiva Clasificación bioambiental de la
Rep. Argentina
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a) Los recursos escénicos y recreativos; a su vez, pueden ser de base natural


(30 por ciento) o socialmente construidos (30 por ciento). Como recursos de amenidad,
forman parte del cotidiano e inciden en el bienestar de la población. Como afirma Santos
(1996) es aquí donde la geografía puede brindar una contribución importante para otras
disciplinas sociales, porque el cotidiano pasa a ser definido por el lugar, esto es, la manera
como la gente vive su cotidiano y se vincula territorialmente en una ciudad determinada.
Debido a la carencia de información estadística sobre esta dimensión la asignación de
pesos se realizó de manera a subjetiva. Así, para la valoración de los recursos recreativos
de base natural partimos del supuesto de que cada lugar posee un atractivo predominante
(playas, relieve, parques, espejos o cursos de agua, etc.). Según su magnitud en relación
con la población residente se valoriza este atractivo predominante. Si además de este
elemento distintivo existiesen otros, éstos se contabilizan asignando puntajes adicionales
de acuerdo con su calidad (siempre respecto de la población residente).
Para ponderar los recursos recreativos socialmente construidos se parte del
supuesto de que cada lugar suele poseer varios atributos que pueden ser valorizados en
relación con la población residente. En este caso, al tratarse de recursos “reproducibles”,
se los clasifica en categorías y se les asigna un puntaje estableciendo el promedio
respectivo.
b) La segunda dimensión del ICA la constituyen los problemas (costos)
ambientales. Los problemas ambientales pueden ser definidos como los datos diversos
que tienden a configurar la entidad y magnitud del problema ambiental, caracterizando
y midiendo su expresión, alcance geográfico, duración temporal, naturaleza e intensidad
de afectación a componentes diversos del sistema ambiental (Fernández 2000: 236). Sin
información no hay manera objetiva de construir un escenario de aprehensión científica
de los problemas ni su grado de afectación ambiental.
La dimensión incluye doce posibles problemas que pueden presentarse con
diferente magnitud y que pueden afectar significativamente las condiciones de vida de la
población. Como no son excluyentes entre sí, para considerar el grado de afectación se
suman las incidencias de cada uno para establecer el respectivo subtotal.
La mayoría de los problemas ambientales pueden ser conocidos de manera
objetiva a partir de la información provista por distintos organismos municipales,
provinciales y nacionales. Dada su heterogeneidad, fueron estandarizados utilizando el
puntaje omega (0 a 10) haciéndolos comparables entre sí.
Un principio elemental a tener en cuenta al momento de asignar puntuaciones
a numerosas unidades espaciales de manera directa es el de autocorrelación espacial que
sostiene que todas las cosas están relacionadas, pero las cercanas están más relacionadas
que las distantes (Tobler 1970). En otras palabras, casi no existen los cambios abruptos
en el espacio de manera que las localidades vecinas tenderán a mostrar una estructura
demográfica, histórica y socioeconómica similar y consiguientemente poseerán
valoraciones semejantes.
Esta primera aproximación al ICA es un proceso abierto y participativo, en
permanente construcción e interpretación dado que en su constitución existen variables
objetivas y subjetivas. Para las objetivas se recurrió a fuentes estadísticas para ponderarlas
mientras que, para las subjetivas, la valoración es personal basada en información de los
sitios de los municipios, fotografías, videos, viajes a algunos de los lugares estudiados y
bibliografía. Internet es, sin dudas, el principal medio que permite recabar datos para esta
finalidad. De manera recíproca la tabla con todas las variables y sus ponderaciones está
disponible online para que cada persona interesada en la cuestión ambiental (tanto público
en general como académico) pueda ingresar sus propias ponderaciones. También se
puede descargar el shapefile (formato de archivos SIG de ESRI,) de la Provincia de Buenos
78 Journal of Latin American Geography

Aires para que la tabla pueda ser ingresada en un Sistema de Información Geográfica
(SIG) y visualizar los resultados en un mapa.1 Este tipo de herramienta ha sido de suma
utilidad ya que brinda claridad a la interpretación de los procesos socio-territoriales y
ambientales. Se utilizó el ArcGis 9.2 con el método cortes naturales para delimitar los
intervalos de los indicadores. Es el método de clasificación por defecto del programa
que utiliza un algoritmo de optimización que da lugar a clases de valores similares,
separados por puntos de interrupción. Es recomendado para datos que no se distribuyen
uniformemente y que no están muy sesgados hacia un extremo de la distribución.

Resultados
En el mapa de recursos escénicos y recreativos de base natural (Figura 3)
se puede identificar con claridad que el conjunto comúnmente denominado “mar y
sierras” registra la mayor puntuación. Comprende: a) el litoral costero atlántico, en el
cual millones de personas pasan sus vacaciones estivales en sus diversas playas de arena
fina y b) dos sistemas de serranías (Tandilia y Ventania) con orientación desde el centro
de la provincia hacia el SE, que concluyen en el mar y constituyen un atractivo recurso
escénico y recreativo durante todo el año.
Ambos rasgos geomorfológicos se destacan claramente sobre el resto de
la extensa y monótona llanura bonaerense que, en la cuenca del río Salado (pampa
deprimida), se encuentra alterada por la presencia de algunas lagunas de poca
profundidad y sometidas a un proceso de eutrofización. A pesar de esta degradación, en
virtud de su relativa cercanía al Gran Buenos Aires, en las lagunas de esta zona continúan
desarrollándose actividades náuticas y de pesca.
Finalmente, en el extremo norte de la provincia se encuentra el delta del
Paraná, verdadera singularidad geográfica vinculada con el Río de la Plata que constituye
un gran atractivo recreativo de “fin de semana” por su cercanía a la Ciudad de Buenos
Aires. Este recurso se ve amenazado por la creciente especulación inmobiliaria (vinculada
con el desarrollo de countries y barrios cerrados a partir de los años noventa) y el alto grado
de contaminación debido a la intensa actividad industrial que se desarrolla cerca de esta
zona desde la segunda década del siglo XX.
La misma situación se hace extensiva al Gran Buenos Aires que, por sus
características de continuo urbano, casi no presenta espacios naturales. Los pocos relictos
que aún permanecen, resultan afectados por la contaminación, tal como ocurre con
sus ríos y lagunas. Lo mismo ocurre con los espacios verdes disponibles, que resultan
particularmente escasos en los ejes sur y oeste del conurbano, en coincidencia con las
áreas residenciales menos valorizadas.
Los recursos socialmente construidos muestran una configuración espacial
muy distinta a la observada en el caso anterior (Figura 4). Estos se presentan más
asociados con la escala urbana, localización y estructura social propios de cada municipio.
Así, las ciudades intermedias, (fundamentalmente las de más de 100.000 habitantes)
con estructura económica diversificada y alejadas de la cabecera del sistema urbano
argentino presentan numerosos centros recreativos, culturales y comerciales; tal es el
caso de las ciudades de Bahía Blanca, Mar del Plata y Tandil, que superan los 6.6 puntos.
Otras ciudades intermedias, en cambio, se ven eclipsadas en sus atractivos socialmente
construidos (estética, patrimonio urbano, centros comerciales y de esparcimiento, centros
deportivos) por su perfil industrial y su cercanía al Gran Buenos Aires; tal es el caso de
San Nicolás, Zárate, Junín o Campana, que están comprendidas entre 5.1 y 6.8 puntos.
La única ciudad intermedia cercana al Gran Buenos Aires que logra alcanzar buen nivel
de estos recursos es la capital provincial, la ciudad de La Plata (8.4 puntos).
Indice de calidad ambiental de la ciudad y provincia de Buenos Aires 79

Figura 3. Recursos escénicos y recreativos de base natural.


(Fuente: elaboración propia)

Finalmente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (9.0 puntos) puede ser


considerada como uno de los principales centros culturales de América Latina, con
abundante producción artística que se refleja en la cantidad y calidad de cines, teatros,
centros culturales, deportivos, etc. que le permite diferenciarse claramente del resto del
país.
El resto de la provincia se caracteriza por la presencia de pequeñas localidades
de reciente creación (la mayoría fundadas en el siglo XIX), cuya característica principal es
un patrón urbano-arquitectónico bastante homogéneo y monótono (damero emplazado
en la llanura, seguido por un sector de quintas y otro de chacras hasta el sector rural),
vinculado con la expansión del ferrocarril a principios del siglo XX y que, desde entonces,
ha permanecido relativamente chato e inalterable.
Ambos mapas (recursos recreativos de base natural y socialmente construidos)
presentan situaciones extremas en su dotación, que se ven reflejadas en los valores de las
puntuaciones, que comprenden desde 1 a más de 9.
Los problemas ambientales tienen una incidencia casi inversa a la exhibida en el mapa
anterior (Figura 5).
Los fenómenos de las grandes urbes (congestionamiento, inseguridad,
contaminación, marginalidad, etc.), muy especialmente en el Gran Buenos Aires, hacen
que esta conurbación reciba las puntuaciones más altas (entre 2.5 y 3.7 puntos).
Las localidades pequeñas, en cambio, prácticamente carecen de esos costos.
Sólo se ven afectadas por las actividades agropecuarias desarrolladas en su entorno, muy
particularmente, por la contaminación con plaguicidas y la expansión de la agricultura
transgénica, fundamentalmente desde los la década de 1990.
Finalmente, las ciudades intermedias, exhiben problemas ambientales de
magnitud relativa en función de su estructura económica. Así, ciudades cercanas al Gran
Buenos Aires con perfil industrial presentan valores relativamente altos. En cambio
otras, como Mar del Plata, Tandil o Azul, con estructura económica más diversificada, los
sufren en menor magnitud (1.3-2.4).
80 Journal of Latin American Geography

Figura 4. Recursos recreativos socialmente construidos.


(Fuente: elaboración propia)

Figura 5. Problemas ambientales. Provincia de Buenos Aires y Capital Federal, 2010.


(Fuente: elaboración propia)
Indice de calidad ambiental de la ciudad y provincia de Buenos Aires 81

Finalmente, el ICA (Figura 6) está comprendido en un gradiente con mínimo


de 4.2 y máximo de 8.19 puntos, predominando los valores medios. El centro y sur
provinciales resultan las zonas más favorecidas, en especial las localidades intermedias
que cuentan con atractivos naturales con valoraciones medias y altas y que por su
estructura económica y social diversificada no padecen mayores problemas ambientales.
Las menores puntuaciones están presentes en municipios con poca población,
en virtud de sus escasos recursos recreativos (naturales, pero fundamentalmente
socialmente construidos), a los que, en algunos casos, se suman algunos problemas
ambientales derivados de la contaminación por plaguicidas (en algunos casos a escasos
metros de sus plantas urbanas). Este conjunto de localidades pequeñas no exhibe un
patrón espacial definido.
Por último, el Gran Buenos Aires presenta una variedad de situaciones.
Por un lado se presenta el centro y los partidos del norte donde, a pesar de sus
problemas ambientales, residen los sectores más acomodados y, por ende, cuentan con
mayores recursos socialmente construidos. Por el otro, la periferia de la conurbación
(fundamentalmente hacia el oeste y sur), en la cual los problemas ambientales y la
menor presencia de atractivos naturales y socialmente construidos se corresponde
con la fragmentación social y el padecimiento cotidiano de los grupos marginalizados,
compelidos a residir en estos espacios menos valorizados.

Figura 6. Índice de calidad ambiental.


(Fuente: elaboración propia)

Conclusión
La elaboración del ICA, compuesto por veintitrés variables, permitió obtener
resultados satisfactorios en su primera implementación. Su desagregación considera
no sólo el ambiente desde la visión tradicional de los atractivos naturales y los costos
ambientales, sino también desde el entorno socialmente construido. De esta manera se
82 Journal of Latin American Geography

utiliza el ambiente con una perspectiva amplia vinculada con el “cotidiano” y el bienestar
de la población.
Su implementación se adentró en el desentrañamiento de la estructura
ambiental de la Provincia de Buenos Aires y la Capital Federal de la República Argentina
por medio de un exhaustivo análisis de las diferencias territoriales ambientales en las
unidades espaciales consideradas. Resulta plasmada con claridad la relación entre el peso
demográfico y los recursos escénicos, recreativos o de amenidad y los costos ambientales.
Las jurisdicciones municipales con mayor población exhiben, en general, mejores
condiciones para el ambiente socialmente construido (centros comerciales, culturales,
cines, teatros, etc.) pero, a su vez, en general, carecen de atractivos naturales, con un
entorno donde predomina la contaminación, el ruido, el congestionamiento y la polución
industrial. En contraparte los municipios con menor peso poblacional suelen presentar
la situación inversa: pocos problemas ambientales pero también escasos recursos de
amenidad. La mejor conjunción se registra, en principio, en las municipalidades con
tamaño poblacional medio, algunas de las cuales se encuentran en entornos naturales
atractivos (mar y sierras), poseen razonable oferta de recursos recreativos (especialmente
aquellas con actividades turísticas relevantes) y, en el caso de las que tienen estructura
socioeconómica más diversificada, suelen carecer de mayores problemas ambientales.
Luego de esta aplicación a las dos principales jurisdicciones de la Argentina,
resta para el futuro el perfeccionamiento y extensión del índice de calidad ambiental al
resto del territorio, revisando y actualizando sus variables constituyentes, e intentando
métodos alternativos de ponderación de sus variables.

Nota
1
La tabla, la explicación en detalles de los criterios junto con las direcciones web de las
páginas consultadas y el shapefile de la Provincia de Buenos Aires pueden ser descargados
del sitio www.cig.org.ar.

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