LA SANTIDA Lección 1

LA SANTIDAD
Lección 1
"Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la santidad, nadie podrá ver
a Yahwéh." Hebreos 12:14
Lectura Seleccionada: Efesios 1:4-10
Un Llamado a la Santidad
Donde está Yahwéh, su presencia santifica. La santidad está íntimamente relacionada con la
presencia de Yahwéh porque ésta es impartida por él. Esta doctrina no puede asimilarse por
medio de la razón y la memoria, sino que llega a comprenderse cuando penetra en lo
profundo del corazón. La razón por la que Yahoshúa detestará a muchos es porque tienen el
evangelio en sus labios, pero no hay santidad en sus corazones.
La santidad es la brillantez máxima de la bondad del Poderoso de Israel. El terna sugiere una
expresión que reclama la atención de todos los que profesan ser creyentes. Por la
misericordia de Yahwéh es que somos santificados y por ser santificados por medio de su
Espíritu es que veremos un día a nuestro bendito Salvador. El apóstol Pedro nos manifiesta
que Yahwéh nos llama a vivir una vida santa:
"Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a
Yahwéh. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Yahwéh, que los
llamó, es santo; pues la Escritura dice: Sean ustedes santos, porque yo soy santo."
1 Pedro 1:14-16
Con razón fue que el sabio Salomón nos dice en el libro de Eclesiastés 3:4-7 que "hay
tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de callar y tiempo de hablar", pero no hay tiempo,
ni aun un día, en el cual el creyente no deba ser santo.
No hay rango o condición de vida que excuse a .algún creyente de ser santo.
Esta santidad se requiere en todos los creyentes, no importa su rango o condición, sean
pobres o ricos, sean ignorantes o cultos, ocupen o no cargos, trabajen como simples obreros
o como gerentes de compañías.
1. ¿Qué tienen en común 2 Corintios 7:1 y 1 Tesalonicenses 5:23? Haga una interpretación
de las frases alusivas a la santidad.
La Santidad en la Vida Práctica

Vivimos en un mundo de mucha prisa. Nuestro tiempo se caracteriza por la actividad y el
dinamismo. Debemos romper esa veloz rutina y procurar abordar con suficiente tiempo el
tema de la santidad. Las palabras que nos dirigen las Escrituras en verdad son solemnes: "sin la
santidad nadie verá a Yahwéh" (Hebreos 12:14).
En la Escritura abundan suficientes expresiones de parte de Yahwéh exigiéndole santidad a
sus servidores. Sería injusto demandar una perfección santa a una persona antes de que le
enseñemos lo que es la santidad. Israel fue escogido para que fuera un reino de sacerdotes
consagrados a él:
“Ustedes me serán un reino de sacerdotes, un pueblo consagrado a mí. Diles todo esto
a los israelitas.” Éxodo 19:6
Yahwéh espera de nosotros sinceridad en su servicio y sencillez de corazón, sin engaño
ni falsedad. Una doble personalidad -la carnal y la espiritual- entra en conflicto ante las
demandas de Yahwéh, puesto que esto implica una entrega en la búsqueda de la santidad.
Podernos lograr ser limpios y puros en todo nuestro diario vivir, pero aún así no haber
rechazado el deseo mundano que más tarde se rebela y echa a perder todo nuestro esfuerzo.
2. De acuerdo al Salmo 24:3-5, ¿por qué es tan importante para nuestro bienestar
espiritual que andemos en santidad delante de Yahwéh?
Reclamos de Parte de Yahwéh

Un dicho apostólico que todo el mundo ha memorizado es el que dice que "un poco de
levadura leuda toda la masa." De igual manera, la falta de santidad nos lleva a serios
problemas que nos debilitan espiritualmente al extremo de perder toda comunión con
Yahwéh. Hasta rechazamos "el pan y el vino" por cosas simples y pasajeras las cuales
podemos resolver en poco tiempo si valorarnos el significado de estos emblemas.
No hay ser humano tan feliz corno aquél que sabe que Yahwéh ha perdonado su pecado. Esa
persona hace todo lo posible para ir hacia adelante en el camino de la santidad y no
desespera a causa de lo escaso de sus logros. La demanda de santidad está delante de
nosotros como lo estaba delante de Israel, como veremos a continuación:
"Porque ustedes son un pueblo apartado especialmente para el Soberano su Poderoso;
Yahwéh los ha elegido de entre todos los pueblos de la tierra, para que ustedes le sean
un pueblo especia. Deuteronomio 7:6
Entendamos que la ley divina contiene un plan adecuado y ordenado para que seamos ese
pueblo especial. Yahwéh exige que todos sus seguidores anden en santidad. Es muy
importante que estemos consagrados y dedicados a él si queremos ser parte de ese pueblo
especial.
No solamente escogió a Israel para que fuera un pueblo especial; también nos escogió a
nosotros. Le pertenecemos y somos su propiedad por lo que debemos dejar que cada parte de
nuestra existencia sea dirigida por él.
3. ¿Hay algo en su vida que le impide y no le deja cumplir con las exigencias que aparecen
en 1 Pedro 2:9, 10? Si su contestación es afirmativa, diga lo que está haciendo hasta lograr
su santidad.
La Debilidad Humana
La naturaleza del yahwista mesiánico es aplicable a la vida de pecado tras haber nacido de
mujer, pero hay una bendita esperanza más allá del velo de la oscuridad, la cual manifiesta
que andar en santidad es lograr el triunfo ante las acechanzas del enemigo.
La transformación de nuestras vidas por medio del Espíritu Santo es lo que el apóstol Saulo
llama "la renovación de la mente." No hay otra forma para transformar nuestras vidas. La
Escritura nos dice que debemos descartar todas las consideraciones humanas para poder
convertirnos en los verdaderos seguidores de Yahoshúa:
"Pero ahora el Mesías los ha reconciliado mediante la muerte que sufrió en su
existencia terrena. Y lo hizo para tenerlos a ustedes en su presencia, santos, sin
mancha y sin culpa." Colosenses 1:22
La verdadera santidad no es conocimiento que se adquiere a través de los filósofos paganos.
El profeta Balaam la tenía, pero nunca la pudo disfrutar porque vivía engañado y
engañando a otros. El apóstol Judas la tenía, pero su codicia lo llevó a vender a su Maestro
por treinta piezas de plata. Pilato conoció a Yahoshúa, pero nunca aprendió a vivir en su
verdad a pesar de escucharla de sus propios labios.
El joven rico la tenía, pero le faltaba una cosa la cual nunca logró tener: distanciarse de lo
material. Los judíos contemporáneos al profeta Ezequiel eran fieles seguidores de Yahwéh
según sus creencias, pero rechazaron la verdad profetizada por el profeta referente a su
futuro.Joab, Giesi y Demas fueron compañeros que anclaron por más de una ocasión al lado
de hombres santos. Sin embargo, ninguno de ellos disfrutó de la santidad como era
digno porque no la aceptaron. Lo mundano se reflejó en ellos.
4. ¿Es todavía algo difícil para usted poder cumplir con las exigencias de santidad que se
manifiesta en 1 Pedro 1:15? ¿Por qué?
Como Estrellas en el Mundo

Yahwéh no se complace en absoluto en aquellos que son mundanos y carnales, cuyos
corazones están llenos de orgullo y presunción. De estos hombres el evangelio nos dice que ya
tienen su recompensa en este mundo. Todo por no andar en santidad delante de Yahwéh.
El que es capaz de percibir la incongruencia entre la santidad y la maldad, es capaz de
discernir la diferencia entre lo mundano y lo espiritual.
Desde la antigüedad se sabe que hay un espíritu que arrastra a los humanos hacia la
mundanalidad el cual se manifiesta en el corazón humano no arrepentido. Yahoshúa lo
identificó como el espíritu inmundo que viene a destruir la casa. No dar crédito a esta gran
verdad establecida por Yahoshúa conduce al libertinaje, lo cual es contrario a lo que el
apóstol Saulo nos enseña:
"Hagan efectiva su propia salvación con profunda reverencia; pues Yahwéh, según su
bondadosa determinación es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien los
ayuda a llevarlos a cabo. Háganlo todo sin murmuraciones, ni discusiones, para que nadie
encuentre en ustedes culpa ni falta alguna y sean hijos de Yahwéh sin mancha, en medio de
esta gente mala y perversa. Entre ellos brillen ustedes como estrellas en el mundo."
Filipenses 2:12-15
El requisito de andar en santidad no es moderno, sino muy antiguo. Los santos del pasado
tomaron muy en serio acercarse al Eterno con una fe pura y verdadera y por esto
vencieron al mundo (lsaías 57:15; Hebreos 1:6; 12:1-2; Judas 1:3). No podemos servir a
Yahwéh mientras disfrutamos de lo mundano. Lo divino tiene que ser reflejado en nuestros
cuerpos. ¡Cuán frágiles son nuestros conceptos sobre la santidad!
5. ¿Cómo usted puede contribuir al tipo de cambio que Yahwéh desea en su pueblo?
Use para su contestación Levítico 20:7.
Shalom Ubrajot (Paz y bendiciones)

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