FEMENINO

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SEMINARIO INTRODUCCIÓN A LAS CIENCIAS DEL DEPORTE

CRITICA CINEMATOGRAFICA

JOSE ALEJANDRO MONTOYA BARONA

GRUPO: S285B

AÑO: 2020
FUTBOL FEMENINO

La mujer ha tenido participación en el desarrollo y evolución del fútbol hasta


nuestros días.

Las primeras evidencias parecen venir de la China de la dinastía Han donde se


practicaba una variante antigua en la cual podían participar mujeres, llamada Tsu
Chu, que se documenta a partir del 2500. La meta del era patear el balón a través
de una pequeña red abierta y se podía anotar con cualquier parte del cuerpo,
excepto las manos. Existen otros deportes que indican que en la Europa del siglo
XII era usual que las mujeres jugaran juegos de pelota, especialmente en Francia
y Escocia. El futbol siempre ha sido un elemento muy importante en la cultura
colombiana. El deporte llego a Colombia a principios del siglo 20 y fue traído al
país por inmigrantes británicos que trabajaban en las numerosas compañías
inglesas que operaban allí. Sin embargo, en ese entonces el futbol se consideraba
un deporte totalmente masculino. En el año 1910, el gobierno colombiano instituyó
una ley que hizo que la educación física fuera obligatoria en todos los colegios. En
esa época el futbol era muy popular en las escuelas de varones pero en las
escuelas de puras niñas sólo se permitía jugar el baloncesto porque no requería
tanto contacto físico como el futbol. En los ochentas se “empezó a cuajar la ideal
del futbol femenino, pero eran tan pocas las practicantes, que nunca se tomó en
serio a pesar de que la FIFA promovía la idea del balompié para damas gracias a
los primeros torneos y ligas en Europa. Esto fue un cambio mucha radical en un
país conocido por el machismo en donde “la falta de apoyo, patrocinio y difusión
del balompié femenino obedece esencialmente a la creencia o imaginario que
tiene la sociedad de que el fútbol es un juego para hombres y que la mujer que lo
practica pierde su feminidad, se vuelve brusca, agresiva o que es poco femenina,
conllevando así a una discriminación de género para esta actividad deportiva. En
1991, se jugó el primer sudamericano que es la versión de la Copa América
femenina pero la primera selección colombiana se formó hasta el final de los
noventas. Como la historia lo demuestra fueron muchos años de luchar y pelear
para que el futbol femenino fuera reconocido como un deporte legítimo. Esta lucha
comenzó en el valle del Cauca.
Curiosamente el futbol era muy popular en la región del valle del Cuaca en la parte
noroeste del país. El valle del Cauca históricamente tenia los mejores equipos de
futbol masculino en Colombia. Antes de se creara el torneo profesional en 1948,
se decía que “cuando se realizaba un torneo, Antioquia, Bogotá, Atlántico, Caldas
y Magdalena sabían que sólo les quedaba pelear por el subcampeonato” porque el
equipo vallecaucana siempre ganaba. Aunque la liga vallecaucana ya no es igual
de exitosa como fue en los años treinta, la cultura futbolística sigue siendo una
parte muy importante de la vida cotidiana. Por lo tanto, no fue sorprendente que la
mayoría de las jugadoras del futbol femenino venían de esa región. En los
setentas el interés en el futbol femenino aumentó y se empezó a jugar en las
escuelas y en las calles. En los ochentas mujeres vallecaucanas empezaron a
pedir que los hombres las dejaran jugar en sus equipos. Sin embargo, los hombres
rechazaron sus solicitudes y las mujeres formaron sus propias ligas. El valle del
Cauca también conocido como el Eje Cafetero es una de las regiones
colombianas en las que más se produce café, Sin embargo, durante los ochentas
y noventas fue una de las regiones más violentas del país debido a la presencia
de guerrillas, narcos y grupos paramilitares. Pero la violencia no pudo parar el
crecimiento del deporte en la región y se empezaron a formar equipos
independientes en el valle del Cauca en los ochentas y actualmente muchas de
las jugadoras de la selección son de esta región. Por lo tanto no es una ni una
coincidencia que la selección colombiana tiene el apodo de Las Cafeteras.

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