El Cuarteto de La Felicidad
El Cuarteto de La Felicidad
El Cuarteto de La Felicidad
La felicidad, meta de los humanos, no deja de ser un ‘estado de ánimo’ bioquímico. La neuro-ciencia enfoca su
investigación en descubrir qué sucede en el organismo cuando la alegría se activa y cómo “forzar” la aparición
de tal sentimiento. En la bioquímica de los humanos cuatro sustancias naturales (endorfina, serotonina, dopamina
y oxitocina) parecen actuar como activadores, siendo conocidos como el cuarteto de la felicidad. La investigadora
Loretta G. Breuning, autora del libro Habits of a happy brain (Hábitos de un cerebro feliz), explica que “cuando
tu cerebro emite uno de estos químicos, te sientes bien”. Cada una de estas sustancias se ‘apaga’ cuando ha
realizado su cometido. Pero hay formas de activarlas.
Endorfinas. Nuestra morfina natural, son la “breve euforia que enmascara el dolor físico», escribe Breuning.
Ingerir comida extremadamente picante es una de las formas de liberar estos opiáceos naturales, lo cual induce
una sensación de felicidad. Hay otras formas de activación/aumento de las endorfinas: ver películas tristes, tener
unidad grupal (cantar, bailar o trabajar en equipo).
Dopamina. Mediadora del placer, tiene que ver con la motivación y la relación de coste y beneficio. Podemos
subirla estableciendo objetivos a corto plazo y celebrar su consecución (‘metas volantes’ de la etapa completa).
Oxitocina. Se la conoce como la “hormona de los vínculos emocionales” y “la hormona del abrazo”. Construye
nuestra confianza. La exclusión social es su mayor enemigo. Abrazar es una forma sencilla de conseguir un
aumento de oxitocina. Dar o recibir un regalo, ser solidario, etc.
LAS HORMONAS DE LA FELICIDAD
Ya hemos visto que una pequeña cantidad de hormonas es capaz de hacer que nuestro estado emocional cambie
en cuestión de segundos. Pero... ¿cuáles son los principales tipos de hormonas más importantes en lo relativo a tu
felicidad? Las puedes encontrar a continuación.
Las que mejoran tu bienestar y regulan tu apetito
La serotonina y la dopamina están relacionadas con la sensación de felicidad y, además, están implicadas en otras
áreas de la salud.
Dopamina
La dopamina provoca placer y hace que te sientas bien. Se produce en el cerebro y juega un papel importante en
la memoria. Si está baja, puede conllevar algunos trastornos de salud; el más conocido es la enfermedad de
Parkinson, provocada por la muerte de las neuronas relacionadas con esta sustancia.
Puedes elevar la concentración de dopamina comiendo fruta muy madura (como las partes oscuras de los plátanos
o las manzanas “oxidadas”). Tomar alimentos con antioxidantes, como frutas y verduras, ayuda a eliminar los
radicales libres, que provocan la disminución de los niveles de esta sustancia en el cuerpo.
Sin embargo, debes tener en cuenta que tampoco es bueno tener demasiada dopamina, ya que su concentración
en determinadas zonas del cerebro se asocia con trastornos psicóticos como la esquizofrenia.
Serotonina
La serotonina se conoce como la sustancia de “la felicidad”. No en vano, muchos fármacos antidepresivos actúan
sobre los receptores de la serotonina del cerebro.
Además, si dentro de tu cuerpo los niveles de esta hormona son más bajos de lo normal, se incrementa la necesidad
de comer, porque una de sus funciones es crear sensación de saciedad y regular los movimientos del intestino.
Para producir serotonina, el organismo necesita del aminoácido triptófano, y por ello tomar alimentos ricos en
este, como queso, leche, huevos, pollo, pescado o nueces, favorece la sensación de saciedad. El deporte también
incrementa la producción de serotonina, y por este motivo practicarlo conlleva un aumento de la sensación de
bienestar.
Consume alimentos ricos en triptófano para producir más serotonina
Por otra parte, no te conviene un exceso de serotonina: un incremento abrupto de su producción, por ejemplo, por
el mal uso de medicamentos antidepresivos, puede provocar que se acumule en el cerebro, con consecuencias
muy negativas para la salud.
Las que alejan el estrés y alivian los dolores
Las oxitocinas y las endorfinas no solo contribuyen a tu bienestar emocional, también tienen la facultad de ser
“tranquilizantes”.
Oxitocina
Esta hormona sirve, entre otras cosas, para sentir una mayor seguridad y socializar mejor. Si la dopamina está por
las nubes cuando nos enamoramos, la oxitocina es la que hace que ese amor perdure durante muchos años, ya que
interviene en la creación de vínculos emocionales que se consolidan al estar en contacto con los demás. También
se relaciona con el orgasmo, tanto en hombres como en mujeres.
Además, esta hormona es responsable del vínculo “químico” madre-hijo, la empatía, la sociabilidad y la sensación
de pertenencia a un grupo social. También produce tranquilidad, reduciendo la ansiedad y el estrés, y generando
sensación de confianza. Debido a estas propiedades, se está investigando su posible uso de forma terapéutica para
el tratamiento del autismo.
La oxitocina nos permite establecer vínculos emocionales duraderos con otras personas
Por otro lado, investigaciones recientes han demostrado que los efectos que genera la oxitocina en el cerebro son
parecidos a los que puede generar el alcohol. Ambas sustancias afectan a diversas regiones del cerebro y generan
un incremento de la sociabilidad, pérdida del miedo al fracaso, aumento de la confianza y alteración del apetito.
Curiosamente, altos niveles de alcohol u oxitocina llevan a actitudes y acciones violentas.
Endorfinas
Las endorfinas son conocidas por su efecto analgésico. Se trata de sustancias capaces de provocar una acción
anestésica en el cerebro, y por este motivo juegan un papel vital en la percepción del dolor. Su nombre es debido
a que podrían ser consideradas como una especie de “morfina” natural.
Y es que las endorfinas no solo modulan la percepción del dolor: pueden hasta llegar a eliminarlo, especialmente
en situaciones de mucho estrés. Por ejemplo, si sufrieras un accidente y alguien de tu entorno necesitase ayuda
urgente podrían “anular” tu dolor para que pudieras actuar y ayudar sin sufrir.
Así pues, mantener hábitos de vida que favorezcan la producción de endorfinas puede ser un buen aliado para el
alivio del dolor. La mejor manera de mantener altos tus niveles de endorfinas es hacer ejercicio, y si además lo
practicas con amigos, tendrás una dosis extra de esta hormona, ya que el contacto agradable con otras personas
también contribuye a elevarlas.