Medio Ambiente y Contaminación. Principios Básicos 71 de 119 M. D. Encinas Malagón
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pero no siempre son eficaces. Por lo tanto, lo mejor que se puede hacer es
protegerlos y prevenir su contaminación.
Figura 21. Esquema de las entradas y salidas del agua en un acuífero subterráneo.
Por lo tanto, un suelo maduro está compuesto por materia sólida (50% de
materia sólida: (45% mineral y 5% orgánica) agua (20-30%) y aire (20-30%).
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El agua en el suelo ocupa los espacios porosos que hay entre las partículas
sólidas. El aire también ocupa los espacios porosos y está compuesto de vapor de
H2O, CO2 y, en menor cantidad, O2.
4.1.2. TEXTURA
La textura es una propiedad muy importante del suelo porque de ella dependen
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Típicamente, un suelo puede tener hasta tres horizontes, que se llaman con las
tres primeras letras del alfabeto: A, B y C. Estos horizontes están representados en la
figura 22.
El horizonte A es la parte más superficial del suelo, donde están las raíces de
las plantas. Se le llama también horizonte de lavado porque es el que está expuesto
a la erosión y a los procesos de lixiviado (lavado por el agua). Es un horizonte muy
rico en materia orgánica porque está muy cerca de la superficie, aunque también
tiene materia inorgánica. Su composición es muy compleja, por lo que se divide en
subhorizontes:
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El horizonte C es la roca madre. Tiene dos partes: una superior, (C1 o C), donde
la roca madre se está disgregando, y una más profunda, (C2 o D), donde la roca
madre está fresca.
Los horizontes de un suelo no tienen por qué tener siempre la misma anchura.
Puede haber un suelo con un horizonte B muy ancho o con un horizonte B muy
estrecho o, incluso, sin horizonte B, ya que este horizonte es el último en formarse
durante la edafogénesis.
Las partículas más finas del suelo (arcillas y humus) tienen una intensa
actividad en su superficie porque están cargadas negativamente (figura 23) y, por lo
tanto, forman compuestos muy estables con los cationes que hay disueltos en el agua
del suelo.
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Estos cationes que están adsorbidos en las partículas no son fijos, son
intercambiables por otros cationes de la solución del suelo (figura 24), por ejemplo,
H+, según la reacción:
Figura 24. Intercambio de cationes entre el complejo de cambio y la solución del suelo.
La CIC de un suelo es vital para que estos cationes, que en realidad son
nutrientes, puedan acceder a las plantas. Se podría decir que el complejo de cambio
es un almacén de donde las plantas toman los nutrientes que necesitan. Un suelo que
tenga poco complejo de cambio, es decir, que tenga un CIC limitada, no podrá
retener estos cationes y serán lavados por las aguas de infiltración o subterráneas.
Será un suelo muy pobre para las plantas. Y viceversa, un suelo con mucho complejo
de cambio será un suelo rico para las plantas porque podrá retener muchos
nutrientes.
El Al3+, que ahora está libre en la solución del suelo, puede llegar a absorberse
por las raíces de las plantas y afectar su desarrollo, a no ser que sea lixiviado. Es un
constituyente natural de suelo que se transforma en un contaminante.
TIPO DE CONTAMINACIÓN
FUENTE DE
CONTAMINACIÓN
ENDÓGENA EXÓGENA
Los efectos que los contaminantes van a producir en el suelo dependen, por
supuesto, de las características del contaminante, pero también de las
características del suelo. No todos los suelos responden igual a la contaminación. Los
principales factores que influyen en la respuesta del suelo a los contaminantes son:
CARGA CRÍTICA
Es la cantidad máxima de contaminante que admite el suelo antes de sufrir
efectos nocivos. La carga crítica explica, por ejemplo, porque los efectos de la lluvia
ácida fueron más alarmantes en los países escandinavos que en Centroeuropa, a
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pesar de que la precipitación de Centroeuropa era mucho más ácida. Y es que los
suelos europeos tienen una mayor carga crítica, es decir, admiten mayores
concentraciones de contaminantes antes de sufrir sus efectos.
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(figura 25): la vulnerabilidad del suelo, la entrada de productos químicos y los usos
del suelo. Los suelos menos vulnerables son los más peligrosos, ya que pueden
almacenar mayor cantidad de contaminantes.
Figura 25. Factores que afectan mayoritariamente la Bomba Química del Tiempo
Las propiedades que nos sirven para controlar el riesgo de BQT de un suelo se
llaman Propiedades Control y son las siguientes:
• CIC
A mayor CIC, mayor capacidad de autodepuración, menor vulnerabilidad y
mayor peligrosidad.
• TEXTURA
Los suelos con textura fina (por ejemplo los arcillosos) tienen mucho complejo
de cambio, es decir, alta capacidad de autodepuración y, por lo tanto, mayor
peligrosidad. Las arenas, por ejemplo, son inertes.
• PERMEABILIDAD
Cuanto más permeable sea un suelo, más capacidad de autodepuración tiene
(mayor peligrosidad), porque se facilita la circulación del agua y por lo tanto, se
favorecen los procesos de lixiviación de contaminantes.
• SALINIDAD Y ACIDEZ
Lógicamente, la presencia de sales y ácidos en el suelo disminuye su capacidad
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4.4. RESIDUOS
4.4.1. CLASIFICACIÓN
Son los residuos más abundantes. Por ejemplo, según la página Web del
Ayuntamiento de Vitoria, en el año 2003, cada vitoriano generó 393 kg de residuos
(más de 1 kg al día), lo que supone un total de 86 106 de kg año-1 de residuos
generados solo en Vitoria. En todo Euskadi se generaron ese mismo año 2700 106 kg
de residuos.
Como puede verse en la figura 26, la correcta gestión de los RSU incluye tres
fases: Recogida y transporte, Tratamiento y valorización y Eliminación
RECOGIDA
De una forma u otra, los residuos se transportan en camiones hasta las plantas
de tratamiento o valorización.
TRATAMIENTO Y VALORIZACIÓN
ELIMINACIÓN
Para evitar que las partículas salgan a la atmósfera se usan filtros electrostáticos que
atraen las partículas, las aglutinan y las dejan caer sobre las cenizas. Además el
humo se hace pasar por una lluvia de agua que tiene reactivos para retener algunos
gases tóxicos. Finalmente las cenizas se depositan en vertederos controlados (figura
27).
Los RSI INERTES son escombros, gravas, arenas y materiales que no presentan
riesgo para el medio ambiente. Suelen ser recogidos y tratados de forma similar al
los RSU. Su principal efecto es el deterioro del paisaje.
Los RESIDUOS DE ALTA ACTIVIDAD emiten altas dosis de radiación. Son los más
peligrosos. Tienen un período de desintegración (tiempo necesario para reducir el
número de núcleos a la mitad) superior a 30 años. Están formados por restos del
uranio y de otras sustancias en los reactores nucleares, por residuos de la fabricación
de armas atómicas y por restos del proceso de purificación del uranio.
Para eliminarlos se suelen vitrificar (se funden a elevada temperatura con una
solución viscosa que al enfriarse alcanza la consistencia del vidrio) y se almacenan en
contenedores durante muchos años, hasta que la radiactividad baje lo suficiente
como para que dejen de ser peligrosos. Los contenedores deben ser capaces de
resistir cualquier tipo de corrosión, fuego, terremotos... Para estar seguros de que
estos residuos no van a tener efectos, se deben almacenar en el suelo a gran
profundidad, en los AGP (almacenamiento geológico profundo), en lugares
geológicamente estables y bien refrigerados ya que los isótopos radiactivos emiten
calor. Todavía no se ha decidido dónde poner estos contenedores. Por ahora están
almacenados de forma provisional, normalmente en las piscinas de las centrales
nucleares, hasta que se decida donde almacenarlos.