El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos debatió sobre una acción de amparo presentada por jubilados contra una ley provincial que realizaba descuentos en los haberes jubilatorios. El Tribunal planteó tres cuestiones: 1) si existía nulidad, concluyendo que no había vicios invalidantes; 2) si procedía el recurso de apelación, determinando que sí era admisible; 3) sobre las costas causídicas y honorarios, cuestión que quedó pendiente de resolución.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
576 vistas42 páginas
El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos debatió sobre una acción de amparo presentada por jubilados contra una ley provincial que realizaba descuentos en los haberes jubilatorios. El Tribunal planteó tres cuestiones: 1) si existía nulidad, concluyendo que no había vicios invalidantes; 2) si procedía el recurso de apelación, determinando que sí era admisible; 3) sobre las costas causídicas y honorarios, cuestión que quedó pendiente de resolución.
El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos debatió sobre una acción de amparo presentada por jubilados contra una ley provincial que realizaba descuentos en los haberes jubilatorios. El Tribunal planteó tres cuestiones: 1) si existía nulidad, concluyendo que no había vicios invalidantes; 2) si procedía el recurso de apelación, determinando que sí era admisible; 3) sobre las costas causídicas y honorarios, cuestión que quedó pendiente de resolución.
El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos debatió sobre una acción de amparo presentada por jubilados contra una ley provincial que realizaba descuentos en los haberes jubilatorios. El Tribunal planteó tres cuestiones: 1) si existía nulidad, concluyendo que no había vicios invalidantes; 2) si procedía el recurso de apelación, determinando que sí era admisible; 3) sobre las costas causídicas y honorarios, cuestión que quedó pendiente de resolución.
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 42
///C U E R D O:
En la ciudad de Paraná, Capital de la Provincia de Entre Ríos, a los
veintitres días del mes de noviembre de dos mil veinte, reunidos los miembros del Excmo. Superior Tribunal de Justicia, a saber: las señoras conjuezas Dras. GABRIELA MARIA DEL CARMEN CEBALLOS y MARIA SUSANA BENITEZ y los señores conjueces Dres. ALEJANDRO DANIEL CANAVESIO, MARTIN JULIAN ACEVEDO MIÑO y ENRIQUE MARCIANO MARTINEZ, asistidos de la Secretaria autorizante fueron traídas para resolver, las actuaciones caratuladas: "COOK CARLOS y otros C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS y otra S/ ACCION DE AMPARO", Expte. Nº 24920.- Practicado el sorteo de ley resultó que el tribunal para entender quedó integrado en el siguiente orden: Sres. Vocales Dres. CEBALLOS, CANAVESIO, ACEVEDO MIÑO, MARTINEZ y BENITEZ.- Examinadas las actuaciones, el Tribunal planteó las siguientes cuestiones: PRIMERA CUESTIÓN: ¿Existe nulidad? SEGUNDA CUESTIÓN: ¿Es procedente el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de Primera Instancia? TERCERA CUESTIÓN: ¿Qué cabe resolver en materia de costas causídicas y honorarios? A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA LA SEÑORA CONJUEZA DRA. CEBALLOS DIJO: Conforme está previsto en el artículo 16, de la Ley de Procedimientos Constitucionales, cada recurso de apelación deducido contra una sentencia de amparo importa también el de nulidad. En el caso, habiéndose subsanado por este tribunal con sentencia de fecha 28/10/20, la nulidad de la sentencia del 29/08/20, y que llegan a nuestro conocimiento, que ni los litigantes ni el Ministerio Público denuncian la existencia de vicios invalidantes y, por mi parte, del estudio de estos autos, no advierto defectos que por su magnitud e irreparabilidad merezcan ser expurgados. No cabe -entonces declaración de nulidad alguna.- Así voto.- A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. CANAVESIO, dijo: Al igual que lo refiere el voto preopinante, conforme está previsto en el artículo 16, de la Ley de Procedimientos Constitucionales, cada recurso de apelación deducido contra una sentencia de amparo importa también el de nulidad. Como bien lo señalaba la conjueza Ceballos, en el caso, ha sido subsanado por este tribunal con sentencia de fecha 28/10/2020, la nulidad de sentencia del 29/08/2020, y que llegan a nuestro conocimiento un nuevo pronunciamiento; y advierto, que ni los litigantes ni el Ministerio Público denuncian la existencia de vicios invalidantes y, por mi parte, del estudio de estos autos, no advierto defectos que por su magnitud e irreparabilidad -en esta oportunidad- merezcan ser expurgados. Al igual que el voto preopinante, no cabe -entonces- declaración de nulidad alguna. Así voto.- A su turno el señor conjuez Dr. ACEVEDO MIÑO manifiesta: Siguiendo a lo expuesto por la Sra. Conjuez Ceballos, advierto que no se verifica la presencia de irregularidades que por su entidad y magnitud revistan idoneidad suficiente para justificar una declaración nulificante en esta instancia, en virtud de ello, propongo una respuesta negativa al planteo formulado en esta primera cuestión.- Así voto.- A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. MARTINEZ, expresa: Que coincido con los colegas preopinantes en que no corresponde declaración de nulidad alguna en estos autos. Así voto.- A su turno la señora conjuez Dra. BENITEZ, expresa: Comparto la conclusión arribada por los conjueces preopinantes en cuanto no corresponde declaración de nulidad alguna.- Así voto.- A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA LA SEÑORA CONJUEZA DRA. CEBALLOS, DIJO: Respecto de la sentencia dictada por la Señora Conjueza de Primera Instancia que rechazó la acción incoada, se disconformaron los actores interponiendo recurso de apelación.- Que a efectos de iniciar el análisis de la presente causa, es necesario hacer una reseña de los hechos en los cuáles las partes fundamentan sus pretensiones.- Que los actores promovieron acción de amparo prevista en los arts. 1 de la ley de Procedimientos Constitucionales N° 8369, art. 43 de la art. C.N. y arts. 56 de la Constitución de Entre Ríos del año 2008 y acción de Ejecución contemplado en el art. 26 de la Ley de Procedimientos Constitucionales n° 8369 y 58 de la Constitución de Entre Ríos, contra el Superior Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, y contra la Caja De Jubilaciones y Pensiones de la Provincia, solicitando que oportunamente al dictar sentencia, se declare la inconstitucionalidad e inaplicabilidad a los actores de los arts. 1, 2, 6 y 10 de la ley 10.806, con carácter definitivo la Provincia se abstenga de practicar descuento alguno sobre los haberes jubilatorios de los actores por aplicación de la misma, y se practiquen las futuras liquidaciones de sus haberes conforme a lo dispuesto en la Ley N° 10.068, librándose el mandamiento correspondiente, con costas. Todos los amparistas son funcionarios y magistrados que gozan del beneficio de la jubilación que les ha sido otorgado a cada uno y son titulares de los derechos subjetivos individuales que se invocan como vulnerados en esta acción consistente en un daño patrimonial actual y concreto a raíz de la vigencia de la ley. En el desarrollo de los hechos dejan expresado los amparistas, la tradición de la provincia en cuanto se trata de amparos, resaltando que la ley 10.806 es inconstitucional porque viola y vulnera la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, aprobada por la OEA, el 15/06/2015, ratificada por Ley N° 27.360, (B.O. 2/07/2017), el arts. 14 bis, 28, 33, 43, 75 inc.22 y 110 C.N. y arts. 6,41,56,58 y 60 Constitución E.R. de 2008 y carece de valor por el Convenio de Viena que establece que una ley local 10 carece de valor frente a tratados internacionales conforme fallos de la CSJN y del Tribunal Internacional de Salto Grande. Los arts. 1, 2, 6 y 10 de la ley 10.806 de emergencia que ha entrado en vigencia el día 8/7/2020 -publicada en el B.O. de nuestra Provincia- resultan inconstitucionales, lo que se deja pedido, ya que no pueden afectar la garantía de intangibilidad de los haberes previsionales, pues además de violar normas constitucionales, la ley 10.806 es inconstitucional porque contraviene claramente y está en pugna con la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, aprobada por la Organización de Estados Americanos (OEA), el 15/06/2015, ratificada por Ley N° 27.360, (B.O. 2/07/2017), y forma parte de nuestro derecho interno (art. 75, inc. 22, de la C.N), normas supranacionales que son vinculantes y obligatorias en nuestro país. Fundamenta la vía del amparo como remedio más idóneo para que se restablezca la garantía vulnerada. Los amparistas refieren que en el caso de los magistrados jubilados, se aplican diversos principios que deben respetarse (art. 14 bis. de la C.N. y art. 19 de la C.P., y expresamente en el art. 71 de la Ley Provincial de Jubilaciones y Pensiones nº 8732). Introducen fallos diversos, antecedentes históricos y opiniones de doctrinarios argentinos. Aportan pruebas. Introducen la cuestión federal. II.- Las accionadas contestaron el informe -art. 8 ley 8369- requerido y solicitaron el rechazo de la acción interpuesta. a) En su postura defensiva, la CJPER planteó la improcedencia de la acción considerando que la actora omitió acreditar los extremos necesarios para que en su acotado marco se aprecie la flagrancia o la gravedad de la afectación de los derechos que invoca (art. 1 de la ley 8369). También expuso sobre la falta de idoneidad de la vía seleccionada frente a la complejidad de lo planteado y se opuso a su admisibilidad. Refirió al déficit previsional de la CJPER y su incidencia en el estado de emergencia legalmente declarado mediante Ley 10.806 que encuentra sustento técnico en el desequilibrio actualmente existente entre las cotizaciones recibidas por el sistema y los compromisos mensuales que el organismo debe afrontar. Destacó como la crisis originada por la propagación del Covid-19 afecta a nuestro país ocasionando una caída abrupta del PBI y, consecuentemente, una disminución histórica de la recaudación impositiva, incidiendo inevitablemente en los índices de coparticipación que corresponden al estado provincial, dificultando severamente el cumplimiento de las obligaciones asumidas, particularmente el pago de los salarios de activos y pasivos. Definió a la ley de emergencia N° 10.806 como una manifestación del poder de policía de emergencia, ajustada a los estándares de razonabilidad exigidos por el Máximo Tribunal de la Nación, mediante el cual el Estado pretende dar respuesta a la coyuntura actual. Destacó que la criticada ley cumple, acabadamente, los requisitos de razonabilidad a fin de superar el tamiz de constitucionalidad, haciendo primar la protección del interés colectivo consistente en la sustentabilidad actual y futura del sistema previsional local, por cuanto nos encontramos en una situación excepcional de emergencia cuya acreditación formal resulta innecesaria; la misma tiene alcances generales y vigencia delimitada en el tiempo (hasta el 30/06/2021, con su eventual prórroga) y los porcentajes previstos en el artículo 6° en modo alguno resultan confiscatorios en los términos definidos por la propia CSJN. Citó jurisprudencia y solicitó -en definitiva- se rechace la acción. b) A su turno, el SGPER inició su defensa señalando que, al margen de la naturaleza previsional del derecho en juego, la lesión constitucional invocada no es otra cosa que una restricción patrimonial por tiempo acotado, cuya entidad determinante para justificar la habilitación de la vía del amparo debe necesariamente evaluarse en función de la proporción que esa reducción signifique en el nivel de ingresos y en cómo impacta en su nivel de vida en función de la cobertura de las necesidades básicas humanas. Realizó un pormenorizado informe para sostener la constitucionalidad de la norma impugnada y concluyó que la afectación del orden del 6% de los haberes previsionales de la actora, con un haber nominal superior a los $100.000; quien, a pesar del aporte extraordinario, puede seguir contando con un ingreso mensual que quintuplica el haber previsional mínimo. Por eso, afirma, no constituye desde ningún punto de vista una lesión o afectación de una gravedad tal que requiera una reparación urgente por la vía excepcional del amparo. Descarta la hipótesis de “ilegitimidad manifiesta” con el grado de evidencia suficiente que exige la Constitución Provincial y la ley 8369 para habilitar el tratamiento del planteo formulado por la vía de la acción de amparo. Peticionó por la declaración de inadmisibilidad e improcedencia de la vía. Expuso que la ley 10.806 no es una norma ordinaria sino de emergencia que responde a una situación de extrema gravedad que compromete las esferas económica, financiera, fiscal, administrativa, sanitaria y previsional de la provincia y no viene a consolidar un nuevo statu quo relacionado a las materias que regula, sino que legisló de manera concreta y precisa una serie de medidas, circunscribiendo sus efectos y alcances jurídicos a un plazo cierto y delimitado. Citó antecedentes jurisprudenciales rectores en la materia de emergencia y la tradicional doctrina legal de la CSJN para concluir que el 6 % de aporte solidario (artículo 6º de la ley 10.806), operado sobre el haber de la amparista, emerge como razonable, justificado proporcionado en razón de la situación especial; y que -además- no altera la sustancia del derecho ni modifica el status de jubilada. Explicó acerca de los elementos validantes de la emergencia referidos a la constatación de la necesidad, la imprevisibilidad, la finalidad legítima de la norma en función del bienestar general, la razonabilidad y la temporalidad, que inspiran la ley 10.806 adecuándose perfectamente a las exigencias constitucionales, legales y reglamentarias que la doctrina y jurisprudencia profesan. Por último, destacó la inexistencia de agravio constitucional atendible en cabeza de la actora. Al respecto, indicó, que la pretensión luce como una mera discordancia con las políticas de estado llevadas a cabo por la provincia, extremo que -por un lado- no supera el estándar técnico jurídico requerido para esta clase de acciones y -por otro- no resulta justiciable por tratarse de cuestiones de oportunidad, mérito y conveniencia sustraídas de la actividad asignada al Poder Judicial. En este punto debo remitirme para fundar mi voto, a lo resuelto en los autos: "PABON EZPELETA CARLOS ALBERTO Y OTROS C/SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS Y OTRA S/ ACCION DE AMPARO" Causa N° 24914.- En dicha oportunidad expresé que en primer lugar corresponde resolver respecto de la admisibilidad y procedencia de la acción elegida por los actores, a efectos de determinar si el amparo es la vía correcta, a los fines de peticionar la inconstitucionalidad e inaplicabilidad del aporte solidario extraordinario dispuesto por ley 10.806.- La acción de amparo integra, junto con otros mecanismos procesales, un repertorio de remedios disponibles para obtener tutela jurisdiccional ante el dictado de actos o la producción de hechos u omisiones lesivos de la esfera jurídica subjetiva y que se dicen ilegítimos. La reforma de la Constitución de la Nación Argentina del año 1994, introdujo en su normativa la Acción de Amparo. Este instituto, cuyo objeto es la protección de los derechos reconocidos por la Carta Magna, trata expresamente tres garantías, entre las que incluye la Acción de Amparo, la que también se encuentra expresamente prevista en nuestra Constitución Provincial.- La Acción de Amparo, siguiendo a Sagües, es una garantía "programada para reprimir actos lesivos a la Constitución, leyes o tratados, manifiestamente arbitrarios o ilegales, provenientes de autoridad o de particulares y como novedad -continúa- autoriza a declarar en tal proceso la inconstitucionalidad de la norma, en caso de corresponder.- La Corte Suprema, ha resuelto que la «parte» debe demostrar que los agravios alegados la afecten de forma «suficientemente directa» o «substancial», esto es, que posean «concreción e inmediatez» bastante para poder procurar dicho proceso,” sumado a los demás requisitos exigidos por esta vía, es decir que no exista otro medio judicial más idóneo; que los actos u omisiones en forma actual o inminente lesionen, restrinjan, alteren o amenacen derechos y garantías constitucionales y que dicha afectación sea calificada como de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta.- En suma, no se trata solamente de invocar un perjuicio o agravio concreto sino de acreditar que a quien lo padece no le sirven los medios judiciales que el sistema procesal ordinario pone a su alcance, pues en razón del grado de concreción y gravedad de la lesión, los remedios procesales comunes se exhiben inidóneos para brindar una respuesta jurisdiccional útil, de modo que el daño resultará sólo efectivamente reparable si se concreta por la acción de amparo.- En este contexto, es preciso analizar la naturaleza de los derechos afectados y la vigencia de la ley 10.806, a fin de determinar la procedencia de la vía elegida.- El haber previsional, tiene por finalidad esencial asegurar la subsistencia frente a la contingencia de vejez y se encuentra protegido, no solo por las leyes propias de la seguridad social, sino también por la Constitución Nacional y normas que comparten su misma jerarquía, motivo por el cual su disminución afecta palmariamente la esencia del mismo y le impide cumplir con su finalidad.- La garantía de la movilidad de las jubilaciones y pensiones se encuentra establecida en el art. 14 bis tercer párrafo de la Constitución Nacional que textualmente dispone: "El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que puedan existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna".- El texto constitucional citado se complementa con lo que disponen sobre este aspecto los tratados internacionales de derechos humanos incorporados a la constitución por medio del art. 75 inc. 22 de la misma y lo estipulado en los arts. 22 y 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, art. 26 del Pacto de San José de Costa Rica, art. 9 del Pacto Internacional de los Derechos, Económicos, Sociales y Culturales. El derecho a la seguridad social está incluido dentro de los denominados derechos económicos, sociales y culturales (DESC). Que de lo expresado se desprende que los beneficios previsionales están protegidos por la garantía de integridad, proporcionalidad y sustitutividad prevista en el art. 14 bis y art. 17 de la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, ratificada por Ley N° 27.360, por lo que resulta contradictorio que sean reducidos por el propio Estado con una retención cuando es el mismo Estado quien debe velar por la vigencia y efectividad de los principios constitucionales, sin olvidar las leyes provinciales vigentes y acordes al espíritu y finalidad de la Constitución Nacional: ley N° 8.732, que instituye la proporcionalidad del haber jubilatorio equivalente al 82% del haber en actividad, y ley N° 10.068, que establece la movilidad ascendente del haber jubilatorio. La jurisprudencia nacional al resolver cuestiones similares, donde se efectúa una detracción de los haberes jubilatorios, ha dicho que: “…al ser una prestación de naturaleza previsional, queda claro que la jubilación no es una ganancia, sino el cumplimiento del débito que tiene la sociedad hacia el jubilado que fue protagonista del progreso social en su ámbito y en su época; que consiste en hacer gozar de un jubileo, luego de haber transcurrido la vida activa y en momentos en que la capacidad laborativa disminuye o desaparece. La jubilación es una suma de dinero que se ajusta a los parámetros constitucionales de integridad, porque la sociedad lo instituyó para subvenir a la totalidad de las necesidades que pueda tener la persona en ese período de vida. Por ello, la prestación no puede ser pasible de ningún tipo de imposición tributaria, porque de lo contrario se estaría desnaturalizando el sentido de la misma.” (Cuesta, Jorge Antonio contra AFIP sobre Acción de Inconst (Sumarísimo)” Expte nº FPA 21005389/2013, sentencia del 29-04- 2015. Por su parte la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa: “García María Isabel c/ AFIP s/ Acción Meramente Declarativa de Inconstitucionalidad”, sentencia del 26-03-2019, al tratar el tema que nos ocupa, ha declarado la inconstitucionalidad de los arts. 23, inc. C); 79, inc. C); 81 y 90 de la ley 20628, texto según leyes 27346 y 27430, por los argumentos allí expresados y a los cuales me remito por razones de brevedad.- Teniendo en cuenta lo expresado y la vigencia temporal de la Ley 10.806 - entre 12 y 18 meses- entiendo que la vía elegida es la correcta, ya que prolongar la resolución a través de un proceso ordinario que podría durar años, tornaría ilusoria la posibilidad de restablecer la situación, ya que el patrimonio del contribuyente no puede verse ilegítimamente afectado, en razón que de lo contrario se estaría desnaturalizando el sentido de la misma.- En el presente caso, se encuentran reunidos la totalidad de los requisitos exigidos para que prospere la acción de amparo, en razón que los derechos afectados se encuentran tuteladas y garantizadas por la CN, la Constitución Provincial y normas supranacionales, que requieren de un tratamiento inmediato, atento que estamos frente claras normas previstas en los arts. 6, 41, 56, 58, 60 y 195 de la C.E.R. de 2008 y art. 110, 14 bis, 17, 28, 33, 43, 75 inc. 22 de la C.N. art. 26 de la CIDH, art. 3 inc. N de la Convención Interamericana sobre Protección de los DDHH de las Personas Mayores, que asegura “la protección judicial efectiva”.- Entendiendo en consecuencia que la acción de amparo es la vía correcta, es preciso efectuar ahora un análisis de razonabilidad, a fin de determinar si la Ley 10.806 y la aplicación de los arts. 6 y 10, afectan la supremacía de la Constitución Nacional.- Que sin lugar a dudas, la aplicación de la Ley de Solidaridad, provoca una disminución en los haberes de los actores, ya que no obstante tener un derecho adquirido respecto del beneficio previsional, que les garantiza el cobro del 82 % móvil, los mismos se ven disminuidos por la aplicación de la mencionada ley, la que tiene como fundamento la necesidad de paliar el déficit previsional de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de Entre Ríos y el agravamiento de la misma por la situación de pandemia que nos encontramos atravesando, a raíz del Covid 19.- Que tal como la misma accionada lo reconoce, la mencionada situación deficitaria de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de Entre Ríos, es de larga data y ha sido motivo en otras oportunidades de normas de emergencia similares a las que hoy se discuten, por lo que entiendo no es razón suficiente para justificar la aplicación de retenciones en los haberes de los pasivos a fin de solventar el mencionado déficit, ya que admitir esta postura implicaría aceptar que nos encontraríamos en todo momento – de emergencia o sin ella- a merced de la discrecionalidad con que el poder público resolviese llevar a cabo su política económica, afectando los derechos constitucionales expresamente tutelados en nuestra Carta Magna.- Que existen en el caso que nos ocupa hechos lesivos de derechos constitucionales, que no pueden quedar fuera del radio de la acción, por lo que resulta plenamente posible que en el marco de una acción de amparo, se declare la inconstitucionalidad e inaplicabilidad de una norma que contravenga derechos y garantías amparados por la Constitución Nacional, Constitución Provincial o Tratados internacionales de igual rango, ya que una ley provincial no puede violar derechos y garantías tutelados constitucionalmente.- En la actualidad y ya desde 1994, la propia Carta Magna, es la que faculta a los Jueces a declarar la inconstitucionalidad de la norma involucrada, cuando la misma la pusiera en peligro efectivo e inminente, por lo que tal derecho no puede quedar indefenso, porque es inconcebible que un poder constituido pueda por desidia o inercia dejar sin efecto lo preceptuado por el poder constituyente. Admitir lo contrario, so color de que el Poder Judicial legislaría, o so capa de otros semejantes fundamentos sería incompatible con una de las funciones más trascendentes: la del control jurisdiccional.- El control de constitucionalidad, tiende a hacer efectiva la supremacía de la Constitución, cuando precisamente se menoscaben las prescripciones establecidas – tanto- por la Ley Suprema de la Nación, como por la Constitución Provincial y normas supranacionales, en razón a la preeminencia absoluta que goza en relación al resto del plexo normativo, motivo por el cual ninguna ley provincial puede subordinar lo normado por los artículos 14 bis, 17 y 28 de la Constitución Nacional, que son normas supremas y a las cuales debe sujetarse todo el ordenamiento jurídico, ya que lo contrario sería limitar garantías básicas y elementales contenidas en la Carta Magna Nacional.- Quien obtiene un beneficio previsional, goza de la garantía de la integralidad y de los derechos adquiridos, que contemplan los arts. 14 bis y 17 de la CN, motivo por el cual no pueden sufrir ningún tipo de disminución, ni menos aún pueden quedar afectado por ningún aporte extraordinario ni solidario, ya que una vez que ingresan al al patrimonio de los beneficiarios, ninguna ley posterior los puede afectar, en razón que así lo determina expresamente el art. 14bis de la Constitución Nación Nacional, el cual consagra el carácter de integrales a dichos beneficios previsionales.- Que en virtud de lo expresado, entiendo que la Ley impugnada deviene claramente inconstitucional, en razón que afecta la garantía de integridad, proporcionalidad y sustitutividad prevista en el art. 14 bis de la Constitución Nacional y art. 17 de la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, ratificada por Ley N° 27.360, ya que la misma – no solo- disminuye los haberes previsionales de los actores, sino que dispone la suspensión de la movilidad, lo que sin duda afecta garantías constitucionales expresamente tuteladas en nuestra Carta Magna, por lo que resuelvo revocar la sentencia apelada y hacer lugar a la acción de amparo y acción de ejecución en los términos planteados por los amparistas.- Así voto.- A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. CANAVESIO, manifiesta: 1.-) Me remito brevitatis causae al relato de los antecedentes del caso efectuado precedentemente por la Sra. Conjueza ponente de este acuerdo, e ingreso directamente al tratamiento de la cuestión traída. Que la Jueza Ad Hoc Doctora María Eugenia Furlan entendió que corresponde rechazar la acción de amparo y por ende la acción de ejecución, promovida por los Sres. Carlos Augusto COOK, y otros, por no reunir los requisitos de admisibilidad establecidos por la LPC para su procedencia, teniendo en cuenta el objeto específico del presente proceso, donde los amparistas persiguen que se declare la inconstitucionalidad de los art. 1, 2, 6 y 10 de la ley 10.806, considerando la magistrada que merece un tratamiento exhaustivo, lo cual no puede darse en el marco de una acción de amparo. Para así decidir consideró, que para que la vía del amparo resulte procedente se requiere no solo que los amparistas aleguen y demuestren ser titulares del derecho que mencionan como lesionado, sino que el acto u omisión atacado debe adolecer de “ilegitimidad manifiesta”, de dicha expresión se infiere que el amparo existe para subsanar una grosera turbación de los derechos y garantías constitucionales, de modo que su viabilidad requiere que los vicios denunciados sean claros, inequívocos, ciertos, incontestables, indudables y palmarios, tanto fáctica como legalmente; condición que se cumple cuando el vicio contenido en el acto impugnado es evidente, evaluado ello dentro del margen acotado de apreciación de esta acción.- Asimismo, la jueza -ad hoc- en sus considerandos dijo que los actores, argumentaron para elegir la vía del amparo, el perjuicio sufrido por el descuento realizado por la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos como consecuencia de la vigencia de la ley 10806 art. 6, que afecta a la clase pasiva, imponiéndoles un aporte extraordinario; en este caso, del 10% ya que todos los actores perciben un haber previsional superior a los $300.000. Que de la prueba ofrecida no se evidencia el supuesto perjuicio grave e irreparable que los lleva a elegir la acción de amparo para la protección de sus derechos, que en principio son válidos, pero el amparo no es la vía procesal correcta para hacerlo, ya que es una acción de última ratio y excepcional y como mencione en los primeros párrafos, requiere de ciertos recaudos de admisibilidad que en este caso no se cumplen. Que la conjueza sentenciante comparte los argumentos señalado por nuestro STJ al manifestar que el amparo es una acción de ultima ratio, ello sucedió en un caso análogo, al traído a resolver en esta oportunidad, el cual es: "ROMBOLA ELIDA BEATRIZ C/ SUPERIOR GOBIERNO DE ENTRE RIOS Y C.J.P.E.R. S/ ACCION DE AMPARO" - Causa N° 24867 – en donde se discutió sobre el alcance y la interpretación que se debe dar al pedido de declaración de inconstitucionalidad de una ley por vía del amparo. Que concretamente y utilizando las propias palabras utilizadas al comienzo del memorial de la parte actora, en el caso concreto atento a las claras normas constitucionales y supranacionales vigentes, no se requiere un “exhaustivo” análisis para resolver si los arts. 1, 6 y 10 de la ley 10.806 de emergencia es inconstitucionalidad o no, frente a las claras normas previstas en los arts. 6, 41, 56, 58, 60 y 195 de la C.E.R. de 2008 y art. 110, 14 bis, 17, 28, 33, 43, 75 inc. 22 de la C.N. art. 26 de la CIDH, art. 3 inc. N de la Convención Interamericana sobre protección de los DDHH de las Personas Mayores, que asegura “la protección judicial efectiva”. En este sentido, al igual que en los autos caratulados: “PABON EZPELETA CARLOS ALBERTO Y OTROS C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS Y OTRA S/ ACCION DE AMPARO” EXPTE. Nº 24914, con sentencia del 03/11/2020, tengo dicho que el procedimiento de la acción de amparo promovida logró atravesar satisfactoriamente la prueba de admisibilidad habiéndose verificado los recaudos que hacen a su procedencia y a su admisibilidad, conforme lo dispuesto por los artículos 1 y 3 de la ley 8369 de Procedimientos Constitucionales para resolver el fondo de la cuestión formulada en la demanda. En este sentido, y como lo he manifestado, el procedimiento de la acción de amparo promovida -en lo personal- logró atravesar satisfactoriamente la prueba de admisibilidad. 2.-) Así establecida la vía del procedimiento, entrare en el fondo de la cuestión planteado por los amparistas quienes persiguen que se declare la inconstitucionalidad de los art. 1, 2, 6 y 10 de la ley 10.806. Para ello, debo remitirme al artículo 1° de la Ley 10.806: “Declárese el estado de emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, sanitaria, administrativa, y previsional en el ámbito de la Provincia de Entre Ríos, con el propósito de asegurar el cumplimiento de las funciones inherentes al Estado provincial y la normal prestación de los servicios públicos. Dicho Estado, se extenderá hasta el treinta (30) de junio de 2021, prorrogable por única vez mediante decreto del Poder Ejecutivo Provincial por ciento ochenta (180) días en caso de que a su criterio se mantenga la situación de emergencia” habiéndose decidido por los legisladores que la norma sea de “orden público” (art. 2) cuyo alcances se aplicará “…a los Municipios adheridos al sistema previsional, a los tres poderes del Estado provincial, incluyendo entes descentralizados, autárquicos, autónomos, empresas y sociedades del Estado, cualquiera sea su dependencia jerárquica y su conformación jurídica estatutaria”. Con el objetivo (art. 3) “a) Asegurar el cumplimiento de funciones inherentes a la Administración de la Provincia de Entre Ríos consistente en el sostenimiento y fortalecimiento de los sistemas de salud, seguridad, los servicios públicos esenciales y el cumplimiento de las obligaciones del Estado de acuerdo al principio de equilibrio presupuestario establecido en al Artículo 35º de la Constitución Provincial… c) Fortalecer el carácter solidario, proporcional y equitativo del régimen previsional con la finalidad de asegurar la sustentabilidad del sistema”. Que bien lo señala el procurador general al referirse “Brevitaits causae enfatizamos que la ley atacada se funda en la situación de necesidad derivada de la catástrofe global de la pandemia viral, -Covid 19-, siendo innecesario, por su carácter de público y notorio conocimiento, insistir o ahondar en las consecuencias mundiales y, obvio, locales que esa situación de pandemia ha ocasionado a la economía global”. Que, por esta situación excepcional, el Estado tiene atribución para aplicar porcentajes de reducción de los salarios de sus agentes activos y pasivos. Solo en este marco excepcional de una medida de esta naturaleza, la doctrina de la emergencia emanada de la Corte Suprema de Justicia de la Nación admite esta atribución. En este sentido, ha sido clara e invariable a lo largo de los años confirmándola a través de reiterados fallos. Podemos caracterizar a la emergencia “como una situación extraordinaria que gravita sobre el orden económico-social, con su carga de perturbación acumulada, en variables de escasez, pobreza, penuria e indigencia, origina un estado de necesidad al que hay que poner fin” (CSJN, Fallos 173:6, autos “Peralta”, considerando 43, LL. 1991-C-158). Se ha caracterizado la situación jurídica de la emergencia como que en principio las leyes de emergencia son constitucionales y para que tengan validez constitucional deben ser dictadas para la defensa del sistema, fundadas en el art. 75 inc. 18 de la Constitución Nacional, para la promoción del bienestar general interviniendo en la económica con un sentido decididamente planificador (Fallos 237:38 y ots. CSJN); también se funda en un estado de necesidad, en una crisis de confianza que se ha generado en el decurso de un tiempo prolongado, como lo es por ejemplo la falta de recursos del estado para abonar beneficios previsionales, situación que no es para nada imprevisible, pero en el contexto actual de la pandemia del COVID19, se justifica la emergencia en dicha imprevisibilidad que ha ocurrido con motivo de la aparición repentina de tal virus y sus consecuencias gravemente dañosas en la economía. Es decir que la imprevisibilidad del COVID se usa para fundar la emergencia. Por eso considero que la ley atacada cumplimenta con todos los requisitos necesarios para convalidarla: la necesidad, la imprevisibilidad, la finalidad legítima de la norma en función del bienestar general, la razonabilidad (respeto a principios de igualdad y capacidad económica; proporcionalidad entre haberes de activos y pasivos) y la temporalidad. Esto estuvo a mi entender, dicho en forma clara y explicativa en el fallo del STJER en los autos “ROMBOLA, ELIDA BEATRIZ C/ SUPERIOR GOBIERNO DE ENTRE RIOS Y C.J.P.E.R. S/ ACCION DE AMPARO” Expdte. 24867, de fecha 19/08/2020, donde se señalan cuáles son los requisitos que debe reunir una situación de emergencia para que la misma sea válida: “… 1) Oportunidad. Esto es que exista una situación de emergencia. Aquí es donde la jurisprudencia de la Corte ha sido cada vez más laxa ya que paulatinamente ha ido receptando mayores avances sobre los derechos individuales y la necesidad de los esfuerzos compartidos; 2) Finalidad. La declaración de emergencia debe atender al bienestar general; 3) Legalidad. Debe ser declarada por Ley del Congreso, sin perjuicio de las delegaciones que válidamente pueden depositarse en el Poder Ejecutivo; 4) Temporalidad. La restricción de los derechos debe ser temporal ya que, al menos teóricamente, siendo la situación de emergencia transitoria, ya que es un hecho extraordinario, las restricciones deben seguir la suerte de aquella; 5) Proporcionalidad. Los medios utilizados deben ser razonablemente proporcionales a las características de la emergencia; 6) No discriminación. Las restricciones no pueden estar dirigidas a un grupo de personas o a una persona individual o a un sector, ya que de otra manera se estaría violando la regla del art. 16 de la CN que expresa, en su segunda parte que “Todos los habitantes son iguales ente la ley …” (CSJN Fallos: 313:1513; 323:1566; 325:2059; 335:813). "Todos los métodos interpretativos desarrollados hasta ahora llevan siempre a un resultado posible, y nunca a un único resultado correcto". Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho", Décima Edición, México 1998, Porrúa, p. 352/356. Por lo tanto, sostengo con firme convicción, que en la ley de emergencia debe existir proporcionalidad, temporalidad, no discriminación e intangibilidad de ciertos derechos fundamentales, en un todo de acuerdo a lo resuelto por la CSJN en varios fallos. Por otro lado, también he dicho en los autos “PABON EZPELETA CARLOS ALBERTO Y OTROS C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS Y OTRA S/ ACCION DE AMPARO” EXPTE. Nº 24914, con sentencia del 03/11/2020, que dentro de la garantía constitucional (art. 17) de los derechos adquiridos, el límite impracticable para la afectación de derechos, es que no exista para los mismos una frustración o una desnaturalización del derecho mismo. Para que se supere el test de constitucionalidad debe determinarse con precisión sus límites, no incurrir en abuso en el uso de los poderes de la emergencia, y asegurar que su utilización lo sea dentro de los límites que el orden constitucional y la propia naturaleza de la situación les marcan con claridad. Y continuo diciendo en mi voto, la prueba del estado de emergencia surge de los mismos debates parlamentarios -Cámara de Diputados de Entre Ríos, 7ª. Sesión ordinaria, 01/07/20-, de los datos provenientes del Poder Ejecutivo y fundamentalmente de los hechos de público conocimiento. Por lo tanto, la proclamación de un estado de emergencia, debe perseguir un fin público con intereses superiores y generales, ser transitoria, razonable, pudiendo ser materia de control jurisdiccional (art. 28 de la Constitucional Nación). También debe tenerse presente que no existen derechos absolutos y por ello la CSJN ha sostenido que los derechos declarados por la Constitución Nacional no son absolutos y están sujetos, en tanto no se los altere sustancialmente a las leyes que reglamenten su ejercicio (art. 28). Dichas restricciones pueden ser mayores en épocas de emergencia para encauzar la crisis y encontrar soluciones posibles a los hechos que la determinaron, pues la obligación de afrontar sus consecuencias justifica ampliar, dentro del marco constitucional, las facultades atribuidas al legislador para que con razonabilidad se limiten derechos (considerando 7 votos Fait, Levence y Moline O`Connor, autos “Videla Cuello”). Debe destacarse, a pesar que la parte actora considera que este precedente no es aplicable al caso concreto, en los autos “BIELER VIUDA DE CARBALLO, NELLY EDITH y OTS. c/SUP. GBNO. DE LA PCIA. DE E. RIOS y CJER – AMPARO” (reconstruido) -sent. Del 1/10/2001-], el Superior Tribunal de Justicia, siguiendo el criterio que para ese caso había dispuesto el Máximo Tribunal federal en resolutorio del 21/12/00 (Fallos: 323:4205), dictado con motivo de la aplicación de la ley 8918 de emergencia previsional de 1995, la Corte consagró el principio de que hasta un 15% se podría aplicar como contribución especial y por ello declaro constitucional dicha ley en tal aspecto, teniéndose presente que la ley actual establece hasta un porcentaje del 10% para los montos mayores de $300.000.- De la opinión vertida en el Diario La Nación por un consejero de la Magistratura, en el mes de agosto del año 2001, he podido rememorar y entender que lo establecido en el artículo 110 C.N. y su correspondiente, artículo 195 C.P., que establece que la compensación por sus servicios que perciben los jueces de los tribunales de la Nación, en el primero y de los funcionarios judiciales, en el segundo, no podrán ser disminuida en manera alguna mientras permanezcan en sus funciones y así lo ha reconocido la Corte Suprema en diversos fallos; a pesar de que creo que existen en las actuales circunstancias de emergencia tanto nacional como provincial (y mundial agregaría sin caer en exageración alguna), razones suficientes para apartarse de esa doctrina. “El principio de la intangibilidad de las remuneraciones de los magistrados es un derecho que establece la Constitución para garantizar la independencia del Poder Judicial y evitar que los otros poderes puedan, por medio de maniobras salariales, afectar esa garantía; pero ese derecho, como todos los que consagra la Constitución, no es absoluto y debe ser compatibilizado con otras disposiciones del mismo texto constitucional”. “En reiterada y pacífica jurisprudencia, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que las normas constitucionales no deben ser puestas en pugna entre sí, sino armonizarse de modo que todas conserven igual valor y efecto. Tal criterio, que es una directa consecuencia del principio de unidad en la interpretación constitucional, resulta de aplicación en el conflicto aparente entre la garantía de intangibilidad en las remuneraciones de los magistrados y el principio de igualdad de todos ante la ley, cuya armonización debe resultar del análisis ponderado de los hechos a las normas de la Constitución, conforme lo indica la pauta general de la razonabilidad. En ese sentido, debe considerarse que la garantía de intangibilidad de las remuneraciones, que hace a la independencia entre los poderes, en modo alguno se ve afectada por una situación que es de alcance general y que comprende a todos los funcionarios y empleados del Estado”. “En una sociedad políticamente organizada, todos sus miembros son solidariamente responsables en el cumplimiento de las obligaciones que posibilitan su existencia y permiten el cumplimiento de los fines para los que ha sido creada. La medida de esa solidaridad está dada por la igualdad de los compromisos y aportes de cada uno de sus integrantes, rechazándose privilegios o excepciones. Pero esa igualdad no es absoluta, sino que está referida a la igualdad de posibilidades, lo que permite que la solidaridad y la igualdad sean justas”. La armonización de la solidaridad, la igualdad y la justicia conforman la equidad, valor fundamental y prevaleciente en la interpretación de la ley. Es a la luz de esos principios y teniendo en cuenta la grave crisis económica que afecta a la Provincia, que debe interpretarse la cláusula constitucional que garantiza a los jueces la intangibilidad de sus remuneraciones. No se trata de modificar la Constitución, sino de interpretarla razonablemente. Creer que la intangibilidad de las remuneraciones de los magistrados es un principio absoluto, incluso en una situación de emergencia que comprende a todos los demás funcionarios y empleados del Estado, es convertir la garantía en privilegio, lo que afecta el principio de igualdad y repugna al sistema republicano. La prioridad en una emergencia como la que vivimos es la salvaguardia del Estado y su continuidad preservando, a través de una justa interpretación, el espíritu de la Constitución tanto Nacional como Provincial. Por otra parte, aceptar que un sector pueda quedar al margen del esfuerzo que realiza la sociedad toda, es una claudicación ética que compromete la solidaridad y viola la equidad. Y así, continua la opinión del consejero de la Magistratura, Diario La Nación: “En la república democrática es necesario preservar la supremacía de los principios morales, aun por encima de diferentes interpretaciones que puedan darse a las cláusulas constitucionales. Por ello, importa una grave transgresión ética resolver que los jueces, que son los que tienen mayores posibilidades y mejores remuneraciones, queden excluidos del ajuste temporario que la ley establece para todos los agentes del Estado… La sociedad espera una rectificación de sus magistrados. El ejemplo deben darlo aquellos que tienen las máximas responsabilidades y las mayores jerarquías”. Por todo esto, la acción de amparo concebida como ejercicio que amenace garantías constitucionales (art. 56 C.P.), no es advertido por el suscripto en este proceso; toda vez que la normativa atacada -Ley 10.806- cumplimenta de manera razonable con los recaudos de validez y parámetros expuestos para transitar la irrefutable situación de emergencia inesperadamente instalada a nivel mundial generando cambios permanentes en la vida cotidiana de la humanidad en su conjunto; prueba de ello son las noticias diaria que recibimos y percibimos de todas partes del mundo. Que, del extenso y reiterativo memorial de la parte actora no logra impresionar ni conmover, al voto que pretendo brindar en esta oportunidad, por ello, propongo a este Acuerdo rechazar la acción de amparo y acción de ejecución en los términos planteado por los amparistas. Así voto. A su turno el señor conjuez Dr. ACEVEDO MIÑO, expresa: I.- Respecto de la sentencia dictada por la Señora Conjuez de Primera Instancia que no hizo lugar a la acción incoada, la parte actora acude a esta vía recursiva, a través del mecanismo de la apelación ante el Superior Tribunal contenido en la Ley de Procedimientos Constitucionales.- II.- Que los actores interpusieron acción de amparo y acción de ejecución contra el Superior Gobierno de la Provincia de Entre Ríos y contra la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de Entre Ríos, con el objeto de que las demandadas se abstuvieran y suspendieran inmediatamente la aplicación de todo tipo de retención o descuento sobre sus haberes previsionales bajo el denominado concepto de aporte contemplado en la ley 10.806. III.- Que en tal sentido, adhiero al voto de la Sra. Conjuez Ceballos, en un todo de acuerdo con lo que expresé en los autos "PABON EZPELETA CARLOS ALBERTO Y OTROS C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS Y OTRA S/ ACCION DE AMPARO", Expte. N° 24914. Es preciso remarcar que en aquélla oportunidad manifesté que la ley que se cuestiona no sólo propugna la disminución de los haberes previsionales sino que también dispone la suspensión de la movilidad previsional, en contra de las referidas garantías constitucionales de integralidad, proporcionalidad y sustitutividad previstas en el art. 14 bis, dejando al arbitrio del Poder Ejecutivo el otorgamiento de aumento previsional. Por lo que considero que la norma impugnada, al restringir irrazonablemente los derechos de los actores, no sólo resulta inconstitucional sino también contraria al orden convencional, por lo que debe revocarse la sentencia apelada. Esta decisión encuentra respaldo en decisiones del máximo tribunal argentino, teniendo presente para decidir no sólo las disposiciones de las constituciones federal y local, sino también los tratados internacionales. En tal sentido, también es preciso recordar que cité a calificada doctrina argentina que entiende que desde hace un tiempo, “dentro del marco de las diversas líneas jurisprudenciales en torno a la recepción de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina [ha] abandonado criterios renuentes, para dar lugar a fórmulas receptivas, ya sea bajo la idea de interpretación armonizante, la doctrina de la compatibilización, reconocimiento de su carácter guía, o como pauta interpretativa de los derechos reconocidos en la Convención” 1” Así voto. A su turno y a la misma cuestión el señor conjuez Dr. MARTINEZ, dijo: I°).- Que es mi intención adherir a los fundamentos y consideraciones del voto precedente del Dr. Alejandro Daniel CANAVESIO, con motivo de su completo análisis jurídico para la toma de decisión y que doy por reproducidos, sin perjuicio de agregar los que a continuación expondré: II°).- Que en estos autos obra el dictamen del Procurador General de la Provincia, quién analiza la cuestión planteada afirmando que no hay afectación a los derechos fundamentales invocada por los actores y propicia la confirmación del fallo de rechazo y denegar la acción.- III°).- Que considero tratar solo dos cuestiones: 1) admisibilidad de la acción de amparo intentada; y 2) si la Ley N° 10.806 de Emergencia Pública, supera el control de constitucionalidad y convencionalidad.- IV°).- ADMISIBILIDAD DEL AMPARO: 1 Sagüés, María Sofía, El Recurso Extraordinario Federal en la ley 48, 1° Ed., Hammurabi, Buenos Aires, p. 26. ” CSJN, en “Méndez Valles, Fernando c/ A. M. Pescio S.C.A. s/ ejecución de alquileres, sentencia del 26/12/1995. Corte IDH, “Gelman vs Uruguay”, sentencia del 24/02/11, párr. 193, que ordena “ejercer ex officio un “control de convencionalidad” entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes y en esta tarea, deben tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana”. Que considero que asiste razón de los actores en la cuestión de la admisibilidad formal de la acción de amparo, por cuanto que, ante las alegadas y supuestas violaciones ilegítimas a derechos y garantías constitucionales (arts. 5 y 195 CER y arts. 28, 17, 14 bis y 110 CN) no existe otro procedimiento judicial más sencillo, idóneo, efectivo, expedito y rápido que desplace a la acción de amparo y que, por este motivo, ésta es la vía adecuada para acceder a la justicia y peticionar la tutela judicial continua y efectiva de sus derechos fundamentales (arts. 65, 56 CER; arts. 43, 18 CN, arts. 25 y 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos y art. 3, inc. n), “protección judicial efectiva”, de la Convención Interamericana sobre protección de los derechos humanos de las personas mayores. Asimismo consideramos que no existe necesidad de mayor debate y prueba.- V°).- DOCTRINA DE LA EMERGENCIA ECONÓMICA: A°).- 1°).- Que las constituciones, nacional y provincial, enuncian una serie de derechos y garantías “conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio”, los que “no pueden ser alterados”, (cfr. Arts 14 y 28 CN y art. 5 CER) “ni limitados por más restricciones que las indispensables para asegurar la vida del estado...” (art. 5 CER). Que este es el principio de razonabilidad o el debido proceso sustantivo. Y de estas disposiciones surge que los derechos no son absolutos, pero la capacidad de reglamentarlos tampoco es ilimitada: las leyes no deben alterar, modificar o desvirtuar los derechos en su sustancia.- Que sistemáticamente la parte actora ha invocado el art. 6 CER. Este artículo se refiere al imperio permanente de la constitución y el sistema democrático, a los delitos de lesa humanidad, al rescate de la memoria reciente y al derecho de resistencia legítima. De igual manera que el nuevo art. 36 de la CN, se refiere a la defensa de la democracia e ineficacia de las interrupciones o ruptura constitucional por hechos de fuerza, entre otros temas vinculados. Además del principio de razonabilidad, el art. 5 CER incorpora otra cuestión importante, establece una “finalidad” constitucional: “asegurar la vida del Estado”, el fin de preservar, consolidar y garantizar su vigencia y la prestación de los servicios esenciales, entre los que se cuenta el de promover el bienestar general (art. 67 CER). Y como lo expresara Juan Bautista Alberdi: “La constitución designa el fin, la ley construye el medio”.- Que en relación a la condición de no absolutos y el ejercicio razonable de todos los derechos, es importante recordar: “Los derechos subjetivos basados en el art. 110 de la Constitución Nacional no deben ser ejercidos de modo irrazonable, ya que todo derecho tiene su límite. Debe fijarse esa frontera en el valor de la solidaridad, ya que los jueces deben ser solidarios con el resto de la población (Fallos: 308:1932; 313:1371 y 314:760) y la intangibilidad no puede ser interpretada de modo absoluto, de manera que termine consagrando un privilegio” (Voto de los Dres. E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti). CSJN, “CHIARA DÍAZ”, (Fallos: 329:385).- 2°).- Que también en nuestra constitución se contemplan situaciones de excepcionalidad, eventos extraordinarios, de gravedad suficiente para poner en peligro los intereses de la sociedad. Existen momentos, fuera de los períodos normales y previsibles, como la conmoción interna, el ataque exterior y también la crisis económica que invocan institutos de excepción.- Que la emergencia económica no se encuentra regulada en nuestras constituciones, más allá que la Reforma del año 1994 incorporó expresiones como “emergencia pública” (art. 76 CN) y “circunstancias excepcionales” (art. 99 inc. 3° CN). Y en igual sentido lo ya comentado sobre el art. 5 CER y la situación o estado de crisis, de necesidad o de emergencia como hipótesis de peligro o riesgo de subsistencia y vigencia del mismo estado provincial cuando alude a “asegurar la vida del Estado, …”.- SAGÜES (“Derecho Constitucional y derecho de la Emergencia” (LL-1990-D-1036) habla de un Derecho Constitucional consuetudinario, que se ha ido formando a través de las sentencias del máximo tribunal de justicia de la Nación.- Esta doctrina de la emergencia económica tiene como su núcleo central la restricción de derechos económicos y sociales, pero los medios o mecanismos para superarla tienen un límite para que tal restricción de derechos sea de acuerdo a la Constitución, no deben ser alterados, desnaturalizados o desvirtuados en su sustancia, de acuerdo a la doctrina del debido proceso sustancial o material (art. 28 CN y art. 5 CER).- Que en un comienzo la doctrina de la emergencia tuvo como fines la salud, la seguridad o la moralidad, destacándose los fallos “Plaza de Toros” (1869- Fallos 7:150) y “Saladeristas” (1887 – Fallos 31:273). Pero, ya en el siglo pasado y con la influencia de la Suprema Corte de Estados unidos y sus sentencias: “Lochner”. (1905), “Home Building and Loan Association” (1934), “Nebbia” (1934) y “West Coast Hotel” (1937), avanzó sobre la protección del “bienestar general”, regulando fuertemente los derechos patrimoniales: “Ercolano” (Fallos 136:161) y “Avico” (Fallos 172:21).- Que la doctrina de la Emergencia Económica ha sido definida por la misma CSJN en el considerando N° 6° de la sentencia “Risolía de Ocampo” (Fallo 323:1934) al expresar: “Que cuando una situación de crisis o de necesidad pública exige la adopción de medidas tendientes a salvaguardar los intereses generales, se puede, sin violar ni suprimir las garantías que protegen los derechos patrimoniales, postergar, dentro de límites razonables, el cumplimiento de obligaciones emanadas de derechos adquiridos. No se trata de reconocer grados de omnipotencia al legislador ni de excluirlo del control de constitucionalidad, sino de no privar al Estado de las medidas de gobierno que conceptualice útiles para llevar un alivio a la comunidad. De ello se desprende que si, por razones de necesidad, sanciona una norma que no priva a los particulares de los beneficios patrimoniales legítimamente reconocidos ni les niega su propiedad, sino que sólo limita temporalmente la percepción de aquéllos o restringe el uso de ésta, no hay violación del art. 17 de la Constitución, sino una limitación impuesta por la necesidad de atenuar o superar una situación de crisis. En el sistema constitucional argentino, no hay derechos absolutos y todos están subordinados a las leyes que reglamentan su ejercicio”.- B°).-CONDICIONES DE LA EMERGENCIA CONSTITUCIONAL: Que la emergencia económica no se encuentra fuera del sistema constitucional, por el contrario, nunca deja de regir la norma del art. 28 CN ni del art. 5 CER, ni las garantías constitucionales se encuentran suspendidas (Cfr. art. 27 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Reitero que no es de aplicación el art. 6 CER que se refiere a la vigencia y defensa del orden democrático-constitucional y la interdicción de su quiebre o interrupción por actos de fuerza.- Que la Corte Nacional, a través de sus sentencias, ha establecido las condiciones o requerimientos para la convalidación constitucional de la Emergencia Económica y estos son: 1°).- EMERGENCIA: Que debe existir una crisis, una situación de necesidad pública o fuerza mayor que motive la declaración de emergencia. “Si la Corte, en ejercicio de la facultad de control ante el dictado por el Congreso de leyes de emergencia, ha verificado desde el precedente "Ercolano" (Fallos:136:161) la concurrencia de una genuina situación de emergencia que imponga al Estado el deber de amparar los intereses vitales de la comunidad -esto es, corroborar que la declaración del legislador encuentre debido sustento en la realidad-, …”. “Consumidores Argentinos” (Fallos: 333:633).- “Ella supone una situación de emergencia, es decir la existencia de una crisis o bien de un grave trastorno social originado por acontecimientos físicos, políticos, económicos, etc. Ante la imperiosa necesidad de afrontar los daños o riesgos creados por esa situación de emergencia y borrar o mitigar sus efectos, la potestad reglamentaria del Congreso, a que se refiere el art. 14 de la Constitución Nacional, se hace más amplia y profunda y, por lógica derivación, da origen a una mayor ingerencia del Estado en el régimen de los derechos humanos” (Voto de los Doctores Aristóbulo D. Aráoz de Lamadrid y Julio Oyhanarte). “Russo” (Fallos: 243:467) “Aceptado el grave estado de perturbación social, económica, financiera y cambiaria, no le corresponde a la Corte juzgar sobre el acierto o conveniencia del cambio del régimen monetario ni de los paliativos implementados para conjurarla ya que el ejercicio del poder del Estado puede ser admitido de forma más enérgica que en períodos de sosiego y normalidad, pues acontecimientos extraordinarios justifican remedios extraordinarios”. “Rinaldi” (Fallos: 330:855), “Bustos” (Fallos: 327:4495), “Guida” (Fallos: 323:1566), “Peralta” (Fallos: 313:1513), entre otros.- Que oportunamente en el mensaje de remisión del proyecto de la ley N° 10.806, tema central del presente caso, se denuncia las siguientes situaciones excepcionales y de necesidad pública: “En el marco de la crisis económica que vive la República Argentina en general , de la que no es ajena la provincia de Entre Ríos,…” “A la delicada situación económica y financiera, se suma el incremento paulatino del déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones, situación que tenemos en común con aquellas provincias que no han transferido su sistema previsional a la Nación.”.- “En toda esta coyuntura, también se ha producido, una importante disminución en la recaudación provincial, con valores que se encuentran muy por debajo de lo planificado en la Ley de presupuesto para el corriente año, como así también en las demás variables, proyecciones y estimaciones realizadas por este Poder Ejecutivo”. “Lo expuesto, referente a la disminución de recursos, obedece a la retracción de la actividad económica, y su consecuente y directa relación con la disminución de los ingresos derivados de los tributos tanto de nivel provincial como nacional, sujeta a los vaivenes e incertidumbres generados por las consecuencias que produce a nivel mundial, la pandemia declarada por la OMS, con características sanitarias, pero con connotaciones laborales, humanitarias y económicas pocas veces antes vista, que ha obligado tanto al Gobierno Nacional como Provincial a extremar las medidas tendientes a la preservación de la salud y asistencia de la población más vulnerable, entre las que se encuentran aquellas que determinan el aislamiento y reducción de la circulación, lo que afecta la dinámica de todas las actividades comerciales, sociales, interdisciplinarias y el normal desarrollo de las costumbres de la población”. “Este escenario de depresión económica, ha provocado un aumento significativo de la vulnerabilidad en vastos sectores de la población, siendo necesario tomar medidas concretas, precisas, oportunas y transitorias, en pos del respeto igualitario de los derechos de cada ciudadano entrerriano”. Que consideramos importante remarcar que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ha informado a través la encuesta permanente de hogares (EPH) correspondiente al primer semestre de 2020, que el porcentaje de personas por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 64,2 % en la ciudad de Concordia y el 39,6 % en el conglomerado gran Paraná, siendo del 40,9 % en la nación. Que la canasta básica total (CBT) se utiliza como referencia en el establecimiento de la línea de pobreza (LP). El valor de la CBT ascendía en septiembre de 2020 a la suma de $ 15.280,25. Que también el INDEC informa sobre las variaciones porcentuales del estimador mensual de actividad económica (EMAE), respecto a iguales períodos del año anterior, siendo todos negativos: marzo: -11,1; abril: -25,5; mayo: -20,1, junio: -11,7, julio: -13,1 y agosto: -11,6.- Que es notoria y evidente la crisis económica; y lo expresado en el mensaje de elevación del proyecto es suficiente para satisfacer este primer requisito.- 2°).- LEY: Que se sancionó la Ley N° 10.806 que declara “el estado de emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, sanitaria, administrativa, y previsional en el ámbito de la Provincia de Entre Ríos”. Que la ley es el instrumento normativo idóneo para la reglamentación o regulación de los derechos y obligaciones (arts. 14 y 28 CN y art. 5 CER).- “No corresponde arbitrar en una sentencia reducción alguna de la remuneración adeudada a los jueces basándose en motivos de "solidaridad social", ya que ello significa lisa y llanamente atribuirse por el Poder Judicial facultades legislativas, al postular una contribución porcentual de emergencia que no ha creado el Congreso de la Nación”. CSJN, “OJEA QUINTANA, Julio María” (Fallos: 319:1331) 3°).- IGUALDAD: Que la ley 10.806, en su artículo segundo expresa que la misma “es de orden público y sus alcances se aplicarán a los Municipios adheridos al sistema previsional, a los tres poderes del Estado provincial, incluyendo entes descentralizados, autárquicos, autónomos, empresas y sociedades del Estado, cualquiera sea su dependencia jerárquica y su conformación jurídica estatutaria”. Que al aplicarse al universo de funcionarios, empleados y jubilados y pensionados provinciales, la misma no realiza discriminación alguna. Que el “aporte solidario extraordinario” a detraer del haber liquidado a cada beneficiario de la Caja, cuyo haber supere los $ 75.000, no es discriminatorio, por el contrario, es calculado en forma proporcional al nivel de ingresos, de acuerdo al principio de la capacidad contributiva de cada agente pasivo provincial.- Que asimismo la ley establece modificaciones importantes en el impuesto a los “ingresos brutos” (arts. 7 y 8) sobre medicamentos y sobre las actividades de servicios financieros y sobre el impuesto inmobiliario provincial (art. 9), lo que en forma indirecta también repercute parcialmente sobre la población en general.- “La garantía de igualdad ante la ley radica en consagrar un trato legal igualitario a quienes se hallen en una razonable igualdad de circunstancias, lo que no impide que el legislador contemple en forma distinta situaciones que considere diferentes, en tanto dichas distinciones no se formulen con criterios arbitrarios, de indebido favor o disfavor, o de ilegítima persecución”. “Guida” (Fallos: 323:1566).- “… ya que los jueces deben ser solidarios con el resto de la población y la intangibilidad no puede ser interpretada de modo absoluto, de manera que termine consagrando un privilegio” (Voto de los Dres. E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti).; y “La prohibición de reducir las remuneraciones de los jueces mientras duren en sus funciones, consagrada en el art. 156 de la Constitución de Entre Ríos y en el art. 110 de la federal respecto de los jueces nacionales, tienen por objeto garantizar la independencia e imparcialidad de la justicia en cuanto poder del Estado, pero no instituye un privilegio que los ponga a salvo de toda y cualquier circunstancia que redunde en una pérdida de poder adquisitivo de sus haberes en violación a los principios de igualdad ante la ley, equidad y justicia distributiva”. (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco). CSJN, “CHIARA DIAZ”, (Fallos: 329:385).- 4°).- FINALIDAD: Que el sentido de las leyes de emergencia es superar o poner fin a las crisis que las motivan o mitigar, atenuar o reducir los perjuicios que provoca en la sociedad. La finalidad perseguida es la protección y promoción del bienestar general de la provincia, asegurar y amparar los intereses vitales de la sociedad entrerriana. “El fundamento de las leyes de emergencia es la necesidad de poner fin o remediar situaciones de gravedad que obligan a intervenir en el orden patrimonial, como una forma de hacer posible el cumplimiento de las obligaciones, a la vez que atenuar su gravitación negativa sobre el orden económico e institucional y la sociedad en su conjunto”. “Guida” (Fallos: 323:1566).- Que la ley N° 10.806 establece, en su artículo 3°, los objetivos de la declaración de emergencia pública. Pero es el inc. c) el que ocupa nuestra atención en el presente caso: “Fortalecer el carácter solidario, proporcional y equitativo del régimen previsional con la finalidad de asegurar la sustentabilidad del sistema”. Que la ley pretende superar el desequilibrio entre los aportes recibidos y los compromisos de pago de haberes.- Equilibrio Fiscal: Que el art. 35 in fine de la Constitución de Entre Ríos expresa: “El equilibrio fiscal constituye un deber del estado y un derecho colectivo de los entrerrianos”. Que nos encontramos ante un bien común, un bien colectivo, un derecho de incidencia colectiva en los términos de las distintas categorías de derechos mencionados en “Halabi” (Fallos: 332:111). Y para el estado entrerriano y sus órganos, más allá de la emergencia, es una obligación a cumplir. (Cfr. Andrés Gil Domínguez, “Derechos colectivos de ayer y de hoy”, en “Constitución de la Nación Argentina. Sesquicentenario de su sanción”, T I°, Asociación Argentina de Derecho Constitucional. 2003. Pág. 439.- La misma ley 10.806 en su artículo 3° inc. a) menciona: “el cumplimiento de las obligaciones del Estado de acuerdo al principio de equilibrio presupuestario establecido en al Artículo 35º de la Constitución Provincial”. 5°).- RAZONABILIDAD: Que el control de razonabilidad sólo puede efectuarse alrededor de la proporcionalidad entre los medios y los fines. En primer lugar se debe evaluar si el medio que se eligió es adecuado al fin, máxima de adecuación, que no hay otros medios alternativos, máxima de seguridad, para luego avanzar en el análisis de razonabilidad y así entender si esa restricción de derecho se condice con el bien jurídico que quiere proteger (mitigar o eliminar el déficit de la Caja y poder abonar los haberes de pasivos) o si solo es una restricción arbitraria de derechos. Si bien la emergencia puede autorizar ciertas restricciones de derechos individuales, ello nunca justifica la desnaturalización, mutación o supresión de su sustancia o esencia; ni la autoridad estatal puede válidamente trasponer el límite que señala el artículo 28 de la Constitución, es decir, la razonabilidad de la medida. El debido proceso sustantivo, que hace al contenido de fondo de las normas, permite analizar si la restricción es axiológicamente compatible con la filosofía del sistema y ha sido establecida dentro del marco de facultades de los respectivos órganos. Y la razonabilidad de las mayores restricciones que aquéllas imponen al derecho de propiedad del acreedor, deben valorarse en función de la entidad de la crisis que busca superarse. Consideramos que la Ley 10.806 es constitucional porque el “aporte solidario extraordinario” que deben realizar los jubilados y pensionados provinciales (art. 6), conjuntamente con el “aporte personal” de los agentes en actividad (art. 4), son adecuados para superar el déficit previsional provincial. No existiendo otro medio menos lesivo que permita proteger la sustentabilidad del sistema y la percepción de los haberes de los pasivos entrerrianos. Los derechos en juego no fueron alterados en su sustancia ni se ha modificado la situación o estatus de jubilado de los amparistas. Tampoco implica una quita confiscatoria, arbitrariamente desproporcionada.- “En tiempos de grave trastorno económico social, el mayor peligro que se cierne sobre la seguridad jurídica no es el comparativamente pequeño que deriva de una transitoria postergación de las más estrictas formas legales, sino el que sobrevendría si se las mantuviera con absoluta rigidez, por cuanto ellas, que han sido pensadas para épocas de normalidad y sosiego, suelen adolecer de patética ineficacia frente a la crisis”. (Voto de los Doctores Aristóbulo D. Aráoz de Lamadrid y Julio Oyhanarte). “Russo”, (Fallos: 243:467) “Si bien está fuera de discusión que los derechos que el contrato acuerda al acreedor constituyen su propiedad, como los demás bienes que forman su patrimonio y se hallan tutelados por el art. 17 de la Constitución Nacional, nuestro ordenamiento jurídico no reconoce la existencia de derechos absolutos sino limitados por las leyes que reglamentan su ejercicio, en la forma y extensión que el Congreso, en uso de sus facultades propias, lo estime conveniente a fin de asegurar el bienestar general, con la única condición de no alterarlos en su substancia”. “RINALDI” Fallos: 330:855.- 6°).- TIEMPO: Que la restricción de derechos económicos y sociales debe ser temporaria. El mismo plazo otorgado por la ley debe ser razonable, no debe perjudicar por su extensión y circunscripto a la emergencia que la originó.- La misma ley en su artículo 1° contiene su cláusula de transitoriedad, fijando precisamente que el estado de emergencia pública se extenderá hasta el treinta (30) de junio de 2021. Asimismo establece un plazo de prórroga del mismo y por única vez, por el término de ciento ochenta (180) días, en caso de que a criterio del Poder Ejecutivo provincial se mantenga la situación de emergencia.- VI°).- GARANTIA DE INTANGIBILIDAD DE LAS REMUNERACIONES Y HABERES PREVISIONALES DE LOS MAGISTRADOS JUBILADOS.- Que la decisión de restringir los haberes previsionales en forma generalizada, por un determinado plazo y en forma proporcional al nivel de ingresos, no resulta un ejercicio irrazonable de las facultades del Estado frente a una situación de grave crisis económica que genera una declaración de emergencia pública y que tiene como fines aliviar, mejorar y remediar el déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones.- Que la modificación de los márgenes de los haberes, en forma temporaria, motivada por los efectos de una grave crisis presupuestaria, de desequilibrio entre los aportes recibos y las obligaciones de pago de haberes a cumplir, no implica "per se" una violación de los arts. 14 bis, 17, 28 y 110 de la Constitución Nacional y arts. 195 y 5 de la Constitución de Entre Ríos. Tampoco es una quita arbitraria y confiscatoria desproporcionada.- “Una quita en la prestación percibida por el beneficiario en forma pacífica a lo largo del tiempo, no puede ser admitida sino en el marco de una norma de emergencia, es decir, en el contexto de una situación excepcional, temporaria, que revista una gravedad e interés institucional que justifique de manera expresa la adopción de medios extraordinarios y razonables para paliarla (“RUSSO”, Fallos: 243:467 y “GUIDA” 323:1566), mas no puede ser practicada por la ANSeS en virtud de un cambio legislativo, pues ello vendría a alterar derechos adquiridos y lesionar la naturaleza integral e irrenunciable de los beneficios previsionales, con el consecuente menoscabo de los derechos amparados por los arts. 14 y 17 de la Constitución Nacional”. CSJN, “BRAVO HERRERA” (Fallos: 335:813).- Que la norma constitucional entrerriana del art. 195 (idéntico texto al art. 156 de la Constitución del ’33) expresa: “Los funcionarios judiciales letrados, percibirán por sus servicios, una compensación que determinará la ley la cual será pagada en época fija y no podrá ser disminuida mientras permaneciesen en sus funciones”. Asimismo la norma del art. 110 CN, expresa: “Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta, y recibirán por sus servicios una compensación que determinará la ley, y que no podrá ser disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus funciones” (texto idéntico al art. 96 CN de 1853).- Que muchas sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la Nación han tratado la cuestión de la garantía de la intangibilidad de las remuneraciones de los magistrados y funcionarios judiciales. Que los argumentos que se desarrollan en los fallos como fundamentaciones y explicaciones complementarias, no integran la parte resolutiva propiamente dicha, pero son la interpretación que de la constitución efectúe el supremo tribunal de justicia de la Nación, obliga a los operadores jurídicos. Que no podemos desconocer o apartarnos de lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, resultando indispensable el tratamiento de esos fallos que aclaran la interpretación de normas constitucionales que son invocadas por las partes y la Conjueza en la presente acción de amparo y, asimismo, siendo la consideración de los argumentos vertidos en esos fallos, conducentes para la correcta solución del presente caso. Todos debemos un prudencial "leal respeto y acatamiento a las decisiones de la Corte Suprema".- Que la CSJN ha sentado postura claramente sobre la intangibilidad de las remuneraciones o compensaciones o haberes jubilatorios de magistrados y funcionarios judiciales, garantía contemplada en el art. 110 CN (antiguo art. 96 CN) y también sobre nuestro art. 155 de la Constitución entrerriana de 1.933. Desde el año 1.990, la Corte ha establecido claras limitaciones al alcance de la intangibilidad de las remuneraciones judiciales, privándola de su carácter de garantía absoluta.- “La obligación constitucional de mantener el significado económico de las retribuciones de los jueces debe llevarse a cabo cuando su desfase se produce con una intensidad deteriorante. … Será la intensidad del agravamiento, esto es, la magnitud notable y ostensible del deterioro sufrido por los salarios de los jueces, que en cada caso acontezca, en su proyección en la relación del desempeño de la función judicial lo que justifica la procedencia del amparo”. CSJN, “ALMEIDA HANSEN”, 28/03/1990, (Fallos: 313:344).- “La deducción mensual del 8% acumulativo impuesta a los jueces como un deber de solidaridad con el resto de la comunidad, no podrá sobrepasar el 30% del resultado final que arroje la liquidación total del deterioro sufrido por las remuneraciones, lo que de acuerdo a la naturaleza y valores comprometidos en el juicio, preserva el aspecto patrimonial de la garantía establecida por el art. 96 de la Constitución Nacional”. CSJN, “JÁUREGUI, Hugo René Mario y otros c/ Superior Gobierno de la Provincia de Entre Ríos” del 06/10/1992; (Fallos: 315:2386) y “MONTES DE OCA” (Fallos: 315:2780) y “VILELA” (Fallos: 314:295) “No corresponde arbitrar en una sentencia reducción alguna de la remuneración adeudada a los jueces basándose en motivos de "solidaridad social", ya que ello significa lisa y llanamente atribuirse por el Poder Judicial facultades legislativas, al postular una contribución porcentual de emergencia que no ha creado el Congreso de la Nación”.- CSJN, “OJEA QUINTANA, Julio María” (Fallos: 319:1331).- Es importante el precedente “CHIARA DIAZ”, donde se establecen pautas interpretativas de los arts. 110 CN y del entonces art. 156 CER: “Que la prohibición de reducir las remuneraciones de los jueces mientras duren en sus funciones, consagrada en el art. 156 de la Constitución de la Provincia de Entre Ríos, así como la regla fijada por el art. 110 de la federal respecto de los jueces nacionales, tienen por objeto garantizar la independencia e imparcialidad de la justicia en cuanto poder del Estado. En ausencia de ella, no hay Estado republicano. La cláusula constitucional examinada constituye un mandato dirigido a los otros dos poderes del Estado y les impone abstenerse de dictar o ejecutar acto alguno que implique reducir la remuneración de los jueces, pero no instituye un privilegio que los ponga a salvo de toda y cualquier circunstancia que redunde en una pérdida del poder adquisitivo de sus haberes. La finalidad de dicha cláusula constitucional es prevenir ataques financieros de los otros poderes sobre la independencia del judicial, pero no protege a la compensación de los jueces de las disminuciones que indirectamente pudieran proceder de circunstancias como la inflación u otras derivadas de la situación económica general, en tanto no signifiquen un asalto a la independencia de la justicia por ser generales e indiscriminadamente toleradas por el público (C. Clyde Atkins vs. The United States; 214 Ct. Cl. 186; cert. denied 434 U.S. 1009). Como se dijo al respecto, la cláusula referida no establece una prohibición absoluta sobre toda la legislación que concebiblemente pueda tener un efecto adverso sobre la remuneración de los jueces, pues la Constitución delegó en el Congreso la discreción de fijarlas y por necesidad puso fe en la integridad y sano juicio de los representantes electos para incrementarlas cuando las cambiantes circunstancias lo demanden (United States vs. Will, 449 U.S. 200, CYear 2C)”. CSJN, “CHIARA DÍAZ”, (Fallos: 329:385). Asimismo este considerando fue transcripto recientemente en CSJN, “ALONSO DE MARTINA”, 12/11/2019, (Fallos: 342:1938).- También la Corte Suprema ha especificado que el deterioro en las remuneraciones de los magistrados para que funcione la garantía del art. 110 CN, debe tener un carácter de ostensible y extendida en el tiempo. “La obligación constitucional de mantener el significado económico de las retribuciones de los jueces debe llevarse a cabo cuando su desfase se produce con una intensidad deteriorante. … Será la intensidad del agravamiento, esto es, la magnitud notable y ostensible del deterioro sufrido por los salarios de los jueces, que en cada caso acontezca, en su proyección en la relación del desempeño de la función judicial lo que justifica la procedencia del amparo”. CSJN, “ALMEIDA HANSEN”, 28/03/1990, (Fallos: 313:344). Criterio que ha sido reiterado en: “CHIARA DÍAZ”, (Fallos: 329:385); “ALVAREZ GLADYS STELLA” (Fallos: 342:1847) y “ALONSO DE MARTINA”, 12/11/2019, (Fallos: 342:1938).- “La independencia judicial no se ve afectada por el deterioro o depreciación en los salarios de los jueces derivados meramente de las circunstancias económicas generales que atraviesa el país, salvo que tal depreciación alcance un nivel tal que la haga susceptible de ser caracterizada como "ostensible deterioro". CSJN, “ALVAREZ GLADYS STELLA Y OTROS c/ EN CSJN CONSEJO DE LA MAGISTRATURA ART 110 s/EMPLEO PUBLICO”, 05/11/2019, (Fallos: 342:1847).- “La violación de la garantía de la intangibilidad de las remuneraciones de los jueces se configura cuando hay un "ostensible deterioro temporalmente dilatado de las remuneraciones de los magistrados respecto de lo que resulta razonable", debiéndose ponderar períodos de tiempo más o menos prolongados en los que la remuneración real puede experimentar altibajos propios de las circunstancias pero que, en su globalidad, mantienen la intangibilidad querida por el texto constitucional, sin perjuicio de admitir un cierto desfase mensual que no incida con entidad significativa en el aspecto patrimonial de la garantía estatuida en el art. 110 de la Constitución Nacional”, (Voto del juez Lorenzetti). CSJN, “ALONSO DE MARTINA”, 12/11/2019, (Fallos: 342:1938).- Asimismo la Corte Suprema hace hincapié en las circunstancias económicas generales que soporta toda la población, involucrando el principio de igualdad y el deber de solidaridad con el resto de la población entrerriana.- “Que por último, cabe hacer notar que con el constitucionalismo moderno, el deber de "solidaridad" adquiere principal protagonismo, compromiso que no se puede soslayar en los tiempos actuales, lo que obliga a no desatender la realidad socioeconómica presente, conforme doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en cuanto sostiene que "...las sentencias de la Corte Suprema deben atender a la situación de hecho existente en el momento de su dictado (Fallos: 328:4640; 329:5798 y 5913, entre muchos otros)..." (Fallos: 338:811)”. “ALVAREZ GLADYS STELLA” (Fallos: 342:1847).- “La prohibición de reducir las remuneraciones de los jueces mientras duren en sus funciones, consagrada en el art. 156 de la Constitución de Entre Ríos y en el art. 110 de la federal respecto de los jueces nacionales, tienen por objeto garantizar la independencia e imparcialidad de la justicia en cuanto poder del Estado, pero no instituye un privilegio que los ponga a salvo de toda y cualquier circunstancia que redunde en una pérdida de poder adquisitivo de sus haberes en violación a los principios de igualdad ante la ley, equidad y justicia distributiva”. (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco). “CHIARA DÍAZ”, (Fallos: 329:385).- “Antes bien, le ha otorgado a la garantía constitucional referida [art. 156 de la constitución provincial] su justo alcance al aclarar que ella no instituye un privilegio en favor de los magistrados que los ponga a salvo de cualquier viento que sople”. “CHIARA DÍAZ”, (Fallos: 329:385).- VII°).- CONCLUSION: Que por lo expuesto, es mi decisión rechazar la acción de amparo y la acción de ejecución promovidas por los actores, por ser mi sincera e íntima convicción.- Así voto.- A su turno la señora conjuez Dra. BENITEZ, manifiesta: Esta cuestión fue ampliamente explicadas por los Sres. Conjueces que me preceden.- Hay coincidencia entre los Sres. Conjueces que ya emitieron su voto en relación a que la vía elegida por los actores, la acción de amparo, reúne los requisitos de admisibilidad y procedencia, opinión que comparto.- Mas, en cuanto a la solución sobre el planteo de los actores voy a acompañar la postura desestimatoria que impulsan los Sres. Conjueces Canavesio y Martinez.- La abundancia de fundamentos expresada en los votos formulados por los nombrados Conjueces, realizados con un sesudo análisis de la jurisprudencia de la Corte Suprema de la Nación, me exime de realizar mayores consideraciones; de modo tal que, para no caer en reiteraciones innecesarias, me remito a los mismos.- En conclusión, por lo expuesto y fundamentos atinadamente brindados por mis colegas conjueces Dres. Canavesio y Martinez, es mi decisión rechazar la acción de amparo y la acción de ejecución promovidas por los actores.- Así voto.- A LA TERCERA CUESTION PLANTEADA LA SEÑORA CONJUEZA DRA. CEBALLOS, DIJO: Atento el resultado del litigio arribado por la mayoría, entiendo que las costas deben ser impuestas por su orden, en razón que la actora tenía motivos para litigar ( art. 20 de la LPC) .- REGULAR los honorarios profesionales de los Dres. Sergio G. Colja, Natalia María del Huerto Barsanti, Guillermina Jozami, Julio C. Rodríguez Signes, Lautaro Dato y Roberto Beherán, en las respectivas sumas de Pesos cinco mil setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos cinco mil setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos cinco mil setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos ocho mil quinientos ochenta ($ 8.580.-), Pesos ocho mil quinientos ochenta ($ 8.580.-) y Pesos veinticuatro mil veinticuatro ($ 24.024.-) por la actuación que les cupo ante esta Alzada -cfme. art. 64 del Dec.-Ley Nº 7046, rat. Ley 7503-.- Así voto.- A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. CANAVESIO, expresa: Que, compartiendo criterio de la sentencia de la jueza -ad hoc-, y atento el resultado del litigio, en orden a la aplicación de costas, corresponde que las mismas se impongan a la parte vencida tal como lo dispone el art. 20 de la L.P.C., debiéndose aplicar en esta instancia, el 40% sobre el monto regulado en primera instancia. Que tras la recuperación del carácter de orden público de las leyes de honorarios profesionales Ley Provincial n°10.377 sancionada el 7 de julio de 2015: Boletín Oficial, 7 de agosto de 2015, estableciendo para todos los procesos montos mínimos en cuanto el legislador ha entendido que la tarea del abogado en los distintos procesos tiene una entidad e importancia que merece esa retribución mínima, habiéndose recuperado el orden público de los honorarios profesionales, con la correspondiente implicancia de dicho instituto, lo que garantiza la intangibilidad del carácter alimentario de los honorarios en el ejercicio de la profesión. Por lo antes dicho, sostengo con solvencia moral y jurídica, que lo establecido en el "ACUERDO PLENARIO Nº 1 - ART. 35 LEY ORGÁNICA DEL PODER JUDICIAL - LEY 10.704" del 28/10/19 no es ajustado a derecho, por ser violatorio de normas constitucionales, arts. 203, 205, 122, 45 y 65 de la CONSTITUCION PROVINCIAL. Así voto.- A su turno el señor conjuez Dr. ACEVEDO MIÑO, expresa que adhiere también en este punto al voto de la Sra. Conjuez Ceballos. Así voto.- A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. MARTINEZ, dijo: Que atento el resultado del litigio, en orden a la aplicación de costas, corresponde que las mismas se impongan a la parte vencida tal como lo dispone el art. 20 de la Ley de Procedimientos Constitucionales. Que siendo los honorarios profesionales de orden público (Leyes N° 7.046 (arts. 1 y 10) y 10.377), al momento de la regulación, se establecerán conforme los art. 2, 3, 4, 5, 91 ss y ccs. Ley N° 7.046. Que lo establecido en el “ACUERDO PLENARIO Nº 1-ART. 35 LEY ORGANICA DEL PODER JUDICIAL LEY 10.704” del 28 de octubre de 2019 no es ajustado a derecho ni aplicable: 1°) por ser violatorio de normas constitucionales, arts. 203, 205,122, 45 y 65 de la Constitución de Entre Ríos; y 2°) por haberse ya abrogado o derogado implícitamente la norma que pretende dar fundamento al mismo, esto es el art. 1.255 CCyC para este específico y trascendental servicio profesional como es la abogacía que trabaja ante un servicio público a cargo del estado, servicio que no puede privatizarse ni delegarse y cuya finalidad esencial es “dar a cada uno lo suyo”, resolviendo los conflictos sociales, creando seguridad jurídica y paz social, y con mayor razón ante cuestiones tan públicamente relevantes como el análisis de una ley de emergencia pública provincial. Que la cesación de vigencia del art. 1.255 CCyC para el ejercicio de la profesión de abogado ante los tribunales tiene como causa lo dispuesto en otra norma Posterior y Especial, ya que el mismo legislador que sanciona el art. 1.255 CCyC, sanciona posteriormente la Ley Especial N° 27.423 de Honorarios Profesionales de Abogados de la Justicia Nacional y Federal, la cual en su art 16 expresa…”Los jueces no podrán apartarse de los mínimos establecidos en la presente ley, los cuales revisten carácter de orden público.”.- Que, habiendo quedado firmes los honorarios regulados en la primera instancia, corresponde en consecuencia, regular a los letrados intervinientes ante esta Alzada el 40% de los montos establecidos para cada letrado en la instancia de grado.- Así voto.- A la misma cuestión planteada la señora conjueza Dra. BENITEZ, expresa: Atento el resultado del litigio, corresponde que las costas se impongan a la parte vencida tal como lo dispone la norma del art. 20 L.P.C., correspondiendo regular en esta instancia el 40% sobre el monto regulado en primera instancia.- Dado el carácter de orden público de los honorarios profesionales (Ley Nº 7046 y Ley 10.377), corresponde la aplicación de los arts. 2, 3, 4, 5, 91 ss y ccs. Ley N° 7.046 al momento de proceder a la regulación de los mismos, en consecuencia no debe tenerse en cuenta lo establecido en el "Acuerdo Plenario Nº 1-Art. 35 Ley Orgánica del Poder Judicial Ley 10.704” 28/10/19, por ser violatorio de normas constitucionales, arts. 203, 205,122, 45 y 65 de la C.P.- Así voto.- Con lo que no siendo para más, se dio por terminado el acto quedando acordada -y por mayoría- la siguiente SENTENCIA, que RESUELVE: 1º) ESTABLECER que no existe nulidad.- 2º) RECHAZAR el recurso de apelación interpuesto por la parte actora, contra la sentencia de fecha 05/11/2020, la que, por los fundamentos de la presente, se confirma.- 3º) IMPONER las costas de esta instancia a la actora vencida - cfme. art. 20 LPC-.- 4º) REGULAR los honorarios profesionales de los Dres. Sergio G. Colja, Natalia María del Huerto Barsanti, Guillermina Jozami, Julio C. Rodríguez Signes, Lautaro Dato y Roberto Béherán en las respectivas sumas de Pesos cinco mil setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos cinco mil setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos cinco mil setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos ocho mil quinientos ochenta ($ 8.580.-), Pesos ocho mil quinientos ochenta ($ 8.580.-) y Pesos veinticuatro mil veinticuatro ($ 24.024.-) por la actuación que les cupo ante esta Alzada -cfme. art. 64 del Dec.- Ley Nº 7046, rat. Ley 7503-.- Protocolícese, notifíquese -cfme. arts. 1, 4 y 5 Ac. Gral. Nº 15/18 SNE- y, en estado bajen.- ds Dejo constancia que la sentencia que antecede, ha sido dictada el día veintitres de noviembre de 2020 en los autos "COOK CARLOS y otros C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS y otra S/ ACCION DE AMPARO", Expte. Nº 24920, por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, integrado al efecto con las señoras conjuezas Dras. GABRIELA MARIA DEL CARMEN CEBALLOS (disidencia en fondo y costas) y MARIA SUSANA BENITEZ y los señores conjueces Dres. ALEJANDRO DANIEL CANAVESIO, MARTIN JULIAN ACEVEDO MIÑO (disidencia en fondo y costas) y ENRIQUE MARCIANO MARTINEZ, quienes suscribieron la misma mediante firma electrónica, conforme -Resolución Nº 28/20 del 12/04/2020, Anexo IV- prescindiéndose de su impresión en formato papel y se protocolizó. Conste.- Fdo.: ELENA SALOMÓN -SECRETARIA-.-
Existiendo regulación de honorarios a abogados y/o procuradores, cumpliendo con lo
dispuesto por la Ley 7046, se transcriben los siguientes artículos: Ley 7046- Art. 28º: NOTIFICACION DE TODA REGULACION. Toda regulación de honorarios deberá notificarse personalmente o por cédula. Para el ejercicio del derecho al cobro del honorario al mandante o patrocinado, la notificación deberá hacerse en su domicilio real. En todos los casos la cédula deberá ser suscripta por el Secretario del Juzgado o Tribunal con transcripción de este Artículo y del art. 114 bajo pena de nulidad.- No será necesaria la notificación personal o por cédula de los autos que resuelvan reajustes posteriores que se practiquen por aplicación del art. 114.- Art. 114º. PAGO DE HONORARIOS. Los honorarios regulados judicialmente deberán abonarse dentro de los diez días de quedar firme el auto regulatorio. Los honorarios por trabajos extrajudiciales y los convenidos por escrito cuando sean exigibles, se abonarán dentro de los diez días de requerido su pago en forma fehaciente. Operada la mora, el profesional podrá reclamar el honorario actualizado con aplicación del índice, previsto en el art. 29 desde la regulación y hasta el pago, con más su interés del 8% anual. En caso de tratarse de honorarios que han sido materia de apelación, sobre el monto que queda fijado definitivamente en instancia superior, se aplicará la corrección monetaria a partir de la regulación de la instancia inferior. No será menester justificar en juicios los índices que se aplicarán de oficio por los Sres. Jueces y Tribunales.- Fdo.: ELENA SALOMÓN -SECRETARIA-
02. Discrepancia entre CC y CCC Hace Lugar - Ortiz, Susana I. c Bartalini, Héctor s Usucapión. Cámara de Apelación en lo Civil, Comercial y de Familia de Lomas de Zamora, Sala I. Expte. nro. LZ-34730-2010, 15-11-2018.pdf.pdf