Emergencia Fallo Cook Carlos

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///C U E R D O:

En la ciudad de Paraná, Capital de la Provincia de Entre Ríos, a los


veintitres días del mes de noviembre de dos mil veinte, reunidos los
miembros del Excmo. Superior Tribunal de Justicia, a saber: las señoras conjuezas
Dras. GABRIELA MARIA DEL CARMEN CEBALLOS y MARIA SUSANA BENITEZ
y los señores conjueces Dres. ALEJANDRO DANIEL CANAVESIO, MARTIN
JULIAN ACEVEDO MIÑO y ENRIQUE MARCIANO MARTINEZ, asistidos de la
Secretaria autorizante fueron traídas para resolver, las actuaciones caratuladas:
"COOK CARLOS y otros C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE
ENTRE RIOS y otra S/ ACCION DE AMPARO", Expte. Nº 24920.-
Practicado el sorteo de ley resultó que el tribunal para entender
quedó integrado en el siguiente orden: Sres. Vocales Dres. CEBALLOS,
CANAVESIO, ACEVEDO MIÑO, MARTINEZ y BENITEZ.-
Examinadas las actuaciones, el Tribunal planteó las siguientes
cuestiones:
PRIMERA CUESTIÓN: ¿Existe nulidad?
SEGUNDA CUESTIÓN: ¿Es procedente el recurso de apelación
interpuesto contra la sentencia de Primera Instancia?
TERCERA CUESTIÓN: ¿Qué cabe resolver en materia de costas
causídicas y honorarios?
A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA LA SEÑORA
CONJUEZA DRA. CEBALLOS DIJO:
Conforme está previsto en el artículo 16, de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, cada recurso de apelación deducido contra una
sentencia de amparo importa también el de nulidad.
En el caso, habiéndose subsanado por este tribunal con sentencia
de fecha 28/10/20, la nulidad de la sentencia del 29/08/20, y que llegan a nuestro
conocimiento, que ni los litigantes ni el Ministerio Público denuncian la existencia
de vicios invalidantes y, por mi parte, del estudio de estos autos, no advierto
defectos que por su magnitud e irreparabilidad merezcan ser expurgados. No
cabe -entonces declaración de nulidad alguna.-
Así voto.-
A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. CANAVESIO,
dijo:
Al igual que lo refiere el voto preopinante, conforme está previsto
en el artículo 16, de la Ley de Procedimientos Constitucionales, cada recurso de
apelación deducido contra una sentencia de amparo importa también el de
nulidad.
Como bien lo señalaba la conjueza Ceballos, en el caso, ha sido
subsanado por este tribunal con sentencia de fecha 28/10/2020, la nulidad de
sentencia del 29/08/2020, y que llegan a nuestro conocimiento un nuevo
pronunciamiento; y advierto, que ni los litigantes ni el Ministerio Público
denuncian la existencia de vicios invalidantes y, por mi parte, del estudio de estos
autos, no advierto defectos que por su magnitud e irreparabilidad -en esta
oportunidad- merezcan ser expurgados. Al igual que el voto preopinante, no cabe
-entonces- declaración de nulidad alguna.
Así voto.-
A su turno el señor conjuez Dr. ACEVEDO MIÑO manifiesta:
Siguiendo a lo expuesto por la Sra. Conjuez Ceballos, advierto que
no se verifica la presencia de irregularidades que por su entidad y magnitud
revistan idoneidad suficiente para justificar una declaración nulificante en esta
instancia, en virtud de ello, propongo una respuesta negativa al planteo
formulado en esta primera cuestión.-
Así voto.-
A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. MARTINEZ,
expresa:
Que coincido con los colegas preopinantes en que no corresponde
declaración de nulidad alguna en estos autos.
Así voto.-
A su turno la señora conjuez Dra. BENITEZ, expresa:
Comparto la conclusión arribada por los conjueces preopinantes
en cuanto no corresponde declaración de nulidad alguna.-
Así voto.-
A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA LA SEÑORA
CONJUEZA DRA. CEBALLOS, DIJO:
Respecto de la sentencia dictada por la Señora Conjueza de
Primera Instancia que rechazó la acción incoada, se disconformaron los actores
interponiendo recurso de apelación.-
Que a efectos de iniciar el análisis de la presente causa, es
necesario hacer una reseña de los hechos en los cuáles las partes fundamentan
sus pretensiones.-
Que los actores promovieron acción de amparo prevista en los
arts. 1 de la ley de Procedimientos Constitucionales N° 8369, art. 43 de la art.
C.N. y arts. 56 de la Constitución de Entre Ríos del año 2008 y acción de
Ejecución contemplado en el art. 26 de la Ley de Procedimientos Constitucionales
n° 8369 y 58 de la Constitución de Entre Ríos, contra el Superior Gobierno de la
Provincia de Entre Ríos, y contra la Caja De Jubilaciones y Pensiones de la
Provincia, solicitando que oportunamente al dictar sentencia, se declare la
inconstitucionalidad e inaplicabilidad a los actores de los arts. 1, 2, 6 y 10 de la
ley 10.806, con carácter definitivo la Provincia se abstenga de practicar
descuento alguno sobre los haberes jubilatorios de los actores por aplicación de la
misma, y se practiquen las futuras liquidaciones de sus haberes conforme a lo
dispuesto en la Ley N° 10.068, librándose el mandamiento correspondiente, con
costas.
Todos los amparistas son funcionarios y magistrados que gozan
del beneficio de la jubilación que les ha sido otorgado a cada uno y son titulares
de los derechos subjetivos individuales que se invocan como vulnerados en esta
acción consistente en un daño patrimonial actual y concreto a raíz de la vigencia
de la ley.
En el desarrollo de los hechos dejan expresado los amparistas, la
tradición de la provincia en cuanto se trata de amparos, resaltando que la ley
10.806 es inconstitucional porque viola y vulnera la Convención Interamericana
sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, aprobada
por la OEA, el 15/06/2015, ratificada por Ley N° 27.360, (B.O. 2/07/2017), el arts.
14 bis, 28, 33, 43, 75 inc.22 y 110 C.N. y arts. 6,41,56,58 y 60 Constitución E.R.
de 2008 y carece de valor por el Convenio de Viena que establece que una ley
local 10 carece de valor frente a tratados internacionales conforme fallos de la
CSJN y del Tribunal Internacional de Salto Grande.
Los arts. 1, 2, 6 y 10 de la ley 10.806 de emergencia que ha
entrado en vigencia el día 8/7/2020 -publicada en el B.O. de nuestra Provincia-
resultan inconstitucionales, lo que se deja pedido, ya que no pueden afectar la
garantía de intangibilidad de los haberes previsionales, pues además de violar
normas constitucionales, la ley 10.806 es inconstitucional porque contraviene
claramente y está en pugna con la Convención Interamericana sobre Protección
de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, aprobada por la Organización
de Estados Americanos (OEA), el 15/06/2015, ratificada por Ley N° 27.360, (B.O.
2/07/2017), y forma parte de nuestro derecho interno (art. 75, inc. 22, de la C.N),
normas supranacionales que son vinculantes y obligatorias en nuestro país.
Fundamenta la vía del amparo como remedio más idóneo para que se restablezca
la garantía vulnerada.
Los amparistas refieren que en el caso de los magistrados
jubilados, se aplican diversos principios que deben respetarse (art. 14 bis. de la
C.N. y art. 19 de la C.P., y expresamente en el art. 71 de la Ley Provincial de
Jubilaciones y Pensiones nº 8732).
Introducen fallos diversos, antecedentes históricos y opiniones de
doctrinarios argentinos. Aportan pruebas. Introducen la cuestión federal.
II.- Las accionadas contestaron el informe -art. 8 ley 8369-
requerido y solicitaron el rechazo de la acción interpuesta.
a) En su postura defensiva, la CJPER planteó la improcedencia de
la acción considerando que la actora omitió acreditar los extremos necesarios
para que en su acotado marco se aprecie la flagrancia o la gravedad de la
afectación de los derechos que invoca (art. 1 de la ley 8369). También expuso
sobre la falta de idoneidad de la vía seleccionada frente a la complejidad de lo
planteado y se opuso a su admisibilidad. Refirió al déficit previsional de la CJPER y
su incidencia en el estado de emergencia legalmente declarado mediante Ley
10.806 que encuentra sustento técnico en el desequilibrio actualmente existente
entre las cotizaciones recibidas por el sistema y los compromisos mensuales que
el organismo debe afrontar.
Destacó como la crisis originada por la propagación del Covid-19
afecta a nuestro país ocasionando una caída abrupta del PBI y,
consecuentemente, una disminución histórica de la recaudación impositiva,
incidiendo inevitablemente en los índices de coparticipación que corresponden al
estado provincial, dificultando severamente el cumplimiento de las obligaciones
asumidas, particularmente el pago de los salarios de activos y pasivos.
Definió a la ley de emergencia N° 10.806 como una manifestación
del poder de policía de emergencia, ajustada a los estándares de razonabilidad
exigidos por el Máximo Tribunal de la Nación, mediante el cual el Estado pretende
dar respuesta a la coyuntura actual.
Destacó que la criticada ley cumple, acabadamente, los requisitos
de razonabilidad a fin de superar el tamiz de constitucionalidad, haciendo primar
la protección del interés colectivo consistente en la sustentabilidad actual y futura
del sistema previsional local, por cuanto nos encontramos en una situación
excepcional de emergencia cuya acreditación formal resulta innecesaria; la
misma tiene alcances generales y vigencia delimitada en el tiempo (hasta el
30/06/2021, con su eventual prórroga) y los porcentajes previstos en el artículo 6°
en modo alguno resultan confiscatorios en los términos definidos por la propia
CSJN.
Citó jurisprudencia y solicitó -en definitiva- se rechace la acción.
b) A su turno, el SGPER inició su defensa señalando que, al
margen de la naturaleza previsional del derecho en juego, la lesión constitucional
invocada no es otra cosa que una restricción patrimonial por tiempo acotado,
cuya entidad determinante para justificar la habilitación de la vía del amparo
debe necesariamente evaluarse en función de la proporción que esa reducción
signifique en el nivel de ingresos y en cómo impacta en su nivel de vida en
función de la cobertura de las necesidades básicas humanas.
Realizó un pormenorizado informe para sostener la
constitucionalidad de la norma impugnada y concluyó que la afectación del orden
del 6% de los haberes previsionales de la actora, con un haber nominal superior a
los $100.000; quien, a pesar del aporte extraordinario, puede seguir contando con
un ingreso mensual que quintuplica el haber previsional mínimo. Por eso, afirma,
no constituye desde ningún punto de vista una lesión o afectación de una
gravedad tal que requiera una reparación urgente por la vía excepcional del
amparo.
Descarta la hipótesis de “ilegitimidad manifiesta” con el grado de
evidencia suficiente que exige la Constitución Provincial y la ley 8369 para
habilitar el tratamiento del planteo formulado por la vía de la acción de amparo.
Peticionó por la declaración de inadmisibilidad e improcedencia de la vía.
Expuso que la ley 10.806 no es una norma ordinaria sino de
emergencia que responde a una situación de extrema gravedad que compromete
las esferas económica, financiera, fiscal, administrativa, sanitaria y previsional de
la provincia y no viene a consolidar un nuevo statu quo relacionado a las materias
que regula, sino que legisló de manera concreta y precisa una serie de medidas,
circunscribiendo sus efectos y alcances jurídicos a un plazo cierto y delimitado.
Citó antecedentes jurisprudenciales rectores en la materia de
emergencia y la tradicional doctrina legal de la CSJN para concluir que el 6 % de
aporte solidario (artículo 6º de la ley 10.806), operado sobre el haber de la
amparista, emerge como razonable, justificado proporcionado en razón de la
situación especial; y que -además- no altera la sustancia del derecho ni modifica
el status de jubilada.
Explicó acerca de los elementos validantes de la emergencia
referidos a la constatación de la necesidad, la imprevisibilidad, la finalidad
legítima de la norma en función del bienestar general, la razonabilidad y la
temporalidad, que inspiran la ley 10.806 adecuándose perfectamente a las
exigencias constitucionales, legales y reglamentarias que la doctrina y
jurisprudencia profesan.
Por último, destacó la inexistencia de agravio constitucional
atendible en cabeza de la actora. Al respecto, indicó, que la pretensión luce como
una mera discordancia con las políticas de estado llevadas a cabo por la
provincia, extremo que -por un lado- no supera el estándar técnico jurídico
requerido para esta clase de acciones y -por otro- no resulta justiciable por
tratarse de cuestiones de oportunidad, mérito y conveniencia sustraídas de la
actividad asignada al Poder Judicial.
En este punto debo remitirme para fundar mi voto, a lo resuelto en
los autos: "PABON EZPELETA CARLOS ALBERTO Y OTROS C/SUPERIOR
GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS Y OTRA S/ ACCION DE
AMPARO" Causa N° 24914.-
En dicha oportunidad expresé que en primer lugar corresponde
resolver respecto de la admisibilidad y procedencia de la acción elegida por los
actores, a efectos de determinar si el amparo es la vía correcta, a los fines de
peticionar la inconstitucionalidad e inaplicabilidad del aporte solidario
extraordinario dispuesto por ley 10.806.-
La acción de amparo integra, junto con otros mecanismos
procesales, un repertorio de remedios disponibles para obtener tutela
jurisdiccional ante el dictado de actos o la producción de hechos u omisiones
lesivos de la esfera jurídica subjetiva y que se dicen ilegítimos.
La reforma de la Constitución de la Nación Argentina del año 1994,
introdujo en su normativa la Acción de Amparo. Este instituto, cuyo objeto es la
protección de los derechos reconocidos por la Carta Magna, trata expresamente
tres garantías, entre las que incluye la Acción de Amparo, la que también se
encuentra expresamente prevista en nuestra Constitución Provincial.-
La Acción de Amparo, siguiendo a Sagües, es una garantía
"programada para reprimir actos lesivos a la Constitución, leyes o tratados,
manifiestamente arbitrarios o ilegales, provenientes de autoridad o de
particulares y como novedad -continúa- autoriza a declarar en tal proceso la
inconstitucionalidad de la norma, en caso de corresponder.-
La Corte Suprema, ha resuelto que la «parte» debe demostrar que
los agravios alegados la afecten de forma «suficientemente directa» o
«substancial», esto es, que posean «concreción e inmediatez» bastante para
poder procurar dicho proceso,” sumado a los demás requisitos exigidos por esta
vía, es decir que no exista otro medio judicial más idóneo; que los actos u
omisiones en forma actual o inminente lesionen, restrinjan, alteren o amenacen
derechos y garantías constitucionales y que dicha afectación sea calificada como
de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta.-
En suma, no se trata solamente de invocar un perjuicio o agravio
concreto sino de acreditar que a quien lo padece no le sirven los medios judiciales
que el sistema procesal ordinario pone a su alcance, pues en razón del grado de
concreción y gravedad de la lesión, los remedios procesales comunes se exhiben
inidóneos para brindar una respuesta jurisdiccional útil, de modo que el daño
resultará sólo efectivamente reparable si se concreta por la acción de amparo.-
En este contexto, es preciso analizar la naturaleza de los derechos
afectados y la vigencia de la ley 10.806, a fin de determinar la procedencia de la
vía elegida.-
El haber previsional, tiene por finalidad esencial asegurar la
subsistencia frente a la contingencia de vejez y se encuentra protegido, no solo
por las leyes propias de la seguridad social, sino también por la Constitución
Nacional y normas que comparten su misma jerarquía, motivo por el cual su
disminución afecta palmariamente la esencia del mismo y le impide cumplir con
su finalidad.-
La garantía de la movilidad de las jubilaciones y pensiones se
encuentra establecida en el art. 14 bis tercer párrafo de la Constitución Nacional
que textualmente dispone: "El Estado otorgará los beneficios de la seguridad
social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley
establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades
nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas
por los interesados con participación del Estado, sin que puedan existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral
de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar
y el acceso a una vivienda digna".-
El texto constitucional citado se complementa con lo que disponen
sobre este aspecto los tratados internacionales de derechos humanos
incorporados a la constitución por medio del art. 75 inc. 22 de la misma y lo
estipulado en los arts. 22 y 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos,
art. 26 del Pacto de San José de Costa Rica, art. 9 del Pacto Internacional de los
Derechos, Económicos, Sociales y Culturales. El derecho a la seguridad social está
incluido dentro de los denominados derechos económicos, sociales y culturales
(DESC).
Que de lo expresado se desprende que los beneficios previsionales
están protegidos por la garantía de integridad, proporcionalidad y sustitutividad
prevista en el art. 14 bis y art. 17 de la Convención Interamericana sobre
Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, ratificada por Ley
N° 27.360, por lo que resulta contradictorio que sean reducidos por el propio
Estado con una retención cuando es el mismo Estado quien debe velar por la
vigencia y efectividad de los principios constitucionales, sin olvidar las leyes
provinciales vigentes y acordes al espíritu y finalidad de la Constitución Nacional:
ley N° 8.732, que instituye la proporcionalidad del haber jubilatorio equivalente al
82% del haber en actividad, y ley N° 10.068, que establece la movilidad
ascendente del haber jubilatorio.
La jurisprudencia nacional al resolver cuestiones similares, donde
se efectúa una detracción de los haberes jubilatorios, ha dicho que: “…al ser una
prestación de naturaleza previsional, queda claro que la jubilación no es una
ganancia, sino el cumplimiento del débito que tiene la sociedad hacia el jubilado
que fue protagonista del progreso social en su ámbito y en su época; que consiste
en hacer gozar de un jubileo, luego de haber transcurrido la vida activa y en
momentos en que la capacidad laborativa disminuye o desaparece. La jubilación
es una suma de dinero que se ajusta a los parámetros constitucionales de
integridad, porque la sociedad lo instituyó para subvenir a la totalidad de las
necesidades que pueda tener la persona en ese período de vida.
Por ello, la prestación no puede ser pasible de ningún tipo de
imposición tributaria, porque de lo contrario se estaría desnaturalizando el
sentido de la misma.” (Cuesta, Jorge Antonio contra AFIP sobre Acción de Inconst
(Sumarísimo)” Expte nº FPA 21005389/2013, sentencia del 29-04- 2015. Por su
parte la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa: “García María Isabel
c/ AFIP s/ Acción Meramente Declarativa de Inconstitucionalidad”, sentencia del
26-03-2019, al tratar el tema que nos ocupa, ha declarado la inconstitucionalidad
de los arts. 23, inc. C); 79, inc. C); 81 y 90 de la ley 20628, texto según leyes
27346 y 27430, por los argumentos allí expresados y a los cuales me remito por
razones de brevedad.-
Teniendo en cuenta lo expresado y la vigencia temporal de la Ley
10.806 - entre 12 y 18 meses- entiendo que la vía elegida es la correcta, ya que
prolongar la resolución a través de un proceso ordinario que podría durar años,
tornaría ilusoria la posibilidad de restablecer la situación, ya que el patrimonio del
contribuyente no puede verse ilegítimamente afectado, en razón que de lo
contrario se estaría desnaturalizando el sentido de la misma.-
En el presente caso, se encuentran reunidos la totalidad de los
requisitos exigidos para que prospere la acción de amparo, en razón que los
derechos afectados se encuentran tuteladas y garantizadas por la CN, la
Constitución Provincial y normas supranacionales, que requieren de un
tratamiento inmediato, atento que estamos frente claras normas previstas en los
arts. 6, 41, 56, 58, 60 y 195 de la C.E.R. de 2008 y art. 110, 14 bis, 17, 28, 33, 43,
75 inc. 22 de la C.N. art. 26 de la CIDH, art. 3 inc. N de la Convención
Interamericana sobre Protección de los DDHH de las Personas Mayores, que
asegura “la protección judicial efectiva”.-
Entendiendo en consecuencia que la acción de amparo es la vía
correcta, es preciso efectuar ahora un análisis de razonabilidad, a fin de
determinar si la Ley 10.806 y la aplicación de los arts. 6 y 10, afectan la
supremacía de la Constitución Nacional.-
Que sin lugar a dudas, la aplicación de la Ley de Solidaridad,
provoca una disminución en los haberes de los actores, ya que no obstante tener
un derecho adquirido respecto del beneficio previsional, que les garantiza el cobro
del 82 % móvil, los mismos se ven disminuidos por la aplicación de la mencionada
ley, la que tiene como fundamento la necesidad de paliar el déficit previsional de
la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de Entre Ríos y el
agravamiento de la misma por la situación de pandemia que nos encontramos
atravesando, a raíz del Covid 19.-
Que tal como la misma accionada lo reconoce, la mencionada
situación deficitaria de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de Entre
Ríos, es de larga data y ha sido motivo en otras oportunidades de normas de
emergencia similares a las que hoy se discuten, por lo que entiendo no es razón
suficiente para justificar la aplicación de retenciones en los haberes de los pasivos
a fin de solventar el mencionado déficit, ya que admitir esta postura implicaría
aceptar que nos encontraríamos en todo momento – de emergencia o sin ella- a
merced de la discrecionalidad con que el poder público resolviese llevar a cabo su
política económica, afectando los derechos constitucionales expresamente
tutelados en nuestra Carta Magna.-
Que existen en el caso que nos ocupa hechos lesivos de derechos
constitucionales, que no pueden quedar fuera del radio de la acción, por lo que
resulta plenamente posible que en el marco de una acción de amparo, se declare
la inconstitucionalidad e inaplicabilidad de una norma que contravenga derechos
y garantías amparados por la Constitución Nacional, Constitución Provincial o
Tratados internacionales de igual rango, ya que una ley provincial no puede violar
derechos y garantías tutelados constitucionalmente.-
En la actualidad y ya desde 1994, la propia Carta Magna, es la que
faculta a los Jueces a declarar la inconstitucionalidad de la norma involucrada,
cuando la misma la pusiera en peligro efectivo e inminente, por lo que tal derecho
no puede quedar indefenso, porque es inconcebible que un poder constituido
pueda por desidia o inercia dejar sin efecto lo preceptuado por el poder
constituyente. Admitir lo contrario, so color de que el Poder Judicial legislaría, o so
capa de otros semejantes fundamentos sería incompatible con una de las
funciones más trascendentes: la del control jurisdiccional.-
El control de constitucionalidad, tiende a hacer efectiva la
supremacía de la Constitución, cuando precisamente se menoscaben las
prescripciones establecidas – tanto- por la Ley Suprema de la Nación, como por la
Constitución Provincial y normas supranacionales, en razón a la preeminencia
absoluta que goza en relación al resto del plexo normativo, motivo por el cual
ninguna ley provincial puede subordinar lo normado por los artículos 14 bis, 17 y
28 de la Constitución Nacional, que son normas supremas y a las cuales debe
sujetarse todo el ordenamiento jurídico, ya que lo contrario sería limitar garantías
básicas y elementales contenidas en la Carta Magna Nacional.-
Quien obtiene un beneficio previsional, goza de la garantía de la
integralidad y de los derechos adquiridos, que contemplan los arts. 14 bis y 17 de
la CN, motivo por el cual no pueden sufrir ningún tipo de disminución, ni menos
aún pueden quedar afectado por ningún aporte extraordinario ni solidario, ya que
una vez que ingresan al al patrimonio de los beneficiarios, ninguna ley posterior
los puede afectar, en razón que así lo determina expresamente el art. 14bis de la
Constitución Nación Nacional, el cual consagra el carácter de integrales a dichos
beneficios previsionales.-
Que en virtud de lo expresado, entiendo que la Ley impugnada
deviene claramente inconstitucional, en razón que afecta la garantía de
integridad, proporcionalidad y sustitutividad prevista en el art. 14 bis de la
Constitución Nacional y art. 17 de la Convención Interamericana sobre Protección
de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, ratificada por Ley N° 27.360,
ya que la misma – no solo- disminuye los haberes previsionales de los actores,
sino que dispone la suspensión de la movilidad, lo que sin duda afecta garantías
constitucionales expresamente tuteladas en nuestra Carta Magna, por lo que
resuelvo revocar la sentencia apelada y hacer lugar a la acción de amparo y
acción de ejecución en los términos planteados por los amparistas.-
Así voto.-
A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. CANAVESIO,
manifiesta:
1.-) Me remito brevitatis causae al relato de los antecedentes del
caso efectuado precedentemente por la Sra. Conjueza ponente de este acuerdo, e
ingreso directamente al tratamiento de la cuestión traída.
Que la Jueza Ad Hoc Doctora María Eugenia Furlan entendió que
corresponde rechazar la acción de amparo y por ende la acción de ejecución,
promovida por los Sres. Carlos Augusto COOK, y otros, por no reunir los requisitos
de admisibilidad establecidos por la LPC para su procedencia, teniendo en cuenta
el objeto específico del presente proceso, donde los amparistas persiguen que se
declare la inconstitucionalidad de los art. 1, 2, 6 y 10 de la ley 10.806,
considerando la magistrada que merece un tratamiento exhaustivo, lo cual no
puede darse en el marco de una acción de amparo.
Para así decidir consideró, que para que la vía del amparo resulte
procedente se requiere no solo que los amparistas aleguen y demuestren ser
titulares del derecho que mencionan como lesionado, sino que el acto u omisión
atacado debe adolecer de “ilegitimidad manifiesta”, de dicha expresión se infiere
que el amparo existe para subsanar una grosera turbación de los derechos y
garantías constitucionales, de modo que su viabilidad requiere que los vicios
denunciados sean claros, inequívocos, ciertos, incontestables, indudables y
palmarios, tanto fáctica como legalmente; condición que se cumple cuando el
vicio contenido en el acto impugnado es evidente, evaluado ello dentro del
margen acotado de apreciación de esta acción.-
Asimismo, la jueza -ad hoc- en sus considerandos dijo que los
actores, argumentaron para elegir la vía del amparo, el perjuicio sufrido por el
descuento realizado por la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos como
consecuencia de la vigencia de la ley 10806 art. 6, que afecta a la clase pasiva,
imponiéndoles un aporte extraordinario; en este caso, del 10% ya que todos los
actores perciben un haber previsional superior a los $300.000. Que de la prueba
ofrecida no se evidencia el supuesto perjuicio grave e irreparable que los lleva a
elegir la acción de amparo para la protección de sus derechos, que en principio
son válidos, pero el amparo no es la vía procesal correcta para hacerlo, ya que es
una acción de última ratio y excepcional y como mencione en los primeros
párrafos, requiere de ciertos recaudos de admisibilidad que en este caso no se
cumplen.
Que la conjueza sentenciante comparte los argumentos señalado
por nuestro STJ al manifestar que el amparo es una acción de ultima ratio, ello
sucedió en un caso análogo, al traído a resolver en esta oportunidad, el cual es:
"ROMBOLA ELIDA BEATRIZ C/ SUPERIOR GOBIERNO DE ENTRE RIOS Y C.J.P.E.R. S/
ACCION DE AMPARO" - Causa N° 24867 – en donde se discutió sobre el alcance y
la interpretación que se debe dar al pedido de declaración de inconstitucionalidad
de una ley por vía del amparo.
Que concretamente y utilizando las propias palabras utilizadas al
comienzo del memorial de la parte actora, en el caso concreto atento a las claras
normas constitucionales y supranacionales vigentes, no se requiere un
“exhaustivo” análisis para resolver si los arts. 1, 6 y 10 de la ley 10.806 de
emergencia es inconstitucionalidad o no, frente a las claras normas previstas en
los arts. 6, 41, 56, 58, 60 y 195 de la C.E.R. de 2008 y art. 110, 14 bis, 17, 28, 33,
43, 75 inc. 22 de la C.N. art. 26 de la CIDH, art. 3 inc. N de la Convención
Interamericana sobre protección de los DDHH de las Personas Mayores, que
asegura “la protección judicial efectiva”.
En este sentido, al igual que en los autos caratulados: “PABON
EZPELETA CARLOS ALBERTO Y OTROS C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA
PROVINCIA DE ENTRE RIOS Y OTRA S/ ACCION DE AMPARO” EXPTE. Nº
24914, con sentencia del 03/11/2020, tengo dicho que el procedimiento de la
acción de amparo promovida logró atravesar satisfactoriamente la prueba de
admisibilidad habiéndose verificado los recaudos que hacen a su procedencia y
a su admisibilidad, conforme lo dispuesto por los artículos 1 y 3 de la ley 8369
de Procedimientos Constitucionales para resolver el fondo de la cuestión
formulada en la demanda.
En este sentido, y como lo he manifestado, el procedimiento de la
acción de amparo promovida -en lo personal- logró atravesar satisfactoriamente
la prueba de admisibilidad.
2.-) Así establecida la vía del procedimiento, entrare en el fondo
de la cuestión planteado por los amparistas quienes persiguen que se declare la
inconstitucionalidad de los art. 1, 2, 6 y 10 de la ley 10.806.
Para ello, debo remitirme al artículo 1° de la Ley 10.806:
“Declárese el estado de emergencia pública en materia económica, financiera,
fiscal, sanitaria, administrativa, y previsional en el ámbito de la Provincia de Entre
Ríos, con el propósito de asegurar el cumplimiento de las funciones inherentes al
Estado provincial y la normal prestación de los servicios públicos. Dicho Estado,
se extenderá hasta el treinta (30) de junio de 2021, prorrogable por única vez
mediante decreto del Poder Ejecutivo Provincial por ciento ochenta (180) días en
caso de que a su criterio se mantenga la situación de emergencia” habiéndose
decidido por los legisladores que la norma sea de “orden público” (art. 2) cuyo
alcances se aplicará “…a los Municipios adheridos al sistema previsional, a los
tres poderes del Estado provincial, incluyendo entes descentralizados,
autárquicos, autónomos, empresas y sociedades del Estado, cualquiera sea su
dependencia jerárquica y su conformación jurídica estatutaria”. Con el objetivo
(art. 3) “a) Asegurar el cumplimiento de funciones inherentes a la Administración
de la Provincia de Entre Ríos consistente en el sostenimiento y fortalecimiento de
los sistemas de salud, seguridad, los servicios públicos esenciales y el
cumplimiento de las obligaciones del Estado de acuerdo al principio de equilibrio
presupuestario establecido en al Artículo 35º de la Constitución Provincial… c)
Fortalecer el carácter solidario, proporcional y equitativo del régimen previsional
con la finalidad de asegurar la sustentabilidad del sistema”.
Que bien lo señala el procurador general al referirse “Brevitaits
causae enfatizamos que la ley atacada se funda en la situación de necesidad
derivada de la catástrofe global de la pandemia viral, -Covid 19-, siendo
innecesario, por su carácter de público y notorio conocimiento, insistir o ahondar
en las consecuencias mundiales y, obvio, locales que esa situación de pandemia
ha ocasionado a la economía global”.
Que, por esta situación excepcional, el Estado tiene atribución
para aplicar porcentajes de reducción de los salarios de sus agentes activos y
pasivos. Solo en este marco excepcional de una medida de esta naturaleza, la
doctrina de la emergencia emanada de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación admite esta atribución. En este sentido, ha sido clara e invariable a lo
largo de los años confirmándola a través de reiterados fallos.
Podemos caracterizar a la emergencia “como una situación
extraordinaria que gravita sobre el orden económico-social, con su carga de
perturbación acumulada, en variables de escasez, pobreza, penuria e indigencia,
origina un estado de necesidad al que hay que poner fin” (CSJN, Fallos 173:6,
autos “Peralta”, considerando 43, LL. 1991-C-158).
Se ha caracterizado la situación jurídica de la emergencia como
que en principio las leyes de emergencia son constitucionales y para que tengan
validez constitucional deben ser dictadas para la defensa del sistema, fundadas
en el art. 75 inc. 18 de la Constitución Nacional, para la promoción del bienestar
general interviniendo en la económica con un sentido decididamente planificador
(Fallos 237:38 y ots. CSJN); también se funda en un estado de necesidad, en una
crisis de confianza que se ha generado en el decurso de un tiempo prolongado,
como lo es por ejemplo la falta de recursos del estado para abonar beneficios
previsionales, situación que no es para nada imprevisible, pero en el contexto
actual de la pandemia del COVID19, se justifica la emergencia en dicha
imprevisibilidad que ha ocurrido con motivo de la aparición repentina de tal virus
y sus consecuencias gravemente dañosas en la economía. Es decir que la
imprevisibilidad del COVID se usa para fundar la emergencia.
Por eso considero que la ley atacada cumplimenta con todos los
requisitos necesarios para convalidarla: la necesidad, la imprevisibilidad, la
finalidad legítima de la norma en función del bienestar general, la razonabilidad
(respeto a principios de igualdad y capacidad económica; proporcionalidad entre
haberes de activos y pasivos) y la temporalidad.
Esto estuvo a mi entender, dicho en forma clara y explicativa en el
fallo del STJER en los autos “ROMBOLA, ELIDA BEATRIZ C/ SUPERIOR GOBIERNO
DE ENTRE RIOS Y C.J.P.E.R. S/ ACCION DE AMPARO” Expdte. 24867, de fecha
19/08/2020, donde se señalan cuáles son los requisitos que debe reunir una
situación de emergencia para que la misma sea válida: “… 1) Oportunidad. Esto
es que exista una situación de emergencia. Aquí es donde la jurisprudencia de la
Corte ha sido cada vez más laxa ya que paulatinamente ha ido receptando
mayores avances sobre los derechos individuales y la necesidad de los esfuerzos
compartidos; 2) Finalidad. La declaración de emergencia debe atender al
bienestar general; 3) Legalidad. Debe ser declarada por Ley del Congreso, sin
perjuicio de las delegaciones que válidamente pueden depositarse en el Poder
Ejecutivo; 4) Temporalidad. La restricción de los derechos debe ser temporal ya
que, al menos teóricamente, siendo la situación de emergencia transitoria, ya
que es un hecho extraordinario, las restricciones deben seguir la suerte de
aquella; 5) Proporcionalidad. Los medios utilizados deben ser razonablemente
proporcionales a las características de la emergencia; 6) No discriminación. Las
restricciones no pueden estar dirigidas a un grupo de personas o a una persona
individual o a un sector, ya que de otra manera se estaría violando la regla del
art. 16 de la CN que expresa, en su segunda parte que “Todos los habitantes son
iguales ente la ley …” (CSJN Fallos: 313:1513; 323:1566; 325:2059; 335:813).
"Todos los métodos interpretativos desarrollados hasta ahora
llevan siempre a un resultado posible, y nunca a un único resultado correcto".
Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho", Décima Edición, México 1998, Porrúa, p.
352/356.
Por lo tanto, sostengo con firme convicción, que en la ley de
emergencia debe existir proporcionalidad, temporalidad, no discriminación e
intangibilidad de ciertos derechos fundamentales, en un todo de acuerdo a lo
resuelto por la CSJN en varios fallos.
Por otro lado, también he dicho en los autos “PABON EZPELETA
CARLOS ALBERTO Y OTROS C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE
ENTRE RIOS Y OTRA S/ ACCION DE AMPARO” EXPTE. Nº 24914, con
sentencia del 03/11/2020, que dentro de la garantía constitucional (art. 17) de
los derechos adquiridos, el límite impracticable para la afectación de derechos,
es que no exista para los mismos una frustración o una desnaturalización del
derecho mismo. Para que se supere el test de constitucionalidad debe
determinarse con precisión sus límites, no incurrir en abuso en el uso de los
poderes de la emergencia, y asegurar que su utilización lo sea dentro de los
límites que el orden constitucional y la propia naturaleza de la situación les
marcan con claridad.
Y continuo diciendo en mi voto, la prueba del estado de
emergencia surge de los mismos debates parlamentarios -Cámara de Diputados
de Entre Ríos, 7ª. Sesión ordinaria, 01/07/20-, de los datos provenientes del Poder
Ejecutivo y fundamentalmente de los hechos de público conocimiento. Por lo
tanto, la proclamación de un estado de emergencia, debe perseguir un fin público
con intereses superiores y generales, ser transitoria, razonable, pudiendo ser
materia de control jurisdiccional (art. 28 de la Constitucional Nación). También
debe tenerse presente que no existen derechos absolutos y por ello la CSJN ha
sostenido que los derechos declarados por la Constitución Nacional no son
absolutos y están sujetos, en tanto no se los altere sustancialmente a las leyes
que reglamenten su ejercicio (art. 28).
Dichas restricciones pueden ser mayores en épocas de
emergencia para encauzar la crisis y encontrar soluciones posibles a los hechos
que la determinaron, pues la obligación de afrontar sus consecuencias justifica
ampliar, dentro del marco constitucional, las facultades atribuidas al legislador
para que con razonabilidad se limiten derechos (considerando 7 votos Fait,
Levence y Moline O`Connor, autos “Videla Cuello”).
Debe destacarse, a pesar que la parte actora considera que este
precedente no es aplicable al caso concreto, en los autos “BIELER VIUDA DE
CARBALLO, NELLY EDITH y OTS. c/SUP. GBNO. DE LA PCIA. DE E. RIOS y CJER –
AMPARO” (reconstruido) -sent. Del 1/10/2001-], el Superior Tribunal de Justicia,
siguiendo el criterio que para ese caso había dispuesto el Máximo Tribunal federal
en resolutorio del 21/12/00 (Fallos: 323:4205), dictado con motivo de la aplicación
de la ley 8918 de emergencia previsional de 1995, la Corte consagró el principio
de que hasta un 15% se podría aplicar como contribución especial y por ello
declaro constitucional dicha ley en tal aspecto, teniéndose presente que la ley
actual establece hasta un porcentaje del 10% para los montos mayores de
$300.000.-
De la opinión vertida en el Diario La Nación por un consejero de la
Magistratura, en el mes de agosto del año 2001, he podido rememorar y entender
que lo establecido en el artículo 110 C.N. y su correspondiente, artículo 195 C.P.,
que establece que la compensación por sus servicios que perciben los jueces de
los tribunales de la Nación, en el primero y de los funcionarios judiciales, en el
segundo, no podrán ser disminuida en manera alguna mientras permanezcan en
sus funciones y así lo ha reconocido la Corte Suprema en diversos fallos; a pesar
de que creo que existen en las actuales circunstancias de emergencia tanto
nacional como provincial (y mundial agregaría sin caer en exageración alguna),
razones suficientes para apartarse de esa doctrina.
“El principio de la intangibilidad de las remuneraciones de los
magistrados es un derecho que establece la Constitución para garantizar la
independencia del Poder Judicial y evitar que los otros poderes puedan, por
medio de maniobras salariales, afectar esa garantía; pero ese derecho, como
todos los que consagra la Constitución, no es absoluto y debe ser compatibilizado
con otras disposiciones del mismo texto constitucional”.
“En reiterada y pacífica jurisprudencia, la Corte Suprema de
Justicia de la Nación ha sostenido que las normas constitucionales no deben ser
puestas en pugna entre sí, sino armonizarse de modo que todas conserven igual
valor y efecto. Tal criterio, que es una directa consecuencia del principio de
unidad en la interpretación constitucional, resulta de aplicación en el conflicto
aparente entre la garantía de intangibilidad en las remuneraciones de los
magistrados y el principio de igualdad de todos ante la ley, cuya armonización
debe resultar del análisis ponderado de los hechos a las normas de la
Constitución, conforme lo indica la pauta general de la razonabilidad. En ese
sentido, debe considerarse que la garantía de intangibilidad de las
remuneraciones, que hace a la independencia entre los poderes, en modo alguno
se ve afectada por una situación que es de alcance general y que comprende a
todos los funcionarios y empleados del Estado”.
“En una sociedad políticamente organizada, todos sus miembros
son solidariamente responsables en el cumplimiento de las obligaciones que
posibilitan su existencia y permiten el cumplimiento de los fines para los que ha
sido creada. La medida de esa solidaridad está dada por la igualdad de los
compromisos y aportes de cada uno de sus integrantes, rechazándose privilegios
o excepciones. Pero esa igualdad no es absoluta, sino que está referida a la
igualdad de posibilidades, lo que permite que la solidaridad y la igualdad sean
justas”.
La armonización de la solidaridad, la igualdad y la justicia
conforman la equidad, valor fundamental y prevaleciente en la interpretación de
la ley. Es a la luz de esos principios y teniendo en cuenta la grave crisis
económica que afecta a la Provincia, que debe interpretarse la cláusula
constitucional que garantiza a los jueces la intangibilidad de sus remuneraciones.
No se trata de modificar la Constitución, sino de interpretarla razonablemente.
Creer que la intangibilidad de las remuneraciones de los
magistrados es un principio absoluto, incluso en una situación de emergencia que
comprende a todos los demás funcionarios y empleados del Estado, es convertir
la garantía en privilegio, lo que afecta el principio de igualdad y repugna al
sistema republicano. La prioridad en una emergencia como la que vivimos es la
salvaguardia del Estado y su continuidad preservando, a través de una justa
interpretación, el espíritu de la Constitución tanto Nacional como Provincial.
Por otra parte, aceptar que un sector pueda quedar al margen del
esfuerzo que realiza la sociedad toda, es una claudicación ética que compromete
la solidaridad y viola la equidad.
Y así, continua la opinión del consejero de la Magistratura, Diario
La Nación: “En la república democrática es necesario preservar la supremacía de
los principios morales, aun por encima de diferentes interpretaciones que puedan
darse a las cláusulas constitucionales. Por ello, importa una grave transgresión
ética resolver que los jueces, que son los que tienen mayores posibilidades y
mejores remuneraciones, queden excluidos del ajuste temporario que la ley
establece para todos los agentes del Estado… La sociedad espera una
rectificación de sus magistrados. El ejemplo deben darlo aquellos que tienen las
máximas responsabilidades y las mayores jerarquías”.
Por todo esto, la acción de amparo concebida como ejercicio que
amenace garantías constitucionales (art. 56 C.P.), no es advertido por el suscripto
en este proceso; toda vez que la normativa atacada -Ley 10.806- cumplimenta de
manera razonable con los recaudos de validez y parámetros expuestos para
transitar la irrefutable situación de emergencia inesperadamente instalada a nivel
mundial generando cambios permanentes en la vida cotidiana de la humanidad
en su conjunto; prueba de ello son las noticias diaria que recibimos y percibimos
de todas partes del mundo.
Que, del extenso y reiterativo memorial de la parte actora no logra
impresionar ni conmover, al voto que pretendo brindar en esta oportunidad, por
ello, propongo a este Acuerdo rechazar la acción de amparo y acción de ejecución
en los términos planteado por los amparistas.
Así voto.
A su turno el señor conjuez Dr. ACEVEDO MIÑO, expresa:
I.- Respecto de la sentencia dictada por la Señora Conjuez de
Primera Instancia que no hizo lugar a la acción incoada, la parte actora acude a
esta vía recursiva, a través del mecanismo de la apelación ante el Superior
Tribunal contenido en la Ley de Procedimientos Constitucionales.-
II.- Que los actores interpusieron acción de amparo y acción de
ejecución contra el Superior Gobierno de la Provincia de Entre Ríos y contra la
Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de Entre Ríos, con el objeto de
que las demandadas se abstuvieran y suspendieran inmediatamente la aplicación
de todo tipo de retención o descuento sobre sus haberes previsionales bajo el
denominado concepto de aporte contemplado en la ley 10.806.
III.- Que en tal sentido, adhiero al voto de la Sra. Conjuez Ceballos,
en un todo de acuerdo con lo que expresé en los autos "PABON EZPELETA CARLOS
ALBERTO Y OTROS C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS Y
OTRA S/ ACCION DE AMPARO", Expte. N° 24914. Es preciso remarcar que en
aquélla oportunidad manifesté que la ley que se cuestiona no sólo propugna la
disminución de los haberes previsionales sino que también dispone la suspensión
de la movilidad previsional, en contra de las referidas garantías constitucionales
de integralidad, proporcionalidad y sustitutividad previstas en el art. 14 bis,
dejando al arbitrio del Poder Ejecutivo el otorgamiento de aumento previsional.
Por lo que considero que la norma impugnada, al restringir irrazonablemente los
derechos de los actores, no sólo resulta inconstitucional sino también contraria al
orden convencional, por lo que debe revocarse la sentencia apelada. Esta
decisión encuentra respaldo en decisiones del máximo tribunal argentino,
teniendo presente para decidir no sólo las disposiciones de las constituciones
federal y local, sino también los tratados internacionales.
En tal sentido, también es preciso recordar que cité a calificada
doctrina argentina que entiende que desde hace un tiempo, “dentro del marco de
las diversas líneas jurisprudenciales en torno a la recepción de la jurisprudencia
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Suprema de Justicia
de la Nación Argentina [ha] abandonado criterios renuentes, para dar lugar a
fórmulas receptivas, ya sea bajo la idea de interpretación armonizante, la doctrina
de la compatibilización, reconocimiento de su carácter guía, o como pauta
interpretativa de los derechos reconocidos en la Convención” 1” Así voto.
A su turno y a la misma cuestión el señor conjuez Dr. MARTINEZ,
dijo:
I°).- Que es mi intención adherir a los fundamentos y
consideraciones del voto precedente del Dr. Alejandro Daniel CANAVESIO, con
motivo de su completo análisis jurídico para la toma de decisión y que doy por
reproducidos, sin perjuicio de agregar los que a continuación expondré:
II°).- Que en estos autos obra el dictamen del Procurador General
de la Provincia, quién analiza la cuestión planteada afirmando que no hay
afectación a los derechos fundamentales invocada por los actores y propicia la
confirmación del fallo de rechazo y denegar la acción.-
III°).- Que considero tratar solo dos cuestiones: 1) admisibilidad
de la acción de amparo intentada; y 2) si la Ley N° 10.806 de Emergencia
Pública, supera el control de constitucionalidad y convencionalidad.-
IV°).- ADMISIBILIDAD DEL AMPARO:
1 Sagüés, María Sofía, El Recurso Extraordinario Federal en la ley 48, 1° Ed., Hammurabi, Buenos Aires, p. 26.
” CSJN, en “Méndez Valles, Fernando c/ A. M. Pescio S.C.A. s/ ejecución de alquileres, sentencia del 26/12/1995.
Corte IDH, “Gelman vs Uruguay”, sentencia del 24/02/11, párr. 193, que ordena “ejercer ex officio un “control
de convencionalidad” entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus
respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes y en esta tarea, deben tener en
cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana,
intérprete última de la Convención Americana”.
Que considero que asiste razón de los actores en la cuestión de la
admisibilidad formal de la acción de amparo, por cuanto que, ante las alegadas y
supuestas violaciones ilegítimas a derechos y garantías constitucionales (arts. 5 y
195 CER y arts. 28, 17, 14 bis y 110 CN) no existe otro procedimiento judicial más
sencillo, idóneo, efectivo, expedito y rápido que desplace a la acción de amparo y
que, por este motivo, ésta es la vía adecuada para acceder a la justicia y
peticionar la tutela judicial continua y efectiva de sus derechos fundamentales
(arts. 65, 56 CER; arts. 43, 18 CN, arts. 25 y 8 de la Convención Americana de
Derechos Humanos y art. 3, inc. n), “protección judicial efectiva”, de la
Convención Interamericana sobre protección de los derechos humanos de las
personas mayores. Asimismo consideramos que no existe necesidad de mayor
debate y prueba.-
V°).- DOCTRINA DE LA EMERGENCIA ECONÓMICA:
A°).- 1°).- Que las constituciones, nacional y provincial, enuncian
una serie de derechos y garantías “conforme a las leyes que reglamenten su
ejercicio”, los que “no pueden ser alterados”, (cfr. Arts 14 y 28 CN y art. 5 CER)
“ni limitados por más restricciones que las indispensables para asegurar la vida
del estado...” (art. 5 CER).
Que este es el principio de razonabilidad o el debido proceso
sustantivo. Y de estas disposiciones surge que los derechos no son absolutos,
pero la capacidad de reglamentarlos tampoco es ilimitada: las leyes no deben
alterar, modificar o desvirtuar los derechos en su sustancia.-
Que sistemáticamente la parte actora ha invocado el art. 6 CER.
Este artículo se refiere al imperio permanente de la constitución y el sistema
democrático, a los delitos de lesa humanidad, al rescate de la memoria reciente y
al derecho de resistencia legítima. De igual manera que el nuevo art. 36 de la
CN, se refiere a la defensa de la democracia e ineficacia de las interrupciones o
ruptura constitucional por hechos de fuerza, entre otros temas vinculados.
Además del principio de razonabilidad, el art. 5 CER incorpora
otra cuestión importante, establece una “finalidad” constitucional: “asegurar la
vida del Estado”, el fin de preservar, consolidar y garantizar su vigencia y la
prestación de los servicios esenciales, entre los que se cuenta el de promover el
bienestar general (art. 67 CER). Y como lo expresara Juan Bautista Alberdi: “La
constitución designa el fin, la ley construye el medio”.-
Que en relación a la condición de no absolutos y el ejercicio
razonable de todos los derechos, es importante recordar: “Los derechos
subjetivos basados en el art. 110 de la Constitución Nacional no deben ser
ejercidos de modo irrazonable, ya que todo derecho tiene su límite. Debe
fijarse esa frontera en el valor de la solidaridad, ya que los jueces deben ser
solidarios con el resto de la población (Fallos: 308:1932; 313:1371 y
314:760) y la intangibilidad no puede ser interpretada de modo absoluto,
de manera que termine consagrando un privilegio” (Voto de los Dres. E.
Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti). CSJN, “CHIARA DÍAZ”, (Fallos: 329:385).-
2°).- Que también en nuestra constitución se contemplan
situaciones de excepcionalidad, eventos extraordinarios, de gravedad suficiente
para poner en peligro los intereses de la sociedad. Existen momentos, fuera de
los períodos normales y previsibles, como la conmoción interna, el ataque exterior
y también la crisis económica que invocan institutos de excepción.-
Que la emergencia económica no se encuentra regulada en
nuestras constituciones, más allá que la Reforma del año 1994 incorporó
expresiones como “emergencia pública” (art. 76 CN) y “circunstancias
excepcionales” (art. 99 inc. 3° CN). Y en igual sentido lo ya comentado sobre el
art. 5 CER y la situación o estado de crisis, de necesidad o de emergencia como
hipótesis de peligro o riesgo de subsistencia y vigencia del mismo estado
provincial cuando alude a “asegurar la vida del Estado, …”.-
SAGÜES (“Derecho Constitucional y derecho de la Emergencia”
(LL-1990-D-1036) habla de un Derecho Constitucional consuetudinario, que se ha
ido formando a través de las sentencias del máximo tribunal de justicia de la
Nación.-
Esta doctrina de la emergencia económica tiene como su núcleo
central la restricción de derechos económicos y sociales, pero los medios o
mecanismos para superarla tienen un límite para que tal restricción de derechos
sea de acuerdo a la Constitución, no deben ser alterados, desnaturalizados o
desvirtuados en su sustancia, de acuerdo a la doctrina del debido proceso
sustancial o material (art. 28 CN y art. 5 CER).-
Que en un comienzo la doctrina de la emergencia tuvo como fines
la salud, la seguridad o la moralidad, destacándose los fallos “Plaza de Toros”
(1869- Fallos 7:150) y “Saladeristas” (1887 – Fallos 31:273). Pero, ya en el siglo
pasado y con la influencia de la Suprema Corte de Estados unidos y sus
sentencias: “Lochner”. (1905), “Home Building and Loan Association” (1934),
“Nebbia” (1934) y “West Coast Hotel” (1937), avanzó sobre la protección del
“bienestar general”, regulando fuertemente los derechos patrimoniales:
“Ercolano” (Fallos 136:161) y “Avico” (Fallos 172:21).-
Que la doctrina de la Emergencia Económica ha sido definida por
la misma CSJN en el considerando N° 6° de la sentencia “Risolía de Ocampo”
(Fallo 323:1934) al expresar: “Que cuando una situación de crisis o de necesidad
pública exige la adopción de medidas tendientes a salvaguardar los intereses
generales, se puede, sin violar ni suprimir las garantías que protegen los
derechos patrimoniales, postergar, dentro de límites razonables, el cumplimiento
de obligaciones emanadas de derechos adquiridos. No se trata de reconocer
grados de omnipotencia al legislador ni de excluirlo del control de
constitucionalidad, sino de no privar al Estado de las medidas de gobierno que
conceptualice útiles para llevar un alivio a la comunidad. De ello se desprende
que si, por razones de necesidad, sanciona una norma que no priva a los
particulares de los beneficios patrimoniales legítimamente reconocidos ni les
niega su propiedad, sino que sólo limita temporalmente la percepción de aquéllos
o restringe el uso de ésta, no hay violación del art. 17 de la Constitución, sino una
limitación impuesta por la necesidad de atenuar o superar una situación de crisis.
En el sistema constitucional argentino, no hay derechos absolutos y todos están
subordinados a las leyes que reglamentan su ejercicio”.-
B°).-CONDICIONES DE LA EMERGENCIA CONSTITUCIONAL:
Que la emergencia económica no se encuentra fuera del sistema
constitucional, por el contrario, nunca deja de regir la norma del art. 28 CN ni del
art. 5 CER, ni las garantías constitucionales se encuentran suspendidas (Cfr. art.
27 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Reitero que no es de
aplicación el art. 6 CER que se refiere a la vigencia y defensa del orden
democrático-constitucional y la interdicción de su quiebre o interrupción por actos
de fuerza.-
Que la Corte Nacional, a través de sus sentencias, ha establecido
las condiciones o requerimientos para la convalidación constitucional de la
Emergencia Económica y estos son:
1°).- EMERGENCIA: Que debe existir una crisis, una situación de
necesidad pública o fuerza mayor que motive la declaración de emergencia.
“Si la Corte, en ejercicio de la facultad de control ante el dictado
por el Congreso de leyes de emergencia, ha verificado desde el precedente
"Ercolano" (Fallos:136:161) la concurrencia de una genuina situación de
emergencia que imponga al Estado el deber de amparar los intereses vitales de
la comunidad -esto es, corroborar que la declaración del legislador encuentre
debido sustento en la realidad-, …”. “Consumidores Argentinos” (Fallos:
333:633).-
“Ella supone una situación de emergencia, es decir la existencia
de una crisis o bien de un grave trastorno social originado por
acontecimientos físicos, políticos, económicos, etc. Ante la imperiosa
necesidad de afrontar los daños o riesgos creados por esa situación de
emergencia y borrar o mitigar sus efectos, la potestad reglamentaria del
Congreso, a que se refiere el art. 14 de la Constitución Nacional, se hace más
amplia y profunda y, por lógica derivación, da origen a una mayor ingerencia del
Estado en el régimen de los derechos humanos” (Voto de los Doctores Aristóbulo
D. Aráoz de Lamadrid y Julio Oyhanarte). “Russo” (Fallos: 243:467)
“Aceptado el grave estado de perturbación social, económica,
financiera y cambiaria, no le corresponde a la Corte juzgar sobre el acierto o
conveniencia del cambio del régimen monetario ni de los paliativos
implementados para conjurarla ya que el ejercicio del poder del Estado puede ser
admitido de forma más enérgica que en períodos de sosiego y normalidad,
pues acontecimientos extraordinarios justifican remedios
extraordinarios”. “Rinaldi” (Fallos: 330:855), “Bustos” (Fallos: 327:4495),
“Guida” (Fallos: 323:1566), “Peralta” (Fallos: 313:1513), entre otros.-
Que oportunamente en el mensaje de remisión del proyecto de la
ley N° 10.806, tema central del presente caso, se denuncia las siguientes
situaciones excepcionales y de necesidad pública: “En el marco de la crisis
económica que vive la República Argentina en general , de la que no es
ajena la provincia de Entre Ríos,…”
“A la delicada situación económica y financiera, se suma el
incremento paulatino del déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones,
situación que tenemos en común con aquellas provincias que no han transferido
su sistema previsional a la Nación.”.-
“En toda esta coyuntura, también se ha producido, una
importante disminución en la recaudación provincial, con valores que se
encuentran muy por debajo de lo planificado en la Ley de presupuesto para el
corriente año, como así también en las demás variables, proyecciones y
estimaciones realizadas por este Poder Ejecutivo”.
“Lo expuesto, referente a la disminución de recursos, obedece a
la retracción de la actividad económica, y su consecuente y directa
relación con la disminución de los ingresos derivados de los tributos
tanto de nivel provincial como nacional, sujeta a los vaivenes e
incertidumbres generados por las consecuencias que produce a nivel mundial, la
pandemia declarada por la OMS, con características sanitarias, pero con
connotaciones laborales, humanitarias y económicas pocas veces antes vista, que
ha obligado tanto al Gobierno Nacional como Provincial a extremar las medidas
tendientes a la preservación de la salud y asistencia de la población más
vulnerable, entre las que se encuentran aquellas que determinan el aislamiento
y reducción de la circulación, lo que afecta la dinámica de todas las actividades
comerciales, sociales, interdisciplinarias y el normal desarrollo de las costumbres
de la población”.
“Este escenario de depresión económica, ha provocado un
aumento significativo de la vulnerabilidad en vastos sectores de la
población, siendo necesario tomar medidas concretas, precisas, oportunas y
transitorias, en pos del respeto igualitario de los derechos de cada ciudadano
entrerriano”.
Que consideramos importante remarcar que el Instituto Nacional
de Estadística y Censos (INDEC) ha informado a través la encuesta permanente
de hogares (EPH) correspondiente al primer semestre de 2020, que el porcentaje
de personas por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 64,2 % en la ciudad
de Concordia y el 39,6 % en el conglomerado gran Paraná, siendo del 40,9 % en
la nación. Que la canasta básica total (CBT) se utiliza como referencia en el
establecimiento de la línea de pobreza (LP). El valor de la CBT ascendía en
septiembre de 2020 a la suma de $ 15.280,25. Que también el INDEC informa
sobre las variaciones porcentuales del estimador mensual de actividad económica
(EMAE), respecto a iguales períodos del año anterior, siendo todos negativos:
marzo: -11,1; abril: -25,5; mayo: -20,1, junio: -11,7, julio: -13,1 y agosto: -11,6.-
Que es notoria y evidente la crisis económica; y lo expresado en el mensaje de
elevación del proyecto es suficiente para satisfacer este primer requisito.-
2°).- LEY: Que se sancionó la Ley N° 10.806 que declara “el
estado de emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, sanitaria,
administrativa, y previsional en el ámbito de la Provincia de Entre Ríos”.
Que la ley es el instrumento normativo idóneo para la
reglamentación o regulación de los derechos y obligaciones (arts. 14 y 28 CN y
art. 5 CER).-
“No corresponde arbitrar en una sentencia reducción alguna de
la remuneración adeudada a los jueces basándose en motivos de "solidaridad
social", ya que ello significa lisa y llanamente atribuirse por el Poder Judicial
facultades legislativas, al postular una contribución porcentual de
emergencia que no ha creado el Congreso de la Nación”. CSJN, “OJEA
QUINTANA, Julio María” (Fallos: 319:1331)
3°).- IGUALDAD: Que la ley 10.806, en su artículo segundo
expresa que la misma “es de orden público y sus alcances se aplicarán a los
Municipios adheridos al sistema previsional, a los tres poderes del Estado
provincial, incluyendo entes descentralizados, autárquicos, autónomos, empresas
y sociedades del Estado, cualquiera sea su dependencia jerárquica y su
conformación jurídica estatutaria”. Que al aplicarse al universo de funcionarios,
empleados y jubilados y pensionados provinciales, la misma no realiza
discriminación alguna.
Que el “aporte solidario extraordinario” a detraer del haber
liquidado a cada beneficiario de la Caja, cuyo haber supere los $ 75.000, no es
discriminatorio, por el contrario, es calculado en forma proporcional al nivel de
ingresos, de acuerdo al principio de la capacidad contributiva de cada agente
pasivo provincial.-
Que asimismo la ley establece modificaciones importantes en el
impuesto a los “ingresos brutos” (arts. 7 y 8) sobre medicamentos y sobre las
actividades de servicios financieros y sobre el impuesto inmobiliario provincial
(art. 9), lo que en forma indirecta también repercute parcialmente sobre la
población en general.-
“La garantía de igualdad ante la ley radica en consagrar un trato
legal igualitario a quienes se hallen en una razonable igualdad de circunstancias,
lo que no impide que el legislador contemple en forma distinta situaciones que
considere diferentes, en tanto dichas distinciones no se formulen con criterios
arbitrarios, de indebido favor o disfavor, o de ilegítima persecución”. “Guida”
(Fallos: 323:1566).-
“… ya que los jueces deben ser solidarios con el resto de la
población y la intangibilidad no puede ser interpretada de modo
absoluto, de manera que termine consagrando un privilegio” (Voto de los
Dres. E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti).; y “La prohibición de reducir
las remuneraciones de los jueces mientras duren en sus funciones, consagrada
en el art. 156 de la Constitución de Entre Ríos y en el art. 110 de la federal
respecto de los jueces nacionales, tienen por objeto garantizar la independencia
e imparcialidad de la justicia en cuanto poder del Estado, pero no instituye un
privilegio que los ponga a salvo de toda y cualquier circunstancia que
redunde en una pérdida de poder adquisitivo de sus haberes en
violación a los principios de igualdad ante la ley, equidad y justicia
distributiva”. (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco). CSJN, “CHIARA
DIAZ”, (Fallos: 329:385).-
4°).- FINALIDAD:
Que el sentido de las leyes de emergencia es superar o poner fin a
las crisis que las motivan o mitigar, atenuar o reducir los perjuicios que provoca
en la sociedad. La finalidad perseguida es la protección y promoción del bienestar
general de la provincia, asegurar y amparar los intereses vitales de la sociedad
entrerriana.
“El fundamento de las leyes de emergencia es la necesidad de
poner fin o remediar situaciones de gravedad que obligan a intervenir en el orden
patrimonial, como una forma de hacer posible el cumplimiento de las
obligaciones, a la vez que atenuar su gravitación negativa sobre el orden
económico e institucional y la sociedad en su conjunto”. “Guida” (Fallos:
323:1566).-
Que la ley N° 10.806 establece, en su artículo 3°, los objetivos de
la declaración de emergencia pública. Pero es el inc. c) el que ocupa nuestra
atención en el presente caso: “Fortalecer el carácter solidario, proporcional y
equitativo del régimen previsional con la finalidad de asegurar la sustentabilidad
del sistema”. Que la ley pretende superar el desequilibrio entre los aportes
recibidos y los compromisos de pago de haberes.-
Equilibrio Fiscal: Que el art. 35 in fine de la Constitución de Entre
Ríos expresa: “El equilibrio fiscal constituye un deber del estado y un derecho
colectivo de los entrerrianos”. Que nos encontramos ante un bien común, un
bien colectivo, un derecho de incidencia colectiva en los términos de las distintas
categorías de derechos mencionados en “Halabi” (Fallos: 332:111). Y para el
estado entrerriano y sus órganos, más allá de la emergencia, es una obligación a
cumplir. (Cfr. Andrés Gil Domínguez, “Derechos colectivos de ayer y de hoy”, en
“Constitución de la Nación Argentina. Sesquicentenario de su sanción”, T I°,
Asociación Argentina de Derecho Constitucional. 2003. Pág. 439.-
La misma ley 10.806 en su artículo 3° inc. a) menciona: “el
cumplimiento de las obligaciones del Estado de acuerdo al principio de equilibrio
presupuestario establecido en al Artículo 35º de la Constitución Provincial”.
5°).- RAZONABILIDAD:
Que el control de razonabilidad sólo puede efectuarse alrededor
de la proporcionalidad entre los medios y los fines. En primer lugar se debe
evaluar si el medio que se eligió es adecuado al fin, máxima de adecuación, que
no hay otros medios alternativos, máxima de seguridad, para luego avanzar en el
análisis de razonabilidad y así entender si esa restricción de derecho se condice
con el bien jurídico que quiere proteger (mitigar o eliminar el déficit de la Caja y
poder abonar los haberes de pasivos) o si solo es una restricción arbitraria de
derechos. Si bien la emergencia puede autorizar ciertas restricciones de
derechos individuales, ello nunca justifica la desnaturalización, mutación o
supresión de su sustancia o esencia; ni la autoridad estatal puede válidamente
trasponer el límite que señala el artículo 28 de la Constitución, es decir, la
razonabilidad de la medida. El debido proceso sustantivo, que hace al
contenido de fondo de las normas, permite analizar si la restricción es
axiológicamente compatible con la filosofía del sistema y ha sido establecida
dentro del marco de facultades de los respectivos órganos. Y la razonabilidad de
las mayores restricciones que aquéllas imponen al derecho de propiedad del
acreedor, deben valorarse en función de la entidad de la crisis que busca
superarse.
Consideramos que la Ley 10.806 es constitucional porque el
“aporte solidario extraordinario” que deben realizar los jubilados y
pensionados provinciales (art. 6), conjuntamente con el “aporte personal” de
los agentes en actividad (art. 4), son adecuados para superar el déficit previsional
provincial. No existiendo otro medio menos lesivo que permita proteger la
sustentabilidad del sistema y la percepción de los haberes de los pasivos
entrerrianos. Los derechos en juego no fueron alterados en su sustancia ni se ha
modificado la situación o estatus de jubilado de los amparistas. Tampoco implica
una quita confiscatoria, arbitrariamente desproporcionada.-
“En tiempos de grave trastorno económico social, el mayor peligro
que se cierne sobre la seguridad jurídica no es el comparativamente pequeño que
deriva de una transitoria postergación de las más estrictas formas legales, sino el
que sobrevendría si se las mantuviera con absoluta rigidez, por cuanto ellas, que
han sido pensadas para épocas de normalidad y sosiego, suelen adolecer de
patética ineficacia frente a la crisis”. (Voto de los Doctores Aristóbulo D.
Aráoz de Lamadrid y Julio Oyhanarte). “Russo”, (Fallos: 243:467)
“Si bien está fuera de discusión que los derechos que el contrato
acuerda al acreedor constituyen su propiedad, como los demás bienes que
forman su patrimonio y se hallan tutelados por el art. 17 de la Constitución
Nacional, nuestro ordenamiento jurídico no reconoce la existencia de
derechos absolutos sino limitados por las leyes que reglamentan su
ejercicio, en la forma y extensión que el Congreso, en uso de sus
facultades propias, lo estime conveniente a fin de asegurar el bienestar
general, con la única condición de no alterarlos en su substancia”.
“RINALDI” Fallos: 330:855.-
6°).- TIEMPO: Que la restricción de derechos económicos y
sociales debe ser temporaria. El mismo plazo otorgado por la ley debe ser
razonable, no debe perjudicar por su extensión y circunscripto a la emergencia
que la originó.-
La misma ley en su artículo 1° contiene su cláusula de
transitoriedad, fijando precisamente que el estado de emergencia pública se
extenderá hasta el treinta (30) de junio de 2021. Asimismo establece un plazo de
prórroga del mismo y por única vez, por el término de ciento ochenta (180) días,
en caso de que a criterio del Poder Ejecutivo provincial se mantenga la situación
de emergencia.-
VI°).- GARANTIA DE INTANGIBILIDAD DE LAS REMUNERACIONES Y
HABERES PREVISIONALES DE LOS MAGISTRADOS JUBILADOS.-
Que la decisión de restringir los haberes previsionales en forma
generalizada, por un determinado plazo y en forma proporcional al nivel de
ingresos, no resulta un ejercicio irrazonable de las facultades del Estado frente a
una situación de grave crisis económica que genera una declaración de
emergencia pública y que tiene como fines aliviar, mejorar y remediar el déficit
de la Caja de Jubilaciones y Pensiones.-
Que la modificación de los márgenes de los haberes, en forma
temporaria, motivada por los efectos de una grave crisis presupuestaria, de
desequilibrio entre los aportes recibos y las obligaciones de pago de haberes a
cumplir, no implica "per se" una violación de los arts. 14 bis, 17, 28 y 110 de la
Constitución Nacional y arts. 195 y 5 de la Constitución de Entre Ríos. Tampoco es
una quita arbitraria y confiscatoria desproporcionada.-
“Una quita en la prestación percibida por el beneficiario en forma
pacífica a lo largo del tiempo, no puede ser admitida sino en el marco de una
norma de emergencia, es decir, en el contexto de una situación excepcional,
temporaria, que revista una gravedad e interés institucional que justifique de
manera expresa la adopción de medios extraordinarios y razonables para paliarla
(“RUSSO”, Fallos: 243:467 y “GUIDA” 323:1566), mas no puede ser practicada por
la ANSeS en virtud de un cambio legislativo, pues ello vendría a alterar derechos
adquiridos y lesionar la naturaleza integral e irrenunciable de los beneficios
previsionales, con el consecuente menoscabo de los derechos amparados por los
arts. 14 y 17 de la Constitución Nacional”. CSJN, “BRAVO HERRERA” (Fallos:
335:813).-
Que la norma constitucional entrerriana del art. 195 (idéntico
texto al art. 156 de la Constitución del ’33) expresa: “Los funcionarios judiciales
letrados, percibirán por sus servicios, una compensación que determinará la ley
la cual será pagada en época fija y no podrá ser disminuida mientras
permaneciesen en sus funciones”. Asimismo la norma del art. 110 CN, expresa:
“Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación
conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta, y recibirán por sus
servicios una compensación que determinará la ley, y que no podrá ser
disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus funciones” (texto
idéntico al art. 96 CN de 1853).-
Que muchas sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación han tratado la cuestión de la garantía de la intangibilidad de las
remuneraciones de los magistrados y funcionarios judiciales. Que los argumentos
que se desarrollan en los fallos como fundamentaciones y explicaciones
complementarias, no integran la parte resolutiva propiamente dicha, pero son la
interpretación que de la constitución efectúe el supremo tribunal de justicia de la
Nación, obliga a los operadores jurídicos. Que no podemos desconocer o
apartarnos de lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
resultando indispensable el tratamiento de esos fallos que aclaran la
interpretación de normas constitucionales que son invocadas por las partes y la
Conjueza en la presente acción de amparo y, asimismo, siendo la consideración
de los argumentos vertidos en esos fallos, conducentes para la correcta solución
del presente caso. Todos debemos un prudencial "leal respeto y acatamiento
a las decisiones de la Corte Suprema".-
Que la CSJN ha sentado postura claramente sobre la intangibilidad
de las remuneraciones o compensaciones o haberes jubilatorios de magistrados y
funcionarios judiciales, garantía contemplada en el art. 110 CN (antiguo art. 96
CN) y también sobre nuestro art. 155 de la Constitución entrerriana de 1.933.
Desde el año 1.990, la Corte ha establecido claras limitaciones al alcance de la
intangibilidad de las remuneraciones judiciales, privándola de su carácter de
garantía absoluta.-
“La obligación constitucional de mantener el significado
económico de las retribuciones de los jueces debe llevarse a cabo cuando su
desfase se produce con una intensidad deteriorante. … Será la intensidad
del agravamiento, esto es, la magnitud notable y ostensible del deterioro
sufrido por los salarios de los jueces, que en cada caso acontezca, en su
proyección en la relación del desempeño de la función judicial lo que justifica la
procedencia del amparo”. CSJN, “ALMEIDA HANSEN”, 28/03/1990, (Fallos:
313:344).-
“La deducción mensual del 8% acumulativo impuesta a los jueces
como un deber de solidaridad con el resto de la comunidad, no podrá
sobrepasar el 30% del resultado final que arroje la liquidación total del deterioro
sufrido por las remuneraciones, lo que de acuerdo a la naturaleza y valores
comprometidos en el juicio, preserva el aspecto patrimonial de la garantía
establecida por el art. 96 de la Constitución Nacional”. CSJN, “JÁUREGUI, Hugo
René Mario y otros c/ Superior Gobierno de la Provincia de Entre Ríos” del
06/10/1992; (Fallos: 315:2386) y “MONTES DE OCA” (Fallos: 315:2780) y
“VILELA” (Fallos: 314:295)
“No corresponde arbitrar en una sentencia reducción alguna de
la remuneración adeudada a los jueces basándose en motivos de "solidaridad
social", ya que ello significa lisa y llanamente atribuirse por el Poder Judicial
facultades legislativas, al postular una contribución porcentual de
emergencia que no ha creado el Congreso de la Nación”.- CSJN, “OJEA
QUINTANA, Julio María” (Fallos: 319:1331).-
Es importante el precedente “CHIARA DIAZ”, donde se
establecen pautas interpretativas de los arts. 110 CN y del entonces art. 156 CER:
“Que la prohibición de reducir las remuneraciones de los jueces
mientras duren en sus funciones, consagrada en el art. 156 de la Constitución de
la Provincia de Entre Ríos, así como la regla fijada por el art. 110 de la federal
respecto de los jueces nacionales, tienen por objeto garantizar la independencia
e imparcialidad de la justicia en cuanto poder del Estado. En ausencia de ella, no
hay Estado republicano. La cláusula constitucional examinada constituye un
mandato dirigido a los otros dos poderes del Estado y les impone abstenerse de
dictar o ejecutar acto alguno que implique reducir la remuneración de los jueces,
pero no instituye un privilegio que los ponga a salvo de toda y cualquier
circunstancia que redunde en una pérdida del poder adquisitivo de sus
haberes. La finalidad de dicha cláusula constitucional es prevenir ataques
financieros de los otros poderes sobre la independencia del judicial, pero no
protege a la compensación de los jueces de las disminuciones que
indirectamente pudieran proceder de circunstancias como la inflación u
otras derivadas de la situación económica general, en tanto no
signifiquen un asalto a la independencia de la justicia por ser generales
e indiscriminadamente toleradas por el público (C. Clyde Atkins vs. The
United States; 214 Ct. Cl. 186; cert. denied 434 U.S. 1009). Como se dijo al
respecto, la cláusula referida no establece una prohibición absoluta sobre
toda la legislación que concebiblemente pueda tener un efecto adverso
sobre la remuneración de los jueces, pues la Constitución delegó en el
Congreso la discreción de fijarlas y por necesidad puso fe en la integridad y sano
juicio de los representantes electos para incrementarlas cuando las cambiantes
circunstancias lo demanden (United States vs. Will, 449 U.S. 200, CYear 2C)”.
CSJN, “CHIARA DÍAZ”, (Fallos: 329:385). Asimismo este considerando fue
transcripto recientemente en CSJN, “ALONSO DE MARTINA”, 12/11/2019,
(Fallos: 342:1938).-
También la Corte Suprema ha especificado que el deterioro en las
remuneraciones de los magistrados para que funcione la garantía del art. 110 CN,
debe tener un carácter de ostensible y extendida en el tiempo.
“La obligación constitucional de mantener el significado
económico de las retribuciones de los jueces debe llevarse a cabo cuando su
desfase se produce con una intensidad deteriorante. … Será la intensidad
del agravamiento, esto es, la magnitud notable y ostensible del deterioro
sufrido por los salarios de los jueces, que en cada caso acontezca, en su
proyección en la relación del desempeño de la función judicial lo que justifica la
procedencia del amparo”. CSJN, “ALMEIDA HANSEN”, 28/03/1990, (Fallos:
313:344).
Criterio que ha sido reiterado en: “CHIARA DÍAZ”, (Fallos:
329:385); “ALVAREZ GLADYS STELLA” (Fallos: 342:1847) y “ALONSO DE
MARTINA”, 12/11/2019, (Fallos: 342:1938).-
“La independencia judicial no se ve afectada por el deterioro o
depreciación en los salarios de los jueces derivados meramente de las
circunstancias económicas generales que atraviesa el país, salvo que tal
depreciación alcance un nivel tal que la haga susceptible de ser caracterizada
como "ostensible deterioro". CSJN, “ALVAREZ GLADYS STELLA Y OTROS c/ EN
CSJN CONSEJO DE LA MAGISTRATURA ART 110 s/EMPLEO PUBLICO”, 05/11/2019,
(Fallos: 342:1847).-
“La violación de la garantía de la intangibilidad de las
remuneraciones de los jueces se configura cuando hay un "ostensible
deterioro temporalmente dilatado de las remuneraciones de los
magistrados respecto de lo que resulta razonable", debiéndose ponderar
períodos de tiempo más o menos prolongados en los que la remuneración real
puede experimentar altibajos propios de las circunstancias pero que, en su
globalidad, mantienen la intangibilidad querida por el texto constitucional, sin
perjuicio de admitir un cierto desfase mensual que no incida con entidad
significativa en el aspecto patrimonial de la garantía estatuida en el art.
110 de la Constitución Nacional”, (Voto del juez Lorenzetti). CSJN, “ALONSO
DE MARTINA”, 12/11/2019, (Fallos: 342:1938).-
Asimismo la Corte Suprema hace hincapié en las circunstancias
económicas generales que soporta toda la población, involucrando el principio de
igualdad y el deber de solidaridad con el resto de la población entrerriana.-
“Que por último, cabe hacer notar que con el constitucionalismo
moderno, el deber de "solidaridad" adquiere principal protagonismo,
compromiso que no se puede soslayar en los tiempos actuales, lo que obliga a no
desatender la realidad socioeconómica presente, conforme doctrina de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en cuanto sostiene que "...las
sentencias de la Corte Suprema deben atender a la situación de hecho existente
en el momento de su dictado (Fallos: 328:4640; 329:5798 y 5913, entre muchos
otros)..." (Fallos: 338:811)”. “ALVAREZ GLADYS STELLA” (Fallos: 342:1847).-
“La prohibición de reducir las remuneraciones de los jueces
mientras duren en sus funciones, consagrada en el art. 156 de la Constitución de
Entre Ríos y en el art. 110 de la federal respecto de los jueces nacionales, tienen
por objeto garantizar la independencia e imparcialidad de la justicia en cuanto
poder del Estado, pero no instituye un privilegio que los ponga a salvo de
toda y cualquier circunstancia que redunde en una pérdida de poder
adquisitivo de sus haberes en violación a los principios de igualdad ante
la ley, equidad y justicia distributiva”. (Voto de la Dra. Elena I. Highton de
Nolasco). “CHIARA DÍAZ”, (Fallos: 329:385).-
“Antes bien, le ha otorgado a la garantía constitucional referida
[art. 156 de la constitución provincial] su justo alcance al aclarar que ella no
instituye un privilegio en favor de los magistrados que los ponga a salvo
de cualquier viento que sople”. “CHIARA DÍAZ”, (Fallos: 329:385).-
VII°).- CONCLUSION: Que por lo expuesto, es mi decisión rechazar
la acción de amparo y la acción de ejecución promovidas por los actores, por ser
mi sincera e íntima convicción.-
Así voto.-
A su turno la señora conjuez Dra. BENITEZ, manifiesta:
Esta cuestión fue ampliamente explicadas por los Sres. Conjueces
que me preceden.-
Hay coincidencia entre los Sres. Conjueces que ya emitieron su
voto en relación a que la vía elegida por los actores, la acción de amparo, reúne
los requisitos de admisibilidad y procedencia, opinión que comparto.-
Mas, en cuanto a la solución sobre el planteo de los actores voy a
acompañar la postura desestimatoria que impulsan los Sres. Conjueces Canavesio
y Martinez.-
La abundancia de fundamentos expresada en los votos formulados
por los nombrados Conjueces, realizados con un sesudo análisis de la
jurisprudencia de la Corte Suprema de la Nación, me exime de realizar mayores
consideraciones; de modo tal que, para no caer en reiteraciones innecesarias, me
remito a los mismos.-
En conclusión, por lo expuesto y fundamentos atinadamente brindados
por mis colegas conjueces Dres. Canavesio y Martinez, es mi decisión rechazar la
acción de amparo y la acción de ejecución promovidas por los actores.-
Así voto.-
A LA TERCERA CUESTION PLANTEADA LA SEÑORA CONJUEZA DRA.
CEBALLOS, DIJO:
Atento el resultado del litigio arribado por la mayoría, entiendo
que las costas deben ser impuestas por su orden, en razón que la actora tenía
motivos para litigar ( art. 20 de la LPC) .-
REGULAR los honorarios profesionales de los Dres. Sergio G. Colja,
Natalia María del Huerto Barsanti, Guillermina Jozami, Julio C. Rodríguez Signes,
Lautaro Dato y Roberto Beherán, en las respectivas sumas de Pesos cinco mil
setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos cinco mil setecientos veinte ($
5.720.-), Pesos cinco mil setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos ocho mil
quinientos ochenta ($ 8.580.-), Pesos ocho mil quinientos ochenta ($
8.580.-) y Pesos veinticuatro mil veinticuatro ($ 24.024.-) por la actuación
que les cupo ante esta Alzada -cfme. art. 64 del Dec.-Ley Nº 7046, rat. Ley
7503-.-
Así voto.-
A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. CANAVESIO,
expresa:
Que, compartiendo criterio de la sentencia de la jueza -ad hoc-, y
atento el resultado del litigio, en orden a la aplicación de costas, corresponde que
las mismas se impongan a la parte vencida tal como lo dispone el art. 20 de la
L.P.C., debiéndose aplicar en esta instancia, el 40% sobre el monto regulado en
primera instancia.
Que tras la recuperación del carácter de orden público de las leyes
de honorarios profesionales Ley Provincial n°10.377 sancionada el 7 de julio de
2015: Boletín Oficial, 7 de agosto de 2015, estableciendo para todos los procesos
montos mínimos en cuanto el legislador ha entendido que la tarea del abogado en
los distintos procesos tiene una entidad e importancia que merece esa retribución
mínima, habiéndose recuperado el orden público de los honorarios profesionales,
con la correspondiente implicancia de dicho instituto, lo que garantiza la
intangibilidad del carácter alimentario de los honorarios en el ejercicio de la
profesión.
Por lo antes dicho, sostengo con solvencia moral y jurídica, que lo
establecido en el "ACUERDO PLENARIO Nº 1 - ART. 35 LEY ORGÁNICA DEL PODER
JUDICIAL - LEY 10.704" del 28/10/19 no es ajustado a derecho, por ser violatorio
de normas constitucionales, arts. 203, 205, 122, 45 y 65 de la CONSTITUCION
PROVINCIAL.
Así voto.-
A su turno el señor conjuez Dr. ACEVEDO MIÑO, expresa que
adhiere también en este punto al voto de la Sra. Conjuez Ceballos.
Así voto.-
A la misma cuestión planteada el señor conjuez Dr. MARTINEZ,
dijo:
Que atento el resultado del litigio, en orden a la aplicación de
costas, corresponde que las mismas se impongan a la parte vencida tal como lo
dispone el art. 20 de la Ley de Procedimientos Constitucionales.
Que siendo los honorarios profesionales de orden público (Leyes
N° 7.046 (arts. 1 y 10) y 10.377), al momento de la regulación, se establecerán
conforme los art. 2, 3, 4, 5, 91 ss y ccs. Ley N° 7.046.
Que lo establecido en el “ACUERDO PLENARIO Nº 1-ART. 35 LEY
ORGANICA DEL PODER JUDICIAL LEY 10.704” del 28 de octubre de 2019 no es
ajustado a derecho ni aplicable: 1°) por ser violatorio de normas constitucionales,
arts. 203, 205,122, 45 y 65 de la Constitución de Entre Ríos; y 2°) por haberse ya
abrogado o derogado implícitamente la norma que pretende dar fundamento al
mismo, esto es el art. 1.255 CCyC para este específico y trascendental servicio
profesional como es la abogacía que trabaja ante un servicio público a cargo del
estado, servicio que no puede privatizarse ni delegarse y cuya finalidad esencial
es “dar a cada uno lo suyo”, resolviendo los conflictos sociales, creando
seguridad jurídica y paz social, y con mayor razón ante cuestiones tan
públicamente relevantes como el análisis de una ley de emergencia pública
provincial. Que la cesación de vigencia del art. 1.255 CCyC para el ejercicio de la
profesión de abogado ante los tribunales tiene como causa lo dispuesto en
otra norma Posterior y Especial, ya que el mismo legislador que sanciona el art.
1.255 CCyC, sanciona posteriormente la Ley Especial N° 27.423 de Honorarios
Profesionales de Abogados de la Justicia Nacional y Federal, la cual en su art 16
expresa…”Los jueces no podrán apartarse de los mínimos establecidos en la
presente ley, los cuales revisten carácter de orden público.”.-
Que, habiendo quedado firmes los honorarios regulados en la
primera instancia, corresponde en consecuencia, regular a los letrados
intervinientes ante esta Alzada el 40% de los montos establecidos para cada
letrado en la instancia de grado.-
Así voto.-
A la misma cuestión planteada la señora conjueza Dra. BENITEZ,
expresa:
Atento el resultado del litigio, corresponde que las costas se
impongan a la parte vencida tal como lo dispone la norma del art. 20 L.P.C.,
correspondiendo regular en esta instancia el 40% sobre el monto regulado en
primera instancia.-
Dado el carácter de orden público de los honorarios profesionales
(Ley Nº 7046 y Ley 10.377), corresponde la aplicación de los arts. 2, 3, 4, 5, 91 ss
y ccs. Ley N° 7.046 al momento de proceder a la regulación de los mismos, en
consecuencia no debe tenerse en cuenta lo establecido en el "Acuerdo Plenario
Nº 1-Art. 35 Ley Orgánica del Poder Judicial Ley 10.704” 28/10/19, por ser
violatorio de normas constitucionales, arts. 203, 205,122, 45 y 65 de la C.P.-
Así voto.-
Con lo que no siendo para más, se dio por terminado el acto
quedando acordada -y por mayoría- la siguiente SENTENCIA, que RESUELVE:
1º) ESTABLECER que no existe nulidad.-
2º) RECHAZAR el recurso de apelación interpuesto por la parte
actora, contra la sentencia de fecha 05/11/2020, la que, por los fundamentos de
la presente, se confirma.-
3º) IMPONER las costas de esta instancia a la actora vencida -
cfme. art. 20 LPC-.-
4º) REGULAR los honorarios profesionales de los Dres. Sergio G.
Colja, Natalia María del Huerto Barsanti, Guillermina Jozami, Julio C.
Rodríguez Signes, Lautaro Dato y Roberto Béherán en las respectivas
sumas de Pesos cinco mil setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos cinco mil
setecientos veinte ($ 5.720.-), Pesos cinco mil setecientos veinte ($
5.720.-), Pesos ocho mil quinientos ochenta ($ 8.580.-), Pesos ocho mil
quinientos ochenta ($ 8.580.-) y Pesos veinticuatro mil veinticuatro ($
24.024.-) por la actuación que les cupo ante esta Alzada -cfme. art. 64 del Dec.-
Ley Nº 7046, rat. Ley 7503-.-
Protocolícese, notifíquese -cfme. arts. 1, 4 y 5 Ac. Gral. Nº 15/18
SNE- y, en estado bajen.-
ds
Dejo constancia que la sentencia que antecede, ha sido dictada el día
veintitres de noviembre de 2020 en los autos "COOK CARLOS y otros C/
SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS y otra S/ ACCION
DE AMPARO", Expte. Nº 24920, por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos,
integrado al efecto con las señoras conjuezas Dras. GABRIELA MARIA DEL
CARMEN CEBALLOS (disidencia en fondo y costas) y MARIA SUSANA
BENITEZ y los señores conjueces Dres. ALEJANDRO DANIEL CANAVESIO,
MARTIN JULIAN ACEVEDO MIÑO (disidencia en fondo y costas) y ENRIQUE
MARCIANO MARTINEZ, quienes suscribieron la misma mediante firma
electrónica, conforme -Resolución Nº 28/20 del 12/04/2020, Anexo IV-
prescindiéndose de su impresión en formato papel y se protocolizó. Conste.-
Fdo.: ELENA SALOMÓN -SECRETARIA-.-

Existiendo regulación de honorarios a abogados y/o procuradores, cumpliendo con lo


dispuesto por la Ley 7046, se transcriben los siguientes artículos:
Ley 7046-
Art. 28º: NOTIFICACION DE TODA REGULACION. Toda regulación de honorarios deberá notificarse
personalmente o por cédula. Para el ejercicio del derecho al cobro del honorario al mandante o
patrocinado, la notificación deberá hacerse en su domicilio real. En todos los casos la cédula deberá
ser suscripta por el Secretario del Juzgado o Tribunal con transcripción de este Artículo y del art.
114 bajo pena de nulidad.- No será necesaria la notificación personal o por cédula de los autos que
resuelvan reajustes posteriores que se practiquen por aplicación del art. 114.- Art. 114º. PAGO DE
HONORARIOS. Los honorarios regulados judicialmente deberán abonarse dentro de los diez días de
quedar firme el auto regulatorio. Los honorarios por trabajos extrajudiciales y los convenidos por
escrito cuando sean exigibles, se abonarán dentro de los diez días de requerido su pago en forma
fehaciente. Operada la mora, el profesional podrá reclamar el honorario actualizado con aplicación
del índice, previsto en el art. 29 desde la regulación y hasta el pago, con más su interés del 8%
anual. En caso de tratarse de honorarios que han sido materia de apelación, sobre el monto que
queda fijado definitivamente en instancia superior, se aplicará la corrección monetaria a partir de la
regulación de la instancia inferior. No será menester justificar en juicios los índices que se aplicarán
de oficio por los Sres. Jueces y Tribunales.-
Fdo.: ELENA SALOMÓN -SECRETARIA-

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