02302-2003-AA Sentencia EXAMEN DERECHO TRIBUTARIO
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02302-2003-AA Sentencia EXAMEN DERECHO TRIBUTARIO
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 13 días del mes de abril de 2005, el Pleno Jurisdiccional del Tribunal
onstitucional, integrada por los señores magistrados Alva Orlandini, Gonzales Ojeda,
cía Toma, Vergara Gotelli y Landa Arroyo, pronuncia la siguiente sentencia
l. ASUNTO
11. ANTECEDENTES
1. Demanda
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tributos, lo que implica que todos sus elementos esenciales, siendo uno de ellos la tasa del
Impuesto, sean fijados por ley y no por norma infralegal como en el presente caso.
2. Contestación de la demanda
El Procurador Público encargado de los Asuntos Judiciales del MEF deduce las
excepciones de falta de legitimidad para obrar del demandado, de incompetencia, de falta
de agotamiento de la vía previa y de caducidad; y, solicita que se la declare improcedente o
infundada, por estimar, que la demandante no ha señalado un acto concreto de afectación de
sus derechos constitucionales y que la acción de amparo no es la vía idónea para cuestionar
la validez de normas legales emitidas con sujeción a la ley.
abiendo sido cuestionados por las partes, materias constitucionales respecto a la forma y
1 fondo, es necesario que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre cada uno de ellos y
stablezca los criterios vinculantes en cada caso. En tal sentido, corresponde desarrollar los
s·guientes temas:
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IV. FUNDAMENTOS
1. Conforme se aprecia de los escritos presentados por las partes, existe controversia
sobre si en el presente caso es necesario agotar la vía administrativa. Así tenemos
que, según el alegato de la empresa demandante, la necesidad de agotar la vía
administrativa en estos casos, se encuentra exceptuada por tratarse de normas
autoaplicativas, y, a su vez, porque así lo ha establecido diversa jurisprudencia del
Tribunal, en los casos en que una norma tributaria establece vía Decreto Supremo la
configuración de algún elemento esencial del tributo, como se aprecia de las STC
489-2000-ANTC, STC 930-200l-ANTC, STC 323-200l-ANTC.
Por su parte, los emplazados coinciden en que los demandantes debieron agotar la
vía previa y que las normas cuestionadas no son normas autoaplicativas, por lo que,
se encontraban obligados a acreditar las vulneraciones concretas a sus derechos y no
simplemente alegar las supuestas afectaciones.
n primer lugar, nos apartamos del criterio mediante el cual, afirmamos que la vía
previa no se encuentra regulada, y, por lo tanto no es exigible, cuando se
cuestionan los efectos de un Decreto Supremo que ha sido dictado contraviniendo
lo dispuesto en el artículo 74 de la Constitución. (STC 489-2000-AAlTC, STC 930-
2001-AAlTC, STC 323-2001-AAlTC, STC 022-2000-AAlTC); por dos razones
fundamentales:
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9. En efecto, estas normas tributarias son del tipo autoaplicativas, pues en la medida
que el demandante sea sujeto pasivo del tributo y se configure en su caso el hecho
imponible de la norma, la misma ya le es exigible, es decir, ya se encuentra
obligado al pago sin esperar que la administración desemboque su actuación
administrativa para ejercer la cobranza de la deuda. Este será un caso de excepción
para a la regla del agotamiento de la vía previa.
10. El petitorio de la demanda es que se declare inaplicables a su caso, los artículos 48°
53° del Decreto Legislativo 776, referido al Impuesto a los Juegos; así como, el
nciso a) del artículo 9 del Decreto Supremo 095-96-EF, referido al Impuesto
Selectivo al Consumo de los juegos de azar y apuestas, porque en conjunto son
confiscatorios en su caso, y, porque el último al vulnerar el principio de legalidad en
materia tributaria estableciendo la tasa del impuesto mediante Decreto Supremo,
afecta sus derechos como contribuyente.
11. En ese sentido, una vez desvirtuada la cuestión de forma y establecido el criterio
aplicable, corresponde efectuar el análisis sobre la supuesta afectación a los
derechos constitucionales a la propiedad, a la no confiscatoriedad y el respeto al
principio de legalidad en materia tributaria, invocados por el recurrente.
~.
12. El artículo 74° de la Constitución Peruana, establece como uno de los límites al
ejercicio de la potestad tributaria, el principio de no confiscatoriedad de los tributos.
Este principio constitucional, ha adquirido contenido a través de nuestra
jurisprudencia, mediante la cual, hemos señalado que " ( ... ) se transgrede el
y nciPiO de no conflScatoriedad de los tributos cada vez que un tributo excede e;
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cosas, a fojas 206, sostienen que no podrán cumplir con la distribución legal
renta, es decir, con la participación que se otorga a los trabajadores equivalente
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al 6%. Tampoco se podrá cumplir con el Estado peruano con el pago al Impuesto a
la Renta.
17. Para que pueda apreciarse una relación de compatibilidad entre la tributación y el
derecho de propiedad, es necesario que las afectaciones a la última sean razonables
y proporcionadas, de modo tal, que no constituyan una apropiación indebida de la
I propiedad · privada. Ahora bien, las afectaciones a la propiedad son razonables
cuando tienen por objeto contribuir al sostenimiento de los gastos públicos, para lo
cual, necesariamente debe hacerse en la medida y proporción de la capacidad
contributiva de cada persona o empresa.
Ello es así, en la medida que el ocio que promueve el Estado mediante la cultura,
recreación y el deporte es distinto al que tolera como al de los juegos de apuesta que
pueden generar adicción -ludopatía- con efectos económicos y sociales perjudiciales
para el jugador y su familia.
10
~, .
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Ese ha sido justamente el criterio seguido tanto por el a quo y el a quem para
desestimar la demanda, al considerar que los documentos presentados por el
demandante no constituyen prueba suficiente para demostrar la situación de pérdida
alegada. Este criterio es compartido por este Tribunal en este extremo de la
demanda.
22. En efecto, a fojas 78, la empresa demandante anexa como medio probatorio para
demostrar la confiscatoriedad en su caso, "un estado de ganancias y pérdidas
comparativo" elaborado por la propia empresa, bajo la responsabilidad del contador
Marco Quintana, quien firma y da valor al documento.
23. A nuestro juicio, el referido documento no puede ser admitido de ninguna manera
como prueba fehaciente para acreditar la situación económica de la empresa y, por
consiguiente, para demostrar la consficatoriedad de tributos; en primer lugar, porque
no pueden admitirse como medios probatorios válidos aquellos que representan
autoliquidaciones del propio contribuyente, pues restan imparcialidad a 10
declarado, en todo caso, están sujetos a revisión. Este es justamente el criterio bajo
el cual, este Tribunal desestima como elementos probatorios válidos, las
declaraciones juradas.
Los impuestos son abstractos y objetivos de modo que no tienen una vocaClOn
confiscatoria de origen ni de resultado; sino que, dada a veces la incapacidad
productiva o de servicios eficientes que presta una empresa, no genera los ingresos
o rentas razonablemente esperados para cumplir con sus obligaciones tributarias.
Por ello, el Estado está prohibido de subsidiar indirectamente la actividad
empresarial privada ineficiente.
26. La razón expuesta, constituye una adicional, que a nuestro juicio afianza la
necesidad de mayores pruebas en estos casos, lo cual, desde ya, resulta dificultoso
para un proceso sumario como es el amparo, que carece de etapa probatoria. Ello,
más aún, porque consideramos que una excepción a esta regla en los impuestos
indirectos, sería la demostración de que en el caso del contribuyente, el impuesto no
e trasladado, es decir, que él asumió la carga del mismo, y, además, siendo así, le
ajo peljuicios a la economía de la empresa, lo cual, claro está, debe ser acreditado.
Sin embargo, en los casos que se alegue confiscatoriedad, es necesario que la misma
se encuentre plena y fehacientemente demostrada. De lo contrario, corresponderá
atender este tipo de procesos en otra vía, donde sí pued.an actuarse otros medios de
prueba y proceda la intervención de peritos independientes que certifiquen las
afectaci nes patrimoniales a causa de impuestos.
28. Por consiguiente, en este extremo, la demanda debe ser desestimada por no haberse
acreditado la confiscatoriedad alegada por la empresa recurrente.
29. El segundo extremo del petitorio está referido a la inaplicación del inciso a) del
artículo 9° del Decreto Supremo 095-96-EF, Reglamento del Impuesto Selectivo al
Consumo a los juegos de azar y apuestas, que establece que: "la tasa aplicable a
los juegos de azar y apuestas, tratándose de loterías, bingos, rifas y sorteos es 10%
(inciso a) ".
Aducen que se vulnera el principio de reserva de ley, pues se fija la tasa del
Impuesto mediante norma reglamentaria, como es el Decreto Supremo, y no por
Ley, conforme lo establece la Constitución en el artículo 74°. Asimismo, a fojas
490, el recurrente presenta recurso extraordinario contra la sentencia apelada,
cuestionando la falta de pronunciamiento en este extremo.
30. En efecto, los jueces de primera y segunda instancia han obviado pronunciarse en
este extremo. Sobre el particular debe señalarse que la tutela judicial efectiva
(artículo 139, inciso 3), no se limita a garantizar el acceso a la jurisdicción, sino
también a que los Tribunales resuelvan sobre las pretensiones ante ellos
formuladas 3 . Se parte, pues, del principio de congruencia judicial, que exige al juez
que, al pronunciarse sobre una causa, no omita, altere o exceda las peticiones
contenidas en el proceso a resolver.
3 D Z PICAZO GIMÉNEZ, Ignacio. "Reflexiones sobre algunas facetas del derecho dentro de esta línea de
cción, fundamental a la tutela judicial efectiva". En: Cuadernos de Derecho Público, mayo-agosto,
INAP, 2000. p. 23.
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31. El primer párrafo del artículo 74 0 de la Constitución establece que «los tributos se
crean, modifican o derogan, o se establece una exoneración, exclusivamente por ley
o decreto . legislativo en caso de delegación de facultades, salvo los aranceles y
tasas, los cuales se regulan mediante decreto supremo. Los gobiernos locales
pueden crear, modificar y suprimir contribuciones y tasas, o exonerar de éstas,
dentro de su jurisdicción y con los límites que señala la ley».
La potestad tributaria del Estado debe ejercerse, antes que en función de la ley, en
función de la Constitución - principio jurídico de supremacía constitucional (artículo
51 de la Constitución)- y de los principios que ella consagra y que informan, a su
vez, el ejercicio de tal potestad. Dichos principios, por otra parte, constituyen una
garantía para los contribuyentes, en tanto impone que no se puede ejercer la
potestad tributaria en contra de la Constitución ni de modo absolutamente
discrecional o arbitrariamente.
En tal sentido, la potestad tributaria del Estado, antes que someterse al principio de
legalidad, está supeditado a la Constitución. Es en función de ella que el principio
de legalidad tiene validez y legitimidad.
32. Ahora bien, es bastante frecuente la confusión que existe entre el principio de
legalidad y el de reserva de ley.
e debe partir de señalar que no existe identidad entre ellos. Así, mientras que el
rincipio de legalidad, en sentido general, se entiende como la subordinación de
todos los poderes públicos a leyes generales y abstractas que disciplinan su forma de
jercicio y cuya observancia se halla sometida a un control de legitimidad por jueces
independientes; la reserva de ley, por el contrario, implica una determinación
constitucional que impone la regulación, sólo por ley, de ciertas materias.
CABO MARTÍN, Carlos. Sobre el concepto de Ley. Madrid: Trotta, 2000. p. 69.
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34. De acuerdo con estas precisiones, tal distinción en el ámbito tributario no puede ser
omitida, pues las implicancias que generan tanto el principio de legalidad, así como
la reserva de ley no son irrelevantes. Ello es así en la medida que la Constitución ha
otorgado tanto al Poder Legislativo así como al Poder Ejecutivo la posibilidad de
ejercer la potestad tributaria del Estado. En el primer caso, el ejercicio se realiza
diante una ley en sentido estricto, mientras que en el caso del Poder Ejecutivo
s 'lo puede realizarlo mediante decreto legislativo .
. Ahora bien, respecto a los alcances de este principio, hemos señalado que la reserva
de ley en materia tributaria es una reserva relativa, ya que puede admitir
excepcionalmente derivaciones al Reglamento, siempre y cuando, los parámetros
estén claramente establecidos en la propia Ley. Asimismo, sostuvimos que el grado
de concreción de los elementos esenciales del tributo en la Ley, es máximo cuando
regula el hecho imponible y menor cuando se trata de otros elementos; pero, en
ningún caso, podrá aceptarse la entrega en blanco de facultades al Ejecutivo para
regular la materia.
ACIL MARI, Pilar. Discrecionalidad técnica y comprobación tributaria de valores. Valencia: Diálogo
. p. 27.
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En aquella oportunidad se amparó la demanda, dej ándose sin efecto los actos
oncretos de aplicación que hayan derivado del Decreto Supremo irregular. Este es
el criterio que corresponde aplicar en el presente caso, y, en consecuencia, dejar sin
efecto aquellas cobranzas que constan en autos y que hayan sido derivadas de los
efectos de la aplicación del inciso a) del artículo 90 del Decreto Supremo 095-96-
EF, Reglamento del Impuesto Selectivo al Consumo a los juegos de azar y apuestas.
Ello es así, en la medida que la alícuota también forma parte esencial del hecho
imponible; debido a que el quantum del impuesto está directamente relacionado con
el carácter no confiscatorio del impuesto. Elemento que sólo puede estar regulado
de manera clara y precisa en la ley. Lo que no obsta a que el Decreto Supremo
pueda complementar al mismo, en el marco, por ejemplo, de topes máximos y
mínimos que hubiera establecido la ley o de la forma de determinación del monto.
LO
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¡JÓ
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
EXP. N.O2302-2003-AA/TC
LIMA
INVERSIONES DREAMS S.A.
HA RESUELTO
Publíquese y Noti
SS.