Tema 3. Castilla y Aragón en La Baja Edad Media
Tema 3. Castilla y Aragón en La Baja Edad Media
Tema 3. Castilla y Aragón en La Baja Edad Media
Introducción
A los siglos XIV y XV se les denomina Baja Edad Media, fue una etapa de crisis en toda
Europa, también en los reinos peninsulares. Se trata de una crisis causada por diversos factores:
crisis alimentarias producidas por malas cosechas y crisis demográfica ocasionada por la Peste
Negra de 1348, a su vez estas crisis ocasionaron numerosos conflictos sociales y políticos que
desembocaron en rebeliones y guerras civiles.
La evolución fue desigual en Castilla y Aragón. Mientras Castilla consiguió en el siglo XV
superar las dificultades económicas y demográficas y fortalecer el poder real, a pesar de las
dificultades y las guerras civiles, la Corona de Aragón, lastrada por la profunda crisis catalana, no
consiguió superar muchas de las dificultades del s. XIV. Se consolidaron dos modelos políticos
diferentes: en Castilla una monarquía autoritaria, en la Corona de Aragón permaneció una
monarquía feudal de carácter pactista que limitaba el poder del rey.
Desarrollo
a) Crisis agraria. Durante la primera mitad del s. XIV se repitieron en Europa ciclos de
malas cosechas, debido a condiciones meteorológicas adversas, que desencadenaron crisis de
subsistencias: las cosechas se arruinan, la escasez de trigo produce su encarecimiento y el
hambre, lo que hace a la población más propensa a contraer enfermedades aumentando la
mortalidad.
b) Crisis demográfica: la Peste Negra de 1348. Es una enfermedad que tuvo su origen
en Asia y el Mar Negro y llegó a la península a través de Baleares y el Mediterráneo. Hubo un
brote virulento en 1348 y varios más en la segunda mitad del siglo. Sus efectos sobre una
población muy debilitada por las crisis alimentarias se multiplicaron; afectó más a las zonas
litorales que a las interiores y más a las ciudades que al campo. Sus efectos demográficos fueron
un aumento de la mortalidad, grandes desplazamientos de la población a las ciudades y el
despoblamiento de numerosos lugares. Provocó también consecuencias económicas: aumento
de precios de productos agrarios y manufacturas por la escasez, aumento de salarios por la
escasez de mano de obra.
c) Las tensiones sociales. La crisis afectó a todos los estratos sociales, la nobleza y el
clero vieron disminuir sus vasallos y sus rentas, sufrieron el aumento de precios de los productos
manufacturados y se vieron impedidos de aumentar su patrimonio puesto que la reconquista
estaba casi finalizada. Trataron de recuperar sus pérdidas a costa de la monarquía y los
campesinos. A la monarquía le usurparon tierras y tributos aprovechando la debilidad de las
guerras civiles o las minorías de edad de los reyes. A los campesinos les endurecieron sus
condiciones de vida: en Castilla aumentando los arrendamientos a corto plazo para poder elevar
las rentas, en Cataluña adscribiendo a los campesinos a la tierra como siervos, una situación de
la que sólo se podían librar comprando su libertad (payeses de remensa).
d) La crisis política: las guerras civiles. Los monarcas iniciaron el camino de fortalecimiento y
centralización de su poder y chocaron con las pretensiones de nobleza y clero que deseaban
mantener el máximo poder posible. Este enfrentamiento dio lugar a guerras civiles en Castilla
(1366-1368, 1474-1479) y Cataluña (1462-1472).
Se pueden distinguir dos etapas. El siglo XIV: un siglo de crisis agraria, demográfica, una
guerra civil entre Pedro I y Enrique de Trastámara, tensiones sociales que desencadenaron los
pogromos antisemitas de 1391. El siglo XV es un siglo de recuperación demográfica y económica
aunque perviven los conflictos sociales y habrá una nueva guerra civil entre 1474-1479.
La guerra civil. Pedro I el Cruel (1350-1369) estaba decidido a aumentar la autoridad real
por lo que gobernó con el apoyo financiero de judíos y el asesoramiento de legistas,
desentendiéndose de la alta nobleza y de las Cortes. La oposición de la nobleza se organizó en
torno a Enrique de Trastámara (un hijo bastardo de Alfonso XI) al que pretendían elevar al trono.
Francia y Aragón apoyaron a Enrique de Trastámara, Pedro I buscó el apoyo de Inglaterra. La
guerra finalizó con el asesinato de Pedro I en 1369 y la ascensión al trono de Enrique II, con el
que una nueva dinastía, los Trastámara, se instala en el trono de Castilla desalojando del mismo
a la casa de Borgoña.
Otras consecuencias de la guerra fueron el crecimiento del antisemitismo popular, que
había sido animado por los partidarios de Enrique II por el apoyo de los judíos prestaron a Pedro,
y el aumento del poder de la nobleza frente a las pretensiones autoritarias de Pedro I. El nuevo
rey recompensó a los nobles con concesiones, “mercedes enriqueñas”, que extendieron el
régimen señorial (señoríos jurisdiccionales), una nueva nobleza sustituyó a los antiguos linajes, y
entre los nobles se extendió la práctica de instituir mayorazgos. La nobleza adquirió tanta fuerza
que eran constantes los abusos de poder en sus dominios, consiguió que en tiempos de Juan II
se ejecutara a Álvaro de Luna, favorito del rey defensor del poder real, y llegó a su culmen en
tiempos de Enrique IV con la Farsa de Ávila (1465) en la que varios nobles humillaron y
destronaron al rey en efigie.
La expansión atlántica. La reconquista, paralizada desde la segunda mitad del siglo XIII,
fue tímida en la baja Edad Media y se centro en arrebatar al Reino de Granada la zona del
Estrecho de Gibraltar, conquistado en 1462. Este hecho y los avances técnicos en la navegación
(portulanos, brújula, astrolabio, carabela) permitieron la exploración y conquista de las Canarias,
en dos fases: bajo el reinado de Enrique IV (a iniciativa de la nobleza y convertidas en tierras de
régimen señorial) y la finalización durante el reinado de Isabel la Católica ( que convirtió las islas
en tierras de realengo).
2
1. Se unifican las Cortes de Castilla y León. Sus funciones quedan limitadas al juramento
del nuevo rey.
2. Se crea el Consejo Real para asesorar al rey, está formado por 12 miembros, 8 de los
cuales son legistas.
3. Se crea la Audiencia como órgano supremo de justicia que depende solo del rey. En el
s. XV se establece una sede fija en Valladolid con el nombre de Chancillería.
4. En el ámbito municipal, y con el fin de controlarlo, se crean en el s. XIV los regimientos,
nombrados por el rey con carácter vitalicio entre los miembros de la nobleza local o la alta
burguesía, que sustituyen a los viejos concejos democráticos. Además se modificó la figura del
corregidor, que a partir del s. XV se convertirá en representante permanente de la Corona en los
municipios.
3
4. El Justicia de Aragón, cargo exclusivo del Reino de Aragón, no existe en los otros
territorios. Era un noble designado por las Cortes y su función principal era la interpretación y
defensa de los fueros de Aragón frente a cualquier pretensión autoritaria de la monarquía.
5. Los municipios en la Corona de Aragón fueron cayendo en manos de las oligarquías.
Estaban formados por unos delegados del poder real, que fueron perdiendo poder, unos
magistrados (consellers en el caso catalán) y una asamblea formada por un número limitado de
miembros (Consell de cent en Barcelona).
Conclusión
Los últimos monarcas, Enrique IV de Castilla y Juan II de Aragón, ponen fin a la Edad
Media. Castilla y Aragón se unían por el matrimonio de Isabel y Fernando, era un avance hacia la
formación de la Monarquía hispánica, pero la unión reunía a dos coronas con una situación muy
desigual. Castilla estaba en crecimiento y vivía un fuerte dinamismo. La Corona de Aragón, en
cambio, seguía sin recuperar el crecimiento. Sólo el reino de Valencia vivía un impulso económico
del que se beneficiaban las tierras del sureste castellano. Pero la quiebra de Cataluña, devastada
por la guerra civil, sin el dinamismo de antes, hacía perder peso a la Corona de Aragón. En
definitiva, la “desigualdad de los asociados” era una realidad en el momento de la unidad.