Equidad y Genero XD
Equidad y Genero XD
Equidad y Genero XD
Uno de los objetivos de la educación es enseñar a nuestros hijos a comportarse según los
valores y pautas socioculturales existentes, es la base para inculcar cualquier conducta o
hábito. También hemos visto que para ello, el principal papel lo desempeña la familia y se
continúa en la escuela. Hoy día resulta difícil mostrar a los más pequeños el gran
problema de la desigualdad entre hombres y mujeres y tratar de inculcar valores que
trasmitan que todas las personas tienen los mismos derechos, pero para erradicar la
violencia de género es imprescindible comenzar por educar a los niños desde pequeños
en el respeto hacia los demás.
En la familia es el primer lugar donde se perpetúan los roles que la sociedad ha
establecido para hombres y mujeres. Numerosos estudios nos demuestran las diferentes
actitudes, comportamientos, actitudes etc. que tienen con sus hijos o hijas según su sexo:
a las niñas se les potencia la sensibilidad, el miedo, la obediencia, la dependencia, la
afectividad. A los niños la agresividad, la competitividad, la independencia…
Incluso en la escuela algunos educadores y educadoras no se comportan igual con chicos
y chicas. Desde la infancia ellos y ellas también han recibido mensajes sexistas en todos
los ámbitos de la vida, y por tanto, transmiten inconscientemente lo que han aprendido.
¿Cómo podemos cambiar esto?:
Tratando a cada hijo o hija como persona distinta, diferente, independiente y libre.
Hay que aceptar su individualidad, que es sagrada y permitirle ser él o ella
mismo/a, dejarle seguir su camino y su vocación.
Debemos reflexionar sobre los efectos que producen las respuestas de nuestros
hijos en nuestras propias conductas y actitudes negativas como los insultos o las
formas violentas, contribuyendo de esa manera a evitar situaciones educativas
lamentables y así enmendar nuestras acciones. Hasta los seis o siete años de
edad los niños poseen una moral denominada “heterónoma”, es decir, que su
motivación para hacer las cosas de una manera u otra es responder como papá y
mamá desearían: lo que dicen los padres son “verdades absolutas”. Conforme se
hacen mayores van comprendiendo mejor por qué es importante actuar de cierta
forma y no de otras, pero siguen guiándose por lo que ven en casa, especialmente
hasta los doce años. De ahí la tremenda importancia de educar a los niños a
través del ejemplo para desarrollar una educación cívica, así que como siempre,
hay que predicar con el ejemplo.