Los Derechos Del Menor

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Breve historia del Congreso en México.


Siglo XIX, 2012

D
Francisco de Andrea Sánchez octor en derecho por la Facultad de
Breve historia del Congreso en México.
Siglo XX, 2012
Francisco de Andrea Sánchez
E l derecho del menor representa una obra de
consulta obligada para entender la esfera
jurídica de los menores en el sistema mexi-
Derecho de la UNAM; miembro del
Instituto de Investigaciones Jurídicas de
la UNAM y del Núcleo de Estudios Interdiscipli-
narios en Salud y Derecho. A nivel licenciatura y
Estatus del juez constitucional en América cano y su impacto en diversas áreas del posgrado ha impartido diversas asignaturas,
Latina y Europa. Libro homenaje a Jorge

El derecho del menor


Carpizo, 2012 conocimiento jurídico como son la civil, como Sistemas Jurídicos Contemporáneos y
Héctor Fix-Zamudio penal, sistema de justicia para menores Derecho de Familia, entre otras; actualmente
César Astudillo imparte Derecho de Menores III en el Posgrado
(coords.) infractores, menores trabajadores y el derecho de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Estado de derecho internacional, 2012 a la salud, sin dejar de lado el derecho internacional y los tratados Formó parte del Comité Técnico de grandes
Manuel Becerra Ramírez internacionales que son vinculantes al Estado mexicano. obras emblemáticas del Instituto de Investiga-
Nuria González Martín ciones Jurídicas, como son: Nuevo Diccionario
(coords.) Por tanto, la obra desarrolla el catálogo de derechos fundamen-
Jurídico Mexicano, los Diccionarios temáticos y
tales que tiene el menor, así como una comparación entre legisla- la Enciclopedia Jurídica Mexicana, todos edita-
Dispraxis, 2012
ciones locales, federales e internacionales, lo cual nos permite

El derecho del menor


Fernando Cano Valle dos en coedición con la casa editorial Porrúa.
Enrique Cáceres Nieto observar la complejidad para unificar el sistema legislativo de nues- Se desempeñó en el área jurídica de la Institu-
Alberto Campos
Enrique Díaz Aranda tro país. ción Mexicana de Asistencia a la Niñez (IMAN),
(coords.) actualmente Sistema Nacional para el Desarro-
llo Integral de la Familia (DIF).
Evolución de la organización político- Entre sus obras destacan: Derechos de los ni-
constitucional de México, 1975-2011, 2012
Jorge Carpizo, Héctor Fix-Fierro
ños; Evolución de la patria potestad en el dere-
José María Serna de la Garza cho mexicano a partir del Código Civil del Distri-
José de Jesús Orozco Henríquez to Federal y Territorio de la Baja California de
1870 a la actualidad; La patria potestad. Su ac-
Devolución de facultades hacendarias,
tual concepción en el Código Civil para el Distri-
2012
Beatriz Chapoy Bonifaz to Federal, entre otras.

Código Civil para el Gobierno Interior del


Estado de los Zacatecas, facsímil, 2012
Óscar Cruz Barney
Enciso Contreras José
Luis René Guerrero Galván
Diseño de Cubierta: QPJ

Discursos patrióticos a la Batalla del 5 de


Mayo de 1862. Colección Jorge Denegre
Vaught Peña, 2012
Joel Francisco Jiménez García
Jorge Ramiro Denegre Vaught
Alcocer

www.juridicas.unam.mx joel Francisco


jiménez garcía

Universidad Nacional Autónoma de México

Número de páginas 192


Tamaño de lomo 1 cm tamaño mediano (formato 13.5 x 21 cm)
DERECHO DEL MENOR
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS
Serie Estudios Jurídicos, Núm. 207

Coordinadora editorial: Elvia Lucía Flores Ávalos


Asistente editorial: Karla Beatriz Templos Núñez
Edición y formación en computadora: Leslie Cuevas Garibay
JOEL FRANCISCO JIMÉNEZ GARCÍA

DERECHO DEL MENOR

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


México, 2012
Esta obra fue dictaminada por sus pares académicos y aprobada
para su publicación por la Comisión Editorial del Instituto
de Investigaciones Jurídicas

Primera edición: 10 de octubre de 2012

DR © 2012, Universidad Nacional Autónoma de México


INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS
Circuito Maestro Mario de la Cueva s/n
Ciudad de la Investigación en Humanidades
Ciudad Universitaria, 04510 México, D. F.

Impreso y hecho en México

ISBN:
CONTENIDO

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XV

Capítulo Primero
Conceptos Generales

I. Derecho del menor. Concepto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1


II. El derecho del menor, su posible autonomía. . . . . . . . . 2
III. El Primer Congreso Nacional sobre el Régimen Jurídi-
co del Menor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
IV. El artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
V. Los instrumentos internacionales y el derecho del menor 8
VI. Antecedentes próximos a la Convención sobre los Dere-
chos del Niño. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1. Carta de la Organización de las Naciones Unidas. 12
2. Declaración Universal de los Derechos Humanos. 12
3. Declaración de Ginebra de 1924. . . . . . . . . . . . . . 13
4. Declaración de los Derechos del Niño. . . . . . . . . . 14
5. Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Po-
líticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
6. Pacto Internacional sobre Derechos Económicos,
Sociales y Culturales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
7. Declaración sobre los Principios Sociales y Jurídi-
cos relativos a la Protección y el Bienestar de los Ni-
VII
VIII CONTENIDO

ños con particular referencia a la adopción y colo-


cación en hogares de guarda, en los planos nacio-
nal e internacional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
8. Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Admi-
nistración de la Justicia de Menores (Reglas de Beijing) 16
9. Declaración sobre la Protección de la Mujer y el Ni-
ño en Estados de Emergencia o de Conflicto Armado 16
VII. La Convención sobre los Derechos del Niño. . . . . . . . 17
1. Protocolo facultativo de la Convención sobre los De-
rechos del Niño relativo a la venta de niños, la prosti-
tución infantil y la utilización de niños en la porno-
grafía, adoptado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 25 de mayo de 2000. . . . . . . 23
2. Protocolo facultativo de la Convención sobre los
Derechos del Niño relativo a la participación de ni-
ños en los conflictos armados, adoptado por la
Asamblea General de las Naciones unidas el 25
de mayo de 2000. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

Capítulo Segundo
El menor en el derecho civil

I. Código Civil para el Distrito Federal. . . . . . . . . . . . . . 27


II. Aspecto procedimental. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
III. Instrumentos internacionales relacionados con aspectos
civiles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
1. Convención sobre la obtención de alimentos en el
extranjero, adoptada en la ciudad de Nueva York, el
20 de junio de 1956. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
2. Convención sobre la protección de menores y la
cooperación en materia de adopción internacio-
CONTENIDO IX

nal, adoptada en La Haya, Países Bajos, el 29 de


mayo de 1993 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3. Declaración sobre los principios sociales y jurídi-
cos relativos a la protección y el bienestar de los
niños, con particular referencia a la adopción y la
colocación en lugares de guarda, en los planos na-
cional e internacional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
4. Convención sobre el consentimiento para matrimo-
nio, la edad mínima para contraer matrimonio y el
registro de los matrimonios, ONU. . . . . . . . . . . . . . 39
5. Convención interamericana sobre conflicto de leyes
en materia de adopción de menores, realizada en la
ciudad de La Paz, Bolivia, el 24 de mayo de 1984 . . 40
6. Convención interamericana sobre obligaciones ali-
mentarias, adoptada en Montevideo, Uruguay, el
15 de julio de 1989, OEA. . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
7. Convención para regularizar la situación de sus res-
pectivos nacionales que hayan celebrado o celebren
en lo futuro contrato de matrimonio ante los agentes
diplomáticos o consulares, Italia. . . . . . . . . . . . . . . . . 42
8. Convención sobre contrato de matrimonio, Francia. 42

Capítulo Tercero
El menor infractor

I. Artículo 18 de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
II. Criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 45
III. Ley para el Tratamiento de Menores Infractores . . . . . 46
IV. El menor en asistencia social. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
V. Instrumentos internacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
X CONTENIDO

1. Declaración sobre la protección de todas las perso-


nas contra la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanas o degradantes, adoptada el 9 de diciem-
bre de 1975 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
2. Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la admi-
nistración de la justicia de menores (Reglas de Beijing) 53
3. Directrices de las Naciones Unidas para la preven-
ción de la delincuencia juvenil (Directrices de RIAD),
adoptada el 14 de diciembre de 1990. . . . . . . . . . . . . 55
4. Reglas de las Naciones Unidas para la protección
de los menores privados de libertad, adoptadas el
14 de diciembre de 1990. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
5. El menor como víctima. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

Capítulo Cuarto
El menor trabajador

I. El artículo 123 de la Constitución Política de los Esta-


dos Unidos Mexicanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
II. Ley Federal del Trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
III. Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. 63
IV. La seguridad social. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
V. Instrumentos internacionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
1. Convenio núm. 16, relativo al examen médico obli-
gatorio de los menores empleados a bordo de los
buques, 1921. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
2. Convenio núm. 58, por el que se fija la edad míni-
ma de admisión de los niños al trabajo marítimo . 65
3. Convenio núm. 90, relativo al trabajo nocturno de
los menores en la industria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
4. Convenio núm. 112, relativo a la edad mínima de
atención al trabajo de los pescadores. . . . . . . . . . . 66
CONTENIDO XI

5. Convenio núm. 123, relativo a la edad mínima de


admisión al trabajo subterráneo en las minas . . . . 67
6. Convenio núm. 124, relativo al examen médico de
aptitud de los menores para el empleo en trabajos
subterráneos en las minas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
7. Convenio núm. 182, sobre la prohibición de las peo-
res formas de trabajo infantil, y la acción inmedia-
ta para su eliminación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68

Capítulo Quinto
El menor con salud

I. El menor discapacitado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
1. Concepto de discapacidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
2. Constitución Política de los Estados Unidos Mexi-
canos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3. Ley General de la Salud (Diario Oficial de la Federa-
ción del 7 de febrero de 1984). . . . . . . . . . . . . . . . 74
4. Ley de Asistencia Social (Diario Oficial de la Federa-
ción del 2 de septiembre de 2004). . . . . . . . . . . . . . 77
5. El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de
la Familia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
6. Programa Nacional para el bienestar y la incorpora-
ción al desarrollo de las personas con discapacidad . 86
7. Las Normas Oficiales Mexicanas . . . . . . . . . . . . . 93
8. Ley General de las personas con discapacidad (pu-
blicada en el Diario Oficial de la Federación del 10 de
junio de 2005). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
9. Ley para las personas con discapacidad del Distrito
Federal (publicada en Diario Oficial de la Federación
del 19 de diciembre de 1995). . . . . . . . . . . . . . . . 109
10. Los discapacitados en el derecho internacional. . . 114
XII CONTENIDO

II. Diagnóstico genético y su impacto en los derechos del


menor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
1. Avances impresionantes en el campo de la investi-
gación genética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
2. Conceptualización. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
3. Consideraciones básicas sobre el marco jurídico. . 124
4. Algunas cuestiones doctrinarias. . . . . . . . . . . . . . . 125
5. Referencia a los códigos civiles de los estados de
Quintana Roo y de Puebla. . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
6. Ley General de Salud y una disposición reglamen-
taria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
7. Sugerencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

Capítulo Sexto
Los derechos fundamentales del menor
I. Comparativo entre la Convención sobre los Derechos
del Niño, la Ley para la Protección de los Derechos de
Niñas, Niños y Adolescentes, y la Ley de los Derechos
de las Niñas y Niños en el Distrito Federal. . . . . . . . . . 132
1. Ámbito de aplicación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
2. Concepto del niño. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
3. Principios rectores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
4. Derechos del niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
II. El interés superior del niño. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
Principio rector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
III. Veinte derechos fundamentales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
1. Derecho a la vida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
2. Derecho a la identidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
3. Derecho a vivir en familia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
4. Derecho a expresar con libertad su opinión . . . . . 139
CONTENIDO XIII

5. Derecho a protección y cuidado . . . . . . . . . . . . . . 140


6. Derecho a mantener relaciones personales y contac-
tos directos con ambos padres . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
7. Derecho a salir de cualquier país. . . . . . . . . . . . . . . 142
8. Derecho a ser escuchado en todo procedimiento ju-
dicial o administrativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
9. Derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia
y de religión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
10. Derecho a la libertad de asociación y a celebrar reu-
niones pacíficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
11. Derecho a la vida privada . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
12. Derecho a la información nacional y extranjera . 144
13. Derecho a ser adoptado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
14. Derecho al disfrute del más alto nivel de salud. . . 146
15. Derecho a la seguridad social. . . . . . . . . . . . . . . . 147
16. Derecho a un nivel de vida adecuado. . . . . . . . . . 148
17. Derecho a la educación y a una cultura propia . . 149
18. Derecho al descanso y al esparcimiento. . . . . . . . 150
19. Derecho al debido proceso en caso de infracción
a la ley penal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
20. Derecho a ser criado por sus padres. . . . . . . . . . 152

Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
Derecho del menor, editado por el Insti-
tuto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM, se terminó de imprimir el 10
de octubre de 2012 en Cromo Editores
S. A. de C. V., Miravalle 703, col. Por-
tales, delegación Benito Juárez, 03570
México, D. F. Se utilizó tipo Baskerville
de 9, 10 y 11 puntos. En esta edición se
empleó papel cultural 57 x 87 de 37 ki-
los para los interiores y cartulina couché
de 154 kilos para los forros; consta de
500 ejemplares (impresión offset).
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx www.bibliojuridica.org

INTRODUCCIÓN

No cabe duda de que el menor de edad en toda sociedad es su fu-


turo promisorio, y dentro de la familia es la parte más sensible; es
por lo anterior que casi todos los países del mundo le dedican una
atención especial desde el momento mismo de su concepción.
Por tanto, si a lo anterior agregamos que todo lo que no tiene
cimientos firmes es inestable, que importante resulta en una so-
ciedad, cualquiera que ésta sea, asegurar el adecuado desarrollo
integral de sus menores, pues con ello se preparará al ser humano
que con aptitudes y cualidades renovadas esté en posibilidad de
enfrentar los nuevos requerimientos sociales.
Al efecto, transcribiremos una fábula del mexicano José Rosas
Moreno, considerado el poeta de los niños, que nos evidencia, claro
está, literariamente y en forma metafórica, lo importante que resul-
ta dedicar toda la atención, en este caso, a la infancia de un pueblo,
pues con ello garantizaremos un mañana mejor. Ya que si un país
no atendiera a su niñez, correría el riesgo de que sus propósitos de
crecimiento se quedaran en simples expectativas, pues no podrían
concretarse por no contar con el cimiento social requerido.

La tela de araña
José Rosas Moreno*

Sobre una frágil rosa


fabricaba una araña cierto día
* Nació y murió en Lagos de Moreno, Jalisco (1838-1883). Es considerado
el mejor fabulista, según el decir de Altamirano, además de ser el poeta de los
niños. Álvarez Z., María Edmée, La lengua española a través de selectos autores de
México, 8a. ed., México, Porrúa, 1960, p. 25.
XV

DR © 2012, Universidad Nacional Autónoma de México,


Instituto de Investigaciones Jurídicas
XVI INTRODUCCIÓN

su tela portentosa,
y cuentan que decía:
“Ya decidida estoy, desde mañana
me he de poner aquí de centinela,
y como tengo industria, y maña, y brío,
no pasará jamás junto a mi tela
ni un solo moscardón que no haga mío”.
Dando entonces rugidos llegó el viento,
arrebató violento,
hojas, tela proyectos y esperanzas.
Así también su dicha de repente
desvanecerse ve con honda pena
aquel que sobre arena
va a fabricar palacios imprudente.

Planteamiento del problema

El estudio que hoy se presenta pretende dar respuesta a una


serie de interrogantes, entre las que podemos mencionar las si-
guientes:
¿Qué debemos entender por menor de edad?
¿La incapacidad legal es propia del menor de edad?
¿La opinión de un menor de edad es relevante para el de-
recho?
¿Puede un menor de edad, someterse al derecho penal?
¿Un menor de edad puede trabajar?
¿Cómo enfrenta el Estado las necesidades que tiene un menor
con capacidades diferentes?
¿Cuál es el marco normativo aplicable a los menores de edad?
¿Le trascienden a un menor de edad los avances legislativos
que se dan en otros países?
Cabe mencionar que tales interrogantes surgen del análisis
de diversos documentos, como son leyes, códigos, convenios in-

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Instituto de Investigaciones Jurídicas
INTRODUCCIÓN XVII

ternacionales, tratados y doctrina en general, todos relacionados


con el menor de edad.
Al ordenar, en un primer momento, los materiales reunidos,
nos percatamos que era necesario llevar a cabo un primer aco-
tamiento del trabajo, pues el análisis documental tendría como
marco al derecho positivo mexicano. Por lo que nos vimos en la
necesidad de omitir, al menos por el momento, el tratamiento del
menor de edad a través de su evolución histórica.
Ya dentro del derecho positivo mexicano, nos vimos en la ne-
cesidad de considerar que por lo que hace a la codificación civil,
que es el ordenamiento que contiene la mayor cantidad de dispo-
siciones en torno del menor de edad, contamos con un código ci-
vil por cada entidad federativa, uno más para el Distrito Federal y
uno de carácter federal, y todos ellos, aunque coinciden en lo ge-
neral, tienen sus variantes, lo que hace más laborioso su análisis.
Y aún más, en la actualidad varias entidades federativas (las
primeras fueron Hidalgo, Zacatecas, Michoacán y Morelos) dis-
ponen de códigos de familia, en donde también se incluyen nor-
mas aplicables a menores.
Lo anterior nos hizo optar por considerar al Código Civil
para el Distrito Federal, como código modelo, por ser el ordena-
miento que hasta el 2000 era el único de su especie, producto del
Legislativo federal, y en consecuencia en sus reformas participa-
ban representantes de todas las entidades. Lo que daba como re-
sultado que las reformas que se le hacían, repercutían al interior
de la República mexicana.
Ahora bien, al pretender dar las primeras respuestas a las
interrogantes planteadas, comprendimos que estábamos en pre-
sencia de un gran universo social, doctrinal y legal, pues conside-
ramos que abordar la problemática en torno a un menor de edad
nos exigía su tratamiento integral, lo que nos fue confirmando
paso a paso que lo mejor sería encauzar nuestro trabajo, a propo-
ner la creación de una rama más del derecho, que denominaría-
mos derecho del menor.

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Instituto de Investigaciones Jurídicas
XVIII INTRODUCCIÓN

Justificación

Consideramos que se justifica nuestra investigación, entre


otros factores, en tanto que se precisa el alcance de dos criterios
dominantes en el derecho civil, a saber: que el menor sujeto a
patria potestad no puede comparecer en juicio, ni contraer obli-
gación alguna, sin expreso consentimiento del que o de los que
ejerzan la patria potestad (artículo 424), éstos son legítimos repre-
sentantes de los que están bajo de ella (artículo 425). Con lo ante-
rior se podría pensar que el menor de edad es un incapaz pleno,
lo que no es así, como se muestra en el capítulo correspondiente
(capítulo segundo).
Por ejemplo, en materia penal, cuando uno acude al vigente
Código Penal para el Distrito Federal y se percata que se excluye
a los menores de edad de su tratamiento, al establecer que las
disposiciones del código se aplican a todas las personas a partir
de los dieciocho años de edad (artículo 12), lo que nos obliga a
hacer el análisis de la ley para el tratamiento de menores infrac-
tores para el Distrito Federal en materia común y para toda la
República en materia federal, que contiene reglas especiales para
tratar a los menores de edad, involucrados en conductas conside-
radas delitos, además de que el objetivo de tal ley es reglamentar
la protección de los derechos de los menores (artículo 1o.).
En cuanto hace al menor de edad trabajador, resulta que la
edad mínima para el trabajador en general es de catorce años,
con un tratamiento especial para el mayor de catorce pero menor
de dieciocho años; situación que no es la misma para los servi-
dores públicos, pues aquí la edad mínima laboral es de dieciséis
años, con diferencias en su regulación (capítulo cuarto).
Por lo que hace a la salud del menor, que no sólo es la ausen-
cia de afecciones o de enfermedades, sino un estado completo de
bienestar físico, mental y social, qué importante resulta para toda
sociedad el contar con unos menores sanos.
Hemos incluido en esta sección el análisis de la normatividad
referente a discapacitados, pues consideramos que si se atiende

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Instituto de Investigaciones Jurídicas
INTRODUCCIÓN XIX

desde sus inicios una afección corporal, ésta tiene más posibilida-
des de ser superada y tendremos una sociedad participativa, con
capacidades diferentes (capítulo quinto).
Incluimos lo que denominamos derechos fundamentales del
menor, pues consideramos que en el momento en que la socie-
dad, en su totalidad, se comprometa en el desarrollo de sus me-
nores, estaremos asegurando la grandeza del país (capítulo sexto).
Hemos hecho especial referencia, a lo largo de todo el traba-
jo, a los instrumentos internacionales, pues en la actualidad no
se puede evadir ningún país del mundo, de una responsabilidad
global de convivencia, lo que nos compromete a adoptar medidas
de carácter universal.

Estructura del trabajo

El trabajo que hoy se presenta, está integrado por seis capítu-


los. El primero contiene conceptos generales, y pretende demos-
trar la importancia de una nueva rama del derecho, el derecho
del menor. Además se pondera, el alcance jurídico de los instru-
mentos internacionales en nuestro derecho positivo mexicano. El
segundo se refiere al menor en derecho civil, y se tratan los dere-
chos del menor, contenidos fundamentalmente en el Código Civil
para el Distrito Federal. El tercero lo titulamos el menor infrac-
tor, por ser este tema de plena actualidad, dado el aumento de
la población y las grandes carencias sociales, comentamos la ley
que atiende a los menores infractores, así como la que se encarga
de la asistencia social. En el capítulo cuarto, titulado el menor
trabajador, nos referimos a la ley fundamental, como a sus leyes
reglamentarias. En el quinto, titulado el menor con salud, no po-
díamos obviar el referirnos al menor discapacitado, pues es un
amplio sector de nuestra población que reclama atención tam-
bién incluimos el diagnóstico genético como uno de los avances
de la investigación médica, que indudablemente repercute en los
menores, por último, el capítulo sexto, en el cual consideramos
los derechos fundamentales del menor en tres ordenamientos dis-

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XX INTRODUCCIÓN

tintos: un instrumento internacional, otro federal y uno más de


aplicación local.
En cada capítulo hemos incluido comentarios en torno a los
instrumentos internacionales aplicables, en atención al más re-
ciente criterio de nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Agradecimientos

Sirva este trabajo para hacer manifiesta mi gratitud a dos ins-


tituciones que me han infundido interés por la problemática que
circunda al menor de edad en los Estados Unidos Mexicanos; en
orden cronológico, me referiré a la Institución Mexicana de Asis-
tencia a la Niñez (IMAN), que actualmente se denomina Sistema
Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), pues
en tal organismo descentralizado del Estado presté mis servicios
desde mis años de pasante en derecho, y después como licenciado
en derecho, por casi 20 años, y al Instituto de Investigaciones Ju-
rídicas de la UNAM, donde presto mis servicios desde hace poco
más de 15 años, en el área de Derecho Privado, precisamente en
materia civil y familiar.
Pues bien, he dedicado gran parte de mi vida profesional al
estudio del marco jurídico y su ejercicio relacionado al menor de
edad, y hoy se presenta este trabajo que pretende analizarlo en
forma integral (áreas civil, penal, laboral y salud).
Espero que si de la lectura surgen nuevas directrices para
abordar la problemática del derecho del menor, habré logrado
mi propósito.

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Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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CAPÍTULO PRIMERO
CONCEPTOS GENERALES

I. Derecho del menor. Concepto

Antes de hacer referencia a un concepto de esta disciplina jurí-


dica, precisaremos que su denominación es múltiple, pues se le
conoce como derecho tutelar, derecho protector, derecho de los
niños, etcétera.
Hemos optado por el de derecho del menor porque engloba
un conjunto de normas jurídicas (bilaterales, exteriores, heteró-
nomas y coercibles) relacionadas con los menores de edad (que
comprenden niños y niñas menores de dieciocho años de edad)
y que abarca todas las conductas que atañen al menor desde el
momento mismo de su concepción hasta que alcanza la mayoría
de edad; conductas que realiza el propio menor, así como las per-
sonas físicas y morales que se encuentran a su cuidado, durante
su desarrollo.
Veamos un primer concepto de derecho de menores: “Es un
derecho singular, eminentemente tuitivo, que tiene por objeto la
protección integral del ser humano, desde su concepción hasta
que alcanza, tras su nacimiento, la plena capacidad de obrar, que
se inicia con la mayoría de edad, para integrarle armónica y ple-
namente en la convivencia social”.1
Del anterior concepto se deriva, entre otras características del
derecho de menores, el que es un derecho de naturaleza especial
pues se refiere a la porción medular de toda sociedad, sus menores.
Agrega que es tutelar, esto es protector de los menores, de mane-
1 Mendizabal Oses, Luis, Derecho de menores. Teoría general, prólogo de Rafael
Sajón, Madrid, Ediciones Pirámide, 1977, p. 61.
1

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2 DERECHO DEL MENOR

ra integral, en todas sus manifestaciones conductuales; además de


que se señala la concepción como el inicio de su protección, y su
mayoría de edad como límite del gran compromiso social.
Un concepto más expresa: “Es una rama del derecho que re-
gula la protección integral del menor, para favorecer en la medi-
da de lo posible el mejor desarrollo de la personalidad del mismo
y para integrarlo, cuando llegue a su plena capacidad, en las me-
jores y más favorables condiciones físicas, intelectuales y morales,
a la vida normal”.2
Como se aprecia, el autor considera, sin dudarlo, que nos
encontramos frente a una rama del derecho, lo que implica una
revisión necesaria de todos los elementos que la conforman.
Podemos afirmar que doctrinalmente se acepta al derecho de
menores como una rama autónoma y distinta del derecho civil o
del derecho familiar, donde normalmente se le ubica.

II. El derecho del menor, su posible autonomía

Recordemos que el derecho tiene una unidad no escindible


y que la autonomía de una de sus “ramas” constituye solamen-
te una fase transitoria del desarrollo del derecho,3 con lo que se
hace manifiesta su evolución constante. Y la autonomía de una
ciencia no implica aislamiento, pues si el derecho se ha dividido
en diversas disciplinas es debido a los requerimientos didácticos.
Así, podemos afirmar que el derecho de menores es la mani-
festación de un nuevo desarrollo del derecho en general.
Ahora bien, acudamos a la teoría clásica de la división del
derecho, en sus dos grandes ramas, de derecho público y de de-
recho privado, para considerar, de ser posible, la ubicación del
derecho de menores. Esta doctrina se sintetiza en la conocida
expresión de Ulpiano (170-228): Publicum jus est quood ad statum rei
romanae spectat; privatum quod ad singulorum utilitatem. Esto es, dere-
2 Sajón, Rafael, Nuevo derecho de menores. Colección Desarrollo Social, Buenos
Aires, Editorial Humanitas, 1967, p. 13.
3 Ibidem, p. 14.

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CONCEPTOS GENERALES 3

cho público es el que atañe a la conservación de la cosa romana;


privado, al que concierne a la utilidad de los particulares.4
Clasificación que, no obstante las innumerables críticas, sub-
siste en la actualidad como doctrina generalmente aceptada.
Cabe mencionar que hacia el final del siglo XIX se planteó
la necesidad de reestructurar las diversas ramas del derecho, para
estar acordes con una nueva realidad social. Por lo que surge el
concepto del derecho social, pero no como una rama más del de-
recho, sino un género que agrupa un número creciente de nuevas
ramas jurídicas. Con este planteamiento nos encontramos con que
a la división clásica del derecho debemos agregar un nuevo tronco,
para quedar el derecho dividido en público, privado y social.
Y es en el derecho social donde sostienen algunos autores,
que el derecho de menores se perfila como una rama jurídica
independiente, colocado dentro de esa gran sección del derecho.5
Pero qué debemos entender por derecho social; al efecto, Lu-
cio Mendieta y Núñez define al derecho social en los siguientes
términos: “es el conjunto de leyes y disposiciones autónomas que
establecen y desarrollan diferentes principios y procedimientos
protectores a favor de los individuos, grupos o sectores de la so-
ciedad económicamente débiles, para lograr su convivencia con
las otras clases sociales dentro de un orden justo”.6
Es digno de mención el concepto tutelar a que se refiere el
maestro Mario de la Cueva, quien definió el derecho protector
de las mujeres y de los menores, desde luego, desde el punto de
vista del derecho del trabajo, como “la suma de normas jurídicas

4
García Máynez, Eduardo, Introducción al estudio del derecho, 39a. ed., Méxi-
co, Porrúa, 1988, pp. 131-135.
5
Garcia Mendienta, Carmen, “Maltrato de menores”, Enciclopedia jurídica
mexicana, t. V: M-P, México, UNAM-Porrúa, 2002, p. 6.
Mendienta y Núñez, Lucio, El derecho social, México, Porrúa, 1953, pp.
6

66 y 67. Citado por Trueba Urbina, Alberto, Derecho social mexicano, México,
Porrúa, 1978, p. 307. Respecto a la característica de lo social en el derecho,
véase García Ramírez, Sergio, “Lo social en los sistemas jurídicas constitu-
cional e internacional contemporáneos”, Boletín Mexicano de Derecho Comparado,
México, Nueva Serie, año 1, núm. 1, enero-abril de 1968, pp. 119-162.

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4 DERECHO DEL MENOR

que tiene por finalidad proteger especialmente la educación, el


desarrollo, la salud, la vida y la maternidad, en sus respectivos
casos, de los menores y de las mujeres, en cuanto trabajadores”.7
Pues bien, la corriente dominante pretende ubicar al dere-
cho de menores dentro de la gran rama del derecho social, y en
consecuencia fuera del derecho civil y también del derecho de
familia.
Pero veamos cuáles son las características o cualidades que
hacen posible determinar que una disciplina jurídica tenga au-
tonomía.
Una vez más acudimos a un especialista del derecho del tra-
bajo —el maestro Guillermo Cabanellas—,8 quien argumenta la
autonomía de la materia de su especialidad, y sostiene los crite-
rios de autonomía legislativa, científica, didáctica y jurisdicc io-
nal, para explicar la autonomía del derecho del trabajo; criterios,
que bien podemos utilizar a favor de la autonomía del derecho de
menores.
Pues por lo que hace a la autonomía legislativa en materia
de menores, contamos con disposiciones contenidas en la Cons-
titución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el Código
Civil, aquí incluimos los que rigen en cada uno de los estados de
la República mexicana, el del Distrito Federal y el Código Civil
Federal, también disponemos de leyes especificas sobre menores
y, desde luego, no podemos dejar de mencionar los múltiples tra-
tados que tiene celebrados México. Con la anterior referencia
nos percatamos de la existencia de una gran cantidad de disposi-
ciones aplicables a menores.
El criterio de autonomía científica le resulta aplicable al dere-
cho de menores, pues cuenta con una metodología de investiga-
ción propia como es análisis del conjunto de normas que se refie-
ren al menor, a su persona y a su patrimonio; los conocimientos,
7 Citado por Santos Azuela, Héctor, “Mujeres trabajadoras”, Enciclopedia
jurídica mexicana, México, Porrúa-UNAM, 2002, t. V: M-P, p. 159.
8 Cabanellas, Guillermo, “Derecho laboral”, Enciclopedia jurídica OMEBA,
Buenos Aires, 1964, t. VII, pp. 639-746.

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CONCEPTOS GENERALES 5

así obtenidos, logran la objetividad que se pretende, y no pode-


mos dejar de mencionar las múltiples obras existentes, exclusi-
vamente sobre menores, que pretenden explicar cabalmente las
distintas formas de protección de los menores.
La autonomía didáctica se manifiesta en cursos que se impar-
ten en algunos posgrados con la denominación de régimen jurí-
dico del menor, y muy excepcionalmente lo vemos como derecho
de menores, dentro del gran universo de los derechos humanos o de
los derechos de los grupos minoritarios, lo que hace indispensable
su inclusión en el currículo universitario, para ser estudiada como
materia independiente de otra disciplina, pues tiene complejidad
propia histórica, sociológica y jurídica.
La autonomía jurisdiccional se hace presente en la partici-
pación del Poder Judicial en todos los hechos en que un menor
pueda encontrarse en situación de peligro o de conflicto social,
y con la intervención constante del Ministerio Público, como re-
presentante social, interviniendo en trámites donde se ven invo-
lucrados menores.
Con lo anterior, esperamos inquietar a las nuevas generacio-
nes al estudio especializado de esta rama del derecho denomina-
da derecho de menores.

III. El Primer Congreso Nacional


sobre el Régimen Jurídico del Menor

Es importante referirnos a este Congreso, que fue celebrado


en la Ciudad de México, D. F., en agosto de 1973, pues dentro
de las múltiples ponencias presentadas durante su desarrollo, no
faltaron los anteproyectos, proyectos, bases y recomendaciones
para la elaboración de un cuerpo legal, que en forma específica,
regulara las diversas conductas del menor.
El Congreso contó con las siguientes comisiones de trabajo:

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6 DERECHO DEL MENOR

—— Primera Comisión: El régimen civil del menor.


—— Segunda Comisión: El régimen laboral del menor.
—— Tercera Comisión: El régimen educacional del menor.
—— Cuarta Comisión: El tratamiento del menor en estado
antisocial.
—— Quinta Comisión: La previsión, asistencia y seguridad
sociales en relación con el menor.

De los trabajos presentados, mencionaremos algunos que es-


pecíficamente hacen referencia a un cuerpo normativo regulato-
rio de la conducta del menor, como son:

—— Anteproyecto de Código de Protección a la Infancia, del


licenciado Luis Araujo Valdivia.9
—— Bases para la creación de un Código de los Derechos y
Deberes del Menor, del doctor Edmundo Escobar Peña-
loza.10
—— Recomendaciones para un Código Único de Protección
al Menor, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
de la Universidad de Nuevo León.11
—— Proyecto de Ley de Protección al Menor, de la doctora
Bertha Beatriz Martínez Garza.12
—— Código Federal del Menor, del licenciado Conrado Mén-
dez Díaz.13
—— Proyecto del Código del Menor, del licenciado Fernando
Ortega.14
—— Anteproyecto de Código de Protección al Menor, del
doctor Raúl Ortiz Urqudi.15

9
Memoria del Congreso A. V., pp. 1-46, vol. 2.
10
Memoria del Congreso E. P., pp. 1-13, vol. 2.
11
Memoria del Congreso F. D., pp. 1-25, vol. 3.
12
Memoria del Congreso M. G., pp. 1-40, vol. 1.
13
Memoria del Congreso M. D., pp. 1-11, vol. 2.
14
Memoria del Congreso O. F., pp. 1-76, vol. 3.
15
Memoria del Congreso O. U., pp. 1-90, vol. 4.

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CONCEPTOS GENERALES 7

De los títulos de las ponencias citadas nos percatamos que


la idea dominante era la de crear un ordenamiento que regulara
los diversas conductas del menor. Efectivamente se consideró en
ese momento la necesidad de un ordenamiento sistemático y ar-
mónico que regulara la conducta de los menores, así como de la
participación de las personas físicas que los tienes a su cuidado,
como de la participación del Estado, en forma supletoria, según
cada caso, y de las instituciones privadas, que de una u otra for-
ma coadyuvan a la formación de los menores.

IV. El artículo 4o. de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos

Desde 1980 se estableció en nuestra carta magna como deber


de los padres el preservar el derecho de los menores a la satisfac-
ción de sus necesidades y a la salud física y mental. Aún más, se
establecía que sería la ley la que determinaría los apoyos a la pro-
tección de los menores, a cargo de instituciones públicas (artículo
4o., DOF del 18 de marzo de 1980).
Lo anterior fue la consecuencia lógica de que 1979 había
sido declarado como el Año Internacional del Niño, por la Asam-
blea General de las Naciones Unidas en 1976. Con lo anterior se
elevaron a rango constitucional los derechos del menor.
Y es con la reforma de 2000 donde nuestro artículo 4o. cons-
titucional consagra, en tres párrafos (sexto, séptimo y octavo), la
protección de los derechos del menor, texto que permanece vi-
gente (DOF del 7 de abril 2000) en los siguientes términos:

Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus nece-


sidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento
para su desarrollo integral (párrafo sexto).
Los ascendientes, tutores y custodios tienen el deber de preser-
var estos derechos, el Estado proveerá lo necesario para propiciar
el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de sus
derechos (párrafo séptimo).

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8 DERECHO DEL MENOR

El Estado otorgará facilidades a los particulares para que


coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez (párrafo
octavo).

Lo anterior es por demás significativo, pues la Constitución


representa nuestro máximo documento normativo y goza del prin-
cipio de supremacía dentro de todo el orden jurídico mexicano.
En primer lugar se acentúa la distinción entre niños y niñas;
nosotros la englobamos en el concepto de menores; se consagra el
derecho que todo menor tiene a la satisfacción de sus necesidades
fundamentales, expresadas en cuatro renglones por demás tras-
cendentes a lo largo de su vida: alimentación, salud, educación y
sano esparcimiento.
También se precisa que la obligación de preservar los dere-
chos del menor corre a cargo, en primer lugar, de las personas
que los tienen a su cuidado, como son ascendientes, tutores o
custodios y, en segundo lugar, en ausencia de los primeros será el
Estado quien proveerá lo necesario para garantizar el respeto a la
dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de sus derechos.
Esto es, el Estado, como sociedad organizada, hace propicio
el cumplimiento de los derechos de la niñez y facilita a los parti-
culares la observancia de los derechos de los menores.

V. Los instrumentos internacionales


y el derecho del menor

Acudiremos en primer lugar al artículo 133 constitucional, el


cual establece el orden jerárquico normativo de nuestro derecho
mexicano, al establecer que la Constitución, las leyes del Congreso
de la Unión y los tratados serán la ley suprema de toda la Unión.
En una primera lectura del artículo citado pudiera pensarse
que la Constitución, leyes y tratados, al ser todos ellos la ley su-
prema, debieran encontrarse en un plano de igualdad; esto es, los
tres órdenes con la misma jerarquía normativa y con la calidad

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CONCEPTOS GENERALES 9

de supremos; pero no es así, pues si la leyes deben emanar de la


Constitución y los tratados deben estar de acuerdo con la misma
resulta que la única suprema es la Constitución, al tener preemi-
nencia respecto de los dos otros órdenes. Pues es la Constitución
“…la norma cúspide de todo el orden jurídico…”.16 Ahora bien,
respecto a la jerarquía entre leyes y tratados, la Suprema Corte
de Justicia de la Nación emitió un primer criterio, en 1992,17 es-
tableciendo que las leyes federales y los tratados internacionales
tienen la misma jerarquía normativa. Y en 199918 abandonó tal
tesis, al sostener que los tratados internacionales se ubican jerár-

16
Carpizo, Jorge, “La interpretación del artículo 133 constitucional”, Bole-
tín Mexicano de Derecho Comparado, México, año II, núm. 4, enero-abril de 1969,
pp. 3-33.
17
Leyes Federales y Tratados Internacionales. Tienen la misma
jerarquía normativa. De conformidad con el artículo 133 de la Constitu-
ción, tanto las leyes que emanen de ella, como los tratados internacionales,
celebrado por el Ejecutivo Federal, aprobados por el Senado de la República y
que estén de acuerdo con la misma, ocupan, ambos, el rango inmediatamente
inferior a la Constitución en la jerarquía de las normas en el orden jurídico
mexicano. Tesis P. C/92, Pleno, Octava Época, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, diciembre de 1992, t. 60, p. 27.
18
Tratados Internacionales se ubican jerárquicamente por en-
cima de las leyes federales y en un segundo plano respecto de la
Constitución federal. Existe unanimidad respecto de que la Constitución
Federa es la norma fundamental y que aunque en principio la expresión “…serán
la Ley Suprema de toda la Unión…” parece indicar que no sólo la Carta Mag-
na es la suprema, la objeción es superada por el hecho de que las leyes deben
emanar de la Constitución y se aprobadas por un órgano constituido, como lo
es el congreso de la Unión y de que los tratados deben estar de acuerdo con
la Ley Fundamental, lo que claramente indica que sólo la Constitución es la
Ley Suprema… No obstante, esta Suprema Corte de Justicia considera que los
tratados internacionales se encuentran en un segundo plano inmediatamente
debajo de la Ley Fundamental y por encima del derecho federal y el local.
Esta interpretación del artículo 133 Constitucional, deriva de que estos com-
promisos internacionales son asumidos por el Estado mexicano en su conjunto y
comprometen a todas sus autoridades frente a la comunidad internacional; por
ello se explica que el Constituyente haya facultado al Presiente de la República
a suscribir los tratados internaciones en su calidad de jefe de Estado y, de la
misma manera, el Senado interviene como representante de la voluntad de las
entidades federativas y, por medio de su ratificación, obliga a sus autoridades.

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10 DERECHO DEL MENOR

quicamente por encima de las leyes federales y en un segundo


plano respecto de la Constitución federal, con el argumento de
que tal interpretación se deriva de que los compromisos interna-
cionales son asumidos por el Estado mexicano en su conjunto y
comprometen a todas las autoridades frente a la comunidad in-
ternacional.
De acuerdo a lo anterior, podemos afirmar que la Constitu-
ción es la ley suprema que en un segundo plano se encuentran
los tratados internacionales y en un tercer sitio las leyes federales,
todo esto de conformidad con el más reciente criterio de la Su-
prema Corte de Justicia de la Nación.
Pues bien, de una primera revisión de diversos instrumen-
tos internacionales, nos hemos percatado que no todos tienen la
denominación de “tratado” y, no obstante esto, han seguido el
trámite de los de su naturaleza, son celebrados por el titular del
Poder Ejecutivo (artículo 89, fracción X), cuentan con la aproba-
ción del Senado (artículo 76, fracción I), con sus correspondien-
tes publicaciones en el Diario Oficial de la Federación y, como conse-
cuencia, forman parte del derecho positivo mexicano.
Afortunadamente nuestra Ley sobre la Celebración de tra-
tados (DOF del 2 de enero de 1992) salva el inconveniente de la
denominación ya apuntado, al establecer:

Artículo 2o. Para los efectos de la presente Ley se entenderá por:


I. “Tratado”. El convenio regido por el derecho internacional
público, celebrado por escrito entre el Gobierno de los Estados
Unidos Mexicanos y uno o varios sujetos de Derecho Internacio-
nal Público, ya sea que para su aplicación requiera o no la cele-
bración de acuerdos en materias específicas, cualquiera que sea
su denominación mediante el cual los Estados Unidos Mexicanos
asumen compromisos.

Con tal sustento legal, podemos afirmar que todo instrumen-


to internacional regido por el derecho internacional público, y

PL. LXXVII99, Pleno, Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Ga-


ceta, noviembre de 1999, t. X, p. 46.

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CONCEPTOS GENERALES 11

que además satisfaga los requerimientos que nuestra Constitu-


ción establece, pasa a ser un tratado, de los referidos en nuestro
artículo 133 constitucional.
A mayor abundamiento, respecto a la denominación de los
diversos instrumentos internacionales, México ya había ratifica-
do (25 de septiembre de 1974) la Convención del Derecho sobre
los tratados, adoptada en Viena, el 23 de mayo de 1969 (DOF del
14 de febrero de 1975), la cual establecía: “Artículo 2o. Se entien-
de por tratados un acuerdo internacional celebrado por escrito
entre Estados y regido por el Derecho Internacional, ya conste en
instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cual-
quiera que sea su denominación particular”.
Además, respecto al fiel cumplimiento de los tratados, pode-
mos citar el artículo 27 de la misma Convención de Viena que
establece: “Una parte no podrá invocar las disposiciones de su
derecho interno como justificación del incumplimiento de un
tratado”.
Con lo que podemos afirmar que se justifica la posición de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación al considerar a los tra-
tados en un segundo plano, únicamente por debajo de la carta
fundamental, y por encima de las leyes federales.
Aún más, si se atendiera a la corriente internacional domi-
nante, tendríamos que reconocer, al menos por lo que hace a los
tratados sobre derechos humanos, que éstos tuvieran la misma
jerarquía que nuestra Constitución.19

VI. Antecedentes próximos a la Convención


sobre los Derechos del Niño20

Nos referiremos a los antecedentes que sirven de sustento a la


Convención sobre los derechos del niño, por ser éste el instrumen-
19
Méndez Silva, Ricardo, “La celebración de los tratados, genealogía y ac-
tualidad constitucional”, Anuario Mexicano de Derecho Internacional, UNAM, Insti-
tuto de Investigaciones Jurídicas, vol. I, 2001, pp. 291-322.
20
DOF del 25 de enero de 1991.

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12 DERECHO DEL MENOR

to internacional de mayor relevancia a nivel mundial, que com-


pendia de manera importante los derechos del menor; que ade-
más desde luego tiene plena vigencia en nuestro derecho positivo
mexicano.
En forma esquemática, citaremos los documentos de carác-
ter internacional que son mencionados en el Preámbulo de la
Convención.

1. Carta de la Organización de las Naciones Unidas

Firmada en San Francisco el 26 de junio de 1945 entró en


vigor el 24 de octubre del mismo año, mediante la cual se esta-
blece una organización internacional denominada las Naciones
Unidas. Con el propósito, entre otros, de realizar la cooperación
internacional en la solución de problemas internacionales y en
el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a
las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por
motivos de raza, sexo, idioma, o religión y la efectividad de tales
derechos y libertades.

2. Declaración Universal de los Derechos Humanos

Adoptada en la Resolución del 10 de diciembre de 1948, de


la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
Se consagra en esta Declaración los derechos fundamentales
de todos los seres humanos sin distinción alguna de raza, color,
sexo, idioma, religión opinión política o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cual-
quier otra condición.
En primer lugar, todos los seres humanos nacen libre e igua-
les en dignidad y derechos, y deben comportarse fraternalmente.
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad de su personal.

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CONCEPTOS GENERALES 13

También se establece, entre otros derechos, que nadie será


objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia,
su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su
reputación.
Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra
tales injerencias o ataques, a una nacionalidad, a casarse y fundar
una familia, pues la familia es el elemento natural y fundamental
de la sociedad.

3. Declaración de Ginebra de 1924

La Asociación Internacional de Protección a la Infancia pro-


mulgó la primera declaración sistemática de los Derechos del
Niño, principios que fueron redactados por la pedagoga suiza
Englantine Jebb. Tal declaración fue aprobada por la Sociedad
de las Naciones en su quinta asamblea el 26 de diciembre de
1924, y también se denomina Declaración o Carta de Ginebra,
la cual fue revisada en 1946. Este documento contiene siete prin-
cipios fundamentales referidos exclusivamente a los niños y des-
de luego preparados por una especialista en la educación, donde
nos percatamos que es fundamental el aspecto pedagógico de las
cuestiones relacionadas con los derechos del menor, Por su im-
portancia y brevedad a continuación se transcriben:

I. El niño debe ser protegido excluyendo toda consideración de


raza, nacionalidad o creencia.
II. El niño debe ser ayudado respetando la integridad de la
familia.
III. El niño debe ser puesto en condiciones de desarrollarse
normalmente desde el punto de vista material, moral y espiritual.
IV. El niño hambriento debe ser alimentado; el niño enfer-
mo debe ser asistido; el niño deficiente debe ser ayudado; el niño
desadaptado debe ser reeducado; el huérfano y el abandonado
deben ser recogidos.
V. El niño debe ser el primero en recibir socorro en caso de
calamidad.

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14 DERECHO DEL MENOR

VI. El niño debe disfrutar completamente de las medidas de


previsión y seguridad sociales; el niño debe, cuando llegue el mo-
mento, ser puesto en condiciones de ganarse la vida, protegiéndo-
le de cualquier explotación.
VI. El niño debe ser educado, inculcándole la convicción de que
sus mejores cualidades deben ser puestas al servicio del prójimo.

Como se aprecia, la autora de esta declaración se refiere a los


niños, pero indudablemente comprende niños y niñas, así que no-
sotros hemos optado por la denominación de menores. El aspecto
educativo es ponderado por la autora pues siempre que nos refi-
ramos a menores, debemos considerar su aspecto educacional, no
como únicamente acumulación de información, sino como el pro-
piciar el desarrollo de habilidades y cualidades del ser humano.

4. Declaración de los Derechos del Niño

Elaborada por el Consejo Económico y Social de las Nacio-


nes Unidas (ECOSOC), y adoptada por la Asamblea General de
la ONU el 20 de noviembre de 1959. También conocida como
Decálogo de los Derechos del Niño.
Se establecen diez principios fundamentales que tienden a
la protección, a propiciar cuidados especiales con el fin de que
el niño pueda tener una infancia feliz, pues la humanidad debe al
niño lo mejor que pueda darle.
En el preámbulo se considera que el niño, por su falta de
madurez física y mental, necesita protección y cuidados especia-
les, incluso la debida protección legal, tanto antes como después
del nacimiento. Se pondera el interés superior del niño, que es el
principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su edu-
cación y orientación.

5. Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos

Aprobado el 16 de diciembre de 1966 por la Asamblea Ge-


neral de la ONU. Confirma el derecho a la vida; prohíbe la es-

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CONCEPTOS GENERALES 15

clavitud y la práctica de tortura; la instigación a la guerra y la


propagación de odio racista y religioso. Establece en forma es-
pecífica que todo niño tiene derecho sin discriminación alguna a
medidas de protección: tanto de su familia, como de la sociedad y
del Estado, todo niño será inscrito inmediatamente después de su
nacimiento y deberá tener un nombre, todo niño tiene derecho a
adquirir una nacionalidad (artículo 24). Es en este Pacto donde se
crea un Comité de Derechos Humanos.

6. Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Aprobado por la Asamblea General de la ONU el 16 de di-


ciembre de 1966. Establece de manera precisa que se deben con-
ceder especial protección a las madres, antes y después del parto;
se deben adoptar medidas especiales de protección y asistencia a
favor de todos los niños y adolescentes, sin discriminación algu-
na y se deben proteger contra la explotación económica y social.
Los Estados deben establecer también límites de edad por debajo
de los cuales quede prohibido y sancionado el empleo a sueldo, de
mano de obra infantil (artículo 10).

7. Declaración sobre los Principios Sociales y Jurídicos relativos


a la Protección y el Bienestar de los Niños con particular
referencia a la adopción y colocación en hogares de guarda,
en los planos nacional e internacional

Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.


En esta declaración se proclaman diversos principios, contenidos
en las siguientes secciones:

—— Bienestar general de la familia y el niño, comprende del


artículo 1o. al 9o.
—— Colocación en hogares de guarda, del artículo 10 al 12.
—— Adopción, del artículo 13 al 24.

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16 DERECHO DEL MENOR

De los principios ahí enunciados mencionaremos los siguien-


tes: primero, el niño ha de ser cuidado por sus propios padres
(artículo 3o.); en todo momento el niño deberá tener nombre, na-
cionalidad y representante legal (artículo 8o.); se establece como
objetivo fundamental de la adopción, que el niño que no pueda
ser cuidado por sus propios padres tengan una familia permanen-
te (artículo 13); se establecen reglas para el caso de adopción de
menores por extranjeros.

8. Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración


de la Justicia de Menores (Reglas de Beijing)

Fueron aprobadas en 1985. Para los efectos de estas reglas, se


proporcionan conceptos que considero dignos de mención.
Menor es todo niño o joven que con arreglo al sistema jurí-
dico respectivo, puede ser castigado por un delito en forma dife-
rente a un adulto. Menor delincuente es todo joven al que se ha
imputado la comisión de un delito o se le ha considerado culpa-
ble de la comisión de un delito (2, 2.2. a) c)).
Estas reglas serán objeto de análisis en el capítulo correspon-
diente al menor infractor.

9. Declaración sobre la Protección de la Mujer y el Niño en Estados


de Emergencia o de Conflicto Armado

Fue adoptada por la Asamblea General de la ONU el 14 de


diciembre de 1974. En este documento se consideran actos crimi-
nales todas las formas de represión y los tratos crueles e inhuma-
nos hacia las mujeres y los niños, incluidos la reclusión, la tortura,
las ejecuciones, las detenciones en masa, los castigos colectivos, la
destrucción de viviendas y el desalojo forzoso que comentan los
beligerantes en el curso de operaciones militares o en territorios
ocupados.

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CONCEPTOS GENERALES 17

VII. La Convención sobre los Derechos del Niño

La Convención establece que se entiende por niño todo ser


humano menor de dieciocho años de edad. Con excepción de los
seres humanos que hayan alcanzado antes la mayoría de edad, a
consecuencia de que su régimen legal así lo establezca (artículo
1o.). Es importante aclarar que si algún régimen jurídico estable-
ce una edad distinta a la que señala la Convención, se estará a lo
que disponga la ley local de que se trate, pues lo que expresa la
Convención es una regla general.
Desde luego en este concepto del niño, quedan incluidos ni-
ños y niñas, pues comprende todo ser humano menor de diecio-
cho años de edad.
Alcance de la Convención. Los Estados partes respetarán los
derechos contenidos en la Convención y asegurarán su aplica-
ción (artículo 2.1).
No deben existir formas de discriminación. Los Estados par-
tes tomarán todas las medidas para proteger al niño contra toda
forma de discriminación (artículo 2.2.).
Interés superior del niño. Se comprometen los Estados partes
a colocar el interés del menor por encima de toda medida adopta-
da en la que se vean involucrados niños, ya sea que estas decisio-
nes se tomen por instituciones públicas o privadas, por autorida-
des administrativas, tribunales y órganos legislativos. Argumento
que prevalece en todo el texto de la Convención (artículo 3.1).
Derecho a la protección. Los Estados partes se comprometen
a asegurar al niño protección y cuidado necesarios para su bien-
estar, tomando al efecto todas las medidas legislativas y adminis-
trativas adecuadas (artículo 3.2).
Derechos económicos, sociales y culturales. Los Estados par-
tes adoptarán todas las medidas necesarias para dar efectividad
a los derechos de los niños con los recursos de que dispongan, o
cuando fuere necesario, en el marco de la cooperación interna-
cional (artículo 4o.).

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18 DERECHO DEL MENOR

Derechos y deberes de los padres. Los Estados partes res-


petarán las responsabilidades, los derechos y los deberes de los
padres, tutores u otras personas encargadas legalmente del niño
(artículo 5o.).
Derecho a la vida. Los Estados partes reconocen y garanti-
zan el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo del niño
(artículo 6o.).
Derecho al nombre, nacionalidad, a conocer a sus padres y a
ser cuidado, por ellos. El niño debe ser registrado inmediatamen-
te después de su nacimiento, y desde que nace tendrá derecho a
un nombre, a una nacionalidad y dentro de lo posible, a conocer
a su padres y a ser cuidado por ellos (artículo 7o.).
Derecho a la identidad. Los Estados partes respetarán el de-
recho del niño a preservar su identidad. En caso de ser necesario,
se proporcionará la asistencia y protección apropiada con miras
a restablecer su identidad (artículo 8o.).
Derecho a no ser separado de los padres. Los Estados partes
velarán porque el niño no sea separado de sus padres contra la
voluntad de éstos; excepto cuando sea necesario y benéfico para
el niño (artículo 9o.).
Derecho a mantener relaciones personales y contacto directo
con ambos padres. Los Estados partes respetarán el derecho del
niño que esté separado de uno o de ambos padres, a mantener
relaciones personales y contacto directo con ambos de modo re-
gular (artículos 9.3 y 10.2).
Derecho a salir de cualquier país. Los Estados partes respeta-
rán el derecho del niño y de sus padres a salir de cualquier país.
Conforme con el derecho, estará sujeto solamente a las restriccio-
nes legales para proteger la seguridad nacional, el orden público,
la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de otras
personas (artículo 10.2).
No traslado o retención ilícita de niños. Los Estados que for-
man parte adoptarán medidas para luchar contra los traslados
ilícitos y retención ilícita de niños al extranjero (artículo 11.1).

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CONCEPTOS GENERALES 19

Derecho a expresar libremente su opinión. Los Estados par-


tes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un
juicio propio y expresar su opinión en todos los asuntos que afec-
ten al niño, considerando su edad y madurez (artículo 12.1).
Derecho a ser escuchado en todo procedimiento judicial o
administrativo. Se le debe dar oportunidad al niño de ser escu-
chado en todo procedimiento que afecte al mismo, ya sea direc-
tamente o por medio de un representante o de órgano apropiado
(artículo 12.2).
Derecho a la libertad de expresión. El niño tiene derecho a la
libertad de expresión, derecho que incluye la libertad de buscar,
recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin conside-
ración de fronteras (artículos 13.1 y 12.1).
Derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y re-
ligión. Los Estados partes respetarán los derechos del niño a la
libertad de pensamiento, de conciencia y religión, así como los
derechos y deberes de los padres, y en su caso de los represen-
tantes legales, de guiar al niño en el ejercicio de tales derechos
(artículo 14.1, 2 y 3).
Derecho a la libertad de asociación. Los Estados partes re-
conocen el derecho a la libertad de asociación y a la libertad de
celebrar reuniones pacíficas (artículo 15.1 y 2).
Derecho al respeto a la vida privada. Ningún niño será objeto
de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia,
su domicilio o su correspondencia, ni ataques ilegales a su honra
o a su reputación (artículo 16.1 y 2).
Derecho al acceso a información y materia procedente de
diversas fuentes nacionales e internacionales. En concordancia
con este derecho, los Estados partes alentarán la producción y
difusión de libros para niños; de materiales que promuevan el
bienestar social, espiritual, moral, así como la salud física y la
mental. Asimismo, se atenderá a las necesidades lingüísticas del
niño, perteneciente a un grupo minoritario o que sea indígena
(artículo 17, incisos a, b, c, d y e).

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20 DERECHO DEL MENOR

Derecho a ser criado por los padres. Los Estados garantiza-


rán el principio de que ambos padres tienen obligaciones comu-
nes en lo que respecta a la crianza y desarrollo del niño. En su
caso, los Estados partes velarán por la creación de instituciones y
servicios para el cuidado de los niños. Por lo que se refiere a los
niños cuyos padres trabajan, se beneficiarán de lugares de guarda
que los Estados partes instalarán (artículo 18).
Derecho a no sufrir perjuicio o abuso físico o mental, des-
cuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el
abuso sexual mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los
padres o su representante legal. Los Estados partes establecerán
programas sociales que proporcionen asistencia al niño y a quie-
nes cuiden de él (artículo 19).
Derecho a ser asistido por el Estado en instituciones adecua-
das. Los niños que temporal o permanentemente se vean priva-
dos de su medio familiar, o que consideren que ese medio no es el
adecuado, disfrutarán de este derecho (artículo 20).
Derecho a ser adoptado. Los Estados partes velarán porque
la adopción del niño sólo sea autorizada por autoridades compe-
tentes y conforme a las leyes, sobre la base de información fide-
digna. Reconocerán la adopción en otro país como un medio más
para cuidar del niño, procurando en todo tiempo que el interés
del niño sea el primordial, y que en el caso de adopción en otro
país, la colocación no dé lugar a beneficios financieros indebidos
(artículo 21, incisos a, b, c, d y e).
Derecho a obtener el estatuto de refugiado. Los Estados par-
tes proporcionarán la protección y la asistencia humanitaria ade-
cuada para que el niño: sólo, como acompañado de sus padres o
de cualquier otra persona, reciba el apoyo aquí enunciado como
en otros instrumentos internacionales (artículo 22).
Derecho a la asistencia para el niño impedido mental o física-
mente. Los Estados partes reconocen el derecho del niño impedi-
do a recibir cuidados especiales, con el objeto de que el niño logre
integrarse socialmente y logre su desarrollo individual, cultural y
espiritual (artículo 23).

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CONCEPTOS GENERALES 21

Derecho a la salud. Los Estados partes se esforzarán por ase-


gurar servicios para el tratamiento de enfermedades y su rehabi-
litación, así como la atención prenatal y postnatal apropiada a las
madres y la atención sanitaria preventiva (artículo 24, 1, 2, 3, y 4).
Derecho del niño internado a examen periódico del trata-
miento. Los Estados partes reconocen este derecho (artículo 25).
Derecho a la seguridad social. Los Estados partes reconocen
este derecho y adoptarán las medidas necesarias para lograr su
plena realización (artículo 26 1 y 2).
Derecho a un nivel de vida adecuado y a pensión alimenti-
cia. A los padres o encargados del niño les incumbe la respon-
sabilidad de proporcionar dentro de sus posibilidades y medios
económicos, las condiciones de vida que son necesarias para el
desarrollo del niño. Los Estados partes proporcionarán asistencia
material y programas de apoyo, especialmente con respecto a nu-
trición, vestuario y vivienda. También asegurarán el pago de la
pensión alimenticia, en especial cuando los responsables del niño
residan en el extranjero (artículo 27 1, 2, 3, y 4).
Derecho a la educación. Los Estados partes deberán implan-
tar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos, fo-
mentar el desarrollo de la enseñanza secundaria incluida la en-
señanza general y profesional, otorgando asistencia financiera si
es necesaria. Hacer accesible a todos la enseñanza profesional.
Velarán porque la disciplina escolar se administre con respeto a
la dignidad humana del niño (artículo 28 1, 2, y 3). También se
establece lo que pudiéramos denominar objetivos que se preten-
den con la educación, como son: inculcar al niño el respeto de los
derechos humanos y las libertades fundamentales; el respeto de
sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma, de sus
valores, el respeto del medio ambiente natural (artículo 29).
Derechos de las minorías étnicas, religiosas o lingüísticas. No
se le negará a un niño que pertenezca a tales minorías, el dere-
cho que le corresponde a tener su propia vida cultural, a profe-
sar y practicar su propia religión o a emplear su propio idioma
(artículo 30).

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22 DERECHO DEL MENOR

Derecho al descanso, al esparcimiento, al juego y actividades


recreativas. Los Estados partes respetarán y promoverán el dere-
cho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artísti-
ca, recreativa y de esparcimiento (artículo 31 1 y 2).
Derecho a la no explotación económica. Los Estados partes
fijarán edades mínimas para trabajar (artículo 32).
Derecho al no uso de estupefacientes y sustancia psicotró-
picas. Los Estados partes adoptarán todas las medias necesarias
para proteger a los niños contra el uso de estupefacientes, incluso
para impedir que se utilicen a niños en la producción y el tráfico
de esas substancias (artículo 33).
Derecho a ser protegido contra todas las formas de explota-
ción y abuso sexual. Los Estados partes tomarán todas las medi-
das que estimen necesarias para impedir la explotación del niño
en la prostitución, en espectáculos o materiales pornográficos (ar-
tículos 34 y 36).
Derecho a ser protegidos contra el secuestro, la venta o la trata
de niños. Los Estados partes tomarán todas las medidas que estime
necesarias para impedir cualquiera de estos actos (artículo 35).
Derechos del niño privado de su libertad. A ningún niño se le
impondrá la pena capital ni la prisión perpetua. Todo niño será
tratado con la humanidad y el respeto que merece la dignidad
humana. Estará separado de los adultos con derecho a mantener
contacto con su familia; tendrá derecho a asistencia jurídica (ar-
tículo 37).
Derecho a no participar en conflictos armados. Los niños
que no hayan cumplido 15 años de edad, no participarán direc-
tamente en hostilidades. Los Estados partes asegurarán la protec-
ción y el cuidado de los niños afectados por un conflicto armado
(artículo 38).
Derecho a ser rehabilitado. Los Estados partes adoptarán las
medidas apropiadas para promover la recuperación física y psi-
cológica para la reintegración social de todo niño que haya sido
víctima de abandono, explotación, abuso, tortura o de otra forma
de trato cruel o degradante (artículo 39).

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CONCEPTOS GENERALES 23

Derechos del menor infractor. Todo niño de quien se alegue


que ha infringido las leyes penales tendrá derecho a ser tratado
de manera acorde con su dignidad, siempre que fortalezca el res-
peto del niño por los derechos humanos, tomando en cuenta su
edad y pensando siempre en su reintegración a la sociedad. Se
presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad; será
informado sin demora y directamente o por medio de sus padres
o representantes legales de los cargos que pesan sobre él; en pre-
sencia de un asesor jurídico, siempre en beneficio del niño, no
será obligado a prestar testimonio o declararse culpable. En su
caso contará con asistencia gratuita de un intérprete; se respetará
plenamente su vida privada. Se dispondrán de diversas medidas
de apoyo como libertad vigilada, colocación en hogares de guar-
da programas de enseñanza y formación profesional, así como
otras alternativas que aseguren que los niños sean tratados de
manera apropiada para su bienestar (artículo 40).

1. Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño


relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización
de niños en la pornografía, adoptado por la Asamblea General
de las Naciones Unidas el 25 de mayo de 2000

Con la intención de asegurar el mejor logro de los propósitos


de la Convención sobre los derechos del niño y ampliar las me-
didas que deben adoptar los Estados partes, a fin de garantizar
la protección de los menores contra la venta de niños, la prosti-
tución infantil y la utilización de niños en la pornografía, es que
surge este protocolo facultativo.
Los Estados partes prohibirán la venta de niños, prostitución
infantil y la pornografía infantil (artículo 1o.).
Para los efectos del protocolo, por venta de niños se entiende
todo acto o transacción en virtud de la cual un niño es transferido
por una persona o grupo de personas a otra a cambio de remune-
ración o de cualquier otra retribución; por prostitución infantil se
entiende la utilización de un niño en actividades sexuales a cam-

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24 DERECHO DEL MENOR

bio de remuneración o de cualquier otra retribución; por porno-


grafía infantil se entiende toda representación, por cualquier me-
dio, de un niño dedicado a actividades sexuales explícitas, reales o
simuladas, o toda representación de las partes genitales de un niño
con fines primordialmente sexuales (artículo 2o., incisos a, b y c).
Los Estados partes adoptarán medidas adecuadas para pro-
teger en toda las fases del proceso penal los derechos e intereses
de los niños víctimas de las prácticas prohibidas por el presente
protocolo (artículo 8o.).
A su vez, adoptarán, reforzarán, aplicarán y darán publici-
dad a las leyes, las medidas administrativas, las políticas y los pro-
gramas sociales, destinados a la prevención de los delitos a que se
refiere este protocolo (artículo 9o.).
Asimismo, adoptarán todas las medidas necesarias para for-
talecer la cooperación internacional mediante acuerdos multila-
terales, regionales y bilaterales, para la prevención, la detección,
la investigación el enjuiciamiento y el castigo de los responsables
de actos de venta de niños, prostitución infantil y utilización de
niños en la pornografía o el turismo sexual (artículo 10 1.), y
promoverán la cooperación internacional en la ayuda de los niños
víctimas a los fines de su recuperación física y psicológica, reinte-
gración social y repatriación (artículo 10).

2. Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos


del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos
armados, adoptado por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 25 de mayo de 2000

Los Estados partes adoptarán todas las medidas posibles para


que ningún miembro de sus fuerzas armadas menor de dieciocho
años participe directamente en hostilidades (artículo 1o.).
A su vez, velarán porque no se reclute obligatoriamente en sus
fuerzas armadas a ningún menor de dieciocho años (artículo 2o.).

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CONCEPTOS GENERALES 25

Los grupos armados distintos de las fuerzas armadas de un


Estado no deben en ninguna circunstancia reclutar o utilizar en
hostilidades a menores de dieciocho años. Se adoptarán todas las
medidas posibles para impedir ese reclutamiento y utilización,
con inclusión de la adopción de las medidas legales necesarias
para prohibir y castigar esas prácticas (artículo 4 1 y 2).
Los Estados partes cooperarán en la aplicación del presen-
te protocolo, en particular en la prevención de cualquier activi-
dad contraria al mismo y la rehabilitación y reintegración social
de las personas que sean víctimas de actos contrarios al presente
protocolo, entre otras mediante la cooperación técnica y la asis-
tencia financiera (artículo 7 1).

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Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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CAPÍTULO SEGUNDO
EL MENOR EN EL DERECHO CIVIL

Es dentro del derecho civil donde encontramos una gran cantidad


de normas que de una u otra forma repercuten en el menor.
Recordemos que el derecho civil es la rama del derecho pri-
vado constituida por un conjunto de normas que se refieren a las
relaciones jurídicas de la vida ordinaria del ser humano, en su
categoría de persona.
Esta rama del derecho privado comprende todo un sistema
jurídico coherente, construido alrededor de la persona (persona-
lidad y capacidad), del patrimonio (bienes, contratos, sucesiones)
y de la familia (matrimonio, filiación, patria potestad y tutela).1
Con el concepto anterior se confirma que es en el derecho
civil donde encontramos un gran cúmulo de normas aplicables
a los menores.

I. Código Civil para el Distrito Federal

Ahora bien, nos referiremos al Código Civil para el Distrito


Federal, que surge con tal denominación por virtud de la reforma
publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal del 25 de mayo de
2000, pues es el Código Civil el que compendia la mayor parte
de los derechos del menor.
Es efectivamente el Código Civil el que se ocupa básicamen-
te de lo relacionado con el menor en el aspecto civil, a lo largo de
los cuatro libros en que esta divido, a saber:

1
Galindo Garfias, Ignacio, “Derecho civil”, Enciclopedia jurídica mexicana, t.
III: D-E, México, Porrúa-UNAM, 2002, pp. 247-250.
27

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28 DERECHO DEL MENOR

—— Libro Primero: De las personas.


—— Libro Segundo: De los bienes.
—— Libro Tercero: De las sucesiones.
—— Libro Cuarto: De las obligaciones.

Es necesario precisar que en la República mexicana cada enti-


dad federativa cuenta con su propio Código Civil; además del Có-
digo Civil para el Distrito Federal y del Código Civil Federal; esto
es tenemos treinta y un códigos civiles que corresponden a cada
uno de los estados de la República, uno más para el Distrito Fede-
ral y otro de aplicación federal, con lo cual sumamos treinta y tres
ordenamientos distintos que ordenan la materia civil en México.
A lo anterior agregamos que cuatro estados —Hidalgo, Zaca-
tecas, Michoacán y Morelos— cuentan además con sendos códi-
gos de familia, en donde incluyen también normas del derecho
de menores.
En consideración al universo normativo al que nos enfrenta-
mos, hemos optado por referirnos al Código Civil para el Distrito
Federal, pues es éste el que en nuestra opinión, nos muestra con
mayor precisión los derechos del menor, y por buen tiempo su es-
tructura y contenido han sido adoptados por los códigos locales:
Derecho a ser protegido por la ley. Desde el momento en que un
ser humano es concebido entra bajo la protección de la ley (artí-
culo 22).
Derecho a tener domicilio. El menor de edad no emancipado tie-
ne como domicilio legal el de la persona a cuya patria potestad
está sujeto. El menor de edad que no esté bajo patria potestad,
tomará el de su tutor (artículo 31, fracciones I y II).
Derecho a ser registrado. Las declaraciones de nacimiento se ha-
rán presentando al niño ante el juez del Registro Civil, en su
oficina o en el lugar donde aquél hubiera nacido, acompañando
el certificado de nacimiento, el cual deberá ser suscrito por mé-
dico autorizado para el ejercicio de su profesión, o persona que
haya asistido al parto, en el formato expedido, para tal efecto
por la Secretaría de Salud del Distrito Federal, ya que contendrá

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EL MENOR EN EL DERECHO CIVIL 29

los datos que establezca el Reglamento del Registro Civil. Dicho


certificado hace prueba del día, hora y lugar del nacimiento, sexo
del nacido y de la maternidad. Tienen obligación de declarar el
nacimiento ante el juez del Registro Civil de su elección, el padre
y la madre o cualquiera de ellos; a falta de éstos, los ascendientes
en línea recta, colaterales iguales en segundo grado y colaterales
desiguales ascendentes en tercer grado dentro de los seis meses
siguientes a la fecha en que ocurrió aquél (artículos 54 y 55).
Derecho a contraer matrimonio. Para contraer matrimonio es ne-
cesario que ambos contrayentes sean mayores de edad. Los me-
nores de edad podrán contraer matrimonio siempre que ambos
hayan cumplido dieciséis años. Para tal efecto se requerirá del
consentimiento del padre o la madre o en su defecto el tutor, y
a falta o por negativa o imposibilidad de éstos, el juez de lo fa-
miliar suplirá dicho consentimiento, el cual deberá ser otorgado
atendiendo a las circunstancias especiales del caso (artículo 148).
Derecho a otorgar capitulaciones. El menor de edad que con arre-
glo a la ley pueda contraer matrimonio, también puede otorgar
capitulaciones, las cuales serán válidas si a su otorgamiento con-
curren las personas cuyo consentimiento previo es necesario para
la celebración del matrimonio. Las capitulaciones son los pactos
que los esposos celebran para constituir la sociedad conyugal o
la separación de bienes y reglamentar la administración de los
mismos, la cual deberá recaer en ambos cónyuges, salvo pacto en
contrario (artículos 181 y 179).
Derecho a hacer donaciones antenupciales. Los menores de edad
pueden hacer donaciones antenupciales con la intervención de
sus padres o tutores, o con aprobación judicial (artículos 229 y
219, fracción I).
Derecho a alimentos. Los padres están obligados a dar alimentos
a sus hijos. A falta o por imposibilidad de los padres la obligación
recae en los demás ascendientes por ambas líneas que estuvieren
más próximos en grado. Cabe mencionar que los alimentos com-
prenden: la comida, el vestido, la habitación, la atención médica,
la hospitalaria y, en su caso, los gastos de embarazo y parto; res-

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30 DERECHO DEL MENOR

pecto de los menores, además los gastos para su educación y para


proporcionarles oficio, arte o profesión adecuados a sus circuns-
tancias personales; en relación a las personas con algún tipo de
discapacidad o declarados en estado de interdicción, lo necesario
para lograr, en lo posible, su habilitación o rehabilitación y su
desarrollo, y por lo que hace a los adultos mayores que carezcan
de capacidad económica además de todo lo necesario para su
atención geriátrica, se procurará que los alimentos se les propor-
cionen, integrándolos a la familia (artículos 303 y 308).
Derecho a pedir el aseguramiento de los alimentos. El menor, en cali-
dad de acreedor alimentario, tiene acción para solicitar el asegu-
ramiento de los alimentos (artículo 315, I)
Derecho a ser oído en juicio de contradicción de la paternidad. Será
oído el hijo, que si fuera menor se le proveerá de un tutor interino
(artículo 336).
Derecho a ser considerado hijo de matrimonio. Aunque se declare
nulo un matrimonio, haya habido buena o mala fe de los cónyu-
ges al celebrarlo, no afectará la filiación de los hijos (artículo 344).
Derecho a reclamar su estado de hijo. La acción que compete al
hijo para reclamar su estado es imprescriptible para él y sus des-
cendientes (artículo 347).
Derecho a reconocer un hijo. Pueden reconocer a sus hijos los que
tengan la edad exigida para contraer matrimonio. El menor de
edad no puede reconocer a un hijo sin el consentimiento del que
o de los que ejerzan sobre él la patria potestad, o de la persona
bajo cuya tutela se encuentre, o, a falta de ésta, sin la autorización
judicial. El reconocimiento hecho por un menor es anulable si se
prueba que sufrió error o engaño al hacerlo, con la posibilidad
de intentar la acción hasta cuatro años después de la mayor edad
(artículos 361, 362 y 363).
Derecho a consentir en su adopción. Si la persona que va a ser
adoptada tiene más de doce años, también se necesita su consen-
timiento, siempre y cuando fuera posible la expresión indubitable
de su voluntad (artículo 397-IV).

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EL MENOR EN EL DERECHO CIVIL 31

Derecho a ser respetado y tener consideraciones. La relación que se da


entre ascendientes y descendientes deben llevarse con respeto y
consideración mutuos, cualquiera que sea su estado, edad y con-
dición (artículo 411).
Derecho a la educación. A las personas que tienen al menor bajo
su patria potestad o custodia incumbe la obligación de educarlo
convenientemente. Es digno de mencionarse que en cada dele-
gación política del Distrito Federal existe un Consejo Local de
Tutelas, que se integra por un presidente y dos vocales, quienes
son nombrados por el jefe de Gobierno del Distrito Federal o por
quien él autorice al efecto o por jefes delegacionales, según sea el
caso, considerando desde luego que tal designación recaiga en per-
sonas de notorias buenas costumbres y que tengan interés en
proteger a la infancia desvalida. El Consejo Local de Tutelas tiene
entre otras funciones, la de velar por que los tutores cumplan con
su deberes, en lo que se refiere a la educación de los menores, dan-
do aviso al juez de lo familiar de las faltas u omisiones que notare.
Comunicarse igualmente cuando se tenga conocimiento de que
los bienes de un incapacitado están en peligro. Además, recorde-
mos que la educación primaria y secundaria son obligatorias de
acuerdo con el artículo 3o. constitucional (artículos 422 y 631).
Derecho a la buena administración de sus bienes. El menor de edad
que hubiere cumplido catorce años tiene la facultad de instar al
juez a tomar las medidas necesarias para impedir que por la mala
administración de quienes ejercen la patria potestad, sus bienes
se derrochen o disminuyan (artículo 441).
Derecho a designar tutor en su testamento. El menor de edad, sien-
do ascendiente y que sobreviva, tiene derecho, en ejercicio de la
patria potestad, a designar tutor en su testamento, con inclusión
del hijo póstumo (artículo 470).
Derecho a elegir tutor legitimo. El menor de edad, si hubiere
cumplido dieciséis años, hará la elección de su tutor legítimo
(artículo 484).
Derecho a elegir tutor dativo. El menor de edad, si ha cumplido
dieciséis años, puede designar a su tutor dativo (artículo 496).

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32 DERECHO DEL MENOR

Derecho a ser consultado por el tutor para actos importantes en la ad-


ministración de sus bienes. El menor de edad, cuando es capaz de
discernimiento y mayor de dieciséis años, será consultado por el
tutor, tratándose de actos importantes en la administración de su
caudal (artículo 537, fracción IV).
Derecho a elegir su carrera u oficio. El menor de edad sujeto a tutela
elegirá la carrera u oficio a la que desee dedicarse (artículo 540).
Derecho del emancipado. El menor de edad que contrae matri-
monio se considera emancipado y en consecuencia tiene la libre
administración de sus bienes, excepto cuando se trate de la ena-
jenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces que requiere de
autorización judicial y de un tutor para negocios judiciales (ar-
tículos 641 y 643).
Derecho a ser testigo en el otorgamiento de un testamento. El menor de
edad que ha cumplido dieciséis años puede ser testigo en el otor-
gamiento de testamento (artículo 1502, fracción II).
Derecho a testar. El menor de edad que ha cumplido dieciséis
años tiene la capacidad genérica para testar (artículo 1306, frac-
ción I). Con excepción del testamento ológrafo, pues este sólo po-
drá ser otorgado por personas mayores de edad (artículo 1551),
de igual manera tratándose del testamento privado, como se in-
fiere del numeral 1566.
Derecho a vender bienes a sus padres. El menor de edad sujeto a
patria potestad puede vender a sus padres solamente los bienes
que adquiera por su trabajo (artículos 2278 y 428).
Derechos del hijo que fuera reconocido. El hijo reconocido por el
padre, por la madre o por ambos tiene derecho a llevar el ape-
llido paterno de sus progenitores o ambos apellidos del que lo
reconozca; a ser alimentado por las personas que lo reconozcan
y a percibir la porción hereditaria y los alimentos que establezca
la ley (artículo 389).
Derechos del hijo adoptivo. El adoptado tendrá para con la perso-
na o personas que lo adopten los mismo derechos y obligaciones
que tiene un hijo (artículo 396).

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EL MENOR EN EL DERECHO CIVIL 33

Derecho de los no nacidos a recibir donaciones. Los no nacidos pue-


den adquirir por donación, con tal de que hayan estado concebi-
dos al tiempo en que la donación se hizo y además sean viables
conforme a lo dispuesto por el Código Civil (artículos 2357 y 337).
Derecho a contraer deudas para proporcionarse alimentos. No serán
nulas las deudas contraídas por el menor para proporcionarse
alimentos, cuando su representante legítimo se encuentre ausente
(artículo 2392).
Derecho a solicitar hipoteca para seguridad de sus créditos. Los meno-
res pueden pedir la hipoteca necesaria para la seguridad de sus
créditos sobre los bienes de sus tutores (artículo 2935, III).
Derecho a emitir opinión y a ser escuchado por el juez en múltiples si-
tuaciones. Por ejemplo, el juez debe oír previamente a los meno-
res cuando dentro de un juicio que declare la nulidad del matri-
monio de sus progenitores tenga que resolver sobre su guarda y
custodia, el suministro de alimentos y la forma de garantizarlos
(artículo 259).
En el divorcio de los progenitores, desde el momento de la
presentación de la demanda, el juez determinará a la persona o
personas que se harán cargo del cuidado de los menores, siempre
tomando en cuenta la opinión del menor (artículo 282, B, frac-
ciones II y III).
En la sentencia de, el juez divorcio fijará la situación de los
hijos menores de edad, debiendo escucharlos (artículo 283, frac-
ción VIII).
Tratándose del reconocimiento de hijos, el juez resolverá so-
bre la guarda y custodia del menor, previa audiencia del menor
(artículo 381).
El tutor no podrá variar la formación educativa del menor o
el ejercicio de su oficio sin que el juez previamente haya escucha-
do al menor (artículo 541).
Derecho a que el interés del menor prevalezca en todos los actos que le
repercutan en su formación, de los cuales mencionaremos:

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34 DERECHO DEL MENOR

—— El juez, en todo tiempo, podrá modificar su resolución


sobre la guarda y custodia de un menor, velando siempre
por el interés superior de los hijos (artículo 260).
—— Tratándose del derecho de visita a los menores y de la
convivencia con sus padres, el juez resolverá teniendo
presente el interés superior de los hijos (artículo 282, B,
fracción III).
—— En la resolución definitiva de divorcio, el juez resolverá
la situación de los menores, atendiendo al interés de los
hijos (artículo 283, fracción VII).
—— El juez resolverá en atención al interés de los hijos, tra-
tándose del reconocimiento del hijo sobre su guarda y
custodia (artículo 380).
—— En materia de tutela legítima, el juez determinará a quién
corresponde ejercerla, en atención al interés superior del
menor (artículo 483).

II. Aspecto procedimental

En el aspecto procesal civil, tenemos básicamente dos orde-


namientos para atender las cuestiones de menores, que son:

—— La Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del


Distrito Federal.2
—— El Código de Procedimiento Civiles para el Distrito Fe-
deral.3

Es la ley orgánica mencionada la que establece la competen-


cia de los jueces de lo familiar, autoridades que tienen a su cargo
la atención de todo lo relacionado con menores, en cuanto ele-
mento fundamental de una familia. Lo anterior se explica ya que
son los jueces de lo familiar los encargados de resolver las contro-

2
Publicada en el DOF del 7 de febrero de 1996, y en la Gaceta Oficial del
Distrito Federal del 29 de enero de 1996.
3 Publicado en el DOF del 26 de mayo de 1928.

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EL MENOR EN EL DERECHO CIVIL 35

versias que se suscitan en la familia, y dentro de ésta encontramos


enclavados a los menores en la generalidad de los casos. Corres-
ponden al juez de lo familiar conocer de los procedimientos de
jurisdicción voluntaria,4 relacionados con el derecho familiar (ar-
tículo 52, fracción I) dónde obviamente se incluye a los menores.
En consecuencia, se tramita en vía de jurisdicción voluntaria
el nombramiento de tutores y curadores, así como el discerni-
miento de estos cargos, la enajenación de bienes de los menores o
incapacitados y transacción acerca de sus derechos; la adopción,
la autorización judicial que soliciten los emancipados, por razón
del matrimonio, para enajenar o gravar bienes raíces o para com-
parecer a juicio, en cuyo caso se les nombra un tutor especial,
también el depósito de menores o incapacitados que se hallen su-
jetos a patria potestad o a tutela, y que fueren maltratados por su
padres o tutores, o reciban, de éstos, ejemplos pernicioso a juicio
del juez, o sean obligados por ellos a cometer actos reprobados
por las leyes, de huérfanos o incapacitados que queden en aban-
dono por la muerte, ausencia o incapacidad física de la persona a
cuyo cargo estuvieren; el menor que desea contraer matrimonio
necesita acudir a la autoridad competente para suplir el consen-
timiento de sus padres, también puede solicitar al juez que deter-
mine su custodia.
Además, es competente el juez de lo familiar de los juicios
contenciosos: de divorcio, los que se refieran a parentesco, a los
alimentos, a la paternidad, a la filiación, a la patria potestad, tu-
tela y, de una manera general, todas las cuestiones familiares que
reclamen la intervención judicial (artículo 52, fracción II).
Por lo que hace a la competencia judicial, es juez competente
en los asuntos relacionados con la tutela de los menores e inca-
pacitados, el juez de residencia de esos; por lo que hace a la de-
signación de tutor, será competente el juez del domicilio del tutor

4 Aquí se comprenden todos los actos en que por disposición de le ley o


por disposición de los interesados, se requiere la intervención de un juez, sin
que esté promovido ni se promueva cuestión alguna entre partes determinadas
(artículo 893 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal).

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36 DERECHO DEL MENOR

(artículo 156, fracción IX del Código de Procedimientos Civiles


para el Distrito Federal).
En los asuntos relativos a suplir el consentimiento de quien
ejerce la patria potestad o impedimentos para contraer matrimo-
nio, será competente el juez del lugar donde se hayan presentado
los pretendientes (artículo 156, fracción X Código de Procedi-
mientos Civiles para el Distrito Federal).
En el supuesto del divorcio por muto consentimiento, el cón-
yuge menor de edad necesita de un tutor especial para poder so-
licitarlo (artículo 677 del Código de Procedimientos Civiles para
el Distrito Federal).
Tratándose de la tutela, el menor de edad, si ha cumplido
dieciséis años, puede solicitar la declaración de estado de mino-
ridad entre otras personas (artículo 902 del Código de Procedi-
mientos Civiles para el Distrito Federal).
El menor puede oponerse al nombramiento del tutor hecho
por la persona que no siendo ascendiente le haya instituido here-
dero o legatario, cuando tuviere dieciséis años o más (artículo 907
del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal).
Especial relevancia tiene el Ministerio Público, pues siempre
acude en los trámites en que se ven involucrados menores o inca-
pacitados, ya sea respecto a su persona o a sus bienes.

III. Instrumentos internacionales relacionados


con aspectos civiles

1. Convención sobre la obtención de alimentos en el extranjero, adoptada


en la ciudad de Nueva York, el 20 de junio de 1956

—— Decreto por el que se aprueba: DOF, 28 de enero de 1992.


—— Decreto de promulgación: DOF, 29 de septiembre de 1992.

La finalidad de la presente Convención es facilitar a una per-


sona (llamada en lo sucesivo demandante) que se encuentra en
el territorio de uno de los Estados partes, la obtención de los ali-

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EL MENOR EN EL DERECHO CIVIL 37

mentos que pretenden tener derecho a recibir de otra persona


(llamada en lo sucesivo demandado) que está sujeta a la jurisdic-
ción de otro Estado parte. Los medios jurídicos que establece la
Convención son adicionales a los que establezca el derecho inter-
nacional, y no sustitutivos de los mismos (artículo 1o.).

2. Convención sobre la protección de menores y la cooperación


en materia de adopción internacional, adoptada en La Haya,
Países Bajos, el 29 de mayo de 1993

—— Decreto por el que se aprueba: DOF, 6 de julio de 1994.


—— Decreto de promulgación: DOF, 24 de octubre de 1994.

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia


tendrá jurisdicción exclusiva en el Distrito Federal, y jurisdicción
subsidiaria en las 31 entidades federativas de la República; fungi-
rá como autoridad central para la aplicación de esta Convención
(punto1/a32). La Secretaría de Relaciones Exteriores fungirá
como autoridad central para la recepción de documentos prove-
nientes del extranjero.
Sólo podrán ser trasladados fuera del país los menores que
hayan sido previamente adoptados a través de los tribunales
nacionales (punto/II). En esta Convención se establece el pro-
cedimiento que debe seguirse para llevar a cabo una adopción
internacional (artículo 14-22).
El reconocimiento y efectos de la adopción están regulados
en la Convención (artículos 23 a 34).

3. Declaración sobre los principios sociales y jurídicos relativos


a la protección y el bienestar de los niños, con particular
referencia a la adopción y la colocación en lugares
de guarda, en los planos nacional e internacional

Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas


el 3 de diciembre de 1986 en su resolución 41/85.

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38 DERECHO DEL MENOR

Esta declaración establece principios fundamentales en be-


neficio del menor, pues, entre otros, establece que todos los Esta-
dos deben dar alta prioridad al bienestar de la familia y del niño
(artículo 1o.); el bienestar del niño depende del bienestar de la
familia (artículo 2o.); como primera prioridad, el niño ha de ser
cuidado por sus propios padres (artículo 3o.); en el supuesto de
que los padres del niño no puedan ocuparse de él o sus cuida-
dos sean inapropiados, debe considerarse la posibilidad de que
el cuidado quede a cargo de otros familiares de los padres del
niño, otra familia sustitutiva —adoptiva o de guarda— o en caso
necesario una institución apropiada (artículo 4o.); en todas las
cuestiones relativas al cuidado de un niño por personas distintas
de su propios padres, los intereses del niño, en particular su ne-
cesidad de recibir afecto y su derecho a la seguridad y el cuida-
do continuado, deben ser la consideración fundamental (artículo
5o.); los encargados de procedimientos de adopción y de coloca-
ción en hogares de guarda deberán haber recibido capacitación
profesional u otro tipo de capacitación apropiada (artículo 6o.);
en todo momento el niño deberá tener nombre, nacionalidad y
representante legal. El niño al ser adoptado, colocado en un ho-
gar de guarda o quedar sometido a otro régimen, no deberá ser
privado de su nombre, su nacionalidad o su representante legal
a menos que con ello adquiera otro nombre, otra nacionalidad u
otro representante legal (artículo 8); los encargados de la atención
del niño deberán reconocer la necesidad del niño adoptivo o del
niño colocado en un hogar de guarda de conocer sus anteceden-
tes a menos que ello sea contrario a los intereses del niño (artí-
culo 9o.); la colocación de los niños en hogares de guarda tiene
carácter temporal, pero puede continuar, de ser necesario, hasta
la edad adulta, pero no deberá excluir la posibilidad de restitu-
ción a la propia familia ni de adopción (artículo 11); en todas las
cuestiones relativas a la colocación de niños en hogares de guarda
deberán tener participación la futura familia de guarda y, según
proceda, el niño y sus propios padres, una autoridad u oficina

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EL MENOR EN EL DERECHO CIVIL 39

competente deberá encargarse de la supervisión para velar por el


bienestar del niño (artículo 12).
El objetivo fundamental de la adopción consiste en que el
niño que no puede ser cuidado por sus propios padres tenga una
familia permanente (artículo 13).
Cuando no sea factible colocar a un niño en un hogar de
guarda, darlo en adopción a una familia, o cuando el niño no
pueda ser cuidado adecuadamente en su país de origen podrá
considerarse la adopción en otro país como forma alternativa de
proporcionarle una familia (artículo 17).

4. Convención sobre el consentimiento para matrimonio, la edad mínima


para contraer matrimonio y el registro de los matrimonios, ONU

—— Decreto de promulgación: DOF, 19 de abril de 1993.

En el preámbulo se retoma un derecho fundamental de todo


ser humano, el que los hombres y las mujeres, a partir de la edad
núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivo de raza,
nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfru-
tará de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el ma-
trimonio y en caso de disolución del matrimonio. Sólo mediante
el libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá con-
traerse el matrimonio (artículo 16. 1 y 2 de la Declaración Uni-
versal de los Derechos Humanos).
Y establece que no podrá contraerse legalmente matrimonio
sin el pleno y libre consentimiento de ambos contrayentes, expre-
sado por éstos en persona, después de la debida publicidad, ante
la autoridad competente para formalizar el matrimonio y testi-
gos, de acuerdo con la ley (artículo 1.1).
Todo matrimonio deberá ser inscrito por la autoridad com-
petente en un registro oficial destinado al efecto (artículo 3o.).

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40 DERECHO DEL MENOR

5. Convención interamericana sobre conflicto de leyes en materia


de adopción de menores, realizada en la ciudad
de La Paz, Bolivia, el 24 de mayo de 1984

—— Decreto por el que se aprueba: DOF, 6 de febrero de 1987


—— Decreto de promulgación: DOF, 21 de agosto 1987.
—— Fe de erratas: DOF, 13 de julio de 1992.

Tal convención se aplica a la adopción de menores bajo las


formas de adopción plena, legitimación adoptiva y otras institu-
ciones afines, que equiparan al adoptado a la condición de hijo
(artículo 1o.). Será la ley de residencia habitual del menor la que
regirá la capacidad, consentimiento y demás requisitos para ser
adoptado, así como los procedimientos y formalidades extrín-
secos necesarios para la constitución del vínculo (artículo 3o.).
Será la ley del domicilio del adoptante o adoptantes la que rija:
la capacidad para ser adoptante; los requisitos de edad y estado
civil del adoptante, el consentimiento del cónyuge del adoptante,
si fuere el caso, y los demás requisitos para ser adoptante, como
regla general (artículo 4o.). Las adopciones que se ajusten a la
presente convención surtirán sus efectos de pleno derecho en los
Estados partes (artículo 5o.). Los requisitos de publicidad y regis-
tro de la adopción quedan sometidos a la ley del Estado donde
deban ser cumplidos (artículo 6o.). Se garantizará el secreto de la
adopción (artículo 7o.).
Los vínculos del adoptado con su familia de origen se con-
sideran disueltos (artículo 9. b). Las adopciones referidas en el
artículo 1 serán irrevocables (artículo 12). Cuando sea posible la
conversión de la adopción simple en adopción plena, se regirá a
elección del actor, por la ley de residencia habitual del adoptado,
al momento de la adopción, o por la del Estado donde tenga su
domicilio el adoptante o adoptantes. Si el adoptado tuviera más
de catorce años de edad será necesario su consentimiento (artículo

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EL MENOR EN EL DERECHO CIVIL 41

13). La anulación de la adopción se regirá por la ley de su otorga-


miento, siempre atentos al interés del menor (artículo 14).

6. Convención interamericana sobre obligaciones alimentarias, adoptada


en Montevideo, Uruguay, el 15 de julio de 1989, OEA

—— Decreto por el que se aprueba: DOF, 6 de julio de 1994.


—— Decreto de promulgación: DOF, 18 de noviembre de 1994.

La Convención se aplicará a las obligaciones alimentarias res-


pecto de menores, por su calidad de tales, y a los que se deriven
de las relaciones matrimoniales (artículo 1o., segundo párrafo).
Las obligaciones alimentarias, así como las calidades de
acreedor y deudor de alimentos se regularán por los órdenes jurí-
dicos que a juicio de la autoridad competente resultaran más fa-
vorables al interés del acreedor, como pueden ser el del domicilio
o de la residencia habitual del acreedor, o el del domicilio o de la
residencia habitual del deudor (artículo 6o.).
Serán competentes en la esfera internacional para conocer
de las reclamaciones alimentarias, a opción del acreedor, el juez
o autoridad del Estado del domicilio o de la residencia habitual
del acreedor o del deudor, o el juez o autoridad del Estado con
el cual el deudor tenga vínculos personales, como posesión de
bienes, percepción de ingresos u obtención de beneficios econó-
micos. Sin perjuicio de lo anterior, se considera competente la
autoridad ante la cual el demandado ha comparecido, sin objetar
competencia (artículo 8o.).
Las sentencias extranjeras sobre obligaciones alimentarias
tendrán eficacia extraterritorial en los Estados parte, siempre que
reúnan los requisitos de forma que la Convención establece (ar-
tículo 11).
Los Estados parte procurarán suministrar asistencia alimen-
taria provisional en la medida de lo posible (artículo 19).

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42 DERECHO DEL MENOR

7. Convención para regularizar la situación de sus respectivos nacionales


que hayan celebrado o celebren en lo futuro contrato de matrimonio
ante los agentes diplomáticos o consulares, Italia

—— DOF, 5 de julio de 1911.

8. Convención sobre contrato de matrimonio, Francia

—— DOF, 17 de enero de 1910.

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Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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CAPÍTULO TERCERO
EL MENOR INFRACTOR

I. Artículo 18 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consa-


gra en sus párrafos cuarto, quinto y sexto del artículo 18, un sis-
tema integral de justicia aplicable a quienes se atribuya la realiza-
ción de una conducta tipificada como delito por las leyes penales
y tenga entre doce años cumplidos y menos de dieciocho años de
edad. Y por lo que hace, a las personas menores de doce años que
hayan realizado una conducta prevista como delito por la ley sólo
serán sujetos a rehabilitación y asistencia social.
Se ponderara el interés superior de adolescentes y su protec-
ción integral en las medidas que en su caso se adopten, y sean de
orientación, protección o tratamiento.
En todos los procedimientos seguidos a los adolescentes se
observará la garantía del debido proceso legal. Las acciones que
se tomen respecto de menores deberán ser de acuerdo a la con-
ducta realizada y tendrán como fin la reintegración social y fami-
liar del adolescente, procurando siempre su pleno desarrollo de
su persona y de sus capacidades.
El internamiento se utilizará sólo como medida extrema y
por el tiempo más breve que proceda y podrá aplicarse única-
mente a los adolescentes mayores de catorce años de edad, por
la comisión de conductas antisociales calificaciones como graves
(texto publicado en el Diario Oficial de la Federación del 18 de junio
de 2008, que entrara en vigor al día siguiente de su publicación).

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44 DERECHO DEL MENOR

El artículo 18 constitucional, al referirse a instituciones es-


peciales para el tratamiento de menores infractores, instituyó un
derecho propio para menores infractores, un derecho diferente.1
La institución especial a la que se refiere el artículo 18 cons-
titucional es el Consejo de Menores, el cual es definido por el
artículo 4o. de la Ley para el Tratamiento de Menores Infracto-
res como un órgano administrativo desconcentrado originalmen-
te de la Secretaría de Gobernación, actualmente Secretaría de
Seguridad Pública (Diario Oficial de la Federación, 30 de noviembre
2000), con autonomía técnica.
Cabe hacer algunas consideraciones, el titular de Poder Eje-
cutivo se auxilia de diferentes dependencias y entidades para cum-
plir con su función administrativa. Y dentro de las dependencias
que conforman la administración pública centralizada se encuen-
tra la Secretaría de Seguridad Pública.
Esto quiere decir que la Secretaría de Seguridad Pública,
como dependencia del Ejecutivo Federal, forma parte de este po-
der y, por tanto, está al margen del Poder Judicial, y sus funciones
en consecuencia son administrativas y no jurisdiccionales.
Y la Secretaría de Seguridad Pública, para cumplir con sus
funciones, cuenta con órganos desconcentrados, que desde luego
le están jerárquicamente subordinados, como es el caso del Con-
sejo de Menores; esto es, el Consejo de Menores no tiene perso-
nalidad ni patrimonio propios.
La situación anterior debe ser tomada en cuenta al hacer una
revisión de la Ley para el tratamiento de menores infractores,
pues nos percatamos que contiene un procedimiento muy se-
mejante al jurisdiccional, siendo una institución desconcentrada
dentro de la administración pública federal.
Recordemos, el concepto de imputabilidad, que es la capa-
cidad, condicionada por la madurez y salud mentales, de com-

1 García Ramírez, Sergio, “La justicia penal para menores infractores en


México”, Estudios jurídicos, México, UNAM, 2000, p. 974. En este trabajo, po-
demos encontrar valiosos comentarios a los sistemas tutelar y garantista para
atender a los menores por parte del Estado.

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EL MENOR INFRACTOR 45

prender el carácter antijurídico de la propia acción u omisión y


de determinarse de acuerdo a esa comprensión.2 Además, de que
el Código Penal para el Distrito Federal establece que las disposi-
ciones del Código se aplicarán a todas las personas a partir de los
dieciocho años de edad (artículo 12).
Aquí el legislador determina, que antes de los dieciocho años
de edad el menor no comete delitos, cae dentro del concepto de
la inimputabilidad, al no tener la capacidad de querer y entender
lo negativo del delito.
Esta calificación que hace el legislador, por general es conven-
cional, y en algunos casos arbitraria. Pues en reiteradas ocasiones
nos enfrentamos con menores de edad que si poseen la capaci-
dad de comprender el carácter ilícito de su conducta y que tienen
además la capacidad, también de conducirse de acuerdo con tal
comprensión. Por lo que seguramente futuras reformas harán más
coherentes nuestros textos legales con la dinámica realidad.
Además, se considera como causa excluyente de responsa-
bilidad cuando al momento de realizarse el hecho típico, que el
agente no tenga la capacidad de comprender el carácter ilícito de
aquél o de conducirse de acuerdo con esa comprensión (artículo
29, fracción VII, del Código Penal para el Distrito Federal).

II. Criterios de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación

Mencionaremos, por considerarlos relevantes, dos criterios


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en donde se corro-
bora la exclusión de los menores del derecho penal.

Menores delincuentes. Las medidas educativas y correccio-


nales que se les aplica, no pueden considerarse jurídicamente
como penas. Es cierto que las medidas de carácter educativo co-
rreccional que se aplican a los menores que han ejecutado con-

2
Búnster,Álvaro, “Imputabilidad”, Enciclopedia jurídica mexicana, t. IV: F-L,
México, Porrúa-UNAM, 2002, pp. 443-448.

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46 DERECHO DEL MENOR

ductas descritas como delitos, entrañan una afectación a su esfera


jurídica, pero ello no significa que se les pueda catalogar como
penas, ya que mientras en éstas se procura la reparación del de-
recho violado, en la medida que ello es posible, y la regeneración
de delincuente, y en cierta forma la satisfacción vindicta pública;
en el caso de los menores, la finalidad es puramente educativa, sin
carácter alguno de aflicción y queda el menor fuera del ámbito
represivo de la Ley Penal (1a. Sala, Boletín, 1956, p. 791, Quinta
Época t. CXXX, p. 470).
Menores. El ámbito de eficacia personal de la ley penal no
incluye a los menores de 18 años (edad límite) a quienes sólo pue-
den aplicarse medidas tutelares y educativas, por lo que si a un
menor se le sigue juicio por todos sus trámites y se le sentencia
condenatoriamente, carece de validez lo actuado, al ser incom-
petente objetivamente el órgano jurisdiccional que decidió (1a.
Sala, Boletín, 1957 p. 535; Sexta Época, vol. VI, 2a. parte, p. 186).

Como se aprecia, la aplicación del Código Penal no incluye


a los menores de 18 años, a quienes no se les aplican penas, sino
medidas educativas.

III. Ley para el Tratamiento


de Menores Infractores

El marco jurídico aplicable a los menores infractores lo tene-


mos fundamentalmente en la Ley para el Tratamiento de Meno-
res Infractores para el Distrito Federal en materia común y para
toda la República en materia federal.3
El objeto de esta ley es reglamentar la protección de los de-
rechos de los menores; conforme con la terminología que hemos
utilizado, diremos que esta ley reglamenta o debe reglamentar
la protección de los derechos de los menores, así como la adap-
tación social de aquellos cuya conducta se encuentra tipificada
en las leyes penales federales y del Distrito Federal (artículo 1o.,
primera parte).
3
DOF del 24 de diciembre de 1991.

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EL MENOR INFRACTOR 47

Esta ley se aplica en el Distrito Federal en materia común y


en toda la República en materia federal (artículo 1o. segunda par-
te). En la aplicación de esta ley se deberá garantizar el irrestricto
respeto a los derechos consagrados por la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos y los tratados internacionales
(artículo 2o.). El menor al que se le atribuye la comisión de una
infracción, recibirá un trato justo y humano, quedando prohibi-
do en consecuencia el maltrato, la incomunicación, la coacción
psicológica o cualquier otra acción que atente contra su dignidad
o su integridad física o mental (artículo 3o.).
Se crea el Consejo de Menores, como órgano administrati-
vo desconcentrado de la Secretaría de Seguridad Pública el cual
aplicará esta ley (artículo 4o.).
El Consejo de Menores es competente para conocer de la
conducta de las personas mayores de 11 años y menores de 18
años. Los menores de 11 años serán sujetos de asistencia social
por parte de las instituciones de los sectores público, social y pri-
vado que se ocupen de esta materia, los cuales para tal efecto, se
constituirán en auxiliares del Consejo (artículo 6o.).
El procedimiento ante el Consejo de Menores consta de las
siguientes etapas.

—— Integración de la investigación de infracciones.


—— Resolución inicial.
—— Instrucción y diagnóstico.
—— Dictamen técnico.
—— Resolución definitiva.
—— Aplicación de las medidas de orientación, protección y
tratamiento.
—— Evaluación de la aplicación de las medidas de orienta-
ción y tratamiento.
—— Conclusión del tratamiento.
—— Seguimiento técnico ulterior (artículo 7o.).

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48 DERECHO DEL MENOR

El Consejo de menores cuenta con la Unidad de Defensa de


Menores, que es técnicamente autónoma y tiene por objeto, en el
ámbito de la prevención general y especial, la defensa de los in-
tereses legítimos y de los derecho de los menores ante el Consejo
o cualquier otra autoridad administrativa o judicial en materia
federal y en el Distrito Federal en materia común (artículo 30).
Durante el procedimiento, todo menor será tratado con hu-
manidad y respeto conforme a las necesidades inherentes a su
edad y a sus condiciones personales (artículo 36).
En las diligencias que se practiquen ante los órganos del Con-
sejo de Menores no se permite el acceso al público (artículo 41).
Todas las actuaciones que se lleven a cabo en el procedimien-
to deberán reunir los requisitos establecidos en el Código Federal
de Procedimientos Penales (artículo 45).
Son admisibles todos los medios de prueba salvo los prohibi-
dos por el Código Federal de Procedimientos Penales (artículo 55).
El tratamiento externo no podrá exceder de un año y el tra-
tamiento interno de cinco años (artículo 119).
En todo lo relativo al procedimiento, así como a las notifi-
caciones, se aplicará supletoriamente lo dispuesto por el Código
Federal de Procedimientos Penales (artículo 128).

IV. El menor en asistencia social

En consideración a que el Consejo de Menores es el com-


petente para conocer de la conducta de las personas mayores de
once años y menores de dieciocho, resulta que los menores de once
años están excluidos de la aplicación de la Ley para el tratamien-
to de menores infractores y la misma remite a tales menores a la
asistencia social.
Revisemos la Ley de Asistencia Social.4 Esta ley considera
por asistencia social el conjunto de acciones tendientes a modi-
ficar y mejorar las circunstancias de carácter social que impidan

4
DOF del 2 de septiembre del 2004.

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EL MENOR INFRACTOR 49

el desarrollo integral del individuo, así como la protección física,


mental y social de personas en estado de necesidad, indefensión,
desventaja física y mental, hasta lograr su incorporación a una
vida plena y productiva. La asistencia social comprende acciones
de promoción, previsión, prevención, protección y rehabilitación
(artículo 3o. de la ley).
La referida ley considera como sujetos de asistencia social,
preferentemente: a todas las niñas, niños y adolescentes, en espe-
cial aquellos que se encuentren en situación de riesgo (fracción I
del artículo 4o.).
Esta ley nos determina atendiendo al criterio de la edad
quienes son niños y niñas y adolescentes, determinación que nos
parece no resulta ser la más adecuada, pero no podemos dejar-
la de mencionar. Nos dice: son niños y niñas las personas hasta
doce años incompletos y adolescentes los que tienen entre doce
años cumplidos y dieciocho años incumplidos (fracción I, in fine,
artículo 4o.).
Esta ley precisa que será el Sistema Nacional para el Desa-
rrollo Integral de la Familia el coordinador del Sistema Nacional
de Asistencia Social Pública y Privada (artículo 9o.).
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia
es el organismo público descentralizado con patrimonio y perso-
nalidad jurídica propios, a que hace referencia el artículo 172 de
la Ley General de Salud (artículo 27 de la ley).
El organismo mencionado cuenta con un reconocido presti-
gio a nivel República Mexicana y surge de dos instituciones que
son su antecedente inmediato, los que fueron el Instituto Nacio-
nal de Protección a la Infancia, que mas tarde cambiaría su nom-
bre por el de Instituto Mexicano para la Infancia y la Familia y
de la Institución Mexicana de Asistencia a la Niñez.
Organismo descentralizado del gobierno federal, que tiene
entre sus objetivos la promoción de la asistencia social, la presta-
ción de servicios en ese campo y la realización de las demás ac-
ciones que establezcan las disposiciones legales aplicables. Dicho
organismo promueve la interrelación sistemática de acciones que

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50 DERECHO DEL MENOR

en el campo de la asistencia social llevan a cabo las instituciones


públicas (artículo 172 de la Ley General de Salud. Diario Oficial de
la Federación del 7 de febrero de 1984).
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia
(DIF) se rige actualmente por la Ley de Asistencia Social.
El DIF para lograr sus objetivos, realiza entre otras, las si-
guientes funciones: promover y prestar servicios de asistencia so-
cial; apoyar el desarrollo de la familia; realizar acciones de apoyo
educativo; promover e impulsar el sano crecimiento físico, mental
y social de la niñez; fomentar y apoyar a las asociaciones y socie-
dades civiles y a todo tipo de entidades privadas, cuyo objeto sea
la prestación de servicios asistenciales; operar establecimientos de
asistencia social en beneficio de menores en estado de abandono;
de minusválidos sin recursos; apoyar el ejercicio de la tutela de
los incapaces; poner a disposición del Ministerio Público los ele-
mentos a su alcance en la protección de incapaces y en los proce-
dimientos civiles y familiares que les afecten; realizar estudios e
investigaciones en materia de invalidez; participar en programas
de rehabilitación y educación especial; así como las demás fun-
ciones que establezcan las disposiciones aplicables en la materia.
Dentro del DIF existe un área especializada para atender
problemas de carácter familiar, y especialmente cuando se ven
afectados intereses de menores, que se denomina la Procuraduría
de la Defensa del Menor y la Familia, en la que se prestan servi-
cios gratuitos a la población de escasos recursos; servicios de ca-
rácter legal que tienden en todo momento a proteger a la familia
y en especial al menor, como la parte más sensible de la familia,
con lo que se pretende hacer frente a las situaciones desfavorables
que padecen los menores huérfanos o abandonados, o madres
gestantes de escasos recursos.
El DIF cuenta dentro de sus instalaciones, con casas cuna,
donde se atienden menores desde muy corta edad, hasta que son
capaces de ingresar a la casa hogar para niñas o la casa hogar
para varones, donde se pretenden, y en la mayoría de los casos, se
logra formar mujeres y hombres que con limitaciones sociales al

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EL MENOR INFRACTOR 51

inicio de la vida, pueden enfrentarse a una vida de adulto digna


y sin desventajas.
El DIF ha diseñado diferentes programas que permiten aten-
der al menor de la calle y al menor en general, que no cuente con
el soporte de una familia bien avenida. Atiende también el pro-
blema de invalidez de menores, con acciones directas que permi-
ten a los minusválidos lograr oportunidades suficientes para su
debida integración a la sociedad, en condiciones más favorables.
Pues bien, el Programa de Asistencia Jurídica del DIF se lle-
va a cabo a través de la Procuraduría de la Defensa del Menor
y la Familia, órgano que cumple con objetivos precisos en torno
a menores, la prestación organizada y permanente de asistencia
jurídica, así como la investigación de la problemática jurídica que
les aqueja, tanto con elementos propios, como en coordinación
con instituciones afines.
Con el propósito de beneficiar a la población del interior de
la República mexicana, con la prestación de servicios jurídicos, se
mantiene en comunicación constante con los denominados DIF-
Estatales. Se realizan también estudios en forma integral sobre la
problemática de los menores albergados en casas cuna y hogar,
con el fin de resolver los problemas que ellos enfrentan, para así
poder reintegrarlos al núcleo familiar, ya sea el suyo propio o bio-
lógico, o dándolos en adopción.
También se lleva a cabo, la readaptación social de menores
infractores bajo libertad vigilada; la atención de menores que se
encuentran en condiciones de desamparo, por abandono o por
orfandad, que canalizándolos, en su caso, a las instituciones ade-
cuadas para su custodia, educación, integración familiar, preven-
ción de farmacodependencia y orientación sicológica.
Mencionaremos la Declaración Mundial sobre la supervi-
vencia, la protección y el desarrollo de niño, adoptada en la Ciu-
dad de Nueva York, el 30 de septiembre de 1990, en la cumbre
mundial a favor de la infancia, documento de trascendental im-
portancia tratándose de menores.

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52 DERECHO DEL MENOR

De igual forma mencionaremos únicamente, el Plan de ac-


ción para la aplicación de la Declaración Mundial sobre la super-
vivencia la protección y el desarrollo del niño en del decenio de
1990, adoptado en la cumbre mundial a favor de la infancia, en
Nueva York, septiembre de 1990. Documento consecuencia lógi-
ca del anterior pues permiten ambos a nivel mundial visualizar
criterios y directrices protectores de menores.

V. Instrumentos internacionales

Haremos una especial mención a los tratados internacionales


relacionados con los menores infractores, pues además de la je-
rarquía que los mismos tienen en nuestro derecho positivo mexi-
cano, el artículo 2o. de la ley para el tratamiento de menores
infractores acentúa su aplicación.

1. Declaración sobre la protección de todas las personas contra la tortura


y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, adoptada
el 9 de diciembre de 1975

A los efectos de esta declaración, se entenderá por tortura


todo acto por el cual un funcionario público, u otra persona a ins-
tigación suya, inflija intencionalmente a una persona penas o su-
frimientos graves, ya sea físicos o mentales, con el fin de obtener
de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla
por un acto que haya cometido o se sospeche que ha cometido,
o de intimidar a esa persona o a otras. No se considerará tortura
las penas o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de la
privación legítima de la libertad, o sean inherentes o incidentales
a ésta, en la medida en que estén en consonancia con las Reglas
Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos. La tortura cons-
tituye una forma agravada y deliberada de trato o pena cruel,
inhumana, o degradante (artículo 1.1 y 2).

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EL MENOR INFRACTOR 53

Ningún Estado permitirá o tolerará la tortura u otros tratos


o penas crueles, inhumanos o degradantes. No podrán invocarse
circunstancias excepcionales tales como estado de guerra o ame-
naza de guerra, inestabilidad política interna o cualquier otra
emergencia pública, como justificación de la tortura u otros tra-
tos o penas crueles, inhumanos o degradantes (artículo 3o.).

2. Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración


de la justicia de menores (Reglas de Beijing)

Recomendadas, para adopción, por el Séptimo Congreso de


las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento
del Delincuente, celebrado en Milán, Italia del 26 de agosto al 6
de septiembre de 1985, y adoptadas por la Asamblea General de
la ONU en su resolución 40/33, del 29 de noviembre de 1985.
La justicia de menores se ha de concebir como una parte in-
tegrante del proceso de desarrollo nacional de cada país y deberá
administrarse en el marco general de justicia social para todos los
menores de manera que contribuya a la protección de los jóvenes
y al mantenimiento del orden pacífico de la sociedad (Orientacio-
nes fundamentales 1.4).
Para los fines de estas reglas, menor es todo niño o joven
que, con arreglo al sistema jurídico respectivo, puede ser casti-
gado por un delito en forma diferente a un adulto; menor delin-
cuente es todo niño o joven al que se ha imputado la comisión
de un delito o se le ha considerado culpable de la comisión de un
delito (2.2.a) y c)).
Se procurará extender el alcance de los principios contenidos
en las reglas a todos los menores comprendidos en los procedi-
mientos relativos a la atención del menor y a su bienestar (3.2).
En los sistemas jurídicos que reconozcan el concepto de ma-
yoría de edad penal con respecto a los menores, su comienzo no
deberá fijarse a una edad demasiado temprana habida cuenta de
las circunstancias que acompañan a la madurez emocional, men-
tal e intelectual (4.1).

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54 DERECHO DEL MENOR

El sistema de justicia de menores hará hincapié, en el bienes-


tar de éstos y garantizará que cualquier respuesta a los menores
delincuentes será en todo momento proporcionada a las circuns-
tancias del delincuente y del delito (5.1.).
En todas las etapas del proceso se respetarán garantías pro-
cesales básicas, tales como la presunción de inocencia, el derecho
a ser notificado de las acusaciones, el derecho a no responder,
del derecho al asesoramiento, el derecho a la presencia de los
padres o tutores, el derecho a la confrontación con los testigos y
a interrogar a éstos y el derecho de apelación ante una autoridad
superior (7.1).
Para evitar que la publicidad indebida o el proceso de di-
famación perjudiquen a los menores, se respetará en todas las
etapas el derecho de los menores a la intimidad. En principio, no
se publicará ninguna información que pueda dar lugar a la indi-
vidualización de un menor delincuente (8.1 y 2).
Cada vez que un menor sea detenido, la detención se noti-
ficará inmediatamente a sus padres o su tutor, y cuando no sea
posible dicha notificación inmediata, se notificará a los padres
o al tutor en el más breve plazo posible. El juez, funcionario u
organismo competente examinará sin demora la posibilidad de
poner en libertad al menor. Sin perjuicio de que se consideren
debidamente las circunstancias de cada caso, se establecerán con-
tactos entre los organismos encargados de hacer cumplir la ley y
el menor delincuente para proteger la condición jurídica del me-
nor, promover su bienestar y evitar que sufra daño (10.1, 2 y 3).
Para el mejor desempeño de sus funciones, los agentes de
policía que traten a menudo o de manera exclusiva con menores
o que se dediquen fundamentalmente a la prevención de la de-
lincuencia de menores, recibirán instrucción y capacitación es-
pecial. En las grandes ciudades habrá contingentes especiales de
policía con esta finalidad (12.1).
Sólo se aplicará la prisión preventiva como último recurso y
durante el plazo más breve posible. Siempre que sea posible, se
adoptarán medidas sustitutivas de la prisión preventiva, como la

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EL MENOR INFRACTOR 55

supervisión estricta, la custodia permanente, la asignación a una


familia o el traslado a un hogar o a una institución educativa.
Los menores que se encuentren en prisión preventiva gozarán de
todos los derechos y garantías previstos en las Reglas Mínimas
para el tratamiento de los reclusos aprobadas por las Naciones
Unidas. Además, estarán separados de los adultos y recluidos en
establecimientos distintos o en recintos separados en los estable-
cimientos en que haya detenidos adultos. Mientras se encuentran
bajo custodia, los menores recibirán cuidados, protección y toda
asistencia social, educacional, profesional, sicológica, médica y
física que requieran, habida cuenta de su edad, sexo y caracterís-
ticas individuales (13, 1, 2, 3, 4 y 5).
Todo menor delincuente, será puesto a disposición de la au-
toridad competente, que decidirá con arreglo a los principios de
un juicio imparcial y equitativo. El procedimiento favorecerá los
intereses del menor y se sustanciará en un ambiente de compren-
sión, que permita que el menor participe en él y se exprese libre-
mente (14, 1 y 2).
El menor tendrá derecho a hacerse representar por un asesor
jurídico durante todo el proceso o a solicitar asistencia jurídica
gratuita cuando esté prevista la protección de dicha ayuda en el
país. Los padres o tutores tendrán derecho a participar en las ac-
tuaciones y la autoridad competente podrá requerir su presencia
en defensa del menor (15, 1 y 2).

3. Directrices de las Naciones Unidas para la prevención


de la delincuencia juvenil (Directrices de RIAD),
adoptada el 14 de diciembre de 1990

La prevención de la delincuencia juvenil es parte esencial de


la prevención del delito en la sociedad. Si los jóvenes se dedican
a actividades lícitas y socialmente útiles, se orientan hacia la so-
ciedad y enfocan la vida con criterio humanista, pueden adquirir
actitudes no criminógenas. Para poder prevenir eficazmente la
delincuencia juvenil es necesario que toda la sociedad procure

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56 DERECHO DEL MENOR

un desarrollo armonioso de los adolescentes, y respete y cultive


su personalidad a partir de la primera infancia (Principios funda-
mentales 1. y 2.).
Las presentes directrices deberán igualmente aplicarse en el
contexto de las condiciones económicas, sociales y culturales im-
perantes en cada uno de los Estados Miembros (Alcances de las
directrices 8.).
Deberán formularse en todos los niveles de gobierno planes
generales de prevención (Prevención general 9).
Deberá prestarse especial atención a las políticas de preven-
ción que favorezcan la socialización e integración eficaces de to-
dos los niños y jóvenes, en particular por conducto de la familia,
la comunidad, los grupos de jóvenes que se encuentran en con-
diciones similares, la escuela, la formación profesional y el medio
laboral, así como mediante la acción de organizaciones volunta-
rias. Se deberá respetar debidamente el desarrollo personal de
los niños y jóvenes y aceptarlos, en pie de igualdad, como copar-
tícipes en los procesos de socialización e integración (Procesos de
socialización 10.).
Toda sociedad deberá asignar elevada prioridad a las necesi-
dades y el bienestar de la familia y de todos sus miembros. Dado
que la familia es la unidad central encargada de la integración
social primaria del niño, los gobiernos y la sociedad deben tratar
de preservar la integridad de la familia, incluida la familia exten-
sa. La sociedad tiene la obligación de ayudar a la familia a cuidar
y proteger al niño y asegurar su bienestar físico y mental. De-
berán prestarse servicios apropiados, inclusive de guarderías. Es
importante insistir en la función socializadora de la familia y de la
familia extensa; es igualmente importante reconocer el papel del
futuro, las responsabilidades, la participación y la colaboración
de los jóvenes en la sociedad (La familia 11, 12 y 18).
Los sistemas de educación, además de sus posibilidades de
formación académica y profesional, deberán dedicar especial
atención a: enseñar los valores fundamentales y fomentar el res-
peto de la identidad propia y de las características culturales del

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EL MENOR INFRACTOR 57

niño, de los valores sociales del país en que vive el niño, de las
civilizaciones diferentes de la suya y de los derechos humanos y
libertades fundamentales; fomentar y desarrollar en todo lo posi-
ble la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física de
los jóvenes; lograr que los jóvenes participen activa y eficazmen-
te en el proceso educativo en lugar de ser meros objetos pasivos
en dicho proceso; desarrollar actividades que fomenten un senti-
miento de identidad y pertenencia a la escuela y la comunidad;
alentar a los jóvenes a comprender y respetar opiniones y puntos
de vista diversos, así como las diferencias culturales y de otra ín-
dole; suministrar información y orientación en lo que se refiere a
la formación profesional, las oportunidades de empleo y posibi-
lidades de carrera; proporcionar apoyo emocional positivo a los
jóvenes y evitar el maltrato sicológico; evitar las medidas discipli-
narias severas, en particular los castigos corporales. Los sistemas
de educación deberán tratar de trabajar en cooperación con los
padres, las organizaciones comunitarias y los organismos que se
ocupan de las actividades de los jóvenes (La educación 21 y 22).
Deberán establecerse servicios y programas de carácter co-
munitario o fortalecerse los ya existentes, que respondan a las
necesidades, problemas, intereses e inquietudes especiales de los
jóvenes y ofrezcan, a ellos y a sus familias, asesoramiento y orien-
tación adecuados (La comunidad 32).
Deberá alentarse a los medios de comunicación a que ga-
ranticen que los jóvenes tengan acceso a información y material
procedentes de diversas fuentes nacionales e internacionales (Los
medios de comunicación 40).
Sólo deberá recluirse a los jóvenes en instituciones como úl-
timo recurso y por el periodo mínimo necesario y deberá darse
máxima importancia a los propios intereses del joven. Los crite-
rios para autorizar una intervención oficial de esa índole debe-
rán definirse estrictamente, limitarse a las siguientes situaciones:
cuando el niño o joven haya sufrido lesiones físicas causadas por
los padres o tutores; cuando haya sido víctima de malos tratos
sexuales, físicos o emocionales por parte de los padres o tutores;

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58 DERECHO DEL MENOR

cuando haya sido descuidado, abandonado o explotado; cuando


se vea amenazado por un peligro físico o moral debido al com-
portamiento de los padres o tutores y cuando se haya manifesta-
do en el propio comportamiento del niño o joven un peligro físico
o sicológico para él mismo y ni los padres o tutores, ni el propio
joven, ni los servicios comunitarios puedan hacer frente a dicho
peligro, por otro medio que no sea la reclusión en una institución
(Política social 46).
Ningún niño o joven deberá ser objeto de medidas de correc-
ción o castigo severos o degradantes en el hogar, en la escuela ni
en ninguna otra institución (Legislación y administración de la
justicia de menores 54).

4. Reglas de las Naciones Unidas para la protección de los menores


privados de libertad, adoptadas el 14 de diciembre de 1990

El sistema de justicia de menores deberá respetar los dere-


chos y la seguridad de los menores y fomentar su bienestar físico
y mental. El encarcelamiento deberá usarse como último recurso
(Perspectivas fundamentales 1).
Se entiende por menor toda persona menor de 18 años de
edad. La edad límite por debajo de la cual no se permitirá privar
a un niño de su libertad debe fijarse por ley. Por privación de li-
bertad se entiende toda forma de detención o encarcelamiento,
así como el internamiento en un establecimiento público o priva-
do del que no se permita salir al menor por su propia voluntad,
por orden de cualquier autoridad judicial, administrativa u otra
autoridad pública (Alcance y aplicación de las Reglas 11).

5. El menor como víctima

Considerando al menor como víctima en la comisión de al-


gunos delitos, hemos considerado pertinente incluir algunos ins-
trumentos internacionales que regulan tal calidad del menor:

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EL MENOR INFRACTOR 59

—— Convención sobre aspectos civiles de la sustracción in-


ternacional de menores, adoptada en la Haya, Países
Bajos, el 25 de octubre de 1980. Decreto por el que se
aprueba: DOF, 14 de enero de 1991. Decreto de promul-
gación: DOF, 6 de marzo de 1992.
—— Convención interamericana sobre la restitución interna-
cional de menores, adoptada en Montevideo, Uruguay, el
15 de julio de 1989. Decreto por el que se aprueba: DOF,
6 julio de 1994. Decreto de promulgación: DOF, 18 de
noviembre de 1994.
—— Convención interamericana sobre tráfico internacional
de menores, adoptada en la Ciudad de México, Distrito
Federal, el 18 de marzo de 1994. Decreto por el que se
aprueba: DOF, 14 de mayo 1996.
—— Convenio internacional para la represión de la trata de
mujeres y menores, firmado, en Ginebra, Suiza, el 30 de sep-
tiembre de 1921. DOF, 25 de enero de 1936.
—— Protocolo que modifica el Convenio para la represión de
la trata de mujeres y niños, concluido en Ginebra, Suiza
el 30 de septiembre de 1921, y el Convenio para la re-
presión de la trata de mujeres mayores de edad concluido
en Ginebra, Suiza el 11 de octubre de 1933, suscrito en
Lake Success, N. Y. Estados Unidos de América, el 12 de
noviembre de 1947. DOF, 19 de octubre de 1949.

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Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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CAPÍTULO CUARTO
EL MENOR TRABAJADOR

I. El artículo 123 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos1

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el tí-


tulo sexto “Del trabajo y de la previsión social”, artículo 123, sienta
las bases del derecho del trabajo; tal artículo se divide en dos apar-
tados. El apartado A regula las relaciones laborales entre obreros,
jornaleros, empleados, domésticos, artesanos, y de una manera ge-
neral, todo contrato de trabajo, en XXXI fracciones. El apartado
B regula las relaciones laborales entre los Poderes de la Unión, el
gobierno del Distrito Federal y sus trabajadores, en XIV fracciones.
Respecto a los trabajadores en general, se prohíbe tajantemen-
te la utilización del trabajo de los menores de catorce años. Ade-
más, los mayores de catorce años y menores de dieciséis tendrán
como jornada máxima la de seis horas (apartado A, fracción III).

II. Ley Federal del Trabajo2

En concordancia con la fracción III, apartado A, del artículo


123 constitucional, su ley reglamentaria: La Ley Federal del Tra-

1
Lastra Lastra, José Manuel, “Comentario al artículo 123”, Derechos del
pueblo mexicano. México a través de sus Constituciones, 4a. ed., México, Cámara de
Diputados, LV Legislatura-Miguel Ángel Porrúa-Librero Editor, 1994, t. XII,
pp. 25-80.
2 DOF, 1o. de abril de 1970; Santos Azuela, Héctor, “Menores trabaja-
dores”, Enciclopedia jurídica mexicana, t. V: M-P, México, Porrúa-UNAM, 2002,
pp. 91-94.
61

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62 DERECHO DEL MENOR

bajo, en su artículo 22 prohíbe la utilización del trabajo de los


menores de catorce años, y de los mayores de catorce y menores
de dieciséis que no hayan terminado su educación obligatoria,
salvo que haya compatibilidad entre estudios y trabajo, y que la
autoridad lo apruebe.
Además, los mayores de catorce y menores de dieciséis años,
necesitan autorización de sus padres o tutores, y a falta de ellos
del sindicato a que pertenezcan, de la Junta de Conciliación y Ar-
bitraje, del inspector del trabajo o de la autoridad política.
Los mayores de dieciséis años pueden prestar libremente sus
servicios; esto es tienen capacidad plena para celebrar por sí mis-
mos contratos de trabajo (artículo 23).
Podemos mencionar de manera enunciativa, como prohibi-
ciones al trabajo de menores de dieciséis años de edad: en expen-
dios de bebidas embriagantes de consumo inmediato; trabajos
susceptibles de afectar su moralidad o sus buenas costumbres;
trabajos ambulantes, salvo autorización especial de la Inspección
del Trabajo; trabajos subterráneos o submarinos; labores peligro-
sas o insalubres; trabajos superiores a sus fuerzas y los que pue-
dan impedir o retardar su desarrollo físico normal; en estableci-
mientos no industriales después de las diez de la noche (artículo
175, fracción I, incisos a-h).
Desde luego, el trabajo nocturno industrial está prohibido para
los menores de dieciocho años de edad (artículo 175, fracción II).
La jornada de trabajo de los menores de dieciséis años no
podrá exceder de seis horas diarias y deberá dividirse en periodos
máximos de tres horas, con reposos de una hora por lo menos
(artículo 177).
Está prohibida la utilización del trabajo de menores de die-
ciséis años en horas extraordinarias y en los días domingo y de
descanso obligatorio (artículo 178).
Está prohibido el trabajo en buques de los menores de quince
años y el de los menores de dieciocho en calidad de pañoleros o
fogoneros (artículo 191).

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EL MENOR TRABAJADOR 63

Por lo que se refiere al periodo vacacional, los menores de


dieciséis años disfrutarán de un periodo anual de vacaciones pa-
gadas de dieciocho días laborables, por lo menos (artículo 179).
Se establece como obligaciones mínimas, a cargo de los pa-
trones, que utilicen los servicios de menores de dieciséis años: exi-
gir que se les exhiban los certificados médicos que acrediten que
están aptos para el trabajo; llevar un registro de inspección espe-
cial, con indicación de la fecha de su nacimiento, clase de trabajo,
horario, salario y demás condiciones generales de trabajo; distri-
buir el trabajo a fin de que dispongan del tiempo necesario para
cumplir sus programas escolares; proporcionarles capacitación y
adiestramiento conforme a la ley, y proporcionar a las autorida-
des del trabajo los informes que soliciten (artículo 180).

III. Ley Federal de los Trabajadores


al Servicio del Estado3

Por lo que se refiere a los denominados servidores públicos,


cuyos derechos fundamentales se encuentran en el apartado B, y
su ley reglamentaria, la Ley Federal de los Trabajadores al Servi-
cios del Estado, los menores de edad que tengan más de dieciséis
años tendrán capacidad legal para prestar sus servicios y en con-
secuencia percibir el sueldo correspondiente y ejercitar las accio-
nes que legalmente procedan (artículo 13).

IV. La seguridad social

Por lo que hace a la seguridad social, tanto la Ley del Ins-


tituto Mexicano del Seguro Social como la Ley del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
proporcionan sus prestaciones a los hijos de los trabajadores. Se
les proporciona atención a los hijos menores de dieciocho años,
de ambos o de sólo uno de los cónyuges, siempre que exista la de-
3
DOF, 28 de diciembre de 1963.

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64 DERECHO DEL MENOR

pendencia económica; también tiene derecho a la seguridad so-


cial los hijos solteros mayores de dieciocho años, hasta la edad de
veinticinco, previa comprobación de que están realizando estu-
dios de nivel medio superior y que no tengan un trabajo remune-
rado. También tiene derecho la hija del trabajador o pensionista
soltera menor de dieciocho años que dependa económicamente,
a asistencia obstétrica, a ayuda para lactancia y a canastilla de
maternidad.

V. Instrumentos internacionales

Por lo que se refiere al derecho internacional del trabajo, Méxi-


co pertenece a la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
desde 1931, comprometiéndose a adoptar medidas para hacer
efectivas sus disposiciones. En consecuencia, los convenios a que
se ha adherido nuestro país forman parte del derecho vigente en
toda la República mexicana.
Dentro de los convenios internacionales en materia de traba-
jo, podemos mencionar:

1. Convenio núm. 16, relativo al examen médico obligatorio


de los menores empleados a bordo de los buques, 1921

—— Texto: DOF, 23 de abril de 1938.


—— Fecha de entrada en vigor para México: 9 de marzo de
1938.

Las personas menores de dieciocho años no podrán ser em-


pleadas a bordo, salvo en los buques4 en que sólo estén empleados
los miembros de una misma familia, sin previa presentación de

4 El término “buque” comprende todas las embarcaciones, buques o bar-


cos, cualquiera que sea su clase, de propiedad pública o privada, que se de-
diquen a la navegación marítima, excepción hecha de los buques de guerra
(artículo 1o. del Convenio).

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EL MENOR TRABAJADOR 65

un certificado médico que pruebe su aptitud para dicho trabajo,


firmado por un médico reconocido por la autoridad competente
(artículo 2o.).
El empleo de menores, en el trabajo marítimo no podrá con-
tinuar sino mediante renovación del examen médico, a intervalos
que no excedan de un año y la presentación, después de cada
nuevo examen, de un certificado médico que pruebe la aptitud
para el trabajo marítimo (artículo 3o.).
En casos urgentes, la autoridad competente podrá admitir
que una persona menor de dieciocho años, se embarque sin ha-
berse sometido a los exámenes médicos, a condición de que se
realicen en el primer puerto donde toque el buque (artículo 4o.).

2. Convenio núm. 58, por el que se fija la edad mínima


de admisión de los niños al trabajo marítimo

—— DOF, 22 de junio de 1951.


—— Fecha de entrada en vigor para México: 18 de julio de
1953.

Los menores de quince años no podrán prestar servicios a


bordo de ningún buque, excepción hecha de aquellos buques en
los que estén empleados únicamente los miembros de una misma
familia. Sin embargo, la legislación nacional podrá autorizar la
entrega de certificados que permitan a los niños de catorce años
de edad, por lo menos, ser empleados, cuando una autoridad es-
colar u otra autoridad apropiada, se cerciore que este empleo es
conveniente para el niño, después de haber considerado debida-
mente su salud y su estado físico, así como las ventajas futuras e in-
mediatas que el empleo pueda proporcionarle (artículo 2o. 1 y 2).
Todo capitán o patrón deberá llevar un registro de inscrip-
ción o una lista de la tripulación donde se mencione a todas las
personas menores de dieciséis años empleadas a bordo y donde
se indique la fecha de su nacimiento (artículo 4o.).

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66 DERECHO DEL MENOR

3. Convenio núm. 90, relativo al trabajo nocturno


de los menores en la industria

—— DOF, 19 de julio de 1956.


—— Fecha de entrada en vigor para México: 20 de junio de
1957.

A los efectos del Convenio, el término “noche” significa un


periodo de doce horas consecutivas, por lo menos. En el caso de
personas menores de dieciséis años, este periodo comprenderá el
intervalo entre las diez de la noche y las seis de la mañana. En
el caso de personas que hayan cumplido dieciséis años y tengan
menos de dieciocho, este periodo contendrá un intervalo fijado
por la autoridad competente de siete horas consecutivas, por lo
menos, comprendido entre las diez de la noche y las siete de la
mañana (artículo 2o., 1, 2 y 3).
Queda prohibido emplear durante la noche a personas me-
nores de dieciocho años en empresas industriales, públicas o pri-
vadas, o en sus dependencias, hecha excepción de los casos pre-
vistos en el mismo Convenio (artículo 3o.).

4. Convenio núm. 112, relativo a la edad mínima


de atención al trabajo de los pescadores

—— Fecha de entrada en vigor para México: 9 de agosto de


1962.

Por barco de pesca, se entiende todas las embarcaciones, bu-


ques y barcos, cualquiera que sean su clase, de propiedad pública
o privada, que se dediquen a la pesca marítima en agua salada.
Este convenio no se aplica a la pesca en los puertos o en los estua-
rios, ni a las personas que se dediquen a la pesca deportiva o de
recreo (artículo 1o., 1 y 2).
Los niños menores de quince años no podrán prestar servicios
a bordo de ningún barco de pesca. No obstante, dichos menores

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EL MENOR TRABAJADOR 67

podrán tomar parte ocasionalmente en las actividades a bordo de


barcos de pesca, siempre que ello ocurra, durante las vacaciones
escolares y a condición de que tales actividades, no sean noci-
vas para su salud o su desarrollo normal; no sean de naturaleza
tal que puedan perjudicar su asistencia a la escuela, y no tengan
como objeto ningún beneficio comercial (artículo 2o., 1y 2).
Las personas menores de dieciocho años no podrán ser em-
pleadas ni trabajar en calidad de paleros, fogoneros o pañoleros
de máquina en barcos de pesca que utilicen carbón (artículo 3o.).

5. Convenio núm. 123, relativo a la edad mínima


de admisión al trabajo subterráneo en las minas

—— Fecha de entrada en vigor para México: 29 de agosto de


1969.

Por “minas” se entiende toda empresa, pública o privada,


dedicada a la extracción de substancias situadas bajo la superficie
de la tierra, por métodos que implican el empleo de personas en
trabajos subterráneos. Este convenio cubre el empleo o trabajo
subterráneo en las canteras (artículo 1o.).
Las personas menores de una edad mínima determinada, no
deberán ser empleados ni trabajar en la parte subterránea de las
minas. Todo miembro que ratifique el presente convenio deberá
especificar esa edad mínima, en declaración anexa a su ratifica-
ción. La edad mínima no será en ningún caso inferior a dieciséis
años (artículo 2o., 1, 2 y 3).

6. Convenio núm. 124, relativo al examen médico de aptitud


de los menores para el empleo en trabajos subterráneos en las minas

—— Publicado en el DOF, 20 de enero de 1968.


—— Fecha de entrada en vigor para México: 29 de agosto de
1969.

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68 DERECHO DEL MENOR

Para el empleo o trabajo subterráneo en las minas de perso-


nas menores de veintiún años se deberá exigir un examen médico
completo de aptitud y posteriormente exámenes periódicos a in-
tervalos que no excedan un año. Podrán adoptarse otras medidas
para la vigilancia médica de los menores cuya edad esté com-
prendida entre los dieciocho y veintiún años (artículo 2o., 1 y 2).

7. Convenio núm. 182, sobre la prohibición de las peores formas


de trabajo infantil, y la acción inmediata para su eliminación

—— Decreto promulgatorio: DOF, 7 de marzo de 2001.

Para los efectos del presente Convenio, el término “niño” de-


signa a toda persona menor de dieciocho años (artículo 2o.).
La expresión “las peores formas de trabajo infantil” com-
prende: todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a
la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre
por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obli-
gatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños
para utilizarlos en conflictos armados; la utilización, el recluta-
miento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de
pornografía o actuaciones pornográficas; la utilización, el reclu-
tamiento o la oferta de niños para la realización de actividades
ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes,
tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes, y
el trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se
lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la mo-
ralidad de los niños (artículo 3o., incisos a, b, c y d).
Todo miembro deberá elaborar y poner en práctica progra-
mas de acción para eliminar, como medida prioritaria, las peores
formas de trabajo infantil (artículo 6.1).

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Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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CAPÍTULO QUINTO
EL MENOR CON SALUD

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicano recono-


ce en su artículo 4o. el derecho de toda persona a la protección de
la salud y a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y su
bienestar. Y en especial, los niños y las niñas tienen derecho a la
satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación
y sano esparcimiento para su desarrollo integral.
Es necesario referirnos a las denominadas normas oficiales
mexicanas, pues se han convertido en los documentos idóneos
para la regulación de los servicios médicos.
En materia de salud, existen dos comités consultivos nacio-
nales de normalización: el de Regulación y Fomento Sanitario
(se distingue por las siglas SSA1) y el de Prevención y Control de
Enfermedades (se identifica por las siglas SSA2).
Su fundamento legal es la Ley Federal de Metrología y Nor-
malización (publicada en el Diario Oficial de la Federación del 1o. de
julio de 1992), concretamente en su artículo 62.
Por lo que hace a la normatividad sobre la salud de meno-
res, contamos con la Norma Oficial Mexicana NOM-031, SSA2-
1999, para la atención a la salud del niño (Diario Oficial de la Fe-
deración del 12 de febrero de 2001), la cual establece criterios,
estrategias, actividades y procedimientos aplicables al Sistema
Nacional de Salud en todas la unidades que proporcionan aten-
ción a los niños residentes en la República mexicana: aplicación
de las vacunas para la prevención de enfermedades que actual-
mente se emplean en el esquema de Vacunación Universal; pre-
vención, tratamiento y control de las enfermedades diarreicas y
las infecciones respiratorias agua, así como las acciones para la
69

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70 DERECHO DEL MENOR

vigilancia del estado de nutrición, crecimiento y desarrollo de los


niños menores de cinco años y aquellas que son posibles de incor-
porar posteriormente.
A su vez, tiene por objeto establecer los requisitos que deben
seguirse para asegurar la atención integrada, el control, elimina-
ción y erradicación de las enfermedades evitables por vacunación;
la prevención y el control de las enfermedades diarreicas, infec-
ciones respiratorias agudas, vigilancia del estado de nutrición y
crecimientos, y el desarrollo de los niños menores de cinco años.
Asimismo, es de observancia obligatoria en todas las instituciones
que presentan servicios de atención médica de los sectores públi-
co, social y privado del Sistema Nacional de Salud.
La estrategia integrada al menor de cinco años en la unidad de
salud debe considerar los siguientes aspectos: vigilancia de la vacu-
nación, atención del motivo de la consulta, vigilancia de la nutrición
y capacitación de la madre.
La estrategia para asegurar la atención integrada la consti-
tuye la consulta completa que incluye: identificación de factores
de mal pronóstico, evolución clínica y clasificación, tratamiento
adecuado, capacitación a la madre sobre la identificación de los
signos de alarma, cuidados generales en el hogar y seguimiento
de los casos.

I. El menor discapacitado

La Organización de las Naciones Unidas destaca que a esca-


la mundial el 10% de la población padece algún tipo o grado de
discapacidad.
Se estima que en México existe actualmente poco más de nue-
ve y medio millones de personas con discapacidad.
Es una inquietud constante de la humanidad mejorar las
condiciones de vida de las personas con discapacidad, prueba
de lo anterior es la declaración de 1981, como en el año interna-
cional de las personas con discapacidad y, como consecuencia, la
aprobación del Programa de Acción Mundial para las Personas

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EL MENOR CON SALUD 71

con Discapacidad, el 3 de diciembre de 1982, del cual sobresa-


len fundamentalmente dos puntos: se reconoce explícitamente el
derecho de todo ser humano a la igualdad de oportunidades y se
recomienda a los gobiernos que establezcan programas naciona-
les en favor de este sector de la población.
En México, la atención de los discapacitados es considerada
como una actividad preponderante de asistencia social, concep-
to, que consideramos oportuno recordar:

Se entiende por asistencia social el conjunto de acciones tendien-


tes a modificar y mejorar las circunstancias de carácter social que
impiden al individuo su desarrollo integral, así como la protec-
ción, física, mental y social de las personas en estado de necesi-
dad, desprotección o desventaja física y mental, hasta lograr su in-
corporación a una vida plena y productiva (artículo 167 de la Ley
General de Salud y artículo 3o. de la Ley de Asistencia Social).

Resulta que el organismo encargado de prestar los servicios


de asistencia social, es el Sistema Nacional para el Desarrollo In-
tegral de la Familia (artículo 172 de la Ley General de Salud y
artículo 9o. de la Ley de Asistencia Social).
En consecuencia, el 13 de febrero de 1995 se conformó la
Comisión para la integración de la personas con discapacidad,
quien elaborara el Programa Nacional para el Bienestar y la In-
corporación al Desarrollo de las Personas con Discapacidad, ins-
trumento con diversas subcomisiones, como son: salud, bienestar
y seguridad social; educación, rehabilitación laboral; capacita-
ción y trabajo; accesibilidad, telecomunicaciones y transporte;
cultura; deporte; comunicación; legislación, y sistema nacional
de información sobre población con discapacidad.
Justificar la elaboración de este trabajo, resulta prácticamen-
te innecesaria, pues la historia nos da ejemplos invaluables de per-
sonalidades que no obstante que presentan una alteración funcio-
nal, han dado muestras de talento admirable, digno de emulación,
bástenos mencionar, por ejemplo, a don Miguel de Cervantes Sa-
avedra (1547-1616) autor de la más genial novela que jamás se

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72 DERECHO DEL MENOR

ha escrito: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, que


fuera publicada, la primera parte en 1605, y que surgiera de un
escritor de cincuenta y ocho años de edad, y con la mano iz-
quierda inutilizada a consecuencia de un arcabuzazo recibido en
Lepanto, cerca de las costas de Grecia, por lo que recibió el cali-
ficativo de “Manco de Lepanto”.
De igual manera tenemos a William Hickling Prescott (1796-
1859), historiador norteamericano, quien a los diecisiete años re-
cibiera en el ojo izquierdo el impacto de un mendrugo de pan
arrojado con gran fuerza, por un condiscípulo, que le privara casi
totalmente de su capacidad de visión y no obstante esta limitante
es un autor prolífico, mencionemos como ejemplo su famosa His-
toria de la Conquista de México, que viera la luz en 1843.
Mencionemos también a Ludwig van Beethoven (1770-1827),
a quien algún contemporáneo, que lo conoció en sus últimos años
lo definió como “un águila que mira al sol de frente”, a la edad de
treinta y dos años le fue imposible disimular, su mal, y tenía cerca
de cincuenta años de edad, cuando estaba completamente sordo
y no obstante su sordera fue una bendición para la música, pues
su obra no tiene comparación.
No podemos dejar de citar a Louis Braille (1809-1852) maestro
francés, ciego desde los tres años de edad, estudió música y se dedi-
co a la enseñanza de los ciegos, para lo cual ideó el famoso sistema
de escritura Braille al tacto, empleado también para la música, que
ha sido adoptado universalmente. Este sistema de escritura y lectu-
ra fue desarrollado desde 1823, y consiste en el uso de dos a cinco
puntos realizados sobre las posibles seis posiciones, de modo que
cada conjunto corresponde a una letra del alfabeto.
Así podíamos seguir mencionando ilustres personalidades,
que han superado alguna limitante funcional para contribuir a la
grandeza de la humanidad.

1. Concepto de discapacidad

La discapacidad es una alteración funcional, permanente o


prolongada, física o mental, que, con relación a la edad y el me-

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EL MENOR CON SALUD 73

dio social de la persona, implica considerables desventajas para


su integración familiar, social, educacional y laboral, así como
para el disfrute efectivo de sus derechos (ONU).
La Ley General de Salud define a la invalidez en los siguien-
tes términos: “Se entiende por invalidez la limitación en la ca-
pacidad de una persona para realizar por si misma actividades
necesarias para su desempeño físico, mental, social, ocupacional
y económico, como consecuencia de una insuficiencia somática,
psicológica o social” (artículo 173 de la Ley General de la Salud).
Además, incluiremos un concepto que nos proporciona la
Ley para Personas con Discapacidad del Distrito Federal, en su
artículo 2o., fracción I: “Persona con discapacidad: ser humano
que presenta temporal o permanentemente una disminución en
sus facultades físicas, intelectuales, o sensoriales que le limitan
realizar una actividad normal”.
Usaremos preferentemente el término discapacidad por con-
siderarlo más apropiado a las personas que presentan una altera-
ción funcional.

2. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

El artículo 4o. constitucional, al inicio de su tercer párrafo,


consagra el derecho a la protección de la salud, adición que se
hiciera en 1983.
Recordemos el concepto de salud, que desde 1978 nos pro-
porcionara la Conferencia Internacional sobre Atención Prima-
ria a la Salud (OMS-UNICEF): “Salud es el estado de completo
bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades; es un derecho fundamental y el logro
del grado más alto posible de la misma es un objetivo social im-
portantísimo en el mundo”.
En concordancia, el tercer párrafo del artículo 4o. constitu-
cional establece: “…toda persona tiene derecho a la protección
de la salud...”.

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74 DERECHO DEL MENOR

En este solo párrafo se plantea la protección del bienestar fí-


sico y mental del ser humano, su asistencia para su adecuado de-
sarrollo, desde antes del nacimiento y el mejoramiento de su ca-
lidad de vida, por lo que este párrafo puede caracterizarse como
una declaración en donde convergen garantías individuales y so-
ciales, que para lograr su eficiencia es necesaria la participación
concurrente y solidaria del individuo, la sociedad y el Estado, sin
dejar de considerar que la protección de la salud involucra otros
derechos asistenciales, como son el derecho a la vivienda, la ali-
mentación y la educación.

3. Ley General de la Salud (Diario Oficial de la Federación


del 7 de febrero de 1984)

La Ley General de Salud es reglamentaria del derecho de


protección a la salud, contenido en el artículo 4o. constitucional
(artículo 1o.).
Precisa como finalidades del derecho a la protección de la
salud, entre otras, el bienestar físico y mental del hombre, para
contribuir al ejercicio pleno de sus capacidades; la prolongación
y el mejoramiento de la calidad de la vida humana; la extensión
de actitudes solidarias y responsables de la población en la preser-
vación, conservación, mejoramiento y restauración de la salud; el
disfrute de servicios de salud y de asistencia social que satisfagan
eficaz y oportunamente las necesidades de la población, etcétera
(artículo 2o.).
Se coloca dentro de la materia de salubridad general a la
prevención de la invalidez y la rehabilitación de los inválidos (artículo 3o.,
fracción XVII). Así como la asistencia social (artículo 3o., frac-
ción XVIII).
Al establecer los objetivos del Sistema Nacional de Salud se
señala el de colaborar al bienestar social de la población median-
te servicios de asistencia social, principalmente a menores en es-
tado de abandono, ancianos desamparados y minusválidos para

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EL MENOR CON SALUD 75

fomentar su bienestar y propiciar su incorporación a una vida


equilibrada en lo económico y social (artículo 6o., fracción III).
De acuerdo con esta ley, los servicios de salud son todas aque-
llas acciones realizadas en beneficio del individuo y de la socie-
dad en general, dirigidas a proteger, promover y restaurar la sa-
lud de la persona y de la colectividad. Y los servicios de salud se
clasifican en tres tipos: de atención médica, de salud pública y de
asistencia social (artículos 23 y 24).
Se consideran servicios básicos de salud, entre otros, los re-
ferentes a la atención médica, que comprende actividades pre-
ventivas, curativas y de rehabilitación, incluyendo la atención de
urgencias, la salud mental, la asistencia social a los grupos más
vulnerables (artículo 27).
Por atención médica se entiende el conjunto de servicios que
se proporcionan al individuo, con el fin de proteger, promover
y restaurar su salud. Y se llevan a cabo con las siguientes activi-
dades: preventivas, que incluyen las de promoción general y las de
protección específica, curativas, que tienen como fin efectuar un
diagnóstico temprano y proporcionar tratamiento oportuno y de
rehabilitación, que incluyen acciones tendientes a corregir las inva-
lideces físicas o mentales (artículos 32 y 33).
Dentro del campo de la asistencia social está la acción de propi-
ciar el desarrollo integral del ser humano, y es aquí donde se ponde-
ra la atención a los discapacitados, pues la materia de prevención de
invalidez y rehabilitación de inválidos, comprende: la investigación
de las causas de la invalidez y de los factores que la condicionan; la
promoción de la participación de la comunidad en la prevención
y control de las causas y factores condicionantes de la invalidez;
la identificación temprana y la atención oportuna de procesos físi-
cos, mentales y sociales que puedan causar invalidez; la orientación
educativa en materia de rehabilitación a la colectividad en general,
y en particular a las familias que cuenten con algún inválido, pro-
moviendo al efecto la solidaridad social; la atención integral de los
inválidos, incluyendo la adaptación de las prótesis, órtesis y ayudas
funcionales que requieran; la promoción para adecuar facilidades

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76 DERECHO DEL MENOR

urbanísticas y arquitectónicas a las necesidades de los inválidos, y


la promoción de la educación y la capacitación para el trabajo, así
como la promoción del empleo de las personas en proceso de reha-
bilitación (artículo 174).
Hemos conservado el término “inválidos”, por ser el que la
ley emplea, aunque como quedó anotado, nosotros preferimos el
de discapacitados.
Con el propósito de presentar la estructura legal en materia
de discapacitados, hemos acudido al Reglamento de la Ley Ge-
neral de Salud, en materia de prestación de servicios de atención
médica (Diario Oficial de la Federación del 14 de mayo de 1986), que
nos proporciona conceptos básicos en la materia que nos ocupa.
Invalidez es la limitación en la capacidad de una persona para
realizar, por sí misma, actividades necesarias para su desempeño
físico, mental, social, ocupacional y económico, como consecuen-
cia de una insuficiencia somática, psicológica o social.
Rehabilitación es el conjunto de medidas encaminadas a me-
jorar la capacidad de una persona para realizar por sí misma,
actividades necesarias para su desempeño físico, mental, social,
ocupacional y económico, por medio de órtesis, prótesis, ayudas
funcionales, cirugía reconstructiva o cualquier otro procedimien-
to que le permita integrarse a la sociedad.
Instituto de rehabilitación es el establecimiento médico que des-
empeña principalmente funciones de investigación científica y
docencia en materia de rehabilitación de inválidos.
Centro de rehabilitación es el establecimiento médico que presta
servicios de diagnóstico, tratamiento y adiestramiento ocupacio-
nal a inválidos.
Unidad de rehabilitación es el área que formando parte o no de
un hospital, preste servicios de diagnóstico y tratamiento de in-
válidos, así como recuperación de deficiencias e incapacidades.
Consultorio de rehabilitación es el establecimiento que presta
fundamentalmente servicios de diagnóstico y proporciona trata-
mientos que no requieran equipo, personal e instalaciones espe-
ciales de acuerdo con su reglamento.

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EL MENOR CON SALUD 77

Centro de rehabilitación ocupacional es el establecimiento que pro-


porciona fundamentalmente adiestramiento para el trabajo o
empleo a inválidos en proceso de rehabilitación o rehabilitados.
Clínica de cirugía reconstructiva, plástica o estética es la unidad mé-
dica que proporciona servicios destinados a mejorar o modificar
el estado físico y fisiológico de las personas mediante cualquier
procedimiento quirúrgico.

4. Ley de Asistencia Social (Diario Oficial de la Federación


del 2 de septiembre de 2004)

Esta ley reproduce el concepto de asistencia social que ya co-


nocemos (artículo 167 de la Ley General de Salud) y considera su-
jetos de la recepción de asistencia social, preferentemente y entre
otros, a todas las niñas, niños y adolescentes, en especial aquellos
que se encuentren en situación de riesgo o afectados por: desnutri-
ción, deficiencias en su desarrollo físico o mental, cuando éste sea
afectado por condiciones familiares adversas (artículo 4o.).
A su vez, dedica atención especial a las mujeres en estado
de gestación o lactancia y las madres adolescentes, en situación de
maltrato o abandono, y en situación de explotación, incluyendo la
sexual (fracción II del artículo 4o.).
Se establecen las atribuciones del Sistema Nacional para el
Desarrollo Integral de la Familia, en su carácter de coordinador
del Sistema Nacional de Asistencia Social Pública y Privada (ar-
tículo 9o.).
Se consideran servicios básicos de salud, entre otros:

—— La atención en establecimientos especializados a meno-


res… en estado de abandono o desamparo e inválidos sin
recursos (b), fracción I, artículo12).
—— El ejercicio de la tutela de los menores (d), fracción I,
artículo 12).

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78 DERECHO DEL MENOR

—— La prestación de servicios de asistencia jurídica y de


orientación social especialmente a menores… e inválidos
sin recursos (e), fracción I, artículo 12).
—— La protección de los derechos de niñas, niños y adolescen-
tes, la representación jurídica y la promoción de su sano
desarrollo físico, mental y social (fracción III, artículo12).
—— El fomento de acciones de paternidad responsable, que
propicien la preservación de los derechos de la niñez a la
satisfacción de sus necesidades y a la salud física y mental
(fracción IV, artículo 12).
—— La colaboración o auxilio a las autoridades laborales
competentes en la vigilancia y aplicación de la legislación
laboral aplicable a la niñez (fracción V, artículo 12).
—— La atención a niños, niñas y adolescentes en riesgo de
fármaco dependencia, fármaco dependientes o suscep-
tibles de incurrir en hábitos y conductas antisociales y
delictivas (fracción VI, artículo12).

5. El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia

Corresponde a este organismo la promoción de la asistencia


social, la prestación de servicios en ese campo, la promoción de
la interrelación sistemática de acciones relacionadas, que lleven a
cabo diversas instituciones públicas, entre otras funciones.
Tiene como principales objetivos el de operar establecimien-
tos de asistencia social en beneficios de discapacitados sin recur-
sos; la prestación de asistencia jurídica y de orientación social a
discapacitados; la realización de estudios e investigaciones en ma-
teria de invalidez y discapacidad; la participación en programas
de rehabilitación y educación especial; la promoción, a través de
la Secretaría de Salud y coordinadamente con los gobiernos de las
entidades federativas y municipales, el establecimiento de centros
y servicios de rehabilitación somática, psicológica, social y ocupa-
cional; la recomendación y promoción del establecimiento de or-

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Instituto de Investigaciones Jurídicas
EL MENOR CON SALUD 79

ganismos de asistencia social en las entidades federativas y muni-


cipales y prestar el apoyo y colaboración técnica y administrativa.
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia
cuenta con la Subdirección General de Asistencia e Integración
Social, que es el área específica, encargada de planear, organi-
zar, dirigir y controlar el desarrollo general de las funciones de
rehabilitación, servicios asistenciales y asistencia jurídica; esta-
blecer las políticas, estrategias y programas en materia de preven-
ción de discapacidad, rehabilitación de personas con discapaci-
dad; promover y dirigir el establecimiento de centros y servicios
de rehabilitación somática, psicológica, social y ocupacional, en
coordinación con los gobiernos de las entidades federativas y de
los municipios; participar en coordinación con las instituciones
oficiales en programas asistenciales, prevención de discapacidad,
rehabilitación de personas con discapacidad; proponer a la Se-
cretaría de Salud, normas en materia de rehabilitación, servicios
asistenciales y de asistencia jurídica; instrumentar programas in-
tegrales de rehabilitación y asistencia social a nivel nacional y lle-
var a cabo acciones de investigación, enseñanza y capacitación,
con objeto de contribuir a la integración social de las personas con
discapacidad; investigar la necesidades y recursos nacionales en
materia de rehabilitación y asistencia jurídica y proponer normas
sobre las condiciones materiales, personales, científicas y tecnoló-
gicas, que deban cumplir los establecimientos públicos y privados
que presten este tipo de servicios; instrumentar los sistemas de
información sobre los servicios con que cuenta el país en materia
de rehabilitación, servicios asistenciales y asistencia jurídica.
Este organismo cuenta también en su estructura con una Di-
rección de Rehabilitación y Asistencia Social, a la que le corres-
ponde establecer las políticas y estrategias en materia de pre-
vención de discapacidad, de rehabilitación integral y servicios
asistenciales conexos; prestar servicios de prevención de disca-
pacidad, rehabilitación integral y de asistencia social; integrar y
proponer normas oficiales en materia de prevención de discapa-
cidad, rehabilitación e integración social de discapacitados, así

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80 DERECHO DEL MENOR

como el funcionamiento interno de los centros asistenciales que


opera el organismo; integrar y proponer normas para el funcio-
namiento de establecimientos públicos y privados que propor-
cionen servicios de rehabilitación a discapacitados; administrar
y operar las unidades de rehabilitación y centros asistenciales del
organismo, concertando acciones de apoyo y coordinación con
los Sistemas Estatales y Municipales para el Desarrollo Integral
de la Familia; promover y concertar con los Sistemas Estatales y
Municipales el establecimiento de unidades operativas de rehabi-
litación y centros de asistencia social; promover la formación, de
médicos especialistas, personal paramédico, técnico y auxiliar, así
como actividades de capacitación continua al personal que de-
sarrolla los programas; conducir la implementación y ejecución
de programas de investigación y desarrollo tecnológico en mate-
ria de rehabilitación y prevención de discapacidad; emitir opi-
nión sobre la expedición, revalidación o cancelación de licencias
a unidades de rehabilitación y de centros de protección social;
concertar esfuerzos y acciones con dependencias e instituciones
públicas y privadas, dedicadas a la prevención y tratamiento de
personas con discapacidad; participar en el diseño y desarrollo
de modelos de atención de carácter integral, orientados a la pre-
vención de discapacidad, así como la rehabilitación e integración
social de personas con discapacidad e instrumentar su aplicación;
establecer y operar los sistemas de información de las actividades
y servicios que en materia de prevención de discapacidad y reha-
bilitación presten el organismo y los sistemas estatales y munici-
pales; proponer la celebración de acuerdos y convenios para la
implementación de programas de asistencia social.
A efecto de tener una visión completa de cómo está estruc-
turado el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Fa-
milia, se puede consultar su Estatuto Orgánico, publicado en el
Diario Oficial de la Federación del 1o. de junio de 1999.
El organismo cuenta con Centros de Rehabilitación y Edu-
cación Especial (CREE), que son unidades prestadoras de servi-
cios de prevención de discapacidad, rehabilitación integral y edu-

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EL MENOR CON SALUD 81

cación especial, donde se atienden a personas con discapacidad


motora, auditiva, visual y con déficit intelectual, y se proporcio-
nan consultas médicas especializadas, paramédicas de psicología,
de trabajo social y pedagogía, así como estudios de gabinete, de
electroencefalografía, electromiografía y potenciales evocados y
radiología; terapias físicas, ocupacional, de lenguaje, elaboración
de órtesis, prótesis y otras ayudas funcionales.
Asimismo, cuenta con dieciséis Centros de Rehabilitación
y Educación Especial (CREE) en los estados de Baja California
Sur, Campeche, Chihuahua, Guerrero, México, Nayarit, Nuevo
León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Po-
tosí, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Así como dos
CREE más, en el Distrito Federal; Centro de Rehabilitación Za-
pata “Gaby Brimmer” y Centro de Rehabilitación y Educación
Especial “Iztapalapa”.
El organismo cuenta con Centros de Rehabilitación Integral
(CRI), que son unidades prestadoras de servicio de prevención de
discapacidad y rehabilitación integral, donde se atiende a personas
con discapacidad motora, auditiva, visual y con déficit intelectual,
asimismo, realiza valoración y tratamiento a través de consultas
médicas especializadas, paramédicas y psicología, trabajo social y
pedagogía; estudios de gabinete de electroencefalografía, electro-
miografía y radiología; terapias físicas, ocupacional y de lenguaje;
elaboración de órtesis, prótesis y otras ayudas funcionales.
A su vez, cuenta con cuatro Centros de Rehabilitación In-
tegral (CRI), distribuidos de la siguiente manera: uno en el Dis-
trito Federal “Tlazocihualpilli” uno en Jalisco y dos en Morelos;
con Unidades Básicas de Rehabilitación (UBR), que son unidades
prestadoras de servicios de promoción de la salud, prevención de
discapacidad, rehabilitación simple con participación de la fa-
milia y la comunidad y de referencia y contrarreferencia de per-
sonas con discapacidad. Constituye el primer nivel de atención
en servicios de rehabilitación y la base del sistema de atención a
personas con discapacidad.

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82 DERECHO DEL MENOR

Se cuenta con una Unidad Básica de Rehabilitación en Baja


California, entre otras.
Cabe mencionar, como dato interesante, que el presupuesto
asignado para el Programa de Atención a Personas con Discapa-
cidad, para el ejercicio fiscal de 2001, ascendió a la cantidad de
$234, 078, 524.15. Dato tomado del Acuerdo por el que el Sis-
tema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia publica
la calendarización de los recursos y distribución de la población
objetivo a nivel estatal, de los Programas de Atención a Perso-
nas con Discapacidad y de Atención a Población en Desamparo,
considerados como transferencias previstas en el Presupuesto de
Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal de 2001, publi-
cado en el Diario Oficial de la Federación del 26 de febrero de 2001.
Es necesario mencionar algunos conceptos contenidos en las
Reglas de Operación e Indicadores de Evaluación y Gestión del
Programa de Atención a Personas con Discapacidad (publicadas
en el Diario Oficial de la Federación del 9 de marzo de 2001).
Recordemos que el Sistema Nacional para el Desarrollo In-
tegral de la Familia está integrado al Sector Salud, y por decreto
presidencial (publicado en el Diario Oficial de la Federación del 21 de
diciembre de 1982) fue facultado para operar establecimientos
de asistencia social en beneficio de personas con discapacidad,
por tal motivo le fueron transferidos los recursos que la enton-
ces Secretaría de Salubridad y Asistencia destinaba a los servi-
cios de rehabilitación no hospitalaria. Con tal medida, el Sistema
Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia se constituyó
como la institución con mayor infraestructura de servicios de re-
habilitación y con la operación directa desde 1964 del Centro
de Rehabilitación Zapata “Gaby Brimmer” y de los centros de
rehabilitación educación especial desde 1983, este organismo ha
acumulado una amplia experiencia en la generación y operación
de modelos de atención, en la formación de recursos humanos
especializados en la capacitación continua de su personal.
El programa está orientado a garantizar la dignidad y la integri-
dad social de las personas con discapacidad, favorecer la unidad

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EL MENOR CON SALUD 83

y la fuerza de la familia en su beneficio, e impulsar el desarrollo


armónico de la comunidad y la sociedad en su conjunto para
brindarles oportunidades de desarrollo individual y social.
Este programa tiene como objetivos específicos fomentar la pre-
vención e impulsar la integración social de las personas con dis-
capacidad y su incorporación al desarrollo social integral, pro-
moviendo su respeto pleno para el ejercicio de sus derechos
humanos, políticos y sociales, la igualdad de oportunidades y la
equidad en el acceso a los servicios de salud, educación, capaci-
tación, empleo, cultura, recreación, deporte e infraestructura que
permita su movilidad y transporte y todo aquello que en su con-
junto contribuya a su bienestar y mejoría de su calidad de vida.
Así como la formación de recursos humanos profesionales,
técnicos y auxiliares para los centros y unidades básicas de reha-
bilitación, también capacitar permanentemente al personal a fin
de mantenerlos actualizados y garantizar la alta calidad de los
servicios.
La población beneficiada está constituida por la denominada
población abierta, es decir, aquella que no está amparada por los
sistemas de seguridad social, con discapacidad o en situación de
riesgo de padecer procesos discapacitantes. Es decir, la población
objetivo no sólo está conformada por las personas con discapa-
cidad, sino también por todas aquellas que debido a enfermeda-
des, accidentes y otras lesiones tienen la posibilidad de padecer
discapacidad.
De igual manera, se actúa en forma preventiva, se detectan
en grupos de población aparentemente sana, indicios o manifes-
taciones de enfermedades y lesiones que pueden generar discapa-
cidad y también se dan pláticas a diversos grupos a los que se les
informa sobre las características de la discapacidad y los riesgos
de presentarla.
Los grupos atendidos presentan básicamente las siguientes
modalidades de discapacidad: neuromotora, visual, auditiva, de
lenguaje e intelectual.

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84 DERECHO DEL MENOR

Se dispone de un Manual de Atención a Usuarios de los


Centros de Rehabilitación, vigente desde el 31 de enero de 1993,
en el que se establecen las disposiciones generales, condiciones
de ingreso, actividades para la valoración integral, servicios para
los usuarios, horarios, derechos y obligaciones, prohibiciones y
sanciones.
Hagamos un listado de los servicios que se proporcionan:
De prevención de discapacidad, que comprende orientación
genética, detección temprana de riesgo y de discapacidad en la
población y su atención oportuna, pláticas a grupos de la comu-
nidad sobre discapacidad, rehabilitación e integración.
De valoración integral, que incluye en la consulta médica, re-
habilitación, comunicación humana, pediatría, neurología, or-
topedia, genética y otras especialidades; en la consulta paramé-
dica, psicología, trabajo social, orientación para la capacitación
e integración laboral; en estudios de gabinete, electromiografía
y potenciales evocados, electroencefalografía, audiometría e im-
pedanciometría y radiología; en evaluación de aptitudes para el
trabajo, se aplican las siguientes pruebas: VALPAR, comprende
diecinueve pruebas de trabajo, dos de ellas especializadas, una
para personas con retardo mental y otras para personas ciegas.
APTICOM que es un sistema computarizado en la modalidad
de test psicométricos. MESA, que abarca ochenta y cuatro ejer-
cicios, que permite seleccionar rápidamente de un grupo nume-
roso a aquellas personas que realmente ameritan una evaluación
más acuciosa.
De tratamiento integral, que incluye terapia física y ocupacional,
orientación y movilidad, neurodesarrollo, terapia de lenguaje, te-
rapia psicológica, fabricación y reparación de órtesis, prótesis y
ayudas funcionales, enseñanza de técnicas de autocuidado o las
personas con discapacidad y sus familias.
De integración social, que comprende escuela para padres de
menores con discapacidad, seguimiento de menores con disca-
pacidad integrados a centros de desarrollo infantil y a la escuela
regular, desarrollo de habilidades para el trabajo, gestoría ocu-

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EL MENOR CON SALUD 85

pacional y colocación selectiva en empleo de las personas reha-


bilitadas, adiestramiento familiar en técnicas de rehabilitación
simple y asesoría en aspectos de atención, manejo y trato para
personas con discapacidad.
De investigación, clínica, epidemiológica sociomédica y desa-
rrollo tecnológico.
De asesoría y apoyo técnico, que comprende promoción sensibili-
zación y orientación a la comunidad en materia de discapacidad,
asesoría y apoyo técnico a instituciones públicas y organizaciones
de personas con discapacidad, consultoría técnica a los consejos
estatales promotores para la integración de las personas con dis-
capacidad, supervisión operativa del Sistema Estatal de Atención
integral a personas con discapacidad y de coordinación entre los
niveles de gobierno.
En resumen, los servicios que se prestan en los centros y unida-
des básicas de rehabilitación se dan en dos grandes modalidades:
Primera, en atención al interior de las personas con discapa-
cidad, mediante valoraciones y tratamientos que incluyen la con-
sulta médica especializada, la atención psicológica y social, los
estudios diagnósticos de gabinete, la terapia física, ocupacional
y de lenguaje, la elaboración y adaptación de prótesis, órtesis y
otras ayudas funcionales, la evaluación de aptitudes, el desarrollo
de habilidades para el trabajo y la gestoría ocupacional, así como
la enseñanza de las personas con discapacidad y sus familias en
actividades de autocuidado, con la finalidad de que alcancen ni-
veles funcionales óptimos, o facilitando ajustes o reajustes psico-
lógicos y sociales con el propósito de contribuir a su integración
familiar, escolar, social y laboral.
Y segunda, llevando a cabo en la comunidad actividades de
detección temprana de procesos incipientes de discapacidad para
atenderlos de manera oportuna, acciones de orientación e infor-
mación en materia discapacidad y rehabilitación, así como de ca-
pacitación a las personas con discapacidad y sus familiares para
llevar a cabo medidas de rehabilitación simple.

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86 DERECHO DEL MENOR

Otros apoyos
Además de las funciones sustantivas, los Centros de Rehabili-
tación llevan a cabo diversas actividades, como son: la formación de
especialistas en medicina de rehabilitación, su duración es de tres
años, con reconocimiento oficial, cuenta con tres sedes, el Centro
de Rehabilitación Zapata “Gaby Brimmer”, CREE de Toluca,
Estado de México, y CRI de Guadalajara, Jalisco; la formación de
licenciados en terapia física y terapia ocupacional, su duración es de cua-
tro y cinco años, su sede es el CREE de Toluca, Estado de Mé-
xico; la formación de auxiliares de terapia, se encuentra vigente desde
1988, y su duración es entre seis y dieciocho meses; la formación de
ortesistas-protesistas, su duración es de cinco años; educación continua,
con la cual se capacita a persona médico, paramédico y adminis-
trativo de los centros de rehabilitación del país, para alcanzar es-
tándares deseados en el desempeño de sus funciones; capacitación
general y específica, para lograr la actualización de conocimientos,
habilidades y destrezas; investigación, la búsqueda de nuevas alter-
nativas de tratamiento y manejo racional de los recursos disponi-
bles, y garantía de calidad, con enfoques estratégicos, como métodos
de planeación y supervisión.

6. Programa Nacional para el bienestar y la incorporación


al desarrollo de las personas con discapacidad

Se considera como estrategia principal para lograr la integra-


ción social y productiva de las personas con discapacidad, el im-
pulsar su autosuficiencia basada en la superación personal y en la
facilitación para ejercer, en condiciones de igualdad sus derechos,
y alcanzar una nueva cultura de integración social basada en el
respeto de su dignidad como personas.
Es el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Fa-
milia, la instancia gubernamental encargada de organizar y cul-
minar los esfuerzos de instituciones públicas y privadas, de la
sociedad civil organizada, así como de padres y madres de fami-
lia, e inclusive de las propias personas con discapacidad, y todas

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EL MENOR CON SALUD 87

estas inquietudes se han proyectado en el Programa Nacional


para el bienestar y la incorporación al desarrollo de las personas
con discapacidad, programa que opera a través de las siguientes
subcomisiones.

A. Subcomisión de salud, bienestar y seguridad social

Producto de los trabajos de esta Subcomisión son las siguien-


tes Normas Oficiales Mexicas:

—— NOM-167-SSA1-1997, para la prestación de servicios de


asistencia social para menores y adultos mayores (publi-
cada en el Diario Oficial de la Federación del 17 de noviem-
bre de 1999).
—— NOM-168-SSA1-1998, del expediente clínico (publicada
en el Diario Oficial de la Federación del 30 de septiembre de
1999).
—— NOM-169-SSA1-1998, para la asistencia social alimen-
taria a grupos de riesgo (publicada en el Diario Oficial de la
Federación del 19 de noviembre de 1999).
—— NOM-173-SSA1-1998, para la atención integral a per-
sonas con discapacidad (publicada en el Diario Oficial de la
Federación del 19 de noviembre de 1999).

Y como antecedente de estas normas oficiales, podemos


mencionar.

—— NOM-001-SSA2-1993, que establece los requisitos arqui-


tectónicos para facilitar el acceso, tránsito y permanencia
de los discapacitados a los establecimientos de atención
médica del Sistema Nacional de Salud (publicada en el
Diario Oficial de la Federación del 6 de diciembre de 1994).

Se efectúan dentro de esta Subcomisión labores de promo-


ción y prevención, para detectar discapacitados y se organizan

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88 DERECHO DEL MENOR

foros nacionales e internacionales, entre los que podemos men-


cionar el Tercer Congreso Internacional “La discapacidad en el
año 2000”, el Congreso Internacional sobre discapacidad y de-
sarrollo, el 10o. Foro Nacional de expresión de la población con
discapacidad, el Foro Nacional de dirigentes con discapacidad
auditiva, y el II Congreso Nacional de Prevención de defectos al
nacimiento. Algunos de estos eventos tuvieron la participación de
la Organización Panamericana de la Salud y la Organización
Mundial de la Salud.
Se proporciona también consultas médicas, paramédicas, de
medicina física, rehabilitación y fisiatría, así como se proporcio-
nan prótesis y marcapasos, entre otras ayudas funcionales.
La capacitación y formación de recursos humanos, entre
los que podemos mencionar: Jornadas de Médicos Residentes
de la Especialidad de Medicina de Rehabilitación, el seminario
Interinstitucional Experiencia en Rehabilitación, cursos para la
formación de fonoaudiólogos, comunicación aumentativa y al-
ternativa.
La cooperación interinstitucional, por ejemplo, con el Ins-
tituto Mexicano del Seguro Social, a través del Programa Insti-
tucional sobre la Discapacidad y su Prevención, que celebró el
10o. Foro Nacional de Expresión de la Población con Discapaci-
dad simultáneamente con treinta y siete delegaciones del mismo
Instituto.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabaja-
dores del Estado, participa también en el marco del Programa de
prevención del retraso mental en el recién nacido.
Mencionemos que el 13 de mayo de 1999 se inauguró el pri-
mer Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT), así tam-
bién podemos mencionar al CRIT del Estado de México, que es
el mayor centro pediátrico de rehabilitación del país, que es ope-
rado con los recursos que la sociedad aporta a través del evento
Teletón.

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EL MENOR CON SALUD 89

B. Subcomisión de educación

La Secretaría de Educación Pública, a través de las Unidades


de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER), incre-
menta la integración de los niños y niñas con discapacidad a la
escuela regular.
Se cuenta con el documento Perfiles de los desafíos de la in-
tegración educativa en América Latina; como parte del Proyecto
de la Política Educativa Interamericana (SEP-CIDI/OCEA).
Se cuenta con los Centros de Formación para el Trabajo (Ce-
cati) a nivel nacional, en donde, entre otras actividades, se impar-
te el curso de lenguaje de señas mexicano, para quien lo solicite.
De igual manera Conalep apoya a las personas con discapa-
cidad, cabe mencionar que los cursos que mayor demanda tienen
son computación, carpintería, conservación de alimentos; corte
y confección.
Hagamos referencia al Programa de atención a personas con
capacidad diferenciada, dentro del cual se prestan talleres que
pretenden romper tabúes en torno al trabajo. Se cuenta en todos
los estados de la República mexicana, con el Manual de Opera-
ción de los Programas de Atención Comunitaria, que incluye el
Programa de Atención a Personas con Capacidad Diferenciada.
Es relevante mencionar el Directorio de Asociaciones de per-
sonas con discapacidad, editado por el Instituto Nacional de Es-
tadística, Geografía e Informática (INEGI) y el Sistema Nacional
para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) (1a. ed. mayo de
1997 y 2a. ed. diciembre de 1997).
También citemos a la Guía de Instituciones Públicas que
atienden a personas con discapacidad, elaborada por la Comi-
sión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), 1999.
La Secretaría de Educación Pública tiene establecidos com-
promisos y acuerdos en favor de las personas con discapacidad,
entre los que mencionaremos a:

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90 DERECHO DEL MENOR

—— ARARÚ, Organización Mundial de Personas con Disca-


pacidad, Instituto Nacional de la Comunicación Huma-
na, Mujeres en Serio, A. C., Unidos en el Desarrollo Hu-
mano, Comunidad CRECER, CONFE, Libre Acceso,
A.C., APAC, Very Special Artículos Consejo Nacional
de y para Personas con Discapacidad, CANACINTRA,
Universidad de las Américas, Organismo Mexicano del
Desarrollo Integral de los Discapacitados Visuales, CA-
PYS E IPPLIAP.

C. Subcomisión de rehabilitación laboral, capacitación y trabajo

La Secretaría de Trabajo y Previsión Social publicó, el 13 de


diciembre de 1999, la NOM-001-STPS-1999, relativa a locales,
instalaciones y áreas en los centros de trabajo, que hace referen-
cia a las facilidades de que deben disfrutar los trabajadores disca-
pacitados, tanto en sus actividades como en su desplazamiento.
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Fami-
lia, por conducto de los Centros de Rehabilitación y Educación
Especial y las Agencias de Integración Laboral, atiende a perso-
nas con discapacidad.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público proporciona
autorizaciones para recibir donativos deducibles del impuesto so-
bre la renta para los donantes que beneficien a discapacitados;
autoriza la importación de mercancías donadas por entidades y
personas no lucrativas del extranjero, exentas de impuestos de
comercio exterior, cuando los beneficiarios son discapacitados,
de igual manera autoriza la importación de vehículos especiales
o adaptados para el uso de personas con discapacidad, exentos de
los impuestos de comercio exterior, también autoriza la impor-
tación de prótesis y equipo médico necesario para personas con
discapacidad exentos de impuestos.
También, el Colegio Nacional de Educación Profesional Téc-
nica (Conalep) cuenta con el Programa de Atención a Personas
con Capacidad Diferenciada (PAD).

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EL MENOR CON SALUD 91

El ISSSTE dispone del Programa Metropolitano de la Ciu-


dad de México para la incorporación de las Personas con Disca-
pacidad al Mercado Laboral.

D. Subcomisión de cultura

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en unión


de diferentes organizaciones ha realizado diferentes talleres en
beneficio de discapacitados, así como visitas guiadas a museos
nacionales.

E. Subcomisión de recreación y deporte

Esta Subcomisión está integrada por distintos organismos,


como son la Comisión Nacional del Deporte, el DIF, el IMSS, y
el ISSSTE, el Instituto de la Juventud y el Deporte en el Distrito
Federal, así como de diversas federaciones deportivas que agru-
pan atletas con alguna discapacidad.
Aquí se hace manifiesta la cultura del deporte, para las per-
sonas con discapacidad, que genera opciones de participación
deportiva, así como promueve y fortalece el incremento de de-
portistas, modelo de superación, también se promueve la capaci-
tación de personal técnico y voluntario que atienda a este sector
de la población. Se tiene el Manual de Promotor Voluntario del
Deporte Adaptado, que en forma constante se revisa. También
se promueve a nivel nacional la elaboración y ejecución de pro-
gramas deportivos en las diferentes instalaciones municipales y
estatales. Prueba de lo anterior son los juegos Paralímpicos Na-
cionales y Panamericanos, con la participación de federaciones
nacionales de deportistas sobre sillas de ruedas, deportistas espe-
ciales y de ciegos y débiles visuales y sordos.

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92 DERECHO DEL MENOR

F. Subcomisión de accesibilidad, telecomunicaciones y transporte

La falta de una cultura de respeto que dignifica a las personas


con discapacidad es una de las barreras más grandes con las que
nos enfrentamos. Y en gran medida las barreras arquitectónicas
que impiden la óptima integración de las personas con discapa-
cidad, se fomenta la creación de una cultura de respeto hacia las
personas con discapacidad, así como el nivel de atención de los
prestadores de servicios públicos y privados hacia los discapaci-
tados, la revisión constante de los criterios normativos para el
diseño, construcción y operación de los espacios arquitectónicos
para personas con discapacidad.
Una de las principales condiciones para que las personas con
discapacidad puedan participar integralmente en la vida social,
radica en que puedan acceder a todos los espacios, públicos y
privados. En consecuencia el IMSS elaboró en la División de
Proyectos de la Coordinación de Construcción Conservación y
Equipamiento y con la colaboración de personas con diversas
discapacidades, las Normas para la accesibilidad de las personas
con discapacidad (IMSS, 2a. ed., 2000).
Se promueven cursos talleres de formación de instructores
—monitores en la atención pública a personas con discapaci-
dad—. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes cuenta
con una capacitación continua, para la atención de personas con
discapacidad en el transporte público federal y se revisa y actuali-
za constantemente el Manual de Atención Pública a Personas con
Discapacidad en el Autotransporte Público Federal, así como los
Criterios normativos para el diseño, construcción y operación de
espacios arquitectónicos para personas con discapacidad. Aquí se
contemplan los conceptos básicos sobre las diferentes discapaci-
dades, y la manera de auxiliar a las personas que las padecen, se
atiende a las normas mínimas de construcción, uso de espacios
públicos y recreativos, como centros deportivos, templos religio-
sos, cines y teatros, restaurantes y hoteles, con especial atención
a la construcción y diseño de casas habitación para personas con

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EL MENOR CON SALUD 93

discapacidad. Muestra innegable del impacto social que tienen


estos criterios lo es que en abril de 2000 se llevó a cabo el Primer
Foro Nacional sobre Accesibilidad y Uso de Espacios Arquitec-
tónicos, con la participación de 158 representantes de las áreas
de obras públicas de los diferentes Estados de la República, de
los Consejos Estatales de Planeación y Desarrollo, de los DIF es-
tatales, de las principales facultades y escuelas de arquitectura e
ingeniería y de los institutos tecnológicos del país, así como de
las diferentes Secretarías de Estado y de Asociaciones y Colegios
de Arquitectos. Se pretende crear en el aspecto de accesibilidad,
a partir de la infancia una cultura de respeto a las personas con
discapacidad en el hogar, en el trabajo y de manera general en la
sociedad; en el aspecto de las telecomunicaciones diseñar un sitio
en internet con información actual y detallada para personas con
discapacidad.

G. Subcomisión de legislación y derechos humanos

Se cuenta con el Convenio 159 de la Organización Inter-


nacional del Trabajo del mes de octubre de 1999, referente a la
rehabilitación laboral de personas con discapacidad, entre otras
muchas actividades.

7. Las Normas Oficiales Mexicanas

El gobierno federal atento al problema que representa una


adecuada atención a la discapacidad, mediante el Acuerdo que
creó la Oficina Ejecutiva de la Presidencia de la República (publi-
cado en el Diario Oficial de la Federación del 4 de diciembre de 2000),
instituyó diversas unidades administrativas, entre la que se men-
ciona la Oficina de Representación para la Promoción e Integra-
ción Social para Personas con Discapacidad, la cual contará con
el apoyo necesario que las dependencia y entidades de la adminis-
tración pública federal le brinden. A su vez, tiene como objetivo

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94 DERECHO DEL MENOR

primordial la realización de acciones de promoción, planeación y


apoyo que garanticen la igualdad de oportunidades y la equidad
en los accesos a los servicios públicos de las personas con discapa-
cidad, así como su plena integración a la sociedad mexicana.
En concordancia con lo anterior, se creó el Consejo Nacional
Consultivo para la Integración de las Personas con Discapacidad,
como un órgano de consulta e instancia de coordinación para las
políticas, estrategias y acciones en materia de discapacidad (Dia-
rio Oficial de la Federación del 13 de febrero de 2001). Se plantea
este consejo el cumplimiento de los siguiente objetivos: diseñar
políticas, acciones o estrategias públicas coordinadas, tendien-
tes a la integración social de las personas con discapacidad y su
incorporación a la vida nacional; proponer e impulsar acciones
encaminadas a garantizar el pleno respeto y ejercicio de los de-
rechos humanos, políticos y sociales de las personas con discapa-
cidad, así como la igualdad de oportunidades y la equidad en el
acceso a los servicios de salud, educación, capacitación, empleo,
cultura, información, recreación y deporte; y de todo aquello que
en su conjunto contribuya al bienestar, desarrollo y mejora de la
calidad de vida de este sector de la sociedad; promover la ela-
boración de proyectos que en la infraestructura y edificaciones
públicas o privadas del país faciliten la accesibilidad, movilidad y
el transporte de las personas con discapacidad, y fomentar y di-
fundir entre toda la población una nueva cultura de integración
social de la personas con discapacidad basada en el respeto y la
dignidad, que considere que la participación plena de este sector
enriquece a la sociedad en su conjunto y fortalece los valores y la
unidad de la familia y la nación.
Este consejo estará presidido por el titular de la Oficina de
Representación para la Promoción e Integración para Personas
con Discapacidad.
Como se aprecia, el gobierno federal retoma un nuevo im-
pulso para la atención de personas con discapacidad.
Es necesario mencionar que la vigente Ley Federal sobre Me-
trología y Normalización trata, entre otros objetivos, el de orga-

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EL MENOR CON SALUD 95

nizar y unificar el proceso de elaboración de los diversos instru-


mentos jurídicos empleados para regular cuestiones de carácter
técnico, y a partir del 16 de octubre de 1993 surgen las normas
oficiales mexicanas como un nuevo instrumento jurídico ya que
en su elaboración participan representantes de los sectores pú-
blico, social y privado; los cuales integran comités consultivos
nacionales de normalización, encargados a su vez de elaborar
y publicar los proyectos de dichos instrumentos jurídicos, con la
finalidad de que los interesados hagan del conocimiento del co-
mité respectivo sus observaciones y éste las considere para que,
en su caso, se modifique el proyecto. Las modificaciones que rea-
licen al proyecto así como las respuestas a los comentarios reci-
bidos, se publican con anterioridad a la norma oficial mexicana.
Cabe mencionar que la Ley Federal sobre Metrología y Nor-
malización ha tenido reformas, las cuales tienen por objeto faci-
litar y agilizar la modificación de las normas oficiales mexicanas
con la posibilidad de que puedan adaptarse a los cambios cientí-
ficos y técnicos.
Como ya se explicó, en materia de salud, existen dos comi-
tés consultivos nacionales de normalización; el de Regulación y
Fomento Sanitario y el de Prevención y Control de Enfermeda-
des, antes de Servicios de Salud (Gaceta, Medica Mexicana, vol. 133,
núm. 6, pp. 621-623).
Hacemos algunos comentarios a cuatro normas oficiales
mexicanas por considerarlas como las más relevantes en materia
de discapacidad:

A. NOM-173-SSA1-1998, para la atención integral a personas


con discapacidad (publicada en el Diario Oficial
de la Federación del 19 de noviembre de 1999)

En la elaboración de esta norma participaron:

—— Secretaria de Salud.
—— Secretaría de la Defensa Nacional.

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96 DERECHO DEL MENOR

—— Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.


—— Instituto Mexicano del Seguro Social.
—— Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Traba-
jadores del Estado.
—— Instituto de Servicios de Salud del Distrito Federal.
—— Organización Panamericana de la Salud.
—— Consejo Mexicano de Medicina de Rehabilitación, A. C.
—— Consejo Nacional de Organizaciones de y para Personas
con Discapacidad del Distrito Federal.
—— Confederación Mexicana de Organizaciones en favor de
la Persona con Deficiencia Intelectual, A. C.
—— Confederación Nacional Deportiva, Cultural y Recreati-
va de Silentes de México, S. A.
—— Sociedad Mexicana de Medicina Física y Rehabilita-
ción, A.C.
—— Asociación Pro-Paralítico Cerebral, I. A. P.
—— Industrias de Buena Voluntad, I. A. P.
—— Discapacitados Mexicanos, A. C.
—— Discapacitados Visuales, A. C.
—— Fundación Apoyo Real, I. A. P.
—— Grupo de Estudios del Nacimiento GEN, A. C.
—— Comunidad Crecer, A. C.
—— Organización de las Naciones Unidas para las Normas
Uniformes para la Igualdad de Oportunidades para las
Personas con Discapacidad.
—— Escuela para Sordos del Distrito Federal.

Como se aprecia, en esta NOM se involucra el mayor núme-


ro posible de organizaciones interesadas en lograr el bienestar de
los discapacitados.
La discapacidad es un problema de salud pública. Los tipos
y grados de discapacidad se presentan de manera diferente en
las entidades federativas del país, incluso al interior de ellas por
las diferentes condiciones económicas, sociales y culturales, tales
como la pobreza, la marginación social, el déficit en la atención,

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EL MENOR CON SALUD 97

la malnutrición, el acelerado crecimiento de la población, la falta


de una oportuna prestación de servicios de salud, las desigualda-
des sociales, así como todo aquello relacionado con la cobertura
de acciones dirigidas a prevenir y restaurar la salud y los cambios
sociales que ha desencadenado acciones de violencia extrema.
Esta NOM es de observancia obligatoria para todo el perso-
nal de salud que presta servicios de prevención, atención y reha-
bilitación de cualquier tipo de discapacidad, en los establecimien-
tos de atención médica de los sectores público, social y privados
en el territorio nacional.
Para los efectos de esta norma se entiende por:
Defecto de nacimiento: la anormalidad del desarrollo anatómico-
estructural, del crecimiento, maduración o metabólica presente
al momento de nacer, en forma notoria o latente, que interfiera
en el proceso de adaptación a la vida extrauterina, pudiendo cau-
sar la muerte del recién nacido o bien causar alteraciones disca-
pacitantes, biológicas y psicológicas que condicionan su calidad
de vida.
Detección temprana: la identificación de personas con factores
asociados físicos, mentales o sociales, que puedan causar invali-
dez o discapacidad o signos que evidencian estadios iniciales de
discapacidad.
Discapacidad: la ausencia, restricción o pérdida de la habili-
dad, para desarrollar una actividad en la forma o dentro del mar-
gen, considerado como normal para un ser humano.
Discapacidad auditiva: la restricción en la función auditiva por
alteraciones en oído externo, medio, interno o retrococleares,
que a su vez pueden limitar la capacidad de comunicación.
Discapacidad intelectual: al impedimento permanente en las
funciones mentales consecuencia de una alteración prenatal, pe-
rinatal, posnatal o alguna alteración que limita a la persona a rea-
lizar actividades necesarias para su conducta adaptativa al medio
familiar, social, escolar o laboral.

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98 DERECHO DEL MENOR

Discapacidad neuromotora: la secuela de una afección en el sis-


tema nervioso central, periférico o ambos y al sistema músculo
esquelético.
Debilidad visual: la incapacidad de la función visual después
del tratamiento médico o quirúrgico, cuya agudeza visual con su
mejor corrección convencional sea de 20/60 a percepción de la
luz, o un cambio visual menor a 10° pero que la visión baste para
la ejecución de sus tareas.
Discapacidad visual: la agudeza visual corregida en el mejor de
los ojos igual o menor de 20/200, o cuyo campo visual es menor
de 20º.
Estimulación múltiple temprana: al proceso que se utiliza precoz
y oportunamente para llevar al máximo las posibilidades físicas e
intelectuales del niño mediante una estimulación regulada y con-
tinuada; llevada a cabo en todas las áreas sensoriales.
Grado de discapacidad: el impacto de la restricción o ausencia
de la capacidad para realizar una actividad o función necesaria
dentro de su rol normal.
Habla, la expresión motora de orden cortical mediante la cual
las palabras se convierten en sonido, interviniendo el sistema ner-
vioso central y periférico (aparato fonoarticulador).
Impedimento: la pérdida o anormalidad de un aparato, órgano,
estructura anatómica, fisiológica o psicológica.
Integración social: el estudio en el cual una persona con disca-
pacidad logra realizar una actividad o función necesaria dentro
de su rol normal.
Invalidez: al efecto de una o más discapacidades que interac-
túan con el medio, ambiente físico y social en desempeño conside-
rado como normal de un individuo, en función de su edad y sexo.
Persona con discapacidad: al ser humano que presenta una dis-
minución en sus facultades físicas, mentales o sensoriales que le
limitan realizar una actividad considerada como normal.
Prevención de discapacidad: a las acciones emprendidas por un
grupo multidisciplinario dirigidas a evitar la aparición y estruc-
turación de secuelas que impliquen la restricción o ausencia de

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EL MENOR CON SALUD 99

la capacidad de realizar una actividad dentro del margen que se


considera normal para el ser humano.
Rehabilitación: al conjunto de medidas encaminadas a mejorar
la capacidad de una persona para realizar por sí misma, activi-
dades necesarias para su desempeño físico, mental, social, ocupa-
cional y económico, por medio de órtesis, prótesis, ayudas funcio-
nales, cirugía reconstructiva o cualquier otro procedimiento que
le permita integrarse a la sociedad.
Primer nivel de atención: al que proporciona servicios al usuario,
a la familia y a la comunidad de tipo integral, preventivo, cura-
tivo y de rehabilitación, apoyados en estudios de laboratorio y
gabinete de baja complejidad, así como promoción de la salud,
educación para la salud, fomento sanitario e investigación, orien-
tados principalmente a los problemas de salud de mayor frecuen-
cia y realizan acciones de referencia a otro nivel, se consideran
como ejemplos: Módulos Básicos de Rehabilitación, Unidad Bá-
sica de Rehabilitación y otros similares.
Segundo nivel de atención: al que proporciona atención médica
en las cuatro especialidades básicas: cirugía general, medicina in-
terna, gineco-obstetricia y pediatría, así como otras complemen-
tarias y cuatro áreas de apoyo: anatomía patológica, laboratorio
clínico, anestesiología y radiología así como acciones de referen-
cia y contrarreferencia. En materia de rehabilitación se considera
como ejemplos: centros de rehabilitación integral, servicios de
medicina física, servicios de fisioterapia y otros similares.
Tercer nivel de atención: al que realiza docencia, investigación y
formación de recursos humanos y proporciona atención médica
de alta complejidad y rehabilitación integral en donde la refe-
rencia de casos es caracterizada por personas con discapacidad
severa o del difícil diagnóstico. En materia de rehabilitación se
consideran como ejemplos: centros de rehabilitación, centros de
rehabilitación y educación especial, unidad de medicina física y
rehabilitación, institutos nacionales de salud y otros similares.
Resonancia: a la capacidad que tiene un cuerpo de poner a vi-
brar a otro a su misma frecuencia.

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100 DERECHO DEL MENOR

Timbre: al resultado de la suma de sonidos armónicos agrega-


dos al tono fundamental que se produce en cuerdas vocales y que
está dado por las cavidades de resonancia.
Ritmo: a la característica prosódica o de patrón del habla que
se genera por cambios en la voz y la articulación, o por la com-
binación de ambas.
Terapia física: a la aplicación de los medios físicos con fines
terapéuticos.
Terapia de lenguaje: al conjunto de acciones dirigidas a restau-
rar las discapacidades de la comunicación humana en audición,
voz, lenguaje, aprendizaje y habla.
Terapia ocupacional: al conjunto de acciones que contribuyen a
la utilización de las capacidades funcionales y al logro de la máxi-
ma independencia en actividades de la vida diaria.
Voz: al sonido producido al paso del aire proveniente de los
pulmones, a través de la laringe, en especial por las cuerdas voca-
les y modificado por las cavidades de resonancia.

B. NOM-169-SSA1-1998, para la asistencia social


alimentaria a grupos de riesgo (publicada en el Diario
Oficial de la Federación del 19 de noviembre de 1999)

En la elaboración de esta norma participaron las siguientes


instituciones:

—— Secretaría de Salud.
—— Secretaria de Comercio y Fomento Industrial.
—— Secretaría de la Reforma Agraria.
—— Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal.
—— Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.
—— Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán”.
—— Comisión Nacional de Alimentación.
—— Organización Panamericana de la Salud.
—— Organización de las Naciones Unidas para la Agricultu-
ra y la Alimentación.

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EL MENOR CON SALUD 101

—— Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refu-


giados.
—— Comisión Nacional Alimentaria.
—— Compañía Nacional de Subsistencias Populares.
—— Instituto Nacional Indigenista.
—— Fideicomiso Central de Abastos de la Ciudad de México.
—— Junta de Asistencia Privada.

Esta Norma Oficial Mexicana establece los criterios de ope-


ración de los programas de asistencia social alimentaria dirigidos
a grupos de riesgo y a grupos vulnerables, y es obligatoria en
el territorio nacional para las localidades e instituciones de los
sectores público, social y privado que brinden atención alimen-
taria a grupos en riesgo y grupos vulnerables fundamentalmente
niños, adultos, ancianos y familias cuya vulnerabilidad aumenta
por condiciones socioeconómicas adversas, fenómenos de la na-
turaleza, situaciones extraordinarias e incapacidad.
Grupos de riesgo: quienes tienen dificultad de disponer y acce-
der a los alimentos, para satisfacer sus necesidades básicas debido
a fenómenos hidrometereológicos, geológicos y socio-organiza-
tivos, o bien están asentados en localidades con características
socioeconómicas deficientes en forma permanente.
Grupos vulnerables: conjunto de personas que por característi-
cas fisiológicas o patológicas (menores de cinco años, mujeres em-
barazadas o en periodo de lactancia, escolares, adultos mayores y
discapacitados) tienen mayor riesgo de sufrir desnutrición.
La vigilancia del cumplimiento de esta norma corresponde a
la Secretaría de Salud y a los gobiernos de las entidades federati-
vas en el ámbito de sus respectivas competencias.

C. NOM-167-SSA1-1997, para la prestación de servicios de


asistencia social para menores y adultos mayores (publicada en el
Diario Oficial de la Federación del 17 de noviembre de 1999)

En la elaboración de esta Norma Oficial Mexicana parti-


ciparon:

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102 DERECHO DEL MENOR

—— Secretaria de Salud.
—— Secretaría de Comercio y Fomento Industrial.
—— Secretaría de Educación Pública.
—— Secretaría de Gobernación.
—— Secretaría de la Defensa Nacional.
—— Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Fa-
milia.
—— Organización Panamericana de la Salud.
—— Gobierno del Distrito Federal.
—— Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
—— Instituto Mexicano del Seguro Social.
—— Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Traba-
jadores del Estado.
—— Instituto Nacional de Nutrición “Salvador Zubirán”.
—— Instituto Nacional de la Senectud.
—— Instituto Nacional para la Rehabilitación de Niños Cie-
gos y Débiles Visuales.
—— Hospital para Enfermos Crónicos “Gustavo Baz”.
—— Junta de Asistencia Privada.
—— Petróleos Mexicanos.
—— Universidad Nacional Autónoma de México.

Esta Norma Oficial Mexicana establece mecanismos básicos


que facilitan y alientan la instrumentación de acciones en favor de
los menores y adultos mayores sujetos a asistencia social, tomando
en cuenta la condición específica de cada entidad federativa.
Tiene por objeto establecer los procedimientos para unifor-
mar principios, criterios, políticas y estrategias en la prestación de
servicios y desarrollo de actividades en materia de asistencia so-
cial a menores y adultos mayores. Es aplicable a todas las depen-
dencias y entidades de la administración pública, tanto federal
como local y a las personas físicas o morales de los sectores social
y privado que conforman el Sistema Nacional de Salud.
Esta norma nos proporciona el concepto de menor en esta-
do de desventaja social, siendo éste el que presenta una o varias

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EL MENOR CON SALUD 103

de las características siguientes: maltrato físico, mental o sexual;


ambiente familiar que pone en riesgo e impide su desarrollo in-
tegral; desintegración familiar; pobreza extrema, enfermedad se-
vera física, mental o emocional; enfermedad o incapacidad de los
padres; padres privados de la libertad.

a. Admisión de menores en guardería infantil


con discapacidad

En las guarderías infantiles deberán ser admitidos los meno-


res de acuerdo a la siguiente tipificación de discapacidad y que no
presenten otra asociada:
Problemas músculo esqueléticos, amputación unilateral, mal-
formaciones del pié tratadas en proceso de rehabilitación (equino
varo, zambo o both, plano-valgo, talo), malformaciones congéni-
tas (sindactilia, polidactilia, focomelia proximal y distal, displasia
y subluxación de cadera, escoliosis, xifósis, tortícolis, acondra-
plasia), lesión de neurona motora central, parálisis cerebral, mo-
noparesia, hemiparesia, paraparesia, diparesia y cuadriparesia
leve, lesión de neurona motora periférica (raíz, tronco, nervio),
secuelas de quemaduras que no limiten apreciablemente el movi-
miento del aparato músculo esquelético y luxación congénita de
cadera o similares que no requieran aparatos de yeso.

b. Recursos humanos para atención

Para atender menores con discapacidad se implementarán


programas de sensibilización y capacitación continua para la
persona encargada de cada área, sin que se requiera de alguna
especialización.

c. Instalaciones para discapacitados

La atención que se preste a los menores con discapacidad se


proporcionará en áreas físicas, instalaciones, mobiliario y equipo

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104 DERECHO DEL MENOR

con el que cuente la guardería infantil y de manera gradual se


incorporarán las ayudas y asistencias técnicas necesarias para su
estancia y permanencia.

d. Actividades educativas y recreativas

Comprenden la atención completa y suficiente para su desa-


rrollo, brindando experiencias que enriquezcan las esferas cog-
noscitiva, afectiva y psicomotora.

D. NOM-001-SSA2-1993, que establece los requisitos arquitectóni-


cos para facilitar el acceso, tránsito y permanencia de los discapaci-
tados a los establecimientos de atención médica del Sistema Nacio-
nal de salud (publica en el Diario Oficial de la Federación
del 6 de diciembre de 1994)

Esta norma tiene por objeto facilitar el acceso, tránsito y


permanencia de los discapacitados en las unidades de atención
médica del Sistema Nacional de Salud y así coadyuvar a su inte-
gración a la vida social, determinar los requisitos arquitectónicos
que deberán cumplir los establecimientos de atención médica de
los sectores público, social y privado, para brindar accesibilidad
en la prestación de servicios de salud a este grupo de la población.

a. Perros guía

A los perros guía que acompañen y sirvan de apoyo a ciegos


se les permitirá la entrada a las áreas públicas de los estableci-
mientos para la atención médica del Sistema Nacional de Salud.

b. Requisitos arquitectónicos generales

Para indicar la proximidad de rampas, escaleras y otros cam-


bios de nivel, el piso deberá tener textura diferente respecto al
predominante.

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EL MENOR CON SALUD 105

En todos los accesos exteriores y de intercomunicación las


puertas deberán tener colores de alto contraste en relación a los
de la pared. Si están cerca de la esquina o en la esquina de una
habitación, deberán abatir hacia el muro más cercano. Las puer-
tas de emergencia estarán marcadas claramente con letreros y
color contraste y deberán abrir hacia afuera. Las manijas y cerra-
duras deberán ser resistentes, de fácil manejo.

c. Requisitos arquitectónicos específicos

Los establecimientos para la atención médica contarán con


una entrada al nivel de piso, sin diferencias de niveles entre el
interior y exterior, cuando nos sea posible, las entradas deberán
tener rampas. Los edificios de dos o más niveles deberán tener
elevador.

d. Normas para la accesibilidad de las personas


con discapacidad

Partamos de la idea de que las personas con discapacidad ne-


cesitan de participar integralmente en la vida social, punto impor-
tante es que puedan tener acceso a todos los espacios públicos y
privados. El Instituto Mexicano del Seguro Social, por conducto
de su División de Proyectos de la Coordinación de Construcción,
Conservación y Equipamiento, y, desde luego, con la participación
de personas con diversas discapacidades, elaboró el documento
intitulado, Normas para la accesibilidad de las personas con discapacidad
(movilidad limitada, ceguera y sordera), para todas las personas
con alguna discapacidad o necesidades especiales, las cuales com-
prenden los estudios ergonométricos, movimientos del cuerpo hu-
mano y de los equipos y elementos con los que se desenvuelve la
población con discapacidad, para los desplazamientos de las sillas
de ruedas, las muletas o auxiliares que ayudan a su autonomía.

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106 DERECHO DEL MENOR

A su vez, integran los criterios para la eliminación de barre-


ras físicas que permitan un adecuado acceso a las edificaciones
y apoyo en los proyectos de arquitectura en las obras nuevas,
remodelaciones o ampliaciones. Este conjunto de principios téc-
nicos está basado en una investigación realizada por el Instituto
Mexicano del Seguro Social y con la valiosa participación de
personas con discapacidad que ha dado como resultado el deter-
minar los elementos y servicios necesarios para su mejor integra-
ción en los entornos arquitectónicos y urbanos.
Análisis de medidas antropométricas. La base de concepción de
espacios en el aspecto físico, es la antropometría, que con el paso
del tiempo, con la práctica y un poco de sentido común, el arqui-
tecto maneja hábilmente, ya que el usuario del espacio tiene más
o menos las mismas características anatómicas que él, esto es su
fisiología es la misma. Los diseños para personas con discapaci-
dad son diferentes a los de los usuarios sin discapacidad, por lo
que se consideran las siguientes medidas útiles:
La escritura Braille. Este sistema de escritura y lectura fue desa-
rrollado por Louis Braille desde 1823, y es de gran ayuda para las
personas ciegas; consiste en el uso de dos a cinco puntos realza-
dos sobre las posibles seis posiciones, de modo que cada conjunto
corresponde a una letra del alfabeto.
Comunicación manual. La mayoría de los sordos y mudos adop-
tan un lenguaje de señas para comunicarse. Estos movimientos
son gestos desarrollados a partir de los que se usan comúnmente.
Los símbolos están organizados de tal modo que pueden anali-
zarse lingüísticamente y combinarse en formas exclusivas. Cada
gesto individual es una seña.
La dactilología. Consiste en usar distintas posiciones de la mano
que representan las letras del alfabeto. Normalmente se emplean
como un complemento al lenguaje de señas, se usan para nom-
bres propios o ideas u objetos para lo que no existen señas.
Trazo de símbolos. Aquí se considera los símbolos de accesos
usuales y representativos, relacionados a las diferentes discapa-
cidades.

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EL MENOR CON SALUD 107

El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Dis-


trito Federal (DIF, D. F.) se creó por decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación del 3 de julio de 1997, como un organismo
descentralizado de la administración pública del distrito federal,
con personalidad jurídica y patrimonio propio, que entre sus ob-
jetivos están los de promover y prestar servicios de asistencia so-
cial, promover e impulsar el sano crecimiento físico, mental y
social de los menores, fomentar y apoyar a las asociaciones, so-
ciedades civiles y demás entidades privadas, cuyo objeto sea la
prestación de servicios de asistencia social, sin perjuicios de las
atribuciones que al efecto correspondan a otras dependencias,
opera establecimientos de asistencia social en beneficio de meno-
res de estado de abandono, de ancianos desamparados y de dis-
capacitados sin recursos, para llevar a cabo acciones en materia
de prevención de discapacidad y de rehabilitación de discapacita-
dos en centro no hospitalarios, realizar estudios e investigaciones
sobre asistencia social y discapacidad, prestar asistencia jurídica
y de orientación social a menores, ancianos, discapacitados y, en
general, a personas sin recursos, apoyar el ejercicio de la tutela
de los incapaces, poner a la disposición del Ministerio Público
los elementos a su alcance para protección de incapaces en los
procedimientos civiles y familiares, participar en la elaboración
y ejecución de programas de rehabilitación educación especial,
entre otros.
El Estatuto Orgánico del Sistema para el Desarrollo Integral
de la Familia del Distrito Federal, publicado en la Gaceta Oficial del
Distrito Federal del 15 de diciembre de 1997 señala las atribuciones
de la Dirección de Promoción y Desarrollo Social, a la cual le co-
rresponde entre otras, la de promover el desarrollo físico y men-
tal de los menores y discapacitados sujetos a la asistencia social,
operar talleres especializados para fomentar la capacitación para
el trabajo de los sujetos de asistencia social.
El sistema cuenta también con la Dirección de Atención a
Grupos Vulnerables, a la que corresponde entre otros asuntos, el
de promover, instrumentar y ejecutar mecanismos para fortalecer

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108 DERECHO DEL MENOR

la oferta de servicios, así como el establecimiento y desarrollo de


programas interinstitucionales integrales, de asistencia social en
beneficio de la mujer, la población de tercer edad, las personas
con discapacidad y los indigentes.

8. Ley General de las personas con discapacidad (publicada en el Diario


Oficial de la Federación del 10 de junio de 2005)

Esta ley es de observancia general en los Estados Unidos


Mexicanos y objeto es establecer las bases que permitan la plena
inclusión de las personas con discapacidad, dentro de un marco
de igualdad en todos los ámbitos de la vida (artículo 1o.).
Los principios que deberán observar las políticas en la ma-
teria son: la equidad, la justicia social, la igualdad (incluida la
igualdad de oportunidad), el respeto por la diferencia, el respeto
a la dignidad y a la autonomía individual (incluida la libertad de
tomar las propias decisiones y la independencia de las personas
con discapacidad), la integración a través de la participación e
inclusión plenas y efectivas en la sociedad), el reconocimiento y
la aceptación de la discapacidad como parte de la diversidad y la
condición humanas. La accesibilidad, y la no discriminación (ar-
tículo 5o.).
Esta ley contiene gran cantidad de derechos de los discapaci-
tados, entre otros:

—— El derecho a servicios públicos para la atención de su


salud y rehabilitación integral (artículo 7o.).
—— El derecho al trabajo y la capacitación, en términos de
igualdad de oportunidades y equidad (artículo 9o.).
—— El derecho a la educación. La que imparta y regule el
Estado deberá contribuir a su desarrollo integral para
potenciar y ejercer plenamente sus capacidades, habili-
dades y aptitudes (artículo 10).
—— El derecho a ayudas técnicas. Tienen derecho a recibir
información acerca de las ayudas técnicas a la movilidad,

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EL MENOR CON SALUD 109

de aquellos dispositivos técnicos y tecnológicos de apoyo,


incluidas nuevas tecnologías, así como cualquier forma de
asistencia y servicios e instalaciones de apoyo (artículo 11).
—— Derecho a la lengua de señas. La legua de señas mexica-
nas es una de las leguas nacionales que forman parte del
patrimonio lingüístico con que cuenta la nación mexica-
na (artículo 12).
—— Derecho al libre desplazamiento debe ser en condiciones
dignas y seguras en espacios públicos (artículo 13).
—— Derecho a una vivienda digna (artículo 16).
—— Derecho a la práctica de actividades físicas y deportivas
(artículo 21).
—— Derecho a acceder y disfrutar de los servicios culturales,
participar en la generación de cultura y colaborar en la
gestión cultural (artículo 22).
—— Derecho a recibir un trato digno y apropiado en los pro-
cedimientos administrativos y judiciales, con asesoría y
representación gratuita (artículo 24).

9. Ley para las personas con discapacidad del Distrito Federal (publicada
en el Diario Oficial de la Federación del 19 de diciembre de 1995)

Esta ley establece de manera muy concreta diversos derechos


de las personas discapacitadas, a saber:

A. Derecho a la integración social

En esta ley se establecen las medidas y acciones que contribu-


yen al logro de la equiparación de oportunidades para la integra-
ción social de las personas con discapacidad en el Distrito Federal
(artículo 1o.). Y se concibe a la integración social, como el proce-
so mediante el cual, el medio físico, la vivienda, el transporte, los
servicios sociales y sanitarios, la educación, la capacitación y el
empleo, la vida cultural y social, incluidas todas las instalaciones

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110 DERECHO DEL MENOR

deportivas y de recreo se hacen accesibles para todos (artículo


2o., fracción IV).

B. Derecho a la rehabilitación

La rehabilitación es un proceso de duración limitada y con


un objetivo definido, encaminado a permitir que una persona
con discapacidad alcance un nivel físico, mental, sensorial o so-
cial óptimo, proporcionándole así los medios de modificar su pro-
pia vida (artículo 2o., fracción III).

C. Derecho al trabajo protegido

El trabajo protegido es aquel que realizan las personas con


discapacidad mental o de cualquier otro tipo y que puedan ser
incorporadas al trabajo común, por no alcanzar o cubrir los re-
querimientos de productividad (artículo 2o., fracción VII). Y co-
rresponde al jefe de Gobierno del Distrito Federal, formular el
Programa de Empleo y Capacitación, correspondiente, el cual
considerará, entre otras, las acciones siguientes: incorporar a per-
sonas con discapacidad al sistema ordinario de trabajo, o en su
caso, su incorporación a sistemas de trabajo protegido, en con-
diciones salubres, dignas y de mínimo riesgo para su seguridad;
asistencia técnica a los sectores empresarial y comercio e incor-
porar a las personas con discapacidad en las instancias de la ad-
ministración pública del Distrito Federal (artículo 11).

D. Derecho a inscribirse en un padrón de discapacitados

Este padrón tiene por objeto planear y diseñar la aplicación


de políticas para identificar, registrar y así atender los distintos
tipos de discapacidad (artículo 5o., fracción III).

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EL MENOR CON SALUD 111

E. Derecho a recibir asistencia jurídica

Se debe proporcionar orientación y asistencia jurídica, espe-


cialmente en los juicios de interdicción, a las personas con disca-
pacidad (artículo 5o., fracción V). El Tribunal Superior de Justi-
cia del Distrito Federal, la Procuraduría General de Justicia del
Distrito Federal, la Secretaría de Seguridad Pública y la Comi-
sión de Derechos Humanos del Distrito Federal, formularán y
establecerán programas de capacitación al personal adscrito a
estas dependencias, y conformarán un cuerpo de especialistas
que asistan, orienten y defiendan a las personas con discapacidad
(artículo 14 Bis).

F. Derecho a la prevención de la discapacidad, asistencia médica


y asistencia rehabilitatoria (artículo 5o., fracción VI, a).

Corresponde a la Secretaría de Salud del Distrito Federal es-


tablecer programas para la orientación, prevención, detección
temprana, atención integral adecuada y rehabilitación de las
diferentes discapacidades, centros de orientación, diagnóstico y
atención temprana a las personas con algún tipo o riesgo de dis-
capacidad; programas de educación y rehabilitación sexual para
las personas con discapacidad y bancos de prótesis, órtesis, ayu-
das técnicas y medicinas de uso restringido, facilitando su gestión
y obtención a la población con discapacidad de escasos recursos
(artículo 8o.).

G. Derecho a contar con facilidades arquitectónicas

Los órganos político-administrativos de la demarcaciones en


que se divide el Distrito Federal, vigilarán que las construcciones
o modificaciones que en éstas se realicen cuenten con facilidades
arquitectónicas y de desarrollo urbano, adecuadas a las necesi-
dades de las personas con discapacidad (artículo 15). Tales faci-

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112 DERECHO DEL MENOR

lidades deberán estar contenidas en el Programa de Desarrollo


Urbano del Distrito Federal (artículo 16).

H. Derecho a espacios reservados

En los auditorios, cines, teatros, salas de conciertos y de con-


ferencias, centros recreativos, deportivos y en general cualquier
recinto en que se presenten espectáculos públicos, los adminis-
tradores u organizadores deberán establecer preferencialmente
espacios reservados para personas con discapacidad (artículo 17).
Asimismo, se les proporcionarán facilidades de acceso, con la se-
ñalización necesaria que permita cómodo tránsito y desplaza-
miento de las personas con discapacidad (artículo 17 Bis).

I. Derecho a vivienda digna

El Distrito Federal, a través de la Secretaría de Desarrollo Ur-


bano y Vivienda, instrumentará acciones para que la construcción
de viviendas para personas con discapacidad se haga proporcio-
nando facilidades para el otorgamiento de créditos, pues ésta de-
berá cumplir con las normas técnicas correspondientes, que per-
mitan el acceso y libre desplazamiento (artículo 17 Ter).

J. Derecho al transporte

La Secretaría de Transporte y Vialidad del Distrito Federal y


el Sistema de Transporte Colectivo Metro facilitarán el transpor-
te y libre desplazamiento de las personas con discapacidad, ade-
cuarán los vehículos de servicios público de transporte, las ins-
talaciones físicas como son paraderos y estaciones, las personas
con discapacidad podrán hacer uso del servicio, en los asientos y
espacios que para tal efecto se destinen, se tomarán las medidas
necesarias que permitan el uso adecuado de las diferentes zonas
con accesos, rampas y espacios de estacionamiento de vehículos

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EL MENOR CON SALUD 113

en los que viajen personas con discapacidad. Al efecto se faci-


litará el estacionamiento de vehículos de los cuales desciendan
o asciendan personas con discapacidad. Aún más, se aplicarán
descuentos en los vehículos de transporte público concesionado y
en el Sistema de Transporte Colectivo Metro a las personas con
discapacidad que hagan uso de los mismos. También se autori-
zará a las personas con discapacidad previa solicitud y compro-
bación su incorporación a las excepciones contempladas en los
programas de restricción a la circulación vincular (artículos 18,
18 Bis, 19 y 20).

K. Derecho a becas educativas

En los casos de menores con discapacidad, en el sistema de


educación especial o regular se les otorgarán becas a los menores
de escasos recursos económicos (artículo 21, fracción IV).

L. Derecho para discapacitados de la tercera edad

El jefe de Gobierno del Distrito Federal establecerá y aplica-


rá programas para atender a las personas con discapacidad de la
tercera edad (artículo 22).

M. Derecho al servicio de biblioteca

Las bibliotecas públicas contarán con áreas determinadas y


equipamiento apropiado para las personas con discapacidad (ar-
tículo 23).

N. Derecho a prácticas deportivas

El jefe de Gobierno de Distrito Federal llevará a cabo las ac-


ciones pertinentes para facilitar la práctica de actividades depor-

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114 DERECHO DEL MENOR

tivas por personas con discapacidad, así como el otorgamiento de


becas deportivas (artículo 24).

Ñ. Derecho al turismo

Las autoridades del gobierno del Distrito Federal formularán


y aplicarán programas turísticos, que incluyan facilidades de acce-
so y descuentos para las personas con discapacidad (artículo 26).

O. Derecho a la cultura

El Instituto de Cultura del Distrito Federal formulará y apli-


cará programas tendientes al desarrollo cultural de las personas
con discapacidad (artículo 27).

10. Los discapacitados en el derecho internacional

México, en su calidad de miembro originario de la Organi-


zación de las Nacionales Unidas (ONU), desde el 24 de octubre
de 1945, hace suyos los propósitos consignados en la Carta de
la Organización, entre otros, el de realizar la cooperación inter-
nacional en la solución de problemas internaciones de carácter
económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y
estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales de todo ser humano, sin hacer distinción por mo-
tivos de raza, sexo, idioma o religión (artículo 1o., punto 3). Es por
lo anterior que dedicaremos un comentario a la Declaración de
los derechos del retrasado mental de 1971 y a la Declaración de los
derechos de los impedidos de 1975.
Todavía más, nos referiremos a la Convención de los Dere-
chos del Niño y a la Convención Interamericana para la Elimi-
nación de todas las formas de discriminación contra las personas
con discapacidad.

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EL MENOR CON SALUD 115

A. Declaración de los derechos del retrasado mental, adoptada


en la Resolución 2856-XXVI- de la Asamblea General
de la Organización de las Naciones Unidas, el 20
de diciembre de 1971

Se considera en esta Declaración la necesidad de ayudar a los


retrasados mentales a desarrollar sus aptitudes en las más diver-
sas esferas de actividad, así como de fomentar en la medida de lo
posible, su incorporación a la vida social normal.

a. Igualdad de derechos

El retrasado mental debe gozar de los mismos derechos que


los demás seres humanos (punto 1).

b. Derecho a atención médica

El retrasado mental tiene derecho a la atención médica y al


tratamiento físico que requiera su caso, así como a la educación,
la capacitación, la rehabilitación y la orientación que le permitan
desarrollar al máximo su capacidad y sus aptitudes (punto 2).

c. Derecho a seguridad económica

El retrasado mental tiene derecho a la seguridad económica


y a un nivel de vida decoroso. Tiene derecho, en la medida de sus
posibilidades a desempeñar un empleo productivo o alguna otra
ocupación útil (punto 3).

d. Derecho a residir con su familia

De ser posible, el retrasado mental debe residir con su familia


o en un hogar que reemplace al propio y participar en las distin-
tas formas de vida de la comunidad. El hogar en que viva debe

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116 DERECHO DEL MENOR

recibir asistencia. En caso de internamiento necesario, la vida


dentro del establecimiento especializado, deberá asemejarse en la
mayor medida posible a la de la vida normal (punto 4).

e. Derecho a un tutor

El retrasado mental debe contar con la atención de un tutor


calificado (punto 5).

f. Derecho a ser protegido contra toda explotación

El retrasado mental debe ser protegido contra toda explota-


ción y todo abuso o trato degradante (puntos 6 y 7).

B. Declaración de los derechos de los impedidos, adoptada


en la Resolución 3447-XXX- de la Asamblea General
de la Organización de las Naciones Unidas, el 9 de diciembre
de 1975

Es sustento de esta declaración promover niveles de vida más


elevados, trabajo permanente para todos y condiciones de pro-
greso y desarrollo económico y social. Asimismo la resolución
1921-LVIII- del Consejo Económico y Social, del 6 de mayo de
1975, sobre la prevención de la incapacitación y la readaptación
de los incapacitados, pondera la necesidad de proteger los de-
rechos de los físico y mentalmente desfavorecidos y de asegurar
su bienestar y su rehabilitación. Teniendo presente la necesidad
de prevenir la incapacidad física y mental y de ayudar a los im-
pedidos a desarrollar sus aptitudes en las más diversas esferas de
actividad, así como de fomentar en la medida de lo posible su
incorporación a la vida socia normal.
Por impedido se designa: “A toda persona incapacitada de
subvenir por sí misma, en su totalidad o en parte, a las necesida-
des de una vida individual o social normal a consecuencia de una

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EL MENOR CON SALUD 117

deficiencia, congénita o no, de sus facultades físicas o mentales”


(punto 1).

a. Derechos de todos los impedidos

Deben reconocerse todos los derechos enunciados en la pre-


sente Declaración, a todos los impedidos, sin excepción alguna y
sin distinción, ni discriminación por motivo de raza, color, sexo,
idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen na-
cional o social, fortuna, nacimiento o cualquier otra circunstan-
cia, tanto si se refiere personalmente al impedido como su familia
(punto 2).

b. Derecho a que se respete la dignidad humana

El impedido, cualesquiera que sean el origen, la naturaleza o


la gravedad de sus trastornos y deficiencias, tienen los mismo de-
rechos fundamentales que sus conciudadanos de la misma edad,
lo que supone en primer lugar, el derecho a disfrutar de una vida
decorosa, lo más normal y plena que sea posible (punto 3).

c. Derechos civiles y políticos idénticos a los demás


seres humanos

El impedido tiene los mismos derechos civiles y políticos que


los demás seres humanos (punto 4).

d. Derecho a obtener la mayor autonomía posible

El impedido tiene derecho a las medidas destinadas a permi-


tirle lograr la mayor autonomía posible (punto 5).

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118 DERECHO DEL MENOR

e. Derecho a recibir atención médica, psicológica y fun-


cional

El impedido tiene derecho a recibir atención médica, psico-


lógica y funcional, incluidos los aparatos de prótesis y ortopedia;
a la readaptación médica y social; a la educación, a la formación
y a la readaptación profesionales; a las ayudas, consejos, servicios
de colocación y otros servicios que aseguren el aprovechamiento
máximo de sus facultades y aptitudes y aceleren el proceso de su
integración o reintegración social (punto 6).

f. Derecho a la seguridad económica y social

El impedido tiene derecho a la seguridad económica y social


y a un nivel de vida decoroso. Tiene derecho, en la media de sus
posibilidades, a obtener y conservar un empleo y a ejercer una
ocupación útil, productiva y remunerativa, y a formar parte or-
ganizaciones sindicales (punto 7 y 8).

g. Derecho a vivir en el seno de su familia

El impedido tiene derecho a vivir en el seno de su familia o de


un hogar que la sustituya y a participar en todas las actividades
sociales, creadoras o recreativas (punto 9).

h. Derecho a ser protegido contra toda explotación

El impedido debe ser protegido contra toda explotación, o


todo trato discriminatorio, abusivo o degradante (punto 10).

i. Derecho a la asistencia jurídica

El impedido debe contar con el beneficio de una asistencia


jurídica, para la protección de su persona y sus bienes (punto 11).

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EL MENOR CON SALUD 119

j. Derecho de participación de las organizaciones


de impedidos

Las organizaciones de impedidos podrán ser consultadas,


respecto de todos los asuntos que se relacionen con los derechos
humanos y otros derechos de los impedidos (punto 12).

k. Derecho a la difusión de los derechos


de los impedidos

El impedido, su familia y su comunidad deben ser informadas


de los derechos anunciados en la presente declaración (punto 13).

C. Convención sobre los derechos del niño, publicada en el Diario


Oficial de la Federación el 25 de enero de 1991

Dedica esta Convención, en forma exclusiva el artículo 23,


al niño mental (recordemos que para la convención se entiende
por niño a todo ser humano menor de dieciocho años de edad) o
físicamente impedido y consagra los siguientes derechos:

a. Derecho a una vida digna

El niño mental o físicamente impedido deberá disfrutar de


una vida plena y decente en condiciones que aseguren su digni-
dad, le permitan llegar a bastarse a sí mismo y faciliten la partici-
pación activa del niño en la comunidad (artículo 23.1).

b. Derecho a la asistencia

El niño impedido tiene derecho a recibir cuidados especiales,


que sean adecuados al estado del niño y a las circunstancias de
sus padres o de las personas que cuiden de él (artículo 23.2.).

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120 DERECHO DEL MENOR

c. Derecho al acceso efectivo a la educación

El niño impedido tiene derecho a la educación, la capaci-


tación, los servicios sanitarios, los servicios de rehabilitación, la
preparación para el empleo y las oportunidades de esparcimien-
to, con el propósito de que el niño logre la integración social y el
desarrollo individual en la máxima media posible (artículo 23.3.).

d. Derecho al intercambio de información

Los Estados partes promoverán el intercambio de informa-


ción, en la esfera de la atención sanitaria preventiva, del trata-
miento médico, psicológico y funcional de los niños impedidos,
incluida la difusión de información sobre los métodos de reha-
bilitación y los servicios de enseñanza y formación profesional
(artículo 23.4.).

D. Convención Interamericana para la eliminación de todas


las formas de discriminación contra las personas
con discapacidad, publicada en el Diario Oficial
de la Federación del 12 de marzo de 2001

Por los efectos de esta Convención, discapacidad significa una


deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza perma-
nente o temporal, que limita la capacidad de ejercer una o más
actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o
agravada por el entorno económico y social (artículo I.1.).
El término discriminación contra las personas con discapaci-
dad significa toda distinción, exclusión o restricción basada en
una discapacidad, antecedente de discapacidad, consecuencia de
discapacidad anterior o percepción de una discapacidad presente
o pasada, que tenga el efecto o propósito de impedir o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio por parte de las personas con
discapacidad, de sus derechos humanos y libertades fundamen-
tales (artículo I.2.a.).

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EL MENOR CON SALUD 121

Pero no constituye discriminación la distinción o preferencia


adoptada por un Estado a fin de promover la integración social o
el desarrollo personal de las personas con discapacidad, siempre
que la distinción o preferencia no limite en sí misma el derecho a
la igualdad de las personas con discapacidad y que los individuos
con discapacidad no se vean obligados a aceptar tal distinción o
preferencia.
En los casos en que la legislación interna prevea la figura de
la declaratoria de interdicción, cuando sea necesaria y apropia-
da para su bienestar, ésta no constituirá discriminación (artículo
I.2.b.).
Los objetivos de la presente convención son la prevención
y eliminación de todas las formas de discriminación contra las
personas con discapacidad y propiciar su plena integración en la
sociedad (artículo II).
Para lograr los objetivos de la convención, los Estados se com-
prometen a adoptar medidas de carácter legislativo, social, edu-
cativo, laboral o de cualquier otra índole, y así propiciar la plena
integración en la sociedad de las personas con discapacidad.
Entre otras medias se mencionan las que faciliten el transporte,
la comunicación y el acceso para las personas con discapacidad.
Las que permitan eliminar los obstáculos arquitectónicos, de
transporte y comunicación, con la finalidad de facilitar el acceso
y uso para las personas con discapacidad (artículo III, incisos a,
b, c y d).
Se debe trabajar prioritariamente en todas las formas de dis-
capacidad prevenibles, tales como la detección temprana e inter-
vención, tratamiento, rehabilitación, educación, formación ocupa-
cional y el suministro de servicios globales para asegurar un nivel
óptimo de independencia y de calidad de vida para las personas
con discapacidad. También se debe actuar en la sensibilización
de la población, a través de campañas de educación encaminadas
a eliminar prejuicios, estereotipos y otras actitudes que atenten
contra el derecho de las personas a ser iguales, propiciando de esta for-

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122 DERECHO DEL MENOR

ma el respeto y la convivencia con las personas con discapacidad


(artículo III. 2, incisos a, b y c).
Los Estados partes se comprometen a colaborar de manera
efectiva en la investigación científica y tecnológica relacionada
con la prevención de las discapacidades, su tratamiento, la reha-
bilitación e integración a la sociedad de las personas con discapa-
cidad y el desarrollo de medios y recursos diseñados para facilitar
o promover la vida independiente, autosuficiencia e integración total, en con-
diciones de igualdad, a la sociedad de las personas con discapacidad
(artículo IV. 1.2, incisos a, y b).
Se promoverá la participación de organizaciones públicas y
privadas que trabajan con personas con discapacidad, a efecto de
difundir los avances normativos que se logren para eliminar las
distintas formas de discriminación (artículo V. 1 y 2).
Se crea el Comité para la eliminación de todas las formas de
discriminación contra las personas con discapacidad, compuesto
por un representante de cada Estado parte (artículo VI).

II. Diagnóstico genético y su impacto


en los derechos del menor

1. Avances impresionantes en el campo de la investigación genética

Al considerar que el proyecto del genoma humano, que se


iniciara en 1989, presentó avances considerables, y que en pocos
años podremos contar con el código genético humano completo,
resulta que tan importantes progresos se deben en gran medida
al empleo de novedosas tecnologías. Lo cual hace necesaria la
concurrencia de todas las ciencias del conocimiento humano, y
de una manera especial del derecho, permitiendo así colabora-
ciones interdisciplinarias más eficaces, a efecto de aprovechar al
máximo los beneficios que reporta este proyecto.

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EL MENOR CON SALUD 123

2. Conceptualización

Se considera a la genética como una rama de la biología,


que investiga la fisiología de la herencia, los mecanismos por los
cuales se conserva y transmite la semejanza de padres a hijos, así
como el origen y la significación de las variaciones y mecanismos
por los cuales dichas semejanzas se modifican y transforman.1
Esto es, si tomamos en cuenta que todo ser humano se de-
sarrolla bajo la influencia simultánea de dos fuerzas. Primera, la
que podemos denominar el patrimonio genético, que se ha here-
dado de los antecesores, que puede revestir caracteres normales
o anormales. Segunda, el complejo de circunstancias y condicio-
nes variables, como pueden ser la vida intrauterina, infecciones,
género de vida, alimentación, clima, etcétera, es decir la llamada
influencia del medio ambiente o mundo exterior.
Además, de que la genética médica es una rama de la gené-
tica, que se ocupa del estudio de los factores hereditarios de las
enfermedades y de los trastornos de los que dependen las modifi-
caciones en el material genético.2
Si agregamos que un gen o gene es la unidad hereditaria, y
que en consecuencia el genoma viene a ser la suma de todos los
genes del ser humano,3 resulta por demás interesante el proyecto
del genoma humano. En este trabajo nos referiremos a dos diag-
nósticos que son, si no mal entiendo, tan sólo una muestra de los
benéficos resultados del proyecto.
Diagnóstico prenatal, recomendable a embarazadas, de las
cuales se supone tendrán un parto de alto riesgo, a efecto de que
si éste es positivo, se esté en la posibilidad, si así se pretende, de
interrumpir el embarazo.

1 Braier, L., Diccionario enciclopédico de medicina, 4a. ed., Barcelona, Editorial


JIMS, 1980, p. 409.
2 Loc. cit.
3 Joven Maried, Jorge et al., Diccionario de medicina, España, Marín, 1986,
pp. 446 y 447.

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124 DERECHO DEL MENOR

Diagnóstico derivado del análisis de sangre de niños recién


nacidos (fenilcetonuria) que permite identificar a aquellos que
presenten una enfermedad hereditaria, con la debida anticipa-
ción para proporcionarles un tratamiento que evite, si es el caso,
el retraso mental al que una mutación genética lo ha destinado.
Surgen dos cuestiones qué es lo que sucede con los derechos
del menor que se ve involucrado en estos dos tipos de diagnósticos
genéticos, y qué papel juega el derecho ante tales diagnósticos.

3. Consideraciones básicas sobre el marco jurídico

Por lo que hace, al ámbito nacional, recordemos, que desde


el momento en que un ser humano es concebido, entra bajo la
protección de la ley y se le tiene por nacido (artículo 22 del Códi-
go Civil para el Distrito Federal).
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece en su artículo 4o., entre otros derechos, el derecho ge-
nérico, del que toda persona es titular, a la protección de la salud,
texto en el cual quedaría incluido el menor, no obstante, se refiere
más adelante, de manera explícita al menor, al establecer que es
deber de los padres preservar su derecho a la salud física y men-
tal. Con lo que podemos afirmar que corresponde a los padres,
procurar la salud física y mental de sus menores hijos.
A nivel internacional, nos referiremos a la Convención sobre
los derechos del niño, cuyo texto está publicado en Diario Oficial de
la Federación del 25 de enero de 1991 y que agotados los trámites
de ley, forma parte del derecho mexicano, establece que los Esta-
dos partes, reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto
nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las en-
fermedades y la rehabilitación de la salud. Y además, precisa que
los Estados partes asegurarán la plena aplicación de este derecho,
y entre otras medidas, se combatirán las enfermedades aplicando
la tecnología moderna (artículo 24.2c), asegurando la atención
sanitaria prenatal y postnatal (artículo 24.2d.).

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EL MENOR CON SALUD 125

Se consagra también, el derecho de que ningún niño será ob-


jeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada... ni de
ataques ilegales a su honra y a su reputación (artículo 16.1 y 2).
Desde mi punto de vista, es el artículo 16.1 de Convención
donde se consagra un derecho fundamental menor, el respeto a
su vida privada.
Surge otra interrogante, en qué área del derecho encuadraría
todo lo relativo al código genético.

4. Algunas cuestiones doctrinarias

Nos referiremos a los derechos de la personalidad; Castán


Tobeñas nos dice al respecto que los bienes de la persona pue-
den ser de distinta naturaleza: bienes personales, como la vida, el
nombre y el honor; bienes patrimoniales, que se desenvuelven en
la esfera de carácter económico que rodea a la persona, y bienes
familiares y sociales, que representan el poder de la persona den-
tro de las organizaciones en que el sujeto se desarrolla. Y es dentro
de la primera categoría, esto es, dentro de los bienes de la persona
en lo individual donde se colocan los derechos de la personalidad.4
Pero veamos que atributos o características atribuye a los de-
rechos de la personalidad el maestro Iván Lagunes Pérez:

Son originarios, porque nacen con su sujeto activo, son subjetivos


privados porque garantizan el goce de las facultades del indivi-
duo, son absolutos porque pueden oponerse a las demás perso-
nas, son personalísimos, porque sólo su titular o su representante
puede ejercitarlos, son variables, porque su contenido obedece a
las circunstancias en que se desarrollan, son irrenunciables, por-
que no pueden desaparecer por la voluntad, son imprescriptibles,

4 Castán Tobeñas, José, Los derechos de la personalidad, Madrid, Instituto Edi-


torial Reus, 1952, p. 6. núm. 1. Citado por Gutiérrez y González, Ernesto,
Derecho de las obligaciones, 3a. ed., Puebla, México, Editorial Cajica, 1968, p. 625.

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126 DERECHO DEL MENOR

porque el transcurso del tiempo no los altera, y son internos, por


su consistencia particular.5

Podemos afirmar que el derecho a la vida privada de cual-


quier persona, cabe totalmente dentro de los derechos de la per-
sonalidad y por tanto, nos encontramos dentro del Derecho Civil.
Podríamos sentar una conclusión, toda persona tiene el ex-
clusivo y personalísimo derecho sobre su código genético.

5. Referencia a los códigos civiles de los estados de Quintana Roo


y de Puebla

El Código Civil para el Estado de Quintana Roo (publicado


en el Periódico Oficial del Estado, correspondiente al mes de octu-
bre de 1980)6 regula los derechos de la personalidad (del artícu-
lo 666 al 679) dentro del capítulo X, del título tercero, “De los
atributos de la personalidad y de las instituciones relacionadas
con algunos de ellos”, del Libro Segundo, Primera Parte especial,
“Del derecho de las personas”, del cual mencionaremos algunos
artículos.
Nos precisa el artículo 666 que los derechos de la persona-
lidad son: inalienables, imprescriptibles, irrenunciables, ingrava-
bles y pueden oponerse a toda persona, sea autoridad o particu-
lar. Características que podemos considerar como los atributos
de los derechos de la personalidad.
Consagra también, dentro de otros derechos, en el artículo
668, que toda persona tiene derecho a que se respete su vida
privada, y que sin el consentimiento de ésta no pueden revelarse
sus secretos, a menos de que tal revelación deba realizarse por un
interés legítimo de quien lo haga o en cumplimiento de un deber
legal, esta última parte la establece el artículo 669.
5 Lagunes Pérez, Iván, “Derechos de la personalidad”, Diccionario jurídico
mexicano, t.: D-H, 4a. ed., México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídi-
cas-Porrúa, 1991, pp. 1055-1057.
6 Código Civil del Estado de Quintana Roo, México, Porrúa, 1989.

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EL MENOR CON SALUD 127

Todavía más, el artículo 670 señala que la ley determinará


quiénes no están exentos del deber de revelar un secreto, sin pre-
cisarnos de qué ley se trata.
En el artículo 677 se tratan las consecuencias que acarrea la
violación de los derechos de la personalidad, y son de dos clases, se
puede producir daño moral y daño económico. Y, correlativamen-
te, son causas de responsabilidad civil, ya sean actos de un parti-
cular o de una autoridad (artículo 678), independientemente de
cualquier otra sanción que corresponda al autor de la violación.
Inclusive este Código establece también la posibilidad de
ocurrir a los tribunales a fin de evitar que se realice una amenaza
de violación a los derechos de la personalidad.
El Código Civil para el Estado de Puebla (publicado en el Pe-
riódico Oficial del Estado, el 30 de abril de 19857) trata los derechos
de la personalidad en el capítulo segundo, del Libro Primero,
denominado “Personas”, y comprende del artículo 74 al 88, y lo
hace en forma semejante al tratamiento que les da el Código de
Quintana Roo, por lo que repetimos nuestros comentarios.

6. Ley General de Salud y una disposición reglamentaria

La Ley General de Salud (Diario Oficial de la Federación del 7 de


febrero de 1984)8 establece que la investigación científica y tecno-
lógica en materia de salud, es una de las finalidades del derecho
a la protección de la salud (artículo 2o., fracción VII). Finalidad
de especial importancia, que se manifiesta a lo largo del artículo
de la ley. Se establece (en el artículo 98) la constitución, en las
instituciones de salud, de tres comisiones: una, de investigación,
otra, de ética y una más de bioseguridad, encargada ésta última,
entre otras actividades de regular el uso de las técnicas de inge-
niería genética.

7
Código Civil del Estado de Puebla, 3a. ed., Puebla, México, Editorial Cajica,
1993.
8
Ley General de Salud, 12a. ed. actualizada, México, Porrúa, 1995.

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128 DERECHO DEL MENOR

Se precisan las bases, conforme a las cuales se llevarán a cabo


las investigaciones en seres humanos, de las cuales mencionare-
mos, únicamente la referente a que se deberá contar con el con-
sentimiento por escrito del sujeto en quien se realice la investiga-
ción, o de su representante legal en caso de incapacidad legal de
aquél, bajo dos supuestos: una vez enterado de los objetivos de la
experimentación y de las posibles consecuencias positivas o nega-
tivas para su salud (artículo 100, fracción IV).
Pero qué sucede si se realizan actos de investigación clínica en
seres humanos, sin sujetarse a lo previsto en la ley, se imponen las
siguientes sanciones: prisión de uno a ocho años, suspensión en el
ejercicio profesional de uno a tres años y multa por el equivalente
de cien a dos mil días de salario mínimo general vigente en la zona
económica de que se trate. Sanciones que se aumentarán un tanto
más, si tal conducta se practica en menores, artículo 465.
El Reglamento de la Ley General de Salud en materia de inves-
tigación para la salud (publicado en el Diario Oficial de la Federación
del 6 de enero de 1987)9 dentro del capítulo IV denominado “De
la investigación en mujeres en edad fértil, embarazadas, durante el
trabajo de parto, puerperio, lactancia y recién nacidos; de la utiliza-
ción de embriones, óbitos y fetos y de la fertilización asistida”.
Contenido en el título segundo “De los aspectos éticos de
la investigación en seres humanos”. Hace referencia al consenti-
miento informado que define, como el acuerdo por escrito, me-
diante el cual el sujeto de investigación o, en su caso, su represen-
tante legal autoriza su participación en la investigación, con pleno
consentimiento de la naturaleza de los procedimientos y riesgos a
los que se someterá, con la capacidad de libre elección y sin coac-
ción alguna (artículo 20) y para que el consentimiento informado
se considere existente, el sujeto de investigación o, en su caso, su
representante legal deberá recibir una explicación clara y com-
pleta de tal forma que pueda comprenderla, para lo cual deben
cubrirse por lo menos con los once aspectos que este artículo se-
ñala, de entre los que señalaremos, los siguientes: la garantía de

9
Ibidem, p. 408.

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EL MENOR CON SALUD 129

recibir respuesta a cualquier pregunta (VI); la libertad de retirar


su consentimiento en cualquier momento y dejar de participar
en el estudio, sin que por ello se creen perjuicios para continuar
con su cuidado y tratamiento (VII); la seguridad de que ni se
identificará al sujeto y que se mantendrá la confidencialidad de la
información relacionada con su privacidad (VIII); el compromiso
de proporcionarle información actualizada obtenida durante el
estudio, aunque ésta pudiera afectar la voluntad del sujeto para
continuar participando (IX); la indemnización a que legalmente
tendría derecho, por parte de la institución de atención a la salud,
en el caso de daños que la ameriten (X).
Este reglamento precisa cómo debe formularse el referido
consentimiento informado, en su artículo 22 y lo hace en cinco
fracciones, en los términos siguientes: será elaborado por el inves-
tigador principal, en la forma técnica que emita la Secretaría de
Salud, será revisado, y en su caso, aprobado por la Comisión
de ética de la institución, contendrá los nombres, direcciones y
firmas de dos testigos y la relación que éstos tengan con el sujeto
de investigación o de su representante, se extenderá por duplica-
do, quedando un ejemplar en poder del sujeto de investigación o
de su representante legal.
Veamos el tratamiento que da este reglamento a la realiza-
ción de investigaciones en menores e incapaces, precisa que en
todo caso, deberá obtenerse el escrito de consentimiento infor-
mado de quienes ejerzan la patria potestad o la representación
legal del menor o incapaz de que se trate (artículo 36, que se lo-
caliza dentro del capítulo III, “De la investigación en menores de
edad o incapaces”, del título segundo).

7. Sugerencias

Podemos proponer que la regulación que hace la Ley Gene-


ral de Salud, así como su Reglamento en materia de investigación
para la salud, se aplique, dentro de lo posible, en todo lo relacio-
nado con el código genético de cada persona, con especial cuida-
do tratándose de menores.

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Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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CAPÍTULO SEXTO
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
DEL MENOR

Tratar el tema de los derechos del menor resulta por demás in-
teresante, pues el menor de dieciocho años de edad, hombre o
mujer, resulta ser la parte más sensible de la familia y en conse-
cuencia de la sociedad, por lo que emprender la tarea de enlistar
y describir sus derechos, no resulta fácil, pero una vez iniciada
es por demás gratificante, pues delimitar su contenido apoya-
dos fundamentalmente en la Convención sobre los derechos del
niño y en dos leyes, una para la protección de los derechos de
niñas, niños y adolescentes, de aplicación en toda la República,
y otra, la Ley de los Derechos de las Niñas y Niños del Distrito
Federal, es llevar a cabo un comparativo que precisa los con-
ceptos y permite comprenderlos mejor. A esto agreguemos que
se intercalan referencias a nuestro Código Civil para el Distrito
Federal vigente, que básicamente contiene la mayoría de tales
derechos.
Ponderamos, por último, el interés superior del niño como
principio rector de todo lo relacionado con la infancia. Por lo tan-
to, tenemos como resultado veinte derechos fundamentales de los
niños enlistados, conceptualmente explicados y referidos a nues-
tro Código Civil para el Distrito Federal.

131

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132 DERECHO DEL MENOR

I. Comparativo entre la Convención


sobre los Derechos del Niño,1 la Ley
para la Protección de los Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes,2 y la Ley de los Derechos
de las Niñas y Niños en el Distrito Federal3

1. Ámbito de aplicación

La Convención sobre los derechos del niño (en adelante la


Convención). Los Estados Partes respetarán y asegurarán los de-
rechos enunciados en la Convención (artículo 2o.).
Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes (en adelante, la Ley Federal. Tiene su fundamento
en el artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Uni-
dos Mexicanos. Su observancia es general en toda la República
mexicana (artículo 1o.).
Ley de los Derechos de las Niñas y Niños en el Distrito Federal
(en adelante, la Ley D. F. Es de observancia general en el Distrito
Federal. Su aplicación corresponde a la administración pública
centralizada y descentralizada del Distrito Federal (artículo 1o.).

2. Concepto del niño

La Convención. Se entiende por niño todo ser humano me-


nor de dieciocho años de edad (artículo 1o.).
La Ley Federal. Son niñas y niños las personas hasta 12 años
incompletos y adolescentes los que tienen entre 12 años cumpli-
dos y 18 años incumplidos (artículo 2o.).
La Ley D. F. Se entiende por niña o niño a todo ser humano
menor de 18 años (artículo 3. XVII).

1
Publicada en el Diario Oficial del la Federación del 25 de enero de 1991.
2
Publicada en el Diario Oficial de la Federación del 29 de mayo de 2000.
3
Publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal del 31 de enero de 2000.

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 133

3. Principios rectores

La Convención. El interés superior del niño (artículo 3.1. y a


lo largo de todo su articulado).
La Ley Federal. El interés superior de la infancia; la no dis-
criminación por ninguna razón; el de igualdad sin distinción; el
de vivir en familia primordialmente; el de vida libre de violencia;
el de corresponsabilidad; el de tutela plena de igualitaria de dere-
chos humanos (artículo 3o.).
La Ley D. F. El interés superior de las niñas y niños; la co-
rresponsabilidad o concurrencia; el de igualdad y equidad; el de
familia como espacio preferente; el de vivir en un ambiente libre
de violencia; el de respeto universal a la diversidad cultural, étni-
ca y religiosa (artículo 4o.).

4. Derechos del niño

A. A la vida

—— La Convención, artículo 6o.


—— La Ley Federal, artículo 15, 11.a.
—— La Ley D. F., artículo 5.A.

B. A la identidad

—— La Convención, artículos 7o. y 8o.


—— La Ley Federal, artículo 22.
—— La Ley D. F., artículo 5.B.

C. A vivir en familia

—— La Convención, artículo 9o.


—— La Ley Federal, artículos 3.D. II.A, 23 y 24.

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134 DERECHO DEL MENOR

—— La Ley D. F., artículos 5.B.IV y 13.

D. A expresar con libertad su opinión

—— La Convención, artículos 12 y 13.


—— La Federal, artículos 26.A. 38, 39 y 41.
—— Ley D. F., artículos 5. D. I. 5. B. VI, 43, 44. I, II, III y IV.

E. A protección y cuidado

—— La Convención, artículos 3.2, 18.1, 2 y 3, 19. 1 y 2, 22.1


y 2, 20. 1,2 y 3. 23.1, 2, 3 y 4. 32.1 y 2, 33, 34, 35, 36,
37, 38.2, 39 y 40.
—— La Ley Federal, artículos 4o., 5o. y 21.
—— La Ley D. F., artículos 5o. A) II, III, IV, V, VI, 45, 56 y 60.

F. A mantener relaciones personales y contactos directos


con ambos padres

—— La Convención, artículos 9.1 y 3, y 10.2


—— La Ley Federal, artículo 24.

G. A salir de cualquier país

—— La Convención, artículo 10.2.

H. A ser escuchado en todo procedimiento judicial o administrativo

—— La Convención, artículo 12.2.


—— La Ley Federal, artículos 23, 26. A.
—— La Ley D. F., artículo 5. B. VI.

I. A la libertad de pensamiento, de conciencia y religión

—— La Convención, artículo 14.1, 2 y 3.


—— La Ley Federal, artículos 36, 37.

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 135

J. A la libertad de asociación y celebrar reuniones pacíficas

—— La Convención, artículo 15.1 y 2.


—— La Ley Federal, artículo 42.
—— La Ley D. F., artículo 5. D. III.

K. A la vida privada

—— La Convención, artículo 16.1 y 2.

L. A la información nacional y extranjera

—— La Convención, artículo 17, incisos a, b, c, d y e.


—— La Ley Federal, artículos 38, 40, 43.
—— La Ley D. F., artículo 5o. A. VII, 5. D. IV.

M. A ser adoptado

—— La Convención, artículo 21, inciso a, b, c, d y e.


—— La Ley Federal, artículos 25, 26 y 27.
—— La Ley D. F., artículo 5o. B. V y 15. II.

N. Al disfrute del más alto nivel de salud

—— La Convención, artículos 24.1, 2, 3 y 4, 25.


—— La Ley Federal, artículos 20, 28, 29, 30, 31 y 40.
—— La Ley D. F., artículo 5o. C II, III y V.

Ñ. A la seguridad social

—— La Convención, artículos 26.1 y 2, 39.


—— La Ley Federal, artículos 28 y 29.
—— La Ley D. F., artículo 5o. E.

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136 DERECHO DEL MENOR

O. A un nivel de vida adecuado

—— La Convención, artículo 27.1, 2, 3 y 4.s.

P. A la educación y una cultura propia

—— La Convención, artículo 28.1, 2 y 3, 29 y 30.


—— La Ley Federal, artículo 21, 32, 37 y 43 A.
—— La Ley D. F., artículo 5o. D V VI, 57 II.

Q. Al descanso y al esparcimiento

—— La Convención, artículo 31.1 y 2.


—— La Ley Federal, artículos 30, 33, 34 y 35.
—— La Ley D.F., artículo 5o. D. VI, 31. 40.

R. Al debido proceso en caso de infracción a la ley penal

—— La Convención, artículo 40.


—— La Ley Federal, artículos 44, 45 y 46.
—— La Ley D. F., Ley para el tratamiento de menores infracto-
res para el D. F. en materia común y para toda la Repúbli-
ca en materia federal. DOF del 24 de diciembre de 1991.

S. A ser criado por los padres

—— La Convención, artículo 18.


—— La Ley Federal, artículo 23.
—— La Ley D. F., artículo 9o.

II. El interés superior del niño


Principio rector

Especial comentario amerita el principio rector de diversos


documentos internacionales, referidos a los menores y reflejado
en nuestro derecho interno.

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 137

Nos referiremos, a nivel internacional, al Decálogo de los De-


rechos de los Niños, promulgado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, el 20 de noviembre de 1959,4 por ser el primer
documento que a nivel mundial introduce de manera expresa tal
principio.
Efectivamente, dos principios del Decálogo (principio es el
equivalente a artículo), hacen alusión al interés superior del niño;
en un primer momento, se da un mensaje a los Estados miembros
de las Naciones Unidas, para que las leyes que promulguen atien-
dan fundamentalmente al interés del niño, que siempre debe ser
superior (principio 2).
Y en segundo lugar, el principio en cuestión debe ser consi-
derado por los padres fundamentalmente, por ser los encargados
de la educación de los niños (principio 7).
Es hasta treinta años después, el 20 de noviembre de 1989,
cuando se adopta por Naciones Unidas la Convención sobre los
Derechos del Niño.5 Documento en el que se plasma con toda
amplitud el principio que nos ocupa, pues deberá ser atendido de
manera primordial por instituciones públicas y privadas, tribu-
nales autoridades administrativas y órganos legislativos (artículo
3.1.), con lo que se pretende involucrar a todo el aparato admi-
nistrativo de los Estados partes, para que lo consideren en su ac-
tuación cotidiana.

III. Veinte derechos fundamentales

Enseguida haremos una breve descripción del contenido de


los derechos de los niños relacionados básicamente, con las dispo-
siciones contenidas en nuestro Código Civil para el Distrito Fede-
ral ya que es el cuerpo normativo que substancialmente abarca lo
relativo a los derechos de los niños.
4 Monroy Cabra, Marco Gerardo, Los derechos humanos, Bogotá, Editorial
Temis, 1980, pp. 49-51.
5 Diario Oficial de la Federación del 31 de junio de 1990, aprobación del Senado.
Diario Oficial de la Federación del 25 de enero de 1991, promulgación.

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138 DERECHO DEL MENOR

1. Derecho a la vida

Tema por demás relevante para todo ser humano, pues des-
de el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la
protección de la ley y se le tiene por nacido (artículo 22). Además,
recordemos que para efectos legales, se tiene por nacido al que
es desprendido enteramente del seno materno, vive veinticuatro
horas o es presentado vivo ante el juez del Registro Civil (artícu-
lo 337). Pero la protección legal inicia, desde el momento de la
concepción.
Pero no tan sólo se tiene derecho a la vida, sino a una vida
con calidad y los obligados en primer lugar en proporcionar una
vida digna al niño son los padres.
Agreguemos aquí el suministro de alimentos. Por parte de
los ascendientes que como sabemos, no únicamente comprende
nutrientes (artículo 308).6

2. Derecho a la identidad

Desde que un niño nace debe ser registrado, (artículos 55,


57, 58, 59, 60, 389, 395 y 396) y como consecuencia debe tener
nombre y apellidos, una nacionalidad, conocer su filiación y su
origen, pertenecer a un grupo cultural y compartir con sus inte-
grantes costumbres, religión, idioma o lengua.

3. Derecho a vivir en familia

El niño no podrá ser separado de sus padres, contra la volun-


tad de éstos, hecha excepción y a reserva de revisión judicial de
que tal separación sea justificable en atención al interés superior
del niño.

6 Véase Cruz Ponce, Lisandro, “El nasciturus”, Boletín Mexicano de Derecho


Comparado, México, Nueva Serie, año XXIII, núm. 67, enero-abril de 1990,
pp. 33-63.

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 139

El niño tiene derecho a vivir con su familia por ser el espacio


primordial para su desarrollo. La falta de recursos no podrá con-
siderarse motivo suficiente para separarlos de sus padres o de los
familiares con los que convivan.
Cuando un niño se vea separado de su familia de origen, el
Estado procurará su reencuentro por todos los medios que juzgue
prudentes para su localización.

4. Derecho a expresar con libertad su opinión

Es un derecho del niño a expresar su opinión libremente, en


todo los asuntos que le afecten, atendiendo a su edad en y madu-
rez este derecho incluye la libertad de buscar, recibir y difundir
informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de fronte-
ras, ya sea oralmente, por escrito o impresas. Así como, hacer
análisis crítica y presentación de propuestas en su caso, tratán-
dose de la familia, la sociedad y la escuela. Este derecho implica
que se debe tomar parecer al niño, en los asuntos que le afecten.
El niño, en calidad de acreedor alimentario, tiene acción para so-
licitar el aseguramiento de los alimentos (artículo 315-I). El niño
tiene derecho a ser oído en el juicio en que se impugne la pater-
nidad o maternidad (artículo 336). El niño tiene acción impres-
criptible para reclamar su filiación (artículo 347). Puede también
reconocer a un hijo (artículo 361). Se tomara en cuenta su opi-
nión, tratándose de su adopción (artículo 397-IV). El niño puede
oponerse a la indebida administración de sus bienes (artículo 441).
Tiene derecho a designar tutor en su testamento (artículo 470).
Tiene derecho a elegir tutor legítimo (artículo 484). A elegir tutor
dativo (artículo 496). A ser consultado por el tutor para actos im-
portantes en la administración de sus bienes (artículo 537-IV) A
elegir carrera u oficio (artículo 540). A la libre administración de
sus bienes, cuando por virtud del matrimonio se ha emancipado
(artículos 641,643). A ser testigo testamentario (artículo 1502-II).
Tiene la capacidad genérica para testar (artículo 1306-I). Tiene
derecho a vender bienes a sus padres (artículo 2278). Derecho a

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140 DERECHO DEL MENOR

contraer deudas para proporcionarse alimentos (artículo 2392).


Derecho a solicitar hipoteca para seguridad de sus créditos (artí-
culo 2935-III).

5. Derecho a protección y cuidado

Este derecho debe ser el necesario para su bienestar, para lo-


grar la plenitud se deben considerar los derechos y deberes de los
ascendientes, tutores o responsables de los menores, al efecto se
tomaran las medidas legislativas y administrativas adecuadas. Se
atenderá a la crianza y al desarrollo del niño, para lo que se crea-
ran instituciones, instalaciones y servicios. Y en el supuesto de
los niños cuyos padres trabajan existirán instalaciones de guarda
de niños. Se tomarán todas las medidas legislativas, administra-
tivas, sociales y educativas que resulten necesarias para proteger
al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental,
descuido, o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido
el abuso sexual. Tal protección comprenderá el establecimiento
de programas sociales. El Estado proporcionará asistencia espe-
cial, como serían hogares de guarda, la adopción, la colocación
en instituciones adecuadas, atendiendo desde luego al origen ét-
nico, religioso, cultural y lingüístico del niño. Será atendido el
niño que trate de obtener el estatuto de refugiado y, en su caso,
localizar a sus padres o a otros miembros de su familia, a fin de
obtener la información necesaria para que se reúna con ella. Por
lo que hace al niño mental y físicamente impedido, deberá dis-
frutar de una vida plena y decente, que aseguren su dignidad, le
permite bastarse a sí mismo y facilite la participación activa en la
comunidad. En la medida de lo posible la atención que se preste
al niño impedido será gratuita, se procurará que tenga acceso a la
educación, la capacitación los servicios sanitarios, los servicios de
rehabilitación, la preparación para el empleo, al esparcimiento,
con la intención de que logre su desarrollo individual e integra-
ción social. Incluida desde luego, la atención sanitaria preven-

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 141

tiva, tratamiento médico, psicológico y funcional, además de la


rehabilitación necesaria.
El niño debe ser protegido contra la explotación económica y
contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligro-
so o que entorpezca su educación, o nocivo para su salud, o para
su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.
Se protegerá al niño contra el uso ilícito de estupefacientes y
sustancias psicotrópicas, asimismo, se impedirá el empleo de ni-
ños en la producción y el tráfico ilícito de esas substancias.
Se protegerá al niño contra toda forma de explotación y abu-
so sexual. Los Estado impedirán la incitación o la coacción para
que un niño se dedique a cualquier actividad sexual ilegal, la ex-
plotación del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ile-
gales, la explotación en espectáculos o materiales pornográficos.
Se tomarán todas las medidas necesarias para impedir el se-
cuestro, la venta o la trata de niños.
Los Estado velarán que ningún niño sea sometido a torturas,
ni a tratos o penas crueles. No se le impondrá al niño la pena ca-
pital, ni la prisión perpetua.
Los menores que no hayan cumplido los 15 años de edad no
participarán directamente en hostilidades, tratándose de conflic-
tos armados.
Se adoptarán las medidas apropiadas para promover la recu-
peración física y psicológica y la reintegración social de todo niño
víctima de cualquier forma de abandono, explotación o abuso
tortura u otra forma de tratos o penas crueles.
El Estado mexicano implementará los mecanismos necesa-
rios para impulsar una cultura de protección de los derechos de
la infancia.
El niño tiene derecho a la no discriminación a una vida libre
de violencia, a ser respetado en su persona en su integridad física,
psicoemocional y sexual a ser protegido contra toda forma de ex-
plotación. La protección la recibirá por parte de sus progenitores,
familiares, órganos locales de gobierno y sociedad.

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142 DERECHO DEL MENOR

Tratándose de niños que se encuentren en condiciones de


desventaja social, toda persona podrá pedir la intervención de las
autoridades.
Por lo que hace a niños adictos, tendrán derecho a recibir
tratamiento médico tendiente a su rehabilitación.
Es obligación de toda persona o autoridad, informar al Mi-
nisterio Público, cuando se entere de que un niño ha sufrido mal-
trato o se encuentre en riesgo su integridad quien intervendrá de
inmediato.
Tratándose de niños que se encuentran en centros de alo-
jamiento o albergues deberán ser atendidos sin ningún tipo de
discriminación recibirán un trato digno, se mantendrá el secreto
profesional y utilización reservada de su historial, tendrán cu-
biertas las necesidades fundamentales de su vida cotidiana serán
respetados en su integridad personal y en sus pertenencias, dis-
frutarán del descanso, de la recreación y demás actividades que
favorezcan su desarrollo integral.

6. Derecho a mantener relaciones personales y contactos directos


con ambos padres

El niño no debe ser separado de sus padres, hecha excepción


de que tal separación sea benéfica para su desarrollo.
En el supuesto de que el niño este separado de sus padres,
mantendrán relaciones y contacto directo de modo regular salvo
claro está que sea contrario al interés del niño.
En el caso de que un niño se vea privado de su familia de ori-
gen, se procurará su reencuentro.

7. Derecho a salir de cualquier país

Los Estados respetarán el derecho del niño y de sus padres a


salir de cualquier país incluido el propio.

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 143

Recordemos que nuestro Código Civil para el Distrito Fede-


ral no permite la salida del menor sujeto a patria potestad, de la
casa de los que la ejercen sin su permiso o por decreto de autori-
dad competente (artículo 421).

8. Derecho a ser escuchado en todo procedimiento judicial


o administrativo

De especial importancia resulta el ejercicio de este derecho.


Mencionemos como ejemplo el contenido del artículo 282, frac-
ción V, del Código Civil para el Distrito Federal que establece que
el juez de lo familiar, debe tomar en cuenta la opinión del menor,
desde que se inicia el procedimiento de divorcio a efecto de de-
terminar la persona o personas que se harán cargo de su cuidado.
Además, el Estado velara porque los niños no sean separa-
dos de sus padres, pero en el supuesto de que esto sea necesario,
se atenderá al procedimiento legal correspondiente, en el que el
niño tendrá garantizado el derecho de audiencia.
Un ejemplo más, lo tenemos en el procedimiento judicial de
adopción, donde el menor que tiene más de 12 años de edad
debe consentir en ella, pues sin su manifestación no tendrá lugar
la adopción.
Aunque recordemos que la regla general es que el niño tiene
derecho a omitir opinión en todos los asuntos que le afecten y a
ser escuchado tomando en cuenta su edad y madurez en todo
procedimiento judicial o administrativo, ya sea directamente o
por medio de representante.

9. Derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión

Se respetará el derecho del niño a la libertad de pensamiento


de conciencia y de religión, pues el niño será guiado conforme a
la evolución de sus facultades.

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144 DERECHO DEL MENOR

Los niños que pertenezcan a un grupo indígena tienen dere-


cho a disfrutar libremente de su lengua, cultura, usos, costumbre,
religión, recursos y formas específicas de organización social.

10. Derecho a la libertad de asociación y a celebrar reuniones pacíficas

Este derecho no tendrá más límite que el que la ley le im-


ponga.

11. Derecho a la vida privada

Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o legales


en su vida privada, su familia su domicilio o su correspondencia,
ni de ataques ilegales a su honra y su reputación.

12. Derecho a la información nacional y extranjera

El niño tiene derecho de acceso a la información y material


procedente de diversas fuentes, nacionales e internacionales, en
especial la información y el material que tengan por finalidad
promover su bienestar social, espiritual y moral, su salud física
y mental.
Al efecto, los Estados promoverán para que los medios de co-
municación difundan información y materiales de interés social y
cultural para el niño también se promoverá la cooperación inter-
nacional en la producción intercambio y difusión de esa informa-
ción, así como la producción y difusión de libros para niños; los
medios de comunicación atendrán a las necesidades lingüísticas
del niño. Se protegerá al niño contra toda información y material
que perjudiquen su bienestar.
Por lo me hace a los medios de comunicación masiva se pro-
curará que difundan información que sea de interés social y cul-
tural, se evitara la emisión de información contraria y perjudicial
para su bienestar, o contraria a los principios de paz, no discri-

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 145

minación y de respeto; que eviten la difusión de programas que


promuevan la violencia o hagan apología del delito y la ausencia
de valores.
El niño tiene derecho a recibir información respecto de cues-
tiones de seguridad pública y de protección civil. A recibir infor-
mación adecuada a sus etapas de crecimiento, que promuevan su
bienestar social, así como su salud biopsicosocial y sexual enal-
teciendo los valores de paz, equidad, democracia, solidaridad,
libertad, justicia, respeto y tolerancia.

13. Derecho a ser adoptado

Los Estados velarán porque la adopción del niño sea autori-


zada por autoridades competentes, las que determinarán que la
adopción es admisible en vista de la situación jurídica del niño,
en relación con sus padres, parientes y representantes legales. Los
Estados reconocerán que la adopción en otro país sea considera-
da como otro medio de cuidar al niño, en el supuesto de que este
no pueda ser colocado en un hogar de guarda, o entregado a una
familia adoptiva o no pueda ser atendido en el país de origen.
El niño que haya de ser adoptado por residentes de otro país
gozara de normas equivalentes a las que existen en su país de
origen. En el caso de adopción en otro país se garantizará que su
colocación no dé lugar a beneficios financieros indebidos.
En las adopciones se tomará en cuenta la opinión del niño.
Desde luego cuando un niño se vea privado de su familia,
tendrá derecho a la protección por parte del Estado, quien le
proporcionará una familia sustituta.
Recordemos que nuestro Código Civil acepta la adopción
plena, con todo lo que esto implica, pues el adoptado se equipara
al hijo consanguíneo (artículo 410-A). A su vez, define a la adop-
ción internacional como la promovida por ciudadanos de otro
país, con residencia habitual fuera del territorio nacional (artícu-
lo 410 – E). Y la adopción por extranjeros es la promovida por

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146 DERECHO DEL MENOR

ciudadanos de otro país con residencia permanente en el territo-


rio nacional (a 410-E).7

14. Derecho al disfrute del más alto nivel de salud

Se reconoce el derecho del niño al disfrute del más alto nivel


de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y
la rehabilitación de la salud.
Los Estados adoptarán las medidas necesarias para reducir la
mortalidad infantil, asegurar la prestación de la asistencia médica
y atención sanitaria, combatir las enfermedades y la mal nutri-
ción, al efecto se aplicará la tecnología disponible.
Se asegurara la atención prenatal y posnatal apropiada a las
madres; se procurará que todos los sectores de la sociedad en par-
ticular los padres y los niños conozcan los principios básicos de la
salud y la nutrición; se proporcionarán servicios de planificación
familiar. Por lo que hace al niño que ha sido internado en un
establecimiento para su atención, tendrá derecho a un examen
periódico.
Las madres tienen derecho mientras están embarazadas o
lactando a recibir la atención médica y nutricional necesarias. Se
promoverá la lactancia materna; se combatirá la desnutrición, se
fomentarán programas de vacunación. Se atenderán de manera
especial las enfermedades endémicas, epidémicas, de transmisión
sexual y de VIH/SIDA; se establecerán medidas para prevenir
embarazos tempranos. Por lo que hace a los niños con discapaci-
dad, recibirán la atención adecuada a su condición, tendiente a
su rehabilitación.
Los niños víctimas de violencia familiar recibirán atención
especial.

7 Véase Convención sobre la protección de menores y la cooperación en


materia de adopción internacional. Diario Oficial de la Federación del 24 de octu-
bre de 1994. Convención interamericana sobre conflicto de leyes en materia de
adopción de menores. Diario Oficial de la Federación del 21 de agosto de 1987.

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 147

Se considera persona con discapacidad a quien padezca una


alteración funcional física, intelectual o sensorial, que le impida
realizar una actividad propia de su edad y medio social, que im-
plique desventajas para su integración familiar, social, educacio-
nal o laboral (artículo 29 Ley Federal). No podrán ser discrimina-
ción los niños con discapacidad, pues tiene derecho a desarrollar
plenamente su aptitudes y a gozar de una vida digna que les per-
mita integrarse a la sociedad, participando en la medida de su
posibilidades, en los ámbitos escolar, laboral, cultura, recreativo
y económico.
Se ofrecerán apoyos educativos y formativos para padres y
familias de niños con discapacidad, a fin de aportarles los medios
necesarios para que puedan fomentar su desarrollo y vida digna.
Se promoverán acciones interdisciplinarias para el estudio
diagnóstico temprano, tratamiento y rehabilitación de las disca-
pacidades.
Fomentarán la existencia de centros educativos especiales, de
programas de estimulación temprana, servicios de salud, rehabi-
litación, esparcimiento, actividades ocupacionales, como la capa-
citación para el trabajo. Se adaptará el medio a sus necesidades
particulares.
Los niños serán orientados y protegidos contra el consumo
de drogas, estupefacientes, uso de tecnologías o cualquier otra
cosa que les genere estado de dependencia o adicción.8

15. Derecho a la seguridad social

Se reconoce a nivel mundial el derecho del niño a beneficiar-


se de la seguridad social.
Recordemos que la finalidad de la seguridad social va más allá
del derecho a la salud, pues comprende asistencia médica, la protec-

8 Ley general de salud. Diario Oficial de la Federación del 7 de febrero de 1984.


Los servicios de salud se clasifican en: servicios de atención médica, de salud
pública y de asistencia social (artículo 24).

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148 DERECHO DEL MENOR

ción de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios


para el bienestar individual y colectivo, incluyendo, en su caso el
otorgamiento de una pensión (artículo 2o., Ley del Seguro Social).9
En México se cubre este derecho básicamente por dos ins-
tituciones el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores
del Estado (ISSSTE).

16. Derecho a un nivel de vida adecuado

Se reconoce el derecho de todo niño a un nivel de vida ade-


cuado para su desarrollo físico, mental espiritual, moral y social.
En primer lugar, les corresponde a los padres o a las personas
encargadas de los niños, la responsabilidad de proporcionar, den-
tro de la medida de sus posibilidades, las condiciones de vida que
sean necesarias para el desarrollo del niño. El Estado adoptará
medidas apropiadas para ayudar a los padres en este compromi-
so, proporcionando asistencia material y programas de apoyo,
particularmente con respecto a la nutrición al vestuario y a la
vivienda. El Estado asegurara el pago de la pensión alimenticia,
por parte de las personas obligadas a otorgarla, ya sea que vivan
en el Estado de que se trate o en el extranjero.
Cabe recordar que los alimentos, desde el punto de vista le-
gal, comprende: la comida, el vestido, la habitación, la atención
médica, la hospitalaria, y en su caso, los gastos de embarazo y
parto; respecto de los niños, además de los gastos para su edu-
cación y para proporcionarles oficio, arte o profesión adecuados
a sus circunstancias personales; en relación con las personas con
algún tipo de discapacidad o declarados en estado de interdic-
ción, lo necesario para lograr, en lo posible su habilitación o re-
habilitación y su desarrollo. Se incluyen también en este concep-
to los adultos mayores, que carezcan de capacidad económica,

9
VéaseDiccionario jurídico sobre seguridad social, México, ISSSTE-IMSS-
UNAM, 1994.

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 149

pues además de su atención geriátrica, se procurará su integra-


ción a una familia (artículo 308 del Código Civil para el Distrito
Federal).10

17. Derecho a la educación y a una cultura propia

Es compromiso del estado (artículo 3o. constitucional) im-


plantar la enseñanza obligatoria.
Se debe fomentar el desarrollo en sus distintas formas de en-
señanza, secundaria, incluida la enseñanza general y profesional.
Hacer accesible la enseñanza superior. Todo niño debe disponer
de información y orientación en cuestiones educacionales.
Se debe fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir
las tasas de deserción escolar. El Estado velará porque la discipli-
na escolar se administre de modo compatible con la dignidad del
niño. Se facilitará el acceso a los conocimientos técnicos y a los
métodos modernos de enseñanza.
La educación del niño debe estar encaminada al desarrollar
su personalidad sus aptitudes, su capacidad mental y física incul-
cando al niño el respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales.
Se debe por medio de la educación inculcar al niño el respe-
to a sus padres, a su propia identidad cultural, a su idioma, a sus
valores nacionales y del país donde vive, del país que sea origi-
nario, y de las civilizaciones distintas a la suya. Se debe preparar
al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre,
con espíritu de paz, comprensión tolerancia, igualdad de sexos y
amistad entre los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos.
Se debe inculcar al niño el respeto al medio ambiente natural.

10 Véase Convención sobre la obtención de alimentos en el extranjero. Dia-


rio Oficial de la Federación del 29 de septiembre de 1992.
Convención Interamericana sobre obligaciones alimentarias. Diario Oficial de
la Federación del 28 de noviembre de 1994.

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150 DERECHO DEL MENOR

El niño tiene derecho a una educación que respete su digni-


dad y lo prepare para la vida en un espíritu de comprensión, paz
y tolerancia.
Se le proporcionará al niño la atención educativa que por su
edad madurez y circunstancias especiales requiera para su desa-
rrollo pleno.
Los niños que poseen cualidades intelectuales por encima de
la media, tendrán derecho a una educación acorde a sus capaci-
dades. Se impulsará la enseñanza y el respeto de los derechos hu-
manos. Se emplearán mecanismos de participación democrática
en todas las actividades escolares.
A las personas que tienen al menor bajo su patria potestad o
custodia incumbe la obligación de educarlo convenientemente,
cuando al conocimiento de las autoridades que no se cumplen
con tal obligación lo avisarán al Ministerio Público (artículo 422
del Código Civil para el Distrito Federal).
El niño que pertenezca a una minoría étnica, religiosa o lin-
güística tendrá derecho a su propia cultura.

18. Derecho al descanso y al esparcimiento

El Estado reconoce el derecho el niño al descanso y al es-


parcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de
su edad, a participar libremente en la vida cultural y en las artes.
El niño tiene derecho a participar en la vida cultural de su
comunidad, así como al desarrollo de la creación artística, a la
recreación, esparcimiento, actividad deportiva y a los juegos y
actividades propios de su edad.

19. Derecho al debido proceso en caso de infracción a la ley penal

Se reconoce el derecho de todo niño de quien se alegue que


ha infringido las leyes penales, a ser tratado de manera acorde
con su sentido de dignidad, que fortalezca el respeto del niño.

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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR 151

Todo niño al que se le atribuya haber infringido las leyes penales


se le garantizará: que se le presume inocente mientras que no
se pruebe lo contrario; que será informado sin demora y direc-
tamente de los cargos que pesan contra él y que dispondrá de
asistencia jurídica, que no será obligado a prestar testimonio o
declararse culpable, que podrá interrogar o hacer que se interro-
gue a testigos, contara con asistencia gratuita y en su caso, si no
comprende o no habla el idioma utilizado, con un intérprete, y su
vida privada será respetada plenamente.
Los niños no serán sometidos a torturas ni a tratos o penas
crueles, inhumanas o degradantes. Se deberán respetar todas las
garantías procesales.
Surge el concepto de menor infractor, en el cuarto párrafo
del artículo 18 constitucional, cuando establece un sistema inte-
gral de justicia aplicable a menores.
Forma parte del marco jurídico del menor infractor, la Ley
para el tratamiento de menores infractores para el Distrito Fe-
deral en materia común y para toda la República en materia fe-
deral.11 El objeto de esta ley es reglamentar la protección de los
derechos de los menores (artículo 1o.).
Por virtud de esta ley se crea el Consejo de Menores, como
órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Segu-
ridad Pública (artículo 4o.). Este órgano es competente para co-
nocer de la conducta de personas mayores de 11 años y menores
de 18 años, ya que los menores de 11 años serán sujetos de asis-
tencia social (artículo 6o.).
Y tratándose de la asistencia social, tenemos la Ley de Asis-
tencia Social12 y es el Sistema Nacional para el Desarrollo Inte-
gral de la Familia (DIF) el que tiene como objetivo la promoción
de la asistencia social (artículo 13).

11 Diario Oficial de la Federación del 24 de diciembre de 1991.


12
Diario Oficial de la Federación del 2 de septiembre de 2004.

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152 DERECHO DEL MENOR

20. Derecho a ser criado por sus padres

Ambos padres tienen obligaciones comunes en lo respecta a


la crianza y el desarrollo del niño y su preocupación fundamental
será el interés superior del niño.
En el caso de los padres que trabajan, el Estado adoptará las
medidas necesarias para que se les proporcionen servicios e ins-
talaciones de guarda de niños.

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CONCLUSIONES

Primera. Que la denominación de menor deba aplicarse a todo


ser humano menor de dieciocho años de edad. Con lo anterior
superaríamos el empleo de términos como niño, niña, infante, im-
púber, adolescente, etcétera. Considerando como tal a la persona
que no ha alcanzado la edad que la ley establece para gozar de
plena capacidad jurídica.
Segunda. Resulta de trascendental importancia conside-
rar a los instrumentos internacionales celebrados por México,
pues forman parte de nuestro derecho positivo mexicano, que de
acuerdo con el más reciente criterio de la Suprema Corte de Jus-
ticia de la Nación, se ubican jerárquicamente, únicamente, por
debajo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexi-
canos. Esto se debe a que los compromisos internacionales son
asumidos por el Estado mexicano en su conjunto y comprometen
a todas las autoridades frente a la comunidad internacional. De
ahí la relevancia de los tratados internacionales, entre otros, de la
Convención sobre los Derechos del Niño.
Tercera. Del estudio realizado, considero que se puede ha-
blar de una rama más del derecho que se denominaría derecho
del menor, la cual se encargaría de la protección integral del ser
humano, desde su concepción hasta su mayoría de edad, en los
aspectos básicos de naturaleza civil, considerando al menor como
infractor, como trabajador y con el disfrute de buena salud, fac-
tores que bien atendidos le permitirían integrarlo en forma ar-
mónica y plena en la convivencia social, en condiciones físicas,
intelectuales y emocionales adecuadas.
Cuarta. El menor de edad, dista mucho de ser un incapaz
pleno, pues dentro de nuestro derecho, goza de una gran varie-

153

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154 CONCLUSIONES

dad de derechos que la ley le otorga y otros que le reconoce, con-


sagrados básicamente en el Código Civil para el Distrito Federal.
Al efecto presentamos una clasificación de los actos que el menor
puede llevar a cabo. Actos que puede llevar a cabo por sí solo, ac-
tos que ejecuta su representante, pero con el consentimiento del
menor y actos en los que se requiere la opinión del menor para
realizarlos.
Quinta. De conformidad con la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, disponemos de un sistema integral
de justicia aplicable a los menores de edad, a quienes se les atri-
buya la realización de una conducta tipificada como delito por
las leyes penales. Tales menores se han dividido en dos grupos,
en razón de su edad, los que tengan entre doce y dieciocho años,
serán asistidos por el Consejo de Menores, con la opción de in-
ternamiento para los mayores de catorce años, cuando se hayan
cometido conductas antisociales calificadas como graves. Y por
lo que hace a los menores de doce años, sólo serán sujetos de re-
habilitación y asistencia social, que coordina el Sistema Nacional
para el Desarrollo Integral de la Familia.
Sexta. Nuestra legislación hace una clasificación de los
trabajadores, entre trabajadores en general (apartado A del
artículo 123 constitucional) y los denominados servidores pú-
blicos (apartado B, del mismo artículo 123 constitucional), lo
que da como consecuencia un tratamiento normativo distinto
para los trabajadores.
Lo anterior da como resultado que la edad mínima para tra-
bajar, para los trabadores en general sea de catorce años de edad
(fracción III, apartado A, del artículo 123 constitucional), y para
los servidores públicos sea de dieciséis años (artículo 13 de la Ley
Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado).
Tal distinción se genera al considerar que los trabajadores
en general laboran para empresas con fines de lucro o de satis-
facción personal, en tanto que los servidores públicos prestan sus
servicios para instituciones de interés general, constituyéndose en
íntimos colaboradores en el ejercicio de la función pública.

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CONCLUSIONES 155

La realidad ha rebasado la clasificación formal y resulta ur-


gente atender a los menores de edad que necesitan de un trabajo
formal para generar derechos que les dé como resultado una
vida digna. Considero que es el Estado el que debe asumir un
papel realista y proporcionar espacios de trabajo para los meno-
res de edad.
Séptima. Es el Estado mexicano el que debe garantizar el
completo bienestar físico, mental y social y no tan sólo la ausen-
cia de afecciones o enfermedades, de sus nacionales, con especial
referencia a sus menores, pues el derecho a la salud es un dere-
cho fundamental de todo ser humano (artículo 4o. constitucio-
nal), con especial atención a la medicina preventiva aplicable a
menores, que permita el empleo de los avances científicos que
habiliten a los menores con alguna discapacidad.
Octava. Es el Estado mexicano el primer comprometido
para atender al menor de edad que presente una alteración fun-
cional, permanente o prolongada, física o mental, pues la aten-
ción médica, tratándose de menores, debe extenderse lo más po-
sible, a tal grado que toda mujer embarazada pueda disfrutar
de atención médica especializada, que permita un diagnóstico
prenatal y asegure un parto exitoso.

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de agosto de 1987. Fe de erratas: DOF del 13 de julio de 1992.
Convención sobre los derechos del niño, adoptada en la ciudad de
Nueva York, 20 de noviembre de 1989. Decreto por el que se
aprueba: DOF del 31 de julio 1990. Decreto de promulgación:
DOF del 25 de enero de 1991.
Protocolo Facultativo de la Convención sobre los derechos del
niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la
utilización de los niños en la pornografía. Decreto por el que se
aprueba: DOF del 16 de enero de 2002. Decreto de promulga-
ción: DOF del 22 de abril de 2002.
Convención sobre los aspectos civiles de la sustracción internacio-
nal de menores, adoptada en la Haya, Países Bajos, el 25 de
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promulgación: DOF del 29 de septiembre de 1992.
Convención sobre la protección de menores y la cooperación en
materia de adopción internacional, adoptada en La Haya, Paí-
ses Bajos, el 29 de mayo de 1993. Decreto por el que se aprue-
ba: DOF del 6 de julio de 1994. Decreto de promulgación: DOF
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Convención interamericana sobre obligaciones alimentarias, adop-
tada en Montevideo, Uruguay, OEA, 15 de julio de 1989. De-
creto por el que se aprueba: DOF del 6 de julio de 1994. Decre-
to de promulgación: DOF del 18 de noviembre de 1994.
Convención interamericana sobre restitución internacional de me-
nores, adoptada en Montevideo, Uruguay, 15 de julio de 1989.
Decreto por el que se aprueba: DOF del 6 de julio de 1994.
Decreto de promulgación: DOF del 18 de noviembre de 1994.
Convención interamericana sobre tráfico internacional de meno-
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20 de diciembre de 1971.
Declaración de los derechos de los impedidos. Adopción: Reso-
lución 3447 (XXX) de la Asamblea General de la ONU, 9 de
diciembre de 1975.
Convenio internacional para la represión de la trata de mujeres
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1921, DOF del 25 de enero de 1936.
Protocolo que modifica el Convenio para represión de la trata
de mujeres y niños, concluido en Ginebra el 30 de septiembre de
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violencia contra la mujer, Convención de Belém Do Pará, Brasil,
adoptada en la Ciudad de Belém Do Pará, Brasil, 9 de junio de
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aprueba: DOF del 27 de diciembre de 1995. Decreto de pro-
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Convención internacional sobre la protección de los derecho de to-
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la Asamblea General de las Naciones Unidas, 18 de diciembre de
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suscrita en la Ciudad de Guatemala, 7 de junio de 1999. Decre-
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Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derecho del Niño,
relativo a la venta de niños, la prostitución infantil, la utilización
de los niños en la pornografía. Decreto por el que se aprueba:
DOF del 16 de enero de 2002. Decreto de promulgación: DOF
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Declaración sobre los principios sociales y jurídicos relativos a la
protección y el bienestar de los niños, con particular referen-
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planos nacional e internacional, adoptada por la Asamblea Ge-
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Convenio 58 por el que se fija la edad mínima de admisión de los
niños al trabajo marítimo, DOF del 22 de junio de 1951.
Convenio 90 relativo al trabajo nocturno de los menores en la in-
dustria, DOF del 31 de diciembre de 1955.
Convenio 112 relativo a la edad mínima de admisión al trabajo de
los pescadores, DOF del 28 de noviembre de 1960.
Convenio 123 relativo a la edad mínima de admisión al trabajo
subterránea en las minas, DOF del 18 de enero de 1968.
Convenio 124 relativo al examen médico de aptitud de los meno-
res para el empleo en trabajos subterráneos en las minas, DOF
del 20 enero de 1968.
Convenio 182 sobre la prohibición de las peores formas de traba-
jo infantil y la acción inmediata para su eliminación, adoptado
por la Conferencia General de la Organización Internacional
del Trabajo, durante su Octogésima Séptima Reunión, cele-
brada en Ginebra, Suiza, 17 de junio de 1999, DOF del 7 de
marzo de 2001.

Legislación

Ley sobre la celebración de tratados, DOF de enero de 1992.


Ley del Instituto Nacional de las mujeres, DOF del 12 de enero de
2001.
Ley para la protección de los derechos de niñas, niños y adolescen-
tes, DOF del 29 mayo de 2000.
Ley para el Tratamiento de menores infractores para el Distrito
Federal en materia común y para toda la República en materia
federal, DOF del 24 diciembre de 1991.
Ley de asistencia social, DOF del 2 septiembre de 2004.
Ley del Instituto Mexicano de la Juventud, DOF del 6 de enero
de 1999.

DR © 2012, Universidad Nacional Autónoma de México,


Instituto de Investigaciones Jurídicas
BIBLIOGRAFÍA 167

Ley Federal del Trabajo, DOF del 1o., de abril de 1970.


Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, DOF del 28
de diciembre de 1963.
Código Civil para el Distrito Federal, Gaceta Oficial del Distrito Fede-
ral, 25 mayo de 2000.

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