Cosmecéutica

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Cosmecéutica, belleza y

salud ‘todo en uno’


La cosmecéutica emplea cosméticos con sustancias biológicamente activas,
que modifican las estructuras y funciones de la piel, corrigiendo problemas
cutáneos al tiempo que aportan beneficios estéticos.

Escrito por:
EVA SALABERT
Periodista experta en salud

Los cosmecéuticos, además de mejorar la apariencia de la piel, benefician su


estructura celular
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Actualizado: 19 de junio de 2020
Los cosmecéuticos son productos cosméticos elaborados con sustancias
biológicamente activas capaces de provocar modificaciones en las estructuras y
funciones de la piel, de forma que pueden solucionar trastornos cutáneos menores
y, además, aportar beneficios estéticos. Junto a los nutricosméuticos, se emplean
en los tratamientos de la medicina antiaging, que tiene como objetivo retrasar el
proceso de envejecimiento natural, prevenir enfermedades, y mejorar la salud y la
calidad de vida de las personas.

La cosmecéutica, denominada también cosmética terapéutica y farmacología


cosmética, incluye una nueva generación de productos que, a pesar de que se
comercializan como cosméticos, contienen por lo menos un ingrediente
biológicamente activo que puede cumplir diversas funciones, desde hidratar la piel
en profundidad y protegerla contra los radicales libres, hasta activar la renovación
celular.

Aplicar cosmecéuticos sobre la piel, además de mejorar su apariencia externa,


aporta beneficios a su estructura celular, por lo que un tratamiento adecuado,
prescrito y supervisado por un especialista, que es el más indicado para saber
cuáles son las necesidades de cada paciente, puede obtener muy buenos
resultados estéticos sin necesidad de recurrir a otras terapias más invasivas.

Origen y principios activos de los cosmecéuticos


La cosmecéutica tiene su origen en Estados Unidos, en la década de los 90,
cuando algunos dermatólogos comenzaron a realizar tratamientos de belleza sin
utilizar cirugía, entre ellos el Dr. Ncholas Perricone, que elaboró sus propios
productos para venderlos a sus pacientes. A partir de ahí, la investigación se
centró en ingredientes naturales, extractos de hierbas y plantas, aceites y semillas,
que se combinaron con algunas sustancias químicas y vitaminas, para desarrollar
productos que aunaran funciones cosméticas y terapéuticas.

Aunque los más demandados son los que tienen propiedades antienvejecimiento –


que reducen arrugas y líneas de expresión y activan la renovación celular–,
también los hay para combatir el acné o la caspa, blanqueadores cutáneos, filtros
solares, etcétera.

En cuanto a los principios activos más populares, por la función que cumplen,


destacan:

 Acetyl hexapeptido-3. Este aminoácido natural, presente en el organismo


en grandes cantidades mientras la persona es joven, disminuye con la
edad, por lo que se incluye como ingrediente de cremas anti-edad para
reducir las líneas de expresión que aparecen en el contorno de la boca, los
ojos y la nariz.
 Ácido hialurónico. Esta sustancia, que tiene una gran capacidad para atraer
y retener agua, también se encuentra en el organismo, y cuando falta se
produce el envejecimiento de la piel. Con su aplicación tópica se consigue
rehidratar capas profundas de la piel y mejorar su aspecto.

 Colágeno natural. Esta proteína, que forma parte de huesos, cartílagos,


tendones…, y permite que la piel se mantenga fuerte y elástica, también se
pierde con los años. Se emplea para reafirmar la piel.

 Demetilminoetanol (más conocido como DMAE). Aumenta el tono muscular


y protege de los radicales libres que aceleran el envejecimiento celular.

 Despigmentantes. Estas sustancias, como el ácido kójico, se utilizan para


tratar las antiestéticas manchas sobre la piel.

 Aceites naturales (aceite de aguacate, de rosa mosqueta, de germen de


trigo…), nutren la piel y mejoran su elasticidad.

 Oligoelementos esenciales, como  cobre, magnesio, selenio, o cinc, que


contribuyen a mantener la piel sana.

 Células madre vegetales. En ensayos clínicos se ha comprobado su


eficacia para producir y regenerar las células madre de la piel, y que son
capaces de reducir la profundidad de las arrugas faciales.

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