Contreras Paulo R3 U1
Contreras Paulo R3 U1
Contreras Paulo R3 U1
Matrícula: 20009361
Las competencias digitales son vitales para participar en la sociedad actual. Circula socialmente la
representación de los jóvenes como competentes en el aspecto digital porque desde pequeños
operan de manera habilidosa distintos dispositivos tecnológicos. Sin embargo, estudios recientes
han mostrado que las competencias digitales de esta generación son dispares y no son extensivas
a todos los ámbitos. Estos argumentos dieron sustento a la innovación educativa que describimos
en este artículo, cuyo objetivo se orientó a promover el uso de una herramienta (Google Drive) y el
ensayo de una habilidad (escritura y edición colaborativa en línea) que no suele ser de las más
desarrolladas entre los jóvenes. Participaron 151 estudiantes universitarios de diferentes áreas
disciplinarias, a quienes les planteamos resolver una tarea académica en grupos con la mediación
de un documento compartido en Google Drive en el que debían avanzar y editar la respuesta en
forma colaborativa. Luego de la tarea, administramos un cuestionario, cuyas respuestas
analizamos en este artículo. Los resultados más destacados mostraron que tan solo 5% de los
participantes tenía experiencias previas y, por tanto, alguna habilidad para escribir y editar de
manera colaborativa un documento compartido en la nube. Más aún, 85% valora de modo
positivo la herramienta para futuras implementaciones en otros contextos después de haber
experimentado y conocido su uso a partir de la innovación propuesta.
Trabajo, educación, ocio, inclusión y participación en la sociedad, comunicación, entre otras, son
áreas que se están digitalizando cada vez más. En consecuencia, las competencias digitales –
entendidas como un conjunto de habilidades y saberes relacionados con el manejo de
información, comunicación, creación de contenidos, seguridad ciudadana y resolución de
problemas, entre otros (Zempoalteca y Barragán, 2017)– son vitales para participar en la sociedad
y en la economía actual.
El término innovación, en general, tiene buena prensa; nadie estaría en desacuerdo en considerar
que lo nuevo genera al menos cierta intriga. Sin embargo, no todo lo novedoso, por sí mismo,
arroja los resultados esperados. Libedinsky (2014) señala que este término posee tres
componentes léxicos: in-nova-ción. In no está empleado como negación de una realidad, sino, por
el contrario, como posibilidad de incorporar, introducir algo nuevo a una realidad preexistente;
nova supone hacer de nuevo, cambiar; y ción implica actividad o proceso, resultado o efecto, y
también realidad interiorizada o consumada. Innovar no es inventar, es otorgar un nuevo
significado a una creación en un espacio social particular.
Como decíamos al iniciar este escrito, las competencias digitales –vinculadas fundamentalmente al
uso de ordenadores para obtener, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar
información, y comunicarse y participar en redes de colaboración a través de internet– están entre
las ocho competencias clave, esenciales y necesarias en el siglo XXI; esto, porque las personas las
necesitan para su realización y desarrollo, así como para la ciudadanía activa, la inclusión social y
el empleo. Ferro, Martínez y Otero (2009) señalan que las innovaciones educativas con TIC
permiten generar rupturas de las barreras espacio-temporales en las actividades de enseñanza-
aprendizaje, procesos formativos abiertos y flexibles, mejores procesos comunicativos entre los
sujetos que participan en las propuestas de aprendizaje, una enseñanza personalizada y acceso
rápido a la información; en algunas ocasiones, promueven el interés y la motivación de los
estudiantes, además de que sirven de apoyo a actividades complementarias de aprendizaje.
METODOLOGÍA
Las consignas de las tareas a resolver fueron variables de acuerdo con la asignatura en que se
aplicaron. La tabla presenta una breve descripción de las tareas desarrolladas con cada uno de los
grupos participantes. Aunque diferentes en cuanto al contenido abordado, los criterios para el
diseño y la formulación de las tareas se mantuvieron estables y uniformes. En todos los casos,
antes de presentar la demanda de la tarea, la consigna detallaba aspectos procedimentales a
seguir: formar grupos de tres a cinco integrantes, crear una cuenta en Gmail –en caso de no
tenerla– y mirar un video explicativo acerca del uso de documentos compartidos en Google Drive.
A todos los estudiantes les solicitamos la elaboración colaborativa y presentación de un
documento en formato Word, aunque, como decíamos, con un contenido específico según la
asignatura. La respuesta debía ser planteada en grupos y con la mediación de un documento
compartido en Google Drive al quecada integrante podía acceder y editar en todo momento y
desde cualquier lugar. Especificamos también en el instructivo con la consigna de los plazos de
ejecución, modalidad de entrega y criterios de evaluación. Sujetos participantes Como
anticipamos, participaron cuatro grupos de estudiantes, a saber: 52 alumnos de la asignatura
Teoría y técnica de los test, del 3º año de la licenciatura en Psicopedagogía; 39 alumnos de
Psicometría educacional, del 5º año de la licenciatura en Psicopedagogía; 38 alumnos de la
asignatura Pedagogía, correspondiente al 1º año de la licenciatura en Educación Física; y 22
alumnos de un taller preparatorio para el ingreso en carreras de Ingeniería. Se trabajó así con una
suma de 151 estudiantes universitarios, 120 mujeres y 31 varones, con edades comprendidas
entre los 17 y 23 años. Instrumento de recolección de datos Al finalizar el período de ejecución de
la tarea, administramos a los estudiantes un cuestionario con el objetivo de recuperar sus
valoraciones sobre la experiencia de trabajo grupal mediada por Google Drive. Para los fines de
este trabajo, focalizamos el análisis en las respuestas de los sujetos frente a tres ítems:
• ¿Conocías Google Drive?
• Si tu respuesta es “sí”, ¿en qué ocasiones lo usaste?
• ¿Qué valoraciones puedes realizar después de haberlo empleado?
Los análisis efectuados son cuantitativos para el ítem de respuesta dicotómica (primera pregunta)
y cualitativos para los ítems de respuesta abierta (segunda y tercera pregunta). En este caso,
construimos categorías sobre la base de las respuestas ofrecidas por los sujetos.
RESULTADOS
El hecho de que casi la mitad de los estudiantes (48%) no tuviera conocimiento de la herramienta
Google Drive y de sus funcionalidades antes de su uso en el marco de la experiencia, nos orienta a
pensar que el objetivo de la intervención didáctica (incidir en el aprendizaje de habilidades y
competencias digitales) fue en cierto modo cubierto. Aunque la información acerca de que casi la
mitad de los estudiantes no conocían la herramienta habla por sí misma, resulta interesante
profundizar en el análisis al interior del grupo que dijo conocerla previamente, pues, como
veremos en el siguiente apartado, aunque sabían de su existencia, muy pocos habían tenido
experiencias previas de escritura en colaboración con esta herramienta.
En síntesis, de los 79 sujetos, únicamente siete reconocieron en forma explícita una experiencia
previa de escritura colaborativa en línea mediada por la herramienta Google Drive.
Casi la mitad del grupo (48%) desconocía la existencia y las utilidades de Google Drive en tanto que
solo 5% de los 151 estudiantes que participaron en la innovación implementada han tenido
experiencias previas de escritura colaborativa en documentos compartidos en Google Drive
Los usos más frecuentes que los jóvenes hacen hoy en día de las tecnologías están limitados al
ámbito del ocio, del entretenimiento y de las interacciones en redes sociales; usan escasamente
las herramientas para resolver aspectos académicos, crear contenidos, editar en forma
colaborativa o elaborar investigaciones.
Mi resumen
La idea principal de este texto es por mucho, la idea de que en la actualidad la juventud (incluiría
también a generaciones previas y posteriores), que parece que vivimos en una analfabetización
informática. Se ha limitado el internet a compartir contenido sin valor fundamental, también sin
trascendencia. Las herramientas actuales informáticas de colaboración en la nube, de
productividad y creación de contenido de valor, parecen ser exclusivas para aquellos que viven de
estos rubros.
Los resultados de esta prueba son abrumadores, porque deja en evidencia el rumbo que
actualmente están siguiendo las huellas de actividad y no es nada alentador para un futuro.