2 La Emancipación, La Libertad de Imprenta.
2 La Emancipación, La Libertad de Imprenta.
2 La Emancipación, La Libertad de Imprenta.
Resumen
El presente estudio espera ser una aproximación histórico-historiográfica a lo
que espera demostrar fue uno de los hechos fundamentales del proceso de
formación republicana: el nacimiento del periodismo como signo de transforma-
ción social. Producto directo e inmediato de la crisis del Antiguo Régimen, se
convertirá en el principal difusor de las nuevas ideas y escenario de los debates
ideológicos de la hora. Al mismo tiempo, el trabajo espera poner de relieve los
principales enfoques que la historiografía ha desarrollado en torno al tema.
Palabras clave: Historia de las Ideas Políticas; Venezuela; Periodismo Vene-
zolano; Emancipación.
Abstract
The present study aims to make a historical-historiographic approach to one of
the key events of the formation of the republic: the emergence of journalism as
a sign of social transformation. As a direct and immediate result of the crisis of
the old regime, journalism became the main disseminator of the new ideas and
scenario of the ideological debates of that time. At the same time the Works
aims to highlight the main historiography approaches about the subject.
Key words: history of political ideas; Venezuela; Venezuelan journalism;
emancipation.
Résumé
Ce travail se réclame d’une approche historico-historiographique pour analyser
l’un des phénomènes fondamentaux du processus de formation républicaine
Recibido: 20/07/2008
Aprobado: 05/09/2008
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1 Mientras trataba de huir a Curazao en 1814 ante el avance de las fuerzas de José Tomás
Boves, su barco es capturado por corsario español Valiente Boves, quien lo condujo
a Puerto Cabello. Posteriormente, fue encarcelado en el castillo de San Felipe donde
fue juzgado, condenado a muerte y fusilado el 17 de septiembre de 1814 por orden del
mariscal de campo Juan Manuel Cajigal. Según la tradición sus últimas palabras antes
de morir fueron: “Dios omnipotente, si allá el cielo admite a los españoles, entonces
renuncio al cielo”. Cfr. http://www.venezuelatuya.com/biografias/vicentesalias.htm
2 Por tal entendemos a la tendencia de evaluar el pasado según los criterios del presen-
te.
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republicano contra los que estaban por el Rey- siguió el de una franca
guerra social que demolió (tal vez tanto y en muchos aspectos incluso
más que las propuestas revolucionarias de la primera hora) el orden
anterior. Viendo en qué se convirtió a la vuelta de dos años todo aquel
festín de canciones y escarpelas con el que comenzó la revolución,
parece que “aquel pensamiento operaba en planos emocionales o
abstractos que no se basaban en el examen calculado y mesurado de
aquella realidad” (Soriano, 1978: 70). El caso es que nuestro periodismo
republicano comenzó en él.
Pero vamos por partes. Soriano cita el ejemplo de la ley de matrimo-
nio promulgada el 2 de agosto de 1811, y por la cual “los mayores de 20
años cumplidos pueden contraer matrimonio sin llevar licencia de sus
padres, abuelos y demás, sean quienes fueren los contrayentes, y no
se les exija por los párrocos circunstancia ninguna en orden a esto” (El
Publicista de Venezuela, 1811: 47). Si se piensa en las rígidas jerarquías
de la sociedad colonial (recuérdese que aunque en crisis, era la que
existente para la hora, justo aquella a la que se quiere transformar con
leyes como esta), en los infinitos problemas, a veces verdaderas tra-
gedias existenciales, que su “endogamia teórica/hexogamia práctica”
había producido a la zaga de un mestizaje generalizado pero alimentado
con relaciones extra-conyugales, y en la Real pragmática sobre ma-
trimonio de los hijos de familia que Carlos III promulgó el 23 de marzo
de 1776 prohibiendo expresamente las uniones entre “desiguales”... Si
pensamos en todo eso, derogar de un plumazo el sistema de castas
y estamentos para que el único impedimento sea el de la prohibición
de las uniones con unos traidores a la patria, como lo establece su
artículo 5to., vemos que fue, ciertamente, de un progresismo que no
se generalizó en Occidente hasta la segunda mitad del siglo siguiente,
pero también de una temeridad sensacional.
En un grado casi equivalente de radicalismo y audacia puede po-
nerse a la Libertad de Imprenta, vivida de facto desde el 19 de abril
de 1810. Dogma por excelencia del pensamiento Ilustrado (¿cómo se
pueden difundir las luces y la Razón sin el correr libre de las ideas?
¿Cómo el individuo puede gozar efectivamente de la libertad si no se
expresa libremente, da publicidad a sus opiniones y descubrimientos,
y lee lo que le venga en gana? (Ratto-Ciarlo, 1972: 15-24), en lo que
la Junta Suprema que sustituyó a las autoridades españolas tomó el
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Con los tonos que las circunstancias y los caracteres de sus redac-
tores imponían, cada uno de los periódicos salidos de esa libertad de
imprenta vivida entre 1810 y 1811, asumirían la misión. Hagamos un
rápido recorrido por ellos.
Miguel José Sanz5 y el que luego llegó a ser el gran publicista del
Rey en Venezuela, José Domingo Díaz, contribuyeron a la pedagogía
política con su Semanario de Caracas6, donde el segundo publicaba
artículos de divulgación científica y el primero tratados sobre moral
republicana (Barroeta, 1987). Éstos, sobre todo, tienen un valor histórico
excepcional. En sus editoriales, que bajo el título de “Política” abrían
cada número, Sanz configuró lo que probablemente esperaba recoger
como un tratado si la guerra y, con ella, la muerte no hubieran truncado
su labor de repúblico y de ideólogo. Recogidos por Pedro Grases, hoy
los encontramos en un volumen bajo el título de Teoría política y ética
de la Independencia7. Tópicos como la subordinación civil, la libertad
de discurrir y la felicidad pública constituyen sus apretadas y eruditas
exposiciones. Grases hizo bien al titularlas así, como la búsqueda de
una proyecto ético-moral, porque de eso, en suma, se trató toda la
prensa de la época. Claro, en Sanz la búsqueda era más académica y
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8 Están reproducidos entre las páginas 311 y 449 de Testimonios de la época Emanci-
padora (Caracas, Academia Nacional de la Historia/Colección Sesquicentenario de la
Independencia No. 37, 1961).
9 “Con el nombre de Sociedad Patriótica se conoce a la organización revolucionaria
proindependentista que realizó importantes actividades en Caracas y otras poblacio-
nes venezolanas, durante la Primera República (1810-1812). La idea de la creación de
la Sociedad Patriótica o Club Patriótico, como lo llamó luego Manuel Palacio Fajardo,
ha debido ser de Miranda y Bolívar que conocieron el valor de la propagación de las
ideas a través de este tipo de sociedades; sobretodo gracias a las experiencias de
Miranda en el París de la Convención y del Directorio. Esto explica que un francés de
apellido Leleux halla venido al país en diciembre de 1810 para contribuir a la creación
de la Sociedad Patriótica. En esta organización de carácter revolucionario figuraron
como miembros (además de Miranda, Bolívar y Leleux), Antonio Muñoz, Vicente Salias,
Francisco Espejo, Pedro Pellín, Casiano de Medranda, Miguel Peña, Lorenzo Burros,
Francisco Antonio Paúl (llamado Coto Paúl), Pedro Pablo Díaz, José Antonio Pelgrón,
Pedro Salias, Rafael Castillo, Carlos Núñez, José María Núñez, Carlos Soublette, Ramón
García Cádiz, entre muchos otros. La presidencia de la Sociedad Patriótica se turnaba,
y en diversos momentos se sabe que la ejercieron Francisco de Miranda, Antonio Mu-
ñoz Tébar y Francisco Espejo (...) Su órgano de difusión era El Patriota de Venezuela,
cuyo primer ejemplar apareció a fines de 1810, siendo sus redactores Vicente Salias y
Antonio Muñoz Tébar Durante el año de 1811 y los primeros meses de 1812 circularon
7 números”. http://www.venezuelatuya.com/historia/sociedadpatriotica.htm
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17 Los escritos de este pensador y activista sacerdote liberal nacido en Sevilla, pero exi-
liado en Londres desde 1811 por su oposición a la Junta Central, donde pronto entró
en contacto con el grupo de Miranda y luego se haría muy amigo de Bello; eran a tal
punto tomados en cuenta en Caracas que no sólo se reproducían en los periódicos de
la capital, sino que se le otorgó la ciudadanía venezolana –aunque nunca vino. Blanco
White –que en Inglaterra abandonó el catolicismo, haciéndose sacerdote de la Iglesia
Unitaria. Su seudónimo “Juan Sintierra”, fue remedado por un entusiasta “Juan Contierra”
de El Patriota de Venezuela cuya identidad aún desconocemos, pero que es uno de los
primeros grandes personajes de la historia del periodismo venezolano. Su influencia
decayó en la medida en la que se alejó del radicalismo de los patriotas caraqueños y
se termina oponiendo a la Independencia.
18 Será libre el derecho de manifestar los pensamientos por medio de la imprenta; pero
cualquiera que lo ejerza se hará responsable de las leyes si ataca y perturba con sus
opiniones la tranquilidad pública, el dogma, la moral cristiana, la propiedad, honor y
estimación de algún ciudadano.” Constitución Federal para los Estados de Venezuela,
La Constitución Federal de Venezuela de 1811 y documentos afines, Caracas, Academia
Nacional de la Historia/Colección Sesquicentenario No. 6, 1959, pp. 198-199
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nacimiento del oficio de periodista, bien que como anexo del mayor de
político revolucionario. Aún entonces escribir era asunto de una lucha
por poder que no conocía cuartel: hay que insistir en el dato de que
los republicanos dictaminan la pena de muerte para quienes piensan
distinto. Los realistas, en este caso, no hicieron sino jugarles igual; por
eso el titular que propone Ratto-Ciarlo no es sino el signo de un tiem-
po de en el que esas eran las reglas del juego: el que quería escribir,
debía saber que la vida se la jugaba en eso. Mueren cuatro periodistas
por la Revolución: de otra forma no hubiera podido ser. De eso fue el
periodismo de la Emancipación... Pero, viendo el camino que siguió la
libertad de Imprenta en Venezuela: ¿no fue de eso que siguió siéndolo
mucho después? ¿Cuánto nos queda ahora del problema, hasta qué
punto la libertad de expresión no continúa estando en el centro del
debate, hasta qué punto no expresa la tensión con la realidad? Tal vez
esos cuatro “periodistas” ejecutados, es decir, sus ejecuciones en sí,
son, tanto como sus periódicos y la libertad que ensayaron por un par
de años, el inicio de otra –terrible, pero constante– tradición. De una
metáfora que trascendiendo la primera república acaso se proyecte
hacia las otras tres o cuatro que han venido después. Sí, republicanismo
y periodismo van de la mano en Venezuela.
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Referencias Bibliográficas
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Grases, P. (1967). Historia de la Imprenta en Venezuela. Caracas: Edi-
ciones de la Presidencia de la República.
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Resumen
La Universidad de Caracas en su carácter de única institución de enseñanza
superior existente en Venezuela durante el período colonial, representa un
escenario propicio para analizar las ideas debatidas por los intelectuales
caraqueños en el período de transición entre la tradición colonial y las ideas
modernas provenientes del liberalismo y la ilustración. Las reacciones de estu-
diantes y profesores fueron de diversa índole. Algunos optaron por la defensa
incondicional del sistema político, social y académico que prevalecía a finales
del siglo XVIII y otros se inclinaron a respaldar las nuevas ideas que clama-
ban por una transformación radical de la sociedad venezolana. En el presente
estudio se hace un análisis de las ideas políticas expuestas en el Semanario
de Caracas, por dos eminentes egresados de la Real y Pontificia Universidad:
Miguel José Sanz y José Domingo Díaz.
Palabras claves: Universidad- Semanario de Caracas- Política- Independencia
Abstract
reactions from student and academics came from all sides. Some opted for the
absolute defense of the political, social and academic system that prevailed
in the 18th century while others decided to support the new ideas that called
for a radical transformation of Venezuelan society. This study looked at the
Semanario de Caracas published at the time, to analyze debates between the
intellectuals Miguel José Sanz y José Domingo Díaz from the Royal and Pon-
tifical Universities regarding traditional colonial and liberal ideas.
Key words: University, Semanario de Caracas, Politics, Independence
Résumé
S’agissant de la seule institution d’éducation supérieure existant au Venezuela
à l’époque coloniale, l’Université de Caracas constitue un univers propice pour
l’analyse des idées alors en discussion parmi les intellectuels de Caracas pen-
dant l’époque de transition entre la tradition coloniale et les idées modernes
du libéralisme et de L’Illustration. Les prises de position des étudiants et des
professeurs furent très diverses. Certains choisirent la défense inconditionnelle
du système politique social et académique dominant en cette fin du XVIIème
siècle, alors que d’autres optèrent pour les nouveaux idéaux qui réclamaient
une transformation radicale de la société vénézuélienne. Ce texte analyse les
principales idées politiques objet de débat au Séminaire de Caracas entre deux
intellectuels éminents, anciens de l’Université royale et pontifice: Miguel José
Sanz et José Domingo Diaz.
Mots clé: Université – Séminaire de Caracas – Politique – Indépendance
Recibido: 26/06/2008
Aprobado: 09/09/2008
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a) Libertad
Desde la propia aparición del semanario comenzaron los redacto-
res a intercambiar ideas sobre conceptos básicos vinculados con el
funcionamiento del Estado y con la naturaleza de la sociedad. En sus
escritos se evidencia la comprensión de teorías expuestas por auto-
res europeos como Locke y Montesquieu, especialmente en aquellos
temas relacionados con la ley, las funciones del Estado y los derechos
de los ciudadanos.
En la primera edición del Semanario de Caracas se afirma claramente
que “el hombre es libre, porque puede hacer lo que debe sin temor de
ser corregido por ello: su libertad está protegida por la ley, y en el seno
de la mas tranquila paz goza la propiedad y seguridad” (Semanario de
Caracas Nº I Del Domingo 4 de Noviembre de 1810). Esa libertad debe
apuntar hacia la felicidad de los pueblos que se logra a través de las
buenas leyes y de la justa y racional libertad de los individuos.
Resulta pertinente destacar que en el primer número aparece como
único redactor el nombre de José Domingo Díaz. Se aprecia en todas
las secciones de esta edición, la defensa de los valores indispensables
para la vida republicana. Estos son la libertad, la justicia y el orden.
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b) Soberanía
El ejercicio de la soberanía fue entendido en el mundo colonial como
el derecho legítimo que tenían los reyes para gobernar a sus súbditos. El
Soberano era el monarca y la facultad para gobernar en representación
del pueblo tenía un carácter divino, creencia sustentada en el respal-
do que a este le brindó la Iglesia Católica. Ciertamente, por siglos los
colonos admitieron este ejercicio de soberanía, pero con las luces que
muchos autores europeos dieron sobre el particular, se popularizaron
tanto en círculos de intelectuales como en las clases intermedias de la
sociedad, los conceptos de voluntad general y soberanía del pueblo.
En este sentido, Sanz expresa lo siguiente:
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c) Igualdad y Propiedad
¿Quiénes eran los encargados de ejercer la soberanía en Venezue-
la? De acuerdo a las ideas que se tenían en la época, eran pocos los
elegidos. Quizás uno de los puntos en donde más coinciden las ideas
de Sanz y Díaz es precisamente en sus visiones sobre la igualdad y la
propiedad, asumida esta última como un criterio para ejercer derechos
políticos. En la misma primera edición del Semanario de Caracas, se
establece que “una igualdad absoluta hace al hombre precipitarse en
un caos inmenso de crímenes” (Semanario de Caracas N°I Del Domingo
4 de noviembre de 1810); por ello se insiste en el peligro de que los
cambios que se están produciendo en la sociedad deriven en un estado
anárquico que a todos perjudica. Al respecto afirma Díaz (1810): “un
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Referencias Bibliográficas
Díaz, J. (1959). Política. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de Caracas
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Díaz, J. (1959). Agricultura. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de
Caracas Nº10 (1811), pp.77-80. Caracas: Academia Nacional de la
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Sanz, J. (1959). Política. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de Caracas
Nº3 (1810), pp.17-20. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
Sanz, J. (1959). Política. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de Caracas
Nº4 (1810), pp.25-29. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
Sanz, J. (1959). Política. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de Caracas
Nº5 (1810), pp.33-37. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
Sanz, J. (1959). Política. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de Caracas
Nº6 (1810), pp.41-47. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
Sanz, J. (1959). Política. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de Caracas
Nº7 (1810), pp.49-52. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
Sanz, J. (1959). Política. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de Caracas
Nº8 (1810), pp.57-60. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
Sanz, J. (1959). Política. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de Caracas
Nº9 (1810), pp.65-68. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
Sanz, J. (1959). Política. En: P. Muñoz (Comp.). Semanario de Caracas
Nº10 (1811), pp.73-77. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
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Resumen
Abstract
This article analyses the editorial experience of Gaceta de Caracas during its
first period between 1808 and 1810. In so doing, it also looks in parallel to the
life of its main staff writer, Andrés Bello. This analysis takes into account the
socio-political context of that time characterised by the debates on the rights
of the White creoles and colonial dependency of the territory known today as
Venezuela towards the Spanish crown.
Key words: Andrés Bello; Venezuela; press; public sphere
Résumé
L’analyse de l’importance de l’expérience éditoriale de la Gaceta de Caracas
au cours de sa première étape (1808 – 1810) se réalise en parallèle avec
celle de l’existence de son rédacteur, Andres Bello, dans un contexte socio
politique de débats intenses sur le problème des droits des blancs créoles et
sur la dépendance de la couronne espagnole du territoire qui plus tard sera
le Venezuela.
Mots clé: Andres Bello – Venezuela – presse – domaine public
Recibido: 19/05/2008
Aprobado: 18/07/2008
Planteamiento general
La aparición de la Gaceta de Caracas, en 1808, representa el primer
hito en cualquier revisión de la historia de la prensa en Venezuela. Al
cumplirse 200 años de aquel hecho, en octubre de 2008, es motivo para
que el investigador vuelva sobre el tema, en un intento por acercarnos
al papel de Andrés Bello en tal iniciativa.
El rol de la prensa en aquella Caracas, en la que comienzan a
producirse debates sobre el papel político de los blancos criollos y a
cuestionarse la dependencia de la corona, tiene por finalidad salir al
paso de los rumores e informaciones diversas, y a veces contradicto-
rias. No era para menos, la propia existencia de una corona española
no tutelada por el imperio napoleónico, estaba en juego entonces. Las
autoridades coloniales de Caracas, en tal contexto, entendieron que la
circulación de un periódico contribuiría a mantener el control político
sobre la población, brindando los puntos de vista oficiales sobre los
acontecimientos que tenían lugar al otro lado del Atlántico.
El surgimiento, con estas particulares características, de la prensa
periódica en nuestro país le da un tinte totalmente distinto al que tuvo,
por ejemplo, en algunos países europeos occidentales. Como bien lo
señala Habermas, en el contexto europeo del siglo XVII y XVIII comienza
a consolidarse una prensa como suerte de espacio público, principal-
mente apuntalado por la burguesía comercial, que entendió cabalmente
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1 Existe un debate sobre la traducción de Habermas al español. Para este trabajo, por
ejemplo, asumimos el texto “Historia y crítica de la opinión pública”, en la edición tra-
ducida en 1981 y publicada por la casa editorial Gustavo Gili. Los planteamientos del
autor datan de 1962. Generalmente en los textos en español se ha insistido en utilizar
literalmente la palabra “publicidad” para lo que entendemos como esfera pública, vida
social pública, vida pública. Eso se debe a que en alemán dicha palabra tiene ese
significado. A nuestro entender el uso de la palabra “publicidad” en este texto podría
prestarse a confusiones, por lo que asumimos –como lo indica el título de este texto– el
uso del término esfera pública.
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2 No existen cifras globales del siglo XIX venezolano sobre la circulación de prensa, pero
se pueden hacer algunas inferencias para demostrar que tenían una circulación redu-
cida, aunque ello no les resta importancia en tanto se entiende que buscaba conducir
el debate público y por tanto su impacto estaba más en términos de incidencia en el
liderazgo nacional. De acuerdo con Elke Nieschulz (1981), existían en Venezuela en 1830
un total de 15 periódicos, pero la mayoría habían sido creados una vez que estableció
la república de forma autónoma de la Gran Colombia. En tanto, un reconocido editor
de aquellos años, Valentín Espinal, escribía al gobierno en 1841 (Millares Carlo, 1969)
para informar que la edición de la Gaceta de Venezuela tendría una edición de 1600
ejemplares semanales.
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(p. 29), lo que finalmente pudo contribuir a que se viera como viable
una opción independentista.
Del mismo modo, es probable que la Gaceta de Caracas produjera
un efecto ideológico bumerang, pues al criticar agriamente las co-
rrientes políticas y filosóficas que estaban barriendo el viejo orden en
Europa, el periódico podría estimular “en sus suscriptores la curiosidad
por conocer y estudiar las obras que acerbamente condenaba” (García
Ponce, 1975: 30), tal efecto –para este autor– no debe desdeñarse.
Tampoco puede obviarse un hecho como este: la Gaceta de Caracas
tardó ocho días en dar noticia de los sucesos del 19 de abril de 1810
(García Ponce, 1975).
Seguir toda la historia de la Gaceta de Caracas, por otro lado, puede
servir para analizar los cambios políticos y de mentalidades que es-
taban produciéndose en la que es la capital de nuestra república. Por
un lado el periódico defendió el orden colonial, y luego del 19 de abril
de 1810 se colocó al servicio de las transformaciones que se habían
producido. En su editorial del 27 de abril de 1810, por ejemplo, deja
claro el giro importante que estaba dando su línea editorial:
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A modo de conclusión
El tiempo que rodeó a Bello en su paso por la Gaceta de Caracas fue
sin duda convulso, pero lejos está de ser en sí una gran transformación,
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Fuentes bibliográficas
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cas: Fundación de los trabajadores petroleros y petroquímicos de
Venezuela (FUNTRAPET).
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Abstract
Departing from the concept of advertisement and propaganda, this work
analyses the three periods of President Antonio Guzmán Blanco from 1864
and 1887. The study is base on the analysis of Guzmán Blanco’s archives in
the John Boulton Trust.
Key words: Advertisement; Propaganda; Guzmán Blanco
Résumé
L’article propose une analyse des trois périodes de gouvernement d’Antonio
Guzman Blanco entre 1864 et 1897 à partir de deux catégories conceptuelles : la
publicité et la propagande. Une compilation exhaustive de documents originaux
obtenus à partir de l’ouverture des archives de la Fondation John Boulton en
1999, sert de support à cette recherche.
Mots clé: Publicité; Propagande; Guzman Blanco
Recibido: 16/05/2008
Aprobado: 23/07/2008
1 El empréstito, y la comisión que cobró Guzmán Blanco por obtenerlo, fue, y sigue siendo,
un tema recurrente y encontrado de la historiografía nacional. Sin ánimo de ser exhaustivo
véase, en el siglo XIX: Aldrey, F. De y Hernández Gutiérrez, R. (editores) (1876). Rasgos
Biográficos para la historia de la vida de la pública del General Guzmán Blanco. Caracas:
Imprenta de la Opinión Nacional, pp. 87-140; Briceño, M. (s/f). Los “Ilustres” o la estafa
de los Guzmanes. Caracas: Ediciones Fe y Cultura, pp. 59-76 (publicado por primera
vez en Curazao, sin pie de imprenta ni portada y por segunda vez en Bogotá en 1884);
Level de Goda, L. (1976). Historia contemporánea de Venezuela, Política y Militar, 1858-
1886. Caracas: OCI, pp. 579-600 (primera edición en 1893); González Guinán, F. (1954).
Historia contemporánea de Venezuela. Caracas: Ediciones de la Presidencia, tomo VIII,
pp. 207-213 y 267-270 (primera edición publicada entre 1891 y 1915); y Bigotte, F. E.
(1868). El Libro de Oro. Caracas: Imprenta de “La Juventud”, pp. 107-221, allí se repro-
duce la conocida demostración de Eduardo Calcaño, pp. 110-120. En el siglo XX: Díaz
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Ministerio de Educación Nacional, pp. 484-503; Floyd, M. B. (1988). Guzmán Blanco. La
dinámica política del Septenio. Caracas: IABN/FUNRES, pp. 41-73; González De Luca,
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pp. 63-74; y, Polanco Alcántara, T. (1992). Guzmán Blanco. Tragedia en seis partes y
un epílogo. Caracas: Academia Nacional de la Historia, Grijalbo, pp.155-183.
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2 Francisco González Guinán fue Ministro de Fomento entre 1879 y 1880, en 1884 Ministro
de Relaciones Exteriores y en 1886 Ministro de Instrucción Pública hasta 1889, cuando
permaneció leal a Guzmán Blanco ante el giro antiguzmancista desplegado por el
presidente Rojas Paúl.
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Pero mucho más difícil era, en el siglo XIX, forjar una imagen del
país a partir de otros signos de la modernización. En su tres mandatos
formales –1870-1977; 1879-1884; 1886-1888– Guzmán Blanco asumió
la tarea de ofrecer una visibilidad internacional decorosa, una certifica-
ción que permitiese atraer capitales y gentes, amén de estructurar en
lo interno instituciones y reglas que limasen recelos e hiciesen posibles
estos objetivos. Todo ello, dentro de coyunturas en las que, al siem-
pre difícil apacentamiento interno de la oposición, había que agregar
situaciones recurrentes, como ésta que describe Guzmán Blanco en
una carta a su yerno:
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Ideas
Para contextualizar la gestación vernácula de la propaganda institu-
cional, vamos a recurrir a un testigo de excepción, Martín J. Sanabria
(1831-1904) (Fundación Polar 1997), que sin duda ayudará a desanudar
los prejuicios acumulados que el asunto despierta. A Sanabria se le
reconoce por ser el autor del “Decreto de Instrucción Pública Gratuita y
Obligatoria” promulgado en junio de 1870 cuando ejercía como Ministro
de Fomento; dos años después, todavía en el ministerio, refrendará
otros decretos esenciales para el proceso de laicización de la educa-
ción: “quedan extinguidos los seminarios clericales” porque en ellos
“se forma un clero extraño a las instituciones políticas y refractario a
las ideas y marcha progresiva de la República”5; decreto que culminó
poco después con la extinción de los Conventos. Desde mediados
de 1873 Sanabria era el Cónsul General de Venezuela en Hamburgo6 y
encargado, además del trabajo propiamente diplomático, de la misión
adicional de estudiar sobre el terreno la cuestión de la inmigración en
vistas a la definición de una política nacional adecuada al respecto7.
Para poder avanzar en este segundo objetivo, Sanabria le escribe a
Guzmán Blanco sobre la cuestión de la información y de la visibilidad
nacional en estos términos: “es inútil que se publiquen noticias en cas-
tellano”, porque la ignorancia de los europeos, y de los miembros del
cuerpo diplomático en particular, sobre los países latinoamericanos,
no parece tener límites. Con sorna le explicaba al presidente cómo el
5 AGN. Ministerio de Fomento Sección 2da, leg II exp. 41. Se trata de una hoja volante
con el texto del Decreto del 21 de setiembre de 1872.
6 En la reorganización ministerial, luego del Mensaje al Congreso del 20 de febrero de
1873, Martín J. Sanabria pasó a ocupar el Ministerio del Interior y Justicia. El 19 de abril
de 1873 firmó el Decreto mediante el cual se le confirió a Guzmán Blanco el título de
“Ilustre Americano Regenerador de Venezuela”.
7 AGB. Correspondencia Martín J. Sanabria 1873. Junto con la carta a Guzmán Blanco,
fechada el 20 de diciembre de 1873, en la que incluye 7 preguntas que sugiere le sean
formuladas a los Cónsules en Francia, Inglaterra, Italia, España y Norte América, envía un
informe titulado “Apuntes sobre Inmigración. Ideas generales aplicables a Venezuela”.
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todas las bellas cosas con que habéis dotado el país (A. Gaudefroy,
comunicación personal, 4 de septiembre de 1874).
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Instrumentos
Pero estos acentos que pretenden resaltar las variantes más llamati-
vas de la propaganda durante el guzmancismo, estarían incompletos sin
el esfuerzo desarrollado esos años por el gobierno para institucionalizar
las publicaciones oficiales y crear, para ello, las primeras estructuras
editoriales del sector público para su publicidad. En el Mensaje ante el
Congreso al término del “Septenio”, Guzmán Blanco diría: “Como siem-
pre he creído que la publicidad es un gran resorte de buen éxito para
los gobiernos que administran los intereses patrios con laboriosidad y
honradez, he procurado llevar a la imprenta todos los trabajos oficiales
de la época que he presidido”. El resumen que ofreció era elocuente:
“135 obras, en 458 volúmenes con 135.250 páginas”, en ediciones
entre 1500 y 3000 ejemplares de Anuarios Estadísticos, Memorias mi-
nisteriales, Códigos –Civil, Penal, de Comercio, de Hacienda, Militar–,
Leyes y Decretos, a lo cual había que añadir los 1.050 números de la
Gaceta Oficial, el Registro Público (1569-1875) clasificado por épocas,
años, materias y ramos “con sus índices respectivos, debidamente
empastados”. Hasta el contrato para la publicación de los Anales de
Venezuela formaba parte de la cuenta, que Guzmán Blanco cerró de
este modo: “buscando una publicidad relativamente semejante en toda
la República, he creído indispensable adjudicar, como he adjudicado,
una imprenta a cada uno de los Estados” (Mensajes presidenciales,
1970). Intento fallido por crear, con fondos públicos, una estructura
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14 AGB. Correspondencia Fausto Teodoro de Aldrey 1875. Carta de Lozada a Aldrey del
16 de enero de 1875 que acompaña la de Aldrey a Guzmán Blanco del 13 de febrero
de 1875. La reclamación corresponde a las aspiraciones venezolanas sobre las Antillas
holandesas: Aruba, Bonaire y Curazao, que no llegó a concretarse.
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Blanco; Fausto Teodoro de Aldrey; Martín J. Sanabria; Antonio Gau-
defroy; Rafael Fernando Seijas; Miguel Tejera; “El Americano”; Héc-
tor J. Varela. Registro de Correspondencia del Presidente Guzmán
Blanco desde 18 de mayo hasta 17 de julio de 1876. Copiador 21
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Abstract
Governing an impoverished and destroyed country, after decades of civil war,
President Guzmán Blanco conceived a project of modernization that had little
relation with the realities in Venezuela at the time. This work analyses the con-
tradictions that his government had to address by carrying out close reading
of the newspapers La Opinión Nacional from 1870 to 1871. Content analysis
of the section La Crónica Administrativa of the newspaper was carry out to ex-
plore the European-style political and administrative models being discuss and
Résumé
A la tête d’un pays ruiné et dont la population a été décimée par trois longues
décades de guerres intestines, le président Guzman Blanco conçoit a partir de
1870 un projet politique de modernisation calqué sur le modèle européen mais
sans grande relation avec la réalité vénézuélienne. Dans ce travail on analyse
cette contradiction à partir de la lecture critique d’une section du journal progou-
vernemental, La Opinion Nacional pendant les années 1870 et 1871. Malgré le
soutien politique du journal au gouvernement, l’analyse de contenu de la sec-
tion La Cronica Administrativa met en évidence les difficultés rencontrées par
Guzman pour mettre en place une organisation politico-administrative moderne
et l’écart existant entre les projets du gouvernement de Caracas et les moyens
réels de leur mise en place sur le territoire vénézuélien.
Mots clé: Guzman Blanco; administration publique; modernisation; presse et
pouvoir.
Recibido: 19/06/2008
Aprobado: 08/09/2008
1 El 19 de abril de 1873
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Camino metodológico
Una primera lectura de estas Crónicas Administrativas permitió
observar una contradicción entre el tono de las propuestas oficiales
de ordenamiento administrativo y los reiterados señalamientos a
funcionarios u oficinas por incumplimiento, corrupción y desorden
administrativo.
Se decidió entonces analizar de manera sistemática estas crónicas
con el fin de inferir sobre la distancia entre la naturaleza del proyecto
político-administrativo que se pretende desarrollar y las condiciones
reales de la Venezuela de este último cuarto del siglo XIX.
Se analizaron las Crónicas Administrativas publicadas durante los
inicios del gobierno de Guzmán Blanco. La primera de ellas se publica
el 10 de diciembre de 1870, y la última el 3 de agosto de 1871 cuando
desaparece del periódico. En total se analizaron 101 secciones de La
Crónica Administrativa que suman 259 informaciones. Cada información
fue registrada y descrita a partir de un conjunto de características que
se muestran en la tabla 1.
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ENERO de
1870
Destinadas a
las aduanas
(“Dígase en
circular a las
Aduanas…”)
para expli-
car que los
Jacinto
fondos de la
Gutiérrez
EE.UU. de Ministerio de Compañía
10/12/1870 2 Circular 09/12/1870
Venezuela Hacienda de Crédito
Ministro de
son para
Hacienda
proporcionar
recursos con
que atender
a las (ileg-
ible) vigentes
necesidades
públicas.
8/1/09 14:48:27
La difícil organización de la institucionalidad político-administrativa
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todos los informes necesarios y aún reunir las pruebas que sea
posible acerca de la conducta política de los que existen en este
Estado y comunicarlo a este Ministerio sin tardanza para dictar las
medidas que el interés de la paz pública aconseja y exige11.
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que la única partida facciosa que existía por los montes de Púnceres
fue sometida a la clemencia del gobierno18. En Valencia la situación no
luce muy diferente, una circular firmada por Diego Bautista Urbaneja
destinada a la Jefatura civil del Estado Bolívar indica que se conoce
de un alzamiento de los godos y se solicita que esta jefatura apoye a
los militares para combatir a los facciosos19.
También desde Coro, en mayo se anuncia la derrota de unos alzados
contra el gobierno que se habían preparados en Curazao. El Informe
aprovecha para recalcar la conducta ejemplar del pueblo siempre leal
a la causa federal y termina suministrando la lista de los nombres de
los hombres hechos preso en la batalla de Agüima y la lista del botín
de guerra (pólvora, balas, cartuchos) 20.
A pesar de la voluntad de trasmitir la imagen de un país pacificado
y dedicado a progresar, la misma Crónica Administrativa revela que
la paz –que se dice alcanza todo el territorio de Venezuela– no es tal;
desde Coro, Valencia hasta Carúpano y Maturín no cesan los someti-
mientos de rebeldes. Esta realidad político-militar no es la única que
no concuerda exactamente con el discurso oficial del gobierno central
publicado regularmente en la Crónica Administrativa.
Durante el lapso de tiempo que cubre el estudio, son numerosos
los textos, los comunicados, las circulares o las comunicaciones per-
sonales en los cuales se refleja la impaciencia del gobierno por las
irregularidades administrativas (corrupción), el incumplimiento de la
normativa administrativa impuesta desde Caracas, o simplemente por
el desorden administrativo.
116
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El desorden administrativo
Ante tantos requerimientos de profesionalismo, de formalidad, de
protocolo, de rigurosidad informativa y de rendición de cuentas, la ad-
ministración central se ve obligada a supervisar y reclamar las múltiples
y serias fallas de desempeño de las instituciones y de sus oficinas.
El 31 de diciembre de 1870 el Ministerio de Fomento emite una
resolución muy ilustrativa de esta situación:
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Comentario final
La revisión de casi dos años del periódico La Opinión Nacional
sugiere que La Crónica Administrativa cumple el papel de órgano del
gobierno central, una suerte de gaceta oficial antes de la hora, un espa-
cio exclusivo del Estado para comunicar lo que necesita hacer público.
Ya no basta con registrar las decisiones político administrativas en los
archivos de las instituciones del Estado, es necesario ahora hacerlas
públicas mediante su copia en la prensa. El periódico es un medio para
la comunicación cotidiana de las medidas gubernamentales al país y a
los funcionarios del gobierno central y de los gobiernos regionales.
Los contenidos de La Crónica Administrativa de estos primeros
años de gobierno revelan una realidad dual del país. Por una parte en
los altos niveles del poder central, el afán de modernización y el sue-
ño de parecerse a las grandes naciones del mundo lleva a organizar,
planificar, legislar y decretar desde Caracas medidas que, se piensa,
garantizarán el progreso de la nación. Por otra las condiciones reales
del país y de la burocracia civil y militar encargada de aplicar y llevar a
cabo estas reformas no cuentan ni con la tradición, ni con el nivel de
formación, de eficacia, y de compromiso que requiera tan ambicioso
proyecto.
Esta realidad dual también se observa en la contradicción entre la
voluntad institucionalista que se manifiesta pomposamente en la rigu-
rosidad y la formalidad tanto en el verbo cómo en los procedimientos,
que contrasta fuertemente con el personalismo del presidente de la
República y con la sustitución de los procedimientos administrativos
por la voluntad presidencial. Esta voluntad presidencial se hace obli-
gación administrativa “por orden del presidente Guzmán, se debe
acondicionar la carretera de Valencia a Caracas, que se encuentra en
un estado lamentable”32.
120
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Manuel Pérez Vila, Trabajo para optar a la licencia en Comunicación
Social, Escuela de Comunicación Social – Facultad de Humanidades
y Educación, UCAB.
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Anexo 1
124
Resumen
En los inicios del periodismo impreso salvadoreño, los periódicos extranjeros
sirvieron no sólo como fuentes de noticias sobre el mundo exterior, sino que
también enseñaron a la prensa local como ser periódicos, es decir, como ser
parte de la misma familia de textos (formación discursiva). Este artículo sigue
las huellas de la prensa foránea en títulos publicados en El Salvador entre 1824
y 1850. La circulación de ejemplares de otros países en ciudades salvadoreñas
era signo de que el país estaba en contacto con el mundo exterior.
Palabras clave: Prensa del siglo XIX; Periodismo salvadoreño; Periodismo
extranjero; Fuentes de información.
Abstract
From the starts of print journalism in El Salvador, foreign newspapers were not
only a news source from abroad but also a role model of how journalism should
be practiced; that is, how to be part of the same family of texts (discursive forma-
tion). This work follows the foreign press that circulated in El Salvador between
1824 and 1850; the presence of these titles in different cities of the country was
a sign that El Salvador was in contact with the rest of the world.
Key words: 19th century press; Salvadorian journalism; Foreign journalism;
sources of information.
Résumé
Aux premiers temps du journalisme au Salvador, les journaux étrangers ont
servi de source d’information sur le monde extérieur. Ils ont également joué un
rôle de modèle pour la presse locale lui permettant ainsi de se transformer
en une presse nationale c’est-à-dire en devenant une seule famille de textes
(dans la formation du discours). Cet article examine les traces de la presse
étrangère dans les titres publiés au Salvador entre 1824 et 1850. La circulation
des journaux étrangers dans les villes salvadoriennes révélait un contact entre
l’État et le monde extérieur.
Mots clé: Presse du XIXème siècle; Journalisme salvadorien; Journalisme
étranger; Sources d’information
Recibido: 26/05/2008
Aprobado: 31/07/2008
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nuestro hábito (Foucault, 2002: 61). Esto último interesa probar en este
artículo que, para ello, sigue las huellas de los periódicos extranjeros
citados o aludidos en las páginas de una muestra de periódicos sal-
vadoreños aparecidos entre 1824 y 18502.
Imagínese a un suscriptor de uno de los primeros periódicos locales
en las primeras décadas de vida independiente en la ciudad de San
Salvador: antes de arriesgar unos reales en esa compra, seguro habría
leído o comprado impresos periódicos de otros lados, de Guatema-
la, de México, de Cuba, de Francia o de los Estados Unidos. Sabría
qué esperar de un periódico. La producción periodística local tenía
que responder a las expectativas de sus consumidores potenciales.
Sostiene Roberto Schwarz (1992) que “la novela ya existía en Brasil
antes de que hubiera novelistas brasileños. Cuando estos aparecieron,
naturalmente siguieron los modelos europeos, igual buenos o malos,
que ya estaban arraigados en nuestros hábitos de lectura” (p. 41). Algo
semejante ocurre con la prensa salvadoreña. Sus títulos y ejemplares
apelaron, en un primer momento, a los lectores ya formados, aquellos
que tenían gusto por los papeles foráneos para, en un segundo mo-
mento, procurar el fortalecimiento de la producción local.
El temprano periodismo de El Salvador3 entró en la dinámica de una
cultura impresa (Chartier, 1989), mucho más amplia para producir(se)
un lugar propio en el espacio y en el tiempo, en la imaginación de los
lectores y en el mercado. Para ello fue inevitable “la imitación cultural”
(Schwarz, 1992: 7). Utilizar papel venido de fuera. Emplear maquinaria
importada. Tomar préstamos de periódicos foráneos, en contenidos y
en formatos. Copiar títulos y géneros. Imitar la disposición de textos en
columnas, el uso de grabados. En las ciudades del estado salvadoreño
había que producir escritos legibles, en su discurso y en su materialidad,
2 Entre los títulos salvadoreños revisados para este estudio están el Semanario Político
Mercantil de San Salvador (1824), Gazeta del Gobierno (¿1827?), El Iris Salvadoreño
(1836-37), La Tijereta (1838), Correo Semanario del Salvador (1840), El Amigo del Pue-
blo (1843), El Salvador Rejenerado (1845), El Crepúsculo (1847), Gaceta del Gobierno
Supremo del Estado del Salvador en la República de Centro-América (1847), La Unión
(1849) y El Albolario Plebeyo (1850). Entre paréntesis se indica el año de aparición de
cada título.
3 En la primera mitad del siglo XIX no se había incorporado el artículo “el” al nombre del
estado, que usualmente se escribía “estado del Salvador”, como se ve en títulos de
varios periódicos.
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4 La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy, los dos periódicos con mayor tiraje de El Salvador
actual, mantienen un epígrafe fijo en sus respectivas secciones editoriales.
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dar una idea sobre los asuntos que más ocupaban las páginas de
aquellos impresos.
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5 En todas las citas textuales de periódicos del siglo XIX se respeta la grafía del origi-
nal.
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3. Relaciones de parentesco
Además de entregar información escrita sobre el mundo de afuera
del estado, la prensa extranjera fue pieza clave del periodismo sal-
vadoreño en la configuración material y formal de sus títulos y sus
ejemplares. Tuvo valor modélico. Explica Bajtín (1999) que “l [sic]
elegir palabras en el proceso de estructuración de un enunciado, ...
as [sic] solemos tomar de otros enunciados, y ante todo los enuncia-
dos afines genéricamente al nuestro, es decir, parecidos por su tema,
estructura, estilo” (p. 277; énfasis en el original). Esto aconteció con
la prensa salvadoreña respecto de la foránea: los periódicos de fuera
les mostraron a los salvadoreños como ser, parecer e integrarse a una
misma formación discursiva. La Unión, en su número inaugural del
135
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4. Objetos de valor
En un artículo titulado “Noticias Extranjeras”, fechado el 7 de julio de
1846, los editores de El Salvador Rejenerado anuncian que extraerán
“un párrafo de la Gaceta de Jamaica de 11 de octubre de 1838” y se
disculpan con amargura ante sus lectores por tener que recurrir a la
traducción de un escrito tan poco reciente: “razón para insertar este ar-
tículo de una Gaceta empolvada, es el ningún medio de adquirir noticias
que nos han quedado, debido a que han cortado toda comunicación
oficial y comercial las guerras y asolaciones del país” (Taracena Arriola,
1996). Acudir a esa “Gaceta empolvada” de siete años atrás fue posible
porque dada la limitada oferta de impresos, explica Molina Jiménez
(2004), “la prensa de la época... era coleccionada y empastada” (p. 32).
Los periódicos – fuesen locales o extranjeros – usualmente se guarda-
ban y atesoraban, no se tiraban a la basura o destinaban al reciclaje
137
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meses después del cubano y por vía de este. Esa novedad parece hoy
tan dilatada que, más que en circulación de información, hace pensar
en los años luz que tarda en llegar a la tierra el brillo de una estrella.
Como observa François-Xavier Guerra (2003) para el período de 1808
a 1812 en la América Hispana, las noticias no solo llegaban de Europa
de manera lenta, sino también en forma discontinua, fragmentada e
incierta, lo cual es difícil de imaginar hoy cuando la información fluye
tan rápida, continua y regularmente. Eran aquellos otros tiempos, otras
distancias: otro mundo.
La información, por llamarle con esa palabra abstracta, circulaba
en papeles impresos o manuscritos, los cuales se transportaban por
tierra a lomo de mula o por mar en buques de vela o, a partir de 1840,
en embarcaciones de vapor, como explica Robert Naylor (1988). En
su estudio sobre las relaciones comerciales entre Centroamérica e
Inglaterra entre 1821 y 1851, afirma Naylor (1988) que los estados
del istmo dependieron durante aquel período “de los paquebotes del
Caribe para sus comunicaciones con los países europeos” (p. 75), lo
cual explicaría la presencia de periódicos jamaiquinos y cubanos en el
San Salvador de la década de 1840. Si bien los puertos del Atlántico
habrán cargado con la mayor actividad comercial en la región, el estado
salvadoreño contó con tres puertos propios en el Océano Pacífico para
comunicarse con el mundo exterior, a saber: Acajutla, en el occidente;
La Libertad, hacia el centro; y La Unión o Conchagua, en el extremo
oriental (Lindo-Fuentes, 2002). Ya en octubre de 1824, la décimoprimera
edición el Semanario Político Mercantil de San Salvador (Newspapers,
2003) reporta la llegada de una “fragata mercante angloamericana” al
“Puerto de la Conchagua, alias Unión” cuyo capitán afirmó “que no
trahe correspondencia ni papeles públicos”. Habrá sido costumbre ya,
en aquel año cuando el estado recibió la tecnología de la imprenta, que
los buques trajesen impresos o correspondencia entre otros efectos
comerciales. Los periódicos de Estados Unidos, lugar de origen de la
fragata “Comodoro Chauneey [sic]” que conducía cañones y fusiles,
eran parte de la cultura impresa salvadoreña de la época.
Los periódicos foráneos fueron parte, como antes dije, del mercado
local de impresos. Al menos tres títulos de fuera del estado se anun-
ciaron en las páginas de la prensa salvadoreña, en la posición que
eventualmente se dedicaba a “aviso [sic]”, en la última página antes
del pie de imprenta:
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(3) “Han llegado á esta capital los tres primeros números de este
nuevo periódico que se publica en León cada quince dias. Su
elegancia, correccion y programa le van dando en el Estado un
distinguido crédito. Se avisa pues á los señores que deseen ob-
tenerle, que el infrascrito se halla encargado de la suscricion: el
precio es el de veinte reales al año por trimestres adelantados, y
los números sueltos se venden á un real. San Salvador Junio 25 de
1849. Tomas Ayon”, publicaba La Unión (Taracena Arriola, 1996),
el 1 de julio de 1849.
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5. Diálogo
La prensa salvadoreña recibió más de lo que entregó en términos
de alimentación de la red de impresos que circulaba por encima de las
fronteras estatales o nacionales. Importó más impresos, más textos,
más información y más letra de lo que exportó. Leyó con placer pe-
riódicos franceses; pero allá, del otro lado del Atlántico, no se habrán
leído periódicos salvadoreños. El mercado de los impresos locales
era mucho menor al de los impresos franceses. No era cuestión de
meter un paquete de periódicos del estado en una goleta que iba para
Francia: tenía que haber demanda de esos periódicos, una audiencia
esperada, consumidores posibles, en esas latitudes para que tuviera
sentido enviar esas mercancías hacia Europa9. Cada ejemplar tenía un
costo que alguien habría de asumir.
Sin embargo, al igual que con los folletos y las hojas sueltas, los
periódicos salvadoreños tenían lectores potenciales y efectivos en otras
ciudades. Viajaban a ellas por el irregular sistema de correos, como dice
el 19 de junio de 1840 el Correo Semanario del Salvador (El Salvador,
2002): “De esta Ciudad salen para S. Miguel los correos ordinarios los
dias 7 y 21 de cada mes, alli toman las correspondencias de Costa-
rrica, Honduras y Nicaragua que vengan para el Salvador, Guatemala,
Quezaltenango & [sic] que conduzcan los semanarios que salen de
aqui todos los viernes”. No todo fue recibir: a la prensa del estado le
tocó dar algo de sí en esta red de impresos, en la que circulaba por la
región centroamericana e incluso un poco más allá, como hace constar
la Gaceta del Gobierno Supremo del Estado del Salvador (1847-1849),
en su edición del 20 de agosto de 1847, al citar una nota del Diario de
la Marina de La Habana, Cuba, que dice: “Hemos recibido periódicos
de San Salvador de fechas hasta el 4 de marzo, mas atrasadas que
las que tuvimos estos dias de Guatemala... El Salvador Rejenerado,
periódico oficial del Estado de su nombre, inserta varias comunicacio-
9 Hace pocos años que La Prensa Gráfica distribuye sus ejemplares en varias ciudades
de los Estados Unidos donde habitan grandes comunidades de inmigrantes salvado-
reños.
141
142
143
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Cultural Identities in the Creation of Spanish American Nations. En
144
145
146
Resumen
Este trabajo describe dos concepciones de los hechos noticiosos tal como
aparecen en la prensa de la ciudad de Córdoba (República Argentina) desde
mediados del siglo XIX hasta comienzos del XX: una corresponde al periodismo
de opinión típico en la Argentina desde mediados del siglo XIX hasta aproxima-
damente 1895; el otro, a las innovadoras ideas que, surgidas en la prensa de
EEUU hacia 1880, habrían de adoptarse en diversas latitudes desde fines del
siglo XIX y durante los primeros años del XX. Fue en este periodismo, llamado
de información o de empresa, en el que surgen nuevas prácticas, entre ellas la
del periodista en el lugar de los hechos. No obstante, si esta imagen ha sido
estrechamente vinculada a la profesión es porque durante muchos años fue
insistentemente celebrada en la escritura de las mismas crónicas donde se
forjó una identidad profesional que perdura hasta nuestros días.
Palabras clave: periodista, hechos, información, enunciación
Abstract
This work describes the two conceptions of news that appeared in the city of
Córdoba (Argentina) between the middle of the 19th century and beginning
of the 20th century. One is that of a political journalism; which was typical of
Argentina of the 19th century up to 1895. The other based on the innovative
model develop in the US and that would expand to other parts of the world from
the end of the 19th century to the early 20th century. It was from this journalism,
also called informative or commercial press that the new journalistic fact-based
practices emerged. It is argued that if nowadays this image is closely linked to
journalism as a profession it is because during many years it was celebrated
among the written chronics. It was then that the current professional identity
was created.
Key words: journalist, facts, information, enunciation
Résumé
Le travaille met en relations les deux conceptions de l’information existants dans
la presse de Cordoba (Argentine) à partir de la seconde moitié du XIX ème
siècle jusqu’au début du XX ème siècle. L’une correspond au traditionnel journa-
lisme d’opinion de l’Argentine de la seconde moitié du XIX ème siècle jusqu’en
1895; l’autre aux idées nouvelles, nées dans la presse nord-américaines vers
1880, qui seront adoptées dans de nombreux pays entre la fin du XIX ème et
le début du XX ème. Ce nouveau journalisme, aussi appelé d’information ou
d’entreprise, fait naître de nouvelles pratiques professionnelles parmi lesquelles
on compte celles du journalisme qui se rend sur le terrain. Si cette image a été
étroitement liée a la profession pendant aussi longtemps, c’est parce qu’elle
a été célébrée longuement dans l’écriture des chroniques qui ont forgé une
identité professionnelle toujours en vigueur
Mots clé: Journaliste-Faits-informations-énonciation
Recibido: 26/05/2008
Aprobado: 29/07/2008
1.- Introducción
Informamos desde el lugar de los hechos, nosotros estuvimos ahí.
Los medios de prensa, especialmente hoy la TV, insisten con frases
que encarnan una suerte de esencia misma de la tarea diaria, como si
fuera el modo paradigmático de conocimiento de los acontecimientos
noticiables. Quizás por ello, desde la teoría de la comunicación se con-
sidera que el estatus profesional del periodista tiende a centrarse en
la idea de reportero a la búsqueda de noticias (McQuail, 1983). Esta
imagen tan arraigada y hasta inseparable de los relatos periodísticos
en el imaginario de lectores y televidentes, ¿de dónde proviene?,
148
¿acaso deriva de una práctica que existió desde los comienzos del
periodismo? O, dicho de otro modo, ¿la búsqueda de información y su
publicación fue inherente a las funciones que en todas las épocas los
periódicos pensaron para sí mismos? Es difícil responder con algún
grado de generalización en el tiempo y en el espacio. Pero es posible
interrogarse acerca del momento (¿cuándo?) y el modo (¿cómo?) en
que esta figura alcanza visibilidad y pregnancia, erigiéndose en sinó-
nimo de la profesión misma. Una mirada a la prensa de la ciudad de
Córdoba (República Argentina) desde mediados del siglo XIX hasta los
primeros años del siglo XX, permite observar mutaciones en la prensa
y la emergencia de una práctica surgida de una concepción de la tarea
periodística que alteró las rutinas del clásico periodismo de opinión
propio del siglo XIX. Tal práctica no sólo generó nuevas, diversas y
apasionantes historias. Sobre todo, fue insistentemente testimoniada
y celebrada durante años en crónicas diarias que así forjaron esa
suerte de rol que todavía hoy parece garantir informaciones o, aun sin
nombrarlo y sin practicarlo, opera como supuesto de tantas crónicas
que en muchas oportunidades, sólo llegan a las redacciones a través
de agencias de noticias.
El periodista en el lugar de los hechos fue una figura forjada con
tenacidad desde las mismas páginas de los periódicos tributarios de
nuevas concepciones que originadas en la prensa estadounidense
habría de sustituir el llamado periodismo de opinión o doctrinario ca-
racterístico del siglo XIX por otro que, a veces llamado periodismo de
información, periodismo de empresa, o incluso prensa amarilla, fue im-
poniéndose paulatinamente en un lento proceso que fue abandonando
los modelos clásicos de la opinión para alcanzar lo que, en aquellos
momentos, también podría haberse llamado “nuevo periodismo” porque
sobre estructuras canonizadas venía a alterar los antiguos hábitos de
la profesión y por ende la escritura de prensa. Resulta significativo,
entonces, comparar algunas noticias en el marco de dos concepciones
antitéticas. Estas informaciones muestran de manera paradigmática
maneras de hacer en calles y redacciones derivadas de maneras de
pensar la tarea periodística.
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opinión– eran sólo los que podían afectar la vida política o institucional
de un pueblo: “La muerte de un rey, la caída de un gobierno, una de-
claración de guerra, una revolución, el incendio de un museo ó de un
teatro célebre, el fallecimiento de un genio, etc.”. En realidad, al menos
en Córdoba, la información superaba los “grandes acontecimientos”
pero la noticia local se inscribía, en general, dentro del marco de la
lucha partidaria y con fines de la misma índole:
151
Vuelva Ud. luego –Se nos asegura que la policía habiendo captu-
rado al sugeto en quien recaía la sospecha de ser el asesino de la
desgraciada muger que se encontró degollada en las quintas, y no
encontrándose aun el cadaver, lo puso en libertad hasta que diere
con él. El cadaver se encontró y nuestro hombre no volvió por más
que la policía le recomendase la vuelta. Nosotros no creemos en tal
proceder de los encargados de este departamento, pero nos han
asegurado que la policía le contestó con vuelva Ud. luego, ô luego
se lo llamará (El Imparcial, 1857).
152
He aquí la nota:
Acabo de leer entre los hechos locales del Imparcial uno bajo el
título “Vuelva Ud. luego” en el que Uds. aun sin creerlo, refieren ha-
bérseles asegurado, ser esta la medida que tomase la Policía con el
asesino de la muger (que ha sido sacrificada acaso el 5 del corriente)
después de tenerlo preso en el Departamento. Tanta imbecilidad o
indolencia, que se pretende lo mande atribuir a la Policía, repugna
el buen sentido, y no mereciera contestarle esta ofensa, sino me
presentara la oportunidad de decir a Uds. que este departamento
está siempre abierto para todos los ciudadanos que teniendo un
verdadero interés por la mejor marcha, pueden acercarse a tomar
los conocimientos que busquen.
Sobre absurdo, es completamente falso el hecho que Uds., denun-
cian. Apenas la policía tuvo aviso por Petrona Moyano, madre de
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Hechos diversos
Fue muerto a balazos
Un famoso ladrón y asesino, llamado Medina, que ha hecho mu-
chas de las suyas en esta provincia ha sido muerto a balazos uno
de estos días.
Escarmentarán algo los pícaros que tanto se hinchan cuando no
los garrotean.
El tal Medina ha cometido en Córdoba algunos asesinatos, según
nos dicen, y se ha escapado repetidas veces de la justicia.
Alguna vez se llegó á escapar de la cárcel y cometió en el acto un
asesinato (El Eco de Córdoba, 1863).
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Espantosa tragedia
La primera actitud de nuestros redactores con tal objeto, fue lan-
zarse rápidamente como la luz en el auto 473 que dirigido por Juan
Ballester les condujo al lugar del sangriento hecho de la comisaría
quinta (La Voz de Interior, 1912).
163
(“la voz corrió por el público”). Sin embargo, el número de cien a ciento
treinta mil habitantes que para estos años va conformando la ciudad
de Córdoba, resulta de consideración como para pensar que el rumor
llegara espontáneamente a la redacción. Es posible hipotetizar que
las redacciones podrían tener una rudimentaria red de informadores
prestos a hacer llegar al periódico novedades interesantes; esto es,
personas que viviendo o establecidas en determinados lugares (donde
es probable que los hechos sucedan) fueran informantes voluntarios
de los hechos de sangre ocurridos. “Ser el primero que informa de una
noticia es algo que se valora intrínsecamente...” (McQuail, 1983: 144);
esto es, aumenta la imagen de la capacidad del periódico para proveer
información. Así comienzan a aparecer hacia fines del siglo XIX y en la
primera década del siglo esas expresiones de autorreconocimiento,
hoy también comunes, adjudicándose la primicia:
Hemos sido los únicos en dar cuenta y anticipar detalles del suceso
que si bien incompletos hasta cierto punto han resultado precisos
con algunas variaciones.
Hoy en posesión completa de las circunstancias que han acompaña-
do al trágico suceso, nos encontramos en condiciones de presentar
una crónica amplia, fiel y completa (La Voz del Interior, 1912).
164
4. Referencias bibliográficas
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La Libertad. 29/03/1900
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La Voz de Interior. 17/10/1912
La Libertad. 24 /01/1898
166
Resumen
El presente artículo tiene por objetivo central proponer algunos lineamientos
para la conformación de un cuerpo teórico y práctico que oriente y coloque
en perspectiva la urgente necesidad de abordar y dar respuesta al modelo
de formación ciberperiodística. El estudio está apoyado en la búsqueda de
información documental, antecedentes de autores y teóricos del ámbito de la
enseñanza de la Comunicación Social, ante la emergencia de darle estatus
académico y profesional al nuevo profesional de la Comunicación del presente
siglo, que apunte hacia un modelo pedagógico acorde con las demandas y
exigencias del ejercicio del periodismo, la sociedad y el mercado laboral. Fi-
nalmente plantea un escenario posible y deseable, basado en una formación
intelectual, técnica y ética, cónsona con las competencias genéricas esperadas:
cognitivas, procedimentales y actitudinales, a fin de estructurar un modelo
pedagógico propio.
Palabras clave: Periodismo digital; Ciberperiodismo; Tecnologías de la Infor-
mación y la Comunicación; Competencias
Abstract
This article aims to discuss the characteristics and nature of a possible institu-
tional body for the education of cyber-journalists that would advise on theoretical
and practical issues. The research was based on archive research. It also looked
at contributions from other authors who dealt in the past with the initial setting of
the curriculum for journalists when this became a formally taught activity. Finally
the article proposes a possible and desirable scenario based on the technical
and ethical intellectual formation of the individual in order to fulfill the needed
skills while complying with required procedures and attitudes; all this in order
to structure an indigenous and alternative pedagogical model.
Key words: Digital Journalism; Cyber-journalism; Information and Communi-
cation Technologies; Competences
Résumé
Le principal objectif de ce travail est de proposer des axes de réflexion pour la
formation d’un corpus théorique et pratique qui oriente et mette en perspec-
tive l’urgence d’aborder et de fournir des réponses au modèle de formation en
cyber journalisme. Il est soutenu par une ample recherche documentaire, des
antécédents d’auteurs et de théoriciens dans le domaine de l’enseignement de
la Communication sociale, et répond à l’urgence de fournir un cadre théorique
au niveau professionnel de la communication du XXIème siècle qui vise un
modèle pédagogique adapté aux nouvelles exigences du journalisme contem-
porain, la société et le marché du travail. Il propose enfin un scénario possible
et souhaitable, fondé sur la proposition intellectuelle, technique et éthique, en
accord avec les compétences générales attendues, cognitive, de procédure et
altitudinales dans le but de structurer un modèle pédagogique propre.
Mots clé: Journalisme numérique – cyber journalisme – Technologies d’infor-
mations et de communication – Compétences
Recibido: 12/06/08
Aprobado: 18/07/2008
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Consideraciones finales
Las TIC y el ciberperiodismo deben encontrar vínculos y estrategias
que conviertan la docencia en un proceso autónomo de generación de
conocimiento estructurado y cohesionado. De esta forma, dejará de
tener vigencia el hecho que las reformas curriculares planteadas en las
escuelas de Comunicación Social, se reducen a una revisión temática
aislada para reformular planes de estudio o en su defecto yuxtaposi-
ciones cada vez más confusas sin una articulación claramente definida
en lo cognitivo y social.
186
Referencias bibliográficas
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nicador social en Venezuela. Informe final del proyecto de investi-
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189
Resumen
El objetivo del presente artículo es indagar en ciertas prácticas del campo me-
diático que tienen por objeto, no siempre explícito, compensar simbólicamente
la ausencia de espacios de participación real; estas prácticas, que implican
una llamada al orden instituido, generan un sistema gobernado por la violencia
simbólica. Por ello, se retomarán a lo largo del texto algunos de los conceptos
centrales de Pierre Bourdieu, así como también se recurrirá a aportes de María
Teresa Sirvent y de Diego Rossi.
Palabras Clave: participación; violencia simbólica; medios masivos de co-
municación
Abstract
This article assesses certain media practices that have the aim, although not
always explicitly, of compensating the lack of real participation. These practices,
that involve a call of the established order, generate a system dominated by
symbolic violence. In order to do this, the article makes uses of key concepts
and notions developed by Pierre Bourdieu, María Teresa Sirvent and Diego
Rossi.
Key words: participation – symbolic violence – mass media
Résumé
L’objectif de cet article est d’examiner certaines pratiques du champ médiatique
dont l’objet, pas toujours explicite, est de compenser symboliquement l’absence
d’espace réel de participation; ces pratiques qui impliquent un appel à l’ordre
établi, engendrent un système gouverné par la violence symbolique. Pour cette
raison le texte reprend certains concepts majeurs de Pierre Bourdieu et fera
appel aux apports de Maria Teresa Sirvent et de Diego Rossi.
Mots clé: participation – violence symbolique – media de communication de
masse
Recibido: 15/05/2008
Aprobado: 31/07/2008
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1 Efectivamente, el caso argentino demuestra que durante la década de los ´90, gober-
nada por el ex presidente Carlos Menem, los medios de radiodifusión en Argentina
quedaron concentrados en pocas manos. Además, es importante recalcar que esta
concentración, lejos de ser el resultado de un destino caprichoso, es el producto de una
serie de políticas de Estado, planificadas y llevadas a cabo por decreto. Para ampliar
véase, Mastrini, Guillermo (editor) (2005), Mucho ruido, pocas leyes. Economía y políticas
de comunicación en la Argentina (1920-2004). Buenos Aires: La Crujía; y para el caso
latinoamericano, Mastrini, Guillermo y Becerra Martín. (2006). Periodistas y magnates.
Estructura y concentración de las industrias culturales en América Latina. Buenos Aires:
Prometeo Libros.
193
2 En Argentina, aun hoy, tras 25 años de vuelta al sistema democrático de gobierno, rige
el sistema de medios un decreto con fuerza de ley sancionado por los dictadores que
gobernaron el país entre 1976 y 1983. Dicha norma fue modificada en una enorme
cantidad de oportunidades, las más de las veces mediante decretos sancionados por el
Ejecutivo. Así, principalmente durante los ´90, una batahola de decretos fue modificando
la ley de la dictadura de modo de permitir e incentivar la privatización, concentración
y desnacionalización del sistema de medios. Para ampliar véase, Schleifer, P. (2007).
El Senado y la Cámara de Diputados no resuelven. Análisis de proyectos de ley de
radiodifusión (1983-2004). Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires.
http://comunicacion.fsoc.uba.ar/tesinas_publicadas/1463.pdf.
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198
bunas” de público a las que, cada tanto, se les pregunta qué opinan
sobre determinado tema3.
El concepto de participación, por el contrario, hace referencia a un
sujeto activo, que participa activamente en la cosa mediática, que tiene
un lugar porque le dan un lugar y lo usa, que tiene el espacio para opi-
nar, debatir, proponer, planificar y ejecutar. No obstante, es necesario
distinguir, por lo menos, dos niveles de participación. Un primer nivel
“está referido a la posibilidad de que el público, grupos o individuos
produzcan programas, disponiendo de espacios de programación
para tal fin, y hasta de ayuda profesional” (Rossi, 2000b: 6). Como
hemos visto, este nivel de participación difícilmente pueda respetarse
y cumplirse en las condiciones actuales signadas por la concentración,
la centralización y el imperio de lo comercial; dicho de otra forma, la
estructura actual no reserva espacios importantes para que los grupos
y los individuos sean productores, participen produciendo programas
con contenidos que los representen, los motiven, los involucren.
El otro nivel de participación refiere a la participación activa en la
toma de decisiones. Podríamos disgregar aquí dos planos: dentro de
cada medio; en las políticas de medios (Rossi, 2000). El primer caso
implicaría garantizar la participación en la toma de decisiones y la
planificación de lo que pasa y se emite en cada estación; el segundo,
implicaría la toma de decisiones en la política pública estatal de comuni-
cación. El factor común: estos niveles tampoco están garantizados.
Entonces, si estamos de acuerdo en que los niveles de participa-
ción explicados por Diego Rossi no están garantizados; si estamos de
acuerdo en que, en estos términos, carecemos de espacios de parti-
cipación; si estamos de acuerdo en que todo esto es producto de la
estructura del campo mediático, el primer sesgo de violencia simbólica
se da en el hecho de presentar a los “consumidores-ciudadanos” “el
aumento en las posibilidades de acceso” como si fuera un “aumento
en la participación en el sistema de medios” (Rossi, 2000b: 6).
3 Si bien más adelante nos detendremos sobre estos casos particulares, conviene afirmar
que este ejemplo de acceso, que es presentado por el presentador como un espacio
en el que “el público participa”, al suponer un tema de conversación ya definido los por
los productores, implica una arbitrariedad presentada como apertura.
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201
Este capital simbólico que ostentan parte de los agentes del me-
dio funciona como un crédito, como una garantía (Bourdieu 2007b)
otorgada por el público sin ser totalmente consciente de esa entrega
puesto que en esa entrega se va también la posibilidad de cambiar el
estado de las cosas; estado, por otra parte, imperceptible, no mani-
fiesto, oculto y ocultado, por un lado, por las prácticas de imposición
y de “alquimia simbólica” y, por el otro, por las prácticas de consumo
y por el dar, muchas veces sin querer dar, capital simbólico a aquellos
agentes encargados de mantener el estado de las cosas.
3. Las prácticas
Llegados a este punto, en el cual hemos explicitado que la estructura
del sistema de medios, por una cuestión estructural, excluye cualquier
pretensión de participación real, en la toma de decisiones, en la elabo-
ración de contenidos, de formatos, de informaciones y comunicaciones
de diversas índole, estamos en condiciones de avocarnos al análisis
de aquellas prácticas practicadas por gran parte de los agentes me-
diáticos, y por el mismo campo como campo, para compensar simbó-
licamente esas ausencias y así legitimarlas y legitimarse.
Ahora bien, el campo, por un efecto de campo, genera las condicio-
nes necesarias para el surgimiento de un efecto de cuerpo (Bourdieu,
2005) por el cual los agentes que participan de él, que creen en lo que
juegan y en las reglas propias del juego, y a pesar de las diferentes po-
siciones y tomas de posición, están dispuestos a dar todo por el juego,
o bien para sobrevivir o bien para destacarse en él. En otras palabras,
los agentes mediáticos están como impulsados a practicar ciertas
prácticas, prácticas que no necesariamente responden a una ecuación
costo-beneficio, para permanecer y para permanecer vigentes, es decir
para tener renombre; pues producto del bajo nivel de autonomía relativa
del campo de los medios, surge la necesidad imperiosa de encontrar
del otro lado, en el público espectador, legitimación, sustento, apoyo,
aval. Al mismo tiempo, el campo, como espacio de juego socialmente
construido (Bourdieu y Wacquant, 2005), como red de relaciones obje-
tivas entre posiciones objetivas (Bourdieu, 2005), es también un campo
de lucha en el que los agentes compiten.
202
Es por todo ello que postulamos que entre las prácticas comunes en
los medios de radiodifusión, prácticas que nos proponemos analizar a
continuación, se destacan las prácticas de autolegitimación, prácticas
que en tanto arbitrarias, interesadas y productoras de transfiguraciones,
producen violencia simbólica.
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4. Reflexiones finales
Estos casos prácticos que hemos trabajado de ninguna manera
pretenden agotar el análisis, pues reconocemos que las formas de
violencia simbólica, de compensación simbólica y de autolegitimación
propias del universo de los medios de comunicación son múltiples y
variadas. En todo caso, hemos trabajado con aquellas que nos parecen
más representativas en términos de mostrar y demostrar algunas de
las prácticas de violencia simbólica, generadoras de capital simbólico,
que simulan cierta participación.
El análisis nos ha mostrado que por cuestiones estructurales pro-
pias del campo, como la concentración en la estructura de propiedad,
centralización en la producción de contenidos, reinado de una lógica
comercial y competitiva y la privatización de las señales, y por cuestio-
nes propias del espíritu de época y de la estructura social, los medios
de comunicación son excluyentes: no hay espacios para participar
efectivamente, para tener una participación real, en la toma de deci-
siones, en la planificación de los medios.
207
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215
* Arzobispo de Mérida.
218
Brunetti, Paulina
[email protected]
Profesora Titular de la cátedra de Lingüística de la Escuela de Cien-
cias de la Información (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina).
Investiga sobre historia de la prensa cordobesa. En el año 2005, ob-
tuvo el primer premio en el concurso de Investigación en Periódicos
Argentinos “Prof. Jorge B. Rivera”, otorgado por la Biblioteca Nacional
de la República. Ha publicado el libro Relatos de prensa: la crónica
policial en los diarios cordobeses de comienzos del siglo XX (1900-
1914) y “Sensacionalismo y renovación en la prensa gráfica cordobesa”
en Ensayos sobre la prensa, editado por la Biblioteca Nacional de la
República.
Cañizález, Andrés
[email protected]
Comunicador Social (Universidad Católica Andrés Bello) con una
maestría en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar). Investigador
del Centro de Investigación de la Comunicación de la UCAB (CIC-
UCAB) y coordinador académico del Programa de Estudios Avanzados
en Libertad de Expresión y Derecho a la Información, en esa casa de
estudios. Investigador nivel I del Programa de Promoción del Inves-
tigador de FONACIT (Venezuela). Es director de la revista Temas de
Comunicación.
220
Schleifer, Pablo
[email protected]
Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de
Buenos Aires, ha realizado estudios de postgrado en la FLACSO y
actualmente es maestrando en Ciencias Sociales y Humanidades por
la Universidad Nacional de Quilmes. Además es docente e integrante
de proyecto de investigación formal en la Universidad Nacional del
Comahue.
Straka, Tomás
[email protected]
Investigador del Instituto de Investigaciones Históricas “Hermann
González Oropeza, sj”, de la Universidad Católica Andrés Bello, en la
que también dirige las maestrías en Historia de Venezuela e Historia de
las Américas. Profesor egresado del Pedagógico de Caracas y Magís-
ter en Historia por la Universidad Central de Venezuela. Miembro del
consejo de redacción de la revista Tierra Firme, es autor de diversos
artículos en revistas nacionales y extranjeras, así como de La voz de
los vencidos. Ideas del partido realista de Caracas, 1800-1821 (2000);
Un Reino para este mundo. Catolicismo y republicanismo en Venezuela
(2006), entre otros libros.
221
Tenorio, María
[email protected]
Académica salvadoreña. Doctora en literaturas y culturas latinoame-
ricanas por la Universidad Estatal de Ohio. Su tesis doctoral se titula
Periódicos y cultura impresa en El Salvador (1824-1850): “Cuan rápidos
pasos da este pueblo hácia la civilización européa” (2006). Ha publicado
en ECA: Estudios Centroamericanos, Istmo: Revista virtual de estudios
literarios y culturales centroamericanos y La Prensa Gráfica.
Villalobos, Fernando
[email protected]
Profesor Titular del Departamento de Periodismo de la Escuela de
Comunicación Social de la Universidad del Zulia (LUZ). Docente del
Programa de Maestría en Ciencias de la Comunicación e investigador
adscrito al Centro Audiovisual de la Universidad del Zulia y del Pro-
grama de Doctorado en Innovaciones Educativas de la Universidad
Experimental de la Fuerza Armada. Es egresado de la licenciatura en
Periodismo Impreso (LUZ), del Programa de Maestría en Ciencias de
la Comunicación (LUZ) y del Doctorado en Ciencias de la Educación
de la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín. También es integrante,
desde 2002, del PPI (nivel II) y del Programa de Beneficio Académico
(CONABA), desde 1997 (nivel III).
222
1. Originalidad
Los trabajos deben ser inéditos y el Consejo de Redacción se reserva
el derecho de publicarlos.
2. Idioma
Los originales deberán estar escritos en castellano. Es necesario
incluir un resumen en castellano, un abstract en inglés, y de ser posi-
3. Extensión
- Los artículos consignados tendrán una extensión entre 30.000
y 50.000 caracteres con espacios (aproximadamente entre 15 y
40 cuartillas).
- El resumen no deberá superar los quinientos caracteres.
- La síntesis curricular (ficha profesional) será de 350 caracteres.
- Las reseñas de libros tendrán entre 3.000 y 3.500 caracteres.
4. Aspectos formales
- Fuente: Arial.
- Tamaño 12.
- Interlineado 1,5.
- Utilizar negritas para resaltar títulos y subtítulos, con numeración
consecutiva.
- Tipo de archivo (.doc o rtf.)
- Designar el archivo con el apellido y las iniciales del autor prin-
cipal
- Las referencias bibliográficas se colocan con sangría francesa
224
Ejemplos:
García (1999) señaló...
En un reciente estudio sobre el consumo cultural (García,
1999)
En 1999 García señaló
- Cita textual:
- Si tiene menos de 40 palabras se considera una cita corta, se
incorporará en el mismo párrafo con comillas dobles. Al final se coloca
entre paréntesis el apellido del autor, el año y el número de página.
- Si tiene más de 40 palabras deberá ir en un párrafo aparte, sin
comillas y con cinco espacios de los márgenes derecho e izquierdo.
225
Ejemplo:
T.K. Lutes (comunicación personal, 18 de abril, 2001)
5.2. Referencias
Las referencias deberán colocarse al final del artículo y no en pie
de página.
- Forma básica
- Libro
- Artículo de Revista
- Fuentes electrónicas
- Una página Web:
Dewey, R. A. (2002). Psych Web by Russ Dewey. Recuperado en enero
25, 2003 de, http://www.psywww.com
226
8. Envío de originales
Se recibirán los trabajos por los siguientes correos electrónicos:
[email protected] y [email protected]
227